PARROQUIA LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR Comuna La Pintana Diócesis de San Bernardo

PARROQUIA LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR Comuna La Pintana – Diócesis de San Bernardo subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderos

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PARROQUIA LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR Comuna La Pintana – Diócesis de San Bernardo subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica; la comunión de los Santos; el perdón de los pecados; la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

A) ACTO PENITENCIAL Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho, de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí, ante Dios nuestro Señor.

E) PADRE NUESTRO Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.

B) KYRIE Sacerdote: Señor, ten misericordia de nosotros. Asamblea: Porque hemos pecado contra Ti. Sacerdote: Muéstranos, Señor, tu misericordia. Asamblea: Y danos tu salvación. C) GLORIA

F) LA SALVE Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias. Señor, Rey celestial, Dios Padre Todopoderoso. Señor, Hijo Único, Jesucristo; Señor; Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre. Tú, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Tú, que quitas el pecado del mundo, atiende nuestras súplicas. Tú, que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros. Porque sólo Tú eres Santo, sólo Tú, Señor, sólo Tú, Altísimo Jesucristo. Con el Espíritu Santo, en la Gloria de Dios Padre, amén.

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve; a ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.¡Ea¡, pues, Señora, Abogada nuestra; vuelve nosotros esos, tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, ¡oh! Clemente, ¡oh! Piadosa, ¡oh! Dulce siempre Virgen María. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo, amén. G) ORACION POR (Benedicto XVI)

LAS VOCACIONES

Padre, haz que surjan entre los cristianos numerosas y santas vocaciones al sacerdocio, que mantengan viva la fe y conserven la grata memoria de tu Hijo Jesús, mediante la predicación de su palabra y la administración de los Sacramentos, con los que renuevas continuamente a tus fieles. Danos santos ministros del altar, que sean solícitos y fervorosos custodios de Eucaristía, sacramento del don supremo de Cristo, para la redención del mundo. Llama a ministros de tu misericordia que, mediante el sacramento de la Reconciliación, derramen el gozo de tu perdón.

D) CREDO DE LOS APÓSTOLES Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos,

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Padre, haz que la Iglesia acoja con alegría las numerosas inspiraciones del Espíritu de tu Hijo y, dócil a sus enseñanzas, fomente vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada. Fortalece a los obispos, sacerdotes, diáconos, a los consagrados y a todos los bautizados en Cristo, para que cumplan fielmente su misión al servicio del Evangelio. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor, amén. María, Reina de los Apóstoles, ruega por nosotros.

Mírame con compasión, no me dejes Madre mía, amén. k) ORACIÓN POR LA FAMILIA Dios Padre Todopoderoso, tú creaste al hombre y a la mujer a tu imagen y semejanza, y le diste como vocación el amor. Te agradecemos que hayas instituido desde el principio el matrimonio indisoluble, para que los esposos se amen generosamente y sean padres abnegados de sus hijos. Queremos acoger las enseñanzas de tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor, que nos mandó: “lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre”, y que elevó la unión conyugal a sacramento. Infunde en nuestros corazones el Espíritu Santo, fuente de amor, respeto y felicidad, para que nuestras familias crezcan en las dificultades y lleguen a ser santuarios de la vida, el amor y la paz. Virgen del Carmen, Reina de Chile, te suplicamos que guíes a los que velan por el bien común, para que nuestras leyes fortalezcan el vínculko conyugal y la unión matrimonial, y la familia sea fundamento vivo del futuro de nuestra Patria. Amén.

H) CREDO CONSTANTINOPOLITANO Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo Único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo y, por obra del Espíritu Santo, se encarnó de María la Virgen y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo reciben una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es Una, Santa, Católica y Apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero en la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén. I)

L) ORACIÓN POR CHILE Virgen del Carmen, María Santísima: Diois te escogió como Madre de su Hijo, el Señor, que nos trae el amor y la paz. Madre de Chile, a ti honraron los padres de la Patria y los más valientes de la historia; desde los comienzos nos diste bendición. Hoy te confiamos lo que somos y tenemos: nuestros hogares, escuelas y oficinas; nuestras fábricas, estadios y rutas; el campo, las pampas, las minas y el mar. Protégenos de terremotos y guerras, sálvanos de la discordia; asiste a nuestros gobernantes; concede tu amparo a nuestros hombres de armas; enséñanos a conquistar el verdadero progreso, que es construir una gran nación de hermanos, donde cada uno tenga pan, respeto y alegría. Virgen del Carmen, Estrella de Chile, en la bandera presides nuestros días y en las noches tormentosas sabiamente alumbras el camino. Madre de la Iglesia, tú recibes y nos entregas a Cristo; contigo nos ofrecemos a Él, para que sobre Chile extienda los brazos salvadores de su cruz, y la esperanza de su resurrección. Amén.

COMUNIÓN ESPIRITUAL

Yo quisiera, Señor, recibirte, con aquella pureza, humildad y devoción con que te recibió tu santísima Madre, con el espíritu y fervor de los Santos. J)

BENDITA SEA TU PUREZA

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial princesa, Virgen sagrada, María, yo te ofrezco en este día, alma, vida y corazón.

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1.- YO CREO EN DIOS QUE CANTA 5.- HOY LLEGAMOS A CASA Yo creo en Dios que canta, que la vida hace cantar (2). ¡ALELUYA, ALELUYA! Creo en Dios que canta y que tu vida hace cantar; La dicha y el amor son los regalos que Él nos da. Es como la fuente que brota en tu interior Y te pulsa a beber la vida que Él te da. Creo en Dios que es Padre y que se dice al cantar; Él hizo para tí cantar la creación. Nos invita a todos que a la vida le cantemos, Sólo pensando en Él brota sola una canción. Creo en Jesucristo que es el canto de Dios Padre Y que en el Evangelio Él nos canta con su amor. Él hace cantar la vida de los hombres Y toda vida es gloria del Señor. Creo en el Espíritu que canta en nuestro ser, Haciendo de la vida un canto celestial. Creo que la iglesia reúne nuestras voces Y nos enseña a todos la música de Dios.

Hoy llegamos a casa, Señor, a entonar el amor en canción, Porque Tú llenas de gozo la vida, porque nos enseñaste a reír. Tus palabras queremos oír, recibid tu verdad, tu calor, Y llevar ritmo feliz a la vida, construir un mundo de amor Es tu ley un mandato de amor, es mensaje de paz y perdón, Es misión, lucha que empeña la vida, es el grito de fe juvenil.

6.- TE OFRECEMOS Te ofrecemos, Padre Nuestro, con el vino y con el pan, Nuestras penas y alegrías, el trabajo y nuestro afán. -Como el trigo de los campos, bajo el signo de la cruz, se transforman nuestras vidas en el cuerpo de Jesús. -Estos dones son el signo del esfuerzo de unidad, que los hombres realizamos en el campo y la ciudad. -Es tu pueblo quien te ofrece, con los dones del altar, la naturaleza entera anhelando libertad.

2.- LLEVEMOS AL SEÑOR 7.-PADRE, VUELVO A TI Llevemos al Señor el vino y el pan; Llevemos al altar la viña trigal. El Señor nos dará, Él nos dará su amistad (2). Llevemos al Señor pureza y amor, Llevemos al altar justicia y hermandad. Llevemos al altar trabajo y dolor; Llevemos al altar ofrendas de pan.

3.- EL SEÑOR ESTÁ PRESENTE El Señor está presente en su santuario, vamos a alabarle. El Señor está presente entre su pueblo, vamos a alabarle. Alábenle, alábenle, alaben a su Señor, Alábenle, alábenle, alaben a Jesús. El Señor está presente en su santuario, vamos cantarle Vamos a amarle… Vamos a servirle… Vamos a adorarle…

4.- ESPÍRITU SANTO, VEN Espíritu Santo, ven, ven; Espíritu Santo, ven, ven; Espíritu Santo, ven, ven, en el nombre del Señor. Acompáñame, ilumíname, toma mi vida; Acompáñame, ilumíname, Espíritu Santo ven. Santifícame y transfórmame, tú, cada día; Santifícame y transfórmame, Espíritu Santo, ven.

Querido Padre, cansado vuelvo a Ti; haz que conozca el don de tu amistad: vivir por siempre el gozo del perdón y en tu presencia, tu fiesta celebrar. Pongo, en tus manos, mis culpas, oh Señor; estoy seguro de que eres siempre fiel: dame la fuerza para poder andar, buscando, en todo, hacer tu voluntad. Padre, yo busco tu amor, Padre, vuelvo a ti. Mira, que tu hijo soy, Padre, vuelvo a ti. (2) Lo reconozco, a veces olvidé que eres mi Padre y que a mi lado estás; que soy tu hijo y me aceptas como soy, sólo me pides: vive en sinceridad. Quiero sentirme cercano a ti, Señor, oír tu voz, que habla al corazón; sentirme libre, desde tu libertad, ser signo vivo de la fraternidad.

8.- JESÚS, ESTOY AQUÍ Jesús, estoy aquí, Jesús, ¿qué esperas de mí? Mis manos están vacías, ¿qué puedo ofrecerte? Sólo sé que quiero ser diferente. Jesús, estoy aquí, Jesús, ¿qué esperas de mí? Mis ojos temen al mirarte, quisiera poder enfrentarte… Amar como Tú amas, sentir como Tú sientes, mirar a través de Tus ojos. Jesús… Contigo, mi camino es difícil, Me exiges abrir un nuevo horizonte en la soledad de mi noche, Jesús… No, no puedo abandonarte, Jesús, en mí penetraste, Me habitaste y vives en mí… 9.- ÁMAME Ámame, Señor, quiero recibir ese gran amor que es para mí, Ven Tú, sobre mí y hazme al fin sentir, mucha vida dulce habita en mí, Señor…Ven y ámame, ven y ámame quiero recibir todo tu amor. Ven y ámame, ven y ámame, te abro al fin las puertas de mi corazón.

