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Orientación educativa Decisiones Miguel Ángel Arias Ortega Ana María Sacristán Martha Rizo García
Presentación del libro "Historias de una imagen... Una visión desde la docencia Miguel Angel Arias Dice James Howell “A veces la distancia hace más querida la amistad y la ausencia la hace mucho más dulce”
Historias de una imagen es un libro escrito a muchas voces y a diferentes tintas. No es un libro mío como unicidad, es un relato colectivo, que se componen y edifica con las historias de múltiples actores, todas y todos docentes, que han impreso en él, su sentir, mirar, anhelos, frustraciones y corajes en relación con lo que una imagen nos puede evocar. Esta imagen ¡!! Que como lo señalo en su presentación, una imagen que puede ser cercana para muchos y lejana para otros, pero que comprime un fragmento de una realidad, de múltiples realidades, que hoy en día merecen ser dialogadas, interrogadas, develadas, entre quienes ejercemos la docencia, con la finalidad de que realidades como estas y como muchas otras a las que diario estamos expuestos, no sean cubiertas con un gran manto de indiferencia y ocultamiento. Historias de una imagen es un libro lleno de emociones, que se fue conformando en su propio devenir, con su propio ser, a su propio tiempo… ¡!!! y que, como en toda publicación, tuvo sus momentos de claridad, sus momentos de amplias dudas, de desesperación y tranquilidad, pero que al final… todo eso permitió que viera la luz y que hoy en día pueda compartirlo con ustedes. Con aquellos hombres y mujeres que han decidido que la educación y la docencia tenga un lugar importante en su vida, en su quehacer cotidiano y por supuesto, en su corazón. Ustedes, hombres y mujeres que se proyectan en los Pálido punto de luz Claroscuros en la educación http://palido.deluz.mx
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procesos educativos, donde hemos depositado nuestras esperanzas para que las cosas sucedan mejor para todos, y donde a diario abonamos para que con nuestro trabajo y nuestras acciones, las cosas puedan cambiar, pero también, donde los primeros convencidos de ese cambio, debemos ser nosotros. Pero no un cambio que esté cercano a la simulación, no, sino más bien un cambio que le otorgue a la persona la posibilidad de pensar libremente, de reflexionar sobre lo que le acontece y lo que siente en su vida cotidiana. Un pensamiento que exalte su capacidad de crítica, de creación de ideas, de reflexión, pero también de humildad y por qué no, de perdón. Un pensamiento que materialice sus anhelos y profundos deseos sobre la vida y sobre su futuro, ¿por qué?, por el hecho de que somos docente y nos interesa la vida y todo lo que implique la humanidad. De ahí que constantemente hago referencia a los lemas de las universidades en las que colaboro, porque sin duda sintetizan de manera fehaciente esta pretensión: “Educar para transformar” de la Universidad Pedagógica Nacional y “Nada humano me es ajeno” , lema de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Es por ello también que Historias de una imagen es libro que conjunta historias de muchos docentes con los cuales he compartido el gran privilegio del aula, y a quienes agradezco el haberme regalado su historia, muchos de ellas y ellos, aquí presentes. Por tal motivo y retomando las palabras de mi colega Ana María Sacristán, es un “Libro desde y para la docencia” , para todas y todos aquellos que día a día nos paramos frente a un salón de clase, donde entregamos y compartimos lo que somos, lo que pensamos y lo que sentimos, para que este mundo sea mejor para todas y todos nosotros. Es un libro que es prologado por un gran amigo e investigador brasileño, al cual respecto y admiro por su trabajo y trayectoria, el Dr. Marcos Reigota, y de quien tomé el germen para pensar en… Historias de una imagen. Es además un libro que conjunta historias de muchos docentes con los cuales he compartido el gran privilegio del aula, y a quienes agradezco el haberme regalado su historia, muchos de ellas y ellos, aquí presentes. Por este sentido especial que tiene el texto para mí, es que invité a tres extraordinarios colegas para su presentación. Cada una de ellas y Pálido punto de luz Claroscuros en la educación http://palido.deluz.mx
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él, con una amplia trayectoria en la docencia y con una profundad sensibilidad hacia los procesos de formación de los estudiantes, además de quienes me beneficio de su grata amistad. Le agradezco a la Dra. Marta Rizo, Profesora-investigadora de la UACM el haber aceptado la invitación, gracias Marta. A la Mtra. Ana María Sacristán, profesora –investigadora de la UACM, por su disposición a comentar el texto. Gracias Ana María ¡ Al Dr. Rafael Tonatiuh Ramírez, Investigador de la Universidad Anáhuac y de la Universidad Pedagógica Nacional. Unidad 095, amigo de esta tu casa y de este programa académico. Gracias Rafael. Agradezco las palabras de mis extraordinarios colegas ¡! Por lo anterior y cometiendo un acto no permitido, los invito a leerlo, a volverse a leer ustedes y seguir encontrando posibilidades distintas para hacer de la docencia y de la educación, una rendija por donde mirar el futuro. Concluyo estas palabras con fragmento de la última parte del libro, la cual condensa algunas de las ideas y expresiones vertidas en esta presentación.
