Nociones Básicas de Retórica

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-Jueves 16 de febrero de 2006-

Nociones Básicas de Retórica - Apuntes de Arnoldo Moreno Pérez1 http://www.emprendedoras.com/article968.html http://www.emprendedoras.com/modules.php?name=News&file=print&sid=968 http://www.emprendedoras.com/down/retorica.swf

"La manera más desagradable de replicar en una polémica es la de enojarse y la de callar, pues el agresor interpreta ordinariamente el silencio como un desprecio." Friedrich Nietzsche2. “Nada sé de la literatura actual. Hace tiempo que mis contemporáneos son los griegos.” Jorge Luis Borges3. 1

Asesor Técnico de la Dirección General del IPN, investigador del Laboratorio de Cronobiología Médica de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del mismo instituto. Correo electrónico: [email protected] 2

(1844-1900). Filósofo, poeta y filólogo alemán, cuyo pensamiento es considerado como uno de los más

radicales, ricos y sugerentes del siglo XX. Nació el 15 de octubre de 1844 en Röcken, Prusia. Murió en Weimar el 25 de agosto de 1900. Además de la influencia de la cultura helénica, en particular de las filosofías de Sócrates, Platón y Aristóteles, Nietzsche estuvo influenciado por el filósofo alemán Arthur Schopenhauer, por la teoría de la evolución y por su amistad con el compositor alemán Richard Wagner. Uno de los argumentos fundamentales de Nietzsche era que los valores tradicionales (representados en esencia por el cristianismo) habían perdido su poder en las vidas de las personas, lo que llamaba nihilismo pasivo. Lo expresó en su tajante proclamación “Dios ha muerto”. Estaba convencido que los valores tradicionales representaban una “moralidad esclava”, una moralidad creada por personas débiles y resentidas que fomentaban comportamientos como la sumisión y el conformismo porque los valores implícitos en tales conductas servían a sus intereses. Nietzsche afirmó el imperativo ético de crear valores nuevos que debían reemplazar los tradicionales, y su discusión sobre esta posibilidad evolucionó hasta configurar su retrato del hombre por venir, el ‘superhombre’ (übermensch). 3

Nació en Buenos Aires el 24 de agosto de 1899. Fue bilingüe desde su infancia ya que su abuela

materna le hablaba en inglés. "Georgie", como le decían en casa, tenía apenas seis años cuando dijo a su padre que quería ser escritor. En 1910 aparece su primera publicación en el diario El País, de Buenos Aires, donde tradujo El príncipe feliz, de Oscar Wilde. En 1914, el padre de Borges se jubiló debido a su ceguera casi total, por lo que la familia pasó una temporada en Europa. Sorprendidos por la guerra, se instalaron en Ginebra donde el joven Borges escribió algunos poemas en francés y cursó la preparatoria

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El helenismo4 retórica significa técnica y arte de hablar bien, y es equivalente a la oratoria5. Sus orígenes son griegos, y en la Grecia antigua la manera de hablar importaba tanto, si no más, como lo que se decía.

(1914-1918). Vivió en España de 1919 a 1921 y dos años después la familia regresó a Buenos Aires. En 1923 publicó el poemario Fervor de Buenos Aires. En 1924 vieron la luz dos libros más de poemas: Luna de enfrente e Inquisiciones. Durante los siguientes años se dedicó a escribir cuentos y poemas sobre temas muy argentinos como el tango y las peleas de cuchillo. En 1927 se sometió a una operación de los ojos, con los años escribiría su "Poema de dones", donde alude a su ceguera (verdadero estigma familiar). Más tarde abordó temas de corte fantástico, género en el que se enmarcan sus ficciones más reconocidas en todo el mundo. En 1949 apareció El Aleph, libro de cuentos donde Borges reelabora sus obsesiones sobre el espacio y el tiempo circular. En 1961 compartió con el escritor Samuel Beckett el Premio Formentor, otorgado por el Congreso Internacional de Editores. En 1967, a los 68 años, se casó con Elsa Astete Millán, la unión duró hasta octubre de 1970; durante ésta década fue nominado al Premio Nobel de Literatura. Años más tarde, se casó con María Kodama, de 49 años. En 1980 se le otorgó el Premio Cervantes. Murió en Ginebra el 14 de junio de 1986. Su obra abarca ensayo, poesía y cuento. Entre sus poemarios destacan: El otro, el mismo; Elogio de la sombra; El oro de los tigres, La rosa profunda y La cifra; entre sus libros de relatos, traducidos a casi todos los idiomas, pueden citarse: Ficciones; El Aleph; El jardín de los senderos que se bifurcan y El hacedor. 4

Se denomina helenismo a la palabra que proviene directamente del griego y se usa en la lengua

castellana o española. Suelen ser términos científicos o técnicos: átomo, hemorragia, hematología... Algunos helenismos fueron traducidos por los romanos a su lengua, el latín, y de esa manera transvasados a ella y por tanto al castellano, de forma que poseemos dos palabras para designar una misma realidad. Por ejemplo, el griego metamorfosis, compuesto por el prefijo meta-, la raíz morfo y el sufijo -osis, se tradujo en latín por transformatio, compuesto de la traducción del prefijo griego meta- por su correspondiente latino, trans-, del lexema latino forma, equivalente al griego morfo, y del sufijo latino tio, que posee idénticas funciones que el griego -osis, lo que redunda en el doblete castellano metamorfosis/transformación. Los helenismos ofrecen algunos problemas en su adaptación a la lengua española, especialmente en fonética y morfología. Por caso, resulta incómodo formar los plurales de palabras griegas terminadas en ese y es difícil distinguirlas de sus singulares: la, las crisis, la, las tesis... El castellano clásico del siglo XVII solucionaba el problema adoptado un singular sin ese: crisi, phrasi, éxtasi... pero esto iba contra la etimología. Otro problema lo ofrecen las palabras terminadas en -ma, que en griego son femeninas, pero en el castellano clásico del Siglo de Oro vacilaba su género: el/la reuma, el/la fantasma, el/la cisma... En cuestión de fonética, existen muchas acentuaciones y transcripciones caprichosas de los helenismos: reuma/reúma, Poseidón/Posidón, Athenea, Atenea etc... 5

Se puede entender como arte, o bien como género literario.

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I. Como arte (expresión de la actividad humana mediante la cual se manifiesta una visión personal sobre lo real o imaginado y poderlo plasmar de diferentes maneras) de hablar con elocuencia (proviene del latín eloquentia, hace referencia a la capacidad que tienen las palabras, los gestos o cualquier otra acción para convencer, conmover o persuadir para persuadir o convencer a un auditorio). II. Como género literario, que se concreta en distintas formas, como el discurso (es una alocución formal: el acto verbal y oral de dirigirse a un público), la conferencia, la disertación (presentación de tipo oral de alguna persona sobre un tema específico, generalmente apoyada por medios gráficos, auditivos o visuales), el sermón, la exposición, etc. La oratoria nació en Sicilia y se desarrolló fundamentalmente en Grecia, donde fue considerada un instrumento para alcanzar prestigio y poder político. Había unos profesionales llamados logógrafos que se encargaban de redactar discursos para los tribunales. El más famoso de estos logógrafos fue Lisias. Sin embargo, Isócrates creó una famosa escuela de oratoria en Atenas que tenía un concepto más amplio y patriótico de la misión del orador, que debía ser un hombre instruido y movido por altos ideales éticos a fin de garantizar el progreso del estado. En este tipo de oratoria llegó a considerarse el mejor en su arte Demóstenes. De Grecia la oratoria pasó a la república romana, donde Marco Tulio Cicerón lo perfeccionó. Sus discursos y tratados de oratoria nos han llegado casi completos. Durante el imperio, sin embargo, la oratoria entró en crisis habida cuenta de su poca utilidad política en un entorno dominado por el emperador, aunque todavía se encontraron grandes expertos en ese arte como Marco Fabio Quintiliano; los doce libros de su Institutio oratoria se consideran la cumbre en cuanto a la teoría del género. Sin embargo, como ha demostrado Ernst Robert Curtius en su Literatura europea y Edad Media latina, la Oratoria influyó poderosamente en el campo de la poesía y la literatura en general pasándole parte de sus recursos expresivos y “retorizándola” en exceso. Originalmente, la oratoria se dividía en varios géneros. Anaxímenes de Lámpsaco propuso una clasificación tripartita que asumió después Aristóteles: Género judicial. Se ocupa de acciones pasadas y lo califica un juez o tribunal que establecerá conclusiones aceptando lo que el orador presenta como justo y rechazando lo que presenta como injusto. Género deliberativo o político. Se ocupa de acciones futuras y lo califica el juicio de una asamblea política que acepta lo que el orador propone como útil o provechoso y rechaza lo que propone como dañino o perjudicial. Género demostrativo o epidíctico. Se ocupa de hechos pasados y se dirige a un público que no tiene capacidad para influir sobre los hechos, sino tan solo de asentir o disentir sobre la manera de presentarlos que tiene el orador, alabándolos o vituperándolos. Está centrado en lo bello y en su contrario, lo feo. Sus polos son, pues, el encomio y el denuesto o vituperio. El discurso consta de cinco fases: inventio, dispositio, elocutio, memoria y actio. La inventio acopia los materiales que se van a necesitar para elaborarlo; la dispositio estudia el orden mejor para exponerlos y la forma de dividir los temas y repartir y omitir contenidos. La elocutio estudia el estilo del discurso, cómo adornarlo y hacerlo agradable para los que lo escuchan. La memoria ayuda a recordarlo y la actio estudia la adaptación del discurso al momento concreto y los gestos y tono de voz mejor para exponerlo.

