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PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA COMUNIDAD DE MADRID EN EL FORO ABC (Madrid, 20 de mayo de 2013)
Señoras y señores: Agradezco su invitación a participar en este prestigioso foro que organiza el diario ABC, el más antiguo de los diarios nacionales y uno de los periódicos de referencia del periodismo europeo, en colaboración con una de las mayores y más prestigiosas empresas de servicios profesionales del mundo, como Deloitte.
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Es también un placer acompañarles esta tarde porque me permite compartir con ustedes algunas reflexiones sobre la realidad social, económica y política de nuestro país y sobre el futuro de Madrid.
España, como saben todos ustedes, se encuentra inmersa en una profunda transformación para salir de una crisis que en nuestro país no era solo económica, sino que se agravaba porque durante 8 largos años no hicimos ni una sola de las reformas estructurales que España necesitaba para seguir siendo un país competitivo. 2
Aunque las noticias se suceden con tanta celeridad que nos hace olvidar lo que sucedió hace escasos días, hay que recordar que, hace prácticamente un año, España no tenía ni crédito ni credibilidad,
nuestra
economía
se
situaba al borde del crack y estábamos, literalmente, a punto del rescate y de la intervención de la Unión Europea.
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Hoy, después de un esfuerzo sin precedentes, el Gobierno de la Nación ha puesto en marcha en poco más de un año reformas que debíamos haber hecho en dos legislaturas, y España ha puesto las bases para volver a ser un país
competitivo,
una
economía
productiva y una nación creíble.
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El prestigio se pierde en muy poco tiempo, pero recuperarlo cuesta mucho. Hoy estamos recuperando ese prestigio y volvemos a ser un país en el que se puede confiar porque cumple lo que dice. Y esa base de confianza era fundamental para empezar a construir porque, sin confianza el inversor no invierte, y el consumidor no consume, la economía no crece, y no se crea empleo y prosperidad.
Durante algún tiempo, los españoles se acostumbraron a oír de su Gobierno datos y mensajes que anunciaban la inminente salida de la crisis. 5
Fantasear con las cifras, escudriñar el nacimiento de ficticios brotes verdes o levantar falsas
esperanzas solo
consiguió aumentar la desconfianza. Desconfianza
interna
hacia
el
Gobierno, y desconfianza externa hacia España.
España hace año y medio no tenía ni gobierno ni futuro. Hoy tenemos un camino que recorrer y sabemos que podemos recorrerlo.
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Un camino, no nos engañemos, que todavía se hará largo y que está lleno de obstáculos. Pero un camino que sabemos
puede
llevarnos
a
la
recuperación.
Es necesario que interpretemos la realidad con los datos objetivos, pero también es necesario que expliquemos la realidad por dura que todavía sea. Debemos ser sabedores de nuestras cada vez mayores fortalezas, pero también debemos ser conscientes de nuestras aún muchas debilidades.
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Y,
sobre
todo,
tenemos
que
explicarlas cada día. Los ciudadanos tienen
que
saber
qué
estamos
haciendo, y por qué y para qué lo estamos haciendo. Solo así podremos pedirles la comprensión que, sin duda, una
gran
mayoría
está
teniendo
durante esta larga crisis.
La crisis ni ha pasado, ni pasara en unos meses y eso seguirá afectando a nuestro
crecimiento.
Esta
es
la
situación general del país, y Madrid no está al
margen de esa situación
general.
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La crisis que padecemos no puede de ningún modo sernos ajena, pero es cierto que el Gobierno de la Comunidad de Madrid comenzó a hacer reformas cuando nadie lo hacía, y eso nos ha permitido aguantar mejor los envites de esa crisis.
En Madrid aplicamos a nuestra acción de gobierno unos principios políticos
claros.
La
receta
no
es
original. Son los mismos principios que son seña de identidad del Partido Popular y que nos han hecho el proyecto político más respaldado por los ciudadanos. 9
La reducción del gasto público superfluo, el equilibrio presupuestario, la bajada de impuestos, la liberalización de la economía, la eliminación de trabas burocráticas, la sostenibilidad de los servicios públicos de calidad y el compromiso con una administración austera, reducida y eficaz son los principios en que se fundamenta el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
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Son principios que no aplicamos por una cuestión dogmática; sino, muy al contrario, por un realismo pragmático. En Madrid no hay dogmas en que basar una política. En Madrid hay resultados con que sustentarla.
