NOMBRE DEL LOS INTEGRANTES: LARA ROMÁN MICAELA MADERO LUCIA HARREGUY ANA CLARA LÓPEZ. NOMBRE DEL ORIENTADOR: MELISSA ZERPA -

TITULO DE LA INVESTIGACIÓN: PÁJAROS SIN LUZ NOMBRE DEL LOS INTEGRANTES: LARA ROMÁN MICAELA MADERO LUCIA HARREGUY ANA CLARA LÓPEZ NOMBRE DEL ORIENTAD

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SECRETARIA DE FOMENTO ECONOMICO. Nombre del organismo Integrantes Cargo Nombre de los integrantes
SECRETARIA DE FOMENTO ECONOMICO Organos gubernamentales, Instituciones o organizaciones Consejo Nombre del organismo Integrantes Cargo Nombre de

Ana Micaela Alterio *
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Juridica Virtual del Instituto de Investigaciones Juridicas de la UNAM http://www.juridicas.unam.mx

NOMBRE Y APELLIDO: LARA VALERIA LESCANO FARIAS
CURRICULUM VITAE DATOS PERSONALES NOMBRE Y APELLIDO: LARA VALERIA LESCANO FARIAS FECHA DE NACIMIENTO: 19/02/1982 DNI N°: 29.220.816 DIRECCION: Ejérc

NOMBRE: GRUPO: NOMBRE DEL PLÁSTICO APLICACIONES PROPIEDADES
DEPARTAMENTO DE TECNOLOGÍA MARZO 2009 CURSO: 3º E.S.O. I.E.S. “PEDRO ESPINOSA” NOMBRE: ______________________________________________________________

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TITULO DE LA INVESTIGACIÓN: PÁJAROS SIN LUZ

NOMBRE DEL LOS INTEGRANTES: LARA ROMÁN MICAELA MADERO LUCIA HARREGUY ANA CLARA LÓPEZ

NOMBRE DEL ORIENTADOR: MELISSA ZERPA - [email protected]

LICEO DEPARTAMENTAL NÚMERO 1 – COLONIA DEL SACRAMENTO – COLONIA AÑO: 2012

RESUMEN La dictadura es una forma de gobierno que implica la supresión de los distintos poderes, así como la suspensión de los derechos de expresión, reunión y asociación. En nuestro país se inició a través de un golpe de Estado el 27 de junio de 1973; y aun hoy se le sigue dando importancia no solo en el ámbito de la educación y la política sino también en el familiar. En cuanto a como lo vivió la sociedad, es aquí donde yace la problemática que intenta resolver ésta investigación cuya pregunta es: ¿Cómo vivió parte de la sociedad coloniense la dictadura cívico-militar uruguaya entre los años 1973 y 1984? El objetivo general de éste estudio es saber de qué manera vivió parte de la sociedad de nuestro país la dictadura cívico-militar; además se busca conocer acerca de la prohibición de ideas y de las agrupaciones durante dicho período e indagar los cambios en la educación, los maltratos y torturas hacia las personas que se imponían a la forma de gobierno. Al momento, los resultados obtenidos indican que si bien para la mayoría de nuestros entrevistados fue un período oscuro en sus vidas, otros destacan que no fue tan malo debido a la seguridad que existía en aquel momento y también que su entorno familiar no se vio perturbado por ningún tipo de acontecimientos de la dictadura.

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INTRODUCCIÓN Problema de Investigación

El problema de investigación elegido fue tratar sobre la Dictadura cívico-militar uruguaya de nuestro país comprendida en el período desde 1973 hasta 1984.

Se partió de la siguiente pregunta de investigación: ¿Cómo vivió parte de la sociedad coloniense la Dictadura cívico-militar uruguaya entre los años 1973 y 1984? La investigación se llevó adelante en la ciudad de Colonia del Sacramento en el presente año 2012.

Fundamentación

La investigación resultó de interés porque fue un suceso importante en nuestro país, el cual tuvo grandes repercusiones en la sociedad de esa época y en la sociedad actual. La razón que motivó dicho estudio fue la importancia que se le sigue dando a este tema hasta hoy, no sólo en el área de la educación, sino también en el ámbito familiar. Esta importancia se debe a la aparición de restos de desaparecidos; no dejando atrás los distintos plebiscitos que se han planteado para la anulación de la ley de caducidad la cual ampara a funcionarios militares y policiales, equiparados y asimilados por móviles políticos o en ocasión del cumplimiento de sus funciones y en ocasión de acciones por los mandos que actuaron durante el período de facto.

La trascendencia del mismo es informar a las nuevas generaciones desde un punto de vista neutro, que al igual que nosotras no presentan la suficiente información para poder entender en que se consistió exactamente este período de la historia uruguaya.

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Objetivos

Objetivo General: Saber de que manera vivió parte de la sociedad de Colonia la dictadura cívico-militar uruguaya.

Objetivos Específicos: •

Conocer acerca de la prohibición de las ideas y de las agrupaciones durante el período de la dictadura en nuestro país.



Indagar los cambios en la educación, los maltratos y torturas hacia las personas que se imponían a la forma de gobierno.

Marco teórico

“Posar los ojos sobre los hechos históricos, hurgar en ellos en busca de una esquiva e insegura verdad, ofrece algunos inconvenientes. Uno de los primeros es la tentación de idealizar, de encontrar seres míticos que expliquen los sucesos mas extraordinarios con su sol existencia… Debemos comenzar por subvertir nuestro modo de mirar y de oír y convocarnos mutuamente para un gran trabajo de investigación, reflexión y elaboración teórica”.1

Si retrocedemos un poco en la historia de nuestro país, y nos situamos en la década del ’70, más precisamente en 1973, nos encontraremos frente a la caía de las instituciones democráticas y la instalación de una dictadura militar.

Llamamos dictadura a una forma de gobierno en que el poder público lo detenta a una persona o un grupo, cuyos intereses se identifican con los de toda la comunidad. Implica la supresión de la división de los poderes moderador, ejecutivo y legislativo, así como la suspensión de los derechos de expresión, reunión y asociación. En la era contemporánea, las dictaduras han sido impuestas generalmente a través de golpes militares, en coyunturas crisis económicas o políticas, para hacer frente a movimientos

1

FERNÁNDEZ, Eleuterio. 1991. Los dos mundos. Editorial tae, Montevideo, Uruguay. 4

populares de carácter revolucionarios, cuyo ascenso pudiera suponer un peligro para los intereses de los grupos sociales privilegiados.

La dictadura cívico-militar uruguaya comienza el 27 de junio de 1973 con el Golpe de Estado por parte del Presidente de la República Juan M. Bordaberry, quien contaba con el apoyo de las Fuerzas Armadas, las que van a ir imponiéndose hasta desplazar a aquél gobierno y colocar en su lugar, en primer lugar a Alberto Demichelli, posteriormente a Aparicio Méndez y por último al Teniente General Gregorio Alvarez. Ese día se decretó la disolución de las cámaras y la instalación de un Consejo de Estado. Se revocó a los gobiernos departamentales y se intervino en los Entes Autónomos. Como ya fue indicado más arriba, el mismo día del golpe de Estado los trabajadores con la ocupación de sus lugares de trabajo dieron inicio a la huelga general, esta actividad se desarrolló en medio de medidas de fuerza, represión a toda movilización popular, desocupaciones de los lugares de trabajo... por parte de las Fuerzas Armadas y de la Policía, el 30 de junio el gobierno dictatorial ilegalizó a la CNT, detuvo a dirigentes y militantes sindicales, el 4 de julio por medio de un decreto, se autorizaba el despido sin indemnización de los trabajadores en huelga, el 9 de julio se realizó una manifestación popular de todos los sectores opuestos a la dictadura, la que fue duramente reprimida. Al cabo de dos semanas, la huelga, luego de intensas discusiones a nivel de la dirigencia de la CNT, fue levantada. De allí en adelante, el gobierno dictatorial intentó a través de diversos procedimientos, la destrucción del movimiento sindical, reglamentación sindical a través de las “garantías de trabajo” (julio de 1973), decreto 622 que reglamentaba la constitución y funcionamiento de los sindicatos, regulaba las huelgas, los procedimientos judiciales y laborales (agosto de 1973), convocatoria a la creación de Comisiones Paritarias por Empresa (febrero de 1977). Estos procedimientos encontraron siempre la misma respuesta: la oposición tajante de los trabajadores, si fueron acaso consultados, o el desinterés puesto de manifiesto como forma de protesta. En 1979 el régimen intenta nuevamente atraer a los trabajadores, el gobierno elabora un Proyecto de Reglamentación de los Sindicatos, e inicia a través de algunos militares una serie de entrevistas con dirigentes sindicales para recomponer las organizaciones de trabajadores. A través de dichos dirigentes la tradición “clasista, independiente y solidaria” del movimiento sindical uruguayo se hizo presente. En estos años suceden hechos políticos de suma importancia: los militares comienzan en 1980, una ronda de conversaciones con personalidades de algunos partidos políticos habilitados; en 5

noviembre de 1980 el gobierno dictatorial sufre una gran derrota en las urnas al pretender que su proyecto político tuviera carácter constitucional; en noviembre de 1982 se realizan las elecciones internas para elegir las autoridades de los partidos Colorado, Nacional y Unión Cívica, los candidatos que estaban relacionados con los postulados de la dictadura son ampliamente derrotados.

¿Por qué se generó un Golpe de Estado en Uruguay el 27 de junio de 1973? Dos científicos sociales estadounidenses (Mc Camant y Morales) determinaron algunas hipótesis acerca de esto. Ellas son: 1- Desastroso desempeño de la economía nacional desde mediados de los años cincuenta; 2- Alto nivel de movilización social; 3- Una débil respuesta de los partidos políticos; 4- Límites financieros de un Estado de bienestar con un producto nacional bruto apenas superior a 500 dólares per cápita. En el ámbito económico podemos destacar los siguientes puntos que llegaron a desembocar en una crisis, uno de estos es el deterioro del sector externo por declinación del valor de las exportaciones, sobre todo agropecuarias e inelásticas demandas de importaciones, otro punto es el cese del crecimiento industrial luego de 1957 dada la reducida demanda del mercado interno y de las características estructurales de la propia industria, se redujeron las escalas de producción y dependencia de tecnología importada. El principal problema de Uruguay entre 1957 y 1970 fue la ausencia del crecimiento económico. Se redujo la inversión del capital fijo y las colocaciones de dinero se dirigieron a la banca impulsando un ciclo de especulación e inflación que por sus nocivos efectos sociales se vio ligado a un discurso de denuncias políticas. Se dio entonces una lucha creciente de grupos por apropiarse al producto social lo que restringió la acción del Estado a un proceso que empezó a marchar muy directamente de la economía de la política, el fracaso de la política económica puso a casi todos los grupos sociales en descontento con el gobierno y los partidos tradicionales dominantes (Nacional y Colorado) fomentando la conflictividad anti partido.

Se llega a la conclusión de que el Plan de la Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico (CIDE) formulado en 1965 para sacar al país del empañamiento que fracasó porque implementarlo iba en contra del interés de los propios partidos, de las burocracias que controlaban, el sector privado en general, y de los terratenientes y del sistema comercial financiero en particular. Los centro de poder político y económico en Uruguay no tenían interés en un proceso efectivo de planeación, y tenían la 6

capacidad de impedirlo. Otras interpretaciones de la crisis económica, particularmente de izquierda, se asociaban a las propuestas revolucionarias inspiradas en Cuba. Con una situación así la cuestión no era si sobrevendría una grave crisis política, sino cuanto tardaría en producirse.

¿Y qué hay de la relación entre presión social y débil respuesta de los partidos a la crisis? La descomposición del sistema político uruguayo puede resumirse en el hundimiento de un centro, que los partidos tradicionales ya no podían sostener, ni la izquierda sustituir. El estado de bienestar atado a la política electoral se estaba desligando de la economía. Desde mediados del siglo los partidos tradicionales fueron incapaces de sostener una administración pública y una estabilidad política separadas de esta dinámica recesiva.

En los 12 años de la dictadura los uruguayos descubrieron cómo es vivir en un mundo bajo un estado totalitario. Además de la violación a los más básicos Derechos Humanos, la dictadura militar en Uruguay significó también el cercenamiento de las libertades individuales (expresión del pensamiento, reunión, asociación y de prensa), la censura a todo tipo de actividades culturales y la reducción del salario real para los trabajadores. Los 12 años de la dictadura militar estuvieron signados por la represión de todas las fuerzas políticas, particularmente dura con las de izquierda, por el encarcelamiento de todos los dirigentes sindicales y la prohibición de la actividad gremial a obreros y empleados, y por la expulsión de los funcionarios públicos, especialmente los docentes, sospechosos de cualquier inclinación izquierdista. Desde el punto de vista económico, el gobierno militar, asesorado por técnicos de ideas neoliberales, procedió a cierta apertura de la economía al exterior, procurando atraer al capital extranjero y limitar la intervención del Estado.

“Aquellos polvos trajeron esos lodos. Los polvos de la irresolución, la improvisación, la vanalidad, la intolerancia, el aventurismo trajeron los lodos de la largamente anunciada dictadura, que se fue descargando finalmente sobre nosotros como en cámara lenta. Todos tuvimos su aparición como una tormenta en el horizonte, la vimos avanzar amenazante forzando retiradas y evacuaciones, exhibiendo a su paso debilidades sistemáticas antes soterradas. Y de este modo, perpetrando finalmente el

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golpe de Estado, pasamos nuestros años formativos bajo un régimen brutal que marcó hondísima huella en todos los aspectos de la vida del país.”2

Hoy en día hablar de las consecuencias humanas que nos dejó este período dictatorial, es un tema recurrente, aún como información cotidiana en los distintos medios de comunicación. Sus formas directas en los procedimiento de represión y desaparición de las personas se han tornado cada vez con más interés en la gran parte de la sociedad. Esta información se ha instalado nuevamente en la conciencia social de cada uno de nosotros, los procesos cercenados de la búsqueda de la verdad y la justicia. Sin embargo, a la hora de referirnos a estos procesos de recuerdo y olvido social es importante tener como referencia en que medida la historia heredada de la dictadura (labor esencial de construcción de toda dictadura, y pivote central de su esencia autoritaria) ha permanecido o ha sido desmontada por parte de la sociedad. En este proceso de construcción y re-construcción permanente, la producción de materiales sobre este período es un elemento fundamental para contemplar la visión que de él se ha construido y que durante mucho tiempo se intentó silenciar por medio de la fuerza y la violencia. La variedad, cantidad y diversidad son aspectos esenciales de esta producción a fin de instalar en la memoria hechos que el autoritarismo pretende borrar o desconocer, luchar contra el proceso de olvido a través del recuerdo como recurso sistemático contra el silencio y la impunidad.