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La retórica es a la vez la ciencia (en el sentido de estudio estructurado) y el arte (en el sentido de práctica que reposa sobre un saber demostrado) que se refiere a la acción del discurso sobre los “espíritus” (“lo que mueve”, por ejemplo). En principio, la retórica se ocupa de la lengua hablada, pero es evidente que sus aplicaciones han trascendido al discurso escrito, que es en cierta manera una transcripción limitada o imitación estrecha del discurso oral. La retórica, calificada por Roland Barthes6 de metalenguaje (discurso sobre el discurso), ha comportado numerosas prácticas presentes sucesiva o simultáneamente según las épocas. Nació como ciencia hacia el año 485 antes de Cristo en Grecia antigua cuando dos tiranos sicilianos, Hierón y Gelón, expropiaron numerosas tierras de ciudadanos de Siracusa por medio de mercenarios costeados por ellos. Los perjudicados se sublevaron democráticamente y quisieron volver al statu quo anterior, lo que les abocó a innumerables procesos legales para probar que eran propietarios de los terrenos arrebatados. Eso creó la necesidad de personajes que supiesen hablar bien ante la asamblea de jueces para poder defender los derechos de los antiguos ciudadanos a esas tierras. Esa elocuencia vino a transformarse rápidamente en objeto de enseñanza por En su libro "El Poder de la Oratoria", Renny Yagosesky establece como las bases del estilo oratorio persuasivo los parámetros: Claridad (ideas claras), Sencillez (lenguaje accesible), Concisión (expresión de lo esencial), Coherencia (conservación del hilo temático), Fluidez (expresividad corrida), Naturalidad (espontaneidad sin fingimiento), Belleza (estética expresiva) e Impacto (capacidad de ser recordado). 6

Roland Barthes (Cherburgo, Francia 12 de noviembre 1915 – París, 25 de marzo de 1980) Escritor y

semiólogo francés. Titulado en letras clásicas (1939) gramática y filosofía (1943) en la Universidad de París. Es parte de la escuela estructuralista, influenciado por el lingüísta Ferdinand de Saussure. Crítico de los conceptos teóricos complejos que circularon dentro de los centros educativos franceses en los años 50. Entre 1952 y 1959 trabajó en el Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRS). La obra de Roland Barthes, si bien heterogénea y a menudo muy abstracta, puede ser accesible con una lectura metódica y concentrada; los conceptos propuestos para el análisis semiológico, en un primer momento provenientes desde lingüistas como Saussure, Hjelmslev y otros va derivando a una especificidad mayor que permite avanzar por el poco transitado (entonces) camino de la semiótica. Barthes murió tras ser atropellado por una camioneta de lavandería en la calle de las Écoles, justo frente a la Sorbona, justamente cuando regresaba de una comida que había tenido con François Mitterand, y que la prensa ocultó para evitar que acusaran al político de gafe.

5 parte de Empédocles7 de Agrigento, Córax y Tisias (a este último se le atribuye el primer manual de retórica) y dicha enseñanza se transmitió al Ática por comerciantes que comunicaban Siracusa y Atenas. La retórica demostró pronto su utilidad como instrumento político en el régimen democrático, en siglo V a. C., divulgada por profesores conocidos como sofistas8, entre los cuales los más conocidos fueron

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Empédocles de Agrigento (en griego Εµπεδοκλής) (Agrigento, 495 adC - 435 adC), fue un filósofo y

político democrático griego. Cuando perdió las elecciones fue desterrado y se dedicó a ser sabio. Empédocles propuso que el mundo esta compuesto por cuatro elementos: fuego, tierra, agua y aire. Estos elementos están sometidos a dos fuerzas: el Amor, que los une y el Odio, que los separa. Estamos, por tanto, en la actualidad, en un equilibrio. Esta teoría explica el cambio y a la vez la permanencia de los seres del mundo. Posteriormente Demócrito postularía que estos elementos están hechos de átomos. Su mayor contribución fue el descubrimiento del aire como sustancia independiente usando una clepsidra. También descubrió la fuerza centrífuga y el sexo de las plantas. En astronomía identificó correctamente que la luz de la luna procedía del Sol reflejado y que la Tierra era una esfera. En cosmología estableció los cuatro elementos como tierra, agua, aire y fuego. Cada uno de estos elementos era eterno pero se podían mezclar entre sí en diversas proporciones y producir así las diversas formas materiales. Se combinaban por el Amor y se separaban por la Lucha. Para Empédocles, el Amor y la Lucha eran elementos primitivos al mismo nivel que los elementos materiales pero carentes de sustancia. Los cambios en el mundo solo están gobernados por la Azar y la Necesidad. La leyenda afirma que se suicidó arrojándose en la boca del Etna. 8

En la Grecia clásica, dícese de quien hace profesión de enseñar la sabiduría. Platón criticará a los

sofistas por su formalismo y sus trampas dialécticas, pretendiendo enseñar la virtud y a ser hombre, cuando nadie desde un saber puramente sectorial, como el del discurso retórico, puede arrogarse tal derecho. La palabra sophistes significaba maestro en sabiduría. Como tales se presentaban estos señores que andaban de lugar en lugar, participaban en la política y cobraban por sus lecciones. Sabían o simulaban saber de todo: astronomía, geometría, aritmética, fonética, música, pintura. Pero su ciencia no buscaba la verdad sino la apariencia de saber porque ésta reviste de autoridad. Enseñaban la areté requerida para estar a la altura de las nuevas circunstancias sociales y políticas (recordemos que la palabra areté, traducida generalmente por virtud, no tenía entonces las connotaciones morales que nuestra palabra virtud tiene; era más "lo que es propio de", como se explicó en la introducción). La primera exigencia de esa arte era el dominio de las palabras para ser capaz de persuadir a otros. "Poder convertir en sólidos y fuertes los argumentos más débiles", dice Protágoras. Gorgias dice que con las palabras se puede envenenar y embelesar. Se trata, pues, de adquirir el dominio de razonamientos

6 Protágoras de Abdera9, Gorgias10 e Isócrates11, a los cuales se oponía Platón, quien distinguía dos tipos de retóricas: engañosos. El arte de la persuasión no está al servicio de la verdad sino de los intereses del que habla. Llamaban a ese arte "conducción de almas". Platón dirá más tarde que era "captura" de almas. No eran, pues, propiamente filósofos pero tenían en común una actitud que sí puede llamarse filosófica: el escepticismo y relativismo. No creían que el ser humano fuese capaz de conocer una verdad válida para todos. Cada quien tiene "su" verdad. De Aristóteles provendrá también el sentido peyorativo: sofista es quien utiliza del sofisma para razonar. Los más destacados miembros de la sofística fueron: Protágoras, Gorgias, Hipias, Pródico, Trasímaco, Critias, y otros. 9

Protágoras de Abdera (en griego Πρωταγόρας) (Abdera 485 adC-411 adC aproximadamente),

Filósofo griego. Un admirado experto en retórica que recorría el mundo griego cobrando elevadas tarifas por sus conocimientos acerca del correcto uso de las palabras u ortoepeia. Platón en el diálogo que lleva su nombre le acredita como el inventor del papel del sofista profesional o profesor de "virtud" (entendida no como "bondad" sino como conocimiento y habilidad para tener éxito mundano). En Atenas tuvo amistad con Pericles y fue conocido de Sócrates. Que huyera para evitar una condena por blasfemia o impiedad parece más un cuento de siglos posteriores que la realidad. Era un pensador viajero, celebrado y necesitado allí donde fuera. Es reconocido por su dicho más famoso: "un hombre es la medida de todas las cosas." Que se suele decir: el hombre es... Cabe interpretarlo, aunque no siempre se interpreta así, a veces se interpreta como simple antropocentrismo, como relativismo de la verdad de las cosas, como que cada hombre es la norma de lo que es verdad para sí mismo, y que toda verdad es relativa para el individuo que la sostiene y que no podría tener validez más allá de él. Pensando de esta manera se podría negar la posibilidad del conocimiento objetivo, de la validez de las leyes, y de una "verdad absoluta" para todos. También hizo una proposición de agnosticismo: respecto a los dioses, no tengo medios de saber si existen o no, ni cuál es su forma. Me lo impiden muchas cosas: la oscuridad de la cuestión y la brevedad de la vida humana. Se le atribuyen dos títulos perdidos Verdad (o Refutaciones) y Sobre los dioses. Sus doctrinas se discuten especialmente en Platón (Teeteto). También habla de él Diógenes Laercio en su "Vida de los Filósofos". Protágoras es también el título de un diálogo de Platón. Contemporáneo a Protágoras, fue Gorgias de Leontino, discípulo de Empédocles. 10

