Para el repaso oral: de la Escuela del Ministerio Teocrático de Julio y Agosto de 2014

Para el repaso oral: de la Escuela del Ministerio Teocrático de Julio y Agosto de 2014 8ª Pregunta.Después de salir milagrosamente de Egipto, ¿por qué

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AGENDA CULTURAL JULIO-AGOSTO 2014
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Para el repaso oral: de la Escuela del Ministerio Teocrático de Julio y Agosto de 2014 8ª Pregunta.Después de salir milagrosamente de Egipto, ¿por qué desarrollaron los israelitas una actitud de queja, y qué lección importante aprendemos de este relato? Núm. 11:4-6.) [18 de ag., w95 1/3 pág. 15 párr. 10.] w95 1/3 págs. 15-16 párr. 10 Cumplamos con nuestra dedicación “día tras día” 10. a) ¿Cómo ‘desearon cosas perjudiciales’ los israelitas? b) ¿Por qué eran más culpables los israelitas la segunda vez que murmuraron en cuanto al alimento, y qué podemos aprender de este ejemplo amonestador? 10 Pablo primero nos advierte que ‘no deseemos cosas perjudiciales’. (1 Corintios 10:6.) Estas palabras pueden recordarnos la ocasión en la que los israelitas se quejaron de tener solo maná para comer. Jehová les mandó codornices. El año anterior había sucedido algo similar en el desierto de Sin, poco antes de que los israelitas declararan su dedicación a Jehová. (Éxodo 16:1-3, 12, 13.) Pero la situación no era exactamente la misma. Cuando Jehová suministró las codornices la primera vez, no culpó a los israelitas por su murmuración. Sin embargo, esta vez era diferente. “La carne estaba todavía entre sus dientes, antes que pudiera ser masticada, cuando se encendió la cólera de Jehová contra el pueblo, y Jehová empezó a herir al pueblo con una matanza sumamente grande.” (Números 11:4-6, 31-34.) ¿Qué había cambiado? En ese tiempo los israelitas constituían una nación dedicada, por lo que eran responsables de sus actos. Su poco aprecio por las provisiones divinas los llevó a quejarse de Jehová, a pesar de que habían prometido hacer todo lo que él había hablado. Quejarse de la mesa que Jehová tiene en la actualidad es similar. Hay quienes no aprecian las provisiones espirituales que Jehová suministra a través del “esclavo fiel y discreto”. (Mateo 24:45-47.) Tengamos presente que nuestra dedicación requiere que recordemos con agradecimiento lo que Jehová ha hecho por nosotros y aceptemos el alimento espiritual que él provee. 9ª Pregunta.¿Qué aprendemos de la respuesta de Moisés cuando Eldad y Medad empezaron a actuar como profetas? (Núm. 11:27-29.) [18 de ag., w04 1/8 pág. 26 párr. 4.] w04 1/8 pág. 26 Puntos sobresalientes del libro de Números Lecciones para nosotros: 11:27-29. Moisés nos puso un magnífico ejemplo del modo como debemos reaccionar cuando otros reciben privilegios en el servicio de Jehová. En vez de ponerse celoso y tratar de ensalzarse a sí mismo, Moisés se alegró cuando Eldad y Medad empezaron a actuar como profetas. CAPITULO 10: w12 15/9 pág. 28 párr. 3 Jehová congrega a un pueblo feliz 3. a) ¿Qué sucesos marcaron la primera asamblea del pueblo de Jehová de la que se tiene constancia? b) ¿Cómo se congregaba a los israelitas? 3 La asamblea que tuvo lugar al pie del monte Sinaí fue, que se sepa, la primera en la que el pueblo de Dios se congregó para recibir la enseñanza divina, y por eso marcó un hito en la historia de la adoración pura. En aquella emocionante e inolvidable ocasión, Jehová les dio su Ley a los israelitas en medio de una imponente demostración de poder (Éx. 19:2-9, 16-19; léanse Éxodo 20:18 y Deuteronomio 4:9, 10). Aquel suceso fue clave en la relación que Dios tuvo con Israel a partir de entonces. No mucho después, Jehová estableció un sistema para convocar a su pueblo: le ordenó a Moisés que fabricara dos trompetas de plata que se usarían para que “la entera asamblea” se congregara “a la entrada de la tienda de reunión” (Núm. 10:1-4). ¡Qué emoción sentiría aquella multitud de fieles! w98 15/10 pág. 20 párr. 4 Una Jerusalén fiel a su nombre 4. ¿Qué importancia tenía el primer día del séptimo mes de Israel? 4 El muro de Jerusalén se terminó justo a tiempo para el importante mes festivo de Tisri, el séptimo mes del calendario religioso de Israel. El primer día de Tisri era una fiesta especial de la luna nueva llamada fiesta del Toque de Trompeta. Ese día los sacerdotes tocaban las trompetas mientras se ofrecían los sacrificios a Jehová (Números 10:10; 29:1). La ocasión preparaba a los israelitas para el Día de Expiación anual, el 10 de Tisri, y la alegre fiesta de la Recolección, que se celebraba del 15 al 21 del mismo mes. Página 1

w00 15/4 págs. 14-15 párrs. 8-9 ¿Estará usted en el nuevo mundo? 8, 9. a) ¿En qué sentido ‘subsistirá’ el pueblo de Dios? b) ¿Qué significa la profecía que dice que los siervos de Jehová le adorarán “de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado”? 8 Revelación 21:4 indicaba que la muerte ya no existiría. El pasaje de Isaías 66 concuerda con esta afirmación. Podemos ver a partir del versículo 22 que Jehová sabe que los nuevos cielos y la nueva tierra no serán temporales, de duración limitada. Del mismo modo, su pueblo perdurará; ‘subsistirá delante de él’. Lo que Dios ya ha hecho por su pueblo escogido nos da razón para tener confianza. Los cristianos verdaderos se han enfrentado a persecución despiadada, con la que, en ocasiones, se ha pretendido incluso su exterminio (Juan 16:2; Hechos 8:1). No obstante, ni siquiera enemigos muy poderosos del pueblo de Dios, como el emperador romano Nerón y Adolf Hitler, lograron erradicar a los siervos leales de Dios portadores de su nombre. Jehová ha preservado a la congregación de sus siervos, y estamos seguros de que puede hacerla subsistir indefinidamente. 9 De igual modo, los que sean fieles a Dios como parte de la nueva tierra, la sociedad de adoradores verdaderos del nuevo mundo, subsistirán a nivel individual porque adorarán con pureza al Creador de todas las cosas. Esa adoración no será ocasional ni irregular. La Ley que Dios dio a Israel mediante Moisés estipulaba ciertos actos de adoración cada mes, señalado por la luna nueva, y cada semana, señalada por el sábado (Levítico 24:5-9; Números 10:10; 28:9, 10; 2 Crónicas 2:4). De modo que Isaías 66:23 predice una adoración regular y continua a Dios, semana tras semana y mes tras mes. El ateísmo y la hipocresía religiosa no se conocerán entonces. “Vendrá toda carne para inclinarse delante” de Jehová. w97 15/5 págs. 18-19 párr. 12 La administración teocrática en la era cristiana 12. ¿Qué precedentes bíblicos existen para dar responsabilidades importantes en la organización a miembros capacitados de las otras ovejas? 12 ¿Es impropio dar una responsabilidad tan importante a las otras ovejas? No, pues tiene un precedente histórico. Algunos prosélitos extranjeros (residentes forasteros) ocupaban altos cargos en el antiguo Israel. (2 Samuel 23:37, 39; Jeremías 38:7-9.) Después del exilio en Babilonia, a los netineos (siervos del templo no israelitas) capacitados se les dieron privilegios de servicio en el templo que anteriormente les habían correspondido únicamente a los levitas. (Esdras 8:15-20; Nehemías 7:60.) Además Moisés, quien apareció en la visión de la transfiguración con Jesús, aceptó el buen consejo que le dio el madianita Jetró. Posteriormente pidió al hijo de Jetró, Hobab, que los guiara por el desierto. (Éxodo 18:5, 17-24; Números 10:29.) w97 15/5 pág. 13 párrs. 15-16 Cuando Jesús llegue en la gloria del Reino 15, 16. ¿Qué paralelos hay entre los ungidos por un lado y Moisés y Elías por otro en a) defender con intrepidez la verdad? b) recibir ayuda de personas no israelitas? 15 Además, los cristianos ungidos han sido igual de intrépidos que Moisés y Elías en defender la verdad contra la falsedad religiosa. Recuerde cómo Pablo denunció al falso profeta judío Bar-Jesús y cómo desenmascaró con firmeza y tacto la falsedad de los dioses de los atenienses. (Hechos 13:6-12; 17:16, 22-31.) Recuerde, asimismo, que en nuestros días el resto ungido ha desenmascarado valerosamente a la cristiandad y la ha plagado con tal predicación. (Revelación 8:7-12.) 16 Cuando Moisés huyó de la ira de Faraón, halló refugio en el hogar de Reuel, también llamado Jetró, que no era israelita. Posteriormente, Reuel, cuyo hijo, Hobab, guió a Israel por el desierto, dio a Moisés un valioso consejo sobre cuestiones de organización. (Éxodo 2:15-22; 18:5-27; Números 10:29.) ¿Han ayudado de modo parecido al Israel de Dios personas que no son miembros ungidos de este Israel? Sí, la “gran muchedumbre” de “otras ovejas”, que ha aparecido en escena durante estos últimos días, lo ha apoyado. (Revelación 7:9; Juan 10:16; Isaías 61:5.) Prediciendo el apoyo cálido y amoroso que estas “ovejas” brindarían a sus hermanos ungidos, Jesús les dijo proféticamente: “Me dio hambre, y ustedes me dieron de comer; me dio sed, y me dieron de beber. Fui extraño, y me recibieron hospitalariamente; desnudo estuve, y me vistieron. Enfermé, y me cuidaron. Estuve en prisión, y vinieron a mí. [...] En verdad les digo: Al grado que lo hicieron a uno de los más pequeños de estos hermanos míos, a mí me lo hicieron”. (Mateo 25:35-40.) CAPITULO 11: w87 1/10 pág. 11 párr. 5 ¿Está usted satisfecho con las provisiones espirituales de Jehová? 5. ¿Con qué bendijo Jehová a los israelitas, y cómo reaccionaron ellos? 5 Los israelitas imitaron su mal ejemplo. Dios los libró de la esclavitud en Egipto, los constituyó en nación, les dio una Ley perfecta, los guió en sus viajes por el desierto, les proveyó ropa que nunca se gastó, y los sostuvo milagrosamente con maná que caía del cielo y agua que brotaba de una roca. Pero ellos no quedaron satisfechos con las provisiones de Jehová. (1 Corintios 10:1-5.) Vez tras vez se quejaron mientras viajaban por el desierto. (Éxodo 13:21, 22; Números 11:1-6; Deuteronomio 29:5.) Página 2

