Mercedes I.Aller Platas UDC-Facultade de Socioloxía-A Coruña RESUMEN:

Mini-midi jobs, empleo a tiempo parcial, jornada reducida subvencionada, desempleo parcial….la expansión de figuras de borrosos contornos entre empleo

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17519 LAS GOLONDRINAS LAS HIGUERITAS LAS HORQUETAS LAS MERCEDES LAS MERCEDES LAS MERCEDES LAS MOCH
ANEXO IV CODIGO LOCALIDAD 1817 3587 5333 7092 9296 11105 12996 14766 16682 16683 16721 16728 16748 16751 16770 16831 16836 16895 16899 16922 16925 16

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Mini-midi jobs, empleo a tiempo parcial, jornada reducida subvencionada, desempleo parcial….la expansión de figuras de borrosos contornos entre empleo y paro y la persistencia de un modelo diferenciado de división sexual del trabajo (y empleo) en Alemania. Mini-midi jobs, part-time employment, granted short time work, partial unemployment figures …expansion of figures with blurred outlines between work and unemployment and the persistence of a gender division model of labour (and employment) in Germany.

Mercedes I.Aller Platas [email protected] UDC-Facultade de Socioloxía-A Coruña RESUMEN: En un estado de desconcierto ante cotas de desempleo nunca alcanzadas, y en medio de un clima de desesperanza ante la ausencia de otras políticas que recortes y austeridad, muchos españoles vuelven nuevamente los ojos hacia Alemania como destino de un proyecto migratorio laboral, pues su tasa de paro (5,5%) la hace aparecer de nuevo como tierra mítica del empleo. Pero el llamado “milagro alemán” ya no se traduce en lo que tradicionalmente se entendía como “modelo alemán de empleo”: un empleo estable y con derechos, fortalecido por un sistema de relaciones laborales basado en la cogestión y un estado de bienestar que proporcionaba generosa protección social al “varón sostenedor” y a su familia dependiente. En los últimos años la deriva neoliberal (con su máximo exponente, la Agenda 2010) reestructuró profundamente el modelo, con cambios radicales en el sistema de regulación del mercado laboral y la protección social. La búsqueda de la activación de la mano de obra a toda costa y la flexibilización de las relaciones laborales fueron los objetivos de unas políticas de empleo que, basándose en el contrato de género, dieron lugar a un nuevo modelo de empleo fuertemente dualizado, en el que el reparto sexuado del tiempo de trabajo fue el eje estructurador.

1

Debido al distinto poder de negociación de los colectivos destinatarios se utilizaron modalidades de flexibilidad diferentes (reducción temporal de jornada –Kurzarbeit –/vs.diversas modalidades de empleo a tiempo parcial – minijobs, midijobs, tiempo parcial regular), con dispares estatutos y derechos, en cuya asignación el sistema de género fue piedra angular. Aprovechando la utilidad del concepto “modelo de empleo” nos aproximamos a Alemania como ejemplo de la interrelación entre los sistemas de empleo y de género vigentes en una sociedad: de cómo para analizar el empleo es preciso tener en cuenta la división del trabajo en la familia y la participación del Estado. La profunda reestructuración de la norma de empleo “estándar” en Alemania se llevó a cabo gracias al soporte proporcionado por las relaciones de género. El modelo de división sexual del trabajo “varón sostenedor” se aseguró la supervivencia mediante leves transformaciones. Palabras clave: modelos de empleo y género; empleo estándar; modelo de división sexual del trabajo; tiempo parcial; minijob

ABSTRACT: In a state of bewilderment at unemployment levels never reached before and amid a climate of hopeless in absence of other solutions than cut and austerity policies, Spaniards turns eyes towards Germany as an emigration labour destiny. The unemployment rate (5,5%) presents Germany as the working promised land. However the amazing “German miracle” does not refers to the traditional “German working model”: stable employment with rights, strengthen by working relationship supported in and welfare state providing a generously social protection to the male bread winner and his dependant family. In last years the neoliberal course (which its maximum exponent, calendar 2010) deeply restructured model with radical changes in the regulation of labour-market and social protection. The aim to active the workers at any price and make adaptable the working relationship were the objectives of the employ policies, based on the gender contract, leaded to a new employment model strongly dualized, in that the sexed distribution of time was its central axis. As a result of the uneven negotiation bargaining power of the final groups, the flexibility modalities used were different (workday time reduction –Kurzarbeit –vs.

llemande part-time

work modalities –minijobs, midijobs, partial-time), with statutes and rights quite varied, in which gender assignment division was the central pillar. 2

Taking advantage of the usefulness concept “employment model” we approached Germany as an example of interrelation between nowadays employment systems and gender in society: to examine employment is needed to consider the division of labour in the family and state participation. The deeply restructuring of employment standard in Germany was carried out thanks to the support provided by gender relations. The sexual division of working model “make bread winner” survived by slight changes. Key words: employment and gender models; standard employment; sexual division of working model; parttime; minijob

3

INTRODUCCION: Alemania vuelve a presentarse ante los ojos de España como paraíso sin desempleo, por lo que se utiliza como ejemplo para analizar la interrelación entre las relaciones de empleo y de género (o, más concretamente, entre los sistemas de empleo y de género vigentes) en una sociedad. Se trata de utilizar el modelo de empleo alemán (a través de la interacción entre las tres esferas, mercado laboral, género y estado de bienestar) para examinar cómo se concreta el contrato de género, pues ese el objetivo de esta ponencia: utilizar las transformaciones que en Alemania experimentó la llamada “norma de empleo estándar” (empleo indefinido, a tiempo completo, con protección social y generador de derechos) como ejemplificación de la interrelación entre los ámbitos productivo y reproductivo (Torns, T.et al. 2011). Las transformaciones del mercado laboral alemán en los últimos años supusieron un cambio de modelo que es mostrado como ejemplo paradigmático de la profunda reestructuración que el empleo “estándar” está experimentando, una transformación implementada gracias al soporte proporcionado por las relaciones de género. Se lleva a cabo una descripción de las diversas figuras del mercado laboral alemán que, con distinto nombre, distinto status y, sobre todo, generadoras de distinto grado de derechos, comparten entre sí el hecho de implicar una jornada laboral inferior a la tradicionalmente estipulada como “normal” o típica durante la etapa fordista (además de la menos reconocida, de simultanear empleo y desempleo). Se examina el modelo de reparto del trabajo y empleo en Alemania a través de variables significativas de su mercado laboral y de la distribución del tiempo que hombres y mujeres dedican al trabajo (productivo y reproductivo – la carga total de trabajo -). El tiempo de trabajo es un factor clave en este modelo, por lo que se analiza la distribución entre ambos sexos de las distintas modalidades de reparto/reducción individual del tiempo de trabajo (vs/colectivo), y la asignación de los modelos de inclusión-exclusión en el ámbito productivo para ver si se han producido cambios significativos en los últimos tiempos. La distribución de las modalidades de trabajo productivo se apoya en los modelos de división sexual del trabajo reproductivo existentes en esa sociedad (pudiendo fomentar su persistencia pero también participar en su modificación), por lo que el análisis se complementa con un acercamiento al reparto entre ambos sexos del tiempo y el trabajo que se desarrolla en el espacio de la reproducción, a través de variables como la distribución del trabajo entre ambos sexos, las modalidades de actividad que el Estado apoya para las mujeres, la norma social relativa al 4

empleo de las madres o el grado de implicación de cada sexo en el trabajo de producción mercantil y de la reproducción. El recurso al concepto “modelo de empleo” como instrumento metodológico en el caso de Alemania demuestra claramente que a la hora de analizar el empleo es necesario tener en cuenta también la división del trabajo en la familia y la participación del Estado, y cómo el proceso de transformación del modelo de división sexual del trabajo “varón sostenedor” que tuvo lugar en Alemania no llevó a su declive, sino que está posibilitando su supervivencia con unas leves transformaciones.

5

1. CRISIS DE EMPLEO EN ESPAÑA Y LA NUEVA EMIGRACION A ALEMANIA Dos rasgos particulares del desempleo español son su gran volumen y persistencia, que hacen que se mantenga muy elevado (tanto en términos absolutos como relativos) incluso en las fases expansivas de la economía. Actualmente, tras cinco años de imparable ascenso, el nivel de desempleo alcanzó un punto de emergencia social, una dramática situación sin más parangón que Grecia entre los países de nuestro entorno occidental (UE-15): sobrepasados los 6 millones de parados y con una Tasa del 27 %, casi dos millones de hogares tienen a todos sus miembros desempleados (1). Cada nueva entrega de la EPA muestra una situación más dramática que la anterior. A un desempleo desbocado se añade la elevada precariedad del empleo que consigue resistir (crisis de cantidad y de calidad) ( Miguelez F.2007), con 3 millones de asalariados con contrato temporal y 2,6 millones de ocupados a tiempo parcial (2) (con una proporción de involuntariedad escandalosa). Si desde el año 2005 algún indicador parece haber mejorado se comprueba que es un espejismo. La tasa de temporalidad descendió 10 puntos, pero no debido al aumento de la proporción del empleo indefinido, sino que el empleo destruido desde que comenzó la crisis fue temporal. Lo mismo ocurre con la brecha de género entre desempleo masculino y femenino, que pasó de 4,9 puntos a 0,8 una igualación a la baja debida a la destrucción de empleo masculino y su mayor aumento del desempleo. En cuanto al empleo a T.Parcial, su proporción ascendió hasta el 16% debido a la destrucción del empleo a jornada completa, no porque este tipo de jornada aumente cuantitativamente (3). La evolución de las Tasas de Paro desde el inicio de la crisis fue espectacular en todos los grupos de edad, como puede observarse en la tabla 1, donde también se refleja el número actual de parados de cada grupo de edad.

