Mayo, mes de las flores, mes dedicado de una manera especial a honrar a nuestra Madre la Virgen María y a nuestra madre de la tierra. La Virgen María ha estado presente en el suelo latinoamericano desde los comienzos de la evangelización. Por eso América Latina es llamada el “Jardín Mariano” . Una de las advocaciones más queridas por sus habitantes es Nuestra Señora de Guadalupe.

Salve mayo florido salve mes sin igual

Entonemos un canto A la Madre de Dios

para honrar escogido

Y reciba en su manto

a la Virgen sin par.

Nuestros signos de amor.

Es la Virgen tan bella Que sin par la hizo Dios No hay criatura como ella Es más bella que el sol. PROYECCIÓN SOBRE LAS ADVOCACIONES MARIANAS EN AMÉRICA LATINA. (Presentación de Power Point tomada de (www.jesusyoconfioenti.groups.live.com) Conversatorio sobre el mismo.

“Y EL DISCÍPULO LA ACOGIÓ EN SU CASA”. Jn. 19,27 Celebración de la Palabra Mariana para hacerla el día de la familia. Madre de familia. Sabemos por el Evangelio que la Virgen María, dio a luz al Señor en su pesebre, “porque no tenían sitio en el albergue para ellos” (Lc. 2,7). En este momento de oración queremos en primer lugar darle gracias a Aquella que lo dio todo para darnos al Salvador, así como acogerla con amor filial en nuestras vidas y hogares, como lo hizo el Apóstol San Juan. INTRODUCCIÓN. LA Comunidad Educativa con las familias se reúne en torno al altar hecho para la Virgen María. Un Padre de familia: (Si se puede cantar, mejor) En el nombre del Padre, en el nombre del Hijo, en el nombre del Santo Espíritu, estamos aquí. (2) Motivación (Padre de familia). Démosle gracias al Dios Padre que nos ha dado a su Hijo Jesucristo y a la Virgen María que con su “Sí” a las palabras del Arcángel San Gabriel, por obra del Espíritu Santo, se convirtió en la Madre de Dios y en Madre nuestra y en la noche de Navidad “irradió sobre el mundo la luz verdadera y eterna, Jesucristo el Señor”. Démosle gracias a María por el amor a cada uno de sus hijos y por habernos acogido al pie de la cruz por medio de San Juan como nuestra madre. Oración hecha por una madre. Madre, a ti te llamamos cuando la noche llega a la habitación de nuestra vida. Te llamamos vida y dulzura, esperanza nuestra, te llamamos en nuestra peregrinación por esta vida. Te llamamos siempre madre, madre de todos los hombres, acogedora de todos los dramas, ternura de los pasos cansados. Tú, madre, eres tan sencilla, tan mujer, tan pobre, tan nuestra, tan de aquí. Madre, ayúdanos en los momentos difíciles, enséñanos a ser como tú: presencia y cercanía para los que lloran, empuje y ánimo para los que lo pasan mal. Tú que eres tan madre, danos tus entrañas maternas ante toda miseria humana. Tú que viviste en Nazaret, anima nuestros días rutinarios y grises, enséñanos a querer desde la monotonía de todos los días.

Enséñanos, madre, la aventura de seguir a Jesús, de entregarse y darse desde las mil y una circunstancias de la vida. Madre, déjanos sentirnos siempre cerca de ti y vibrar con tu mirada serena y dar, como tú, lo mejor de nuestra vida al Señor. Amén. Canto. Madre mía, que estás en los cielos. INVOCACIÓN DE LA FAMILIA. Hecha por varios miembros de las familias. 1º. Invoquemos al Señor, Jesús, recurriendo confiados a la intercesión de su Madre. Contestemos a cada invocación: Que tu santa Madre Señor, interceda por nosotros.      

Sálvanos, Señor, por tu anunciación-en carnación. R. Sálvanos, Señor, por tu nacimiento en Belén. R. Sálvanos, Señor, por tu presentación en el templo. R. Sálvanos, Señor, por tu santo bautismo. R. Sálvanos, Señor, por tu pasión y tu cruz. R. Sálvanos, Señor, por tu gloriosa Resurrección. R.

2º. A nuestras peticiones, responderemos: Que interceda por ellos tu Santa Madre.   

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Concede al Santo Padre, el Papa Benedicto XVI y a nuestros Obispos, vida y salud y renuévalos en su ministerio y en su acción Pastoral. R. Ilumina las mentes de los gobernantes en la búsqueda del bien común, de la paz, la justicia y la reconciliación. R. Escucha el llanto y el clamor de los que sufren, la oración de los perseguidos a causa de su fe, la invocación de los desempleados, de las víctimas de la violencia y de las catástrofes naturales. R. Guía a los que se han alejado de ti y vuélvelos al seno de tu Iglesia. R. Muestra la luz de tu rostro a cuantos te buscan con sinceridad de corazón. R. Ayúdanos Madre nuestra, a que nuestros hogares sean como el de Nazaret, un cenáculo de comunión en el amor. R.

Todos: Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no desprecies las súplicas en nuestras necesidades; antes bien líbranos de todos los peligros, oh Virgen gloriosa y bendita. Amén.

BIBLIOGRAFÍA APOSTOLADO BÍBLICO CATÓLICO. La Historia Admirable de SAN PABLO. CERRO, CHAVES. Francisco. Salmos en el camino. Especialscolopi.es LÓPEZ DE LA HERA. San Pablo cuenta su vida.