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Los PÁJAROS PÍE FUEGO Novela filipina de la guerra
Jesús Balmori Edición de Isaac Donoso Jiménez
Instituto Cervantes
® 2010. Instituto Cervantes de Manila ® Estudio introductorio y notas: Isaac Donoso Jiménez ® CLÁSICOS HISPANOFILIPINOS: Instituto Cervantes de Manila Primera edición Reservados todos los derechos. All rights reserved. Instituto Cervantes de Manila Director José Rodríguez Rodríguez Gestor cultural José M a Fons Guardiola Auxiliar de Cultura Antonio Nartea 855 T.M. Kalaw St. 1000 Ermita MANILA, Filipinas Tlf.:63 2 526 14 82 Fax:63 2 526 14 49 Concepto y coordinación de CLÁSICOS HISPANOFILIPINOS: José M a Fons Guardiol: Consejo asesor de CLÁSICOS HISPANOFILIPINOS: Lourdes Brillantes, Wystan de la Peña, David Hernández de la Fuente, Manuel Pérez Rodríguez, Pedro Aullón de Haro Transcripción del manuscrito: M* Vanessa Afonso Pérez Corrección de textos: Beatriz Álvarez Tardío, Verónica González Alvarez y Jorge Mojar Diseño y maquetación Félix Mago Miguel ISBN 978-971-94151-7-6 ÑIPO: 503-10-078-X Impreso en Filipinas Printed in the Philippines by Eres Printing
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MINISTERIO DE CULTURA
SPANISH
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Instituto Cervantes
Indice vu I Introducción IX
Las Letras Filipinas y la obra de Jesús Balmori
XXXí I N i p p o n : niponofilia balmoriana XLl L
El desengaño orientalista y la destrucción de Asia Los pájaros de fuego: recuperación de una obra capital de las Letras Filipinas
LIX
Fuentes textuales de Los pájaros de
LXIX I Criterios de edición LXXU
Bibliografía Balmoriana
Los pájaros de fuego
LOS PÁJAROS DE FUEGO
fuego
Indice 11
Primera Parte
59
Segunda Parte
107
Tercera Parte
157
Cuarta Parte
LOS PÁJAROS DE FUEGO
CLÁSICOS
HISPANOFILIPINOS
INTRODUCCIÓN
LOS PÁJAROS DE FUEGO
H
CLASICOS H I S P A N O F I L I P I N O S
Las Letras Filipinas y la obra de Jesús Balmori
ejando aparte las noticias esporádicas de andalusíes en Extremo Oriente1, los contactos culturales entre el mundo hispánico y Asia Oriental comienzan de forma concreta con la aparición de españoles en el Archipiélago Filipino en el siglo XVI. Así encontramos el primer libro traducido del chino a una lengua occidental: el Píen Cbeng-cbiao cben-ch'uan Shih-lu. Apología de la verdadera religión por Juan Cobo, O.P., publicado en Manila en 1593 2 . A finales del siglo XVI surgen numerosos esfuerzos por conocer más sobre la cultura china3, lo que llevará a la confección de una obra clásica, la Historia de las cosas más notables, ritos y costumbres 1 Cf. Isaac Donoso, "Al-Andalus and Asia: Ibero-Asian Relations Before Magellan", ídem (éd.), More Hispanic than We Admit. Insights into Philippine Cultural History, Quezon City, Vibal Foundation, 2008, pp. 9-35. 2 Edición de Fidel Villarroel O.P., Pien chengchiao chen-ch'uan Shih-lu. Apología de la verdadera religión por Juan Cobo O.P., Manila, 1593 ¿Primer libro impreso en Filipinas? Reproducción facsímil del original chino impreso en Manila en 1593, hecha sobre el único ejemplar conocido, existente en la Biblioteca Nacional de Madrid, con introducción de Alberto Santamaría O.P., Antonio Domínguez
LOS PÁJAROS DE FUEGO
O.P. y Fidel Villaroel O.P., Manila, Universidad de Santo Tomás, 1986. La obra pionera sobre los primeros contactos culturales hispano-asiáticos fue la de Carlos Sanz, Primitivas relaciones de España con Asia y Oceania, Madrid, Librería General, 1958. Ver un estado de la cuestión actual en José Eugenio Borao, "Observaciones sobre traductores y traducciones en la frontera cultural del Mar de la China (Siglos XVI y XVII)", en Isaac Donoso (éd.), Civilización Filipina y Relaciones Culturales HispanoAsiáticas, Cuaderno Internacional de Estudios Hispánicos y Lingüística, Humacao, Universidad de Puerto Rico (en prensa).
del Gran Reino de la China (1585), de González de Mendoza4. Con el desarrollo de la imprenta en Manila se crearán obras hispánicas dentro del marco asiático5, y se dará forma a un corpus literario barroco totalmente excepcional, ahora sí gestando una literatura patrimonial asiática en lengua española6. La introducción del canon humanístico en la nueva entidad política denominada "Filipinas", la escritura latina, la imprenta, la ciencia occidental y el sistema universitario europeo 7 , promoverán la formación de un nuevo mundo cultural en simbiosis, como se estaba produciendo en el Nuevo Mundo americano. No obstante, Edición moderna en Historia del Gran Reino Manila, Universidad de Santo Tomás, 1951; de la China, Madrid, Miraguano-Polifemo, Ordinationes Generales. Incunable filipino 1990. Sobre las primeras impresiones de China de 1604. Facsímile del ejemplar existente en en el mundo hispánico ver Manuel OUé, "La la Biblioteca del Congreso, Washington, con invención de China: Mitos y escenarios de la un ensayo histórico-bibliográfico por Fr. ]. imagen ibérica de la China en el siglo XVI", Gayo y Aragón, O.P., Manila, Universidad en Revista Española del Pacífico, Madrid, de Santo Tomás, 1954. Polifemo, 1998, VII, núm. 8, pp. S42-S69. Sobre la literatura barroca filipina toda Sobre la imprenta en Manila y los incunabula la investigación está por desarrollar, filipinos véanse: José Toribio Medina, La únicamente existiendo las referencias para Imprenta en Manila desde sus orígenes hasta las fuentes primarias, como José Regalado 1810, Santiago de Chile, [impreso y grabado Trota, Impreso. Philippine Imprints, 1593en casa del autor], 1896; Wenceslao E. Retana, 1811, Manila, Fundación Santiago-Ayala La Imprenta en Filipinas (1593-1810) con Foundation, 1993. Véase una introducción una demostración gráfica de la originalidad a su problemática en Isaac Donoso, "Prosa de la primitiva. Adiciones y observaciones á Barroca Filipina: «Exordio à la Narrativa La Imprenta en Manila de D. /. T. Medina, [1733]», en Revista Filipina, tomo XII, núm. Madrid, Minuesa de los Ríos, 1899; Doctrina 3, otoño 2008 Ua ciataga. labras y sus gestos se pierde confundid» en la armonía vesperal.... I. Una /¡alaga S Toudo, rodeado del mar, cuyas olas . . . V (dices f|ue los doctore* coronadas ordan en sus Han dicho que Sidaiisa? . . . . playas un manto de estrellas ¡>:í lid.is y tem-
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Morosas. Y es esa hora c» (pie sobre los vastos jardines del palacio del Rajâh, se doran y coloran Ins hojas y las flores al declinar del sol.
Otra datagtt. Se muere de mal de ainoi Como se mueren las llore Si» tos Ilesos de la luisa.
"La princesa está triste", cuento dramático de Jesús Balmori de resonancias rubenianas, aparecido en marzo de 1919 en The Philippine Review/ Revista Filipina.
