METIERES, HOMBRES Y CAMBIO SOCIAL

METIERES, HOMBRES Y CAMBIO SOCIAL © 1998. CENTRO DE Estenios SOCIALES, CES Facultad d e Ciencias H u m a n a s Universidad Nacional de Colombia

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METIERES, HOMBRES Y CAMBIO SOCIAL

© 1998.

CENTRO DE

Estenios

SOCIALES, CES

Facultad d e Ciencias H u m a n a s Universidad Nacional de Colombia Carrera 50 No. 27-70 U n i d a d Camilo Lories Bloques 5 y 6 C o r r e o electrónico: ces@bacata usc.unal.edu.co

© 1998. P R O G R A M A DE E S T U D I O S DE G É N E R O , MUJER Y D E S A R R O L L O

Facultad d e Ciencias H u m a n a s Universidad Nacional de Colombia Teléfonos: 316 52 19 - 3 1 6 52 38 Esta publicación contó con el apoyo de Colciencias, Programa Implantación Provectos de Inversión en Ciencia v Tecnología, Sncl. Subprovecto de Apoyo a Orillos v Grupos de Excelencia 29/90

Primera edición: Santafé d e Bogóla, mayo d e 1998 Primera reimpresión: Santafé d e Bogotá, junio de 1998

Portada Paula Inane

Coordinación editorial Olga Lucía González v Daniel Ramos [email protected] \ dan i el íV' :ut opica.com U T Ó P I C A EDICIONES

www.utopica.com

Printed and runde in Colombia I m p r e s o y h e c h o en Colombia

Mujeres, L U Z Ü ABRIEL A AR AN G O J UA N I TA

BA R R E T O

C: A R M E N

DI A N A D H E R E

LUZ EST EEA G IR ALD O ER E DY

GÓMEZ

hombres y M A G I) A L E N A CRISTINA

LE Ó N

ORDÚZ

Y O L A N D A P U YA N A AN G E LA IN É S RO BE E D O M AR A V í V EROS

cambio social FaculteddeCiendasHL^^ Colección CES

Contenido Presentación Ángela Inés Robledo

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Introducción Juanita Barreto y Yolanda Puyana

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«Que mis hijas n o sufran lo que yo sufrí». Dinámica cié la socialización de u n g r u p o de mujeres de sectores populares. Estudio de caso sobre la región cundiboyacense. Yolanda Puyana V. y Cristina Orduz

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La elección de la esterilización masculina. Alianzas, arbitrajes y desencuentros conyugales Mará Viveros Vigoya y Fredy Gómez Alcaraz

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«Yo digo que ellos son un león de papel y que hay un tigre dormido». Barrancabermcja: palabras, imágenes y relaciones de g é n e r o Juanita Barreto Gama y Luz Estela Giraldo Aristizábal

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Del paternalismo al terror de m e r c a d o . G é n e r o , reestructuración y relaciones laborales en la industria textil Luz Gabriela Arango

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Mujeres, derechos a la tierra y contrarreformas en América Latina Carmen Diana Deere y Magdalena León

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Presentación Ángela Inés Robledo

Los artículos cjue conforman el presente libro son el resultado de los estudios de algunos de las profesoras adscritas y los profesores adscritos al Programa de Estudios de Género, Mujer y Desarrollo de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia, cuya sede es en el ('entro de Estudios Sociales, CES, de dicha institución. Tales trabajos, realizados por Luz Gabriela Arango, Juanita Barreto, Carmen Diana Deere, Luz Estela Giraldo, Fredy Gómez, Magdalena León, Cristina Orduz, Yolanda Puyana, Angela Inés Robledo y Mará Viveros, dan cuenta de varias de las líneas de investigación de esa unidad académica pluridisciplinaria. Los artículos se agrupan alrededor del concepto de género cjue alude al conjunto de prácticas, símbolos, representaciones, normas y valores sociales que las sociedades elaboran a partir de las diferencias sexuales anátomo-físiológicas (De Barberi cit. en Gomáriz 84) y es, para Joan Scott, «una forma primaria de las relaciones significantes de poder» (44). El género está intrínsecamente vinculado a temas y problemas teóricos como: las relaciones entre poder central (asociado con el patriarcado, lo científico que busca la razón trascendente y neutra, lo racional) y las formaciones periféricas; las dinámicas de resistencia que oponen las identidades no hegemónicas a los códigos sociales no dominantes; la nueva mirada sobre lo popular y lo oral; el pensamiento de lo híbrido (fronteras, impureza, alteridad). Al incorporar tales categorías a sus análisis, las autoras y los Ph. D. en Español de la Universidad de Massachusetts (Amherst). Coordinadora Académica del Postgi aclo de Género y profesora del Departamento de Literatura de la Universidad Nacional.

