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"Panico" (*) Exposición Realizada El 4 De Octubre De 1999 En El Seminario De Isidoro Vegh: .sentimiento, Pasión Y Afecto En La Transferencia".clase Nº

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"Panico" (*) Exposición Realizada El 4 De Octubre De 1999 En El Seminario De Isidoro Vegh: .sentimiento, Pasión Y Afecto En La Transferencia".clase Nº4 - 1-10-99

Víctor Iunger

I. Vegh: Bueno, seguimos entonces con nuestro seminario en el que la vez anterior, a partir del texto que nos pareció oportuno para avanzar en lo que, tratando de darle cierto humor llamamos nuestro omelette, tomamos como eje el texto de Descartes, Las pasiones del alma. Habíamos intentado en la reunión anterior plantear la relación entre afecto y pasión. Habíamos señalado que, si bien la pasión podía ser una modalidad del afecto, no siempre el afecto se iguala a la pasión. Habíamos dado una definición dónde habíamos dicho que la pasión podíamos proponerla como la persistencia coagulada del afecto, cuando el afecto hace de un objeto su destino. Nos referimos al objeto de amor, al objeto de odio, tomando lo que Lacan señalaba como las tres pasiones del amor, del odio y nos queda una tercera -que ya veremos- que es la pasión de la ignorancia. El objeto de amor o el objeto de odio como el otro que quiere o que rechaza mi existencia. Habíamos dicho también que en la pasión del amor o del odio el destino hace signo y planteamos algunas diferencias respecto de quien ya consideramos nuestro amigo, René Descartes, donde distinguimos, y no es sólo un omelette, bueno, en el caso de Descartes no podemos decir un omelette, él no se postulaba en la tradición del psicoanálisis, él lo decía desde su propia reflexión y había una lógica que habíamos valorado incluso respecto de las propuestas anteriores, la aristotélica, la platónica, la de San Agustín, Santo Tomás, etc. Pero habíamos dicho que en Descartes se daba una cierta igualación que podemos encontrar en autores modernos, por ejemplo hay un texto que se los recomiendo acerca de la pasión, que es de este filósofo español Frías, donde uno observa que hay esta misma igualación entre la pasión, lo que nosotros llamaríamos la compulsión como la persistencia de la pulsión o de las distintas pulsiones y lo que nosotros ya más específicamente nombramos como deseo. Es decir, hay momentos en que tiende a igualarse con el término de pasión cosas que estamos justamente intentando, desde nuestro campo, desde nuestra disciplina diferenciar. Incluso lo planteamos también en relación a lo que se suele llamar un rasgo de carácter por ejemplo. Bueno, son distinciones que intentamos la vez anterior pero donde esencialmente pusimos el acento en el concepto de pasión y habíamos dicho que el cuento borgeano de Ema Suns podíamos leerlo como un relato donde

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la esencia de ese relato es mostrarnos lo que podemos llamar la pasión del odio. Habíamos distinguido que, cuando decimos odio no tiene siempre el mismo valor, que había un odio que partía desde el Otro y se dirigía al sujeto pudiendo llegar a producir en un extremo una función aniquilante para el sujeto. Que había en cambio otro odio que es importante para nosotros como analistas reconocer y valorar, que es el odio que Lacan llama de la enamoración (hainemoration) Es el odio que, bien enlazado al amor, es un odio propiciatorio, y que parte ya no desde el gran Otro como una mirada de desprecio dirigida al sujeto, por ejemplo, sino que parte desde el sujeto en un intento por lograr esa incompletud del Otro que fantasmáticamente se le aparece con la consistencia del ser. Bien, la vez anterior, cuando terminaba la reunión, después de haber conversado ampliamente sobre esta cuestión de la pasión les dije que hoy íbamos a hablar exactamente de lo contrario. Entonces, claro, como no dije más nada... me encanta siempre lo que tiene que ver con este goce perverso del suspenso... empezaron a intentar adivinar. Algunos dijeron del aburrimiento, bueh, dijeron varias cosas. Ahora llegó el momento de bajar la baraja. Como solemos hacerlo en este seminario cada año suelo invitar a alguien que, o bien me acercó un texto, de quien tuve la oportunidad de leer o de escuchar un texto que puede ayudarnos, y lo digo así con esta humildad, puede ayudarnos en nuestra reflexión. El intento que dentro de nuestras posibilidades realizamos cada año, es avanzar hasta allí donde, por lo menos para nuestra posibilidad, para nuestra lectura, implica situarnos en algunos de los lugares que son el horizonte de nuestra disciplina. Es mi manera de entender mi deuda con el psicoanálisis, una deuda que, por otro lado, en la medida en que me dispongo a saldarla, suele serme muy enriquecedora, quiero decir, me enfrenta con mis dificultades y, en general, cuando termino un seminario, no sé si les pasará a ustedes, yo suelo aprender mucho, es decir, no sólo por lo que pude haber leído, estudiado, sino también porque encuentro los lugares de mi propio omelette. Bueno, entonces como es una tarea que discurre o intenta discurrir en ese horizonte me encuentro también con dificultades, no es sencillo y acepto de sumo agrado cada vez que un texto descubro que, formulado por algún colega, puede realmente ayudarnos. Me sucedió en la última reunión lacanoamericana, escuchando un texto de alguien que hoy está aquí, que es además un amigo y que es Víctor Iunger a quien le pedí que expusiera ante ustedes lo que esencialmente él expuso en esa reunión y me dispongo con ustedes a escucharlo. Vamos a ver si están de acuerdo conmigo que hoy vamos a escuchar algo que podría situarse como las antípodas de la pasión. Víctor Iunger: Isidoro Vegh me pidió que les hable del tema que del trabajo que presenté yo había hablado en el Lacano, es un tema que tiene prensa hoy en día, el pánico. Les digo cómo llegué yo a este asunto. Una vez fui a Rosario a dar una charla sobre la angustia y después de hacer la exposición y plantear cosas respecto del tema de la angustia -cosas que a mí me interesan y venía pensando- alguien me pregunta, una pregunta no inesperableada pero sí}ii sorprendente, me dice: " ¿Y vos qué pensas del ataque de pánico?". Y la verdad - Página 2 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

quiero decirles, que a pesar de tener, por aquél entonces, alrededor de 25 años de psicoanalista, nunca había pensado en nada que tuviera que ver con eso. Es decir, nunca había tomado esa categoría para pensar los fenómenos del psicoanálisis y no es que no hubiera tenido una profusa variedad de modalidades de presentación de pacientes, de analizantes, de situaciones clínicas para todos los gustos. NY no me acuerdo que contesté en ese momento, creo que dije que es una modalidad de la angustia, para salir del paso y quedó ahí. Tiempo después se dio una especie de coyuntura:, empezaron a presentarse personas que me venían a ver con determinadas problemáticas, pero que mencionaban un momento donde eran diagnosticados -por lo general por algún médico o por algún psiquiatra- como teniendo los famosos ataques de pánico. Entonces, después de un tiempo de escuchar frente a qué estaba, de ver si era una de estas cosas que a veces se inventan -a veces se inventan cosas en la medicina que muchas veces no tienen sentido- por momentos, llegué a la conclusión que esta cuestión estaba subsumidao bajo las categorías de los correlatos de la angustia, de los fenómenos que Freud situaba ya desde 1890 y pico, dentro del marco de la angustia, y con eso me manejé. Hasta que, dentro del marco de esta experiencia clínica, me vi llevado al límite por algunos casos sumamente dramáticos que tienen, además, una característica que suele ser particular: alguien que padecetiene este fenómeno en el medio de su experiencia cotidiana plantea una demanda brutal, muy exigente y muy difícil de manejar dentro de los parámetros del psicoanálisis. Esto me llevó a prestarle todavía más atención al asunto, y se me fue recortando alguna cosa que me permitió pensar que, a lo mejor, valía la pena tomar esto en cuenta en el psicoanálisis. Y claro, uno enfrenta el problema que suelen planteatener estos temas que vienen del discurso médico y del discurso psiquiátrico, que en general son discursos descontextuados, respecto del fondo del asunto que se trata. Son conjuntos de síntomas, síndromes, cuadros de valor fenoménológico pero que quedan perdidos y llevan a confusión respecto de la estructura de launa lógica que los produce. Efectivamente, Freud había planteado hablado de cosas parecidas desde hace mucho tiempo y el encuadramiento dentro de las neurosis de angustia, de las neurosis actuales es correcto además esto lo retoma., AYo ahora les voy a mencionar los parámetros que fui situando en Freud, pero yo tengo la impresión de que ahí hay algo que está descontextuado por la psiquiatría, está descontextuado por el discurso médico, pero hay algo que nosotros podemos aprender, por lo menos a míi me sirvió, me sirve, así que eso es lo que les voy a contar. - Página 3 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