CLÁSICOS HISPANOFILiPINOS
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Portada d e El Libro de mis Vidas Manileñas
(1928)
(Procedencia: B i b l i o t e c a N a c i o n a l d e Filipinas)
LOS PÁJAROS DE FUEGO
Jesús Balmori nació en el barrio manileño de Ermita el 10 de enero de 1886. Estudió en el Ateneo Municipal y obtuvo su bachillerato en 1900 en el Colegio de San Juan de Letrán. Después df trabajar como abogado, decidió dedicarse a la prensa y a la literatura La prensa filipina en español vivía sus mejores momentos, y Balmori fue uno de sus más activos colaboradores. Así, puede ser considerado como uno de los escritores filipinos más prolíficos. No sólo escribía para sí mismo, sino que se creó también un alter ego burlón de una prolijidad casi similar. "Batikuling" firmará gran cantidad de columnas poéticas satíricas16, ciclos que se agruparán conformando verdaderos y deliciosos libros sobre la vida político-social de la época". Empleará también otro pseudónimo, está vez con nombre más señorial —"Julio Brial"— sobre todo para reimprimir obras anteriormente aparecidas en otros lugares18. A la edad de 17 años publicó un libro revolucionario de la lírica filipina: Rimas Malayas™. Sería definitivamente en 1908 cuando su "Batikuling: A small tree with elliptical to oblong-elliptical leaves, small, yellowish flowers, also knows as pusu-pusò (Litsea Glutinosa}", en Vito C. Santos, FilipinoEnglish Dictionary, Manila, National Book Store, 1978, p. 146. Sin duda el significado para Balmori era otro. En entrevista realizada en septiembre de 2008 en el Hogar San Joaquín sito en la calle Maytubig de Malate, su propia sobrina, Teresita Balmori Mateu, recuerda cantarle una canción sobre Batikuling que concluía como diablillo. Él mismo se encargó de definir el concepto: "BATICULING: Notabilísimo escritor humorístico. Futuro pluscuamperfecto de todas las niñas paput. Presente de indicativo de todos los mamarrachos. Pretérito pasado del verbo ginebrear", en Baticuling, "Enmiendas a un diccionario", en Aray, 27 de Diciembre, 1923, año I, num. 9, p, 6. También aparecieron anuncios revelando el misterio: "Dr. Batikuling. Especialista en
toda clase de dolencias. Tratamiento rápido para casos crónicos de "spleen" y "tedio". Consulta: Todos los sábados gratis a los pobres... de espíritu", en Batikuling, sábado 8 de noviembre, 1936, p. 15. Los semanarios satíricos Aray y Batikuling estaban dirigidos por Jesús Balmori bajo su pseudónimo burlesco. Logró reunir en volumen El Libro de mis Vidas Manileñas, Manila, Manila Gráfica, 1928, con columnas anteriormente aparecidas en La Vanguardia. Véase reseña de la época en "Bibliografías «Vidas Manileñas» por Jesús Balmori", en Excelsior, 30 de Junio, 1929, núm. 832, p. 2S. En este caso se podrán producir modificaciones entre los textos, como en el cuento "Bienaventurados los humildes", aparecido en tres publicaciones diferentes. El valor de esta obra consiste en la creación de una estética del mundo filipino a partir del Modernismo hispánico, adelantándose a obras clave de las Letras Filipinas como Crisálidas
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HISPANOF1LIPINOS
nombre se hizo notorio en la escena literaria manileña al desafiar a los poetas filipinos más consagrados. En el concurso literario del Día de Rizal ganó, bajo pseudónimo, los tres primeros premios, con sus poemas Spes, Vae Victis e Himno a Rizal, lo que originó una polémica en verso con Cecilio Apóstol20. A partir de este momento Jesús Balmori pasará a ser figura principal de la creación poética filipina y, dada la orientación modernista que adquirían sus composiciones, Retana le dedica una atención preeminente en su crítica al Modernismo: Á Jesús Balmori, uno de los poetas más jóvenes, le incluyo entre los que más llegarían á valer; pero el ataque de modernismo fulminante que padece no sé si le dejará seguir viviendo. Balmori no ha salido de su patria, y, sin embargo, vive mentalmente en París, en el París misterioso, trágicamente bohemio, del Barrio Latino... Balmori quiere á toda costa ser un parisino enfermo, y enfermo se ha puesto, por pura espiritualidad, porque no concibe ser poeta si no es muñéndose de tristeza, de tristeza parisina. Eso de la bohemia, del Barrio Bohemio que él no conoce, le embriaga. Y aun en cantos tan gallardos como ¡Excelsior!, en que alardea de patriota, mete á mazo la bohemia... y hace bohemios á Talión y Prometeo [...] He cargado la mano de la censura en Balmori, porque Balmori tiene el alma de poeta, vale, y se está "tirando á matar" á consecuencia de haberse creado a sí mismo un ambiente falso y antifilipino; y la crítica justa debe pedirle cuentas de tan sensible aberración. En Balmori luchan el espíritu, que es el de un (1914) de Femando María Guerrero o Bajo los cocoteros (1911) de Claro Mayo Recto. He aquí, a título de ejemplo, el inicio del poema Rima malaya: "Era la noche tropical de oriente / alumbrada por luna soñolienta / brillaban fugaces mil relámpagos / y el trueno retumbaba con violencia / Mudo el jardín, las aves dormitaban / en sus nidos
LOS PÁJAROS DE FUEGO
de plumas y de hojas / y las auras calladas susurraban / girando entre los lirios y las rosas / Con pie dudoso y vacilantes manos / trepé la verja de dorados hilos / el céfiro traíame en sus alas / el trémulo rumor de sus suspiros" (Rimas Malayas, Manila, [s.p.], 1904, p. 179). 20 Estanislao Alinea, op. cit., pp. 111-117.
buen patriota, y el cerebro, que es el de un parisiense de doublé: y como pone su voluntad al servicio del cerebro, resulta que muchas de sus composiciones son... un verdadero dolor21. Los elementos que Retana critica pueden observarse, a título de ejemplo, en el tipo de prosa empleada en el cuento "País de ensueño", donde aparecen todos los adornos del esteticismo modernista: "Se alejó la princesa, se alejó lentamente del pomposo y maldito jardín de amor. Heráldica celeste. Sobre gules radiaba Venus —lampadario de oro— y enarcaba el novilunio su gran ceja de azur, como el arco de luz de un sagitario que asaetara en los ámbitos durmientes, al monarca vencido que se alejaba huyendo..." 22 . Sin embargo, en el caso de Filipinas, la estética del Modernismo será el vehículo fundamental en la creación de una estética propia que contenga un ideario político basado en la idea de nación. El creador modernista filipino no necesitaba la evasión a paraísos exóticos y orientales, es decir, no necesitaba crear un Orientalismo desde Oriente. El Modernismo, en el Archipiélago, W. E. Retana, De la evolución de la literatura castellana en Filipinas. Los poetas, cit., pp. 31-34. Dentro de esta misma línea, Guillermo Gómez Windham señaló en la obra balmoriana una dicotomía entre la faceta satírica y periodística y la faceta hedonista y lírica: "Balmori, [...] fué un poeta complejo, cuyo genio tuvo más de una faceta y en cuya lira vibró más de una cuerda. Tan pronto era el aeda dulce y soñador que cantaba los anhelos de las almas sencillas, como en brusca transición se transformaba en el bardo irónico, con uñas escondidas en fundas aterciopeladas igual que los felinos, o el satírico implacable que rimaba apostrofes catilinaríos o burlas rabelesianas, Tal día hacía brotar lágrimas de nuestros ojos; tal otro hacía surgir ampollas y cardenales en nuestra piel. Como el Dr. Jekyll en la novela de Stevenson, tenía dos
personalidades claramente diferentes y opuestas que nunca llegaron a confundirse. En ciertas horas era "el divino Jesús" como le apodábamos a veces con cariñosa ironía recordando su excelso nombre patronímico; en otras era "Batikuling" el diablejo burlón e irrespetuoso, el iconoclasta procaz", en Discurso radiado de D. Guillermo Gómez, de la Academia Filipina, Correspondiente de la Española, en el primer aniversario de la muerte del poeta, en Semana. Revista ¡lustrada Hispano-Filipina, Manila, 2 de junio de 1949, vol. I, núm. 24, pp. 11-14. 22 jesús Balmori, "País de ensueño", en Excelsior, Manila, 30 de Mayo, 1907, pp. 685-687, en Pilar E. Marino, Philippine Short Stories in Spanish. 1900-1941, Quezon City, Universidad de Filipinas, 1989, p. 46.
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SEMANARIO SATÍRICO
Enterrados Vivos Por Error Lo Que Cuentan Algunos Lsa ^3ded»dw formada* en vario*, paíse* pate. evitar los enterramiento* an «ids, han eolecefonado una porción de testimonio* cuya lectura esosnta y que citan moviendo M la» autoridad** a dictar medidas am rigurosas encaminadas a asegurar 1» defunciones antes dC loa enterramiento*, En alfun EtEado de América se ha ordenado ya que no se entierre a nadie »ín antes someter me incorperé y quedí sentado, pero ere» yéndcJo efecto de la electricidad, el profesor me extendió de nuevo y con au escalpelo empate) a abrir una Incisión en mi pecho. Entonce* pude gritar por fin. Ya e n hora; «suba salvado". ' Otro caso igualmente auténtico, ocurrido ea Inglaterra, fué el (le un muchacho del campo que recibid en ta cabeza un golpe de bieldo. Nadie «syá que 1* cosa tendris consecuencia. £1'joven, af volver a su casa, baje a la cueva y observo que vela tan claramente como la lux del sol' Dea* pues se sintld mato, se metid en U cams y poco* días después ÍOA médicos 1« daban por muerto: Como en eí caso aatatiot, el sujeto tenia períeeto coatíimlento de cuanto ocurría en torbo tayp. lo oí* todo y vela con tus ojos entornado* a su hermano mayor llorando et) medio de un grapo de amigos. Sin embargo, DO podía hablar ni mcveras. Poco después era llevado ti— *
Portada del número 6 (27 de agosto de 1932) del semanario satírico Aray, dirigido por Jesús Balmorí. En su primera época, durante la década de 1920, el rotativo estaba firmado por Batikuling.