Angela Inés Robledo

autores aceptan cjue la relación dicotómica entre lo uno y lo otro, lo idéntico y lo diferente, lo propio y lo ajeno, lo privado y lo público, lo colonizador y lo colonizado que fundó la conciencia oposicional moderna no funciona más (Richard 345-346). Por lo tanto, ellas y ellos no validan esas nociones sino los deslizamientos de ellas logrados a partir de procesos diversos de negociaciones, traducciones, apropiaciones y conversiones. Esas reinscripciones están produciendo, como sostiene Walter Mignolo, una transformación fundamental del espacio intelectual tanto en la esfera pública como en la lucha teórica en la academia (112). Estas son evidentes en los resultados de las investigaciones que aquí presento. Allí radica la novedad y riqueza de estos estudios de frontera, que abren caminos inéditos en el ámbito universitario del país. Las académicas y los académicos que colaboran en esta antología deconstruven los diseños que apoyan lo homogéneo y centrado, y adhieren a nuevos modelos de lectura para reflexionar sobre los cinco esludios de caso cjue les ocupan. A su vez, estos casos — estudiados en los años noventa y referidos a acontecimientos de la misma década— están marcados por la noción de cambio. En ellos se desenvuelve la tensión entre prácticas sociales tradicionales y modernas, entre el imaginario ancestral sobre el ser y el deber ser hombre o mujer. Los conflictos de las mujeres cundiboyacenses que cuentan sus experiencias de socialización diferentes a las de sus madres; la experiencia de los hombres vasectomizados en Bogotá y cómo ello incide en sus masculinidades; la situación de las pobladoras y pobladores de Barranca que participan en originales procesos de organización social y comunitaria y formulan interesantes proyectos para su localidad; los conflictos de las trabajadoras y trabajadores de una industria textil en Bogotá que se ven afectadas de nuevas maneras por las políticas de globalización de la economía y los problemas de las campesinas de El Salvador, Nicaragua y Colombia —carentes de acceso al crédito y a la tierra— que se agrupan en movimientos de mujeres rurales para contrarrestar el modelo neoliberal y resolver sus necesidades, evidencian la multidireecionalidad de los cambios en las nociones de género y la aceptación creciente de que éste atraviesa todas las prácticas culturales y económicas. Estas transformaciones —alcanzadas en poco tiempo— inciden de manera notable sobre la familia, el trabajo, el vecindario y las organizaciones sociales y sus componentes simbólicos, normativos, políticos y subjetivos. Ellas permiten la planeación de nuevos progra!()