Ignacio y el Visitante (Lago de Pátzcuaro, Michoacán) Sentados en una gran piedra, cerca de la orilla del lago, estaban Ignacio (un joven pescador de la isla de Yunuén) y su hijo de 10 años. El niño escuchaba con atención las explicaciones que su padre le daba sobre cómo se comportan los peces del lago; le encantaba oír esas historias, pues su papá le hacía sentir que los peces son como personas respetables, sabias y organizadas. Su conversación era pausada, salpicada de silencios. No podía ser de otra manera en el escenario de un templado mediodía lacustre. Se acercó a ellos un turista; era un maduro empresario que había dormido esa noche en las cabañas de la isla. El hombre saludó con cortesía a los isleños y les preguntó qué hacían. Ignacio contestó que nada, sólo apreciaban el paisaje. El visitante pensó que era una extraña respuesta, sobre todo por venir Pálido punto de luz Claroscuros en la educación http://palido.deluz.mx
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de un hombre joven y fuerte al que parecía no preocuparle perder de esa manera el tiempo, así que se animó a hacerle otra pregunta: ¿Por qué no estás trabajando el día de hoy? Ignacio contestó: Ya trabajé bastante, muy temprano salí a pescar, y ya tengo suficiente pescado para consumir el día de hoy y otro poco para que mi esposa venda en el mercado de Pátzcuaro; así que no me hace falta ir de nuevo al lago. El empresario dijo entonces: ¿Por qué no tratas de pescar más? Si cada día guardas algo de dinero tal vez en unos meses podrías tener suficiente dinero y con él comprar más redes o una lancha con motor que te facilite pescar más, moverte más rápido y hasta cobrar por transportar gente a Pátzcuaro. No te ofendas, pero creo que si en lugar de estar viendo el lago con tu hijo, te pusieras a trabajar duro, podrías ir aumentando tus ganancias, mejorando tu posición social y contagiarías a tu hijo para que él también aspire a vivir mejor, a tener más bienestar. Ignacio no dijo nada, bajó la cabeza como si estuviera apenado. Su hijo le hizo una tímida pregunta al visitante: Señor, si llegáramos a ser ricos como usted, ¿qué podríamos hacer? Algo buenísimo, hijo —dijo el empresario— con el dinero podrían realmente ¡gozar la vida!, respondió orgulloso el hombre de ciudad. Ignacio le miró y le dijo: señor, ¿qué cree usted que estamos haciendo ahora mi hijo y yo?
