Matrimonio y Familia: Vale la pena?

Matrimonio y Familia: ¿Vale la pena…? Una perspectiva bíblica Lic. y Mgter. Alberto Guerrero Presentación: Hay una fuerte realidad de deterioro sobr

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EL MATRIMONIO EN LA FAMILIA MUDÉJAR VALENCIANA
EL MATRIMONIO EN LA FAMILIA MUDÉJAR VALENCIANA Por MANUEL RUZAFA GARCÍA Universitat de València La minoría islámica ofrece al investigador actual amp

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Matrimonio y Familia: ¿Vale la pena…? Una perspectiva bíblica

Lic. y Mgter. Alberto Guerrero

Presentación: Hay una fuerte realidad de deterioro sobre el matrimonio y la familia que se aprecia en la sociedad en general y desde los medios en particular que, para quienes fundamentan su existencia desde un modelo bíblico y cristiano, se sienten superados y angustiados ante los procesos de formación y las ofertas que se les hace a los adolescentes y jóvenes. Lo más perverso y retrógrado, se instala como lo más lógico y natural. ¿Cómo luchar desde la familia y la iglesia ante semejantes propuestas y no sentirse solos y descolocados? En las actuales circunstancias en la que se desenvuelve la sociedad, se hace imprescindible facilitar una mejor comprensión del ser pareja y familia desde el pensamiento de Dios, es decir, desde una perspectiva bíblica. Si se desean cambios profundos sobre el tema, es imprescindible incursionar en el tema y no creer que se supera mirando para otro lado, o creer que no tiene consecuencias trágicas. Cualquiera haya sido la experiencia vivida, todos pertenecemos a una familia y estamos involucrados con ella en un sentido beneficioso o no tanto. No se deja de reconocer que esta generalidad incluye experiencias no muy felices, pero aun muchos de los que han tenido vivencias frustrantes procuran hacer esfuerzos para no reproducirlas, y aún la ausencia de familia es en sí una experiencia a tener en cuenta. Lo relevante y fantástico empieza por comprender que la familia es el espacio para la ‚gestación y desarrollo de personas‛. En expresiones más didácticas, es el lugar para nacer, crecer y desarrollar integralmente a una persona, y ha tenido que ver, y tendrá que ver, con toda la historia de la humanidad. Nuestra salud depende en gran medida de nuestra historia personal y familiar. Si la salud tiene que ver directamente con la de nuestra familia, entonces este asunto debe ser una prioridad para toda pareja, comunidad, iglesia, sociedad y nación. En este espacio se propone analizar conceptos a partir de las Escrituras, procurando recuperar contextualmente el pensamiento de Dios. Esto implica un esfuerzo para tratar de tomar distancia, o menguar la influencia e incidencia de diversas interpretaciones forzadas que, cultura mediante, se instalaron a través del tiempo como verdades bíblicas dogmáticas e indiscutibles. Estas interpretaciones, muchas veces cargadas de ignorancia y prejuicios, no sólo marcaron las matrices de personas y familias sino también de sociedades enteras. Baste mencionar el machismo y sus efectos dentro de la misma familia y la sociedad, sin excluir a las iglesias que han actuado instalando conceptos dentro de la propia vida de las familias y comunidades utilizando algunos textos bíblicos para justificarlo. La idea es despertar el interés en los matrimonios para que generen ‚un taller de formación de y para la vida‛. ¡Si un ‚taller‛ donde se diseña, se gesta, ‚construye‛ y desarrolla a una persona! La gran idea es de Dios. ¡Qué mejor que ‚construir‛ una criatura (personita) desde que comenzó a respirar, pasó a mamar y siguió desarrollándose con lo mejor de la vida: Dios y sus padres…! Algunas preguntas para reflexionar:

-¿Existe el concepto de constituir parejas para completar el desarrollo como personas? -¿Habremos entendido bien el proyecto de Dios para la pareja y la familia? -¿La imagen que nos llegó o hemos apropiado está cargada de preconceptos? -¿No habrá que revisar qué es lo que se construyó en nosotros para no repetir errores? -¿Dónde se forman los constructores de ‚personitas‛? -¿Acaso formar ‚personitas‛ y acompañarles en la formación integral no es evangelizar? -¿Por qué los padres no sienten autoridad para hablar de determinados temas con sus hijos? -¿Por qué la sociedad y los líderes eclesiásticos se resisten tanto a trabajar estos temas? -¿Qué problemas no resueltos de los líderes podrían explicar dicha resistencia? -¿Por qué hay tan pocos programas de formación y prevención sexual en las escuelas y las iglesias? -¿Por qué hoy continúa un fuerte machismo en casi todos los espacios sociales? -¿No será que sigue importando más la cantidad que la calidad? Página 1 de 22

Estos y muchos otros interrogantes podrían servir como disparadores para la reflexión personal y el diálogo en los distintos ámbitos, especialmente en las iglesias. La propuesta de este documento es guiar la reflexión en la búsqueda de los valores bíblicos respecto del matrimonio y la familia. Esto permitirá analizar el ideal que se plantea al ser humano, hombre y mujer. Al hacerlo, no se podrá evitar una confrontación de la propia realidad con el ideal de referencia. Queda librado a cada uno el compromiso personal que asuma, cualquiera sea su rol familiar: padre o madre, esposa o esposo, hijo o hija, etc. Al avanzar en el estudio, se podrá observar de dónde pueden provenir aportes y valores para ayudarnos a superar muchos de los conflictos que se presentan en nuestra sociedad actual. Al profundizar en el mismo estudio, será relevante el claro desafío que tienen las comunidades cristianas y la sociedad de pronunciarse a favor de la propuesta bíblica en una búsqueda genuina de estos valores. El estudio de estos temas, por un lado permitirá pensar en la propia condición actual, pero por otra parte, la certeza de que se comprendió el contenido de este estudio y se auto verificará en la medida que genere un crecimiento personal y de pie al inicio de una transformación. Índice:

Presentación Introducción al estudio MATRIMONIO Y FAMILIA A. Análisis Bíblico de Génesis 1.26-28 B. Análisis Bíblico de Génesis cap. 2 C. Las ideas principales de Génesis 3 D. Referencias en el Antiguo Testamento a. La familia en el Antiguo Testamento b. La trascendencia del padre c. El shemá E. Referencias en el Nuevo Testamento a. La familia según Jesús b. EL pensamiento paulino sobre la mujer en 1ª. Corintios 1) Las conflictivas referencias paulinas sobre la mujer 2) El velo (1 Co. 11.2-16) 3) Calle en la iglesia (1 Corintios 14.34-36)

F. Lo particular en la Iglesia de Éfeso a. Carta de Pablo a la Iglesia de Éfeso: La idea del ‚sometimiento‛ [Ef. 5.21-23] b. Cartas a Timoteo 1) No enseñe (1 Timoteo 2.11-15) 2) La participación de las mujeres en la iglesia

G. Los Códigos Domésticos H. La familia extendida REFLEXIÓN FINAL

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Introducción al estudio Al introducirnos en el tema, se procurará dejar de lado algunos preconceptos, permitiendo que la Escritura hable por sí misma. La mayoría de los trabajos sobre la fundamentación bíblica de la pareja y la familia parten del análisis conceptual de los tres primeros capítulos de Génesis. Aunque esto es sumamente muy relevante y fundamental, es imprescindible revisar qué pasó a partir de esta enseñanza tanto en la vida cotidiana de las personas como en la sociedad que se dice cristiana en sus distintas expresiones. En opinión del investigador del tema, las discusiones de los tres primeros capítulos de Génesis que se han presentado durante los últimos casi 200 años, frecuentemente han desviado el sentido y significado de estos textos. Se han radicalizado posiciones alrededor de fechas, el origen del hombre/mujer, la creación, lugar del hecho, si se desciende del mono o no, si hay una explicación científica a todo este fenómeno, y muchas otras ideas más que ocuparon mucho espacio en las bibliotecas con sus posturas dogmáticas. Lo primero que el lector debe tener en cuenta es que los relatos bíblicos no pretenden ser de un orden científico, no explica el cómo, y mucho menos con un vocabulario técnico, pero si es un relato teológico. Una metáfora teológica que se enriqueció a partir de Moisés (profeta y maestro), que creció desde las mismas experiencias, y que tuvo por objetivo principal establecer en pueblo de Dios de todas las épocas: ¡quién es el Creador y quién el creado! En el relato se incluye que es el Creador quien va a la búsqueda del ser humano (macho y hembra hechos a su imagen y semejanza y en absoluta igualdad de derechos y obligaciones, con las particularidades propias de sus roles) a fin de tener una relación personal e íntima. ¿Qué pide Dios a cambio? Una obediencia que se gesta en el diálogo y la enseñanza, en un clima de afecto y amistad, que debe ser oída para transformase en una obediencia reflexiva, no ciega ni torpe. ¿Qué camino escogió Dios para mostrar su ‚proyecto‛ [logo,j ], su ‚idea y sueño‛? Tomó una pareja y presentó en un sentido metafórico su expectativa de vida para las parejas sucesivas y por ende a la familia/familias. Este ‚sueño‛ o ‚proyecto‛ nunca cambió, aun hoy está vigente de manera desafiante. Por otra parte, el recorrido de Dios a través de la historia siempre partió de la elección de una familia. Ésta era seleccionada para mostrar Su proyecto para el matrimonio, la familia, el clan y la tribu, y aun la inserción en la sociedad. Es el caso de Noé, y más tarde se verá con claridad en Abraham. El relato bíblico da importancia al concepto y no al hecho de una pareja en términos literales. Adán y Eva reflejan un proceso de inicio conceptual e ideal en desarrollo, en el cual la idea o pensamiento del creador respecto de la pareja y la familia, está en gestación. ¡Esto es el fundamento de lo que quiere Dios…! La señal es clara respecto de lo que Dios quiere desarrollar. Es una propuesta de vida con conceptos y valores que tienen vigencia aun en el presente siglo, en plena postmodernidad, y vez otra vez, la Biblia mostrará que ése es el ámbito por excelencia desde donde Dios trabaja. Luego, las distintas circunstancias históricas de Israel, por ejemplo: el éxodo, la monarquía, la división del reino, la diáspora y aun el período sapiencial, estuvieron ligados a la revisión permanente de la pareja y la familia. Así seguirá hasta en los Evangelios, en los cuales Jesús reafirma los valores de la creación y en especial del ser humano, de la mujer y de los niños… La Iglesia primitiva, en su desarrollo, no pudo evitar revisar estos valores de cara a la sociedad romana. En especial es el apóstol Pablo quien genera un diálogo entre el Antiguo Testamento y las enseñanzas de Jesús. Su aplicación se produce en un entorno social que asume relaciones y roles muy distintos de los que proponía el cristianismo, como, por ejemplo: los hábitos relacionados con la prostitución pagana. Esto ha de llevarnos a considerar con sumo interés la relación hombre-mujer en la Biblia y cómo se plantea y se reinterpreta la misma, no sólo como se planteó en el primer siglo de la era cristiana sino en los siglos siguientes: en la Edad Media, en la Reforma, en las iglesias surgidas durante la misma, y hasta nuestros días. Una palabra sobre la fidelidad. La máxima experiencia de fidelidad es justamente en el marco del matrimonio. Proverbios 5.18 señala: ¡Bendita sea tu fuente! ¡Goza con la esposa de tu juventud! Entre esos textos que estimulan la vida del matrimonio hay muchísimos más textos que advierten sobre la infidelidad y señalan de manera muy enérgica sobre las frustraciones de dejarse arrastrar por las tentaciones sexuales. El creyente es desafiado a observar con atención la constitución de la pareja y la construcción de la pareja a través del tiempo y de los cambios que vivir produce. Muchas ideas y prácticas fueron transformándose con el correr del tiempo y gran parte de ellas no terminaron de resolverse todavía. Por ejemplo, le ha costado veinte siglos a la humanidad, y al mundo cristiano abrirse a una discusión sobre el rol de la mujer. A riesgo de ser sinceros, este debate sobre lo que Dios planteó en los orígenes y lo que ocurre en la realidad, respecto de que ambos sexos son imagen y semejanza de Dios con los mismos derechos y responsabilidades, aun no se ha producido, y en muchos sectores todavía persiste Página 3 de 22