Presentación

mas de desarrollo concebidos a partir de la conciencia del devenir hombres o mujeres y de las condiciones materiales y espirituales que los sustentan. La práctica académica tradicional ha establecido una oposición entre representación (abstracción, teoría, discursividad) y experiencia (concreción, práctica, viveneialidad). Esta dualidad —cjue se vincula al modelo dicotómico de la modernidad al cual aludimos anteriormente— afirma la desigualdad de poderes entre, primero, quienes patentan los códigos teóricos por medio de los cuales se dota a los objetos de estudio de legitimidad académica y. segundo, los sujetos representados por dichos códigos que no tienen mucho acceso a la teoría metropolitana o centralizada, ni derecho a ser consultados sobre la validez de las categorías que los describen e interpretan (Richard 349). La mayoría de las colaboradoras y los colaboradores de los trabajos comentados subvierte esa dicotomía por medio de la incorporación de lo testimonial. Sabemos que el testimonio o entrevista en profundidad se constriñe desde un ángulo personal que humaniza el discurso v, por lauto, se convierte en una alternativa a la economía del lenguaje del poder (Ortiz II. 196-207). Al usar el testimonio como base de su trabajo, las autoras y los autores se acercan a sujetos participativos cuyos discursos, además, están marcados por dialectos grupales o jergas pertenecientes a una subcultura o región (de las campesinas cundibovacenses, las obreras bogotanas y los obreros bogotanos textiles, v las obreras y los obreros de Barranca); ello es un desafío al individualismo, al poder narcisista v al acatamiento de los parámetros de la cultura letrada que ha caracterizado al discurso de la academia. Pero no sólo estas estudiosas y estos estudiosos se desligan de la visión tradicional del investigador —que se considera fuente y dador de significado— por su revalorización de lo oral. Kilos y ellas saben cjue al asumir sus nuevos roles pasan a ser fabricantes e intérpretes de conexiones epistemológicas y pactos de significación entre las diversas geoculturas —con sus peculiares signos-en-uso— y la producción teórica. En efecto, sus lecturas no parten de generalizaciones y conceptos globalizantes (Hombre, Sujeto, Verdad, Historia) sino que destacan lo real-concreto, lo vivencia!, los detalles de las memorias y localizaciones que confieren singularidad a cada sujeto y a cada hecho cultural (Mignolo, Posoccidentalismo, 691). Su interés en analizar casos, originados en situaciones específicas c tristonas locales, confirma lo anterior. 1 1

Angela Inés Robledo

Situar el conocimiento implica admitir que la realidad vivida, la cotidianidad y el espacio doméstico —en los cuales se han inscrito los signos ocultos de la cultura de las mujeres— son instancias productoras de significados cjue valen la pena ser desentrañados. Yolanda Puyana Villamizar en (¿ve mis hijos no sufran lo que yo sufrí. Dinámica de la socialización de un grupo de mujeres de sectores populares. Estudio de caso sobre la región cundihoyacense es consciente de ello al indagar sobre las prácticas de socialización —el aprendizaje de la identidad genérica y los contenidos culturales provenientes de la división sexual de roles— de dos generaciones de mujeres de Cogua, una población situada al ccntro-oricnlc de Cundinamarca. Puyana no sólo desenmascara los mecanismos de un sistema de poder cjue ha silenciado a la mujer condenándola a ser el otro de la cultura (Guerra, 12) sino que muestra claramente cómo, a pesar de la pervivencia de imaginarios culturales que reproducen el tradicional deber ser de la mujer, ha habido notorias transformaciones en los procesos de socialización entre unas y otras. Las mujeres mayores fueron socializadas por sus madres, quienes les enseñaron las labores domésticas (el padre inició a los hijos en las labores agropecuarias), les inculcaron el servicio a los demás, el ser sumisas y capaces de realizar intensas cargas de tarcas domesticas. Ellas fueron niñasadultas sin acceso a juegos, fiestas y celebraciones cuyas fallas de disciplina se castigaron con severidad; desertaron pronto de la escuela, no tuvieron una buena comunicación con sus padres y recibieron escasa o nula información sobre su sexualidad y las transiciones de la adolescencia. Las hijas — que ya no se consideran como adultas precoces— se han socializado con otros referentes: la televisión y la sociedad de consumo, los pares y la escuela; han tenido juguetes que son entendidos como indispensables ¡jara sus procesos de aprendizaje; han establecido vínculos más afectuosos con padres menos autoritarios y proclives al maltrato y se enteraron de los pormenores de su crecimiento y el erotismo desde temprana edad. El cuerpo es el sitio desde el cual se habla como hombre o como mujer; por lo tanto, el lenguaje del cuerpo es uno de los signos del discurso de la y el protagonistas y una marca de su especificidad, de su identidad. En efecto, cuando los hombres entrevistados por Mará Viveros y Fred)' Gómez para su trabajo La decisión de la esterilización masculina. Alianzas, arbitrajes y desencuentros conyugales contaron sus historias, iniciaron sobre una experiencia cjue los llevó a confrontar su sexualidad, a incursionar en el m u n d o de las emociones y sentir 12

