31/03/2010

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(Primera Versión)

Amanda Cortés - FEUC; Loreto Campos DGE

MANUAL PARA EL VOLUNTARIO EN TIEMPOS DE CRISIS

VOLUNTARIADO EN TIEMPOS DE CRISIS Tras catástrofes como la del 27 de Febrero, si bien el daño más evidente es de tipo físico, no sólo es necesario ayudar instrumentalmente a los damnificados; el apoyo en gestión y la contención y elaboración de las consecuencias psicológicas es fundamental, a modo de integrar lo que pasó en la vida de cada cual y prevenir la aparición de síntomas y complicaciones post traumáticos, con el costo a nivel de calidad de vida y salud pública que implica.

¿POR QUÉ PREPARARSE PARA AYUDAR CUANDO ESTAMOS FRENTE A UNA EMERGENCIA? 

Si bien la necesidad de ayuda es una urgencia, por lo que tiende a buscarse una intervención lo más rápida posible, como FEUC y DGE creemos en un apoyo socialmente responsable para con Chile. Las primeras semanas luego del evento traumático son cruciales; la desorganización psicológica potencia toda intervención que se realice, por lo que debe tenerse mucho cuidado al participar de espacios de contacto y ayuda a víctimas. Por esta razón consideramos importante generar espacios de guía para los voluntarios, a modo de entregar ciertas directrices a seguir acerca de qué hacer y evitar, buscando no sólo ser útiles sino disminuir el riesgo de intervenciones que sean contraproducentes para el bienestar psíquico y emocional tanto de los afectados, como así también de ustedes, los mismos voluntarios.

Amanda Cortés - FEUC; Loreto Campos DGE

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¿POR QUÉ PREPARACIÓN PSICOLÓGICA?

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VOLUNTARIADO EN TIEMPOS DE CRISIS

Amanda Cortés - FEUC; Loreto Campos DGE

Tu trabajo es importante, por eso queremos que vayas preparado para hacerlo lo mejor y más tranquilo posible.

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Al pasar algo así de grave, toda consecuencia será muy fuerte: nuestra invitación es a considerar las crisis en el sentido que la cultura china da al concepto: crisis es oportunidad, pero tanto de mejoría como de empeoramiento.

¡Todos juntos levantaremos Chile! 3

SOBRE LA CRISIS

“En medio de este atolladero de angustia encontré la fuerza para luchar y salir adelante. Quizás me di cuenta de que mi esposa no hubiese querido verme así. Algo me hizo arrancar y aferrarme a la vida y al amor.” Williard Kohn

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Eventos de este tipo, inesperados y de alto poder destructor, evidentemente dañan a distinto nivel nuestras vidas: cambian bruscamente la forma de vida habitual y generan reacciones de estrés colectivo, trayendo consecuencias de daño físico, psicológico, comunitario. El que el terremoto sea un desastre natural y no antrópico (de origen humano) dificulta el procesar emocionalmente el hecho ya que no hay nadie a quien echar la culpa. Además, los desastres de noche producen más víctimas y problemas que aquellos que ocurren durante el día, ya que la gente está dormida; su respuesta es más lenta y confusa, complicando la orientación y puesta a salvo, sin olvidar también las réplicas que prolongan el estado de alerta y facilitan que la gente reviva ese 27 de Febrero por mucho tiempo; las réplicas seguirán sintiéndose durante al menos dos meses.

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Chile es una de las regiones sísmicas de mayor actividad en el mundo. Eventos como el terremoto del 27 de Febrero y sus consecuencias seguirán pasando en nuestra historia, y tenemos que saber responder ante estas situaciones tomándolas como parte nuestra.

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SOBRE LA CRISIS

Es muy importante que tengas claro que todos hemos sido víctimas de esta tragedia, incluidos los que estaban lejos del epicentro o incluso fuera de Chile; todos hemos sido familiarizados con el tremendo sufrimiento, angustia y pérdidas que significó esto para nuestro país. Además, los daños del terremoto no se circunscriben sólo a ese Sábado 27, ya que las réplicas, daños en hogares, vivencias de trauma en otros y diversas consecuencias nos seguirán afectando a todos por un buen tiempo más, hasta lograr regular a nivel nacional la situación.

