Story Transcript
Entre rosas y espinas. Beatriz Félix Espinar – 1º Bachillerato – 2º Premio I Concurso de Narrativa del IES Nº 5
- ¡Mamá, mira! - ¿Qué quieres ahora, Laura? No, no y no. Otro osito de peluche, no. Ya tienes muchos en casa y, si papá se encuentra alguno más, se va a enfadar. - Pero, mami, este es mucho más bonito y moderno… - Los tuyos también son bonitos y modernos, que el último te lo compré la semana pasada. Además, ya te he dicho que no te lo voy a comprar, no quiero problemas, ¿vale? Y no llores, que parece mentira, con siete años y tan mañaca. - Buenos días, señora, ¿necesita ayuda? - No, ya nos vamos. Venga, Laura, muévete y deja ya de comportarte como una cría. ¡Laura! - Parece que su hija tiene claro lo que quiere. Estos, precisamente, nos llegaron la semana pasada y se venden muy bien. A los niños les encantan porque pueden grabar lo que dicen durante bastante tiempo, y no son nada caros. - Ah sí, vaya, no lo sabía- serán pesados los dependientes, se creen que somos tontos, ahora me soltará el rollo del siglo-. Venga vale, sí, me lo llevo- todo sea por no tener que aguantarte. - ¡Gracias, mami!
- Hola, me llamo…Sol y soy un osito de peluche. - Hola, me llamo…Sol y soy un osito de peluche. - Je, je, je. Mamá, mira qué chulo, repite lo que digo.
- Claro, cielo, ya te lo había dicho. Bueno, ¿sabes lo que sería divertido? Grabar lo que haces todos los días, como Sara con su diario. Así luego puedes escucharlo, ¿qué te parece? - Umm… ¡vale!, voy a empezar. - Sí, muy bien, pero vete a tu habitación, que estoy cocinando. - Vale…
Hoy he ido al cole, y me lo he pasado muy bien. La profe nos ha mandado muchos deberes pero yo ya los he hecho y por eso puedo jugar con las muñecas mucho tiempo. Le he dicho a mamá que juegue, pero no puede porque está limpiando y le ha salido una mancha en la cara y, cuando a mamá le salen manchas, se cabrea y no quiere jugar. Mañana dice que me llevará al parque con Sara y con Dani, porque estoy sola y me aburro y yo le he dicho que vale, pero que no quiero que papá venga porque me grita y Sara llora. Tengo una muñeca nueva que se llama Carol, como mi mami, y también tiene una mancha rosa. Su novio se ha enfadado con ella porque no le ha dado un beso de buenos días, ella llora un poco pero en seguida se le pasa. Mi papá dice que me va a comprar otra muñeca, que es una niña, pero yo no quiero porque sino el novio de Carol le hará cosas feas y le he dicho que quiero otro chico y me ha gritado y le ha gritado a mamá y yo he llorado mucho y por eso hoy mamá tiene la cara manchada. Y… - ¡Carol!, ¿se puede saber qué es esto? Pero qué te has creído, estúpida, que soy tonto. - Y ahora qué, he hecho lo que me dijiste, lo he limpiado todo y he hecho la comida, ¿qué más quieres? No estamos aquí para servirte. - Vengo de trabajar todo el santo día para mantener a una mujer estúpida y una cría tonta y esto es lo que me encuentro, todo hecho un desastre… Y tú ¿se puede saber qué haces jugando con ese estúpido oso? Si es que no sé para qué tengo una niña… y para ya de llorar que te enteras.
- Deja a la niña en paz, esto es entre nosotros. Laura, vete a tu habitación.
Hoy mamá vuelve a tener la cara manchada y, como ha tenido que llevarme al cole, se ha puesto muchas cremas pero no ha servido de nada y las ha tirado al espejo. Me ha mirado y me ha dado un abrazo y yo le he dicho que es la mamá más guapa y buena del mundo y entonces ha llorado más y yo también he llorado, porque yo no quiero que ella llore ni se enfade conmigo, porque, cuando mamá y papá discuten, mamá está muy enfadada y también me grita. En el cole, la profe la ha mirado con una cara rara y ha hablado con ella, pero yo no sé qué han dicho porque estaba jugando con Sara, aunque yo no quería jugar. En casa mamá ha hecho pasta, que es mi comida preferida, pero a papá no le gusta porque dice que es comida de animales y se ha vuelto a cabrear. Yo le he dicho a mamá que a mí sí que me gusta la pasta y que la quiero mucho y papá lo ha oído y hoy yo me parezco a mamá, porque también tengo manchas en la cara. Mamá me mira raro y dice que pronto pasará todo, yo no sé qué va pasar. Como hoy papá no estaba, hemos ido a casa de Sara y me he cabreado con ella mucho, porque me ha cogido una muñeca y le he pegado y mamá se ha cabreado mucho conmigo y no sé por qué. Por la tarde, me ha llevado al médico y me han hecho muchas preguntas. A mamá le han dicho que soy muy lista pero que “imita mucho a su padre” y que debería hablar con la policía. Mamá les ha mirado y ha dicho que no con la cabeza y yo, no sé por qué, me he sentido mal. Y como a mí papá no me gusta, le he prometido a mamá que no volvería a pegar a nadie y mamá me ha vuelto a mirar con cara rara y yo me he puesto triste. Cuando hemos llegado a casa, papá estaba esperando y me ha dicho que estoy loca y que vaya hija y yo no sé por qué lo ha dicho. Mamá se ha cabreado mucho y han vuelto a discutir.
