n m Ot}servatoño ICeteox-oIógico del Colegio de Talldemia. SECCIÓN BELIGIOSA

AMO SABAUO 1.' OCTUBRE D E 1 8 9 2 X Núm. 4 2 Ot}servatoño ICeteox-oIógico del Colegio de Talldemia. Día. 23 24 25 26 27 28 29 BAHÓHETHO. Max.

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SABAUO 1.' OCTUBRE D E 1 8 9 2

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Núm. 4 2

Ot}servatoño ICeteox-oIógico del Colegio de Talldemia. Día.

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SECCIÓN BELIGIOSA. SANTOS DE LA SEMANA. DOMINGO, XVII después de Pentecostés.-^NmstraSenopa del Rosario, (ggen FonteiiesJ. (Jubileo del Santo Rosario),—Los Santos Angeles de nuestra Guarda, (ggen Santos Leodegarío, ob. y mr.; Eieuterio, soldado y mr.; Saturio, ermitaño y conf. (gg en 5oría].—Santa ürfla, vg.— LUNES, Santos Cándido, Dionisio, Fausto, Cayo, Pedro, Pablo y otros mrs.; dos Ewaidos, hermanos, mrs.; Gerardo, abad fen Cataluña se conmemora el dia 13). —Santa Florencia, rar.—MARTES, Santos F r a n cisco de A S Í S , conf. y fund. en Villatorias); Hieroten, el Divino; Petronio, ob. y conf.—Santa Áurea, vg.—MIÉRCOLES. Santos Plácido, Donato, F i m a t o , Fausto y otros 50 monjes, mrs.; Alilano,

ob. y conf. (¡gg en el obispado de Zamora y en Taramna); Marcelino y Apolinario, obs. y confs.; Froi*

lán, ob. y conf. (gg en los obispados de León y lugo)' ^ S a n t a s Flavia y Cristina, vgs, y mrs,; Gala, víud a . ^ J U E V E S , Santos Bruno, conf. y fund.; Caprasío, Marcelo, Casto, Emilio, Saturnino, Primo y

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VIENTOS.

Dirección.

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ADMÔSFERA.

Titënsî3i37 2 0'5 4 3 2 7 2

Desp. Desp. Desp. Desp. Desp. Fub. Nub.

Feliciano de Agen, mts.—Santas Fe, vg. y mr.; Erotts, mr.—VIERNES, Santos Augusto, abad y confesor, Marcos, papa y confesor, Martin, abad y conf.— Santas Julia, Justina y Ostia, vgs. y mrs.—SÁBADO, Dedicación de la iglesia metropolitana de Valencia.—Santos Simeón, elJusio; Demetrio, procó|isul y mr.; Artemon, presbítero y Conf.—^Santas Birgita, vda.; Reparada y IBenedicta, vgg. y mr. Pelagia, penitente.

CULTOS. PARROQUIA DE SANTA MARIA. —Dominica X V í n después de Pentecostés, fiesta de Nuestra Señora del Rosario: A laa 7, Misa con rezo del santo Rosario, y á las 10, Misa Conventual solemne con sermón parroquial. Por la tarde, á las 5, rezo de una parte del santo Rosario y enseguida canto de la s e gunda, bendición de Rosarios, y á las 6 Procesión de curso menor con rezo de la tercera parte, cantándose los Goigs del Roser ai regresar á la iglesia; después continuación del mes de Octubre con los Ejercicios del día y sermón á cargo del Rdo. D. Federico Fàbregas, Pbro. Después Novena á los Stos. Cosme y Damián, médicos y mrs., y á las benditas Almas de! Purgatorio.