LOS PÁJAROS DE FUEGO
idealiza u n imaginario filipino y lo convierte en elemento de afirmación nacional en el proceso de construcción de un p r o p i o nacionalismo. Así lo hallamos en Blasón,
basado en el p o e m a del
mismo n o m b r e de José Santos Chocano: 2 3 Soy un bardo indo-hispano. En mi pecho cristiano Mi corazón es vaso donde mezclada está La sangre de Legazpi, el Capitán hispano,' Con la sangre tagala de la hija del Raja. Con el talón hundido en olas y en espumas, Esperé sobre el mar el galeón español, Y España, al encontrarme, besó las áureas plumas Que en mi frente temblaban como rayos de sol. Era hermosa, era buena, era plena de amores; Puse a sus pies mis lanzas, mis espigas, mis flores; Le di mi corazón salvaje y oriental; Y desde entonces va en mi pecho desnudo Sirviéndome de férreo y de glorioso escudo Con su idioma divino y su sangre inmortal 24 . El mérito de Balmori consiste en haber creado, a partir de los elementos culturales en los que se educa, una estética
filipina
a u t ó n o m a que r e s p o n d e t a n t o a la afirmación asiática de Filipinas c o m o al c o m p r o m i s o por su independencia nacional: ¡Loor a Jesús Balmori, autor de "Rimas Malayas", a m a n t e de la Belleza, a u t o r de las letras gayas, caballero p a r n a s i a n o , portativa nacional,
Reynaldo D. Corone) Jr., Los elementos del Modernismo en la lírica de Jesús Balmori, op.cit., p. 77. 24 Jesús Balmori, Mi casa de Ñipa, Manila,
Manila Gráfica, 1941, pp. 27-28, reeditado en AA.VV., Discursos de Malolos y Poesías Filipinas en Español, Manila, Departamento de Educación, 1965, p. 63.
CLÁSICOS HISPANOFILIPINOS
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Portada de Ba/agtasan (Justa poética) (1927) (Procedencia: Biblioteca Nacional de Filipinas)
LOS PÁJAROS DE FUEGO
MANILA GRAND OPERA HOUSE ORAN PUNCIÓN EXTRAORDINARIA. PARA EL DOMINGO 1« DE SEPTIEMBRE, 1929 A LAS 9:00 P. M,
BALAGTASAN ENTRE LOS POETAS NACIONALES
Sr. JESUS BALMORÏ Y
Hon. M A N U E L
BERNABÉ
MANTENEDOR
Hon. QUINTIN PAREDES SMUKEB CBO.VRMPORE. CÁMARA tlK KEfflRENTANTES
TfMA^ ORO u CORAZÓN GRAN PROLOGO MUSICALA CARGO DE LAS MEJORES SOFRANQS Y MÚSICOS FILIPINOS PRECIO DE LAS LOCALIDADES Puteo Proscenio Palto Pinteu Paleo Principal
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20.00 8.00 Entrada Gcnemt
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PEDIDOS AL TELEFONO
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SAN JUAN
Anuncio a toda página del duelo poético Balagtasan entre Jesús Balmori y Manuel Bernabé. Revista Excelsior, 20 de agosto de 1929.
CLÁSICOS
HISPANOFILIPINOS
dulce cantor de Recuerdo, trovador de las estrellas, bardo, que al morir, dejara imperecederas huellas de su gran genio poético en esta tierra oriental!25 En 1926 Balmori recibió el Premio Zóbel26 —el más importante galardón literario filipino en lengua española— por las justas poéticas mantenidas junto a Manuel Bernabé en el género literario propio de las Letras Filipinas conocido como Balagtasan21. Esta obra sin duda es una de las más valiosas de la historia 25
Panegírico de Zoilo Hilario (1891-1963) —autor del poemario modernista Adelfas (1911)—que escribiera en alabanza de Balmori (Arsenio Manuel, Dictionary of Philippine Biography, Quezon City, Filipiniana Pub., 1955, III, p. 328). Esta faceta renovadora de Balmori con respecto a otros autores filipinos la supo ver Gerardo Diego en su visita a Filipinas en 1935: "Me recordaba a Villaespesa hasta en su pasión por el teatro poético, y una de mis mayores satisfacciones de poeta español en Filipinas fué la de asistir al estreno de su "Flor del Carmelo". Nunca quiso cantar [...] en otro idioma que en español. Frente a los poetas de estirpe clásica y académica, a lo Recto o Bernabé, él representaba la libre especie canora de los bardos románticos, a lo Rueda o Paco Villaespesa", en Gerardo Diego, "Jesús Balmori", en Semana. Revista Ilustrada Hispano-Filipina, 19 de Mayo, 1949, vol. I, núm. 22, p. 7. Lourdes Castrillo Brillantes, 80 Años del Premio Zóbel, Manila, Instituto Cervantes y Fundación Santiago, 2001, pp. 75-80; ídem, 81 Years of Premio Zóbel. A Legacy of Philippine Literature in Spanish, Manila, Georgina Padilla y Zóbel & Filipinas Heritage Library, 2006, pp. 68-73. Balagtasan (Justa poética), Manila, Gráfica, 1927. Cf. María Dolores Pita, Balagtasan: La Poesía de Jesús Balmori y Manuel Bernabé y Otras Cosas Más. Siendo lo mejor de lo escrito por Filipinos
LOS PÁJAROS DE FUEGO
de Rizal a Nick Joaquín, Manila, Historical Conservation Society, 1992. Sobre la capacidad creativa y originalidad de la literatura filipina, y el gran poder de su cultura para transformar paradigmas externos, es de especial importancia la entrevista que Manuel Bernabé le hizo a Jesús Balmori a su regreso de México: "—¿Podría codearse un literato filipino con otro mexicano? —No solamente codearse. Sobresalir algunos codos sobre el nivel de su prestigio. Los literatos mexicanos escriben a través de los grandes maestros españoles, sin un átomo de originalidad (entiéndase propia personalidad), que es lo que caracteriza a nuestros hombres de letras. Además, nuestro castellano es más puro, más limpio, más castellano", en Manuel Bernabé, "Nos dice... D. Jesús Balmori. El poeta lírico por excelencia", en Excelsior, 30 de Mayo, 1932, núm. 937, pp. 54-55. El texto no tiene desperdicio, pues para Balmori el español filipino es más castellano que el mexicano, mientras que la literatura filipina debe menos a la castellana que la mexicana. Mayor altura lingüística y mayor independencia creativa. Aún más, la literatura filipina se ha despegado de su influencia europea (Romanticismo) y de su influencia americana (Modernismo), para llegar a un estadio estético original. En las palabras de Balmori, se desprende pues un proyecto consciente de crear un paradigma literario autónomo, patrimonialmente asiático.
literaria filipina, en la que dos poetas de altura internacional dan lo mejor de sí, en oratoria y composición. La puesta en escena de estos duelos representaba la culminación de la máxima altura poética, y para tal ocasión se requería pertinente escenario. Los periódicos de mayor difusión anunciaban a toda página el evento que se celebraría en el Manila Grand Opera House28. Al hilo de la puesta en escena que siempre atendió Balmori, en gran cantidad de veladas y certámenes, su papel como autor dramático es sin duda sobresaliente. De ahí que sea de la mayor extrañeza que siga su teatro inédito, pues fue un verdadero agitador de la escena manileña de la primera mitad del siglo XX29. Filipinizad a los Filipinos describe la crisis de identidad de la juventud filipina educada en el exterior, y la reconciliación en los valores de solidaridad del pueblo filipino ante la falacia de un mundo ficticio. Por su parte, Flor del Carmelo parece tener un propósito más ambiguo. Si bien Jesús Balmori denunció la mojigatería y las estructuras anquilosadas de una sociedad hipócrita entre la beatería y el libertinaje, parece ser que su discurso se fue transformando con los años en favor de un modelo conservador, y su adscripción religiosa se plasmó más explícitamente con varias obras de tema decidida"Manila Grand Opera House. Gran Función Extraordinaria para el domingo 1° de Septiembre de 1929 a las 9:00 P.M. BALAGTASAN entre los poetas nacionales Sr. Jesús Balmori y Hon. Manuel Bernabé, mantenedor Hon. Quintín Paredes. Temas: ORO Y CORAZÓN. Gran prólogo musical a cargo ele los mejores sopranos y músicos Filipinos", en Excelsior^ 20 de Agosto, 1929, núm. 837, p. 39. Como se puede ver, el tema del Balagtasan es diferente al de los otros tres publicados en volumen en la obra de 1927. Así pues, debieron de existir otros duelos poéticos, cuyos textos por el momento no se
primera pieza [Aves de Rapiña) parecen ser severas: "El jueves 27 de Mayo de 1909 se estrenó Aves de Rapiña en el Opera House diciéndose de ella la prensa: «La obra apenas tiene trama e ilación. El libretista sólo se había propuesto hacernos reír en grande. Sal ática, agudezas y chistes ingeniosos nos tuvieron en incesante hilaridad durante toda la representación, al tratar de política y de políticos, de la huelga de que trae brillantes conceptos, de la suegra hecha un rompecabezas, de la suelta y enamorada esperantista y de los demás personajes que salen en escena para decir alguna barbaridad jocosa...", en Manuel
han encontrado. No obstante, las críticas que recogiera Manuel Artigas sobre la recepción de su
Artigas y Cuerva, " J e s u s Balmori", en Galería de Filipinos Ilustres, Manila, Imprenta de Gabino A. Pobre, 1918, tomo II, p. 112.
