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Museos Comunitarios de México y la Paleontología. Estudio de caso: Formación San Juan Raya, Puebla, México Community museums un México and Paleontology. Case study: San Juan Raya Formation, Puebla, Mexico
Alejandra Rojas Zúñiga1 & F. Raúl Gío Argáez2 1. Tesista de licenciatura, Facultad de Ciencias U.N.A.M. Circuito exterior s/n, Ciudad Universitaria, México D.F., 04510 2. Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, Unidad Académica de Procesos Oceánicos y Costeros, U.N.A.M. Circuito exterior s/n, Ciudad Universitaria, México D.F., 04510. Recibido: 7-octubre-2015. Aceptado: 9-diciembre-2015. Publicado en formato electrónico: 10-diciembre-2015. Palabras clave: Museo comunitario, Formación San Juan Raya, Paleontología, Cretácico, Representatividad faunística, Conservación, Difusión. Key words: Community museum, San Juan Raya Formation, Paleontology, Conservation, Dissemination. Resumen La Formación San Juan Raya, localizada al Sureste de Puebla, México, es una de las unidades litoestratigráficas más importantes de la región, debido a su gran abundancia de rocas e invertebrados fósiles de origen marino, claves para el estudio integral del Cretácico. Ha sido visitada y estudiada desde mediados del siglo XIX por investigadores, empresarios, políticos y turistas; en consecuencia los habitantes de algunas comunidades, ubicadas donde aflora esta formación, se han organizado para instaurar museos comunitarios como una alternativa de empleo y protección del recurso. Estos museos resguardan ejemplares de invertebrados marinos fósiles, pertenecientes a los Filum Cnidaria, Mollusca, Echinodermata y Arthropoda, colectados por los pobladores de la región. La relevancia que este tipo de museos tiene para la paleontología radica en la conservación y generación de conocimiento, aSI como en su gran potencial educativo, ya que ponen a disposición de la sociedad el mensaje de conservación del patrimonio fósil, a fin de evitar que los recursos paleontológicos de la región desaparezcan a consecuencia de la construcción, industrialización, vandalismo o sobreexplotación. Sin embargo, para que ello ocurra es necesario que en éstos se realice un trabajo adecuado de preservación de las colecciones, aSI como alternativas para su difusión y protección. Abstract The San Juan Raya Formation, located in southeastern Puebla, Mexico, is one of the most important lithostratigraphic units of the region, due to their abundance of rocks and fossils of marine invertebrates; both being key features to the comprehensive study of the Cretaceous. This formation has been continuously visited and studied by researchers, businessmen, politicians and tourists since the XlX century. Therefore, the inhabitants of some nearby communities have been organized to establish local museums, which become an employment alternative to the people, and a way to protect the collected specimens. These museums guard fossil of the Phyla Cnidaria, Mollusca, Arthropoda and Echinodermata, all collected by the locals. The relevance of these paleontological museums resides in their potential to preserve, to educate and to make knowledge available to the society. The message of preserving the fossil heritage is important to be transmitted, in order to prevent the disappearance of the paleontological resources of the region, as a result of construction, ISSN: 2341-2674
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manufacturing, vandalism or exploitation. However, to make it happen, it is needed a curatorial work, as well as alternatives to improve the science communication and protection.
1. Introducción Coleccionar objetos de cualquier índole es una característica que distingue al ser humano de la mayoría de los seres vivos, ya que esto le permite conocer y entender el entorno actual e histórico en el que vive. La conciencia de saber que existe un pasado y un futuro es, quizá, la raíz de esta tendencia a recolectar y almacenar cosas de todo tipo, es decir, a crear colecciones (Martínez, 2005). Los museos nacen en la esfera privada de Europa a partir de colecciones personales en un entorno elitista y excluyente, no obstante, se van trasformando conforme hay cambios sociales y políticos que influyen en ellos, aSI como en otras instituciones, haciendo que pasen de acervos privados a museos públicos en donde se exhiben colecciones de naturaleza muy diversa (Castellanos, 2008). Una muestra de dicha diversidad son los Museos Comunitarios, denominados aSI debido a que la iniciativa de crearlos, desarrollarlos y administrarlos nació de la comunidad (Wells, 2006). Para el caso de México, fue en 1983 cuando, como respuesta a la necesidad por cuidar y preservar el patrimonio natural y cultural de las comunidades, se habló por primera vez de la creación de este tipo de museos, cuya importancia recae en que, además de albergar objetos del pasado, son un instrumento educativo y cultural de y para la comunidad. Actualmente el país posee más de 250 museos comunitarios, distribuidos en distintos estados del territorio nacional, que resguardan objetos de naturaleza heterogénea: antropológica, geológica o paleontológica (Méndez-Lugo, 2008). Ejemplo de ello son las colecciones comunitarias con contenido paleontológico que se exhiben al sureste de Puebla, México, específicamente las ubicadas en el área donde aflora la Formación San Juan Raya. Este lugar se considera clave para el reconocimiento de la geología y paleobiología del Cretácico Inferior, debido a su riqueza y abundancia de invertebrados marinos fósiles y presencia de rocas marinas de dicho período (Alencáster, 1984). La importancia de realizar estudios que contemplen los acervos comunitarios, reside en que las colecciones paleontológicas son entidades dinámicas directamente relacionadas con la generación y validación del conocimiento científico, razón por la cual la comunidad científica tiene la obligación de difundir y divulgar su importancia, además de promover la creación responsable de éstas y proteger las ya existentes (Cristin & Perrilliat, 2011). Por lo anterior, el estudio del estado y contenido de las colecciones es de suma importancia para la preservación, conservación y mantenimiento de los ejemplares, ya que el conocer la naturaleza única de los fósiles es trascendente en su uso de manera racional.