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10.- DIOS ESTÀ AQUÍ

15.- SALMO 99

Dios está aquí, tan cierto como el aire que respiro, Tan cierto como la mañana se levanta, Tan cierto como yo te hablo y me puedes oír

-Aclamad, al Señor, la tierra toda, bendecid al Señor con alegría, Llegad dichosos a su presencia, reconoced que el Señor es Dios. Aleluya, gloria aleluya (2) ¡Aleluya, aleluya!

-Si tuviésemos amor de Dios, amémonos de corazón y mente; amor que fluye suave y transparente, Dios no nos creó indiferentes… -Si lo sientes en el aire que, si lo sientes en el vuelo de Un gorrión; si lo sientes a tu lado, a tu lado está el Señor, Si lo sientes, canta ésta canción:

-Gracias, Cristo, gracias, Jesucristo, gracias Cristo, gracias Jesucristo, gracias Cristo, gracias, Cristo. -Somos pueblo y ovejas de su aprisco y entrad por sus puertas Dando gracias, avanzad por sus atrios entre himnos, Bendecid Su Nombre y alabadle. -Oh, sí, el Señor es bondadoso; oh, sí, su amor es eterno, Su lealtad por los siglos permanece, somos suyos, A Él pertenecemos. -Demos gloria al Padre poderoso y a su Hijo Jesucristo, El Señor y al Espíritu que habita en nuestras almas, Demos gloria, gloria a nuestro Dios.

11.- TE VEO, SEÑOR -Te veo, señor en las flores del campo, Te veo, Señor, cuando el día amanece, Te veo, Señor, en las hojas caídas, En todo te veo, Señor. -Te veo, Señor, en la risa del niño, Al sol y a la sombra, al calor y en el frío, Te veo en la cara del hombre sencillo, en todo te veo, Señor. Por donde yo mire, te veo y te siento Y en ti solo pienso, amigo Jesús: Yo sé que me quieres, te siento a mi lado, Pues tú nunca dejas de estar junto a mi (2). -Te veo, Señor en el mar y en los montes, te veo, en la orilla de cada camino, te veo en las calles pequeñas o grandes, en todo te veo, Señor. -Te veo, Señor, en el llanto de un niño, Te veo en el ave que busca su nido, te veo en el hombre que vive oprimido, en todo te veo, Señor.

16.- MARÍA MÍRAME María mírame, María mírame, si tú me miras Él también Me mirará; Madre mía mírame, de la mano llévame, muy Cerca de Él que ahí me quiera quedar. -María, cúbreme con tu manto que tengo miedo, no sé rezar, que Por tus ojos misericordiosos, tendré la fuerza, tendré la paz. -Madre, consuélame de mis penas, es que no quiero ofenderle Más; que por tus ojos misericordiosos, quiero ir al cielo y verlos ya… En tus manos quiero descansar. 17.- RECÍBEME

12.- EL ESTÁ Recíbeme, con toda la miseria que hay en mí, Con todos los deseos de seguir por tu camino. Iluminar, es hoy el reto en la oscuridad, servicio, Entrega en fidelidad, hasta la muerte.

El está, en las flores del campo está; El está done nubes por viento se van; El está, en el canto del pájaro está; El está en mi casa y jardín. Jesús, Jesús, te quiero alabar; Jesús, Jesús, yo te quiero amar (2). Cristo es todo lo que un día soñé; Cristo es plena paz que ahora gané; Cristo es fuerte luz que ilumina mi ser, Cristo es mi vida y placer.

-Hoy es tiempo de dar a manos llenas lo que se me dio; Brillar, hasta consumirse, iluminar al mundo en penumbras; Hasta que no quede yo, sino Tú. -No se enciende una lámpara para ocultarla bajo el celemín; La llama que Tú encendiste en mí, la ponga yo aquí, en lo alto. Y que María me ayude a resistir.

13.- UN NIÑO SE TE ACERCÓ -Un niño se te acercó aquella tarde, sus cinco panes te dio, Para ayudarte: los dos hicisteis que ya no hubiera hambre (2). -La tierra, el aire y el sol son tu regalo y mil estrellas de luz, Sembró tu mano, el hombre pone su amor y su trabajo (2). -También yo quiero poner, sobre tu mesa, mis cinco panes que son una promesa: de darte todo mi amor y mi pobreza (2). Un niño se te acercó… 14.- QUE NUESTRA VIDA SEA -Señor, que nuestra vida sea como una quena simple y recta, Para que Tú puedas llenarla, llenarla con tu música (2). -Señor, que nuestra vida sea arcilla blanda en tus manos, Para que Tú puedas formarla, formarla a tu manera (2). -Señor, que nuestra vida sea semilla suelta por el aire, Para que Tú puedas sembrarla, sembrarla donde quieras (2). -Señor, que nuestra vida sea leñita humilde y siempre seca, Para que Tú puedas quemarla, quemarla para el pobre (2).

18.- SALMO 84 -Que deseables son tus moradas, Señor, Señor de los ejércitos, Mi alma ansía y anhela los atrios del Señor. Hasta el pájaro encuentra una casa, la golondrina, su nido. Tus altares, Señor de los ejércitos, Rey mío y dios mío, Rey mío y Dios mío. Dichosos los que viven en tu casa, Siempre cantan tus amores, siempre cantan tus amores; Dichoso el que encuentra en Ti la fuerza Y en su corazón decide el santo viaje. Pasando por el valle del llanto, lo conviertes en bendición; Crece en el camino su vigor, hasta llegar a Sión, Hasta llegar a Sión. Mejor es un día en tus atrios, Que otros mil fuera de ellos, que otros mil fueran de ellos; Porque estar en el umbral de Tu casa, Es mejor que habitar en los palacios.

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19.- ASUNCIÓN Murió, porque la muerte no es final de la vida; es la muerte la puerta que nos lleva hasta Dios. Murió por no ser más que el resto de los hombres; después, en cuero y alma se inició la asunción. Porque amó como nadie en la tierra, porque toda su vida fue un milagro de amor; porque sólo era rica en pobreza, María fue llevada a los cielos por Dios (2),

Traigo junto al pan y este vino, el dolor de la almas que saben de Ti; también, las ilusiones de tantos, para que los bendigas y les des de Tu paz. 23.- EN TUS MANOS DIVINAS En tus manos divinas de Padre, hemos puesto, Señor, nuestro mundo. Estos brazos, que elevan, alegres las ofrendas del vino y el pan. Esta tierra labrada con pena, donde brilla velada, tu luz.

Murió, porque la muerte no es final de la vida, es la muerte la puerta que nos lleva hasta Dios. Al cielo fue llevada, porque Dios quiso hacerla Semilla de esperanza, para la humanidad.

El trabajo que une a los hombres con abrazo de esfuerzo común. Nuestro mundo camino hacia el Cielo, nuestras almas sedientas de Ti.

20.- ES MÁS PURA QUE EL SOL 24.- EN TU ALTAR, SEÑOR Es más pura que el sol, más hermosa que las perlas que ocultan los mares; ella sola entre tantos mortales, del peligro de Adán se libró.

En Tu altar, Señor, te ofrecemos hoy día el pan, Te ofrecemos el vino, también: pan y vino de amor.

Toda hermosa te cantan los hombres, Tierna Madre, Reina celestial; por Señora, los cielos te aclaman, alabando tu gloria inmortal.

Con esta ofrenda, Señor, junto a Ti queremos estar, con Tu cuerpo y sangre, Señor, así, podremos llegar.

Con los rayos de luz que te inundan, Los arcángeles besan tus pies; las estrellas tu frente circundan y hasta Dios, complacido Te ve.

25.-VENGAN A EL

21.-CÁNTICO DE MARÍA Mi alma glorifica la Señor, mi Dios, gózase mi espíritu en mi Salvador, El es mi alegría, es mi plenitud, el es todo para mí. Ha mirado la bajeza de su sierva, muy dichosa me dirán todos los pueblos, porque en mí ha hecho grandes maravillas, EL que todo puede, cuyo nombre es Santo. Su clemencia se derrama por los siglos, sobre aquellos que le temen y le aman, desplegó el gran poder de su derecha, dispersó a los que piensan que son algo.

Vengan a EL, El es fuente de vida nueva, vengan a El, El es vida y verdadera luz. Vamos a El, El es fuente De vida nueva, vengan a El, El es vida y verdadera luz. Por largo tiempo yo vagué, con un vacío en el corazón; estaba herido y mendigué en un mundo donde no hay paz. Pero hoy día, mi vida cambió, Jesucristo la transformó; quiero cantar y proclamar, que Jesús es el Señor. 26.- NEGRA ES LA UVA Negra es la uva, largo el camino, duro el trabajo, rojo es el vino; campo chileno, trigo amarillo, manos que hacen pan. Acéptalos, recíbelos y danos tu cuerpo y tu sangre (2).

Derribó a los potentados de sus tronos y ensalzó a los humildes y a los pobres; los hambrientos se saciaron de sus bienes y alejó de sí, vacíos a los ricos. Acogió a Israel, su humilde siervo, acordándose de su misericordia, como había prometido a nuestros padres, a Abraham y descendencia para siempre.

Te presentamos, en estos dones, nuestros trabajos y la alegría, Es nuestra nada, manos vacías, danos tu amor, Señor. Te presentamos estas ofrendas, un poco de pan y un poco de vino; manos agrestes, rostros cansados, trabajo del campesino. 27.- ESTE PAN Y VINO

22.- TOMAD, SEÑOR Y RECIBID Tomad, Señor y recibid la ofrenda que traigo: Pan y vino al altar. Que pronto se convertirán en Tu Cuerpo y Tu Sangre, don de Tu santidad. Traigo junto al pan y este vino, la alegría que tengo de servirte, Señor. Te pido que me aceptes con ellos, gracias, por invitarme a esta fiesta de amor.

