MADRID 12 DE OCTUBRE DE 1867

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El 12 de octubre de 1492
Generado por Newtenberg 1 Índice # # # # # El 12 de octubre de 1492....1 Conmemoración a la diversidad....1 El encuentro de dos mundos....3 Etnias

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41.

PRECIO DE LA SCSCRICION.—MADRID : por niimorns

sueltos 4 2 rs.; tres meses í i r s . ; seis mesfsW rs.; un año 80 rs.

un MADRID 12 DE OCTUBRE DE 1867.un

PROVIVT.Its- -Tres meses 2S rs ;seis mesesSOrs.;'



aüo 9tl rs.—l'.DBA , PCSRTO-KICO V KSTRASJERO, año 7 pesos.—AMERICA T ASIA, 10 i 15 pesos.

ANO

XI.

Mucho se lia hablado del poder del amor y de los esdel caudillo italiano contribuyeron á aumentarla. Hacemos caso omiso de una interesante correspondencia tremos á que conduce á los que logra dominar; estreque publica un periódico de esta corte, y según la que mos tales, que un dramaturgo no vaciló en poner á á estas horas ya debia hab;r estallado la guerra entre una de sus obras, conocidísima y furiosamente aplauItalia y Francia y estar ardiendo media Europa. Por dida por las amas de cria, las maritornes, los soldados si faltasen instrumentos con que dar principio al dra- y los párbulos, el título de : Todo lo vence el amor, ó REVISTA DE LA SEMANA. ma, la Gaceta Oficial de Florencia publica el anuncio la Pata de cabra. Pero existe otro amor, que aunque de un concurso que abre el ministro de la Guerra para procedente del mismo tronco, esto es, de un sentiadquirir 300,000 fusiles que se carguen por la culata. miento lícito, cual es el de poseer siquiera lo indispenCreemos que estas armas no se comprarán sólo por sable para adquirir el pan nuestro de cadadia, sufre los editándolo impar- el placer de tirar dinero á la calle ó de almacenarlas mas lamentables estravíos. El propietario de una casa de ñeras, dice la crónica de estos últimos dias, acabaciahnente, no hay para que se oxiden. cosa como no teEl papa pronunció en el Consistorio de 20 de se- ba de vender en una ciudad de Francia, su colección • HIT bolsa, ó como tiembre una alocución contra el gobierno jiiamontcs, de animales á unos ingleses, colocando el producto enerla vacía, pa- acusándolo de haber hollado todos los derechos divi- adelantado de la venta, que ascendía á 14,000 franra verse libre de nos y humanos, y singularmente de no haber temido cos, en un cofre, que puso el dueño de las fieras en los altos y bajos proponer, aprobar y sancionar una ley que anuncia medio de los tigres, los leones, las hienas, etc. Pero á que estín es- la venta de los bienes del clero, que la autoridad pon- hé aquí que un ladrón, enamorado del dinero, penetra 1 puestos los que se tificia declara nula y de ningún efecto, declarando entre los animalitos, se apodera del cofre, y por sui hallan en pose- además incursos en las penas y censuras eclesiásticas puesto del contenido, y desaparece, sin que hasta ahora haya podido averiguarse su paradero. En otros tiemsión de una cual- á los autores de ella. I quiera , aunque l'rusia está dundo pruebas de una actividad asom- pos, cuando los poetas amansaban con su lira las fieras, por su pequenez brosa, que revela un vivo deseo de rápido engrande- babríase atribuido esta heroica hazaña á algún hijo merezca tan sólo el nombre de bolsillo. Interminable cimiento. Su gobierno anuncia que trata de hacer es- predilecto de las Musas; pero hoy ni aun esafieraque ser ia la enumeración de las ventajas que disfruta tensivo el sistema telegráfico á todo pueblo de mas se llama hambre consiguen amansar, aunque se estén el hombre que no tiene un cuarto, ó que carece de S0O habitantes, y con objeto de desarrollar su ma- tocando todos los instrumentos filarmónicos basta el de bolsa, lo cual viene á ser lo mismo; ni rateros le rina se presentará en breve al Consejo federal una me- día riel Juicio. asaltan, ni amigos le piden, ni enemigos le persiguen, moria relativa al asunto, pidiéndose al propio tiempo Después de treinta años de muerta, acaba de inhuJJ'comisionados de apremios le acosan, ni herederos un crédito estraordinario para la fióla. Por lo demás, marse en París el cadáver de la hermosa prusiana Radesean que emprenda cuanto antes su último viaje. la lucha entre los periódicos prusianos, italianos y heb Levin, baronesa de Warnhegen , quien temiendo Lo contrario sucede con los bolsistas , y una prueba de franceses, sigue cada vez mas encarnizada , y mani- que la enterraran viva, dispuso en su testamento que e "O puede verse en el pánico que últimamente se es- fiestan el odio profundo que las naciones de que se la tapa de su atabud fuese de cristal, que la vigilara Parció entre los de París , por los rumores belicosos hacen eco los dos primeros profesan á la de que son durante un mes un guarda de vista y que no se la seflue circularon, y á que dio fuerza el relativo al nom- órgano los últimos. Si conforme se disparan palabras pultase hasta que hubieran pasado treinta años. Secobramiento del señor Drouyn de Lhuis, como ministro se disparasen balas, ya no quedaba, entre ellos, títere noce que la señora baronesa tenia un poco mas apego p Negocios Estranjeros, nombramiento que represen- con cabeza. á la vida y un poco menos valor que el ciudadano á taría e| triunfo de la política guerrera. Personas que Varias correspondencias dicen que los buques de quien se refiere el párrafo precedente. ?e suponen bien informadas aseguran que nada grave Francia, Prusia, Rusia, Austria é Italia siguen trasTrátase en Valencia de crear una sociedad de socor"av por el momento; pero los temores no cesan, y portando las familias de los candiotas á Grecia. Mas y de auxilios para los náufragos, á cuyo electo. la esto hace que en las Iransaciones comerciales no haya de !ÍO,OOO personas han sido ya conducidas á este rei- ros Económica de aquella capital, á quien se debe la idea, gran movimiento. no, quedando aun en Candía 800 voluntarios, que han trabaja con buen resultado. Aplaudimos el pensamien. Al declarar Garibaldi en Genova, de paso para la tenido algunos encuentros con las tropas turcas. to, mas no podemos hacer lo mismo con el de la funlsla .de Caprora, que se hallaba libre del todo, arengó Nada notable se sabe de Méjico, sino que Juárez ha ción de toros que dias atrás vimos anunciada , y en la '"rías veces al pueblo, recomendándole que no olvida- publicado una proclama, lijando para el 22 de setiem- que se ofrecía que cuatro ciegos de. nacimiento, hijos fe,a. Homa, donde al (-abo iría él; estando aun preso, bre las elecciones de la presidencia de la república, de Murcia, que han trabajado con aceptación en dife••""'« publicado publicado una una proclama proclama en en el el mismo mismo sentido; se.ntulo; ¡ presentando presentanno al al pueblo pucoio en en dicho dicuo documento documen varias mo- rentes plazas de España, lidiarían una becerra. Cada fle uno de los ciegos—anadia el anuncio—llevará una manera que si agitación existia antes, las palabras dilicaciones en el código fundamental del pais.