Presentación

los mismos temores de las mujeres en relación con los efectos de las prácticas anticonceptivas en sus cuerpos, a liberarse de la angustia de un embarazo no deseado. En otras palabras, al aceptar roles desconocidos frente a su función reproductora y a la conyugalidad, se involucraron en la aventura de construir un nuevo discurso sobre sus cuerpos —más silenciosos y silenciados que los cuerpos femeninos (Smith, 5)—. Esc cambio en los procesos de subjetivación —no expresado abiertamente y preservado detrás de un discurso racional— los acercó a un nuevo modelo de identidad ajustado a sus propias circunstancias y en desacuerdo con la cultura dualista que señala a los hombres como productores y a las mujeres como reproductoras, coarta v define las opciones anticonceptivas de hombres y mujeres, el significado de la paternidad y la maternidad, y las relaciones con el goce. Esta cultura, al asignar a los hombres lo público, activo y esforzado, los separa de su vulnerabilidad y de sus deseos y fantasías que se quedan en casa, en el círculo de la mujer o entran a formar parte de la mujer interna y reprimida de cada hombre; ello apremia a los varones a buscar la satisfacción y consolación de su cuerpo sensible en la codicia y la megalomanía (Silverman van Burén, 7). La reflexión de Viveros y Gómez en torno a la esterilización masculina se ubica en el contexto de los estudios sobre salud reproductiva, pero supera las visiones estrechas sobre la fecundidad que obliteran la influencia de lo social, económico, institucional y cultural sobre los procesos demográficos y restringe su comprensión a la regulación y control de la natalidad. Su investigación apuntó a tres objetivos. En primer lugar, determinar la participación de los actores sociales (esposas y prestadores de los servicios de salud reproductiva) involucrados en el proceso de la toma de decisión. En segundo lugar, identificar las motivaciones que condujeron a los varones (como individuos) y a las parejas (ellos y sus compañeras) a escoger la vasectomía como método anticonceptivo. En tercer lugar, analizar la dinámica conyugal (las alianzas, arbitrajes y desencuentros) en la cual se inscribe el proceso de esta decisión reproductiva. Juanita Barreto Gama en su estudio Yo digo que ellos son un tigre de papel y que hay un tigre dormido. Barrancabermeja: ¡mialmas, imágenes y relaciones de género recupera las voces —inscritas en historias de vida y entrevistas individuales y grupales— de algunas mujeres y los hombres que las han acompañado en varios procesos de desarrollo social y comunitario en Barrancabermeja. Fsle puerto petrolero se ha 13

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caracterizado desde sus comienzos por la beligerancia. Está conformado por inmigrantes y desplazados cjue, como sujetos subalternos que son, se autorrepresentan de maneras tan cambiantes como conciben su relación con el estado, los estamentos de poder (Latin American Subalterna Cra?^,142-146) y una ciudad en la cual la convivencia entre la cultura de los empleados y comerciantes, la cultura de las trabajadoras y trabajadores de Ecopclrol y la cultura de nororiente no ha sido fácil. Ese contexto de movilidad y conflicto sirve a Barreto y Giraldo de punto de partida para examinar cómo esas mujeres — pertenecientes a todas las mencionadas instancias culturales— hacen, de muy diversas maneras (lo cual es característico del Tercer Mundo) su entrada en la vida pública. A veces ellas se agrupan con otras mujeres para responder de manera concreta y creativa a situaciones reales y domésticas; por ejemplo, para construir una comisaría de familia. En otras oportunidades participan —por medio de una compleja y dinámica interacción entre los intereses individuales y colectivos— en el planeamiento y elaboracicSn de programas de organización social (para conseguir más empleos, educación, vivienda, recreación) cjue atañen a todos los habitantes de Barranca; para buscar alternativas de concertación con el Estado o para colaborar en las luchas sindicales, áreas de las cuales fueron excluidas por mucho tiempo. Las autoras no sólo averiguan las estrategias participativas de las barranqueñas que se han proyectado más allá de lo privado o ti adicionalmente femenino, sino que dedican atención especial a la vida familiar de éstas y a las relaciones con sus compañeros. Estos que antes eran completamente machistas e infieles, empiezan a reconocer el valor de las mujeres, las respetan en el ámbito laboral, establecen uniones más equitativas, promueven nuevos modelos de convivencia con los hijos, son más solidarios y democráticos. La implementaeión a gran escala de las políticas de globalización en el campo cultural lleva a negar, como anotamos anteriormente, el uso local de las categorías de lo subalterno y de lo periférico y a borrar con generalizaciones el detalle y accidente de las memorias y localizaciones que especifican cada cultura (Richard, 346). La globalización económica —intrínsecamente ligada a la globalización cultural— ha generado múltiples transformaciones cuya notoriedad se lia incrementado en los últimos diez años. Su impacto en el orden laboral ha sido enorme, (¿orno ejemplo de ello, algunas empresas como la textilera Esmeralda de Bogotá fueron liquidadas. Sus cmplca14