el interés en que no se produzca, incluso y lamentablemente en el mundo cristiano, que no queda exento y no tiene excusa para ignorar el pensamiento de Dios. Hoy, asistimos a un desdibujamiento de los roles tradicionales que genera confusión. Entre otras cosas, hallamos una fuerte desvalorización de las personas y de los conceptos de pareja y familia. Hay un fuerte hedonismo que se proyecta al poco interés por tener ‚parejas estables‛, y un número creciente de adolescentes carentes de referentes serios, dignos de imitar, razón por la que responden a los modelos que producen los medios de comunicación, especialmente la TV, Internet, que por otra parte son las que están definiendo los modelos actuales y aberrantes de pareja y familia. Se tratará pues, de investigar algunos textos para descubrir la propuesta bíblica para recuperar el valor de la familia como célula fundamental de la sociedad. En realidad es un comienzo, pues el tema no se agota en este trabajo ni en otros muchos, pues estamos ante una sociedad con una dinámica propia a ser enfrentada. Un último párrafo que puede ser muy útil. Es de máxima importancia reconocer que en este tiempo contamos con muchísima más información en ciencias bíblicas, idiomas bíblicos, antropología, arqueología, historia, sociología, etc., que siquiera hace 30 o 40 años. Hoy contamos con herramientas de investigación que muchos de los profesores e investigadores hace 30 años hubieran querido tenerlas. Esto marca una diferencia substancial presente en las últimas décadas, y que debieran motivarnos a valorarlas.

MATRIMONIO Y FAMILIA

A. Análisis bíblico de Génesis 1.26-28 1.

Al leer Génesis 1.26-28, se nota que primero se habla del ‚ser humano‛, y luego se establece que su identidad se representa en los términos complementarios de ‚macho y hembra‛. 2. Se afirma que ambos son creados a imagen y semejanza de Dios. 3. Se observa en el texto el decir del Creador a los creados. Cuando comparamos la traducción de Gn. 1.22 con 1.28 se observa que: 1.22 Y bendijo a ellos Dios diciendo… [ordenando que se haga] 1.28 Y bendijo a ellos Dios, y dijo a ellos Dios… [diálogo] En la creación de los animales marinos no hay diálogo, pero en el v. 28, sí lo establece solamente con el hombre y la mujer, a quienes deja una expresión en imperativo cargada de responsabilidad: Sean

fructíferos y multiplíquense… Ampliando significados:  Fructificar es la traducción de la palabra hebrea pārāh que incluye la idea de madurar, crecer, ser adultos; desarrollarse y lograrse como personas. Este concepto proyecta la oportunidad que el ser humano tiene de ‚ser‛, llamándolo a asumir su propia responsabilidad de auto construir ese ‚ser‛, pero también, al estar en plural, incluye mi responsabilidad respecto del otro/a. O sea, todo ser humano asoma a la vida con la posibilidad de tener parte responsable en su propia ‚construcción‛, tanto en lo psíquico, como en lo social y en lo espiritual, pero no se agota en sí mismo, sino se extiende al otro/a.  ‚Multiplicar‛ en hebreo rābāh, lleva la idea de reproducción. Sin embargo, dice mucho más que simplemente ‚engendrar hijos‛. Incluye también la idea de desarrollar vínculos a nivel familiar que se proyecten en una sociedad en formación. Tiene que ver fundamentalmente con la incorporación de relaciones nuevas entre personas. Al llegar los hijos, aparecen relaciones que se proyectan incluso más allá de la familia nuclear. Página 4 de 22



Debe entenderse que las palabras en hebreo no implican conceptos cerrados; por el contrario, unas ideas se van integrando con otras y, en buena medida, el contexto es el factor que permite reconocer la extensión de los significados. Por ejemplo, en Job 35.6 se encuentra la misma palabra rābāh : si multiplicas tus faltas… En este caso no se refiere a una cantidad sino a las consecuencias emocionales, psíquicas y espirituales, e incluso sociales. Esto muestra que el significado del verbo se integra con el contexto.

B. El análisis bíblico de Génesis 2 1. 2. 3.

4.

5. 6.

7.

En este cap. surge la imagen del Dios alfarero [el verbo es ‚formador‛ (‫ )יצר‬y el sustantivo ‚alfarero‛ (ver Is. 43.1 y Jer. 18.2). Es una acción donde Él se toma su tiempo y da la forma final. En cuanto a la creación tan especial de la mujer, sirva la opinión de Meter Lombard, quien alrededor de 1157 escribió en su Book of Sentences: ‚Eva no fue sacada de los pies de Adán para ser esclava, ni de la cabeza para ser su ama, sino de su costado para ser su compañera‛. También aparece, respecto a la pareja, la importancia de ser mutuamente ayuda idónea. Entiéndase que al hacer a la mujer ayuda idónea (`ezer kenegdo) no implica subordinación; `ezer se utiliza 21 veces en el Antiguo Testamento, y 15 específicamente se refirieren a la ayuda que Dios dirige a personas, y en ninguna de las ocasiones permite concluir que Dios se subordine a ellas. Por su parte, kenegdo significa ‘frente a’, ‘correspondiente a’, ‘al lado de’, ‘adecuada a’. Comunica pues, la idea de igualdad y complementación1/2 . El carácter recíproco establece que, si bien el hombre y la mujer alcanzan su ‘plenitud’ a través del matrimonio, cada uno es una persona completa en sí misma única e irrepetible. La descripción de la mujer como ezer kenegdo no señala a la mujer como inferior, sino a la relación mutua entre dos personas que fueron creadas donde la acción es recíproca, por lo tanto la ayuda idónea es en ambas direcciones procurando construir esa complementariedad. La fuerza de este texto está en la complementariedad y en la reciprocidad que debe existir en la pareja. (Se sugiere ampliar los conceptos de ‚complementariedad‛ y ‚reciprocidad‛). El dejar padre y madre señala la necesidad de una madurez apropiada que permita desarrollar nuevos vínculos, y dicha madurez lograda en su núcleo familiar primario, permitirá a la persona establecer dichos vínculos en el núcleo familiar que ha de construir. Se observa que no dice ‚abandonar‛, es tomar la distancia que permita establecer los nuevos vínculos sin interferencias. La idea se completa con tres verbos (más tarde los usará Pablo en Ef. 5.31): dejarán, serán y se unirán, la secuencia cronológica más sana. Hombres y mujeres son iguales, pero no idénticos. Tienen diferencias fisiológicas y psicológicas que les permiten complementarse de acuerdo con las características propias de su sexualidad. Sin embargo, no podemos ser acríticos respecto a los estereotipos propios de nuestra cultura, como tampoco no se puede suponer que cuando Moisés bajó del monte con las tablas de la ley trajo definidos los roles del hombre y la mujer. Probablemente, lo que más cuesta comprender es la realidad de ser ‚iguales pero diferentes‛. Dada la igualdad del hombre y la mujer (por creación y en el pensamiento del Evangelio), queda descartada toda posibilidad de un sexo inferior al otro. Sin embargo, su complementariedad también descarta toda posibilidad de considerarlos idénticos, pues ambos deben reconocer sus diferencias sin tratar de usurpar el rol distintivo del otro; por el contrario, deben respetarse, aceptarse e incluso trabajar las particularidades juntos para que se reafirme en ambos la complementariedad y la reciprocidad. La intención original de Dios para la pareja fue el compañerismo, el cual fue remplazado más tarde por un modelo jerárquico derivado de la cultura de Israel y sus vecinos.

C. Las ideas principales de Génesis 3 1.

Después de releer el texto, se observan algunas ideas interesantes. La tentación se dirige a la suficiencia humana. El saber todo y prescindir de los demás y excluyendo a Dios mismo no es un problema sólo de Adán y Eva. Por eso la tentación se dirige a ser como Dios, saber todo y manejarse con sus propios criterios, definiendo uno mismo qué es lo mejor y más placentero. Esto está representado con el árbol del conocimiento del bien y del mal, frase que representa la idea de ‚saberlo todo‛. 2. Este ‚saber todo‛ permitiría independizarse de Dios. Ésta es la propuesta de la serpiente en el v.4 cuando les dice: Cuando coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y llegarán a ser como Dios, conocedores del bien y del mal [todo].

1

Voth, Esteban; Génesis; Ed. Caribe; Miami; 1992; pág. 79

2

Von Rad, Gerhard; El libro de Génesis; Ed. Sígueme; Salamanca; 1977; pág. 98-99

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3. 4. 5. 6.

Esta situación es una constante que se repite en todas las personas. Hay etapas en la vida, fundamentalmente en la adolescencia, cuando se cree saberlo todo. Más tarde, la vida nos muestra poco a poco que la sabiduría tiene un costo muy alto, y un requisito imprescindible, es la humildad. Luego de la decisión de cada uno, la primera emoción fue la vergüenza. Habían fallado… La desobediencia y el error hizo que algo muriera. Lo que en realidad conocieron fue su propio estado de enajenación. Ya no estaban en condiciones de hablar cara a cara con Dios. Por eso surgió el miedo y la frustración. La ruptura de la intimidad instaló la desconfianza en la pareja. Hay un ‚yo no fui‛ de ambos, y una clara transferencia de culpas al otro. Se hace presente la descalificación. Ya no eran fieles el uno al otro. Hay tres preguntas fundamentales y existenciales: Preguntas actualizadas

Génesis

a. 3.9

¿Dónde estás?

b. 3.11 ¿Quién te enseñó? c. 3.13 ¿Qué has hecho?

-¿Estamos donde teníamos que estar? -¿Crecimos… decrecimos…? -¿Qué hemos elegido aprender? -¿En qué hemos puesto nuestros intereses? -¿Podemos analizar nuestros aciertos y desaciertos?

Estas tres preguntas existenciales dirigidas a la primera pareja siguen teniendo vigencia para cualquier otra pareja en cualquier etapa de su matrimonio. Quienes sean capaces de contestárselas con cierta periodicidad, encontrarán riqueza y respuestas de vida. Sin embargo, es importante responderlas con autenticidad y con el deseo de construir.

