MANUAL DE SECUENCIAS ESPAÑOL

COLEGIO MADRID INSTITUCIÓN DE ENSEÑ ENSEÑANZA MEXICANO- ESPAÑOLA MANUAL DE SECUENCIAS ESPAÑOL SEGUNDO GRADO CICLO ESCOLAR 2009-2010 Elaborado por:

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Secuencias definidas de manera recursiva
LECCIÓN Secuencias definidas de manera recursiva CONDENSADA 1.1 En esta lección ● ● ● escribirás definiciones y fórmulas recursivas para patrones

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COLEGIO MADRID INSTITUCIÓN DE ENSEÑ ENSEÑANZA MEXICANO- ESPAÑOLA

MANUAL DE SECUENCIAS ESPAÑOL

SEGUNDO GRADO CICLO ESCOLAR 2009-2010

Elaborado por: Nadine Cardona y David Pruneda

Alumno__________________________________________________________________________

Grupo_____________

Número de lista______________

ÍNDICE

Secuencia 1 Cuéntame un cuento…………………………………………………………………………………………………………..2 Secuencia 2 Cuento latinoamericano………………………:……………………………………………………………..……………19 Secuencia 3 Yo en el planeta………………………………………………………………………………………………………………...41 Secuencia 4 Orden y caos: el héroe………………………………………:…………………………...…………………………………57 Secuencia 5 Diversidad lingüística………………………………..……………………………..……………………………………….72 Secuencia 6 Visitando el espejo del mundo………………………………………………………………………………………….92 Secuencia 7 De vidas y obras ……………………………………………………………………………………………………………118 Secuencia 8 Amor en el tiempo…………………………………………………………………………………………………………..134 Secuencia 9 Tras la pista de la noticia…………………………………………………………………………………………………169 Secuencia 10 Mis derechos y la escuela………………………………………………………………………………………………197 Secuencia 11 El ojo que todo lo ve……………………………………………………………………………………………………...213 Secuencia 12 Santo y seña…………………………………………………………………………………………………………………228 Actividad permanente 1 La radio en el Madrid…………………………………………………………………………………...249

Cuéntame un cuento Ámbito: Literatura

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Cuéntame un cuento Ámbito: Literatura

SECUENCIA 1

CUÉNTAME UN CUENTO… EL OBJETIVO DE ESTA SECUENCIA ES QUE ESCRIBAS CUENTOS - MANTENIENDO CONGRUENCIA ENTRE LA LAS PARTES DE LA TRAMA

Sesión1 ¡VAMOS A JUGAR!

1. Observa atentamente la siguiente imagen y escribe en tu cuaderno un cuento donde expliques lo que está sucediendo .

Ten cuidado al escribir, revisa que la ortografía sea correcta y que la redacción sea clara.

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Cuéntame un cuento Ámbito: Literatura

Sesión 2 ¿Y CÓMO SE HACE?

1. Lee cuidadosamente los siguientes textos y con tu grupo haz una lluvia de ideas para definir cuáles son las características de un cuento. “Unas palabras sobre el cuento” Augusto Monterroso Si a uno le gustan las novelas, escribe novelas; si le gustan los cuentos, uno escribe cuentos. Como a mí me ocurre lo último, escribo cuentos. Pero no tantos: seis en nueve años, ocho en doce. Y así. Los cuentos que uno escribe no pueden ser muchos. Existen tres, cuatro o cinco temas; algunos dicen que siete. Con ésos debe trabajarse. Las páginas también tienen que ser sólo unas cuantas, porque pocas cosas hay tan fáciles de echar a perder como un cuento. Diez líneas de exceso y el cuento se empobrece; tantas de menos y el cuento se vuelve una anécdota y nada más odioso que las anécdotas demasiado visibles, escritas o conversadas. La verdad es que nadie sabe cómo debe ser un cuento. El escritor que lo sabe es un mal cuentista, y al segundo cuento se le nota que sabe, y entonces todo suena falso y aburrido y fullero. Hay que ser muy sabio para no dejarse tentar por el saber y la seguridad. “Sobre sus cuentos” Felisberto Hernández Obligado o traicionado por mí mismo a decir cómo hago mis cuentos, recurriré a explicaciones exteriores a ellos. No son completamente naturales, en el sentido de no intervenir la conciencia. Eso me sería antipático. No son dominados por una teoría de la conciencia. Eso me sería extremadamente antipático. Preferiría decir que esa intervención es misteriosa. Mis cuentos no tienen estructuras lógicas. A pesar de la vigilancia constante y rigurosa de la conciencia, ésta también me es desconocida. En un momento dado pienso que en un rincón de mí nacerá una planta. La empiezo a acechar creyendo que en ese rincón se ha producido algo raro, pero que podría tener porvenir artístico. Sería feliz si esta idea no fracasara del todo. Sin embargo, debo esperar un tiempo ignorado: no sé cómo hacer germinar la planta, ni cómo favorecer, ni cuidar su crecimiento; sólo presiento o deseo que tenga hojas de poesía; o algo que se transforme en poesía si la miran ciertos ojos. Debo cuidar que no ocupe mucho espacio, que no pretenda ser bella o intensa, sino 3

Cuéntame un cuento Ámbito: Literatura

que sea la planta que ella misma esté destinada a ser, y ayudarla a que lo sea. Al mismo tiempo ella crecerá de acuerdo a un contemplador al que no hará mucho caso si él quiere sugerirle demasiadas intenciones o grandezas. Si es una planta dueña de sí misma tendrá una poesía natural, desconocida por ella misma. Ella debe ser como una persona que vivirá no sabe cuánto, con necesidades propias, con un orgullo discreto, un poco torpe y que parezca improvisado. Ella misma no conocerá sus leyes, aunque profundamente las tenga y la conciencia no las alcance. No sabrá el grado y la manera en que la conciencia intervendrá, pero en última instancia impondrá su voluntad. Y enseñará a la conciencia a ser desinteresada. Lo más seguro de todo es que yo no sé cómo hago mis cuentos, porque cada uno de ellos tiene su vida extraña y propia. Pero también sé que viven peleando con la conciencia para evitar los extranjeros que ella les recomienda. 2. Utiliza el siguiente espacio para escribir un decálogo, tomando en cuenta las ideas que aportó tu grupo:

1.

2.

3.

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5.

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8.

9.

10.

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Cuéntame un cuento Ámbito: Literatura

Sesión 3 ¡VAMOS A JUGAR!

1. Lee cuidadosamente la siguiente nota Keith Adams BBC Si usted vive en Rangún, la ex capital de Birmania, y tiene hermosos rizos, preste atención. Hay informes de una nueva amenaza en las calles: ladrones de cabello. Y parece que estos criminales usan sus tijeras con la misma delicadeza con que roban los carteristas.

En Birmania y otras partes de Asia, a las mujeres les gusta llevar el cabello largo.

Una mujer le dijo a un periódico que la despojaron de su cabello mientras caminaba de su trabajo a su casa. Sólo se dio cuenta de lo que le había pasado cuando llegó a su hogar. Otra dijo que se lo cortaron mientras compraba al borde de un camino. 2. Ahora que has leído el texto, escribe un cuento en el que tomes el papel de alguno de los involucrados en esta nota (ladrón de cabellos o afectada por el robo).

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Cuéntame un cuento Ámbito: Literatura

¡Aprendamos juntos!

Los tipos de narradores

La actividad que acabas de realizar te convirtió en un narrador, pues contaste la historia. Al tomar el papel de uno de los personajes que participan en la historia te convertiste en uno de los tipos de narrador que hay. Estos tipos de narrador tienen que ver con el lugar desde el que se cuenta una historia, por eso existen los narradores:

Omnisciente: Narra en tercera persona y sabe todo sobre la historia que está contando. Participa en la narración opinando y juzgando lo que acontece, de manera que sugiere al lector qué pensar sobre la historia.

Observador: Cuenta la historia, en primera persona, desde los hechos que presenció. Al conocer el desarrollo de lo narrado, tiene la capacidad de emitir juicios.

Protagonista: Es el que, al mismo tiempo, es narrador y personaje, pues participa en lo que ocurre.

Testigo: Es aquel que cuenta algo que pasó a su alrededor.

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Cuéntame un cuento Ámbito: Literatura

Sesión 4 ¡VAMOS A LEER!

“Verdezuela (Rapunzel)”

Los hermanos Grimm Había una vez un hombre y una mujer que vivían solos y desconsolados por no tener hijos, hasta que, por fin, la mujer concibió la esperanza de que Dios Nuestro Señor se disponía a satisfacer su anhelo. La casa en que vivían tenía en la pared trasera una ventanita que daba a un magnífico jardín, en el que crecían espléndidas flores y plantas; pero estaba rodeado de un alto muro y nadie osaba entrar en él, ya que pertenecía a una bruja muy poderosa y temida de todo el mundo. Un día asomóse la mujer a aquella ventana a contemplar el jardín, y vio un bancal plantado de hermosísimas verdezuelas, tan frescas y verdes, que despertaron en ella un violento antojo de comerlas. El antojo fue en aumento cada día que pasaba, y como la mujer lo creía irrealizable, iba perdiendo la color y desmirriándose, a ojos vistas. Viéndola tan desmejorada, le preguntó asustado su marido: “¿Qué te ocurre, mujer?” - “¡Ay!” exclamó ella, “me moriré si no puedo comer las verdezuelas del jardín que hay detrás de nuestra casa.” El hombre, que quería mucho a su esposa, pensó: “Antes que dejarla morir conseguiré las verdezuelas, cueste lo que cueste.” Y, al anochecer, saltó el muro del jardín de la bruja, arrancó precipitadamente un puñado de verdezuelas y las llevó a su mujer. Ésta se preparó enseguida una ensalada y se la comió muy a gusto; y tanto le y tanto le gustaron, que, al día siguiente, su afán era tres veces más intenso. Si quería gozar de paz, el marido debía saltar nuevamente al jardín. Y así lo hizo, al anochecer. Pero apenas había puesto los pies en el suelo, tuvo un terrible sobresalto, pues vio surgir ante sí la bruja. “¿Cómo te atreves,” díjole ésta con mirada iracunda, “a entrar cual un ladrón en mi jardín y robarme las verdezuelas? Lo pagarás muy caro.” - “¡Ay!” respondió el hombre, “tened compasión de mí. Si lo he hecho, ha sido por una gran necesidad: mi esposa vio desde la ventana vuestras verdezuelas y sintió un antojo tan grande de comerlas, que si no las tuviera se moriría.” La hechicera se dejó ablandar y le dijo: “Si es como dices, te dejaré coger cuantas verdezuelas quieras, con una sola condición: tienes que darme el hijo que os nazca. Estará bien y lo cuidaré como una madre.” Tan apurado estaba el hombre, que se avino a todo y, cuando nació el hijo, que era una niña, presentóse la bruja y, después de ponerle el nombre de Verdezuela; se la llevó. Verdezuela era la niña más hermosa que viera el sol. Cuando cumplió los doce años, la hechicera la encerró en una torre que se alzaba en medio de un bosque y no tenía puertas ni escaleras; únicamente en lo alto había una diminuta ventana. Cuando la bruja quería entrar, colocábase al pie y gritaba: “¡Verdezuela, Verdezuela, Suéltame tu cabellera!” 7

Cuéntame un cuento Ámbito: Literatura

Verdezuela tenía un cabello magnífico y larguísimo, fino como hebras de oro. Cuando oía la voz de la hechicera se soltaba las trenzas, las envolvía en torno a un gancho de la ventana y las dejaba colgantes: y como tenían veinte varas de longitud, la bruja trepaba por ellas. Al cabo de algunos años, sucedió que el hijo del Rey, encontrándose en el bosque, acertó a pasar junto a la torre y oyó un canto tan melodioso, que hubo de detenerse a escucharlo. Era Verdezuela, que entretenía su soledad lanzando al aire su dulcísima voz. El príncipe quiso subir hasta ella y buscó la puerta de la torre, pero, no encontrando ninguna, se volvió a palacio. No obstante, aquel canto lo había arrobado de tal modo, que todos los días iba al bosque a escucharlo. Hallándose una vez oculto detrás de un árbol, vio que se acercaba la hechicera, y la oyó que gritaba, dirigiéndose a o alto: “¡Verdezuela, Verdezuela, Suéltame tu cabellera!” Verdezuela soltó sus trenzas, y la bruja se encaramó a lo alto de la torre. “Si ésta es la escalera para subir hasta allí,” se dijo el príncipe, “también yo probaré fortuna.” Y al día siguiente, cuando ya comenzaba a oscurecer, encaminóse al pie de la torre y dijo: “¡Verdezuela, Verdezuela, Suéltame tu cabellera!” Enseguida descendió la trenza, y el príncipe subió.

