Navegar y narrar, aproximaciones a la literatura de viajes en la era de los descubrimientos geográficos

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Story Transcript

[Ide@s CONCYTEG 5(66): Diciembre, 2010]

Laviada

Navegar y narrar, aproximaciones a la literatura de viajes en la era de los descubrimientos geográficos

       Navegar y narrar, aproximaciones a la literatura de viajes en la era de los descubrimientos geográficos  

Ricardo Laviada Cáceres 1

 

Resumen

Abstract

El artículo explora el contexto en el que la literatura de viajes tiene un nuevo impulso como consecuencia del desarrollo de la navegación en el Atlántico por parte de españoles y portugueses en los siglos XV y XVI. Se enfatiza la conveniencia de retomar estos hechos históricos y sus relatos como fuente invaluable para alcanzar una mayor comprensión de las transformaciones socioculturales que se dieron en el Renacimiento y que configuraron los inicios del mundo moderno. Uno de los puntos centrales del trabajo tiene que ver con la preponderancia que adquiere la experiencia de los navegantes-escritores en la conformación de la imagen del mundo.

The article explores the context in which the literature travel has a new impetus following the development of navigation in the Atlantic by Spanish and Portuguese in the XV and XVI centuries. It emphasizes the desirability of taking over these historical facts and their stories as an invaluable source to achieve greater understanding of the cultural transformations that occurred in the Renaissance and the beginnings that shaped the modern world. One of the central points of the work is the acquired dominance by the experience of sailors-writers in shaping the image of the world.

Palabras clave: literatura de viajes, renacimiento, navegación, experiencia.

Keywords: travel experience.    

                                                                                                                    1 Profesor-Investigador en la Academia de Cultura CientíficoHumanística de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), miembro del Centro de Estudios en Interpretación y Significación (CEIS / UACM). Es licenciado en Pedagogía por la Universidad Intercontinental (UIC), estudió la Maestría en Historia y Filosofía de la Ciencia en el Posgrado en Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa (UAM-I). [email protected]

                 

writing,

renaissance,

navigation,

and

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Este vasto mundo es el espejo en que hemos de mirarnos para conocernos bien   Michel de Montaigne

relatos de viaje2 hablan acerca del viaje y los descubrimientos realizados, juzgamos pertinente ofrecer una breve explicación acerca de la razón de

El experimentum maris proporcionaba el criterio para el nuevo concepto de experiencia del mundo. Sobre los mares se volvió claro por primera vez como la Edad Moderna había de representarse el conjunto de teoría y praxis. Cien años antes de Francis Bacon, los patronos y actores de la circunvolución del mundo sabían que el conocimiento de la superficie terrestre era poder, y, ciertamente, poder en su forma más palpable y más productiva. Peter Sloterdijk

ser de esas navegaciones. Más que un análisis literario de los relatos de viajes quisiéramos aportar algunos elementos que permitan ubicarlos como parte de los procesos históricos relacionados con el Renacimiento europeo. En este sentido, buscamos apoyarnos

en

narrativas

acerca

de

estas

transformaciones sociales, culturales y económicas que contemplan las actividades relacionadas con

Introducción

conocimientos y problemas como los de la

En el presente artículo hemos procedido en la

instrumentos de navegación, etc. y que, por lo mismo

exposición del tema de la siguiente manera: hacemos

que ofrecen miradas y vías de interpretación

una referencia general acerca del entorno histórico

interdisciplinarias. De este modo, actores nacionales,

relacionado con la navegación en Europa en los

personajes, documentos, maniobras y saberes que no

siglos XV y XVI para así acercarnos al carácter y

han sido contemplados como centrales dentro de las

significación que tuvieron los relatos de viaje en su

narrativas históricas y filosóficas acerca de los

momento, reflexionando también acerca de las

orígenes del mundo moderno, pasarían a ser clave

posibles lecturas que de ellos y de su composición es

para los esfuerzos intelectuales y pedagógicos que

posible hacer. Asumimos aquí que las condiciones

tratan

particulares de esta época son inseparables de los

perfectamente claras y cerradas sobre los procesos

contenidos y proposiciones de dichos textos; es decir

históricos.

que los relatos son también acontecimientos que a la par de otros sucesos y circunstancias históricos se conjuntaron y le dieron a un momento, caracterizado por una profunda y problemática transición socialcultural, sentido e identidad propios. Como los

navegación, la cartografía, la literatura de viajes, los consideramos a estos enfoques más completos ya

de

ir

más

allá

de

las

explicaciones

                                                                                                                    Hemos llegado a estos escritos como parte de un trabajo de deliberación con otros compañeros del viaje académico que compartimos la inquietud por repensar los contenidos que aparecen en un área curricular a nivel licenciatura relacionada con la cultura científico-humanista que forma parte de las materias que cursan estudiantes universitarios en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. 2

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Es así que, en el proceso de lectura e indagación, no

importantes para los europeos y para el mundo

partimos de los relatos de viajes del siglo XV y XVI

occidental en general. En algunos relatos sobre, por

sino que llegamos a ellos después de explorar vías

ejemplo, la ciencia moderna, prácticamente no se

alternas que nos permitan abordar cuestionamientos

mencionan los conocimientos relacionados con la

sobre el conocimiento y la condición humana en esos

cartografía y la navegación astronómica que tuvieron

siglos. En este caso, hemos tomado principalmente el

un auge principalmente a partir de los siglos XV y

referente de Colón; aunque la indagación tiene que

XVI.

ver con la literatura de viajes en general, sin embargo la temática como veremos es muy amplia y

Autores

como

Jerry

Brotton

cuestionan

esta

la bibliografía sobre la misma, afortunadamente, se

perspectiva historiográfica sobre el Renacimiento;

ha incrementado en los últimos años.

