NÍGER, UN AÑO DESPUÉS
Foto: Susana Vera
EL ÚLTIMO LUGAR DEL MUNDO Dossier para medios de comunicación Junio 2006 www.accioncontraelhambre.org
Mujeres que hacen fila para conseguir comida, niños famélicos manteniendo un pulso a la muerte, cuerpos de animales que se derrumban a los lados de secos caminos… Níger ha vivido desde junio de 2005 escenas dramáticas, las de la peor crisis alimentaria de los últimos diez años. Este año las cosechas han sido mejores pero las secuelas de la crisis aún se hacen sentir. El país más frágil del mundo, el último en la lista de desarrollo humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, intenta despojarse de la pobreza extrema que hace que lluvias y otros elementos externos puedan convertir, en cualquier momento, la pobreza en hambruna. Níger sigue necesitando apoyo. No sólo para paliar la crisis. Es tan o más importante impedir que algo así vuelva a ocurrir en el futuro.
1. CRONOLOGÍA DE UNA CRISIS ANUNCIADA 2. ¿POR QUÉ LA CRISIS? 3. UN AÑO DE ESFUERZOS 4. UN PRESENTE MENOS PESIMISTA PERO FRÁGIL 5. ACF ACTÚA 6. RECOMENDACIONES PARA UN FUTURO MEJOR
1. CRONOLOGÍA DE UNA CRISIS ANUNCIADA
Septiembre 2004: El sistema de vigilancia de Acción contra el Hambre en Malí, país vecino de la franja del Sáhel, detecta una creciente presión sobre los escasos pastos disponibles y una cosecha agrícola insuficiente. Octubre 2004: El Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advierten que tres millones de personas están amenazadas por el hambre. El país ha recogido la peor cosecha de los últimos diez años. Noviembre 2004: El Gobierno de Níger lanza un llamamiento de ayuda internacional de 78.000 toneladas de cereales. Enero 2005: las ONG que trabajan con Centros de Nutrición en el país empiezan a encontrar un alarmante aumento de casos de desnutrición severa. Las tasas de desnutrición global superan el 13%, porcentajes que habitualmente se producen unos meses después, en el periodo justo antes de la cosecha en el que se agotan las reservas familiares. Mayo 2005: Naciones Unidas hace un llamamiento de emergencia a la comunidad internacional por valor de 13 millones de euros. El Primer Ministro de Níger vuelve a apelar a la comunidad internacional a finales del mismo mes. Junio 2005: los medios de comunicación desembarcan en el país mostrando al mundo entero los cuerpos desvalidos de los niños que padecen desnutrición severa y enfermedades asociadas. La comunidad internacional empieza a reaccionar. La ayuda llega tarde, numerosas ONG cuestionan además su suficiencia. Diciembre 2005: los actores del desarrollo critican la posición ambigua del Gobierno de Níger sobre las dimensiones de la crisis. Éste acusa al Programa Mundial de Alimentos y a las ONG de no haber contado suficientemente con las instituciones gubernamentales en la gestión de la ayuda. Enero 2006: Acción contra el Hambre insiste en la necesidad de, más allá de la respuesta de emergencia, poner en marcha programas a medio y largo plazo para que la población desarrolle una capacidad de respuesta a una crisis recurrente en este país al sur del Sáhel.
2. ¿POR QUÉ LA CRISIS? Sin lugar a dudas la pobreza ha sido la principal causa de la crisis de 2005. Níger era hace un año el penúltimo país de la lista de índice de desarrollo humano elaborada cada año por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Hoy es el último. Datos como los siguientes hacen de Níger un país en una situación de extrema vulnerabilidad:
La pobreza es, sin lugar a dudas, la principal causa de la crisis
Esperanza de vida al nacer: 44,4 años Mortalidad infantil: 131 ‰ Tasa de alfabetización: 14,4 % Población por debajo de la línea de pobreza: 63% Población sin acceso a agua potable: 54% Población sin saneamiento básico: 88% Tasa de desnutrición: 34%
Cualquier factor externo, como el déficit de lluvias de 2004 o la plaga de langostas del desierto que asoló gran parte de sus campos, provoca fácilmente, en este escenario, una ruptura total de los medios de vida de la población. Por otra parte estamos hablando de un contexto medioambiental y social extremadamente frágil para el que la población no tiene una adecuada capacidad de respuesta: “La población – explica Carole Lambert, Responsable de Seguridad Alimentaria para Níger de Acción contra el Hambre- encuentra cada vez más dificultades para hacer frente a los periodos de soudure1, presos de un círculo vicioso de empobrecimiento y endeudamiento del que difícilmente pueden escapar”. Las soluciones a este problema, que tienen mucho que ver con el desarrollo sostenible, una mejor gestión del entorno, organizaciones campesinas fuertes e innovaciones técnicas sencillas y rentables, están, simplemente, fuera de su alcance. Esta situación se degrada mientras el desierto avanza: la biomasa se reduce El desierto significativamente desde 1998 y la población no ha parece imparable dejado de aumentar en los últimos 20 años.