Algo recurrente que podemos observar que se vivió en un período de violencia son variables, en cuanto al ánimo y visión que se tiene de los que se han exiliado, es que se los ve como los que “se salvaron”, a los que “no les fue tan mal”, los que “conocieron y disfrutaron en el exterior”, tanto por parte de aquellos que los ven como “los traidores” por hablar mal de país fueran, como los que también los consideran “traidores” por no haberse quedado y sufrido como ellos lo hicieron. De esta forma tanto por parte de quien regresa como del que recibe va extendiéndose un manto de silencio provocado que intenta exorcizar a la memoria para que no se instale, para que 2

MARCHESI, Aldo, MARKARIAN, Vanina, RICO, Álvaro, YAFFÉ, Jaime. 2004. El

presente de la dictadura, Estudios y reflexiones a 30 años del Golpe de Estado en Uruguay. Talleres Don Bosco, Montevideo, Uruguay.

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no se extienda, y poco a poco vaya generando la “apariencia de olvido” que según muchos, es el “necesario paso hacia la reconciliación nacional”.

A continuación haremos una recopilación de datos o testimonios de lo que este período marcó en nuestra sociedad. Situaciones mezcladas con sentimientos tristes, recuerdos imborrables, que de una forma u otra dejan marcada a la persona que lo vivió.

Este es el caso de Vladimir Roslik. Es un testimonio, donde su esposa María, cuenta como se llevó a cabo su secuestro. Roslik falleció en la tortura de 1984. “A mi esposo lo vinieron a buscar a las cuatro de la mañana. Estábamos durmiendo y nos despertaron los golpes, impresionantes en la puerta, parecía que se estaba por derrumbar. Él se levantó enseguida –yo pensé que podía tratarse de un accidente-, inmediatamente que abre la puerta aparecen, por todos lados, soldados con metralletas. Le pregunté qué estaba pasando, é quiso tranquilizarme: ‘no te asustes,, son soldados”. Había también soldados con metralletas afuera de la casa, parecía un infierno aquello, corren por todos lados. Vladimir, en cuanto entraron, su puso a llorar. Revisaron más que nada la pieza del bebé, revolvieron toda la ropa de mi hijito; por suerte él tan chiquito, no se dio cuenta de nada. A mi esposo enseguida le pusieron las esposas y después una capucha. Él seguía gritando y llorando. En el último momento que lo ví, cuando pide para despedirse de mí, lo tenían sujetado entre dos: uno con una metralleta y el otro con una pistola. Él gritaba ‘¡No, otra vez no, otra vez a lo mismo no, no!’ Como no me pudo abrazar, por las esposas, yo lo abracé antes que se lo llevaron ... los dos nos pusimos a llorar ...” 3 “La dictadura militar uruguaya (1973-1985) mantuvo a al menos 67 niños como prisioneros políticos, según una investigación de la Universidad de la República. Los niños nacieron en su mayoría en prisión o eran bebés cuando fueron detenidos junto a sus madres, según el estudio que revela en parte el diario uruguayo La República. El estudio indica que en algunos casos, los niños fueron mantenidos en prisión hasta

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SILVA, Alberto. “Para muestra basta un botón”. Testimonio de Maria, esposa de

Vladimir Roslik, muerto en la tortura de 1984

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por tres años. La investigación también confirma que algunas de las embarazadas fueron violadas.Revela que cuatro hijos de padres desaparecidos fueron recuperados, igual que 12 de presos políticos asesinados o desaparecidos temporalmente, mientras aún se desconoce el paradero de tres.” (Extraído de la investigación de la Udelar incluye un listado de los 63 “bebés en proceso de gestación con madres detenidas y sometidas a torturas; nacidos en prisión compartida con sus progenitoras, liberados y entregados luego a sus familias biológicas”)4 “… Ante todos soy un exiliado-desexiliado. Estoy marcado por esa corta pero intensa experiencia de ocho años de ausencia del país, 23 años de “retornado”, más dos años y medio de militancia ilegal durante la dictadura.El exilio y el insilio existieron y son parte de la dolorosa experiencia histórica de nuestra sociedad. Los uruguayos no tuvimos hasta el golpe de Estado del 27 de junio de 1973 situaciones similares, aunque hubo ciertos insilios y algunos exilios, pero de una duración y una intensidad menor a las vivida en los 70 y 80. Es que antes hubo dictaduras - solo contradicciones en las fracciones de la burguesía-, ahora lo que sufrimos en esos años fue el terrorismo de Estado, contra la irrupción de la clase obrera, el pueblo y la intelectualidad…” 5

“El libro “Secuestro en la Embajada. El caso de la maestra Elena Quinteros”, es el relato de un caso emblemático, doblemente emblemático. Se trata de uno de los crímenes más repugnantes de la dictadura que se instaló en 1973 en Uruguay y, al mismo tiempo, simboliza la primera victoria contra el sistema de impunidad elaborado por los políticos de derecha que en 1985 sucedieron a los militares en el poder… Secuestro en la Embajada, nos muestra claramente que represión e impunidad son dos caras de la misma moneda, acuñada por malos militares y peores civíles. Deja también en evidencia, a través de Blanco, la implicación de numerosos políticos de los partidos 4

Investigación de la Udelar. 2009. “bebes en proceso de gestación con madres

detenidas y sometidas a tortura; nacidos en prisión compartida con sus progenitores, liberados y entregados luego a sus familias biológicas”. Montevideo, Uruguay. 5

LEGNANI, Raúl. 13 de junio de 2010. Charla “Visibilidad y repercusión mediática

del encuentro exilio e insilio”. Udelar, Montevideo, Uruguay.

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tradicionales en la represión, y por ende, el carácter cívico militar de la dictadura y de la impunidad…”6

El rigor de la vida cotidiana, los exilios, las torturas y los secuestros, la prohibición de libertad, entre otras cosas más son parte de ese dramático episodio histórico que marcó la vida del Uruguay.

Estos breves y pequeños documentos citados, nos enmarcan como se vivía esa circunstancia, constituyen un fundamental testimonio que contribuye a la recomposición de nuestra memoria colectiva sobre esos difíciles años de la dictadura.

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OLIVERA, Raúl, MÉNDEZ, Sara. 2003. “Secuestro en la Embajada. El caso de la

maestra Elena Quinteros”. Letraeñe Imprenta & Serigrafía, Montevideo, Uruguay.

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METODOLOGÍA

La técnica de investigación que se utilizó fue la historia de vida.

La historia de vida trata de indagar las experiencias más destacadas de la vida de una persona tomando el carácter si se quiere de autobiografía. La historia de vida presenta la visión de su vida que tienen las personas con sus propias palabras. Dentro de esta técnica de investigación podemos distinguir tres criterios de aplicación, nosotras nos centraremos precisamente en Historia de vida como estudio de caso. Es decir que en las historias de vida que se vayan a realizar, van a referir a la vida de una persona pero en la misma se va a contar con la presencia del investigador, procurando la obtención de un producto.

Se clasificó a los testimonios en tres grupos distintos. Ellos son:

Grupo 1: integrado por testimonios de personas entre 35 y 55 años de edad. A1: estudiante y familiar de detenidos A2: hijo de persona fallecida en cuartel militar A3: hijo de asesinado y hermano de presos políticos Grupo 2: integrado por testimonios de personas entre 55 y 75 años de edad B1: estudiante y profesor de la época B2: integrante del MLN - Tupamaro B3: estudiante B4: estudiante y empleada de la Presidencia de la República B5: ex-preso político B6: niño y pescador que encuentran cuerpos NN en las costas de colonia B7: estudiante y profesional Grupo 3: integrado por testimonios de personas de 75 años en adelante C1: profesora destituida y esposa de ex preso político C2: policía retirado C3: ex-presa política C4: exiliado político

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CONCLUSIÓN Una vez finalizado el proyecto se concluyó que cada persona vivió ese período de forma diferente, y que afectó a la población en general. Es un período que de alguna forma u otra le generó un cambió en la forma de vivir de cada persona, marcando a cada uno de diferente manera. Quienes en ese momento fueron estudiantes notaron el cambio debido al régimen estricto que se puso en la enseñanza, tanto en la educación secundaria como en la terciaria. Los cambios que más destacan los testimoniantes son el uso obligatorio del uniforme, el corte de pelo, la destitución de los cargos de profesores. Por su parte, el testimoniante A1, que en aquel momento concurría a educación secundaria, nos cuenta que “...recuerdo lo del uso obligatorio del uniforme, como venían todas las semanas a revisar el largo pelo de los varones y el control estricto a todo…”; mientras que el testimoneante B3 destaca que “…el liceo era divertido…”. En el ámbito de la educación terciaria el testimoniante B1 recuerda “…tenías que llevar la cédula y dejarla en un cajón gigante... y tenías que dejarla hasta que te retiraras…”. Por su parte, los familiares de detenidos lo vivieron de una forma muy particular. Dentro de lo que más destacan se encuentran la tristeza, el no saber donde se encontraba su familiar y no tener contacto con el mismo, planteo de grandes cuestionamientos durante el período, casos soledad sintiendo la falta de los mismos y rechazo por parte de la sociedad. Del testimoniante A3 citamos “…ser el hijo de Zelmar es una cosa que no termina, el afecto profesado por la gente siempre fue abrumador, durante la dictadura facilitaba algunas cosas y entorpecía otras hasta hacerlas imposibles…”, mientras que la testimoniante C1 destaca que a su esposo “Nunca mas pudimos verlo.., las chiquilinas…lloraron mucho el primer día pero después, ustedes no se imaginan las solidaridad de la gente hacia nosotros…”. En cuanto al testimoniante A2 rescata su sentir por la figura paterna: “…yo me siento orgulloso del viejo que tuve.. y nunca se me cruzó y tampoco pensaría mal de él o de lo que hizo…”, a su vez manifiesta la impotencia que le da lo vivido por su padre “… a mi no me entra en la cabeza y no me quiero imaginar lo que el sufrió, y no puedo ni pensarlo, me da rabia, me supera…”. Los profesores que dictaban clases en aquel período también les afecta la dictadura. De los dos testimonios de profesores recolectados está el caso de una profesora destituida por oponerse al régimen, sufriendo tanto desprecio como apoyo por parte de sus colegas. La misma nos cuenta que “…muchas veces sentí rechazo por parte de mis colegas. Me acuerdo de llegar a la sala de profesores y decir ‘hola’ y que nadie me contestara, como así también recuerdo en que otros me expresaban apoyo, sin 13

dirigirme ninguna palabra… pero si lo hacían tocándome el hombro…”. El otro testimoniante, que comienza a dictar clases ya comenzada la dictadura destaca que “…yo cuando entré al liceo los alumnos en general respetaban las reglas que estaban, era como que se acostumbraban al régimen impuesto entonces, en ese sentido no había ningún tipo de problemas con ellos…”. En cuanto a personas que trabajaban en el Ministerio del Interior se pudo recolectar un testimonio. Ellos no tenían contacto con los militares, ni tampoco con las custodias que los mismos le dejaban. El comisario retirado destaca que: “…nosotros no teníamos ningún tipo de vínculo con los militares, pero si hacíamos custodias, eran inferiores a las 24 horas y no nos decían ni quienes eran ni a dónde se lo llevaban después…” Se puede ver que subliminalmente le atribuye una marcada responsabilidad al Ministerio de Defensa (diferenciándolo notoriamente con el Ministerio del Interior). En cuanto a las personas que se exilian de nuestro país durante este período, se encuentran dos testimonios. Lo que más destacan es que se vieron obligados a tener que abandonar el país, sintiendo tristeza en este momento. La testimoniante A1 destaca que “… sentíamos un gran rechazo hacia Uruguay, era como si nuestro propio país nos hubiera echado por apoyar a un grupo de personas…”. Por su parte, también les afecto y mucho a aquellas personas que se encontraron detenidas durante el período. Lo que mas destacan son las torturas recibidas por parte de los militares, la soledad, el distanciamiento con su entorno familiar, las condiciones en las que se encontraban, el desarrollo de nuevas habilidades para combatir el nuevo modo de vida, las amistades que cosechan y en dos casos el no arrepentimiento absoluto por lo que hicieron. El testimoninante B5 en relación a las torturas destaca que “…empezas a perder la noción, la conciencia, yo por ejemplo veía la cara de mis familiares deformada…”, mientras que la testimoniante C3 cuenta que “…ellos le llamaban tratamientos a las torturas. Horrible la verdad. No es lindo recordar estas cosas, a mi no me gusta recordarlo por el hecho de que fue algo muy triste que pase…”. En cuanto a los vínculos que se establecen en prisión, el testimoniante B2 manifiesta los fuertes lazos construidos en prisión: “…Igual lo que destaco, es que ahí dentro establecí vínculos humanos muy fuertes, amigos que te haces en la cárcel y no los dejas nunca…”. Por último, en cuanto al no arrepentimiento de lo que hicieron, dicho testimoniante destaca que “… no me arrepiento de nada pero nada. La verdad que de nada… no haría lo mismo obviamente pero si buscaría algún medio, si es que lo considero necesario…”. 14

En cuanto a manifestaciones de orden relevante en cuanto a la cantidad de personas involucradas es de destacar huelgas, manifestaciones callejeras, apagones, cacerolazos (se puede observar en el anexo fotográfico).

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DISCUSIÓN

Al haber concluido con el proyecto se reflexionó acerca de lo ocurrido. Se puede destacar principalmente la represión de los Derechos Humanos, que fue una de las principales causas por las cuales las personas que lo tuvieron que vivir siguen marcadas hasta hoy en día. En el momento que se realizó las historias de vida a los ex-presos políticos y a los familiares de estos, se pudo comprobar que si bien ya hacen 27 años del fin de la dictadura todavía algunos siguen guardando rencor o miedo de lo que vivieron en ese período, y como siguen presente en ellos hasta la fecha los distintos hechos ocurridos. Esto se pudo comprobar debido a los actos y actitudes que los mismos han tomado a la hora de hablar sobre el tema, o que en varias ocasiones se negaban a testimoniar por tratarse muchas veces de temas personales y/o sensibles.

Respecto a las personas que se encontraban, ya sea trabajando para el gobierno de la época o estando a favor del mismo en algunos puntos, se pudo ver que al momento de detener la grabación hablaban con mayor fluidez o en algunos casos pidiendo que se apague el mismo.

Ya llegando al final del proyecto se nos han planteado nuevas preguntas debido a la complejidad del tema y de que no es fácil lograr abarcar todos los ámbitos de la misma. Es por esto que surgieron nuevos cuestionamientos, tales como: ¿Cómo se encontraba la situación económica del país durante el período dictatorial de 1973 a 1984?; A raíz de todo el proceso de la dictadura ¿las Fuerzas Armadas siguen teniendo el mismo respeto que antes?; ¿Qué sucedería si se aprobará la anulación de la Ley de Caducidad?; ¿Se considera que la dictadura podría haber sido evitada?.