w93 15/5 pág. 13 párr. 6 ‘Llame a los ancianos’ 6. ¿Qué ayuda prestó Jehová en Taberá, y cómo? 6 Un incidente de los días del profeta Moisés nos hace ver el interés amoroso de Jehová en ayudar a sus siervos. Sucedió en Taberá, que significa “quema”, “conflagración”, “incendio”. En este lugar, ubicado en el desierto de Sinaí, Dios hizo que se encendiera un fuego contra los israelitas quejumbrosos. “La muchedumbre mixta” que había salido de Egipto con el pueblo de Israel también expresó su descontento por el alimento que Dios les proveía. Cuando Moisés percibió la cólera de Dios y se sintió agobiado por la responsabilidad de cuidar del pueblo y de sus necesidades, clamó: “No puedo, por mí solo, llevar a todo este pueblo, porque es demasiado pesado para mí. Por eso, si de esta manera estás haciendo conmigo, por favor, mátame y acábame del todo, si he hallado favor a tus ojos, y no mire yo mi calamidad”. (Números 11:1-15.) ¿Cómo respondió Jehová? Nombró a “setenta hombres de los ancianos de Israel” y colocó su espíritu sobre ellos para que colaboraran debidamente con Moisés en la administración. (Números 11:16, 17, 24, 25.) Con el nombramiento de estos hombres capacitados, los israelitas y la “vasta compañía mixta” recibieron ayuda más fácilmente. (Éxodo 12:38.) w82 1/12 pág. 15 párr. 16 Lealtad al “reino de nuestro Señor y de su Cristo” 16. ¿Cómo señalan a otra clase leal muy numerosa los pasajes bíblicos que se citan aquí? 16 No es menos el grado de lealtad que tiene que demostrar hoy la clase de personas dedicadas y bautizadas que fue prefigurada por la “vasta compañía mixta” de personas que salieron de Egipto con los israelitas y que estuvieron presentes cuando se hizo el pacto de la Ley en el monte Sinaí. (Exodo 12:38; Números 11:4) Estos corresponden con la “grande muchedumbre” descrita por el apóstol Juan en Revelación 7:9-17. En la parábola de Jesús acerca de las ovejas y las cabras también se les pinta como las “ovejas” que hacen bien a los hermanos espirituales del Rey Jesucristo, desde que él empezó a reinar en 1914.—Mateo 24:3; 25:31-46. w89 1/9 págs. 14-15 párr. 15 Organizándonos ahora para mil años en el futuro 15. a) ¿Cómo partieron de Egipto los israelitas? b) ¿Quiénes decidieron salir de Egipto con Israel? ¿Permanecieron con los israelitas? 15 Siglos antes del tiempo de David, al salir de Egipto los israelitas, no lo hicieron a la desbandada; partieron en orden. Esto indicó que su mediador, Moisés, los había organizado bien. Una gran muchedumbre de no israelitas salió con ellos, decidió irse con el pueblo del Dios que obraba milagros, Jehová, quien era más poderoso que todos los dioses de Egipto. A pesar de muchas dificultades, algún tiempo después aquella “vasta compañía mixta” de buena voluntad para con el pueblo escogido de Jehová todavía estaba con ellos en el imponente desierto de Sinaí. (Éxodo 12:37-51; Números 11:4.) Es patente que aquella multitud mixta entró en la Tierra Prometida junto con los israelitas bajo el acaudillamiento del sucesor de Moisés, Josué, pues por dirección divina se hizo provisión allí para tales residentes forasteros. w92 15/4 pág. 8 párr. 7 Sea ciudadano o extranjero, ¡Dios lo recibe con gusto! 7. ¿Qué indicación temprana hubo de que Dios recibía con gusto a los extraños? 7 Aun mientras la Ley estaba en vigor y Dios consideraba a Israel como un pueblo especial, él mostró misericordia a no israelitas. Su buena disposición a obrar así se había manifestado cuando Israel salió del cautiverio egipcio hacia su propia tierra. “También subió con ellos una vasta compañía mixta.” (Éxodo 12:38.) El profesor C. F. Keil identifica a esa compañía como “una multitud de extranjeros [...] una mezcla, o muchedumbre de personas de diferentes naciones”. (Levítico 24:10; Números 11:4.) Es probable que muchos de ellos fueran egipcios que aceptaron al Dios verdadero. w95 1/7 pág. 17 párrs. 11-12 “El Israel de Dios” y la “gran muchedumbre” 11, 12. Mencione a algunos extranjeros que sirvieron a Jehová junto con Israel. 11 En la Ley que se dio mediante Moisés, cuya esposa era la madianita Ziporá, se tuvo en cuenta a los extranjeros que respondieron a este testimonio nacional. “Una vasta compañía mixta” de no israelitas salieron de Egipto con Israel y estaban presentes cuando se recibió la Ley. (Éxodo 2:16-22; 12:38; Números 11:4.) A Rahab y su familia se les salvó de la destrucción de Jericó y más tarde se les aceptó como parte de la congregación judía. (Josué 6:23-25.) Poco después, los gabaonitas hicieron las paces con Israel y recibieron trabajo relacionado con el tabernáculo. (Josué 9:3-27; véase también 1 Reyes 8:41-43; Ester 8:17.) 12 Con el tiempo, algunos extranjeros recibieron asignaciones de mucha responsabilidad. Urías el hitita, el esposo de Bat-seba, era uno de “los hombres poderosos” de David, como también lo era Zéleq el ammonita. (1 Crónicas 11:26, 39, 41; 2 Samuel 11:3, 4.) El etíope Ébed-mélec servía en el palacio y tenía acceso al rey. (Jeremías 38:7-9.) Cuando Israel regresó del exilio en Babilonia, los netineos no israelitas recibieron más Página 3

responsabilidades como ayudantes de los sacerdotes. (Esdras 7:24.) Dado que se considera que varios de estos extranjeros o residentes forasteros fieles prefiguraron a la gran muchedumbre actual, nos interesa conocer su situación. w96 1/12 pág. 16 párr. 6 Jóvenes que se acuerdan de su Creador 6. ¿En qué sentido implica afecto por la cosa o persona recordada la palabra hebrea para “acordarse”? 6 Una autoridad dice que la palabra hebrea que se traduce “acordarse” suele implicar “el afecto de la mente y la acción que acompaña al recuerdo”. La implicación del “afecto” en la expresión “acordarse” se manifiesta en la exclamación de la “muchedumbre mixta” en el desierto: “¡Cómo nos acordamos del pescado que comíamos de balde en Egipto!”. Tal como Job pidió que Dios lo recordara con favor, Ezequías, Nehemías, David y un salmista anónimo también suplicaron que Jehová los recordara con afecto en reconocimiento de su fidelidad. (Números 11:4, 5; 2 Reyes 20:3; Nehemías 5:19; 13:31; Salmo 25:7; 106:4.) w00 1/9 pág. 11 párrs. 1-2 Mostremos una actitud de espera 1, 2. a) ¿Cómo perjudicó a los israelitas en el desierto su mala actitud? b) ¿Qué puede sucederle al cristiano que no cultiva la debida actitud? EN LA vida muchas cosas pueden verse positiva o negativamente, según la actitud del observador. A los israelitas se les suministró el maná de forma milagrosa cuando vagaban por el desierto. Debieron haber mirado a su alrededor, a las estériles llanuras, y agradecer profundamente a Jehová el sustento que les proporcionaba. Esa hubiera sido una actitud positiva. No obstante, recordaron la gran variedad de alimentos que tenían en Egipto y se quejaron porque el maná era poco apetitoso. ¡Qué actitud más negativa! (Números 11:4-6.) 2 De igual modo, la actitud del cristiano puede hacer hoy que las cosas parezcan prometedoras o nada halagüeñas. Sin la debida actitud, es fácil que este se vea privado del gozo. Esa sería una grave pérdida, pues como dijo Nehemías: “El gozo de Jehová es [nuestra] plaza fuerte” (Nehemías 8:10). Una actitud positiva y alegre nos ayuda a mantenernos fuertes y promueve la paz y la unidad en la congregación (Romanos 15:13; Filipenses 1:25). w01 15/6 pág. 14 párr. 9 No nos hagamos oidores olvidadizos 9. ¿Qué había dado Jehová a su pueblo Israel, y cómo reaccionó este? 9 Los israelitas tenían muchas cosas en las que centrar su atención espiritual mientras estaban en el desierto. Habían entrado en un pacto con Jehová y se habían convertido en una nación dedicada a él. Además, Dios les había dado el sacerdocio y el tabernáculo, que sería el centro de su adoración, y había dispuesto que le ofrecieran sacrificios. Pues bien, en vez de alegrarse por estas dádivas espirituales, se mostraron descontentos con cómo satisfacía Dios sus necesidades materiales (Números 11:4-6). w85 1/4 pág. 16 párr. 3 Siga evitando el lazo de la avaricia 3. ¿Cómo sucumbió Eva a la avaricia?, y, después, ¿cómo sucumbieron los israelitas? 3 El hecho es que nadie puede descuidar su guardia contra la avaricia y la codicia. Cuando Eva pecó en el jardín de Edén, lo hizo debido a la avaricia: “Vio la mujer que el árbol era bueno para alimento y que a los ojos era algo que anhelar, sí, el árbol era deseable para contemplarlo” (Génesis 3:6). En cierta ocasión en el desierto, los israelitas mostraron una avaricia repugnante. Cuando ellos se quejaron de que solo tenían maná para comer y, en respuesta, Jehová les proveyó una gran cantidad de codornices, se portaron como glotones y fueron castigados severamente. (Números 11:4-6, 31-33.) w95 1/3 págs. 15-16 párr. 10 Cumplamos con nuestra dedicación “día tras día” 10. a) ¿Cómo ‘desearon cosas perjudiciales’ los israelitas? b) ¿Por qué eran más culpables los israelitas la segunda vez que murmuraron en cuanto al alimento, y qué podemos aprender de este ejemplo amonestador? 10 Pablo primero nos advierte que ‘no deseemos cosas perjudiciales’. (1 Corintios 10:6.) Estas palabras pueden recordarnos la ocasión en la que los israelitas se quejaron de tener solo maná para comer. Jehová les mandó codornices. El año anterior había sucedido algo similar en el desierto de Sin, poco antes de que los israelitas declararan su dedicación a Jehová. (Éxodo 16:1-3, 12, 13.) Pero la situación no era exactamente la misma. Cuando Jehová suministró las codornices la primera vez, no culpó a los israelitas por su murmuración. Sin embargo, esta vez era diferente. “La carne estaba todavía entre sus dientes, antes que pudiera ser masticada, cuando se encendió la cólera de Jehová contra el pueblo, y Jehová empezó a herir al pueblo con una matanza sumamente grande.” (Números 11:4-6, 31-34.) ¿Qué había cambiado? En ese tiempo los israelitas Página 4

constituían una nación dedicada, por lo que eran responsables de sus actos. Su poco aprecio por las provisiones divinas los llevó a quejarse de Jehová, a pesar de que habían prometido hacer todo lo que él había hablado. Quejarse de la mesa que Jehová tiene en la actualidad es similar. Hay quienes no aprecian las provisiones espirituales que Jehová suministra a través del “esclavo fiel y discreto”. (Mateo 24:45-47.) Tengamos presente que nuestra dedicación requiere que recordemos con agradecimiento lo que Jehová ha hecho por nosotros y aceptemos el alimento espiritual que él provee. w83 15/11 págs. 16-17 párr. 5 No ‘se vuelva a las cosas débiles y miserables’ 5. ¿Qué evidencia hay de que no todos permanecen en la luz? 5 No todos los que han sido adoradores verdaderos de Jehová han seguido siéndolo. Una poderosa criatura de espíritu se apartó y se convirtió en Satanás. Adán y Eva dejaron la luz. En vista de tales acciones de criaturas perfectas, no es sorprendente que algunos humanos imperfectos, como lo somos nosotros, también se hayan vuelto atrás. Los israelitas salieron del cautiverio en Egipto; no obstante, antes de llegar a la Tierra Prometida, comenzaron a refunfuñar con anhelo: ‘¡Cómo nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto, de los pepinos, las sandías, los puerros, las cebollas y el ajo!’ (Números 11:5). Aunque disfrutaban de luz y libertad, anhelaban la oscuridad y el ajo de Egipto. w11 15/7 págs. 25-26 párrs. 9-10 ¿Qué es el descanso de Dios? 9, 10. a) ¿Por qué cometían un grave error los israelitas al querer volver a Egipto? b) ¿Qué habría ocurrido con su adoración a Dios si hubieran regresado? 9 Actuar en conformidad con el propósito divino era un honor inmenso que les habría reportado grandes beneficios a ellos y, con el tiempo, a todas las naciones (Gén. 22:18). Por desgracia, la mayor parte de aquella generación despreció el privilegio de ser el único pueblo gobernado directamente por Dios y un modelo para las demás naciones. ¡Hasta pretendieron regresar a Egipto! (Léase Números 14:2-4.) Pero ¿de qué les habría servido volver allí? ¿Acaso les habría ayudado a trabajar mejor a favor del propósito de Jehová? Todo lo contrario. Se habrían convertido de nuevo en esclavos de los paganos y jamás habrían podido obedecer la Ley mosaica ni recibir el perdón de sus pecados. Su obstinación con volver a Egipto demostraba lo ciegos que estaban y lo egoístas que eran. Con toda razón, Jehová recordó más tarde: “Quedé asqueado de esta generación y dije: ‘Siempre se descarrían en su corazón, y ellos mismos no han llegado a conocer mis caminos’. De modo que juré en mi cólera: ‘No entrarán en mi descanso’” (Heb. 3:10, 11; Sal. 95:10, 11). 10 Con su necia actitud, demostraron que valoraban muy poco las cosas espirituales. Lo único que les importaba eran los puerros, las cebollas y los ajos de Egipto (Núm. 11:5). Fueron tan ingratos como Esaú, quien no dudó en renunciar a su valiosa herencia espiritual por un plato de lentejas (Gén. 25:30-32; Heb. 12:16). w12 15/3 págs. 26-27 párrs. 7-9 No mire “a las cosas que deja atrás” 7-9. a) ¿Qué les ocurrió a los israelitas en Egipto? b) ¿Qué motivos tenían para sentir gozo? c) ¿De qué se quejaron los israelitas? 7 Pensemos en lo que les sucedió a los israelitas en tiempos de Moisés. Aunque al principio los egipcios los trataban como invitados, tras la muerte de José “pusieron sobre ellos jefes de trabajos forzados con el propósito de oprimirlos mientras llevaban sus cargas” (Éxo. 1:11). De hecho, el faraón ordenó una forma de genocidio (una horrible matanza de niños) para impedir que el pueblo de Dios siguiera aumentando (Éxo. 1:15, 16, 22). Tan grave era su situación que Jehová le dijo a Moisés: “He visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído el clamor de ellos a causa de los que los obligan a trabajar; porque conozco bien los dolores que sufren” (Éxo. 3:7). 8 ¡Qué inmensa alegría debieron de sentir al ser liberados de su esclavitud! Pensemos en todas las manifestaciones del poder de Jehová de que fueron testigos. Para empezar, habían visto cómo Jehová empleó su poder de forma espectacular y envió diez plagas contra el altivo faraón y su pueblo (léase Éxodo 6:1, 6, 7). En segundo lugar, los egipcios no solo los dejaron salir de Egipto, sino que se lo rogaron, y hasta les entregaron una gran cantidad de oro y plata. Tanto es así que la Biblia afirma que los israelitas “despojaron a los egipcios” de muchas de sus riquezas (Éxo. 12:33-36). Finalmente, tuvieron la alegría de presenciar el fin del faraón y sus soldados en el mar Rojo (Éxo. 14:30, 31). Sin duda, ser testigos presenciales de aquellos emocionantes sucesos fortaleció mucho su fe. 9 Por eso es tan sorprendente que, poco después de su milagrosa liberación, los israelitas comenzaran a murmurar. ¿De qué? ¡De la comida! Descontentos con lo que Jehová les proporcionaba, exclamaron en son de queja: “¡Cómo nos acordamos del pescado que comíamos de balde en Egipto, de los pepinos y las sandías y los puerros y las cebollas y el ajo! Pero ahora nuestra alma se halla seca. Nuestros ojos no se posan en cosa alguna Página 5