2. Marco
juridico paleontológico
para
la
protección
del
patrimonio
Las colecciones paleontológicas en México están protegidas por un marco jurídico conformado por los artículos constitucionales 27 y 73, por la Ley General de Bienes Nacionales y la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos. Con base en el Artículo 27 párrafos primero, cuarto, quinto y sexto, en los cuales se establece como prioridad de la Nación a los recursos naturales; y al Artículo 73, el cual otorga al Congreso de la Unión la facultad para legislar sobre el registro fósil (Cristin & Perrilliat, 2011). La Ley General de Bienes Nacionales, en su Artículo 6 Fracción XVIII considera como bienes de la Nación a régimen de dominio público a “[…] las piezas etnológicas y paleontológicas; los especímenes tipo de flora y de la fauna, las colecciones científicas o técnicas […].” Por otra parte la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, en su Artículo 28bis dice: “Para los efectos de esta Ley y de su Reglamento, las disposiciones sobre monumentos y zonas arqueológicas serán aplicables a los vestigios o Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Secc. Aula, Museos y Colecciones, 3, 2016
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restos fósiles de seres orgánicos que habitaron el territorio nacional en épocas pretéritas y cuya investigación, conservación, restauración, recuperación o utilización revistan interés paleontológico, circunstancia que deberá consignarse en la respectiva declaratoria que expedirá el Presidente de la República”.ASI y de acuerdo con los Artículos 21, 22, 29, 30, 31 y 44, los fósiles hallados en el territorio nacional son propiedad de la Nación, por lo que su venta es ilegal; la recolecta requiere de un permiso otorgado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia y toda colección paleontológica pública o privada, deberá estar inscrita en el Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos. En el registro se adquiere la responsabilidad legal de la custodia y protección de los fósiles (Cristin & Perrilliat, 2011).
3. Formación San Juan Raya La Formación San Juan Raya forma parte de una secuencia de unidades litoestratigráficas del Cretácico Inferior (formaciones Zapotitlán, Miahutepec y San Juan Raya) denominada Cuenca Zapotitlán (Mendoza-Rosales, 2010). La unidad donde aflora el material de estudio es la Formación San Juan Raya. Esta unidad, propuesta por Aguilera (1906) y enmendada por Calderón-García (1956), está constituida por una serie de estratos de lutita, limolita, arenisca, Tabla l. Lista de algunos de los estudios realizados sobre la Formación arenisca calcárea, siendo la lutita la roca más abundante (Mendoza-Rosales, San Juan Raya. 2010). Se le ha asignado un piso Aptiense (Calderón-García, 1956; Alencáster, Autores Tema de estudio 1956, 1978), pero de acuerdo a los D’Orbigny (1850) Paleontología estratigráfica últimos estudios estratigráficos se Coquand (1865) Pelecípodos remonta al Barremiense–Aptiense superior (Mendoza-Rosales, 2010). De Loriol (1875-1876) Equinodermos Sus características litológicas y Bárcena & Castillo (1875) Geología faunísticas sugieren un ambiente de depósito marino costero, entre los Cotteau (1890) Equinodermos arrecifes y la línea de costa donde el Felix (1891) Paleontología flujo de agua era intermitente, lo cual dio lugar al depósito de facies calcáreas Felix & Lenk (1891) Paleontología someras, propicias para el desarrollo Aguilera (1896, 1906) Geología de abundante fauna (Durán, 2007). El modelo paleoambiental, propuesto Villada (1905) Paleontología por Serrano-Brañas y Centeno García (2014) indica que el área corresponde Burckhardt (1930) Paleontología y estratigrafía a un sistema clástico marino somero Müllerried (1933-1934) Paleontología