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“Señor, dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las cosas que puedo y sabiduría para poder diferenciarlas.” Reinhold Niebuhr

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Dado este contexto, encontrar un sentido al evento e integrarlo en la trama de vida de la persona se hará más difícil, pero no por eso imposible; permitir la expresión y elaboración de este suceso ayudará a que todos podamos volver a la vida que teníamos antes, sumándole este episodio como parte de nuestra historia personal y colectiva, saliendo adelante una vez más.

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SOBRE LA CRISIS FASES DE LAS SITUACIONES DE CATÁSTROFE:

Post-Impacto: Se divide en dos. Primero, Corto plazo (1er a 3er mes). Acá hay una Fase Heroica, en que todo el mundo se moviliza por rescatar a los damnificados; el altruismo predomina. Fase Caos, donde se dan comúnmente actos violentos; debemos entenderlos como que este tipo de crisis sacan a flote lo mejor y también la parte débil de la gente, y no necesariamente es maldad. Por eso, es importante considerar riesgos y ser cauteloso, pero no condenar a los afectos; sólo protegerse. Luna de miel: apoyo y optimismo predominan en la comunidad; todos somos sobrevivientes. Se llena de promesas a la población. Largo plazo (3 meses en adelante): Reacciones emocionales como culpa, resignación, duelo y depresión, que pueden llevar tanto a trastornos postraumáticos como a la adaptación y mejoría (¡Concepción china de Crisis!). Acá se inserta la fase de desilusión, donde los sobrevivientes comienzan a enfrentar su nueva realidad, a mostrar síntomas depresivos y la ayuda empieza a alejarse.

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Impacto: Desde el inicio hasta aproximadamente un mes después. Reacciones emocionales como estrés, miedo, ira, desmayos, pánico, agitación e incluso la gente puede parecer drogada (“efecto narcótico del desastre”), por lo que debes ser paciente y cuidadoso al tratar con ellos.

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Pre-Impacto: Aviso a la población de un posible desastre. Sensaciones de ansiedad, temor, amenaza e hiperalerta. En esta fase, debe prevenirse daños, medir riesgos y preparar la población e infraestructura para lo que viene.

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SOBRE LA CRISIS FASES DE LAS SITUACIONES DE CATÁSTROFE:

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“La muerte se lleva todo lo que no fue, pero nosotros nos quedamos con lo que tuvimos.” Mario Rojzman

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¿Qué pasará el 27 de Febrero de 2011? Es esperable que en el aniversario del terremoto se reactiven ciertos síntomas, recuerdos e inquietudes. Es importante tener en cuenta que ritos y eventos de conmemoración, recordar la forma en que se superó y compartir la experiencia puede ser muy sanador, siempre teniendo en mente que esta reacción es normal.

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UNA PINCELADA POR EL TERREMOTO ¿QUÉ PASA CUÁNDO UNO PIERDE ALGO O A ALGUIEN? EL DUELO.

“El Dios en quien yo creo no nos manda el problema, sino la fuerza para sobrellevarlo.” Harold S. Kushner

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Por eso, es importante saber que esto puede tomar mucho más tiempo del esperado, que cada persona tiene su propio tiempo y forma de vivir el proceso y, por sobre todo, que tener tristeza, pena u otros síntomas depresivos no significa necesariamente que se tenga depresión, sino que lo vivido fue muy fuerte y el sujeto está recomponiéndose.