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EL MUSEO UNIVERSAL.

campanilla alada á I» piorna derecha, de igual sonido negación procaz de toda idea de derecho, y un escar- mas lo repitamos,—el patriotismo será siempre el que otra, pendiente del cuello d" la b'cerra , produ- nio sangriento del buen sentido. egoísmo de los pueblos. ciendo osle conjunto de sonidos iguales umclins equiEl interés fundamental de los pueblos, sin distinIII. vocaciones que oscilarán la hilaridad del público. Una ción de razas, climas, sedas y grados de civilización; señorila de la alta aristocracia lia recalado á la empresa su necesidad política permanente es ser gobernados D.ido el pueblo, es indispensable el gobierno; dado una bonita sortija , que se alará á uno de los cuernos con arreglo á las nociones de la justicia, que no varí i el gobierno, son indispensables, la rectitud en éste y ile la becerra, y será el premio de aquel de lus ciegos con las latitudes geográíieas; que no se modificares- \ la obediencia en aquel. Si el mando supremo muclio que tenga la suerte de cogerlo.» I.os ciegos, añadimos pedo del blanco, ni del negro, ni del hombre de j ensalza, mucho también esclaviza al (pie sabe comnosotros, podrán s.ilir ilesos de la bestial corrida, pero bronceada tez; (pie no altera sus prescripciones pro- j prender los múltiples deberes que le impone, y tiene mltip e q p , y ene lo que es el sentimiento de humanidad va de seguro á lectoras en comarca alguna por hombres habitada. ía virtud la fuerza de voluntad necesarias para cumla enfermería, y si se le sigue sometiendo á tan salvaPara satisfacer ose fundamental interés, para dejar plirlos. jes pruebas, habrá que contarlo ooino c sa perdida. largamente satisfecha esa perminente necesidad, basEl que aspira á mandar debe proponerse gobernar, Muchos de nuestros colegas de la corte preguntan lan á las naciones la sabiduría y la moralidad de go- porque nadie tiene derecho á elevarse sobro el nivel cuándo se pondrán á la venia los sellos de cinco milé- bernantes dignos de su noble misión : de mas están, de la generalidad, sino sabe dirigir á sus compatriosimas, é indican los grandes perjuicios que esperi- para conseguir tan elevados fines, las cabalas insidiosas las para hacerlos felices; único título á cuya sombra inenlan los editores, á causa do la detención de sus de la diplomacia, y la espada de la invasión cstranjera. puede exigirse, á las naciones la sumisión y el resenvíos. Si nuestras noticias son exaclas, creemos que Lo qque la cordura no consiga, la gguer- peto. g no lo conseguirá g muy en breve quedarán satisfechos tan justos deseos. No basta alcanzar el dominio, triunfo en muchos ra ; lo que la buena fe no alcance, no lo alcanzarán la Él progreso constante de la educación popular en Es- venganza ó la violencia, y lo que en litigio se bailaba casos debido á la casualidad ó la intriga ; es preciso sapaña, sino tan rápido como pudiera haber sido, por antes de apelar á la fuerza'material, no quedar:! fuera bor merecerlo y sabor conservarlo, porque el hombre efecto de mil diverjas circunstancias, se demuestra de él aun cuando á la categoría de los hechos sea ele- no vale por lo que el moro azar le entrega un día para por los siguientes dalos que publica la Gaceta de los vado, sobre las humeantes ruinas de naciones antes arrebatárselo otro , sino por lo que sus merecimiencaminos n que ¿qué te parece mi proposición?