D. Referencias en el Antiguo Testamento Según el relato bíblico, a partir de la caída, la mujer se transformó en un objeto para poseer, controlar y abusar y su función se limitó a tener hijos y criarlos, por lo general con una carga de valoración social negativa. El resto del libro de Génesis no hace más que mostrar algunas situaciones de inmoralidad y desviaciones:  La expresión del capítulo 6: Los hijos de Dios es una clara referencia a los antecesores de la genealogía judía; tomaron no quiere decir que se casaron sino que poseyeron a las hijas de los seres humanos, en una clara referencia a hijas de no judíos, que eran hermosas. Note en el mismo capítulo que se establece la diferencia entre los hombres con una permanente inclinación al mal, y Noé, quien era un hombre justo y honrado entre su gente, es decir, tenía una familia en orden, porque vivía agradando a Dios.  En el capítulo 19 tenemos el relato de los ángeles que visitan a Lot. En el v. 5 se detalla que los hombres de la ciudad de Sodoma vinieron a buscarlos para acostarse con ellos. Lot se muestra dispuesto incluso, a dejar en manos de estos hombres a sus dos hijas vírgenes para que hagan con ellas lo que les plazca. Todo el relato tiene un dramatismo extremo. Al fin del capítulo se relata cómo actúan las hijas vírgenes para obtener descendencia del padre.  El capítulo 38, refleja con mucha claridad el tema del onanismo (Onan) y también la responsabilidad de levantar descendencia de las viudas. Nótese con qué libertad Judá se consuela con una ramera (v. 15ss.).  Por su parte en el capítulo 34 se describe la violación de Dina, quien luego es amada por su violador Siquén. La situación provoca que sus hermanos gesten una venganza cruel. Otra experiencia es la que se encuentra en 2 Samuel 13. Es la relación entre Amnón y Tamar, hermanastros. Amnón siente una fuerte pasión y deseo por ella y bajo el consejo de un amigo llamado Jonadab finge estar enfermo y pide que su hermanastra lo atienda. Cuando quiso infamarla, ella le pide que no la humille pero Amnón igual la viola. La tragedia se instala luego pues él termina por odiarla y la pobre Tamar sólo atinó a alejarse del lugar llorando y arrojándose ceniza sobre su cabeza… Partiendo de estas reflexiones bíblicas, se puede afirmar que los conceptos sobre la pareja fueron claros desde el principio, pero no siempre fueron aplicados. ¿Por qué? Si se observa la situación hoy en un contexto de sociedad que se considera ‚cristiana‛ dichos valores permean a la sociedad, se declaman conceptos cristianos y, Página 6 de 22

sin embargo, tampoco se puede garantizar que los mismos se cumplan. En rigor, lo que se reconoce es que cada generación tiene su propia lucha con estos conceptos y en buena medida es clave lo que se vive en familia y como ésta forma a sus hijos. Todas las experiencias mencionadas en Génesis, son más que relatos de la realidad. No tenían la enseñanza bíblica como se tiene en la actualidad, incluso el relato creacional, el cual tampoco hubieran podido leer. Veamos un gráfico que puede ayudarnos a ubicar los abismos temporales de los que estamos hablando: Relato de Génesis presentado por Moisés

Creación

2000

1300

Patriarcas

Moisés

1000 David

0

2000

Jesús

Con la presencia de Moisés, el profeta-maestro, y la consecuente formación de Israel como pueblo se retoma el concepto de la familia y sus responsabilidades. No obstante, a pesar de que ahora tenían el relato de la creación de boca del propio Moisés, el maestro, y por otra parte al sacerdote Aarón instalado en su rol, el pueblo de Dios se desvió de estos conceptos, y se comportó de manera permisiva con estas normas respecto de las sociedades vecinas. Todo esto condujo al deterioro de los valores señalados en la Creación.

a. La familia en el Antiguo Testamento Lo que hoy se llama ‘familia’ tiene poco que ver con las expresiones de la época bíblica: “El grupo social llamado „familia‟ se encuentra presente en todas las culturas desde los tiempos antiguos hasta los contemporáneos. Científicos sociales han estudiado los diferentes pueblos alrededor del mundo que parecen coincidir en la observación de que „en toda sociedad conocida, casi cada persona vive sumergida en una red de derechos y obligaciones familiares‟. El término describe una diversidad de realidades sociales desde la red extensa de parientes –que se encuentra especialmente en sociedades agrarias- hasta la familia contemporánea y sus variantes, peculiar de las áreas urbanas e industrializadas del mundo.”

Las funciones que normalmente se le atribuye a la familia en la Biblia tienen que ver más con el concepto de ‘clan’, como una familia extendida, y de ‘tribu’ como la integración de los clanes. Esto no es extraño pues en la raza humana han existido primero grupos sociales más extensos que la familia nuclear. Recién cuando las comunidades crecieron, los clanes y las tribus fueron dando lugar a las familias extendidas. Hay que tener en cuenta que la familia nuclear tal como se la conoce hoy, toma su forma a partir de la revolución industrial. Por supuesto el núcleo íntimo ya existía, pero fuera de la familia extendida no se consideraba que solo la pareja y los hijos fueran familia. No hay en el Antiguo Testamento un término para el concepto actual (nuclear) de familia, donde estén representados el padre, la madre y los hijos e hijas. La palabra bayit ‘casa’ se refería más bien a un grupo de personas y más tarde probablemente a la vivienda [ver 1 Crónicas 13.14; 2 Crónicas 35.5-12; Salmo 68.6]; a veces se usaba para referirse a un grupo más numeroso de personas (Isaías 5.7). El término mishpahah es el que se traduce con más frecuencia como familia, aunque se usaba preferentemente para clan. El matrimonio llega a ser un medio para prorrogar la vida, perpetuarse uno mismo a través de los hijos; por eso el fin del matrimonio es la procreación, y la mujer estéril desespera por no poder cumplir con ese deber (Génesis 30.1, 22-24). Además, eran abundantes los casamientos entre parientes (Génesis 24), y fue necesario fijar cuidadosamente los grados de consanguinidad que impedían el matrimonio (Levítico 18). También existía para los hombres la obligación de casarse con la viuda de un hermano para levantarle descendencia, es decir, para que el nombre de su hermano no desapareciera. Dicha práctica, en realidad tenía que ver con la subsistencia de la viuda (Deuteronomio 25.6; Ruth 4). En Israel no se veía con buenos ojos el casamiento con extranjeras, especialmente a partir de Esdras y Nehemías, a mitad del siglo 5 a.C. La vida sexual estaba fuertemente disciplinada. Debía interrumpirse durante la menstruación (Levítico 15), por el parto (Levítico 12), o por el culto (1 Samuel 21. 1-6). Todo lo que fuera Página 7 de 22

relaciones sexuales extramatrimoniales estaba absolutamente prohibido a la mujer casada, pero había algunas libertades para los hombres (Deuteronomio 22; Éxodo 22.16-17). De acuerdo con Deuteronomio 24.1-4, el marido era el único que tenía derecho a dar carta de divorcio. Este texto originó grandes discusiones entre los doctores de la Ley. Sin embargo, había algunas restricciones que conviene saber: 1. El repudio era posible sólo si el matrimonio se había contraído con consentimiento. El hombre sólo podía repudiar (darle carta de divorcio) a la mujer si era su esposa legítima y si había hecho algo ‚indecoroso‛. 2. Una mujer repudiada podía volver a casarse, pero no con su primer marido ni con un sacerdote. Estas simples restricciones muestran que ya en el Antiguo Testamento el divorcio era considerado como algo anormal. Respecto al hecho que los patriarcas tenían más de una esposa, pregunta que siempre aparece, sencillamente se debía a que respondían a las costumbres sociales de sus vecinos. Una familia de aquellos tiempos incluía el esposo, las esposas, sus hijos y las concubinas con sus hijos, pero también los hijos casados, las nueras y los nietos. Lo normal era que al casarse un hijo, su esposa viniera a vivir con la familia del esposo. Por supuesto, no faltaban los esclavos y sus hijos nacidos bajo el mismo techo; podía incluso haber extranjeros y tal vez otras personas que estaban bajo la protección del jefe de la familia.

b. La trascendencia del padre El término ‘padre’ (‘ab) se usaba también para referirse al abuelo y a veces a los antepasados, e incluso a hombres que gozaban de mucho respeto. De más está decir que el padre cumplía funciones sacerdotales, vigilando las relaciones de la gente de su casa con Dios. No se puede soslayar el libro de Deuteronomio en lo referente a este tema. Hay una aceptación general respecto de la autoría del libro, que índica que si bien su contenido proviene del pensamiento mosaico, su forma final la adquiere más adelante. En Deuteronomio se refleja un fuerte deseo de modificar los conceptos que han sufrido desviaciones a través de los tiempos. Este libro es un conjunto de muchas y variadas piezas de tradiciones literarias que se fueron recogiendo e integrando desde el éxodo, siguiendo con la división del reino y la crisis en el reino del norte (hasta el 722 a.C. que cae Samaria), pasando por la reforma de Josías (622 a.C.) hasta llegar al exilio. En cada uno de estos momentos el Deuteronomio recogió estas huellas. En este libro aparecen las palabras que el Señor (Dios) dirige a un nuevo Israel con seis a siete siglos de historia detrás. El gran valor del libro radica en que toma la Palabra de Dios hablada a una antigua generación con sus tradiciones y la actualiza para un nuevo pueblo, una nueva nación. Por eso aparecen concentrados en él los elementos básicos de la teología del Antiguo Testamento.

c. El shemá ‘El shema’, oye, escucha (Deuteronomio 6.4-9), es un texto que atraviesa todos los temas referidos a la familia: i.

“Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor.

ii.

Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas [Jesús agregó “mente” – Mt. 22.37]

iii.

Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando.

iv.

Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.

v.

Átalas a tus manos como un signo; llévalas en tu frente como una marca;

vi.

escríbelas en los postes de tu casa y en los portones de tus ciudades.”

Se expresa que el pueblo debe amar a Dios en una substancial unidad de corazón, lo que representa el punto de partida de toda justicia social y, como consecuencia el fundamento teológico para estructurar una sociedad igualitaria. Esta unidad es lo que le permitirá a Israel ser el pueblo de Dios. Sin embargo, este sentido de unidad no elimina la responsabilidad individual. Recitar cada uno el shema implica una responsabilidad asumida y que no le fue impuesta. Página 8 de 22

Cuando el texto habla de ‘corazón’, ‘alma’ y ‘fuerzas’, es simplemente una manera de abarcar la totalidad del ser humano, y aun todo lo que tiene, pues la palabra utilizada para ‘fuerzas’ representa todo lo que uno posee, incluyendo las capacidades, dones, familia, etc. ¿Por qué hay tal fuerza en el texto? Justamente, porque el libro de Deuteronomio reconoce la permanente tendencia del pueblo a la desobediencia. Ni el individuo, ni la familia, ni la comunidad podían olvidar que el centro de su vida era Dios. En el texto se aprecia que las responsabilidades son para todo Israel, pero su realización en Israel comienza con el hombre (sacerdote de la familia), y por eso dice: tu corazón, tu casa, tus hijos, siendo extensivo a los hijos en todos los momentos de la vida. Luego se dirigirá al pueblo al hablar de los portones. En este texto hay un balance de responsabilidades entre la comunidad y el individuo, y el hogar es el eje de dicho balance.

