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El Medio Marino Canario Características fisicoquímicas del agua del mar • Químicas: • Salinidad: Ésta se expresa en gramos por litro de agua del mar, las aguas del archipiélago presentan anomalías en la salinidad de manera que cuando nos alejamos de la costa Africana continental hacia el Oeste, se observa un aumento, no solo de la salinidad, sino también de temperatura. A la altura del Cabo Juby la salinidad del agua es de 35.77 y la temperatura en septiembre es de 18º C. Mas al Oeste, a 400km, a la altura de la isla del Hierro, la salinidad es de 36.8 y la temperatura de 24 ºC. Esta diferencia de 6 ºC en superficie a tan poca distancia y en mar abierto parece tener gran importancia en la fauna ictiológica (peses). • Gases Disueltos: a) Oxígeno: En las Aguas superficiales en contacto con la atmósfera, la cantidad de oxígeno tiende a estar en equilibrio con el atmosférico. La cantidad de oxigeno disuelto en el agua del mar oscila entre los 0 y 8 cm³/litro si bien esta cifra puede sobrepasarse en caso de temperaturas muy bajas o en zonas donde existe una intensísima actividad fotosintética. La cantidad de oxigeno disuelta en el agua depende de la salinidad, la temperatura y la presencia de seres vivos. b) Dióxido de carbono: Se encuentra en el agua del mar disuelto o formando parte de bicarbonatos y carbonatos, coexistiendo en equilibrio las tres formas. Este compuesto es de vital importancia en los procesos fotosintéticos, en tanto que los carbonatos y bicarbonatos forman la estructura esquelética de muchos seres marinos que construye a partir del dióxido de carbono disuelto en el agua del mar. • Oligoelementos del agua del mar: Son los elementos químicos que se encuentran en el mar en cantidades muy reducidas. Sin embargo, tienen especial importancia en la vida marina pues muchos, como es el cado del Cu y del Fe, son indispensables para los animales ya que se encuentra en la hemocianina y en la hemoglobina respectivamente. De la presencia de Mg depende de la prosperidad de la vida vegetal, ya que forma parte de la clorofila. • Físicas: ♦ Temperatura: Por estar situadas en la confluencia de corrientes marinas como la del Golfo en su rama descendiente y otras procedentes del Mediterraneo, presenta una distribución vertical de temperaturas, que es la causa de la elevada productividad del Mar de Canarias, más en profundidad que en superficie Las temperaturas superficiales del mar son inferiores a las que corresponderían por su latitud debido al 1
afloramiento o upwelling próximo a la costa africana y a la Corriente Fría de Canarias. Esto confiere al Mar de Canarias características propias en cuanto a temperaturas y salinidad. Las aguas por encima de los 100 metro de profundidad son las más influenciadas por la climatología local, que hace que sean relativamente cálidas en la zona Sur de las islas y un poco más fría en la zona Norte, sobre todo en las regiones próximas a la costa. Esta mezcla se aguas de características diferentes permite la coexistencia de una fauna marina de muy diversas exigencias ecológicas. ♦ Densidad: La densidad del agua del mar depende de los siguientes factores: la temperatura, la presión y la salinidad. En general, la densidad del agua merina aumenta con la profundidad. Cuando una masa de agua densa se hunde, se genera una corriente de convección que tiende a reemplazar dicha masa con agua de otras latitudes, produciéndose una corriente superficial, cálida, y otra, más fría, en profundidad. Esa masa de agua profunda y fría, cargada de nutrientes, puede emerger cerca de las plataformas continentales al chocar con el talud continental o corrientes contrarias, produciéndose un afloramiento o upwelling que propicia la abundancia de vida planctónica y la consiguiente aparición de la pirámide alimenticia. ♦ La luz: Cuando un rayo de luz incide en el agua del mar, parte de las radiación es absorbida y transferida en calor y otra parte es dispersada por las moléculas de agua, partículas y microorganismos presentes en ella. El color azul del mar se debe a la pronta desaparición de las radiaciones rojo−anaranjadas del espectro del solar y a la dispersión de los rayos sobre las moléculas o microparticulas en suspensión. Las partículas o microorganismos, de color normalmente amarillo, al combinarse su coloración con el azul dominante en el agua del mar, son los que le dan el color verde que tan frecuentemente se observa en las aguas costeras. ♦ Presión: Puede decirse, en términos generales, que la presión hidrostática