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EL SEMANARIO DE MATARÓ. Lunes y días siguientes, por la mañana á las 7, Misa con rezo del sanio Rosario; por la tarde, á ias 7 menos cuarto, después de otra parte del Rosario de María, Ejercicios dei Mes con sermón por el citado Rdo. Fàbregas. Martes, fiesta de S. Francisco de Asís: A las 7, en los Dolores, Misa de Comunión con plática, e n s e guida exposición de! Smo. Sacramento, basta concluida la función de la tarde; á las 10, Oficio solemne, comenzando á ias 6 de la larde, los Ejercicios de la V. Orden Tercera, después de la Reserva, mes de Octubre con sermón, y conclusión de Jas Novenas á los Stos. Médicos y á las benditas Almas del P u r g a torio. Miércoles, Jueves y Viernes, á las 10, solemne Oficio de Cuarenta Horas en sufragio de D.* F r a n cisca Caner y Soler; por la larde à ias 6 y cuarto, canto de Completas solemnes y después, cultos~del Mes con sermón. Viernes primero de mes: A las 7 Misa del Inmaculado Corazón de María; á las 7 y media en la Capilla del Smo. Sacramento, misa de Comunión general del Apostolado de la Oración, a l a s 11, expuesto el Smo. Sacramento, Misa rezada y demás Ejercicios de la Hora Santa. PARROQUIA DE SAN JUAN.—Mañana domingo, fiesta de Ntra. Señora del Rosario: á las 8 la Arcbicofradia de Hijas de María y esclavas del Sagrado Corazón de Jestis tendrán Misa da comunión general con plática preparatoria á cargo del Rdo. Sr. Director. A las 9 Oficio conventual. Por la tarde, á Jas 6 y media, ejercicios propios del mes de Octubre y seguidamente función de Hora Santa eon el Señor de manifiesto, plática parroquial, bendición, reserva y Angelm. Miércoles día 5, durante la misa de las 7, ejercicios propios del primer miércoles de mes dedicados al Patriarca San José. Viernes día 7 durante la misa de las 7, ejercicios propios del día dedicados al S e r a d o Corazón de Jesús, con exposición de S. D. M.

Todos los días laborables durante la misa de las 6 y media, se practicarán los ejercicios propios del mes de Octubre. IGLESIA DE STA. ANA DE P P . ESCOLAPIOS.— Sábado día 1 / de Octubre: En este día, y en todos los restantes del raes hasta el L * d e Noviembre ín« clusive, á fin de g a n a r las indulgencias concedidas, se rezará publicamente el Santo Rosario en conformidad á los deseos de Ntro. Stmo, Padre el Papa León XIII y á lo preceptuado por el Rdmo. P . V. General de las Escuelas Pías de EspañaEste rezo tendrá lugar durante la Misa de los Ni* ños á las B menos cuarto en los días laborables y á las 8 y media los festivos. En este y en los demás sábados, á las 4 y cuarto de la tarde Letanías á la Sma, Virgen y Salve cantada por ios alumnos externos con acompañamiento de órgano. Domingo día 2, á las 6 y cuarto de la mañana No¬ vena rezada á Ntra. Sra, del Rosario. Continua á las 8 y media el rezo público del Sto. Rosario, A las Í0 Misa solemne en el altar de Ntra. Sra. del Rosario cantada por la Rda, Comunidad. Por ta larde á las 6 Rosario y ejercicios del mes de Octubre y á las 7 Hora Santa. IGLESIA DE NTRA. SRA. DE LA PROVIDENCIA. Martes fiesta de S. Francisco de Assis, á las 8 solemne oficio á honor del santo Patriarca; por la larde á ías cinco comenzará la función con sermón por un reputado orador. IGLESIA DE RELIGIOSAS CAPUCHINAS.— Domingo, Lunes y Martes, fiesta de S, Francisco de ASÍS, á las 8 solemne Oficio de Cuarenta Horas, y por ia tarde Rosario como el día anterior. IGLESIA DE RELIGIOSAS BENEDICTINAS.— Día 7, primer viernes de mes dedicado al Sacratísimo Corazón de Jesús, desde las 7 de la mañana, á las 6 de la tarde, exposición del Señor Sacramentado, practicándose antes de la reserva, á ias 5, los Ejercicios del primer viernes con sermón.

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FALLECIÓ EN 29 DE SEPTIEMBRE PRÓXIMO PASAJDO

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Su esposa D,' Antonia Mora, hijos, hermanos, hermanos políticos, sobrinos, primos y demás parientes al participar á sus amigos y conocidos esta sensible pérdida, les suplican le tengan presente en sus oraciones y se sirvan asistir al funeral y misas que en sufragio del alma del difunto se celebrarán en la parroquial de Sta. Maria el lunes día 3 del corriente á las 10 de la mañana.

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EL SEMANARIO DB MATARO, Cuarenta H o r a s Domingo, Lunes y Martes, conúnuarán en la Iglesia de Religiosas Capuchinas: el Señor se expondrá á las 6 y media de ia mañana, reservándose á las 5 y media de la tarde. Miércoles, Jueves y Viernes, estarán en la parroquial de Sta. María, en sufragio del alma de dona Francisca Caner y Soler, Q. D. E. P. Se expondrá el Señor, à las 5 y media de la mañana los dos prime¬ ros dias y á las 6 el tercero, reservándose todos los días á las 7 de la noche.