Datos de EPA-I tr.2013 T.Parcial en lo sucesivo. 3 Y la destrucción de empleo a tiempo completo continúa, en el primer trimestre 2013 se destruyeron casi 400.000 puestos de trabajo a T.Completo y se crearon 63.000 a T.Parcial. 1 2

6

TASA DE PARO según EDAD - ambos sexos Total 16 a 19 años 20 a 24 años 25 a 29 años 30 a 34 años 35 a 39 años 40 a 44 años 45 a 49 años 50 a 54 años 55 a 59 años 60 a 64 años

Nº parados

2005-TII

2008-TII

2011-TII

2012-TII

2013-TI

2013-TI

9,33

10,44

20,89

24,63

27,16

6.202,70

31,19

41,13

62,58

73,27

75,85

204,80

17,35

18,88

42,46

48,93

53,65

755,60

11,43

12,11

26,06

31,06

35,92

880,80

8,13

9,82

21,43

24,38

27,63

895,90

7,62

8,48

17,97

21,59

23,86

853,40

7,09

8,68

18,4

21,83

23,6

778,60

6,47

7,73

16,68

20,99

23,34

710,60

6,11

7,63

15,64

19,48

21,08

545,60

6,96

7,12

14,89

18,32

20,84

393,70

6,1

5,84

12,77

16,19

19,26

175,50

Tabla 1: Tasa de Paro por grupo edad y Nº de parados de cada edad España – evolución años 2005 a 2013

En primer lugar se observa que las tasas de paro son particularmente altas entre los más jóvenes (16-29 años), y que los tres grupos que superan con mucho la media (27%) son los menores de 30 años. Sin embargo hay que destacar que el incremento de las Tasas fue importante EN TODOS los grupos de edad (y en ambos sexos, sin apenas distinción). Cuando lo observamos en términos absolutos, con dos únicos grupos, de jóvenes y adultos, sumamos los 5 millones de parados (20-34 años con 2,5 millones y 35-49 años con 2,3 millones). Por tanto podemos decir que en términos absolutos el desempleo es masivo entre los 20 y 50 años, y en términos relativos alcanza cotas escandalosas entre los jóvenes. Tras una etapa de incredulidad y bloqueo, ante la persistencia de la dramática magnitud del desempleo (y sin perspectivas de mejora, pues las previsiones de numerosos expertos no anuncian cambios a medio plazo) fue expandiéndose un ambiente de desánimo, de aceptación social de la situación como “fatalidad” sin esperanza de que vaya a existir solución colectiva. Y mientras esa España atónita caminaba hacia los 6 millones de desempleados, una y otra vez los medios de comunicación reproducían el mensaje de que la potente economía alemana también conseguía un record, pero de signo contrario: alcanzar los casi 42 millones de trabajadores ocupados y que su tasa de paro descienda al 5,4% (4). Ante la evolución de ambos mercados laborales, hace tiempo que los discursos mediáticos ensalzan reiteradamente y con gran entusiasmo lo que denominan

“milagro alemán”,

presentando a Alemania como isla de prosperidad al margen de la crisis que golpea al resto de la Datos de febrero 2013 - 7,4% en términos no ajustados (Fuente Eurostat y Destatis-Oficina Federal de Estadística alemana. 4

7

Unión Europea: una tierra mítica para nuestros desempleados. Desde diversas instancias de ambos países (cargos políticos, portavoces de asociaciones empresariales, colegios profesionales…)5 se anima a los jóvenes españoles a buscar en el país germano las oportunidades y el futuro laboral que su país les niega. Desde la propia Alemania llegan insistentes llamadas a los jóvenes españoles, cuantificando su necesidad de mano de obra en 200.000 trabajadores anuales para paliar las consecuencias de su drástico cambio demográfico y evitar graves problemas futuros a su economía y su sistema de pensiones6. En la memoria colectiva de muchos españoles todavía perdura la huella de décadas de éxodo migratorio durante las que el país también fue incapaz de generar un modo de vida digno para sus ciudadanos, expulsando a millones de españoles en una diáspora laboral que todavía no completó su trayecto de retorno(7). En ella, durante más de dos décadas, Alemania fue uno de los destinos tradicionales para aquellos trabajadores del sur a los que denominó “huéspedes”, una mano de obra que fue vital para su resurgimiento y que no dejó de llegar hasta que bloqueó su entrada a raíz de la crisis de los años 70. Y nuevamente, cuarenta años después y en un país cuarenta veces más rico, la situación económica y la falta de perspectivas laborales provoca un vuelco en los flujos migratorios y, de acoger inmigrantes, volvemos de nuevo a emigrar (en 2011 el saldo migratorio fue de -50.000 personas). Y otra vez Alemania vuelve a sernos presentada por los mass-media españoles como ”LA” alternativa individual a la desesperanza, tierra prometida del empleo para todo aquel dispuesto a la movilidad a fin de conseguir un puesto de trabajo. Y la mirada de muchos jóvenes españoles se dirige hacia el país germano como destino de su proyecto migratorio. Pero ahora la demanda de mano de obra de Alemania es más selectiva que la vez anterior: ya no reclama trabajadores fuertes y duros para trabajar de peones en la industria, sino que el perfil demográfico y profesional de los actualmente “empleables” es el de jóvenes menores de 35 años, “Como ejemplo, el “Plan nacional para afrontar la falta de especialistas” del gobierno alemán (junio 2011), presionado por los empresarios, Plan “mobi-pro”, 5

“El director de la Agencia Federal de Empleo germana, Frank-Jürgen Weise, ha desvelado que Alemania necesitará 200.000 trabajadores cualificados cada año procedentes de países del sur de Europa como España, Italia, Grecia y Portugal. En su mayor parte, requerirá ingenieros, médicos y enfermeros”. Noticia de Europa Press (Berlín 31.3.2013). 6

1973 marcó el pico de españoles en Alemania (con 286.000). Desde el año 2000 la cifra se mantiene en aproximadamente 120.000 según el Registro Consular (algo inferior, según la estadística alemana). Fuente: Informe “Españoles en Alemania – Estadísticas” – Consejería Laboral, que compara datos del Registro Consular y de la estadística alemana (Destatis), que siempre arroja una cifra algo inferior 7

8

altamente cualificados, formados en sectores de ingeniería, telecomunicaciones y sanitario, y conociendo el idioma. La tabla siguiente muestra la distribución del desempleo español según nivel de estudios en términos absolutos y relativos: en ella vemos que más de un millón de desempleados españoles tiene educación superior, nada menos que 1 de cada 5.

Nº de PARADOS por nivel de FORMACION y EDAD Total Total

Ed.Sec.FP-I Ed.Sec.FP-II Ed.Universit

5965,4

2184,1

1393,3

1299,2

20 a 24 años

737,5

259,8

224,6

139,9

25 a 29 años

858,6

277,8

204,8

263,1

30 a 44 años

2464,2

922,8

587

640,4

45 a 54 años

1181,6

460,6

253,6

192,3

55 y más

530,7

158,4

84,3

62,8

TASA DE PARO por nivel de FORMACION y EDAD total

Total

Ed.Prim

Ed.Secu

Ed.sec FP

For.2ª eta

Ed.superi

26,02

39,02

32,99

25,69

33,44

16,3

20 a 24 años

74,04

83,22

75,98

63,33

..

28,64

25 a 29 años

51,68

62,78

54,15

51,09

0

42,65

30 a 44 años

34,36

58,21

39,63

33,77

48,4

26,44

45 a 54 años

24,22

42,9

32,82

24,14

35,39

15,41

55 y más años

21,06

37,02

26,31

19,19

11,82

10,96

17,97

25,34

21,4

14,95

30,4

8,56

55 y más

Datos: EPA - IV tr. 2012 Educación secundaria primera etapa y formación e inserción laboral correspondiente Educación secundaria segunda etapa y formación e inserción laboral correspondiente Educación superior, excepto doctorado

Tablas 2 y 3: Número de Parados y Tasa de paro por nivel de formación – ambos sexos

Observando la variable “edad”, destaca que aunque las tasas más elevadas corresponden a los dos grupos más jóvenes (hasta 30 años), en términos absolutos los grandes colectivos de desempleados se encuentran entre los que ya superaron los 30 años (4 millones). El desempleo juvenil es importante en términos de tasas, pero el desempleo masivo es adulto. En cuanto al “nivel de formación”, las tasas de paro más elevadas afectan a los jóvenes con menos formación (primaria y secundaria), pero no exclusivamente. Y si nos centramos en los titulados universitarios destaca que, aunque su tasa de paro global es la más baja de todos los niveles educativos, cuantitativamente es muy importante (y dentro de este colectivo las mujeres 9

son bastante más numerosas, pues 575.000 desempleados titulados son varones y 724.000 mujeres). En los medios de comunicación, a la vez que los mensajes siguen animando a nuestros jóvenes a irse a Alemania, últimamente surgen algunas voces críticas con el hecho de que estén emigrando jóvenes con elevada formación (actualmente los más “exportables” y también los más dispuestos a esa movilidad). No es sencillo cuantificar a los que han partido hacia Alemania como itinerario laboral, pues las fuentes proporcionan cifras dispares y no todos los que emigran se registran8. Decantándonos por la información que proporciona el CERA (Censo electoral de residentes ausentes) solo en la categoría “Altas por paso de CER a CERA” como indicador de persona en edad laboral que de estar registrado en España pasa a estarlo en el censo electoral de otro país9, podemos observar la variación entre 2008-2012 en los tres países de la Unión Europea con mayores flujos.