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Negación: Puede verse como un “olvido” de la pérdida, conversando de otros temas y haciendo otras actividades, dando la sensación de no estar afectado o “ni ahí”. Ira: Sentimientos de frustración, irritabilidad y rabia ante la situación, dirigidos hacia uno mismo u otros. Negociación: Reflexiones acerca de lo ocurrido para reconciliarse consigo mismo y con otros. Depresión: Al tomar conciencia de la pérdida, se experimenta sentimientos de tristeza, decaimiento, desánimo, insomnio, llanto, trastornos del sueño y del apetito. Aceptación: Podría haber tanto aceptación como resignación, lo cual indica una resolución inadecuada aceptar significa darse cuenta que era inevitable y que podía ocurrirle a cualquier ser humano, lo cual libera al deudo.

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POSIBLES SIGNOS Y CONSECUENCIAS DEL TERREMOTO NIÑOS 31/03/2010

Durante el primer mes (un poco más), es esperable:

Escolar (5-11 años): Sentimientos de miedo y ansiedad, atención focalizada en detalles de eventos críticos, Irritabilidad, Llanto fácil, temor a oscuridad, conductas regresivas, conductas agresivas, retraimiento, falta de interés por escuela y pares. Baja en rendimiento escolar, malestares físicos. Pre-Adolescente (11-14 años): Reacciones relacionadas con las del grupo de pares, ansiedad, angustia, sentimientos de culpa, alteración del sueño, alteración del apetito, problemas de conducta, retraimiento social, problemas en escuela, malestares físicos. Adolescencia (14-18 años): Conductas de riesgo, dificultad en el control de emociones, temores relativos al cuerpo, temores por perdidas de familia y pares, disminución de lucha por control con padres, cambio de grupo o amigos, síntomas ansiosos, depresivos, conductuales, somáticos.

Si los síntomas persisten luego de un mes de ocurrido el evento, sería bueno recomendar a los papás que consulten con un médico, psicólogo o psiquiatra infantil.

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Pre-escolar (0-4 años): Sentimientos de desvalimiento, miedo e inseguridad, preocupación por quedar abandonado, impotencia, miedo a la oscuridad o animales, terrores nocturnos, dificultad para hablar, dificultad en control de esfínteres, alteraciones del apetito, llanto o gritos frecuentes, temor a quedarse solo, hiper o hipo actividad, confusión, disociación.

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POSIBLES SIGNOS Y CONSECUENCIAS DEL TERREMOTO ADULTOS

Efectos Conductuales: Impulsividad (bajo control), inhibición de la conducta (“No hace nada”), conductas de evitación, aumento de consumo de alcohol u otras sustancias, aislamiento, reducción de la vida social, actuar errático (conductas “raras”).

Efectos fisiológicos: Hiperactivación, dolores corporales generalizados y difusos como jaquecas, mareos o desmayos, taquicardia y alteraciones abruptas de la presión, “ahogo” en el pecho, problemas gastrointestinales, permanente cansancio, trastornos del sueño (insomnio, pesadillas o dormir en exceso), trastornos del apetito (comer mucho o no tener hambre). Efectos relacionales: Cambio de las formas habituales de relación, dificultades para ponerse de acuerdo, culpabilización mutua, descalificación, reactivación de conflictos previos.

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Efectos emocionales: Shock, angustia, tristeza, rabia, miedo, impotencia, culpa, desbordes emocionales (ataques de llanto, rabietas, peleas) labilidad emocional (pasar de una emoción a otra casi sin motivo), aplanamiento afectivo (sentirse “congelado” emocionalmente), negación o minimización de lo que pasó, re experimentar lo sucedido.

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Efectos cognitivos: “Estar como en otra dimensión”, tener dificultad para dimensionar lo ocurrido, pensar, concentrarse, tomar decisiones (no es bueno tomar grandes decisiones en estos primeros meses), mala capacidad de memorizar cosas nuevas, flashbacks del evento (re experimentarlos como sueños, imágenes, ideas intrusivas), angustia de no poder vivir como normalmente (ojo: ¡es transitorio, volverá a ser como era!)

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YO AYUDO: ¿QUÉ HAY QUE SABER PARA TRABAJAR CON OTRO AFECTADO?