Este pan y vino, Señor, se transformarán en Tu Cuerpo y Sangre, Señor, en nuestro manjar. Gracias al sol y al labrador, en el altar florecen, hoy, las espigas, los racimos que presentamos a Dios. Lo que sembré con mi dolor, lo que pedí en mi oración, hoy, son frutos, son ofrendas, que presentamos a Dios

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28.- NO HAY MAYOR AMOR

32.-JERUSALÉN

No hay mayor amor que dar la vida (2). Esto es mi cuerpo y mi sangre, todo eso es lo que soy; quedo por siempre entre ustedes, aunque parte, no me voy.

Es tiempo de ponerse de pie, pues tu luz, viene con la gloria del Señor./2 Levanta tu mirada y mira lejos, que tu corazón se funda y se dilate; he aquí tus hijos que vuelven hacia ti, construyendo un nuevo amanecer.

No teman, amigos míos, si algún tiempo no me ven, si entre ustedes se quieren, me verán a Mí también.

Jerusalén, Jerusalén, quítate el manto de tristeza, Jerusalén, Jerusalén, canta y baila por tu Dios.

El miedo, no es sentimiento que abriga al que cree en Mí; recuerden estas palabras: “ al mundo Yo lo vencí “.

Todas las naciones marcharán hacia ti, en tu luz los reyes nacerán. /2 La paz y la justicia en ti gobernarán plena de confianza y amor estarás; el tiempo de tu duelo habrá terminado, entre las naciones me glorificarás.

Les enviaré mi Espíritu, que consuela en el dolor, alentará la esperanza y dará fuego al corazón. 29.- COMIENDO DEL MISMO PAN Comiendo del mismo pan, bebiendo del mismo vino, queriendo en el mismo amor, sellamos Tu alianza, Cristo.

Hijos de extranjeros construirán tus muros y sus reyes por tus puertas pasarán. /2 El Líbano y su gloria vendrán sobre ti Y te llamarán ciudad del Señor; no se esconderá nunca más el sol, Yo seré tu luz eternamente. 33.- HACIA TI, MORADA SANTA

La noche de su pasión, cogió el pan entre sus manos y dijo: “ tomad, comed, esto es mi cuerpo entregado. La noche de su pasión, tomó el cáliz en sus manos y dijo: “tomad, bebed, es la sangra que derramo”. La noche de su pasión, nos dio el Señor su mandato: “amaos unos a otros, lo mismo que Yo os amo”.

Hacia ti, morada santa, hacia ti, tierra del Salvador, peregrinos, caminantes, vamos hacia ti. Venimos a tu mesa, tu pacto sellaremos, Tu cuerpo comeremos, tu sangre nos limpiará. En tu morada santa, Contigo reinaremos, Tu sangre beberemos, tu fe nos salvará.

30.- QUÉDATE CON NOSOTROS 34.- IGLESIA PEREGRINA Quédate con nosotros, Señor de la esperanza, el mundo que Tu amas hoy lucha por vivir / y aunque a veces dudamos de Tu presencia en casa, no dejes que la noche nos sorprenda sin Ti/2. Y porque ya anochece, quédate con nosotros, no dejes que la noche nos sorprenda sin Ti (2).

Todos unidos, formando un solo cuerpo, un pueblo que en la Pascua nació; miembros de Cristo, en sangre redimidos, Iglesia peregrina de Dios. Vive en nosotros la fuerza del Espíritu, que el Hijo desde el Padre envió: El nos empuja, nos guía y alimente, Iglesia peregrina de Dios.

Quédate con nosotros, Señor de la pobreza, los pobres y los niños Te quieren descubrir, /porque a veces no saben que son Tus preferidos, nos dejes que la noche nos sorprenda sin Ti /2.

Somos, en la tierra, semilla de otro reino, somos Testimonio de amor; paz para las guerras y luz entre las sombras, Iglesia peregrina de Dios.

Quédate con nosotros, Señor de la Justicia, los hombres no aprendemos a dar sin recibir, /vivimos muchas veces una justicia falsa, no dejes que la noche nos sorprenda sin Ti /2.

Rugen tormentas, y a veces nuestra barca, parece que ha perdido el timón; miras con miedo, no tienes confianza, Iglesia peregrina de Dios. Una esperanza nos llena de alegría: presencia que el Señor prometió. Vamos cantando, El viene con nosotros, Iglesia peregrina de Dios.

31.- MIRA, JESÚS Mira Jesús, yo te traigo una gran inquietud: qué debo hacer, Nuestro mundo sufre esclavitud, le falta paz y en muchos no hay esperanza; dime; Señor, cómo puedo sembrar más amor. Sígueme, Soy Camino, única ruta a seguir; sígueme, Soy la Vida que con amor debes compartir.

Todos unidos en un solo Bautismo, unidos en la misma Comunión; todos viviendo en una misma casa: Iglesia peregrina de Dios. Todos prendidos en una misma suerte, ligados s la misma salvación. Somos un Cuerpo y Cristo es la Cabeza: Iglesia peregrina de Dios. 35.- HAY MOMENTOS

Oigo tu voz, en la calma de mi oración: oigo tu voz en el pobre que me pide pan; Desde tu cruz, Tú me pides mayor compromiso, dime, Señor, cómo puedo sembrar más amor. Yo, como Tú, buscaré dar más que recibir; no hay amor sin sufrir, sin luchar, sin servir. Más, sin tu amor, olvidando, te pierdo de vista, grita, Señor, aún más fuerte que te pueda oír.

Hay momentos que las palabras no alcanzan, para decirte lo que siento, por Ti, mi Buen Jesús (2). Yo te agradezco todo lo que hiciste, todo lo que haces y todo lo que harás (2).

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36.- VEN Y SÍGUEME Nuestra pobre vida de dolor, entregada por amor. Me pides, Señor que yo te siga, me pides que me ponga a caminar, difícil para mí es complacerte, es mucho lo que tengo que dejar. Me llamas, Señor a ser apóstol, y sabes que es mucho para mí. Quisiera un día yo seguirte, es mucho lo que tengo que dejar. Ven y sígueme, no esperes más, Yo, junto a ti, siempre estaré; no temas qué palabras tendrás que decir, Yo, por tu boca hablaré. ¿Por qué te fijas Tú en mi persona, habiendo otras más fuertes que yo? De mí no esperes nunca algo grande, soy débil y cobarde, sabes bien. Señor, quiero decirte otra cosa: mis amigos de mí se reirán, dame, Tú la fuerza y valentía, dame Tú la vida y la fe. 37.- CANCIÓN DEL MISIONERO Señor, toma mi vida nueva, antes de que la espera desgaste años en mí. Estoy dispuesto a lo que quieras, no importa lo que sea, Tú, llámame a servir. Llévame donde los hombres necesiten tus palabras, necesiten mis ganas de vivir. Donde falte la esperanza, donde falte la alegría, simplemente por no saber de Ti. Te doy mi corazón sincero, para gritar, sin miedo, tu grandeza, Señor. Tendré mis manos sin cansancio, tu historia entre mis labios y fuerza en la oración. Y así, en marcha iré cantando, por calles predicando lo bello que es tu amor. Señor, tengo alma misionera, condúceme a la tierra que tenga sed de Dios. 38.- ID Y ENSEÑAD Sois la semilla que ha de crecer, sois estrella que ha de brillar; Sois levadura, sois grano de sal, antorcha que debe alumbrar. Sois la mañana que vuelve a nacer, sois espiga que empieza a granar, sois aguijón y caricia a la vez, testigos que voy a enviar. Id, amigos, por el mundo, anunciando el amor, mensajeros de la vida, de la paz y el perdón. Sed, amigos, los testigos de mi resurrección, id, llevando mi presencia, con vosotros estoy. Sois una llama que ha de encender resplandores de fe y caridad Sois los pastores que han de guiar al mundo por sendas de paz. Sois los amigos que quise escoger, sois palabra que intento gritar, sois reino nuevo que empieza a engendrar justicia, amor y verdad. 39.- PADRE NUESTRO RECIBID Padre Nuestro, recibid, el humilde don del pan, de ese pan que se convertirá en el Cuerpo de Jesús. Recibid, también, Señor, los racimos de la vid, de la vid que se convertirá en la Sangre de Jesús Con el vino y con el pan, ofrecemos nuestro don,

Gloria al Padre y al Amor y a Jesús, nuestro Señor, Bendigamos el Nombre de Dios, siempre y en todo lugar. 40.-EL PROFETA Antes que te formara dentro del vientre de tu madre, antes que tú nacieras, te conocía y te consagré. Para ser mi profeta de las naciones Yo te escogí, irás donde te envíe y lo que mande proclamarás. Tengo que gritar, tengo que arriesgar, ¡ay e mí si no lo hago! ¿Cómo escapar de Ti, cómo no hablar, si tu voz me quema dentro? Tengo que andar, tengo que luchar, ¡ ay de mí si no lo hago! ¿Cómo escapar de Ti, cómo no hablar, si tu voz me quema dentro? No temas arriesgarte porque contigo Yo estaré, no temas anunciarme, porque en tu boca Yo hablaré. Te encargo hoy mi pueblo, para arrancar y derribar, para edificar, destruirás y plantarás. Deja a tus hermanos, deja a tu padre y a tu madre, abandona tu casa, porque la tierra gritando está. Nada traigas contigo, porque a tu lado Yo estaré, es hora de luchar, porque mi pueblo sufriendo está. 41.- MENSAJERO DE LA PAZ ¡ES HERMOSO VER BAJAR DE LAS MONTAÑAS LOS PIES DEL MENSAJERO DE LA PAZ! (2) -El Señor envió a sus discípulos, los mandó de dos en dos. -Los mandó a las ciudades y lugares donde iba a ir El. -“La cosecha es abundante”, les dijo el Señor al partir. -“Pídanle al dueño del campo que envíe más obreros a su mies.” -Al entrar en una casa, saluden anunciando la paz. -Cuando alguien los reciba, que se apoye en él vuestra paz. -Cuando entren y no los reciban, la paz a ustedes volverá. -Hasta el polvo de las ciudades, sacudimos a nuestros pies. -El Reino de Dios está cerca, a todos anunciarán. 42.- PUEDO CONFIAR EN EL SEÑOR Puedo confiar en el Señor, que me va a guiar, puedo confiar en el Señor, que no va a fallar. Si el sol llegara a oscurecer y no brille más, Yo igual confío en el Señor, que no va a fallar. Puedo descansar, puedo descansar, Que su Mansión, Cristo me dará. 43.- UNA LINDA CANCIÓN Quiero cantar una linda canción, a un Hombre que me transformó. Quiero cantar una linda canción a Aquèl que mi vida cambió. Es mi amigo Jesús, es mi amigo Jesús. El es Dios, El es Rey, Es Amor y Verdad. Sólo en El encontré esa paz que busqué, sólo en El encontré la felicidad. Amo al Señor, amo a Jesús y a Él sólo quiero servir. El es mi Dios, mi Salvador, por siempre lo alabaré.