:LÁSICOS
HISPANOFILIPINOS
Portada del poemario Mi casa de ñipa (1941) (Procedencia: Biblioteca López Museum)
LOS PÁJAROS DE FUEGO
mente católico. De este modo, si hubiera escrito Flor del Carmelo en sus primeros años, habría que considerarla una crítica al mundo de las beatas. No obstante, dado que la escribió en una época de mayor madurez, el misticismo de la pieza manifiesta un ejercicio totalmente insólito en la obra balmoriana, y una revelación abierta del transcendentalismo y desengaño que iban a caracterizar sus últimos trabajos: Yo te escupí en la faz, te coroné de espinas, Y te entregué al sayón. Y maldito y artero, Enclavé como trémulas mariposas divinas Tus manos y tus pies en el duro madero30. En 1940 Balmori gana el Premio de la Mancomunidad con la obra Mi casa de nipà, en la que se realiza plenamente su intento de crear una estética filipina, superando así al Modernismo para alcanzar un nuevo estadio literario, la culminación de la literatura áurea hispanofilipina: El libro de poesías no sólo del "Período de Oro" sino de toda la literatura Filipinohispana es "Casa de Ñipa" del poeta Jesús Balmori [...] Sus poesías eran un milagro de valores cromáticos y musicales que deslumbraron por igual a propios y extraños. Era el único poeta que derrotó a muchos de sus colegas en innumerables certámenes literarios con razón o sin ella31.
30
"Al Señor Jesucristo", en Excelsior, Enero, 31 Estanislao Alinea, op.cit., p. 8. Claro 1940, núm. 1078, p. 64. M. Recto así lo estipula en una Semblanza:
CLÁSICOS HISPANOFILIPINOS
Con Mi casa de ñipa Jesús Balmori consagra definitivamente su obra poética convirtiendo la exotización del imaginario filipino en una afirmación de la realidad asiática en español.
"Ningún otro poeta filipino estuvo más inspirado que él, y a todos sobrepujó en la opulencia de la imaginación y el derroche de sus fantásticos tesoros. Cuando la musa de Jesús Balmori, radiante de borgoña y champagne, volcaba en nuestro horizonte espiritual su dorada cornucopia de tropos e imágenes en cascadas inacabables de luz y color, era como si un demiurgo se entretuviera en sus juegos de magia haciéndonos añorar las alboradas del paraíso antes de la primera prevaricación", en Semana. Revista Ilustrada
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Hispano-Filipina, Manila, 19 de mayo, 1949, vol. I, núm, 22, p. 7. Véase también Reynaldo D. Coronel Jr., Prolegomena al estudio semiático de la metáfora: La poesía lírica de Jesús Balmori, tesis doctoral, Quezon City, Universidad de Filipinas, 1994 [inédita]. En verdad Mi casa de ñipa se confeccionó principalmente con materiales dispersos publicados con anterioridad, como por ejemplo: "Yo fui tu divino maestro", en Excelsior, 20 de junio, 1931, núm. 903, p. 32.
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MANILA ©«. Portada de la novela Bancarrota de a/mas (1911) (Procedencia: Biblioteca de Benito Legarda Jr.)
CLÁSICOS HISPANOFILIPINOS
Portada de la novela Se deshojó la flor (1915) (Procedencia: Biblioteca de la Universidad de La Salle. Manila)
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Firma de Jesús Balmori
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Nippon: niponofilia balmoriana
culados a Asia Oriental también forman parte de composiciones filipinas. En este caso, sin embargo, lo reseñable es que, encontrándose el Archipiélago entre Asia Oriental y el Sudeste Asiático, la realidad asiática le es consustancial. Como hemos visto, la exotización del imaginario filipino a través de la estética modernista sirvió al proyecto de afirmación nacional. No obstante, antes de llegar a la culminación de este proyecto, hubo la tendencia a realizar un "Orientalismo desde Oriente" incorporando los elementos que son propios del esteticismo modernista: En la alcoba olorosa, tras el biombo azul, bordado de quimeras chinas: 32
Durante el Modernismo hispánico se empiezan a cultivar los temas orientales buscando la exquisitez de lo exótico: La muerte de la emperatriz de la China (Rubén Darío, 1890), Kakemono (Julián del Casal, 1892), Estampas japonesas (Leopoldo Lugones, 1922) son títulos representativos. Pero más allá de los temas orientales, el acontecimiento literario más significativo fue la adopción de formas provenientes de
LOS PÁJAROS DE FUEGO
Asia, como la estructura poética denominada Haiku, tanto en América Latina —siendo pionero José Juan Tablada (1871-1945) en México— como en España. Cf. Atsuko Tanabe, El japonesimo de José Juan Tablada, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1981; Gloria Ceide-Echevarría, El haikai en la lírica mexicana, México, Andrea, 1967; et Pedro Aullón de Haro, El jaiku en España, Madrid, Playor, 1984.
el fulgor sideral, junto del combo balconaje de flores y cortinas; Tendida tú, divina, toda de oro, toda de rosa y luz y maravillas, amor de mis amores, yo te adoro, yo oro ante ti mi ensueño, de rodillas. Que es la hora del amor, y es la esmeralda de la luna, dorándote la falda, la frente mía pálida de asombros, Cuando bajo en silencio de quimeras sólo se oye el tin tin de tus pulseras, de tus manos, como alas, en mis hombros 33 . "En la h o r a del a m o r " , publicado en Rimas malayas
(1904),
posee, dentro de una estructura clásica, u n contenido notablemente m o d e r n i s t a . La misma fórmula se repite en " N u p c i a l " , de Mi casa de Ñipa (1941), con la que Balm ori crea un m o d e l o de poesía erótica asiática en español: Iluminó el idilio una lámpara azul, Nos velaron los ibis de un biombo japonés, Y sintió tu hermosura un diván de oro y tul Donde besé el perfume de tus descalzos pies. La penumbra de luna destacaba triunfal Tu desnudez de perla, dulce como un jazmín, En tanto despertaba como un verso inmortal Tu carne virginal de aurora y de jardín. ¿Acaso esto es amor? decías sin hablar; ¿Acaso esto es amor? querían preguntar El llanto de tus ojos y tu temblor de flor.
Rimas Malayas, op. cit., pp. 137-138.
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Ya están lejos los ibis del biombo japonés Y la lámpara azul. Vuelvo a besar tus pies Y te juro ante Dios, que sí, que esto es amor34. Además de descodificar el Orientalismo en el Modernismo filipino, Balmori, como asiático, puede sentir y describir Asia con mayor conocimiento y autoridad 35 . Es en este contexto donde aparece uno de los elementos que determinará el devenir no sólo de la obra de Balmori, sino de toda la nación filipina en el siglo XX: Japón. Japón, cuya realidad Balmori tuvo ocasión de conocer de primera mano en un viaje a Yokohama realizado en 1902 siendo aún adolescente, se le representa como un referente cultural, un modelo de progreso para los pueblos asiáticos. De ahí la admiración de Balmori por la cultura japonesa, la cual deviene un elemento fundamental en su propia creación artística: "Balmori, quizá por su lectura de obras modernistas o tal vez por su visita al Japón, es el cultivador filipino más devoto de un aspecto característico del exotismo: el japonesismo" 36 . Dentro de este contexto se sitúa una obra paradigmática de la producción poética balmoriana, aparecida en 1932 y con un título que es toda una declaración de intenciones: Nippón. La primera Conferencia en verso que se celebra en el mundo: Por el laureado poeta de Filipinas Jesús Balmori, con la colaboración lírica de las notabilísimas sopranos Srta. Nieves Tan, y Mercedes Osorio y la orquesta Ylaya dirigida por el Maestro Mi casa de nípa, op. cit., p. 179. ' Guillermo Gómez Windham dedica un poema a la memoria de Balmori que significativamente introduce con un poema chino, testimoniando la asianidad balmoriana: "A UNA LUCIÉRNAGA. La lluvia no apaga la linterna / Ni el viento aminora su fulgor, / Vuela, pues, junto a la luna eterna; / Luce
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desde allí tu resplandor. LI PO. Poeta chino de hace 2.000 años", en Guillermo Gómez, "Sursum Anima. A la memoria del exquisito poeta Jesús Balmori", en Semana. Revista Ilustrada Hispano-Filipina» Manila, 19 de mayo, 1949, vol. I, num. 22, p. 8. 36 Reynaldo D. Coronel Jr., op. cit., 1986, p. 105.