Edesio Sánchez incluye el siguiente cuadro:3

Recepción de la enseñanza

Escucha… estas palabras (vv. 4-6)

Puesta en práctica de la enseñanza:

Ama al Señor… (v. 5)

Apropiación de la enseñanza

Quedarán en tu memoria (v.6 NBE)

Transmisión de la enseñanza

Incúlcaselas a tus hijos (v. 7)

Repaso de la enseñanza

Háblales de ellas… átalas… escríbelas (v. 7-9)

Aquí aparece un entretejido del qué y el cómo, es decir, del contenido y el proceso de la enseñanza. También se encuentra: -el sujeto que emite: los padres -los receptores: los hijos -el contenido: estas palabras -el lugar: el hogar -el tiempo: toda actividad -la forma: el diálogo escrito u oral El mismo autor coloca un su libro ‚Deuteronomio‛ un subtítulo que lo dice todo: ‘El hogar, iglesia doméstica’. Sin duda, Sánchez nos ofrece un concepto que sintetiza radicalmente el pensamiento del Deuteronomio. Si los creyentes tuviéramos hoy incorporada esta concepción, se produciría un efecto transformador tanto en la iglesia como también en la familia y en la sociedad, y ambos espacios se integrarían. En general, los conceptos que subyacen en la sociedad y en las congregaciones son mitos, prejuicios, miedos, y demás cosas que tiñen las costumbres, la cultura, los espacios y los tiempos. Cuando en las congregaciones se comienza a incursionar en lo que dice la Biblia respecto de algunos temas, descubrimos que mucho nos hemos distanciado de una lectura genuina y establecido profundas limitaciones para ponerlas en acción. Muchas pautas morales que se pretenden esbozar desde las estructuras eclesiásticas, tienen más que ver con malformaciones, hipocresía, ignorancia y tabúes que han frustrado muchas vidas y familias. 3

Sanchez Cetina, Edesio; Deuteronomio; Ed. Kairós; Bs. As.; 2002; pág. 194

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En buena medida, estas actitudes se deben a que en los veinte siglos de cristianismo, y en especial durante la Edad Media, y aun después de la Reforma, estos temas fueron descuidados en todo el mundo cristiano. Se acentuó una fuerte restricción hacia la mujer, relacionada con la caída (Génesis 3), que afirma que el pecado en el huerto fue sexual, y que la responsable del mismo fue la mujer. En lugar de apreciar que la sexualidad fue creada por Dios y que Él la hizo buena, aparece como en una nebulosa de pecado. Existe una ligazón conceptual tan fuerte del sexo con el pecado, que no deja margen para pensar la sexualidad del ser humano como una bondad de Dios, parte constitutiva del hombre y la mujer. Actualmente todo investigador de las Escrituras acepta que la caída tuvo que ver exclusivamente con la desobediencia del ser humano al mandamiento de Dios en un claro acto de rebeldía contra el Creador. Se debería incursionar por estos temas con una mente abierta como la de Jesús, tal como se puede apreciar en el relato de Juan 8. Este diálogo con la mujer atrapada por los ‘moralistas’ de la época señala que ninguno de los religiosos estaba limpio y que Jesús no los condena, pero que si desautoriza, aunque tampoco aprueba la desviación: No sigas equivocándote… Jesús no deja de valorar los conceptos fundamentales del matrimonio, y lo manifiesta en Mateo 19.1-9.

E. Referencias en el Nuevo Testamento a. La familia según Jesús Hay un aspecto que se debe incluir bajo este punto que merece mucha atención. No se puede perder de vista la siguiente declaración: Jesús es el ‚logos‛. Así comienza el Evangelio de Juan, y este ‚logos‛ se traduce por ‚verbo‛, ‚palabra‛, pensamiento‛, ‚idea‛, etc. Jesús representó y encarnó el ‚proyecto‛, ‚sueño‛ o ‚idea‛ de Dios en el origen de todas las cosas. Lo que encontramos en los 3 primeros capítulos de Génesis, ha sido y sigue siendo la expectativa de Dios respecto del matrimonio y la familia. Lo que tratamos de analizar en esos textos se renueva en Jesús y resulta clara la afirmación del Maestro en Mt. 19:1-9. al hacer referencia a lo que Dios había ‚pensado‛ como lo mejor y superador para el hombre y la mujer… Hablamos de la búsqueda de Dios, su deseo de diálogo fraternal, su encuentro cotidiano, etc. La restauración de las personas en Jesucristo, incluye y exige una clara comprensión de cuál es el ‚ideal‛ de Dios. Por lo tanto Jesús, no solo convalidó al matrimonio y la familia, sino que la reconoció como la institución eje dentro de la sociedad. El Dios-Padre escogió que el propio proceso de formación del Dios-Hijo se desarrollara dentro de un marco familiar en convivencia con sus padres terrenales, José y María, y sus propios hermanos y hermanas (Marcos 6.3). Su crecimiento fue integral, es decir, físico, intelectual, social y espiritual. Algunos detalles de su vida nos permiten apreciar esto: 1.

Aprendió el oficio de su padre José, como era lo apropiado en la cultura de su tiempo. Un padre que no le enseñaba su oficio al hijo lo condenaba a la pobreza. En Marcos 6.3 se le denomina el carpintero – tekton– expresión sólo usada para José y Jesús en el N. T. y de donde proviene la palabra ‘técnico’. Es interesante que en Mateo 13.55 se le llame ‚el hijo del carpintero‛, de donde podemos inferir que probablemente hacía poco que José había fallecido y Jesús había asumido la administración de la carpintería. Esto no es extraño pues durante el ministerio de Jesús nunca se menciona a José, y en Marcos 3:21 se indica que sus parientes piensan que está loco por haber abandonado a la familia y sus responsabilidades, pero nada se dice de José. 2. Los textos de Lucas 2.39-40 y 2.41-52, muestran varias particularidades respecto de su formación espiritual. Observemos:  2.39 -Sus padres cumplen con todo lo que exige la Ley.  2.40 -Se reafirma su crecimiento con las palabras: la gracia de Dios lo acompañaba.  2.41 -La familia iba a Jerusalén todos los años aun cuando no tenía la obligación de hacerlo debido a la distancia a la que vivían.  2.42-48 -El incidente que se produce cuando tenía 12 años, pone en evidencia: - Su interés de hablar con los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas - Su claridad respecto a que debería estar en la casa de su Padre - A pesar de que José y María no entendían demasiado la situación, él vivió sujeto a ellos. 3. En su ministerio como rabino itinerante, Jesús disfrutó de la hospitalidad hogareña (Mateo 8.14, Lucas 10.38-42). El primer milagro lo hizo en una casa, en ocasión de una boda (Juan 2.1-12). Su aceptación Página 10 de 22

de los niños y su dedicación a ellos fueron significativos comparados con costumbres de la sociedad de su tiempo (Mateo 18.13-14). Sus enseñanzas fueron una permanente referencia al Padre, y tal vez el texto más relevante en este sentido sea el del hijo pródigo (Lucas 15.11-32). 4. En Mateo 19.1-12, ya mencionado, se presenta un diálogo en el que se pretende poner a prueba a Jesús. No es difícil suponer que en algún momento Jesús debió manifestar su opinión respecto al divorcio, y aquí intentan cuestionar su enseñanza. Jesús remite a sus interlocutores a las Escrituras y a la situación primigenia de la creación, en donde Dios estableció –como hemos analizado– los verdaderos valores, derechos e igualdad de ambos. Estos valores de la igualdad, contradicen que pueda separarse de la mujer dándole carta de divorcio de acuerdo con Deuteronomio 24.1, y desentenderse de ella. Es claro que Jesús señala el ‚ideal‛ que su Padre estableció, pero que los hombres, por lo obstinados que son (Mt. 19.8), terminaron por desvirtuarlo. Finalmente, Jesús establece que sólo ante situaciones de infidelidad podría darse el divorcio y el nuevo casamiento. Observe cómo reaccionan los discípulos ante estas palabras de Jesús (v. 10). 5. Jesús abrió un espacio para la mujer en el marco de su ministerio. Digamos que la mujer judía era respetada como madre, pero carecía de vida pública. No podía salir del estrecho medio de la vida doméstica, pero cuando Jesús abre la posibilidad de la participación enfrenta una nueva realidad, porque el Maestro de los Maestros la incorpora a su misión, le permite escuchar sus enseñanzas y seguirle en su camino itinerante. Es que la mujer judía en tiempos de Jesús no tenía derechos, podía ser repudiada por su marido, estaba confinada en casa, con escasos contactos sociales, alejada del templo en determinados días por cuestiones de pureza ritual (menstruar) y apartada en todo momento a un lugar fuera del atrio, sin derecho a la enseñanza de la ley, y sin posibilidad de ser sujeto de ésta y consecuentemente incapaz de merecer justificación; pobre, pecadora, pequeña, se encuentra en situación de bochornosa marginación. Mientras que la ley judía negaba a la mujer el derecho a estudiar, Jesús las instruye e integra como discípulas suyas; retira el privilegio del derecho al repudio y anuncia una fidelidad mutua, subrayando así la igualdad en la unidad (Mc. 10.11-12). No solo permite que las mujeres estén presentes entre los discípulos que siguen a Jesús sino que ante el asombro de sus discípulos varones, se acerca a la mujer samaritana (cuando la ley no permitía este tipo de trato social con una mujer) y tiene una conversación con ella en un lugar público (Jn. 4:27-42). Protege a la mujer adúltera (Jn. 8:3-11), también defiende a la mujer pecadora que derramó el perfume de alabastro (Lc. 7:36-50) señalando la superioridad de la gratitud de la mujer frente al legalismo farisaico; más tarde con la curación de la mujer impura por el flujo de sangre (Mt. 9:22). Jesús libera a la mujer de las prescripciones legales lanzado una invitación a la mujer judía y gentil a presentarse, ante el mundo, libre de vergüenza y orgullosa de ser mujer, a la vez que valora la fe de ellas. Hay un grupo pequeño de mujeres que se destaca (Mt. 28.8). Lucas presenta a estas mujeres como un prototipo de valor y coraje, confrontando con su fe la incredulidad de los apóstoles, que a pesar de ello muestran que desprecian sus palabras. Eran María Magdalena y Juana y María, la madre de Jacobo;

también las demás mujeres con ellas referían estas cosas a los apóstoles .Y a ellos estas palabras les parecieron como disparates, y no les creyeron (Lc. 24.10-11). Sin embargo en ningún lugar del evangelio vemos que Jesús refiera ni una sola palabra hacia las mujeres de desconsideración o marginación. Todo lo contrario, son beneficiarias de muchos de las señales (milagros) y enseñanzas. Las mujeres que siguen a Jesús (Lc. 8:1-3) y le acompañan hasta el Gólgota, eran fieles en su servicio al Maestro, al que servían con sus bienes y daban testimonio como auténticas misioneras. Acogen, dan de comer, sirven a la comunidad, pero también profetizan como vemos cuando Marta proclama: Pero yo sé que aun ahora Dios te dará todo lo que le pidas (Jn. 11.22), y aún va más allá cuando dice: Sí, Señor; yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que había de venir al mundo (Jn. 11.27). Finalmente, en el encuentro en el aposento alto, hay mujeres participando activamente y con plenos derechos entre los discípulos, recibiendo también la llenura del Espíritu Santo. Sabiendo que en el judaísmo la mujer no participaba de ninguno de los ritos de iniciación ni formaba parte de ninguna asamblea. La mujer por tanto ya no dependerá del hombre para salvarse, porque Jesús abre la puerta de acceso a Dios, dejando atrás las trabas legales que la ley judía imponía.

b. El pensamiento paulino sobre la mujer en 1ª. Corintios La lectura del libro de los Hechos y las cartas del apóstol, muestran la tensión al querer insertar la visión de Jesús respecto del matrimonio y la familia en el pueblo cristiano que está en formación. De esta manera inter actúan lo nuevo del Maestro con conceptos del A. T. y la sociedad donde el cristianismo estaba en desarrollo, con sus costumbres vinculadas al paganismo. Página 11 de 22

Ellos captaron la apertura de Jesús ante la situación de la gente (por ejemplo, el caso de la mujer encontrada en adulterio –Jn. 8-), pero también la propuesta de construir en la gente, en los matrimonios y las familias, el desafío de valores que el Evangelio traía de la mano. Tengamos en cuenta que los apóstoles se movían en comunidades donde había judíos y gentiles (no judíos) que vivían en una sociedad con costumbres sexualmente pervertidas, y que tanto a unos como a otros había que ayudarles a comprender los nuevos conceptos. En buena medida, el Nuevo Testamento muestra, entre otras cosas, la lucha que significó trabajar estos valores inexistentes en el mundo romano. Por eso, en especial, el apóstol Pablo debió enfrentar esta temática en medio de una cultura adversa al concepto de pareja y familia, que no conocía el proyecto del Creador. La pregunta es también coherente para este tiempo. Existe una lucha semejante a la del primer siglo acompañados de tanta confusión, deformación de los valores, de ‘reality show’ y, tal vez lo más lamentable, la mayoría de las iglesias locales miran para otro lado. Así, Pablo encarna la dialéctica entre el A. T. y Jesús durante el proceso de formación de las iglesias o comunidades, en el contexto del primer siglo y bajo la influencia romana. A veces expresa su propio punto de vista. En algunas ocasiones, Pablo, reconoce tener o no tener Palabra. Esta enseñanza fue revolucionaria para ese tiempo. Es imprescindible entender algunos aspectos de la sociedad del primer siglo en la que se movieron los apóstoles. La prostitución sagrada estaba representada por la diosa Diana o Artemisa. Esta conducta religiosa profundizaba un rol femenino objeto, que se aplicaba a todas las relaciones hombre-mujer, y la vida matrimonial no escapaba a esto. Es sabido que cuando envejecían las mujeres que oficiaban en los santuarios, se dedicaban a ejercer la prostitución con absoluta libertad por las calles en todas las ciudades. El adulterio y la prostitución eran moneda corriente. También existía la homosexualidad. Así lo manifiestan, entre otros, los restos arqueológicos de Pompeya, ciudad del sur de Italia destruida por el volcán Vesubio en el año 79 d.C. donde se rescatan varios falos de cerámica como elemento de adorno, algo común en todos los hogares.