Madrid es la región que presenta los mejores datos económicos de España. Y eso no es fruto de la casualidad o producto
eventual
circunstancias.
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de
las
Madrid presenta esos datos porque aplica
una
política
que
genera
confianza a empresas e inversores, que nos ven como una región abierta, una sociedad dinámica, una economía competitiva y un gobierno con las cuentas equilibradas que fomenta la libertad, la creatividad y la actividad empresarial.
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Los últimos datos conocidos sobre la evolución del PIB, indican que Madrid crece 1,2 puntos más que la media nacional. 1 de cada 5 euros del PIB de España se genera en la Comunidad de Madrid, y nuestro PIB per cápita es un 26% mayor que el total español.
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Madrid es también la región donde se crean más empresas. Así fue el año pasado y en el primer trimestre de este año esa tendencia se ha incrementado. En Marzo se habían creado en Madrid 5.463 empresas, 300 más que en el mismo periodo del año anterior, lo que supone un incremento del 6%.
Si en el inicio de la crisis, en Madrid se creaban el 18% de las empresas que se constituían en España, ahora ese porcentaje ha ascendido más de 3 puntos, hasta el 21,5%.
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Es decir, 1 de cada 4 empresas que se crean en España, lo hace en la Comunidad de Madrid, con un capital suscrito que representa prácticamente la mitad del total nacional.
Hemos
aumentado
nuestra
capacidad de exportación. Somos la Comunidad
Autónoma
líder
en
exportaciones de alta tecnología. Y si al comienzo de la crisis las empresas madrileñas suponían el 35% de las compañías españolas que invertían en el exterior, hoy ese porcentaje alcanza el 50%.
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Nuestra tasa de actividad es del 64%, la más alta de toda España, y tenemos una tasa de paro 7 puntos inferior a la media nacional, cuando al inicio de la crisis era de solo 2 puntos.
Entonces Madrid representaba el 15% de los todos los cotizantes a la Seguridad Social en España. Hoy ese porcentaje ha crecido hasta el 16,5%
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Además, Madrid es la Comunidad Autónoma que recoge la inmensa mayoría
de
las
inversiones
que
proceden del exterior. Hace tan solo 5 años Madrid recibía el 50% del total de las inversiones que llegaban a nuestro país. En estos momentos, Madrid recibe casi el 70% de toda la inversión extranjera que llega a España,
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Somos la región que más solvencia genera en los mercados, lo que nos ha permitido
colocar
endeudamiento
necesario
todo del
el año,
3.415 millones de euros, logrando, además, ahorrar 51 millones de euros en intereses de la deuda
En 2012, Madrid ha cumplido su objetivo de déficit mejorando en casi cuatro décimas el fijado por el Estado y situándolo en el 1,13%. Somos la región que mejor ha cumplido, con un 1% de déficit medio desde que se inició la crisis, cuando la media regional está en el 2,4%. 18
Y es que cumplir con el objetivo de déficit es para Madrid un compromiso firme porque sabemos que es un objetivo de España como país, que otorga credibilidad y confianza.
El Gobierno de la Nación sabe que cuenta con nuestra colaboración para cumplir este objetivo, que es de todos. Pero creemos que la mejor forma de cumplirlo
es
que
todas
las
Comunidades Autónomas tengan el mismo objetivo.
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El objetivo
de deficit para las
Comunidades Autónomas en 2013 se ha fijado en el 1,2%. Y ese objetivo común debe ser igual para todas. Pues lo contrario, hará difícil no entender que se beneficia a unas CCAA con respecto a otras, y, lo que es peor, a las incumplidoras respecto a las que no lo han sido. Y el mensaje que puede malinterpretarse es que no es tan necesario ajustarse al objetivo de déficit en menos plazo.
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Más modelo
aún, de
cuando
tenemos
financiación
un
claramente
perjudicial para Madrid, al ser la única región que pierde ingresos en su financiación, 1.000 millones de €, pese a ser la CCAA con mayor capacidad fiscal, y la que más aporta a la solidaridad con las demás, el 73% de dicho fondo, y recibir la financiación per cápita más baja, después de Valencia.
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Por estas razones, no compartimos los déficits a la carta. Lo que no es óbice
para
que
entendamos
la
necesidad de hacer frente a situaciones especialmente complejas, que exijan medidas excepcionales este año para paliar las mismas, pero claramente justificadas y explicadas, no a costa del 1,2%
de
objetivo
para
cada
Comunidad, sin perjudicar a las que cumplen frente a aquéllas que no lo hacen, y, por supuesto, con lealtad al proyecto común de España.