Bonifacio Abdón. Discursos en castellano y japonés por los Honorables Francisco Varona y Hon. S. S. Miyazaki, Presidente de la Asociación Japonesa de Filipinas. Se trata de un discurso apologético sobre Japón y la civilización japonesa 37 estructurado del modo siguiente: Primera Parte: Pórtico/ Génesis/ Madame Crisantemo. Segunda Parte: El Japón heroico/ La Gueisha/ Seda, laca, porcelana, oro, y marfil/ Los muertos mandan. Tercera Parte: Nara, los ciervos, la princesa/ Historia divina del divino Gautama/ La música/ La fiesta de las flores. Conclusión. La conferencia, declamada en verso, como indica el título, inicia con Pórtico; en él los símbolos modernistas aparecen junto a la temática nipona al anunciarse la apología que seguirá de la civilización japonesa: Cielo azul, Oros y fresas. Y bajo el fulgor solar Las ciudades japonesas Dormidas como princesas En las orillas del mar. [...] Japón, gueisha cariñosa, Por tu amor y tu decoro, Como una linterna ardí; Dame tus sedas de rosa Y átame tus suecos de oro, ¡Porque voy a hablar de ti!38. "En agosto del año 1932, el poeta dictó la primera conferencia en verso que se celebró en el mundo, cuyo tema fue "Nippon", bajo el patrocinio de la Asociación Japonesa de Filipinas [...] Durante la misma ocasión, los honorables diputados Francisco Varona,
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entonces director de El Debate, y S. S. Miyazaki, presidente de la referida asociación, pronunciaron discursos en español y japonés respectivamente", ibidem, p. 65. 38 Jesús Balmori, Nippon, Manila, [s.p.], 1932, pp. 17-19.
CLASICOS HISPANOHLIPINOS
La apología se hace explícita en la siguiente composición —Génesis—, donde se afirma que el pueblo japonés es de origen divino y los emperadores son los representantes de una divinidad primigenia: Soberbia de los mares que le rinden su arrullo, Altivez de las tierras que humilla su mirada, Presunción de los cielos de reflejo ambarino, Son veinticinco siglos sosteniendo su orgullo, Pues habéis de saber que en su historia dorada El pueblo japonés es de origen divino. [...] Amateratzu era más bella que las flores, Susanoo la encerró en cercos de pasión, Y de aquellos olímpicos, turbulentos amores, Descienden los Mikados, dignos emperadores Del Japón39, Estos versos son muy significativos, pues no son ya un mero adorno lírico por parte de un poeta que asume el hedonismo exótico modernista, sino que constituyen el reconocimiento por parte de un ciudadano filipino de la superioridad de los emperadores de Japón y, en consecuencia, de la autoridad del Imperio Japonés en Asia. Recuérdese que la obra no es un florilegio poético, sino una conferencia pronunciada ante la Asociación Japonesa de Filipinas a la que asistieron autoridades japonesas y en donde se declamó otro discurso en japonés 40 . Que un escritor filipino tan reconocido como Jesús Balmori alabase públicamente la cultura japonesa hasta el punto de enaltecer su origen divino, no podía sino ser interpretado por el auditorio japonés Ibidem, pp. 21-22. Discurso en japonés de S. S. Miyazaki,
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Presidente de la Asociación Filipinas, ibidem, pp. J-14.
Japonesa
de
como una prueba de que Japón poseía una civilización que le autorizaba a dirigir a los restantes pueblos asiáticos41. Es más, en Madame Crisantemo Balmori se distancia de la frivolidad modernista en temas asiáticos, manifestando ya explícitamente que su intención no es exaltar el Japón literario sino la civilización japonesa contemporánea: ¡Pero, no! ¡no! Mentira! Esta mujer preclara No es la que nos presenta cual flor del Yoshiwara La gris literatura de América y París! El Japón del presente, no es el Japón que fué, Y el hogar japonés no es la casa de té De los Gómez Carillo y los Pierre Lotis. Yo os digo que no tiene espinas esta rosa; Cuando la japonesa se convierte en esposa Se convierte en la amante rendida del marido; Quiere con un querer resignado y profundo, Y no puede haber nada ni nadie ya en el mundo Que la pueda apartar del fervor de su nido42. También la mujer japonesa, en su marcialidad y suprema exquisitez, representa para nuestro autor la máxima perfección que puede alcanzar el refinamiento humano. Para Balmori, cantor de la dalaga filipina, la geisha es el símbolo de la elevada civilización: Es de noche, en un salón, y son las once. Suena un gong como un violón de viejo bronce. Se descorre una cortina de oro y grana, 41
Sobre las intenciones japonesas respecto a Filipinas, véase Lydia N. Yu-Jose, Japan views the Philippines. 1900-1944, Quezon City,
Ateneo de Manila, 1992. Nippon, cit., pp. 23-24.
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Y en la escena que simula un nuevo Oriente Se adelanta quedamente, lentamente, La muñeca de esmaltada porcelana43. La conferencia concluye con la alabanza eterna de Japón, siempre que éste represente un refugio donde el artista pueda acoger "todos tus vividos colores": Por tus daimios y shogunes, tus samurais, musmés y bonzos, Por tus volcanes que te agitan en terremotos seculares, Dame la augusta melodía de tus litúrgicos responsos, Y cíñeme con los collares de tus jardines y tus mares. Yo, a cambio de eso, con el alma llena de vivas mariposas, Y con el pecho refractando todos tus vividos colores, Tendré una flor siempre en los dedos para tus geishas voluptuosas, Y una canción siempre en los labios para tus tierras y tus mares, Para tus cielos y tus flores44. Balmori no puede ser más explícito. Sus versos no nacen de la "gris literatura de América y París", sino del conocimiento de la realidad japonesa. Con ellos está tratando de crear un ideario niponófilo en español, lengua del nacionalismo filipino, en un momento en que el Archipiélago se encuentra bajo el poder norteamericano. Puede que Balmori vea en el Imperio Japonés una corrección al dominio norteamericano en el Archipiélago. Acaso por esto Balmori, como poeta filipino, promete cantar a Japón siempre que la civilización japonesa se erija como protectora y redentora. Así pues, todo parece indicar que Nippón, lejos de ser un mero ejercicio esteticista, contiene una Ibidem, p. 31.
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Ibidem, p. 47. Concluye el texto en Manila el 26 de agosto de 1932.
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serie de connotaciones políticas en un momento en que Japón estaba expandiendo su imperio asiático. Balmori quizá no actuó con claras intenciones políticas al componer esta obra, y a buen seguro no era consciente del alcance que podía suponer la apología de Japón en tales momentos, pero lo que sí es cierto es que Nippon, en su preciosismo modernista, exalta a Japón diez años antes de la invasión japonesa de Filipinas con la entrada en Manila el 2 de enero de 1942 45 .
Cf. Teodoro Agoncillo, The Fateful Years: japan's Adventure in the Philippines, 1941-
Wk
1945, 2 vols., Quezon City, Universidad de Filipinas, 2001.
