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El Padre nuestro 2
El «nombre» es una expresión semítica que designa a la persona en cuanto es designable: si decimos «Antonio», no sólo es un sonido, sino una persona que designo y que yo conozco: se me ha manifestado y por eso la puedo nombrar. El «nombre» de Dios es Dios mismo en cuanto es conocido. Y ¿cómo es conocido Dios?: por su acción en la Historia: así es como se ha hecho conocer en toda la historia antigua. Aquí, viniendo después de la invocación «Padre», ya sabemos cuál es ese nombre: sabemos bien, quién es ese Dios, manifestado en la Historia y que se va a seguir manifestando: «ese Dios es el Padre». Por lo tanto, «tu nombre» es ese nombre tuyo que acabamos de pronunciar.
«Santificar» es otro hebraísmo, un verbo que se usa en la primera carta de Pedro y que significa «reconocer»: reconocer algo que es excelente, eminente (por eso tiene la raíz de la palabra 'santo'), pero no significa «santificar». Nadie puede santificar el nombre de Dios: no podemos hacer santo su nombre. Eso tiene otro sentido, aunque no nos damos cuenta porque 2
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estamos acostumbrados a decirlo. Es una mala traducción del latín, traducido a su vez del griego, que está inspirado en esa categoría semítica. Como dije, en el Antiguo Testamento, significa 'reconocer algo eminente': así en la 1ª Pedro se dice «reconozcan a Jesús como Señor en el fondo de su corazón para evitar el miedo» (se dirige a unos cristianos perseguidos). Es decir, reconozcan una realidad sublime. Por tanto, aquí es reconocer a Dios como Padre, con este sentido de reconocer algo excelente y, por tanto, se puede poner el verbo proclamar. «Proclámese ese nombre tuyo» es la primera petición.
Así que, lo que pide la comunidad cristiana en primer lugar, es que la Humanidad llegue a conocer que Dios es Padre. Y esto ¿cómo se hace?: por la labor de la comunidad. «Ustedes son la luz del mundo», dice en el cap. 5: «que vean el bien que hacen y glorifiquen a su Padre del Cielo»: éste es el paralelo. Será proclamado que Dios es Padre cuando la comunidad actúe en bien de la Humanidad, como Dios actúa. Aquí se están pidiendo dos cosas: 1ª Que la Humanidad vaya teniendo conciencia de la realidad de Dios (que no es el soberano déspota e impositivo), y que esa experiencia se haga universal. Es la utopía realizada en la comunidad y por realizar en la Humanidad. Pero ¿de qué depende eso?: del trabajo de la comunidad. 2ª Ésta se compromete a trabajar y pide al Padre que le ayude. (Notar que la primera preocupación de la comunidad no es la comunidad misma, sino su misión en medio del mundo.)
Reflexionar/Compartir 1. ¿Qué es lo primero que la comunidad de Jesús debe pedir al Padre? ¿Cuál debe ser su primera preocupación? 2. ¿Qué pide al Padre cuando le pide que su «nombre» «sea santificado»? ¿Qué significan «nombre» y «santificar» en el lenguaje de Mateo y del NT? 3. ¿Pedimos que Dios se encargue de eso o pedimos que nos ayude para que nuestro testimonio y trabajo sean eficaces para lograrlo? 4. ¿Cómo dar a conocer a los hombres el verdadero rostro de Dios, el del Padre que nos hace hijos comunicándonos su vida y haciéndonos capaces de comunicarla a otros? 5. ¿Cuáles son las imágenes de Dios que más ocultan y desfiguran su verdadero rostro? ¿Cuál de ellas ha predominado en mí? 3
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6. ¿Quién y cómo me ha hecho conocer y experimentar el amor del Padre? ¿A quién y cómo lo he hecho conocer yo? 7. El Padre no comunica su amor/vida a nuestros hijos (o familiares o personas que de nosotros dependen) él solo, sino mediante nosotros y nuestro amor. El amor con que lo comunicamos tiene que ser «SUAVE» y « FIRME» a la vez, implica el «AMOR de SÍ» y da ejemplo de FE VIVA, AUTÉNTICA y COMPROMETIDA. (Ver el tema 1º de ESPIRITUALIDAD FAMILIAR: «Lo que Dios espera de ti mamá/papá»: folleto y DVD). Acerca del amor suave y del amor firme, se puede reflexionar y compartir con los dos cuestionarios siguientes:
1 - En qué consiste el «amor suave» a los hijos u otros a. Ser flexibles, cariñosos y amables b. Darles muestras físicas de afecto c. Conversar, compartir, comunicarnos abierta y sinceramente. d. Escucharlos. e. Interesarnos por conocer los detalles de cómo transcurre su vida. f. Alentarlos. g. Comer con ellos. h. Jugar, divertirnos con ellos. i. Orar con ellos. j. Respetarlos. k. Darles atención positiva no cuando la exigen, sino cuando no se la esperan.