y estratigrafía dominado por tormentas. Los estudios paleontológicos Maldonado-Koerdell (1953) Equinodermos sobre esta formación son numerosos: Alencáster (1956, 1978, 1984) Pelecípodos y Gasterópodos la primera descripción de fósiles de la formación fue realizada por Nyst Calderón-García (1956) Geología & Galeotti en 1840, publicación que Reyeros-Navarro (1963) Corales además forma parte de los primeros estudios paleontológicos con carácter Buitrón-Sánchez (1970) Equinodermos eminentemente científico en México. González-Arreola (1974) Cefalópodos Posteriormente se presentaron trabajos de diversos autores, tanto Barceló–Duarte (1978) Estratigrafía y petrografía mexicanos como extranjeros (Tabla l). De los trabajos existentes para Buitrón- Sánchez & BarcelóGasterópodos Duarte (1980) esta formación pocos hacen énfasis en las colecciones paleontológicas, de Verde-Ramírez, et al. (2008) Paleoambiente carácter comunitario, resguardadas Mendoza-Rosales (2010) Estratigrafía en diferentes museos asentados en la región. En este sentido solo se Cobos, et al.(2012) Paleoicnología tiene registrado el trabajo de Ortiz Ortiz (2012) Estudio sistemático y museografía (2012), quien inventarió y determinó los ejemplares fósiles del Museo Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Secc. Aula, Museos y Colecciones, 3, 2016
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Comunitario Histórico, Cultural y Paleontológico (HICUPA), en el cual menciona: “para que una colección paleontológica cumpla con el cometido de divulgación y difusión de las Ciencias de la Tierra, el contenido fósil debe inventariarse, estudiarse y catalogarse atendiendo los lineamientos de las ciencias que intervienen en su estudio” (p. 84). El objetivo del presente estudio fue cuantificar la representatividad faunística de la Formación San Juan Raya en las colecciones de tres museos comunitarios, localizados al sureste del Estado de Puebla, México, tomando como referencia los fósiles tipo de la Colección Nacional de Paleontología, Museo Ma. Carmen Perrilliat M., resguardada en el Instituto de Geología de la UNAM. Para poder tener un manejo adecuado del acervo fósil que contienen los museos de yacimiento analizados, primero deben hacerse estudios que contemplen cuál es su grado de actividad curatorial1; es en este punto donde se enmarca el presente trabajo, ya que, además de abarcar información sobre la diversidad faunística contenida en las colecciones comunitarias revela datos importantes sobre el grado de actividad curatorial que poseen. Generar información sobre el resguardo de ejemplares fósiles en museos comunitarios, contribuirá a conocer la importancia que este tipo de colecciones tiene para la paleontología.
4. Área de estudio En la porción centro-oriental de la República Mexicana, al sureste del Estado de Puebla, comprendida entre los paralelos 18°15’ y 18°25’ N y los meridianos 97°25’ y 97°40’ W (BuitrónSánchez & Barcelo-Duarte, 1980), se localizan tres poblaciones que cuentan con un museo comunitario: San Lucas Teteletitlán (18°18’52’’ N y 97°37’17’’ W), Santa Ana Teloxtoc 18°22’19’’ N y 97°35’06’’ W) y San Juan Raya (18°18’52’’ N y 97°36’52’’ W). [Figura 1] Estos museos albergan ejemplares fósiles de invertebrados marinos, pertenecientes a los Filum Protozoa, Cnidaria, Mollusca, Echinodermata y Arthropoda. Fueron recolectados por los habitantes de la región y corresponden a rocas de la Formación San Juan Raya, que paleobiogeográficamente representa una zona costera.
5. Materiales y métodos
Figura 1. Localización del Área de estudio. Los puntos A, B y C indican la posición de cada una de las comunidades; San Juan Raya, Santa Ana Teloxtoc y San Lucas Teteletitlán, respectivamente (mapa modificado a partir de Feldmann et al., 1995).