Gorgias de Leontino (en griego Γοργίας) (485 adC-380 adC): Este filósofo del período antropológico

de la Filosofía Griega llegó Atenas procedente de Sicilia en el año 427 a.C. para pedir ayuda contra los siracusanos. Fue sobre todo un gran orador y maestro de la retórica. Negaba ser maestro de virtud pero prometía hacer hábiles en hablar a sus discípulos. Recogió la temática de la Filosofía eleática concluyendo que nada existe. Se encuentran en una de sus obras Sobre la Naturaleza o el No Ser, tres célebres tesis , muy conocidas y difíciles de entender: 1.- No existe realidad alguna 2.- Si algo existiera, no lo conoceríamos

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3.- Aún en el caso de que pudiéramos conocer algo, no podríamos comunicarlo a los demás. La relatividad de Protágoras pasa a ser, en Gorgias escepticismo al declarar falsas todas las opiniones (puesto que ninguna opinión puede ser contrastada con la realidad). Argumentación íntegra de la inexistencia del ser, según recoge Sexto Empírico: "Que nada existe es argumentado de este modo. Si existe algo, o bien existe lo que es o lo que no es, o bien existen tanto lo que es como lo que no es. Pero ni lo que es existe, como demostrará, ni lo que no es, como explicará, ni tampoco lo que es y lo que no es, punto éste que también justificará. No existe nada, en conclusión. Es claro, por un lado, que lo que no es no existe. Pues si lo que no es existiera, existiría y, al mismo tiempo, no existiría. En tanto que es pensado como no existente, no existirá, pero, en tanto que existe como no existente, en tal caso existirá. Y es de todo punto absurdo que algo exista y, al mismo tiempo, no exista. En conclusión, lo que no es no existe. E inversamente, si lo que no es existe, lo que es no existirá. Pues uno y otro son mutuamente opuestos, de modo que si la existencia resulta atributo esencial de lo que no es, a lo que es le convendría la inexistencia. Mas no es cierto que lo que es no existe y, por tanto, tampoco lo que no es existirá. Pero es que tampoco lo que es existe. Pues si lo que es existe, o bien es eterno o engendrado, o eterno o ingénito al tiempo. Mas no es eterno ni engendrado ni ambas cosas, como mostraremos. En conclusión, lo que es no existe. Porque si es eterno lo que es -hoy que comenzar por esta hipótesis- no tiene principio alguno. Pues todo lo que nace tiene algún principio, en tanto que lo eterno, por su ingénita existencia, no puede tener principio. Y, al no tener principio, es infinito. Y si es infinito, no se encuentra en parte alguna. Ya que si está en algún sitio, ese sitio en el que se encuentra es algo diferente de él y, en tal caso, no será ya infinito el ser que está contenido, mientras que nada hay mayor que el infinito, de modo que el infinito no está en parte alguna. Ahora bien, tampoco está contenido en sí mismo. Pues continente y contenido serán lo mismo y lo que es uno se convertirá en dos, en espacio y materia. En efecto, el continente es el espacio y contenido, la materia. Y ello es, sin duda, un absurdo. En consecuencia tampoco lo que es está en sí mismo. De modo que, si lo que es eterno, es infinito y, si infinito, no está en ninguna parte, no existe. Por tanto, si lo que es, es eterno, tampoco su existencia es en absoluto. Pero tampoco lo que es puede ser engendrado. Ya que si ha sido engendrado, procede de lo que es o de lo que no es. Mas no procede de lo que es. Ya que si su existencia es, no ha sido engendrado, sino que ya existe. Ni tampoco procede de lo que no es, ya que lo que no es no puede engendrar nada, dado que el ente creador debe necesariamente participar de la existencia. En consecuencia lo que es no es tampoco engendrado. Y por las mismas razones tampoco son posibles las dos alternativas, que sea, al tiempo, eterno y engendrado. Pues ambas alternativas se destruyen mutuamente, y, si lo que es, es eterno, no ha nacido y, si ha nacido, no es eterno. Por tanto, si lo que es no es ni eterno ni engendrado ni tampoco lo uno y lo otro, al tiempo, lo que es no puede existir. Y, por otro lado, si existe es uno o es múltiple. Mas no es ni uno ni múltiple, según se demostrará. Por tanto, lo que es no existe, ya que si es uno, o bien es cantidad discreta o continua, o bien magnitud o bien

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materia. Mas en cualquiera de los supuestos no es uno, ya que si existe como cantidad discreta, podrá ser separado, y, si es continua, podrá ser dividido. Y, por modo semejante, si es pensado como magnitud no deja de ser separable. Y, si resulta que es materia, tendrá una triple dimensión, ya que poseerá longitud, anchura y altura. Mas es absurdo decir que lo que es no será ninguna de estas propiedades. En conclusión, lo que es no es uno. Pero ciertamente tampoco es múltiple. Pues, dado que la multiplicidad es un compuesto de distintas unidades, excluida la existencia de lo uno, queda excluida, por lo mismo, la multiplicidad. Que no existen, pues, ni lo que es ni lo que no es, resulta fácil de demostrar. Ya que si tanto lo que no es como lo que es existen, lo que no es será idéntico a lo que es en cuanto a la existencia. Y, por ello, ninguno de los dos existe. Que lo que no es no existe es cosa convenida. Y ha quedado demostrado que lo que es, en su existencia, es idéntico a lo que no es. Por tanto, tampoco él existirá. En consecuencia, si lo que es es idéntico a lo que no es, no pueden existir el uno y el otro. Porque, si existen ambos, no hay identidad y, si existe identidad, no pueden ambos existir. De ello se sigue que nada existe." 11

Isócrates (Atenas, 436 - ibíd. 338 a. C.), orador, logógrafo, político y educador griego.

De familia pudiente, Isócrates fue un seguidor, en los aspectos formales, de Gorgias, y en los ideológicos, de Sócrates y Platón. Este último, además, le alabó en el Fedro. Dirigió una escuela de oratoria en la isla de Quíos y, al volver a Atenas, sobre el año 403 a. C., trabajó como logógrafo escribiendo discursos judiciales y políticos por encargo; no inició una carrera política, ya que era tímido y con poca voz. Sin embargo, fundó el año 392 a. C. una importante escuela de oratoria que se hizo muy famosa, no sólo por la eficacia de su instrucción, sino también por el hecho (emanado de su formación socrática y platónica) de incluir en su plan de estudios la educación ética del ciudadano, en lo que se distinguió claramente de sus principales competidores, los sofistas, cuya falta de referentes éticos atacó. La finalidad de esta reforma educativa era en el fondo propiciar una regeneración política, pues Isócrates perseguía la unificación de Grecia como única forma de evitar la invasión de los persas (es la idea central de su famoso Panegírico, compuesto el año 380 a. C.). El ciclo de estudios de su escuela duraba entre tres y cuatro años y la relación que sostenía con sus estudiantes era íntima y afectuosa, en lo que ayudaba su reducido número (un máximo de nueve) para ejercer una influencia directa en cada uno y dedicar todo el tiempo posible a su formación como hombres políticos. Su propósito era recuperar el esplendor de la cultura griega impulsando por medio de la educación una nueva cultura (paideia) con la intención de reformar la ciudad-estado por medio de sus futuros líderes. Éstos, como factor multiplicador, actuarían como los guías y educadores del resto de la ciudadanía, como única forma de consolidar instituciones fuertes y políticamente tan sanas como los ciudadanos que las formaran; esta fue la semilla del posterior humanismo occidental. En un principio, Isócrates puso sus esperanzas de regeneración en el proyecto político de Filipo II de Macedonia. Su estilo es fluido, de frase compleja y abundante en antítesis. Educó a los oradores Hipérides, Iseo y Licurgo; sus enseñanzas son también patentes en oradores posteriores como el griego Demóstenes o el romano Cicerón. Falleció víctima de un ayuno voluntario en protesta por la pérdida de la independencia de Grecia el año 338 a. C. Se conservan de él 21 discursos y 9 cartas.