¿Qué NO hacer? No aconsejes, no te pongas de ejemplo, no enfatices en exceso lo positivo, no minimices lo que pasó, no hagas bromas al respecto, pero tampoco dramatices. No engañes al afectado (sé sincero siempre), no le permitas culparse, no te pongas a la defensiva (si estás incómodo, aléjate) ni te comprometas a cosas que los puedan hacer depender de ti.

“La estrategia sin la táctica es el camino más lento a la victoria. La táctica sin estrategia es el ruido antes de la derrota” (Sun Tzu)

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Siempre ten presente que quien tienes al frente es una persona normal enfrentando una situación vital devastadora y anormal, por lo que muchas reacciones son totalmente esperables. Ten un enfoque proactivo; acércate tú a ayudar, no esperes que vengan a pedírtelo. Sin embargo, ten claro que no va a hacer de psicólogo; no indagues en la vida del sujeto ni explores temas de los que no puedes ni debes hacerte cargo.

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Ante situaciones así de graves, todo lo que hagamos es una intervención. Ir a construir una casa o tener una conversación ahora no es como siempre, por lo que acá van algunas cosas que debes considerar cuando te relaciones con algún afectado.

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YO AYUDO: QUÉ SABER PARA TRABAJAR CON OTRO AFECTADO

NIÑOS

Con niños, el contacto físico es importante: si te tocan, abrázalos. Eso sí ten ojo, porque no todo niño (o padre) querrá abrazos, sobre todo si hubo daños físicos en su familia cercana. Recomiéndale a los papás que los acompañen. Reafírmale a los niños que ahora están seguros y a salvo (pero sin mentir: si preguntan, diles que habrá réplicas y que esto puede pasar en mucho tiempo más, pero que ahora irá siendo cada vez más suave y por eso las cosas ya están volviendo a ser como eran, pero que esto se va a demorar harto), y habla con ellos de manera simple sobre qué pasó, permitiendo que te cuenten su historia (no se las saques a tirones), que tengan pena por lo que sea y nunca minimices ni exageres. Fíjate en cuánto entienden, explícales qué pasó (apto para su edad). No les hables del miedo a futuro; dales tranquilidad, pero tampoco les hagas promesas que no podrás cumplir. Trata de que no vean las noticias, ya que no son aptas para niños en estos tiempos. No les digas que los muertos están felices en el cielo, porque puedes incitarlos a querer ir con esa persona; diles que es permanente y da pena, pero que es natural. Evita este tema si no sale del niño. Trata de mantener y fomentar que se mantenga su rutina; le dará seguridad. Por sobre todo, dales cariño, risas y esperanza; ellos sabrán mostrarte cómo.

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Toma en cuenta que muchos niños vieron a sus papás reaccionar alterados al terremoto, en muchos casos siendo primera vez que los veían llorar, gritar, correr. Dado que los padres son el pilar de seguridad de los niños, el verlos alterados los deja aún más vulnerables que el terremoto en sí. Esto es legítimo dado que sus padres son víctimas al igual que ellos, así que cuida no culpabilizarlos por esto sino explicar que es normal y que ahora las cosas están bien y mejorando de a poquito.

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Sus juegos y dibujos muchas veces giran en torno a la trama del desastre. La forma de procesar las emociones de los niños es el juego; permite que expresen qué están sintiendo.

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YO AYUDO: QUÉ SABER PARA TRABAJAR CON OTRO AFECTADO

ADULTOS

Actúa con calma y no mientas en la información. Cree lo que te digan. Normaliza (“es esperable que esté durmiendo mal/llorando/soñando esas cosas tras algo tan difícil”). Mantén una actitud serena, respetuosa, cordial y afectiva, pero firme; el afectado no necesita que llores con él, sino que le ayudes a superar ese llanto sintiéndose protegido y escuchado. Contrólate y predica con el ejemplo: si hay réplicas o algún incidente, protégete y mantente calmo. Por ningún motivo los juzgues, critiques, sermonees, contradigas o retes. Tampoco critiques la llegada de ayuda, el manejo del gobierno o te quejes.