señalan la necesidad de modificar el enfoque sobre los procesos sociales que conformaron el mundo renacentista y que perfilaron a la Modernidad. Una

Marginalidad geográfica, viajes marítimos y Renacimiento

perspectiva más amplia contemplaría como un factor relevante en la conformación de las condiciones presentes en los cambios culturales y sociales los intercambios

de

mercancías,

conocimientos

y

La imagen más común del Renacimiento es aquella

técnicas que se dieron entre Oriente y Occidente en

que se refiere a los cambios que se dieron en el

esa época.

campo

del

arte;

también

se

piensa

en

el

Renacimiento como una época de transformaciones

Aunque el comercio con Oriente ya existía en épocas

en el ámbito del conocimiento y de la concepción

anteriores, principalmente por rutas terrestres y a

sobre el ser humano y su lugar en el cosmos. Estos

través del Mediterráneo; a partir de los siglos XV y

cambios confluirían en formas nuevas de entender el

XVI

universo y darían paso al surgimiento de la ciencia

intensifican, principalmente como resultado de las

moderna.

incursiones marítimas de los portugueses; al respecto

los contactos a través del Atlántico se

Brotton explica como: En esta narrativa del Renacimiento y del surgimiento del mundo moderno aparecen en un segundo término otros acontecimientos como el “descubrimiento” del Nuevo Mundo y otras exploraciones geográficas

Tras la toma de Constantinopla, el Imperio Otomano no impidió los contactos culturales entre oriente y Occidente, si bien les puso un precio. La administración otomana gravó con cuantiosos impuestos el paso por las rutas terrestres hacia

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Persia, Asia central y China, aunque ello provocó la creación de otros sistemas de comerciar. Por otro lado el final de la guerra de los Cien Años favoreció la mayor circulación comercial entre el norte y el sur de Europa, lo que aumentó la demanda de productos exóticos procedentes de Oriente. Esto aceleró el ritmo y la magnitud de los intercambios comerciales e hizo que los Estados cristianos europeos buscaran formas de eludir los elevados impuestos sobre el transporte de mercancías desde Oriente a Occidente. La mayor parte de estos productos se pagaban con lingotes de oro y plata europeos. Las minas de metales preciosos del centro de Europa se agotaban, los precios subían y era preciso encontrar nuevas fuentes de ingresos, lo que contribuyó a intensificar las exploraciones y los descubrimientos (2003: 63).

sociedades son los relatos de viajes de la época. Son textos que, como más adelante nos comenta Fernández-Armesto,

pertenecen

a

la

literatura

popular, pero no por ello tuvieron menos influencia en la conformación de los que Edward Said denomina la geografía imaginaria de la época. Se trata de textos que combinan elementos míticos con informaciones técnicas y científicas propias del momento.

Tuvieron

que

ver

con

decisiones

geopolíticas relacionadas con el expansionismo y el colonialismo europeos y, a su vez dan cuenta de la

Quienes controlaban antes las rutas comerciales con Oriente eran los italianos; sin embargo, era cada vez era más difícil el comercio por tierra debido a todos los territorios y dominios que las mercancías debían de cruzar; lo que encarecía los productos que en Europa eran cada vez más codiciados. Las especias tenían un gran valor para los europeos. Son legendarias las expediciones que buscaban alcanzar por vía marítima las Islas Molucas que eran ricas en algunos de estos productos naturales de regiones lejanas que se habían vuelto indispensables.

urgencia

de

resolver

conocimiento realización

del de

ciertos

mundo

empresas

problemas

necesarios prácticas

del

para

la

como

la

navegación en los océanos, la representación del espacio marítimo y el espacio terrestre, el diseño y la construcción de los barcos, etc.; todo ello asociado a proyectos políticos y económicos como el desarrollo del comercio por vía marítima, el control de las rutas y zonas de navegación, el descubrimiento y el sometimiento de otros territorios y sus habitantes desconocidos hasta entonces para los europeos, así como la llamada conquista espiritual.

A diferencia de la historiografía dominante del Renacimiento, en la versión que sostienen Jerry Brotton, Isabel Soler y Peter Sloterdijk, son los españoles y los portugueses actores protagonistas de acontecimientos de gran repercusión histórica. Por lo mismo, un tipo de fuente que representa un vehículo de expresión de las estructuras socioculturales profundas de los propios sujetos viajeros y de sus

Una de las circunstancias que influyeron en el papel que jugaron los reinos de la península ibérica fue su ubicación geográfica. Portugal se encuentra en la “orilla” de Europa, sin embargo, las costas de ambos territorios son bañadas por el Atlántico. Semejante ubicación

que

para

algunas

cuestiones

podía

experimentarse como un obstáculo, pudo ser

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convertida en una ventaja estratégica a partir del

Guillermo Céspedes del Castillo nos permite hacer

desarrollo de la navegación en el Atlántico. De este

ciertos contrastes al apuntar que:

modo los portugueses comenzaron paulatinamente a

Barcos de papel, escribir en el mar: géneros confusos

La riqueza de la literatura de viajes en el siglo XVI se debió a la apertura de las nuevas rutas lusitanas al Asia (1499) y castellanas al Nuevo Mundo (1492) y el consiguiente aumento del número de viajeros y proliferación de sus relatos. Por otro lado, la rápida difusión de la imprenta posibilitó la comercialización del libro en Europa e hizo surgir, por primera vez, un público lector relativamente amplio. Los relatos de viajes poseyeron tradicionalmente un contenido mucho más imaginario que real. Durante la Edad media ese género resultó ser vehículo habitual de leyendas y mitos de todas clases, procedentes los más de la Antigüedad clásica, pero también de la Biblia y del mundo musulmán, sin contar con las fabulaciones inventadas por la propia Europa cristiana. Desde los lejanos tiempos en que los griegos mostraron su inclinación a situar en lugares poco o nada conocidos la cuna de sus dioses, todo viaje a regiones ignotas tuvo con frecuencia una profunda carga religiosa y sobrenatural. El viajero no establecía diferencias claras entre lo que ha visto y lo que le han contado, entre lo sucedido y lo posible, entre lo sensible y lo invisible, entre lo vivido y lo soñado. El límite entre lo real y lo imaginario, cuando no inexistente, resultaba incierto y borroso (1999: 89-90).