ÚEs así que, últimamente, nos vemos llamados a intervenir como psicoanalistas frente a esteun fenómeno que desde la medicina y la psiquiatría se nombra genéricamente "ataque de pánico"., Esta denominación esto viene desde los años 80., Aantes, esto quedaba dentro del marco general de los fenómenos de ansiedad o trastornos de ansiedad o trastornos de angustia. Esta circunstancia que tiende a reiterarse con una creciente insistencia, nos ha llevado -como subrayamos antes- a interrogarnos sobre la significación y entidad teórica y clínica que estos fenómenos pueden tener en el campo del psicoanálisis. Para nosotros, al menos para míi, es una pregunta, es una cuestión... no les vengo a traer tesis terminadasles, solo lineaslíneas de pensamiento. Se trata de ver que entidad tiene esto para el psicoanálisis, si tiene sentido plantearseloplanteárselo, porque el sóolo hecho de que algo venga de la psiquiatría todavía no es motivo suficiente para defenestrarlo;, no es motivo, aunque tengamos muchas diferencias con el discurso psiquiátrico., bueno,A decir verdad, hay muchos términos del psicoanálisis que vienen de la psiquiatría, así que yo, en principio no lo defenestro. Entonces, laesta razón de esta insistencia, suficiente para justificar nuestro interés, es potenciada por el hecho de que el fenómeno así llamado, "pánico", presenta, como síntoma, una particularidad que dificulta darnos el tiempo que habitualmente nos damos respecto del síntoma., Ees decir, ahí hay algo que no nos deja tomarnos nuestro tiempo. Se trata de una demanda paradojal la que se plantea frente a este tipo de cuestión. Por un lado, la intensidad del padecimiento y las quejas e insistencias en la descripción del padecimiento caracterizan los relatos que se nos hacen con una urgencia tal, que exige una rápida intervención eficázeficaz. Al mismo tiempo, la habitual necesidad que tenemos de nuestros tiempos, -los tiempos del psicoanálisis para situar la cuestión que se nos presentase ve extremada. esa necesidad., Nnecesitaríamos tiempo, un tiempo que este tipo de fenómenos no nos loofrece. Een nuestra capacidad de escucha y de lectura, nos vemos precisados a de hacer un trabajo que no tiene nada que ver con la atención flotante sino todo lo contrario, dirigirnos así con todos los instrumentos de lectura, con vistas a una eficacia a la que nos vemos convocados de un modo incoercible. No es que podamos dejar librado esto a la "eficacia por añadidura", la situación no lo permite. O lo mandamos a la psiquiatría, al psiquiatra, que notampoco sabe qué hacer, salvo lo que saben hacer con el síntoma, que es acallarlo, calmarlo, cosa que no está mal si eso no lo borra o no le impide hablar, cosa que muchas veces ocurre. Así, nos desentendemos del asunto, colocando, de hecho, fuera de nuestro campo -es decir lo consideramos como inanalizable- o lo abordamos con los instrumentos que el psicoanálisis nos ofrece. Eentonces, mandarlo simplemente al psiquiatra, - Página 4 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

- eso no quiere decir que uno no apele al psiquiatra-, no resuelve la cuestión, y tomarlo en el análisis nos pone frente a una situación que plantea esta paradoja. El elemento central que define este fenómeno es la irrupción en la vida de un sujeto de un episodio de intenso terror no desencadenado por ningún hecho externo., Ees un terror puntual aparentemente sin causa, cuya intensidad traumática, es decir la no causación del asunto y este intensidad traumática, es decir, desborda las posibilidades de -lo que Freud llamaba- el aparato psíquico para manejar la cuestión, desborda la capacidad de tramitación del sujeto y lo deja desvalido, desamparado frente a esto. Ese terror es en principio inmotivado, tanto desde la posición exterior, desde lo que uno ve, o el sujeto ve en su experiencia, como desde el punto de vista de la trama fantasmática que ordena la experiencia habitual del sujeto, es decir, sin causa fenoménicamente ubicable. Casi siempre, eEste fenómeno central, terror traumático e inmotivado en su esencia, -lo que podríamos llamar el pánico propiamente dicho-, no es lo mismo el ataque de pánico, por lo menos en la terminología psiquiátrica, no es lo mismo que el trastorno de pánico, aunque estén muy ligados y lo que creo que podríamos llamar el pánico propiamente dicho. vVa acompañado de un cuadro corporal que nos recuerda los correlatos somáticos de la angustia que desdcribíadescribía Freud desde la década de 1890 en ese famoso trabajo "Sobre la justificación de separar de la neurastenia un determinado síndrome en calidad de las neurosis de angustia...". En ese trabajo, hace una descripción muy muy minuciosa que casi coincide con la descripción que la psiquiatría hace de estos cuadros de pánico, con una pequeña diferencia, que no es nada pequeña, que es justamente el fenómeno del pánico en sí mismo. La tesis es postular la existencia de algo que sería el pánico propiamente dicho como hecho clínico situable fenomenológicamente desde el psicoanálisis y con entidad suficiente para la teoríaiá y la clínica psicoanalíticas. Entonces, casi siempre este fenómeno central del terror traumático, esto es lo que Freud no presenta como fenómeno central ahí, en ese cuadro de las neurosis de angustia. Sin embargo,, el pánico propiamente dicho va acompañado, por lo general, de un cuadro corporal que nos recuerda esa neurosis de angustia; palpitaciones, agitación, disnea, opresión en el pecho, dolores abdominales, etc. Muy frecuentemente también invaden al sujeto, junto a su terror, sensaciones de despersonalización, que ustedes saben que es una alteración de la percepción del yo y de extrañeza de sí mismo, con impresión de estar en un sueño, es una especie de sensación de velo, y de y de desrealización:, hay una perturbación de la sensaciónpercepción del ambiente, eal cual se siente extraño o distante. Por su parte, la Muchas veces se presentan alteraciones de la lucidez de la consciencia consiste, entre otras cosas en que a, el sujeto está como con la conscienciaconciencia atenuada como, cuando uno está medio entredormido, no es una experiencia corriente en neuróticos bien constituídosconstituidos como nosotros, pero ocurren este tipo de fenómenos., Hhay - Página 5 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

alteraciones en la lucidézlucidez de la consciencia y trastornos, en la capacidad de pensar y ende la memoria. De tal modo, a falta de alguna razón para explicarse lo que sucede ,- porque el sujeto no se lo explica, hecho que caracteriza el fenómeno, esta no explicación es característica-, el sujeto potencia su terror con la convicción incoercible de estar padeciendo un ataque cardíaco y/o, una sensación de muerte inminente o de estar volviéndose loco. Este es el tan famoso, y que tanta prensa tiene, ataque de pánico. Esto dura un tiempo determinado, se suele hablar de 15 a 30 minutos aproximadamente, por lo que pude ver es cierto, no es solo un invento del DSM, luego del cual cede dejando al sujeto agotado, perplejo, anonadado, lleno de ansiedad, fatiga, falta de concentración y esta secuela puede durar desde unas horas a varios días. Cuando el ataque se repite, y eso tiende a ocurrir frecuentemente, hasta varias veces por semana, en cualquier lugar, a cualquier hora, inclusive durante el sueño, entonces hay problemas. La consecuencia de esto es que el sujeto sufre un proceso de introversión, recuerdan el concepto de introversión freudiana, el sujeto introvierte su concentración sobre la experiencia vivencial del terror mismo y la sintomatología corporal y psíquica que lo acompaña. También hay que señalar una cosa -, y eso uno lo ha podido observar, incluso retrospectivamente, porque a partir de formularme estas cuestiones,esto yo empecé a revisar mi experiencia y me di cuenta que ya me había encontrado me encontré con estos hechos en otros contextos-, y es que a veces el pánico es lo único que ocurre, lo único que hay es esa sensación de terror inmotivado y excesivo sin todas estas consecuencias secundarias, es decir, sin ni los trastornos corporales ni las alteraciones de la conciencia, Eesto es muy importante porque esto se encuentra en cuadros, frente a los cuales uno diceque , a veces, uno dice ¿qué es esto? Y esto es así porque porque no tiene uncomo soporte una determinada categoría nosológica o clínica,, no es una cosa que sóolo ocurre en tal o cual entidad clínica. Por ejemplo, en las melancolías muchas veces uno encuentra este tipo de fenómenos, por lo cual yo me hice un pequeño ordenamiento, que es decir: quizás el pánico es sea el fenómeno medular, lo que se suele llamar a veces en psiquiatría el síntoma primario y las otras cosas son los síntomas derivados, los síntomas secundarios. Y como veremos, esto es fenomenológico, pero tiene un soporte estructural. Por supuesto, en general, el sujeto trata de reponerse del pánico, trata de incorporar este fenómeno a su trama vivencial cotidiana, pero eso no es fácil, eso queda como una especie de agujero en medio de su experiencia. La psiquiatría suele llamar al ataque propiamente dicho, ataque de pánico o crisis de angustia y al cuadro que se instala en la experiencia del sujeto cuando eso se reitera, que eso es más serio todavía, lo llama trastornos de pánico, desórdendesorden de pánico, desorden de - Página 6 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