en el mar aumenta 1 atmósfera por cada 10m de profundidad. Generalmente, se usa el bar. como utilidad de presión. Su equivalencia es: 1 atmósfera = 1,0133 bar. Resulta muy práctico el uso del decibar, ya que la presión hidroestática aumenta a razón de un decibar por cada metro de profundidad; así, la presión numérica de los metros de profundidad coincide con los decibares de presión Ecosistemas Marinos L a porción de agua que se encuentra sobre la plataforma insular constituye el espacio donde se establecen los diferentes seres vivos que habitan en los ecosistemas marinos. Según la dependencia que presentan los organismos con los fondos, podemos clasificarlos en dos grupos: por un lado, los que dependen del fondo para vivir, los organismos bentónicos, con organismos fijos a los sustratos o bien móviles; por otro, los organismos pelágicos, formados por seres vivos que viven independientemente de los fondos; habitan en el mar, donde nadan libremente (necton) o arrastrados por las corrientes (plancton). Desde la orilla del mar hasta donde acaban las plataformas insulares, podemos distinguir distintas zonas, según la profundidad en que se encuentran:
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• La zona supratorial. Constituye el transito entre el medio marino y el medio terrestre; sometida a largos periodos de desecación, pues sólo alcanza el agua de las olas al romper en la orilla, únicamente se ve invadida por el mar durante las grandes mareas o los fuertes temporales. • La zona intermareal o mesolitoral. Tiene sus límites marcados por las mareas, y corresponde a la zona ocupada por el mar durante la pleamar. De forma estacionaria, queda al descubierto en la bajamar, y sólo los charcos son las partes cubiertas por el mar. • La zona infralitoral. Comienza en el límite inferior de las grandes mareas y es una región cubierta por el mar de forma permanente; se extiende hasta profundidades interiores a los 50 m., correspondientes a zonas iluminadas • La zona pelágica. Pertenece al comienzo del talud de la plataforma insular, y se prolonga hasta los fondos oceánicos. La escasa o nula luminosidad de estos fondos no permite el desarrollo de las algas, y obliga a los seres vivos a vivir flotando o nadando en el mar. Los productores constituidos por algas y algunas fanerógamas se encuentran en el fondo sobre la superficie de estas plataformas. De este modo, la longitud de la plataforma limitará la extensión de estos ecosistemas. Mientras las islas más jóvenes, como la Palma o el Hierro, presentan una plataforma muy corta, en algunos casos, llegan a ser superiores a los 30 km. Los Ecosistemas Bentónicos Estos ecosistemas se extienden desde la orilla del mas hasta los 50 metros de profundidad, donde la luz puede llegar a los productores (algas y fanerógamas) que viven fijos al fondo; mediante la fotosíntesis producen materia orgánica que se incorporará a los distintos consumidores. Comprenden las zonas intermareal y subpralitoral; en ellas habitan organismos que dependen del fondo del mar para vivir (organismos bentónicos). Incluyen algas, fanerógamas y algunos invertebrados que viven fijos al sustrato, así como los otros organismos que se encuentran libres, como algas microscópicas, pequeños invertebrados y peces. La distinta naturaleza de los sustratos permite diferenciar dos tipos de ecosistemas: • Fondos Rocosos: En los fondos rocosos intermareales y submareales, mucho más abundantes en Canarias que los arenosos, se desarrolla una banda de algas macroscópicas, muy diversificada en su composición específica (Cystoseira, Gelidium, Corallina, Satgassum, etc.) y organizadas espacialmente en relación a las condiciones ambientales de cada zona. Además, estos fondos cubiertos de algas sirven de zona de cría de alevines y refugio de juveniles para muchas especies. Aunque hay especies de algas que sobrepasan los 100 m de profundidad, la zona óptima para el desarrollo de estas comunidades vegetales no suele superar los 50 m. En muchos sectores de las Islas el desarrollo de la banda algal está muy limitado, con respecto a la capacidad potencial, debido a la intensa actividad herbívora de los erizos, especialmente el erizo de Lima (Diadema antillarum), dejando fondos limpios de algas conocidos como blanquizales. Herbívoros frecuentes son las viejas (Sparisoma) y salemas (Salpa), abundando también los planctófagos como fulas (Chromis) y boga (Boops). Entre los principales depredadores se encuentra la bicuda (Sphyraena), el medregal (Seriola), el abadejo (Mycteroperca) y el mero (Epinephelus).