JülíTA DE EABADMES Los periódicos han referido con discreta minuciosidad el viaje del influyente economista y político francés Mr. León Say á Madrid, donde ha celebrado largas conferencias con el actual ministro de ia Gobernación Sr. Villaverde^ quien tuvo, á su vez, otra no menos solemne entrevista con el Sr. Cánovas dei Castillo; después de lo cual el opulento ex^ministro de la vecina república r e gresó nuevamente á ParisNo creemos que sea menester gran perspicacia para adivinar el objeto de tan precipitado viaje y los temas discutidos en ias conferencias. Para ello basta tener en cuentas algunos antecedentes que están al alcance de todos. En primer lugar, no debe perderse de vista que Mr. León Say es judio y representante ïîe los Rotschild y del niicleo financiero generalmente apellidado a l ^ banca cosmopolita. Cuando al segundo conferenciante, el señor Villaverde, es de saber que se le considera como próximo sucesor del Sr. Concha Castafieda en el ministerio de Hacienda, Parece, pues, evidente que las juntas de ambos especialistas versarían sobre la h a cienda española. Y como al viaje del b a n quero semita precedieron los anuncios del empréstito colosal que el gobierno español debería contratar el año venidero, y ha seguido à las conferencias un marcado acenso en la cotización de nuestro cuatro por ciento, de aquí que sea lógico deducir que en las conferencias entre el futuro ministro de Hacienda y el representante de la banca judía se han convenido las bases del empréstito, habiéndolas refrendado el Sr. Cánovas como presidente del gabinete. Porque en la moderna ciencia económica es un hecho constante que cuando una nación se dispone á pedir prestado, sube tanto más su crédito cuanto mayor es la cuantía del préstamo en perspectiva.

A los no iniciados en íos modernos sistemas políticos parecerá esto un despropósito, pero el hecho es indudable y no tiene clifícil explicación si se considera que dada la obra revolucionaria que anuló dos grandes clases sociales, el clero y la nobleza, la preponderancia del dinero ha crecido extraordinaria¬ mente, siendo este en la actualidad el único resorte de Gobierno. Y como los judíos a s piran á dominar el mundo y son los dueños del dinero, cada empréstito que contrata un gobierno constituye un nuevo hilo de la i n mensa teleraña en que ha de enredarse y q u e d y presa la riqueza del pais que aquel representa. Estamos dentro de un círculo vicioso, cuya espiral va estrangulando á los contribuyentes. Para pagar las exhorbitantes atenciones del estado moderno y los intereses de anteriores empréstitos, no bastan las fuerzas tributarias del país; oprimidas por el fisco, ía propiedad se deprecia á pasos de gigante y las pequeñas industrias sucumben; á medida que se aumentan y multiplican las contribuciones la recaudación disminuye porque nadie puede pagar; de aquí un d é ficit que se cubre acudiendo de nuevo á la usura, cuyos intereses van á aumentar los gastos y hacen más dificultoso el saldo venidero: y así sucesivamente. Harto sabido es el porvenir de las casas que llevan tal marcha; solo que el gobierno no hipoteca sus bienes sino los nuestros, respondiendo del pago de los intereses de la deuda con la propiedad y el trabajo de los españoles. Antes la ruina del país que el quebranto del crédito. Tal es el primer dogma de los hacendistas modernos. Y para cuando ya no sea posible llevar más adelante las trampas, vislúmbrase en perspectiva la execrable figura del judais¬ mo triunfante, que se adelanta con la cínica avidez del Shylock del Mercader de Venècia para cobrar en carne de cristiano el premio de sus inicuas usuras. 'CU

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CARTA ENCÍCLICA

DE NUESTRO SIIKTiSiMQ PtDBE LEIlli X

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(Conclmión,) Pero se preocupa el cristiano de tal manera en ios cuidados de la vida, y tan fácilmente se distrae en cosas de poca monta, que si á menudo no se le a d vierte y amonesta, olvida poco á poco las cosas más importantes y necesarias, y llega de este modo á languidecer y hasta extinguirse su fé.