sino en el maná” (Núm. 11:5, 6). Se habían vuelto tan miopes que pretendían volver al mismo lugar donde antes habían sido esclavos (Núm. 14:2-4). Su obsesión por las cosas que habían dejado atrás los llevó a perder la aprobación de Jehová (Núm. 11:10). w84 15/10 pág. 14 párr. 21 ¡Cuídese de su Adversario, el Diablo! 21. ¿Por qué no tenemos que sentirnos vencidos por el desánimo? 21 Otro de los designios de Satanás consta de tratar de desanimar a los siervos de Dios para que se den por vencidos. El Diablo ciertamente trató de hacer esto en el caso de Job, al inducirlo a que deseara estar muerto o nunca haber nacido. Satanás trató también ese medio en el caso de Moisés (Job 3:1-13; 14:13; Números 11:1015). El desánimo no consumió a ninguno de estos hombres fieles. Más bien, ellos se sometieron a la voluntad divina. Al igual que en el caso de ellos, nosotros no tenemos que sentirnos agobiados por las circunstancias, pues Jehová puede sustentarnos, y nunca permitirá que tambalee el justo. (Salmo 55:22.) w02 15/7 pág. 13 párr. 17 Añadamos devoción piadosa a nuestro aguante 17. ¿Cómo debemos ver la disciplina? 17 El desánimo puede socavar el aguante y tener un efecto adverso en nuestra devoción piadosa. Muchos siervos de Jehová se han desalentado en un momento u otro (Números 11:11-15; Esdras 4:4; Jonás 4:3). El desánimo es especialmente devastador cuando va acompañado de resentimiento, quizá porque nos hemos sentido despreciados, o porque nos han reprendido o disciplinado con dureza. Sin embargo, la reprensión y la disciplina son prueba del interés y del amor de Dios (Hebreos 12:5-7, 10, 11). No consideremos la disciplina un simple castigo, sino un medio de educarnos en el camino de la justicia. Si somos humildes, aceptaremos agradecidos que nos aconsejen, pues comprenderemos que “las censuras de la disciplina son el camino de la vida” (Proverbios 6:23). Y esto, a su vez, nos permitirá hacer magníficos progresos espirituales en la senda de la devoción piadosa. w08 15/2 pág. 6 párr. 16 Tengamos siempre presente a Jehová 16. ¿Cómo ayudó el espíritu santo de Dios a ciertos ancianos del Israel antiguo? 16 Si tenemos siempre presente a Jehová, él nos guiará con su espíritu santo (Gál. 5:16-18). Dios concedió su espíritu a los 70 ancianos seleccionados para ayudar a Moisés a “llevar la carga del pueblo” de Israel. Aunque solo se menciona por nombre a Eldad y Medad, el espíritu los facultó a todos para llevar a cabo su comisión (Núm. 11:13-29). Sin duda, eran hombres capaces, reverentes, confiables y honestos, como otros que fueron escogidos antes que ellos (Éxo. 18:21). Esos son los mismos rasgos que caracterizan a los ancianos cristianos hoy día. w11 15/12 pág. 18 párrs. 3-5 Fieles de la antigüedad guiados por el espíritu de Dios 3-5. a) ¿Cómo sabemos que Moisés realizaba su labor con la ayuda del espíritu santo? b) ¿Qué nos enseña el caso de Moisés sobre la manera como Jehová nos concede su espíritu? 3 En el año 1513 antes de nuestra era podía decirse que “Moisés era con mucho el más manso de todos los hombres” (Núm. 12:3). No obstante, recibió de Dios la difícil responsabilidad de atender a la nación de Israel. ¿Tendría las fuerzas necesarias para desempeñar esa comisión? Sí. Gracias al espíritu santo sirvió como profeta, juez, escritor y líder, e incluso realizó milagros (léase Isaías 63:11-14). Sin embargo, en cierto momento se quejó de que no podía con tantas obligaciones (Núm. 11:14, 15). Jehová le retiró “parte del espíritu” y se lo concedió a 70 hombres para que le ayudaran (Núm. 11:16, 17). ¿Qué demuestra este hecho? Aunque Moisés consideraba que la carga superaba su capacidad, no la había estado llevando él solo. Y sus 70 ayudantes tampoco lo harían. 4 Lo cierto es que Moisés había recibido todo el espíritu santo que necesitaba para cumplir con su tarea. Y después de que Dios le quitó una parte, todavía tenía más que suficiente. Ni a él le faltaba ni a los 70 ancianos les sobraba. Jehová siempre les concede a sus siervos la cantidad que precisan en función de las circunstancias. En efecto, la Biblia asegura que “todos nosotros recibimos de su plenitud” y que “él no da el espíritu por medida”, o con tacañería (Juan 1:16; 3:34). 5 ¿Está usted atravesando dificultades? ¿Ha notado que sus obligaciones aumentan de día en día y le consumen más tiempo? ¿Le cuesta cada vez más atender física y espiritualmente a su familia por los problemas económicos o de salud? ¿Lleva sobre sus hombros serias responsabilidades de servicio en la congregación? En cualquier caso, tenga la seguridad de que Dios, por medio de su espíritu, puede darle siempre las fuerzas que necesite (Rom. 15:13). Página 6

w86 1/6 pág. 22 párr. 7 Cumplamos con cuidado las órdenes del Rey 7. ¿Quién era el que podía hacer cambios en la organización de Israel? 7 Cuando era necesario hacer algún cambio en la organización, Jehová lo hacía. En una ocasión, Moisés se quejó diciendo: “No puedo, por mí solo, llevar a todo este pueblo, porque es demasiado pesado para mí”. Y Jehová respondió: “Reúneme setenta hombres de los ancianos de Israel, de quienes de veras conozcas que son ancianos del pueblo y oficiales suyos, [...] y ellos tendrán que ayudarte a llevar la carga del pueblo para que no la lleves tú, tú solo”. (Números 11:14, 16, 17.) Hasta cuando más tarde el pueblo exigió un rey humano, el gran Rey de la eternidad no abandonó a Israel. El rey humano tenía una copia de la Ley de Jehová. Los profetas declaraban los juicios de Jehová. Los reyes fieles hasta servían de administradores para Dios al “sentarse sobre el trono de Jehová”. (1 Crónicas 29:23; Deuteronomio 17:18; 2 Reyes 17:13; Jeremías 7:25.) w84 15/1 págs. 17-18 párrs. 6-7 ‘Escoge hombres capaces, que tengan temor de Dios’ 6, 7. ¿Qué medidas tomó Jehová para nombrar ancianos en Israel? 6 Algún tiempo después los israelitas se quejaron de las condiciones que existían en el desierto. Puesto que le parecía a Moisés que la carga administrativa de la nación se había hecho demasiado pesada para él, confesó el problema a Jehová. ¿Qué solución ofreció Dios? Leemos: “A su vez Jehová le dijo a Moisés: ‘Reúneme setenta hombres de los ancianos [en griego presbytéron, Versión de los Setenta] de Israel, que de veras conoces que son ancianos [presbyteroi] del pueblo y oficiales suyos, [...] y tendré que quitar parte del espíritu que está sobre ti y colocarlo sobre ellos, y tendrán que ayudarte a llevar la carga’”. (Números 11:16, 17.) 7 Moisés hizo lo que se le mandó, y se nos dice: “Entonces descendió Jehová en una nube y le habló y le quitó parte del espíritu que estaba sobre él y lo puso sobre cada uno de los setenta ancianos [presbytérous]. Y aconteció que tan pronto como el espíritu se posó sobre ellos, entonces procedieron a actuar como profetas” (Números 11:24, 25). He aquí prueba clara del nombramiento teocrático de aquellos “ancianos”. Jehová había organizado a su pueblo para librarlo del cautiverio y ahora estaba empleando a hombres ‘capaces, dignos de confianza y temerosos de Dios’ para que compartieran con Moisés la responsabilidad de dirigir y administrar. w95 1/12 pág. 13 párr. 16 ¡No se dé por vencido! *** 16. a) ¿Qué solución práctica ofreció Jetró a Moisés? b) ¿Qué cualidad ayudará al anciano a compartir ciertas responsabilidades apropiadas con otros hermanos? 16 Cuando Moisés, hombre modesto y humilde, estaba agotándose por atender los problemas de otras personas, su suegro, Jetró, le ofreció una solución práctica: compartir la responsabilidad con otros hombres cualificados. (Éxodo 18:17-26; Números 12:3.) “La sabiduría está con los modestos”, dice Proverbios 11:2. Ser modesto significa reconocer y aceptar las limitaciones personales. El hombre modesto no titubea en cuanto a delegar responsabilidades en otras personas, ni teme perder de alguna manera el control de los asuntos al compartir ciertas responsabilidades apropiadas con otros hombres cualificados. (Números 11:16, 17, 26-29.) Al contrario, desea ayudarlos a progresar. (1 Timoteo 4:15.) w94 15/1 pág. 11 párr. 8 Jehová gobierna mediante la teocracia 8. ¿Qué mandato le dio Jehová a Josué, y por qué es digno de mención? 8 Cuando la superintendencia de Israel resultó ser demasiado para Moisés solo, Jehová infundió su espíritu en 70 ancianos a fin de que le ayudaran a juzgar a la nación. (Números 11:16-25.) Posteriormente, todas las ciudades tendrían sus propios ancianos. (Compárese con Deuteronomio 19:12; 22:15-18; 25:7-9.) Cuando Moisés murió, Jehová nombró a Josué como guía de la nación. Podemos imaginarnos que ese privilegio supuso mucho trabajo para Josué. No obstante, Jehová le dijo que había algo que nunca debería descuidar: “Este libro de la ley no debe apartarse de tu boca, y día y noche tienes que leer en él en voz baja, a fin de que cuides de hacer conforme a todo lo que está escrito en él”. (Josué 1:8.) Note que aunque Josué contaba con más de cuarenta años de servicio, tenía que seguir leyendo la Ley. Nosotros también debemos estudiar la Biblia y recordar las leyes y principios de Jehová, sin importar el tiempo que llevemos sirviendo a Jehová o cuántos privilegios tengamos. (Salmo 119:111, 112.) w92 1/2 pág. 11 párr. 14 El espíritu santo, dádiva de Jehová 14. ¿A quiénes se ha apoyado, en la antigüedad y en la actualidad, por espíritu santo? 14 El espíritu de Jehová estuvo también sobre Moisés en su obra de juzgar a la nación. Cuando se nombró a otros para ayudar a Moisés, Jehová dijo: “Tendré que quitar parte del espíritu que está sobre ti y colocarlo sobre ellos, y ellos tendrán que ayudarte a llevar la carga del pueblo para que no la lleves tú, tú solo”. (Números 11:17.) Por lo tanto, aquellos hombres no tuvieron que obrar por su propia fuerza. Tuvieron el apoyo de espíritu Página 7