A grandes rasgos, es en este contexto en el que los

Desde la perspectiva de la filosofía de la ciencia

relatos de viajes van a tener un nuevo impulso y una

podríamos decir que se habla entonces de un caso en

significación diferente. A partir del siglo XV, las

el que es posible observar como lentamente los

exploraciones en los Océanos van a generar una serie

criterios de lo que se considera verdad se van

de textos que dan cuenta de las navegaciones, los

deslizando hacia una perspectiva más empírica. Es

descubrimientos, los encuentros y las conquistas.

decir, en la que las experiencias de primera mano

Los autores de tales obras fueron generalmente

tendrían una importancia mayor en contraste con la

testigos o protagonistas directos de los hechos que

función que tenían en la construcción de los relatos

narran.

de viaje anteriores al siglo XVI. El cambio al que nos

avanzar

en

sus

incursiones

en

el

océano,

descubriendo islas y avanzando por la costa de África. A partir de la segunda mitad del siglo XV la rivalidad entre los reinos de la península Ibérica por el control del comercio y las rutas de navegación va a resultar en la firma de tratados internacionales como el de Alcaçovas (1479-1480) y, el más increíble por el hecho de que en él estos reinos se reparten el globo, el de Tordesillas (1494).

referimos tiene que ver con el estatus que la Acerca de los antecedentes de estos relatos y de sus

experiencia irá adquiriendo paulatinamente en el

diferencias con los escritos de los que hablamos,

Renacimiento;

lo

cual

no

significa

que

el

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pensamiento de los navegantes y escritores de relatos

La era de los descubrimientos, como algunos autores

de viaje sea ajeno a la cosmovisión de la época, ni

la nombran, tiene un auge a partir del siglo XV, es

que tengan ya una visión científica del mundo, no.

una época de transición entre la Edad Media y el

Pero es posible reconocer en estos relatos, junto al

Renacimiento. Su carácter transitorio es a veces

imaginario medieval de la Europa cristiana, ciertos

ignorado

rudimentos de lo que se destaca cuando se habla del

acontecimientos, textos y vidas del periodo. Se

surgimiento

y

toman las etiquetas históricas como algo dado y

experimental, o podríamos decir experiencial que se

homogéneo sin atender a las particularidades de cada

reconoce, por ejemplo, en figuras como Leonardo

caso.

de

un

espíritu

más

empírico

en

las

interpretaciones

de

los

da Vinci y Galileo. Ahora bien, y es por ello que insistimos en las circunstancias, en este caso, el

En la lectura de los relatos de viaje habría que ir más

cambio paulatino de la imagen del mundo no sería

allá de la identificación de tipos ideales, es decir, no

resultado solamente de un conjunto de elementos

conformarnos con ubicar un determinado relato con

intelectuales

los

las características de una época. Lo cual no implica

contingentes

que no podamos utilizar ciertas categorías generales

sino

acontecimientos

consecuencia

históricos

y

de

relacionados con la “carrera de las Indias”.

que nos permitan ordenar los discursos y los

Por ello, los relatos de viajes de la época del

contextos relacionados con ellos. Categorías o

Renacimiento y posteriores tienen un considerable

criterios de ordenación como los que utiliza Mary

valor histórico; en ocasiones son los únicos

Louise Pratt en su obra Ojos imperiales, en donde

documentos que registran ciertas situaciones y

distingue los relatos de viaje del Renacimiento que

contactos inéditos que, probablemente se encuentran

se centran en los descubrimientos de las costas, las

entre las experiencias humanas más desconcertantes

rutas de navegación y las conquistas, que tienen que

de que se tenga memoria. Hasta cierto punto, nos

ver también con las experiencias de supervivencia,

hablan de un mundo que no existe más, de algunos

etc., de los relatos que se generan a partir del siglo

grupos

XVIII,

humanos

y

sus

culturas

que

han

que tendrían que ver ya no tanto con las

desaparecido, de regiones que se transformaron a

experiencias en el mar sino con la incursión de los

partir de las incursiones imperialistas europeas. A su

europeos al interior de los continentes para

vez son una ventana que nos permite asomarnos a las

explorarlos y explotarlos, de la mano de una

cosmovisiones de diferentes épocas.

actividad de colonización “suave” que tendría que ver con prácticas de conocimiento y “esquemas de clasificación totalizadores” de la naturaleza de estas

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regiones de acuerdo con el proyecto de la historia

transformaciones sociales y culturales que se

natural. En este sentido veamos brevemente lo que

generaron a partir de los pasajes que en ellos se

dice respecto de estas dos tradiciones de literatura de

describen. Queda mucho por hacer en cuanto al

viajes:

estudio del tipo de recursos y estrategias narrativas que emplean y que, a la luz de los enfoques

Desde luego, también la cartografía náutica ejercía el poder de nombrar. Por cierto, fue en el acto de nombrar donde confluyeron el proyecto geográfico y religioso, ya que los emisarios reclamaban el mundo bautizando los accidentes geográficos y los hitos con nombres eurocristianos. Pero también en comparación con este caso, el acto de nombrar de la historia natural es más directamente transformador, porque saca a todas las cosas del mundo y las reorganiza dentro de una nueva formación de pensamiento cuyo valor radica, precisamente, en ser diferente del caótico original. Aquí nombrar, representar y tomar posesión son una sola cosa; el acto de nombrar produce la realidad del orden (Pratt, 2010: 74).

contemporáneos, se estaría en condiciones de desmontar y hacer que afloren sus presupuestos culturales sobre el mundo y sobre los otros. No hay que olvidar que estos textos estarían entre los antecedentes de disciplinas como la etnología. Que nos hablan de experiencias límite que sufrieron los navegantes y exploradores de la época, que son ejemplo de las condiciones de vida de estas personas, de sus relaciones sociales y de los proyectos colonizadores.