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àUarnQs las manos ^ ¡No perden Islas Filipinas aorada bles de Vds ! ? i Vamos! In nosoforos, Japoneses, dannos las manos confiados ! ¡Y, mano a mano, vamos a esTablecer rr
sia del es;sie de Asia del esje Ï i Pasquín propagandístico japonés en lengua española, probablemente impreso y distribuido en Manila en 1942. (Procedencia: Archivo de Rico T. José)
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El desengaño orientalista y la destrucción de Asia
constituye uno de los episodios más horrendos de la historia de la humanidad. Existe una enorme bibliografía que testimonia los crímenes contra la humanidad que la pluma pudo recuperar del olvido46. En el caso particular de Filipinas, es de notar que desde el primer momento se creó una tradición de testimonios en español47, debido probablemente al hecho de que el conflicto béli40
A título de ejemplo véanse: Iris Chang, The Rape of Nanking. The Forgotten Holocaust of World War II, Londres, Penguin Books, 1998; Lord Russell of Liverpool, The Knights of Bushido. A Short History of Japanese War Crimes, Londres, Greenhill Books, 2002 (1958). Específicamente sobre Filipinas: Ma. Felisa A. Syjuco, The Kempei Tai in the Philippines: 1941-194S, Quezon City, New Day, 1988; Benito J. Legarda, Jr., Occupation: The Later Days, De la Salle University Press &c Filipiniana.net, 2007; José Ma. Bonifacio Escoda, Warsaw of Asia: The Rape of Manila, Manila, Giraffe Books, 2000; Joaquin L. Garcia, It took four years for the rising sun to set (1941-194S): Recollections of an unforgettable ordeal, Manila, De la Salle University Press, 2001; Marcial P. Lichauco, "Dear Mother Putnam"; A Diary of the Second World War in the Philippines, Quezon
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City, Cornelia B. Lichauco Fun, 2005; et María Rosa Henson, Confort Woman. Slave of Destiny, Manila, Philippine Center for Investigative Journalism, 1996. Cf. Antonio López de Olaguer, El terror amarillo en Filipinas, Barcelona, Juventud, 1947; José G. Reyes, Terrorismo y Redención. Casos Concretos de Atrocidades Cometidas por los japoneses en Filipinas, Manila, [s.p.], 1947; Benigno del Río, Siete días en el infierno (En manos de la Gestapo Nipona), Manila, Nueva Era Press, 1950. La tradición llega hasta nuestros días, ya que recientemente han surgido dos obras filipinas escritas en español sobre la Segunda Guerra Mundial en el Archipiélago: María Dolores Tapia del Río, Mis memorias de la guerra de Filipinas, Barcelona, Parnass, 2004 y Carmen Güell, La última de Filipinas, Barcelona, Belacqva, 2005.
co fue especialmente duro con la población hispanohablante del Archipiélago. Los barrios de mayor abolengo de Manila fueron completamente arrasados, por cañones americanos a distancia y por tropas japonesas desde tierra48. Ello supuso la irreparable desaparición de todo un patrimonio material, cultural y lingüístico insustituible, que marca un antes y un después en la historia de la civilización filipina. Terminada la guerra, el chabacano ermitaño desapareció, muchos manileños emigraron y la población hispanohablante filipina no sólo perdió el protagonismo social de antaño, sino que en buena parte se dispersó49. Un testimonio directo de un filipino que sufrió las torturas japonesas nos lo ofrece Benigno del Río (1907-1969), escritor que ganó el Premio Zóbel en 1936 por el drama El hijo de Madame Butterfly. El texto denuncia sin ambages la vacuidad de los tópicos culturales al uso y da fe del desengaño orientalista tras la destrucción de la idea de Asia fomentada por el Imperio Japonés: No menos de veinte golpes recibió la mestiza con resignación mientras susurraba a media voz y en español: —Más lo es tu madre. Más lo es tu madre... Y ¡coincidencia!: antes de terminar aquel espectáculo tan inhumano, la luna se cubrió para no ser testigo de esa bestialidad nipona. —¡Cobarde! ¡Cobarde! 48
Cf. Alfonso J. Aluit, By Sword and fire. The Destruction of Manila in World War U, 3 February-3 March 1945, Manila, Bookmark, 1994. 49 Cuenta María Dolores Tapia del Río en sus memorias que la Compañía Aérea Filipina (PAL), dirigida por Soriano, trató de contratar a filipinos hispanohablantes después de la guerra, siendo el español la lengua que se hablaba en las oficinas y los
Murillo, única superviviente de su familia por la PAL y trabajó como azafata de vuelo. Véase Isaac Donoso, "Vida de Carmen Madrid Murillo, manileña de Intramuros", en Revista Filipina, tomo XII, núm. 3, otoño 2008 : et ídem, "The last time Carmen Madrid heard the Intramuros Bells", en Gaceta de Intramuros, octubre-diciembre, 2 0 0 8 , vol. I, núm. 3, p. 5.
vuelos. Éste fue el caso de Carmen Madrid
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Sí. Había sido una escena repugnante, nauseabunda. ¡Por los suelos quedaba la tan cacareada galantería y caballerosidad nipona, del Bushido y de los Samurais!...50. Japón no representa ya la refinada exquisitez concebida por el Modernismo, ni es posible seguir creyendo en su ideario político como emblema de la unidad asiática frente a Occidente. El Japón de 1945 es muy distinto del que cantaban los poetas. La poesía ahora será usada como crónica de los espantos de la guerra; tal es el caso del poema "¿Qué nos dieron?" de Guillermo Gómez Windham (1880-1957)51, dedicado a las atrocidades cometidas por Japón en Filipinas: Vinieron de guerra en son nuestras playas invadiendo, nuestros pueblos sometiendo a dura y cruel opresión. Sin motivo y sin razón a millares insultaron, tundieron y torturaron, aun a viejos y a mujeres pues no como a humanos seres los nipones nos trataron. Nuestras casas nos quitaron, nuestros barcos los hundían, nuestros puentes destruían, y los templos profanaban. Y al fin, cuando ya escapaban —de vencer sin esperanza— padecimos su venganza: 50
Benigno del Río, op. cit., p. 33.
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Agradecemos a Andrea Gallo sus indicaciones sobre la fecha de nacimiento del autor.
el incendio y el pillaje; a la mujer, el ultraje, a los hombres, la matanza. Ebrios de insania y crueldad, embriagados de sadismo, aun a su aliado mismo atacaron sin piedad. Jamás en reciente edad ni en el remoto pasado del hombre incivilizado, en el tiempo paleolítico se le mató al paralítico o a la mujer en estado52. Durante la Segunda Guerra Mundial la literatura filipina no podía ser sino testimonio del mundo caótico existente 53 . Los tiempos del hedonismo exotista habían acabado. El Orientalismo había revelado su más evidente desengaño, el de ser una fabulación literaria. El mito asiático creado por el Imperio Japonés quedaba así destruido y con él toda Asia. Es en este momento, tras el horrendo 1945, cuando Jesús Balmori concluye su obra.
52
En José G. Reyes, op. cit., pp. 83-85. Las atrocidades fueron paulatinamente poniéndose por escrito como testimonio de lo acaecido, y como prueba ante el juicio contra los mandos japoneses. Los periódicos de la época recogieron diariamente los nuevos datos: "Vi por lo menos a tres muchachas yaciendo en el suelo, después de haber sido violadas repetidas veces. Vi por lo menos a veinte japoneses abusar de una niña de 13 años. Luego le cortaron los pechos y se
estuvieron riendo. Parecían disfrutar mucho con lo que hacían", en Voz de Manila, sábado 3 de noviembre, 1945, vol. II, num. 106, p. 6. Sobre la actividad cultural filipina desarrollada durante la dominación japonesa véase AA.VV, Panahon ng Hapon: Sining sa Digmaan, Digmaan sa Sining (Studies on Philippine Art and Society, 1942-1945), Manila, Sentrong Pangkultura ng Pilipinas, 1992.
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Poema Ermitense
JESÚS BALMOKI
I EL QUE TA PENSA ELE Na debajo de un pono que ta cargao de nanea Ta mira bueno el biejo sí puerto el marejada. N'a junto de ele, quieto, ta recostaoel banca. Como un mujer querida que ta dormí cansada. Agora ta morí el último scntcUas Del sol que ta roda como ensendído bola; Y na propundo bienio que la minea el esueilas Ta tcmblá como un lx»o de espumas todo el ola. El biejo ta pensa, ta pensa ele quilaya Al queda más de noche de rcbolbl na playa Y de deja con Ychay na casa de Bclítc. Para pod6 pesca mas que no hay ele sebo Y pod6 ele compra un par de corcho nuebo Con el diasque do Yetiay> para anda na Cabitc
n QUI LAYA BGS Sí de jabí» yo bueno quiíaya el bos pigura No de encentra yo plorC3 para bisa ele como; Bos como un talde blanco, ta Heno de dulsura; Bos como el plores de oro que ta na sinamomo. Si bos ta camina ta sintt yo que todo Ta llena de perfume, resplandor y colores, Como si tic pasa un procesión na lodo Y el lodo ta queda de repente hecho plores. Xa todo el nisós pueblo no de encentra. tnSs una Mujer cual bos, tan bello, can blanca como e¡ luna Cuando ta apárese na pondo del bahía, 80s único el hermosa, bos único et ¡¡raBic-sa, Ni mas ni menos como el angeles do rosa Que ta na pies del Nuestro Señora de la Guía, . . . . IÍ1 POR CAUSA ÜEI. SIRENA Ya amanesí na playa, hinchado como un bola. Seguro que ele joven todobiá y hermoso 1 Na su cuerpo tendido ta rebrinca el mana ola Ele «o ta minea na propundo reposo. Eí ojos negro de ele ta todobfa abierto. E! ropas dcsttosado, el cuerpo con herida. Seguro más de un dia que ta flota ele muerto. Seguro no hay quien sabe que ya perdd ele el bida. Y ta jabtá un soltera que ta quita el arena Del ojos de ele;—-Pijo que ya canta un Sirena Y ya queda encantado el pobre pescador P i j o . . . . porque na bida ta desgrasiS e! mana hombre Por causa de ese mana Sirena o cosa nombre Que ilofros y nísos ta pode Hamá Amor
Junto al exterminio físico de miles de personas y la.destrucción de extensas partes de la ciudad, la batalla de Manüa en febrero de 1945 produjo también la desaparición de patrimonio intangible filipino, como el chabacano ermitaño. Este "Poema Ermitense" de Balmori es uno de los pocos testimonios que quedan del extinguido dialecto del barrio de la Ermita.