santo. Leemos que en ocasiones posteriores el espíritu de Jehová estuvo sobre otras personas. (Jueces 3:10, 11; 11:29.) Cuando Samuel ungió a David como futuro rey de Israel, el registro dice: “Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. Y el espíritu de Jehová empezó a entrar en operación sobre David desde aquel día en adelante”. (1 Samuel 16:13.) A los que en la actualidad tienen responsabilidades pesadas —de familia, en la congregación o en la organización— puede animarles saber que el espíritu de Dios todavía apoya a sus siervos mientras ellos atienden sus obligaciones. w91 1/10 págs. 10-11 párrs. 11-12 Confíe en el brazo salvador de Jehová 11, 12. ¿A qué tentaciones sucumbieron los israelitas, y cómo podemos beneficiarnos de las experiencias de ellos? 11 La tentación viene de circunstancias que pudieran llevarnos a ser infieles a Dios. Pablo dijo: “Estas cosas llegaron a ser nuestros ejemplos, para que nosotros no seamos personas que deseen cosas perjudiciales, tal como [los israelitas] las desearon. Ni nos hagamos idólatras, como hicieron algunos de ellos; así como está escrito: ‘Se sentó el pueblo a comer y beber, y se levantaron para divertirse’. Ni practiquemos fornicación, como algunos de ellos cometieron fornicación, de modo que cayeron, veintitrés mil de ellos en un día. Ni pongamos a Jehová a prueba, como algunos de ellos lo pusieron a prueba, de modo que perecieron por las serpientes. Ni seamos murmuradores, así como algunos de ellos murmuraron, de modo que perecieron por el destructor”. (1 Corintios 10:6-10.) 12 Los israelitas desearon cosas perjudiciales cuando cedieron a la tentación de la codicia mientras recogían y comían codornices que Dios les había provisto milagrosamente. (Números 11:19, 20, 31-35.) Algún tiempo antes los israelitas se habían hecho idólatras cuando la ausencia de Moisés hizo surgir la tentación de participar en la adoración de un becerro. (Éxodo 32:1-6.) Miles perecieron al sucumbir a la tentación y cometer fornicación con moabitas. (Números 25:1-9.) Cuando los israelitas cedieron a la tentación y murmuraron contra la destrucción de los rebeldes Coré, Datán, Abiram y sus compañeros, 14.700 perecieron por un azote divino. (Números 16:41-49.) Podemos beneficiarnos de esas experiencias si tenemos presente que ninguna de aquellas tentaciones fue tan grande que los israelitas no pudieran haberla resistido. Las habrían vencido si hubieran ejercido fe, si hubieran agradecido el cuidado amoroso de Dios y si hubieran apreciado lo correcta que es su Ley. Entonces el brazo de Jehová pudiera haberlos salvado, tal como puede salvarnos a nosotros. w10 15/11 págs. 27-28 párrs. 17-19 Jehová es nuestro Soberano 17-19. a) ¿En qué consistió la tentación en la que cayeron los israelitas en el desierto? b) ¿Por qué no es imposible ser fiel a Jehová? 17 Tal como ilustran los sucesos que vivió Israel en el desierto, la “tentación” que menciona Pablo se presenta cuando surgen circunstancias que pudieran inducirnos a violar la ley de Dios (léase 1 Corintios 10:6-10). Los israelitas podrían haber resistido la tentación, pero se dejaron llevar por la codicia al desear “cosas perjudiciales”. Esto sucedió cuando Jehová les proporcionó milagrosamente codornices para un mes entero. Aunque llevaban tiempo sin comer carne, estaban bien alimentados, pues contaban con suficiente maná. Sin embargo, cayeron en el lazo de la codicia cuando se pusieron a recoger aquellas aves con avidez (Núm. 11:19, 20, 31-35). 18 Anteriormente, mientras Moisés recibía la Ley en el monte Sinaí, los israelitas participaron en actos idolátricos, durante los cuales dieron culto a un becerro y se entregaron con desenfreno a placeres sensuales. Algo que facilitó que se descontrolaran y cedieran a la tentación fue el hecho de que no tenían junto a ellos a su dirigente visible (Éxo. 32:1, 6). Más tarde, justo antes de entrar en la Tierra Prometida, miles de hombres se dejaron seducir por las mujeres moabitas, tuvieron relaciones inmorales con ellas y terminaron perdiendo la vida como castigo por su pecado (Núm. 25:1, 9). Además, el pueblo cayó a veces en la tentación de quejarse con rebeldía. De hecho, en una ocasión no solo hablaron contra Moisés, sino contra el propio Jehová (Núm. 21:5). Hasta llegaron a protestar por la ejecución de los rebeldes Coré, Datán, Abiram y sus partidarios, pues les parecía una injusticia. Como consecuencia, 14.700 personas murieron por un azote divino (Núm. 16:41, 49). 19 Aquellas tentaciones no eran irresistibles. Los israelitas sucumbieron porque habían perdido la fe en Jehová y se habían olvidado de él, del cuidado que les había dado y de sus justos caminos. Además, todas las tentaciones a las que se enfrentaron eran comunes a la experiencia del ser humano, y lo mismo puede decirse de las nuestras. Por eso, si luchamos por vencerlas, acudiendo a Jehová para que nos ayude, lograremos permanecer íntegros. Podemos estar seguros de ello, pues “Dios es fiel” y nunca permite que sus siervos “sean tentados más allá de lo que pueden soportar”. Él jamás nos desamparará; nunca dejará que pasemos por situaciones en las que nos resulte humanamente imposible hacer su voluntad (Sal. 94:14).

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w98 15/2 pág. 21 párr. 13 Una gloriosa libertad pronto para los hijos de Dios 13. ¿Cómo ha actuado el espíritu santo de Dios en su pueblo? 13 Jehová otorga la dádiva del espíritu santo a su pueblo. Los cristianos a los que se ha dado la esperanza celestial son ungidos con espíritu santo (1 Juan 2:20; 5:1-4, 18). Ahora bien, los siervos de Dios que abrigan la perspectiva de vivir en la Tierra cuentan con la ayuda y la guía del espíritu. Entre estos estuvo Moisés, que tenía el espíritu de Jehová, al igual que los 70 hombres nombrados para ayudarle (Números 11:24, 25). Bajo la influencia del espíritu santo, el trabajo de Bezalel en las obras del tabernáculo de Israel fue el de un experto artesano (Éxodo 31:1-11). El espíritu de Dios influyó en Gedeón, Jefté, Sansón, David, Elías, Eliseo y otros siervos de Dios. Aunque a estas personas de tiempos pasados nunca se las llevará a la gloria celestial, el espíritu santo las guió y ayudó, igual que a las otras ovejas de Jesús en la actualidad. De modo que la posesión del espíritu santo no implica necesariamente que se recibe la llamada celestial. Sin embargo, el espíritu de Jehová da guía, nos ayuda a predicar y a cumplir con otras asignaciones concedidas por Dios, nos proporciona el poder que es más allá de lo normal y produce en nosotros su fruto: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad y autodominio (Juan 16:13; Hechos 1:8; 2 Corintios 4:7-10; Gálatas 5:22, 23). ¿No deberíamos estar agradecidos por esta dádiva misericordiosa de Dios? w90 1/9 pág. 28 párr. 22 ¿Está usted capacitado para servir? 22. ¿Qué indica el hecho de que el anciano no debe ser voluntarioso? 22 No es voluntarioso. (Tito 1:7.) Literalmente, esto significa “que no procura complacerse a sí mismo”. (Compárese con 2 Pedro 2:10.) El anciano no debe ser dogmático, sino que debe considerar sus aptitudes con humildad. Porque no opina que pueda manejar los asuntos mejor que toda otra persona, humildemente comparte la responsabilidad con otros y aprecia tener una multitud de consejeros. (Números 11:26-29; Proverbios 11:14; Romanos 12:3, 16.) w03 1/4 pág. 18 párr. 14 La apacibilidad, virtud cristiana esencial 14. Relate un incidente que revela la apacibilidad de Moisés como caudillo de Israel. 14 Moisés siguió demostrando apacibilidad aun después de recibir el nombramiento divino como caudillo de la nación de Israel. En cierta ocasión, un joven le contó que Eldad y Medad se estaban portando como profetas en el campamento a pesar de no haber estado presentes cuando Jehová derramó su espíritu sobre los 70 ancianos que serían ayudantes de Moisés. Josué exclamó: “¡Señor mío, Moisés, deténlos!”, a lo que este repuso apaciblemente: “¿Sientes celos por mí? No, ¡quisiera yo que todo el pueblo de Jehová fueran profetas, porque Jehová pondría su espíritu sobre ellos!” (Números 11:26-29). Con su apacibilidad, contribuyó a aminorar la tensión del momento. w04 1/8 pág. 26 Puntos sobresalientes del libro de Números Lecciones para nosotros: Números 11:27-29. Moisés nos puso un magnífico ejemplo del modo como debemos reaccionar cuando otros reciben privilegios en el servicio de Jehová. En vez de ponerse celoso y tratar de ensalzarse a sí mismo, Moisés se alegró cuando Eldad y Medad empezaron a actuar como profetas. w86 15/12 pág. 11 párr. 5 “Sé animoso y muy fuerte” 5. a) A semejanza de Josué, ¿cómo pueden fortalecerse hoy día los ministros jóvenes? b) ¿Qué excelente meta pueden tener hoy los jóvenes Testigos? 5 Josué había sido “el ministro de Moisés desde su mocedad en adelante”. (Números 11:28.) No cabe duda de que esta estrecha asociación con Moisés le había ayudado mucho a obtener fortaleza espiritual. De igual manera, hoy día los ministros jóvenes pueden fortalecerse al trabajar al lado de sus padres devotos, de Testigos experimentados, precursores y otros siervos leales de Jehová. El que nuestros jóvenes participen en testificar de casa en casa con estas personas celosas puede ser un gozo para ellos y puede ayudarles a crecer a la madurez y cultivar el deseo de progresar en el ministerio. (Hechos 20:20, 21; Isaías 40:28-31.) ¡No podría haber mejor meta para los jóvenes Testigos que la del servicio de tiempo completo a favor del Reino de Jehová! (Salmo 35:18; 145:10-12.) w07 1/6 pág. 28 párr. 11 Los mayores: una bendición para los jóvenes 11. ¿Qué influencia debió de tener en Josué el anciano Moisés? 11 Entre los que se sintieron fortalecidos por la demostración de fe de José estuvo Moisés. A la edad de 80 años, él tuvo el privilegio de sacar aquellos huesos fuera de la tierra de Egipto (Éxodo 13:19). Para aquel tiempo Página 9