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44.- POR ESA GENTE

47.- TÚ PONES LO DEMÁS

Los que tienen y nunca se olvidan que a otros les falta. Los que nunca usaron la fuerza sino la razón. Los que dan una mano y ayudan a los que han caído, esa gente es feliz porque vive muy cerca de Dios.

Un día de bodas el vino faltó; imposible poderlo comprar. Que bello milagro hiciste, Señor, con el agua de aquel manantial. Colmaste hasta el borde de vino mejor, las tinajas que pude llenar; yo puse mi esfuerzo, yo puse mi afán, Tú pusiste, Jesús, lo demás.

Aleluya, aleluya, por esa gente que vive y que siente en su vida el amor. (2) Los que ponen en todas las cosas amor y justicia. Los que nunca sembraron el odio, tampoco el dolor. Los que dan y no piensan jamás en su recompensa, esa gente es feliz porque vive muy cerca de Dios. Los que son generosos y dan de su pan un pedazo. Los que siempre trabajan pensando en un mundo mejor. Los que están liberados de todas sus ambiciones, esa gente es feliz porque vive muy cerca de Dios.

Es muy poco, Señor, lo que vengo a traer, es muy poco lo que puedo dar: mi trabajo es el agua que quiero ofrecer y mi esfuerzo, un pedazo de pan. Es muy poco, Señor, lo que vengo a traer, es muy poco lo que puedo dar: en Tus manos, Señor, pongo todo mi ser y Tú pones, Jesús, lo demás. La gente, con hambre, sentada esperó, en el prado que baja hasta el mar. Con cuanto tenía, a Ti se acercó un muchacho que quiso ayudar; Tu mano en su frente feliz descansó, en sus ojos Tu dulce mirar, él puso sus peces, él puso su pan, Tú pusiste, Jesús, lo demás.

45.- SI YO NO TENGO AMOR Si yo no tengo amor, yo nada soy, Señor (2). El amor es comprensivo, el amor es servicial, el amor no tiene envidia, el amor no busaca el mal. El amor nunca se irrita, el amor no es descortés, El amor no es egoísta, el amor nunca es doblez. El amor disculpa todo, el amor es caridad, No se goza de lo injusto, sólo goza en la verdad. El amor soporta todo, el amor todo lo cree, El amor todo lo espera, el amor es siempre fiel. Nuestra fe, nuestra esperanza, frente a Dios terminará, El amor es algo eterno, nunca, nunca pasará. 46.-YO SOY EL PAN DE VIDA Yo soy el pan de vida, el que viene a Mí, no tendrá hambre, el que cree en Mí no tendrá sed; nadie viene a Mí, si mi Padre no lo trae.

Los hombres volvían, al amanecer, cansados de tanto bogar. Las barcas vacías: que triste es volver y de nuevo tener que empezar. Salieron al lago, a pescar otra vez, tu palabra los iba a guiar: los hombres pusieron la barca y la red, Tú pusiste, Jesús, lo demás. 48.- GLORIA, GLORIA A DIOS Gloria, gloria a Dios, alabanzas, El nos cuida con amor, Gloria a Dios, gloria a Dios. Padre, queremos alabarte, con Cristo, agradecerte la vida juvenil, imagen de Tu ser. Cristo, amigo siempre joven, que junto con María, la Madre Virginal, compartes nuestro andar. Santo Espíritu de Dios, que infundes fuerzas nuevas a nuestra juventud y creas el amor. 49.- TAN CERCA DE MÍ Tan cerca de mí, tan cerca de mí, que hasta le puedo tocar. Jesús está aquí.

Y Yo le resucitaré, (3) en el día final. El pan que Yo daré es mi cuerpo, vida para el mundo, el que siempre coma de mi carne, vivirá en Mí, como Yo vivo en mi Padre. Yo soy esa bebida que se prueba y no se siente sed; el que siempre beba de mi sangre, vivirá en Mí y tendrá la vida eterna. Yo soy la resurrección, Yo soy la vida, el que cree en Mí, aunque muera, vivirá eternamente, vivirá eternamente.

Yo no busco a Cristo en las alturas, ni lo buscaré en la oscuridad; dentro de mi ser, en mi corazón, siento que Jesús conmigo está. Yo Le contaré lo que me pasa, como a mis amigos, Le hablaré. Yo no sé si es El quien habita en mí o si soy yo quien habita en Ël. Mírale a tu lado caminando, en las alegrías Y el dolor; a tu lado va, siempre, al caminar, El es un amigo de verdad.50.- NADA TE TURBE

Sí, mi Señor, yo creo que has venido al mundo a redimirnos; que Tú eres el Hijo de Dios y que estás aquí, alentando nuestras vidas.

Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene, nada le falta; nada te turbe, nada te espante: sólo Dios basta.

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51.-TANTOS HOMBRES Tantos hombres hay que sufren sin consuelo, tantos hombres hay que viven sin sentido, tanta gente hay botada en el camino, y que busca la mirada de un amigo. Hoy, Señor, me llamas Tú, con mis manos y mi voz, a ser luz entre los hombres, ser un canto de esperanza. Mucho tiempo Tu palabra fue olvidada, y tu voz entre rencores fue dejada, por los hombres que no esperan Tu venida; hazme un signo de Tu amor y de Tu vida. Tú, me sabes tan pequeño entre Tus manos y tan débil para levantar al mundo; necesito de Tu fuerza y Tu alegría, de Tu voz, que me ilumine cada día. 52.- ALABANZA Y GLORIA Alabanza y gloria a nuestro Dios, Santo es el Señor, Dios del universo, alabanza y gloria a nuestro Dios, cielos y tierra muestran su esplendor. Alabanza y gloria a nuestro Dios, sea bendito el que viene en su nombre, alabanza y gloria a nuestro Dios, Alabanza y gloria a nuestro Dios. 53.- EL ALFARERO Gracias, quiero darte, por amarme. Gracias quiero darte yo a Ti, Señor. Hoy soy feliz porque Te conocí, gracias por amarme a mí también. Señor, yo quiero abandonarme, como el barro en las manos del alfarero; toma mi vida y hazla de nuevo. Yo quiero ser, yo quiero ser un vaso nuevo.

darte mi respuesta: aquí estoy, para hacer Tu voluntad, para que mi amor sea decirte sí, hasta el final. Duermen su sopor y temen en el huerto; ni sus amigos acompañan al Maestro. Si es hora de cruz, es de fidelidades, pero el mundo nunca quiere aceptar esto. Dame comprender, Señor, tu amor tan puro, amor que persevera en cruz, amor perfecto; dame comprender cuando todo está oscuro, para que mi amor no sea un sentimiento. 56.- NO ME MUEVE, MI DIOS No me mueve, mi Dios, para quererte, el cielo que me tienes prometido. Ni me mueve el infierno tan temido, para dejar por eso de ofenderte. Tú me mueves, Señor, muéveme al verte clavado en una cruz y escarnecido. Muéveme el ver tu cuerpo tan herido, muéveme tus afrentas y tu muerte. Muéveme, en fin, tu amor y en tal manera, que aunque no hubiera cielo yo te amara y aunque no hubiera infierno te temiera. No me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara y lo mismo que te quiero, te quisiera. 57.- MILAGRO DE AMOR Jesús, aquí presente, en forma real, Te pido un poco más de fe y de humildad. Quisiera ser digno de compartir, contigo, el milagro más grande de amor. Milagro de amor tan infinito, en que Tú, mi Dios, te has hecho tan pequeño y tan humilde para entrar en mí. Milagro de amor tan infinito, en que Tú, mi Dios, Te olvidas de tu gloria y de tu majestad, por mí. Y hoy, vengo lleno de alegría a recibirte en esta eucaristía. Te doy gracias, por llamarme a esta cena, porque aunque no soy digno, visitas Tú mi alma. 58.-ME TOCASTE, JESÚS