Presentación

das—cuya vinculación al mercado laboral, como la de muchas otras mujeres, es vista aún como una alteración imperdonable del nexo mujer-hogar— siguen siendo estratificadas de acuerdo con su socialización y capacitación profesional, las características del mercado de trabajo y las divisiones basadas en el género, la raza o la etnia (('ornas D'Argemir, 53). A pesar de ello, fueron partícipes de circunstancias que afectaron de manera positiva su estatus al interior de la textilera. Luz Gabriela Arango en Del patemalismo al terror de mercado: género, reestructuración y relaciones laborales en la industria textil analizó el caso de esta compañía, su intrincado proceso de reestructuración v crisis y el impacto de ello en las relaciones de género. Arango pudo establecer que a lo largo de la década del ochenta y en forma aguda en los noventa, esta fábrica emprendió una serie de nuevos proyectos. Estos se inscribieron dentro de las orientaciones gerenciales y las estrategias empresariales que pusieron en marcha los industriales colombianos para responder a las nuevas demandas ocasionadas por la apertura económica y el modelo neoliberal. En consecuencia, hubo esfuerzos por racionalizar los esquemas de trabajo siguiendo la lógica del taylorismo, una modernización técnica lenta, flexibilidad en el trabajo y círculos de calidad. El agravamiento de la crisis financiera de Fabricato a mediados de los noventa y las dificultades para competir exitosamente en las nuevas condiciones de mercado, condujeron a la puesta en marcha de planes sucesivos de retiros negociados que involucraron, finalmente, a todo el personal. La evolución de la empresa durante las dos últimas clocadas se debe entender como parte de una historia a lo largo de la cual se van configurando formas de relaciones laborales que resultan del encuentro y mutua construcción de culturas laborales y culturas gerenciales o empresariales que se volvieron dominantes durante períodos. Las dinámicas internas de conflicto, negociación o cooperación entre trabajadores y patrones, la renovación tanto del personal directivo como de los trabajadores y sindicalistas, las transformaciones económicas, sociales y políticas que ocurrieron a nivel local, nacional e internacional transformaron, progresiva o abruptamente, los modelos de relación obrero-patronal predominantes. El género, como sabemos, es constitutivo de las relaciones laborales y está presente tanto en las políticas empresariales como en las acciones y resistencias de los trabajadores, en todas las etapas. En una primera interpretación de los resultados, es posible diferenciar cuatro configuraciones laborales y de género en la historia de la empresa: el 15

