Para trabajar el pretérito del modo indicativo en la clase de ELE

TANIA SILVERIO PÉREZ Facultad de Lenguas Extranjeras Universidad de La Habana La Habana, Cuba [email protected] Para trabajar el pretérito del modo i

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TANIA SILVERIO PÉREZ Facultad de Lenguas Extranjeras Universidad de La Habana La Habana, Cuba [email protected]

Para trabajar el pretérito del modo indicativo en la clase de ELE Independientemente del método de enseñanza al cual se adhiera el profesor, una de las claves fundamentales de la concepción actual de la didáctica de las lenguas extranjeras es el desarrollo de la conciencia lingüística en el estudiante que le provoque una actitud reflexiva sobre la lengua que estudia. La competencia lingüística es imprescindible para lograr una eficiente competencia comunicativa. 1 En este contexto la gramática debe ser objeto de atención en el proceso de organización de la enseñanza de la lengua extranjera, y el profesor no debe enseñarla como un fin, sino como un medio, una herramienta. Esta aseveración no excluye la enseñanza explícita de los contenidos gramaticales. No debe ser presentada como un conjunto acabado y bien definido de los conocimientos del profesor, ni del contenido que se presenta en los libros de texto. En el caso de la enseñanza de lenguas extranjeras, la gramática que se debe estudiar es aquella que generen las situaciones de uso de la lengua, por lo tanto se habla de una visión selectiva de la gramática. El español se revela como una lengua de gran complejidad para el aprendiz no hispanohablante, por lo que es común que este reclame al docente una atención diferenciada a la gramática. Tal atribución (complejidad) se debe, en buena parte, a la expresión de la temporalidad. Este idioma tiene tres modos (indicativo, subjuntivo e imperativo2) que agrupan los diferentes tiempos. A partir de la experiencia es fácil llegar a la conclusión que los tiempos del modo subjuntivo son, generalmente, los que mayores dificultades provocan al alumno. Los tiempos del pasado del indicativo son fáciles de comprender de forma independiente, pero cuando el estudiante debe seleccionar la forma correcta para expresarse, comete errores. Las correlaciones temporales constituyen otro aspecto vulnerable. En este trabajo se hace referencia al pretérito del modo indicativo y a su enseñanza en la clase de lenguas extranjeras, desde un enfoque comunicativo. El objetivo es describir este tiempo verbal y proponer algunas sugerencias para trabajarlo en el aula en el nivel elemental, además, se presentan algunos modelos de ejercicios. Para ofrecer un material más productivo al profesor de español como lengua extranjera (ELE), se hace referencia a algunas consideraciones teóricas sobre el verbo, el tiempo lingüístico y los tiempos verbales del indicativo que expresan un hecho anterior al momento de habla u origen. El verbo Según la Academia de la Lengua Española, el verbo es «la parte de la oración que designa estado, acción o pasión, casi siempre con expresión de tiempo y de persona». Al mismo tiempo puede definirse como una palabra que expresa acción, esencia o estado del ser. Para Bello (1980) el verbo se define por su función: «Esta palabra es la más esencial del atributo; es por excelencia el atributo mismo, porque todas las otras de que este puede constar no hacen más que referirse a ella, explicando o particularizando su significado. [...] es pues una palabra que denota el atributo de la proposición, indicando juntamente el número y persona del sujeto y el tiempo del mismo atributo.». Es decir, el verbo (no las formas no personales) incluye una mención nominal que permite que el sujeto esté explícito o no. Seco (1989) también considera que la capacidad del verbo de funcionar como núcleo del predicado es la que lo define. En cuanto al sentido, sitúa el «tema» de la oración en el tiempo, lo inserta «en la secuencia de las cosas que ocurren y le atribuye una realidad»3. Según Otilia de la Cueva (1989) el verbo es una palabra que consta de un lexema que aporta el contenido semántico y expresa acción, proceso o estado del sustantivo o expresión equivalente, sobre el cual incide. Presenta, además, morfemas constituyentes: vocal temática, tiempo, modo, número, persona, voz y aspecto. Gatti y Wiesse (2002) consideran que el verbo no es solo aquella palabra (dependiente) con la que se piensa la realidad como un comportamiento del sujeto (independiente); pues puede actuar de forma independiente. En este caso están los impersonales, que no poseen sujeto (hace diez días). Tampoco incluye los verbos de estado (ser, estar) que no expresan comportamiento, son un nexo. Para Rojo (1974: 76), en su revolucionaria concepción de la temporalidad lingüística, el verbo es el «elemento lingüístico que posee, entre otras capacidades, la de expresar las relaciones temporales existentes entre dos o más acontecimientos y, al mismo tiempo, su orientación con respecto a un punto cero que llamaremos a partir de este momento, origen». Es el elemento en el que la temporalidad alcanza su máximo desarrollo. 1