ALTAS en CENSO RESIDENTES AUSENTES por paso CER a CERA 1,1,2008 a 1,1,2009 1,1,2009 a 1,1,2010 1,1,2010 a 1,1,2011 1,1,2011 a 1,1,2012 1,1,2012 a 1,1,2013 variación 2008-2012

R.UNIDO 1.747 3.645 3.961 4.813 5.498 19.664

FRANCIA 1.747 2.555 2.794 3.355 4.077 14.528

ALEMANIA 1.417 1.929 2.000 2.684 3.741 11.771

Tabla 4: Emigración laboral desde España a tres países de la U.EUROPEA - 2008-2012

Las cifras son realmente importantes, pero hay que destacar que, pese a la fortísima promoción de Alemania como destino, no está siendo la preferencia de nuestra actual diáspora, Según la Oficina de Estadística de Alemania en el año 2012 llegaron 29.900 inmigrantes españoles, pero en esa cifra “puede haber extranjeros con permiso de residencia español”, por lo que no sirve como fuente para nuestros intereses. Por su parte, el PERE (Padrón de residentes en el extranjero) contabiliza en 13.000 la variación entre 2009 y 2013. 8

La variación en el CERA es resultado de varios conceptos de ALTAS y de BAJAS: -ALTA por omisión (reciben la nacionalidad por Ley Memoria Histórica), por menor elector (de menor de edad pasa a elector), por cambio de país de residencia (pasa de un país extranjero a otro) y ALTA por paso de CER a CERA (paso de residente en España a residente en extranjero) -BAJAS por defunción, por inclusión indebida, por duplicado por cambio país de residencia y por PASO DE CERA A CER (=retorno) El número total de españoles residiendo en Alemania es de 116.000, de los que 80.000 tienen entre 16-64 años (edad laboral). En diciembre 2012 según la Consejería Laboral el número de españoles ocupados en Alemania era 50.000, y los demandantes de empleo 9.000. 9

10

pues ocupa el 3º puesto entre los países de la Unión Europea. Otro punto destacable es que en los tres países el número de emigrantes se va incrementando año a año. Desde Alemania los sindicatos y algunos expertos critican esas continuas demandas de trabajadores extranjeros (Poch R.2013). Reclaman que lo que hace falta en el país no son más trabajadores, sino más empleo, pues tienen 2,5 millones de parados, a los que habría que sumar 7,5 millones de mini-empleados. Consideran que, aunque pueden existir necesidades concretas en sectores y regiones puntuales, la falta de mano de obra especializada es un mito empresarial, y que los planes para atraer especialistas extranjeros forman parte de una estrategia que trata de rebajar los salarios de los trabajadores cualificados una vez conseguido hacerlo durante años en los estratos inferiores. Denuncian que, precisamente, es la fuerte y prolongada política de contención salarial la que provoca que muchos profesionales alemanes emigren a países donde se les paga mejores salarios y tienen buenas condiciones laborales 10. Porque, efectivamente, quizás exista un fenómeno de sustitución de trabajadores. Si examinamos los movimientos migratorios de los ciudadanos alemanes (no de la población general), la cantidad parece poco importante respecto al volumen de población (en torno a 100.000 personas/año) pero se observa que desde el año 2001 las salidas tienen una tendencia ascendente y desde el año 2005 el saldo siempre es negativo (se van más alemanes que regresan). Esta salida parece estar asociada a una emigración laboral a consecuencia de esa persistente contención salarial y al fuerte deterioro del mercado laboral 11. Respecto a los países de destino de los emigrantes alemanes, en el año 2011 fueron sobre todo Suíza (22.000 emigrantes, particularmente médicos), 13.000 a Estados Unidos y otros tantos a R.Unido, 11.000 a Austria y 9.500 a Polonia, mientras que a España emigran jubilados. Finalmente, y más allá de que la motivación de los españoles para emigrar sea el salir del paro, conseguir un empleo acorde con su formación, o bien mejorar las condiciones laborales y expectativas de carrera, no debiéramos limitarnos a considerar como problema tan sólo el hecho de que sea una emigración cualificada: eso supone quedarnos en una visión economicista que Knerr, Beatrice (2007) sobre la emigración desde Alemania hacia otros países “….la emigración de la mano de obra altamente calificada atrae el interés del público en el contexto de la «fuga de cerebros», y atribuye sus causas a la fuerte contención salarial, recordando que entre 1995-2004 los salarios en Alemania descendieron el 0,9 % mientras en Suecia y G.Bretaña crecieron el 25%). “Crisis económica y migración laboral internacional: costos y beneficios en Alemania” (2007) – 1º semestre Revista Migración y Desarrollo –pp.24-47 10

La legislación alemana no define el término “emigrante”, sino que se registra como “abandono de domicilio” (Boletín de Actualidad sociolaboral – Consejería de Empleo y S.Social – Berlín). Sobre la infravaloración de la emigración de los ciudadanos alemanes y el apoyo a la emigración laboral de los desempleados por parte del propio Centro de Empleo del Gobierno federal de Alemania (ZAV), Knerr, Beatrice (2007) 11

11

evalúa este exilio solo como la pérdida nacional de una costosa inversión que dará sus frutos en otro país (que también): la inversión, además de social, también fue – y sobre todo - personal y familiar. Alejémonos también del mantra “se nos van los mejores”: toda emigración produce desarraigo y dolor, y no solo en el que parte, sino también en los que quedan, y eso independientemente del nivel educativo de quien emigra (aunque hay quien defienda que la emigración es menos dura para los que tienen más preparación, debido a que sus recursos adaptativos son mayores 12). En todo caso, cualificados o no, son nuestros jóvenes: a ellos y sus familias13 se les ha robado el presente, y al país se le está expoliando de su futuro.

12

Alaminos A.y Santacreu O. (2010): “….en el caso de los migrantes cualificados, la movilidad ha perdido su carácter dramático, debido, entre otros factores, a una mayor competencia intercultural, al apoyo familiar y a programas formativos….su mayor movilidad previa, unida a su mayor competencia intercultural en términos de conocimiento previo del idioma, suponen una ventaja especial en términos de inserción socioeconómica y cultural que se refleja en una menor expectativa de retorno al país de origen al final de la vida laboral”.

13 (el hecho de que estos jóvenes pertenezcan mayoritariamente a generaciones de hijos únicos añade un plus de traumática separación).

12

2. EL MODELO DE EMPLEO ALEMAN 2.1:

EL MODELO DE EMPLEO alemán y su gran transformación

Durante muchos años Alemania occidental fue considerada un modelo para otros países por su sistema de “economía social de mercado” o “capitalismo de bienestar”, un modelo económico y social exitoso y rentable asentado sobre tres pilares. Por una parte, el Estado garantizaba la libertad económica a la vez que trataba de corregir los desequilibrios generados por el mercado, consiguiendo mediante la redistribución un grado importante de nivelación social (modelo de estado de bienestar “continental”). En el ámbito laboral, un contrato social entre capital y trabajo dieron lugar a unas relaciones laborales sustentadas en la autonomía de las partes para regular las condiciones laborales y la institucionalización de los conflictos de clase. En la base de todo este sistema se encontraba la “relación de empleo estandar” como forma de integración social, apoyada a su vez en un modelo fuerte de familia “varón sostenedor”, un contrato de género basado en una fuerte división sexual del trabajo (Lewis J.1992). Desde mediados de los 70, en la mayoría de los países occidentales el modelo de empleo “estandar” empezó a sufrir fuertes presiones para conseguir su flexibilización, aumentando la inseguridad y desregulación, mientras que la República Federal alemana, por sus especiales condiciones políticas (presencia del sistema comunista instalado en su parte oriental), mantuvo durante mucho más tiempo sus características y derechos. Sin embargo, con los conservadores en el poder (Helmut Kohl – CDU- 1982-1998) comenzó el cambio de rumbo hacia el neoliberalismo, justificando las medidas hacia la flexibilización del mercado laboral por la necesidad de disminuir la tasa de desempleo (6,7%). Aunque su implantación se llevó a cabo intentando minimizar lo que afectaba a las políticas sociales, no por ello dejaba de ser “el inicio del desmontaje del Estado de Bienestar “ (Spengler, V.2011). El 9,11,1989 la caída del muro de Berlín marcó el comienzo del proceso de reunificación de ambas Alemanias (de facto, de absorción de la RDA por la Alemania occidental) tras más de cuatro décadas inmersas en sistemas opuestos. Las transformaciones que experimentaron ambas sociedades fueron de gran calado en todos los órdenes, político, social, económico, cultural, así como en su sistema de empleo. Para el interés de esta ponencia puede sintetizarse toda esa revolución como un cambio de paradigma (CAE 2012), tanto en el modelo de Estado de Bienestar como en el modelo de empleo y en las relaciones de género. 13

La reunificación produjo réditos políticos a los conservadores (su mantenimiento en el poder) y un gran cambio en la capacidad de presión de sindicatos y trabajadores. Económicamente resultó ser mucho más costosa de lo que se había previsto (por la medida de paridad de marcos 1=1, por encontrarse con una industria obsoleta, millones de nuevos parados y jubilados, pues más de 1/3 de los trabajadores de la ex – RDA perdió su trabajo y el desempleo se duplicó….) y para Alemania supuso una crisis económica que duraría una década. A la caída del muro de Berlín hay que añadir la de los regímenes comunistas de la Europa oriental y el desmembramiento de la URSS (1990-1991), lo que, además de la desaparición del oponente ante quien demostrar las bondades del “modelo alemán de bienestar”, supuso el surgimiento de una fuerza de trabajo global, al integrarse en el sistema capitalista millones de trabajadores. Si a esto se añade que la búsqueda de la paridad económica y social entre ambas Alemanias pasó a utilizarse como justificación de todos los sacrificios presentes exigidos a los trabajadores en pos de un glorioso futuro, el resultado de todo ello fue que los sindicatos perdieron capacidad de negociación y para soportar las continuas presiones y amenazas empresariales con la deslocalización. La interiorización de tan especial situación llegó hasta el punto de que en 1995 el sindicato IGMetal propuso la congelación salarial a cambio de la congelación de los despidos, firmándose un acuerdo aceptando un conjunto de modificaciones muy negativas para toda la clase trabajadora (sin que, al final, los empresarios cumpliesen la parte acordada). En 1998, tras 16 años de gobiernos conservadores que supusieron la adhesión de Alemania a la tríada neoliberal (con EEUU y R.Unido), la socialdemocracia (SPD), con Schroeder como canciller, accedió al poder tras su campaña “Die Neue Mitte” –el Nuevo centro-, con un programa inspirado en la “Tercera Vía” de A.Giddens (supuestamente, una síntesis entre neo-liberalismo y social-democracia).

En ese momento había 3,800,000 desempleados (9,4% de tasa de paro) y

estuvieron en el poder entre 1998 – 2009 (primero en coalición roji-verde, posteriormente negriroja) período durante el que continuó avanzando en la senda liberal iniciada por los conservadores, realizando incluso reformas mucho más audaces. Desde 1999 el giro a la derecha fue claro (dimisión de Lafontaine) y su adaptación a la Tercera Vía conllevó reformas laborales y sociales que se tradujeron en la desregulación del mercado laboral, una fortísima pérdida salarial, presiones importantes sobre los desempleados para su activación, disminución de los impuestos a las empresas, moderación fiscal, etc.