Angela Inés Robledo

paternalismo familiar (1939-1964), el antagonismo de la clase (19641970), el neopaternalismo fordista (1970-1992) y el terror de mercado (1992-1997). La agenda neoliberal también ha privilegiado la privatización y parcelado las tierras dadas en colectivo. Se han emprendido proyectos de titulación en toda América Latina con el propósito de expandir el mercado de tierras. Al mismo tiempo —como muestra de eme el actual escenario cultural, geográfico, político y económico está marcado por disímiles interacciones de fuerzas y categorías— ha crecido el movimiento de mujeres en América Latina y ha habido un avance en el compromiso de los Estados con la equidad de género. El trabajo de Carmen Diana Deere y Magdalena León, Mujeres, derecho a la tierra y contrarreforma, enfoca hasta qué punto el acceso de la mujer a la tierra se ha potenciado con los cambios recientes en los códigos agrarios y civiles y con la presencia del movimiento de mujeres. Su investigación, que incluye estudios de caso de Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua y Perú, eontextualiza estas transformaciones en la historia reciente de América. Deere y León explican cómo a partir de la segunda mitad del presente siglo se emprendieron reformas agrarias en toda América Latina tanto por consideraciones de equidad contó de eficiencia. Los datos cjue recogieron demuestran que a las mujeres no les fue bien en el periodo llamado reformista, de los años sesenta y setenta y su acceso y control de la tierra fue limitado. En ello influyeron mecanismos legales, estructurales e ideológicos. Las autoras también establecen hasta qué punto las mujeres ganaron o perdieron en el siguiente periodo llamado de contrarreforma de los años ochenla y noventa. Los estudios de esta antología rjroponen lecturas que se forman y articulan en las intersecciones móviles y temporales entre lo dado y lo creado (Richard 356). De esa manera resemantizan las simbolizaciones e imaginarios sobre la identidad, las territorialidades geoculturalcs, la noción de lo cotidiano y privado, lo erótico y lo conyugal, las nuevas tendencias económicas globalizantes y su imjjacto en las comunidades, las representaciones y clasificaciones sociales. Las interpretaciones —necesariamente intcrdisciplinarias— de Luz Gabriela Arango, Juanita Barreto, Carmen Diana Dccrc, Luz Estela Giraldo, Eredy Gómez, Magdalena León, Cristina Orcluz, Yolanda Puyana, Angela Inés Robledo y Mará Viveros, apuntan, sin duda, a la Formulación de un nuevo discurso sobre Colombia y Latinoamé16

Presentación rica. Este se caracteriza por su resistencia a clausurar las brechas de indefinición entre dos categorías provisorias: la identidad y la diferencia. La enunciación y jjroblematización de este conlleva, como sostiene J o h n Beverly (cit. en Richard, 359), una transformación! del espacio académico. El Programa de Estudios d e Género, Mujer y Desarrollo de la LIniversidad Nacional al auspiciar la crítica a las disciplinas tal como están concebidas hoy; la democratización de las estructuras sobre las cuales se asienta la academia; la modificación de los requisitos curriculares; el dcsmantelamiento del canon y la creación de nuevos espacios para trabajar con más libertad, se acerca a ese nuevo modelo institucional.

OBRAS CITADAS COMAS D¿ARGEMIR, Dolors. Trabajo, género \< cultura. La construcción de desigualdades entre hombres v mujeres. Barcelona: Icaria e Institute Caíala de Antropología, 1995. COMÁRIZ, Enrique. "Eos estudios de género y sus fuentes epistemológicas: periodización y perspectivas". Fin de siglo: género y cambio civilizatorio. Santiago de Chile: ISIS Internacional, Ediciones de las Mujeres 17, 1992. GUERRA, Eucía, editora. Splintering Darkness: Latín American Women Writers in Search ofThemselves. Pittsburgh, PA; Latin American Literary Review Press, 1990. LATÍN AMERICAN SUBALTERN STUDIES G R O U P / F O U N D I N G STATEMENT. The

Postmodernism Debate in Latín America. J o h n BEVERLY, José OVIEDO y Michael ARONNA, editores. Durham: Duke University Press, 1995. 135146. MlGNOLO, Walter. "Herencias coloniales y teorías postcolonialcs". en Beatriz GONZÁLEZ, editora. Cultura y Tercer Mundo-I. Caracas: Nueva Sociedad, 1996. —. "Posoccidentalismo: las ejnsiemologías fronterizas y el dilema de los estudios latinoamericanos de áreas". Revista Iberoamericana 176-177 (julio-diciembre 1996): 679-698. ORTIZ, Eucía. "La subversión del discurso histórico oficial" en Olga Behar, Ana María Jaramillo y Mery Daza Orozco. Literatura y diferencia. Autoras colombianas del siglo XX. María Mercedes JARAMILLO, Betty OSORIO y