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E L SEMANARIO DE MATARÓ. Para preservar á sus hijos de ese gran peligro de ignorancia, no omite la Iglesia ninguno de los m e dios que le sugieren su vigilancia y solicitud, y el Rosario en honor de María no es el último de los que emplea con objeto de acudir en auxilio de la fe. El Rosario, en efecto, bellísima, fructuosa y reglamentada plegaria, ayuda á contemplar y venerar sucesivamente los principales misterios de nuestra Religión; aquellos, en primer lugar, por los cuales el Verbo se hizo carne, y Maria, madre y siempre virgen, acepta con santo gozo esta maternidad; luego las amarguras, los tormentos, el suplicio de Cristo paciente que conquistaron la redención de nuestra raza; después los misterios gloriosos, su triunfo de la muerte, su ascención à los cielos, la venida del Espíritu Santo y el esplendoroso triunfo de María, colocada sobre todos los astros; la gloria, en fín, de todos Santos asociados á la gloria de la Madre y del Hijo. La série ordenada de todas estas maravillas se presenta asidua y frecuentemente ante el alma de los fieles, y se desenvuelve en cierto modo ante sus ojos. Por eso el Rosario inunda el alma de los que le recitan devotamente de una dulzura piadosa, siempre nueva, produciéndoles la misma impresión y emoción como si estuvieran escuchando la propia voz de su misericordiosísima Madre, explicándoles estos misterios y dirigiéndoles saludables exhorlacionea. Por io mismo se puede afirmar que no hay temor á que la ignorancia ó los envenenados e r r o res destruyan la fé en las personas, en las familias ó entre los pueblos en que se conserva hoy, como en otro tiempo, la práctica del Rosario. Otra utilidad no menos grande para sus hijo» e s pera la Iglesia del Rosario: la de que conformen mejor su vida y sus costumbres á la regla y â los p r e ceptos de la santa fè. En efecto, si según aquellas divinas palabras por todos conocidas: la fé 'sin las obras es unafé muerta (1), porque la fé se alimenta de la caridad y la caridad se manifiesta en la cose* cha de acciones santas, el cristiano no sacará p r o vecho alguno para la eternidad de su fé si conforme á ella no arregla su vida; gde qué ie sirve á alguien, hermanos mios, el decir que tiene fé si no tiene obrcuâ ^Acaso ta fé le podrá saleara (2) Esta clase de hombres se encontrará en el día de! juicio con reproche mucho más severo de parte de Cristo que los que han tenido la desgracia de ignor a r la fé y la moral cristiana; porque e ^ o s no cometen la falta de aquellos que creen de u n a m a n e r a y viven de otra, sino que por estar privados de la luz del Evangelio tienen cierta excusa, ó al menos es su falta, ciertamente, menos grande. Para que la fé que profesamos produzca la cose* cha venturosa de frutos que conviene, puede admirablemente ser útil la contemplación de los miste^ ríos para inñamar las almas en busca de la virtud. iQué ejemplo más sublime y brillante nos ofrece en todos sus puntos la saludable obra de Nuestro S e fior Jesucristo! Dios Todopoderoso, arrastrado por el exceso de amor para con nosotros, se reduce á la ínfima condición de hombre, habita y conversa fraternalmente (U Jac- U, 20.