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• Fondos Arenosos (Sebadales): Son, en general, pobres y limpios de vegetación, obteniendo su producción a partir de necromasa procedente de las praderas de fanerógamas y de las algas de los fondos rocosos, así como de la incorporación de producción planctónica que realizan los invertebrados planctófagos o peces como la anguila jardinera (Heteroconger). No obstante, en algunas zonas y a cierta profundidad se origina una producción primaria propia basada en una película de algas microscópicas que se desarrolla sobre la arena. Los fondos arenosos constituyen el hábitat de especies como el tapaculo (Bothus) y el pez araña (Trachinus).
El sebadal se trata de una especie de praderas que viven en el fondo arenoso del mar y que son imprescindibles para el ecosistema en la medida en que impiden que haya erosión y sirven de refugio para la comida de los peces adultos. Según Barquín, "la salud del sebadal es la salud del mar" y allí donde haya uno de ellos es necesario limitar toda la actividad turística y controlar la pesca. En sus exploraciones, estos biólogos descubrieron sebadales en la zona de Playa San Juan, Los Acantilados y, el más extenso de todos, ubicado justo entre Las Américas y Los Cristianos. Formaciones geológicas tan hermosas como desconocidas son otros de los descubrimientos de la primera cartografía marina que se hace en Tenerife y que deja todo un camino de incógnitas por resolver y de áreas por estudiar. Las praderas de sebas (Cymodocea nodosa), conocidas como sebadales, se encuentran sobre fondos arenosos, desde un par de metros en sectores abrigados 4
y a unos 10 m en los expuestos, extendiéndose hasta unos 35 m de profundidad. Además de estabilizar el sustrato con su sistema radicular, esta fanerógama sirve como soporte para una gran cantidad de algas filamentosas e invertebrados, que se instalan sobre sus hojas, y como lugar de desarrollo de una gran cantidad de alevines y juveniles de peces propios de los fondos rocosos, que encuentran aquí un ambiente propicio, con abundancia de alimento y sin los depredadores de las zonas rocosas. Además, las praderas presentan también una fauna característica, representada por peces como la herrera (Lithognatus), mojarra (Diplodus) o salmonete (Mullus). Entre los depredadores más importantes están el choco (Sepia) y el angelote (Squatina). • Comunidades de Corales: Estas comunidades se extienden aproximadamente entre los 50 y lo 600 m de profundidad, en donde el movimiento de las aguas está claramente atenuado y la luz disminuye sensiblemente hasta llegar a desaparecer. Al estar situados más allá de la zona eufótica sólo pueden sostenerse gracias al aporte de necromasa que cae a modo de maná por la acción de la gravedad desde aguas superiores, aunque también las migraciones del zooplancton aportan materia y energía a dichos fondos. Las algas, ya generalmente coralináceas, no suelen superar los 100 m de profundidad siendo sustituidas en profundidad por bancos de corales, denominados por Dendrophyllia ramea. Esta comunidad se va empobreciendo en profundidad, siendo sustituida a los 150 m por otra dominada por un congénere de menor porte, Dendrophyllia cornigera, que puede llegar hasta los 400 m de profundidad. La fauna que habita las comunidades de corales es muy variada y muchas de las especies presentan interés comercial. Además de las características de esta zona infralitoral, como meros, abades, verrugatos (Umbrina), cabrillas (Serranus), etc., que pueden encontrarse también aquí, hacen su aparición especies nuevas como la sama o pargo (Dentex), el bocinegro (Pagrus), la brota (Phycis), o la breca y el besugo (Pagellus). Más allá de los 400 m de profundidad, aparece la comunidad de corales blancos, enre los que destacan las especies Madrepora oculata y Lophellia pertusa, junto a las persistentes gorgonias. Finalmente, aproximadamente a partir de los 600 m de profundidad, los corales blancos dan paso progresivamente a las comunidades de esponjas de cristal, de entre las que destaca Pheronema grayi. Peces ligados a estas comunidades son el congrio (Conger), la palometa de hondura (Beryx), el quelme (Centrophorus), el obispo (Pontinus) o la boca negra (Helicolenus).