En el primer momento, Verdezuela se asustó mucho al ver un hombre, pues jamás sus ojos habían visto ninguno. Pero el príncipe le dirigió la palabra con gran afabilidad y le explicó que su canto había impresionado de tal manera su corazón, que ya no había gozado de un momento de paz hasta hallar la manera de subir a verla. Al escucharlo perdió Verdezuela el miedo, y cuando él le preguntó si lo quería por esposo, viendo la muchacha que era joven y apuesto, pensó, «Me querrá más que la vieja», y le respondió, poniendo la mano en la suya: “Sí; mucho deseo irme contigo; pero no sé cómo bajar de aquí. Cada vez que vengas, tráete una madeja de seda; con ellas trenzaré una escalera y, cuando esté terminada, bajaré y tú me llevarás en tu caballo.” Convinieron en que hasta entonces el príncipe acudiría todas las noches, ya que de día iba la vieja. La hechicera nada sospechaba, hasta que un día Verdezuela le preguntó: “Decidme, tía Gothel, ¿cómo es que me cuesta mucho más subiros a vos que al príncipe, que está arriba en un santiamén?” - “¡Ah, malvada!” exclamó la bruja, “¿qué es lo que oigo? Pensé que te había aislado de todo el mundo, y, sin embargo, me has engañado.” Y, furiosa, cogió las hermosas trenzas de Verdezuela, les dio unas vueltas alrededor de su mano izquierda y, empujando unas tijeras con la derecha, zis, zas, en un abrir y cerrar de ojos cerrar de ojos se las cortó, y tiró al suelo la espléndida cabellera. Y fue tan despiadada, que condujo a la pobre Verdezuela a un lugar desierto, condenándola a una vida de desolación y miseria. 8

Cuéntame un cuento Ámbito: Literatura

El mismo día en que se había llevado a la muchacha, la bruja ató las trenzas cortadas al gancho de la ventana, y cuando se presentó el príncipe y dijo: “¡Verdezuela, Verdezuela, Suéltame tu cabellera!” La bruja las soltó, y por ellas subió el hijo del Rey. Pero en vez de encontrar a su adorada Verdezuela hallóse cara a cara con la hechicera, que lo miraba con ojos malignos y perversos: “¡Ajá!” exclamó en tono de burla, “querías llevarte a la niña bonita; pero el pajarillo ya no está en el nido ni volverá a cantar. El gato lo ha cazado, y también a ti te sacará los ojos. Verdezuela está perdida para ti; jamás volverás a verla.” El príncipe, fuera de sí de dolor y desesperación, se arrojó desde lo alto de la torre. Salvó la vida, pero los espinos sobre los que fue a caer se le clavaron en los ojos, y el infeliz hubo de vagar errante por el bosque, ciego, alimentándose de raíces y bayas y llorando sin cesar la pérdida de su amada mujercita. Y así anduvo sin rumbo por espacio de varios años, mísero y triste, hasta que, al fin, llegó al desierto en que vivía Verdezuela con los dos hijitos los dos hijitos gemelos, un niño y una niña, a los que había dado a luz. Oyó el príncipe una voz que le pareció conocida y, al acercarse, reconociólo Verdezuela y se le echó al cuello llorando. Dos de sus lágrimas le humedecieron los ojos, y en el mismo momento se le aclararon, volviendo a ver como antes. Llevóla a su reino, donde fue recibido con gran alegría, y vivieron muchos años contentos y felices.

1. Dentro del cuento, identifica a todos los personajes que participan y márcalos con un color 2. En la siguiente tabla, coloca a los personajes, según donde corresponda Protagonista:

Personajes principales Son aquellos que resultan imprescindibles para el desarrollo de la acción Es el que realiza las acciones importantes, aparece en toda la obra. Puede ser uno, dos o más personajes. Personajes secundarios Son los personajes que resultan prescindibles en el desarrollo de la acción Sirve para caracterizar mejor al personal. Son numerosos. Personajes ambientales Ayudan a caracterizar el medio o el ambiente en que actúan los otros. Meseros, campesinos, etc.

Antagonista:

3. Dibuja un fragmento del cuento, partiendo de cómo imaginaste a los personajes 9

Cuéntame un cuento Ámbito: Literatura

4. En la siguiente tabla describe física y psicológicamente a los personajes de tu cuento; así mismo, divídelos según sean principales, secundarios o ambientales. Guíate con las siguientes preguntas. En grupo, pueden generar otras que sirvan a la construcción de los personajes. Descripción física a) ¿Es hombre o mujer? b) ¿Qué edad tiene? c) ¿Es gordo o flaco? d) ¿Alto o bajo? e) ¿Cómo son sus ojos, su nariz, su frente, su cabello? f) ¿Cómo camina? g) ¿Cómo se viste?

Descripción psicológica a) ¿Es bueno o malo? b) ¿Es optimista o pesimista? c) ¿Es valiente o miedoso? d) ¿Es noble o vulgar?

5. Tarea: Busca en el diccionario las palabras en negritas que están dentro del texto, escribe su significado en tu cuaderno y un párrafo en el que las utilices todas.

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Cuéntame un cuento Ámbito: Literatura

Sesión 5 ¡VAMOS A LEER!

“El músico prodigioso” Los hermanos Grimm Había una vez un músico prodigioso que vagaba solito por el bosque dándole vueltas a la cabeza. Cuando ya no supo en qué más pensar, dijo para sus adentros: “En la selva se me hará largo el tiempo, y me aburriré; tendría que buscarme un buen compañero.” Descolgó el violín que llevaba suspendido del hombro y se puso a rascarlo, haciendo resonar sus notas entre los árboles. A poco se presentó el lobo, saliendo de la maleza. “¡Ay! Es un lobo el que viene. No es de mi gusto ese compañero,” pensó el músico. Pero el lobo se le acercó y le dijo: “Hola, músico, ¡qué bien tocas! Me gustaría aprender.” - “Pues no te será difícil,” respondióle el violinista, “si haces todo lo que yo te diga.” - “Sí, músico,” asintió el lobo, “te obedeceré como un discípulo a su maestro.” El músico le indicó que lo siguiera, y, tras andar un rato, llegaron junto a un viejo roble, hueco y hendido por la mitad. “Mira,” dijo el músico, “si quieres aprender a tocar el violín, mete las patas delanteras en esta hendidura.” Obedeció el lobo, y el hombre, cogiendo rápidamente una piedra y haciéndola servir de cuña, aprisionó las patas del animal tan fuertemente, que éste quedó apresado, sin poder soltarse. “Ahora aguárdame hasta que vuelva,” dijo el músico y prosiguió su camino. Al cabo de un rato volvió a pensar: “En el bosque se me va a hacer largo el tiempo, y me aburriré; tendría que buscarme otro compañero.” Cogió su violín e hizo sonar una nueva melodía. Acudió muy pronto una zorra, deslizándose entre los árboles. “Ahí viene una zorra,” pensó el hombre. “No me gusta su compañía.” Llegóse la zorra hasta él y dijo: “Hola, músico, ¡qué bien tocas! Me gustaría aprender.” - “No te será difícil,” contestó el músico, “sólo debes hacer cuanto yo te mande.” - “Sí, músico,” asintió la zorra, “te obedeceré como un discípulo a su maestro.” - “Pues sígueme ordenó él.” Y no tardaron en llegar a un sendero, bordeado a ambos lados por altos arbustos. Detúvose entonces el músico y, agarrando un avellano que crecía en una de las márgenes, lo dobló hasta el suelo, sujetando la punta con un pie; hizo luego lo mismo con un arbolillo del lado opuesto y dijo al zorro: “Ahora, amiguito, si quieres aprender, dame la pata izquierda de delante.” Obedeció la zorra, y el hombre se la ató al tronco del lado izquierdo. “Dame ahora la derecha,” prosiguió. Y sujetóla del mismo modo en el tronco derecho. Después de asegurarse de que los nudos de las cuerdas eran firmes, soltó ambos arbustos, los cuales, al enderezarse, levantaron a la zorra en el aire y la dejaron colgada y pataleando. “Espérame hasta que regrese,” díjole el músico, y reemprendió su ruta. Al cabo de un rato, volvió a pensar: “El tiempo se me va a hacer muy largo y aburrido en el bosque; veamos de encontrar otro compañero.” Y, cogiendo el violín, envió sus notas a la selva. A sus sones acercóse saltando un lebrato: “¡Bah!, una liebre,” pensó el hombre, “no la quiero por compañero.” - “Eh, buen músico,” dijo el animalito. “Tocas m y bien; me gustaría aprender.” - “Es 11

Cuéntame un cuento Ámbito: Literatura

cosa fácil,” respondió él, “siempre que hagas lo que yo te mande.” - “Sí, músico,” asintió el lebrato, “te obedeceré como un discípulo a su maestro.” Caminaron, pues, juntos un rato, hasta llegar a un claro del bosque en el que crecía un álamo blanco. El violinista ató un largo bramante al cuello de la liebre, y sujetó al árbol el otro cabo. “¡Ala! ¡Deprisa! Da veinte carreritas alrededor del álamo,” mandó el hombre al animalito, el cual obedeció. Pero cuando hubo terminado sus veinte vueltas, el bramante se había enroscado otras tantas en torno al tronco, quedando el lebrato prisionero; por más tirones y sacudidas que dio, sólo lograba lastimarse el cuello con el cordel. “Aguárdame hasta que vuelva,” le dijo el músico, alejándose. Mientras tanto, el lobo, a fuerza de tirar, esforzarse y dar mordiscos a la piedra, había logrado, tras duro trabajo, sacar las patas de la hendidura. Irritado y furioso, siguió las huellas del músico, dispuesto a destrozarlo. Al verlo pasar la zorra, púsose a lamentarse y a gritar con todas sus fuerzas: “Hermano lobo, ayúdame. ¡El músico me engañó!” El lobo bajó los arbolillos, cortó la cuerda con los dientes y puso en libertad a la zorra, la cual se fue con él, ávida también de venganza. Encontraron luego a la liebre aprisionada, desatáronla a su vez, y, los tres juntos, partieron en busca del enemigo. En esto el músico había vuelto a probar suerte con su violín, y esta vez con mejor fortuna. Sus sones habían llegado al oído de un pobre leñador, el cual, quieras que no, hubo de dejar su trabajo y, hacha bajo el brazo, dirigióse al lugar de donde procedía la música. “Por fin doy con el compañero que me conviene,” exclamó el violinista, “un hombre era lo que buscaba, y no alimañas salvajes.” Y púsose a tocar con tanto arte y dulzura, que el pobre leñador quedóse como arrobado, y el corazón le saltaba de puro gozo. Y he aquí que en esto vio acercarse al lobo, la zorra y la liebre, y, por sus caras de pocos amigos, comprendió que llevaban intenciones traviesas. Entonces el leñador blandió la reluciente hacha y colocóse delante del músico como diciendo: “Tenga cuidado quien quiera hacerle daño, pues habrá de entendérselas conmigo.” Ante lo cual, los animales se atemorizaron y echaron a correr a través del bosque, mientras el músico, agradecido, obsequiaba al leñador con otra bella melodía.

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Cuéntame un cuento Ámbito: Literatura

1. Después de leer, identifica con distintos colores las partes del cuento:

a. Planteamiento: parte en la que el narrador presenta a los personajes, el marco espacio-temporal y demás elementos que conforman la normalidad dentro de la historia. Había una vez… b. Nudo: el problema; un elemento de tensión que rompe con la normalidad planteada en la introducción. Pero un buen día… c. Desarrollo: parte en la que los personajes actúan para resolver el problema. La ruptura genera consecuencias, que pueden a su vez generan otros puntos de tensión y de ruptura, con sus respectivas consecuencias, etcétera. Esta sucesión de conflictos encadenados va generando la trama. d. Desenlace: en la que el conflicto queda resuelto. Llegado un punto de tensión determinado (clímax), ocurre algún hecho que reordena estos elementos y establece una nueva normalidad. Esta nueva normalidad puede ser similar a la previa al conflicto o mejor o peor o completamente diferente. Lo importante es que el desenlace deja planteado como serán las cosas a partir de ese momento.

2. Tarea: Con hojas de distinto color, describe cada una de las partes de tu cuento. En una hoja describirás el planteamiento, con todos los elementos que arriba se indican; luego, en otra hoja, el nudo y el desarrollo, y por último, en otra hoja, el desenlace.

3. Para la siguiente clase trae tres imágenes que te agraden y que puedas relacionar con el cuento que estás escribiendo.

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Cuéntame un cuento Ámbito: Literatura

Sesión 6 ¡APRENDAMOS JUNTOS!