9 La retórica sofística, éticamente despreciable, está constituida por la logografía, que consiste en escribir no importa qué discurso y tiene por fin la verosimilitud y la ilusión. La retórica verdadera, en cambio, es llamada por él psiquegogía o formación de las almas por medio de la palabra. Para Platón, la esencia de la filosofía reposaba en la dialéctica12: la razón y la discusión conducen poco a poco al descubrimiento de importantes verdades. Platón pensaba que los sofistas no se interesaban por la verdad, sino solamente por la manera de convencer, así que rechazó la palabra escrita y buscó la interlocución personal, ad hominem13. El modo fundamental del discurso es el diálogo entre maestro y alumno.

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La dialéctica es un método de razonamiento, de cuestionamiento y de interpretación que ha recibido

distintos significados a lo largo de la historia de la Filosofía. Algunos de estos significados son: i) Arte del diálogo y la discusión ii) Técnica de razonamiento que procede a través del despliegue de una tesis y su antítesis, resolviendo la contradicción a través de la formulación de una síntesis final. iii) Arte de ordenar los conceptos en géneros y especies Modo de elevarse desde lo sensible hacia lo inteligible, es decir partiendo de la certeza de los sentidos hacia el desarrollo de conceptos de un mayor grado de universalidad y racionalidad iv) Para Hegel: "Llamo dialéctica al principio motor del concepto, que disuelve pero también produce las particularidades de lo universal. (...) La más elevada dialéctica del concepto consiste en no considerar la determinación meramente como límite y opuesto, sino en producir a partir de ella el contenido positivo y el resultado, único procedimiento mediante el cual la dialéctica es desarrollo y progreso inmanente. No es por lo tanto la acción exterior de un pensar subjetivo, sino el alma propia del contenido lo que hace crecer orgánicamente sus ramas y sus frutos" Fundamentos de la filosofía del derecho, parágrafo 31. La dialéctica, en todos estos casos, designa un movimiento propio del pensamiento (y del ser en general en el caso de Hegel). 13

Un argumento ad hominem o argumentum ad hominem (en Latín, significa "dirigido al hombre"),

es una falacia lógica que implica responder a un argumento o a una afirmación refiriéndose a la persona que lo formula, en lugar de al argumento por sí mismo. Un argumento ad hominem (y por tanto, falaz) tiene esta estructura: 1.

A afirma B;

2.

Hay algo cuestionable acerca de A,

3.

Por tanto, B es falso.

Los argumentos positivos acerca de la persona se describen en recurso a la autoridad. Ad hominem es una de las falacias lógicas más conocidas. Tanto la falacia en si misma como la acusación de haberse servido de ella se utilizan como recursos en discursos reales. Como una técnica retórica, es

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poderosa y se usa a menudo, a pesar de su falta de sutileza, para convencer a quienes se mueven más por sentimientos y por costumbres acomodaticias que por razones lógicas. Una falacia ad hominem consiste en afirmar que un argumento de alguien es erróneo sólo por algo acerca de la persona, no en el argumento en sí. El mero hecho de insultar a una persona dentro de un discurso de otro modo racional - no constituye necesariamente una falacia ad hominem. Debe quedar claro que el propósito del ataque sea desacreditar a la persona que está ofreciendo el argumento y, específicamente, invitar a los demás a no tomar lo que afirma en consideración. No todos los argumentos ad hominem son negativos. Es posible argumentar que algo es cierto por quién lo afirma. Ad hominem es falaz cuando se aplica a la deducción, y no a la evidencia (o premisa) de un razonamiento. Puede dudarse de una prueba o rechazarla dependiendo de su origen por razones de credibilidad, pero dudar o rechazar una deducción basándose en su fuente es la falacia ad hominem. Las premisas que desacrediten a una persona pueden existir en razonamientos válidos, cuando la persona criticada es la única fuente de una prueba usada en uno de sus argumentos.

Se identifican tres variedades tradicionales de la falacia ad hominem: ad hominem abusivo, ad hominem circunstancial, y ad hominem tu quoque. Ad hominem abusivo Ad hominem abusivo (también llamado argumentum ad personam) a menudo consiste en un simple (y normalmente inmerecido) insulto al oponente, pero también puede implicar la mención de fallos de carácter o acciones discutibles. La razón por la que es falaz es porque, normalmente, los insultos e incluso los defectos del oponente no afectan a la veracidad o al soporte lógico de las afirmaciones del oponente. "Usted no puede afirmar que mi acción es inmoral porque ha estado en la cárcel". El hecho de que yo haya estado en la cárcel no convierte en morales las acciones de mi interlocutor ni me impide denunciarlas, y ambos hechos carecen de relación entre sí: "Juan dice que Miguel es un estafador". "¿Juan? Mira, ese mejor se calla, que yo le he visto detrás de las niñas del instituto". El hecho de que Juan se sienta atraído por las jovencitas no invalida su argumento de que Miguel sea un estafador, y ambos hechos carecen de relación alguna entre sí. Ad hominem circunstancial Ad hominem circunstancial implica mencionar que alguien se encuentra en una circunstancia en la cual está predispuesta a tomar una determinada posición. Esencialmente consiste en atacar la neutralidad del interlocutor. La razón por la que es falaz es porque las predisposiciones del oponente no afectan a la veracidad de sus argumentos desde un punto de vista lógico. "Las compañías de tabaco se equivocan cuando dicen que fumar no afecta seriamente a tu salud, porque sólo están defendiendo sus negocios multimillonarios." El hecho de que estén defendiendo sus negocios no invalida automáticamente sus afirmaciones, cuya falsedad debe ser demostrada mediante pruebas científicas "¿Paco dice que las condiciones de trabajo son peligrosas? ¡Qué va a decir ese, si es un comunista!" El hecho de que Paco sea comunista, y por tanto más predispuesto que la media a denunciar condiciones laborales defectuosas, no invalida su argumento de que un determinado trabajo sea, en efecto, peligroso

11 Dos diálogos de Platón14 se refieren precisamente a la retórica: el Gorgias y el Fedro. Es importante distinguir entre un razonamiento racional y uno correcto según la lógica. Estos razonamientos no son correctos si se mira estrictamente su lógica. Ad hominem tu quoque Ad hominem tu quoque (literalmente, "dirigido al hombre, tu también") puede denominarse también como el argumento de la "hipocresía". Se produce cuando una afirmación se descarta o porque es inconsistente con otras afirmaciones que ha hecho el interlocutor o porque es inconsistente con sus acciones. "Dices que los aviones vuelan por leyes físicas, pero no es cierto porque antes decías que lo hacían mediante la magia." "¿Y tú me dices que beber es malo? ¡Si son las ocho de la mañana y ya estás como una cuba!" El hecho de que yo esté borracho o sea un alcohólico no invalida, desde un punto de vista estrictamente lógico, mi argumento de que beber alcohol en exceso es malo para la salud. 14

Platón (en griego Πλάτων) (de 427 adC – 347 adC) fue un filósofo griego, alumno de Sócrates y

maestro de Aristóteles; su influencia como autor y sistematizador ha sido incalculable en toda la historia de la filosofía, de la cual se ha dicho con frecuencia que alcanzó identidad como disciplina con sus trabajos. Entre sus obras más importantes se cuentan los diálogos La República (en griego Πολιτεια, politeia, "ciudad"), en la cual elabora la filosofía política de un estado ideal; el Fedro en el que desarrolla una compleja e influyente teoría psicológica; el Timeo, un influyente ensayo de cosmología racional influida por las matemáticas pitagóricas; y el Teeteto, el primer estudio conocido sobre filosofía de la ciencia. Las narraciones alegóricas de algunas de sus obras, entre ellas el Timeo y el Critias, dieron origen al mito de la Atlántida. Platón, que realmente se llamaba Aristocles Kodros, y cuyo seudónimo Platón significa el de los hombros anchos era hijo de una familia que pertenecía a la aristocracia ateniense, concretamente a la familia denominada Glaucón. Su padre se llamaba Aristón y su madre Perictione. A los 21 años pasó a formar parte del círculo de Sócrates, el cual produjo un gran cambio en sus orientaciones filosóficas. Tras la muerte de Sócrates en el 399 adC, Platón se refugió en Megara donde comenzó a escribir sus diálogos filosóficos. En el 396 adC emprendió un viaje de diez años por Egipto y diferentes lugares de África e Italia donde conoció a Aristipo y al matemático Teodoro. En Magna Grecia se hizo amigo de Arquitas de Tarento y conoció las ideas de los seguidores de Parménides. En el 388 adC viajó a Sicilia donde quiso influir en la política de Dionisio I. Por esta causa fue encarcelado. Aníceris de Círene reconoció a Platón en la venta de esclavos y le compró para devolverle la libertad. En el 361 adC, tras recobrar su libertad, Platón compró una finca en las afueras de Atenas, donde fundó un centro especializado en la actividad filosófica y cultural, al cual llamó La Academia. El nombre procede del anterior dueño de la finca llamado Academo y dicha academia funcionó ininterrumpidamente hasta su clausura por Justiniano I en el 529 dC.