LOS PÁJAROS DE FUEGO
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Vista de la Plaza Fergusson desde el Bulevar (hoy, Roxas Boulevard), en una fotografía realizada hacia el final de la década de 1930. Tras el busto del administrador norteamericano se puede observar la casa de la familia Balmori, que ocupaba el n° 131 de la calle Alhambra y hacía esquina con la citada Plaza, (Procedencia: Archivo de Alberto Montilla)
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Vista de las ruinas de la Plaza Fergusson y alrededores, en una fotografía tomada desde la Ermita hacia el Bulevar (hoy, Roxas Boulevard). La fotografía, hecha semanas después de la batalla de Manila, en marzo o abril de 1945, muestra el tremendo grado de destrucción que sufrió la ciudad de Manila. La casa familiar de la familia Balmori (a la derecha) ha quedado reducida a un montón de escombros. En la izquierda de la fotografía, entre los restos de lo que era la Plaza Fergusson, se aprecia la espalda del monumento. (Procedencia: Archivo de Alberto Montilla)
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Vista aérea del barrio de la Ermita después de la guerra. En la esquina inferior izquierda pueden apreciarse las ruinas a que han quedado reducidos los alrededores de la Plaza Fergusson, incluida la esquina de la calle Alhambra donde se erigía la casa familiar de los Balmori (Procedencia: Archivo de Alberto Montilla)
CLÁSICOS HISPANOFILIPIIMOS
Tanque blindado norteamericano atravesando el portón del Fuerte Santiago (Intramuros) durante la batalla de Manila. Febrero de 1945. (Procedencia: Archivo de Alberto Montilla)
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Los pájaros de fuego: recuperación de una obra capital de las Letras Filipinas
J L ^ a obra balmoriana culmina en la novela Los pájaros de fuego, escrita durante la dominación japonesa y concluida en 1945, pocos meses después de terminada la guerra. Se trata de la única novela en español sobre la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico escrita por un asiático contemporáneamente al conflicto 54 . La obra consta de cuatro partes divididas en cinco capítulos cada una. Las primeras tres partes se escribieron durante la dominación japonesa y se encuentran mecanografiadas; la última parte se escribió después de la guerra y está manuscrita, tal como indica el proemio. El texto fue adquirido por el gobierno filipino y permaneció ilocalizable durante años. La novela nunca ha sido publicada por lo que pocos han sido los lectores que han tenido el privilegio de leerla en más de medio siglo. Por este motivo, la actual edición crítica representa la puesta en valor y recuperación para las Letras Filipinas de una obra capital, la culminación de la obra balmoriana y el testimonio del fin de un mundo. Dentro del reducido corpus de novelas filipinas en lengua 54
Sobre las novelas filipinas en inglés de la Segunda Guerra Mundial véase Elena P. Polo, The Negative Fire vs. The Affirming Flame:
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American and filipino Novels on the Pacific War, Manila, Universidad de Santo Tomás, 2000.
CLASICOS HISPANOFILIPINOS
española55, la novelística de Jesús Balmori tiene una gran relevancia por haber intentado superar la novela romántica y cultivar un realismo social revelador de la psicología de la población filipina56. La primera novela del autor apareció en 1911 bajo el título Bancarrota de almas57. Pocos años después vio la luz la segunda, Se deshojó la flor, donde sigue ahondando en la misma temática de la anterior: la asfixia moral de la sociedad contra la libertad del individuo 58 . Los críticos de la época comparaban la 55
Cf. A Checklist of Filipino Novels in Spanish, en Arsenio Manuel, op. cit., Ill, p. 8; et Resil B. Mojares, Origins and Rise of the Filipino Novel. A Generic Study of the Novel until 1940, Quezon City, Universidad de Filipinas, 1998. 56 "Pero, vuelvo a preguntar: ¿es una novela filipina [la primera novela publicada por Balmori]?. Nótese que el autor no la ha titulado de costumbres filipinas, sino filipina, sin duda porque en ella las costumbres, el paisaje, la acción es lo accidental. Lo esencial es el alma. El alma de Angela, Ventura y Augusto ¿es filipina? El autor lo dice, ningún crítico ni periódico filipino lo ha negado, leyendo la novela nos lo parece. Sí, Angela, Ventura y Augusto son filipinos. Pero su espíritu, su mentalidad, su linaje de idealismo no son ciertamente ancestrales. La novela de Balmori, despojada de toda intención política, es, sin embargo, un nuevo y poderoso alegato nacionalista"; palabras de Joaquín Pellicena Camacho en Jesús Balmori, Se deshojó la flor. Novela filipina, Manila, [s.p.], 1915, p. vii. Previamente bajo pseudónimo como Francisco Quintero en "Apuntes bibliográficos. Bancarrota de almas, novela filipina, por Jesús Balmori, Manila, 1911", en Cultura Filipina, Abril, 1911, año II, núm. 1, pp. 271-276. 57
Jesús Balmori, Bancarrota de almas. Novela filipina, Manila, Librería Manila Filatélica, 1911.
LOS PÁJAROS DE FUEGO
Mucha de la literatura de la época discutía la pertinencia o no de adoptar maneras sociales americanizadas frente a los estándares clásicos. Se trata también de un tema recurrente en la zarzuela, el de la "dalagang bukid". Balmori asume una posición más compleja al afirmar que, no obstante el valor de la tradición, la moral es juicio personal y no entenderlo así lleva a la decadencia social: "Un hombre se embriaga, como lo he hecho yo, por dolor, por no te importe qué miserias humanas, débil, cobarde á resistir el golpe á pié firme; y un hombre vá á comprar una hora de amor cuando no tiene en el mundo quien le quiera, cuando está solo y le dá pavor su soledad, cuando con hambre y sed de besos, no le importa si la boca que ha de dárselos es santa ó demonia. Esto no lo comprenden los hartos, los graves que van campanuda y pomposamente gritando ¡MORAL!... ¡Puah, moral! Yo sé de muchos de estos señorones cosas enormes, cosas que publicadas darían asco hasta á los perros", ibidem, p. 9. Se trata de una capital problemática de comienzos de siglo, que no puede ser en ningún caso simplificable a señalar que la hispanidad representa el conservadurismo católico y la americanización la liberación sexual. Balmori, tal como hiciera Felipe Trigo en obras que destripan la podredumbre de una sociedad muerta a través de la vida erótica, trata de desvirtuar el dogmatismo moral dando voz interna a la mujer, pero al mismo tiempo mostrando que esa libertad
poesía de Balmori con Francisco Villaespesa y sus novelas con las obras de Felipe Trigo (1864-1916). Sin duda Balmori conoció las obras de Trigo, autor que se consagró profesionalmente gracias a los honores recibidos en Filipinas en acción épica durante su destino en el Archipiélago como médico. En efecto, en septiembre de 1896 se produce una sublevación, Trigo sufre siete machetazos y es dado por muerto, se arrastra por la selva a lo largo de un kilómetro para dar la alarma, y con heridas imborrables llega a España en calidad de héroe. Con Blasco Ibáñez, Felipe Trigo fue el autor español más leído e internacional de la primera mitad del siglo XX. Parece fuera de toda duda que en la propia Filipinas, origen del fenómeno literario «Trigo», su obra fuera ampliamente conocida. Definitivamente, en la novelística balmoriana los elementos y el ideario de Trigo se manifiestan como en ningún otro autor filipino: la denuncia de las falacias sociales a través de los instintos más primitivos 59 . puede llevar a la construcción de una nueva cárcel. Véase Wystan S. de la Peña, "Battlefield and Booty: The Early American Period Filipina in Jesus Balmori's Novels Bancarrota de Almas and Se Deshojó la Flor, en "Philippine Humanities Review", Quezon City, Universidad de Filipinas, num. 9, 2007, pp. 46-58. "Separándola los pies, Saturnino, poco a poco, situábase entre ellos... La inminencia de derrota, la vergüenza, de indecencia, dábala ahora a la infeliz la sensación del abandono de aquella madre suya que no venía en su auxilio, que no gritaba siquiera porque hubiésenla matada. —¡Madre! ¡Madremíadelalma! ¡Madreee! ¡Madreee!—clamaba, con un terror más de alma asesinada, sobre aquel otro terror de los pudores que iban a robarle. Y como de pronto sintió que se agotaba, que se le tendían encima de la desnudez otras desnudeces esqueléticas de un cuerpo duro y frío, recogida en las últimas invencibles
rabias del asco y del rechazo, retorcióse toda y extendió a la vez las piernas, en un enérgico impulso de ballesta, que hizo ir al desmedrado Saturnino rodando fuera de la cama", en Felipe Trigo, Jarrapellejos. Vida arcádica, feliz e independiente de un español representativo, Madrid, Castalia, 2004 (1914), p. 333. La figura de Felipe Trigo de un tiempo a esta parte está siendo recuperada como imprescindible en la historia de la novela española del siglo XX, papel fundamental que fue segregado por las afiladas implicaciones sociales y políticas de su obra, alegato destripador de las dos Españas. No obstante, la relación Felipe Trigo-Filipinas está todavía por estudiar. Cf. Martín Muelas Herraiz, La obra narrativa de Felipe Trigo, tesis doctoral, Madrid, Universidad Autónoma de Madrid, 1986 [inédita]. Sobre relecturas feministas a la obra de Trigo ver Wadda C. Ríos-Font, "Horrenda Adoración: The 'Feminism' of Felipe Trigo", en Hispània, mayo, 1993, núm. 2, pp. 224-234.