conoció a Josué, un hombre mucho más joven que por los siguientes cuarenta años fue su servidor personal (Números 11:28). Josué lo acompañó al monte Sinaí y lo esperó hasta que descendió con las tablas del Testimonio (Éxodo 24:12-18; 32:15-17). ¡Qué gran caudal de buenos consejos y sabiduría debió hallar Josué en el anciano Moisés! w95 15/9 pág. 18 párrs. 11-12 El amor vence los celos 11. ¿En qué sentido fue Moisés un excelente ejemplo en dominar los celos? 11 A diferencia de los líderes del mundo ávidos de poder, “Moisés era con mucho el más manso de todos los hombres que había sobre la superficie del suelo”. (Números 12:3.) Cuando la tarea de dirigir a los israelitas se convirtió en una carga onerosa para él, Jehová hizo que su espíritu actuara en setenta israelitas, a quienes facultó para ayudarlo. Cuando dos de ellos empezaron a comportarse como profetas, Josué pensó que estaban quitándole mérito indebidamente a la dirección de Moisés. Josué quiso impedir que actuaran así, pero Moisés razonó humildemente: “¿Sientes celos por mí? No, ¡quisiera yo que todo el pueblo de Jehová fueran profetas, porque Jehová pondría su espíritu sobre ellos!”. (Números 11:29.) Es obvio que Moisés se alegraba cuando otras personas recibían privilegios de servicio. No tenía celos de ellas ni buscaba gloria para sí. 12 Jonatán, el hijo del rey israelita Saúl, dio un buen ejemplo de cómo el amor prevalece sobre los celos. Jonatán era el primero en la línea de sucesión al trono de su padre; sin embargo, Jehová había escogido a David, hijo de Jesé, para ser el siguiente rey. Muchas personas habrían tenido celos de David y lo habrían considerado un rival de haber estado en el lugar de Jonatán. No obstante, el amor que Jonatán sentía por David impidió que los celos lo dominaran. Al oír de la muerte de Jonatán, David pudo decir: “Estoy angustiado por ti, hermano mío, Jonatán, muy agradable me fuiste. Más maravilloso me fue tu amor que el amor procedente de mujeres”. (2 Samuel 1:26.) w08 15/3 pág. 22 párr. 7 “¿Quién es sabio y entendido entre ustedes?” 7. ¿Por qué es Moisés un buen ejemplo de apacibilidad? 7 La Biblia nos habla de otras personas que se destacaron por su carácter apacible o manso, por ejemplo, Moisés. Pese a la gran responsabilidad que tenía, se dice que él “era con mucho el más manso de todos los hombres que había sobre la superficie del suelo” (Núm. 11:29; 12:3). Y recordemos que Jehová le dio fuerzas para que llevara a cabo su voluntad. A Jehová le complace utilizar a personas apacibles para cumplir su propósito. w11 1/9 pág. 14 ¿Lo sabía? ¿Por qué usó Dios codornices para alimentar a Israel en el desierto? ▪ Después que la nación de Israel salió de Egipto, en dos ocasiones Dios le suministró codornices en abundancia para que comieran carne (Éxodo 16:13; Números 11:31). Las codornices son aves pequeñas, de unos 18 centímetros (7 pulgadas) de longitud y 100 gramos (3,5 onzas) de peso. Estas aves migratorias, cuyo hábitat de reproducción abarca Asia occidental y Europa, pasan el invierno en Arabia y el norte de África. Para llegar hasta allí, atraviesan en grandes bandadas las costas orientales del mar Mediterráneo y sobrevuelan la península del Sinaí. Según el Diccionario Manual Bíblico, la codorniz “vuela rápidamente a favor del viento; pero si éste cambia de dirección, o si las aves se han extenuado por un largo vuelo, caen al suelo aturdidas”. Antes de continuar su viaje migratorio, necesitan descansar un día o dos sobre el terreno, lo que las convierte en presa fácil para los cazadores. A principios del siglo XX, Egipto exportaba para el consumo cerca de tres millones de codornices al año. Las dos veces que los israelitas se alimentaron de codornices fue en primavera. Aunque estas aves suelen cruzar la península del Sinaí en esa estación, fue Jehová quien hizo que un viento fuerte las llevara al campamento israelita (Números 11:31). CAPITULO 12: w04 1/8 pág. 26 Puntos sobresalientes del libro de Números Respuestas a preguntas bíblicas: Números 12:1. ¿Por qué se quejaron Míriam y Aarón respecto a Moisés? Aparentemente, el verdadero motivo fue que Míriam deseaba más poder. Al reencontrarse Moisés con su esposa Ziporá en el desierto, es posible que Míriam temiese perder su posición como la mujer de más autoridad en el campamento (Éxodo 18:15). Página 10

w84 15/4 págs. 29-30 Respete a Jehová, insta el libro de Números Números 12:1—¿Por qué hablaron Míriam y Aarón contra Moisés debido a su esposa cusita? Aquello fue algo más que una objeción a la esposa de Moisés. El motivo real fue el deseo de tener más poder, especialmente de parte de Míriam. Zípora, la esposa de Moisés, había estado fuera del campamento, pero había vuelto a reunirse con su esposo, y Míriam temía que ella la reemplazara como la primera dama en el campamento (Éxodo 18:1-5). Así que consiguió que Aarón se le uniera en criticar a Moisés por haberse casado con una cusita y en desafiar la posición incomparable de él delante de Dios. Por eso Jehová castigó tanto a Míriam como a Aarón; pero el hecho de que solo Míriam fue herida de lepra pudiera indicar que ella fue la instigadora. La confesión de Aarón y su súplica a favor de la leprosa Míriam mostraron su actitud correcta (Números 12:10-13). En cuanto a Zípora, ella era la hija de Reuel el madianita (Génesis 25:1, 2; Números 10:29). En Habacuc 3:7 se establece un paralelo entre “la tierra de Madián” y Cusán, que evidentemente es otro nombre para Madián o se relaciona con un país vecino. Además, a ciertas tribus árabes se las llamaba kusi o kushim. Así que parece que la designación “cusita” no se limitaba a los descendientes de Cam por medio de Cus, sino que también aplicaba a algunos habitantes de Madián. Por lo tanto, se podía decir que Zípora era cusita w95 15/9 pág. 15 párr. 5 El amor vence los celos 5. ¿Qué pone de manifiesto Santiago 4:5, y cómo destacan las Escrituras la veracidad de estas palabras? 5 Hay que reconocer que es más fácil decir esto que hacerlo. El escritor bíblico Santiago nos recuerda que todo ser humano pecador tiene una “tendencia hacia la envidia”. (Santiago 4:5.) La primera muerte humana ocurrió debido a que Caín cedió a los celos. Los filisteos persiguieron a Isaac porque envidiaban su creciente prosperidad. Raquel tenía celos de su hermana porque era fértil. Los hijos de Jacob sentían celos del favor que se mostraba a su hermano menor José. Parece ser que Míriam tenía celos de su cuñada no israelita. La envidia hizo que Coré, Datán y Abiram conspiraran contra Moisés y Aarón. El rey Saúl tuvo celos de las victorias militares de David. No hay duda de que los celos fueron un factor que contribuyó a que los discípulos de Jesús discutieran en muchas ocasiones entre sí sobre quién era el mayor. En realidad, ninguna persona imperfecta está completamente libre de la pecaminosa “tendencia hacia la envidia”. (Génesis 4:4-8; 26:14; 30:1; 37:11; Números 12:1, 2; 16:1-3; Salmo 106:16; 1 Samuel 18:7-9; Mateo 20:21, 24; Marcos 9:33, 34; Lucas 22:24.) w02 1/8 pág. 11 párrs. 9-10 Sumisión leal a la autoridad divina 9, 10. ¿De qué acusaron Coré y los demás rebeldes a Moisés, y por qué tendrían que haberlo pensado mejor? 9 A un hombre tan influyente como Coré no le resultó difícil ganarse la adhesión de otras personas que pensaban igual que él. Aliado con Datán y Abiram, halló 250 partidarios, todos ellos jefes de la asamblea. Juntos se dirigieron a Moisés y Aarón, y les dijeron: “La entera asamblea son todos santos, y Jehová está en medio de ellos. ¿Por qué, pues, deben ustedes alzarse por encima de la congregación de Jehová?” (Números 16:1-3). 10 Los rebeldes tendrían que haberlo pensado mejor antes de desafiar la autoridad de Moisés. No mucho antes, Aarón y Míriam habían hecho precisamente lo mismo que ellos, incluso empleando argumentos parecidos a los de Coré. Según Números 12:1, 2, habían preguntado: “¿Es simplemente por Moisés solo por quien Jehová ha hablado? ¿No ha hablado también por nosotros?”. Jehová, que estaba escuchando, ordenó a Moisés, Aarón y Míriam que se juntaran a la entrada de la tienda de reunión para que él indicara quién era el caudillo que había elegido. Entonces dijo sin ambigüedades: “Si llegara a haber un profeta de ustedes para Jehová, sería en una visión como me daría a conocer a él. En un sueño le hablaría. ¡No así con mi siervo Moisés! Tiene confiada a él toda mi casa”. Acto seguido, Jehová hirió temporalmente a Míriam con lepra (Números 12:4-7, 10). w82 1/9 págs. 17-18 párr. 7 Sumisión leal al orden teocrático 7. (a) ¿Qué factor no tomaron a pecho Aarón y Míriam? (b) ¿Qué consecuencias tuvo esto? 7 Otros ejemplos bíblicos también hacen resaltar el peligro de no someterse lealmente al orden teocrático. Por ejemplo, Míriam y Aarón abusaron de modo presuntuoso de su relación de familia con Moisés y pusieron en duda la posición de Moisés en la congregación del Israel antiguo. (Números 12:1, 2) No tomaron a pecho el hecho de que Jehová mismo había asignado autoridad especial a Moisés, de lo cual se dio testimonio mediante acontecimientos milagrosos. Jehová les recordó: “Mi siervo Moisés ... tiene confiada a él toda mi casa. Boca a boca le hablo a él. ... ¿Por qué, pues, no temieron hablar contra mi siervo, contra Moisés?” Entonces “ardió la cólera de Jehová contra ellos.” Aarón fue reprendido severamente, y, en cuanto a Míriam, ésta fue herida de lepra y echada del campamento de Israel por siete días.—Números 12:7-15.

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w07 1/4 pág. 30 párr. 16 Seamos humildes y sometámonos a nuestros amorosos pastores 16. ¿Por qué no justifica que nos rebelemos el hecho de que un anciano no siga las instrucciones? 16 A veces, un anciano quizás no siga las instrucciones del esclavo fiel y su Cuerpo Gobernante. Si no cambia de actitud, tendrá que rendir cuenta a Jehová, el “pastor y superintendente de [nuestras] almas” (1 Pedro 2:25). Ahora bien, el hecho de que un anciano cometa equivocaciones o sea negligente no justifica que adoptemos una actitud de insubordinación. Jehová nunca bendice ni la desobediencia ni la rebelión (Números 12:1, 2, 9-11). w02 15/11 pág. 16 párr. 9 Sigamos sirviendo hombro a hombro 9. ¿Qué le ocurrió a Míriam por murmurar? 9 Este caso ejemplifica lo que puede ocurrirle a toda una nación de murmuradores. Pero ¿y a los que critican a título personal? Pues bien, Míriam, la hermana de Moisés, y su hermano Aarón dijeron lo siguiente: “¿Es simplemente por Moisés solo por quien Jehová ha hablado? ¿No ha hablado también por nosotros?”. “Y Jehová estaba escuchando”, añade el relato (Números 12:1, 2). ¿Cuál fue el desenlace? Dios humilló a Míriam —quien, al parecer, había tomado la iniciativa en esta queja— hiriéndola de lepra y confinándola fuera del campamento por siete días hasta que quedara limpia (Números 12:9-15). w98 15/8 pág. 13 párr. 14 Jehová debe ser nuestra confianza 14. ¿Por qué es de interés que Jehová escogiera a Moisés como caudillo, más bien que a Aarón o a Míriam? 14 Aarón era tres años mayor que Moisés, pero ambos eran más jóvenes que su hermana Míriam (Éxodo 2:3, 4; 7:7). Y puesto que Aarón hablaba con más fluidez que Moisés, se le nombró vocero de su hermano (Éxodo 6:29–7:2). Sin embargo, Jehová no escogió ni a la hermana mayor, Míriam, ni a Aarón, el más elocuente, para dirigir a los israelitas. Seleccionó a Moisés teniendo en cuenta todos los hechos y las necesidades del momento. En un tiempo Aarón y Míriam no entendieron bien esta realidad y por eso dijeron en son de queja: “¿Es simplemente por Moisés solo por quien Jehová ha hablado? ¿No ha hablado también por nosotros?”. Míriam, posiblemente la instigadora de la queja, fue castigada por su actitud irrespetuosa hacia el escogido de Jehová, a quien ambos debieron haber reconocido como “el más manso de todos los hombres que había sobre la superficie del suelo” (Números 12:1-3, 9-15). w81 15/9 págs. 17-18 párr. 6 Sea sabio... pórtese como uno de los menores 6. ¿Cómo manifestaron que no estaban dispuestos a portarse como entre los menores (a) los medio hermanos de José? (b) Aarón y Míriam? (c) Coré, Datán y Abiram? 6 Entonces hubo el caso de los medio hermanos de José. Debido a que su padre Jacob prefería a José —por ser éste el hijo de su esposa predilecta Raquel— se llenaron de tan enconada animosidad que no descansaron sino hasta que se deshicieron de él. (Gén. 37:3-35) Andando el tiempo ellos, también, tuvieron razón para lamentarse por su modo de proceder. Años después, hasta Míriam y Aarón se rebelaron en contra de portarse como quienes fueran menores con relación a su hermano más joven, Moisés. Se quejaron así: “¿Es simplemente por Moisés solo que Jehová ha hablado? ¿No es también por nosotros que ha hablado?” Pero como el relato pasa a mostrar, Jehová Dios estaba escuchando. Le desagradó mucho la actitud mental de estos dos quejumbrosos, porque les dijo: “Oigan mis palabras, por favor. . . . mi siervo Moisés . . . [tiene] confiada a él toda mi casa. Boca a boca le hablo a él. . . . ¿Por qué, pues, no temieron hablar contra mi siervo, contra Moisés?” Jehová Dios se disgustó tanto que hirió de lepra a Míriam. Entonces hubo el caso de Coré, Datán y Abiram, cuya rebelión en contra de portarse como entre los menores fue más grave aún, y por ello sufrieron destrucción.— Núm. 12:1-15; 16:1-35; 26:9-11. w86 15/8 págs. 10-11 párr. 9 ¡Felices son los que ejercen poder correctamente! 9. ¿Qué otros ejemplos se pueden mencionar que muestran que Jehová ejerce cuidado en cuanto a cómo usa su poder? 9 Considere unos cuantos ejemplos más de los muchos que se podrían mencionar. Cuando Jehová hirió a Míriam con lepra, mostró su poder de una manera perfectamente justa y sabia. Ella merecía tal castigo por hablar tan presuntuosamente en contra de su hermano Moisés, el escogido de Dios. (Números 12:1-15.) Similar fue el caso del rey Uzías cuando con descaro entró en el santuario sagrado del templo y se atrevió a ofrecer incienso en el altar de oro, rechazando altivamente la advertencia de los sacerdotes levitas. Jehová mostró su poder al castigar justamente al rey con lepra. (2 Crónicas 26:16-21.) Puesto que no pecaron al mismo grado, también fueron diferentes los castigos de Jehová: La lepra de Míriam fue temporal, pero Uzías murió leproso. Podemos ver entonces cómo Jehová en todo momento ejerce cuidado al usar su poder de una manera sabia y justa, y es capaz de preservar a los fieles que le aman y destruir a los inicuos. (Salmo 145:20.) Página 12