Lluvias y langostas fueron sólo los factores desencadenantes
en el Sáhel
Las lluvias escasas y mal repartidas en la región y la plaga de langostas no han sido los únicos En el departamento de factores anormales en 2005 que han provocado Tahoua un saco de mijo ha llegado a costar este año que la pobreza desemboque en crisis. El precio 30.000 francos CFA (45 del mijo en los mercados locales ha sido euros, un 300% del precio decisivo. Han sido los precios más elevados en habitual los últimos trece años pese a que la producción de cereales no había variado significativamente. El mijo y el sorgo, los cereales que constituyen la dieta básica en el país llegaron a costar un 80% más que el precio medio entre 2000 y 2004. Las dificultades para circular las mercancías y la especulación de los comerciantes están en la raíz misma de esta situación. 1
Se conoce con el término francés “soudure” al periodo que se produce entre que se agotan las reservas de una cosecha y la próxima cosecha.
Lo constataba desde Niamey, en agosto de 2005, el Director General de Acción contra el Hambre, Olivier Longué: “estamos ante una crisis moderna. Mientras que en una crisis tradicional el problema es la ausencia de alimentos, aquí y ahora estamos en un país en el que hay alimentos en los mercados pero la gente no puede permitirse pagarlos”.
Los precios exorbitantes en los mercados locales han protagonizados los últimos 12 meses
No sólo los precios de los cereales se vieron trastornados, también los del ganado. A medida que las familias se veían obligadas a desprenderse de sus animales (animales, por otra parte cada vez más debilitados por la falta de pasto) para comprar alimento el precio de éstos se precipitaba hasta niveles irrisorios.
Mientras el Sáhara continúe penetrando la franja del Sáhel, se hace prioritaria la explotación sostenible de los escasos rescursos hídricos en la zona. Pero la deforestación se halla en el corazón mismo de la pobreza: “sólo luchando contra la miseria la gente podrá entender la importancia de dejar de talar los pocos árboles que existen, explica Amadeu Lientermat, técnico forestal.
3. UN AÑO DE ESFUERZOS La respuesta local Para afrontar la crisis la población local adoptó una serie de mecanismos de supervivencia tales como:
La población ha adoptado mecanismos desesperados de supervivencia que han dejado secuelas
Búsqueda de fuentes de alimentación en lugares poco habituales o alternativos, en detrimento del cuidado de los campos para la próxima cosecha Migraciones: numerosos varones abandonaron sus comunidades para venderse como mano de obra barata en países vecinos como Nigeria. Este hecho derivó también en una menor atención a las labores agrícolas de las que tuvieron que hacerse cargo las mujeres Reducción de las raciones de comida y mayor espacio entre unas y otras Descapitalización: numerosos hogares se vieron obligados a vender sus animales (a precios cada vez menores) y tierras para conseguir alimento. La pérdida de propiedad de la tierra es una salida desesperada que puede acarrear serias consecuencias en el largo plazo Endeudamiento: más del 72% de los hogares de que viven del pastoreo y el 60% de los hogares de agricultores comenzaron 2006 con una deuda media de entre 80.000 y 170.000 francos. Esta deuda ha sido especialmente grande en la región de Tahoua.
Muchos de estos mecanismos no eran nuevos pero se vieron “amplificados” de manera especial durante 2005.