Es común que los relatos hayan sido estudiados por la información sobre los acontecimientos del pasado

Su originalidad radica en que manifiestan a través de

que pueden contener. Los historiadores los han

la escritura la idiosincrasia de los personajes, las

empleado para reconstruir los hechos relacionados

concepciones sobre el tiempo y el espacio de la

con el descubrimiento y la conquista del Nuevo

época, los proyectos y las expectativas históricas, las

Mundo. En este sentido, es claro que son una fuente

experiencias, las formas en que éstas son asimiladas

escrita interesante y útil.

Pero, en su conjunto

de acuerdo con las nociones que prevalecen. Nos

forman también un corpus, ciertamente muy variado,

permiten acercarnos también a la imagen que del

que habría que abordar de acuerdo con los rasgos

mundo natural y humano tenían los cronistas del

que les son comunes y con el tipo de actividad social

Renacimiento.

del que son consecuencia. Isabel Soler, nos habla de la literatura de viajes en el Aunque, como decíamos, dichos textos han sido

Renacimiento, lo hace centrándose en el caso de

leídos y comentados frecuentemente en el pasado, es

Portugal:

menos común que se les estudie como un conjunto referentes escritos centrales para comprender las

Puede haber principios fantásticos en la extensa literatura de viajes, pero lo extraño, lo desconocido,

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ya no tiene que ser leído desde lo mágico, lo maravilloso o lo inexplicable –y, por lo tanto- ser asumido sin más-, sino que el elemento más característico de los relatos será la verosimilitud realista y el tono de honestidad testimonial que impregna los acontecimientos que se van exponiendo, aunque lo que se lea parezca increíble. Las descripciones, los sucesos, siguen estando dentro del campo semántico de lo inaudito, pero el lector lee desde el convencimiento de que el punto de partida del relato es la realidad, sobre todo porque así lo afirman los propios autores-protagonistas de los relatos (2003: 73-74).

calor en el otro hemisferio fuera tan intenso que el mar estaría hirviendo y las naos se quemarían. Los nuevos relatos contradecían esas creencias; la realización de los viajes desafía dichas ideas, representarían un espíritu nuevo respecto al mundo y en relación al conocimiento prevaleciente. Leemos en una de las cartas, la primera, que escribe Americo Vespucio sobre uno de sus viajes a Lorenzo

De acuerdo con la autora hay un cierto cambio, un

de Medicis y que está firmada el 8 de julio de 1500:

giro en cuanto a aquello que orienta la narrativa del viaje en el Renacimiento. Se trata de una actitud diferente en que, por el hecho de encontrarse frente a regiones

inexploradas,

desconocidas

para

los

europeos, aparece la posibilidad “registrar” de forma fidedigna la travesía. La ocasión de navegar por ciertas zonas parecía imposible o suicida. No es raro que hubiera temores acerca del mar, representa también a lo desconocido, a la naturaleza indomable. El otro espacio es el mar. Una inmensidad en constante movimiento, un infinito de una fuerza absorbente e incitante que atrae y atemoriza. El mar es la falta de sostén, es la ruta sin camino, donde la supremacía de la naturaleza fragiliza al ser que se adentra en él porque irremediablemente está sujeto a su arbitrio. Mar es desierto. Pero este espacio de la nada que es el mar presenta una contundente diferencia aterradora respecto a la naturaleza deshabitada que es el desierto: si el desierto es lo infinito horizontal, el mar es el abismo vertical y sin fin (Soler, 2003: 96).

Existían creencias acerca de la imposibilidad de navegar hacia el sur por el Atlántico; de acuerdo con la lógica imperante sobre la Tierra era factible que el

Me parece, Magnífico Lorenzo, que la mayor parte de los filósofos queda reprobado con este viaje mío: pues dicen que dentro de la zona tórrida no se puede habitar a causa del gran calor, y yo he encontrado en este viaje mío ser lo contrario, porque el aire es más fresco y templado en esta región que fuera de ella y que hay gente que habita allí que por su número son mucho más que aquellos que viven fuera de ella, por el motivo que más adelante se dará; que cierto es que más vale la práctica que la teoría (Colón / Vespucio, 2004: 36).

Lo cual no significa que se abandonen en su conjunto las concepciones heredadas, algunas de ellas son cuestionadas de forma más directa, otras concepciones más profundas cambiaron lentamente no sin antes haber prefigurado las relaciones entre Europa y las demás regiones del globo. Es frecuente tanto en navegantes como en cartógrafos y entre los sabios en general, el buscar formas de integrar las novedades con el cuerpo de saberes. No hay que olvidar que los autores clásicos representan la autoridad en la que se fundamenta el conocimiento; y que antes de refutarlos, en todo caso, se busca precisarlos. Es el caso de la Geografía de Ptolomeo.

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Los relatos se convirtieron en vehículo de ideas e

En este sentido, si es posible llamar a este amplio y

informaciones que trascendieron su presente. No

diverso conjunto de textos un género4 literario, hay

siempre se trata de textos que vieron la luz pública

que considerar esta diversidad que implica, entre

en su momento, aunque no hay que olvidar que su

otras cuestiones, que la intención o el objetivo para

aparición y difusión paulatina es contemporánea de

la redacción de los mismos es también diferente. Se

3

la aparición de la imprenta . La carta de Cristóbal

trata en algunos casos de textos escritos para los

Colón anunciando el descubrimiento de varias islas

gobernantes o reyes y que después de un tiempo son

se llevó a la imprenta y circularon en Europa

difundidos; otros están escritos para el público en

ediciones en varios idiomas.

general.