Este trabajo considera la riqueza específica y la abundancia de ejemplares como las variables que permiten caracterizar la representatividad faunística de la Formación San Juan Raya, presente en las colecciones de los museos comunitarios: Museo Comunitario de San Juan Raya (MSJ, en este trabajo), Museo Comunitario Histórico, Cultural y Paleontológico de Santa Ana Teloxtoc (HICUPA, en el 1. En relación con la aplicación del término curación o curatorial hay que señalar que, en México y otros países hispanohablantes de América, es una adaptación (más que una traducción automática) de las palabras inglesas curator o curation, cuyas acepciones en inglés son mucho más amplias de lo que se indica para este vocablo en el Diccionario de la Real Academia Española. Ya en SI mismo, el término comprende actividades de conservación, gestión (incluso administrativa), presentación y exhibición de los acervos, museografía, resguardo adecuado, etc. Debido a lo anterior, su uso es extendido y común en documentos académicos en el español americano. Sobre este tema véanse las reflexiones de José G. Moreno de Alba, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua: [Consulta: 9-diciembre-2015]. Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Secc. Aula, Museos y Colecciones, 3, 2016
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presente trabajo) y el Museo Comunitario de San Lucas Teteletitlán (MSL, en este trabajo). A partir de los ejemplares tipo resguardados en la Colección Nacional de Paleontología, Museo Ma. Carmen Perrilliat M., Instituto de Geología, UNAM (CNP, en este trabajo), se obtuvo un listado de especies fósiles descritas para la formación en estudio. La lista fue empleada como referencia para identificar y corroborar las especies presentes en cada museo comunitario y aSI poder comparar la riqueza y abundancia entre museos. Además, se realizaron observaciones a aspectos cualitativos de cada museo, para evaluar el estado de sus colecciones.
5.1.Trabajo de Campo Al visitar la CNP se efectuó un listado de las especies que se tienen registradas en la colección de fósiles tipo correspondientes a la formación, y se obtuvo material fotográfico de los ejemplares de cada especie. Se realizó una base de datos con el número de ejemplares por especie, a partir de la información disponible en la sección de consulta pública del sitio web de la CNP (http://www.unipaleo.unam.mx). Se solicitó a la Biblioteca Conjunta de Ciencias de la Tierra, UNAM, una búsqueda bibliográfica con relación al tema: Cretácico Inferior y /o Temprano en México, para conocer los trabajos en donde se hubieran descrito las especies tipo depositadas en la CNP. Se procedió a buscar la descripción de cada especie en la revista Paleontología Mexicana, publicación que posee el 100% de las descripciones. Posteriormente, se visitó cada uno de los poblados con la finalidad de adquirir el inventario (que contiene el número de ejemplares fósiles y especies que se exhiben) de cada museo, aSI como material fotográfico de los mismos y de sus colecciones. Asimismo, se recabó información sobre los museos (organización, administración, acercamiento con la academia), por medio de búsquedas bibliográficas, entrevistas y observaciones en campo, con la finalidad de saber cuáles factores influyen en el contenido, organización y resguardo de las colecciones y que pudieran intervenir en la representatividad faunística que éstas contienen.
5.2. Selección de ejemplares En el caso de la CNP sólo se tomaron en cuenta los ejemplares tipo pertenecientes a ésta formación. Para lo anterior se revisó la ficha de identificación de cada ejemplar; la cual indica nombre de la especie, zona de colecta, unidad y edad a la que pertenece. Posteriormente se verificó ésta información en la Unidad Informática de la CNP (http://www.unipaleo.unam.mx), donde se presenta la fotografía de cada ejemplar tipo o paratipo, con el número de catalogación, información taxonómica, unidad litoestratigráfica y edad a la que pertenece; el resultado se cotejó con la base de datos de la CNP con ayuda del técnico a cargo de ésta. Debido a que en el área de estudio afloran diferentes unidades litoestratigráficas, y a que las colecciones comunitarias han sido formadas por los pobladores, fue necesario hacer una revisión posterior para cerciorarse de que los ejemplares incluidos en el análisis pertenecieran a la Formación San Juan Raya. La colección del museo HICUPA (Santa Ana Teloxtoc) cuenta con un inventario realizado por Ortiz (2012), en el cual se indica el número del ejemplar, Filum, especie y posición estratigráfica de cada fósil contenido en ella. De acuerdo a éste, en la colección se encuentran ejemplares de las formaciones Zapotitlán y San Juan Raya, por lo que sólo se seleccionaron los ejemplares pertenecientes a esta última. En la colección del Museo de San Juan Raya los ejemplares no indican ninguna información sobre dónde fueron colectados, por lo que se seleccionaron aquellos que ya se encontraban identificados hasta especie. La lista de especies resultante de la selección se cotejó con las especies de la CNP que pertenecen a la Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Secc. Aula, Museos y Colecciones, 3, 2016
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Formación San Juan Raya, aSI como con las especies publicadas correspondientes a la misma, información que se obtuvo a través de la revisión bibliográfica cruzada. Finalmente, para el caso del Museo de San Lucas Teteletitlán no se hizo ningún tipo de selección, debido a que no se obtuvo acceso a la colección.