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Ojo: no debes hacerte cargo de lo que sucede, recuerda que tú no eres especialista y no podrás solucionar sus problemas. Trata de escuchar sin sentirte obligado a responder o decir lo indicado. Una actitud acogedora puede ser más importante y sanadora que las palabras.

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En momentos como estos, no hagas como que nada pasó. Es importante conversar de lo que uno ha vivido, asumir que algo ha cambiado en nuestras vidas y así buscar lo mejor de nosotros para seguir adelante. No restar importancia a lo que se vivió, le haya pasado lo que le haya pasado a esa persona. Indica a la gente jerarquizas las necesidades y no tratar de resolver todo al mismo tiempo, porque sólo se sobrecargarán. Permíteles compartir contigo, contarte qué sienten, hacer cosas que los distraigan, sobre todo integrarlos en equipos donde puedan ayudar a su comunidad; esto es sumamente sanador a nivel individual y de comunidad, además que harán lazos contigo.

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YO AYUDO: QUÉ SABER PARA TRABAJAR CON OTRO AFECTADO

ADULTOS

El que acepta sufrir, sufrirá la mitad de la vida; el que no acepta sufrir, sufrirá durante su vida entera. Confucio

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Con ancianos, ten paciencia. No te muestres demasiado confiado, no trates de hacer cosas por ellos. Sé responsable en lo que escuchas: muchos se sienten solos y te pondrán de terapeuta, pero ese no es tu rol. Si notas que están muy solos, motiva a su familia a compartir con ellos.

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Trata de no conversar cosas privadas, y de tener conversaciones en grupos pequeños (no cinco voluntarios y un afectado). Si no te sientes preparado, evita hacerlo de modo gentil y dulce, pero no lo hagas si no quieres. Evita el “Me imagino lo que ha pasado” y reemplázalo por un “Debe haber sido terrible”. Sólo escucha y acompaña, míralo a los ojos, no interrumpas ni interrogues, habla tranquilamente, entiéndelo. Trata de rescatar sus recursos, qué hizo bien, qué cosas buenas tiene alrededor (“su familia se apoya harto”, “ud. es bien luchador”). Recuérdales que esto tomará al menos un año en volver a la normalidad y que todos reaccionamos en tiempos y formas distintas; es normal. No va a olvidarlo nunca, pero va a estar mejor lentamente. La calma y esperanza son contagiosas.

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YO ME AYUDO: CÓMO PROTEGERTE DE SER UN AFECTADO MÁS

“ Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan. Y que en cambio, con las penas pasa al revés: se achican.” (Mamerto Menapace)

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No te comprometas a tareas que no puedes o quieres hacer; tu rol es ayudar, no resolver la vida de los afectados. No te expongas a situaciones que no te corresponden (relatos o imágenes muy fuertes, falta de sueño, asistir a víctimas en áreas que no son de tu competencia). Sé muy honesto contigo mismo en tus capacidades y recursos, y siempre ten muy claro por qué y para qué estás ahí.

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Ten muy claro que como testigo de esta catástrofe, y sobre todo como voluntario, también puedes sentirte (y ser) víctima del terremoto entre lo que vives y te cuentan, por lo que puedes presentar signos de trauma. Lo más importante al momento de ayudar a otro es estar bien consigo mismo: ¡cuídate! Ten espacios para conversar de lo que te pasa con algún compañero, trata de tener un amigo con quien contar para tareas como ir a lugares, compartir la comida, datos, conversar. Escribe qué vas sintiendo cada día, mantente alerta a tu cuerpo y emociones, haz actividad física y técnicas de relajación. Cuida tus horas de sueño y patrones de alimentación, hidrátate y no te sobre exijas. Distráete y ten espacios sin trabajo (no comas planificando el día que viene; date tiempos), mantén contacto con tu familia.