angustia. Si alguna felízfeliz circunstancia no interrumpe el circuito que se instala, cosa que no es muy probable, y si no media un tratamiento adecuado, sea lo que sea el tratamiento adecuado, el ataque de pánico se hace trastorno de pánico; tenemos pánico, ataque de pánico, trastorno de pánico y se instala crónicamente en la vida del sujeto tornándola crecientemente penosa y sombría. La inhibición progresiva invade todos los órdenes de la vida, del trabajo y del amor, y, cosa característica, semajantesemejante nivel de sufrimiento torna al sujeto tan sensible a cualquier estímulo de la vida, de modo tal que, cualquier circunstancia inespecífica puede casi caprichosamente volver a desencadenar otro ataque o incrementar una sintomatología concomitante que, como vemos, vamos a ver que es bastante florida. Si el cuadro se mantiene mucho tiempo la cosa se agrava aún más, la desesperanza y el pesimismo, la falta de espectativaexpectativa de mejoría se transforma en una fuente resistencial realmente difícil de vencer. Ustedes piensen: una persona que se va concentrando en esta experiencia y que eso dura un año, dos años, diez años, veinte años, de médico en médico sin saber lo que tiene, tratamientos que fracasan, interpretaciones que no sirven, etc. Entonces, si esto ocurre durante bastante tiempo, la resistencia que se nos presentar para abordar un paciente así, es particularmente dramática. El paciente se encarga, -al mismo tiempo que nos pide patéticamente ayuda-, se encarga de desbaratar una y otra vez cualquier intento de abordar el asunto:, es directamente enfrentarse con una situación que tiene esa especie de resistencia a nuestra intervención como la que hay en el del tipo del delirio (lo cual no quiere decir que lo sea). Nuestra La sensación frente a esto es la de estar remando en la arena. Nos dicen "ayudéameayúdeme, necesito ayuda"mente, ayudame y, al mismo tiempo, no piensan que haya algo que se pueda hacer. Les parece inconcebible que se los pueda ayudar y tratar. Cosa que, en absoluto, es así, lo cual no quiere decir que sea sencillo hacerlo. Por otra parte, si el trastorno de pánico se da con agorafobia, - ustedes saben que la agorafobia es ese temor que tiene que ver con la locomoción por los espacios abiertos, por el desenvolverse en el espacio, (cosa que ocurre en altísima proporción, ocurre casi siempre)-. lLa persona vive con una marcada tendencia al encierro y a la limitación de sus desplazamientos en su vida de relación., Ssi a ello se le suma el sufrimiento físico -y otra cosa que es bastante característica que es la hipocondría, la experiencia hipocondríaca-, se entiende que, con el tiempo, estos pacientes viven con esa desesperanza, ese pesimismo. Se rotulan muchas veces como enfermos graves, retengan esto, se rotulannombran como enfermos graves, y esto lo hemos escuchado varias veces dicho así "enfermos graves". Incluso alguien en algún momento me decía a mi, al consultarme que él en algún momento había tenido una experiencia dentro de lo que son los fenómenos de la psicosis, delirante, y la familia de él decía que era un loco o un genio. A mi me pareció, cuando se lo dije, por lo menos en eso acordó, que él en realidad no se definía ni como loco ni como genio, elEl - Página 7 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

paciente se defineía como gravemente enfermo, gravemente enfermo de algo que, desde el punto de vista de lo que es el discurso de la salud y la enfermedad, no tiene entidad, . Eeso es lo peor más complicado. , Ees un sufrimiento que carece de nominación discursiva razonable, por lo cual, vienen otras nominaciones, también retengan esto. Entonces, está todo el tiempoel paciente vive encerrado, quejándose, apático, malhumorado, irritable, desbaratando todo intento de ayuda que pide desesperadamente y, por supuesto, se produce, en relación a su entorno, una situación particularmente insostenible. Conducta dependiente, no existen trastornos físicos objetivables para la medicina, los estudios médicos dan bien y, por lo tanto, la familia no entiende lo que le ocurre la conducta manipulativa agota a todos los que lo rodean. Por otra parte, el mismo malestar se autoengendra, el sujeto reitera sus ataques como consecuencia de verse mal, se ve mal e incrementa su malestar lo cual le vuelve a provocar su trastorno de pánico o se veverse mal ena la mirada de sus familiares, entorno, psiquiatras, médicos, psicoanalistas, etc. A su vez, el ataque mismo de pánico tiende a autoengendrarse, al producirse el primer ataque, se produce un cuadro de ansiedad y sus correlatos somáticos que son los mismos que los de la angustia basados, en primer lugar, en un cuadro neurovegetativo totalmente típico, característico, como consecuencia de la secreción de adrenanalina (esto me lo enseñaron del discurso médico, yo no soy médico, pero bueno, y es interesante saberlo). Ese cuadro neurovegetativo característico es aquello con lo que el cuerpo suele responder normalmente a situaciones de peligro objetivables mediante las reacciones de huida o de lucha., Ees el cuerpo preparado para la acción, para la respuesta al peligro, para o la huida o una , a una lucha, pero en este caso ¿contra qué?, Eesto es muy importante. Puesero al ocurrir sin motivo, por fuerasin que exista un hecho traumático de la realidad del trauma, de, sin algo frente a lo cual que uno pueda decir "esto es lo que me aterroriza", el sujeto se queda navegando con su sensación en el vacío, no tiene el trazo de la letra fantasmática que le dée una posibilidad de lectura. El paciente construye alguna modalidad de lectura a partir de la poca letra de la que dispone, que es la que le ofrece su cuerpo. Al no haber un motivo para el peligro o el temor, interpreta lo que ocurre a partir de sus síntomas corporales que ya han concentrado su atención, con todo lo que esto implica desde el punto de vista fisiológico, en el sentido de la bajada de los umbrales (del dolor, de las sensaciones corporales), y desde el punto de vista psíiquico, pensable desde el psicoanáaliísis.tico. Ustedes recuerdan que Freud hablaba de una sobrecarga de la atencsión, ustedes imaginen una sobrecarga de la atencsión que es retirada de los objetos, la catexis retirada de los objetos y dirigidao sobre el cuerpo, por lo cual los estímulos que provienen del interior del cuerpo son registrados con particularmente intensidad y, por supuesto, los estímulos que vtienen de su propio aparato psíquico, también. Todo elllo que le exigen lectura. (?) Ttrastorno de la conscienciaconciencia, los fenómenos de - Página 8 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

despersonalización, todos los síntomas corporales que lo hacen pensar en la cuestión cardíaca, la inminencia de la muerte, el estar volviéndose loco, todo eso concentra su atenciónl., Entonces, así es que el paciente lee e interpreta que se está muriendo de un ataque cardíaco o que se está volviendo loco o, en el mejor de los casos, que no sabe lo quée le pasa, pero que es desesperante. Por supuesto muchas veces antes de consultar al psicoanalista se reiteran consultas a médicos con la idea de que se padece una importante enfermedad orgánica y los médicos hacen lo que su discurso les dicta, en este punto erradamente . tienen que hacer, es decir, eEmpiezan a investigar, eso lleva años mucho tiempo porque buscan de todo y , por supuesto, no encuentran nada. Hhasta diría que, clínicamente, el uso del término pánico,, es bastante mejor que eso, a pesar de todo el discurso complicado de la psiquiatría, es mejor que hoy en día hoy en día, haya un nombre para esto. Entonces, efectivamente, no hay ninguna enfermedad orgánica y frente al hecho de que no hay enfermedad orgánica y que la sola psiquiatría no alcanza para reducir el fenómeno, ahí las tesis son alucinanates, todo lo que hay acerca de la química, de la biología, del metabolismo de no sé que, no tomar café porque el café provoca algo, poner en el lugar de la causa todo el correlato somático que ocurre., Llo que pasa es que el discurso médico tampoco tiene de qué agarrarse y pasa lo que tiene que pasar, el contexto cultural ofrece otras cosas y uno ve a personas extremadamente racionalistas recurrir a la magia, a la brujería, i religiosos, a brujos, en un intento por resolver el problema., hasta uno puede encontrar cosas exóticas como ver a un buen judío recurriendo a algún exorcista de umbanda católico por ejemplo. Todo ello trae aparejado una nuevas fuentes que alimentan el terror, aparece el temor a la magia, a los fenómenos sobrenaturales o a la mencionada efermedad"enfermedad orgánica" que, lógicamente, no existe, salvo para oponérsele todo el tiempo al psicoanalista. "¿Para qué me interpreta si en realidad seguramente lo que tengo es una alteración en el metabolismo de no sé qué?", diría algún paciente prototíppicoivo de esta condición.. Entonces, una primera reflexión consiste en advertir que hasta que este término "ataque de pánico" concentrara nuestra atención, los hechos por él descriptos habitualmente, no eran ajenos a nuestra experiencia pero no se recortaban -en particular, quedando inscriptos en el marco general de la angustia y de los fenómenos que la exceden pero se definen en relación a ella-. En segundo lugar, cabe subrayar –como lo hicimos antes- en relación aencon relación con a los correlatos somáticos de la angustia, que la mayor parte de los síntomas que hacen a este fenómeno ya eran definidos por Freud en el contexto de las neurosis actuales y en particular en ese trabajo donde separa la neurosis de angustia de la neurastenia, colocando todo esto del lado de la neurosis de angustia. Es algo muy interesante. porque reReleí ese texto de Freud cuando me puse a trabajar sobre - Página 9 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

