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En nuestro Mediterráneo, y salvo ocasiones especiales como épocas de celo y cría, los animales huyen del hombre o lo ignoran, pero existen algunos dotados de armas naturales capaces de infligir lesiones de mayor o menor importancia, según el tiempo de exposición, el mecanismo lesional y la susceptibilidad personal de la persona que las sufre. Haciendo abstracción de las intoxicaciones o envenenamientos alimentarios, distinguimos 3 tipos principales de accidentes originados por los seres vivos en nuestro mar y, por tanto, 3 mecanismos causales de lesión : por contacto, por picadura o punción y por mordedura. Contactos irritantes o tóxicos : No existen en nuestro medio esponjas o corales que determinen dermatitis de contacto, pero sí numerosos hidroideos (celentéreos de las clases escifozoos e hidrozoos) de 3 grandes familias : medusas, actinias y anémonas, todos ellos armados de nematocistos, que actúan como auténticas jeringuillas que inyectan una sustancia urticante, cuyo efecto depende del lugar contactado (más sensible en cara y cuello), de la edad (más sensibles niños, ancianos y embarazadas) y la tolerancia personal, la cual puede estar incluso sensibilizada por contactos previos. El veneno es complejo, formado por proteínas, enzimas, polipéptidos y tetramina, cuyo efecto es similar al del curare. Su acción libera histamina local y 5−HT. Medusas : las más comunes son de los géneros Pelagia, Aurelia y Rhizostoma, pero la más temible es la Physalia (carabela portuguesa), de largos tentáculos (éstos pueden quedar fragmentados y libres tras una tormenta). Flotan a la deriva y pueden formar bancos enormes. Anémonas y actinias : fijos al sustrato, pero con los tentáculos desplegados. Otros animales de contacto irritante : protistes (unicelulares que a veces tiñen las aguas), algunos alcionarios y los cohombros o pepinos de mar. Por último, si bien de mecanismo muy diferente, la proximidad a una tembladera (de 2 especies : torpedo y tremielga) puede determinar una descarga eléctrica desagradable Los síntomas del contacto con estos animales son : picor, quemazón y dolor con formación de ampollas en el lugar directo y, a los 15 minutos, se puede iniciar un cuadro de calambres, dificultad respiratoria con opresión torácica, intenso dolor de cabeza, mareos al estar de pie, náuseas y vómitos, sudor frío y pulso acelerado. Los sujetos sensibles pueden sufrir un síncope, y precisar de medidas de reanimación cardio−respiratoria. Tratamiento recomendado : distinguimos lo que se debe: • No hacer : frotar, lavar con agua dulce, empapar con alcohol... • Hacer : arrastrar con agua de mar, empapar con amoníaco o bicarbonato diluídos, dar un calmante y aplicar crema corticoide. En caso de reacción anafiláctica, adrenalina SC y corticoide IM. Picaduras : Las más comunes y frecuentes son las producidas por los erizos de mar, y sus consecuencias no son siempre desdeñables, pues las espinas suelen fragmentarse bajo la piel, donde, de no ser extraídas prontamente, pueden "enquistarse" o bien infectarse, y esto puede ser particularmente doloroso y molesto en articulaciones, zonas de apoyo o lugares de alta sensibilidad (cara, yema de dedos).Tratamiento recomendado : se debe: • No hacer : dejar la púa, infectar el punto de punción... • Hacer : extraer la púa con los dedos aún húmedos, con una aguja estéril y desinfectando con Betadine. Caso de fraccionarse, aplicar una mezcla de esencia de trementina, ácido salicílico y lanolina a partes iguales, hasta que la espina rota sea expulsada.
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Otra consideración merecen los auténticos "arpones" que poseen, en la base de su cola, las pastinacas y las águilas de mar, cuyos bordes dentados son de fácil introducción en la piel pero difícil salida, y, como están cubiertos de una mucosidad, actúan como irritantes infectivos. Pero, de entre los peces capaces de producir punciones muy dolorosas, destacan la araña de mar y los rascacios. La primera ataca a veces sin provocación, y los segundos (escórporas) son más sedentarios. Ambos tienen en común el inocular una sustancia compleja, formada por colinesterasa, histamina, epinefrina y algunas proteínas, a través de los radios de sus aletas dorsales y de su cabeza, a veces profundamente. Tratamiento recomendado : se distingue lo que se debe : • No hacer : inquietar al herido, movilizarle, elevar el miembro, aplicar un fuerte torniquete en la extremidad, aplicar hielo durante largo tiempo, realizar cortes "en cruz" sobre el sitio de punción, succionar con la boca... • Hacer : tranquilizar y tumbar, con el miembro declive, instilar agua a 60º y/o anestesia local en el lugar de punción, dar un buen analgésico, corticoide IM y/o adrenalina SC, protección o vacuna antitetánica y valorar cobertura antibiótica. Mordeduras : Morena, congrio, pintarroja y barracuda son los posibles causantes de lesiones de este tipo, de gravedad muy variable, pero muchas veces determinada por la reacción de retirada de la mano, la intensidad de la hemorragia causada y el tratamiento inicial. El ataque de un escualo, aquí como en Australia, causa menos muertes que las debidas a las abejas, pero no olvidemos que el tiburón blanco mayor conocido (8 m. de envergadura) se capturó en Malta. Tambien infrecuente, pero posible, es la mordedura del pulpo, cuyo "pico de loro" puede causar severos cortes. Tratamiento recomendado : distinguimos lo que se debe : • No hacer : dejar que sangre la herida, aplicar alcohol, colocar el miembro declive, suturar con puntos muy "estéticos",... − Hacer : aplicar un buen torniquete, control de los vasos que sangran, miembro elevado, antisepsia con Betadine, no suturar (al menos inicialmente), vendaje compresivo, cobertura antitetánica y valorar antibiótica. − En caso de amputación de dedos : recoger en bolsa de plástico con hielo y transportar al hospital para posible reimplante.
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