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DECÁLAGO DE UN VOLUNTARIO POR ÁLVARO HIDALGO Y CARLOS VALDERAS

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Tú no eres Súper Héroe, tu familia te espera al regreso Estar tranquilo te ayudará a entregar tranquilidad Protege tu cuerpo es tú herramienta de trabajo “NO tienes otro” Antes de “entrar a picar” pedir PERMISO nuca está de más Ante la duda abstente, toma agua solo si está hervida Si no sabes, no improvises. No trabajas SOLO eres parte de un EQUIPO 7. Ábrete a escuchar, NO te limites a actuar 8. Una sonrisa de un niño vale más que mil media aguas 9. No minimices lo sucedido, es muy difícil que logres entender lo que sienten la personas, sí puedes escuchar. 10. Ante situaciones de rechazo, no intentar entender, solo registrar la situación 11. - Bonus-Cuida tu vocabulario eres un modelo a seguir 12. - Bonus- Ser voluntario es un regalo, no te pre-ocupes OCUPATE!!..

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PARA LA REFLEXIÓN (PERSONAL Y GRUPOS AL FINAL DEL DÍA) 31/03/2010 Amanda Cortés - FEUC; Loreto Campos DGE

“Soy como un pequeño dios. De mi decisión depende qué pueblo tendrá techo hoy. De la caja que yo dé, qué familia no pasará hambre y sed. Recojo las cenizas de Chaitén, despejo los pueblos de los escombros que los cubren. No tengo tiempo para mirar qué hay debajo; ni siquiera alcanzo a saber qué es lo que estoy levantando, qué hay en el polvo que muevo o si es que lo que mi pala agarra son ladrillos o papel y si ese papel es de las murallas o son cartas de amor. Pero dejo limpio y tengo que seguir, otro me necesita. Atiendo al herido silencioso, que no reacciona, porque corre más peligro; a mi lado otro gime de dolor, veo su fémur expuesto. Y cuando sus gritos y lamentos me cansan, me rindo con el que no me responde y voy a arreglar la pierna. Dejo atrás un cuerpo, y tengo que seguir al próximo; digo adiós a los parientes y no sé si lo que me mojó la cara eran lágrimas o sudor. Siento en mi cabeza puras explosiones, bombazos, alertas, sirenas. No logro hacer sinapsis con lo que ocurre, conectar una neurona con otra y guardar lo que veo, siento, huelo, respiro. Sólo reacciono ante una imagen y después cambio de frecuencia, busco una que me esté llamando y giro. Podré descansar y escuchar música cuando cese ese ruido ensordecedor. Cuando las pequeñas interferencias no sean tan fuertes como para sacudir mis tímpanos; hoy trabajo, mañana paro y duermo escuchando esas melodías. Pero hoy, debo correr.

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PARA LA REFLEXIÓN (PERSONAL Y GRUPOS AL FINAL DEL DÍA)

Amanda Cortés - FEUC; Loreto Campos DGE

Por Teresita Chubretovic

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Y llego a mi familia, me meto un pan a la boca (no ha habido minuto para más), saco mi ropa vieja para construir. Llevo prisa… Hasta que, mirando el suelo donde antes había enfermos, desechos y destrucción, distingo a mi tío enterrado, de rodillas a su viuda embarazada que llora y la casa de mi hermano. Mis piernas tiritan, mis párpados no se cierran, mi boca se seca y los bombazos pasan de mi mente a mi corazón. No puedo más que taparme la cara con las manos y esconderme, no puedo ni hablar, porque esto me toma entera. No sé cómo explicarte la vida que había en esos músculos, los asados, las cervezas compartidas, los abrazos; las reuniones entre esas paredes, las conversaciones que habían oído… Pero enjuago mi cara con la ayuda de alguien que me acaricia, y sigo adelante, a recoger todo lo que queda. Sin embargo, ahora todo está como en silencio, en duelo... Y yo misteriosamente llevo la cabeza alzada por una soga que desconozco; me aprieta, pero me levanta. Veo rostros, e incluso puedo advertir leves sonrisas agradecidas entre el sufrimiento. Ahora entiendo porqué Dios se hizo hombre, y compartió nuestra naturaleza en todo menos en el pecado. Y sí, ahora sé que no soy ni un dios, pero que mi modo de actuar debe ser el de un Dios verdadero, de ese que tomó una carne que sufre, una garganta sedienta y unos ojos que lloran. Por suerte, Dios ha sido Dios siempre, en la eternidad, y el tiempo no es tiempo en Él y no apura, y Su sabiduría es paz, y ha mirado con y desde ella todo lo que acontece. Por suerte yo no soy Dios, por suerte existe Él para completar y completarme.”