Con respecto a la última pregunta, si se podría haber evitado o no, la respuesta fueron divididas, algunos contestaron que se podría haber evitado mientras otros que no. Aquellos que afirmaron el si, se basaron en que el movimiento guerrillero MLNTupamaros se encontraba derrotado desde el año 1972, y también algunos dijeron que también se podría haber evitado si a los tres meses de haber disuelto el parlamento se llamaba al pueblo uruguayo a nuevas elecciones. Por otro lado, las personas que contestaron que no, se basaban en que la dictadura no solo se desarrollo por el 16

enfrentamiento con el movimiento guerrillero sino que venía previendo desde los años ’60, es decir, que se dio por contexto histórico. Aunque también afirman que el Golpe de Estado se dio debido al Plan Cóndor planteado por Estados Unidos en Latinoamérica.

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BIBLIOGRAFÍA: •

MARCHESI, Aldo, MARKARIAN, Vanina, RICO, Álvaro, YAFFÉ, Jaime. 2004. El presente de la dictadura, Estudios y reflexiones a 30 años del Gol0pe de Estado en Uruguay. Talleres Don Bosco, Montevideo, Uruguay.



NAHUM, Benjamín. Manual de Historia Uruguaya. Tomo II. Editorial Banda Oriental,



Montevideo,

http://pepitorias.blogstop.com/2009/04/uruguaydictadura-militar.html Consulta:



Uruguay.

13

de

Mayo

FERNÁNDEZ, Eleuterio. 1991. Los dos mundos. Editorial tae, Montevideo, Uruguay.



SILVA, Alberto. “Para muestra basta un botón”. Testimonio de Maria, esposa de



Vladimir

Roslik,

muerto

en

la

tortura

de

1984

Investigación de la Udelar. 2009. “bebes en proceso de gestación con madres detenidas y sometidas a tortura; nacidos en prisión compartida con sus progenitores, liberados y entregados luego a sus familias biológicas”. Montevideo,



Uruguay.

LEGNANI, Raúl. 13 de junio de 2010. Charla “Visibilidad y repercusión mediática del encuentro exilio e insilio”. Udelar, Montevideo, Uruguay.



OLIVERA, Raúl, MÉNDEZ, Sara. 2003. “Secuestro en la Embajada. El caso de la maestra Elena Quinteros”. Letraeñe Imprenta & Serigrafía, Montevideo, Uruguay

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ANEXO I Grupo 1 – Testimonio A1: estudiante y familiar de detenidos

“Mi infancia y adolescencia transcurrieron en dictadura. Tengo muchos recuerdos, sobre todo de la época del liceo. Mi familia fue particularmente afectada por la dictadura. Mis padres estuvieron presos, pocos días, pero eso significó vivir con miedo durante más de 13 años. Mis tíos pertenecían al MLN tupamaros y en febrero de 1972 fueron presos. Tenían una bebé de 4 meses, por lo que mis padres se hicieron cargo de ella. Mi prima, se crió con nuestra familia, por lo que es mi hermana de corazón. Esto llevó a que por muchos años visitáramos diferentes cárceles. Una semana mis padres llevaban la nena a la cárcel de Libertad y otra a Paso de los Toros. Algunas veces también íbamos mi hermano y yo. Recuerdo las visitas a mi tía, viajábamos en Onda hasta Montevideo en el último coche, llegábamos alrededor de las 12 de la noche y al otro día como a las 5 de la mañana salíamos a Paso de los Toros. Pasábamos el día en las celdas, las presas nos esperaban, nos hacían regalos (artesanías realizadas por ellas), jugábamos, salíamos al recreo… En Libertad la visita era mucho más corta, y los últimos años, cuando yo era más grande, tenía que entrar a la visita de adultos y hablar por teléfono, mirando a mi tío a través de un vidrio. De la época del liceo recuerdo lo del uso obligatorio del uniforme, cómo venían todas las semanas a revisar el largo de pelo de los varones (que no podía tocar el cuello de la camisa) y el control estricto a todo. Hubo una época que instrumentaron un libretita rosada en la que cada día los profesores nos ponían la nota, era un castigo!!!. También recuerdo que me daba clase de matemáticas un prefecto, y de los demás muy pocos tenían formación docente… Un día que recuerdo claramente fue en noviembre de 1980, antes del plebiscito. Yo estaba en 1º y mucho de lo que estaba pasando no entendía, pero sabía que los uruguayos debían decirle No a la dictadura y entonces escribí en el pizarrón un no enorme. Qué enojado estaba el profesor de Moral y Cívica cuando entró a la clase! (hoy se que era colaborador del régimen). Mi familia no sólo fue golpeada con la cárcel, también lo fue por el exilio: mis dos tíos paternos tuvieron que irse del país. Hoy no tengo acá en Uruguay ningún primo, todos

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viven en Europa, y mi tío falleció el año pasado, sin que mi papá pudiera estar con él… Mis padres pensaron mucho en la posibilidad de emigrar, al final quedamos en Uruguay, mi “hermana” nos ató… Cuando me festejaron los 15, tuvimos que mandar una lista con los invitados a la Comisaría, se ve que no había ningún “sedicioso”, porque no tuvimos problemas y todos pudieron asistir. Mis recuerdos más nítidos son de los últimos años. Vivía en un barrio con viviendas, por lo que cuando se iniciaron los apagones y caceroleadas el ruido era enloquecedor. En casa teníamos todas las ollas, cucharones y espumaderas abolladas, pero era una gran emoción poder resistir a la dictadura. El 84 me encontró estudiando en Montevideo, y participé de manifestaciones eufórica con el grito de “se va a acabar, se va a acabar…”. Ahí si era más consciente de la lucha por los derechos humanos y la condena a las violaciones realizadas por los militares… En marzo de 1985 fui a Libertad cuando un domingo soltaron a los presos, estuvimos todo el día en la ruta esperando, mi tío fue de los últimos. Aún hoy cuando recuerdo ese momento no puedo evitar emocionarme. También estuve en Cárcel Central cuando liberaron a los rehenes… Mi reflexión por todo lo vivido es que debemos valorar y defender la democracia, y mi deseo enorme es que tal como dicen por ahí algunos carteles, los uruguayos todos estemos firmes en el “nunca más”.

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ANEXO II

Grupo 1 – Testimonio A2: hijo de persona fallecida en cuartel militar

“Bueno, como yo le comento a la gente, durante la dictadura yo tenía 6 años, tengo dos hermanos más que tenían 5 y el otro tenía 1 año. Yo por ejemplo no recuerdo nada, no se si fue porque era muy chico o porque fue algo que se me bloqueo, y bueno yo no tengo ninguna imagen de mi viejo, no recuerdo nada. Un hermano mío si, en realidad todos de una forma u otra tuvimos problemas. Yo recuerdo de cuando era chico y ver a mi hermano, el tuvo unos principios de epilepsia y hubo que tratarlo porque él vio cuando fueron a mi casa, nosotros estábamos durmiendo cuando llegaron los militares, nos sacaron de la cama, levantaron e hicieron todo lo que tenían que hacer y mi hermano los vio. Se despertó y vio cuando se lo llevaban esposado a mi padre, se ve que eso en el influyo mucho. Y bueno, nosotros vivimos pensando que mi madre, y ahora me doy cuenta que lo que hizo en aquel momento estuvo bien, ella para que nosotros no tuviéramos miedo a la represaría, al haber hecho algo, a nosotros se nos dijo que a mi viejo que si que había estado preso, que había fallecido cuando lo traían de acá de Colonia por un ataque al corazón. Cuando, no me acuerdo muy bien creo que fue en l ’85, una vez que la dictadura ya había terminado, bueno yo empecé a ver que se hablaba de mi viejo, entonces ahí empezamos a hablar con mi mamá y ahí ella si nos contó que si, que a mi padre lo habían torturado, asesinado y eso nos cayó, nos influyó. Eso fue lo que dejo en mí la dictadura, porque nos enteramos tarde. Yo creo que si yo me hubiera enterado antes lo que está gente le hizo a mi padre hubiera cometido una locura. Ahora ya uno lo ve de otra forma, y ahora se puede hacer justicia. Antes como que no se podía hablar, no podía expresarte, no podías decir nada. Yo por ejemplo cometí errores conmigo mismo, quizás por no poder expresarme hice cosas que no debía haber hecho. Pero era que tenía algo que no sabía cómo decirlo, ni en mi casa a veces se podría hablar. Se tenía miedo a todo, yo recuerdo, es más te digo, que íbamos al liceo, y ahí me acuerdo que la educación física recuerdo que nos teníamos que parar y era firme, bien al estilo militar. Teníamos que ir con el pelo corto, tenías que ir bien uniformado, y bueno eso yo me acuerdo de la época. Pero yo me empiezo a enterar muchas cosas ahora ya de grande. Yo estuve viviendo en España y en ese momento mi hermano el más chico, me avisa de que hay una posibilidad en la cual se podía saber lo que había pasado. Entonces bueno por intermedio de un periódico, del abogado se empezó a hacer todo esto para 21

lograr la justicia. Gracias a dios, la verdad que fue un milagro, porque lo fue, ahí en el CD que yo les di hay una hojita que es una de las partes del expediente que se encontró, donde el expediente dice quienes fueron las personas que estuvieron con papá en el último testimonio, y dónde papá se desvanece y fallece. Ellos después dicen que no, que muere en la ambulancia yendo para Montevideo, todo eso es mentira porque lo mataron ahí. Ese expediente explica y dice clarito que ellos estaban presentes cuando mi papa se desvaneció. Lo que pasa que ahora, desde que se hace esto, cuando se le están haciendo las indagaciones ellos dicen que justo uno fue al baño, que el otro no estaba, mentira estaban ahí. Lo que cuentan los compañeros que estuvieron con papá, es que no se porque se habían ensañado con mi viejo, que le daban con todo, y que justo el último día ya papá delirando de las palizas que le daban, porque me cuentan los compañeros que estaban esposados, que los tenían tres o cuatro días parados, donde no se podían ni calzar, ni sacarse los championes. Dicen que un compañero se pudo mirar, y que estaba la panza y los brazos todos negros de los palos y papá justo se levanta la capucha, y estas personas estaban con la muchacha de Carmelo, de 17 años que la estaban violando. Entonces mi viejo en ese momento, no sé que habrá hecho, le habrá ido a decir algo y lo mataron. Y digo uno, vos imagínate que yo tengo terrible impotencia, tengo tristeza porque veo que esta el expediente, que es un regalo de Dios, que no se cómo llamarle, porque ellos quemaban todo y como este justo se les escapo, porque apareció en el cajón de un escritorio. Y uno digo, no puede creer que haya gente que en caso de ellos que va y vuelve, es decir que alguien los está protegiendo. Porque esta gente ya tendría que estar presa, ya tienen que estar adentro, y no se, porque se vio en una revista que Barneix era el encargado de descubrir los cuerpos de los desaparecidos, te imaginas que no encontró a nadie, ¿a quién va a encontrar? Si eran ellos los que estaban metidos. A mi lo que me duele por ejemplo, es que no tengo nada y tengo mucho respeto hacia la política y hacia los presidentes, pero ninguno hace nada por esto y ninguno salió a pedir disculpas por esto ni nada. Pero lo más lindo, es que en el expediente están las firmas y los nombres de ellos, que ellos firmaron que estaban en el desvanecimiento de mi viejo. Y que después decían que los golpes se los habían dado los presos porque estaban en celdas chicas y encapuchados por eso se los daban entre ellos, y que yo me pregunto ¿las mujeres se violaban entre ellas?. Y bueno y así es, todo una mentira, que papá murió por stress. Si claro que fue por stress pero de las palizas que le daban. Lo que cuentan los compañeros es que para que lo reconocieran que era el, mi papá era heladero y nosotros siempre tuvimos Heladería allá en Carmelo y mi 22

padre gritaba heladero entonces la gente sabía que era él, por eso se daban cuenta. Entonces digo, lo que a mi me paso, no se si ustedes vieron lo de Montevideo, cuando yo estuve en el juzgado con este Barneix donde lo pegue. Pero vos imagínate que esta la persona que era el encargado que matan a tu padre, y si te pone enfrente. Primero que yo fui ese día a verlo que salieran presos, y me entero porque mi hermano y mi cuñada estaban arriba con ellos, y me avisan por teléfono que no que este había hecho que el abogado renuncie para que le dieran mas días. Entonces yo ahí, imagínate que me dicen mira que se ve por las puerta de atrás, y bueno voy y lo espero. Cuando veo que sale enseguida los periodistas le hablan y el dice que nunca le pegó a n ciudadano, ahí ya está no me aguante. Y ya te digo en ese momento uno no puede decir que es lo que va a hacer porque te nublas, y te digo la verdad le pegue una piña en la boca y hoy, como dije en las declaraciones, no se si está bien o esta mal, yo estoy en contra de la violencia, pero en este caso no se si es violencia o justicia, no se que es la verdad. Es muy difícil, por eso yo a la gente que conozco le pedí que cerrarán los ojos y que pensarán un segundo que esa persona que estaba enfrente a vos fue el que torturo y mato a tu padre, la verdad que es muy difícil. Hoy por hoy yo creo que le reviento la cabeza, capaz que está mal, porque todavía me dolió lo que hizo este de ir y de internarse en el Hospital Militar a decir que estaba mal, deprimido. ¿Y mi padre como puede haber estado después de siete, ocho o diez días dándole palo? y a él que le pegue una piña nada más, que tampoco una piña para matarlo. Mi familia ha sufrido mucho. Mi madre tiene miedo, yo recuerdo cuando empecé a salir a los trece o catorce años de llegar a las cinco o seis de la mañana y ella despierta por miedo, siempre con miedo. Yo tengo 45 años, y con la edad que tengo, hasta ahora mi madre me dice cuidate, tene cuidado. Es un miedo que nos quedo. Yo pensaba en un momento que los asesinos de mi viejo no existían mas, y cuando me enteró de que si y ahora que se quienes son sí, porque son Barneix, Bauden, Piugvert, Perdomo y el doctor Solano. Entonces yo ahora que se quienes son, yo no voy a parar hasta ver a esas personas presas. Yo no sé lo que puede llegar a pasar o que yo pueda llegar a hacer si salen impunes. Puedo llegar a hacer una fatalidad, porque no voy a aceptar de ninguna manera que estas personas salgan impunes. Si hay que salir del Uruguay, a algo de los Derechos Humanos lo hago, y no solo por papá, porque fue varia gente la que lo sufrió, a mi me da pena ver a una señora que los otros días cuando hicimos uno de los actos de presencia en la corte, que nos cuenta cuando hacemos el documental, que al subirlas al camión ya las iban violando. ¿Vos te imaginas que a vos te metan, te lleven presa y ya 23

que no pasa un día y te van violando? Que una mujer te diga que no vale mas como mujer por las cosas que vivió, a eso a vos te da bronca, lo que les hicieron te da bronca. Es por esto que tienen que ir presos por todos, no solo por papá. Tengo confianza pero fe no sé si tengo, he perdido la fe y las creencias. Desconfío, pero creo que todavía hay gente que han hecho cosas muy bien por esto. Bueno, mi papá fue detenido no por militar en el Frente Amplio, sino que él decía que era seguidor del frente, y daba a entender sus ideologías. El era así no tenía problema de decir, si yo soy del Frente, es como yo hoy te digo soy de Peñarol y cual hay? Es una ideología que se tiene, y vos fijate que por pensar lo matan. Por pensar, es increíble esto. El nunca pensó que por eso lo iban a llevar preso. Yo me siento orgulloso del viejo que tuve, y nunca se me cruzo y tampoco pensaría mal de él o de lo que hizo. Si bien no compartí mucho con él, lo que me cuentan y por los huevos que él tuvo ahí, porque le dieron y el tipo nunca hablo y se la banco, Y uno dice eso, y a mí no me entra en la cabeza y me quiero imaginar lo que el sufrió, y no puedo ni pensarlo, me da rabia, me supera. Entonces por eso voy a luchar hasta lo último, quiero ver, y perdón por la expresión, a estos hijos de puta presos. Y también me gustaría saber con exactitud quienes fueron, algunos se saben no, los buchones, porque si no hubieran buchoneado mi papá no hubiera estado preso. Yo lo que más siento es tristeza, es amargura, es rabia, es no se como decirlo. Tengo confianza en que mucho gente, junto con mi familia, de que cuando estos personajes queden presos, ahí va a haber un poco de alivio. Porque lo que paso no se olvida ni tampoco se sana. No sabría que decirte que es lo que voy a sentir, pero dentro de esta tristeza creo que va a ser un poquito del algo lindo. Reconozco que quizás estas personas ahora tienen hijos y ellos no tienen nada que ver, pero a mi que me perdonen, todos ellos me quitaron a mi padre.”