w91 1/7 pág. 12 párr. 17 El papel de la mujer en las Escrituras 17. a) ¿Qué privilegio sobresaliente tuvieron algunas mujeres en Israel? b) ¿Qué lección contiene el ejemplo de Míriam para las cristianas que quizás reciban ciertos privilegios de servicio? 17 Algunas mujeres hasta fueron profetisas. Débora, que vivió durante el tiempo de los Jueces, fue una de estas. (Jueces, capítulos 4 y 5.) Huldá fue profetisa en Judá poco antes de la destrucción de Jerusalén. (2 Reyes 22:14-20.) El caso de Míriam merece consideración. Aunque se dice que ella era profetisa, enviada por Jehová, parece que en cierta ocasión este privilegio se le subió a la cabeza. No reconoció la autoridad que Jehová había otorgado a su hermano menor Moisés para que dirigiera a Israel, y fue castigada por ello, aunque parece que se arrepintió y fue restablecida. (Éxodo 15:20, 21; Números 12:1-15; Miqueas 6:4.) w08 15/8 pág. 15 párr. 14 Honremos a Jehová actuando con dignidad 14. ¿Cómo se consideraba a los leprosos en Israel? 14 En la antigüedad, las personas que padecían lepra a menudo sufrían una muerte lenta y desgarradora. La enfermedad se iba extendiendo poco a poco por todo el cuerpo, y su cura era tan improbable como la resurrección de un muerto (Núm. 12:12; 2 Rey. 5:7, 14). A los leprosos se les consideraba inmundos y se les marginaba. Cuando se acercaban a la gente, tenían que gritar: “¡Inmundo, inmundo!” (Lev. 13:43-46). Para la sociedad judía, habían dejado de existir. Según ciertos documentos rabínicos, tenían que mantenerse por lo menos a unos dos metros (seis pies) de la gente. Se dice que al ver aparecer a un leproso a lo lejos, cierto líder religioso le arrojó piedras para que no se acercara. w04 1/8 pág. 26 Puntos sobresalientes del libro de Números Lecciones para nosotros: Números 12:2, 9, 10; 16:1-3, 12-14, 31-35, 41, 46-50. Jehová espera que sus siervos respeten la autoridad que él concede. w81 15/9 pág. 20 párr. 16 Sea sabio... pórtese como uno de los menores 16. ¿Qué excelente ejemplo dio Moisés de estar dispuesto a portarse como uno de los menores? 16 Moisés fue uno de los siervos de Jehová de la antigüedad que de modo sobresaliente se portó como uno de los menores. ¡Qué maravillosamente lo empleó Jehová Dios: para dar testimonio a Faraón, producir las 10 plagas, hacer que se dividiera el mar Rojo y proveer a su pueblo agua de modo sobrenatural! Pero a pesar de todos estos privilegios y la preeminencia que éstos le proporcionaban, leemos que “el hombre Moisés era por mucho el más manso de todos los hombres que había sobre la superficie del suelo.” Porque estuvo dispuesto a portarse como uno de los menores, Jehová Dios lo hizo grande a los ojos del mundo, así como a los ojos de su propio pueblo.—Núm. 12:3. w84 1/8 pág. 19 párr. 3 Cultive la modestia cristiana 3. a) ¿Qué puede ayudarnos a cultivar la modestia? b) ¿Qué se puede decir en cuanto a Moisés y la modestia? 3 ¿Qué nos ayudará a cultivar la muy deseable, sí, la muy necesaria cualidad de la modestia? Obviamente, el aplicar todo lo que se ha dicho en el artículo “La modestia cristiana... prueba de sabiduría”, publicado en el número anterior de La Atalaya, nos ayudará a cultivar la modestia. Otra ayuda para cultivar la modestia es el considerar cómo Jehová usó de manera sumamente poderosa a sus siervos modestos. ¿Cómo podía Dios emplear a hombres que procuraban ser alabados y dirigían la atención hacia sí mismos en vez de dirigirla a su Hacedor? Moisés hizo esto tan solo una vez... claro, bajo gran presión y provocación. No obstante, ¡cuán caro le costó aquello! Pero el que Moisés era verdaderamente modesto puede verse por la timidez que desplegó inicialmente respecto a presentarse ante Faraón. Además, las Escrituras dicen que “Moisés era por mucho el más manso de todos los hombres que había sobre la superficie del suelo”. (Números 12:3; Éxodo 4:10-17.) w84 1/7 pág. 31 Preguntas de los lectores Si Moisés era verdaderamente manso y modesto, ¿cómo pudo escribir en Números 12:3 que ‘Moisés era por mucho el más manso de todos los hombres’? Aunque tal vez no se le haya hecho fácil hacerlo, Moisés pudo escribir esa descripción exacta bajo inspiración de Dios. Una señal de que la Biblia es inspirada de Dios es la sinceridad de sus escritores. Moisés y otros hombres a quienes Dios utilizó para escribir porciones de las Escrituras escribieron cosas que reflejaron sinceridad extraordinaria. Página 13

Por ejemplo, Moisés registró casos de faltas y pecados que cometió su pueblo, incluso los de su propio hermano y su propia hermana (Éxodo 16:2, 3; 17:2, 3; 32:1-6; Levítico 10:1, 2). Moisés tampoco hizo una excepción consigo mismo; francamente reveló sus propios errores, aun aquel que resultó en que Dios lo censurara (Números 20:9-12; Deuteronomio 1:37). Así que era consecuente que Moisés registrara objetivamente un hecho que Jehová evidentemente quería que se incluyera... que Moisés mismo era extraordinariamente manso. El marco de circunstancias donde se halla esa declaración provee un caso que sirve de ejemplo. En vez de indignarse cuando Míriam y Aarón desafiaron su autoridad, Moisés permitió que Jehová corrigiera la situación. Moisés prefiguró al Mesías (Deuteronomio 18:15-19). Por lo tanto, cuando Jehová Dios llamó la atención a la mansedumbre de Moisés, Él estaba dando la seguridad de que esta cualidad deseable se hallaría en el Mesías. Cuando leemos los Evangelios, ¿no resulta atrayente la mansedumbre de Jesús, a la vez que nos acerca a él y nos da razón para confiar en él? (2 Corintios 10:1; Hebreos 4:15, 16.) w91 15/10 págs. 16-17 párr. 8 ¡Vístase de apacibilidad! 8. ¿Qué le ocurrió a Moisés aunque era de genio apacible, y por qué? 8 Puede que a veces a un anciano se le haga difícil mantener un espíritu apacible. “Moisés era con mucho el más manso de todos los hombres que había sobre la superficie del suelo.” (Números 12:3.) No obstante, cuando los israelitas afrontaron una escasez de agua en Qadés, riñeron con Moisés y lo culparon de conducirlos de Egipto a un desierto árido. Pese a todo lo que había aguantado Moisés con mansedumbre, habló precipitada y ásperamente. Delante del pueblo, él y Aarón dirigieron la atención a sí mismos cuando Moisés dijo: “¡Oigan, ahora, rebeldes! ¿Es de este peñasco de donde les sacaremos agua?”. Entonces Moisés golpeó el peñasco dos veces con su vara, y Dios hizo que saliera “mucha agua” para el pueblo y sus animales. No complació a Jehová el que Moisés y Aarón no lo hubieran santificado, así que Moisés no recibió el privilegio de introducir a los israelitas en la Tierra Prometida. (Números 20:1-13; Deuteronomio 32:50-52; Salmo 106:32, 33.) w92 1/7 pág. 12 párr. 13 Jehová, el imparcial “Juez de toda la tierra” 13. ¿En qué aspectos fue Moisés un ejemplo excelente para los ancianos en la actualidad? 13 Con un elevado sistema judicial como ese, ¿qué clase de hombre hacía falta para que obrara como juez? Del mismísimo primer juez nombrado de Israel, la Biblia dice: “El hombre Moisés era con mucho el más manso de todos los hombres que había sobre la superficie del suelo”. (Números 12:3.) No confiaba demasiado en sí mismo. (Éxodo 4:10.) Aunque se requería que juzgara al pueblo, en ocasiones se convirtió en su defensor ante Jehová al suplicarle que los perdonara y hasta al ofrecerse para sacrificarse por ellos. (Éxodo 32:11, 30-32.) Declaró poéticamente: “Destilará como el rocío mi dicho, como suaves lluvias sobre la hierba y como copiosos chaparrones sobre la vegetación”. (Deuteronomio 32:2.) Lejos de juzgar al pueblo apoyándose en su propia sabiduría, dijo: “En caso de que se les suscite una causa, esta tiene que venir a mí y yo tengo que juzgar entre una parte y la otra, y tengo que dar a conocer las decisiones del Dios verdadero y sus leyes”. (Éxodo 18:16.) Cuando tenía dudas, presentaba el asunto a Jehová. (Números 9:6-8; 15:32-36; 27:1-11.) Moisés fue un ejemplo excelente para los ancianos que en la actualidad ‘pastorean el rebaño de Dios’ y toman decisiones judiciales. (Hechos 20:28.) Que la relación que tienen con sus hermanos resulte ser también “como suaves lluvias sobre la hierba”. w93 1/2 pág. 12 párr. 18 Sujeción piadosa, ¿por qué es necesaria, y a quiénes aplica? 18. ¿Cómo manifestó sujeción piadosa ejemplar Moisés? 18 Años después, Moisés nos dio un buen ejemplo de sujeción piadosa. La Biblia lo indica claramente al decir que Moisés era “con mucho el más manso de todos los hombres que había sobre la superficie del suelo”. (Números 12:3.) Su obediencia a los mandatos de Jehová en el desierto durante 40 años, aunque tenía que dirigir a un pueblo rebelde de dos o tres millones de personas, demuestra de manera más clara su sujeción piadosa. Por ello está escrito que “Moisés procedió a hacer conforme a todo lo que le había mandado Jehová. Hizo precisamente así”. (Éxodo 40:16.) w94 15/1 pág. 11 párr. 7 Jehová gobierna mediante la teocracia 7. ¿De qué manera fue Moisés un buen ejemplo de alguien que tuvo un cargo de gran autoridad bajo Jehová Dios? 7 Moisés fue el primero que ocupó un cargo de gran autoridad en Israel. Dio un buen ejemplo de ejercicio de la autoridad teocrática. Aunque en cierta ocasión se manifestó su debilidad humana, siempre confió en Jehová. Buscó Su guía cuando se plantearon situaciones que aún no se habían resuelto. (Compárese con Números 15:32-36.) ¿Cómo resistió Moisés la tentación de valerse de su puesto encumbrado para su propia gloria? Pues Página 14