esto y me di cuenta que Freud describe todo, incluso este temor a morirse de un ataque cardíaco o a volverse loco, todos los síntomas. , Llo único que no menciona, salvo lateralmente, es el pánico en síi., Nno lo nombra como tal. Sí habla del, una cuestión, salvo cuando habla del pavor nocturno, que es otra del temor nocturno que es una cosa muy restringida como temor, una cosa muy específica. A mimí me parece un hecho clínico destacable: me refiero al "pánico en sí mismo".. Por otra parte, hay, como hecho destacable en el fenómeno de pánico, una Esta desconexión entre la vivencia del pánico dey la trama fantasmática del sujeto. D,desconexión que también encuentra como fenómeno su soporte en el texto de FreudFreud. tiene soporte ya desde ahí en la trama teórica de Freud. Ustedes Rrecuerden que las neurosis actuales, justamente, eran descritas por Freud como neurosis se trataban de neurosis en las cuales había una falta de elaboración psíquica, más especificamenteespecíficamente Freud hablaba de una falta de elaboración psíquica en los síntomas. Incluso FreudFreud, al distinguir los correlatos somáticos de la angustia de lo que eran los fenómenos conversivos, decía que los correlatos somáticos de la angustia no tienen elaboración psíquica, ese corte que Freud marcaba allí, es totalmente pertienentepertinente a esto. Eso sí, insisto, en ese marco Freud no recortaba el fenómeno del pánico del resto de los síntomas. En "Más allá del principio del placer" distingue -en el contexto de su tratamiento de las neurosis traumáticas - el terror (Shreck), del miedo (furcht) y de la angustia (angst) en función de su relación al peligro ahí objetivable. La angustia designa cierto estado de esxpectativa frente al peligro, dice Freud, y una preparación para él aunque se trate de un peligro desconocido. El miedo requiere un objeto determinado en presencia del cual uno lo siente. En cambio, se llama terror, -esto se va aproximando a nuestra cuestión-, al estado en que se cae cuando se corre un peligro sin estar preparado., Destaca el factor de la sorpresa agregando enseguida en la angustia es hay algo que protejeprotege contra el terror y por tanto también contra la neurosis del terror, esto va a ser totalmente aplicado al fenómeno de pánico. Se insinúa aquí la diferencia que hará en "Inhibición, Síntoma y Angustia" entre angustia señal y angustia automática, es decir angustia traumática propiamente dicha, siendo la primera, la angustia señal protectora con respecto a la segunda., Es decir, en términos de Freud, la angustia protege contra el terror -, daríamos un pasito más-, contra esto que venimos llamando pánico. Sin embargo, y acá viene la frutilla del postre, en "Psicología de las masas…" Freud describe eal fenómeno de pánico usando su equivalente alemán panikc. Al , terror, como vimos, éel lo llamaba shreck. A la, angustia angst y aquhí usa panikc en alemán, al hablar de las dos masas artificiales clásicas, es decir, la Iiglesia y el ejército. Dice allí que el pánico se produce cuando la multitud empieza a disgregarse, las órdenes de los jefes dejan de ser obedecidas, cada individuo cuida solo de síi mismo y, rotos los lazos con los otros, surge un miedo - Página 10 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

inmenso e insensato que no puede atribuirse a la magnitud del peligro .sino que Lla esencia de ese pánico, cito a Freud, "...está precisamente en carecer de relación con el peligro que amenaza y se desencadena a veces por causas insignificantes..." o sea no tiene relación proporcional con nada. Se da una doble ruptura., Ppor un lado, se rompe el lazo libidinal con el jefe de la masa o el ideal, retengan eso, y concomitantemente los lazos libidinales entre los integrantes de la masa. Freud mismo señala allí, en "Psicología de las masas…" que "…la palabra pánico no posee una determinación precisa e inequívoca., Aa veces se emplea para designar el miedo colectivo, otras es aplicada al miedo individual, cuando el mismo supera toda medida, y otras, por último, parece reservada a aquellos casos en los que la exploresión del miedo no se encuentra justificada por las circunstancias. " (1) Aquícá encontramos, en FreudFreud, nuestra definición. No está justificado por las circunstancias y la intensidad desborda lo tolerablejustificable. El miedo del individuo puede ser provocado por la magnitud del peligro o por la ruptura de lazos afectivos, localizaciones de la libido, este último caso es el de la angustia neurótica. Freud. Desde nuestra perspectiva actual, está nuestra experiencia, todo lo que venimos pensando y, por supuesto, lo que hemos podido hallar en Freud y en LacanLacan, principalmente., desde nuestra perspectiva Ppodemos pensar que el pánico es la experiencia aterrorizante que resulta de la pérdida repentina de los parámetros simbólicos, pérdida repentina, yo diría sorpresiva, de los parámetros simbólicos que ordenan nuestra experiencia subjetiva., Esta pérdida y que dejan al sujeto en una situación de indefensión que frente a la amenaza con de la desaparición de los soportes de su anclaje en el ser. Amenaza que lo excede y que no puede, en ese contexto, ser tramitada. Cesada la crisis o el ataque, el sujeto intenta el restablecimiento de esos parámentrosparámetros pero se halla anonadado, en mayor o en menor medida, y con una enorme dificultad, diría casi característica, de restablecer la trama fantasmática. El peligro frente al cual se produce el ataque o crisis se encuentra desplazado en el hilo de esa trama. Como dijimos, en función de su sintomatología física o psíquica el sujeto cree que se está muriendo de un ataque cardíaco o que se está volviendo loco, él lee lo que puede y lo que tiene es eso. Si no puede apelar a estas explicaciones no tiene explicación, vive esta experiencia sin ninguna explicación. Por lo tanto, sin parámetros para situarse en las coordenadas que rigen la experiencia cotidiana del hablante. El trabajo analítico demuestra, por lo general, esto hasta ahora para míi ha sido inexorable, la íntima conexión del ataque con lo que parecer ser el verdadero peligro o mejor aún la verdadera situación catastrófica y traumática en la que se encuentra. Lo digo en términos muy sencillos para lo que es nuestra conceptualización habitual, se trata del colapso de la función - Página 11 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