Cuando empleamos el término literatura de viajes lo

Cuando los textos son hechos por navegantes al

hacemos en un sentido amplio; no se trataría

servicio de un monarca en ellos se incluye la

solamente de textos escritos con un fin literario, sino de todos aquellos textos que han tenido al viaje como el centro de la narración. En realidad estamos hablando de muchos tipos de escritos, de diferentes registros como son cartas, diarios de viaje, crónicas, relatos de viajes científicos, relatos de ficción, novelas históricas, etc.                                                                                                                     Sobre la imprenta Brotton aporta los siguientes datos: “en 1480 las principales ciudades de Alemania, Francia Holanda, Inglaterra, España, Hungría y Polonia contaban con prósperos talleres. Se calcula que hacia el año 1500 estas imprentas habían lanzado entre seis y quince millones de libros en cuarenta mil ediciones distintas; más de lo que se había producido desde la caída del Imperio Romano. Las cifras del siglo XVI son aún más asombrosas. Sólo en Inglaterra se imprimieron diez mil ediciones y al menos se publicaron ciento cincuenta millones de libros para uno población europea inferior a los ochenta millones de personas […] la imprenta impregnó todas las áreas de la vida pública y privada. En sus inicios se publicaron libros religiosos: biblias, breviarios, sermones y catecismos, pero gradualmente se fueron introduciendo obras de carácter secular, como romances, libros de viajes, panfletos, periódicos de formato grande y libros de conducta, en los que se podía aprender de todo, desde medicina hasta los deberes de la esposa (83-84).

3

                                                                                                                    Sobre la idea de los géneros literarios es interesante la reflexión que a continuación hace Noé Jitrik en una entrevista: “Dicho de otro modo: yo descreo de la noción de los géneros, me parece que se trata de otra cosa. Los géneros son sistemas de clasificación puramente externa, que dan lugar a preceptivas, a autoritarismos: cuando se dice que tal texto “no corresponde”, “no es adecuado”, “no sigue las reglas”, etc., a mí me parece autoritario, despótico, anticuado. Lo que hay es otra cosa: son como gestos, es decir, modos de situarse frente al lenguaje. Por ejemplo, unos se sitúan de un modo más explicativo, otros de un modo más descriptivo, otros de una forma más evasiva, en fin, cosas así: son gestos, como los gestos que tienen las personas, muy diversos. La prosa, el lenguaje, se organiza, creo, de acuerdo con estos gestos. A la vez, cada uno de estos gestos puede ser definido y descripto. El gesto narrativo, me parece, conlleva una búsqueda de seducción, de atrapamiento. Ahora bien, ¿cómo se logra? En primer lugar, es un rasgo de estilo que se encuentra entre la oralidad y la escritura, es decir, resume las dos dimensiones y, por lo tanto, podría lograrse ese envolvimiento si la síntesis es adecuada. Si predomina una cosa por sobre la otra hay un desajuste que se nota y ya no envuelve, no seduce. La prosa excesivamente escrituraria, hiperculta, o bien la escritura puramente oral, al cabo de un rato, al no dejarse envolver, son abandonadas. Quizás sea por una incapacidad del lector pero, en todo caso, la síntesis entre estas dos dimensiones es pensable, y en mi caso particular, es lo que trato de hacer, quiero contar de tal manera que parezca narrado oralmente pero, en realidad, está escrito escrupulosamente.” (Moscardi, 2004). 4

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información que permite conocer el rumbo seguido

probaron rutas que no habían sido navegadas por

por los barcos y las circunstancias geográficas y

otros europeos. Se cruzó por primera vez por el

climáticas del viaje. Hay que tomar en cuenta que la

Atlántico hacia el hemisferio sur, donde los

navegación europea hasta principios del siglo XV se

navegantes vieron una bóveda celeste diferente a la

realizaba principalmente en el Mediterráneo o se

conocida por ellos hasta entonces.

trataba de navegación con las costas a la vista. La navegación en el Mediterráneo, que es casi un mar

Los viajes que se realizaban no podrían entenderse

cerrado, supone que es poco el tiempo que se navega

como aventuras personales, eran empresas planeadas

sin ver tierra, unos cuantos días. Los navegantes, en

por monarcas con el apoyo de particulares. Es decir,

realidad

sus

que no se trataba de actividades solitarias, se

entornos

requerían recursos y apoyos institucionales; por lo

recorren

conocimientos

se

rutas refieren

conocidas a

esos

y

específicos.

mismo las iniciativas debían de ser rentables; su valoración se hacía con un sentido pragmático. Se

Lo que sucede a partir de entonces es que españoles

trata también de un esfuerzo continuado por varios

y portugueses principalmente, comienzan a realizar

gobernantes, que también suponía la acumulación

navegaciones en alta mar, es decir, ya no sólo en el

paulatina

Mediterráneo o navegando con tierra a la vista. Esta

conocimientos relacionados con la navegación y la

navegación es mucho más riesgosa y complicada,

cartografía.

de

informaciones,

técnicas

y

porque en medio del océano los únicos referentes visuales que tienen son los astros. El sol y las

Las experiencias de los viajes permitían reconocer

estrellas pueden servir para ubicar, de manera muy

las limitaciones de las embarcaciones, lo que era

aproximada, la latitud en la que se encuentra la

retomado en la realización de modificaciones

embarcación, es decir que tan al norte o al sur se

ulteriores que se hacían en su construcción. Los

localizan. Los instrumentos como el astrolabio o el

viajes se realizaban con el apoyo de cartas de

cuadrante fueron utilizados con este fin, sin

navegación, mapas y portulanos que ofrecían

embargo, con el movimiento de los barcos era muy

información sobre el espacio que se navegaría y sus

difícil tomar medidas precisas. En ocasiones, cuando

condiciones; sin embargo, los mismos viajes servían

era factible se tomaban mediciones al llegar a tierra.