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Es
decir,
financiación soberanía
no por
o
cambiar
más
independencia,
agravios
inexistentes,
porque ello, además de no resolver el problema económico, no tiene cabida en nuestra Constitución, aunque no hubiera crisis.
Por tanto, generosidad, sí, pero después de haber demostrado que se han realizado todos los esfuerzos posibles para cumplir y, por supuesto, con lealtad al proyecto común.
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Los madrileños han realizado esos esfuerzos
para
cumplir
sus
compromisos, y fruto de ello es que hoy Madrid, no solo cumple su objetivo de déficit, sino que tiene el menor nivel de deuda pública de toda España: 6,5 puntos por debajo de la media nacional y es la única Comunidad que baja del 10%.
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Para
hacerse
economías
una
idea
comparables,
entre nuestra
deuda pública es tres veces menor a la de
Cataluña,
que
tiene
un
peso
económico similar al de Madrid, pero que, recibe 4.300 millones más del sistema de financiación autonómica que nosotros, con un Presupuesto de casi el doble: 34.000 millones de €, frente a 18.000 de la Comunidad de Madrid.
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Y no se trata de plantear agravios, o impedir o dificultar que se adopten con Cataluña las medidas que procedan para que España salga cuanto antes de la crisis.
Se trata de que no se utilicen discursos que la realidad de los datos refutan de manera clara y contundente. Y, sobre todo, que no se perjudique más a los madrileños.
Y estoy seguro de que el Gobierno de España es sensible a todo esto.
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Y es que Madrid está castigada por un sistema de financiación que fue aprobado por el anterior gobierno socialista satisfaciendo los intereses del tripartito catalán y del partido socialista andaluz para beneficiar a los dos grandes graneros de votos de José Luis Rodríguez Zapatero.
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Con los últimos datos, el Estado recaudó en Madrid 66.090 millones de euros, de los que recibimos 11.474, apenas el 17%. Cataluña recaudó 27.149 millones y recibió 15.777, el 58%. Andalucía recaudó 8.861 millones y recibió 15.967, el 184%.
Esto es, Cataluña recibió tres veces y media más que Madrid, recaudando 4 veces menos. Y Andalucía recibió todavía más, con una recaudación 7,5 veces inferior.
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Somos la única región, junto a Baleares, que ve disminuidos sus ingresos con este sistema en 2013.
Como he dicho, solo este año, Madrid pierde más de 1.000 millones de euros, pese a que somos la Comunidad
líder
en
crecimiento
económico y creación de riqueza.
Un sistema injusto que hace que Madrid sea la que menos ingresos recibe en función del PIB, solo un 6%, mientras el resto recibe casi 3 puntos más, lo que obliga a los madrileños a hacer un ajuste 3 puntos mayor. 29
Por eso es necesario y urgente, que modifiquemos el vigente sistema de financiación
autonómica
y
que
aprobemos un nuevo modelo, como se acordó en la última Conferencia de Presidentes, para que entre en vigor el 1 de enero de 2014, tal y como marca la Ley, para que se corrija cuanto antes esta situación.
Y esta reivindicación no la hacemos desde el victimismo, ni desde visiones identitarias. Ni, mucho menos, desde el egoísmo con el resto de España.
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Todo lo contrario, porque Madrid sigue siendo la región que más aporta a la solidaridad con el resto de comunidades españolas.
Los madrileños, con su capacidad fiscal, generan recursos suficientes para
mantener
unos
excelentes
servicios públicos de gran calidad, y para seguir haciendo de Madrid una región próspera, con un sistema fiscal incentivador.
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Y no es justo que no los reciban por culpa de un modelo de financiación impuesto políticamente y claramente perjudicial para ellos.
El 73% del Fondo de Garantía de Servicios
Esenciales
(Fondo
de
Solidaridad), lo pone Madrid. Y lo hacemos orgullosos de contribuir al desarrollo del resto de regiones y lo vamos
a
seguir
haciendo
porque
creemos que cuanto mejor le vaya al resto de España, mejor le irá a Madrid. Pero también, porque cuanto mejor le vaya a Madrid, mejor le irá al resto de España. 32
Nuestro
compromiso
con
la
solidaridad entre todos los españoles es firme, pero no a costa de la capacidad fiscal de los madrileños, ni a costa de aumentarles los impuestos.
Madrid es hoy la región con menor presión fiscal de España y eso ha significado que las familias y las empresas tengan más recursos.