El siguiente tema es difícil, pero se debe considerar: El tratamiento de los hijos. Piense, por ejemplo, que el derecho romano permitía al padre elegir si quería al hijo recién nacido o lo desechaba, pues la patria potestad le permitía hacerlo. También era común

que los hombres eligieran distintos tipos de mujeres según la experiencia que querían vivir, ya de amistad, ya de erotismo, o que fuera la madre de sus

hijos. Si se quiere entender realmente a los apóstoles en este tema, para proyectar hoy una visión nueva y refrescante del matrimonio y la familia, debemos dejar atrás la influencia de un cristianismo lleno de prejuicios, tabúes y controles, en especial aquellos que surgen durante la Edad Media y aun después de la Reforma hasta nuestros días, influyendo a toda nuestra sociedad y a las congregaciones.

Distintas corrientes hermenéuticas han forzado interpretaciones –y siguen haciéndolo– que responden más a enfoques tradicionales, sin hacer una relectura o estudio serio de los textos bíblicos originales. Se va a notar al analizar tanto el pensamiento de Pablo en algunas situaciones particulares. Una aclaración más. Las diferencias siempre han tenido que ver con la interpretación de los pasajes relacionados con la mujer desde una mirada machista. No lo han sido aquellos textos que hacen a la relación de los padres con los hijos o viceversa, sino específicamente aquellos que bajo una mirada literal generaron posturas rígidas y frustrantes. Los temas que se analizan a continuación, se privilegian sobre otros pues han sufrido interpretaciones y se han usado para respaldar ciertos comportamientos y actitudes en la vida de las comunidades, a veces muy perversas. Será bueno tratar de discernir cuánto hay de cierto o de confusión en las distintas opiniones. Así se debe poner mucha atención sobre estos temas pues resolverlos y madurarlos, permitirá resolver muchos otros relacionados con la vida de la familia, la iglesia y la sociedad. 1) Las conflictivas referencias paulinas sobre la mujer Algunos de los textos de las cartas de Pablo, se relacionan con una acusación de misoginia (discriminación de lo femenino), principalmente aquellos en que abordan temas como los referentes a: (1) la imposición de velo a las mujeres (1 Co. 11.2-16); (2) la orden de guardar silencio en la congregación (1 Co. 14.34-36) y (3) la prohibición de enseñar (1 Ti. 2.11-15), que se verá más adelante. Página 12 de 22

El carácter de estas prohibiciones provoca escándalo en estos días, ya sea en quienes ingresan y/o en quienes llevan mucho tiempo en las congregaciones. La primera impresión es que Pablo habla en términos que recuerdan más a las antiguas sinagogas judías. Sin embargo, y se debe señalar, las iglesias cristianas que él mismo estableció contaban con la participación activa de mujeres que colaboraban en su ministerio, donde las mujeres podían orar y profetizar juntamente con los hombres y a su vez, cuando habla de la distribución de dones, nunca menciona diferencias de sexo. Esto muestra una aparente contradicción dentro del mensaje de Pablo, que exige un estudio detenido que arroje luz a lo que pareciera una crisis o disociación mental en un discurso que parece incoherente. Por ejemplo en la carta de 1 Corintios primero explica el modo en que la mujer debe profetizar y orar en la iglesia (11.5) y versículos más tarde dice que no hable (14.34-35). Se procurará un acercamiento a los textos claves señalados, buscando ir al meollo de la cuestión. En la exégesis de algunos textos, se consultaron los originales del N.T. griego. Al hacerlo, las Escrituras tienen un valor fundamental, ya que el texto inspirado es el original, y toda traducción implica en alguna medida, una interpretación. Para que haya seguridad en la tarea de una acertada interpretación, debe priorizarse la siguiente premisa: El texto debe interpretarse a partir del contexto donde se desarrolla el texto.

2) El velo (1 Co. 11.2-16) Pablo comienza alabando a los cristianos de dicha ciudad pues se acordaban de él y guardaban las tradiciones tal y como se las había enseñado (v. 2). Es muy interesante que el texto deje claro que la amonestación no va dirigida al hecho de que la mujer ore o profetice en la iglesia sino todo lo contrario, admite el hecho de que esta actitud innovadora de participación en el culto de la mujer se lleve a cabo. No obstante amonesta que no se abandone la costumbre del uso del velo y que lo haga públicamente en la comunidad. En el mundo oriental, en los cultos a las divinidades las mujeres llevaban el cabello suelto y despeinado, en vez de mantenerlo recogido con un peinado habitual, que normalmente era elaborado y adornado con alhajas, cintas y velos. En esta época era habitual ver a las mujeres con el cabello suelto y despeinado en los cultos extáticos. Este frenesí cultico, la cabeza inclinada hacia atrás con el cabello despeinado, era característico en los cultos a Dionisio, Cibeles, la pitia de Delfos, la Sibila, y a Isis. Era una señal mística de encantamiento mágico. Según fuentes judías, el pelo suelto era signo de impureza. La mujer acusada de adulterio era públicamente deshonrada soltándole los cabellos. Es entendible entonces ante semejante contexto, que Pablo exhorte a que nadie vaya a confundirse en los cultos al ver a las mujeres, haciendo lo mismo que en los cultos paganos, dejándose el pelo suelto, e incluso, que ellas mismas no fueran confundidas. Recogiéndoselo mostraba una señal de transformación espiritual sobre su vida, fundamentalmente un cambio. Y en esto consiste la autoridad, en el cambio producido y que lo evidencia en ‚su cabeza‛ como una persona distinta a la que fue. En buena medida, la discusión sobre el hombre y la mujer comienza en el cap. 6 de 2 Co. y se extenderá en los siguientes. Ahora la mujer tiene el suficiente juicio y autoridad sobre sí misma participa plenamente de los mismos derechos que el hombre (ver 11.12). Es importante ver la relación entre 6.1-5 y 11.16. Finalmente Pablo deja a ellos, la congregación, la responsabilidad de decidir, aunque aclara que nosotros no tenemos otra costumbre, lo cual es relevante pues al decir costumbre, señala el contexto y no una normativa general. Sea como sea, no se debe pasar por alto que Pablo al explicar el uso del velo, reconoce y refuerza el hecho de que la mujer participe activamente en el culto, mediante la oración y la profecía. Pablo observa en 1 Co. 14.2425 cuáles podrían ser los resultados que produce en el oyente incipiente (ver 14.16; 14.23; 14.33). Tal vez, por eso y percibiendo que este razonamiento midráshico4 podía ser malinterpretado, aclara con sus afirmaciones que no quiere negar la igualdad entre hombre y mujer en el Señor: Sin embargo, en el Señor, ni la mujer existe aparte [independiente] del hombre, ni el hombre existe aparte [independiente] de la mujer (1 Co. 11.11). Si la mujer no es diferente del hombre ni éste de la mujer, es porque es igual. Es curioso que Pablo retome esta tradición rabínica y al mismo tiempo llame la atención al hecho de que señale su descontento con esta desigualdad, que como se dijo, no se corresponde con el mensaje del Evangelio y que él mismo expone en

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Midrash significa ‚interpretación‛ y señala un método de exégesis que permite la comprensión de la Torá (la Ley).

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su carta a los Gálatas: Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno en Cristo Jesús (3.28). Finalmente, Pablo aboga simplemente por atenerse a una costumbre decorosa y tradicional de su cultura, recogerse el cabello en señal del cambio y que no genere confusión. Si la costumbre decorosa hubiese sido soltarse el cabello, se hubiese instado a las mujeres corintias a hacerlo, no importando tanto el hecho en sí, sino buscar no ser de escándalo, para poder alcanzar a muchos sin confusión con el Evangelio. 3) Calle en la iglesia (1 Corintios 14.34-36) Se destaca que la inserción del silencio contradice abiertamente las declaraciones anteriores pues se opone al derecho a la palabra que antes admitió en 11:5, donde afirmó la actividad profética y de oración pública de la mujer. Esto ha llevado a pensar y aceptar que es una interpolación [un agregado posterior] que podría haberse realizado en el tiempo de las Cartas pastorales, por algún discípulo que pensaba distinto que Pablo. La referencia: Que estén sumisas como lo establece la ley, hace pensar que está muy influenciado por las costumbres familiares judías y por supuestos patriarcales. El hecho de recurrir a la autoridad de la ley no se corresponde con el pensamiento de Pablo. Él no apelaría al A. T., al antiguo pacto, pues constituye uno de los legalismos judaizantes a los que Pablo se opuso fuertemente a lo largo de su ministerio. Para el apóstol, la ley es sustituida por el Evangelio: Pero ahora, al morir a lo que nos tenía subyugados, hemos quedado libres de la

ley, a fin de servir a Dios con el nuevo poder que nos da el Espíritu, y no por medio del antiguo mandamiento escrito (Ro. 7.6). De todas maneras, suponiendo que ésa hubiese sido su intención, no aparece en el A. T. ninguna ordenanza que mande a la mujer estar en silencio, subordinación e inferioridad al hombre, aunque sí se encuentra en la tradición judía. La opinión de que se trata de una interpolación es muy evidente. Se puede encontrar información al respecto en el N. T. griego [Kart Aland y otros, ‚The Greek New Testament‛, Sociedades Bíblicas Unidas], que considera estos pasajes (1 Co. 14.33b-36) como un agregado posterior. Sirva al lector el hecho de que al examinar el texto y contexto inmediato se observa que se podrían anular esos versículos en cuestión y se mantendría una relación perfecta entre el v. 33a y el v. 37. También se puede encontrar una nota aclaratoria en las siguientes traducciones bíblicas: Nueva Versión Internacional y Nueva Biblia Española. Todo indica que lo esencial en la argumentación de Pablo en los capítulos 11 al 14, es persuadir a los corintios de que el orden y el testimonio para los de afuera eran más importantes que las experiencias espirituales individuales, ya que al parecer estimaban la glosolalia (lenguas) por encima de todo. Sin embargo, Pablo se inclina más, por el don de profecía entendida en términos de razón, de orden y de evangelización, y fundamentalmente de enseñanza. Los corintios son exhortados para poner su interés en construir una comunidad acompañada de un testimonio a sus contemporáneos que todavía no habían conocido el Evangelio. Por otra parte, es difícil entender que las palabras de Pablo pretendiesen alcanzar una situación universal que fuese más allá de una situación puntual de orden en una iglesia local concreta y tan especial como la de Corinto. Por eso el apóstol, se esfuerza en argumentar claramente el porqué de las reglas sobre la conducta de las mujeres en la congregación, en la que hombres y mujeres, participaban de los dones espirituales, orando y profetizando bajo la influencia del Espíritu Santo, que como se ha visto en la exégesis de los textos, se resume básicamente en que todo se haga decentemente y con orden para no ser de escándalo a los de afuera. La actitud apropiada del lector de Pablo, debe centrarse y ver el objetivo que el apóstol persigue con estas normas. Así hallará el equilibrio que la iglesia por siglos no ha sabido encontrar, produciendo un daño irreparable a la extensión del Evangelio, mutilando el servicio y ministerio del Espíritu Santo en la mitad de la iglesia, por el simple hecho de ser mujer. Pablo busca por todos los medios la extensión del Evangelio y no duda en adaptarse a las costumbres de su tiempo, y pone su atención en la realidad social y cultural buscando el avance de la Palabra. El desafío es ver la apertura mental de Pablo hacia un Evangelio que penetre la sociedad, y por otro lado, dar cuenta de que radicalizar interpretaciones literales y sin una adecuada interpretación, han generado, y aun generan lo que Pablo quiso evitar: el rechazo de una sociedad que ve discriminación, exclusión y un machismo obsoleto.