El tiempo en la narración El tiempo es el elemento de la narración que tiene en cuenta la duración, sucesión y ordenación en que se producen los distintos acontecimientos. A. La duración del tiempo puede ser diversa: varios años, un día, unas horas...: 1. El tiempo es largo cuando se presenta un período de tiempo muy amplio, muchas veces de años. 2. El tiempo es corto cuando lo narrado ocupa pocas horas. B. El orden temporal de los acontecimientos puede presentarse de diversas maneras: 1. Desarrollo lineal: Los hechos se presentan con el orden cronológico en que se produjeron. 2. In media res: La narración se inicia en un punto intermedio de la historia y se van relatando hechos anteriores y posteriores. 3. Flash-back: La narración empieza por el final y retrocede al pasado. 4. Flash-forward: La narración se proyecta al futuro en algunos momentos. “Elementos de la narración”, en http://manulen.blogia.com/2006/051601-textos-literariosnarracion.php, 7 de febrero de 2008. 1. Ejemplifica con películas cada uno de los puntos anteriores:

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Cuéntame un cuento Ámbito: Literatura

PARA AFLOJAR LA PLUMA

2. A partir de las siguientes greguerías de Ramón Gómez de la Serna, escribe un cuento. Escoge un tipo de narrador y un tiempo para la historia. Recuerda que debe tener un planteamiento, un desarrollo y un final o desenclace. a) El niño intenta extraerse las ideas por la nariz. b) Cuando anuncian por el altavoz que se ha perdido un niño, siempre pienso que ese niño soy yo. c) En las cajas de lápices guardan sus sueños los niños. d) La mariposa posándose en todas las flores es la mecanógrafa del jardín. e) La jirafa es un caballo alargado por la curiosidad. f) El más pequeño ferrocarril del mundo es la oruga. g) Las hormigas llevan el paso apresurado como si las fuesen a cerrar la tienda h) La pulga hace guitarrista al perro. i) El hipopótamo juega a ser submarino. j) El primer beso es un robo.

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Cuéntame un cuento Ámbito: Literatura

Sesión 7 ¡MANOS A LA OBRA!

Hagamos un borrador…

1. Ponle un título a tu cuento:___________________________________________________________

2. Suelta tu imaginación, después de haber creado a los personajes y con ayuda de las hojas de colores donde describías las partes de tu cuento, comienza a escribirlo, escucha música que te inspire. No se te olvide incluir las imágenes que trajiste. ____________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________________ 16

Cuéntame un cuento Ámbito: Literatura

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El cuento latinoamericano Ámbito: Literatura

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El cuento latinoamericano Ámbito: Literatura

SECUENCIA 2

EL CUENTO LATINOAMERICANO OBJETIVO: EN ESTA SECUENCIA LEERÁS CUENTOS DE DIFERENTES ESCRITORES LATINOAMERICANOS Y APRENDERÁS A ANALIZARLOS DE MANERA LITERARIA.

Sesión 1

Estructura ¡VAMOS A LEER!

Corrido Juan José Arreola México Hay en Zapotlán una plaza que le dicen de Ameca, quién sabe por qué. Una calle ancha y empedrada se da contra un testerazo, partiéndose en dos. Por allí desemboca el pueblo en sus campos de maíz. Así es la Plazuela de Ameca, con su esquina ochavada y sus casas de grandes portones. Y en ella se encontraron una tarde, hace mucho, dos rivales de ocasión. Pero hubo una muchacha de por medio. La Plazuela de Ameca es tránsito de carretas. Y las ruedas muelen la tierra de los baches, hasta hacerla finita, finita. Un polvo de tepetate que arde en los ojos, cuando el viento sopla. Y allí había, hasta hace poco, un hidrante. Un caño de agua de dos pajas, con su llave de bronce y su pileta de piedra. La que primero llegó fue la muchacha con su cántaro rojo, por la ancha calle que se parte en dos. Los rivales caminaban frente a ella, por las calles de los lados, sin saber que se darían un tope en el testerazo. Ellos y la muchacha parecían que iban de acuerdo con el destino, cada uno por su calle. La muchacha iba por agua y abrió la llave. En ese momento los dos hombres quedaron al descubierto, sabiéndose interesados en lo mismo. Allí se acabó la calle de cada quien, y ninguno quiso dar paso adelante. La mirada que se echaron fue poniéndose tirante, y ninguno bajaba la vista. -Oiga amigo, qué me mira. -La vista es muy natural. Tal parece que así se dijeron, sin hablar. La mirada lo estaba diciendo todo. Y ni un ai te va, ni ai te viene. En la plaza que los vecinos dejaron desierta como adrede, la cosa iba a comenzar. El chorro de agua, al mismo tiempo que el cántaro, los estaba llenando de ganas de pelear. Era lo único que estorbaba aquel silencio tan entero. La muchacha cerró la llave dándose cuenta cuando ya el agua se derramaba. Se echó el cántaro al hombro, casi corriendo con susto.

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El cuento latinoamericano Ámbito: Literatura

Los que la quisieron estaban en el último suspenso, como los gallos todavía sin soltar, embebidos uno y otro en los puntos negros de sus ojos. Al subir la banqueta del otro lado, la muchacha dio un mal paso y el cántaro y el agua se hicieron trizas en el suelo. Ésa fue la merita señal. Uno con daga, pero así de grande, y otro con machete costeño. Y se dieron de cuchillazos, sacándose el golpe un poco con el sarape. De la muchacha no quedó más que la mancha de agua, y allí están los dos peleando por los destrozos del cántaro. Los dos eran buenos, y los dos se dieron en la madre. En aquella tarde que se iba y se detuvo. Los dos se quedaron allí bocarriba, quién degollado y quién con la cabeza partida. Como los gallos buenos, que nomás a uno le queda tantito resuello. Muchas gentes vinieron después, a la nochecita. Mujeres que se pusieron a rezar y hombres que dizque iban a dar parte. Uno de los muertos todavía alcanzó a decir algo: preguntó que si también al otro se lo había llevado la tiznada. Después se supo que hubo una muchacha de por medio. Y la del cántaro quebrado se quedó con la mala fama del pleito. Dicen que ni siquiera se casó. Aunque se hubiera ido hasta Jilotlán de los Dolores, allá habría llegado con ella, a lo mejor antes que ella, su mal nombre de mancornadora. ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO?

1. Con diferentes colores identifica en el texto las partes del cuento: planteamiento, nudo, desarrollo, clímax y desenlace. 2. Identifica a los personajes del texto y enciérralos en círculos. 3. En la siguiente tabla describe de qué trata el cuento, es decir, qué pasa.

4. Tarea 1: Busca en el diccionario las palabras en negritas que están dentro del texto, escribe su significado en tu cuaderno y un párrafo en el que las utilices todas. Tarea 2: Traer revistas para recortar, tijeras y lápiz adhesivo.

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El cuento latinoamericano Ámbito: Literatura

Sesión 2

Personajes ¡VAMOS A LEER!

La noche de los feos Mario Benedetti Uruguay 1 Ambos somos feos. Ni siquiera vulgarmente feos. Ella tiene un pómulo hundido. Desde los ocho años, cuando le hicieron la operación. Mi asquerosa marca junto a la boca viene de una quemadura feroz, ocurrida a comienzos de mi adolescencia. Tampoco puede decirse que tengamos ojos tiernos, esa suerte de faros de justificación por los que a veces los horribles consiguen arrimarse a la belleza. No, de ningún modo. Tanto los de ella como los míos son ojos de resentimiento, que sólo reflejan la poca o ninguna resignación con que enfrentamos nuestro infortunio. Quizá eso nos haya unido. Tal vez unido no sea la palabra más apropiada. Me refiero al odio implacable que cada uno de nosotros siente por su propio rostro. Nos conocimos a la entrada del cine, haciendo cola para ver en la pantalla a dos hermosos cualesquiera. Allí fue donde por primera vez nos examinamos sin simpatía pero con oscura solidaridad; allí fue donde registramos, ya desde la primera ojeada, nuestras respectivas soledades. En la cola todos estaban de a dos, pero además eran auténticas parejas: esposos, novios, amantes, abuelitos, vaya uno a saber. Todos -de la mano o del brazo- tenían a alguien. Sólo ella y yo teníamos las manos sueltas y crispadas. Nos miramos las respectivas fealdades con detenimiento, con insolencia, sin curiosidad. Recorrí la hendidura de su pómulo con la garantía de desparpajo que me otorgaba mi mejilla encogida. Ella no se sonrojó. Me gustó que fuera dura, que devolviera mi inspección con una ojeada minuciosa a la zona lisa, brillante, sin barba, de mi vieja quemadura. Por fin entramos. Nos sentamos en filas distintas, pero contiguas. Ella no podía mirarme, pero yo, aun en la penumbra, podía distinguir su nuca de pelos rubios, su oreja fresca bien formada. Era la oreja de su lado normal. Durante una hora y cuarenta minutos admiramos las respectivas bellezas del rudo héroe y la suave heroína. Por lo menos yo he sido siempre capaz de admirar lo lindo. Mi animadversión la reservo para mi rostro y a veces para Dios. También para el rostro de otros feos, de otros espantajos. Quizá debería sentir piedad, pero no puedo. La verdad es que son algo así como espejos. A veces me pregunto qué suerte habría corrido el mito si Narciso hubiera tenido un pómulo hundido, o el ácido le hubiera quemado la mejilla, o le faltara media nariz, o tuviera una costura en la frente. La esperé a la salida. Caminé unos metros junto a ella, y luego le hablé. Cuando se detuvo y me miró, tuve la impresión de que vacilaba. La invité a que charláramos un rato en un café o una confitería. De pronto aceptó. La confitería estaba llena, pero en ese momento se desocupó una mesa. A medida que pasábamos entre la gente, quedaban a nuestras espaldas las señas, los gestos de asombro. Mis antenas están particularmente adiestradas para captar esa curiosidad enfermiza, ese inconsciente sadismo de 21

El cuento latinoamericano Ámbito: Literatura

los que tienen un rostro corriente, milagrosamente simétrico. Pero esta vez ni siquiera era necesaria mi adiestrada intuición, ya que mis oídos alcanzaban para registrar murmullos, tosecitas, falsas carrasperas. Un rostro horrible y aislado tiene evidentemente su interés; pero dos fealdades juntas constituyen en sí mismas un espectáculo mayor, poco menos que coordinado; algo que se debe mirar en compañía, junto a uno (o una) de esos bien parecidos con quienes merece compartirse el mundo. Nos sentamos, pedimos dos helados, y ella tuvo coraje (eso también me gustó) para sacar del bolso su espejito y arreglarse el pelo. Su lindo pelo. "¿Qué está pensando?", pregunté. Ella guardó el espejo y sonrió. El pozo de la mejilla cambió de forma. "Un lugar común", dijo. "Tal para cual". Hablamos largamente. A la hora y media hubo que pedir dos cafés para justificar la prolongada permanencia. De pronto me di cuenta de que tanto ella como yo estábamos hablando con una franqueza tan hiriente que amenazaba traspasar la sinceridad y convertirse en un casi equivalente de la hipocresía. Decidí tirarme a fondo. "Usted se siente excluida del mundo, ¿verdad?" "Sí", dijo, todavía mirándome. "Usted admira a los hermosos, a los normales. Usted quisiera tener un rostro tan equilibrado como esa muchachita que está a su derecha, a pesar de que usted es inteligente, y ella, a juzgar por su risa, irremisiblemente estúpida." "Sí." Por primera vez no pudo sostener mi mirada. "Yo también quisiera eso. Pero hay una posibilidad, ¿sabe?, de que usted y yo lleguemos a algo." "¿Algo cómo qué?" "Como querernos, caramba. O simplemente congeniar. Llámele como quiera, pero hay una posibilidad." Ella frunció el ceño. No quería concebir esperanzas. "Prométame no tomarme como un chiflado." “Prometo." "La posibilidad es meternos en la noche. En la noche íntegra. En lo oscuro total. ¿Me entiende?" "No." "¡Tiene que entenderme! Lo oscuro total. Donde usted no me vea, donde yo no la vea. Su cuerpo es lindo, ¿no lo sabía?" Se sonrojó, y la hendidura de la mejilla se volvió súbitamente escarlata. "Vivo solo, en un apartamento, y queda cerca." Levantó la cabeza y ahora sí me miró preguntándome, averiguando sobre mí, tratando desesperadamente de llegar a un diagnóstico. "Vamos", dijo. 2 No sólo apagué la luz sino que además corrí la doble cortina. A mi lado ella respiraba. Y no era una respiración afanosa. No quiso que la ayudara a desvestirse.

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El cuento latinoamericano Ámbito: Literatura

Yo no veía nada, nada. Pero igual pude darme cuenta de que ahora estaba inmóvil, a la espera. Estiré cautelosamente una mano, hasta hallar su pecho. Mi tacto me transmitió una versión estimulante, poderosa. Así vi su vientre, su sexo. Sus manos también me vieron. En ese instante comprendí que debía arrancarme (y arrancarla) de aquella mentira que yo mismo había fabricado. O intentado fabricar. Fue como un relámpago. No éramos eso. No éramos eso. Tuve que recurrir a todas mis reservas de coraje, pero lo hice. Mi mano ascendió lentamente hasta su rostro, encontró el surco de horror, y empezó una lenta, convincente y convencida caricia. En realidad mis dedos (al principio un poco temblorosos, luego progresivamente serenos) pasaron muchas veces sobre sus lágrimas. Entonces, cuando yo menos lo esperaba, su mano también llegó a mi cara, y pasó y repasó el costurón y el pellejo liso, esa isla sin barba de mi marca siniestra. Lloramos hasta el alba. Desgraciados, felices. Luego me levanté y descorrí la cortina doble. EL TEXTO DICE…

1. En el siguiente cuadro apunta las características de los personajes según corresponda. Personaje

Características físicas

Características psicológicas

Él

Ella

¡ATERRICEMOS IDEAS!