Te conocí y te amé; te pedí perdón y me escuchaste. Si te ofendí, perdóname, Señor, pues te amo y nunca te olvidaré. 54.-HÁBLAME Yo siento, Señor, que Tú me amas, yo siento, Señor, que te puedo amar. Háblame, Señor, que tu siervo escucha, háblame, ¿que quieres de mí? Señor, Tú has sido grande para mí, en el desierto de mi vida, háblame: yo quiero estar dispuesto a todo; toma mi ser, mi corazón es para Ti. Por eso canto tus maravillas, por eso canto Tu amor. (2) Te alabo, Señor, por tu grandeza; mil gracias te doy por tu gran amor. Heme aquí, Señor, para acompañarte, heme aquí, ¿ que quieres de mí? 55.- EN MI GETSEMANÍ Para que mi amor no sea un sentimiento, tan solo un deslumbramiento pasajero; para no gastar mis palabras más mías, ni vaciar de contenido mi te quiero. Quiero hundir más hondo mi raíz en Ti, y cimentar en solidez este, mi afecto; pues mi corazón, que es inquieto y frágil, Sólo acierta si se abraza a tu proyecto. Más allá de mis miedos, más allá de mi inseguridad, quiero

Me tocaste, Jesús y cerré mi puerta. Y me hablaste, Jesús, con el pan y el vino, y así, con tu sombra detrás, que todo alumbró; Tu rostro sereno. Con un trozo de ayer, yo te esperé en mi puerta, con un montón de papel, que jamás se pudo leer. Y casi sin mirar, me alejé, Jesús: sentí Tu llamado. Me sonrió, dulce y me miró fijo, “Yo soy tu amigo”, me dijo; Le sonreí, luego y lo sentí cerca: “tienes un nuevo amigo”. Hoy he vuelto al lugar donde hay amor sincero, no me quiero alejar, por favor, escucha, Jesús: donde hay vida, Tú estarás, Quiero ser de Ti, Tu hermano, Tu amigo. 59.- VEN, AMADA MÍA En la noche busqué el amor de mi alma; en mi árido jardín él hizo su morada; con perlas de rocío él mi cabeza, Mi alma está bella, mi bien amado llega. Ven, amada mía, ven a mi jardín; el invierno ya pasó y las viñas en flor exhalan su frescor, ven a mi jardín. Habla mi bien amado, atisba la ventana; el fruto está maduro, mi alma está presta; espero su llamada pidiéndome abrir. Arrulla la paloma, mi bien amado llama.

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60.-MARAVILLAS

64.-ORACIÓN DE SAN FRANCISCO

Maravillas hizo en mí, mi alma salta de gozo, pues al ver mi pequeñez, se detuvieron sus ojos, y el que es Santo y Poderoso, hoy aguarda por mi sí. Mi alma canta de gozo, maravillas hizo en mí

Haz de mi un instrumento de tu paz, que donde hay odio ponga yo amor; donde hay ofensas ponga yo perdón, donde hay discordia ponga yo unión.

Maravillas hizo en mí, del alma brota mi canto, el Señor me ha amado, más que a los lirios del campo; por el Espíritu Santo, El habita hoy en mí. No cese nunca mi canto, maravillas hizo en mí.

Donde hay duda ponga yo la fe; donde hay error ponga yo verdad, donde hay tristeza, ponga yo alegría, donde hay tinieblas ponga yo la luz.

61.-SALMO DE LA CREACIÓN

Oh, Maestro, que no me empeñe tanto en ser consolado, Sino en consolar; en ser comprendido sino en comprender, en ser amado, sino en amar.

Por tu océano azul y las aguas del mar, por todo continente y los ríos que van; por el fuego que dice, como arbusto ardiente, por el ala del viento, quiero gritar:

Haz de mí, un instrumento de Tu pàz, porque dando, siempre se recibe; perdonando se alcanza el perdón, muriendo se va a la vida eterna.

Mi Dios, Tú eres grande y hermoso, Dios viviente e inmenso, Tú eres el Dios de amor. Mi Dios, Tú eres grande y hermoso, Dios presente en toda Creación, oh…

65.- DÉJATE

Y por loa animales de la tierra y el agua, por el canto del ave y el cantar de la vida ; por el hombre que hiciste semejante a Ti y por todos tus hijos, quiero gritar: Por la mano tendida, que te invita a la danza, por el beso que brota, al surgir la esperanza; la mirada de amor que levanta y reanima, por el vino y el pan, quiero gritar: 62.- JUNTOS NOS ACERCAMOS Juntos, nos acercamos a esta mesa, para ofrecer todo lo que tenemos, que es para Ti; es nuestra vida, nuestra esperanza, Nuestro dolor y amor; deja que nuestras manos lleguen a Ti. El pan, que es tierra, fruto y trabajo, Tu Cuerpo ya será; dánoslo y nuestra vida renacerá. El vino convertido en Tu Sangre, dánoslo a beber y se hará fecundo nuestro dolor.

Hace ya tiempo que comprendí, tú me buscaste en todas partes, la llama que un día empezó a fallar, tú no dejaste se apagase. Yo no comprendo y digo: “qué será”, será que estaba equivocado Y he descubierto que este loco está, de amor muriendo por que le amé. Yo no he querido saber más, de la locura que me late Pero la fiebre quiere regresar, y Él no dejó de predicarme. Y Tú me dices: “Déjate que te consuma este fuego, no apagues más esta hoguera que si no hay fuego no habrá luz, créeme que estoy clavado porque te amo, no encontrarás en otro lado quién quiera ya morir por ti” No te preocupes no te dejaré, las veces que tú me reclames Yo gozo al ver que quieres regresar, déjame que yo te levante. Señor, no ves que quiero regresar, pero me pesa mi pasado Acaso pides lo que no sé dar, el tiempo me ha secado el alma Tanto he besado el suelo, no lo ves, mis manos se han cerrado tanto “No te preocupes te rescataré, mi vida a cambio por la tuya”

Como el pan y el vino, que se transforman en este altar, transforma nuestras vidas en nuestro hogar.

Y Tú me dices: Déjate que te consuma este fuego no apagues ya más esta hoguera que si no hay fuego no habrá luz.

63.-POR LOS NIÑOS

66.-ALABO TU BONDAD

Por los niños que empiezan la vida, por los hombres sin techo ni hogar; por los pueblos que sufren la guerra, te ofrecemos el vino y el pan.

Todo mi ser canta hoy, por las cosas que hay en mí. Gracias, te doy, mi Señor, Tú me haces tan feliz. Tú me has regalado tu amistad, confío en ti, me llenas de tu paz; Tú me haces sentir tu gran bondad, yo cantaré, por siempre, tu fidelidad.

Pan y vino sobre el altar, son ofrendas de amor; Pan y vino, serán, después, tu cuerpo y sangre, Señor /2 Por los hombres que viven unidos, por los hombres que buscan la paz, por los pueblos que no te conocen, Te ofrecemos el vino y el pan. Por aquellos a quienes queremos, por nosotros y nuestra amistad, por los vivos y por los difuntos, Te ofrecemos el vino y el pan.

Gloria a ti, Señor, por tu bondad. Gloria, gloria. Siempre cantaré tu fidelidad. (2) Siempre a tu lado estaré, alabando tu bondad. A mis hermanos diré el gran gozo que hallo en ti. En ti, podrán siempre encontrar fidelidad, confianza y amistad. Nunca faltará tu gran amor, ni tu perdón, me quieres tal como soy.

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67.-SALMO 99

70.- SALMO 121

LLEGAD HASTA EL SEÑOR CANTANDO HIMNOS DE GOZO.

Que alegría, cuando me dijeron: “vamos a la casa del Señor” Ya están pisando, nuestros pies, tus umbrales, Jerusalén.

Aclamad al Señor tierra entera, / servid al Señor con alegría; / Llegad a Él con cantares de gozo.

Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor.

Sabed que el Señor es Dios, / Él nos creó, e Él pertenecemos; / Somos su pueblo y ovejas de su aprisco.

Según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David.

Entrad por sus puertas dando gracias, / avanzad por sus atrios entre himnos; / alabadle y su nombre bendecid.

Desead la paz a Jerusalén: “vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros, en tus palabras, seguridad”.

Sí, el Señor es bondadoso. / Sí, eterno es su amor; / su lealtad por los siglos permanece.

Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: “la paz contigo”. Por la casa del Señor, nuestro Dios, te deseo todo bien.

68.- PUEBLO DE REYES

71.- JUNTOS CANTANDO

Pueblo de Reyes, Asamblea Santa, Pueblo Sacerdotal, Pueblo de Dios, bendice a tu Señor.

Juntos, cantando la alegría de vernos en la fe y el amor; juntos, sintiendo en nuestras vidas, la alegre presencia del Señor.

Te cantamos, Jesús, Hijo amado del Padre; te alabamos, Eterna Palabra salida de Dios. Te cantamos, Jesús, que naciste de María; te alabamos a ti, nuestro hermano, nuestro Salvador. Te cantamos a ti, esplendor de la gloria; te alabamos, estrella radiante que anuncias el día. Te cantamos, Jesús, luz eterna de Dios, te alabamos, antorcha de la Nueva Jerusalén.

Somos la Iglesia peregrina que El fundó, somos un pueblo que camina sin cesar; entre cansancio y esperanzas, hacia Dios, nuestro amigo Jesús nos llevará. Hay una fe que nos alumbra con su luz; una esperanza que empapó nuestro esperar; aunque la noche nos envuelva en su inquietud, nuestro amigo Jesús nos guiará.

Te cantamos, Mesías que anunciaron los profetas; te alabamos a ti, el esperado del pueblo de Israel. Te cantamos, Mesías esperado por los pobres; te alabamos, Jesús, nuestro rey de humilde corazón.

Es el Señor: nos acompaña al caminar; con su ternura a nuestro lado siempre está; si los peligros nos acechan por doquier, nuestro amigo Jesús nos salvará.

Te cantamos, mediador entre Dios y los hombres; te alabamos, camino de vida y puerta del cielo. Te cantamos, Sacerdote del La Nueva Alianza, te alabamos: Tú eres nuestra paz por la sangre de la cruz.