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El año 2003 marcó un punto de inflexión en la transformación del modelo sociolaboral alemán. En el segundo mandato socialdemócrata (2002-2005, ahora en coalición con los democristianos) Schroeder presentó un programa para la reactivación de una economía estancada y la contención del gasto social: la “Agenda 2010”, que contenía medidas como la reforma y recorte de las pensiones, la implantación del copago de servicios de asistencia sanitaria, el fomento de las empresas unipersonales y una profunda reforma del mercado laboral y del sistema social. Con el lema “promover y exigir”, las 4 Leyes Hartz (diseñadas por Peter Hartz, amigo de Schröeder y jefe de personal de la Volkswagen que presidió la comisión de expertos) supusieron la desregulación definitiva del mercado laboral, la normalización de la precariedad mediante el fomento de diversas fórmulas contractuales de empleo “no estandar” y el aumento de la presión sobre los desempleados para su retorno al empleo a cualquier precio. El contenido de cada una de las leyes fue el siguiente:  En la Ley Hartz I se crearon las empresas de trabajo temporal y aumentaron las oficinas públicas de empleo.  La Ley Hartz II liberalizó extremadamente modalidades contractuales para trabajos de escasa duración, remuneración baja (hasta 400 €) y exentos de contribuciones sociales: los mini-empleos.  Con la Hartz III el Instituto Nacional de Empleo se transformó en una Agencia privada de empleo.  Finalmente, con la Hartz IV se recortó la prestación de desempleo (de 32 a 12 meses) y se fusionó el subsidio con la asistencia social no contributiva. Esta ley reformó profundamente el sistema social alemán. A pesar de las protestas por la durísima reforma, el gobierno no dio marcha atrás, pero tampoco mejoró la situación económica: en 2004 Alemania se declaró en recesión, y en 2005 el desempleo llegó hasta casi 5 millones y una tasa del 11,3%. Según la Fundación Bertelsmann, la consecuencia de esta reforma fue la creación de dos segmentos claramente diferenciados: un mercado laboral donde predomina el empleo regular y un segundo mercado dominado por relaciones laborales atípicas y precarias. Coincidiendo con esa visión, Holm-Detlev (2013) indica que el efecto más inmediato de la Agenda 2010 fue “la 15

dualización del mercado de trabajo, con un amplio sector de mini-empleos y empleos subcontratados (que comprende a más de siete millones de personas) y con grandes dificultades de inserción en el mercado laboral regular”. Otra consecuencia que sería clave fue la fortísima contención salarial: durante años los salarios reales cayeron, lo que proporcionó a las empresas alemanas ventajas competitivas en los mercados internacionales mientras que los beneficios empresariales aumentaron fuertemente (Spengler, V.2011). La comparación entre la evolución del desempleo en Alemania y España desde 1991 puede observase en la siguiente tabla, con una referencia al partido político en el poder en cada período. .

Tabla 5: Tasa de PARO y Nº de PARADOS – ALEMANIA Y ESPAÑA – 1991 a 2012

En términos absolutos, ambos países iniciaron los años 90 con el mismo número de desempleados (2 millones), aunque pronto Alemania superó a España y así se mantuvo hasta la llegada de la crisis actual. Sin embargo, en términos de Tasas, las españolas siempre fueron muy superiores, salvo el momento puntual del boom del empleo de mediados de la pasada década. 16

A raíz de la reunificación en Alemania aumentó el desempleo de forma importante, alcanzando en 1993 los 3 millones de parados, cifra que ya no descendió hasta el año 2010, mientras que su tasa de paro se duplicó en esa década (del 5% a casi el 10% cuando los socialdemócratas llegaron al poder). Entre 2001-2005 experimentó otro aumento acelerado, pasando de 3 millones de desempleados a casi 5 y una Tasa del 11%, y todo ello pese a las drásticas medidas impuestas en la Agenda 2010 (que no funcionaron de la forma tan “milagrosa” que se nos suele decir). Durante esa etapa Alemania fue denominada “el enfermo de Europa”, llegando incluso en 2004 a hablarse de recesión. Sin embargo a pesar del importante volumen de paro, sus tasas casi siempre se mantuvieron entre el 5-10 % (e incluso en su periodo más duro -2004-2006- nunca sobrepasaron el 11%). En cuanto a España, todo el período tuvo una tasa de paro elevada, que no descendió del 10% más que en el brevísimo período 2005-2007 (período en que la cifra de desempleados descendió de los 2 millones). Si su tasa record había sido el 21% en el año 1994 hoy fue superada con creces (27%).

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2.2 El Modelo de FLEXIBILIDAD ALEMAN Se examinan aquí las modalidades de flexibilidad a las que el modelo alemán recurrió, una variedad de figuras con distinto nombre, distinto status y, sobre todo, generadoras de distinto grado de derechos, que comparten entre sí las características de implicar la realización de una jornada laboral inferior a la estipulada tradicionalmente como “normal” o típica durante la etapa fordista, así como combinar simultáneamente empleo y desempleo. En ellas se flexibiliza el empleo y las condiciones de trabajo a través del tiempo de trabajo. F.Miguelez y C.Prieto (2009) realizan una tipología de modelos de flexibilidad, clasificando a Alemania dentro del modelo de flexibilidad controlada (en el sentido de que guarda un cierto equilibrio entre flexibilidad y seguridad). Argumentan que los sistemas laborales corporatistas, de negociación centralizada, experimentaron menos deterioro que donde existe un sindicalismo político (Francia, Italia, R.Unido) o aquellos donde el sindicalismo es débil y la regulación estatal elevada (como el caso de España, clasificada por los autores dentro del modelo de flexibilidad incontrolada). La reducción del tiempo de trabajo fijada en los convenios fue utilizada tradicionalmente por los sindicatos alemanes para luchar contra el desempleo. Ya en 1984 el sindicato IGMetal consiguió la semana de 38,5 horas en determinados sectores, y en 1995 las 35 horas (Rosdücher J.y Seifert H.1996). Desde mediados de los años 90, empezó a hacerse un uso importante de una vieja modalidad de reparto del empleo: la reducción temporal de la jornada laboral.

2.2.a: La FLEXIBILIDAD INTERNA: la REDUCCION COLECTIVA DE JORNADA (KURZARBEIT) y otras figuras.

Esta modalidad de flexibilidad se utiliza mucho más en Alemania que en otros países de la UE (Bosch, G.,2003). Los sindicatos apostaron por ella como instrumento de lucha contra el desempleo (el consenso entre trabajadores y empresarios es la clave), resultando decisiva en el modelo alemán para salvar empleos durante los períodos de crisis 14.

La información estadística sobre esta figura proviene de los Boletines de Información socio-laboral de la Consejería de Empleo y S.Social (antes de Trabajo e Inmigración) de Berlín. A su vez, algunos de ellos aluden a informes de organismos alemanes especializados en el análisis del mercado laboral y las políticas sociales. 14

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Creada en 1910 para su utilización en las salinas, y modificada en 1924 para su uso general, esta fórmula se utilizó profusamente en las crisis de 1975, 1982, 1991, 1993 y 2009 (Bencek D., y Scharader K., 2011), evitando un gran número de despidos. Tras la reunificación se acogieron a ella más de 2 millones de trabajadores de la ex-RDA (el 25% del total), y en el año 2009 llegó a afectar a 60.000 empresas y 1,5 millones de trabajadores. Durante el período de reducción temporal de la jornada laboral (negociada entre sindicatos y empresa) el trabajador percibe una prestación o subsidio, cuyo importe varía en función de su situación familiar (el 60% del salario si no tiene hijos a cargo, 67% si los tiene). Por tanto, durante ese período el trabajador ve reducido su salario en el 33% ó el 40% y no cotiza a la S.Social por la prestación. La Agencia de Empleo asume el 50% de la prestación (o incluso el 100% si el empresario ofrece formación al trabajador), mientras que la empresa cotiza a la S.Social por la parte no trabajada durante los primeros seis meses, así como por las vacaciones. Inicialmente, el período de duración de la prestación eran 6 meses con la posibilidad de ampliación excepcional por parte del Ministerio de Trabajo, pero entre 2008 y 2009 se fue ampliando hasta llegar a 24 meses. Ese período especial se anuló a finales 2011, al considerar que la economía se había recuperado. Existen tres modalidades de prestación en función del motivo, que pueden ser por razones económico-coyunturales, por motivos estacionales (por ejemplo, debido a factores climatológicos en la construcción), o por expediente de regulación de empleo. En la última crisis su utilización fue sobre todo en los sectores del automóvil y fabricación de componentes, aunque también se incrementó su uso en el comercio y otros servicios no privados. Esta figura recibe críticas por su fuerte sesgo tanto de género (masculinización) como de tipo de empleo (insider),

pero sobre todo porque supone una socialización de los costes

empresariales. Y es que, efectivamente, está totalmente masculinizada, pues el 81% de los beneficiarios son trabajadores varones. Además, se centra en los sectores vinculados al mercado laboral primario, las grandes empresas de la industria transformadora, con plantillas fijas y masculinas, que financian el coste de la crisis con las cotizaciones a la S.Social de todos los trabajadores (Informe de la Fundación Fiedrich Ebert), en contraposición a los sectores donde predomina el empleo precario.

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Bosch G. (OIT) estima que la alternativa a esta figura (despido e indemnización a los trabajadores para volver a contratarlos tras la recesión) supone un coste mayor. Estimó que para medio millón de trabajadores supondría un coste para las empresas de 22,000 millones de euros, frente a la prestación de reducción de jornada, que suponía 6,000 millones al estado y 5,000 millones a las empresas. Claro que Bosch no alude al coste para los trabajadores, que sí estimó el Instituto de Investigaciones Laborales de la Agencia Federal, estableciéndolo en 3.000 millones. Este organismo calculó que en el año 2009 el coste total de la reducción temporal de la jornada en Alemania fue de 14.000 millones (6.000 el estado, 5.000 las empresas y 3.000 los trabajadores), un año en el que España, con 4 millones de parados, gastó en prestaciones contributivas de desempleo solo 5 millones más, un total de 19.000 millones de euros. Aunque la figura estrella del modelo alemán de flexibilidad interna es la reducción colectiva de jornada (kurzarbeit), en Alemania también son muy utilizadas otras modalidades de flexibilidad temporal que suponen la adaptación del tiempo de trabajo a las fluctuaciones de la producción, como las siguientes: - cuentas individuales de tiempo de trabajo (Arbeitszeitkonten – en el año 2009 el 50% de las empresas las utilizaron), - compensación de horas extra - desempleo cíclico parcial (Kurzarbeitergeld / Kug), - jornada parcial por edad (Altersteilzeitgesetz, de 1996 – reducción del 50% de la jornada a partir de los 55 años – la empresa paga el 70% del salario y el 80% de las cotizaciones, salvo si hace una contratación que pasa a abonar solo el 50%). La prestación le supuso al estado en el año 2008 más de 1.300 millones de euros. - jubilación parcial (como la figura anterior, actualmente están funcionando como políticas de empleo). Realmente no deja de ser un empleo a T.Parcial, aunque tiene un tratamiento diferente. También es una figura fuertemente masculinizada.