F. Lo particular en la Iglesia de Éfeso Si bien hay muchos puntos en común de la ciudad de Éfeso con la ciudad de Corinto por ser poblaciones portuarias, Éfeso recibió el paso de todos los imperios de oriente y occidente, y al momento de la carta a Timoteo estaba bajo los romanos. Su posición geográfica la transformó en la puerta al mundo en ambas direcciones, con un puerto para las rutas comerciales entre Europa y Asia. Era la ciudad más importante de los Página 14 de 22

romanos en la región. Tenía unos 400.000 habitantes, y confluía a ella toda la hechicería y las prácticas mágicas imaginables, y contaba con la adoración a la diosa Diana, a la que se le adjudicaban poderes astrales. La pregunta que surge es: ¿por qué prohibir enseñar a las mujeres en Éfeso, cuando en la carta a los Corintios se apoyó la tarea que ofrecían las profetizas, ministerio que tenía que ver con la enseñanza? ¿En qué consistirían las diferencias entre una congregación y la otra? Para entender mejor la cuestión conviene repasar que el apóstol pasó por primera vez por Éfeso en su 2º viaje misionero (Hch. 18.19-21). Prometió y cumplió más tarde la promesa de quedarse con ellos en su 3er. viaje misionero. Permaneció unos dos, tal vez tres años con ellos (Hch. 19:10). Esto reafirma que él tenía un claro conocimiento de la situación y particularidades de la congregación, y muy posiblemente de los rasgos personales de algunos, tal vez de mujeres problemáticas. Después de recorrer las iglesias en Grecia y Macedonia, en su regreso a Jerusalén, pasa para entrevistarse con los ancianos y sigue viaje, dejándoles una despedida emocionante (Hch. 20.17-35). Ahora bien, la carta a los Efesios fue escrita por Pablo en su primera estada en la cárcel de Roma. En realidad es una carta que fue dirigida a las iglesias que él apóstol había fundado en la región (hoy Turquía). El texto de Ef. 5.21-33 es el más significativo del que se aclararan algunos conceptos que generan confusión, para un mejor y mayor aprovechamiento del mismo y que tiene una importante trascendencia para estos tiempos. Años más tarde cuando Pablo es puesto nuevamente en la cárcel, escribe desde allí dos cartas a su discípulo Timoteo que está al frente de la iglesia en esa ciudad. El apóstol escribe estas cartas con la negativa a que la mujer enseñe. Se trabajarán primero las referencias en la carta a los Efesios y luego se analizarán las cartas a Timoteo…

a. Carta de Pablo a la Iglesia de Éfeso: La idea del ‚sometimiento‛ [Ef. 5.21-33] Pablo trabaja el tema del ‚sometimiento‛, pero todo indica que no se ha entendido bien. La idea de sumisión surge de una palabra que debemos considerar entre otras, pues es clave en el vocabulario del apóstol: someter [hupottáso]. Esta palabra traducida en muchas versiones [traducciones] sin clarificar o ampliar su significado ha generado mucha discordia y discriminación en muchos sentidos, en especial aplicada a la mujer a través de 20 siglos. Yendo a las fuentes, encontramos un par de auxiliares, a saber:

The Strong’s Exhaustive Concordance of the Bible señala que:  

En primer lugar, se trata de una palabra utilizada por los militares bajo mando. En un uso no militar, señala una actitud voluntaria de dar, cooperar, asumir una responsabilidad, llevando una carga.

La Enciclopedia Salvat señala los siguientes significados para ‘someter’ [hupotásso]: 1.

Sujetar, humillar a una persona, tropa o facción.

2. Conquistar, subyugar, pacificar a un pueblo o provincia. 3. Subordinar a juicio, decisión, o afectos propios a los de la otra persona [en beneficio de…]. 4. Hacer que una persona o cosa reciba cierta acción. Nótese la abismal diferencia de los conceptos en The Strong’s entre las dos acepciones, y en la Enciclopedia Salvat las diferencias entre 1 y 2 respecto del 3 y 4. Al consultar el idioma original del N. T., el griego, encontramos que hupotaso es la palabra que se tradujo a través de los tiempos para decir someteos. Ahora bien, por ser un participio presente en voz media refleja una idea de tiempo durativo y una acción recíproca, cosa que Pablo recalca cuando dice unos a otros en Ef. 5.21. Utilizar, pues, ‚someter‛ para traducir el verbo hupotásso toma un sentido casi agresivo si lo aplicamos al castellano según los conceptos 1 y 2 de la Enciclopedia Salvat. ¿Cómo puede concebirse a la luz de todo el Evangelio y específicamente pensando en las enseñanzas de Jesús sobre la misericordia, la amistad, etc., que en la congregación debamos someternos los unos a los otros…? ¡Es una idea absurda…! Es más, como se dijo, si la acción es recíproca entre personas, no hay sometimiento de una de las partes sino entre ambas o entre todos los miembros. Lamentablemente, de nuevo las lecturas literales de la Biblia en especial de algunas traducciones no actualizadas, más algunos predicadores que menoscaban la investigación o las ciencias bíblicas, impiden que las Página 15 de 22

herramientas lingüísticas hermenéuticas que tenemos hoy no permitan lograr la madurez y el crecimiento del cual hemos hablado desde la consideración del Génesis. Así, por demasiado tiempo, en diversos espacios, muchos líderes e iglesias han propiciado traducciones que han dejado matrices y heridas profundas, traumas y bloqueos muy fuertes. Esto ha generado en las mujeres miedo a la libertad y a la soledad, temor ante la necesidad de tomar decisiones, dependencia y dificultades para la construcción de su autonomía. Esto ha llegado incluso a afectar la vida de la iglesia, pues la mujer ha sido la más de las veces una participante pasiva, menoscabada y sin oportunidades de crecer, todo lo cual contradice la igualdad que Dios estableció en la creación misma. El idioma original, el griego del N.T., nos da algo más. El verbo de referencia es un ‚participio pasivo‛ que es un adjetivo verbal, con una acción durativa que podría decirse así: el que se dispone al otro y a sí mismo, lo que enfatiza el carácter reciproco, que significa un mutuo enriquecimiento, una mutua disposición del uno hacia el otro. Si tomamos el significado de hupotásso –siguiendo con la idea Pablo– podemos decir que consiste en ‚dar prioridad a la necesidad del otro antes que a la mía, satisfacer con docilidad al otro‛. Se observa que tanto en la iglesia como en la vida cotidiana debemos ver las necesidades del otro antes que las propias. Pablo aplica lo que Jesús señala en Lucas 10.33: la idea de misericordia… para poder interactuar con el otro. Aquí está, pues, la idea de Pablo quien, lejos de pensar en ‚sometimiento‛, lanza el desafío de ser capaces de ver a otros seres con sus necesidades, frustraciones, historias complejas que requieren a su lado a personas suficientemente maduras, que no simplifiquen su asistencia recitando versículos o haciendo oraciones grandilocuentes, sino que les acepten y tengan misericordia. Ahora vamos a Ef. 5.22. Y aquí tenemos el gran problema. En esté versículo no está en el texto original el participio hupotásso. Se puede observar al cotejar los dos versículos sin necesidad de saber griego: Efesios 5.21 ὑποηαζζόμενοι ἀλλήλοις ἐν θόβῳ τριζηοῦ ὑποηάζζω [hupotásso] unos a los otros en el temor de Cristo.

Efesios 5.22 αἱ γσναῖκες ηοῖς ἰδίοις ἀνδράζιν ὡς ηῷ κσρίῳ

Y las esposas a los esposos en el Señor… Es sencillo observar que en el versículo 22 no parece el participio hupotásso [someter], por lo tanto esta interpretación ha corrido a través de los siglos trayendo serios conflictos y abusos en muchas congregaciones, matrimonios y familias. Este análisis puede permitir una nueva, refrescante y pertinente perspectiva sobre los vínculos matrimoniales y un moderno desafío en la vida de las iglesias. Debe leerse el resto del texto de referencia y notar como Pablo plantea un desafío mayor al hombre al decirle que amen a sus esposas como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella. Debe apreciarse que también se dice que el Señor la ‚santificó‛, y que se la presentará a sí mismo como una iglesia radiante sin mancha y

arruga. Estos conceptos solicitados al hombre tienen una importancia suprema pues aleja la idea que estaba en los hombres de aquella cultura, de ‚la mujer objeto‛. ¿A quién desafía más Pablo: a la mujer o al hombre…? En Gn. 2 se señala que el hombre y la mujer deben dejar, unirse y ser… Desafío que persiste hasta hoy para que el matrimonio sea saludable… Ahora bien, el término cabeza en 5.23, en el original es kefalé , que significa ‚fuente‛, ‚origen‛. Pablo se aleja de la tradición rabínica mediante la cual el judío defendía una mayor semejanza del hombre respecto de Dios, de acuerdo con el cap. 2 de Génesis, colocando a la mujer en un grado de semejanza inferior. Si bien Pablo cita Génesis 2, no debe perderse de vista que jamás Jesús hizo referencia a éste, ni que la mujer fuera creada a partir del varón. Con este término Pablo delega una fuerte responsabilidad al esposo. Es él quien debe antes que nadie comprender y aceptar que su esposa crezca y aprenda, y como corresponde en esa sociedad y cultura, que la mujer crezca en todo su sentido, pero sin que signifique un cambio traumático para la comunidad.

b. Cartas de Pablo a Timoteo En el texto se observan en ambas cartas algunas referencias significativas que permiten apreciar la real situación de la congregación en Éfeso, los riesgos y conflictos que el joven Timoteo tiene que enfrentar: 1 Ti. 1.3-5 -Presencia de falsos maestros enseñando doctrinas falsas. Página 16 de 22

1 Ti. 2.9-10 1 Ti. 2:15 1 Ti. 3.11 1 Ti. 5.9-16 2 Ti. 3.6-7

-Espera decoro y recato. -Su mayor expresión de fe y santidad una mujer lo mostrará siendo madre… -Las esposas de los diáconos no deben calumniar. -Incluye una lista de las virtudes que debe reunir la viuda. -Algunas son ociosas y van de casa en casa chismeando, hablando y entrometiéndose… -Algunos falsos creyentes andan por las casas cautivando mujeres débiles, que no llegan a conocer la verdad.