EL MUSEO UNIVERSAL.

debe ya esperar la salud de Dios y de la ciencia. —Pues con ayuda de Dios y de la ciencia se la voy yo á dar. —¿Ciencia usted? dijo el médico con la risa del conejo. - -Ciencia yo, sí señor. Aunque la ocasión no era para risas, todos , inclusa la alcaldesa, estuvieron á punto de reír á tndo trapo al ver la estupidez de aquel zamarro que creía poder dar la salud á un moribundo deshaueiado por los mejores médicos El alguacil se había acercado á la alcoba, atraído por aquel altercado, y como tenia ganas de que cuanto antes se llevase la trampa al alcalde y creía muy á propósito á Traga-aldabas para despacharle pronto, única razón porque no había opuesto gran resistencia á la entrada del curandero, tomó la palabra en favor de éste, diciendo por lo bajo á la alcaldesa, que repito tenia muy buenos bigotes: —Señora, eche usted noramala á los médicos, que son los que están matando al señor alcalde, resentidos de que apenas hay enfermos en el pueblo desde que él hizo desaparecer los focos de infección queenvenrnaban al vecindario. —Me parece á pedir de boca. Pero me ocurre una La alcaldesa era crédula duda. como lo son generalmente las mujeres, cosa que nos tie—-Vamos á ver qué duda ne mucha cuenta á nosotros es esa. los tunos de los hombres, y —Yo no puedo creer que creyó de buenas á primeras me proteja usted por mi al alguacil. buena cara, y quisiera saber qué mira se lleva usted en —Yo opino, dijo al médiello. co, que si Lesmes insiste en — En primer lugar, la de que él es capaz de sacar adesatisfacer una deuda de gralante á mi marido, debemos LOS MARISCADORES. titud, porque ya he dicho poner en sus manos al enNada, no hay que darle vueltas; que me serviste en grande fermo. para encontrar los mariscos cuando eras curandero; y —Señora, esclamó el méhay que mirar hacia el suelo en segundo, la de que vueldico, asombrado de la creduy el caso es que yo no miro. vas á servirme. lidad de la alcaldesa, ¿está —¿Y cómo le he de servir usted chispa, ó se ha vuelto á usted? loca? —Te diré: los médicos de gran reputación son los demás concejales una comilona con cargo al capítulo ! —Ni lo uno, ni lo otro. Usted y sus compañeros han que á mí me convienen, con tal que su reputación sea de gastos imprevistos; no se embolsaba las multas dado por muerto á mi marido; este hombre dice que injusta, y de este número serás tú. después de dar al alguacil los picos para que cerrase el él se compromete á resucitarle, y yo quiero probar si suyo; no tenia los abastos del pueblo por medio de tes- le resucita, que de todos modos"de muerto no ha de —No ¡o entiendo. —Tú no entiendes nada, y asi me'gustan á mi lus t ferro, y por último, no había hecho depositario de pasar mi marido. médicos. Cuando hayas adquirid» gran reputación, le los fondos municipales á un amigo suyo que le entreOir esto el médico y tomar la puerta como si consultarán muchísimas gentes sanas y buenas, y las gase todas las noches la llave de la caja. Dígaseme, le hubiesen puesto un cohete en salva la parte, todo pondrás enfermas á fuerza de hacer con ellas barbari- pues, en vista de estos informes, si no tengo razón pa- fue uno. ra decir que alcaldes como aquel entran pocos en dades. A la puerta de la casa había muchas gentes espe—Está usted muy equivocada , que á todo aquel ¡i libra. rando con terrible ansiedad noticias del estado del cuyo lado no la vea á usted, le diré que no está en—¡Ya me cayó que hacer! dijo para sí Traga-alda- enfermo, y al ver salir al médico todos corrieron a fermo. bas. Si visito al alcalde y sale adelante en su enfer- preguntarle. medad, me pongo las botas. —Guárdate de