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PARA LA REFLEXIÓN (PERSONAL Y GRUPOS AL FINAL DEL DÍA)

“Sólo sanamos de un dolor cuando lo padecemos plenamente” Marcel Proust “Recordar es el mejor modo de olvidar” Sigmund Freud “Lo que una vez disfrutamos, nunca lo perdemos. Todo lo que amamos profundamente se convierte en parte de nosotros mismos.” Hellen Keller "Eres más consciente que antes de lo que es importante y lo que es trivial. Tu ser querido vivió, pero tú todavía estas vivo. ¡Vale la pena esperar al futuro!” H. David Thoreau

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“Únicamente aquellos que evitan el amor, pueden evitar el dolor del duelo. Lo importante es crecer, a través del duelo, y seguir permaneciendo vulnerables al amor. John Brantner

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“Que tus futuras alegrías no maten mi recuerdo, pero que mi recuerdo no mate tampoco tus futuras alegrías.” Foro “Vivir la pérdida”

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SEÑORES JEFES DE CUADRILLA, ¡PRESENTES!

Pon especial atención a la ausencia de un lugar dónde descansar, problemas en el suministro de agua y comida, ausencia de servicios higiénicos y de privacidad, problemas en su misión (ten previsto que algo salga mal y cómo reaccionarás ante esto), presión ocupacional (tener que cumplir con muchas tareas en forma rápida y oportuna: no exageres), bajas recompensas (los voluntarios en equipos son muy sensibles al reconocimiento social, es decir, a agradecer, felicitar, celebrar su trabajo oportunamente de modo verbal), ambigüedad en la función (sé lo más claro y directivo posible, pero nunca perdiendo lo democrático, abierto y tolerante) y la incomodidad y falta de preparación para tareas (respeta si alguien no sabe o no quiere hacer algo: ve cómo ayudarlo).

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Estas situaciones de emergencia generan violencia; se precavido. Evalúa posibles peligros y soluciones (derrumbes, asaltos, animales agresivos, lugares seguros en caso de réplica, vías de evacuación). Ya sabes lo que dicen: más vale prevenir que curar. Instruye a tu equipo para que nunca anden solos. Si hay réplicas, no salgan corriendo; predica con el ejemplo y dales calma, para que se la den también a los pobladores. Ten en cuentan que los más jóvenes son más propensos a problemas emocionales: cuídalos, no los expongas a tareas de alto desgaste emocional. Fomenta el contacto de tus voluntarios con sus familias. Mantente atento a posibles problemas entre compañeros, para prestarles un espacio civilizado de hablarlo abiertamente y resolver diferencias de forma sana; vivir en silencio en un clima poco grato será mucho peor.

31/03/2010

Como jefe, no sólo estás a cargo de las labores de construcción y gestión: los voluntarios también son tu responsabilidad. En situaciones así de especiales, es muy importante que tengas en cuenta lo siguiente para asegurar la mejor convivencia y que todos vuelvan a casa tranquilos, felices y habiendo dado lo mejor de sí a quienes más los necesitaron.