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2.2. b:

LA DIVERSIDAD DE MODOS DE

RACIONAMIENTO DEL EMPLEO:

MINI-JOBS – MIDI-JOBS - TIEMPO PARCIAL “ REGULAR” Cuando nos referimos a esta diversidad de figuras hay que ser consciente de que estamos haciendo alusión a dos conceptos diferentes: el ingreso salarial que proporciona un empleo y la duración de la jornada laboral. En primer lugar, y atendiendo tan solo al nivel de ingresos que proporciona un empleo (sea cual sea el número de horas de trabajo que conlleve), tenemos los mini-jobs (hasta 450 € mensuales) y los midi-jobs (entre 450 y 850 €), que suelen denominarse “empleos de poca importancia”. Por tanto, lo que en España consideraríamos simplemente como “un empleo a T.Parcial”, en Alemania tenemos esta diversidad de figuras: MINI-JOBS = empleos cuyo salario no supera los 450 euros. Están exentos de cotizaciones a la S.Social y de impuestos. A su vez, en función de si es o no el único empleo del trabajador, pueden ser: Mini-job “marginal” - si es el único empleo del trabajador15 Mini-job “de menor importancia” – si el trabajador tiene otro empleo más. EMPLEO A TIEMPO PARCIAL “REGULAR” = empleo que supone cotizaciones a la S.Social y pago de impuestos.

La visualización cuantitativa de esta diversidad puede proporcionarnos una idea más clara. Por la dificultad de conseguir datos estadísticos específicos de cada figura se utilizan datos del año 2009, momento (junio 2009) en que la LFS informa que en Alemania había 28.600.000 ocupados a T.Completo y 9,6 millones de ocupados a Tparcial.

15 La reforma laboral de 1994 creó en España la figura “empleo a TParcial MARGINAL”, que imitaba la figura alemana. Su jornada laboral era hasta 12 horas semanales o 48 al mes y solo cotizaba a la S.Social por las contingencias de accidente de trabajo y enfermedad profesional (por lo que apenas tenía protección social).

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Tiempo Parcial “regular”= 2.3 millones

Empleo de “MENOR IMPORTANCIA”

2,2 millones .

Empleo “MARGINAL” 5

MINI-jobs

millones

Gráfico 1: EMPLEO a TIEMPO PARCIAL “regular” Y MINIJOB (Alemania – 2009) Fuente: Elaboración propia a partir de LFS y Torsten Brandt (2010) – datos año 2009

En la figura no quedan reflejados los MIDI-jobs (empleos con salario entre 450 y 850 € que pueden o no ser empleos a T.Parcial), figura laboral que en diciembre 2009 ocupaba a 988.000 trabajadores. El empleo a T.Parcial, que en la Alemania de los años 50 fue el modo de atraer a las casadas al mercado laboral y ofrecerles “el placer del salario de apoyo” (Oertzen Ch.2001), con la gran transformación que experimentó a raíz de las Leyes Hartz y su posterior expansión se convirtió en una trampa de los bajos salarios (Hege, A.,2012) . El promedio de ingresos que proporciona un minijob (Kurzfristige minijobs) es de 260 euros en la parte occidental y de 200 euros en el este, lo que implica que casi 700.000 mini-empleados tengan derecho a complementar sus ingresos con la prestación de asistencia social ( Hartz IV). En cuanto al tiempo de trabajo, el mini-job hasta el año 2003 tuvo un límite temporal de 15 horas semanales, que fue eliminado, así que la duración de la jornada puede ser muy variada. En esta modalidad, el trabajador no está obligado a cotizar a la S.Social (antes podía hacerlo voluntariamente solicitando su inclusión y desde enero 2013 puede no hacerlo solicitando su exclusión) y tampoco paga impuestos por ese salario. Eso se traduce actualmente en una merma de ingresos para la seguridad social, y, en el futuro, supondrá que un número importante de trabajadores (en su gran mayoría mujeres) no tendrán derecho a una pensión que les permita una 22

vida autónoma, por lo que dependerán de los ingresos de una pareja o de que el estado les proporcione una prestación social. A continuación examinamos la evolución del empleo diferenciando las modalidades de jornada laboral en ambos países.

EVOLUCION Nº OCUPADOS 15-64 años s/ JORNADA - ambos sexos ALEMANIA

ESPAÑA

1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012

TOTAL 36.701,6 36.207,7 35.794,9 35.525,0 35.460,9 35.292,1 34.946,9 35.193,8 35.742,4 35.976,7 36.144,8 35.868,8 35.523,0 35.022,5 35.844,7 36.633,0 37.397,2 37.902,3 37.807,8 38.072,7 38.978,3 39.237,8

T.Completo 31.641,1 31.110,3 30.508,2 30.018,4 29.779,0 29.570,8 28.962,5 28.863,2 29.088,7 29.113,8 28.945,6 28.573,6 27.989,7 27.367,4 27.449,8 27.391,0 27.905,3 28.379,8 28.232,1 28.382,2 28.950,2 29.163,3

T.Parcial 5.060,5 5.097,5 5.286,7 5.506,6 5.681,9 5.721,3 5.984,4 6.330,6 6.653,7 6.862,6 7.199,2 7.295,2 7.533,3 7.655,1 8.394,9 9.242,0 9.491,9 9.522,5 9.575,6 9.690,5 10.028,1 10.074,6

TOTAL 12.481,9 12.765,4 12.196,4 12.067,9 12.373,3 12.676,8 13.182,6 13.720,1 14.517,4 15.333,0 15.967,3 16.493,1 17.130,1 17.751,3 18.833,7 19.600,2 20.211,3 20.102,8 18.736,0 18.304,1 17.953,3 17.123,7

T.Completo 11.913,2 12.046,2 11.422,4 11.257,4 11.480,1 11.691,0 12.108,3 12.629,7 13.338,4 14.113,6 14.682,8 15.173,8 15.719,3 16.186,3 16.535,9 17.285,2 17.857,9 17.722,4 16.367,1 15.897,3 15.490,8 14.618,7

T.Parcial 563,8 717,2 771,0 807,8 887,8 979,9 1.060,0 1.074,0 1.179,0 1.219,4 1.284,5 1.319,4 1.410,8 1.565,0 2.297,7 2.315,0 2.353,4 2.380,5 2.368,9 2.406,7 2.462,5 2.505,0

Diferencia

2.536,2

-2.477,8

5.014,1

4.641,8

2.705,5

1.941,2

Tabla 6: OCUPADOS SEGÚN TIPO DE JORNADA – Alemania y España – 1991 a 2012

Las cifras de la evolución del empleo en Alemania se muestran menos espectaculares de lo que suele decirse habitualmente. En primer lugar los casi 37 millones de ocupados que había en Alemania en 1991 no volvió a alcanzarlos nuevamente hasta el año 2008. En cuanto a los 31 millones de ocupados que tenía trabajando a T.Completo aún no los tiene hoy, es más, tiene 2,5 millones menos. Finalmente, los 2,5 millones de ocupados totales que tiene a mayores actualmente son el resultado de la destrucción de esa cantidad de empleos a T.Completo y de la creación del doble de empleos a T.Parcial. 23

Y dando un paso más, si en lugar de quedarnos en los 64 años llevamos los datos hasta los trabajadores de hasta 75 años nos llevamos otra sorpresa: casi medio millón de trabajadores de entre 65 y 75 años trabaja en Alemania (trabajo de jubilados que en España actualmente no está permitido)…, eso sí, en un mini-job. Diferencia

3.001,8

-2.423,0

5.424,9

4.653,4

2.702,1

1.956,4

Y, aunque ya no lo reflejemos, habría que añadir que 125.000 alemanes de más de 75 años tienen un mini-job. Porque el empleo de los jubilados es cada vez más habitual, lo que al parecer está asociado a la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones (en el año 2000 la pensión media tras 35 años de vida laboral era de 1.035 euros, y en el año 2011 había descendido a 953 euros). Frente a ello, en España en este período se creó empleo de ambos tipos de jornada, pero sobre todo a T.Completo. En segundo lugar hay que destacar que, a pesar de la enorme destrucción de empleo ocurrida desde el año 2008 todavía queda un número de empleos muy superior al que había en 1991 (casi 5 millones más). En la tabla siguiente observamos el comportamiento de cada modalidad de jornada para cada sexo. EVOLUCION Nº OCUPADOS 15-64 años s/ JORNADA - VARONES ALEMANIA 1991 1995 2000 2005 2010 2012

TOTAL 21.299,8 20.472,2 20.188,0 19.636,0 20.481,4 21.087,5

Diferencia

-212,3

ESPAÑA

T.Completo T.Parcial 20.845,8 454,0 19.818,3 653,9 19.277,7 910,3 18.272,7 1.363,3 18.708,4 1.773,1 19.178,5 1.909,0

-1.667,3

1.455,0

TOTAL 8.460,2 8.157,5 9.704,0 11.294,1 10.203,6 9.343,6

883,4

T.Completo T.Parcial 8.336,1 119,8 7.954,1 199,9 9.439,8 264,3 10.808,6 485,5 9.671,7 531,9 8.739,1 604,5

403,0

484,7

EVOLUCION Nº OCUPADOS 15-64 años s/ JORNADA - MUJERES ALEMANIA 1991 1995 2000 2005 2010 2012

TOTAL 15.401,8 14.988,8 15.788,7 16.208,7 17.591,3 18.150,3

Diferencia

2.748,5

ESPAÑA

T.Completo T.Parcial 10.795,3 4.606,5 9.960,8 5.028,0 9.836,2 5.952,3 9.177,1 7.031,6 9.673,9 7.917,4 9.984,8 8.165,6

-810,5

3.559,1

TOTAL 4.021,8 4.215,8 5.628,9 7.539,6 8.100,5 7.780,1

3.758,3

T.Completo T.Parcial 3.577,1 444,1 3.526,0 687,9 4.673,8 955,1 5.727,4 1.812,2 6.225,7 1.874,8 5.879,6 1.900,5

2.302,5

1.456,4

Tabla 7: OCUPADOS SEGÚN TIPO DE JORNADA y SEXO – Alemania y España – 1991 a 2012

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En Alemania, como ya hemos visto, el saldo de estas dos décadas fue una importante destrucción de empleo a T.Completo y una aún mayor creación de empleo a T.Parcial y, como podemos comprobar en esta tabla, ambas tendencias se produjeron tanto en el caso de los varones como de las mujeres, aunque en proporciones muy diferentes para cada sexo en cada una de las modalidades de jornada. La destrucción de T.Completo masculino duplicó al femenino (el 68% del empleo a T.Completo destruido), mientras que la mayor parte del empleo a T.Parcial creado fue mayoritariamente asignado a las mujeres (el 71% del empleo a T.Parcial creado) 16. En el caso de España, pese al gran número de empleos destruidos desde el inicio de la crisis (3 millones) el saldo del período sigue siendo positivo, tanto en el total como en ambas modalidades de jornada, y eso ocurre en ambos sexos. Hay que destacar que en ese balance positivo la sobrerrepresentación femenina es espectacular (el 86% del saldo en el empleo a T.Completo y el 75% del empleo a T.Parcial). Pero el indicador “número de ocupados” oculta información clave sobre la cantidad real de trabajo desempeñado en una sociedad, mientras que el “volumen total de horas trabajadas” sí muestra si hubo o no creación real de tiempo dedicado al empleo en Alemania.