Como mamá no tiene amigas, dice que está muy sola, y, para animarla, le doy muchos abrazos, pero ella dice que le doy calor y me aparta y entonces yo me quedo sola y, como Sara ya no quiere jugar conmigo, juego al parchís yo solita y siempre gano. Pero me pongo triste y me siento sola y papá viene y discuten y yo sigo sola. Como nadie me hace caso, sueño mucho. El otro día yo era una princesa y vivía en un castillo muy grande con muchos animales y mi mami también estaba y yo la abrazaba y no le daba calor porque hacía frío, y ella era muy feliz. Sara ya no estaba enfadada conmigo y jugábamos juntas al parchís, pero yo ya no ganaba. El otro día, como estaba soñando, me pinché con una flor y mamá se rió de mí y me curó la herida. Me dijo que esa flor era una rosa y que las rosas eran muy hermosas, pero había que tener cuidado con las espinas. Dijo que papá era como esas rosas y tenía muchas espinas, pero ella no se dio cuenta. Yo cogí una y pensé cómo una rosa tan bonita podía ser peligrosa. Mamá se dio cuenta y me miró muy triste, me dijo “todas las flores, sean más o menos hermosas, acaban perdiendo sus pétalos, aquello que las hace bellas, marchitan, pero el tallo prevalece durante mucho más tiempo. Aquellas flores, como las rosas, que tienen espinas, al cabo del tiempo son tan bellas como la más simple de las flores, pero sus espinas no mueren y dañan, mientras que las otras flores son delicadas y suaves al tacto”. Me dijo, también, que, si algún día conocía a una persona, no la midiese como a las flores por el valor de sus pétalos, sino por su belleza y delicadeza internas, ya que es lo que prevalece en el tiempo. Yo no sé qué quería decir, pero lo grabo por si algún día lo entiendo.
- Cielo, a la cama, que es tarde. Qué, ¿has grabado muchas cosas? - Sí, muchas, pero no vale escucharlas. - Vale, ya me contarás, buenas noches.
- Buenas noches, osito, buenas noches, amapola.
Hoy papá está muy enfadado porque dice que “el jefe es un mierda y le ha dado puerta”. Yo no sé lo que quiere decir pero mamá sí y se han puesto a discutir. Yo le he dicho a mamá que tuviese cuidado con las espinas y ella me ha mirado y me ha dicho que está muy orgullosa de mí, luego me ha dicho que me fuese a mi habitación y que no me preocupase. Yo le dicho que la quiero un motón y que luego le dejaría escuchar al oso. Ella me ha dado un beso y me ha dicho que me fuese. En mi habitación me he tapado los oídos, y cuando ha parado el ruido, he ido a ver a mi mami. Por la tarde, papá me ha vuelto a pegar y me ha insultado, mamá le ha hecho las maletas y dice que si no se va, llamará a la policía. A mí me da igual, pero no quiero que papá le haga daño. Mi mami me ha dicho que no salga de la habitación y ahora están chillando y…yo…yo no quiero que chillen…porque…porque si chillan papá se enfada y pega a mamá y mamá…mamá llora y yo lloro y mamá me grita y papá me grita y yo lloro y no puedo dormir porque, si me duermo, él viene y me despierta y me hace daño y mamá se enfada y luego en el cole se ríen de mí y dicen que nadie me quiere y…y es verdad. Ma…mamá…
- ¿Qué tienes hoy? - Lo de siempre, violencia de género y asesinato. Ese es el maltratador, se declara inocente y alega que ha sido su mujer la que lo ha iniciado todo. Lo repugnante es que no solo pegaba a su mujer, sino también a su hija. - ¡Qué vergüenza! ¿Y la niña? ¿Está bien? - Está con Ana, no habla con la gente, solo repite la misma frase una y otra vez y no se separa de su oso. No creo que declare, no está en condiciones…
- Lógico…Hola, preciosa, ¿cómo te llamas? - Rosas…qué bonitas…pero cuidado… - ¿Te gustan las rosas?...ya veo. Qué osito más bonito, ¿me lo dejas ver? Sólo es un momento, te lo prometo… muchas gracias - Parece uno de esos que han sacado ahora ¿no? - Sí, eso parece, habrá que apretar aquí para oír… - No, tío, aquí. Mi hija tiene uno de estos. - Sí, ya…a ver qué dice.
Hola, me llamo…Sol y soy un osito de peluche. Hoy he ido al cole, y me lo he pasado muy bien. La profe nos ha mandado muchos deberes pero yo ya los he hecho y por eso puedo jugar con las muñecas mucho tiempo. Le he dicho a mamá que juegue pero no puede porque está limpiando y le ha salido una mancha en la cara y, cuando a mamá le salen manchas, se cabrea y no quiere jugar…
Vago entre rosas y espinas, sin haberlo merecido. Mi alma viaja sin rumbo en un campo enemigo. Trato de encontrar salida a esta trampa del destino, buscando en mi maltratado viaje un apoyo amigo. Soy un soplo de viento, perdido en un laberinto, un pétalo de rosa carcomido, un rayo de luz en una oscura noche de invierno. Soy un algo incomprendido, un alma maltratada, un intento de ser alguien, que camina sin rumbo fijo, buscando un puente en el camino, para inventarse un destino.