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SEÑORES JEFES DE CUADRILLA, ¡PRESENTES! 31/03/2010 Amanda Cortés - FEUC; Loreto Campos DGE

Distribuye sensatamente las tareas y planifica racionalmente. Premia la creatividad y proactividad de tu equipo. Delimita roles claros y hazles saber que estás disponible para cualquier cosa que necesiten. Si tienen dudas, sé honesto: no mientas. Te recomendamos que agrupes a tu equipo en parejas, cosa que durante el día se acompañen, se encarguen de ayudarse, conversen sus problemas; que siempre alguien se encargue del otro. Cuida los espacios de recreo: no hablen del terremoto. Para eso habrá instancias de desahogo, pero los espacios de distensión son sagrados. No consuman alcohol, demasiada azúcar ni exceso de cafeína por sus efectos en el sistema nervioso. Incítalos a escribir lo que sienten y contactar a sus familias. Cuida la higiene del lugar y de tu equipo; no olvides la situación sanitaria que está viviéndose, mantente atento a señales de enfermedad. Haz reuniones todas las noches para hablar temas del trabajo y también de cómo está siendo esta experiencia para cada uno. Usa los textos de reflexión; pueden ayudarte. Cuida las horas de descanso de tu equipo, como así también las de trabajo: van a ayudar a otros. Ojo con las fotos; para algunos pueden ser ofensivas, tengan aún más prudencia que cuando se va en voluntariados en épocas normales. Todo lo que ahora hagan es muchísimo más grande en su efecto. Por último, no olvides que eres un trabajador más; sé democrático y considérate digno de cansarte. Cuídate y busca el apoyo de gente de tu confianza en tus tareas; si tú estás bien, tu equipo funciona bien.

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SEÑORES JEFES DE CUADRILLA, ¡PRESENTES!

Aspecto cognitivo: dificultad para tomar decisiones, estado hiperalerta, confusión mental generalizada, desorientación en persona, tiempo o lugar, dificultad para nombrar artículos familiares, dificultad para reconocer a personas familiares, turbación, dificultad para el cálculo, concentración deficiente, tendencia a culpar a terceras personas, dificultad para mantener la atención. Aspecto emocional: reacciones fóbicas, pérdida del control emocional, reacciones de pánico, emociones impropias, pesar, tristeza, extrañamiento, violencia, actos antisociales, labilidad emocional, como llorar por cualquier cosa, explosiones de enojo, extrema hiperactividad. Aspecto conductual: cambio en la forma habitual de actuar, alejamiento, suspicacia, cambios en su comunicación interpersonal, cambios en las relaciones interpersonales, aumento o disminución del apetito, aumento en el consumo de tabaco o alcohol, estado hiperalerta, excesivo silencio, comportamiento inusitado.

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Aspecto físico: dolor en el pecho, dificultad respiratoria, presión arterial alta, arritmia cardiaca, señales de choque, deshidratación excesiva, vértigo, vómito excesivo, náuseas, malestar estomacal, temblor, sudoración profusa, diarrea, aceleración del pulso, dolores musculares, boca seca, alteraciones del sueño, sobresaltos, problemas en la visión, fatiga.

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Mucha atención con estas señales de afectación psicológica entre tus compañeros:

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¡CHILE LO RECONSTRUIREMOS ENTRE TODOS!

Loreto Campos Psicóloga Encargada Proyectos Estudiantiles DGE Vida Universitaria www.dgeuc.cl/vidauniversitaria [email protected]

ENVÍANOS TUS COMENTARIOS Y SUGERENCIAS PARA MEJORAR EL MANUAL “Usted se encuentra allí para ayudar a retirar los escombros causados por esta crisis y para desenterrar la fuerza vital que permanece oculta. Usted no es un miembro del equipo de rescate que deba salvar al individuo. Es una mano extendida para ayudar a estas personas perturbadas a recobrar su equilibrio y a continuar adelante por sí mismos.” Bloch & Wainrib

Amanda Cortés - FEUC; Loreto Campos DGE

Amanda Cortés Psicología UC Vocalía Responsabilidad Social FEUC 2010 www.feuc.cl [email protected]

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Mucho éxito en esta hermosa labor. Si tienes dudas, no dudes en contactarnos a través de la DGE o de SOS UC (FEUC).

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