2. Con los recortes de una revista construye en tu cuaderno el rostro de los personajes. Los niños deberán hacer a la mujer y las niñas al hombre. 3. Tarea: Busca en el diccionario las palabras en negritas que están dentro del texto, escribe su significado en tu cuaderno y un párrafo en el que las utilices todas.

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El cuento latinoamericano Ámbito: Literatura

Sesiones 3 y 4

Ambiente ¡VAMOS A LEER!

Luvina Juan Rulfo México De los cerros altos del sur, el de Luvina es el más alto y el más pedregoso. Está plagado de esa piedra gris con la que hacen la cal, pero en Luvina no hacen cal con ella ni le sacan ningún provecho. Allí la llaman piedra cruda, y la loma que sube hacia Luvina la nombran Cuesta de la Piedra Cruda. El aire y el sol se han encargado de desmenuzarla, de modo que la tierra de por allí es blanca y brillante como si estuviera rociada siempre por el rocío del amanecer; aunque esto es un puro decir, porque en Luvina los días son tan fríos como las noches y el rocío se cuaja en el cielo antes que llegue a caer sobre la tierra. ...Y la tierra es empinada. Se desgaja por todos lados en barrancas hondas, de un fondo que se pierde de tan lejano. Dicen los de Luvina que de aquellas barrancas suben los sueños; pero yo lo único que vi subir fue el viento, en tremolina, como si allá abajo lo hubieran encañonado en tubos de carrizo. Un viento que no deja crecer ni a las dulcamaras: esas plantitas tristes que apenas si pueden vivir un poco untadas en la tierra, agarradas con todas sus manos al despeñadero de los montes. Sólo a veces, allí donde hay un poco de sombra, escondido entre las piedras, florece el chicalote con sus amapolas blancas. Pero el chicalote pronto se marchita. Entonces uno lo oye rasguñando el aire con sus ramas espinosas, haciendo un ruido como el de un cuchillo sobre una piedra de afilar. -Ya mirará usted ese viento que sopla sobre Luvina. Es pardo. Dicen que porque arrastra arena de volcán; pero lo cierto es que es un aire negro. Ya lo verá usted. Se planta en Luvina prendiéndose de las cosas como si las mordiera. Y sobran días en que se lleva el techo de las casas como si se llevara un sombrero de petate, dejando los paredones lisos, descobijados. Luego rasca como si tuviera uñas: uno lo oye mañana y tarde, hora tras hora, sin descanso, raspando las paredes, arrancando tecatas de tierra, escarbando con su pala picuda por debajo de las puertas, hasta sentirlo bullir dentro de uno como si se pusiera a remover los goznes de nuestros mismos huesos. Ya lo verá usted. El hombre aquel que hablaba se quedó callado un rato, mirando hacia afuera. Hasta ellos llegaba el sonido del río pasando sus crecidas aguas por las ramas de los camichines, el rumor del aire moviendo suavemente las hojas de los almendros, y los gritos de los niños jugando en el pequeño espacio iluminado por la luz que salía de la tienda. Los comejenes entraban y rebotaban contra la lámpara de petróleo, cayendo al suelo con las alas chamuscadas. Y afuera seguía avanzando la noche. -¡Oye, Camilo, mándanos otras dos cervezas más! -volvió a decir el hombre. Después añadió: -Otra cosa, señor. Nunca verá usted un cielo azul en Luvina. Allí todo el horizonte está desteñido; nublado siempre por una mancha caliginosa que no se borra nunca. Todo el lomerío pelón, sin un árbol, sin una cosa verde para descansar los ojos; todo envuelto en el calín ceniciento. Usted verá eso: aquellos cerros apagados como si estuvieran muertos y a Luvina en el más alto, coronándolo con su blanco caserío como si fuera una corona de muerto... 24

El cuento latinoamericano Ámbito: Literatura

Los gritos de los niños se acercaron hasta meterse dentro de la tienda. Eso hizo que el hombre se levantara, fuera hacia la puerta y les dijera: “¡Váyanse más lejos! ¡No interrumpan! Sigan jugando, pero sin armar alboroto.” Luego, dirigiéndose otra vez a la mesa, se sentó y dijo: -Pues sí, como le estaba diciendo. Allá llueve poco. A mediados de año llegan unas cuantas tormentas que azotan la tierra y la desgarran, dejando nada más el pedregal flotando encima del tepetate. Es bueno ver entonces cómo se arrastran las nubes, cómo andan de un cerro a otro dando tumbos como si fueran vejigas infladas; rebotando y pegando de truenos igual que si se quebraran en el filo de las barrancas. Pero después de diez o doce días se van y no regresan sino al año siguiente, y a veces se da el caso de que no regresen en varios años. “...Sí, llueve poco. Tan poco o casi nada, tanto que la tierra, además de estar reseca y achicada como cuero viejo, se ha llenado de rajaduras y de esa cosa que allí llama ‘pasojos de agua’, que no son sino terrones endurecidos como piedras filosas que se clavan en los pies de uno al caminar, como si allí hasta a la tierra le hubieran crecido espinas. Como si así fuera.” Bebió la cerveza hasta dejar sólo burbujas de espuma en la botella y siguió diciendo: -Por cualquier lado que se le mire, Luvina es un lugar muy triste. Usted que va para allá se dará cuenta. Yo diría que es el lugar donde anida la tristeza. Donde no se conoce la sonrisa, como si a toda la gente le hubieran entablado la cara. Y usted, si quiere, puede ver esa tristeza a la hora que quiera. El aire que allí sopla la revuelve, pero no se la lleva nunca. Está allí como si allí hubiera nacido. Y hasta se puede probar y sentir, porque está siempre encima de uno, apretada contra de uno, y porque es oprimente como un gran cataplasma sobre la viva carne del corazón. “...Dicen los de allí que cuando llena la luna, ven de bulto la figura del viento recorriendo las calles de Luvina, llevando a rastras una cobija negra; pero yo siempre lo que llegué a ver, cuando había luna en Luvina, fue la imagen del desconsuelo... siempre. ”Pero tómese su cerveza. Veo que no le ha dado ni siquiera una probadita. Tómesela. O tal vez no le guste así tibia como está. Y es que aquí no hay de otra. Yo sé que así sabe mal; que agarra un sabor como a meados de burro. Aquí uno se acostumbra. A fe que allá ni siquiera esto se consigue. Cuando vaya a Luvina la extrañará. Allí no podrá probar sino un mezcal que ellos hacen con una yerba llamada hojasé, y que a los primeros tragos estará usted dando de volteretas como si lo chacamotearan. Mejor tómese su cerveza. Yo sé lo que le digo.” Allá afuera seguía oyéndose el batallar del río. El rumor del aire. Los niños jugando. Parecía ser aún temprano, en la noche. El hombre se había ido a asomar una vez más a la puerta y había vuelto. Ahora venía diciendo: -Resulta fácil ver las cosas desde aquí, meramente traídas por el recuerdo, donde no tienen parecido ninguno. Pero a mí no me cuesta ningún trabajo seguir hablándole de lo que sé, tratándose de Luvina. Allá viví. Allá dejé la vida... Fui a ese lugar con mis ilusiones cabales y volví viejo y acabado. Y ahora usted va para allá... Está bien. Me parece recordar el principio. Me pongo en su lugar y pienso... Mire usted, cuando yo llegué por primera vez a Luvina... ¿Pero me permite antes que me tome su cerveza? Veo que usted no le hace caso. Y a mí me sirve de mucho. Me alivia. Siento como si me enjuagara la cabeza con aceite alcanforado... Bueno, le contaba que cuando llegué por primera vez a Luvina, el arriero que nos llevó no quiso dejar siquiera que descansaran las bestias. En cuanto nos puso en el suelo, se dio media vuelta: “-Yo me vuelvo -nos dijo. “Espera, ¿no vas a dejar sestear a tus animales? Están muy aporreados. “-Aquí se fregarían más -nos dijo- mejor me vuelvo. “Y se fue dejándose caer por la Cuesta de la Piedra Cruda, espoleando sus caballos como si se 25

El cuento latinoamericano Ámbito: Literatura

alejara de algún lugar endemoniado. “Nosotros, mi mujer y mis tres hijos, nos quedamos allí, parados en la mitad de la plaza, con todos nuestros ajuares en nuestros brazos. En medio de aquel lugar en donde sólo se oía el viento... “Una plaza sola, sin una sola yerba para detener el aire. Allí nos quedamos. “Entonces yo le pregunté a mi mujer: “-¿En qué país estamos, Agripina? “Y ella se alzó de hombros. “-Bueno, si no te importa, ve a buscar dónde comer y dónde pasar la noche. Aquí te aguardamos -le dije. “Ella agarró al más pequeño de sus hijos y se fue. Pero no regresó. “Al atardecer, cuando el sol alumbraba sólo las puntas de los cerros, fuimos a buscarla. Anduvimos por los callejones de Luvina, hasta que la encontramos metida en la iglesia: sentada mero en medio de aquella iglesia solitaria, con el niño dormido entre sus piernas. “-¿Qué haces aquí Agripina? “-Entré a rezar -nos dijo. “-¿Para qué? -le pregunté yo. “Y ella se alzó de hombros. “Allí no había a quién rezarle. Era un jacalón vacío, sin puertas, nada más con unos socavones abiertos y un techo resquebrajado por donde se colaba el aire como un cedazo. “-¿Dónde está la fonda? “-No hay ninguna fonda. “-¿Y el mesón? “-No hay ningún mesón “-¿Viste a alguien? ¿Vive alguien aquí? -le pregunté. “-Sí, allí enfrente... unas mujeres... Las sigo viendo. Mira, allí tras las rendijas de esa puerta veo brillar los ojos que nos miran... Han estado asomándose para acá... Míralas. Veo las bolas brillantes de su ojos... Pero no tienen qué darnos de comer. Me dijeron sin sacar la cabeza que en este pueblo no había de comer... Entonces entré aquí a rezar, a pedirle a Dios por nosotros. “-¿Porqué no regresaste allí? Te estuvimos esperando. “-Entré aquí a rezar. No he terminado todavía. “-¿Qué país éste, Agripina? “ Y ella volvió a alzarse de hombros. “Aquella noche nos acomodamos para dormir en un rincón de la iglesia, detrás del altar desmantelado. Hasta allí llegaba el viento, aunque un poco menos fuerte. Lo estuvimos oyendo pasar encima de nosotros, con sus largos aullidos; lo estuvimos oyendo entrar y salir de los huecos socavones de las puertas; golpeando con sus manos de aire las cruces del viacrucis: unas cruces grandes y duras hechas con palo de mezquite que colgaban de las paredes a todo lo largo de la iglesia, amarradas con alambres que rechinaban a cada sacudida del viento como si fuera un rechinar de dientes. “Los niños lloraban porque no los dejaba dormir el miedo. Y mi mujer, tratando de retenerlos a todos entre sus brazos. Abrazando su manojo de hijos. Y yo allí, sin saber qué hacer. “Poco después del amanecer se calmó el viento. Después regresó. Pero hubo un momento en esa madrugada en que todo se quedó tranquilo, como si el cielo se hubiera juntado con la tierra, aplastando los ruidos con su peso... Se oía la respiración de los niños ya descansada. Oía el resuello de mi mujer ahí a mi lado: 26

El cuento latinoamericano Ámbito: Literatura

“-¿Qué es? -me dijo. “-¿Qué es qué? -le pregunté. “-Eso, el ruido ese. “-Es el silencio. Duérmete. Descansa, aunque sea un poquito, que ya va a amanecer. “Pero al rato oí yo también. Era como un aletear de murciélagos en la oscuridad, muy cerca de nosotros. De murciélagos de grandes alas que rozaban el suelo. Me levanté y se oyó el aletear más fuerte, como si la parvada de murciélagos se hubiera espantado y volara hacia los agujeros de las puertas. Entonces caminé de puntitas hacia allá, sintiendo delante de mí aquel murmullo sordo. Me detuve en la puerta y las vi. Vi a todas las mujeres de Luvina con su cántaro al hombro, con el rebozo colgado de su cabeza y sus figuras negras sobre el negro fondo de la noche. “-¿Qué quieren? -les pregunté- ¿Qué buscan a estas horas? “ Una de ellas respondió: “-Vamos por agua. “Las vi paradas frente a mí, mirándome. Luego, como si fueran sombras, echaron a caminar calle abajo con sus negros cántaros. “ No, no se me olvidará jamás esa primera noche que pasé en Luvina. “ ¿No cree que esto se merece otro trago? Aunque sea nomás para que se me quite el mal sabor del recuerdo.” -Me parece que usted me preguntó cuántos años estuve en Luvina, ¿verdad...? La verdad es que no lo sé. Perdí la noción del tiempo desde que las fiebres me lo enrevesaron; pero debió haber sido una eternidad... Y es que allá el tiempo es muy largo. Nadie lleva la cuenta de las horas ni a nadie le preocupa cómo van amontonándose los años. Los días comienzan y se acaban. Luego viene la noche. Solamente el día y la noche hasta el día de la muerte, que para ellos es una esperanza. “Usted ha de pensar que le estoy dando vueltas a una misma idea. Y así es, sí señor... Estar sentado en el umbral de la puerta, mirando la salida y la puesta del sol, subiendo y bajando la cabeza, hasta que acaban aflojándose los resortes y entonces todo se queda quieto, sin tiempo, como si viviera siempre en la eternidad. Esto hacen allí los viejos. “Porque en Luvina sólo viven los puros viejos y los que todavía no han nacido, como quien dice... Y mujeres sin fuerzas, casi trabadas de tan flacas. Los niños que han nacido allí se han ido... Apenas les clarea el alba y ya son hombres. Como quien dice, pegan el brinco del pecho de la madre al azadón y desaparecen de Luvina. Así es allí la cosa. “Sólo quedan los puros viejos y las mujeres solas, o con un marido que anda donde sólo Dios sabe dónde... Vienen de vez en cuando como las tormentas de que les hablaba; se oye un murmullo en todo el pueblo cuando regresan y un como gruñido cuando se van... Dejan el costal de bastimento para los viejos y plantan otro hijo en el vientre de sus mujeres, y ya nadie vuelve a saber de ellos hasta el año siguiente, y a veces nunca... Es la costumbre. Allí le dicen la ley, pero es lo mismo. Los hijos se pasan la vida trabajando para los padres como ellos trabajaron para los suyos y como quién sabe cuántos atrás de ellos cumplieron con su ley... “Mientras tanto, los viejos aguardan por ellos y por el día de la muerte, sentados en sus puertas, con los brazos caídos, movidos sólo por esa gracia que es la gratitud del hijo... Solos, en aquella soledad de Luvina. “Un día traté de convencerlos de que se fueran a otro lugar, donde la tierra fuera buena. ‘¡Vámonos de aquí! -les dije-. No faltará modo de acomodarnos en alguna parte. El Gobierno 27