en medio de nosotros, y ruega y enseña toda justicia á los particulares y á las turbas; maestro eminente por la palabra, Dios por la autoridad. Se da todo e n tero por el bien de todos; cura á los que sufren enfermedades corporales, y su paternal misericordia lleva el consuelo á los enfermos más graves del alma: los que sufren penas, fatigas é inquietudes, son los primeros à quienes dirige el más conmovedor llamamiento: c Venid á mi todos los que andáis agobiados con cargos g trabajos, qu^ go os aliciaré. (1). Cuando nos arrojamos en s u s brazos, el mismo nos infunde aquel fuego misterioso que llevó entre los hombres, y nosp.^netra de aquella d u b u r a de alma y de aquella humildad, por las cuales desea que seamos principes de la verdadera y sólida paz de que es autor: Aprended de mi, que sog manso g humilde de corazón^ y hallareis el reposo para amstras almas. (2). Y, sin embargo, en pago de esta luz de celeste s a biduría y de la inmensa abundancia de beneficios de que colmó á los hombres, sufrió el odio y los más indignos ultrajes de parte de los mismos, y clavado en la Cruz derramó su sangre y su vida sin tener deseo más vehemente que el de hacerles nacer á la vida por medio de su muerte. No es posible considera? atentamente tales testi¬ monios del amor inmenso que nos demostró n u e s tro Redentor, sin que inflame la voluntad reconocida. Y tan grande debe ser la fuerza de la fé experimentada y probada que arrastrará al hombre de e s píritu iluminado y eorazón conmovido, sobre los pasos de Cristo, á t m v é s de todos los obstáculos, hasta poder repetir aquella protesta dí^n&4el Apóstol P a blo: ^Quién, pues, podrá separarnos del amor d Cristol ¡Será ia tribulación^ ó la angustia^ ô el hambre, ó la desnudes, 6 el riesgo, ó la persecución, ó el cuchi-Uot,.. (3). No sog go quién cioe, es Jesiíerisio que vice en mi (4). P e i ^ para que ante tan sublimes ejemplos dados por Cristo, Dios y hombre á la vez, no desmaye ía conciencia de nuestra debilidad nativa, se presentan á nuestros ojos y à nuestra meditación al lado de esios misterios los de su Santísima Madre. Procedía ella, es verdad, de la familia real de D a vid, pero no la queda ya nada de las riquezas ó de la grandeza de sus antepasados: lleva una vida oscura en nn pueblo humilde y en una casa más humilde todavia, tanto más contenta de su oscuridad y de su pobreza, cuanto que más libremente puede elevar sn espíritu á Dios y aproximarse á ese bien supremo y amado sobi*e todas las cosas. Y el Señor está con ella, colmándola con los c o n suelos de su gracia; recibe un mensajero celestial que la designa, por virtud del Espíritu Santo, p a r a dar nacimiento al Salvador esperado por las naciones. Cuanto mm admira la sublime elevación de s u dignidad y da gracias á la bondad de Dios potente y misericordioso, más se oculta en su humildad sin atribuirse virtud alguna, apresurándose á declararse íi) M»u,, XI. 28 Ib., 29. (3) ftom.. Vil, 35. m Sal., n, 20,