Se hace referencia a lo sistemático del lenguaje, es decir, los elementos que componen la lengua y las reglas que rigen su comportamiento. Al estudiar un idioma extranjero como medio de comunicación, la gramática adquiere un carácter aplicado. Ella es necesaria para construir correctamente el habla, para comprender las expresiones y controlar conscientemente la producción. 2 Existen diferentes criterios sobre los modos en el español, pero esa discusión teórica no es de interés para este trabajo. 3 Hace referencia a las categorías tiempo y modo.

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El tiempo Sobre la palabra tiempo recae un «extenso abanico» de significados denotativos, pues es un término de diferentes ramas del saber. En el caso de la Lingüística, los especialistas se han empeñado en buscar correspondencias entre los tiempos lingüísticos y la realidad exterior. Huanfa (2007) en su análisis señala: «Alarcos (1995) renuncia al término tiempo y opta por el de perspectiva temporal, por cuanto las formas verbales no denotan un tiempo cronológico concreto. Por su parte, Lamíquiz (1975), Pottier (1977) y Coseriu (1996) prefieren planos o niveles de actualidad como actual e inactual». De acuerdo con Otilia de la Cueva (1989) el tiempo es un morfema constitutivo del verbo que lo caracteriza y lo diferencia (junto con el modo) de otras categorías funcionales o clases de palabras. El morfema tiempo se refiere al momento o época en que se produce la acción verbal. Su punto de referencia es el acto del habla: presente. Tanto en los tiempos lingüísticos como en el tiempo como categoría física que se relaciona con la realidad exterior, se deslindan tres momentos: presente, pasado y futuro. Algunos estudiosos emplean las nociones anterioridad, simultaneidad y posterioridad. Tal es el caso de Rojo (1974). Este autor define la temporalidad lingüística como una categoría gramatical deíctica que manifiesta la orientación de una situación con respecto al origen o a otro punto concomitante. Lo fundamental en la temporalidad lingüística es la orientación antes y después de un acontecimiento respecto a otro, por lo que hay un continuo desplazamiento del punto de origen. También existe una concepción acerca del tiempo que lo vincula con el momento de la emisión de los enunciados; es la noción de tiempo en su correlación con el locutor, es decir, la situación cronológica de un 4 acontecimiento respecto al acto de enunciación por parte del hablante (Cohen, 1993) . A partir de aquí nace, precisamente, el tiempo lingüístico y más específicamente, los tiempos verbales concebidos como «deícticos o elementos lingüísticos aferentes a la enunciación, esto es, su valor semántico depende de la relación del tiempo que manifiestan con el momento en que se pone a funcionar la lengua» (Adam y Lorda, 1999). El pretérito del modo indicativo Para Otilia de la Cueva (1989) el pretérito expresa acciones pasadas independientes de cualquier otra acción y constituye una forma absoluta y perfecta del pasado. Rojo (1974) considera que la expresión de anterioridad es la relación privilegiada dentro del sistema verbal español. Este autor ubica el pretérito del modo indicativo (forma O-V, en la que O es origen y –V, anterioridad) 5 dentro de las formas que indican primariamente anterioridad y lo define como forma que indica un hecho anterior al origen. Gatti y Wiesse (2002) utilizan otra nomenclatura: pretérito indefinido. Expresa tiempo pasado y aspecto perfecto. Lo definen como una acción pasada y acabada (coinciden con Seco, 1989) que no guarda relación con el presente (realizada en una unidad de tiempo que ya ha pasado para el hablante). Se asocia con adverbios o locuciones temporales que excluyen el tiempo en el que se habla (anoche, ayer, el año pasado; aunque también puede aparecer con expresiones como ahora, hoy). El pretérito del modo indicativo puede neutralizarse6. El fenómeno se observa en dos grupos: amo / amaba / amé (presente / copretérito / pretérito de indicativo), amé / he amado (pretérito / antepresente de indicativo). En el primer caso se logra con el denominado presente histórico, que permite trasladar el origen o momento de habla al momento en el que ocurre el hecho (o la noción que expresa el verbo) y así conseguir un acercamiento psicológico al «acontecimiento»: José Martí nació el 28 de enero de 1853. / José Martí nace el 28 de enero de 1853. En el segundo, ambas formas expresan pasado o anterioridad al momento de habla o punto de origen. La diferencia está, según Seco (1989), en que en el pretérito «sentimos el hecho como en un tiempo ido, anterior al momento que vivimos ahora», y en el antepresente sentimos que «el hecho ocurrió dentro de un tiempo que todavía alcanza a incluir nuestro momento actual». Esta distinción muchas veces es psicológica, si el hablante 7 considera el hecho ajeno u operante en el momento de habla: Murió ayer; Ha muerto ayer . Para Gatti y Wiesse (2002), el antepresente (pretérito perfecto; forma (OoV)-V, para Rojo, 1974) guarda relación con el presente (presente = presente psicológico y no necesariamente presente cronológico). Se realiza en una unidad de tiempo que no ha terminado para el hablante. Existen diferencias en el uso de este tiempo verbal. Mientras que en España se prefiere el antepresente, en la mayoría de los países hispanoamericanos alcanza una mayor frecuencia de realización el pretérito. 4