Ana María Sacristán La presentación de este libro es un eslabón en una cadena de tareas o consignas, relatos y análisis. Miguel Ángel le dio a un grupo de personas una foto, y les pidió, les lanzó el reto (por aludir a la moda coyuntural) de que escribieran un relato. Así de abierta la consigna, después Miguel Ángel integró esos relatos, hizo un análisis y conformó este libro. Más tarde a mí Miguel Ángel me dio el libro, y me invitó a leerlo y presentarlo. El libro se vuelve, entonces, otro eslabón en la cadena de narraciones. Y entonces yo me aproximo al libro como primero los docentes se aproximaron a la foto, y después Miguel Ángel se aproximó a los relatos… y supongo que lo que sigue es cómo ustedes retomarán o interpretarán mi participación. Pálido punto de luz Claroscuros en la educación http://palido.deluz.mx
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Ahora bien, a diferencia de la labor interpretativa de Miguel Ángel con relación al “reto”, yo no tengo ni tuve el control inicial de la cadena. Es por eso que el mérito de haber arrancado todas las reflexiones, que se concentran en la autoría de este libro, es precisamente del doctor Arias. Como decía, así como Miguel Ángel infiere y analiza, a través de los relatos interpretativos de los docentes, una serie de elementos que caracterizan más a los propios docentes que a la foto —bajo el esquema teórico de la representación social, el relato se vuelve una objetivación de las características culturales, sociales y hasta psicológicas de los narradores (al sistematizar lo que son las constantes presencias y ausencias de los 137 relatos), yo a través del libro veo a Miguel Ángel. Considero que libro como una objetivación cristalizada de la representación que él, como académico, tiene de los docentes y la enseñanza. Empecemos por el título: Las historias … de una imagen: UNA visión DESDE la docencia. En efecto, hay una imagen, que espero Miguel Ángel pueda platicarnos cómo y por qué le desató tanta emoción y lo llevó a idear lo que culminó en este libro. Y hay también muchas historias, diversas historias, 137 para ser más exacto. Pero, entonces, ¿de quién es esa UNA visión a la que se refiere el texto? ¿Cuál es y dónde está el carácter esencial que permite unificar los relatos? Por otra parte, ¿es una visión DESDE la docencia, o SOBRE o de la docencia? Porque en la parte final sí hay un planteamiento ético, de enseñanza, de lo que es o debe ser un profesor. Pero también está el hecho de que Miguel Ángel, en esta cadena de interpretaciones y juegos, también es él mismo un profesor, el profesor de muchos de los autores de estos relatos, según entiendo. Y es interesante que la particularidad de la docencia referida queda en un carácter indeterminado. Nunca sabemos mayores detalles no del marco de la consigna ni de la labor docente de los narradores. Y, al menos a mí, se me abre un mundo de preguntas y condiciones que me encantaría revisitar, si Miguel ángel continúa con esta exploración Pálido punto de luz Claroscuros en la educación http://palido.deluz.mx
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de antropología visual. ¿Son profesores: de qué nivel, de qué asignaturas, con qué nivel de escolaridad? ¿Por qué y con cuánto nivel de conciencia se seleccionó esta foto y no otra para tan interesante empresa? ¿Qué pasaría si la foto, en lugar de representar hombres de piel negra, planteara una situación similar, pero que de manera común fuera considerada como menos distante? ¿Si fuera una foto de etnias de México? Y esto me lo pregunto precisamente porque una de las constantes que analiza críticamente Miguel Ángel es la CASI total inferencia de que se trata de África (OJO hubo quien se refirió al Caribe), y lo falsamente ajeno de la “negritud” de la imagen. La distancia de la foto, sin duda, es un elemento que vale la pena cuestionar o comparar cómo sería la representación de una imagen percibida como menos “extranjera”. ¿Qué pasaría si la foto no reflejara la imagen de un grupo humano, sino un paisaje, devastado o no? ¿Seguiría ausente el tema ambiental? Por otro lado, y qué bueno que está presente el autor, para que me saque de dudas, ¿en qué contexto social y físico se pidió la tarea? ¿Habría sido igual si hubieran otros marcadores, como, por ejemplo, si la consigna o reto fuera parte de un ejercicio en aula, contextualizando y poniendo al centro, entonces, la labor docente? Porque la apuesta de Miguel Ángel en este libro es la de evitar filtros, de presentarnos de manera directa las historias, para que uno reciba de primera instancia la interpretación de cada narrador. Supongo que por eso la determinación de incluir todas las historias, de