Estos textos muestran, por lo menos en parte, que hay casos o situaciones particulares que le llevan a establecer las pautas que discutimos. Pero si se aclaran algunas palabras de 1 Ti. 2.11-15, podremos estar más tranquilos, en especial las que están alrededor de la idea de Pablo: 1) No enseñe (1 Timoteo 2:11-15) Pablo afirma: No permito que la mujer enseñe al hombre y ejerza autoridad sobre él, debe mantenerse

ecuánime. Antes de entrar al texto, es oportuno rescatar unos fragmentos pertenecientes a Minucio Félix, a finales del siglo II, en el que se observan algunas de las acusaciones deformando la realidad de la vida de las iglesias cristianas y mintiendo sobre los actos de los cristianos. Esto debió enfrentar las comunidades. Pablo simplemente veía este riesgo y esa es la razón de su argumentación en sus cartas pastorales: ‚A Cecilio le escandaliza, no obstante, la conducta civil de los llamados hermanos en Cristo, la cantidad de mujeres y ciudadanos de dudosa condición que nutren sus filas: los acusa, por un lado, de cometer crímenes y delitos morales de todo tipo, de celebrar reuniones clandestinas, de estar ausentes de la vida pública, y, por otro lado, de una austeridad incomprensible, un rechazo casi sacrílego de los placeres mundanos, un regocijo enfermizo en la pobreza, en la miseria, el sufrimiento, una indolencia proverbial ante el tormento y la muerte misma. - …[proceden estos] de la hez de la plebe más tosca; [entre ellos hay] mujeres ignorantes y crédulas, que se pueden conquistar fácilmente a causa de la debilidad de su sexo. - [Esta] banda de conjurados… se reúne en asambleas nocturnas y participa en solemnes ayunos y en banquetes salvajes, no a través de una ceremonia sagrada, sino a través de un crimen inexpiable. - Se propaga pues, también entre ellos como una confusa sed de lujuria y se llaman todos hermanos y hermanas, a fin de que bajo tutela del sagrado nombre se reduzca a incesto lo que es estupro. - En el día solemne confluyen en la orgía personas de toda edad y de ambos sexos con hijos, hermanas, madres. Allá, tras haber comido y bebido mucho, cuando los convidados empiezan a tener caliente la cabeza y cuando los sentidos están ya excitados por el vino y por el incestuoso deseo… - …ocultos por las tinieblas rompen todo freno al impetuoso deseo, confiándose al azar, y si bien no todos se vuelven culpables, todos son, sin embargo, igualmente cómplices del hecho, puesto que con la condescendencia de todos se llega a lo que sólo una parte de ellos puede gozar.‛ Declaraciones de Cecilio en su discusión con Minucio Félix. (Fragmentos 8,4-9,2-9,6). En ‚Historia Social del Cristianismo Primitivo‛, de E. W. Stegemann, Ed. Verbo Divino, Navarra, 1995.

En Ef. 2.11 lo primero que el apóstol señala es que la mujer debe aprender… Esto es lo más importante y relevante para aquel tiempo y cultura. La investigación nos dice que manzanéto, la palabra para aprender, es un presente imperativo activo, lo que indica que la mujer debe realizar la acción de interrogar y practicar el aprendizaje de manera continuada. Téngase en cuenta que es la misma palabra para ‚discípulo‛, por lo cual, el texto pareciera adjudicar esta responsabilidad al esposo para que discipule a su esposa con cierta continuidad. Ahora bien, la mujer debe vivir esta experiencia con esuxía, es decir, con calma, y de manera reposada; avanzar despacio. El problema es que en la ciudad de Éfeso las mujeres no tenían la posibilidad de instruirse, pues la educación estaba reservada solamente para los hombres. Ahora la iglesia no era un caso aislado, pero si bien se les habría una puerta grande a las mujeres, no debían desbordar o avasallar con su energía e ímpetu a sus esposos, pues los hombres abandonarían la congregación. También hoy, en alguna medida, existe el mismo riesgo como en toda cultura machista que ha permeado a la sociedad en los últimos 20 siglos. La combinación de la ignorancia y la falta de instrucción unida a su euforia podría provocar un grave problema. Pablo tuvo que poner freno a este riesgo, incluso porque algunas de las mujeres iban de casa en casa divulgando doctrinas erróneas y cosas que no convenían (1 Ti. 5.13). Se entiende el paralelismo de Pablo con Eva (v. 14) pues, conforme a la creencia judía de ese tiempo, ella (la mujer) había sido una ignorante de la voluntad de Dios. Esto refuerza el tono imperativo de Pablo para que la mujer aprenda pues sabe que el camino para proteger a la mujer y que no caiga es la instrucción, pero sin Página 17 de 22

abandonar su condición de madre y esposa. Recuérdese que se ha mencionado la cultura en Éfeso influenciada por el culto a la diosa Diana. Según esto, se entiende perfectamente la solución que propone Pablo. Mientras la mujer esté bajo esta situación de ignorancia y por lo tanto de vulnerabilidad de caer en error, el apóstol sostiene: no permito a la mujer que enseñe… sino que aprenda con serenidad. De esta manera, se observa que el ministerio de la enseñanza se abre a una participación de todos, sin restricción. Al fin, ese fue el modelo de Jesús quien nucleó a mujeres para ser parte del aprendizaje… 2) La participación de las mujeres en la Iglesia Pablo incluyó en su tarea misionera a colaboradores y colaboradoras, éstas últimas con responsabilidades concretas. Lidia es un ejemplo de las mujeres de negocios que se convierten por la predicación de Pablo en Filipos. Originaria de Tiatira, en Asia Menor, ciudad famosa por el comercio y fabricación de púrpura. El libro de Hechos muestra en el relato el momento de conversión y bautismo de Lidia y su casa. Fue la primera persona de origen europeo que se convirtió, hospedó a Pablo junto con Silas y Lucas (Hch. 16.14–15, 40). Evidentemente era una mujer de negocios (Hch. 17.4, 12); estaba al frente de su hogar, y por consiguiente se cree que era viuda o soltera. Era prosélita judía (convertida al judaísmo), y oraba y hacía abluciones (lavado ritual) a la orilla del río en el día de reposo; su relación con la fe judía probablemente se remontaba a la colonia en Tiatira. Para la iglesia cristiana que se estableció allí, su hospitalidad se hizo tradicional en la iglesia (Fil. 1.5; 4.10). En el texto de Romanos 16:1-16, se enumera una lista de saludos, y el motivo breve de cada uno. Parece que esta comunidad, servía, trabajaba y sufría unánimemente. Eran hombres, mujeres, ancianos y jóvenes, comprometidos con el avance del evangelio. La lista de mujeres contiene 12 nombres, la de los hombres 17. En los motivos de gratitud de Pablo a estas mujeres, usa palabras como, ministras ( diakonos), protectoras (prostatis), dice que expusieron sus vidas junto con la de los varones para salvar la vida de Pablo. En el hecho de que el apóstol diese los nombres de aquellas que trabajaron con él, ha permitido dejar una huella histórica en el devenir del tiempo, para que permanezcan como referentes en la memoria del cristianismo. En Ro. 16, saluda a Febe, a la iglesia que se reúne en casa de Priscila y Aquila, y sigue con su saludo a María, que ha trabajado mucho. Más adelante saluda a Trifena y a Trifosa, por ser obreras del Señor, y a la querida hermana Pérsida. Saluda por último a varias mujeres de forma indirecta, Saludad a Rufo, escogido en el Señor, también a su madre y mía, a Nereo y su hermana. También en la carta a los colosenses saluda a la iglesia que se reúne en casa de Ninfa, (Col. 4:5). En la carta a los Filipenses (4:2), exhorta a Evodia y Síntica, a unificar sus criterios, pues lucharon por el evangelio a mi lado. Es evidente que Pablo siguió las enseñanzas del Maestro, y también él abrió las puertas a una participación amplia y llena de oportunidades a las mujeres en su ministerio. No obstante esta realidad, Pablo debió vivir circunstancias especiales con gente particular. Finalmente, lo que se puede deducir es que dada la preeminencia de las mujeres por el culto a la diosa Diana en esa ciudad, no sería fácil guiarlas, o encauzarlas, por la particularidad propias. y si se piensa por otro lado en el joven Timoteo, también sufriría muchas tensiones. Esto permite comprender la recomendación de Pablo en 1 Ti. 4.12.

G. Los Códigos Domésticos Se cierra el estudio del pensamiento paulino analizando un par de textos específicos relacionados con la relación entre esposos, padres e hijos, amos y esclavos: La brevedad de los textos no les resta importancia, fundamentalmente porque en el primer siglo nadie se hubiera metido en este tema, pues estaba perfectamente claro lo que era la ‚patria potestad‛ [potestad solo del padre]. Ambas cartas se escriben al mismo tiempo, desde Roma ca. 60 d.C. Si el Evangelio hizo aportes radicales para la relación de la pareja, para la relación padres e hijos, hizo mucho más. La dureza y la crueldad hacia los hijos en las civilizaciones antes del cristianismo eran extremas. La mencionada patria potestad le permitía a un padre matar a sus hijos, venderlos como esclavos o encadenarlos y hacerlos trabajar en el campo. Por otra parte, el poder del padre era vitalicio y se extendía a lo largo de toda la vida de los hijos. Cuando un niño nacía, se ponía a los pies del padre. Si se agachaba y lo recogía, significaba que lo aceptaba. Si se daba vuelta y se iba, el niño era desechado. En el propio foro romano estaba lleno de chicos abandonados, Página 18 de 22

que cualquiera podía recogerlos y hacerlos su propiedad. Los alimentaban para venderlos como esclavos o abastecer prostíbulos. De hecho un niño deforme o enfermizo, tenía pocas posibilidades de sobrevivir. Podemos entender porque Pablo escribe sobre el tema pero procura poner equilibrio de respeto mutuo. Primero da a los hijos una recomendación general, amplia, pero no por eso sin una real trascendencia. Pablo menciona la idea de justicia (díkaios), este término es importante, pues es la justicia que proviene de Dios.

Cuadro con las citas que conforman los ‚Códigos Domésticos‛ Dinámica

Efesios 5:21 a 6:9

Colosenses 3:18 a 4:1

1 Pedro 2:13 a 3:7

ESPOSAS

5:22-24 La esposa [sometida] (hupatásso) al esposo

3:18 Las esposas se sometan (hupatásso)

3:1-6 Las esposas se sometan (hupatásso)

ESPOSOS

5:25-33 3:19 Los esposos amen a sus Los esposos amen a sus esposas como Cristo amó esposas a la Iglesia

HIJOS

6:1-3 Los hijos obedezcan

3:20 Los hijos obedezcan

PADRES

6:4 Los padres no provoquen

3:21 Los padres no provoquen

ESCLAVOS

6:5-8 Los esclavos obedezcan

3:22-25 2:18-25 Lo esclavos obedezcan y Los esclavos se sometan trabajen con ganas (hupatásso)

AMOS

6:9 Los amos no amenacen

4:1 Los amos sean justos

ARMONIA

3:7 Los esposos sean comprensivos

3:8 Vivan todos en armonía

La cita del 5º mandamiento (Ex. 20.12), no tiene que ver con vivir más años, sino vivirlos con mayor salud. Se entiende que se traduzca disfrutes pensando en la palabra génetai, que justamente enfatiza el fruto como un resultado final. Lo que Pablo le está afirmando a los hijos, es que si actúan con los padres de acuerdo a la demanda (justicia) de Dios, su salud de vida será otra. No hace falta subrayar acá, lo cotidiano que resulta encontrar situaciones muy conflictivas debido a las malas relaciones entre padres e hijos, y viceversa. En el texto aparece algo insólito para su época. Les pide a los padres que no exasperen [erethizo = irritar, resentir] a sus hijos no sea que se desanimen [depriman]. Seguramente este señalamiento fue radical en la vida de las familias, pero Pablo no hizo más que tomar el modelo del Maestro, como lo relata Mt. 18, cuando pone un niño (paidós) de pocos años frente a los adultos que discutían quién era el más importante, y les advierte que no lo hagan tropezar (skándalon), mejor es arrojarse al mar atado a una piedra de molino. Este análisis nos permite descubrir la enorme responsabilidad que Pablo atribuye a los padres respecto de sus hijos. Lo que se haga, o lo que no se haga con los hijos, deberá ser justo, y tener la aprobación del Señor. ¡No somos dueños de nuestros hijos! ¡Es sólo ‚barro‛ que Dios puso en nuestras manos para imitarlo a Él y ser alfareros…!