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Desde el año 2003, los madrileños se han ahorrado 21.500 millones de euros. Este año 2013, un año muy duro de crisis, cada madrileño dispondrá de 700 euros más para consumir, ahorrar o invertir generando riqueza y empleo.
Tenemos la tarifa del IRPF más baja de todas las regiones, gracias a la cual los madrileños ahorraran este año 360 millones de euros. O lo que es lo mismo, 120 euros por contribuyente.
Y siendo la región con menor presión fiscal, somos la región que más recauda. 34
A
través
del
impuesto
de
sucesiones, que está bonificado al 99%, recaudamos más ahora que en 2004,
el
año
anterior
a
la
desfiscalización.
Y por IRPF, en 2013 está previsto recaudar 8.000 millones de euros. Cataluña con 4 puntos más de tarifa y un millón de habitantes más va a recaudar
700
millones
menos.
Y
Andalucía, con un millón y medio más de habitantes y 4 puntos más de tarifa va a recaudar la mitad que nosotros. 35
Por tanto, nuestra política fiscal no nace de un dogma, sino de un principio, que es el de creer que el dinero está mejor en el bolsillo de los ciudadanos. Un principio que además, tal y como se ha demostrado, permite recaudar
más
porque
estimula
la
actividad económica.
Y es que los ciudadanos, con su iniciativa, protagonistas
son
los del
verdaderos crecimiento
económico y de la creación de empleo.
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Las reformas impulsadas por el Gobierno de España están sentando las bases para la recuperación, que ya parece
atisbarse
en
las
cifras
macroeconómicas y en la financiación de
grandes
empresas
y
de
las
Administraciones Públicas.
Sin embargo, es esencial que las familias y las empresas consuman, inviertan y reactiven la economía para crear
empleo,
pero
para
eso
es
necesario que tengan cuanto antes acceso al crédito.
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Es fundamental y urgente que los canales de distribución de crédito empiecen a prestar dinero. Ahora el 70% de la financiación va a las administraciones públicas y el 20% a las familias.
El crédito a las administraciones ha crecido en un 19% y ha bajado un 8% en el sector privado.
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Es necesario poner en marcha líneas de financiación para pymes y autónomos, como estamos intentando hacer en Madrid, porque son los que representan
el
90%
del
tejido
empresarial del país.
Sólo así podremos reactivar la economía y enfrentarnos con éxito a la tarea
más
urgente
que
afrontar, que es crear empleo.
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debemos
Las cifras de paro son dramáticas y detrás
de
ellas
hay
personas
angustiadas, que sufren lo peor de esta crisis
y
que
deben
ser
nuestra
prioridad.
Con este objetivo, hemos aprobado el Primer Plan de Empleo en Madrid con apoyo de sindicatos y empresarios, e
impulsamos
proyectos
como
Eurovegas, Canalejas o el de Leganés Tecnológico, que generarán riqueza y crearan miles de puestos de trabajo.
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Es necesario, también que sigamos haciendo reformas que aseguren la prestación
de
nuestros
servicios
públicos.
En las dos últimas legislaturas, el Gobierno de España no abordó las reformas necesarias para asegurar la prestación de los servicios públicos, y adaptar su mantenimiento a la realidad de nuestra capacidad económica actual y futura.
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No solo no lo hizo, sino que, muy al contrario, se dedicó a introducir cada vez mayor número de prestaciones sin prever su financiación, confiando, como es propio de la izquierda actual, que el dinero público es un maná que cae del cielo de manera inagotable.
Es
en
momentos
de
bonanza
cuando hay que hacer las inversiones precisas para modernizar los servicios. Pero es en momentos de crisis donde hay que saber hacerlos sostenibles.
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En
Madrid
hemos
realizado
la
política de inversiones públicas más ambiciosa de España, modernizando los cuatro servicios esenciales de nuestra sociedad del bienestar.
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En los últimos años, Madrid ha conseguido tener la mayor red de recursos de dependencia de toda España. Hemos construido 12 nuevos hospitales públicos y 76 nuevos centros de salud. Hemos puesto en marcha más de 400 nuevos centros educativos. Y, gracias a la mayor inversión en infraestructuras
del
transporte,
hoy
Madrid tiene la segunda red de de Metro de Europa y la tercera del mundo en estaciones y kilómetros.
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Ahora toca hacerlas sostenibles, y para eso es necesario reformar un modelo que está obsoleto.