TOTAL HORAS ANUALES - MILLONES DE HORAS - ALEMANIA volumen de horas jornada completa jornada parcial segundos trabajos TOTAL volumen de horas

2000

2005

2010

42,687

38,864

39,242

5,637

7,013

8,026

505

816

1,051

48,866

46,693

48,319

Datos: IAB (2011) - Consejería Laboral

Tabla 8: HORAS ANUALES TRABAJADAS – ALEMANIA – Evolución años 2000 a 2010

La tabla muestra que durante estos diez años, y pese a lo que diga la evolución del número de empleos, en Alemania se trabajaron medio millón de horas menos en el año 2010 que en el 2000. Además, se observa la importantísima caída de horas de trabajo que experimentó el empleo a T.Completo (2,5 millones de horas menos) y el aumento de horas de los ocupados a T.Parcial y segundos trabajos. Por tanto se comprueba que en Alemania tuvo lugar una redistribución del mismo volumen de trabajo entre un mayor número de personas empleadas, redistribución fuertemente diferenciada en función del sexo (Lechevalier, A.2011). 16 Examinar qué sectores han destruido/creado ambos tipos de empleo para ver si se produjo o no sustitución excede el objetivo de esta ponencia.

25

Para concluir veamos la evolución de las Tasas de Parcialidad de ambos países según sexo.

EVOLUCION del TPARCIAL

EVOLUCION del TPARCIAL

EVOLUCION del TPARCIAL

en % del EMPLEO TOTAL

en % del EMPLEO TOTAL

en % del EMPLEO TOTAL

ambos sexos ALEMANIA ESPAÑA 1992 14,5 6,0 1993 15,2 6,4 1994 15,8 6,7 1995 16,3 7,5 1996 16,7 7,6 1997 17,6 7,9 1998 18,4 7,8 1999 19,0 8,0 2000 19,4 7,9 2001 20,3 8,0 2002 20,8 8,0 2003 21,7 8,2 2004 22,3 8,7 2005 24,0 12,4 2006 25,8 12,0 2007 26,1 11,8 2008 25,9 12,0 2009 26,1 12,8 2010 26,2 13,3 2011 26,6 13,8 2012 26,7 14,7

VARONES ALEMANIA ESPAÑA 1992 2,7 2,2 1993 3,0 2,4 1994 3,3 2,6 1995 3,6 2,9 1996 3,8 3,0 1997 4,3 3,0 1998 4,7 2,9 1999 4,9 2,9 2000 5,0 2,8 2001 5,3 2,8 2002 5,8 2,6 2003 6,1 2,6 2004 6,5 2,8 2005 7,8 4,5 2006 9,3 4,3 2007 9,4 4,1 2008 9,3 4,2 2009 9,6 4,9 2010 9,7 5,4 2011 10,3 6,0 2012 10,5 6,6

MUJERES ALEMANIA ESPAÑA 1992 30,9 13,8 1993 32,1 14,5 1994 33,2 15,0 1995 33,7 16,4 1996 33,9 16,5 1997 35,3 17,0 1998 36,4 16,8 1999 37,2 17,1 2000 37,9 16,8 2001 39,3 16,8 2002 39,5 16,8 2003 40,8 17,1 2004 41,6 17,9 2005 43,8 24,2 2006 45,8 23,2 2007 46,1 22,8 2008 45,7 22,7 2009 45,4 23,0 2010 45,5 23,2 2011 45,7 23,5 2012 45,6 24,5

variación

12,2

8,7

variación

7,8

4,4

variación

14,7

10,7

Tabla 9: TASA DE T.PARCIAL según sexo- Alemania y España – 1991 a 2012

La tabla nos muestra, en primer lugar, que el T.Parcial es muy importante en Alemania (27% del empleo, más de 1 de cada 4 ocupados tiene este tipo de jornada), casi el doble que en España. El incremento durante este período también fue mayor en Alemania (un incremento que en ambos países fue sobre todo femenino). Es muy destacable la gran proporción de mujeres que trabaja a T.Parcial en Alemania, casi 1 de cada 2, mientras que solo lo hace 1 de cada 10 varones alemanes. En España lo desempeñan 1 de cada 4 mujeres.

26

3: EL CONTRATO DE GÉNERO EN ALEMANIA

Superando la tesis de Esping Andersen, Jane Lewis argumentó en 1992 que en los regímenes de bienestar la relación crucial es la que tiene lugar entre el trabajo pagado, el trabajo no pagado y el bienestar (mercado-familia-estado). Sobre esta clave diseñó su “modelo de varón sostenedor/salario familiar” con el que elaboró su propia tipología de Estados de Bienestar en función del sistema de protección social y del modelo familiar que los Estados fomentan y apoyan. Según su propuesta, los países podían clasificarse en función del grado de fortaleza o debilidad del modelo “varón sostenedor”. Si en aquel momento analizáramos a Alemania, sin duda la incluiríamos dentro de la categoría de “modelo fuerte de varón sostenedor” en base a las características que presentaba la división del trabajo y el empleo entre ambos sexos, como la fortaleza del salario familiar, la escasa y marginal participación de la mujer en el mercado laboral, la ausencia de estructuras de cuidado, la desigualdad entre los miembros de la pareja ante la seguridad social, etc. Veinte años después examinamos aquí algunos indicadores a fin de observar si se aprecian transformaciones que supongan una modificación sustancial: la estructura familiar y los modelos de convivencia que predominan actualmente, si hubo variaciones destacables en la actividad femenina, los modelos de empleo de las parejas con niños, la distribución entre los sexos del trabajo remunerado y no remunerado… Es importantísimo recordar que Alemania engloba dos realidades socio-culturales que estuvieron separadas durante cuarenta y cuatro años, cada una de ellas (RFA / RDA) con su propia historia e instituciones muy diferenciadas. En el tema concreto de la participación de las mujeres en el empleo, los objetivos y las políticas estatales fueron diametralmente opuestas a cada lado del muro: en la parte occidental se primó el modelo de familia “varón sostenedor” en el que la mujer era la responsable del cuidado de la familia, su lugar de permanencia el espacio doméstico, y la educación de los hijos un asunto privado y responsabilidad de la madre dentro del hogar. Por su parte, en la RDA, el Estado fomentó que las mujeres trabajaran fuera del hogar, y que lo hicieran a jornada completa, y para posibilitarlo asumió la responsabilidad del cuidado infantil17.

17 Sobre las disparidades en la participación de las mujeres en el mercado laboral y la utilización del empleo a tiempo parcial en la ex-RDA y en Alemania occidental, J.O,Reilly (1995) expone en su “modelo social sexuado” cómo el Estado, a través de las regulaciones y la protección social incitó a las mujeres en una zona a trabajar a jornada completa y en la otra a quedar en casa o a trabajar solo a T.Parcial.

27

Al haber tenido lugar la reunificación en época aún muy reciente, en ambas zonas persisten todavía valores, culturas e imaginarios muy diferentes respecto a aspectos como el rol de la mujer en general, la actividad laboral femenina, la norma social del empleo de las madres, la actitud ante la maternidad y las modalidades de cuidado de los hijos consideradas aceptables, la implicación masculina en el trabajo doméstico, etc…, a pesar de lo cual los datos nos son presentados mediante un único valor para ambas realidades, quedando así oculta esa gran diversidad interna. Entre los países de nuestro entorno occidental existen unas tendencias y transformaciones comunes (como el aumento de los niveles educativos y las tasas de actividad de las mujeres, la disminución de la fecundidad, el aumento de la edad matrimonial y las tasas de divorcio…), aunque en diverso grado según países, por lo que para conocer la situación actual de Alemania se muestran unos indicadores demográficos y de las estructuras familiares, tomando como referencia comparativa datos de España. DISTRIBUCION DE LOS HOGARES SEGÚN TIPO - año 2011

Hogares SIN NIÑOS DEPENDIENTES Hogares CON NIÑOS dependientes tamaño medio de los hogares UNA persona sola DOS adultos TRES adultos o más UN adulto con niños dependientes DOS adultos con 1 niño dependiente DOS adultos con 2 niños dependientes DOS adultos con 3 niños depend.o más TRES adultos o más con niños depend. Total % de niños que vive en hogar multigenerac.

alemania 75,80% 24,2 2

españa 63% 37,0 2,7

40,1 31,4 4,3 4,5 8,0 7,3 2,4 1,9 100,0

19,0 28,7 15,3 2,4 12,0 13,9 1,6 7,1 100,0

0,9

5,8

INDICADORES DEMOGRAFICOS Población (2012) 81,843,000 saldo 2001-2012 -415,80 Tasa dependencia vejez (ratio >65 /15-64 años) 31,2 % población > 65 años 20,6 % de hombres > 65 años que vive solo 23 % de mujeres > 65 años que vive sola 41,2 Indicador coyuntural de fecundidad (2010) Tasa bruta fecundidad edad media maternidad % nacidos fuera del matrimonio