para recabar datos que se utilizaría en la elaboración

Las incursiones en el Atlántico fueron cada vez más

de nuevos mapas, lo que implicaba que así se

frecuentes y permitieron a estos reinos extender el

corregían

comercio y sus dominios a otros territorios. Se

cartográficas que se tenían. La información conocida

y

ampliaban

las

informaciones

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y la que se aportaban eran de vital importancia,

ejemplares y de satisfacer las expectativas de los

podían representar la diferencia entre la vida y la

posibles lectores agregaban elementos fantásticos a

muerte; así que, en ocasiones, dichas condiciones

los relatos dificultando la distinción entre lo verídico

podían ir más allá de las concepciones geográficas

y lo ficticio. Los autores mismos serían en ocasiones

aceptadas.

víctimas de semejantes acciones y en otras, los beneficiarios

de

las

mismas,

exagerando

sus

Los relatos de viaje de la época tienen una

aventuras e integrando en sus relatos elementos que

confección

una

son recurrentes en el género: sirenas, monstruos,

expresión de la imagen del mundo que guarda

caníbales, el Paraíso, etc. En este sentido, Fernández-

todavía muchos elementos medievales, como un

Armesto

registro de hechos y evidencias que no se

historiadores

corresponden con la tradición. Digamos que son

desconocen estas prácticas y conciben la autoría de

muestra de una gran tensión entre lo conocido y la

los

novedad. Pretenden acoplar aquello que, al menos a

contemporáneas:

particular

porque

son

tanto,

critica

textos

y

las

lecturas

autores

como

si

que

han

contemporáneos se

tratara

de

hecho que obras

nuestros ojos, es irreconciliable, se enfrentan ante la imposibilidad de la síntesis. Aunque los relatos dan cuenta de una perspectiva más realista, menos cercana a las elaboraciones fantásticas de épocas previas, no dejan de contener elementos imaginarios propios de la literatura de viajes del pasado. Así que no

pueden

ser

asumidos

completamente

ni

descartados en su totalidad, sobre todo para el lector que no sólo estaría interesado exclusivamente en su grado de veracidad como en el horizonte cultural que traslucen. El

historiador

Felipe

Fernández-Armesto

nos

advierte sobre las complejidades relacionadas con la escritura de viajes y también con su impresión y difusión. Destaca la necesidad de conocer las prácticas editoriales que, con el afán de vender más

La literatura de viajes adolece de un vicio común a todos los textos populares: para vender tiene que impresionar. Dentro de todos los escritores de viajes acecha un Barón de Munchausen, tentado de tomar el pelo a sus lectores y de poner a prueba su credulidad. Los editores se apiñan a su alrededor, como diablillos del dios dinero, haciendo editoriales. A finales de la Edad Media y comienzos de la época moderna, éstas consistían con frecuencia en enormes distorsiones concebidas para que los libros fueran más vendibles: lo que ahora se llamaría , es decir, eliminar cualquier cosa que se considerara demasiado erudita, acompañaba la práctica de : incluir episodios imaginarios o plagiados para darle más sabor a un relato excesivamente poblado de verdad. […] las novelas de caballerías, los relatos de viajes y la hagiografía eran géneros tan imbricados entre sí que resultaba difícil distinguir entre lo extravagante y lo real. De hecho, los lectores se creían los elementos imaginarios de los relatos de viajes auténticos y confundían la fantasía con el trabajo histórico. […] El delirio y el autoengaño también fueron motivos de inspiración para los escritores de relatos

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de viajes. Las lecturas y el capricho distorsionan las percepciones de instruidos e inventivos viajeros. (2008: 140, 141, 143).

posible seguir para observar las transformaciones del género y sus conexiones con los contextos sociales y culturales

Otro importante investigador de la navegación y de

de

los

que

forman

parte

y

que

contribuyeron a crear.

los descubrimientos geográficos, J.H. Parry, sintetiza las dificultades de los lectores de estos relatos, dificultades relacionadas con las características que podían tener los escritos de viajes y que nos permiten, si las tenemos presentes, imaginar el universo literario y simbólico con en el que los estudiosos

y

los

potenciales

exploradores

se

enfrentaban en la Europa del siglo XV. Es interesante que Parry utilice la metáfora del rompecabezas para describir el problema que tenían en frente las personas interesadas en dichas cuestiones. Nos ayuda a imaginarnos algo que, desde la perspectiva del presente es poco probable que entendamos en una primera instancia: las limitaciones del conocimiento sobre el espacio geográfico y los presupuestos de los sistemas de creencias de la época. De modo que el estudio de los cambios culturales relacionados con lo que Parry llama “el descubrimiento del mar” tiene un gran interés para nosotros en la actualidad, porque nos lleva a adentrarnos en los procesos sociales de construcción de las representaciones del mundo. Por ello, la lectura crítica de la literatura de viajes del pasado, debe ir más allá de una perspectiva “lineal” o epistemológica que sólo se concentre en evaluar el grado de realismo o congruencia con la realidad de estos relatos. Son interesantes porque nos hablan de una tradición de escritura de muchos siglos que es

El mundo que revelaron estos libros [de viajes] era un rompecabezas geográfico, una colección de datos sin relación entre sí y a menudo imposibles de verificar. Naturalmente, las personas inteligentes querían conocer la forma de resolver el rompecabezas, querían tener una imagen general del mundo que mostrase la relación geográfica entre un país y otro y entre ambos y el mar que los rodeaba; las dimensiones del mundo; la proporción entre la tierra y el mar que cubrían su superficie; la medida en que la tierra era habitable y el mar era navegable en las partes desconocidas del mundo. […] La Europa de finales de la Edad Media produjo muchos escritos y muchas especulaciones sobre cosmografía y geografía. La teoría geográfica encontró expresión gráfica en grandes mappae-mundi tales como los mapas de Ebstorf y Hereford con su Jerusalén central y sus continentes dispuestos de forma simétrica: mapas de alcance universal, de espléndida ejecución y, a efectos prácticos, inútiles. No estaban pensados para utilizarlos ni, por supuesto, para orientarse; estaban pensados para mostrar el equilibrio y la simetría que la ortodoxia exigía en un mundo cuya ordenación era de origen divino. Contrastan notablemente con las cartas de navegación prácticas que se inscriben en el estilo portulano; hasta el siglo xv no tuvo lugar un acercamiento de las dos tradiciones cartográficas (Parry, 1991: 87).