72.- VIENEN CON ALEGRIA Vienen con alegría, Señor, cantando vienen con alegría, Señor: los que caminan por la vida, Señor, sembrando tu paz y amor. (2)

Te cantamos, Cordero de la Pascua eterna; te alabamos, Cordero inmolado por nuestros pecados. Te cantamos, Jesús, Templo de la Nueva Alianza; te alabamos, a ti, piedra básica del templo de Dios.

Vienen, trayendo la esperanza, a un mundo cargado de ansiedad, a un mundo que busca y que no alcanza caminos de amor y de amistad.

Te cantamos, Pastor que nos conduces al reino; te alabamos: reúne a tus ovejas en un solo redil. Te cantamos, Jesús, manantial de la gracia: te alabamos, oh, fuente de agua viva que apaga nuestra sed.

Viene, trayendo entre sus manos, esfuerzos de hermanos por la paz; deseos de un mundo más humano, que nacen del bien y la verdad. Cuando el odio y la violencia aniden en nuestro corazón, el mundo sabrá, que por herencia, le aguardan tristezas y dolor.

Te cantamos, oh Cristo, maná verdadero; te alabamos, oh, Pan de Vida que el Padre nos da. Te cantamos, imagen del Dios invisible; te alabamos, oh, Rey de justicia y Rey de la paz.

73.- GRACIAS A DIOS

Te cantamos, primicia de aquellos que se duermen; te alabamos a Ti, el viviente, principio y fin. Te cantamos, Jesús, exaltado en la gloria; te alabamos a Ti, que vendrás a juzgar la tierra.

Gracias a Dios, por el mar y por el sol; por el trigo que da pan y los campos de labrar, por eso: gracias a Dios por hacernos trabajar, por los niños al jugar y por toda su bondad.

69.-DONDE HAY AMOR

Por eso, Ven, Ven, Ven, Ven. Quiero todo tu querer.

Donde hay amor y caridad, donde hay amor, Dios ahí está (2).

Gracias a Dios, por la vida y el amor; por la mano que me das y el amigo que aquí está; por eso: gracias a Dios, por el mar y por el sol, por el trigo que da pan y por muchas cosas más.

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74.-QUÉDATE JUNTO A NOSOTROS Quédate junto a nosotros, que la tarde está cayendo; pues sin Ti a nuestro lado, nada es justo, nada es bueno.

-Cristo, en amor tan generoso, desde la cruz, lección nos dio: “como amo Yo, amen con gozo”… --En el amor fraterno, unidos conmigo, en santa comunión; moren en Mí como en un nido…

Avanzamos. Solos por nuestro camino, cuando vimos a la vera un peregrino. Nuestros ojos, ciegos de tanto penar, Se nos llenan de vida, se nos llenan de paz.

78.-EL PAN DE VIDA

Buen Amigo, quédate a nuestro lado, pues el día ya sin luces se ha quedado. Con nosotros, quédate para cenar y comparte mi mesa y comparte mi pan.

-Mi Padre es quien os da verdadero pan del cielo: -Quien come de este Pan vivirá eternamente: -Mi Carne es un manjar y mi Sangre una bebida: -El Pan que Yo daré ha de ser mi propia Carne: -Quien Come de mi carne mora en Mí y Yo en él: -Bebed todos de él, que es el Cáliz de mi Sangre: -Yo soy el Pan de Vida, que ha bajado de los cielos: -Si no coméis mi Carne no tendréis vida en vosotros: -Si no bebéis mi Sangre no tendréis vida en vosotros: -Quien bebe de mi Sangre tiene ya la Vida eterna: -Mi Cuerpo recibid, entregado por vosotros:

Tus palabras, fueron la luz de mi espera y nos diste Una fe más verdadera: Al sentarnos, junto a Ti para cenar, conocimos quién eras, al partirnos el pan. 75.-SEÑOR, TENEMOS HAMBRE Señor, tenemos hambre, Señor, tenemos sed: no es un hambre de pan ni es la sed de agua: son motivos de vivir los que nos falta, son motivos de vivir los que nos falta. De un mar al otro mar, de un monte al otro monte; andamos buscando, Señor , tu palabra y algo la esconde. Ya nadie nos habla de Ti, ya nadie nos quiere enseñar; queremos profetas que sepan guiarnos hasta donde Tú estás. Y mientras muchos se arrastran en hambre y sufrimientos, hay otros que nadan en cruel abundancia, como amos y dueños. Nos falta saber que, al fin, no sólo de pan vive el hombre, pues vive, también, de toda palabra que Tú nos propones. 76.- TÚ NOS INVITAS Tú nos invitas, Jesús; para Ti siempre somos importantes. En tu mesa nos das la comida mejor: el pan de la vida y el amor, el pan de la vida y el amor. Dejad que los niños se acerquen, dejad que vengan a Mí, Dejad que los niños se acerquen, dejad que vengan a Mí. Un mismo pan se nos da, es el pan de tu Cuerpo y de tu Sangre; que nos une en familia y nos llena de amor: el pan de la vida y el amor, el pan de la vida y el amor. Para crecer y vivir, cada día tendré que alimentarme; para el alma, nos das la comida mejor: el pan de la vida y el amor, el pan de la vida y el amor.

Tú eres, Señor, el Pan de Vida. (2)

79.- ¡OH BUEN JESÚS¡ ¡Oh Buen Jesús¡ yo creo firmemente, que por mi bien estás en el altar; que das tu Cuerpo y Sangre juntamente, al alma fiel en celestial manjar, al alma fiel en celestial manjar. Indigno soy, confieso, avergonzado, de recibir la Santa Comunión; Jesús, que ves mi nada y mi pecado, prepara Tú mi pobre corazón, prepara Tú mi pobre corazón. Pequé, Señor, ingrato te he vendido; infiel te fui, confieso mi maldad. Contrito ya, Señor, perdón te pido: eres mi Dios, apelo a tu bondad, eres mi Dios, apelo a tu bondad. Espero en Ti, piadoso Jesús mío; oigo tu voz que dice: ven a Mí. Porque eres fiel, por eso en ti confío; todo, Señor, espérolo de Ti, todo, Señor, espérolo de Ti. ¡Oh, Buen Jesús¡ Pastor fino y amante; mi corazón se abraza en santo ardor; si te olvidé, hoy juro que, constante, he de vivir tan solo de tu amor, he de vivir tan solo de tu amor. Dulce Maná y Celestial comida; gozo y salud del que te come bien. Ven, sin tardar, mi Dios, mi Luz, mi Vida; desciende a mi, hasta mi pecho ven, desciende a mí hasta mi pecho ven. 80.- SE ACERCA Se acerca ya el momento, en que Tú llegarás: sonríe el firmamento, pues Tú me habitarás. Se calmarán los mares y el cielo brillará y en todos los lugares, tu gloria reinará, reinará.

77.- A TODOS DOY Mora en mi casa, amado mío, come mi pan, sacia tu sed; Mi fuente, en ti, se torna un río… Lo que tengo, lo que soy, a todos doy-Te doy mi amor, te doy mi tiempo, sin titubear, confía en Mí; vive en mi amor, vive en mi huerto…

Cristo Jesús, llegas a mí, digno no soy de Ti, digno no soy de Ti. (2) Renuevo las promesas que un día yo te hice: renuevo la esperanza de llegar junto a Ti. Que llegue pronto el día en que vea tu gloria; que se escriba en tu historia, que hoy te quiero a Ti, sólo a Ti.

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81.-PESCADOR DE HOMBRES

85.- ALEGRE LA MAÑANA

Tú, has venido a la orilla, no has buscado ni a sabios ni a ricos, tan solo quieres que yo te siga.

Alegre la mañana que nos habla de Ti, alegre la mañana/:

Señor, me has mirado a los ojos: sonriendo, has dicho mi nombre. En la arena he dejado mi barca, junto a Ti, buscaré otro mar. Tú, sabes bien lo que tengo, en mi barca no hay oro ni espada; tan sólo redes y mi trabajo. Tú, necesitas mis manos, mi cansancio que a otros descanse; Amor que quiere seguir amando. Tú, pescador de otros lagos; ansia eterna de almas que esperan; amigo bueno, que así me llamas. 82.- EN TI, SEÑOR En Ti, en Ti, en Ti, Señor, hemos puesto nuestra fe (2). Ni en las armas, ni en la guerra, sino en Ti, Señor, hemos puesto nuestra fe. Ni en la fuerza, ni en la ciencia, sino en Ti, Señor, hemos puesto nuestra fe. Ni tampoco en nosotros, sino en Ti, Señor… Entre crisis de esperanzas, sólo en Ti, Señor… Servidores de los hombres porque sólo en Ti… Alegrando las tristezas, porque sólo en Ti… Pregoneros de la vida, porque sólo en Ti… Sembradores de esperanzas, porque sólo en Ti… 83.-. SALMO 24 SEÑOR, ¿QUIÉN ENTRARÁ? Señor, ¿quién entrará en tu santuario, para alabar?(2) El de manos limpias, de corazón puro, que no es vanidoso y que sabe amar.(2). Señor, yo quiero entrar en tu santuario para alabar. (2) Dame manos limpias, un corazón puro, No ser vanidoso, enséñame a amar (2). Señor, ya puedo entrar en tu santuario para alabar. (2) Tu sangre me lava, tu fuego me quema, tu Espíritu Santo, inunda mi ser. (2) 84.- VAMOS CANTANDO AL SEÑOR Vamos cantando al Señor, El es nuestra alegría. La luz de un nuevo día, venció a la oscuridad: que brille en nuestras vidas la luz de la verdad. La roca que nos salva, es Cristo, nuestro Dios: lleguemos dando gracias a nuestro Redentor. Los cielos y la tierra aclaman al Señor: ha hecho maravillas, inmenso es su amor. Unidos como hermanos, venimos a tu altar, Que llenes nuestras vidas de amor y de amistad.