Los Ecosistemas Pelágicos En estos ecosistemas, el plancton constituye la base de la cadena trófica. Los microorganismos vegetales (el fitoplancton) fijan la materia orgánica y son los productores que sirven de alimento a los microorganismos animales (zooplancton), los consumidores primarios. Las medusas y los sifonóforos, como la fragata portuguesa, los crustáceos y peces, como las sardinas, también se alimentan de este plancton; son los 5
consumidores secundarios. Los cefalópodos, como el calamar, que se alimentan de pequeños peces, y peces mayores, como los migratorios atunes, y las tortugas bobas, así como los delfines, constituyen el último nivel trófico. El ecosistema pelágico costero es la porción del ecosistema pelágico más cercana a tierra pero aún sostenido por el fitoplancton. Aquí se simultanean especies más ligadas a la costa como el guelde (Atherina), la boga (Boops) y la palometa (Trachinotus) con otras de aguas más abiertas, compuestas por peces como la caballa (Scomber) o la sardina (Sardina, Sardinella), que se acercan a la costa a reproducirse y desarrollar aquí su fase juvenil. Ligadas también a la costa, y siempre próximos a fondos abruptos, aparecen especies semipelágicas, como la bicuda y el medregal. Sobre los recursos pelágicos costeros inciden también las aves marinas, principalmente la pardela cenicienta (Calonectris diomedea). Otra particularidad de este ecosistema es que, debido a la proximidad de los grandes fondos a las costas, muchas especies de hábitats profundos, sobre todo las que realizan migraciones verticales nocturnas hacia aguas superficiales, están plenamente integradas en la dinámica insular, al contrario que ocurre en zonas continentales, donde dichas especies se encuentran a muchas millas de la costa. Este es el caso, por ejemplo, de los escolares (Ruvettus) o el conejo (Promethichthys), que de día se encuentra sobre fondos batiales, por debajo de los 400 m de profundidad, y por la noche ascienden, siguiendo el perfil del fondo, hasta llegar cerca de la superficie. El ecosistema pelágico de alta mar ocupa los canales que separan las islas. Aunque existe una apreciable estratificación en la composición de sus comunidades, éstas están relacionadas por las migraciones diarias y estaciónales de los organismos, de manera que se produce constantemente una redistribución vertical. Este ecosistema se sustenta en el fitoplancton, que pese a su pequeña biomasa presenta una gran tasa de renovación. Por otra parte, el obstáculo que suponen las islas a la dirección de los vientos y corrientes dominantes provocan la concentración de plancton en las zonas de calma a sotavento de las mismas, originando manchas que incrementan la producción piscícola pelágica y de fondo, y que podrían explicar las mayores concentraciones de peces pelágicos costeros, como caballas o sardinas, existentes a sotavento de las islas. La estructura de este ecosistema está en gran medida condicionada por la presencia de numerosas especies oceánicas que se acercan a Canarias en sus rutas migratorias, especialmente los atunes (Thunnus, Katsuwonus), bien tropicales (bonito, rabil, tuna) o templados (patudo, barrilote), que se sustituyen en el tiempo a lo largo del año, aportando a las islas unas biomasas muy elevadas. • El Plancton La definición del plancton es muy amplia por lo que su estudio en profundidad necesita clasificarlo en categorías más limitadas de acuerdo a diferentes criterios. Se conoce como plancton al conjunto de organismos pelágicos, de pequeñas dimensiones, carentes de la capacidad locomotora suficiente que les permita contrarrestar la dinámica marina, de forma que flota en el agua y es arrastrado por las corrientes. Por la naturaleza de sus componentes y modalidades de nutrición se distinguen el fitoplancton o plancton vegetal del zooplancton, o plancton animal, definiéndose el primero como el plancton capaz de sintetizar su propia sustancia orgánica por