El cuento latinoamericano Ámbito: Literatura

nos ayudará.’ “Ellos me oyeron, sin parpadear, mirándome desde el fondo de sus ojos, de los que sólo se asomaba una lucecita allá muy adentro. “-¿Dices que el Gobierno nos ayudará, profesor? ¿Tú no conoces al Gobierno? “Les dije que sí. “-También nosotros lo conocemos. Da esa casualidad. De lo que no sabemos nada es de la madre de Gobierno. “Yo les dije que era la Patria. Ellos movieron la cabeza diciendo que no. Y se rieron. Fue la única vez que he visto reír a la gente de Luvina. Pelaron los dientes molenques y me dijeron que no, que el Gobierno no tenía madre. “Y tienen razón, ¿sabe usted? El señor ese sólo se acuerda de ellos cuando alguno de los muchachos ha hecho alguna fechoría acá abajo. Entonces manda por él hasta Luvina y se lo matan. De ahí en más no saben si existe. “-Tú nos quieres decir que dejemos Luvina porque, según tú, ya estuvo bueno de aguantar hambres sin necesidad -me dijeron-. Pero si nosotros nos vamos, ¿quién se llevará a nuestros muertos? Ellos viven aquí y no podemos dejarlos solos. “Y allá siguen. Usted los verá ahora que vaya. Mascando bagazos de mezquite seco y tragándose su propia saliva. Los mirará pasar como sombras, repegados al muro de las casas, casi arrastrados por el viento. “-¿No oyen ese viento? -les acabé por decir-. Él acabará con ustedes. “-Dura lo que debe de durar. Es el mandato de Dios -me contestaron-. Malo cuando deja de hacer aire. Cuando eso sucede, el sol se arrima mucho a Luvina y nos chupa la sangre y la poca agua que tenemos en el pellejo. El aire hace que el sol se esté allá arriba. Así es mejor. “Ya no volví a decir nada. Me salí de Luvina y no he vuelto ni pienso regresar. “...Pero mire las maromas que da el mundo. Usted va para allá ahora, dentro de pocas horas. Tal vez ya se cumplieron quince años que me dijeron a mí lo mismo: ‘Usted va a ir a San Juan Luvina.’ En esa época tenía yo mis fuerzas. Estaba cargado de ideas... Usted sabe que a todos nosotros nos infunden ideas. Y uno va con esa plata encima para plasmarla en todas partes. Pero en Luvina no cuajó eso. Hice el experimento y se deshizo... “San Juan Luvina. Me sonaba a nombre de cielo aquel nombre. Pero aquello es el purgatorio. Un lugar moribundo donde se han muerto hasta los perros y ya no hay ni quien le ladre al silencio; pues en cuanto uno se acostumbra al vendaval que allí sopla, no se oye sino el silencio que hay en todas las soledades. Y eso acaba con uno. Míreme a mí. Conmigo acabó. Usted que va para allá comprenderá pronto lo que le digo.. “¿Qué opina usted si le pedimos a este señor que nos matice unos mezcalitos? Con la cerveza se levanta uno a cada rato y eso interrumpe mucho la plática. ¡Oye , Camilo, mándanos ahora unos mezcales! “Pues sí, como le estaba yo diciendo...” Pero no dijo nada. Se quedó mirando un punto fijo sobre la mesa donde los comejenes ya sin sus alas rondaban como gusanitos desnudos. Afuera seguía oyéndose cómo avanzaba la noche. El chapoteo del río contra los troncos de los camichines. El griterío ya muy lejano de los niños. Por el pequeño cielo de la puerta se asomaban las estrellas. El hombre que miraba a los comejenes se recostó sobre la mesa y se quedó dormido.

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El cuento latinoamericano Ámbito: Literatura

¡VAMOS A JUGAR!

1. ¿Cómo es el ambiente del cuento? ________________________________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________________ 2. Dividan el grupo en 3 equipos. Cada equipo escoja una pared del salón (excepto donde se encuentra el pizarrón) y decórenla con cartulinas y dibujos para recrear el ambiente de “Luvina”. Haz un boceto de cómo quedará tu pared en la siguiente tabla.

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Sesión 5

Discurso narrativo ¡VAMOS A LEER!

Continuidad de los parques Julio Cortázar Argentina Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías, volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restañaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer. Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano, la luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela. Discurso narrativo: Es la manera como está contada la historia. No siempre sigue el orden natural,30 cronológico de la anécdota.

El cuento latinoamericano Ámbito: Literatura

¿QUÉ ME DICE EL TEXTO?

1. Dibuja en tu cuaderno un esquema del discurso narrativo del cuento. 2. Tarea: Busca en el diccionario las palabras en negritas que están dentro del texto, escribe su significado en tu cuaderno y un párrafo en el que las utilices todas.

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Sesiones 6 y 7

Adaptación literaria a otras artes

¡VAMOS A LEER!

La luz es como el agua Gabriel García Márquez Colombia En Navidad los niños volvieron a pedir un bote de remos. -De acuerdo -dijo el papá, lo compraremos cuando volvamos a Cartagena. Totó, de nueve años, y Joel, de siete, estaban más decididos de lo que sus padres creían. -No -dijeron a coro-. Nos hace falta ahora y aquí. -Para empezar -dijo la madre-, aquí no hay más aguas navegables que la que sale de la ducha. Tanto ella como el esposo tenían razón. En la casa de Cartagena de Indias había un patio con un muelle sobre la bahía, y un refugio para dos yates grandes. En cambio aquí en Madrid vivían apretados en el piso quinto del número 47 del Paseo de la Castellana. Pero al final ni él ni ella pudieron negarse, porque les habían prometido un bote de remos con su sextante y su brújula si se ganaban el laurel del tercer año de primaria, y se lo habían ganado. Así que el papá compró todo sin decirle nada a su esposa, que era la más reacia a pagar deudas de juego. Era un precioso bote de aluminio con un hilo dorado en la línea de flotación. -El bote está en el garaje -reveló el papá en el almuerzo-. El problema es que no hay cómo subirlo ni por el ascensor ni por la escalera, y en el garaje no hay más espacio disponible. Sin embargo, la tarde del sábado siguiente los niños invitaron a sus condiscípulos para subir el bote por las escaleras, y lograron llevarlo hasta el cuarto de servicio. -Felicitaciones -les dijo el papá ¿ahora qué? -Ahora nada -dijeron los niños-. Lo único que queríamos era tener el bote en el cuarto, y ya está. La noche del miércoles, como todos los miércoles, los padres se fueron al cine. Los niños, dueños y señores de la casa, cerraron puertas y ventanas, y rompieron la bombilla encendida de una lámpara de la sala. Un chorro de luz dorada y fresca como el agua empezó a salir de la bombilla rota, y lo dejaron correr hasta que el nivel llego a cuatro palmos. Entonces cortaron la corriente, sacaron el bote, y navegaron a placer por entre las islas de la casa. Esta aventura fabulosa fue el resultado de una ligereza mía cuando participaba en un seminario sobre la poesía de los utensilios domésticos. Totó me preguntó cómo era que la luz se encendía con sólo apretar un botón, y yo no tuve el valor de pensarlo dos veces. -La luz es como el agua -le contesté: uno abre el grifo, y sale. De modo que siguieron navegando los miércoles en la noche, aprendiendo el manejo del sextante y la brújula, hasta que los padres regresaban del cine y los encontraban dormidos como ángeles de tierra firme. Meses después, ansiosos de ir más lejos, pidieron un equipo de pesca submarina. Con todo: máscaras, aletas, tanques y escopetas de aire comprimido. 32

El cuento latinoamericano Ámbito: Literatura

-Está mal que tengan en el cuarto de servicio un bote de remos que no les sirve para nada -dijo el padre-. Pero está peor que quieran tener además equipos de buceo. -¿Y si nos ganamos la gardenia de oro del primer semestre? -dijo Joel. -No -dijo la madre, asustada-. Ya no más. El padre le reprochó su intransigencia. -Es que estos niños no se ganan ni un clavo por cumplir con su deber -dijo ella-, pero por un capricho son capaces de ganarse hasta la silla del maestro. Los padres no dijeron al fin ni que sí ni que no. Pero Totó y Joel, que habían sido los últimos en los dos años anteriores, se ganaron en julio las dos gardenias de oro y el reconocimiento público del rector. Esa misma tarde, sin que hubieran vuelto a pedirlos, encontraron en el dormitorio los equipos de buzos en su empaque original. De modo que el miércoles siguiente, mientras los padres veían El último tango en París, llenaron el apartamento hasta la altura de dos brazas, bucearon como tiburones mansos por debajo de los muebles y las camas, y rescataron del fondo de la luz las cosas que durante años se habían perdido en la oscuridad. En la premiación final los hermanos fueron aclamados como ejemplo para la escuela, y les dieron diplomas de excelencia. Esta vez no tuvieron que pedir nada, porque los padres les preguntaron qué querían. Ellos fueron tan razonables, que sólo quisieron una fiesta en casa para agasajar a los compañeros de curso. El papá, a solas con su mujer, estaba radiante. -Es una prueba de madurez -dijo. -Dios te oiga -dijo la madre. El miércoles siguiente, mientras los padres veían La Batalla de Argel , la gente que pasó por la Castellana vio una cascada de luz que caía de un viejo edificio escondido entre los árboles. Salía por los balcones, se derramaba a raudales por la fachada, y se encauzó por la gran avenida en un torrente dorado que iluminó la ciudad hasta el Guadarrama. Llamados de urgencia, los bomberos forzaron la puerta del quinto piso, y encontraron la casa rebosada de luz hasta el techo. El sofá y los sillones forrados en piel de leopardo flotaban en la sala a distintos niveles, entre las botellas del bar y el piano de cola y su mantón de Manila que aleteaba a media agua como una mantarraya de oro. Los utensilios domésticos, en la plenitud de su poesía, volaban con sus propias alas por el cielo de la cocina. Los instrumentos de la banda de guerra, que los niños usaban para bailar, flotaban al garete entre los peces de colores liberados de la pecera de mamá, que eran los únicos que flotaban vivos y felices en la vasta ciénaga iluminada. En el cuarto de baño flotaban los cepillos de dientes de todos, los preservativos de papá, los pomos de cremas y la dentadura de repuesto de mamá, y el televisor de la alcoba principal flotaba de costado, todavía encendido en el último episodio de la película de media noche prohibida para niños. Al final del corredor, flotando entre dos aguas, Totó estaba sentado en la popa del bote, aferrado a los remos y con la máscara puesta, buscando el faro del puerto hasta donde le alcanzó el aire de los tanques, y Joel flotaba en la proa buscando todavía la altura de la estrella polar con el sextante, y flotaban por toda la casa sus treinta y siete compañeros de clase, eternizados en el instante de hacer pipí en la maceta de geranios, de cantar el himno de la escuela con la letra cambiada por versos de burla contra el rector, de beberse a escondidas un vaso de brandy de la botella de papá. Pues habían abierto tantas luces al mismo tiempo que la casa se había rebosado, y todo el cuarto año elemental de la escuela de San Julián el Hospitalario se había ahogado en el piso quinto del número 47 del Paseo de la Castellana. En Madrid de España, una ciudad remota de 33

El cuento latinoamericano Ámbito: Literatura

veranos ardientes y vientos helados, sin mar ni río, y cuyos aborígenes de tierra firme nunca fueron maestros en la ciencia de navegar en la luz. ¡VAMOS A JUGAR!