1. ¿Qué tanto de amor suave me han dado mis padres? Pongo al final de cada ítem la letra (M) y/o (P), si eso es lo que hacía conmigo mi mamá o mi papá. 2. ¿Qué tanto de amor suave les estoy dando a mis hijos o a otros? Pongo en el cuadrado que precede cada letra, AM (= a menudo), AV (= a veces), CN (=casi nunca) si es así que lo hago yo con mis hijos o con otros.
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2 - En qué consiste el «amor firme» a los hijos u otros a. Poner reglas y límites precisos. b. Decir con firmeza «sí» o «no». c. Mantener lo que decimos. No ceder a sus presiones. Dejar que
sufran las consecuencias (dentro de lo razonable) de la alternativa que han elegido y no «correr al rescate». d. Acostumbrar a los hijos de ambos sexos a ayudar en casa y contribuir al mantenimiento del hogar: ordenar y limpiar (como mínimo su cuarto), trapear, quitar el polvo, lavar, planchar, cocinar, arreglar algún desperfecto, etc. 1. ¿Qué tanto de amor firme me han dado mis padres? Pongo al final de cada ítem la letra (M) y/o (P), si eso es lo que hacía conmigo mi mamá o mi papá. 2. ¿Qué tanto de amor firme les doy a mis hijos o a otros? Pongo en el cuadrado que precede cada letra, AM (= a menudo), AV (= a veces), CN (=casi nunca) o N (=nunca) si es así que lo hago yo con mis hijos. 3. ¿Qué hago y sigo haciendo yo por mis hijos u otros que podrían hacer ellos por sí mismos?
Para el AMOR DE SÍ ver las págs. 19, 21-22 del mismo folleto. Un testimonio muy valioso respecto a este tema es el de Iris y Augusto Alza en el DVD: ORAR EN PAREJA, ORAR EN FAMILIA (CCS telefax 2634459 - Lima)
Oración compartida G.
Oremos al Hijo para que nos haga experimentar el amor del Padre y nos haga capaces de comunicarlo.
L1
Ayúdanos a salir de esa ignorancia que es «la asesina de nuestra fe»:
L2
Purifica nuestro conocimiento de ti de todo infantilismo, magia y superstición, para que jamás hagamos mal uso de tu Nombre y nadie lo falsee y profane por culpa nuestra:
L3
Que tu Santo Espíritu nos haga hijos que llaman a Dios "Abba", porque trabajan con él y como él por la felicidad de todos:
L4
Que vivamos de tal manera que todos puedan darse cuenta de que llevar a cabo la obra del Padre tiene realmente el primer lugar en nuestra vida como lo ha tenido siempre en la tuya:
5
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L5
Que su bondad y perdón lleguen a todos a través de nosotros, tanto en el ejercicio de la paternidad y autoridad como en el de la solidaridad fraterna:
L6
Que nuestros pastores sepan conducirnos al Padre, como tú, por el camino de la entrega y el servicio hasta la muerte.
L7
Que los padres y las madres enseñen con su ejemplo a dar vida dando la propia y a formar familias unidas y felices:
L8
Que los maestros enseñen sobre todo a buscar, aprender y vivir tu Verdad, la que nos hace libres:
L9
Que los jóvenes tomen la vida no como placer y diversión, sino como don y servicio:
G.
Señor, ¿quieres mis manos para pasar este día ayudando a los que lo necesitan? Señor, hoy te doy mis manos.
T.
¿Quieres mis pies para visitar a los que necesitan de un amigo? Señor, hoy te doy mis pies.
G.
¿Quieres mi voz para pasar este día hablando con aquellos que necesitan palabras de afecto? Hoy te doy mi voz.
T.
¿Quieres mi corazón para pasar este día acompañando a quien está en soledad? Hoy te doy mi corazón.
G.
Hacer lo que está de parte nuestra para que los demás se sientan felices, tengan una vida mejor y sufran lo menos posible...
T.
Eso es lo que esperas de nosotros.
CANTO Hazme un instrumento de tu paz, donde haya odio, lleve yo tu amor; donde haya injuria tu perdón, Señor; donde haya duda, fe en ti. * Maestro ayúdame a nunca buscar querer ser consolado como consolar, ser comprendido como comprender, ser amado como yo amar.** Hazme un instrumento de tu paz, que lleve tu esperanza por doquier, donde haya oscuridad lleve tu luz, donde haya pena tu gozo, Señor.* Hazme un instrumento de tu paz, es perdonando que nos das perdón, es dando a todos que tú nos das, y muriendo es que volvemos a nacer.* **Hazme un instrumento de tu paz.
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