Citado por Huanfa (2007). Este autor establece dos tipos de relación temporal: relación temporal primaria y relación temporal secundaria. La primera es la que se establece inmediatamente, ya sea con respecto al origen o a una referencia. La segunda, la que existe entre un punto y el origen a través de una referencia. Se orientan primariamente con respecto a una referencia. Considera que existe una relación directa entre las formas que expresan primariamente anterioridad y el aspecto perfectivo, aunque demuestra que «la adecuada comprensión del fenómeno de la temporalidad lingüística –y más concretamente de la temporalidad verbal– elimina la necesidad de apelar a intentos de explicación basados en el recurso a otras categorías verbales» (Rojo, 1974: 146). 6 Según Rodríguez Adrados (1980: 506), «La neutralización es un rasgo esencial y característico de todas las lenguas, es la posibilidad de renunciar a sentidos, categorías o funciones habituales de ellas [...] permite el uso de un término en un sentido más amplio del habitual y elimina la diferencia respecto a otro término». 7 Ejemplos de Seco, 1989, p. 174. 5

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Ocurre el fenómeno de neutralización en el par amé / hube amado, en el que el candidato vencedor es el pretérito. Como se ha dicho, el uso del antepretérito es muy limitado. Aunque no se reconoce el fenómeno de neutralización en el par amé / amaba (pretérito / copretérito), es necesario aclarar las diferencias que existen entre los dos tiempos, ya que en la distinción entre uno u otro para expresar una acción anterior al momento de habla, está una de las dificultades más recurrentes de los estudiantes extranjeros que aprenden el español como lengua extranjera. Para Seco (1989: 175) el rasgo distintivo del copretérito es la expresión de un hecho «en su transcurrir»; Otilia de la Cueva (1989), plantea que expresa una acción pasada, durativa, relativa; que coexiste con otra acción pasada 8 y se destaca por expresar duración o transcurso. Gatti y Wiesse (2002) coinciden en que es un tiempo relativo , por lo que indica una acción paralela a otra. Esta idea es explicada en la teoría de Rojo (Ídem: 99) de la siguiente manera cuando define la forma (O-V)oV (copretérito): indica simultaneidad a lo anterior al origen, a lo «genéricamente anterior al origen, no con respecto a un punto concreto orientado en este sentido». Otro tiempo que complejiza la selección por parte del estudiante de la forma para expresar el pasado es el antecopretérito (pretérito pluscuamperfecto, forma (O-V)-V para Rojo, 1974). Los autores consultados coinciden en definirlo como la forma que expresa una acción anterior a otra también anterior al momento de habla u origen. Los tiempos del pasado del modo indicativo pueden ser expresados en una gráfica temporal de la siguiente forma: antepresente copretérito antecopretérito

Momento de habla u origen

pretérito

t

Las indicaciones temporales en el sintagma verbal pueden estar dadas por dos fuentes principalmente: morfema 9 verbal y adverbios. Estos concretan la indicación vectorial del verbo y redunda. En el aula Es común que las personas que aprenden una lengua extranjera «construyan» dos tipos de conocimiento gramatical: el explícito y el implícito. Según Estal y Zanón (1999), el primero corresponde a las reglas y estructuras de la lengua extranjera analizadas y organizadas conscientemente en un sistema por el alumno. Le permite identificar su error y rectificarlo. El segundo es de naturaleza intuitiva y no está formulado en un tratado de reglas, sino por frases-fórmulas y reglas-intuitivas. La enseñanza de la gramática contribuye a un aprendizaje más rápido y con niveles superiores de precisión gramatical en las producciones lingüísticas de los alumnos (Huanfa, 2007). Esta consideración implica la necesidad de dirigirla hacia un conocimiento explícito (de la gramática) que facilite el proceso de aprendizaje implícito y hacia un uso ligado a las actividades de comunicación. El enfoque comunicativo resulta eficaz –si se interpreta y materializa en el ejercicio docente de forma correcta– en el proceso de enseñanza-aprendizaje de las lenguas extranjeras; pues tiene como objetivo lograr una competencia comunicativa eficiente en el aprendiz. La enseñanza de la gramática debe insertarse en este 10 contexto y si se hace mediante tareas , el resultado puede ser superior. Cuando se introduce