12 En el curso de la Antigüedad, los teóricos de la retórica (Anaxímenes15, Aristóteles16, Demetrio de Falero17, Cicerón18, Quintiliano19, Hermágoras, Hermógenes y otros Platón murió en el 347 adC dedicándose en sus últimos años a la academia. La obra de Platón está escrita en forma de diálogos y puede dividirse en cuatro etapas: 1.

Primeros diálogos o diálogos socráticos. Se caracteriza por sus preocupaciones éticas. Las más destacadas son: Apología de Sócrates, Critón, Protágoras, Cármides y Eutrifón.

2.

Época de transición. Esta fase se caracteriza también por cuestiones políticas, además, aparece un primer esbozo de la Teoría de la Reminiscencia. Destacan: Gorgias, Menón, Crátilo y Menéxeno.

3.

Época de madurez o diálogos críticos. Platón introduce explícitamente la Teoría de las Ideas recién en esta fase y desarrolla con más detalle la de la Reminiscencia. Destacan: El Banquete, Fedón, La República y Fedro.

4.

Diálogo de vejez o diálogos críticos. En esta fase revisa sus ideas anteriores. Destacan: Teeteto, Parménides, Sofista, Político, Filebo, Timeo y Leyes.

Los personajes de los diálogos son generalmente personajes históricos, como Sócrates, Parménides o Gorgias, aunque a veces también aparecen algunos de los que no se tiene ningún registro histórico aparte del testimonio platónico. Cabe destacar, además, que si bien en muchos diálogos aparecen discípulos de Sócrates, Platón no aparece nunca como personaje. Solamente es nombrado en Apología de Sócrates y en Fedón, pero nunca aparece discutiendo con su maestro ni con ningún otro. En la actualidad se cree que Platón escribió cuarenta y dos diálogos, recopilados por sus discípulos y otros escritores contemporáneos (que también escribieron sobre él). Además de los diálogos, se conservan algunas cartas que Platón supuestamente escribió en sus años de vejez. Si bien el carácter de algunas de ellas es apócrifo, otras, como la Carta Séptima, son consideradas auténticas y resultan muy importantes para reconstruir parte de la vida y el pensamiento ulterior de Platón. Su teoría más conocida es la de las ideas. En ella se sostiene que todos los entes del mundo sensible son imperfectos y deficientes y aspiran teleológicamente a entes perfectos y autónomos (ideas), de carácter ontológico muy superior, los cuales no son perceptibles mediante los sentidos. Cada idea es única e inmutable, mientras que, las cosas del mundo sensible son múltiples y cambiantes. La contraposición entre la realidad y el conocimiento es descrita por Platón en el célebre y bellísimo mito de la caverna, en La República. Para Platón, la única forma de acceder a la realidad inteligible era mediante la razón y el entendimiento, el papel de los sentidos quedaba relegado al simple recuerdo de las ideas que habían sido conocidas en ocasiones anteriores. Es importante resaltar que la dicotomía Mundo Inteligible / Mundo de las Ideas es un recurso pedagógico que suele usarse para ilustrar el correlato que existe entre los entes inteligibles y los sensibles, pero de ninguna forma debe ser interpretada literalmente y suponer que Platón creyera en la existencia de dos mundos. En el Timeo menciona también lo que ahora conocemos como los sólidos platónicos. 15

Anaxímenes (en griego Αναξιµένης) (585 adC - 524 adC) fue un filósofo griego.

Nació en Mileto, hijo de Eurístrato. Fue discípulo y compañero de Anaximandro, coincidiendo con él en que el principio de todas las cosas —arjé— es infinito; aunque, a diferencia del ápeiron de su mentor,

13

también es determinado, pues lo identifica con el aire. Esta sustancia, afirmaba, se transforma en las demás cosas a través de la rarefacción y la condensación, siendo que la primera da en fuego, y la segunda en sólidos. A mayores, puede decirse que fue el primero en introducir la concepción de elemento, proponiendo que el aire, siendo arjé, por medio de los elementos que forma (nubes, agua, etc.) constituye las demás cosas. Anaxímenes consideraba, además, que los objetos celestes son discos planos, a modo de láminas, y que cabalgan sobre el aire, girando alrededor de la Tierra «como gira un sombrero en nuestra cabeza». Escribió Peri Physeos (Sobre la Naturaleza), obra que hoy en día se ha perdido pero de la que tenemos constancia gracias a Diógenes, quien dijo de Anaxímenes que «escribió en dialecto jónico en un estilo sencillo y conciso». Según menciona Plinio el Viejo en su Historia Natural (Libro II, Capítulo LXXVI) Anaxímenes fue el primero en analizar el cómputo geométrico de las sombras para medir las partes y divisiones del día, y diseñó para ello un Reloj de sol que denomina Sciothericon. Literalmente: Umbrarum hanc rationem et quam vocant gnomonicen invenit Anaximenes Milesius, Anaximandri, de quo diximius, discipulus, primusque horologium, quod appellant, Lacedaemone ostendit. 16

Aristóteles (Griego: Αριστοτέλης Aristóteles;) (*Estagira, Macedonia, 384 adC — †Calcis, 322 adC).

Uno de los más grandes filósofos de la antigüedad y acaso de la historia de la filosofía occidental. Inventor de la anatomía y la biología. Nació en el año 384 adC en Estagira, por lo que se le llama el estagirita. Era hijo de Nicómaco, médico de cabecera y amigo del rey Amintas III de Macedonia, padre del rey Filipo, (padre de Alejandro Magno). Tiene extraordinaria significación para el desarrollo del pensamiento aristotélico y su fuerte tinte empírico el hecho de que sus padres procediesen de una familia de médicos. Fue educado después de la temprana muerte de sus padres y entró a los 17 años en la Academia Platónica, a la que perteneció hasta la muerte del maestro. Cuando Aristóteles ingresó en la Academia, Platón tenía 60 años. El enorme y decisivo influjo que Platón ejerció sobre Aristóteles tuvo lugar entre los sesenta y ochenta años del maestro. En estos veinte años de la más íntima comunidad de vida y espíritu con Platón se formó Aristóteles. Al morir Platón, abandonó Atenas. No sabemos si por discrepancias con un sobrino de Platón que había quedado al frente de la Academia, o porque en Atenas había adquirido fuerza un movimiento antimacedónico que criticaba la política de conquista que Filipo II quería llevar a cabo en la polis griega. En el año 343 adC, Aristóteles fue llamado por Filipo II para educar a su hijo Alejandro, de 13 años. Esta actividad debió influir significativamente sobre el pensamiento y la sensibilidad de Alejandro (a pesar del posterior alejamiento de su antiguo maestro, sobre todo en lo que se refiere al aspecto ético-político). La tarea de Aristóteles con Alejandro duró hasta el 340 adC. En ese año, Alejandro fue nombrado regente interno. El año 339 adC Aristóteles regresó a Atenas, y bajo la protección de un poderoso amigo, Antípatro, administrador del imperio durante la ausencia de Alejandro Magno, fundó el Liceo. Esta segunda estancia en Atenas dedicado a la docencia y a la investigación duró 16 años, hasta que murió Alejandro en el año siguiente 322 adC. Aristóteles murió en la isla de Eubea. El punto de partida fue Platón, pero pronto adoptó una actitud crítica frente al platonismo. No dejó de lado las enseñanzas de Platón, sino que "ató los cabos sueltos" y desarrolló las ideas de Platón. La idea de participación platónica no explica la verdadera realidad de la fysis (el movimiento).

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Aristóteles admite como Platón y Sócrates que la esencia es lo que define al ser, pero la diferencia en que la esencia es la forma, que está unida inseparablemente a la materia y juntos constituyen el ser, que es la sustancia. La afirmación de la importancia del conocimiento sensible, del conocimiento de lo singular para llegar a lo universal, abrió posibilidades a la investigación científica. •

Heráclito y Parménides hicieron una explicación muy parcial mediante la unidad y la pluralidad.



De Anaxágoras Aristóteles recogió el nous (idea de inteligencia).



De los pitagóricos valora su dedicación por las matemáticas.