no hacer corrección de estilo y que el análisis o síntesis de los relatos, lo que es netamente o en concentrado la participación de Miguel Ángel, aparece al final, no como introducción. Aunque sin duda leer ese análisis llama, sin embargo, a leer de nuevo los relatos [y confieso que yo hice trampa, como hago siempre también con las novelas de misterio, y me adelante, campechaneando el orden de lectura]. Finalmente, lo que está en el centro, teórica o conceptualmente hablando, desde el marco de la representación social, es que en los relatos o historias de los docentes, en el discurso, se ponen en juego, se externalizan u objetivan las nociones que antes fueron asimiladas, Pálido punto de luz Claroscuros en la educación http://palido.deluz.mx
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la incorporación o asimilación que hace propio lo social. Ahora bien, siendo yo alguien que en sus orígenes fue piagetiana (y estudié la función simbólica, la construcción de representaciones mentales del mundo a partir de la asimilación y la adaptación), que después se acercó a los planteamientos de la teoría de la representación social, con Moscovici, Jodelet, precisamente, o Jesús Ibañez, incluso, lo cual me llevó a entender el carácter social de todo conocimiento o representación, por más subjetivada que ésta esté. Finalmente, ya en el campo de lo social, me topé y deslumbré con Bourdieu, y por ello no puedo dejar de traer a la mesa otro concepto, que me parece sería pertinente: el de campo, la idea de los marcos y elementos que pueden o no llamar a la interpelación. Y entonces me pregunto por el carácter determinante de la docencia más allá de la actividad misma. ¿Un maestro es SIEMPRE un maestro? ¿Un docente es docente en todos los ámbitos de su vida? ¿Hay cierto carácter totalitario de esta actividad o es más bien una dimensión transversal que entra en juego en determinados momentos o circunstancias? ¿De ser el caso, esto es así para todas las dimensiones, vocaciones y ocupaciones o es algo atribuible sólo a la docencia? Y entonces me pregunto, estos relatos e historias ¿se determinan desde la docencia? Y a la inversa, que me parece es hacia donde Miguel Ángel apunta cuando establece los planteamientos éticos de lo que es necesario incorporar o no a la práctica docente, ¿qué tanto se separa o debe separar la docencia de nuestro carácter humano?, ¿Qué de nuestra humanidad o cotidianeidad determina nuestra práctica docente? ¿Qué tanto podemos, desde la docencia de la docencia (por aquello del Posgrado de Educación Ambiental), interconectar la vida cotidiana, con todas sus pasiones y preocupaciones sociales con el trabajo, tan importante y utópico en sí mismo, que es la docencia? ¿Cómo establecemos una relación dialéctica entre ser mejores seres humanos y ser mejores profesores?, ¿en qué sentido fluye de manera más sencilla esta relación? Todas estas preguntas, todo este relato, fue lo que el libro de Miguel Ángel detonó en mí. Ahora bien, si hemos de ser congruentes con la Pálido punto de luz Claroscuros en la educación http://palido.deluz.mx
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premisa inicial, en la cual el relato dice más del narrador que de la foto en sí, supongo que son más ideas, representaciones mías, disparadas por la “imagen” que es también el libro, que contenidos del libro per se. Vale la pena que cada uno lo lea, y que la cadena siga, para ver qué historias y reflexiones produce en ustedes esta lectura plural y provocativa.
Marta Rizo García “La imagen nos pide a gritos que hagamos más cosas con ella” Escribo y leo estas líneas como docente y comunicóloga, pero también como ciudadana, como migrante, como mujer, como persona preocupada por su entorno. “Las historias… de una imagen” nos deja huellas, nos permite conocer las miradas de otras y otros, y sobre todo, nos regala las infinitas historias que una imagen permite contar. Las imágenes dicen, hablan, en silencio, pero hablan. Dicen muchas cosas. Dicen incluso cosas que no aparecen representadas en ellas. Somos las y los lectores los que las hacemos aparecer con nuestra voz y con nuestra mirada. El libro, entonces, se erige como un ejercicio reflexivo, como una mirada, la de Miguel Ángel Arias, que mira otras miradas. Trabajar con imágenes. La imagen no es el objeto, es el sujeto. La imagen no está ahí para ser vista sin más. Nos interpela, nos insiste a gritos que no sólo la miremos sino que hagamos más cosas con ella. ¿Podemos enseñar por medio de una imagen? Sin duda alguna, sí. Y quizás hoy más que nunca, necesitamos hacerlo constantemente, pues muchos de nuestros estudiantes han sido socializados en la cultura de la imagen, quizás mucho más que en la cultura de la palabra. Pero palabra e imagen no chocan. En este caso, se acompañan la una a la otra. La imagen evoca palabras, muchas. Y esas palabras hacen que la imagen adquiera matices insospechados, formas que no vimos a primera vista, ideas hasta el momento invisibles. Las palabras forman nuevas imágenes. ¿Una imagen vista por muchos y muchas y que da lugar a múltiples narraciones sobre ella? ¿Muchas palabras Pálido punto de luz Claroscuros en la educación http://palido.deluz.mx