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EL SEMANARIO DE MATARO. esclava del Señor cuando se convierte en su madre. mente en ío que concierne á los misterios gloriosos Lo que promete santamente lo cumple con santo que se realizaron cuando Jesús, después de haber ardor, y su vida se desenvuelve desde entonces en demostrado su sabiduría en eJ templo, üino con Maintima comunión, para el gozo y para las lágrimas, r i s y José á Nazareth, donde les mvia sumiso^ prepacon ia de su hijo Jesús. rando los otros misterios que debían contribuir mejor De este modo alcanzará tan alta gloria, que nadie, á instruir á los hombres y á rescatarlos. Que todos ni hombre ni ángel, podrá lograr, porque nadie po- los socios se apliquen, pues, cada uno según la m e drá comparársele por el mérito y por la virtud; asi dida de sus fuerzas, á cultivar y à propagar la devose le reservará la corona del reino de arriba y del ción del Rosario. Por lo que á Nos concierne, confirmamos las conreino de la tierra, porque será la invencible reina de los mártires, y así se sentará eternamente en la ce- cesiones de indulgencias que habernos hecho en los l ó t e ciudad de Dios, coronada su cabeza, al lado de años precedentes en favor de los que cumplan d u su Hijo, porque constantemente, durante toda su vi- rante el mes de Octubre lo que al efecto está prescri* d a , y más constantemente todavía sobre el Calvario, to. Mucho esperamos, Venerables Hermanos, de vuestra autoridad y de vuestro celo, para que se r e bebió con él el cáliz de la amargura. Hé aquí, pues, que en su prudencia y su bondad cite el Rosario con ardiente piedad en honor de ia Dios nos ha dado en Maria el modelo de todas las Virgen, socorro de los cristianos. Pero queremos que termine la presente exhortavirtudes más á nuestro alcance. Al considerarla y contemplarla, nuestras almas no se sienten como ción como ha principiado: con el testimonio, con agobiadas por el explendor de la divinidad, sino al más insistencia renovado, de Nuestro agradecimiencontrario, atraídos por el parentesco de una natura- to y de Nuestra confianza para con la gloriosa Madre leza común, trabajamos con más confianza en imi- de Dios. Pedimos al pueblo cristiano que ofrezca en tarla. Si nos entregamos enteramente á esta obra, sus altares su oración suplicante ya por la Iglesia, sobre todo con su protección, nos será ciertamente agitada por tantos combates y tempestades, como posible reproducir en nosotros mismos ciertos ras*- también por Nós mismo, que entrado en años, fati¬ g o s de tan grandísima virtud y de una perfecta s a n - gado por los trabajos, luchando con las dificultades tidad, é imitando la admirable conformidad de su vi- más graves, desprovisto de todo humano socorro, d a con la voluntad de Dios, se nos concederá acom- dirigimos el gobierno de la Iglesia. De dia en día aumenta, y Nós es más dulce la e s pañarla en el cielo. Prosigamos firme y valientemente, por penosa y peranza en Nuestra poderosa y tierna Madre, y si preñada de dificultades que se nos presente nuestra atribuimos á su intercesión numerosos y señalados terrestre peregrinación, y en medio de los trabajos y beneficios recibidos de Dios, le agradecemos un parlas pruebas, no dejemos de dirigir á María nuestras ticular reconocimiento: el favor de alcanzar bien manos suplicantes, diciendo con la Iglesia: Por oos pronto el 50,** aniversario de Nuestra ordenación suspiramos, gimiendo g llorando en este valle de lá- episcopal. Gran beneficio parecerá este á ^uien considere tan grrnias*,. Volmd mestros ojos misericordiosos. Dadnos una cida pura, abridnos camino seguro para que, prolongada duración del ministerio pastoral, pudiencontemplando é Jesús, nos regocijemos con eos eter^ do sobre todo ejercerlo todavía, con diaria solicitud, en la conducción de todo el pueblo cristiano. nafnente» Durante todo ese espacio de tiempo, en nuestra Y María que sin, haberlo experimentado persovida, como en la de todo hombre, como en los mistenalmente, sabe cuan flaca y viciosa es nuestra naturios de Cristo y de su Madre, no nos han faltado raleza, que es la mejor y la más amante de las m a motivos de alegría ni nos han escaseado graves dres, icon qué p r ^ t e z a y generosidad vendrá en nuestro auxilio! ¡Con qué ternura nos consolará! causas de dolor, así como también hemos tenido ¡Con qué fuerza nos sostendrá! Marchando por el motivos para glorificar á Jesucristo. Todas estas camino que han consagrado la sangre divina de cosas las hemos aplicado con sumisión y reconociCristo y las lágrimas de Maria, tenemos la certidum- miento hacía Dios á hacerlas servir para el bien y el bre de llegar sin dificultades á la participación de su honor de la Iglesia. En lo porvenir, porque el resto de Nuestra vida no bienaventurada gloria. El Rosario en honor de la Virgen Maria, en el que será desemejante si vienen nuevos gozos ó nuevos tan bien y tan utilmente se encuentran reunidos una dolores, si brillan algunos rayos de gloria, perseveexcelente forma de plegaria, un medio eficaz de con¬ rando en los mismos sentimientos; y no pidiendo á servar la fe y un modelo insigne de perfecta virtud, Dios más que ia gloria celeste, diremos con David: es, por lo tanto, digno bajo todos conceptos de estar Qm el nombre del Señor sea bendito; que la gloria con frecuencia en las manos de los verdaderos cris- no sea para nosotros, Señor, que no sea nunca para nosotros sino para muestro nombre. tianos y de ser piadosamente recitado y meditado. Esperamos de nuestros hijos, que vemos a n i m a Dirigimc^ especialmente estas exhortaciones á la dos de lan grande afecto para con Nós, menos feliciCofradia de la Santa Familia, que Nos habernos taciones y alabanzas que acciones de gracias, plegarecientemente aprobado y recomendado. Puesto que rias y oraciones ofrecidas al bondadosísimo Dios; la razón de ser de esta Cofradía es ei misterio de ta plenamente felices si obtienen para Nós que cuanto vida, largo tiempo silenciosa y oculta, de Nuestro Nos reste de vida y de fuerza, cuanta autoridad y ^ Señor Jesucristo, entre los muros de la casa de Nagracia poseemos, sirva únicamente para el bien da zareth, p a r a obtener q u e las familias cristianas se la Iglesia, y ante todo para atraer y reconciliar á los apliquen à imitar el ejemplo de aquella Santísima enemigos y descarriados que hace mucho tienipo Familia, divinamente instituida, son evidentes los esiá llamando Nuestra voz. particulares lazos que la unen al Rosario, especial-

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