5.3. Análisis estadístico Los datos de cada inventario se organizaron en una base de datos, digital, con la intención de tener un mejor manejo de los mismos. La base constó de la presencia/ ausencia de las especies, aSI como el número de ejemplares presentes en cada colección. Las pruebas realizadas se hicieron con los programas Biodiversity Pro V.2 (McAleece et al., 1997) y Microsoft Office Excel (2010) [Software PC]. La diversidad se obtuvo con el conteo de especies correspondientes a la formación presentes en cada una de las colecciones seleccionadas. Por lo tanto, se calculó la diversidad como la riqueza o número total de especies encontradas en cada museo. Para comparar entre colecciones se usó el método de rarefacción de Sanders (1968), debido a que este análisis permite contrastar dos o más colecciones obtenidas mediante distinta intensidad de muestreo. Las curvas producidas permiten comparar la diversidad, en términos de riqueza de especies, de dichas muestras (Luis, 2002). Finalmente se calculó la similitud de la colecciones, tomando en cuenta el número de especies que comparten la CNP y los museos comunitarios.
5.4. Catálogo Ilustrado Con el listado de especies tipo de la CNP, las descripciones y las fotografías obtenidas, se colaboró en la elaboración de un catálogo de los ejemplares fósiles de la Formación San Juan Raya; grupos Anthozoa, Mollusca y Echinodermata. Las descripciones fueron obtenidas de los trabajos publicados en la revista Paleontología Mexicana.
6. Resultados Se obtuvo un listado de 64 especies pertenecientes a seis clases de cuatro Filum (Tabla ll) que corresponden a los ejemplares de invertebrados fósiles depositados en las colecciones analizadas. En términos de abundancia, se obtuvo que el MSJ es el que presenta la mayor abundancia de especies, sin embargo, a pesar de ser la colección que posee mayor diversidad de grupos taxonómicos (madera fósil, plantas impresas, braquiópodos, icnofósiles, etc.) es el que presenta menor esfuerzo de identificación a nivel de especie, lo cual se refleja en la riqueza especifica obtenida. Las curvas de rarefacción (Figura 2), indican que, tomando en cuenta sólo la información del inventario, es el museo HICUPA el que presenta la mejor representatividad de la fauna fósil de la formación en estudio.
Tabla ll. Número de taxa registrados para la Formación San Juan Raya. Filum Cnidaria Mollusca Echinodermata Arthropoda
Nº de Clases 1 3 1 1
Nº de especies 12 38 13 1
Figura 2. Curvas de rarefacción de las especies fósiles para los museos comparados.
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Tabla lll. Factores que influyen en el contenido, organización y resguardo de las colecciones en los museos comunitarios analizados. Categorías MSL 1.Museo reconocido (institución que lo NO reconoce)
HICUPA SÍ/ Consejo Nacional para la Cultura y las Artes 2. Método de adquisición de los Convocatoria para que Convocatoria para que ejemplares los pobladores lleven los pobladores lleven los ejemplares que han los ejemplares que han colectado. colectado. 3. Muestreo Selectividad desviada Selectividad desviada en lo que más les gusta en lo que más les gusta y ven (abunda). y ven (abunda) 4. Inventario (Ejemplares marcados con NO SÍ número) 5. Ejemplares clasificados por localidad NO SÍ 6. Ejemplares clasificados por NO SÍ principales grupos taxonómicos 7. Ejemplares determinados hasta NO 418 de 438 especie 8. Descripción de los ejemplares NO SÍ ingresados 9. Ejemplares exhibidos en NO NO contenedores 10. Ejemplares ordenados y limpios NO NO 11. Administración del museo Comité de museo Comité de museo asignado en la asignado en la asamblea comunitaria asamblea comunitaria 12. Apoyo de alguna institución para su NO SÍ construcción 13. Apoyo de alguna institución para su NO NO mantenimiento 14. Tiempo de inauguración 5 años 9 años de inauguración en su sede actual 15. Se encuentra dentro de la Reserva SÍ SÍ de la Biosfera 16. Importancia del museo para los Cultural Cultural pobladores 17. Capacitación de los encargados NO Sí, por encargados anteriores
18. Encargados de los museos (cómo los eligen/ cada cuánto los reemplazan) 19. Difusión en medios masivos 20. Acercamiento con la academia
Cada tres años NO Sí, visitas escasas de universidades
Cada que un encargado se va SÍ Sí, visita por parte de universidades y científicos
MSJ SÍ / Consejo Nacional para la Cultura y las Artes Convocatoria para que los pobladores lleven los ejemplares que han colectado. Selectividad desviada en lo que más les gusta y ven (abunda) SÍ NO SÍ 247 de 1172 NO SÍ SÍ Comité de museo asignado en la asamblea comunitaria SÍ NO 17 años SÍ Cultural y económica Sí, por encargados anteriores y en base a lo que los profesores de las universidades explican Cada año SÍ Sí, tienen un convenio con la UNAM.Visitas de otras universidades.