Numerosas familias tuvieron que vender sus animales para comprar alimento. “Pero para un tuareg la pérdida de un animal, es algo muy importante: puedes llegar a enloquecer porque los animales significan la vida y cuando los vendes crees que has perdido la vida”, explica Ibrahim Moamed, tuareg
La respuesta de la comunidad internacional y del Gobierno
La comunidad internacional reaccionó tarde ante una crisis no repentina pero anunciada
La comunidad internacional reaccionó a partir de julio y movilizó ayuda a través de las agencias de Naciones Unidas y de las ONG pero hoy podemos afirmar que reaccionó tarde y reaccionó mal. Así nos lo explica nuestra Jefa de Misión en Níger, Patricia Hollebecque: “al no tratarse de una crisis brusca, provocada de un día a otro, la comunidad internacional perdió demasiado tiempo preguntándose si se trataba de una crisis estructural o coyuntural, o si la intervención requerida era de emergencia o de desarrollo…” Toni Martínez-Piqueras, Responsable Geográfico para África de Acción contra el Hambre puntualiza: “las ONG presentes en el terreno empezamos a sentir meses antes los síntomas de degradación de la seguridad alimentaria. Pedimos entonces que se pusieran en marcha acciones de mitigación para evitar que todo ello tuviera un impacto en la situación nutricional pero esta llamado tuvo una tímida respuesta por parte de la comunidad internacional”. Toni insiste, no obstante, en “la necesidad de mejorar los sistemas de vigilancia y alerta de la inseguridad alimentaria, para que podamos, nosotros y la población, anticiparnos a futuras crisis”
Una vigilancia y alerta reforzadas nos permitirá enfrentarnos adecuadamente a crisis en el futuro Cuando el Programa Mundial de Alimentos y el Gobierno de Níger hicieron el llamamiento internacional la situación ya había degenerado en emergencia.
La reacción ha impedido que ahora estemos viviendo escenas como las de hace un año
“A partir de ese momento – relata Patricia- la coordinación entre las ONG fue muy buena, desarrollamos lazos de solidaridad muy fuertes entre nosotros y pusimos todos nuestros esfuerzos en coordinarnos para poder complementarnos en las distintas acciones en que cada organización estaba especializada”. Esto permitió no sólo salvar de la muerte a más de 300.000 niños desnutridos sino atenuar las secuelas de la crisis: “las distribuciones de raciones familiares y de insumos agrícolas y los programas de alimentos por trabajo han permitido a las familias reducir su deuda y tener unas reservas mínimas de alimentos. Sin estos resultados podemos estar seguros de que hoy estaríamos viviendo la misma situación que hace un año”.
4. UN PRESENTE MENOS PESIMISTA PERO FRÁGIL
La cosecha ha sido bueno pero los niveles de desnutrición siguen siendo altos
Los datos nutricionales no son hoy tan alarmantes como los de hace un año, pero la situación en Níger no es precisamente boyante. La cosecha ha sido mejor que la de 2005 paro las cifras de desnutrición y mortalidad infantil siguen estando en el umbral de la alerta en muchas zonas y en algunas han entrado ya en el umbral de la emergencia. Desnutrición aguda global Zona Agrícola Zona agropastoral Zona pastoral
10,6% 12,1% 16,9%
Aunque el periodo más duro aún no ha llegado (en Níger el periodo conocido como soudure o carestía se produce entre julio y octubre, cuando se recolecta la cosecha de mijo y sorgo), las cifras no son tan graves como las de hace una año. “De todos modos muy pronto, con la llegada de las primeras lluvias, las madres empezarán a trabajar sus campos y no podrán ocuparse de la cocina… el niño tendrá entonces que arreglárselas por su cuenta o comer sólo una vez al día, como el resto de la familia… esto hará subir, con toda probabilidad, las admisiones de casos de desnutrición severa en nuestros Centros Terapéuticos”, explica Isabelle Vandenbroucke, quien coordina desde agosto los centros de nutrición de Acción contra el Hambre en Níger.
Cualquier elemento exterior podría romper el delicado equilibrio de las familias endeudadas
Entramos ahora, y hasta octubre, en el periodo más duro
Cualquier nuevo elemento puede venir a quebrar los frágiles medios de vida de la población, por lo que es indispensable hacer un seguimiento continuo y estricto de la situación nutricional. Aún se padecen, por otra parte, las secuelas de la crisis de 2005. Aunque la cosecha 2005 ha sido, en general, buena, las familias más vulnerables afrontan los próximos meses con un nivel de endeudamiento considerable (el 60% de los hogares están hoy endeudados) y con su capital animal mermado (los pastores perdieron el 25% de sus animales el pasado año). Los precios del cereal en los mercados siguen siendo altos. En Mayahi, una de las zonas más castigadas por la crisis, el precio del mijo ha aumentado ligeramente (10%) Los precios de los cereales son un 12,5% superiores a la media nacional entre 1993 y 2004 pero son un 30% más bajos que hace un año. Podemos prever ya que en julio y agosto, cuando los precios en los mercados suelen ser más altos, las familias reducirán su alimentación diaria. En definitiva, de aquí a octubre llega, como cada año, el momento más duro, sobre todo para las familias que se dedican exclusivamente a la agricultura. Las penurias y dramas de 2005 están muy presentes en la mente no sólo de la población sino también en la de las organizaciones que seguimos en la zona. Vigilaremos muy de cerca la situación porque en cualquier momento un nuev alza de precios por la especulación, una mala temporada de lluvias o algún problema de salud animal pueden volver a hacer que la pesadilla de hace un año se repita.