En definitiva, Aristóteles construyó un sistema filosófico propio. Aristóteles fue discípulo de Platón pero esto no significó que no criticase su teoría de las Ideas. Para intentar solventar las diferencias entre Heráclito y Parménides, Platón propuso la existencia de dos mundos: el Mundo Sensible y el Mundo Inteligible. Sin embargo, su discípulo (Aristóteles) no estaba de acuerdo. Para Aristóteles sólo hay un mundo y esta teoría le parece absurda por varios motivos: En primer lugar, se muestra conforme con la idea que la ciencia ha de basarse en conceptos universales pero no encuentra explicación a por qué éstos han de estar de estar representados en otra esfera de la realidad. Aristóteles considera absurdo utilizar el Mundo de las Ideas al juzgar que el Mundo Sensible es suficiente. Como las Ideas no están en las cosas mismas, no pueden ofrecer ninguna clave explicativa de éstas. Las Ideas son estáticas, por lo tanto, no se pueden utilizar para explicar el movimiento. Para Aristóteles las Ideas son inmanentes a las cosas particulares y concretas, que son las que forman la verdadera realidad. Por último, hace una críticas del concepto de participación empleado por Platón. 17

Demetrio de Falero (350 adC - 282 adC), fue un político y filósofo ateniense, perteneciente a la

escuela peripatética. Gobernó durante el periodo (317 adC - 307 adC), Atenas. Fue expulsado por Demetrio Poliorcetes, refugiándose en Egipto en la corte de Ptolomeo I, quien lo designo como primer bibliotecario de la Gran biblioteca de Alejandría (circa 297 adC). 18

Marco Tulio Cicerón (Arpino, 106 adC- Formia, 43 adC) fue un político, filósofo, escritor y orador

romano. Marco Tulio Cicerón, orador, político, filósofo y escritor romano, nació en una familia de origen plebeyo. Su abuelo, de igual nombre, fue un ciudadano romano destacado. Su padre J. C. Marco Tulio Cicerón lo instruyó en leyes y al morir le dejó una gran fortuna. Conocemos la vida de Cicerón, entre otros, gracias a la biografía que de él escribió Plutarco, a su abundante epistolario, que se ha conservado, y al celo de los humanistas del siglo XV y XVI que copiaron los raros manuscritos de sus discursos y otras obras. El apodo "Cicerón" deriva de cicer, garbanzo; según unos por dedicarse su familia (la familia Tulia de Arpino) al cultivo del garbanzo; según otros por tener una verruga en la nariz como un garbanzo. Recibió una excelente educación y tras una brevísima carrera militar y tres años de experiencia como abogado en causas privadas, viajó a Grecia y Asia para continuar sus estudios. Fue discípulo de Fedro el Epicúreo, de Filón el Académico, de Diodoto, de Antíoco de Ascalón, de Zenón y de Posidonio. Esta multiplicidad de maestros hizo que Cicerón aplicara distintas concepciones a los problemas filosóficos. Sus planteamientos relativos a la moral estaban cercanos al estoicismo, mientras que en gnoseología defendía un escepticismo moderado; todas estas influencias y lecturas darán al cabo en el eclecticismo y en él sintetizará la tradición griega reescribiéndola en latín.

15

Regresó a Roma en el 77 adC y comenzó su carrera política hasta que en el 74 adC fue elegido senador. Continuó ejerciendo de abogado y destacó en diversos procesos, en especial el sostenido contra Verres y su tiránico y corrupto gobierno en Sicilia, y fue elegido cónsul el 64 adC. Militaba en el partido aristocrático patricio, pese a ser un homo novus, y por eso se enfrentó a los seguidores del partido popular. Durante su consulado denunció y extinguió la conjura de inspiración social de su antiguo rival por el consulado, Lucio Sergio Catilina, contra quien compuso sus famosas Catilinarias, discursos en que denunciaba la conspiración ante el Senado. Se le achacó demasiada dureza en la represión de los sublevados, entre los cuales se encontraba César, y hubo de exiliarse el 58 adC. Tras un año emigrado en Macedonia, Pompeyo le perdonó y pudo regresar. En el año 51 adC aceptó el cargo de procónsul de la provincia romana de Cilicia, regresando a Roma en el 50 adC. Apoyó a Pompeyo contra César en la guerra civil, porque le parecía más republicano. Sin embargo, al vencer César finalmente en el 48 adC, Cicerón comprendió que era inútil toda oposición, y César le perdonó por su gran prestigio como escritor y pensador. No obstante, Cicerón declinó toda actividad política y se dedicó a escribir. Soportó a duras penas la tiranía, ya que era un republicano convencido; sin embargo, al ser asesinado César el 44 adC, volvió a la política y se opuso con todas sus fuerzas a su discípulo Marco Antonio, escribiendo contra él sus famosas Filípicas e incluso estableciendo amistad con el hijo adoptivo de César, Octavio Augusto, pero fue asesinado por los partidarios de Marco Antonio el año 43 adC. Escribió distintos diálogos sobre varios temas: Laelius, sive De Amicitia, "Lelio, o Sobre la amistad" diserta sobre este tema afirmando que la única amistad posible es entre iguales y pondera la importancia de la misma para la felicidad humana, elevando su principio a lo más digno de la naturaleza humana. En el diálogo, Cato maior, sive De Senectute, "Catón mayor, o Sobre la vejez" manifiesta los beneficios que proporciona una vejez sana y las ventajas que reporta en experiencia y sabiduría. El abogado Cicerón es el mayor y más influyente de los oradores romanos y un hombre de letras en su integridad. Como escritor romano, aportó al latín un léxico abstracto del cual carecía, transvasó y tradujo numerosos términos del griego y civilizó el idioma transformándolo definitivamente en una lengua culta, apta para la expresión del pensamiento más profundo. Escribió como abogado numerosos Discursos, a veces agrupados por ciclos temáticos (las cuatro Catilinarias, las Verrinas, las catorce Filípicas contra Marco Antonio) y bastantes tratados sobre Retórica y Oratoria, como el De oratore. Durante el Renacimiento fue uno de los modelos de la prosa y se leyeron ávidamente sus cuatro colecciones de cartas, conservadas y editadas por su secretario Tirón, entre las cuales destacan las Epístolas familiares, donde se perciben sus veleidades políticas, sus gustos filosóficos y literarios, y la vida menuda de su casa y de la Roma de su tiempo. Casi toda su obra manifiesta una gran preocupación sobre cuál debe ser la formación del orador, que ha de ser integral y emprenderse desde la cuna, en lo que tuvo por mayor seguidor en fechas muy posteriores a Marco Fabio Quintiliano. Como moralista, defendió la existencia de una comunidad humana universal más allá de las diferencias étnicas (Humanismo) y la supremacía del derecho natural en su obra maestra, el De officiis o "Sobre las obligaciones" y se manifestó contra la crueldad y la tortura. Como filósofo no le satisfizo ninguna escuela griega y prefirió adoptar el pensamiento del Eclecticismo, tomando lo mejor de unos y de otros. Contrario al escepticismo radical, sostenía la necesidad de conceptos innatos e inmutables necesarios para la cohesión social y los vínculos

16 muchos) han ido efectuando poco a poco diferentes distinciones hasta concluir en el esquema siguiente: Invención (Inventio) o Héuresis: todo lo referente a la búsqueda de ideas y su desarrollo en función del tema por tratar y los destinatarios a afectar. (Hallazgo

de

las

ideas

y

argumentos

que

van

a

exponerse

en

el

discurso).

Disposición (Dispositio), llamada también Taxis u Oikonomía: todo lo que concierne a la construcción del discurso, sus diferentes partes, sus transiciones etc...

relacionales de los individuos. Sus ideas sobre religión, expresas en De natura deorum, (Sobre la naturaleza de los dioses), revelan su creencia en Dios y en el libre albedrío. Casi todos sus trabajos filosóficos deben mucho a fuentes griegas, que trata con familiaridad y enriquece con su propio juicio; fue, pues, un gran divulgador y preservador de la filosofía griega. Destacó por trasladar el vocabulario de términos filosóficos griegos y definirlos para muchas obras filosóficas posteriores. En política fue un republicano convencido, absolutamente enemigo de la tiranía, y se le deben obras dialogadas como el De república y De legibus (Sobre el estado, Sobre las leyes). Compuso además un tratado De gloria que no se ha conservado y cuyo rastro se pierde en las manos del humanista Francesco Petrarca, que alcanzó a leerlo en la Edad Media. 19

Marcus Fabius Quintilianus (Calahorra, circa 35 - Roma, circa 95), retórico y pedagogo

hispanorromano. Llamado por Galba cuando éste fue proclamado emperador, desarrolló una brillante y reconocida carrera como abogado y profesor de retórica en la Roma de Vespasiano. Le fue encomendada la educación de los sobrinos de Domiciano. Su fama proviene sin embargo de ser el mejor profesor de retórica del mundo antiguo junto a Isócrates. En esta materia alcanzó un prestigio tal que se le nombró profesor oficial de la materia con retribución pública. El orador romano Plinio el Joven fue alumno suyo. Tras ejercer durante veinte años como abogado y profesor, se retiró para dedicarse a escribir. Su fama proviene de su Institutio Oratoria (c. 95 d.C.), una obra enciclopédica que recoge todo cuanto es necesario para formar a un orador, en doce volúmenes. En los dos primeros libros, Quintiliano trata la educación elemental y los métodos para la formación básica en el campo de la Retórica. Dedica los nueve libros siguientes a los fundamentos y técnicas de la Oratoria. El Libro X es el más conocido; en él aconseja la lectura como elemento fundamental en la formación de un orador y contiene un famoso estudio sobre las personas que escribieron en griego y latín. El último libro presenta el conjunto de cualidades que debe reunir quien se dedique a la Oratoria, tanto en lo referente al carácter como a la conducta. La obra defiende la formación íntegra del orador como ser humano y como hombre público y presenta una originalidad notable con un estilo ciceronianao lúcido y brillante; la obra ejerció una gran influencia sobre la teoría pedagógica que sustenta el Humanismo y el Renacimiento.