En nombre de Dios Padre, del Hijo y del Espíritu, salimos de la noche y entrenamos la aurora, saludamos el gozo de la luz que nos llega, resucitada y resucitadora. Tu mano, acerca el fuego a la sombría tierra y el rostro de las cosas se alegra en tu presencia; silabeas el alba, igual que una palabra, tú, pronuncias el mar como sentencia. Regresa desde el sueño, el hombre a su memoria, acude a su trabajo, madruga a sus dolores; le confías la tierra y a la tarde la encuentras rica de pan y amarga de sudores. Y Tú, te regocijas, oh Dios, y Tú prolongas en sus pequeñas manos, tus manos poderosas y estáis de cuerpo entero, los dos así, creando, los dos así velando por las cosas. Bendita la mañana, que trae la gran noticia de tu presencia joven en gloria y poderío; la serena certeza, con que el día proclama que el sepulcro de Cristo está vacío. 86.- ALEGRÍA DE VIVIR Cantando la alegría de vivir, lleguemos a la casa del Señor, marchando todos juntos como hermanos, andemos los caminos hacia Dios. Venid, entremos todos dando gracias, venid, cantemos todos al Señor; gritemos a la roca que nos salva, cantemos la alabanza a nuestro Dios. La paz del Señor sea con nosotros: la paz que llena sola el corazón; la paz de estar unidos, como hermanos, la paz que nos promete nuestro Dios. Entremos por las puertas, dando gracias, pidamos al Señor, también perdón; perdón por nuestra falta a los hermanos, perdón por nuestro pobre corazón. Sabed que Dios nos hizo y somos suyos, sabed que el Señor es nuestro Dios; nosotros somos pueblo y las ovejas, ovejas del rebaño del Señor. 87.- SÍMBOLO -Tú eres mi vida, nada más yo tengo; Tú eres mi camino, Mi verdad, también: según tu Palabra, yo caminaré, en cuanto vivir y hasta cuando Tú lo quieras. Yo no sentiré temor si estás conmigo, Te suplico, quédate aquí. -Creo en TI, Señor, nacido de María; Hijo eterno y Santo Y Hombre también: Tú moriste por amor, vives con nosotros. Una sola cosa con el Padre y los tuyos; hasta cuando, yo lo sé, Tú retornarás para abrir el Reino de Dios. -Tú eres mi fuerza, nada más yo tengo: Tú eres mi paz y mi libertad; nada en la vida nos separará, en tus manos seguras mi vida guardarás. Yo no temeré el mal, Tú me librarás y en tu perdón viviré. -Padre de la vida, creemos en Ti; Hijo Salvador, en Ti esperamos. Santo Espíritu de amor, ven entre nosotros, Tú, de mil caminos, nos reúnes en unidad. Y por mil senderos, donde Tú lo quieras, seremos semillas de Dios.

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88.- EL PEREGRINO DE EMAÚS

92.- ISAÍAS 43

¿Qué llevabas conversando?, me dijiste, buen amigo y me detuve asombrado a la vera del camino. ¿No sabes lo que ha pasado ayer, en Jerusalén? ¿De a Jesús de Nazaret, a quien clavaron en cruz? Por eso me vuelvo triste a mi aldea de Emaús.

Yavéh, Tú me has creado y has dicho mi nombre y tuyo soy. Por siempre cantaré tus bondades Y caminaré libre, hacia el Reino de Gloria.

Por la calzada de Emaús, un peregrino iba conmigo: No le conocí al caminar, ahora sí, en la fracción del pan. “Van tres días que se ha muerto y se acaba mi esperanza; dicen que algunas mujeres al sepulcro fueron de alba; Pedro, Juan y algunos otros hoy , también allá buscaron. Mas, se acaba mi confianza, no encontraron a Jesús. Por eso me vuelvo triste a mi aldea de Emaús”. “ ¡Oh, tardíos corazones, que ignoráis a los profetas! En la ley ya se anunció que el Mesías padeciera y por llegar a su gloria, escogiera la aflicción”. En la tarde de aquel día, yo sentí, que con Jesús, Nuestro corazón ardía a la vista de Emaús. Hizo señas de seguir, más allá de nuestra aldea; Y a la luz del sol poniente, pareció que se muriera, “¡Quédate, forastero, ponte a la mesa y bendice”! Y al destello de su luz, en la bendición del pan, mis ojos conocerán al amigo de Emaús. 89.- FELICES LOS INVITADOS Felices los invitados a la cena del Señor; felices los invitados a comer en la mesa de Dios. Este es el Cordero que borra los pecados; felices los que comen este Pan de salvación. Señor, yo no soy digno de que Tú vengas a mí; Mas di una palabra y mi alma sanará.

Si camino por el mar, Dios conmigo va y las olas no podrán anegarme. Si por las llamas voy, no me quemaré, ni abrasará y el fuego ningún daño me hará. Tú nos llamas tu pueblo, somos preciosos a tus ojos, Dios, Por nuestras vidas, El ha dado las naciones. Somos siervos del Señor, no tenemos por qué temer; Está en nosotros y nos ha hecho para su gloria. 93.-CANTANDO VOY FELIZ El nombre del Señor aclamaré y su cuerpo muy feliz, recibiré; a la mesa del Señor me acercaré y en unión de mis hermanos, viviré: Cantando, cantando, cantando, voy feliz al encuentro del Señor; inmensa es mi paz y alegría, cuando como este pan de salvación. Cuando estoy con Cristo, nada he de temer; si El viene conmigo, que feliz seré. Fuente de energía, eres Tú, Señor, en la Eucaristía, obra de tu amor. Quien tu cuerpo coma, vida en sí tendrá; quien tu sangre beba, siempre vivirá. En mis tentaciones te recordaré, si Tú estás conmigo, nada temeré. Largo es el camino que hay que recorrer; somos peregrinos Que viven de fe. Una Patria eterna hemos de alcanzar, con la fuerza nueva que nos da tu Pan.

Comemos de tu cuerpo y bebemos de tu sangre; ven, Señor y calma nuestra sed y hambre de Ti.

Celebremos juntos la Cena Pascual y participemos de este memorial, en que Cristo mismo se nos da en el Pan y nos comunica luz, vida y verdad.

90.- CANCIÓN DEL TESTIGO

94.- LA LUZ DE JESÚS

Por Ti, mi Dios, cantando voy, la alegría de ser tu testigo, Señor.

La luz de Jesús ha llegado al mundo (2).

Me mandas que te cante con toda mi voz; no sé cómo cantar tu mensaje, Señor. Los hombres me preguntan cuál es mi misión, les digo: testigo soy. Es fuego tu palabra que mi boca quemó; mis labios ya son llamas y ceniza mi voz; da miedo proclamarla, pero tú me dices: “ no temas, contigo estoy”. Tu palabra es una carga que mi espalda dobló; es brasa tu mensaje que mi lengua secó: “déjate quemar si quieres alumbrar, no temas, contigo estoy”. 91.- ALABE TODO EL MUNDO Alabe todo el mundo, alabe al Señor. Alabe todo el mundo, alabe a nuestro Dios.

Y todo hombre debe renacer, para ver el Reino de Dios, el agua y el Espíritu nos traen vida nueva. Dios nos dio su Unigénito, de su amor para con el mundo y ahora todos los que creen en El, vivirán para siempre. La luz de Dios nos vino, para que seamos salvos, del pecado y tinieblas: caminamos hacia el Cielo. 95.- DE MI VIDA De mi vida quiero hacer una oración. De mi vida quiero hacer una alabanza. De mi vida quiero hacer un acto de amor, para alabar, amar, servir a mi Señor. (2)

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96.- EUCARISTÍA

99.- EL SEÑOR NOS HA AMADO

Pan transformado en el cuerpo de Cristo; vino transformado en la sangre del Señor.

El Señor nos ha amado, como nunca nadie amó; El nos guía cada día con su fuerza y con su luz. El nos llena con su amor cuando partimos el pan, es el pan de la unidad, el pan de Dios.

Eucaristía, milagro de amor; Eucaristía, presencia del Señor.

Es mi Cuerpo, que doy a comer; es mi Sangre, que doy a beber; porque soy la Vida y soy el Amor, ¡ oh!, Señor, condúcenos en tu amor.

Cristo nos dice: tomen y coman, este es mi cuerpo que ha sido entregado. Cristo, en persona, nos viene a liberar De nuestro egoísmo y la división fatal.

El Señor nos ha amado como nunca nadie amó, fue un pobre carpintero para los de Nazaret; con sus manos trabajó como los que El eligió, el trabajo y sufrimiento conoció.

Cuando comulgamos nos unimos al Señor; Formamos entre todos la familia del amor.

El su su de

Con este pan tenemos vida eterna; Cristo nos invita a la gran Resurrección.

Señor nos ha amado como nunca nadie amó; amor era tan grande, que en la cruz llegó a morir; amor era tan fuerte. Que de la muerte triunfó: los muertos, vencedor resucitó.

97.- EL APÓSTOL El Señor nos ha amado como nunca nadie amó; El reúne a sus amigos en la mesa del amor; al comer del mismo pan, El nos une en amistad: nada puede separarnos de su amor.

Que misión tan grande es ser apóstol, seguir al Señor a donde vaya; anunciar con gozo su evangelio y ser para los hombres portadores de su paz. Tanto nos amó que al despedirse, en la Santa Cena aquella tarde, nos dio como pan su propio cuerpo y su sangre, como vino de fraternidad.

100.- AMAR ES ENTREGARSE Amar es entregarse, olvidándose de sí, buscando lo que a otro pueda hacer feliz, buscando lo que a otro pueda hacer feliz.

Tanto nos amó que un Vienes Santo, clavado en la cruz Cristo murió; y en su muerte El nos dio la Vida, vida de alegría, vida de hijos de Dios.