Imagina que un importante director va a llevar este cuento al cine y tú serás el encargado de diseñar el cartel de promoción, echa a volar tu imaginación y elabóralo, haciendo uso de los recursos que se proponen a continuación. ¿Y CÓMO SE HACE?

El cartel publicitario Un cartel o un póster están hechos para captar la atención a las personas mientras, éstas, se encuentran en movimiento y para que sean visibles desde grandes distancias e impactantes por su gran dimensión. Características de los carteles o pósters Gráficamente un cartel debe presentar un correcto equilibrio de todos los elementos que contiene. Las imágenes, gráficos, fotos y textos deben representar una línea de comunicación que permita al ojo humano (y al cerebro) dirigirse de un punto de información a otro. Esto crea movimiento y dinamismo. Los puntos de información no son colocados casualmente, sino que son creados por el diseñador para influir en el lector El diseño de pósters y carteles En un cartel, los textos y los tipos de letras son elementos importantes que deben ser realzados usando distintos colores, y a ser posible colores muy llamativos y diferentes tamaños. Esto ayudará a los clientes a leer el cartel con facilidad. También debemos seleccionar un tipo de letra ancha, negrita y con un tamaño de letra grande (mínimo 16 puntos) para los encabezamientos. Si el cartel tiene distintos encabezamientos, utilizaremos dos o más tamaños de letra. El color del texto debe encontrarse contrastado con el color de fondo: si el fondo es oscuro, utilizar letra clara y viceversa. Cuanto menor sea el contenido, mejor, y si tiene que aparecer mucha información, intentaremos que los datos sean gráficos.

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El cuento latinoamericano Ámbito: Literatura

Sesión 8 ¡VAMOS A LEER!

A la deriva Horacio Quiroga Uruguay El hombre pisó algo blancuzco, y en seguida sintió la mordedura en el pie. Saltó adelante, y al volverse con un juramento vio una yaracacusú que, arrollada sobre sí misma, esperaba otro ataque. El hombre echó una veloz ojeada a su pie, donde dos gotitas de sangre engrosaban dificultosamente, y sacó el machete de la cintura. La víbora vio la amenaza, y hundió más la cabeza en el centro mismo de su espiral; pero el machete cayó de lomo, dislocándole las vértebras. El hombre se bajó hasta la mordedura, quitó las gotitas de sangre, y durante un instante contempló. Un dolor agudo nacía de los dos puntitos violetas, y comenzaba a invadir todo el pie. Apresuradamente se ligó el tobillo con su pañuelo y siguió por la picada hacia su rancho. El dolor en el pie aumentaba, con sensación de tirante abultamiento, y de pronto el hombre sintió dos o tres fulgurantes puntadas que, como relámpagos, habían irradiado desde la herida hasta la mitad de la pantorrilla. Movía la pierna con dificultad; una metálica sequedad de garganta, seguida de sed quemante, le arrancó un nuevo juramento. Llegó por fin al rancho y se echó de brazos sobre la rueda de un trapiche. Los dos puntitos violeta desaparecían ahora en la monstruosa hinchazón del pie entero. La piel parecía adelgazada y a punto de ceder, de tensa. Quiso llamar a su mujer, y la voz se quebró en un ronco arrastre de garganta reseca. La sed lo devoraba. -¡Dorotea! -alcanzó a lanzar en un estertor-. ¡Dame caña1! Su mujer corrió con un vaso lleno, que el hombre sorbió en tres tragos. Pero no había sentido gusto alguno. -¡Te pedí caña, no agua! -rugió de nuevo-. ¡Dame caña! -¡Pero es caña, Paulino! -protestó la mujer, espantada. -¡No, me diste agua! ¡Quiero caña, te digo! La mujer corrió otra vez, volviendo con la damajuana. El hombre tragó uno tras otro dos vasos, pero no sintió nada en la garganta. -Bueno; esto se pone feo -murmuró entonces, mirando su pie lívido y ya con lustre gangrenoso. Sobre la honda ligadura del pañuelo, la carne desbordaba como una monstruosa morcilla. Los dolores fulgurantes se sucedían en continuos relampagueos y llegaban ahora a la ingle. La atroz sequedad de garganta que el aliento parecía caldear más, aumentaba a la par. Cuando pretendió incorporarse, un fulminante vómito lo mantuvo medio minuto con la frente apoyada en la rueda de palo. Pero el hombre no quería morir, y descendiendo hasta la costa subió a su canoa. Sentose en la popa y comenzó a palear hasta el centro del Paraná. Allí la corriente del río, que en las inmediaciones del Iguazú corre seis millas, lo llevaría antes de cinco horas a Tacurú-Pucú. 35

El cuento latinoamericano Ámbito: Literatura

El hombre, con sombría energía, pudo efectivamente llegar hasta el medio del río; pero allí sus manos dormidas dejaron caer la pala en la canoa, y tras un nuevo vómito -de sangre esta vezdirigió una mirada al sol que ya trasponía el monte. La pierna entera, hasta medio muslo, era ya un bloque deforme y durísimo que reventaba la ropa. El hombre cortó la ligadura y abrió el pantalón con su cuchillo: el bajo vientre desbordó hinchado, con grandes manchas lívidas y terriblemente doloroso. El hombre pensó que no podría jamás llegar él solo a Tacurú-Pucú, y se decidió a pedir ayuda a su compadre Alves, aunque hacía mucho tiempo que estaban disgustados. La corriente del río se precipitaba ahora hacia la costa brasileña, y el hombre pudo fácilmente atracar. Se arrastró por la picada en cuesta arriba, pero a los veinte metros, exhausto, quedó tendido de pecho. -¡Alves! -gritó con cuanta fuerza pudo; y prestó oído en vano. -¡Compadre Alves! ¡No me niegue este favor! -clamó de nuevo, alzando la cabeza del suelo. En el silencio de la selva no se oyó un solo rumor. El hombre tuvo aún valor para llegar hasta su canoa, y la corriente, cogiéndola de nuevo, la llevó velozmente a la deriva. El Paraná corre allí en el fondo de una inmensa hoya, cuyas paredes, altas de cien metros, encajonan fúnebremente el río. Desde las orillas bordeadas de negros bloques de basalto, asciende el bosque, negro también. Adelante, a los costados, detrás, la eterna muralla lúgubre, en cuyo fondo el río arremolinado se precipita en incesantes borbollones de agua fangosa. El paisaje es agresivo, y reina en él un silencio de muerte. Al atardecer, sin embargo, su belleza sombría y calma cobra una majestad única. El sol había caído ya cuando el hombre, semitendido en el fondo de la canoa, tuvo un violento escalofrío. Y de pronto, con asombro, enderezó pesadamente la cabeza: se sentía mejor. La pierna le dolía apenas, la sed disminuía, y su pecho, libre ya, se abría en lenta inspiración. El veneno comenzaba a irse, no había duda. Se hallaba casi bien, y aunque no tenía fuerzas para mover la mano, contaba con la caída del rocío para reponerse del todo. Calculó que antes de tres horas estaría en Tacurú-Pucú. El bienestar avanzaba, y con él una somnolencia llena de recuerdos. No sentía ya nada ni en la pierna ni en el vientre. ¿Viviría aún su compadre Gaona en Tacurú-Pucú? Acaso viera también a su ex patrón mister Dougald, y al recibidor del obraje. ¿Llegaría pronto? El cielo, al poniente, se abría ahora en pantalla de oro, y el río se había coloreado también. Desde la costa paraguaya, ya entenebrecida, el monte dejaba caer sobre el río su frescura crepuscular, en penetrantes efluvios de azahar y miel silvestre. Una pareja de guacamayos cruzó muy alto y en silencio hacia el Paraguay. Allá abajo, sobre el río de oro, la canoa derivaba velozmente, girando a ratos sobre sí misma ante el borbollón de un remolino. El hombre que iba en ella se sentía cada vez mejor, y pensaba entretanto en el tiempo justo que había pasado sin ver a su ex patrón Dougald. ¿Tres años? Tal vez no, no tanto. ¿Dos años y nueve meses? Acaso. ¿Ocho meses y medio? Eso sí, seguramente. De pronto sintió que estaba helado hasta el pecho. ¿Qué sería? Y la respiración... Al recibidor de maderas de mister Dougald, Lorenzo Cubilla, lo había conocido en Puerto Esperanza un viernes santo... ¿Viernes? Sí, o jueves... El hombre estiró lentamente los dedos de la mano. 36

El cuento latinoamericano Ámbito: Literatura

-Un jueves... Y cesó de respirar. ¡ATERRICEMOS IDEAS!

1. En la siguiente tabla, realiza el análisis literario del cuento anterior haciendo una descripción de cada una de las categorías. Categoría

Descripción

Estructura

Personajes

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Ambiente

Discurso narrativo

¡MANOS A LA OBRA!

Por equipos de cuatro integrantes: Elaborar una cartulina que contenga: a) b) c) d)

Diez cuentistas latinoamericanos del siglo XX (incluyendo los leídos en clase) Una breve semblanza biográfica de cada autor Una lista de sus obras más importantes Una fotografía o dibujo de cada escritor

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SECUENCIA 3

YO EN EL PLANETA TIERRA OBJETIVOS: EN ESTA SECUENCIA ECUENCIA APRENDERÁS A SELECCIONAR, COMPA COMPARAR Y REGISTRAR INFORMACIÓN TANTO DE LIBROS, REVISTAS E INTERNET.

Sesión 1 ¡PARA COMENZAR! 1. Veamos la película Génesis de Claude Nuridsany y Marie Pérennou. Desarrollada por el grupo de autoformación: Elaboración de estrategias y actividades interdisciplinarias. Conformado por: Abril García Clara Puchet Claudia Saavedra Rosa María Catalá Magdalena Aguilar Nadine Cardona

2. Contesta las siguientes preguntas:

a. ¿De qué trata la película? ________________________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________________________ b. ¿Cuál es tema central de la misma? mism ____________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________ c. ¿Qué te gustó del largometraje?_______________________________________________ largometraje?________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________________________________

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Sesión 2 ¡A TRABAJAR! 1.

Leamos el siguiente mito.

Cómo nació el arco iris Un mito zapoteca Mucho tiempo antes de que se hiciese la luz, existió Cosijogui, dios del rayo, quien permanecía sentado en un hermoso trono al pie del cual había cuatro inmensas ollas de barro. Cada olla era cuidada por un dios rayo menor, en forma de lagartija. La primera olla guardaba todas las nubes del mundo, la segunda, toda el agua, la tercera, todo el granizo y la cuarta, todo el viento. Los guardianes se aseguraban de mantener en secreto el contenido de las misteriosas ollas. —¡Guardián ¡Guardián de las nubes!— nubes! Cosijogui ordenó un día— ¡Despierta las nubes! ¡Deja que salgan de la olla! Aunque un poco sorprendido, el guardián de las nubes destapó la olla inmediatamente y pronto el cielo oscuro se cubrió de nubes. El guardián de las nubes nunca había visto un espectáculo y comenzó a bailar alegremente con ellas. Con cada uno de sus movimientos mo se producía un relámpago que rasgaba la inmensa oscuridad de la noche. Los hombres que habitaban la Tierra, aún en tinieblas, se maravillaron ante el imponente espectáculo, Pero como estaban sedientos, elevaron sus oraciones al dios rayo pidiéndole éndole que les enviase agua en vez de nubes. —¡Guardián del agua! — ordenó Cosijogui —.. ¡Abre tu olla y deja que salgan las aguas! El guardián del agua, aunque sorprendido también por el mandato, obedeció y las lluvias torrenciales inundaron la tierra. Mientras entras tanto, el guardián de las nubes bailaba y retozaba en el cielo lanzando relámpagos en todas direcciones. Sucedió entonces que las mujeres que habitaban la Tierra Se atemorizaron y decidieron elevar sus súplicas a Cosijogui, rogándole que pusiese pusiese fin a la tempestad. Como Cosijogui pareció ignorarlas, enviaron una comisión a verlo. Al pasar frente a su trono, las mensajeras vieron las otras ollas selladas y esto las intrigó. Tanta fue su curiosidad que olvidaron su misión y en cambio pidieron al viejo viejo dios del rayo que abriese las ollas y les mostrase su contenido secreto. El dios rehusó sonriendo con malicia, pero al fin cedió ante los continuos y dulces ruegos de las mujeres.—¡Guardián mujeres. del granizo — ordenó el dios del rayo. ¡Abre tu olla al instante! instante! De la tercera olla salió una avalancha de agua convertida en piedras, que cayó sobre la Tierra, azotándola sin piedad. Y mientras caía el granizo, los otros dos guardianes lagartijas se unieron al guardián de las nubes en su baile desenfrenado. Juntos gozaban de la libertad recién lograda, provocando una tempestad atroz de rayos, truenos, lluvia y granizo que agravaba con cada uno de sus movimientos. Los hombres y las mujeres, las bestias y los pájaros, asustados ante tal situación 41

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pensaron que el fin del mundo estaba cerca e imploraron al dios del rayo que calmase la violenta tempestad. Mas Cosijogui y sus guardianes lagartijas gozaban su loca diversión e ignoraron la angustia de los habitantes de la Tierra. Entonces, en un esfuerzo final por conseguir guir la calma, los hombres, las mujeres, las bestias, y los pájaros invocaron a Pitao, el Gran Aliento. Pitao se apiadó y ordenó a las nubes negras del El mito sirve al hombre para oriente que cedieran el paso al dios más poderoso: Gabicha, el Sol. responder las El disco iluminado del nuevo astro apareció en el horizonte y su luz incógnitas que tiene resplandeciente desgarro las nubes. Tal aparición infundió pavor en el con respecto a la se relaciona dios del rayo,, fuertemente impresionado por la nueva estrella. vida; directamente con la Durante mucho tiempo había sido el dios supremo de los cielos y religión. ahora comprendía que la fuerza cegadora de Gabicha superaba su poder en las alturas. En silencio y desconsolado, Cosijogui contempló cómo cómo Gabicha le pedía al último guardián lagartija que abriese la olla que permanecía tapada. El guardián del viento obedeció. Abrió la última olla y de un solo soplo apartó las nubes en el cielo. Luego, el guardián del viento acatando el mandato de Gabicha, ordenó a sus hermanos, quienes habían desencadenado la tempestad, que volviesen sumisos a sus puestos. En la calma del momento, el viejo dios del rayo contemplo la grandeza de Gabicha y comprendió que él jamás volvería a ser el dios supremo de los cielos. cielos. Se percató de que el sol era un dios bondadoso, justo y generoso. Un dios que amaba por igual a los hombres, a las mujeres, las bestias y los pájaros que habitaban el mundo ahora luminoso. Cosijogui pensó, pues, en rendirle homenaje al nuevo y poderoso poderoso dios. Tendería en la inmensidad que separa el cielo y la Tierra un puente multicolor, un regalo a Gabicha para que así pudiera bajar hasta la tierra para llevar a los hombres y a las mujeres, a las bestias y a los pájaros… Su mensaje de paz. Así nació el arco iris.