CLÁSICOS
HISPANOFILIPINOS
Las expectativas que crearon las dos primeras novelas de Balmori no fueron ulteriormente colmadas ya que no aparecieron otras novelas suyas en las librerías. De ahí la transcendencia de su tercera novela, que se venía esperando desde hacía años. Cuando por fin Balmori escribió ésta su tercera novela, lo hizo como testigo y narrador del caos bélico y de la destrucción del Archipiélago. Con ella, además, llevó a su ápice el proceso de la novelística filipina en lengua española: Balmori was also considered one of the outstanding novelists of his time. His first novel Bancarrota de Almas published in 1910 [...] treats the theme of sensuality and the main character enunciates Balmori's modern and rebellious ethical concept that morality is an individual affair. His second novel Se Deshojó la Flor also on a similar theme advances a step further and satirizes the existence of God [...] In his third novel Pájaros de Fuego the protagonist does not only accept the existence of a supreme creator but also the limitations of society. Written during his forced retirement during Wold War II, this novel, distinctly patriotic in content, is considered the most important prose work of Balmori. The book was acquired by the Philippine Government and remains unpublished up to the present60. Los pájaros de fuego narra la destrucción de la familia Robles, familia tradicional y acomodada de la alta sociedad filipina que desde la más refinada exquisitez se verá conducida a la más vil miseria. Don Lino Robles, devoto de Japón, será humillado y exterminado, su hijo Fernando deambulará como soldado fantasma hasta desfallecer, su hija Natalia será violada 60
En Pilar Eugenia Marino y Edgardo Tiamson Mendoza, Cuentos de Balmori
LOS PÁJAROS DE FUEGO
(1886-1948), 1987, p. xv.
Manila, National Book Store,
por una tropa de soldados japoneses, y su yerno Sandoval se venderá como colaboracionista del mando japonés61. La guerra, viene a decirnos Balmori, no es la única culpable del exterminio de la aristocracia filipina; su propia desidia y decadencia moral la llevarán a la inconsciencia de la inminencia bélica y a adorar como libertador al que luego será su verdugo. En la primera parte de la novela Japón es pintado como la culminación de la civilización asiática. En la segunda se desvela la debilidad moral de la sociedad filipina, que conducirá al colapso y la indefensión de una idea de nación ficticia, idea desarrollada en la tercera parte, cuando se inicia la invasión japonesa. La cuarta parte narra la destrucción orgiástica tanto material como moral del mundo filipino y representa un corpus narrativo per se dentro de la obra balmoriana. Abandonado el ideal de belleza que siempre había movido a Balmori, nos hallamos tan sólo con el horror. El horror sacude la obra con el episodio de la violación de la dalaga filipina, que constituye un momento culminante de la prosa balmoriana. Natalia, representante del sublimizado ideal estético filipino conceptualizado por Balmori, quedará condenada por su propia fabulación y degradada como vil objeto. Si Filipinas es violada y destruida, los filipinos, sugiere el autor, no están exentos de culpabilidad. Tampoco Balmori es ajeno a su ceguedad orientalista. Niponófilo convencido, desengañado, descubre ahora la realidad que oculta el mito japonés de la esfera de coprosperidad de la Gran Asia Oriental. Resulta de un patetismo revelador la lectura de su "Oración a San Abagán", patrón de los bufones, en la que Jesús Balmori se reconoce desintegrado:
"Esta novela pretende ser una pintura acabada de los horrores de la guerra y para ese efecto descubre el robo, la violación y el asesinato cometidos por la soldadesca japonesa, a través de las brutalidades, sin nombre, contra los filipinos, particularmente
en los últimos días de la ocupación enemiga" (Estanislao B. Alinea, op. cit., pp. 97-98). Alinea conocía el argumento de la novela, y es el único que le dedica una sección especial al comentar la obra, lo que quiere decir que tuvo acceso a ella y la leyó.
CLÁSICOS HISPANORLIPINOS
¡San Abagán, mea culpa! Yo incliné mi chireta Ante los japoneses, como si fuera un burro, Para que no me dieran, al verme, una chuleta En nada parecidas a las de "Casa Curro". Y hundido por completo en saludos sin fin, Por la ciudad, la aldea, el campo y la maleza, Dejé por mucho tiempo de ser Batikuling, ¡Y fui baticabeza! [...] ¿Soy colaborador por cuanto dije y digo? ¿Por todo lo que hice y estoy dispuesto a hacer? ¿Por haber puesto a salvo de patadas mi ombligo? ¿Por no haber aprendido, como Sergio [Osmeña], a correr?62 La novela pues representa la caída en los infiernos de una sociedad dirigida a su propia destrucción. Japón es el verdugo de la mentira. Una vez destruida la mentira —el hedonismo de una sociedad inconsciente— no queda sino la visceralidad primitiva. Ante tal Armagedón, la obra concluye con la vuelta al momento primigenio de anagogía religiosa63 y civilizacional. Tras la finalización de Los pájaros de fuego, Jesús Balmori no publicó ninguna obra en volumen, quedando igualmente ésta inédita al ser comprada por el gobierno filipino. Según parece, tísico y sin posesiones (que quedaron arrasadas en la Ermita), se le hacía una acción de caridad en esta transacción. No obstante, Batikuling, "Oración a San Abagán", en Voz de Manila, domingo 9 de diciembre, 1945, vol. II, num. 139, p. 3. "BATICABEZA: Un bicho raro, que está como Ciria Cruz con un movimiento de rotación y traslación en la testa, que forma época", en Aray, 27 de diciembre, 1923, año I, num. 9, p. 6. "En cambio, su tercera y última novela,
LOS PÁJAROS DE FUEGO
Pájaros de Fuego, ya defiende la existencia del Supremo Creador. Compuesta durante su retiro motivado por la Segunda Guerra Mundial, esta novela se distingue por su valor patriótico y se considera la prosa más lograda del poeta", en Reynaldo D. Coronel Jr., Los elementos del Modernismo en la lírica de Jesús Balmori, op. cit., p. 63.
en su último período se manifestó especialmente activo en Voz de Manila, donde tenía una columna como Batikuling llamada Mi Voz, extraordinario testimonio de las reflexiones satíricas de un desheredado al borde de la muerte y, sin embargo, una de las figuras únicas de las Letras Filipinas: Mi querido Doctor: Le escribo la presente Para informar a usted sencilla y llanamente ¡Que en vano está luchando por salvarme la vida! ¡Mi salud, cada día, está más decaída!64 La última creación en la vida de Jesús Balmori fue recitada cuando se encontraba en su lecho agonizante. Al día siguiente apareció publicada en Voz de Manila, el 23 de mayo de 1948, día de la muerte del autor: "A Cristo" Si nuestra vida es dolor Para llegar hasta ti, Bendito dolor, Señor, De cuanto yo padecí. ¡Qué valen estas supinas Angustias de mi desvío, Con tu corona de espinas Amor mío! Mis miembros yacen esclavos Del dolor a toda luz, ¿Qué es eso ante los clavos
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"Al Doctor León C. Malubay", en Voz de Manila, domingo 16 de diciembre, 1945, vol. II, num. 143, p. 3.
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CLASICOS HISPANOFIUPINOS
Que te hirieron en la Cruz? Llevo una cruz, solitario Cual si llevara una flor, Para seguir tu calvario ¡Señor, Divino Señor! Así aspiro que redimas Mi alma inconstante y falaz; Ya que el dolor salvó a Dimas Para siempre jamás 65 .
Copiada desde Semana. Revista Ilustrada Hispano-Ftlipina, Manila, 19 de mayo, 1949, vol. I, núm. 22, p. 9.
LOS PÁJAROS DE FUEGO
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