1,39 3,63 30,3 33,2

46,196,000 5,719,553 25,8 17,4 10,9 25,5 1,39 4,26 31,2 35,5

Tabla 10: TIPOS DE HOGAR e INDICADORES DEMOGRAFICOS

28

La estructura demográfica y la composición de los hogares de ambos países es bastante similar y hace tiempo que evolucionan siguiendo tendencias comunes (destacan un fuerte envejecimiento poblacional, la maternidad tardía y unas tasas de fecundidad situadas entre las más bajas del mundo), pero algunos indicadores del envejecimiento son algo más acusados en Alemania (suavizados en España debido a la gran inmigración de los últimos años 18). Respecto al tipo de hogar, en ambos países predominan mayoritariamente los hogares donde no existen niños en edades dependientes, y de forma bastante más acusada en Alemania, donde solo en 1 de cada 4 hogares hay niños de esas edades, mientras en España es en 1 de cada 3. Otras diferencias entre ambos países son que en España sigue siendo más importante el modo de vida en convivencia, o el gran peso que en Alemania tienen los hogares unipersonales, pues el 40% de las personas viven solas (frente al 19% en España). El tamaño de los hogares alemanes es menor (2,0 frente a 2,7), así como la proporción de los hogares multigeneracionales. Si a esto añadimos una natalidad muy baja, pocos hogares con niños dependientes, y el fuerte predominio de los hogares unipersonales, todo parece indicar que en Alemania la cantidad de trabajo de reproducción a realizar dentro de los hogares ha tenido que descender de forma importante. A continuación se examina el modelo de actividad y empleo de las mujeres, tratando de descubrir pautas que indiquen si ha tenido lugar una transformación del contrato de género. Tradicionalmente en ambas Alemanias la necesidad de mano de obra se solventó recurriendo a fórmulas muy diferentes de activación: en la parte occidental se recurrió sobre todo a la inmigración, mientras que en la parte oriental el estado favoreció la participación laboral de la mujer. En los países de nuestro entorno el aumento de la actividad femenina es una tendencia general, pero todavía persisten grandes diferencias entre ellos. También en Alemania aumentó en los últimos años, superando actualmente la media de la UE-15. Por su parte España, que partía de unas tasas excepcionalmente bajas, tras tres décadas de fuerte y constante aumento todavía no consiguió alcanzar esa media. Los valores actuales de ambos países podemos observarlos en el gráfico siguiente.

18

Entre 2003-2011, el saldo migratorio en Alemania fue de 760.000 personas y en España 4 millones.

29

TASA DE ACTIVIDAD FEMENINA Alemania - España S/ EDAD - 2012 90,0 85,0

Tasa de actividad

80,0 75,0

70,0 65,0 60,0 55,0 50,0

20-24

25-29

30-34

35-39

Alemania

40-44

45-49

50-54

55-59

España

Gráfico 2: Tasa de ACTIVIDAD FEMENINA – Alemania – España (2012)

Se puede observar que en ambos países persiste el modelo tradicional de actividad femenina de dos picos, que indica que continúa produciéndose un importante abandono de la actividad laboral durante las edades reproductivas. La distancia entre ambos países es importante en favor de Alemania en cuatro tramos de edades, pero también hay que destacar que en el segmento 30-34 años (la generación nacida en el período democrático), donde las mujeres españolas tienen su pico de actividad, supera la tasa alemana. Si comparamos la evolución de las Tasas en el período 2000-2010 por edades, en ambos países las mujeres incrementaron su participación laboral en todos y cada uno de los grupos de edad, pero varían los grupos de edad donde se produjo el mayor aumento: en Alemania el mayor incremento de la actividad femenina fue entre las mujeres de 55-59 años, mientras que en España corresponde al grupo de 30-34 años. Ampliando el período examinado y centrándonos en el segmento de edades centrales (2554 años) en España el cambio fue espectacular (+ 26,7 puntos), y partiendo de tasas muy bajas hoy casi está a la par con Alemania.

30

EVOLUCION TASA de Actividad - mujeres - 25 a 54 años 1995

2000

2005

2008

2011

diferencia

68,3 73,3 52,6

72,1 76,9 62,8

75,5 79,1 69,0

77,4 80,5 74,7

78,5 82,1 79,3

10,2 8,8 26,7

UE-15 Alemania España

Tabla 11: TASA DE ACTIVIDAD – mujeres 25 a 54 años – 1995 a 2011

Resumiendo, a la vista de toda la información anterior podríamos decir que a pesar de los importantes avances experimentados en estos últimos años en el Modelo de actividad femenina, en ambos países parece persistir un fuerte “impacto de la maternidad”, modelo que se tratará de confirmar posteriormente. La actividad no se traduce directamente en empleo, y como el desempleo femenino suele ser mayor que el masculino, se consideró de interés comparar la brecha de género del desempleo en ambos países. En España la distancia entre ambos sexos mantuvo valores importantes hasta la crisis, que al golpear más duramente los sectores masculinizados provocó un mayor aumento del desempleo masculino, con lo que los valores se acercaron. En Alemania el funcionamiento es muy diferente pero comparte esa tendencia aunque más acusada, es decir, la brecha de género es mínima, y en las etapas en que el país atravesó una crisis en su crecimiento (2005, 2009) el desempleo femenino llegó a ser inferior al masculino. Tasas de PARO - Evolución de la BRECHA DE GENERO 13,5

11,5

Medias anuales

9,5

7,5

5,5

3,5

1,5

ALEMANIA

2012

2011

2010

2009

2008

2007

2006

2005

2004

2003

2002

2001

2000

1999

1998

1997

1996

1995

1994

1993

1992

-2,5

1991

-0,5

ESPAÑA

Gráfico 3: EVOLUCION de la BRECHA DE Gº en TASA DE PARO – Alemania y España

31

A continuación se introduce la variable “presencia de hijos” en el Modelo de empleo de las mujeres, que nos proporciona información sobre la cultura de género, las pautas de maternidad y los modelos de cuidado infantil existentes en una sociedad.

Tasa de EMPLEO de MUJERES 20 a 49 años s/TIPO HOGAR - Año 2011 TIPO HOGAR

UE-15 Alemania España

una adulta SOLO Total

72,8 77,7 73,1

AdultA EN PAREJA

SIN niños CON niños

78,0 81,7 78,0

65,5 69,4 67,9

dif. -12,5 -12,3 -10,1

Total

71,8 76,1 62,8

SIN niños CON niños

81,1 85,7 71,6

68,4 71,3 60,2

dif. -12,7 -14,4 -11,4

Tasa de EMPLEO de MUJERES 20 a 49 años s/TIPO HOGAR - Año 2005 una adulta SOLO

TIPO HOGAR

Total

UE-15 Alemania España

72,7 74,0 81,0

Adulta EN PAREJA

SIN niños CON niños

79,0 79,1 85,8

63,9 63,7 75,3

dif.

Total

SIN niños

CON niños

dif.

-15,1

69,0 67,8 61,1

80,9 81,3 76,4

64,5 61,1 56,7

-16,4

-15,4 -10,5

-20,2 -19,7

Tabla 12: TASA DE EMPLEO según TIPO DE HOGAR – Mujeres de 20-49 años (comparación 2005-2011)

En los tres ámbitos espaciales se observa que la maternidad incide negativamente sobre la Tasa de Empleo, y aunque los valores son bastante cercanos entre sí, en Alemania siempre es algo mayor la incidencia que en España. Por otro lado, en ambos países las mujeres que viven en pareja tuvieron un cambio significativo, pasando de una incidencia de 20 puntos a 11,4 en España y a 14,4 en Alemania. Pero la variable “Tasa de Empleo” oculta la diversidad de modalidades que puede adoptar ese empleo de las madres, por lo que en la tabla siguiente examinamos la incidencia de la maternidad en la modalidad de jornada laboral.

% de T.PARCIAL de mujeres 20-49 años según tengan niños (2011)

alemania españa

TOTAL 44,9 25,3

SIN niños

1 niño

2 niños

3 ó + niños

26 19,8

55,4 27,7

74,8 30

77,5 33

Tabla 13: T.PARCIAL DE MUJERES 20-49 AÑOS según tengan NIÑOS o no

La presencia de niños y su número influye fuertemente en la mayor utilización del T.Parcial de las madres alemanas, duplicándose la proporción según las mujeres pasan de no tener niños a 32

tener uno, e incrementándose otros 20 puntos cuando pasan de uno a dos. En España la variación es muchísimo menor, y en todo caso la máxima influencia también coincide en el paso de no tener hijos a tener el primero. Finalmente se examinan los Modelos de empleo de las familias que viven en pareja y que tienen niños en edades dependientes, aunque en este caso los datos corresponden a 2008.

MODELOS de EMPLEO en familias-PAREJA con niños - según edad niño (OCDE 2008) los 2 a TC

1 a TC

1 a TC 1 a TP ninguno emp.

otros

niño de 0 - 2 años

alemania españa

23,3 35,8

36,2 43

27,9 17,1

6,7 3

5,9 1,1

niño 3 - 5 años

alemania españa

13 37,6

30 40,4

46,8 17,3

5,2 2,6

4,9 2,2

niño 6 - 14 años

alemania españa

13,8 42,7

24,5 36,2

52,2 16,2

3,7 3,7

5,8 1,2

Tabla 14: Modelos de EMPLEO en familias-PAREJA CON NIÑOS s/edad del niño

En primer lugar, en el caso de las parejas que tienen niños de hasta 2 años, tanto en Alemania como en España prima el modelo de un único ocupado a T.Completo (que se correspondería con el modelo fuerte de “varón sostenedor”). Esa modalidad sigue siendo la más importante en España cuando el niño tiene entre 3-5 años, mientras que en Alemania se pasa a utilizar mayoritariamente el “modelo de un asalariado y medio”, trabajando un miembro de la pareja a T.Completo y el otro a T.Parcial. Finalmente, cuando los niños ya son más mayores, mientras en Alemania más de la mitad de las parejas sigue utilizando ese modelo (un salario y medio) en España esa fórmula es minoritaria y prima la de los dos cónyuges trabajando a T.Completo (modelo “dos sostenedores”). Por tanto, en Alemania es mucho mayor la probabilidad de trabajar a T.Parcial cuando existen niños en el hogar, y esa probabilidad es inversamente proporcional a la edad de los niños y, por el contrario, se va incrementando con cada nuevo niño. Se puede concluir pues que la norma de empleo de la mujer alemana sigue fuertemente ligada y condicionada por su papel de esposa y madre.