A su vez, las narraciones se encuentran atravesadas y compuestas por las circunstancias e intereses políticos y religiosos que están presentes para cada uno

de

los

casos.

Las

descripciones

e

interpretaciones de los acontecimientos, lugares y seres con los que se topan los navegantes y autores de los relatos deben ser ejemplo de la fidelidad que

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éstos deben a sus señores. Comunicar por escrito lo

salvajes que estaban más allá del mundo conocido

presenciado

de

hasta entonces y que a continuación se avocaron a

deliberación. La suerte del narrador y las opciones

dominar, primero a través de la retórica de

que se ponen sobre la mesa para que las autoridades

superioridad europea y después a con los medios del

definan sus acciones futuras, dependen en cierta

poder técnico-militar. Simultáneamente, advirtieron

medida de la construcción de las frases y de la

a los lectores acerca de las maravillas del Nuevo

credibilidad que transmitan. Los textos apelarán a la

Mundo; de las inmensas extensiones de mar que

imaginación, la sensibilidad, la bondad, el temor, la

había que recorrer; de las islas de inesperada belleza

ambición, el orgullo, el juicio y la fe de los

que se encontraban al cruzar el Atlántico hacia el

interlocutores. Buscarán satisfacer las expectativas

oeste; de la desbordante vegetación que cubría esas

depositadas en tales aventuras colectivas; propiciarán

tierras; del colorido de las aves y de su cautivante

la perplejidad, pero no al punto del pasmo.

música; de la prístina bondad y desinterés de los

supone

un

ejercicio

íntimo

habitantes de las islas, de sus cuerpos desnudos y A pesar de las proezas de los navegantes, que en

bien formados.

ocasiones parecen estar más allá de las posibilidades del resto de los mortales -al menos de las de algunos

De ahí que los navegantes y pasajeros letrados que

de nosotros, sobre todo por lo que había que soportar

relataron esos viajes y encuentros históricos, que a

en esos largos viajes en altamar; a pesar de los

veces parecen más narraciones ficticias por lo

sacrificios y las penurias sufridas, el relato debe

extraordinario de los acontecimientos que ahí

inspirar confianza en las propias fuerzas. El relato

anotaron, tuvieron que echar mano no sólo de sus

escrito y la noticia -que corre de voz en voz- del

conocimientos náuticos, astronómicos y geográficos,

regreso de las naos al puerto de partida, debe abrir la

fue imperioso que recurrieran y llevaran al límite sus

ruta para las próximas expediciones y proyectos de

habilidades descriptivas, poéticas y hermenéuticas;

conquista de los monarcas.

como lo expresa Todorov “… el autor típico del relato de viaje no es un escritor profesional; es

Los relatos de que hablamos tuvieron también

alguien que coge la pluma casi a pesar suyo, y

capacidad performativa; es decir, contribuyeron a

porque se siente portador de un mensaje excepcional;

conformar un imaginario acerca de los parajes

cuando ya lo ha librado, él se apresura a volver a su

encontrados; en algunos casos reafirmaron los

existencia normal de no-escritor” (1993: 100).

elementos constitutivos existentes en el imaginario medieval acerca de las tierras lejanas y los pueblos

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Por momentos es factible reconocer en la lectura que

Como lo refiere un estudioso alemán de la literatura

el narrador no encuentra las palabras, y sólo nos

de viajes que trabaja desde una perspectiva

remite a su estado de estupefacción, dejando al lector

hermenéutica:

la acción de completar las frases y de crear las imágenes, inevitablemente insuficientes y borrosas, que completarían la escena. Los navegantes que detentaban tal oficio por su experiencia en el mar, por el conocimiento de los

No sólo el relato de viajes, sino que también el propio viaje se convierte en un diálogo permanente con otros relatos de viajes. Sus resultados, experiencias y, a veces también, sus personajes y figuras se ponen en movimiento y se llenan de nueva vida. La intertextualidad se presenta como modelo de movimiento (Ette, 2001: 54).

vientos y las mareas, del funcionamiento de la

Conviven en las mismas páginas el lenguaje llano,

brújula, la forma de utilizar el astrolabio para anotar

sobrio y lúcido con frases delirantes, visiones

la latitud y asignar la posición en un mapa, etc., de

imposibles y teorías que chocan con la racionalidad

pronto se veían a sí mismos transfigurados en

moderna. La confusión y el autoengaño no están

hombres de letras que debían dejar constancia escrita

ausentes;

de sus experiencias e impresiones. Dividían su

comunicación y entendimiento entre los europeos y

tiempo entre la conducción de los barcos y la

los habitantes de las tierras “descubiertas” serán

supervisión de las expediciones en las costas con el

comunes y tendrán consecuencias de todo tipo.

trabajo de escritura.

Cuando Colón intenta comunicarse con los nativos lo

la

novedad

y

los

problemas

de

hace las más de las veces con el afán de confirmar Los más célebres entre ellos, los viajeros-escribas,

sus prejuicios acerca de las tierras que ahí se hallan

eran también afectos a la lectura de libros de viajes.