bien, aunque dirigía una nación de millones de personas, era “el más manso de todos los hombres que había sobre la superficie del suelo”. (Números 12:3.) No tenía ambiciones personales; solo le preocupaba la gloria de Dios. (Éxodo 32:7-14.) Moisés tenía además una fe firme. Con relación a él antes de ser un caudillo nacional, el apóstol Pablo dijo: “Continuó constante como si viera a Aquel que es invisible”. (Hebreos 11:27.) Está claro que Moisés nunca olvidó que Jehová era el verdadero Gobernante de la nación. (Salmo 90:1, 2.) ¡Qué buen ejemplo para nosotros hoy! w95 15/12 pág. 12 párrs. 6-7 Hicieron “precisamente así” 6, 7. a) ¿Qué galardonadora decisión tomó Moisés? b) ¿Qué ejemplo de valor nos dio Moisés? 6 Hablemos de otro hombre de fe: Moisés. Pudo haber disfrutado de una vida de autocomplacencia, rodeado de lujos en Egipto. Sin embargo, optó por “ser maltratado con el pueblo de Dios más bien que disfrutar temporalmente del pecado”. Como siervo comisionado por Jehová, “miraba atentamente hacia el pago del galardón [y] continuó constante como si viera a Aquel que es invisible”. (Hebreos 11:23-28.) 7 En Números 12:3 leemos: “El hombre Moisés era con mucho el más manso de todos los hombres que había sobre la superficie del suelo”. El Faraón de Egipto, en cambio, actuó como el hombre más orgulloso del mundo. ¿Cómo respondieron Moisés y Aarón cuando Jehová les mandó que declararan su sentencia contra Faraón? El relato dice: “Moisés y Aarón se pusieron a hacer como Jehová les había mandado. Hicieron precisamente así”. (Éxodo 7:4-7.) ¡Qué ejemplo de valor para nosotros, quienes declaramos los juicios divinos en la actualidad! w97 1/8 págs. 8-9 párr. 4 Servicio leal con la organización de Jehová 4. a) ¿Por qué es fácil que veamos con ojos críticos a los que tienen autoridad? b) ¿Cómo fue Coré desleal a la organización de Jehová? 4 Cuando un hermano ocupa una posición de responsabilidad, sus faltas pueden parecer más evidentes. Es muy fácil criticar ‘la paja que hay en el ojo de nuestro hermano y no tomar en cuenta la viga que hay en el nuestro’. (Mateo 7:1-5.) Ahora bien, concentrarse en las faltas puede engendrar deslealtad. Para ilustrarlo: analice el contraste entre Coré y David. Coré tenía mucha responsabilidad, y posiblemente fue leal por muchos años, pero se hizo ambicioso. Se resintió por la autoridad de sus primos, Moisés y Aarón. Aunque Moisés era el hombre más manso, es probable que Coré empezara a verlo con ojos críticos. Posiblemente halló faltas en él. Sin embargo, esas faltas no justificaban la deslealtad de Coré a la organización de Jehová. Fue muerto y desapareció de en medio de la congregación. (Números 12:3; 16:11, 31-33.) w00 1/8 págs. 10-11 párrs. 5-6 La presunción conduce a la deshonra 5, 6. a) ¿Por qué se rebeló Coré contra Moisés y Aarón? b) ¿Por qué puede decirse que Coré probablemente subestimó su propio lugar en el pueblo de Dios? 5 ¿Por qué se rebeló Coré después de años de fidelidad? Moisés no ejerció un liderazgo opresivo sobre Israel, pues era “con mucho el más manso de todos los hombres que había sobre la superficie del suelo” (Números 12:3). Sin embargo, parece ser que Coré envidiaba a Moisés y Aarón y le molestaba su prominencia, lo que lo llevó a decir —equivocadamente— que se habían alzado por encima de la congregación de manera arbitraria y egoísta (Salmo 106:16). 6 Es muy probable que parte del problema de Coré consistiera en no apreciar lo suficiente sus propios privilegios en el pueblo de Dios. Es cierto que los levitas qohatitas no eran sacerdotes, pero eran maestros de la Ley divina. También llevaban el mobiliario y los utensilios del tabernáculo cuando tenían que transportarse. Esa no era una tarea sin importancia, pues los santos utensilios solo podían llevarlos personas que estuvieran limpias religiosa y moralmente (Isaías 52:11). De modo que cuando Moisés se enfrentó a Coré, le dijo de hecho: ¿Piensas que tu comisión es algo tan insignificante que además quieres conseguir el sacerdocio? (Números 16:9, 10). Coré no entendió que el mayor honor era servir a Jehová fielmente según Su voluntad, y no conseguir alguna categoría o posición especial (Salmo 84:10). w01 15/6 págs. 19-20 párrs. 7-8 Continuemos constantes como si viéramos a Quien es invisible 7, 8. ¿Cómo se explica el valor de Moisés ante Faraón? 7 A fin de llevar a cabo la comisión divina de liberar a los israelitas de la esclavitud en Egipto, Moisés se presentó con frecuencia ante el tiránico Faraón en una corte real repleta de personalidades religiosas y militares. Es probable que las paredes del palacio estuvieran cubiertas de ídolos. No obstante, a diferencia de aquellas figuras que representaban a los dioses egipcios sin vida, Jehová, aun siendo invisible, era real para Moisés. No es de extrañar que este no se sintiera intimidado por Faraón. Página 15

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¿Qué confirió a Moisés el valor necesario para presentarse ante Faraón en repetidas ocasiones? Las Escrituras nos dicen que “el hombre Moisés era con mucho el más manso de todos los hombres que había sobre la superficie del suelo” (Números 12:3). Por tanto, es evidente que lo que le dio la fuerza necesaria para representar a “Aquel que es invisible” ante el despiadado gobernante de Egipto fue su firme espiritualidad y el convencimiento de que Dios estaba de su lado. ¿De qué maneras demuestran hoy día su fe en el Dios invisible quienes lo ‘ven’? w05 15/5 pág. 20 párrs. 1-2 Conozcamos los caminos de Jehová 1, 2. a) ¿Por qué reaccionó Moisés como lo hizo cuando vio a un egipcio maltratando a un hebreo? b) ¿Qué tuvo que aprender Moisés a fin de servir a Jehová? MOISÉS había crecido en la casa de Faraón, donde lo educaron conforme a la sabiduría que los nobles de Egipto valoraban. Ahora bien, él sabía que no era egipcio, sino que provenía de una familia hebrea. Cuando tenía cuarenta años, decidió salir a inspeccionar a sus hermanos, los hijos de Israel. Al ver que un hebreo era maltratado por un egipcio, no se mostró indiferente; de hecho, dio muerte a este último. Optó por ponerse del lado del pueblo de Jehová y pensó que Dios lo estaba usando para liberar a sus hermanos (Hechos 7:21-25; Hebreos 11:24, 25). Cuando este incidente llegó a saberse, la casa real egipcia lo consideró un delincuente, y tuvo que huir para seguir con vida (Éxodo 2:11-15). Si Moisés iba a ser utilizado por Jehová, tendría que familiarizarse más con Sus caminos. ¿Estaría dispuesto a aprender? (Salmo 25:9.) 2 Durante los siguientes cuarenta años, Moisés vivió en el exilio trabajando de pastor. En vez de amargarse porque parecía que sus hermanos hebreos no lo valoraban, se sometió a las circunstancias que Dios permitió. Y aunque estuvo muchos años sin recibir ningún tipo de reconocimiento público, dejó que Jehová lo moldeara. Bajo la influencia del espíritu santo de Dios, y no para ensalzarse, escribió más tarde: “El hombre Moisés era con mucho el más manso de todos los hombres que había sobre la superficie del suelo” (Números 12:3). Jehová utilizó a Moisés de manera extraordinaria. Si nosotros también buscamos la mansedumbre, Jehová nos bendecirá (Sofonías 2:3). w11 15/9 págs. 27-28 párrs. 13-14 ¿Me conoce Jehová? 13, 14. ¿De qué formas demostró Moisés que era una persona humilde? 13 A diferencia de Coré, “Moisés era con mucho el más manso de todos los hombres que había sobre la superficie del suelo” (Núm. 12:3). ¿Cuál fue una de las formas en que manifestó esa actitud mansa? Siguiendo humildemente las órdenes divinas (Éxo. 7:6; 40:16). En la Biblia no lo vemos cuestionando vez tras vez los mandatos del Creador o quejándose de sus decisiones. Pensemos tan solo en la orden de Jehová de que se le construyera un tabernáculo, una tienda donde sería adorado. Moisés recibió indicaciones muy precisas sobre la confección de las telas, el color de las hebras, el número de presillas y muchos otros detalles (Éxo. 26:1-6). A lo largo de la historia, Jehová ha usado en su organización superintendentes para guiar a su pueblo. Claro, quizás nos sintamos desanimados cuando dan instrucciones que nos parecen demasiado meticulosas. Pero nuestro Padre celestial es un superintendente perfecto, y sabe confiar en sus siervos y delegarles autoridad. Por eso, siempre que da muchos detalles lo hace con buenas razones. Cuando Moisés recibió tantas especificaciones para el tabernáculo, no se enojó con Jehová ni pensó que lo estuviera rebajando o que estuviera reprimiendo su creatividad y libertad. Todo lo contrario. Fue muy obediente y se aseguró de que los trabajadores realizaran sus labores exactamente como se había dispuesto (Éxo. 39:32). ¡Cuánta humildad demostró Moisés! Sin duda, reconocía que era la obra de Dios y que él no era más que un instrumento suyo. 14 Tiempo después, volvió a dar un ejemplo de humildad al enfrentarse a circunstancias que lo afectaron directamente. Fue en cierta ocasión en la que los israelitas se pusieron a quejarse. Él perdió los estribos y, lo que es peor, no dio gloria a Jehová. Como castigo, se le anunció que no introduciría a su pueblo en la Tierra Prometida (Núm. 20:2-12). Recordemos que, junto con su hermano Aarón, había soportado durante años las protestas de los israelitas. Y ahora, por haber cometido aquel único error, se le indicó que se quedaría sin presenciar el cumplimiento de algo que llevaba mucho tiempo esperando. ¿Cómo reaccionó al saberlo? Aunque lógicamente se sentiría decepcionado, aceptó con humildad la decisión de Jehová. Sabía que es un Dios recto “con quien no hay injusticia” (Deu. 3:25-27; 32:4). No hay duda de que Moisés era una de las personas a quienes Jehová conocía como fieles siervos suyos (léase Éxodo 33:12, 13). w90 1/12 pág. 12 párr. 7 No hubo egoísmo en su respuesta al amor de Dios 7. ¿Cómo respondió Moisés a las expresiones del amor de Dios? 7 ¿Cómo respondió Moisés al amor y a la bondad inmerecida de Dios? ¿‘Aceptó la bondad inmerecida de Jehová y dejó de cumplir su propósito’? (2 Corintios 6:1.) ¡De ninguna manera! Moisés respondió sin disposición Página 16