Una vez finalizada la entrevista nos hace entrega de fotocopia de documento del año 1974 que consta de interrogatorio realizado y desvanecimiento en el cuartel de Colonia de su padre. El citado documento fue presentado ante la Justicia Uruguaya. El mismo se encuentra adjuntado en la siguiente página.

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ANEXO III

Grupo 1 – Testimonio A3: hijo de asesinado y hermano de presos políticos

Mi relación con la dictadura, si bien tengo 42 años es que soy hijo de un asesinado por la dictadura y hermano de presos políticos. Durante el período de la dictadura en nuestro país la viví en Montevideo con mi mamá y tres de mis hermanos. La reacción frente a la muerte de mi padre fue de mucha tristeza. Con la prisión de mis dos hermanas era de mucha militancia, ya que mi madre ponía como un deber tan importante como lo era el ir a la escuela, era la visita semanal. Lógicamente en el momento que se finaliza la dictadura, en 1985, me invade una sensación de mucha alegría. Si bien a mi ser el hijo de Zelmar Michelini es una cosa que no termina. El afecto profesado por la gente siempre fue abrumador, durante la dictadura facilitaba algunas y entorpecía otras hasta hacerlas imposibles. Yo creo que la relación familiar para salir adelante fue importante. La unión irrestricta entre mis hermanos y mi madre fue clave para sobrevivir a la dictadura y para recomponer la vida después de ella. Mi familia la vivió mal. Mi padre fue asesinado. Mi hermano Luis Pedro fue preso durante unos meses en el Cilindro Municipal. Mi hermana Elisa estuvo en condición de rehén durante varios años. Mi hermana Margarita y su esposo Raúl Altuna fueron secuestrados en Buenos Aires y traídos a Uruguay en 1976, su hijo Pedro de 2 años en ese momento estuvo desaparecido un mes y luego se lo ubicó en una familia en la que vivió un mes más hasta que le dieron la tenencia a mi madre. Y mis hermanos Zelmar y Cecilia estuvieron exiliados toda la dictadura.

(El testimoneante por motivos de índole personal no quiere hablar de temas más concretos, se escuso de ahondar en detalles personales y sensibles)

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ANEXO IV

Grupo 2 – Testimonio B1: estudiante y profesor de la época

“Yo viví la dictadura estudiando abogacía en Montevideo. En el año ’70 termine el liceo y me fui a Montevideo a estudiar abogacía. Tuve la predictadura, las facultades eran totalmente distintas a lo que son ahora. Había una ebullición imponente. Había una revolución estudiantil monumental. Y las facultades eran, un templo de efervescencia

notable, contra el gobierno, contra distintos

regímenes. Clases muy pocas, casi no había. Eran asambleas y asambleas y manifestaciones, paros, huelgas, tal es así que yo, desde que me fui en el ’71 el primer examen lo pude dar en el ’74 porque en el ’71 sale presidente Bordaberry, y arranca una huelga general. Para que ustedes tengan en claro, arranco una huelga general en el ’72 en Agosto, huelga general por tiempo indeterminado, cerraron la facultad, y nueve meses de huelga. Estuvimos con la facultad cerrada. En el ’73, 27 de junio de 1973, estábamos por arrancar y Golpe de Estado y los milicos volvieron a cerrar las facultades hasta marzo del ’74, en plena dictadura se normaliza, arranca un nuevo ciclo de estudio. Lo que me acuerdo, es que vos entrabas a la facultad antes del Golpe de Estado y era todo pintado, pancartas, vestidos como cualquiera de nosotros. Arranca el Golpe de Estado, entre a la facultad y era, si el pelo te pasaba la oreja para atrás y para afuera, tenías que llevar la cédula y dejarla en un cajón que era gigante, del tamaño mas o menos de un escritorio y tenías que dejarla hasta que te retiraras. Por lo que, los controles dentro de las facultades, por lo menos de la de Derecho eran bastantes estrictos. En la facultad también hubo destitución de profesores, de todos aquellos que de una forma u otra se encontraba en contra del gobierno. Fueron suplantadas por gente de confianza, por lo que muchas veces no tenían un conocimiento profundo de los temas. El plan de abogacía, en el período de la dictadura, tuvo cambios y las clases que nos dictaban no son como lo eran ahora. Los períodos de examen volvieron a la normalidad una vez instaurada la dictadura, sin embargo por tres años y medio, en mi caso al no estar habilitados los períodos, no podíamos dar exámenes, por lo que no avanzamos. Yo creo, por lo menos lo que me paso a mí, que la dictadura impuso un régimen, que si bien yo no estuve de acuerdo con el mismo, uno se terminaba adaptando al mismo. Los primeros años eran más bravos, pero después yo creo que cada uno se adaptaba a no 27

hablar, a no hacer determinados actos. En mi caso no me toco vivir nada en particular, pero fue un período muy bravo, donde el pueblo uruguayo en general estaba sometido a un régimen que trajo muchas consecuencias y el cual fue muy negativo. Yo me recibí en el año 80, y me vine a trabajar a Colonia. En un principio fui profesor del Liceo Departamental de acá de Colonia, era profesor de derecho. Yo cuando entre al liceo los alumnos en general respetaban las reglas que estaban, era como que se acostumbraban al régimen impuesto entonces en ese sentido no había ningún tipo de problemas con ellas. Yo creo que lo que pasó de alguna forma u otra tiene que servir para que no se vuelva a repetir más, para que no ocurra nada similar a dicho período en nuestro país nuevamente.”

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ANEXO V

Grupo 2 – Testimonio B2: integrante del grupo guerrillero MLN-Tupamaros

“¿Cómo viví yo la dictadura? Bueno no la viví porque estuve preso (risas). La viví preso, porque a mi me detuvieron antes del golpe de Estado que fue el 27 de junio del ’73. Y bueno yo fui preso un año antes, el 24 de julio de 1972, es decir que cuando el golpe ya hacían casi once meses que estaba preso, y salí con la amnistía, el 10 de marzo del ’85. Entonces viví la cárcel en distintas épocas, viví la dictadura en sus distintas épocas dentro de la cárcel. Para mi fue siempre igual, antes del golpe era una cosa, por ejemplo había bibliotecas muy grandes, muy amplia que lo habían armado los familiares de los distintos presos, tenía muchos temas de lectura, mucho material científico, estaban todos los clásicos del pensamiento socialista. Después de que se da el golpe de Estado a esta biblioteca que yo te comentaba deciden cerrarla y depurarla. Ahí es donde se producen las primeras quemas de libros, con todo material que consideraban que era peligroso y que para mi era muy insólito el material peligroso. Porque acá en el museo (hace referencia al Museo de la Memoria lugar en donde trabaja) ustedes pueden ver las bibliotecas que tenemos como consecuencia de las pesquisas, donde podes encontrar de todo. Yo supongo que con esa quema de libros y las cosas que hacían ya se estaban prohibiendo la memoria, desde aquel momento. Y después dentro de la cárcel otro momento en el cual también se noto la diferencia, fue después del golpe de Estado en la Argentina, si mal no recuerdo en 1976. Yo creo que todo lo que fue el grueso de los desaparecidos que hubo, de alguna forma u otra influyó en nuestro país. En la cárcel también se vio lo peor. Yo siempre dije que la vida en la cárcel puede tener diversas cosas, podes tener una cárcel más abierta, donde puedas tener un trabajo y puedas hacer algo o podes tener una cárcel totalmente cerrada donde los presos no salen de su celda. Eso fue en el período más duro, en el ’76 más o menos hasta el ’82 fue de ese tipo, por lo menos en mi caso. Y bueno, la situación empezó a cambiar a raíz del plebiscito. Eso fue como el comienzo del fin de la dictadura, ya que en esa votación pierden por la popularidad, donde hay todo un frente de fuerzas que comienzan a oponerse a la dictadura, que hacen un frente común con las fuerzas populares. Incluso la dictadura ya había perdido la fuerza de los Estados Unidos, por lo que empieza a cambiar el tipo de régimen que se tenía.

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Si vos me preguntas a mi ¿por qué la dictadura? Yo te diría que se podría haber evitado si el pueblo uruguayo, argentino, chileno hubiera aceptado un acuerdo entre las directivas económicas que se estaban llevando adelante. En definitiva la dictadura fue para imponer un modelo económico, un modelo neoliberal donde toda la crisis y manejar los costos que recaen sobre los sectores populares. Si no hubiera resistencias a estas políticas, las dictaduras no hubieran existido. Recordemos que aquí en Uruguay hubo una grande resistencia previa a la dictadura, que era contra las políticas económicas que se venían implementando. Entonces la dictadura va a imponer un modelo, un sistema económico y va a destruir todas las redes sociales que se habían generado en ese período, las cuales eran muy fuertes. Lo que yo no entiendo, y creo que nunca lo voy a entender, es que ellos dicen que las dictaduras se hicieron para poder eliminar los movimientos guerrilleros, pero acá en el Uruguay el movimiento guerrillero ya había sido eliminado en el año ’72. Es decir que los golpes de Estado no fueron contra los movimientos guerrilleros. ¿Por qué fui preso? (risas) Fui preso porque yo era miembro del grupo guerrillero, del MLN-Tupamaros

en aquel momento. Y me detienen en el año ’72 con aquella

represión particular antes del golpe, que era contra los grupos guerrilleros. Ahí bueno, fuimos una cantidad que nos metieron presos. Después estuve preso en varios cuarteles, también estuve en el penal de Punta de Rieles antes de que fuera para mujeres solamente, y de ahí nos sacaron para la cárcel de Libertad. Y después en la cárcel de libertad, fui al sector de máxima seguridad en el piso 2, donde estábamos solos, seríamos cincuenta mas o menos los que estábamos en esa situación, porque éramos considerados los más peligrosos, tenía que estar aislado. Entonces digamos, que el trato de ellos hacia mi no fue muy bueno, fue de los peores creería yo. En realidad haber, después con el tiempo te dabas cuenta que tener una celda para vos solo era mejor que estar de a dos, porque tenías el doble de espacio, porque no estaba acompañado. Y de hecho, yo creo que estar solo en prisión es mejor que estar con otro, porque cuando tenes muchos años en prisión, porque sino tendrías que hacer un matrimonio muy bien pensado y eso nunca se puede (risas). Bueno, entonces pase la mayor parte de mi prisión solo, y eso me dio la posibilidad de encontrar mis propias actividades de entretenimiento. Practique tanto la escritura como la pintura, y el dibujo fue lo que más hice y me entretuvo mientras estaba preso. También tuve compañeros que se dedicaron mucho a la escritura y se hicieron escritores dentro de la cárcel, y hoy tienen un merecido reconocimiento frente a la sociedad como tales. Es decir que la cárcel también 30

dio lugar al desarrollo de las actividades creativas, que eso es algo interesante a ver y a pensar, no solo las actividades sino también las cosas de política que pensaban todos los que estaban presos. Ustedes pienses que la cárcel era un lugar transitorio donde todos teníamos la oportunidad de desarrollar lo que más quisiéramos, era el momento de aprovechar para leer, discutir políticamente y formarse. La discusión política la generábamos en los recreos, cuando los teníamos no. Era como una especie de agrupación que teníamos entre los presos. Además había gente que eran profesores de filosofía, de economía, gente estudiante de ciencias políticas, entonces entre nosotros mismos nos dábamos cursos. En el momento que me liberaron es muy difícil de expresar, nunca pude encontrar una palabra que lo definiera. Aparte yo salí en la amnistía entonces era distinto porque te iban largando y había ido una cantidad de gente que invadió la carretera con la banderas y todo eso. Recuerdo que la gente llego hasta casi la puerta del Penal, y los hicieron retroceder nuevamente a la carretera. Entonces era algo indescriptible la verdad, ver a toda esa gente ahí fue increíble. Y después en todo el transcurso hasta Montevideo estaba gente que corría y saludaba, fue increíble. Nosotros a medida que íbamos saliendo, era como una especie de caravana que nos llevaba hasta la plaza Libertad, que ahí nos estaban esperando otra montaña de gente. Yo fui el primero en llegar ahí, entonces creo que fue otra emoción enorme, ser el primero en llegar y enfrentarte con esa masa de gente que todos te querían abrazar y uno físicamente estaba mal, no estábamos en las mejores condiciones, ni hablar en lo anímico. Imagínate después de estar tantos años solo pasar a eso (risas). Después de todo lo que viví, la dictadura es la prohibición de libertad, en mi vida es un sinónimo de estar preso. Igual lo que destaco, es que ahí dentro establecí vínculos humanos muy fuertes, amigos que te haces en la cárcel y no lo dejas nunca, porque en ese momento eran tus hermanos, tu familia, eran lo único que tenías. Esas personas siguen siendo amigos de toda la vida, más allá de las diferencias y opiniones que hoy tenemos, queda un vínculo de confianza muy fuerte, por lo vivido y todo lo sufrido, teníamos un cercenamiento total de nuestra libertad. Si bien la dictadura en aquel momento para nosotros significo una derrota, porque no pudimos hacer lo que nos habíamos planteado desde un principio. A pesar de eso no me arrepiento, no me arrepiento de nada pero nada. La verdad que de nada. Con la experiencia que tengo, puede ser que haga las cosas de diferente manera, no haría lo mismo obviamente pero si buscaría algún medio, si es que lo considero necesario.” 31

ANEXO VI

Grupo 2 – Testimonio B3: estudiante

“La dictadura me afectó desde el punto de vista de que ahora soy mayor y me doy cuenta que no podíamos votar. Pero después desde el punto de vista social lo que había era tranquilidad, porque no te robaban como te roban ahora. Se perdió la calidad de vida de

la

gente.