Cuando el estudiante es principiante11, resulta «fácil» el trabajo con el pretérito del modo indicativo. Esto se debe a que aún es poco el contenido que tiene de la lengua y el alumno está ansioso por conocer más, necesita las herramientas para comunicarse, y la noción de pasado está en todas las lenguas, aunque no se exprese igual. El docente debe aprovechar el contenido sabido para introducir el nuevo de forma oral: ¿Qué comes en Cuba? (al estudiante); Yo como… pero ayer comí… Cuando el profesor dice ayer lo debe hacer significativamente: subir el tono de la voz, auxiliarse de lenguaje extraverbal, de un gráfico. Normalmente el estudiante capta la idea con rapidez. Es recomendable escribir en la pizarra las oraciones «Ayer yo comí…» «Y tú, ¿qué comiste?», para preguntarles a varios estudiantes. Podrá averiguar el profesor por un tercero, si lo considera prudente: ¿Qué comió él? Debe utilizar un texto simple escrito, monologado o dialogado, cuya novedad radique casi exclusivamente en el uso del pretérito; conviene que primen verbos regulares y aparezcan uno o dos irregulares. Luego de la comprensión general del texto se trabaja con los verbos conjugados en pretérito del indicativo, se presenta el paradigma para las formas regulares y se especifica el de las irregulares. Se recomienda hacer ejercicios de conjugar el verbo dado para completar espacios en blanco en oraciones simples, completar oraciones, discriminar verbos en presente y en pretérito, decir qué hicieron las diferentes personas gramaticales, según láminas; hasta llegar a la expresión oral y escrita en forma monologada por parte del estudiante de lo que hizo él u otra persona. 8

Es un tiempo que con frecuencia se utiliza en relación con otras formas verbales. Rojo (1974) considera que las relaciones temporales son vectores. Un acontecimiento solo puede ser anterior, simultáneo o posterior a otro. Un vector es un segmento que posee origen, cantidad, dirección y sentido. Lo esencial en un vector temporal es el sentido. 10 La enseñanza mediante tareas es una propuesta de la didáctica de lenguas extranjeras que se centra en la forma de organizar, secuenciar y realizar las actividades de clase. Se considera que es una evolución y consolidación de los enfoques comunicativos (Brumfit y Johnson, 1979). 11 Según la nomenclatura que se utiliza en los cursos de español como lengua extranjera en la Universidad de La Habana: Principiante o Elemental cero, Elemental plus, Intermedio, Avanzado, Superior o Curso de perfeccionamiento. 9

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El profesor debe crear un sistema coherente de ejercicios que le permita al estudiante «hablar» del tiempo pasado. Para ello debe enseñar: vocabulario vinculado con el tema, paradigma del pretérito del indicativo (puede aprovechar este contenido para puntualizar las peculiaridades de la posición del acento de intensidad y la presencia del acento ortográfico), adverbios y expresiones temporales que se utilicen para referirse al pasado, adverbios o expresiones para expresar continuidad, principalmente. Es muy importante que el docente delimite la forma de las preguntas para no interferir en las nociones expresadas por otros tiempos verbales (copretérito, antepresente, antecopretérito) que el discente estudiará posteriormente. Es necesario aclarar que si se habla de Elemental plus, el trabajo con el vocabulario y el conocimiento sociocultural hispanoamericano es mayor. En este caso se llega hasta el antepresente del indicativo y se impone que el profesor lleve al estudiante a que reconozca las diferencias entre los dos tiempos del pasado y haga ejercicios en los que tenga que reflexionar sobre la pertinencia de uno u otro. Cuando se conoce