fotosíntesis a partir del agua, gas carbónico y energía luminosa. El zooplancton, por el contrario, está constituido por organismos heterótrofos que no pudiendo sintetizar su propia sustancia orgánica, la obtienen del medio exterior por ingestión de partículas vivas o muertas(protozoarios, celentéreos, gusanos, moluscos, crustáceos y peces). En el pelagial se incluyen otras dos comunidades cuya importancia en el medio marino, ha sido enfatizada en el último tiempo por investigadores soviéticos: Estas son el neuston y el pleuston. La primera está formada por poblaciones de organismos aerobiontes e hidrobiontes que habitan la interfase océano atmósfera y están estrechamente relacionados con película superficial del agua, tales con los hemípteros Halobates, protozoos, copépodos pontélidos, y algunos huevos de larvas de peces. El pleuston agrupa ciertos animales marinos 6
hidrobiontes, de los cuales una parte del cuerpo sobresale de la superficie del agua, lo que hace que sus desplazamientos pasivos sean la resultante de la deriva de las corrientes y de la acción del viento. Los organismos pleustónicos más conocidos en le medio marino son los celenterados de los géneros Physalia y Vellela. Las aguas Canarias son oligotróficas (poco nutrientes) y, por tanto, los valores de biomasa u producción primaria del fitoplancton son bajos y con variaciones estacionales que tienen su máximo al final del invierno y al principio de la primavera. • El Necton Está integrado por aquellos animales dotados de medios de locomoción capaces de contrarrestar los movimientos del mar. Los animales nadadores pertenecientes al "necton" viven en la zona pelágica, región del océano que representa un medio ecológico de extraordinaria uniformidad, por lo que las formas nectónicas se reducen a pocos modelos de organización tanto en estructuras como en funciones, presentándose múltiples casos de convergencia evolutiva, o sea el parecido entre organismos pertenecientes a grupos zoológicos muy distantes, como por ejemplo la similitud de los peces con los mamíferos marinos, como los delfines. La condición de seres nadadores, que han de moverse en un medio tan denso como el marino, imprime a estos organismos características determinadas en su anatomía y en el funcionamiento del cuerpo, para contar con los elementos propulsores que les permitan su locomoción. Frecuentemente se presentan en ellos las formas hidrodinámicas pisciformes en sus más diversas modalidades y su cuerpo se encuentra lubricado por recubrimientos mucosos, que reducen la fricción con el agua al mismo tiempo que protegen a la piel contra traumatismos e infecciones. En esta comunidad abundan los peces, aunque también hay crustáceos, moluscos, cefalópodos (calamares, potas), tortugas y cetáceos (delfines y ballenas). El medio pelágico que comprende la masa de agua, se divide en función de la profundidad en 4 medios principales: • Epipelágico: desde la superficie a los 200 m (zona fótica) • Mesopelágico: entre los 200 y 1000 m. • Batipelágico: entre 1000 y 3000 m. • Abisopelágico: entre 3000 y 6000 m. Las especies que viven en las aguas entre la línea de costa y los 200 m de profundidad reciben el nombre de especies neríticas y las que habitan en océano abierto, entre el talud y los fondos abisales, recibe el nombre de especies oceánicas. La mayoría de las especies del necton son epipelágicas, ya que es la zona más productiva donde hay luz y se encuentra el plancton. En Canarias, debido a la baja productividad, hay una biomasa reducida en relación con otras regiones, aunque existe una gran diversidad de especies. Muchos de esos peces de pequeño tamaño y vida corta se alimentan de plancton por filtración, tienen una gran capacidad de reproducción y se agrupan formando grandes bandadas denominadas bancos. Pertenecen a este grupo las caballas, sardinas, boquerones, chicharros o jureles, que viven en mar abierto pero se acercan a la costa para reproducirse.
