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P. KROPOTKINE
Palabras de un rebelde
VALENCIA
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Sempet'e-EDITOR
PHiTO& SO ROLLA, iiO 1 32
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Decididamente marchamos pasos de gigante bacia h revolucion, hacia una conmoci6n que, iniciaudose en todos los pa1ses un pais, se propague, como en 1848, vecinos; agitando la socieda.d actual basta. sus entraiias, Tenovando y fortaleciendo las fuentes de la vida. Para confirmar nuestra creencia, ni siquiera tenemos uecesidad de invocar el testimonio de nn celebre historiaI . simultu.nea· mcute en mil puntos distintos; en cada. poblac16n, en ca~a alden, en cada ciudad de provincia, Ia ruiuoria.s revoluc10· Darias fuertes por sua.ndacitt. y por el apoyo que halla.?an en las' aspiraciones del pueblo, se dirigiau a Ia. conqlllsta de los cnstillos feudales, tomaban al asalto los ayu~ta· mientos Ia Bastilln, aterrorizaban a Ia aristocracia, ll Ia ~Ita burguesia y abolia.ulo privilegios. La ~mona cmpo· z6 Ia revoluci6n yarra traba con igo la rnultrtud. Lo mismo sucedera con Ia revoluci6n que nosotros &nunciamos. LA idea del comunismo libertario, representada hoy por una. pequeda minoria, pero que adquie~·o ~ierto dommio en el espiritu popular, acabara por cuuqUistar Ia gran rna a.. Los grupos esparcidos por tod;~s partes, poco numerosos, pero fuertes por el apoyo que halla.ran en el pueblo, leva.ntaran un dia Ia bandera roja de la insurrec~i6u. Esta, como la otra. insurreaci6n, estallaudo en muchos puntos a un mismo tiempo, impedira el estableci· miento de un gobieruo cualquiera., capaz de contener los sucesos; y Ia revoluci6u seguira su camino basta que haya coucluido su misi6n: Ia abolici6n del Estado y de Ia pro· piedad indi\'idual. Cuando esto llegue, Ia minoria actual se convertira en imponeute mayoria, en la masa d-e todo el pueblo y en lncha contra Ia propiedad individual y el Estado implautara el comunismo y la. anarq nia.. '
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P. KROPOTKINE
LA OBDEN
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Con frecnencia se nos roproeba ha.ber arcpt:11l o com v· divisa.la. palabra aunJ·quia, que tanto temo1· in;uude en los espiritus: « Vuestras ideas sou hermosas, se uo dice . pero couvenid con nosotros en que elnombre que las gintetizan ha. sido elegido torpemeute.~ «Anarqnfa, en el lenguaje corriente, es sin6nimo de desorden, de caos; csa palahr:1 despierta en los espiritus ln. idea de lu. lur hn. entre intereses contraries, de individnos que se combaten, de un estado en que la armonla no pncdc estauleccrsc cutre los hombres.~
Eropezemos primero por hacer la observacion de qne ninguna idea que representc una tendencia une,·a ryucdc elegir desde su principio un nombre que exprcso ~~rfoc tamente sus aspiraciones. No son los mcndigos de Brahaute los que iuvcntarou este nombre, tan popular actual mente; pero primero, como apodo y como sob:·c nombre bien puesto, admitido mil.s tMde por los parw.lutios en general, couvirti6se pronto en nombre propio. A pesar de todo lo que la preocur:n.c.ion predispouga eu ceo tllln hac1a Ia fo cha del 18 de Marzo de 1871, que nos recuer~f~ una de la; rnru gratas esperanzas; el aniversa.rio de e e d1a memorable es cl que so propoue testejar el pueblo solcmuemente, y mnuann. por Ia tarde el coraz6n de millares Je proletario do ambos mnndos latira al unisouo fraternizando l\ traves de ]as fronteras y de los oceano~ Cl~ Em.' opa, on Am erica, rocordaudo con eutusiasmo la r~vo lnct6u del P~oletariado parisiend' e arta. o que atu e Ia . . no se cega.ra uunca . . El d b . . mme tata revoluct6n el pueblo cumplira su e er, st no alcauza Ia victoria, no le puede caber dudn. a.cetca de 1 t eu a s_uer e que le espera, y, por lo tanto obrara cousecueuctn. ' Bu efecto sabe h Francia. ~ -. mos oy que en el momento en que ,. 1. · se CriJa eu Communes, el pueblo no debe rti darse ..,o lle,·no y esperar de J.ll . . . . t: a llllCintlV!~ de las medidas re· . 1 . vo ucwuana.s. Despues de hl\ber barrido los gusanos que