Yo en aquel tiempo iba al liceo, ahí todos los profesores que eran de izquierda los sacaron, tenía profesores que eran gurises que habían terminado sexto año de liceo y ya estaban dando clases. Pero después me toco lo otro es que en la facultad, que a todos los profesores que habían sido destituidos los empezaron a reinsertar nuevamente en el ’84 o ’85, no recuerdo bien. Yo tenía grandes expectativas de que esos profesores que teníamos iban a ser grandes tipos, porque siempre hablábamos de ellos y al final ya vinieron con la idea de, por ejemplo, a mi para dar una materia y para recibirme estuve 4 meses porque ese profesor que había sido destituido decía que no había casos químicos, ni vacas ni caballos. Entonces empezó como a relajarse, en esos años, nuevamente la cosa. Y hoy te encontras que a pesar de que estamos democrático a veces lo período de examen se corren, el alumno en lugar de recibirse en pocos años como está estipulado le lleva mucho mas años que eso para los padres es mucha plata. Para mi en aquel momento era difícil porque yo tenía que trabajar. En aquel momento la diferencia que yo note era en el orden que había. Vos ibas a cualquier entidad pública y te atendían enseguida y sin ningún tipo de problema, y ahora eso no es así. Todo el mundo te atendía porque funcionaba como una empresa privada, todo era por terror o por temor. Yo no es que haya visto la dictadura bien, porque para mi tanto una dictadura como de derecha o de izquierda, militar o política o apolítica no sirve, yo me parece que lo mejor es la democracia, pero te quiero decir que había mucho orden. Yo creo que por ese

terror

que

había

los

empleados

públicos

laburaban.

Nosotros en el liceo en ese momento teníamos un director muy bueno y bueno el liceo era divertido, yo que se. Y después las reglas eran en todos los lugares de enseñanza lo mismo, tenías que ir con el pelo corto y uniformado. La diferencia en el régimen se notaba. Yo termine el liceo en el año ’77, y bueno que veía tranquilidad referente a la seguridad. Recuerdo que cuando iba a Montevideo con mi padre, en la Plaza Cagancha, donde 32

paraba la antigua Onda, vi manifestaciones con quema de cubiertas, tiroteos y todo eso. Me extrañaba porque era una persona del interior y todo eso acá en Colonia no ocurría. A mi no me paso nada raro por suerte, al igual que a mis amigos tampoco, pero siempre un poco de miedo había. Lo único que recuerdo, fue un día que estaba con mis amigos en la calle comiendo chorizos y vinieron los militares y nos pidieron documentos, pero nunca más nada que eso. Nunca formamos parte de ningún tipo de manifestación ni nada. Con respecto a que se está haciendo justicia ahora, me parece bien porque el que hace mal las tiene que pagar. Pero hay que aclarar que también que los que mataron, los del otro bando, el bando Tupamaro, no pagaron sus penas, es decir, estuvieron presos y ellos dirán que estuvieron en muy malas condiciones, no se cual son las buenas condiciones de los presos. Vos fijate que los presos que eran están en Libertad no están en buenas condiciones. Porque dicen que ahora están peor que antes, por suerte no estuve

nunca

en

la

cárcel.

Como mensaje que no dictadura no, ni de izquierda ni de derecha ni militar, nada. Democracia. Ahora la democracia hay que ponerle ciertas limitaciones porque ya ahora esto se esta yendo de las manos, por más de que ustedes no se den cuenta.”

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ANEXO VII

Grupo 2 – Testimonio B4: estudiante y empleada de la Presidencia de la República

“Bueno yo vivía en Montevideo, porque yo soy nacida en Montevideo, en el ano ’73 yo ya estaba cursando preparatoria, o sea lo que es ahora sexto, lo que están haciendo ustedes, en realidad me daba cuenta de la situación no solo porque había elegido la orientación derecho, donde uno va viendo el tema de derechos humanos desde antes, sino un poco por lo que era la vida cotidiana, en el sentido de que ya previo al golpe de estado, en el propio ano ’73 ya había todo un clima de razzias, además yo, mi casa paterna, queda, porque todavía estoy en contacto con esa propiedad, y esta a una cuadra de la facultad de veterinaria, lo que había normalmente era muchas movilizaciones de estudiantes que a veces no eran bien entendidas porque en realidad si bien desde el punto de vista ideológico no se discutía que podían tener razón, lo que a veces complicaba eran los procedimientos en el sentido que en veterinaria se concentraban varias facultades, se cortaban las ramas de los árboles, cerraban las calles y se pedía un peaje y la gente que pasaba en auto no entendía mucho la finalidad del peaje. El que no contribuía, bueno, le apedreaban el auto. Entonces había cosas muy mezcladas, había quienes verdaderamente tenían un criterio coherente de lo que estaba reclamando, y había otros que se iban de mambo, como ustedes dicen ahora. A mi el golpe de estado me sorprende yendo en un ómnibus, yo cursaba en la sagrada familia de tarde en la parte de derecho y como no me había orientado a que con una materia mas que era matemática podías hacer notariado, notariado lo hacía en el Ibo, o sea yo iba libre a la mañana y de tarde cursaba el resto de las materias. Entonces, digo, iba temprano, normalmente entraba a las ocho y pico de la mañana y me sorprende subir al ómnibus con ya el comunicado de prensa, el conductor tenía puesta la radio, habitualmente pasa en el transporte capitalino, no sé si tanto acá, y me parecía increíble, porque yo estaba, justamente, el Ibo queda a unos 200 metros de lo que es la caminata del Palacio Legislativo, y me parecía increíble que hubiera pasado eso ahí en la noche porque digo, no se veía una movilización, una presencia militar tan fuerte ese mismo día, y bueno, inclusive no había paro de ómnibus porque yo me estaba trasladando en ómnibus. Regresé de inmediato a mi casa y bueno, ya cuidábamos mucho desde antes el hecho de llevar cédula de identidad, o sea, nadie salía sin documentos, también cuando caía el sol ya antes también, antes del golpe de estado, uno cuidaba estar en su casa y digo, previo 34

al golpe de estado hubo una suspensión de clases, en segundo ano creo que fue eso, en el ’67 por ahí, ya se habían realizado suspensiones de clases, y nuestras madres iban al colegio a buscar los deberes sin que se dieran cuenta, para que nosotros pudiéramos tener una conexión con los docentes y hacer los escritos para no perder todo un ano. Pero digo, hubo muchísima gente que le cambió la vida, no solamente a lo que estuvieron detenidos, que por supuesto fueron torturados, los desaparecidos y mas, sino que hubo un cambio de vida para el funcionamiento de toda la sociedad y en realidad no solo desde la juventud, sino también la adolescencia, la generación nuestra, que llegó a vivir un clima que se fue cada vez convulsionando mas con episodios en las calles, con subida de los militares a los ómnibus buscando gente, eso inclusive hasta antes del golpe. Después del golpe, indudablemente que la cosa se puso peor, había comunicados de prensa permanentemente, teníamos poca oportunidad de ver a quienes realmente estaban siendo torturados. La generación nuestra tuvo una crisis, porque justamente, estábamos formando nuestra personalidad en la cual teníamos que funcionar de una manera mucho mas limitada. Lo que si recordamos los que especialmente vivimos en Montevideo es como fue el proceso, que también como tengo entendido, no es lo que se está acercando a los libros de historia actuales. Cuando se logra, después de todo un proceso largo en el cual se veía que la población no estaba respaldando esa ocupación del poder, cuando se logra en el ano ’80 hacer el plebiscito, hubo un pronunciamiento muy fuerte. Yo creo que ahí en ese momento, hubo muchos arreglos entre organizaciones, mismo se dice que una de esas fueron los tupamaros, para ver cómo podían negociar el espacio de poder. Pero yo creo que hay algo que se cantaba en plena exposición social que era: “El pueblo unido jamás será vencido’’ que es una consigna del pueblo, no es una consigna de los tupamaros. Yo creo que fue la convicción y nuestro poder de querer ser democráticos el que primó y esas cuestiones tendenciosas, de bueno, de poder rescatar la posición electoral de poder instalar el voto, y el mensaje fue muy fuerte para una dictadura que no contaba ni con el respaldo popular, ni con una gestión administrativa ya que había un déficit muy fuerte el cual estaba comprometiendo mucho a la economía del país. Yo creo que el nunca más está en el corazón de todos los uruguayos. Yo en aquel momento no tenía ningún tipo de ambición política, sino que como todos los jóvenes tenía un proyecto de vida personal, de explorar en la educación y poder estudiar, mi familia con mucho sacrificio económico, entonces en mí, como joven, se me planteaba la duda de no poder estudiar. A pesar de todo eso, en ningún momento se 35

me cruzó el no querer estar en el Uruguay, aunque si se me está cruzando ahora. El testimonio que les estoy dando es totalmente sincero, me parece que por dignidad hacia mí y hacia ustedes que están confiando, justamente en un proyecto en el cuál están recolectando testimonios de gente que ustedes eligieron, que lo mínimo que uno tiene que hacer es ser sincero. En el caso personal, cuando yo conocí a mi marido yo trabajaba en la Presidencia de la República, en la división de las comunicaciones y no tuve problema de salir con alguien que si tenía hasta su apodo de tupamaro o de supuesto tupamaro. Yo lo conocí en el ano ’81, y antes de que el me confesara de que tenía este tema que le preocupaba mucho porque claro yo estaba trabajando directamente en Presidencia de la República, en comunicaciones, una amiga que lo conocía me había contado antes, entonces él, cuando me contó la anécdota yo le sonreía y el pensaba que un sistema de inteligencia me lo había advertido.”

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ANEXO VIII

Grupo 2 – Testimonio B5: ex–preso político

“Cuando la dictadura llega el Uruguay evidentemente es por un plan de Estados Unidos de apoderamiento de Latinoamérica. En ese momento eran todas dictaduras en Latinoamérica. La dictadura enfrenta un problema social en el cuál están los poderosos por un lado y lo que vienen a ser los obreros por otro. Y en ese contexto es que aparecen las dictaduras para someter a los pueblos que venían luchando como en el caso Cuba contra el capital. Cuando se llega a un límite de que no se puede avasallar mas por intermedio de lo que viene a ser la política, lo que se llama la democracia, mal llamada democracia, porque habría que hacer un estudio profundo de lo que es la democracia, como se debe ejercer. Yo estuve preso, detenido, en el penal de Libertad, sufrí torturas y no es nada lindo, les puedo decir, porque llega un momento que el ser humano no sabe si va a perder la vida o vivir. Nos torturan psicológicamente con que íbamos a ser desterrados del país y esa tortura psicológica entra a veces a invadir un estado psíquico y hay que ser muy capaz y estar muy bien preparado para tratar de que ese estado psíquico no te perjudique. En la dictadura hay que ser fuerte porque hay que tener que hacer vivir la convicción, y seguir luchando hasta lograr derrotar una dictadura como lo fue. La convicción es el derecho y la fe de saber que uno está en el buen camino, que la propuesta que nosotros hicimos estaba en un camino que se debía hacer. La dictadura, se genera por los conflictos populares. Los conflictos populares están generados por los mismos que dirigen y manejan la dictadura. Pero yo voy a ir más allá de cómo viví yo la dictadura. Y claro, la viví, seguí con mis convicciones, seguí luchando por lo que pensaba y eso me fortaleció en el sentido de poder enfrentar a todos aquellos que nos denigraron. Las clases trabajadoras fueron luchando y cuando no pudo más el capital, plantó la dictadura porque no había otra cosa, como pasó en la Argentina, con la tristeza de los desaparecidos, y que son cosas muy tristes. Entonces la dictadura la sobrellevamos en un momento en la cárcel, sobrellevamos el momento de la liberación y cuando nos controlaba esa dictadura y también celebramos la llegada de la democracia. Muchos de los que estábamos en la izquierda, y en el caso mío, no pertenecía al movimiento guerrillero, porque soy incapaz de matar a otro ser humano por hacer prevalecer mi idea.

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A pesar de todo lo que yo luche y hoy lo sigo luchando, el haber estado preso fue un fracaso, una derrota. La dictadura la vivimos mal todos, nos trajo desazón y heridas. Cabe recordar que cuando se da el golpe de Estado acá en el Uruguay, la izquierda ya estaba derrotada. Encarcelaron a los más intelectuales, a gente que tenía cierta cultura que tenían su preparación, vos no vas a encontrar presos llevado por la dictadura a gente que no tenía estudios, toda gente preparada era la que estaba. Un época terrible, pero ya digo después salimos de eso y atrás queda ese agujero negro de la dictadura. Yo aprendí que el ser humano llega a transformarse en la basura más grande que pueda haber, que pueda existir como persona, y eso es así. Te van a traicionar por nada, y te traicionan por si tenes una idea. El ser humano no está bien, pero bueno son las reglas del juego, y eso fue lo que me dejo la dictadura. Todo eso me dio más ganas de seguir trabajando para mejorar el país, y a los militares que ayer nos torturaron y que se burlaron de nosotros hoy tuvieron que agachar la cabeza y ver que lo que nos planteamos lo estamos logrando de a poco, con nuestras propias fuerzas, y que muchos sienten el peso de lo que paso. Y muchos también se han dado cuenta de lo que paso y del error que se cometió en el Uruguay, como lo cometieron todas las sociedades latinoamericanas. Bueno, yo lógicamente estando en la izquierda tenía cantidad de conocidos. En un momento se me invito para invitar el MLN-Tupamaro, y dije que no que no estaba capacitado para integrarme. Estar capacitado para integrar un movimiento de este tipo era estar dispuesto a luchar con armas y a perder la vida o quitar la vida. Y no estaba preparado, no lo iba a hacer nunca porque no era mi forma de vida. Yo recuerdo que fui a ver a Buenos Aires la película “Estado de Sitio” y llegó acá un domingo y el lunes cuando estaba en Colonia que iba para Mercedes me bajaron del ómnibus, me pusieron una ametralladora en la boca, me tiraron de panza a un jeep y me pusieron la metralleta y me llevaron al cuartel. Ahí me hicieron el interrogatorio y la tortura. La tortura primero es con los focos que te alumbran la cara, focos fuertes y luego viene el ablande en el vocabulario y luego entras a la sesión que se llama la tortura, que es donde están los golpes y las plantones, que yo estuve hasta cinco días contra la pared con las manos en levantadas como quien festeja un gol. Empiezas a perder la noción, la conciencia, yo por ejemplo veía la cara de mis familiares deformadas. Y hay un momento en el que ya de que no te den agua, sentís como dos plaqueta en el cuello que es como que te van asfixiando. Los golpes son en determinadas partes del cuerpo, que obviamente ya estaban estudiadas, te golpean los omóplatos y el estómago principalmente. La primera vez no sentís dolor pero después si te tocan nomás son como quinientos pinchazos que 38