del nombre del padre, no de la verwerfung de su inscripción., eso parece ir y venir en el asunto, sino que Een principio, esa función podría suspenderse y en algún momento, trabajosamente quizás, volver. y Ssuspenderse y volver con respecto a una zona de la experiencia, no a todo, a una zona de la experiencia fantasmática y con el tiempo, si el psicoanálisis lo permite, puede resolverse, y si no es el psicoanálisis, algunas experiencias en el orden de lo que se suelen llamar los tratamientos de alguna clase que permitan restablecer la función de los parámetros en cuestión. Es decir, se trata de los parámetroso simbólicos que oprdenan la experiencia. cosas en lo que son los tratamientos, que permita restablecer la cuestión. La cuestión son los parámetros simbólicos que ordenan la experiencia. Entonces ese colapso que se produce en forma repentina, abrupta, inconscienteconciente e inesperada -en un momento puntual- resulta de la precipitación, en ese momento, del resultado de la degradación progresiva de las figuras que sostienen el "nombre del padre" en la realidad, por lo general del padre mismo, por lo general se trata, en ese momento o retardadamente de la muerte del padre, la muerte material del padre. Por ejemplo, la muerte de un padre amado que viene siendo degradado por una larga enfermedad deteriorante, es un padre degradado, es un padre amado pero al mismo tiempo desvalorizado. Es eln padre que en el momento en que muere realmente ha sido suficientemente defenestrado y al mismo tiempo amado a pesar de esa defenestración por el sujeto. El deterioro económico a veces de ese padre que culmina con una quiebra que lo deja sin su sostén económico y fálico y que puede o no terminar con la muerte efectiva, por lo general es la muerte misma. Fracasos laborales y amorosos del propio sujeto en cuya trama ocupa un lugar central la caída de esa función del nombre del padre, esa función encarnada en figura real que soportasoporte del al nombre del padre. En todos los casos, los desencadenantes -–actuales,, o no- existen, -salvo en espacios fantasmáticos ignorados- o no que guardan proporción con la catástrofe psíquica que acontece. Sin embargo, esa catastrofecatástrofe se halla precedida en los últimos años o quizás históricamente, porde una degradación progresiva de la figura del padre como consecuencia, ya sea de la trama discursiva familiar o de la ambivalencia del sujeto o, por lo general, ambas cosas. Por otra parte, en la historia infantil esa degradación de la figura del padre encuentra un anclaje sostenido en los recuerdos que el paciente evoca en su análisis con todo su valor encubridor y de verdad. Recordemos que el peligro más radical al que se enfrenta, según FreudFreud, es el peligro de la castración, ese peligro excede el propio peligro derivado del carácter traumático de la carga pulsional. Sin embargo, a partir del ordenamiento que Lacan hace de la obra de Freud sabemos que una cosa es la castración imaginaria y otra es la castración simbólica. Justamente, la castración simbólica -como operación instituyente - Página 12 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

sustitutiva del significante fálico fundamental sostenido en los ""nombres del padre"- es lo que permite ordenar, operar en el sostenimiento, en relación aen relación con la falta del Otro de, la castración, a través de la función del significante del Otro barrado y de la inscripción de la función unaria del significante en tanto inscripción del falo simbólico. Esta estructura permite afrontar los peligros de la existencia y ordenar la relación al goce, aún aquella relación que se abre a través de la falta en el Otro en un más allá de la dimensión fálica. Pero también eso ordena toda nuestra experiencia discursiva y esta es la cuestión: ese ordenamiento de la experiencia discursiva. La retórica que sostiene la eficacia del lenguaje no sóolo ordena el sentido de nuestra experiencia discursiva y regula nuestra relación al goce, también y en ese contexto sostiene los parámetros, los ejes de coordenadas que ordenan la fantasmática del sujeto y su realidad., Eel sentido de realidad existe. La realidad es un hecho de nuestra experiencia altamente simbolizado y altamente entramado en parámetros simbólicos. No porque realidad y fantasma sean caras de una misma estofa, eso no quiere decir que no exista la experiencia de la realidad y, efectivamente, cuando uno se vuelve loco pierde esa relación realista a la experiencia. ia realista. Nosotros acostumbramos a recalcar la realidad fantasmática poniendo entre paréntesis la realidad "realística "(?) pero no habría que abusar de eso, es un poco problemático. Eso es un uso operativo de la estructura, en nuestro trabajo analítico, pero cuando uno no tiene la noción de la realidad estamos frente a una situación complicadísima. Más aún, desde este ordenamiento se sostienen hechos y cosas que hacen a lo que sería, "la normalidad psíquica", que en este punto yo querría volver a colocar como una referencia que tenemos que tener porque nosotros no podemos hacer la crítica a la normalidad si no tenemos a la normalidad para criticarla. Entonces, tenemos cosas de esas que el psicoanálisis ha tenido que hacer una crítica muy fuerte pero que si no funcionan estamos en el campo de lo de fuera de discurso. Nexos causales, el orden espacio temporal, la lucidézlucidez de la consciencia, el funcionamiento yoico y conscienteconciente de la memoria, el sentido de las palabras, el diccionario, las funciones del yo, esas cosas que nosotros sabemos que no forman parte de ese autonomismo de la psicología, pero que existen.; Ffunciones tales como la concentración, la atención, el pensamiento, la percepción, el sentido de realidad y los nombres que ordenan el mundo de las cosas, tienen su lugar en la operataoria psíquica y, no por eso dan para postular la autonomía deswl yo. Tampoco se trata, al afirmar el indudable hecho de la no autonomía del yo, que estas funciones no existan. Pporque las cosas tienen nombre, el diccionario funciona y más aún, el nombre de los afectos ocupa en el ordenamiento de la experiencia un lugar fundamental.

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¿Pero cómo pensar esto? Nno se trata de negar el carácter ficcional de la experiencia discursiva, síi se trata de destacar la decisiva insidenciaincidencia de la nominación como una experiencia simbólica fundamental que ordena la consistencia imaginaria desde la instancia simbólica que circunscribe el vacío que hace a la existencia real. Y justamente, la puesta entre paréntesis de estos parámetros es lo que resulta de este colapso de los soportes en la realidad, de las funciones del nombre del padre que se produce en la vida de quienes padecen este tipo de síntomas que la fenomenología describe con el nombre de pánico. Es así que se produce la desconexión entre el universo simbólico del sujeto y su experiencia imaginaria. El sujeto dispone del lenguaje, inclusive de su retórica, pero los nexos causales, los nombres que nominan su experiencia, que constituyen el registro de su experiencia vivida no están a su disposición. Se trata de una doble ruptura, y esto lo encontré en la experiencia pero además lo encontré en el texto de Freud y esto es muy interesante para pensar la teoría de los afectos. Por un lado, repentinamente, el sujeto no dispone de lo que Freud llamaba las representaciones preconscientes que les dan la cualidad a tiñen cualitativamente los afectos y que hacen de ellos una vivencia registrable conscienteconcientemente. Por otro lado, y de un modo más radical, aún, se pierde el registro de la angustia como experiencia psíquica, sólsolo queda de ella, de la experiencia psíquica y de la angustia, el registro de sus correlatos somáticos nominados desde los discursos que, en la debacle que ocurre en esta situación, todavía conservan su eficacia, su prestigio y su valor. Quiero leerles un par de citas de Freud que me sirvieron mucho para pensar esto. Por un lado, ustedes recuerdan, hay una paradoja circunstancia en la historia de en la teoría de los afectos que llevó, como consecuencia indeseada de una crítica razonable e, en una crítica razonable que el lacanismo impuso a la teoría de los afectos, a pensar que los afectos no tenían entidad psíquica.., Uuna especie de extremismo teórico y clínico que es el resultado de la justa crítica que el lacanismo hizo a la teoríaiá psaicoanalíticapsicoanalítica vigente en los tiempos de su surgimiento, que había disuelto la médula de la concepción significante y simbólica del Inconciente de la teoriáteoría freudiana. La teoría de la representación inconciente, como núcleo simbólico elemental de la teoría del inconciente, había sido dejada de lado y se pensaba al inconciente como una especie de depósito afectivo de contenidos pulsionales. A todo ello, se opuso el trabajo de Lacan sobre la palabra, que volvió a colocar en el eje de la teoría del inconciente, la función del significante, como lectura actualizada de la Vvorstellungs-repräesentanz’asentant (representante de la representación freudiano), es decir de la representación inconciente, del culal quedóo un efecto de cierta distorsiónbdistorsión respecto de la teoría de los afectos que quedaron para la teoriáteoría lacaniana corriente, en un lugar epifenoménico. En verdad, no se trata de una cosa ni de la otra. del hecho de que en algún momento se disolvió la teoría de las representaciones como - Página 14 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