5. ACF ACTÚA Acción contra el Hambre, presente en Níger desde 1997 con programas de seguridad alimentaria y nutrición puso en marcha su dispositivo de emergencia en el mes de junio de 2005.
Nutrición, en los últimos doce meses: Hemos tratado a 3.220 niños con desnutrición severa en nuestros Centros de Nutrición Terapéutica 35.009 con desnutrición moderada han recibido suplementos nutricionales Programas de educación nutricional Seguimiento del estado nutricional Formación de personal sanitario para el tratamiento de la desnutrición Los niños con desnutrición recibían una tratamiento en tres fases en los Centros de Nutrición de Acción contra el Hambre
Seguridad alimentaria, en los últimos doce meses: 36.687 familias (unas 293.000 personas) con niños menores de cinco años recibieron raciones secas de alimentos compuestas por CSB (una mezcla de harina de maíz y soja), dos litros de aceite y cuatro kilos de azúcar. En total han sido distribuidas 95.508 toneladas de alimentos A través de programas de 36.687 familias recibieron ayuda alimentaria “alimentos por de Acción contra el Hambre trabajo”, en los
que los más vulnerables reciben alimento como contraprestación a la realización de trabajo para la comunidad (cortafuegos en el campo, recuperación del suelo para una mejor retención del agua), 8.760 personas se beneficiaron de 95.508 toneladas de alimentos Seguimiento de la seguridad alimentaria y análisis de las causas de inseguridad alimentaria Formación para una diversificación de la dieta: promoción de cultivos de huerta. Para ello se han distribuido 9.254 sacos de semillas, 1.562 conjuntos de aperos de labranza y 222 kg de fertilizantes a 2206 madres cuyos hijos han sido recuperados en los Centros de Nutrición Terapéutica de Acción contra el Hambre Formación sobre técnicas agrícolas: parcelas demostrativas de nuevos tipos de cereales, productos de huerta, promoción y suministro de insumos veterinarios
En estos 12 meses hemos recaudado para Níger 3.645.733 euros. El 85% de esta cantidad ya ha sido ejecutado y el restante lo será en los próximos meses. Todo ello fue posible gracias a la financiación del Servicio de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO), la cooperación francesa, la cooperación británica (DFID), la cooperación noruega, la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), el Gobierno de Navarra, la Generalitat catalana, la Junta de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento de Madrid y las donaciones de nuestros socios y colaboradores.
6. RECOMENDACIONES PARA UN FUTURO MEJOR Desde nuestra experiencia en el terreno y nuestro saber hacer en el ámbito de la nutrición y la seguridad alimentaria, Acción contra el Hambre recomienda a la comunidad internacional:
Es necesario trabajar más allá de la emergencia, con programas a largo plazo que instalen una capacidad de respuesta local y autónoma
En el corto plazo, continuar tratando los casos de desnutrición en los menores de cinco años con programas de urgencia En el medio y largo plazo poner en marcha acciones de desarrollo sostenible integrales que miren a reforzar la capacidad de respuesta local de la población, para que puedan hacer frente de manera autónoma a una crisis recurrente en esta región Cualquier acción, de emergencia y desarrollo, contando desde el primer momento con la participación activa de los actores implicados: autoridades locales y destinatarios. Sólo un enfoque participativo podrá asegurar la sostenibilidad en el tiempo de estas acciones El Gobierno de Níger debe poner en marcha políticas agrícolas, de sanidad, educación y medioambiente dirigidas a garantizar la autonomía y la asunción de responsabilidades de la población. El Gobierno de Níger debe poner en marcha mecanismos de regulación del mercado y comercio de cereales a nivel nacional y regional.
Para recibir más información, material gráfico o imágenes para televisión puede contactar con el Departamento de Comunicación de Acción contra el Hambre: Alicia García –
[email protected] Tlf 91 771 1672 – 609 018 735