España
no
puede
seguir
aferrándose al Estado del Bienestar, tal y como teníamos hace 30 años.
Los países que inventaron ese Estado del Bienestar han reformado por
completo
sus
sistemas
de
Educación, Sanidad y de Servicios Sociales para hacerlos viables.
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Somos
de
los
pocos
países
europeos que no ha modificado su sistema educativo, empecinados en un modelo que sistemáticamente nos hace ocupar los peores puestos de Europa en resultados escolares.
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Necesitamos
un
sistema
que
fomente la calidad, que permita la libertad de elección de los padres, que premie el esfuerzo de los estudiantes, que respalde la autoridad de los profesores
y
que
refuerce
los
elementos de cohesión y vertebración nacional. Y sobre todo que enseñe los conocimientos
precisos
para
que
nuestros alumnos puedan competir en un mundo globalizado.
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Así se han reformado los sistemas del Reino Unido o de Francia para lograr que sean eficaces y viables. Y sus resultados son mucho mejores que los nuestros.
También la Sanidad de Suecia, Holanda o Alemania fue reformada totalmente. Mantienen la obligatoriedad y la universalidad, pero el modelo es distinto, ágil y, sobre todo, sostenible.
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Hasta
los
países
paradigma
para
europeos
de
intervencionista,
los
nórdicos, socialistas
modelo han
realizado
social una
profunda reforma en el modo de prestar sus servicios sociales, dando entrada a la sociedad civil con un sistema mucho más abierto y, a la vez, mucho más eficaz.
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Simplemente, descubrieron que no podían
seguir
Comprobaron
como que,
o
estaban. buscaban
fórmulas que les permitieran financiar los servicios públicos, o éstos estarían condenados
a
no
prestarse.
Y
concluyeron que, una vez realizadas por
la
Administración
las
grandes
inversiones en servicios públicos, la gestión y el sostenimiento de estos pasaba por involucrar a la sociedad civil.
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Si queremos mantener la sociedad del
bienestar
que
disfrutamos,
es
necesario reformar el estado protector sobredimensionado,
caduco
e
ineficiente que tenemos.
Debemos aprovechar al máximo los recursos de los que dispone nuestra sociedad. De todos los recursos, sean públicos
o
privados,
para
no
desperdiciar ni un solo euro, ni un solo talento y ni un solo ingenio de los que dispongamos
para
ofrecer
unos
servicios públicos de máxima calidad y que sean sostenibles en el tiempo.
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Y, para eso, también es necesario profundizar
en
la
reforma
de
la
administración buscando la eficiencia. Logrando de verdad el principio de “Una administración, una competencia”.
No es necesario plantear drásticos cambios en nuestro Modelo de Estado, sino
definir
claramente
el
marco
competencial de ese modelo y dotar cada competencia de la financiación suficiente para prestar los servicios con claridad y eficacia.
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Definamos pues las competencias. Veamos quién las puede prestar de manera más eficiente. Apliquemos el principio de "Una Administración, una Competencia".
Dotémosla
de
los
recursos suficientes para prestarla, y concluyamos así, un modelo racional y sostenible.
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Conseguiríamos así, además, tener en
España
un
mercado
único
y
terminar con las absurdas barreras erigidas por algunas administraciones que lo han segmentado contra el interés general, afectando gravemente a nuestra competitividad. Otros países de nuestro entorno, como Alemania, así lo hicieron hace años.
Todos necesarios.
estos Y
cambios
debemos
son
llevarlos
adelante en España con el mismo convencimiento con el que en Madrid estamos aplicando nuestro proyecto de reformas. 54
Porque
en
Madrid
llevamos
adelante un proyecto político reformista y liberal para hacer de nuestra región un
espacio
de
prosperidad,
una
economía competitiva y una sociedad moderna y abierta.
Un
proyecto
que
plantea
la
renovación necesaria para mantener nuestro crecimiento económico y poder seguir
prestando
así
nuestros
extraordinarios servicios públicos.
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Un proyecto liberal que agrupa a la inmensa
mayoría
de
la
sociedad
madrileña centrada y moderada, que ve con preocupación como el resto de partidos se sitúa en el inmovilismo y en posiciones cada vez más extremistas.
Un proyecto que aglutina la voluntad y el anhelo de la mayoría de los madrileños para hacer de nuestra región la más dinámica de Europa en la próxima década.
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Un proyecto político de futuro y con futuro que está exclusivamente al servicio de los ciudadanos, de Madrid y de España.
Muchas gracias.
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