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Otro grupo de peces epipelágicos oceánicos lo forman las especies de mayor tamaño, con una elevada proporción de tejido muscular y una gran perfección hidrodinámica, lo que les aporta una gran movilidad y rapidez en sus desplazamientos. Se alimentan de peces pelágicos y suelen hacer migraciones s través del océano; son los atunes (bonito, tuna, rabil, barrilote, patudo), picudo, peto y pez espada. • Bentos Uno de los grandes grupos de comunidades del mar es el bentos, constituido por los organismos tanto vegetales como animales que viven relacionados con el fondo, semienterrados, fijos o que pueden moverse sin alejarse demasiado de él, desde la marca de la pleamar hasta los fondos de las fosas más profundas. Bajo la denominación de "bentos" se incluyen los seres que viven en estrecha relación con el fondo marino, tanto vegetales (fitobentos) como animales (zoobentos). Los organismos bentónicos que habitan sobre la superficie del sustrato son llamados epibiontes (epiflora y epifauna) y pueden vivir fijos al sustrato, otros pueden caminar sobre él, arrastrarse, o nadar en sus inmediaciones (nectobentos); el término epibiosis, a pesar de sus sentido general, se emplea casi exclusivamente para los sustratos duros.
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De acuerdo a la relación entre el tamaño del animal y el alimento que consumen, se pueden distinguir dos grandes grupos; los macrófagos, cuyas presas (bacterias, protistas, invertebrados pequeños, etc.) son de talla reducida en relación al consumidor y los macrófagos, cuyas presas son de tamaños relativamente grandes. Los organismos bentónicos que viven en el interior del sustrato son llamados endobiontes. El bentos, como gran comunidad ecológica se extendería en el mar desde la línea de ribera, hasta las más grandes profundidades, teniendo como factor básico de establecimiento "su relación íntima con el fondo". Esta clasificación general, concierne esencialmente al macrobentos, es decir a todos los organismos pluricelulares cuya talla es superior a 1 mm. El microbentos comprende: organismos unicelulares (bacterias, hongos, algas unicelulares y protozoos) y organismos pluricelulares representados por pequeñísimos metazoos y por larvas de metazoos del macrobentos. Además, se considera la existencia de dos subcategorías: el microbentos (de 0,1 a 1 ó 2 mm) ¸ de hecho, los grandes protozoos (principalmente ciliados) entran, desde el punto de vista dimensional, en el meiobentos. Las relaciones que se establecen entre los organismos bentónicos y el sustrato difieren de acuerdo a la naturaleza de éste; se distinguen básicamente dos categorías: los sustratos duros y los sustratos blandos. Los primeros están constituidos por los requeríos, estructuras fabricadas por el hombre (cascos de embarcaciones, obras portuarias, plataformas petroleras, etc.) y otros. Los sustratos blandos, son aquellos cuyos elementos constitutivos son móviles los unos con respecto de los otros; su granulometría (tamaño de granos) comprende desde guijarros ( de un centímetro a 25 cm.) hasta arcillas coloidales finas ( a veces inferiores de 1 micrón) pasando por gravas, arenas y fangos; las diversas categorías dimensionales de estos sustrato, llamados sedimentos cuando la talla media de los granos es inferior a 1 cm., están frecuentemente mezclados en una misma área del fondo (arena fangosa, fango arenoso, grava areno fangosa, etc.) Los organismos epibiontes de los sustratos duros pueden ser sésiles (de residencia fija) o sedentarios (con desplazamientos lentos y de amplitud reducida). Entre los sésiles, se puede citar todas las algas pluricelulares de sustratos rocosos y los grupos zoológicos en que la vida sésil es ampliamente mayoritaria (esponjas, hidroides, antozoos, briosos, cirripedios, etc.), pero también familias o géneros sésiles de categorías taxonómicas más elevadas que por lo general no o son (serpúlidos entre los poliquetos, vermétidos para los gastrópodos, ostras para los bivalvos, etc.). La perforación que realizan puede ser mecánica, como en los bivalvos de la familia Pholidae (como el "ala de ángel" de Chiloé) que cavan gracias a movimientos de torsión de sus valvas (conchas) que se encuentran parcialmente provistas de dientes análogos al de una lima. Entre los sedentarios de los sustratos duros se puede mencionar a los poliplacóforos ("quitones" o "apretadores"), la mayor parte de los gastrópodos (caracoles). Varios equinodermos, especialmente asteroídeos (estrellas) y equinoídeos (erizos), todos se arrastran sobre el sustrato y otros como muchos crustáceos, combinan el caminar y la natación con la ayuda de apéndices. Los organismos endobiontes de sustratos duros son los perforadores, presentes sobre todo en los crustáceos calcáreos. También, la perforación puede ser química: algas cianófitas y clorófitas perforantes, esponjas, diversos bivalvos, etc. Existen, además, perforadores de maderas sumergidas como pteredínidos, crustáceos, etc.