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sobre una sola imagen que deja de ser una y se convierte en muchas posibles? “Las historias… de una imagen. Una visión desde la docencia” nos hace transitar del análisis de una imagen al potencial que ésta adquiere –o puede adquirir- cuando es usada para enseñar. Ver una imagen con otros, analizarla con otros, criticarla con otros, relacionarla con otras imágenes, compartir las ideas que nos sugiere, relacionar lo que va surgiendo de este diálogo que, quizás, no tiene final. La imagen es siempre una imagen situada. Ha sido tomada por alguien, da cuenta de alguna situación, retrata algún hecho concreto, tiene ciertas formas y colores, diferentes dimensiones… Pero sin duda, cada interpretación que se haga de ella, da lugar a otras imágenes. Leer una imagen es leernos a nosotros mismos. Detrás de cada imagen hay una historia, en la imagen en sí y en quién la interpreta, en quien dice cosas sobre ella. La obra que hoy presentamos nos ofrece un mosaico de 137 voces que dicen algo sobre una misma imagen. Un mosaico polifónico que nos permite acercarnos a quienes la leen, y que sirve para cumplir con el objetivo enunciado por el propio autor, cito: “condensar las expresiones, creatividad, opiniones, sentires, imaginación, anhelos y deseos de un grupo de docentes que desarrollan su práctica pedagógica en diferentes puntos de nuestro país”. Retomo unas palabras del prólogo: “¿Qué significa y qué historias nos dice, o no nos dice una imagen en la cual fueron fotografiados hombres negros en un espacio cerrado, al parecer un barco? ¿Qué provoca esa imagen en lo superfluo, y en el fondo de nuestra historia individual y colectiva? ¿De dónde vienen estos hombres? ¿Cuál es el nombre de cada uno de ellos? ¿A dónde van? ¿Son africanos? ¿De qué pueblo o cultura? ¿Son caribeños? ¿Son brasileños? ¿Qué idioma hablan? ¿Tienen familias, amores o enemigos?”. No interesa tanto tener respuestas a estas preguntas. Nuestras respuestas pueden ser ciertas o falsas, pueden acercarse a lo que la imagen pretendió, o no. Pero todas son válidas y cumplen con el cometido: la hacen hablar con fuerza. Vivimos en un mundo de imágenes, pero muchas veces no nos detenemos a descifrarlas. Algunas nos llaman la atención, sin saber en ocasiones por qué. A muchas las observamos en soledad, de ahí Pálido punto de luz Claroscuros en la educación http://palido.deluz.mx
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que el diálogo quede reducido a lo que nosotros nos podamos decir, en silencio. Sin duda, compartir nuestras percepciones con otras personas puede ser una experiencia muy enriquecedora. ¿Cómo usar la imagen desde la docencia? ¿Para qué? ¿Qué queremos compartir con nuestros estudiantes al usar una imagen? ¿Queremos que digan algo sobre ella? ¿Que escriban sobre ella? ¿Que la analicen? ¿Que logren entender mejor algo a través de ella? Como dije hace unos momentos, “Las historias… de una imagen” nos ofrece un mosaico de voces. Leer lo que las y los docentes escribieron al ver la imagen que nos tiene hoy aquí me hizo pensar qué vi yo en ese texto visual. Pero más que eso, me parece importante compartirles un listado que realicé al leer los textos que conforman la obra. A continuación, entonces, un listado de lo que los docentes vieron y dijeron sobre la imagen, en forma de un listado #&8212;como verán, muy extenso#&8212; de palabras: Esclavitud, migración, resignación, sufrimiento, África, tristeza, vida cruel, maltrato, dificultades, temor, desconfianza, abandono, lejanía, espíritu humano, muerte, aldea, mano de obra