El nivel intermedio se caracteriza por la incorporación de abundante contenido gramatical. Se introducen los tiempos verbales copretérito, antecopretérito y postpretérito del modo indicativo; presente y pretérito del subjuntivo. Es muy importante que el profesor proponga actividades en las que el alumno tenga que reflexionar sobre el uso de los tiempos verbales del pasado para que los use correctamente. Por tanto, cada vez que introduzca un tiempo verbal debe lograr que el estudiante comprenda lo que expresa dentro del espectro de acciones anteriores al momento de habla u origen; para eso debe presentar ejercicios en los que aparezcan varios tiempos conocidos. Además, debe hacerse hincapié en las correlaciones temporales, contenido que genera dificultades hasta en los niveles más altos de dominio del español como lengua extranjera. Muestra de ejercicios Los ejercicios siempre deben responder a los contenidos socioculturales y lingüísticos que debe tener el estudiante. Los ejemplos que se muestran no están completos ni organizados. Tienen como objetivo, de forma general, favorecer el conocimiento explícito del contenido gramatical que se trata: el pretérito del indicativo. El trabajo con el vocabulario, la comprensión de texto, el contenido sociocultural y otros, no están desarrollados. Esto no quiere decir que deban ser excluidos. El profesor debe integrar todos los contenidos necesarios para que el estudiante pueda cumplir el objetivo que plantea la unidad didáctica. 1. Completa las oraciones con los verbos que aparecen entre paréntesis. a) Juan _________ (llegar) a La Habana hace dos semanas, pero _________ (empezar) las clases... 2. En la imagen que te proponemos puedes ver las actividades que Fernando hizo ayer. Completa el párrafo. (Puede darse o no los verbos, depende de los niveles de ayuda que demande el grupo.) 3. Escucha el texto. Identifica los verbos que expresan una acción pasada y los que expresan una acción presente; luego escríbelos en el lugar que les corresponde. 4. Lee el texto y responde. (Se da un texto monologado o dialogado.) ¿De quién se habla? / ¿Qué hizo el sábado? / ¿Se sintió bien en el lugar? ¿Por qué? / Recuerda la última vez que estuviste en la playa y escribe un texto sobre el viaje. 5. Piensa que hoy es 3 de mayo y lee los apuntes que Michelle hizo en su diario. Luego, completa el párrafo con las expresiones que indican la relación temporal. (Se dan las expresiones) Michelle está en Cuba ______________, vino de turismo; pero ______________ supo de la Universidad de La Habana y quiso conocerla. Por eso... 6. Usa tu imaginación y completa las oraciones. Anoche ____________________________________________________________________ 7. Piensa que hoy es sábado. Llena la página de esta semana de tu agenda y conversa con tu compañero sobre lo que hicieron de lunes a viernes. 8. Escribe un mensaje a un amigo en el que cuentes lo que hiciste la semana pasada. 9. Ana contó su historia escolar, pero tiene espacios en blanco. Lee con cuidado y selecciona la forma verbal adecuada para cada lugar. (Para que analice y utilice: presente, pretérito, antepresente) __________ en muchas escuelas durante toda mi vida. Desde los cuatro años hasta los once __________ en la primaria Eduardo Reyes Canto. Allí __________ muy buenos maestros. Luego... 10. Hace un mes recibí una llamada de mi hermano en la que me dijo así: Tanita querida, he conocido muchos lugares en este país... Hace un momento conversamos y me dijo: Fui cuatro veces a La Habana Vieja... Analiza: ¿Qué diferencias hay entre los dos mensajes? Bibliografía Alba, José Manuel y Zanón, Javier (1999): «Unidades didácticas para la enseñanza del español/LE en los Institutos Cervantes» en La enseñanza del español mediante tareas, pp.151-174. Editorial Edinumen, Madrid.

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Brumfit, C. y Jhonson, K. (1979): The communicative approach to language teaching Oxford. Oxford University Press. Colectivo de autores (2006): Aprendamos español (Primera parte). Editorial Félix Varela, La Habana. De la Cueva, Otilia (1989): Manual de gramática española II. Editorial Pueblo y Educación, La Habana. Gatti Murriel, Carlos y Wiesse Rebagliati, Jorge (2002): Elementos de gramática española (tercera edición). Universidad del Pacífico, Lima, Perú. (Apuntes de estudio 6). Huanfa, Wang (2007): «Propuesta metodológica para la enseñanza mediante tareas de la correlación temporal en español a estudiantes chinos». Tesis de maestría, Centro de Estudios de Educación, Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas. Martín Sánchez, Miguel A. (2008): «El papel de la gramática en la enseñanza-aprendizaje de ELE». En Ogigia Revista electrónica de estudios hispánicos, # 3, enero de 2008, pp. 29-41. Rodríguez Adrados, Francisco (1980): Lingüística Estructural. Editorial Gredos, Madrid. Rojo, Guillermo (1974): «La temporalidad verbal en español», en Verba, Anuario Gallego de Filología, Vol. 1; pp. 68-149. Seco, Manuel (1989): Gramática esencial del español. Editorial Espasa Calpe, Madrid. Zanón Gómez, Javier y otros (1999): La enseñanza del español mediante tareas. Editorial Edinumen, Madrid.

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