te dan. Lo mío, es decir, por la razón de que me detuvieron, es porque era simpatizante del Frente Amplio y de alguna forma u otra me consideraban un integrante mas del movimiento. Yo en aquel momento una de las cosas que dije, fue que jamás iba a denunciar a otra persona y lo volvería hacer ahora nuevamente porque no denunciaría a nadie. Bajo tortura no sé, porque es algo inaguantable, pero ir yo a denunciar o a buchonear a alguien no lo haría. Y bueno, por eso me tocaron 9 meses, desde septiembre del ’73 a marzo del ’74. Estuvo primero en el cuartel de Mercedes unos días y después me trasladaron al Penal de Libertad. En el momento que salí, que me liberaron. Yo en los nueve meses que estuve hice un plan, que me tracé, y era que iba a hacer cuando saliera, como iba a encarar, porque había perdido el trabajo, me habían embargado la casa, y que desarrollo iba a hacer cuando tuviera en libertad. Entonces planifique todo, como trabajar, como iba a vivir y como iba a insertarme. Me pusieron en libertad un día viernes, me tome la Onda y llegue a mi casa a las siete y media de la tarde. Y la parte más triste es cuando te liberan, ¿y sabes por qué? Porque en el Penal de Libertad esta lo que se llama la isla, que es donde vas 24 horas antes aislado, antes de que salga. Y la isla es un lugar de castigo, donde cumplís un castigo por faltas cometidas dentro del penal, son celdas totalmente cerradas. Ahí tenes que estar 24 horas porque te hacen la revisación médica, y la parte más impactantes, por lo menos a mí, es que vi en la ficha cuando me la hacían, es que en la última hoja decía fallecido por.. vos sabes que cuando estas aislado ahí ya tenes tu pertenencias para irte. Pero la parte más triste es cuando te vas, porque vos tenes que salir desfilando todo por adelante del edificio para irte, los compañeros te van gritando “no te olvides de nosotros”, “acordate de nuestra familia”, “compañero que tenga suerte” entonces se te caen las medias, porque vas desfilando, y son como dos cuadras, y yo me emociono porque recuerdo eso y varios que nunca salieron vivos. Después que estas en libertad y estás trabajando y las cosas que pasan. Cruzarte con tu torturador y no poder decirle nada, con la persona que te estuvo torturando y no poderle decir nada. Porque decirle algo significaría no se, un delito algo. Que no le puedas decir, bueno sos un hijo de puta, sos tal cosa, pero ta, estamos viviendo en otra época. Y así es. Por eso a los uruguayos les debe servir esto que se vivió para aprender y que para que esto no vuelva a suceder.”

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ANEXO IX

Grupo 2 – Testimonio B6: niño y pescador que encuentran cuerpos NN en las costas de colonia

(Este testimonio está realizo por ambas personas. Se identifican como T1 al niño y como T2 al pescador)

T1: Yo iba a la escuela, estaba en quinto año de escuela. Un día con otros compañeros que no teníamos ganas de ir a la escuela nos hicimos la rabona. No me acuerdo bien que fecha fue. Entonces, nos fuimos caminando todo por el yachting, la Punta de San Pedro, y llegamos al Puerto Comercial. Ahí estaba la draga, dragando el puerto en ese momento. Entonces nosotros íbamos caminando y llegamos a donde amarraban los barcos, y vimos que debajo de las gruas había un montón de gente y estaba la lancha de balizamiento que ya no esta mas, que se llama serva. Bueno había un montón de gente ahí y resulta que nosotros fuimos a ver que era lo que había pasado, y arriba de la lancha había un tipo en una camilla blanca. Nos acercamos caminando a donde estaba la escalerita, había en la camilla blanca de caño de la prefectura, que es de caño porque cuando sacan del agua al cuerpo se escurre el agua y no queda nada. Había un tipo tapado con unos diarios y tenía hormigón hasta las rodillas, y después estaba todo envuelto con un alambre y tenía, es una cosa que a mi quedo, unos pelos largos y estaba como todo blanco blanco. Eso es lo que yo vi. Se hablaba de que podían ser chinos o que se yo, pero a medida que uno va hablando y se van diciendo cosas, realmente se calculo que era del problema de la dictadura. Tenía hormigón y llego hasta ahí porque el cuerpo humano se pudre y fermenta, y al fermentar el cuerpo flota, entonces por mas que tengas peso siempre flota, siempre. Por eso a este tipo, apareció en la escollera del puerto comercial, y si yo mal no recuerdo fue un tipo que estaba en la draga que lo vio, y ahí se aviso a prefectura.

T2: Bueno, yo fui un pescador durante muchos años, y en ese tiempo me pasaron dos casos muy particulares. Yo en aquel momento vivía en la Arenisca. Y a mediados del ’76 por ahí, encontré un cadáver en la orilla de mi casa. Todavía no estaba en descomposición, como te lo voy a decir, tenía los pies atado con alambre blanco todo enroscado y parecía como que ese alambre se quebró y se soltó de algún lado. Arrollado 40

en el alambre tenía un pantalón azul, unos pedazos de pantalón azul, y en el pecho una camiseta roja. Después tenía como círculos en todo el cuerpo, que la prefectura calculó que era de la picana eléctrica. Después tenía los testículos negros, todos machucados. Yo creo que haría tres o cuatro días que lo habían tirado, porque no tenía olor. Estaba hinchado pero muy poco. Tenía muy poca barba, y un bigote bien finito.

T1: Claro, eso depende de los días. Yo me acuerdo que al que vimos con mis compañeros estaba con hormigón y envuelto con alambre en otras partes. Lo que si no estoy seguro, pero creo que no tenía cabeza. Estaba medio tapado, y se veía muy poco.

T2: Y el segundo que lleve con mi lancha hacia el cuerpo. Un yate argentino en ese tiempo, llamo por teléfono desde Buenos Aires para decir que había un cadáver en la isla. Es decir, que se ve que ese velero estuvo en la isla y lo vio y se fue, porque claro sino tenía que venir a declarar y todo. Y bueno, entonces salimos a buscarlo con la prefectura, fuimos a la isla de hornos y no lo encontramos. Los encontramos recién en la isla que está frente al real, la isla de López del Este. Es la que está más cerca de la costa. Lo que pasa en esa isla es que cuando crece mucho el río se inunda. Si vos fijate que el cuerpo estaba allá arriba donde estaba la resaca. Y estaba como con las piernas abrazando un árbol, se ve que quedo enganchado ahí. Ese sí, ya hacia dos o tres meses que estaba, la piel era como una cáscara verde, y ya al lado de el le había brotado como un músculo verde. Bueno, ese hombre tenía un pantalón de pana marrón, una gillete en el bolsillo, y un olor que te penetraba no sabes como. El cuerpo estaba verde como cuando se pudre el jamón. Me acuerdo que un marinero le agarro el brazo y sonaba como cuando quebrás un papel, la piel sonaba. Y lo que me impresionó que para sacarlo del árbol, lo agarró de la cabeza y se le salió, y hubo que enchufársela de vuelta. Claro el cuerpo estaba todo seco. Madre mía, que impresión fea. Son cosas que a uno le quedan grabadas. Lo que mas te impresionaba igualmente era el olor, era impresionante. Nunca pensamos que era gente de la dictadura, se decía que eran asiáticos de algún pesquero que lo habían tirado para deshacerse de el. Después salió que era la dictadura, acá en colonia aparecieron varios cuerpos.

T1: Y bueno, eso fue lo que nos paso. Vos no entendes mucho en ese momento, porque no se hablaba ni de las torturas ni de nada, porque estaba todo muy prohibido.

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ANEXO X

Grupo 2 - Testimonio B7: estudiante y profesional Yo durante el período de la dictadura estaba estudiando notariado. Yo había empezado la carrera antes de la ruptura de la democracia. No fue fácil estudiar porque recuerdo que había muchísimas huelgas y paros. Mi primera experiencia laboral ocurrió durante esos años difíciles. Para tener presente donde estudiaba era en el edificio de la Facultad de Derecho, que se encuentra ubicado en 18 de Julio entonces el repudio era mayor en esa zona porque se acumulaban los paros y la huelgas por se la Universidad de la República. En el año ’73 cuando ya estaba prácticamente terminada mi carrera, es cuando se produce el Golpe de Estado. Para uno fue la privacidad de la libertad. La dictadura para los que estudiamos carreras relacionadas al Derecho, como lo es la de notariado significó que en la sociedad los derechos fundamentales no fueran del todo respetados. Evidentemente el golpe cambia a las instituciones públicas rotundamente. La profesión notarial en si, no fue afectada ya que las compra-venta, los contratos, las certificaciones y todas esas partes de la legislación siguieron vigentes. De manera que había que hacerlas y seguir trabajando como se lo venía haciendo, pero eso si era un país en la cual la sociedad tenía muchas cosas prohibidas y eso lo afectaba. Con el nuevo plan que se implementaba se le daba menos valor al Poder Judicial, en el sentido de que solo tenía casos cíviles, ya que las penales pasan al poder militar. Todo lo que tenía que ver con la parte militar y la gente detenida no nos pertenecía a nosotros, funcionábamos solo como un juzgado civil. Yo trabaje en ese período en el Poder Judicial, como letrado del juzgado desde el año ’78 al ‘81 y si bien suponíamos que era lo que estaba pasando no se sabía bien que era. La sociedad sentía miedo, odio hacia el por los rumores que se corrían en aquel momento con respecto a lo que estaba pasando. Pero debíamos de tener fe, de que en algún momento se iba a volver a llamar a elecciones al pueblo. Y también estaba el problema de la economía, que no estaba siendo buena. Pero había que ser conscientes y seguir porque la vida continuaba. Si bien el miedo estaba dentro de cada uno eso no te podía parar de seguir trabajando. Todos teníamos miedo. Yo creo que las instituciones democráticas son una de las cosas más valiosas que tienen los Estados, por eso mismo no deben caer. La dictadura se origina por culpa de dos bandos, tanto del militar como del movimiento guerrillero. Los dos quisieron llegar al poder por medio de las fuerzas y eso no es así. Por algo están las elecciones y en nuestro 42

país se deben de respetar. Ninguno de los dos grupos cumplió con lo que la Constitución de la República dice, la violaron. Cuando se planteó en el plebiscito del ’80, en el cual se debía votar si el pueblo apoyaba o no a la dictadura. Cuando se nos dio la posibilidad y todos pudimos ir a votar, y así lo hicimos. A partir de este derecho que se no dio, que el gobierno militar nos dio porque pensaron que el pueblo los iba a votar. Recuerdo y lo tengo en la credencial cívica al sello del día que vote, que para mi es verdaderamente significativo porque era una puerta que se abría para el retorno de la democracia. Obviamente que salió el no, el pueblo uruguayo le dijo no a la dictadura, aunque solamente se gano con el 57%, pero en fin se gano igual. El mensaje que me dejó la dictadura, es que como ciudadanos siempre debemos hacer algo para poder sostener las instituciones democráticas. De esta manera no ocurriendo torturas que después marcan a la gente de por vida. Que no se viole el derecho de la vida y que se haga cumplir la ley.

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ANEXO XI Grupo 3 – Testimonio C1: profesora destituida y esposa de ex preso político

“Yo soy esposa de un ex-preso político. Bueno, no se francamente por dónde empezar. Tendría que empezar desde que acá se formo el Frente Amplio. Eso fue fines del ’70 principios del ’71. Entonces casi todos los profesionales, muchísimos profesionales de Colonia y los docentes tan ingenuos nosotros pasamos casa por casa diciendo que todos nosotros estábamos a favor de que existiera una nueva fuerza en el país que no fuera de los partidos tradicionales, que se había formado a partir del 5 de febrero de 1971 el Frente Amplio y que nosotros lo apoyábamos y ahí estaba el nombre el nombre de todos nosotros, los mílicos lo único que tenían que hacer era pin, pin, pin (verificar quienes eran los que apoyaban este partido) y ya estábamos todos marcaditos. Bueno, hubo represarías a nivel local en cuanto, de las cuales no me acuerdo mucho, que en el medio de General Flores había un termómetro, un termómetro, una especie de torrecita, donde Coca-Cola apoyaba la formación y todo lo que fuera el hogar Mazza, el hogar de ancianos, cuya presidencia de la comisión de apoyo era Alba de Mazza, CocaCola lo apoyaba entonces cada vez que se conseguía una donación el termómetro iba subiendo. Cuanto tenía el termómetro de apoyo de la población en dinero para alhajar y darle mas fundamento a este. Todo lo que uno hacia y que a veces lo hacia inconscientemente y que significaba que estabas apoyando a los tupamaros era mal visto. Entonces hubo dos o tres cosas que mi marido hizo y a los milicos se les ocurrió que era un tupa, que era un Tupamaro. Entones, el estaba tan pancho porque lo que menos se imagino era que por haber hecho una determinada ayuda significará eso y lo vinieron a buscar los mílicos y se lo llevaron, el 6 de junio del ’72. Mira me acuerdo de hasta lo que estábamos comiendo ese día, al mediodía se lo llevaron. Primero a la Jefatura, y de la Jefatura se lo llevaron al cuartel y de ahí no los vimos mas hasta fines de septiembre. Nunca más pudimos verlo. Yo iba a el cuartel prácticamente todos los días, y me dejaban pasar porque el tenía un problema, casi una úlcera, me dejaban pasar alguna comida especial, o alguna medicación, ropa pero a él no lo vi nunca. Y ese día. a las chiquilinas, bueno las fuimos a buscar, yo fui a buscarlas y a contarles lo del padre. Lloraron mucho el primer día pero después, ustedes no se imaginan la solidaridad de la gente hacia nosotros. 44