teoría fundamental en la teoría del inconsciente y se pensó al inconsciente como una especie de depósito afectivo como representantes pulsionales. Por supuesto vino todo el trabajo sobre la palabra de Lacan y los afectos quedaron en un lugar más o menos epifenoménico. Y ni una cosa ni la otra. Para poner las cosas en su lugar, digamos que, por un lado,Es deci,r, por un lado Freud llamaba al factor cuantitativo, que esra la médula de la pulsión: afecto o, quantum de afecto, y por otro lado , todos sabemos acerca del carácter engañósoengañoso de los afectos. ¿Es que habría que optar entre una cosa y la otra? ¿La verdad de la realidad pulsional, la relación de la verdad con la realidad pulsional o el engaño que también proponen los afectos? Eso es elemental, cuando alguien llora uno puede decir ¿Ppor qué llora?, ¿llora de placer, llora de gusto, llora porque sufre?, Mmuchas veces se desliza de un lado a otro, todo eso es un aspecto engañoso de los afectos, por lo cual, uno no podría hacer una clínica de los afectos así sencillita. No se los puede leer a partir del afecto en sí mismo. Hay aquí una cuestión paradojal. Se los planteo desde Freud Pero cuál es la cuestión de esta paradoja? se los planteo desde Freud. Por un lado Freud decía que el destino del factor cuantitativo, es decir, de lo que éel llamaba el quantum de afecto del representante pulsional cuando se producía la represión, era de tres posibilidades. Por un lado, que el quantum de afecto sea sofocado, unterdrüuckt, decía Freud, que quedarae aplastado sin ninguna manifestación fenoménica o conciente. Segundo, que aflorara directamente a la conscienciaconciencia., ¿Qqué quería decir "directamente"? Ssin ser sostenidos por las representaciones preconscientes de palabra. La tercera posibilidad o sino que es que la canitidad o el quantumma de afecto aparezcan como afectos cualitativamente coloreados por ligarse a la representación preconsciente., y Eesto , en el trabajo de "Lo inconscienteconciente", Freud lo menciona puntualmente diciendo lo siguiente: "...es posible que el desprendimiento de afecto parta directamente del sistema inconscienteconciente en cuyo caso tiene siempre el carácter de la angustia..." Saben que Lacan decía que la angustia es lo que no engaña, pero los afectos síi , son engañosos, pero por otro lado parece que tienen que ver con la carga pulsional, entonces ¿cómo es el asunto? Y aquí Freud ya nos contestaba "...es posible que el desprendimiento de afecto parta directamente del sistema inconscienteconciente en cuyo caso tiene siempre el carácter de la angustia por la cual son trocados todos los afectos reprimidos. Pero con frecuencia la moción pulsional tiene que aguardar hasta encontrar una representación sustitutiva en el interior del sistema conscienteconciente. Después el desarrollo del afecto se hace posible desde este sustituto conscienteconciente cuya naturaleza -(este es el punto-) determina el carácter - Página 15 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

cualitativo del afecto.." (2) O sea, la representación preconscientepreconciente, -el nombre socialmente sostenido para un afecto determinado- es lo que le da cualidad al afecto, sino está en el marco común de la angustia. Por eso en estos sujetos, -yo fui de la experiencia a Freud y no de Freud a la experiencia-. lLo que yo pude ver es lo siguiente: cuando estas personas sufren este tipo de ataques, como el ataque de pánico, este tipo de fenómenos lo primero que se produce es esa debacle, esa catástrofe, sufren esa catástrofe de la que antes hablamos, y lo primero que hacen es desconectar el nombre del afecto, de el afecto, y el afecto va a parar a la bolsa común de la angustia, es decir, el afecto pierde su nombre, por lo tanto su ubicación en el lazo social. Cuando nosotros decimos "amamos", "odiamos", no estamos diciendo meras tonterías imaginarias, estamos nominando en el lazo social una zona de nuestra experiencia, con todo lo engañoso que eso puede seres, pero, también, con uana cierta relación a la cantidad pulsional, que también en los afectos en general, sería el costado no engañoso, es decir, el costado verdadero. Por lo tanto, se trata de una esa relación entre la nominación y el afecto, es fundamental, también desde el punto de vista simbólico. Cuando se pierde esa nominación, la cantidad y el afecto propiamente dicho vana a parar a la bolsa de la angustia. Se pierde la coloración particular de cada afecto, que como diji.mos, está dada por la representación preconciente. Cuando se pierde eso, todo va a parar a la bolsa común de la angustia. Ahora, en estos fenómenos se produce todavía una desconexión mayor, porque a su vez la angustia pierde su condición de estar en la trama de la causalidad psíquica, porque la causalidad psíquica eso, también, es un hecho de alta determinación simbólica. altamente determinado, de alta determinación simbólica. En términos de computación diríamos que registraemos en la pantalla lo que está pasando en el procesamiento del sistema operativo de los programas, los sistemas operativos y los programas andan por su cuenta, y de vez en cuando la pantalla nos dice quée está pasando, ese es el lugar de la consciencia. Entonces, al romperse este segundo orden que es la causalidad psíquica como experiencia, "a míi me pasa esto por tal cosa", que puede una explicación de lo más ser lo más engañosao del mundo pero sin la cual eso no podemos vivir,, entonces el sujeto se queda sin soporte ordenador para su experiencia. y Ees ahí donde esa "atensciión", atención en términos freudianos, ese plus de carga pulsional que opera la función de la consciencia va a cargar parar directamente eal cuerpo y entonces, se produce la lectura con lo poco que le queda de trama discursiva para interpretar, "me estoy muriendo de un ataque cardíaco", "me estoy volviendo loco" (por esas experiencias de despersonalización) o "no tengo explicación" y entonces es el terror absoluto, peor todavía. Es decir, se da una doble desconexión. Uno,a de los nombres de los afectos con respecto al - Página 16 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

afecto. y Ppor lo tanto, el afecto volcandosevolcándose se vulelca en el fondoe común de la en angustia., Dos,,, desconexión de lo psíquico de la angustia, por lo cual, el sujeto ni siquiera dispone del nombre de "angustia" o equivalente de eso para nominar lo que le pasa y, en este puntoah,í va a parar a las lecturas del cuerpo. Los umbrales bajan, el sujeto se aterroriza, eso aumenta, a su vez, los fenómenos somáticos y se instaura entonces una teoría de la experiencia alrededor de estos estímulos corporales y de estas cosas y ese es el problema con el que hay que enfrentarse. Dos consideracionesosas. No es lo mismo un ataque como estos en una estrucutraestructura melancólica que , en una neurosis bien instalada,, no es lo mismo en la histeria que en la neurosis obsesiva., Een los fenómenos melancólicos estas cosas suelen contribuir a la melancolización del sujeto, los terrores (3) son bastantes característicos de la experiencia melancólica y ahí el pánico, en particular, puede muchas veces,general, aparecer solo, no aparecer con los correlatos somáticos. Otra cosa es en la histeria, donde, por un lado, aparecen estos fenómenos, y, por otro lado, aparecen los fenómenos típicos de la agorafobia, de las fobias en general –la agorafobia y las fobias también aparecen en la melancolía- y por otro lado y por otro lado aparece una especie de levantamiento de la represión secundaria brutal sobre zonas de la fantasmática del sujeto. Eentonces de repente aparece el polimorfo perverso que todos fuimos en una época. Por ejemplo,, un paciente aparece diciendo " tengo miedo de ser soy homosexual", "tengo fantasías de tal o culal clase de tipo homosexual, perversas, delictivas ", "no quiero quedarme a solas con el hijito de mi amiga mi sobrinito porque le quiero clavar un cuchillo". , Ppero atención,ojo., Yyo se los digo así, de un modo, quizás un poco ligero, pero se trata de es una experiencia terrible y tienen estos modos de presentación. Pero los modos más típicos son, no exactamente esta debacle del ordenamiento fantasmático, sino eso que hemos descripto al comienzo, que va algo que va mucho más allá en esa experiencia respecto del afecto. El segundootro punto que les quiero comentar decir., y Ppara mi sorpresa, es que por un lado, me encontré con la experiencia del pánico, en los diversos pacientes que analicé, no teniendo esto en la perspectiva. Y Por otro lado, además en ese repasorepasando , también me di cuenta de que la experiencia trandferencialtransferencial sostenida, es una excelente protección contra estas cosashistoriales y cosas., les quiero hacer notar una cosa que, en general, una experiencia transferencial sostenida es una excelente protección contra estas cosas. En término generales, uUno hace la investigación clínica, todo análisis lo es, y se encuentra encontrando con este tipo de fen´nópomenos, como el del pánico, que logra aislar, en la - Página 17 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