33

Y es por ello que, a pesar de la gran utilización del T.Parcial de las mujeres en Alemania, éste tiene un grado de involuntariedad mucho menor que en España, involuntariedad que incluso disminuyó en los últimos años.

Trabajo a T.Parcial INVOLUNTARIO - trabajadores 25-49 años (% del empleo parcial total)

Alemania España UE-27 Reino Unido Países Bajos

Mujeres 2011 2009 12,7 17,2 53,3 43,2 23,3 22,9 12,3 9,6 6,1 4,9

Varones 2011 2009 34,0 45,7 73,6 56,0 48,5 45,2 49,8 41,1 16,7 14,6

Tabla 15: T.PARCIAL INVOLUNTARIO – trabajadores 25-49 años

Esta mayor voluntariedad del T.Parcial en Alemania nos está mostrando el importante grado de aceptación de la división tradicional del trabajo entre los sexos en el mercado laboral. Y es que nos encontramos ante un imaginario social que apenas modificó lo que se considera adecuado para las mujeres que son madres: un modelo de empleo asalariado a T.Parcial (recordemos que en el modelo fuerte de varón sostenedor la norma es su permanencia en el ámbito privado, dedicándose a las tareas de reproducción y cuidado o, como mucho, un pequeño empleo de tipo marginal). La diversidad de comportamientos de actividad de las madres (inactivas, trabajadoras a T.Completo o a T.Parcial) con un nivel de formación equivalente y una situación familiar comparable (número de hijos y edades de éstos…) varía según países en función de las políticas de los Estados, puesto que éstos pueden estimular el abandono de la actividad laboral, fomentar la conciliación laboral y familiar, o bien que la actividad se lleve a cabo a T.Parcial, como vemos es el caso de Alemania (Thévenon, O. 2009). En la Alemania occidental, el cuidado infantil fue considerado asunto y responsabilidad materna, no del Estado (Yeandle, Sue 1999) y su provisión pública fue muy escasa (en 1990 la tasa de cobertura era de solo el 2% de los niños). A eso se añade que la mayoría de los servicios de cuidado para personas mayores eran prestados en el hogar. En la Agenda 2010 (año 2003) se plasmó el compromiso de ofrecer un número de plazas de guardería para menores de 3 años cuya demanda se estimó en un 20% de los niños de esa edad. Dentro de ese contexto, de una Política de Empleo que busca la activación de la mano de obra, más que como Política Familiar, en posteriores medidas durante la década pasada se puso como 34

objetivo aumentar los servicios de cuidado infantil hasta una tasa de cobertura del 35% para el 2013 (Ley para la ampliación de la atención de menores del 2005, Ley para la promoción de la asistencia a menores de tres años de 2008, que creó el derecho a una plaza de cuidado infantil desde la edad de 1 año). Como consecuencia de estas medidas y de las actuaciones para concretarlas, las plazas de guardería disponibles en la educación pública aumentaron significativamente: en el 2008 la tasa de cobertura en atención temprana ( 70 h

< 40 h

40 - 70 h

> 70 h

Varones mujeres

9,0% 12,3%

83,9% 67,4%

7,1% 20,4%

8,0% 13,4%

87,0% 68,2%

5,0% 18,4%

ambos

10,5%

76,3%

13,2%

10,5%

78,4%

11,2%

Varones mujeres

6,9% 11,2%

75,6% 45,2%

17,5% 43,6%

12,1% 17,1%

76,8% 48,2%

11,1% 34,7%

ambos

8,8%

62,3%

29,0%

14,1%

65,4%

20,5%

Varones mujeres

11,9% 14,9%

74,5% 55,1%

13,7% 30,0%

11,8% 15,5%

76,4% 54,9%

11,8% 29,6%

ambos

13,2%

65,6%

21,1%

13,4%

66,8%

19,8%

Tabla 16: TIEMPO DEDICADO AL TRABAJO SEGÚN SEXO (2005 – 2010) (CARGA TOTAL DE TRABAJO = trabajo remunerado + no remunerado)

36

Limitándonos a observar la categoría “> 70 horas semanales” como indicador de una mayor carga total de trabajo, destaca en primer lugar la importancia muchísimo mayor que tiene esa amplísima jornada en España (29%, es decir, en España una de cada tres personas ocupadas trabaja más de 70 horas a la semana) respecto a Alemania (13%). En segundo lugar, en todos los ámbitos espaciales las mujeres tienen una mayor presencia que los hombres en esa amplia jornada, aunque su proporción varía de forma importantísima. Y, por otra parte, hay que destacar que las mujeres españolas son las que más horas trabajan: si en Alemania es 1 de cada 5 mujeres y en la UE 1 de cada 3 mujeres, en España casi la mitad de las mujeres trabaja más de 70 horas semanales. Además la proporción aumentó en los últimos años, pues en el año 2010 un 9% más de españolas que en 2005 tienen esa amplia jornada, cosa que no ocurre en el caso de las alemanas, y eso hace que la diferencia entre las españolas y alemanas haya pasado de 16 puntos en 2005 a los 23 en 2010. En cuanto a los varones, los alemanes son los que tienen una menor proporción en esta larga jornada, y la diferencia con los españoles es importante (10,4 puntos). Finalmente, comparando la diferencia entre sexos, vemos que en todos los ámbitos espaciales la mujer tiene mayor presencia que el varón en esa larga jornada, y en todos ellos la brecha entre géneros es importante, brecha que además, comparando 2005-2010 en Alemania no varió en absoluto, y en España apenas (3 puntos). Y es que los cambios en determinados ámbitos no solo van lentos, sino que parecen no ir en absoluto.

37

4: CONCLUSIONES: A modo de conclusión simplemente destacaré unos breves apuntes: En primer lugar, el modelo de división del trabajo en la familia ha resultado un instrumento clave para entender el modelo de empleo alemán. Las reformas del mercado laboral se apoyaron en la división sexual del trabajo de cuidado: la división sexual del trabajo dentro del hogar aparece como el principal eje estructurador, plasmándose así el contrato de género en el modelo de empleo. La flexibilización neoliberal que tuvo lugar en Alemania, sobre todo con la Agenda 2010, provocó la destrucción de la norma estándar de empleo y una explosión masiva del empleo atípico. La fuerte contención de los salarios masculinos, unido a unas agresivas políticas de activación produjeron un aumento importante de la actividad laboral femenina, pero con un modelo de integración fuertemente apoyado en el imaginario social relativo al trabajo de las madres (el modelo de integración femenina a través de la diferenciación de los papeles masculino y femenino que Pfau Effinger describe, pues aumenta la actividad femenina pero con carreras discontinuas y empleo a T.Parcial: es la versión modernizada del modelo sostenedor masculino/mujer cuidadora a T.Parcial). A las empresas se les facilitaron fórmulas de flexibilidad basadas en la división sexuada del trabajo en la familia. El estado, en su apuesta por el mantenimiento del modelo varón sostenedor (ahora con un asalariado y medio – o mucho menos, a tenor del importe de los salarios de los mini-jobs - ) fomentó un tipo de empleo a T.Parcial sin tributación ni derechos, prolongando lo que tradicionalmente fue el salario de apoyo de las casadas, mientras que a la vez en los momentos de crisis se comprometía fuertemente con la protección del empleo masculino del segmento primario del mercado laboral. Se produjo por tanto un reparto sexuado de las modalidades de flexibilidad laboral: para los hombres la flexibilidad interna en el segmento primario (reducción de jornada- kurzarbeit) para garantizar el empleo, o al menos intentar que el desempleo no aumente, mientras que para las mujeres una flexibilidad externa a través de toda una variedad de modalidades de empleo a T.Parcial (sobre todo los mini-empleos). El reparto sexuado de las diferentes figuras puede observarse en la siguiente tabla.

38

FEMINIZACION DE LAS FIGURAS LABORALES Empleo total

47%

empleo a T.Completo

35%

empleo a T.Parcial

81%

miniempleo en economía doméstica

92%

(datos 2012)

trabajadores sujetos a cotización

46%

midi - empleos

76%

total MINI-empleos

69%

ejerce solo un miniempleo

68%

ejerce miniempleo como adicional

58%

(datos 2009)

reducción de jornada (Kurzarbeit)

19%

Tabla 17: FEMINIZACION DE LAS DISTINTAS FIGURAS LABORALES - ALEMANIA

En el cuidado, ya comprobamos que en Alemania persiste ampliamente el modelo tradicional de cuidado infantil: las mujeres siguen abandonando el mercado laboral al tener a sus hijos, y cambiando a la modalidad de T.Parcial. La implicación masculina en el reparto de las tareas dentro del hogar no se modifica en absoluto, y sigue siendo muy baja. Además, y a pesar de los importantes avances, sigue existiendo un déficit importante de plazas para el cuidado de niños de 0-3 años. Pero a la vez comprobamos que las mujeres han hecho una serie de elecciones que modificarán sustancialmente sus vidas y las necesidades de la sociedad: las familias cada vez son más pequeñas, los hogares unipersonales cada vez tienen más peso (y en edades avanzadas son mayoritariamente femeninos) y más mujeres han optado por no tener hijos (lo que ocasionará un problema demográfico cuyas consecuencias el estado trata de paliar reclamando que la emigración desde otros países supla sus carencias en medidas de conciliación y en facilitar a las mujeres un empleo digno y con derechos). Por tanto, aunque, tercamente, seguimos incidiendo en que el tema del cuidado infantil es la clave de la actividad femenina, a la vista de los indicadores demográficos y de la composición de los hogares cada vez lo será menos: el fuerte envejecimiento de la población alemana hace que el cuidado de las personas mayores sí sea ya un problema importante, y no tanto el cuidado infantil.

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Finalmente, destacar de nuevo lo inapropiado de contabilizar el número de ocupados en lugar del tiempo real trabajado para poder ver la evolución real del empleo. Los indicadores utilizados habitualmente (número de personas ocupadas/desempleadas) ocultan gran parte de la información y sobrevaloran la ocupación, mostrando su incapacidad para diferenciar si más personas ocupadas significan realmente una creación de empleo o si se trata, como en el caso alemán, de un reparto de la misma cantidad de trabajo entre un mayor número de personas. Es importante reivindicar la conveniencia de utilizar el indicador “Tasa de empleo equivalente a T.Completo”.

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