H. La familia extendida Siguiendo en la misma línea trazada en los comentarios del A. T., a partir del cap. 4 de Génesis la familia se extiende y multiplica. Aunque no tenemos todos los detalles de este proceso y reconocemos que el relato bíblico contiene una serie de referencias históricas y folclóricas, podemos afirmar que el relato prehistórico (del capítulo 1 al 11) y el histórico (a partir de Abraham – Génesis 12) nos van mostrando cómo se va integrando y desarrollando la familia. Con el paso del tiempo llegamos a la constitución del pueblo de Dios mediante la formación de clanes familiares y las tribus de Israel. En ese proceso Dios va dando pautas para la conformación de una sociedad con valores concretos para las relaciones familiares

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Así, por medio de la familia de Noé, Dios preservó la vida sobre la tierra (Génesis 6.9 a 8.22). A través de Abraham se anticipa que serán bendecidas todas las familias de la tierra (Génesis 12.3). Para el pueblo de Israel, el matrimonio y la familia mantuvieron un sentido teológico muy profundo y lo desarrollaron íntimamente relacionándolo con la fe en el Señor, el Dios del pacto. El pacto en el Sinaí fue interpretado figurativamente, por Oseas (2.19-23) y otros profetas, como el pacto de matrimonio entre Dios e Israel. De modo que la relación de Dios con su pueblo mediante el pacto gira alrededor de la idea del matrimonio y la familia. En el tiempo del éxodo se definió la estructura tribal de Israel. Cada tribu estaba formada por varios clanes, y éstos, a su vez, por familias unidas por lazos de consanguinidad. En esa estructura, Israel veía a cada individuo como miembro de una familia. Cada familia estaba a su vez unida a otras familias, y juntas formaban un clan. El clan estaba a su vez unido en grupos más extensos que formaban las tribus, de modo que Israel era, en efecto, una gran familia de familias. En Josué 7.14-18, puede leerse cómo el conflicto de Acán afecta la estructura familiar y ésta queda involucrada. La familia individual era, entonces, la unidad básica de la sociedad, y el padre era reconocido como la cabeza de esa unidad social fundamental. Por eso, la formación de la identidad nacional y el entrenamiento para la fe de cada nueva generación estaba en manos de la familia (Deuteronomio 6.4-9). También se ha visto la familia en tiempos de Jesús, y se ha dedicado un espacio para analizar la dinámica de Pablo y Pedro, quienes procuran integrar el trasfondo del Antiguo Testamento y las nuevas ideas que traía el Evangelio respecto a la constitución de la familia. Fue una ardua tarea ya que, como se explicó, la sociedad de su tiempo era muy compleja. Ahora se debe pensar en lo que está más próximo a nosotros y tiene que ver con nuestra vida en la sociedad, entrados ya en el siglo 21. Vale considerar algunas preguntas para la reflexión: ¿Tiene algo que decir la sociedad sobre la familia y la pareja, o qué se piensa sobre lo expuesto? ¿Y la iglesia? ¿Tiene autoridad para decir algo? ¿Mostrar un modelo? ¿Le interesa realmente ser una influencia en la sociedad? ¿Desarrolla la iglesia un acercamiento bíblico-teológico juntamente con el profesional hacia adentro? ¿Tiene la enseñanza bíblica más fuerza que la sociedad y los medios de comunicación en la familia? ¿Cómo se enfrenta el tema en una sociedad donde cada vez son más numerosos los adolescentes y los jóvenes? ¿Qué se hace con los modelos que se le proponen…?

REFLEXIÓN FINAL Considere nuevamente este sencillo esquema que representa los tiempos del proceso histórico que afectó el desarrollo de la familia y del rol de la mujer y del hombre:

Creación

2000

1300

0

Patriarcas

Moisés

Jesús

2000

Metáfora Tenga en cuenta, por ejemplo, que los tres primeros capítulos de Génesis nos llegaron a través de Moisés, hacia el 1300 a.C., mucho después de que los acontecimientos que se señalan en esos textos ocurrieran, y con una visión retrospectiva de los sucesos que se relatan. Dicho en palabras más sencillas, Dios dejó en Moisés una metáfora5 No es muy difícil pensar que estos textos narran la creación con la finalidad de que Israel supiera qué es lo que Dios esperaba de su pueblo. Se puede inferir que éstos son los propósitos de Dios para la pareja humana en todo tiempo, pero la realidad y el contexto machista que se gestó, indican que no lo comprendieron. Los primeros capítulos de Génesis nos dan el pensamiento de Dios, que era superador para las restricciones culturales existentes e instaladas en la sociedad de su tiempo respecto de la pareja, la familia, el rol del hombre y la mujer, y relación responsable de estos ante los hijos. 5

La Metáfora, del griego meta (fuera o más allá) y pherein (trasladar), es una Figura Retórica que consiste en expresar una palabra o frase con un significado distinto al habitual entre los cuales existe una relación de semejanza. Es decir, se identifica algo real con algo imaginario.

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Como se mencionó, estos tres capítulos muestran el ideal primigenio de Dios, que será el referente permanente, incluso usado por Jesús (Mateo 19). Luego, con la caída en el cap. 3, comienza una fragmentación en la relación hombre-mujer, que continúa con distintos matices hasta nuestros días. Si se vuelve un momento a Génesis 1.27, se observa que se menciona al ser humano creado a la imagen de Dios, pero luego agrega: ‚Hombre y mujer los creó‛. Esto ratifica que esa imagen y semejanza está en ambos. Pero al llegar al momento de ‚armarse‛ una pareja, la realidad dice que vienen de contextos, formas, culturas, principios, etc., completamente distintos. A esto se lo ha llamado en el gráfico ‚Características propias de su familia e historia‛. En el proceso de integración de la pareja, es imprescindible trabajar ‚las diferencias‛.

Gráfico: El ser humano Características propias de su familia e historia

Características propias de su familia e historia Hombre

Mujer Diferencias a trabajar, pulir. Cuanto más se pulan, más próximos estarán.

¿Qué quiere enseñar Génesis, y qué se quiere decir con este gráfico? El proyecto de Dios es inclusivo, pues la verdadera realización de los seres humanos se logra a través de la plenitud de la pareja. Cada uno es un todo, y juntos deberán procurar ser un todo aún mejor. En efecto, cada uno proviene de historias y vivencias distintas. También los orígenes familiares son distintos; a veces las diferencias pueden ser muy complejas. Muchas de ellas se superan a través del tiempo, en especial si hay realmente amor mutuo y voluntades dispuestas, acompañadas por una buena comunicación. La pareja podrá necesitar apoyatura espiritual y, si hiciera falta, profesional para descubrir y trabajar los conflictos no resueltos. Muchos de estos conflictos no se han elegido si no que surgen espontáneamente por antiguas experiencias infantiles frustrantes o por fallas de nuestros padres, del entorno familiar o del contexto en que nos formamos. No es cuestión de buscar culpables, o adjudicar culpas, sino reconocer que los problemas están allí y es necesario resolverlos, para ser más felices y no afectar negativamente a los que amamos. ¡Cuanto más sanos estemos, menos lastimaremos a quienes amamos! El acto sexual es la manera más gráfica de representar la idea de uno en el otro y no hace más que representar lo que son dos vidas, dos personalidades, dos identidades que se entregan responsablemente y asumen caminar juntos la vida para construir uno en el otro. Se entiende entonces, por qué la Biblia da tanta importancia a la pareja y a la fidelidad que debe existir entre sus miembros. Éste no es un tema menor, pues la fidelidad impregna toda la Escritura: en la relación de Dios con el ser humano a quien se le demanda reciprocidad, en la relación de los seres humanos entre sí incluyendo la pareja, y el ser fiel con uno mismo. La fidelidad es, pues, de máxima importancia para Dios y no se puede minimizar su trascendencia. En efecto, cuando ésta se rompe tiene consecuencias graves. Dios estableció el vínculo sexual como algo bello que acompaña la madurez y el desarrollo de las personas. Podemos afirmar que cuanto más sana sea esta relación, más salud tendrá la familia y la sociedad toda. Por supuesto, no es suficiente saberlo; hay que vivirlo y construir ambos: “Dios hace una imagen de sí mismo y la coloca en el mundo como su

representante; es el Creador quien implanta en el hombre/mujer [ser humano] su propia creatividad y lo hace su asistente, le encomienda la mayordomía de su creación. Él y Ella son el significado esencial de la descripción del ser humano como la Imago Dei son el carácter representativo que ambos tienen respecto de Dios”. Página 21 de 22

1. 2. 3. 4. 5.

¿Qué será representar a Dios con nuestros vínculos matrimoniales, de frente a nuestros hijos? ¿Qué será representar a Dios como esposas, esposos, padres, abuelos, hijos…? ¿Cómo representamos la relación Dios-nosotros respecto a la relación nosotros-otros? ¿Hasta dónde desarrolla la comunidad de creyentes estos valores que la Palabra privilegia? Si la representación de Dios en la sociedad es la familia, por qué no lo desarrollamos en la congregación? 6. ¿Cómo hablar de la universalidad del Evangelio, si las congregaciones viven dividiéndose? 7. Y si las congregaciones viven dividiéndose por no tener capacidad de diálogo, ¿por qué no se van a dividir las familias, si la iglesia debe ser también una familia…? 8. Si lo desarrollado en este trabajo muestra el fuerte interés de Dio y Jesucristo por la familia, desafío que entendieron las apóstoles, ¿por qué no podemos asumirlo como el desafío mayor…? 9. ¿Pasa por nuestra cabeza que también daremos cuenta a Dios de qué familias construimos…? 10. Si es cierto que para tener un país sano necesitamos familias sanas, la iglesia debe agotar todos sus recursos para tener matrimonios y familias sanas, ¿cuál será la estrategia o planificación en la congregación para tener matrimonios sanos y familias sanas…? Si el Reino de Dios representa la reconciliación definitiva entre Dios y la humanidad, entre las personas, los pueblos, los sexos, las generaciones, las razas y entre la humanidad y el resto de la creación –una promesa que se cumplirá en la segunda venida de Cristo–, entonces la comunión del pueblo de Dios es una necesidad imperiosa, para que el mundo entienda que lo que Dios ofrece en el Evangelio es real. Una necesidad igualmente imperiosa es que la iglesia busque tener comunión con toda la humanidad y con todo el medio ambiente. La esperanza de la reconciliación final de la creación debe demostrarse no sólo en la comunión interna del pueblo de Dios, sino también en un continuo esfuerzo por lograr la paz y la reconciliación entre las naciones y sus habitantes…

Orlando Costas

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