En estas también podemos observar que la abundancia de ejemplares no se refleja en la riqueza de especies, ya que las curvas de los museos comunitarios y la de la CNP no presentan similitud respecto a estos parámetros. En lo que refiere a los factores que influyen en el contenido, organización y resguardo de las colecciones, se concluye que el compromiso del personal responsable, los recursos económicos y la infraestructura adecuada, son factores trascendentes en la conservación de éstas (Tabla III). Finalmente, con parte de la información obtenida se colaboró en la elaboración del catálogo ilustrado “Los Fósiles Marinos de San Juan Raya, Puebla; Ejemplares descritos”, el cual consta de 57 descripciones de la fauna fósil de San Juan Raya, cada una ilustrada con la fotografía del ejemplar; la Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Secc. Aula, Museos y Colecciones, 3, 2016
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mayoría de las especies descritas pertenecen a la colección de tipos que se resguarda en la CNP, a excepción de los ejemplares de foraminíferos, que son producto de un análisis de sedimento colectado en la zona y efectuado en el laboratorio de Micropaleontología Ambiental del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, de la Universidad Nacional Autónoma de México. El producto final se encuentra en formato digital en http://www.icmyl.unam.mx/personal-academico/ GioArgaezRaul/FosilesMarinos.pdf
7. Discusión y conclusiones En las colecciones de estos museos, consolidadas a partir de la colecta y almacén que los propios pobladores realizan, existe una selectividad desviada hacia lo que más les gusta, abunda y ven, por lo cual los especímenes y la información asociada a ellos puede no ser la adecuada, debido a la falta de sistematización. Es por ello que, a pesar de presentar una gran abundancia, estas colecciones no representan la riqueza fósil del lugar, a causa de la baja determinación taxonómica de ejemplares. Si se las compara con la colección de fósiles tipo que de esta formación resguarda la CNP (114 ejemplares representativos de 55 especies), los resultados muestran que la abundancia de ejemplares no se refleja en la riqueza de especies. Tomando como referencia el continuo curatorial de Hughes et al. (2000) que clasifica en cinco grados la actividad curatorial para las colecciones paleontológicas, tenemos que el grado de actividad curatorial en las colecciones comunitarias para el caso del museo HICUPA y MSJ se ubica entre los grados 1 y 2, mientras que para el MSL solo se contaría con el grado 1; a diferencia de las colecciones comunitarias, la CNP se ubica entre los grados 4 y 5, por lo tanto, se determina que la curación en los museos comunitarios es baja. Es relevante tomar en cuenta lo anterior, ya que una colección sin soporte curatorial rápidamente se deteriora y la información asociada a ella se pierde (Cristin & Perrilliat, 2011). En base a los factores que influyen en el estado de conservación del contenido fósil de los museos comunitarios, se observa que el MSJ es el que presenta un mayor compromiso en la conservación del patrimonio paleontológico. Si bien el esfuerzo de determinación de los ejemplares fósiles es bajo, el compromiso, organización y vinculación con la comunidad científica por parte de esta localidad es el más notable, debido probablemente a que los habitantes conocen la importancia de su recurso y a que la actividad económica con mayor trascendencia se relaciona con el turismo paleontológico. El hecho de que los ejemplares sean exhibidos en una edificación que permite la suficiente entrada de luz natural, limpios, ordenados y con un esfuerzo por la estética de la exposición, además de ofrecer visitas y recorridos a las zonas aledañas con un guía local, son muestras de la relevancia con la que los pobladores estiman este patrimonio. Mientras tanto, en los otros dos asentamientos las visitas y recorridos son de carácter voluntario, es decir, no conllevan un pago obligatorio hacia los guías que ofrecen el recorrido; por ende, al no exisitir remuneración los pobladores no ven en los museos una actividad económica de gran valor, lo que provoca que el interés hacia la conservación de dicho recurso no represente una prioridad. Esto nos recalca la importancia que tiene el recurso fósil para cada comunidad y la trascendencia de contar con una mejor gestión y conservación de dichos recursos, ya que como señala Lipps (2009), en la actualidad los recursos paleontológicos del mundo están desapareciendo rápidamente como consecuencia del desarrollo económico: construcción, industrialización, vandalismo y recolecta continua de fósiles por profesionales, aficionados y la ambición de algunos colectores comerciales. El compromiso de la comunidad es de suma importancia para que el recurso paleontológico permanezca en buen estado de conservación. La falta de organización para administrar, gestionar y cuidar los ejemplares fósiles que su museo contiene, refleja el bajo interés de los habitantes por conservar y promover su recurso fósil. Un ejemplo es lo que sucede en la comunidad de San Lucas Teteletitlán, en donde, a pesar de presentar una infraestructura destinada para un museo con contenido paleontológico, éste se encuentra abandonado y los ejemplares fósiles son utilizados como ornamentación, debido a la carencia de valor económico que los pobladores ven en este recurso. Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Secc. Aula, Museos y Colecciones, 3, 2016
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A pesar de ello y después de la revisión, se observó que en la región es necesario un trabajo curatorial, aSI como de conservación, difusión y protección del recurso paleontológico, debido a que la protección de las colecciones paleontológicas depende de aquellas actividades que mantengan útiles y accesibles los ejemplares e información a corto, mediano y largo plazo; manteniendo además una organización eficiente de la información y del acervo de éstas (Cristin & Perrilliat, 2011). Lo anterior es de suma importancia para la sociedad, puesto que las instituciones que albergan las colecciones paleontológicas son algo más que un depósito de fósiles, son también un almacén y proveedor de conocimiento científico, de al menos una parte de la naturaleza, ya que contienen el testimonio de la diversidad geológica y biológica de nuestro planeta. Estas cualidades los hacen un recurso imprescindible para el desarrollo del país (Cristin & Perrilliat, 2011). Otra característica importante de los museos comunitarios es el gran potencial educativo que poseen, debido a que pueden poner a disposición de la sociedad la relevancia de las colecciones que albergan, con el objetivo de que el mensaje de conservación de dicho recurso llegue al mayor número de personas posible. En este tipo de localidades el recurso fósil no sólo puede apreciarse en los museos, sino que se encuentra también en sus parajes y alrededores, y representa las características faunísticas y geológicas (Cretácico Inferior, en el presente trabajo) de su lugar de origen, peculiaridades que denominan a estas zonas como museos de yacimiento o de sitio (Wells, 2006). Es por lo anterior que realizar un trabajo de conservación y protección de las colecciones paleontológicas del área se extiende a proteger el patrimonio natural y cultural conservándolo en su lugar de origen, es decir, donde ha sido creado o descubierto. La importancia de los museos de sitio reside en que en ellos se preservan otros datos que no es posible o no son comúnmente conservados en los museos, tales como características de las rocas sedimentarias y estructuras, trazas fósiles asociadas, información del continuo de las capas estratigráficas y datos que pueden ser obtenidos con técnicas futuras (Lipps, 2009), permitiéndonos conocer las condiciones ambientales del pasado, entender las presentes y las que se desarrollarán. El material para investigación científica que proporcionan es esencial para comprender la historia de la vida en la Tierra. La conservación de los recursos naturales depende de lograr que la comunidad se involucre y participe con este fin; tal es el caso de San Juan Raya, donde actualmente el 80% de su población se dedica a trabajos relacionados con el turismo paleontológico, lo que genera que el interés por cuidar este recurso, capacitarse para entenderlo y transmitir su importancia sea cada vez mayor. Esto es de suma relevancia para la investigación, debido a que con ello se preserva el material de trabajo requerido para el desarrollo de la paleontología mexicana. El caso de la Formación San Juan Raya es notable, ya que, debido a la cantidad de material fósil que contiene, la consideramos una localidad fosilífera de tipo Lagerstätte de abundancia. El término, que proviene del idioma alemán y originalmente hace referencia a yacimientos de importancia económica, fue incorporado por Seilacher y colaboradores (1985) al lenguaje técnico para definir cuerpos de roca inusualmente ricos en información paleontológica, ya sea en un sentido cuantitativo o cualitativo. Los fósiles constituyen la materia prima de la investigación científica paleontológica, por lo que presentar un buen estado de curación en las colecciones que los albergan es muy importante, puesto que muchos de los descubrimientos científicos se han hecho en éstas, y no hay mejor ejemplo para colecciones