egoísta a las expresiones del amor de Jehová mediante estar completamente vuelto u orientado hacia Dios. Siempre acudía a Jehová y disfrutaba de una relación íntima con su Hacedor. ¡Con cuánta estima habló Dios de Moisés cuando reprendió a Aarón y a Míriam por la crítica que estos levantaron contra su hermano! Sí, Jehová hablaba “boca a boca” con Moisés y le había permitido contemplar “la apariencia de Jehová”. (Números 12:6-8.) Aunque Moisés tuvo muchos privilegios, siguió siendo el más manso de los hombres y cumplió los mandatos de Jehová “precisamente así”. (Éxodo 40:16; Números 12:3.) w98 15/7 pág. 11 párr. 10 Cuídese de la falta de fe 10. a) ¿Cómo ayudó Pablo a los cristianos hebreos a reconocer la superioridad del cristianismo sobre el judaísmo? b) ¿Qué verdad universal mencionó Pablo para apoyar su argumento? 10 Pablo resaltó el valor de la fe cristiana comparando a Jesús con Moisés, a quien los judíos tenían por el mayor de todos los profetas. Si los cristianos hebreos podían aceptar de corazón el hecho de que Jesús es mayor que Moisés, no tendrían ninguna razón para dudar de la superioridad del cristianismo sobre el judaísmo. Pablo dijo que aunque Moisés mereció que se le confiara el cuidado de la “casa” de Dios (la nación o congregación de Israel), él solo fue un fiel asistente o servidor (Números 12:7). Por otra parte, Jesús era el Hijo, el amo sobre la casa (1 Corintios 11:3; Hebreos 3:2, 3, 5). Para reforzar su argumento, Pablo mencionó esta verdad universal: “Por supuesto, toda casa es construida por alguien, pero el que ha construido todas las cosas es Dios” (Hebreos 3:4). Nadie discutiría el hecho de que Dios es mayor que cualquier otro ser, pues es el Constructor o Creador de todas las cosas. Lógicamente, entonces, como Jesús fue el obrero maestro de Dios, debe ser mayor que el resto de la creación, incluido Moisés (Proverbios 8:30; Colosenses 1:15-17). w04 1/8 págs. 10-11 párr. 12 Jehová revela su gloria a los humildes 12. ¿Cómo muestra el ejemplo de Moisés que Jehová favorece a los humildes? 12 Por otra parte, en la Biblia abundan los ejemplos de personas humildes a las que se favoreció con una visión de la gloria divina. Moisés, “con mucho el más manso” de todos los hombres, vio la gloria de Dios y disfrutó de una relación muy estrecha con él (Números 12:3). Este hombre humilde, que había sido un modesto pastor por cuarenta años —mucho de ese tiempo, probablemente en la península arábiga—, recibió de múltiples maneras y en abundancia el favor del Creador (Éxodo 6:12, 30). Gracias al respaldo de Jehová, Moisés fue el vocero y organizador principal de la nación de Israel. Disfrutaba de una comunicación cara a cara con Dios y llegó a contemplar en visión “la apariencia de Jehová” (Números 12:7, 8; Éxodo 24:10, 11). Los que aceptaron a este humilde siervo y representante de Dios fueron bendecidos. Del mismo modo, si reconocemos y obedecemos a Jesús —el profeta mayor que Moisés— y al “esclavo fiel y discreto” que Él nombró, también se nos bendecirá (Mateo 24:45, 46; Hechos 3:22). w92 15/11 pág. 21 párr. 15 Sirva a Jehová lealmente 15. ¿Por qué debemos cooperar con la organización visible de Jehová y con los que llevan la delantera en ella? 15 El corazón debe impulsarnos a cooperar con la organización de Jehová porque sabemos que solo ella está dirigida por su espíritu y está dando a conocer su nombre y sus propósitos. Por supuesto, los hombres que llevan la delantera en ella son imperfectos. (Romanos 5:12.) Pero “la cólera de Jehová se enardeció” contra Aarón y Míriam cuando criticaron a Moisés y olvidaron que fue a él, y no a ellos, a quien Dios confió la responsabilidad de dirigir al pueblo. (Números 12:7-9.) En la actualidad los cristianos leales cooperan con “los que llevan la delantera” porque esto es lo que Jehová requiere. (Hebreos 13:7, 17.) Nuestra lealtad se manifiesta, entre otras cosas, asistiendo regularmente a las reuniones cristianas y comentando en ellas para ‘incitar a otros al amor y a las obras excelentes’. (Hebreos 10:24, 25.) w89 15/2 págs. 11-12 párr. 7 Justicia para todos por el Juez nombrado por Dios 7. ¿Qué testimonio da Moisés acerca de Jehová y la justicia? 7 Usted quizás sepa que por décadas Moisés tuvo asociación estrecha y regular con Jehová Dios; tan estrecha fue aquella asociación que Dios dijo que hablaba “boca a boca” a Moisés. (Números 12:8.) Moisés sabía cómo Jehová había tratado con él, y también cómo había tratado con otros humanos y con naciones enteras. Hacia el fin de su vida, Moisés dio esta alentadora descripción: “La Roca, perfecta es su actividad, porque todos sus caminos son justicia. Dios de fidelidad, con quien no hay injusticia; justo y recto es él”. (Deuteronomio 32:4.)

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w04 1/8 pág. 26 Puntos sobresalientes del libro de Números Respuestas a preguntas bíblicas: Números 12:9-11. ¿Por qué se castigó solo a Míriam con lepra? Es muy probable que fuera ella quien suscitó las quejas y quien convenció a Aarón para que se le uniera. Este último manifestó una buena actitud al reconocer su error. CAPITULO 13: w98 15/8 págs. 13-14 párrs. 15-16 Jehová debe ser nuestra confianza 15, 16. ¿Cómo demostró Caleb su confianza en Jehová? 15 Cuando se envió a doce espías a la Tierra Prometida, diez regresaron con un informe negativo. Dijeron que los cananeos eran “hombres de tamaño extraordinario” y atemorizaron al pueblo. Por ello los israelitas “empezaron a murmurar contra Moisés y Aarón”. Pero no todos los espías desconfiaron de Moisés y de Jehová. Leemos: “Entonces Caleb trató de acallar al pueblo para con Moisés, y se puso a decir: ‘Subamos directamente, y de seguro tomaremos posesión de ella, porque ciertamente podemos prevalecer sobre ella’” (Números 13:2, 25-33; 14:2). Josué adoptó la misma postura firme que Caleb. Ambos demostraron su confianza en Jehová cuando dijeron: “Si Jehová se ha deleitado en nosotros, entonces ciertamente nos introducirá en esta tierra y nos la dará, tierra que mana leche y miel. Solo [...] no teman a la gente de la tierra [...] Jehová está con nosotros. No los teman” (Números 14:6-9). Su confianza en Jehová fue recompensada. De toda la generación adulta de aquel tiempo, solo Caleb, Josué y algunos levitas tuvieron el privilegio de entrar en la Tierra Prometida. 16 Unos años más tarde Caleb dijo: “En cuanto a mí, yo seguí plenamente a Jehová mi Dios. [...] Y ahora sucede que Jehová me ha conservado vivo, tal como prometió, estos cuarenta y cinco años desde que Jehová hizo esta promesa a Moisés cuando Israel andaba en el desierto, y ahora me veo aquí hoy con ochenta y cinco años de edad. Sin embargo, hoy me hallo tan fuerte como el día en que Moisés me envió. Como era mi poder entonces, así es mi poder ahora” (Josué 14:6-11). Caleb tenía una actitud positiva, era fiel y no había perdido sus facultades físicas. Sin embargo, Jehová no lo escogió como sucesor de Moisés. Concedió este privilegio a Josué. Podemos estar seguros de que Jehová tuvo sus razones para esta elección y de que fue la mejor. w86 15/12 pág. 12 párr. 9 “Sé animoso y muy fuerte” 9. ¿Cómo mostró Josué que era digno de su nuevo nombre? 9 La lista bíblica de los 12 espías dice que el nombre de Josué era Hosea, que significa “Salvación”. Pero entonces el registro dice: “Moisés continuó llamando Jehosúa [que significa ‘Jehová Es Salvación’] a Hosea hijo de Nun”. ¿Por qué dio énfasis Moisés así al nombre de Jehová? Porque Josué sirvió principalmente para vindicar ese nombre. Josué se convirtió en un ejemplo vivo de obediencia al mandato que posteriormente Moisés recalcaría ante Israel: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza vital”. Al hacer eso, tuvo el privilegio de demostrar que ‘Jehová es salvación’. (Números 13:8, 16; Deuteronomio 6:5.) w11 15/7 págs. 10-11 párrs. 4-5 ¿Seguiremos la amorosa guía de Jehová? 4, 5. ¿Qué presión sufrieron Josué y Caleb, y qué les permitió resistirla? 4 La verdad es que las presiones para seguir a la mayoría se presentan en casi todas las circunstancias. Además, pudieran aparecer de forma repentina y ser difíciles de resistir. Pensemos, por ejemplo, en lo que les sucedió a Josué y Caleb. Los dos habían formado parte de un grupo de doce hombres que había estado espiando la Tierra Prometida. Los otros diez dieron un informe muy negativo y desalentador. Hasta aseguraron que habían visto gigantes que descendían de los nefilim, o sea, de los hijos que habían tenido los ángeles rebeldes con las mujeres (Gén. 6:4). ¡Qué disparate! Aquellos seres híbridos no solo no habían tenido hijos, sino que habían muerto siglos antes en el Diluvio. Este ejemplo ilustra que, cuando las personas están débiles en la fe, pueden aceptar las ideas más absurdas. Así les sucedió a los israelitas: los rumores de los diez espías los llenaron de pánico. Tanto es así que la mayoría pensó que sería un error hacer caso a Jehová y entrar en la Tierra Prometida. ¿Qué harían Josué y Caleb en esas circunstancias tan tensas? (Núm. 13:25-33.) 5 Aquellos dos hombres no se dejaron arrastrar por los demás. Aunque la gente no quiso escucharlos e incluso amenazó con apedrearlos, ellos defendieron la verdad. ¿Qué les permitió ser tan valientes? Sin duda, la fe. Y es que cuando uno tiene fe, ve muy clara la diferencia entre las santas promesas de Jehová y las afirmaciones sin fundamento de los hombres. De hecho, Josué y Caleb expresaron más tarde su satisfacción al ver que Dios había cumplido todo lo que había jurado hacer (léanse Josué 14:6, 8 y 23:2, 14). Eran dos hombres devotos y nunca se les habría ocurrido ofender a Jehová por complacer a aquella multitud incrédula. Por eso, se mantuvieron firmes en su postura. ¡Qué ejemplo para todos nosotros! (Núm. 14:1-10.) Página 18

w03 1/3 pág. 14 párrs. 3-4 Confiemos en Jehová con todo el corazón 3, 4. ¿Cómo difería el informe de Josué y Caleb sobre la Tierra Prometida del informe de los otros diez espías? 3 ¿Dónde, pues, debemos buscar seguridad? Donde Josué y Caleb la buscaron en los días de Moisés. Poco después de la liberación de Israel de la esclavitud egipcia, la nación estaba lista para entrar en Canaán, la Tierra Prometida. Se enviaron doce hombres para espiar el territorio, y al cabo de cuarenta días volvieron para dar un informe. Solo dos de ellos, Josué y Caleb, hablaron favorablemente del futuro de Israel en Canaán. Los demás admitieron que la tierra era buena, pero dijeron: “La realidad es que la gente que mora en la tierra es fuerte, y las ciudades fortificadas son muy grandes”, y agregaron: “No podemos subir contra la gente, porque es más fuerte que nosotros” (Números 13:27, 28, 31). 4 Los israelitas hicieron caso de los diez espías, y el miedo se apoderó de ellos hasta tal punto, que empezaron a murmurar de Moisés. Finalmente, Josué y Caleb, en una defensa apasionada, dijeron: “La tierra por la que pasamos para espiarla es una tierra muy, muy buena. Si Jehová se ha deleitado en nosotros, entonces ciertamente nos introducirá en esta tierra y nos la dará, tierra que mana leche y miel. Solo que contra Jehová no se rebelen; y ustedes, no teman a la gente de la tierra” (Números 14:6-9). Con todo, el pueblo no escuchó, y, en consecuencia, no se les permitió entrar en la Tierra Prometida en aquella ocasión. w05 15/9 págs. 19-20 párr. 16 Andemos por fe, no por vista 16. ¿Cómo perjudicó a los israelitas fijarse solo en la apariencia exterior de las cosas? 16 Fijarse solo en la apariencia exterior de las cosas también perjudicó a los israelitas de otras maneras. Los hizo temblar de miedo frente a sus enemigos (Números 13:28, 32; Deuteronomio 1:28). Dio lugar a que desafiaran la autoridad dada por Dios a Moisés y se quejaran de su suerte. Su falta de fe hizo que prefirieran Egipto, país dominado por los demonios, a la Tierra Prometida (Números 14:1-4; Salmo 106:24). ¡Cuánto dolor debió causar la insolencia de este pueblo a su Rey invisible, Jehová! w05 15/2 pág. 20 párr. 12 Protejamos nuestra identidad cristiana 12. ¿Qué pauta y qué ejemplo nos ayudarán a tener una confianza inquebrantable en Dios? 12 Cuando la presión exterior amenaza con arruinar nuestro sentido de la identidad cristiana, conviene recordar que nuestra lealtad a Jehová es mucho más importante que la opinión pública o las tendencias populares. Las palabras de Éxodo 23:2 nos sirven de pauta: “No debes seguir tras la muchedumbre para fines malos”. En la ocasión en que la mayoría de los israelitas dudaron de la capacidad de Jehová para cumplir sus promesas, Caleb se negó rotundamente a apoyarlos. Estaba convencido de que las promesas de Dios eran fidedignas, postura que le reportó abundantes bendiciones (Números 13:30; Josué 14:6-11). ¿Estamos también dispuestos a resistir la presión de la mayoría y proteger nuestra relación con Dios?

Toda la información ha sido sacada de la Watchtower Library 201 2013 3 Este archivo, es simplemente una ayuda para nuestra preparación, el propósito principal de esto, es que investiguemos más nosotros. (km 99--2006)

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