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Angela Inés Robledo Angela Inés ROBLEDO, editoras. 2 vols. Bogóla: Universidad de los Andes, Universidad de Antioquia, 1995. 11.185-210. RICHARD, Nellv. "Intersectando Latinoamérica con el latinoamericanisino: discurso académico y crítica cultural". REVISTA IBEROAMERICANA. ESO (Julio-Septiembre 1997): 315-361, SCOTT, Joan. "El genero: una categoría útil para el análisis histórico". Historia y género: las mujeres en la Europa moderna v contemporánea, (ames AMF.IAG y Mary NASH, editores. Valencia: Ed. Alonso el Magnánimo. 1992. 23-56. SlLVERMAN VAN Bl REN, Jane. The Modcrnist Madonna. Semioties oj I/te Maternal Metaphors. Bloomington: Indiana Universilv Press, 1989. SMITH, Paul Julián. The iíod\ Híspanle. Gender and Sexuality in Spanish and Spanish American Literature. Oxford: Clarendon Press. 1989.

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Introducción Juanita Barreto y Yolanda Puyana

Animar el conocimiento sobre las identidades femenina y masculina y las cambiantes relaciones entre los sexos; impulsar la ecjuidad de género a jjartir del análisis de la situación de la mujer y su participación política, social, económica y cultural; estudiar la violencia, las formas de subordinación e invisibilización cjue obstaculizan esa particijjación; incorporar la perspectiva de género en el desarrollo; fortalecer la democracia en lo privado y en lo público; reconocer la diversidad cultural y respetar la diferencia: todos estos fueron los propósitos explícitos con los cuales la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia JJUSO en marcha el Programa de Estudios de Género, Mujer y Desarrollo en el segundo semestre de 1994.' La formulación de dichos j^rojjósitos constituía en ese momento la cxjjresicSn de una voluntad institucional orientada a consolidar y fortalecer intereses cjue desde las Ciencias Sociales se jjreguntasen sobre las jiarticulares expresiones de las relaciones de género en la realidad colombiana y en el contexto latinoamericano. El género como categoría analítica resultante de los desarrollos teóricos del pensamiento feminista, se encuentra en la base de los intereses investigativos del Programa, con el fin de crear condiciones cjue permitan a investigadoras c investigadores de Colombia Este Programa surge a iniciativa del Grupo Mujer v Sociedad v cuenta con el apoyo de la Cooperación Holandesa. Ver: "Propuesta de Cooperación Técnica: Universidad Nacional de Colombia, Ministerio de Cooperación para el Desarrollo de Holanda", Santafé de Bogotá, julio de 1994 y "Propuesta de Postgrado en Género, Mujer y Desarrollo", Santafé de Bogotá, mayo de 1995.

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Yolanda Puyana y p u m i t a Barreto

particijíar activamente en los debates y elaboraciones sobre la razón de ser, el sentido y el significado de esta categoría. Al mismo tiempo, se trata de abrir espacios cjue animen la jjioclucción de nuevos conocimientos de la realidad social desde una mirada cjue reconoce las implicaciones cjue la condición sexuada y generizada de los seres humanos tiene sobre la reproducción y transformación de los saberes cjue la constituyen. Esta categoría cjue Joan W. Scott definiera como un «elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias que distinguen los sexos y como forma primaria de relaciones significantes de poder»,' atraviesa todos los artículos cjue conforman este libro. En ellos subyace la pregunta sobre la dinámica de las relaciones de género, esa dimensión particular de las relaciones sociales cjue reconoce en todas las esferas del jjensamiento y la acción humana la presencia de la división sexual y social del trabajo. El carácter cambiante de dichas relaciones, es decir, su historicidad, es también factor articulador de los hallazgos obtenidos en el curso de estas investigaciones. La noción de cambio y, de modo específico, el cambio sociocultural, se entiende en esc movimiento en el cual se desenvuelve la tensión entre prácticas sociales tradicionales v modernas, entre los arquetipos ancestrales sobre el ser mujer u hombre y los nuevos proyectos concebidos a jjarlir de la conciencia sobre el devenir mujeres u hombres y las condiciones materiales y espirituales cjue lo sustentan. Esa tensión entre lo viejo y lo nuevo, lo que se reproduce y lo cjue se transforma implica el reconocimiento del carácter dinámico y contradictorio del cambio en el cual hace presencia el conflicto y en el cjue la incertidumbre entre el ser y el deber ser adquieren sentido, ('acia una de las investigaciones da cuenta de la multidireccionalidad del cambio en las relaciones de género, de sus efectos sobre la familia, el trabajo, el vecindario y las organizaciones sociales, y de sus componentes simbólicos, normativos, políticos y subjetivos. La invcstigacicSn empírica configura otro eje articulador del texto, en el cual a partir de estudios de caso se espera derivar nuevas