decirle tal cosa. —Cuéntenlo ustedes por muerto, que ya le esta —¿Por qué? Y dirigiéndose á casa del enfermo pidió permiso al dando el cachete el bruto de Traga-aldabas, contesto alguacil para pasar adelante. —Porque perderás reputación y dinero. el médico continuando la fuga. —¡Zape! No echaré en saco roto el consejo. Es de advenir, que el alguacil era la única persona El llanto (¡el vecindario fue entonces tal que partía —Aunque es de la Muerte, es consejo muy salu- del pueblo que no podía tragar al alcalde, y todo por las piedras, y en medio del general lloriqueo se oyela sencilla razón de que éste no le daba los picos de las ron gritos de: «¡muera Traga-aldabas!» dable. —Ea, voy á ver si me sale por ahí alguna visita y multas como su antecesor, porque sacaba pocas y Asi que salió el médico, Lesmes dirigió la vista hasaco la tripa de mal año. Con que hasta la vista, se- cuando las sacaba las destinaba al fondo común. cia la Muerte como para preguntarle si lo hacia bien, y ñora Muerte. —¿Para qué quiere usted pasar? preguntó el algua- vio que la Muerte se había alejado un buen trecho de, —Hasta luego, Traga-aldabas. cil á Lesmes. la cama y le hacía señales de aprobación con la caLesrnes tomó el camino de un pueblo, cuyo campa—Para ver al enfermo. beza. nario se veía allá á lo lejos, y la Muerte so fue á otro —¡Eso es, para que le mate usted! Lesmes, cada vez mas alentado y contento, tocóla á intrigar para que el médico y el boticario, que eran —¿Cómo que matarle? barriga del enfermo, cogió unas telarañas del techo, se amigos suyos , fueran nombrados individuos de la —El que mata á las bestias, de juro ha de matar al Jas puso en las cejas al alcalde, y éste, que hacia tiemJunta de Sanidad. alcalde. po había perdido el sentido , dio poco después señales —¡Deslenguado! esclamó Lesmes indignado del ma- de recobrarle. ligno sentido equívoco con (pie hablaba el alguacil, y •—¡Ya tenemos hombre! esclamó Traga-aldabas III. penetró en la alcoba del enfermo, á lo que el alguacil abrazando, en el trasporte de su alegría, á la alcaldeno opuso gran resistencia por la razón que mas ade- sa, que vuelvo á repetir tenia muy buenos bigotes. Al llegar Traga-aldabas al pueblo , notó una gran lante veremos. lili aquel instante el alcalde acabó de volver en si consternación en el vecindario, como (|il(> hombres, A la cabecera de la cama estaba un médico de los diciendo: mujeres y niños lloraban como becerros. mas afamados en la comarca y Lesmes temió por un —O tengo telarañas en los ojos, ó he visto alraíUf Informóse de lo que ocurría y supo que. tenia aquella momento que fuese la Muerte, porque había oído decir á mi mujer. consternación y llanto era porque el alcalde del pue- que ésta se disfrazaba de médico muchas veces; pero blo estaba deshaueiado de los médicos. muy pronto se convirtió su temor en alegría al dirigir (Sr Y en verdad, que el vecindario tenia motivos para la vista á los pies de la cama y ver allí á la Muerte ANTONIO I>I: T u n a n . idolatrar al alcalde y considerar como una gran cala—¿Qué trae usted por aquí, le preguntó la alcaldesa midad el que Míos se le llevase, porque alcaldes como que1, entre paréntesis, tenia muy buenos bigotes. aquel entran pocos en libra. —Vengo á dar la salud al señor alcalde , contestó DIRECTOR Y EDITOR KESPONSABLE, 1). JOSÉ (¡ASPAH.' Para ser elegido no hahia tenido que emborrachar á Lesmes. IMPRENTA I)K GASPAR r IIOIG EDITORES: NAOHU>. l'HINCfPK , 4 . los electores; no organizaba cada día en unión de los —El señor alcalde, replicó irritado el médico, sólo

LOS BAÑISTAS.

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