(la isla de Cipango, Asia o las Indias, el continente)

Así

serán

y de lo que en ellas se puede encontrar (oro, el Gran

completamente nuevas; somos testigos lejanos de

Khan, caníbales, islas donde sólo viven mujeres,

una espiral de fabulaciones y descripciones que se

hombres con cola, etc.).

que

sus

creaciones

retóricas

no

refieren tanto al mundo y las experiencias como a un conjunto de textos leídos que viven en la mente del

Para finalizar tomemos un extracto del diario de a

viajero e inevitablemente inundan sus sensaciones,

bordo de Colón en el que podemos destacar algunos

juicios y acciones. Quijotes del mar.

pasajes que nos ayudan a ilustrar la idea referente a las dificultades lingüísticas con que se podían topar los viajeros al intentar entrar en los detalles de lo que se presenció. En realidad, el diario de Colón, el

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original se ha perdido; lo que ha llegado hasta

Como vemos, las analogías no bastan, las palabras y

nosotros es la copia que del original realizó Fray

testimonios siempre son insuficientes, sin embargo,

Bartolomé de las Casas; las Casas relata los pasajes

no dejan de ser una fuente de estudio de gran riqueza

del texto en tercera persona refiriéndose a “el

que, como vimos aunque su estudio conlleva sin

Almirante” y en ocasiones, seguramente cuando a su

ciertas dificultades, no por ello habría que renunciar

juicio se trata de algo importante, copia de manera

al análisis de esos otros textos, algunos más bien

textual lo que dice Colón en su redacción –estos

marginales en el campo de la literatura occidental.

últimos fragmentos aparecen en cursivas en la

Como lo refiere Peter Sloterdijk, la filosofía ha

edición que consulté. En el diario del primer viaje, el

dejado de lado el estudio de los medios; según su

17 de octubre de 1492, se lee:

punto de vista la historia, a partir de los siglos XV y XVI

…En ese tiempo anduve así por aquellos árboles, que eran la cosa más hermosa de ver que otra cosa que haya visto, viendo tanta verdura en tanto grado como en el mes de mayo en el Andalucía, y los árboles todos están tan disformes de los nuestros como el día y la noche; y así las frutas y así las hierbas y las piedras y todas las naturalezas de otros que hay en Castilla; por ende había muy grande diferencia, y los otros árboles de otras maneras eran tantos que no hay persona que lo pueda decir ni asemejar a otros de Castilla. La gente toda era una con los otros ya dichos, de las mismas condiciones y así desnudos y de la misma estatura, y daban de lo que tenían por cualquier cosa que les diesen… (2003: 116).

El 27 de noviembre de 1492, el diario relata:

tienen que ver con el elemento marítimo, de

modo

que

nos

habla

de

una

revolución

oceanográfica. Los viajes de Colón, Vespucio, Magallanes, Vasco de Gama y otros, junto con los relatos que a partir de ahí se sucedieron, cambiaron el curso de la historia y nuestra imagen del mundo. Con la circunnavegación de Magallanes y Elcano, y el texto de Antonio Pigafeta, la imagen de la Tierra como un globo se reforzó y confirmó. A diferencia de lo que se pensaba, no sería el espacio predominantemente terrestre, sino como Sloterdijk nombra uno de los capítulos de su obra se trata de un

… Andando por ella fue cosa maravillosa, y las arboledas y frescuras, y el agua clarísima, y las aves y amenidad, que dice que le parecía que no quisiera salir de allí. Iba diciendo a los hombres que llevaba en su compañía que, para hacer relación a los Reyes de las cosas que veían, no bastarían mil lenguas a referirlo, ni su mano para lo escribir, que le parecían que estaba encantado. Deseaba que aquello vieran muchas otras personas prudentes y de crédito, de las cuales dice ser cierto que no encarecieran estas cosas menos que él (2003: 151).

“mundo de agua”.

Bibliografía Brotton, J. (2003), El bazar del Renacimiento. Sobre la influencia de Oriente en la cultura occidental, Barcelona: Paidós. Céspedes del Castillo, C. (1999), “Los libros de viajes y la expansión de Europa”, en Ensayos sobre los reinos castellanos de Indias, Madrid: Real Academia de Historia, pp. 89-116.

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Navegar y narrar, aproximaciones a la literatura de viajes en la era de los descubrimientos geográficos

Colón, C. (2003), Diario de a bordo, Edición de Luis Arranz Márquez, Madrid: Dastin. Colón, C. y A. Vespucio (2004), El Nuevo Mundo, México: Universidad Nacional Autónoma de México. Ette, O. (2001), Literatura de viaje. De Humboldt a Baudrillard, México: Facultad de Filosofía y Letras / Universidad Nacional Autónoma de México / Servicio Alemán de Intercambio académico. Fernández-Armesto, F. (2008), Américo. El hombre que dio su nombre a un continente, Barcelona: Tusquets. Parry, J. H. (1991), El descubrimiento del mar, México: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes / Grijalbo. Pratt, M. L. (2010), Ojos Imperiales. Literatura de viajes y transculturación, México: Fondo de Cultura Económica. Sloterdijk, P. (2007), En el mundo interior del capital. Para una teoría filosófica de la globalización, Madrid: Siruela. Soler, I. (2003), El nudo y la esfera. El navegante como artífice del mundo moderno, Barcelona: Acantilado. Todorov, T. (1993), “El viaje y su relato”, en La morales de la historia, Barcelona: Paidós, pp. 91-102.

Referencias electrónicas Moscardi, M. (2004), “Conversaciones con Noé Jitrik”. Espéculo. Revista de estudios literarios, 9 (24), consultado el 2 de agosto de 2010, disponible en: http://www.ucm.es/info/especulo/numero27/jitrik.html

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