Con respecto a mi trabajo muchas veces sentí rechazo por parte de mis colegas. Me acuerdo de llegar a la sala de profesores y de decir “hola” y que nadie me contestara, como así también recuerdo la manera en que otros me expresaban apoyo, sin dirigirme ninguna palabra obviamente, porque en aquel momento no se hablaba del tema, pero si lo hacían tocándome el hombro. En cuanto a mis hijas, las tres estaban en la escuela. Ana estaba en sexto año, Mariella estaba en cuarto año y Beatriz en primero. Ellas no recibieron el mismo rechazo que me toco recibir a mi, pero recuerdo que en algunos cumpleaños de sus compañeritos no fueron invitadas por la situación de su papá. A pesar de todo esto y de la tristeza que ellas pasaron cuando su padre estaba preso, estaban de acuerdo y orgullosas con lo que había hecho su padre. Cuando mi marido salió de la prisión, muchos amigos nos dijeron que nos fuéramos del país, porque existía la posibilidad de que volviera a estar detenido, por eso es que decidimos exiliarnos a Argentina. Precisamente en Puerto Madryn, al sur de la Argentina. La vida allá fue muy dura, nos encontrábamos muy solos y obviamente no teníamos comunicación con nuestros familiares que se encontraban en Uruguay. Esto generaba que con mi marido no tuviéramos ningún tipo de diálogo con respecto a la política. Por lo tanto las conversaciones eran muy pocas tanto con él, como con mis hijas. Era como que nos privábamos a decir nuestro punto de vista, por miedo a que nos escuchen ya que la dictadura en Argentina estaba más brava. Nosotros con mi marido sentíamos un gran rechazo hacia Uruguay, era como si nuestro propio país nos hubieran echado por apoyar a un grupo de personas que estaban en contra del gobierno, bueno nosotros también lo estábamos. Y también sentíamos como cierto desprecio a la gente por acatar el modo de gobierno que había en el momento, por más de que no estuvieran de acuerdo por tenerle miedo a los milicos. Bueno, sí cuando surgió en el ’80 el plebiscito en el Uruguay y cuando nos enteramos que había salido la papeleta del NO, nos trajo mucha alegría. Volvimos a sentir cariño, y a sentirnos nuevamente uruguayos. Nosotros ya estando en Argentina, sabíamos que nuestro queridísimo amigo Zelmar Michelini estaba exiliado en Argentina y era uno de los más buscados, por esto se nos hacía difícil poder comunicarnos. Pero un día decidimos encontrarnos en la calle Corrientes, ahí en Buenos Aires, en nuestro auto y entre tantas cosas que hablamos los invitamos a que viniera a pasar unos días a nuestra casa, y el nos decía que no que estábamos locos que a él lo estaban buscando y que era muy peligroso. Y a pesar de 45

haber tenido una conversación no en las mejores condiciones ese día no nos sentimos tan solos, sentíamos que teníamos a alguien. Al otro día, cuando ya estábamos en casa, nos llaman unos amigos del Uruguay que ya estaba la noticia de que Zelmar Michelini junto con el ex diputado Gutiérrez y otros dos ex militantes guerrilleros que ahora no recuerdo bien los nombres, nos enteramos que habían aparecido muertos dentro de un auto. Nuestra preocupación fue tan grande, que no nos dimos cuenta del peligro que estábamos corriendo por eso fue que decidimos volvernos a Uruguay. Cuando nosotros llegamos empezaron un montón de movimientos, que los que habíamos sido destituidos nos devolvieran el cargo, bueno eso fue en el año ’84. Bueno entonces ahí se formo una comisión de apoyo para que se nos devolviera el cargo y cuando Sanguinetti asumió como Presidente, una de las muchas medidas que tomo fue la de, que los que habíamos sido destituidos volviéramos de nuevo a nuestros cargos o nos jubilarán como si hubiéramos estado trabajando todos esos años, y bueno, es decir, una medida que no se cumplió en su totalidad porque quedaban afuera todos los que habían sido destituidos de medios privados, esos no, pero los medios públicos, es decir, casi todos los docentes, los bancarios, empleados que se yo de la Intendencia, a todos se les devolvió el cargo, creo al menos a nosotros acá en Colonia, a los que nosotros conocíamos fuimos vueltos al trabajo. Muchísima gente se retiro enseguida y otro trabajamos algunos año, después nos retiramos pero por lo menos esa ley ayudo muchísimo.”

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ANEXO XII

Grupo 3 – Testimonio C2: policía retirado

“Los primeros cinco años de la dictadura yo los vi bien, por el siguiente motivo, los tupamaros en ese tiempo estaban matando policías, mataban a todo el mundo uniformados, había muertos por todos lados. Por eso digo, los primeros cinco años la dictadura estuvo bien. Pero después de los primeros cinco años ya los militares se hicieron fuerte en el poder y empezaron ellos a matar gente y a secuestrar y gente desaparecida, a nosotros no nos pareció bien, en ese aspecto. Yo como te dije los primeros cinco años los viví bien, nos dieron aumentos, nos aceptaban pedidos que nosotros hacíamos. Teníamos un jefe de policía aca que era insoportable, yo andaba desde 18 seccionales, yo era encargado de aca de la primera y por cuatro años recorrí 18 seccionales del departamento. Porque vos te acostabas en una comisaría y al otro día ibas a revisar el Libro e Novedades y estabas trasladado para Nueva Palmira, por ejemplo. Y a los 15 días te trasladaban para Florencio Sánchez. Es decir. que yo estuve en la Primera, después me trasladaron a la 17º, después a la 15º, luego a la 16º, de esta salte a Ombúes de Lavalle, de acá a Conchillas, y de ahí a Palmira. De Palmira a la 11º de Polancos, después me trajeron a la Jefatura, y después me volvieron a llevar para Florencio Sánchez y después me trajeron a la 16º y ahí me retire, dije no quiero mas y me jubile. A nosotros no nos decían nada, no teníamos ningún reglamentos, reglamentos había pero eran relativos, órdenes de servicio nada más. Y además te cuento una cosa, en el año ’80 cuando hubo aquel “si” y el “no”(plebiscito) el ejército quería que nosotros apoyáramos el sí, entonces en el caso personal mío y de otros compañeros míos no accedimos ese pedido, pero que pasaba, que la gente de campaña iba a pedir informe a la comisaría, al comisario, entonces nosotros le decíamos que tenían que votar el no, porque el si era un desastre, iba a ser un militar que se postulaba ante ellos y a ese había que votarlo. Entonces nosotros por bajo acuerdo empezamos a trabajar que votaran el no, ahí después por suerte gano el no. Nosotros en el plebiscito no pudimos votar, a todos los funcionarios del Ministerio del Interior nos retiraron las credenciales, porque se suponía que todos debíamos estar de acuerdo con la dictadura aunque no fue así. Y hubieron muchas cosas raras porque acá dieron de baja a muchos compañeros míos que eran unos excelentes funcionarios, y le dieron de baja porque eran contrarios al bando 47

militar, entonces le buscaban la vuelta y les daban de baja. Hay como tres o cuatro casos acá en Colonia que dieron de baja a muchos compañeros. La verdad es que yo en mi casa yo no estaba nunca, venía cada 8 días por el descanso semanal, estaba 24 horas acá y 8 días en la comisaría. Se perdió totalmente el afecto a la familia, porque vos no podías venir a hacer nada a tu casa porque estabas en tu descanso, y te notificaban que te tenías que hacer cargo de tal comisaría, y así sucesivamente hasta que por suerte renuncie. Nosotros no teníamos ningún tipo de vínculo con los militares, pero si hacíamos custodias, eran inferiores a las 24 horas y no nos decían ni quienes eran ni a donde se los llevaban después. No teníamos contacto con ellos, solo custodiábamos a la gente que nos decían sin saber ningún tipo de dato de ellos. Por parte de la sociedad no sentí ningún tipo de rechazo, la gente era muy reservada y solo se comentaba entre conocidos.”

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ANEXO XIII

Grupo 3 – Testimonio C3: ex presa política

“Para mi la palabra Dictadura es una palabra amarga, es más hasta nefasta podría decir. Es un término que no se debería de usar nunca más por lo que significa. Yo creo que fue el peor período de la historia de nuestro país por lo que pasó y lo que hicieron los militares en ese tiempo. Los soldados diría, porque no le tengo apreció a la palabra militar o milico. Bueno, yo fui una presa, una detenida de esa época. Si bien no participaba en el movimiento guerrillero, en el MLN, el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaro, uno se sentía como con cierto agrado con ellos por las ideologías. Yo no soy del Partido Comunista, sino del Partido Socialista. Me acuerdo aquella vez que vinieron a robar a un banco, se llevaron un montón de dinero pero no atacaron ni mataron a nadie. También recuerdo, capaz que ustedes no se acuerdan porque son muy jóvenes lógico, pero que cuando fusilaron no me acuerdo bien a quien fue, nosotros estábamos de acuerdo con ellos. Todos los integrantes de ese movimiento eran personas jóvenes, como el actual presidente Mujica, o Huidobro Fernández y Marenales también, que si bien eran jóvenes, eran personas muy intelectuales todos, no solo ellos. Pensaban mucho y hacían mucha política. Y bueno, si bien ellos después cuando se forma el Frente Amplio se unen por más de que muchos no estuvieran de acuerdo por lo que hacían, ellos no eran nuestros enemigos, nuestro enemigo era Pacheco Areco y todos los militares. Yo nunca le sentí rechazo a ninguno de ellos por lo que hacían, es más en algunas cosas concuerdo y me parece que estuvieron bien. Bueno como les decía yo estaba y formaba parte del Partido Socialista, toda mi familia formaba parte de ese partido. Entonces claro, yo siempre pensé que si no estaba de acuerdo con algo, hay que salir a la calle y quejarse, y reclamar por lo que uno quiere. Y claro vos fíjate que yo salía envuelta con toda la bandera en el hombro a gritar cosas y a todas las manifestaciones (risas). Yo antes de estar detenida, trabajaba como doctora, como honoraria. Porque en aquel momento el director del Ministerio de Salud de acá, era de los otros, estaba con el gobierno. Y mira te cuento que una vez que me lo crucé en la calle me dijo que yo nunca iba a entrar a trabajar ahí porque pertenecía al Partido Socialista. Entonces bueno seguí como honoraria. 49

Como ya les dije yo estuve detenida, no hice nada pero me mandaron para adentro igual. Fue un 27 de Abril de 1974, vinieron a las tres y media de la mañana acá a mi casa, y era un solo soldado. Me dijo que me tenía que llevar, era bien el hombre no fue violento conmigo, bien no, dentro de todos esos que no tenían cabeza y hacían cualquier cosa este era el mas acomodado y ubicado dentro de eso. Me acuerdo que mi mamá tenía un problema en la cadera y ella no podía caminar, y yo siempre la llevaba al médico, y al día siguiente íbamos a operarla. Pero viste que ellos controlan y saben todo, porque acá Colonia estaba lleno de alcahuetes, pero lleno vos no te imaginas todos los que eran. Entonces a mi me vino a buscar ese soldado, y me llevo, yo iba en la parte de atrás de la camioneta, y cuando estábamos por llegar al cuartel, al de acá de Colonia viste, me dijo que me tenía que poner la capucha. En realidad no era una capucha, era una venda toda cocida por ellos, que estaba como podrida porque no se imaginan el olor que tenía eso chiquilinas. Y la venda esa te la ponía y te la ataban por atrás y después daba la vuelta y la ataban otra vez por adelante. Yo cuando entre al cuartel no vi nada y no sé bien donde me llevaron primero, ni por dónde entre. Me hicieron todos los tratamientos que me tenían que hacer. Ellos le llamaban tratamientos a las torturas. Horrible la verdad. No es lindo recordar estas cosas, a mi no me gusta recordarlo por el hecho que de que fue algo muy triste que pase. Pero se los cuento. Después de que yo entre me tuvieron doce días paradas contra una pared, si en serio. Entonces vos no te podías mover, y pedías agua y te la traían recién a las dos o tres horas y sólo te dejaban tomar cinco tragos. Todavía me la traían en una lata, tipo las de durazno esas vieron, bueno en una de esas. No te pienses que el agua era como la de ahora, era agua sucia, ellos a todos les ponían algo para que fuera peor. Imagínate que casi ni hacíamos pichi, y cuando nos queríamos mover porque nos acalambrábamos o nos caíamos inconscientemente, nos levantaban y nos pegaban con el palo en la ingle y en la entrepierna así hasta que volviéramos a estar nuevamente parados mirando a la pared. Todas las cosas que nos hacían era para que habláramos y dijéramos algo. Yo nunca dije nada, porque sentía como que no podía delatar a mis compañeros, entonces cada vez que me hacían algo yo siempre contestaba no o no se, entonces claro ahí era peor. Bueno, estábamos en cuando me ponían contra la pared. Después de eso me llevaron a una celda, que la compartía con una señora un poco mayor que yo. Me acuerdo que ahí me hicieron estar tres meses sentada en una cama, sin poder levantarme, y si necesitaba hacer mis necesidades las tenía que hacer ahí. Todo ese tiempo tuve a un soldado en la puerta mirándome. Y ahí también, si te movías porque te acalambrabas te pegaban. 50

Ellos era como que cuanto más te pegaran más felices eran. Estuve tres meses sin bañarme, tres meses (risas). Eso no fue lo más feo, aunque no lo quieran creer mira que si. Cómo yo no hablaba y no decía nada me acuerdo que me llevaron a la picana. Ahí estaban dos médicos, es más me acuerdo clarito de ellos. Tenían un método en el que uno actuaba como malo y otro como bueno, y con otro detenido cambiaban sus roles. Conmigo hacía de bueno el Dr. Visca, y el malo, es decir, el que me aplicaba la picana eléctrica era el Dr. Solano. Pero vos te pensas que yo me creía ese papel de bueno no no. Lo que me daba gracia era que yo era la doctora de las señoras de ellos, e incluso a una de ellas llegue a operarla, y mira como me pago el otro. Bueno, ahí me acostaban en una camilla, te hacían sacar toda la ropa, y muy pocas veces estabas en ropa interior. Nos aplicaban agua en todo el cuerpo y después la picana. Lo del agua era para que sea más doloroso, y te pase más corriente. No recuerdo muy bien que era lo que sentía en ese momento, pero después vos te acostumbrabas porque se hacía cotidiano. En las camillas te ataban como con unas bandas de cuero, para que vos no te muevas y el dolor sea mayor. Me llegaron hasta poner en el tacho. El tacho era un tacho con agua, pero no agüita limpia o media sucia, era agua con mierda, si así, y bueno te ponían en la camilla y la inclinaban y tu cabeza se hundía ahí. Te sacaban recién cuando veían que te estabas ahogando. Lo peor de todo eso era que lo hacían afuera, es decir, ahí en el patio del cuartel, y lo que me indignaba era que los vecinos de ahí escuchaban y veían todo, si lo veían, y no decían nada, se hacían los que no escuchaban ni veían. Nosotros ahí vimos quienes eran todos esos alcahuetes que iban, entraban cada cinco minutos a decirle cosas, eran unos traidores para toda la sociedad. Es más te hago una anécdota, un día que no me acuerdo que me preguntaban, solo sé que siempre contestaba que no sabía, me pusieron en la camilla y mientras me ponían la cabeza en el tacho me aplicaban la picana, entonces ahí estaba un médico nuevo, que yo no sé si tenía miedo o que, pero cuando me la aplico mira como me dejo una marca en el brazo porque me la corrió (en este momento el testimonio nos muestra su brazo, se puede ver una línea bien blanca de aproximadamente diez centímetros a lo largo de su brazo), y acá estas manchas blancas de la mano que tengo, también son de la picana (nos muestra su mano, vemos que son como lunares blancos, podemos apreciar varios, y luego nos cuenta que tiene de esas por diferentes partes del cuerpo). Y bueno fue así, suerte que no me lo hicieron en la cara (risas). Recuerdo también que de la misma forma fue como lo mataron a Chiquito, Perrini el de Carmelo no sé si dan cuenta quién es, la verdad que si muy triste. También recuerdo un médico, que es mejor no dar muchos nombres porque viste que siempre, 51