2.

Organicen equipos de cuatro personas para trabajar esta secuencia. Escribe el nombre de tus compañeros en el siguiente rompecabezas.

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3.

En equipo, escribe en el siguiente espacio un mito acerca cómo se creó el internet.

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Sesión 3 ¡VAMOS A LA BIBLIOTECA! CA! 1.

Investiguen en biblioteca material bibliográfico sobre otros mitos de cualquier cultura que hagan referencia a la naturaleza. a. Realicen la búsqueda en libros que recopilen mitos de diferentes culturas. Escribe la ubicación en biblioteca (signatura)______________________________________________ b. En el siguiente espacio escribe su ficha bibliográfica, ayúdate del esquema esquema, fíjate en el formato.

La ficha bibliográfica debe llevar: APELLIDO, Nombre. ”Mito” en Título. Lugar, Editorial, itorial, Año. pp. __________________________________________________________________________________________________________________________ _________________________________________________________________________________________________________________

c. Elige un mito que haga referencia al tema que hemos ido tratando a lo largo de la secuencia d. Léelo. e. Identifica lo que se te pide en el cuadro. Cultura a la que pertenece

Descripción

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Significación

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Sesión 4 ¡A INVESTIGAR!

1. Vamos a la biblioteca. 2. Tema: Relación del ser humano con la naturaleza (cambios desde la antigüedad hasta la época contemporánea, desequilibrio de ecosistemas, cambios en la atmósfera y en la calidad del agua, etc.), o en su defecto, elijan un tema que les llame la aatención. 3. Presenta a tu equipo el material sobre el tema específico que elegiste y revísenlo. 4. Escribe en las siguientes líneas el material seleccionado y una breve descripción de su contenido. Material

Contenido

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5. Investiguen qué es la paráfrasis y el resumen.

Paráfrasis

PARÁFRASIS

Resumen

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Sesión 5 ¡A TRABAJAR!

1. Lee el siguiente texto.

LA CARTA DE LA TIERRA [Fragmento] PREÁMBULO Estamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, en el cual la humanidad debe elegir su futuro. A medida que el mundo se vuelve cada vez más interdependiente y frágil, el futuro depara, a la vez, grandes riesgos y grandes promesas. Para seguir adelante, adelante, debemos reconocer que en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común. Debemos unirnos para crear una sociedad global sostenible fundada en el respeto respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz. En torno a este fin, es imperativo que nosotros, los pueblos de la Tierra, declaremos nuestra responsabilidad unos hacia otros, hacia la gran comunidad de la vida y hacia las generaciones futuras. La Tierra, nuestro hogar La humanidad es parte de un vasto universo evolutivo. La Tierra, nuestro hogar, está viva con una comunidad singular de vida. Las fuerzas de la naturaleza promueven a que la existencia sea una aventura exigente e incierta, pero la Tierra ha brindado las condiciones esenciales para la evolución de la vida. La capacidad de recuperación de la comunidad de vida y el bienestar de la humanidad dependen de la preservación de una biosfera saludable, saludable, con todos sus sistemas ecológicos, una rica variedad de plantas y animales, tierras fértiles, aguas puras y aire limpio. El medio ambiente global, con sus recursos finitos, es una preocupación común para todos los pueblos. La protección de la vitalid vitalidad, ad, la diversidad y la belleza de la Tierra es un deber sagrado. La situación global Los patrones dominantes de producción y consumo están causando devastación ambiental, agotamiento de recursos y una extinción masiva de especies. Las comunidades están siendo destruidas. Los beneficios del desarrollo no se comparten equitativamente y la brecha entre ricos y pobres se está ensanchando. La injusticia, la pobreza, la ignorancia y los conflictos violentos se manifiestan por doquier y son la causa de grandes sufrimientos. Un aumento sin precedentes de la población humana ha sobrecargado los sistemas ecológicos y sociales. Los fundamentos de la seguridad global están siendo amenazados. Estas tendencias son peligrosas, pero no inevitables. Los retos venideros

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La elección es nuestra: formar una sociedad global para cuidar la Tierra y cuidarnos unos a otros o arriesgarnos a la destrucción de nosotros mismos y de la diversidad de la vida. Se necesitan cambios fundamentales en nuestros valores, instituciones y formas formas de vida. Debemos darnos cuenta de que, una vez satisfechas las necesidades básicas, el desarrollo humano se refiere primordialmente a ser más, no a tener más. Poseemos el conocimiento y la tecnología necesarios para proveer a todos y para reducir nuestros nuestros impactos sobre el medio ambiente. El surgimento de una sociedad civil global, está creando nuevas oportunidades para construir un mundo democrático y humanitario. Nuestros retos ambientales, económicos, políticos, sociales y espirituales, están interrelacionados relacionados y juntos podemos proponer y concretar soluciones comprensivas. Responsabilidad Universal Para llevar a cabo estas aspiraciones, debemos tomar la decisión de vivir de acuerdo con un sentido de responsabilidad universal, identificándonos con toda la comunidad terrestre, al igual que con nuestras comunidades locales. Somos ciudadanos de diferente diferentess naciones y de un solo mundo al mismo tiempo, en donde los ámbitos local y global, se encuentran estrechamente vinculados. Todos compartimos una responsabilidad hacia el bienestar presente y futuro de la familia humana y del mundo viviente en su amplitud. El espíritu de solidaridad humana y de afinidad con toda la vida se fortalece cuando vivimos con reverencia ante el misterio del ser, con gratitud por el regalo de la vida y con humildad con respecto al lugar que ocupa el ser humano en la naturaleza. Necesitamos urgentemente una visión compartida sobre los valores básicos que brinden un fundamento ético para la comunidad mundial emergente. Por lo tanto, juntos y con una gran esperanza, afirmamos los siguientes principios interdependientes, para una forma for de vida sostenible, como un fundamento común mediante el cual se deberá guiar y valorar la conducta de las personas, organizaciones, empresas, gobiernos e instituciones transnacionales.

2. Busca y termina de leer en Internet la parte faltante de “La carta carta de la Tierra” 3. Escribe la ficha mesográfica del documento, guíate por el recuadro.

La ficha de medios electrónicos o mesográfica debe llevar: APELLIDOS, Nombre. “Artículo” Nombre de la página. en Fecha de consulta. __________________________________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________________________________ 48

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__________________________________________________________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________________________________________ _________________________________________________________________________________________________________

4. Explica cuáles son los apartados en que se divide el fragmento que buscaste y resume el contenido de cada uno. Nombre

Resumen

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5. Escribe una paráfrasis de “El camino hacia adelante”. _____________________________________________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________________________________________

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Sesión 6 ¡DEFINAMOS EL TEMA!

1. En equipo elijan el tema (general) que van a investigar_____________________________________ investigar___________________________________ 2. Elaboren un cuestionario para plantear una tesis referente al tema elegido. Usen el siguiente espacio. __________________________________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________

Planteen la tesis que ha de dirigir su investigación Tesis: es una proposición de carácter afirmativo enunciada para responder tentativamente a un problema. Toda tesis constituye un juicio, o sea una afirmación o una negación de algo.

3. Tarea: Traer fichas bibliográficas y de trabajo.

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Sesiones 7 y 8 ¡A INVESTIGAR EN BIBLIOTECA! LIOTECA!

1. Sobre el tema que eligieron para investigar busquen diferentes textos que aporten información concerniente al mismo. Utiliza revistas, libros y periódicos. 2. Hagan una lectura de reconocimiento para que sepan si la información responde a las preguntas que se han planteado anteriormente.

Lectura de reconocimiento: •

Hojea con rapidez el texto.



Revisa las solapas, el prólogo, la introducción y el índice

3. Fotocopien la información que les sirva. 4. Escriban en las fichas que trajeron la fuente de consulta ya sea bibliográfica, hemerográfica o mesográfica.1

La ficha hemerográfica debe llevar: APELLIDO, Nombre. “Artículo” en Nombre de la revista o periódico. (Si es un suplemento, también se agrega el nombre del medio al que pertenece). Fecha de publicación. p. (página en que aparece).

Véanse los recuadros con los modelos de las fichas bibliográficas, mesográficas o hemerográficas, citados en la página anterior. 1

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Yo en el planeta Tierra Ámbito de estudio

5. A continuación, ción, ya escogido el material, deberás leerlo y subrayar la información que consideres más importante.

Lectura de investigación: •

Debes leer y entender, cada palabra, oración y párrafo.

¡Todo el texto!

6. Recopilemos la información en fichas de trabajo, para ello deberás elegir si será paráfrasis o resumen. Elabora dos fichas.

Ficha de trabajo Tema

Autor Título Año. Capítulo y/o págs.

Número de ficha

Ficha: Paráfrasis o resumen, según el caso.

Extensión:

Fidelidad:

La extensión de una parte es proporcional a su importancia en el todo.

El texto no debe tener ni más o menos de lo necesario

Claridad: Lenguaje suficiente y adecuado para que la expresión sea completamente inteligible.

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Yo en el planeta Tierra Ámbito de estudio

Sesiones 9 y 10 ¡VAMOS A ESCRIBIR!

1. Redacta el borrador de la exposición que harás junto con tu equipo respecto a la investigación desarrollada. 2. Revisa tanto la ortografía como la redacción, para ello ayúdate de los libros que hay en biblioteca, por ejemplo, diccionarios, gramáticas, etc. 3. Pónganse de acuerdo con su profesora para exponer Título_________________________________________ •

Introducción [Presentación del tema] ¿Qué se ha dicho? Información general sobre su tema. Un párrafo de siete renglones.



Justificación del tema [Importancia] ¿Por qué se hace? ¿Para qué se hace? Tres renglones.



Tesis: Nosotros creemos que… (Oración completa)



Argumentos en contra: ¿Qué se ha dicho que sea diferente a lo que nosotros pensamos? ¿Quién lo dice? ¿Por qué lo dice (bases)? Al final, se crea una conclusión a partir de lo ya expuesto. Tienen que ser 3 párrafos de 7 líneas cada uno.



Argumentos a favor: ¿Qué se ha dicho que apoye lo que nosotros pensamos? ¿Quién lo dice? ¿Por qué lo dice (bases)? Al final, se crea una conclusión a partir de lo ya expuesto expuesto. Tienen que ser 3 párrafos de 7 líneas cada uno.



Conclusiones: resume las conclusiones que sacaste en en los párrafos anteriores y a partir de estas crea una conclusión general. Tres párrafos con 7 renglones cada uno.

¡APRENDAMOS A PRESENTAR TAR UN TRABAJO!

1. La carátula debe llevar: Nombre del alumno, número de lista y grupo, nombre del trabajo, materia, nombre del colegio, sección y fecha de entrega. 2. Debe presentarse escrito en computadora con letra Arial 12, interlineado doble y justificado. Incluir número de página. Engrapado. 3. Los nombres de los capítulos pueden ir en negritas. 4. Incluye la bibliografía ordenada alfabéticamente. 5. Puedes utilizar hojas de reuso. 54

Orden y caos: el Héroe Ámbito de estudio

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Orden y caos: el Héroe Ámbito de estudio

SECUENCIA 4

ORDEN Y CAOS: EL HÉROE EL OBJETIVO DE ESTA SECUENCIA ES QUE UTILICES LA ENTREVISTA COMO UN MEDIO PARA OBTENER INFORMACIÓN.