17 (Disposición

de

los

argumentos

e

ideas

hallados

en

la

Héuresis). Elocución (Elocutio) o Lexis: todo lo referido a los procedimientos que tocan al estilo, los sonidos, los ritmos etc... (Desarrollo de las formas y artificios de la expresión). Memoria (Mnéme): los medios de retener un texto previamente compuesto o de improvisar a partir de un repertorio de formas predefinidas. (Memorización del discurso). Acción (Actio): los medios para ejecutar un discurso: pronunciación, adaptación al momento y público concreto, como haría un actor. (Preparación de las entonaciones y los gestos adecuados). Es así como, en la Retórica están ya establecidas de manera explícita las fases de elaboración del discurso, que más tarde han sido conocidas como la "Partes de la Retórica. Por otra parte, es preciso notar que, desde la Antigüedad, la división en invención, disposición y elocución es un artificio: muy a menudo, el retórico es conducido a estudiar unos procedimientos que revelan simultáneamente numerosas categorías. Es así como el ethos, que concierne a la imagen que uno quiere dar del locutor, que se trata del autor mismo o de un personaje que pone en escena, el ethos pone en juego a la vez la invención, la disposición, la elocución y la acción. Después de Aristóteles, los estoicos y, en especial, Zenón de Elea (finales del siglo IV) y Hermágoras de Temnos (siglo II), resucitaron la tensión entre la dialéctica y la retórica. Hermágoras realizó notables aportaciones a los discursos jurídicos y dividió el campo de las competencias retóricas en thésis (cuestiones generales) e hypothésis (cuestiones particulares). Etimológicamente, la Retórica (Tekné Retoriké) es la ciencia (o técnica) del discurso y, para Córax y Tisias, el principio en que se basaba era que lo que parece verdad es más importante que lo que es verdad. La Retórica es, pues, en los orígenes, un arte pragmático cuya única eficacia y valor se sustenta en sus efectos prácticos: convencer. Gran parte de las opiniones que sobre la Retórica se han vertido en el último par de milenios, están condicionadas por esa deliberada preterición de la verdad, en aras de la apariencia, por lo que "retórica", es una palabra cargada de connotaciones negativas, a pesar de Aristóteles o Cicerón, contrarios al principio establecido por Córax y Tisias. Por otra parte, desde un punto de vista estrictamente formal, el abandono de los estudios

18 retóricos se debió en parte a que "retórica", se convirtió - por motivos cuya explicación excede los límites de estas líneas - en sinónimo de "mala retórica": técnica, artificio, ornamento, mero formalismo: "No me venga usted con retóricas" le decimos a quien hace sofisterías o aduce razones que no vienen al caso. El primer autor del que poseemos textos sobre temas retóricos es el sofista Gorgias de Lentini (circa 483-380). Fue Gorgias quien distinguió entre los varios tipos de discursos, y también el primer identificador de las "figuras". Contra Gorgias y los sofistas escribió Platón (427-347), oponiendo a la retórica de los sofistas la dialéctica. En ésta, la epistéme (la ciencia) prevalece sobre la dóxa (la opinión); la verdad sobre lo opinable y es, por tanto, superior. En sus diálogos Eutidemo y Gorgias, Platón hace una severa crítica de la retórica sofística, negándole incluso el carácter de tekné, arte o técnica que los sofistas le atribuían. En su diálogo de madurez Fedro, Platón vuelve a ocuparse de la retórica: aquí, no para hacer una condena global, sino para distinguir entre una "falsa retórica" (la que hace ostentación de una apariencia de verdad) y la "verdadera retórica", un tipo de arte que es "capaz de conducir al oyente hasta la verdad y hacer que la verdad actúe en el oyente". La gran sistematización retórica proviene de Aristóteles (384-321). En su Retórica emprende una teoría general de la argumentación, sintetiza la retórica y la dialéctica (Libros I y II) y establece una teoría de la elocución y de la composición del discurso (Libro III). Crea una teoría de los géneros oratorios que divide en Judiciales, Deliberativos (sobre temas de política, guerra y paz o hacienda pública) y Epidícticos (destinado al encomio o al panegírico). La retórica romana es, en general, una reelaboración de la retórica griega y, en particular, de Aristóteles y los postaristotélicos. Marco Tulio Cicerón (106-43) trata la retórica en diversas obras: en Brutus hace una revisión de la oratoria latina hasta sus propios días; en De oratore, en tres libros, expone sus tesis sobre la Retórica y que es su obra maestra; en el Orator, investiga sobre la prosa y el ritmo. Escribe, además, otros tratados menores (De optimo genere oratorum, las Partitiones oratoriae y los Topica). Cicerón realiza una defensa acendrada de la Retórica como arte, sujeto a los condicionantes del tiempo y del espacio, y la considera complementaria de la filosofía, y de la dialéctica y de la lógica en particular.

19 Marco Fabio Quintiliano (c. 30-95 d. C.) nacido en la hispánica Tarraconense (la actual Calahorra) e hijo de un rétor, compendia en los doce tomos de la Institutio Oratoria, las tesis de la Retórica antigua de una manera clara y didáctica. No es, pues, una obra de creación sino una summa de las doctrinas anteriores, pero su importancia en los siglos posteriores fue enorme. La Retórica medieval "hereda el conjunto de los sistemas retóricos y poéticos grecoromanos como un bloque único sin advertir los hiatos, y, menos aún, el fin de una época, en la ininterrumpida transmisión de la cultura antigua", en palabras de Mortara. A partir del siglo II, toma cuerpo la oposición entre la tradición pagana y la emergente doctrina cristiana. Este hecho tiene particular incidencia en los discursos de los apologistas para defender sus tesis frente a los discursos anticristianos. Por otra parte, se genera un discurso antirretórico basado en la presunta llaneza del mensaje evangélico (el sermo humilis). Más que tratados sobre la Retórica, encontramos en la Alta Edad Media colecciones de discursos, preferentemente judiciales, sobre estos temas. Agustín (354-430), rétor de profesión, había rechazado el estilo de las Escrituras, considerándolo bajo y soez antes de su conversión al cristianismo. Después, creyó entender que la llaneza del mensaje bíblico tenía como misión la de hacerse inteligible a todo el mundo y que la profundidad de sus contenidos era tal que, a menudo, pasaba inadvertida para los espíritus más superficiales. En De Doctrina Christiana intenta aplicar los conocimientos retóricos escolares a la predicación de la fe. Siguiendo el modelo ciceroniano de los tres niveles de estilo, propugna el estilo humilde para la exégesis de los textos bíblicos ya que su fin es educar (docere); el estilo medio, lleno de figuras, para el discurso epidíctico ya que su fin es elogiar o vituperar (vituperare sive laudare); el estilo elevado para inducir a la acción. En el siglo IV, Elio Donato (circa 450) incluye en su Ars Grammatica el estudio de las figuras retóricas como un medio para adiestrar la inteligencia del estudiante en las sutilezas del lenguaje. Esta inclusión significa en la práctica que la normativa para escribir correctamente, incluye también el de escribir ornadamente. La influencia que en los siglos sucesivos iba a tener esa gramática, determinó uno de los caminos más interesantes que la Retórica iba a seguir en el futuro, puesto que hizo que la literatura, el arte literario en su pureza de ars gratia artis, liberase en parte a la Retórica de la obligación

suasoria

y

pragmática

que

hasta

entonces

había

tenido.