por más de que estemos en democracia nos controlan y saben todo de nosotros, bueno como te decía, el era un pobre desgraciado que abuso mucho de mí. (Después de este momento la señora se tapa su cara y comienza a llorar, a los pocos minutos retoma nuevamente el relato de su testimonio). Yo me pongo mal por estas cosas, pero no por lo que me hicieron chiquilinas, me pongo mal porque ustedes no saben ni se pueden imaginar toda la gente que me ayudo a mí, desde afuera, que les estoy agradecida de por vida. Después de todos esos tratamientos, pase a ser una más. Un día me vinieron a decir que me iban a llevar al juzgado a Montevideo porque me iban a dejar libre. Apronte todas las cosas y allá salí, con soldados al lado obvio no te imagines que te mandaban sola. Cuando llegamos me entero que a mi abogado no le habían avisado entonces yo estaba sola con todos ellos. Porque era así, les cuento así entienden mejor, viste como está ahora la Suprema Corte de Justicia, bueno a ellos no se les ocurrió una mejor idea que inventar una Suprema Corte de Justicia pero militar. Entonces como te decía, me llevaron ahí y me dijeron si tenía algo que decir, y yo como soy y todo le empecé a decir al juez todas las cosas que me habían hecho en el cuartel. Todavía el me pregunto señora usted quiere que esto lo anote, y yo le dije que si, si era la verdad, fue lo que me hicieron, me paso, yo no le mentí a nadie. Entonces por hablar las pague, me dieron 6 años mas de cárcel. Entonces en noviembre del 74 me trasladaron a la cárcel de Montevideo, a la de Punta de Rieles. Ahí éramos todas mujeres y estábamos separadas. En la parte de más abajo estaban las que estaban detenidas pero no eran tupamaras, es decir, las que no hicieron nada, y en el último piso si estaban todas las más bravas como decían eso, que nunca salían a ningún lado. Nosotras ahí teníamos diferentes actividades, trabajábamos en la huerta, cocinábamos, limpiábamos toda la cárcel y los alrededores y teníamos que pintarla con cal. Me acuerdo que nosotros cortábamos la comida, la carne, las papas y todas esas cosas, y se las dábamos a ellos, que los muy hijos de puta le agregaban grasa, entonces teníamos que lavarlas con agua caliente. Ahí conocí el SUN (risas) era una de las únicas cosas que podíamos tener con nosotras. El trabajo en esa cárcel era agotador, recuerdo cuando nos hicieron limpiar todo y pintar absolutamente toda la cárcel con cal, quedo limpita. Y una vez que terminamos nos dijeron que nos trasladaban que no íbamos a estar más ahí. Íbamos en el camión unas esposadas con las otras y ahí no recuerdo muy bien a donde fuimos, pero era más o menos en todos los lugares el mismo trato, la verdad que sí. 52

Yo quede libre en el ’80. Un mes antes del plebiscito y me acuerdo que no podía votar y una vez por semana me tenía que presentar en el cuartel. Hasta que en un momento de toda la gente que paraba a ver qué era lo que hacíamos los que habíamos estado detenidos ahí en la puerta nos dijeron que no vayamos más. Claro, imagínate, quedaban re pegados. Yo siempre sentí apoyo, mientras estuve detenida y cuando salí. Mis hermanos fueron un gran apoyo para mí en todo momento, mis papás fallecieron mientras yo estuve detenida, por eso ellos fueron muy importantes. El sacrificio que hacían para ir a visitarme todas las veces que podían es una cosa que valoro mucho. Todas estas cosas a ustedes le tienen que servir como enseñanza, porque por más de que estemos en democracia no es tan así, porque nos siguen controlando. Tienen que cuidarse, porque los americanos siempre supieron y ahora más todavía cada cosa que hacemos, nos conocen a cada uno y todo lo decimos y hacemos, y es en serio.”

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ANEXO XIV

Grupo 3 – Testimonio C4: exiliado político

“Yo me tuve que exiliar durante el período de la dictadura. Yo soy médico, y en aquel momento trabajaba en el ejército. Soy frenteamplista, y por oponerme al gobierno de aquella época me recomendaron que me fuera, entonces así lo hice. En todos los países del mundo estaban desparramados los uruguayos. Yo quiero que ustedes sepan la cantidad de uruguayos que se fueron, la parte social del Uruguay que se fue, huyendo. Se calculaba que había 5000 tupamaros, entonces ¿por qué se fueron 700000 uruguayos? ¿Hay una diferencia o no hay? Y la gente que quedó acá ¿quedó tranquila o no?, ¿y qué paso con los maestros que pensaban distinto que el gobierno? Los echaron de la escuela, se quedaron sin trabajo, y en el liceo los profesores también, y a los directores los nombró la dictadura, gente que era de confianza para ellos, eran una manga de analfabetos, atrevidos e incapaces. La clasificación de los ciudadanos, a, b, c, eso es una vergüenza que paso en el Uruguay. En una larga trayectoria que hicimos fuera del país, nos escapamos del Golpe de Estado por racistas, porque nos podían haber metido para adentro, me acuerdo que un amigo me fue a despedir al puerto, tengo una foto y todo. Nos toco vivir en Royan, un pueblito de Francia, también estuvimos en Chile, en donde nos agarró un Golpe de Estado y estuvimos presos tres meses en un hospital, no nos tocaron, nos respetaron, pero quedamos presos ahí sin documentos, eso es una parte de nuestra larga trayectoria. En Royan, ese pueblo, glorioso pueblo de Francia que se enfrento a los nazis, hay una foto, yo la voy a conseguir, le pedí a mi hijo que me la trajera, porque allá los franceses tienen el hábito, la costumbre, la buena costumbre que no la tenemos nosotros, que rompemos y destruimos todos los viejos, ellos cuidan lo viejo, lo histórico, todo vale, todo tiene valor, tiene un valor histórico porque allá vos vas al municipio, lo que sería la intendencia y ves todo una exposición de la historia del pueblo, lo que sería una casita de la guerra, y de repente hay una foto que me impresionó. La ciudad toda destruida, que había sido bombardeada por los norteamericanos, arrasó con todo. Ese pueblo sufrió lo que ustedes no se imaginan, y la foto que yo les hablo, ves toda la ciudad destruida, entre la miseria, aquella miseria humana, espantosa y triste, van los jóvenes desfilando por las calles, mujeres jóvenes como ustedes, mujeres y hombres jóvenes paseándose por la calle con una gran bandera que decía: los pueblos que no tienen 54

memoria, no tienen defensa, ¿esta clarito? Entonces ustedes tienen un trabajo enorme y además precioso y patriótico, hay que pelear por un país mejor, que le hace falta muchas cosas todavía, evidentemente, un país de viejos, que se está despoblando, muere más gente de la que nace, los uruguayos que han venido, muchos, a pesar de la miseria que hay en otros lugares, se van. Entonces ustedes, ¿agarran las valijas y se van o se quedan a trabajar? Para mi tienen que quedarse a trabajar, tienen la enorme responsabilidad histórica. Las generaciones de ustedes va a tener que pelearla mucho. La parte de la destrucción pasa por la parte política por la enseñanza que se vino abajo. El otro día me contaba una maestra, que dentro de tres anos no va a haber maestros para las escuelas porque los jóvenes no les interesan estudiar magisterio, si ganan una miseria. El costo de vida está a 46.000 y ganando 20.000 no mantener una familia. Tenés que pagar el alquiler, luz, agua, etc., y vamos a ver con que comes y con qué te vestís, como crías gurises, entonces estamos con una desocupación bajísima, la organización internacional de trabajo, es un organismo de naciones unidas totalmente independiente, ustedes tienen un índice bajo de desocupación, pero ustedes pagan la tercera parte del sueldo. Entonces ustedes se tienen que preguntar, ¿este es un país pobre o rico? Este país está saqueado. Capaz hablar del momento del exilio y como lo vivieron tus hijos. Tenemos cuatro hijos, se fueron de 7, 5, 3 y 1 ano. Me fui a trabajar al norte de Chile, a los uruguayos nos recibieron con las manos abiertas. Fui a hablar con el ministro y me pregunto en donde quería trabajar. A mi me tuvieron que reconocer porque se presionó a nivel internacional, incluso un compañero Tabaré González, dijo aquí en Chile hay este problema, porque no lo reconocen a este señor, y me tuvieron que reconocer, hicieron trampa, me manosearon todo porque la parte médica estaba en manos de la derecha, pero fui y hablé con el ministro y me dice: usted Doctor, ¿a qué hospital, a qué lugar quiere ir? Yo, que venía de trabajar en el Frente Amplio, le dije, bueno, yo creo que usted se equivoca en la pregunta que me está haciendo, no es donde yo quiera venir a trabajar, la pregunta es: yo lo necesito en tal lugar y usted me da ese lugar, ¿dónde me precisa usted?, esa es la pregunta. Usted esta precisando médicos, bueno soy médico, ¿dónde me precisa? Porque muchos iban allá y decían ay no, yo quiero ir a tal lugar, como todo. Entonces dice, bueno tenemos un pueblito, que tiene 3000 habitantes, no hay médicos, no hay un médico, en el norte, a 400 km del norte de Santiago, y ahí el ministro me dijo: ¿usted va? Y yo le conteste: si, yo voy con mi señora y mis hijos. Marchamos y allí trabajamos tres anos. Claro, ahí cuando estaba trabajando, vino el Golpe de Estado de Pinochet y ahí vinieron a buscarme, ya que les había llegado la 55

información de que yo estaba exiliado de mi país por pertenecer y apoyar al Partido Comunista. En Canadá estuvimos cuatro anos y después nos trasladamos a Francia y de Francia, aquí cuando el pueblo uruguayo logró votar el no a la reforma constitucional, fue cuando nos abrió las puertas para volver. Volvimos, pero se me quedaron tres hijos. Jorge y Tito, los más chicos, vinieron con nosotros y Cesar se quedó allá. Pero luego en la crisis, dos se fueron. Uno es constructor, el otro es ingeniero en radioisótopo. Se fueron con los hijos y mis seis nietos están en Europa, y los viejos aquí solitos como siempre. Y en el momento en que te fuiste, a tus hijos más grandes, al de 7 y 5, que les dijiste? Lo afrontaron perfectamente porque eran chicos, ellos iban contentos y el pueblo chileno era muy parecido al pueblo uruguayo, además fuimos a un pueblo chico, que no tenía médicos y yo era el médico, que te parece? Les voy a contar una pequeña anécdota, llegamos allá a Chile y yo me fui a trabajar al hospital, la casa del médico está en el mismo predio del hospital, es una casa para el médico, antisísmica, porque allá los movimientos de tierra son constantes. Estábamos ahí y yo me fui a atender al hospital, cuando yo vuelvo de trabajar, al mediodía y mi señora me dice que en esa época estaban raptando niños porque era una época de terror, la gente está aterrorizada, la gente se olvida de eso. Y ahí vuelvo a casa, y mi señora desesperada me preguntaba y los niños donde están? Y yo no conocía absolutamente nada porque recién había llegado al pueblito, un pueblito muy lindo, y yo digo y ahora estos gurises donde se metieron? Entonces miro la ciudad, un cerro donde pasa el ferrocarril, la mayoría de la gente arranca las pierdas y cuando pasa el tren las deposita en el, y según el contenido de cobre les pagan. Y yo miré y del otro lado un río, son de corrientes rápidas de hielo y agua pura, transparente y fría, pero un agua, un lujo. Y ahí dije, estos se me fueron al río, a donde van los gurises? Van para el arroyo. Le digo a mi señora, quedate tranquila que yo los voy a buscar. Y de repente voy a buscarlos y ese era el primer o segundo día, recién habíamos llegado y los vi venir con una cantidad de chilenos, todos amigos, el más chiquito que era Víctor, lo traía una nena a caballito. Era una pandilla de gurises, todos contentos y habían ido a arrancar berro al río porque comían el berro, lo arrancaban del rio, que estaba limpito y con agua pura y ningún problema, todos cargados de berros, una amistad entre los gurises, ningún problema. De ahí de Chile, nos fuimos a Quebec, que son lo más parecido a nosotros, que hablan un Francés especial que capaz los Franceses no lo entienden porque es el antiguo francés de los piratas, y tiene un lenguaje con 600 verbos de significados diferentes, incluso con significados contrarios al Francés. Era el Francés que se hablaba en la parte norte y 56

oeste de Francia. Bueno ahí nos tratarnos muy bien, pero desde el punto de vista laboral, nos bloquearon, porque ya estaba la información de que pertenecíamos al Partido Comunista. Ni yo pude trabajar como médico, ni mi señora como nurse. El único lugar donde conseguimos trabajo fue una asociación canadiense de ultramar. De ahí nos fuimos a Argelia, donde y si pude trabajar como médico. Trabajaba con un equipo de alrededor de treinta cubanos, donde también habían soviéticos e italianos, formamos un grupo muy lindo la verdad. En todo ese tour que hicimos, porque después de Argelia nosotros nos volvimos al Uruguay, nuestros hijos se tenían que ir adaptando y aprendiendo los nuevos idiomas para no perder clases. Ellos aprendieron el francés, el portugués, el ruso porque en los liceos a los que iban en Argelia pertenecían a la Unión Soviética, y bueno el árabe porque en la ciudad se manejaba solo ese idioma. Me acuerdo que en el momento del plebiscito del ’80, cuando sale el no, nosotros estábamos en Argelia, y fue una alegría enorme lo que sentíamos, era una puerta que se nos abría para poder volver a nuestra patria, al lugar al que pertenecíamos. Era como que nuevamente el Uruguay nos volvía a abrir las puertas. Vos fijate que nosotros en total estuvimos trece años fuera del país, y eso es mucho tiempo. Y si yo no me iba era el estar preso, y eso significa el ser torturado. A mi me echaron del ejército porque yo me oponía al golpe de Estado. Yo considero que la dictadura se podría haber evitado, si lógico. Si bien Estados Unidos estaba presionando por destruir todos los movimientos de avanzada, yo creo que si el Presidente hubiera seguido la constitución no hay dictadura. Porque el tiene como derecho disolver el parlamento, pero la constitución dice que a los tres meses tenes que llamar a elecciones libres, y el no llamo a elecciones, le entregó el gobierno a los militares. Pero bueno. Yo lo que les quiero decir es que ustedes tienen que estudiar y con la conciencia siempre clarita de no darle la espalda a la sociedad, porque el pueblo uruguayo precisa a toda la juventud, porque son el futuro. Y si las cosas están mal, por crisis económicas o algo, quedarse y lucharla, porque en la vida hay que luchar, y yo eso siempre se los dije a mis hijos, por más de que no lo hicieron.”

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ANEXO XV

FOTOGRAFÍAS DEL PERÍODO DE LA DICTADURA TOMADAS EN LA VISITA A EL MUSEO DE LA MEMORIA, MONTEVIDEO, URUGUAY

Represión Policial – Foto: Aurelio González

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Foto tomada el 27 de junio de 1973, el día del Golpe de Estado. En la foto vemos a un hombre paseando a su perro por el Palacio Legislativos. Y en la puerta de la misma un carro blindando de los militares.

Volantes y boletines de la resistencia popular y fotos de acontecimientos

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