paleontológicas que los fósiles de Burgess Shale (Cristin & Perrilliat, 2011). Es en este punto donde crear vínculos comunidad-academia es de vital trascendencia, ya que las colecciones son entidades dinámicas directamente relacionadas con la generación y validación del conocimiento científico, razón por la cual la comunidad científica mexicana tiene la obligación de difundir y divulgar la importancia de las colecciones, aSI como promover la creación responsable de éstas y proteger las ya existentes (Cristin & Perrilliat, 2011). Otra particularidad que se observó durante la revisión de las colecciones es que los trabajos están enfocados a unos cuantos grupos de la fauna fósil, y que Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Secc. Aula, Museos y Colecciones, 3, 2016
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el material, tanto de las colecciones como de los museos de sitio, es susceptible de ser utilizado en futuras investigaciones, tales como la descripción de especies (braquiópodos y plantas fósiles), estudios biométricos y poblacionales de los micro cerítidos exhibidos, aSI como estudios de la microfauna fósil de la región, por ejemplo, foraminíferos y ostrácodos, para los cuales no se ha efectuado un estudio formal, a pesar de que los grupos han sido reportados para la formación (Lozo, 1943). A diferencia de Ortiz (2012), quien en su trabajo aporta una propuesta taxonómica para la exhibición de los ejemplares del museo HICUPA, además de que busca darle formalidad y divulgación a esa colección, el presente trabajo se enmarca en analizar algunas de las colecciones comunitarias, ubicadas en el área de estudio, para saber qué se requiere para sistematizarlas, divulgar y conservarlas. Sin embargo, ambos trabajos buscan avanzar en la actividad curatorial que mantenga útiles y accesibles los ejemplares y la información que estos aporten para el conocimiento de la paleontología mexicana. Es necesario hacer énfasis en mantener estas localidades, desarrollando estrategias para su protección y conservación, tales como asociar la investigación científica con atributos como la educación, recreación y turismo; aSI como utilizar modelos de geoparques, tal y como se hace en sitios de España, Francia, China y Estados Unidos (Lipps, 2009). De igual manera, se debe hacer hincapié en la divulgación de la importancia de los recursos paleontológicos y de lo que en ellos se puede encontrar, por ejemplo, mediante la creación de catálogos ilustrados, folletos, carteles o medios de comunicación masiva. Por tanto, se puede concluir que: i. Las colecciones de los museos comunitarios no representan la diversidad de taxones pertenecientes a la Formación San Juan Raya que posee la CNP, independientemente de la abundancia de ejemplares que contienen dichos museos. Lo anterior se debe, parcialmente, a que la carencia de trabajos curatoriales en los mismos genera que la información asociada no se encuentre sistematizada. ii. Es necesario un estudio que contemple de forma integral la taxonomía, el marco estratigráfico y el contexto paleoecológico, para que la información asociada a las colecciones de los museos comunitarios sea la adecuada. iii. Se deben desarrollar estrategias que permitan conservar estas colecciones en beneficio no solo de los habitantes de la comunidad, sino también de los estudios que a partir de ella se puedan obtener. iv. Los estudios realizados en la zona se han enfocado en algunos grupos taxonómicos, sin embargo, esta localidad Lagerstätte de abundancia posee material para futuras investigaciones, tales como las orientadas a foraminíferos y ostrácodos, para los cuales no hay ningún estudio formal. v. Se deben buscar alternativas para conservar el patrimonio paleontológico in situ, que nos permite a su vez conservar la información asociada a él. vi. La amenaza al patrimonio nacional mexicano de comercio ilegal, la falta de catalogación de los objetos, saqueo y salida del país hacen que el empoderamiento e interés por parte de los habitantes de estas comunidades sea un factor de suma importancia en la conservación del patrimonio paleontológico mexicano. Siempre considerando que este patrimonio paleontológico debe estar disponible para su investigación. Agradecimientos A la Dra. Ma. del Carmen Perrilliat M., ex coordinadora de la Colección Nacional de Paleontología, por facilitarnos el acceso a ésta durante el desarrollo de la investigación. Asimismo, extendemos nuestro agradecimiento a Cristina Beatriz Castillo e Imelda Hernández Ruiz, por su colaboración en la redacción y revisión final del manuscrito, y a la Dra. Elsa Arellano Torres por la revisión del abstract. Bibliografía
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