experiencia como teniendo determinada entidad nominable, y, a partir de estos hallazgos, revisa su experiencia anterior, no siempre de modo sistemáticoa, y, se encuentra, con que tal o cual hecho o experiencia de determinados sujetos, se pueden leer a partir de esto. En ese contexto, clíó¿inicamente, este fenómeno que hemos situado anteriormente, en relación al colapso del padre es bastante general;, sino totalmente generalizable, al menos en mi casuísttica. A primera vista, podríaái decir que ocurre een todos los casos. Colapso por degradación del soporte de la figura del padre. estas cosas y quizás revisando lo anterior a partir de lo que encontró, en general uno está atento, revisa lo que ya trabajó, escucha cosas porque ya está atento al tema. Entonces clínicamente este fenómeno del colapso del padre es por lo menos general en mi casuística. Eso ocurre en todos los casos. Colapso por degradación del soporte de la figura del padre. Esto siempre lo he encontrado en mi experiencia se dio,. Esta ligazón al padre degradado y/o muerto,, siempre ocurre. Iincluso aparece en sueños años después de que este fenómeno de pánico fue reducido. Por otro lado, la bibliografía me fue propicia en este modo de pensar y de trabajar. y me Eencontré que los lugares donde Freud habla de panick –término que usa en alemán- y que incluso hasta al traductor se le filtró el término y lo tradujo literalmente como pánico. Ssiempre aparece esta cuestión de la degradación y de la muerte del padre y aquí quiero citar nuevamente los lugares donde pude rastrearlo. Por un lado en "Psicología de las masas..." donde Freudel da un ejemplo., Recuerdan vieron que les hablaba de la muerte del jefe y, después da un ejemplo de pánico en una masa religiosa que sería frente al en el cuestionamiento de la realidad de la pasión de Jesucristo, de nuevo este tema del jefe o del padre, en este caso sería del padre por el lado del hijo, pero siempre del padre. En "Psicología de las masas…" cuando él tiene que ejemplificar el asunto dice así: "...La causa típica de la explosión de un pánico es muy análoga a la que nos ofrece Nestroy en su parodia del drama Judith y Holofernes de Hebbel. En esa parodia grita un guerrero "el jefe ha perdido la cabeza" y todos los asirios emprenden la fuga sin que el peligro aumente. Basta la pérdida del jefe, en cualquier sentido, para que surja el pánico..." Eso en "Psicología de las masas…". Y después, fíjense qué interesante, otro lugar donde aparece la computadora me marcó la existencia de la palabra "pánico", Freud está hablando en "El fetichismo" de la cuestión del terror, el temor frente a la pérdida del pene. Ddice "...el niño rehusa a tomar conocimiento del hecho percibido por él, de que la mujer no tiene pene. ‘"Nno, eso no puede ser cierto’ puéspues si la mujer está castrada su propia posesión de un pene corre peligro y contra ello se rebela esa porción de narcisismo con que la previsora naturaleza ha dotado justamente a dicho órgano. En épocas posteriores de su vida el adulto quizás experimente una similar - Página 18 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

sensación de pánico cuando cunda el clamor de que el trono y altar están en peligro..." Es notable como esto que se los sitsitúúo en la bibliografía, uno lo encuentra en la experiencia clínica literalmente así. El pánico, como esta experiencia, les repito la definición: temor traumático, es decir, que excede por su intensidad la capacidad de tramitación del sujeto o de la estructura simbólica del sujeto e inmotivado, es decir, no hay nada que lo justifique en la experiencia objetiva o en la trama fantasmática, ese pánico ocurre cuando se produce esta catástrofe –motivo totalmente inadvertido para la experiencia analítica- a nivel del soporte fundamental que constituye el nombre del padre, es decir el soporte en la realidad de la figura del nombre del padre. Cuando se produce esa catástrofe -y eso ocurre en algún momento en que esto precipita- se produce ese vaciamiento de los soportes simbólicos de nuestra existencia y a partir de allí se producen todos estos tipos de fenómenos. La clínica de esto es una clínica muy artesanal, no es lo mismo cuando esto está en el plano de la melancolización, cuando y bordea la psicosis que cuando uno está frente a una buena neurosis con esta zona de dificultad. ObviamienteObviamente, se trata de una tarea difícil:, cómo lograr la tramitación psicoanalítica sin el establecimiento de las condiciones para la ubicación de los parámetros transferenciales que permiten resolver esta experiencia. Según lo que a míi me pasó en la clínica de el trato de estas cosas, cuando estoy frente a la neurosis a la larga esto se resuelve y a veces este es el hecho que guía todo el primer tramo del análisis. Ocurrió que varioslos pacientes volvieron al análisis a partir de una experiencia de este órdenorden, había dejado el análisis un año, dos añósaños antes y vuelven en el medio de esta experiencia. Y, a veces, esta experiencia se instala en pacientes que por alguna razón tienen una discontinuidad en el soporte transferencial del análisis, es decir que, pareciera ser, que la circunstancia esta experiencia del corte, de la interrupción del soporte real de la transferencia, es central en esta cuestión y tienen buen pronóstico estas cosas cuando hay un mínimo de aparato simbólico en el sujeto. Sóolo hay que decir que hay un grado importante de dificultad, aunque esto no implica la imposibilidad de tratamiento con personas que tienen muchísima dificultad por lo que pude experimentar en personas que, por haber pasado su vida durante diez, o quince o veinte años en el medio de esta experiencia no esperan o no logran confiar en que algo valioso pueda venir de la palabra del otro. Quedan como al borde del lazo social, del lazo discursivo, sin esperanzas, y eso constituye una resistencia de orden mayor que pone a prueba el deseo del analista.. Esto es lo que por ahora les puedo contar respecto de esto. Pregunta: Quería pedirte si podés decir algo más del levantamiento de la represión - Página 19 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

secundaria. V.I.: Ees un hecho que se me presentó en una de estas experiencias, realmente para mi esto es una investigación, para míi este término no tenía entidad suficiente existía hasta hace 5 años atrás y de repente es lo que me permitió ordenar aspectos de mi experiencia con respecto a algunos pacientes. Una de estas pacientes me llama durante las vacaciones de invierno. en pleno febrero, Llogra ubicarme, estando ella en el medio de una crisis situación de esta naturaleza. Ya había llegado a un grado importante de restricción en su vida cotidiana, por ejemplo no podía viajar en colectivo a su trabajo, tenía que ir caminando desde Villa del Parque Belgrano hasta el centro. Una persona que había hecho un análisis con dificultades pero un análisis razonable hasta un momento determinado en que no quizoquiso más. Ya estaba –-según ella-aparentemente más o menos bien, a míi no me pareció mal que se tomara su tiempo. y Me llama en el medio de una catástrofe psíquica de esta naturaleza. Había muerto el padre, tenía una relación extremadamente degradada con la persona que era su maridopareja en ese momento y tenía todo este florido cuadro que les digocuento a ustedes, con una particularidad, no tenía un desarmado muy grande de su vida psíquica, era bastante reciente el asunto y además de ser una persona bastante bien estructurada simbólicamente, es decir, una histeria más o menos normal, tenía fuertes recursos simbólicos. Pero Ccuando retoma el análisis, toma contacto conmigo, hice lo que me aconsejaban las circunstancias en cuanto a marcar un soporte transferencial, llamadas telefónicas, etc.. y Ccuando vuelvoolví a Buenos Aires la veo y con toda la dificultad del caso empieza a hablar y empiezan a aparecer estos fantasmas que yo digo que son fruto del levantamiento de la represión secundaria. EmpizaEmpieza a aparecer, en una mujer chica de cuya femineidad no se puede dudar en absoluto, empiezan a aparecer deseos homosexuales, con todo el terror del caso, aterrorizada, "¿cómo, soy homosexual?" y esto con consecuencias:, no podía sentarse al lado de tal o de cual, o tendía a cortar el vínculo con tal o cual compañera de trabajo porque la asaltaban deseos homosexuales. Estaba en púbicopúblico y tenía incoercibles deseos de levantarse la pollera, una chica bastante linda, o incoercibles deseos –bajo la forma del temor- de hacer pis en público. No se podía quedar con los hijos de sus amigas, sus sobrinitos, sobrinitos a los que amaba, le agarraba esa idea compulsiva de clavarles un cuchillo, y la cosa llegaba a tal punto que no quería quedarse a solas con los chicos, aterrorizada, por supuesto. Llevó no menos de un año de un trabajo analítico minucioso de estabilizar la vida cotidiana, salir de una crisis difícil de soportarimposible., Yya tenía establecida una transferencia conmigo, esto fue muy importante., Tuve que intervenir a veces de un modo taxativo en el sentido de poder situar bajo qué circunstancias esto se incrementaba y producir cosas tales como, decirle que esto no, que no vea a tal persona, que corte tal situación, fue absolutamente necesario para cortar lo que alimentaba estos fenómenos y, efectivamente, una vez avanzado el trabajoa la experiencia analíticoa todo esto fue entrando en un cauce - Página 20 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