barata, destino, aceptación, inconformidad, esperanza, cansancio, resistencia, desesperación, inmigrantes, Caribe, balsa, duda, ilusión, esperanza, oportunidades, incertidumbre, temor, hambre, sobrepoblación, explotación, decadencia, cruzar, viaje, olvido, soledad, deriva, desnutrición, humillación, travesía, corazón, lágrimas, futuro, tierra, opresión, extranjero, familia, trabajo, coraje, rabia, maldad, violencia, alimento, desigualdad, contraste, poder, naufragio, incomodidad, fatiga, mareo, resignación, huida, anhelo, miseria, enfermedad, unión, guerra, dolor, inhumanidad, tormento, desgracia, frontera, criminalización, minorías, rumbo, control, manipulación, caridad, drama, historia, conciencia, raza, bote, destrucción, miseria, lucha, sueños, rebeldía, indignación, riesgos, comunidad, conflicto, abandono, marginación, sombras, fastidio, sonrisa, hastío, tierra, camino, posibilidad, desazón, espera, duda, sendero, libertad, mundo, fe, esfuerzo, noche, despedida, peligro, horizonte, silencio, injusticia, desprotección, capitalismo, agotamiento, globalización, crudeza, grito, carencia, dependencia, hacinamiento, paz, expectativas, abusos, melancolía, impotencia, Dios, represión, deportación, racismo, exilio, enojo, destrozo, lamentos, alma, desconsuelo, necesidad, alerta, desgarro, frustración, porvenir, añoranza, pérdida, desencanto, lucha, Pálido punto de luz Claroscuros en la educación http://palido.deluz.mx
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experiencia, presente, ilegales, amenaza, deseo, problemas, padecimientos, paraíso, infierno, yugo, neoliberalismo, xenofobia, desposesión, reclamo, repudio, soledad, abatimiento, resistencia, arrepentimiento, catástrofe, tragedia, agonía, barbarie, vulnerabilidad, derecho, metas, dignidad, arraigo, impotencia, promesa, orfandad, asfixio, intranquilidad, zozobra, olvido, impaciencia, fortaleza, adversidad, límite, agobio, batalla, raíces, choque, sed, deportación, hipocresía, conmoción, Europa, cuerpo, semilla, ideal, Madre Tierra, individualismo, derrota, América Latina, patera, opción, ruta, carga, renacer, desolación, fragilidad, ellos, de color, desencanto, fatiga, escalofrío, asombro, emoción, aglomeración, penurias, discriminación, comprensión, esfuerzo, mercado, apocalipsis, ansia, pueblo, decepción, lágrimas, exclamación, pesadilla, ahogo, juventud, inocencia, hermanos, esperar, solidaridad, compasión, intranquilidad, rostro, llegada, Occidente, complicidad, alternativa, vivir, navegar, castigo, prejuicio, intemperie, nativos, desarraigo, devastación, pesar, colonización, salvación, aventura. Predominan las palabras negativas, las que nos hablan de desesperación, de adversidad y de vulnerabilidad. Pero hay un viso de esperanza: la imagen también nos habla, dicen los relatores, de espera, de salvación, de solidaridad, de esperanza, de futuro. En voz de uno de los lectores-relatores: “hemos guardado un silencio bastante parecido a la estupidez”; en voz de otro: “todos queremos un mundo perfecto, sin hambre, sin guerras, sin discriminación, sin enfermedad; pero nadie hacemos nada porque así sea”. No sabemos quiénes son los jóvenes de la imagen. Pero los imaginamos, les ponemos nombre, lugar de origen, situación. Les asignamos una vida que desconocemos, pensamos en sus posibles familias, en sus hijos, en el hambre. La imagen nos hace viajar, nos cuenta un viaje. Podemos sentirnos tristes, impotentes, conmovidos, angustiados, e incluso, y eso sería lo más peligroso, indiferentes. O podemos tomar conciencia, convencernos de que podemos aportar un granito de arena para que jóvenes como los de esta imagen tengan que dejar de viajar, al menos de viajar de esta manera. Dice Paul Watzlawick que “todo es según del color del cristal con que Pálido punto de luz Claroscuros en la educación http://palido.deluz.mx
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se mire”. Las miradas están, dice Miguel Ángel, “matizadas, pasadas por el cristal”. La lectura de la imagen permite formular muchas explicaciones, detona en nosotros preguntas, cuestionamientos, reflexiones sobre lo que vivimos y lo que podemos llegar a vivir. La imagen puede ser, como dice el autor, un pretexto para trabajar muchísimos temas. Abre nuestra mente, nos acerca a otros mundos y nos permite comprender mejor el nuestro, el que vivimos cotidianamente. Amplía nuestra imaginación, la de todos, la de docentes y estudiantes. La imagen crea y recrea. Y nosotros nos recreamos en ella y con ella. En las narraciones incluidas en “Las historias… de una imagen” observamos, entonces, lecturas dominantes, que relacionan la imagen con la compasión, la lejanía y la tristeza, con migrantes que buscan calidad de vida. Pero también lecturas negociadas o incluso de oposición, las de aquellos que ven la imagen más allá de la imagen misma, que en ella ven la opresión del sistema-mundo, el capitalismo salvaje, la inequitativa repartición de la riqueza, lo absurdo del mundo actual. La imagen, en este segundo sentido, se erige como vehículo para la denuncia, para decir, con fuerza, y todas y todos al unísono, “¿hasta cuándo?”.
Miguel Ángel Arias Ortega Es Pedagogo y Doctor en Educación Ambiental
Ana María Sacristán
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