Sesión 1 ¡PARA EMPEZAR!

1. Observa las siguientes imágenes.

2. Contesta las siguientes preguntas: a. ¿Por qué surgen los superhéroes? ___________________________________________________________ ______________________________________________________________________________________________________ b. ¿Qué características los hacen ser diferentes al resto de la humanidad?__________________ _______________________________________________________________________________________________________ c. ¿Cuál es tu superhéroe favorito?_______________________________________________________________ d. ¿Por qué lo es?___________________________________________________________________________________ 56

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3. Veamos el corto El héroe de Carlos Carrera, y comenta con el grupo cuáles son las diferencias entre los superhéroes y los héroes. 4. Escribe tus conclusiones.

Tarea: Investiga en un diccionario cuál es el significado de héroe y superhéroe. ¿En qué se diferencian estas palabras? ________________________________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________ Tarea: Dibuja a tu superhéroe favorito. 57

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Sesión 2 ¡VAMOS A LEER!

1. Leamos el siguiente texto.

Lunes, 26 de marzo de 2007 Entrevista: Natalia Dutor, oficial de bomberos de la Comunidad Valenciana. "Prefiero el término bombero que bombera" La segunda mujer de España que llega a oficial de Bomberos ve ilógico que los hombres dominen los puestos de responsabilidad a pesar de que haya más mujeres en las universidades A sus 37 años, se ha convertido en la primera oficial de un cuerpo de bomberos de la Comunidad y en la segunda de España, tras una dura oposición que ha preparado durante tres años. Natalia ofrece una sensación de seguridad en sí misma que impacta, confiesa que no le asusta la responsabilidad que supone dirigir un equipo de bomberos y de sus labios emerge una sonrisa nerviosa cuando habla de retenes, mandos, oficiales, emergencias y en definitiva, de su sueño, del cuerpo de bomberos. Pregunta.– El diccionario ya admite el femenino de bombero. ¿Usted es mujer bombero o mujer bombera? Respuesta.– [Duda] Casi prefiero bombero, porque siempre ha sido así. Creo que es una buena idea no distinguir. Incide en la idea de igualdad. P.– ¿Cómo afronta sus últimos días en Protección Civil? R.– Tengo de 15 a 20 días para incorporarme. Terminaré las Fallas con la cremà y después me integraré. P.- ¿Ya le han caído las primeras lágrimas despidiéndose de sus actuales compañeros? R.- Físicamente estaré en el mismo sitio, en el Parque Central de la avenida La Plata, donde he trabajado ocho años. No siento que me voy. Haré cosas diferentes pero el entorno va a ser el mismo. P.– ¿Siente alguna motivación especial por ser la primera? R.– Para mí es un orgullo, pero me gustaría más todavía ser la 50ª. De todas formas, siento que de esta forma abro el camino para muchas mujeres que sueñen con llegar a un puesto de mando, porque no es una limitación ser una mujer. P.– Si fuera la 50ª oficial de España no le harían tantas entrevistas... 58

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R.– No sería noticia, lo que querría decir que estamos en una situación igualdad de oportunidades en todo, que creo que es lo básico. P.– ¿Es injusto que se le dé importancia a su logro por el hecho de ser una mujer? R.– No. Es la coyuntura, pero injusto no. Pienso que es mejor, así la opinión pública va a oírlo más, y a cualquier mujer que quiera ser bombero le va a parecer que hay una barrera menos. P.– Participó en el operativo tras la tragedia en la línea 1 el 3 de julio. ¿Qué es lo que más le impactó? R.– La cara de los bomberos más jóvenes cuando salían de la boca del metro. Querían volver a entrar a prestar ayuda y a la vez se les veía desencajados y descolocados, sin apenas creer lo que estaban viendo. La verdad es que lo pasé mal, pero había que estar ahí. P.– ¿Qué aportará su visión femenina en un trabajo donde predominan los hombres? R.– Las mujeres somos iguales en muchas cosas y tenemos también actitudes diferentes, pero todos somos iguales a la hora de optar o alcanzar una meta. Es bueno que haya mujeres en bomberos, mujeres mandos, que puedan aportar una visión distinta que los hombres no tienen. Pasa en cualquier profesión. P.– ¿Cómo llevarán sus hombres ser mandados por una mujer? R.– Fenomenal. Estoy acostumbrada a llevar a voluntarios de Protección Civil. Han de pensar que eres un mando y a la vez un compañero. Con esto todo se consigue. (Sonríe). P.– Le exigirán la misma responsabilidad que a otros mandos. R.– Exactamente igual. Nos han dicho que iremos a turnos. Hay cinco secciones de bomberos en Valencia y tres no tienen oficial. Se supone que los tres, pues las oposiciones las hemos aprobado dos chicos y yo, aunque nadie habla de ellos, vamos a formar parte de un operativo normal donde tendré la misma responsabilidad que ellos y que los otros oficiales. Se trata de dirigir a un equipo humano. P.– ¿Le asusta la responsabilidad? R.– No, en absoluto, creo que se me nota que no me asusta para nada (vuelve a sonreír). P.– ¿Cuánto tiempo ha estado preparando la oposición? ¿Ha sido difícil? R.– Tres años trabajando, estudiando y preparándote físicamente es muy duro. Tienes que tener mucha ilusión. P.– ¿Ha tenido tiempo para usted? R.– Poco, ni para mí ni para mi hija, que tiene siete años, pero con ilusión todo se suple. Cuando tienes muchas cosas que hacer aprovechas más. P.– ¿Cómo se lo ha tomado la niña? R.– Está hipercontenta y muy orgullosa, aunque no sé si sabrá exactamente qué voy a hacer. Me pregunta que cuándo me van a dar la ropa. P.– En su trabajo en Protección Civil no necesitaba ir uniformada, excepto en situaciones excepcionales. Ahora sí que tendrá que enfundarse el uniforme de bomberos. R.– En esto sí que estoy muy preocupada, a ver que conjunto me preparan. No me tomes en serio, es broma. (Natalia regala la enésima sonrisa de la entrevista). P.– La verdad es que se le ve coqueta. R.– Soy coqueta pero discreta. Me gusta no llamar la atención por mi apariencia, si no por mi trabajo. 59

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P.– ¿Necesita esta sociedad que hayan más mujeres en puestos de responsabilidad? R.– Simplemente, hay que estar preparado independientemente del sexo. Pero es una incongruencia que habiendo más mujeres estudiando que hombres, haya menos en puestos de responsabilidad y en mandos. P.– Alguna felicitación le ha emocionado especialmente? R.– Me han felicitado de todos los estamentos, aunque los primeros fueron la mayoría de bomberos que estaban en el homenaje al cuerpo. Esa fue la mejor felicitación, que los propios bomberos se alegraran de tenerme como mando.

“Entrevista: Natalia Dutor, oficial de bomberos de la Comunidad” en Belt ibérica 24 de junio 2007

2. Objetivo de la entrevista: Responde a las preguntas por qué, cómo y para qué___________________________________

La entrevista es un medio por el cual obtenemos información importante sobre algún tema determinado realizando una serie de preguntas.

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Puntos de partida:

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Un evidente interés hacia la persona entrevistada



Pericia en el manejo de la técnica de pregunta y respuesta



Voluntad manifiesta de difundir el resultado en un medio de comunicación

3. Localiza en el texto algunas características de la entrevista.

a. Introducción; en la que se da un panorama general y breve respecto al entrevistado. b. Las preguntas hechas por parte del entrevistador siempre se distinguen de las respuestas del entrevistado. c. Acotación, se explica que es lo que sucedió en la entrevista, las emociones, ademanes del entrevistado o el ambiente que imperaba en la entrevista. d. Se utilizan guiones para introducir el diálogo de cada participante. e. Respuesta ¿Qué tipo de entrevista es (informativa o retrato)? Define sus características. __________________________________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________________________________ 60

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Sesión 3 ¡A REFLEXIONAR!

Veamos el siguiente video acerca de Francisco Manuel López Villaescusa y leamos el siguiente texto

Miércoles 21 de septiembre de 2005 Plácido Domingo hace un balance a 20 años del terremoto en México ''ATERRADOR, SEGUIR SIN ESTAR NATURALE ZA'', DICE EL TENOR

PREPARADOS

CONTRA

LA

IRA

DE

LA

Fue uno de los emblemas de la solidaridad que emergió a raíz de esa catástrofe Espero que se haya corregido la planeación arquitectónica del DF, expresa a La Jornada ANGEL VARGAS Para la memoria colectiva resultan aún muy frescas las imágenes de Plácido Domingo entre los escombros del edificio Nuevo León, en Tlatelolco. Sin que le importara ser gran figura del arte lírico internacional, el tenor estaba allí, a mano limpia, como uno más de los rescatistas voluntarios que luchaban en búsqueda de sobrevivientes entre las ruinas. El cantante de origen español fue uno de los emblemas de la solidaridad ciudadana que emergió a raíz de los sismos de 1985, el nombre y el rostro en el que se condensaron los nombres e imágenes de miles de seres anónimos que, inclusive a costa de la propia integridad, lucharon durante largas jornadas para tratar de salvar a más personas, ante la ineficacia del gobierno y sus instituciones. Ese rasgo de humanismo del artista quedó refrendado cuando, en una entrevista realizada en plena zona del desastre, se le preguntó si no temía que se le dañara la voz con tanto polvo, y contestó que su único interés era que los cuerpos fueran rescatados con dignidad. Transcurridos 20 años de la tragedia, hace un balance en entrevista con La Jornada, además de concluir que ''resulta aterrador" que los seres humanos continuemos ''sin estar preparados para protegernos de la ira de la naturaleza", se dice indignado porque esa ''falta de preparación no siempre se debe a una limitación de recursos económicos, tecnológicos o humanos". 61

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-A 20 años de los sismos de 1985, ¿cuáles son los principales aspectos que le vienen a la memoria y qué es lo que más valoraría de esa situación? -Antes que nada, es difícil olvidar que se perdieron muchas vidas durante y después del terremoto, al igual que yo perdí cuatro familiares en el edificio Nuevo León. ''Quizá lo más valioso de ese momento fue palpar y contar con la solidaridad y la unión del pueblo mexicano ante la adversidad. Es, desgraciadamente, cuando surgen el calor y la verdadera hermandad." -¿De qué manera cambió el rumbo de su vida personal y artística ese siniestro? -La pérdida prematura de seres queridos, quiera uno que no, siempre cambia la vida de manera muy nostálgica. Deja un vacío. ''Aunque mis compromisos profesionales me hayan mantenido y me siguen manteniendo alejado de México por más tiempo del que yo quisiese, siempre hemos sido una familia muy unida y se echa de menos a aquellos que ya no están con nosotros. ''En el plano artístico, mi vida cambió radicalmente durante la secuela inmediata al terremoto. Dediqué un año a realizar conciertos benéficos para apoyar a cientos de damnificados que quedaron desamparados y sin viviendas. ''Un compromiso, que si bien he dejado de hacer conciertos benéficos en México, nunca ha cesado y he continuado a nivel personal y destinando apoyos que llegan de las múltiples sociedades Amigos de Plácido Domingo que hay por el mundo, sobre todo cuando de un desastre natural se refiere." Lección de la sociedad mexicana -¿Cuáles considera que son las principales lecciones que esa tragedia dejó a la sociedad mexicana y a los gobernantes? -La mayor lección que recibió la sociedad mexicana se la enseñó ella misma al reaccionar de una manera tan solidaria, a pesar de los limitados recursos e iniciativa de rescate con los que se contaban en un principio. ''Asimismo, espero que se haya avanzado y corregido la planeación arquitectónica de la ciudad para poder soportar ese tipo de temblores en el futuro, así como las medidas de prevención, evacuación y rescate necesarias con la suficiente antelación." -¿Qué aspectos le indignaron o le indignan en relación con esa catástrofe?

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-Creo que a juzgar por las fallas de prevención, evacuación y rescate demostradas por Estados Unidos en la secuela del huracán Katrina en la costa del Golfo, en Asia después del devastador tsunami y recordando lo que nosotros vivimos hace 20 años en México, quizá lo que más me aterra es que seguimos sin estar preparados para protegernos de la ira de la naturaleza. -Por último, en sentido figurado, ¿observa que a la fecha aún existan ruinas y/o heridas abiertas de esos sismos? -Ciertamente que las hay. Aunque quisiera pensar que todos los damnificados del terremoto emprendieron y llevan ya una vida nueva, y hasta quizá, mejor, gracias a los esfuerzos de tantos que se unieron a la reconstrucción de la ciudad de México. Los que perecieron nunca se olvidan y siempre nos faltarán.

1. Contesta las siguientes preguntas: a) ¿Cuáles son los dos tipos de diálogo que se dan en los anteriores videos? ____________________________________________________________________________________________________________ b) ¿Qué tipo de entrevista son (informativa o retrato)? Define sus características. ________________________________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________

Tarea: escucha algunas entrevista de los sobrevivientes del 19 septiembre de 1985 en “20 años después” Jacobo Zabludovsky

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