Los fest~'jos y rcnnioncs pt'1hliras orgnnizndos ellS de Marzo en todus Ia.> cindades tlonde hay gn; pos revolucionarios con~titnldos mrrece t'Oda nne~ tru :tte1:ci6 n, no so!amen{.e ccmo manil'c~>tacion del ej6rcito de lo' proletarios, sino tn mlien como exprcsi6n de lo. sc11timientos que animau i los reYoluciOI:ario de lo.' rlos m1mrlos. Asi se i6n, Ia cxp 1otnc=6n y pan\lizar de anteruano los resultados de Ia cxpropiuci6n 'a•·cial. En efecto, en sus rennionos los proletarios revolnrio· Uarios afirman cl:J.ramente SU derccbo a todo la ri111C7.3 5ocial y aholir la propiednd indiYidnal, as! para los \'3 lorcs de consnmo como para los de prodncci6n . « El dia do Ia revolnci6n-dicen los porta voz de Ia masa obrc1 n- nos apoderaremos do toda Ia riqneza, de todos los Yalorcs amontonados en la-s ciudndes y los pondremos a dispos:ei6n de todos.-Cada nno podnl. coger lo que tenga neccsidad de los g-raneros de uncstrns cindnrfes, y e tad !"egn· ros que no fn1tara hac;ta que Ia prodncci6n libra emprenda :>u nueva mnrcha. En !as tiendas de nu~'stra.s rindndes hay trajes para vestir a todos los qne careceo de olios y basta objetos de lujo pnra cl que los desec." He a~ni como, a juzg>tr por lo qno so dice en las rennioncs, .comprcndo el p·wblo la n e,·olncioa: lutroclucci6u ium diata del cornunic;mo annrqui. ta y libre organizacion de Ia p1·odncci6n. Estahlecido, lanzati.a para mejor engai\ar al pueblo, y de so[i.-mas minw·i osamcute elabot·ados por desencauzar el jnicio popular. Ast cs que tencmos que hacer un enorme trabnjo prcJimi· n:n para poder luego adelantar con scgnridad. Entre los muchos prejuicios hay uuo sobre todo ~uc merece especial ateuci6u, porque no :6lo es la ba e de to· ~a !a. ~nstitucioues modet·uas, sino porque ha llamos su mtluencw. en casi totlas las doctrinas , ociales su tentada por lo:\ reforruadorcs; este prejuicio consiste en dcpJstta r I
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ton a nncstra fe y nucst ra cspcranzas en un gooier no ''e· presenla!Lvo, en nn gobierno p1'ocurarlor. . Hacia fin del siglo XVIII, el pueblo frances destnua la monarquia, y el ultimo de los reyes absolutos espiaba en el cadalso todos sus cl'imenes y los de sus predecesores. Parecia en esta epoca, que todo lo que la rovoluci6u hizo de bueuo, de grande y de durable, fue obra de Ia iniciativa y euergia de los individuos 6 los grupos, Y_ que gracias a la desorganizaci6n y debilidad del gobter_no central, parecia, repetimos, que el pueblo no estaba dtspue to a some terse al grupo de uu_ nuevo poder, basndo en los mismos principios que el anttguo, y tanto m:is fue~ te cuanto meuos corrompido por los vicios del pode~· ~~rt vado. Lejos de esto, bajo la influencia de los prc~lllc~os gubemamentales y dejuudose engaiiar por ~as apanenctas de libertad y de bienestat· que daban, segun enton_ces se decia, las constituciones d(} Inglaterra Y Amcnca,_ el pueblo frances se pago tambien el lujo de una coustttucion y luego de otras eonstit1tcioues,. con_ tauta frecueucia carubia.das, qne va t·iaron hasta elwfimto c~ l~s .detalles, pero qne todas s~ basarou en ~l mismo ~n_uct.pt~: cc~ ITobieruo represcntatt,·o. Monarqut