discursivo cotidiano, de cierta normalización, posibilitando la entrada en una análisis, en el sentido literal del término. nornalnormal, fuFue un cambio fundamental en la vida de esta chica. El resultado de esto fue un reacomodamiento en lo que podría ser su análisis en un sentido amplio, ese análisis que todos tenemos en la vida, uno, más allá de que lo hagamos con distintos analistas. En otras experiencias me pasaron cosas parecidas, no sé si con esto te contesto cómo se presenta la cuestión. No es habitual que uno tenga un deseo incoercible de hacerse pis en público. Analíticamente anduvo muy bien la cosa pero hubo que operar con otros parámetros que lo puramente interpretativos. Se produce algo que yo diría que es un fenómeno de amplificación, yo creo que es caracterísrticocaracterístico de otros afectos sintomáticos, es característico también de la angustia en general y de la depresión, que es que cuando uno cede al síntoma angustioso o depresivo, uno dice bueno, "si estoy mal, estoy mal", "si no puedo salir, no salgo", "si no puedo trabajar, no trabajo"., Een general, eso no calma la angustia eso lao aumenta. Por lo cual, de un modo transferencialmente sostenido y en una dosificación respecto del esfuerzo que se le exige al sujeto frente a la angustia no hay que ceder., Lla voluntad existe, el asunto es como uno puede ejercer la voluntad acorde a lo que le da el aparato psíquico. No es voluntarismo consciente, es la el vvoluntadrismo que resulta del hecho de que una persona que tiene un acceso a cierto manejo de su relación con la pulsión puede ejercer un cierto corte en la experiencia. Entonces, yo diría, en principio, que frente a la angustia, frente a la fobia, frente a la depresión no hay que cederle al síntoma, acotadamente y en un contexto transferencial bajo transferencia, analítico, primero se corta y después se puede acceder a la interpretación. Esto es una indiclaciónindicación que para míi ha sido de un alto valor clínico. Por supuesto, ah! "Ud. cree que depende de mi voluntad?", y..sí, en buena parte. Pregunta: Estas intervenciones ¿entre que registros las pensás? V.I.: Een los tres registros, por supuesto, no pueden ser intervenciones arbitrarias, no pueden ser hechas sin un soporte legal, sin un soporte simbólico, no dejan de tener un contenido imaginario totalmente lleno de sentido, de imágenes y cosas y operan sobre la pulsionpulsión, operan sobre el goce, por supuesto. Pregunta: Víctor podrías extender un poquito más ¿cómo pensás, no solo fenoménicamente, eso lo explicaste muy bien, sino estructuralmente, el ataque de pánico, el pánico y la angustia? Por momentos vos mencionaste que en Freud se podría encontrar que todo lo que se describe - Página 21 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

actualmente como crisis de pánico, salvo el terror, está situado en la angustia o en las neurosis de angustia. Sin embargo vos decís que retomar esta clasificación de la psiquiatría clínicamente para nosotros psicoanalistas es válido y vos das una definición estructural del pánico en relación al colapso del nombre del padre que es distinta de las que tenemos habitualmente de la angustia, frente al deseo del Otro, la angustia no es sin objeto. Es decir, vos planteas entonces una diferencia estructural entre el pánico y la angustia. V.I.: Creo que si, lo estoy pensando. En ese sentido me viene muy bien la pregunta porque a míi todo esto me va puliendo la conceptualización. Mi primera lectura del asunto fue: esto es angustia en grado extremo. Pero después yo me acrodabaacordaba de cosas en las que Freud insiste un poco lateralmente que es el carácter de corte que tiene la angustia respecto del goce. En verdad, la angustia siempre tiene un carácter protector., Ccuando uno ya logra que la experiencia entre en la angustia, está fenómeno, porque uno logra ponerle un marco discursivo, porque la angustia está en el discurso, está en el marco del discurso. El mismo marco que uno piensa para el fantasma uno lo puede pensar para la angustia. Por supuesto, con esta correlación de vacilación recíproca, es decir, un fantasma bien instalado maneja mejor la relación de la angustia al goce y una dificultad con la angustia muy grande hace vacilar el fantasma o la vacilación del fantasma hace emerger la angustia, pero siempre dentro del marco del discurso. A mimí me da la impresión que en este tipo de fenómenos, que no es sóolo lo descriptivo, que bueno, como el tipo no soporta el malestar que le causa la confrontación con el Ootro, entonces se encierra, no solo se encierra por eso. Se encierra porque se produce un hecho más estructural, al fallar la relación al nombre del padre éel queda en los bordes de lo que es el lazo discursivo. Son gente que, si persiste con esta problematicaproblemática en el tiempo, se consideran de otro planeta. Es como en la melancolía, ya sea el melancólico melancólico o el meláncolicneuróticoomelancólico melancolizado siente que perdió la realidad, "¿cómo me puede estar pasando esto? "que Ccreo que es una de las modalidades de pensar esta cuestión del "fuera de discurso" que es tan característico de las psicosis, esto de estar dentro del discurso de pleno derecho o de estar fuera del discurso eso es una cosa muy importante como experiencia subjetiva. Uno lo da por sabido, por supuesto, pero es una experiencia... uno se cae del mapa, el sujeto se cae del mapa porque deja de tener estos soportes fundamentales. bnmbnmbnmnmm

Pregunta: (inaudible...) - Página 22 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

V.I. Sí, esta gente dice "me pasó esto y a partir de ahí cambió mi vida, ¿cómo puedo volver a ser el de antes o la de antes?". Pregunta: ¿ Podés pensar en qué es lo que produce esos ataques y no otra cosa? V.I. Me da la impresión de que en general la figura del padre ha sido muy degradada, ha habido mucha violencia en el ejercicio de la función paterna o con respecto a la figura del padre, eso lo encuentro casi siempre. El típico conflicto de ambivalencia, por un lado el amor al padre, por otro lado la degradación de la figura del padre, un padre descalificado de tipoalgo así como una especie de Homero Simpson pero descarnado, o alguien muy brutal,una cosa brutal, muy violentoa y mucho conflicto desde la relación de familias madre- padre, en general mucho conflicto entre la familia de la madre y la familia del padre. Es como si eso horadara el soporte narcisista y libidinal de las funciones del ideal del yo y del superyóo. En estos casos se produce una irrupción brutal, un ataque del superyosuperyó ambivalente con respecto a la figura del padre y el sujeto identificado a eso, con lo cual se queda sin soporte. En ese sentido la muerte del padre culmina la degradación que ya viene haciéndose, eso dificulta la introyección o la incorporación, la identificación al padre, eso es lo que pude más o menos situar. Pregunta: Se me ocurría pensar dos cosas respecto a esto. Una el lugar de la mirada de la madre como sostén, como funcionaba, cómo operaba o cómo pudo haber operado en un determinado momento para que pudiera producirse en cierto momento este colapso. Y esto también en relación aen relación con lo que vos marcabas, una escena transferencial muy fuerte de lo imaginario. Y por otro lado me preguntaba si esto que vos marcas como la muerte del padre si obligatoriamente tenía que pasar por una cuestión real o esta degradación podría pasar en relación aen relación con encarnar ese lugar, ese sujeto encarnando ese lugar, sin obligatoriamente la muerte como real. V:I: Te respondo brevemente, efectivamente en los casos que pude analizar o puedo atender en este momento efectivamente siempre había una degradación de la figura del padre frente a la mirada de la madre y es muy importante el hecho de que todo esto se produce una identificación. El "Yyo y el Eello" es un texto fundamental para entender estas cosas. Se produce una introyección a nivel del yo y del superyóo de esta mirada de la madre, de esta figura degradada del padre, del clima edípico de conflicto. Y en cuanto a la muerte real, si repaso los casos que a míi me tocó trabajar yo diría que siempre estuvo. Aaún en el caso en que no estuvo se había presentado de un modo particular., yo no entendía porqué, En un tiempo anterior a la crisis de pánico, antes, el padre estaba siendo degradado, el sujeto se estaba haciendo un pic-nic, lo estaba destrozando a partir del suegro, que también era un - Página 23 de 24 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

padre fuerte, pero a quien a su vez atacaba. Yo no entendía por qué razón. Eel paciente me cuenta un día, lateralmente –bastante antes del destrozo que estaba haciendo de la figura del padre, tanto en la vida como en el relato que hacía en análisis, posteriormente a la crisis de pánico- que falleció el padre de un amigo. y Yyo intenté volver sobre esto porque todo indicaba que esto lo había afectado, al día siguiente se lesiona jugando al fútbol, toda una serie de cosas y había una resistencia brutal a retomar el tema de la muerte del padre del amigo. Entonces ahí la muerte real del padre estaba desplazada. El padre de este muchacho estaba degradado en vida, la muerte ya había ocurrido a través de la figura del padre del amigo. En general se me presentó la muerte real, pero podría ser que no, no sé. NOTAS: (1) Freud, Sigmund: "Psicología de masas y anáilsis del yo". Cap. V. "Dos masas artificiales: Iglesia y ejército". Edición Biblioteca Nueva. Traducción López Ballesteros. (2) Freud, Sigmund: "Lo Inconciente" (3) Cuando usamos el término terror en este trabajo, lo hacemos en el sentido descriptivo y genérico. Salvo cuando lo usamos en forma circunscripta, oponiendo el terror al pánico, siendo el terror motivado y el pánico inmotivado, o cuando citamos a Freud en su distinción en "Más allá del principio del placer" entre angustia, miedo y terror.

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