A partir del siglo V, y gracias sobre todo a la actividad compilatoria de Boecio (480-

20 524) en su Organon, se configuran los estudios de los artes liberales (Gramática, Dialéctica, Retórica, Geometría, Aritmética, Astronomía y Música) donde, como se ve, aparece entre ellos la Retórica. Prisciano (circa 500) escribe su Institutio de arte grammatica que llegó a ser sinónimo de nivel superior de estudios gramaticales en la medida que el Ars Grammatica de Donato lo era de grado elemental. Su traducción parcial de los Progymnásmata de Hermógenes, tuvo una gran influencia posterior puesto que los Progymnásmata (conjunto de ejercicios de redacción para ejercitarse los estudiantes de retórica) determinaron gran parte de la temática y el estilo de la literatura medieval. Isidoro de Sevilla (570-636) establece en sus Origines (pronto conocidos como las Etimologiae) el diseño de los estudios universitarios medievales, al situar las siete artes liberales como propedéutica del estudio profundo de todas las demás materias profanas o religiosas. Isidoro establece, asimismo, el siguiente orden en los siete artes: Gramática, Retórica, Dialéctica; Aritmética, Música, Geometría y Astronomía. Las tres primeras configuran, el Trivium; y las cuatro últimas, el Cuadrivium. Trivium y Cuadrivium fueron el curriculum de los estudios universitarios durante toda la Edad Media, por lo que la Retórica era una materia estudiada y conocida por todas las personas de cultura. Este hecho supone la pérdida de la "virginidad" supuesta a las literaturas de transmisión oral, y da lugar a la literatura de origen culto, ejercida por estudiosos o estudiantes versados en los procedimientos de la Retórica. El Humanismo vuelve a plantearse la tensión entre Retórica y Dialéctica en la que ésta última sale derrotada merced al carácter pragmático de la Retórica y al atractivo de su vestimenta (el Ornatus). A mediados del siglo XVI se descubre y traduce la Poética de Aristóteles. Los tratadistas hacen de ésta una lectura que les lleva a despreciar la Retórica en beneficio de la Poética, que se percibía entonces más útil, desde un punto de vista instrumental, para afrontar los retos que se planteaban al enfrentarse a los nuevos géneros literarios emergentes (la novela, la nueva comedia, etc.). El descrédito de la Retórica la lleva a ser considerada meramente una doctrina del Ornatus. La teoría barroca del ingenio señala el auge de las artes de la palabra, puesto que la palabra sirve para manifestar las relaciones más ocultas entre las cosas mediante el "concepto". Se invierten entonces las opiniones aristotélicas sobre la mesura y se entra

21 en la exageración barroca: donde Aristóteles había predicado no trabajar en la metáfora sobre entidades excesivamente distantes, los literatos barrocos buscan emparejar los conceptos más lejanos y fundir en uno solo, no ya conceptos distantes, sino, a veces, contradictorios. En eso consiste el "ingenio", teorizado por Baltasar Gracián (16011658) en Agudeza y arte de ingenio y puesto en práctica en el Oráculo manual y arte de prudencia. A partir de entonces la Retórica se centró en la Elocutio, y especialmente, en el estudio de las figuras y descuidó los otros aspectos (la Dispositio y la Inventio, fundamentalmente) que sólo modernamente la Narratología (que estudia los núcleos temáticos y las estructuras narrativas) han vuelto a retomar. En lo que concierne a la retórica contemporánea, esta ha prescindido del discurso oral, y por tanto la memoria y la acción, que le eran específicas, han perdido su importancia en favor de las otras disciplinas. Se considera actualmente que es útil para actores, abogados, psicólogos, políticos, publicitarios, escritores y vendedores. La invención, sola o conjuntamente con la disposición, es a menudo llamada argumentación20; la elocución se subdivide, como habían determinado ya los teóricos de la Antigüedad, en un gran número de puntos de vista sobre el discurso a hacer (arte de la retórica) o sobre el discurso ya hecho (retórica como ciencia): sobre el vocabulario (registros de la lengua), sobre los ritmos y las sonoridades, sobre la forma y la estructura de las frases (sintaxis, parataxis, hipotaxis, tipo de progresión remática, periodo, estilo comático, etc...), sobre las microestructuras de composición, sobre las figuras o recursos estilísticos (tratado por la estilística)... Ernst Robert Curtius21 estudió el poderoso influjo que ejerció la retórica clásica sobre la literatura medieval, renacentista y barroca en su Literatura europea y Edad Media latina, traducido al castellano en 1955. La retórica clásica, compilada por filólogos como Heinrich Lausberg en los tres volúmenes de su 20

La argumentación es una variedad discursiva con la cual se pretende defender una opinión y

persuadir de ella a un receptor mediante pruebas y razonamientos, que están en relación con diferentes: la lógica (leyes del razonamiento humano), la dialéctica (procedimientos que se ponen en juego para probar o refutar algo) y la retórica (uso de recursos lingüísticos con el fin de persuadir movilizando resortes no racionales, como son los afectos, las emociones, las sugestiones...). 21

(Thann, 1886-Roma, 1956) Filólogo y ensayista alemán. Es una de las principales figuras de la

filología moderna. Fue profesor en las universidades de Marburgo, de Heidelberg y de Bonn. Su obra fundamental es Literatura europea y Edad Media latina (1948). Es autor también de Introducción a la cultura francesa (1930) y de Ensayos sobre literatura europea (1950).

22 Manual de retórica literaria. Fundamentos de una ciencia de la literatura, traducidos al castellano en 1984, ha pasado en la actualidad a renovarse con las aportaciones modernas de Chaïm Perelman y Lucie Olbrechts-Tyteca, que en 1958 publicaron un fundamental Tratado de la argumentación, traducido al castellano en 1994; la disciplina creada a raíz de este libro se denomina desde entonces Neorretórica o Retórica de la argumentación. La Argumentación es la disciplina de la lógica informal que estudia las técnicas discursivas que permiten producir o acrecentar la adhesión de un auditorio. Esta producción es la acción de un orador que trata de lograr la adhesión de un auditorio mediante el buen uso de técnicas discursivas. Es una disciplina normativa, puesto que no enseña a argumentar de la mejor manera. Pero si describe los diversos actos argumentativos utilizados en política, en derecho, en ámbito religioso, académico, los medios, etc., y trata de explicar los mecanismos argumentativos. Por ello, se denomina "teoría de la argumentación" al estudio de las estructuras formales en el arte de argumentar como proceso comunicacional. En esta teoría de conocimientos definida como Lógica informal - Filosofía Analítica, movimiento del Positivismo Lógico y tendencias similares, racionalismo crítico de Popper, se planteó la pretensión de que la lógica estándar debía ser la pauta universal o única perspectiva válida para observar también cualquier proceso comunicacional de argumentación, es decir, no sólo la argumentación científica o teórica sino cualquier interacción comunicacional en el ámbito cotidiano, jurídico, religioso etc. La validez o no de tales argumentos debería, según esa concepción, ser enjuiciada desde los criterios de la lógica pura. Partiendo en gran parte de esta evolución se ha iniciado una reflexión teórica sobre la argumentación que ha dado lugar a la nueva "Teoría de la Argumentación".Estas pretensiones dieron lugar, en el amplio escenario de la discusión filosófico y meta-teórica a una serie de reacciones. Gran parte de la obra de Wittgenstein parece haber surgido precisamente como reacción ante esas pretensiones totalitarias de los logicistas. El renacimiento de la vieja Retórica (o de la Tópica aristotélica) es otra reacción ante esos planteamientos. La argumentación realizada en el contexto de la discusión jurídica, donde el argumentar tiene primariamente la finalidad pragmática de lograr el asentimiento de la otra parte, ha dado lugar a los estudios de la llamada "Nueva Retórica" Perelman, 1968, la cual partiendo en gran parte de esta evolución ha iniciado una reflexión teórica sobre la argumentación que ha dado lugar a lo que llamamos nueva "Teoría de la Argumentación".

23 Concluimos diferenciando que la lógica formal, está estructurada sobre la demostración, esto implica la existencia de un cúmulo de pruebas, que partiendo de unas verdades o hechos relevantes, tienden a comprobarse. Es sin duda una actividad deductiva. En la argumentación se hace uso del razonamiento y a través de este ejercicio dialógico, intersubjetivo, se exponen unos puntos de vista, ideas o tesis ante un auditorio para convencer o persuadir o disuadir con razones como medio de prueba. La argumentación se formula en lenguaje ordinario, la lógica formal en lenguaje científico.

REFERENCIAS: AGUDELO, Ramírez Martín. Humanismo jurídico. Editorial Leyer, 2001. GÓMEZ, Adolfo León. El primado de la razón práctica. Editorial Universidad del Valle, 1991. GÓMEZ, Adolfo León. Seis lecciones sobre la teoría de la argumentación. Editorial Alego, 2001. HABERMAS, J. Teoría de la Acción Comunicativa, Volúmenes I y II, Madrid, Taurus, 1987. MARTÍNEZ, Maria Cristina. Comprensión y producción de textos académicos y argumentativos. Universidad del Valle, 1999. MENDES A, Carlos E. Metodología. Mc. Graw Hill, 1995. MINA, Paz Álvaro. Sophia y pensamiento, FAID, editores, 2003. MONSALVE Alfonso. Teoría de la argumentación. Universidad de Antioquia, 1992. MORAN Materón, Ciro. Retórica Jurídica, su argumentación. Unidad Central del Valle, 2002. PERELMAN, Chaím. El imperio retórico. Retórica y argumentación. Editorial Norma, 1997. WESTON, Anthony. Las claves de la argumentación. Editorial Ariel.2001. ZULETA, E. Lógica y crítica. Editorial Universidad del Valle, 1996.

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