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Sobre los sustratos blandos las formas sésiles no pueden existir, aunque ciertas ascidias (similares al piure) se fijan al sedimento mediante rizoides ramificados formados por la base de la túnica. Los epibiontes sedentarios de sustratos blandos tienen características similares a las especies correspondientes de sustratos duros; es necesario señalar que la consistencia del sedimento juega un papel importante en las respectivas proporciones de las especies que se arrastran y aquellas que combinan la marcha con la natación. La vida endógena (en el interior des sedimento blando), es un elemento de protección importante contra los depredadores o contra las agresiones eventuales del medio físico y químico. Estos organismos son principalmente cavadores y utilizan el pié, trompa, pared corporal o las patas para enterrarse, es el caso de muchos bivalvos, poliquetos (gusanos marinos), algunos crustáceos y gastrópodos. • Cetáceos de Canarias Ballenas y Delfines en Canarias: El seguimiento y estudio de los cetáceos varados junto a las campañas de avistamiento han permitido identificar hasta el momento 26 especies de cetáceos en las Islas Canarias. Sus tamaños varían desde menos de 2 m. en el delfín moteado, hasta los casi 30 m. del rorcual azul o ballena azul. Algunos de ellos viven aquí de forma permanente, los llamados residentes, mientras que otras especies frecuentan nuestras aguas de forma estacional. Por su rareza y singularidad, entre las ballenas y delfines más frecuentes en Canarias destacan cachalotes, zifios, calderones y delfines mulares Los cetáceos son mamíferos marinos y dulceacuícolas con profundas transformaciones anatómicas que les permiten ser totalmente independientes de tierra firme. ♦ Los cetáceos misticetos (ballenas y rorcuales) tienen placas córneas a ambos lados de la boca, llamadas barbas o ballenas. Se alimentan de pequeños animales (micrófagos) que capturan pasivamente al filtrar el agua con los sinos pelos o cerdas de estas placas. Tienen dos orificios nasales. ♦ Los cetáceos odontocetos (calderones, delfines, cachalotes y orcas) tienen dientes y se alimentan de peces, cefalópodos y otros cetáceos (macrófagos), a los que capturan activa y voluntariamente. Tienen un solo orificio nasal. Presentan órganos especializados que les permiten reconocer objetos, evitar obstáculos y comunicarse entre ellos (ecolocación). 10
• Diferencias entre: Parques Nacionales Los Parques Nacionales son Espacios Naturales amplios poco transformados por la explotación u ocupación humana y cuyas bellezas naturales, singularidad de su fauna, flora y formaciones geomorfológicas o representatividad de sus ecosistemas confieren una gran relevancia a la conservación de sus valores ecológicos, estéticos, educativos y científicos, que son de interés general para la Nación por ser representativo de los principales sistemas naturales españoles. En la nomenclatura internacional se corresponden con los espacios de categoría II de UICN. Parques Rurales
Parques Rurales son aquellos Espacios Naturales amplios, en los que coexisten actividades agrícolas y ganaderas o pesqueras, con otras de especial interés natural y ecológico, conformando un paisaje de gran interés ecocultural que precise su conservación. Su declaración tiene por objeto la conservación de todo el conjunto y promover a su vez el desarrollo armónico de las poblaciones locales y mejoras en sus condiciones de vida, no siendo compatibles los nuevos usos ajenos a esta finalidad. En la nomenclatura internacional se corresponden con los espacios de categorías V y VI de UICN. Paisajes Protegidos Los Paisajes Protegidos son zonas del territorio que contemplan notorios valores estéticos y culturales merecedores de una especial protección. En la nomenclatura internacional se corresponden con los espacios de categoría V de UICN. Medio Natural Canario Características Fisicoquímicas Y Biológicas del Medio Marino en Canarias 1º b Bach Características Biológicas Flora Marina (plancton, algas y fanerógamas) Invertebrados (típicos del litoral) Peces (pelágicos, bentónicos, mesopelágicos)
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