" Ver Joan W. Scott: "El g é n e r o , u n a categoría útil p a r a el análisis histórico", en J a m e s Amelang y otros (eds.), Historia y género: Las mujeres en la Europa moderna y contemporánea, Valencia, Ediciones Alfons el Magnánim, 1900, pags. 23-58,

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Introducción

ajjroximaciones al desarrollo del conocimiento sobre la problemática de las relaciones de mujeres y hombres ante los desafíos generados en este final de siglo. Al poner en circulación este libro bajo el título Mujeres, hombres y cambio social, se jjretende destacar esa compleja dinámica del acontecer humano y del acaecer histórico que da cuenta de la permanente interacción entre lo cjue se mantiene y lo cjue se transforma y al mismo tiemjjo referirla a dimensiones concretas de la vida cotidiana en la Colombia actual. Tal es el sentido de los cinco artículos cjue lo conforman, productos iniciales de los estudios cjue actualmente se desarrollan como parte de las líneas de investigación del Programa de Género, Mujer y Desarrollo en el Centro de Estudios Sociales de la Universidad Nacional de Colombia. Las investigaciones cjue sustentan estos artículos concentran su interés en la década de los noventa, y en ella re-crean las palabras de mujeres y hombres cjue desde sus jjarticulares esjjacios se jireguntan sobre sus acciones y decisiones, sobre su entorno familiar, laboral, comunitario y sociocultural. Allí radica la diversidad temática del libro: mujeres residentes en la región cundiboyaecnse relatan sus experiencias de socialización; hombres vasectomizados en Bogotá y mujeres cjue compartieron con ellos su decisión de practicar este método de esterilización masculina, reflexionan sobre las condiciones y {procesos cjue confluyeron en su opción; jx)bladoras y jjobladores de Barrancabermeja jxirticijjantcs en jjroccsos de organización social v comunitaria exjircsan sus sentimientos, {percepciones y proyectos sobre su localidad; trabajadoras y trabajadores de una industria textil de Bogotá refieren los efectos cjue las actuales políticas del mercado en el contexto de la globalización de la economía ejercen sobre sus trayectorias vitales y laborales; finalmente los jjroblemas relativos al acceso a la tierra y al crédito para las mujeres campesinas en América Latina, se analizan a partir de las articulaciones entre los movimientos de mujeres rurales, el Estado y la dinámica del mercado, en un recorrido por las políticas agrarias en El Salvador, Nicaragua y Colombia. Someter al debate jjúblico los hallazgos parciales de estas investigaciones en curso, constituye una invitación a interactuar con otros estudios cjue descubren la realidad colombiana y se interrogan frente a ella. Sus contenidos y {Manteamientos metodológicos esjacran animar el debate sobre las imjjlicaciones de la j^erspectiva de género 21

Yolanda Puyana y Juanita Barreto

en la investigación socáal y proyectarse sobre los procesos de formación de los estudiantes que acceden a la Maestría en Estudios de Género y aspiran a formar parte ele esta comunidad naciente de investigadoras e investigadores cuyo objeto de estudio lo constituye el análisis de las relaciones de genero a partir de las diversas disciplinas de las Ciencias Humanas.

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