Que lindo es vivir, para amar; que grande es tener, para dar. /Dar alegría y felicidad, darse uno mismo, eso es amar./:

Yo soy la Verdad, soy el Camino; soy la Vida, la Resurrección; quien me sigue no andará perdido, Pues yo soy la Luz para vuestra resurrección.

Si amas como a sí mismo y te entregas a los demás, verás que no hay egoísmo que no puedas superar; verás que no hay egoísmo que no puedas superar.

Recordad mi nuevo mandamiento, por el que les reconocerán: que os améis los unos a los otros, como Yo os amé hasta mi vida entregar.

101.- LA ORACIÓN Te suplicamos, Señor, que manifiestes tu bondad: salva a todos cuantos sufren la mentira y la maldad. Ten piedad de los humildes y a los caídos levanta; hasta el lecho del enfermo, acerca tu mano santa. Entra en la casa del pobre y haz que su rostro sonría. Para el que busca trabajo sé Tú, fuerza y compañía.

98.- SEÑOR, SABES BIEN QUE TE AMO Señor, sabes bien que te amo; mi corazón grita por Ti. Señor, sabes bien que te amo; en Ti, en Ti, sólo es mi fe. Eres Señor de toda la tierra, eres el Hijo del Dios vivo, eres Señor a la gloria del Padre, eres el Rey del universo. Señor, sabes bien que te amo; mejor que la vida es tu amor; Señor sabes bien que te amo, en Ti, en Ti sólo me abrigo. Señor, sabes bien que te amo; mis labios te cantan alabanzas. Señor, sabes bien que te amo, en Ti, en Ti sólo me refugio. Señor, sabes bien que te amo, levanto mis manos a tu Nombre; Señor, sabes bien que te amo, en Ti, en Ti sólo (mi salud. Señor, sabes bien que te amo, mi alma descansa solo en Ti, Señor, sabes bien que te amo, en Ti, en Ti solo mi esperanza.

A la mujer afligida. Dale salud y reposo y a la madre abandonada, un buen hijo generoso. Encuéntrale Tú el camino al hijo que huyó de casa, al pescador perdido, al vagabundo que pas. Que el rico te mire en cruz, y a sus hermanos regale; que no haya odio ni envidia entre tus hijos iguales. Da al comerciante justicia, al poderoso humildad; a los que sufren, paciencia y a todos tu caridad. Venga a nosotros tu reino, perdona nuestros pecados, para que un día seamos, con Cristo, resucitados. Tú, Señor, que puedes esto y mucho más todavía, recibe nuestra alabanza por Jesús y con María.

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102.-SOMOS UN PUEBLO QUE CAMINA Somos un pueblo que camina, y juntos caminando podremos alcanzar, otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad Somos un pueblo que camina, que marcha por el mundo buscando otra ciudad; somos errantes peregrinos, que buscan un destino, destino de unidad. Siempre seremos caminantes, pues sólo caminando podremos alcanzar, otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristeza, ciudad de eternidad. Danos valor para la lucha, valor en la tristeza, valor en nuestro afán; danos la luz de tu palabra, que guíe nuestros pasos en este caminar. Marcha, Señor, junto a nosotros, pues sólo en tu presencia, podremos alcanzar otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad. Sufren los hombres, mis hermanos, buscando entre las piedras la parte de su pan; sufren los hombres oprimidos, los hombres que no tienen ni pan ni libertad. Sufren los hombres, mis hermanos, mas Tú vienes con ellos y en Ti, alcanzarán otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad. 103.- HASTA TUS PLANTAS Hasta tus plantas, Señor, llegamos, buscando asilo en tu corazón; tus gracias todas, hoy imploramos, que ellas protejan nuestra nación. Do quiera el Rey de reyes, levántese un altar: a Dios queremos en nuestras leyes, en las escuelas y en el hogar, a Dios queremos en nuestras leyes y en el hogar. Fijo en la altura su pensamiento, a Dios alzando su corazón; con los colores del firmamento formó la Patria su pabellón. Mientras el culto de nuestra historia a los patriotas aliento de, con los mejores himnos de gloria, serán los cantos de nuestra fe.

Te entregamos, oh, Señor, el trabajo de este día; nuestra inquietud, nuestra oración, nuestro dolor y alegría, Señor. 105.- TE OFRECEMOS, SEÑOR Te ofrecemos, Señor, nuestra juventud. (2) Este día que (amanece-transcurre-anochece), entre cantos y alegrías, este día en que sentimos tu presencia en nuestras vidas. Vino y pan hoy te ofrecemos, pronto se convertirán en tu Cuerpo y en tu Sangre, fuente de alegría y paz. Ilusiones y esperanzas, la alegría de vivir, todos juntos como hermanos, caminando hacia Ti. Ofrecemos, todos juntos, nuestras vidas al Señor; los trabajos y dolores, la alegría y el amor. 106.- CRISTO TE NECESITA Cristo te necesita para amar, para amar; Cristo te necesita para amar. (2) No te importen las razas ni el color de la piel: Ama a todos como hermanos y haz el bien. (2) Al que sufre y al triste, dalo amor, dale amor, al humilde y al pobre, dale amor. (2) Al que vive a tu lado, dale amor, dale amor, al que viene de lejos, dale amor. (2) Al que habla otra lengua, dale amor, dale amor, al que piensa distinto dale amor. (2) Al amigo de siempre, dale amor, dale amor, y al que no te saluda dale amor. (2) 107.-ALÉGRATE, JERUSALÉN

A Dios queremos en la enseñanza, porque la infancia, desde su albor, lleve en el alma fe y esperanza y a Jesús ame, su Redentor.

Alégrate, Jerusalén, alégrate, seca tu llanto, que viene ya tu Rey; levántate y adórnate, Jerusalén: llega el Señor, nada tienes que temer.

A Dios queremos en los hogares: crezcan los hijos en fe y pudor; y los esposos, en los altares, prometan, fieles, perpetuo amor.

Ceniza es mi alimento y es mi pan, mis lágrimas tengo yo para la sed; pero me repito que Tú has de llegar, cuando ilumine mi rostro tu amanecer.

A Dios queremos, Virgen María, benigna, acoge nuestro clamor: bajo tu amparo, oh, Madre mía, Guardamos siempre su tierno amor.

Hacia ti he levantado mi mirada, porque confío en la ayuda de tu gracia. Desde el cielo, donde tienes tu morada, envíame la paz de tu palabra.

104.-TE OFRECEMOS, OH, SEÑOR

Señor, quiero cantar a tu gloria; quiero alabarte con mis obras mientras viva; quiero cantar a todos tus victorias, quiero anunciarles a los hombres tu venida.

Te ofrecemos, oh Señor, este pan y este vino; recíbelos, es nuestro don, recíbelos de nuestras manos, Señor. -Es trigo de nuestros campos, racimo de nuestras viñas. -Este pan será tu Cuerpo y este vino tu Sangre.

108.-GLORIA A DIOS Gloria, gloria… A Jesús, el Señor. Al Cordero de Dios, al Nombre sobre todo nombre.(2).

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109.-VIRGEN DEL CARMEN

112.- MARÍA, TU ERES MI MADRE

Virgen Del Carmen bella, Madre del Salvador; /:de tus amantes hijos, oye el cantar de amor.:/

María, tú eres mi Madre, María, tú eres mi amor; María, Madre mía, yo te doy mi corazón. (2)

Dios te salve, María, del Carmen bella flor, /:Estrella que nos guías hacia el sol del Señor.:/

María, cuyo nombre es música más suave que el cántico del ave y que del agua el son. Tu nombre, sea fuente do beba el alma mía y halle la alegría mi pobre corazón.

Junto a ti nos reúnes, nos llamas con tu voz, / quieres hacer de Chile, un pueblo para Dios.:/ Somos un pueblo en marcha, en busca de la luz: /: guíanos, Madre nuestra, llévanos a Jesús. :/

María, cuyo nombre es fuente de pureza, que da la fortaleza, Al frágil corazón. Tu nombre, sea el agua que el mío purifique, de cuando en él radique maligna inclinación.

Haznos cristianos, Madre, cristianos de verdad; /: hombres de fe sincera, de viva caridad.:/

María, cuyo nombre la Divina Justicia al pecador propicia, inclina a perdonar. Tu nombre sea, cuando la eternidad se me abra, la última palabra que exhale al expirar.

110.- OH MARÍA, MADRE MÍA

113.- MAGNÍFICAT

Oh María, Madre mía, oh Consuelo del mortal; Amparadnos y guiadnos a la Patria Celestial.

El Señor hizo en mí maravillas, ¡Santo es mi Dios¡

Con el Ángel de María las grandezas celebrad: transportados de alegría, sus finezas publicad.

Mi alma engrandece al Señor; se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador; pues miró la bajeza de su esclava; desde ahora, dichosa me dirá todos los siglos.

Salve, júbilo del cielo, del excelso, dulce imán; salve, hechizo de este suelo, triunfadora de Satán.

Maravillas hizo en mí el poderoso y Santo es su nombre. Por siglos y siglos su amor, con aquellos que le temen.

Quien a ti ferviente clama, halla gloria en el pesar; pues tu nombre luz derrama, gozo y bálsamo sin par.

Desplegó el poder de su brazo y deshizo los proyectos del soberbio corazón; derribó e su trono a poderosos, humildes ensalzó.

De sus gracias, tesorera, la nombró su Redentor; con tal madre y medianera, nada temas, pecador. 111.- VAMOS A CANTAR Vamos a cantar “Ave” noche y día, y el “Ave María” no cese jamás: Ave, ave, ave, María. (2)

Colmó de bien a los hambrientos, a los ricos rechazó. Acogió a Israel, su servidor, según lo tenía prometido a nuestros padres. Recordando su amor por Abrahán y su raza a lo largo de siglos y siglos. Gloria la Padre, y a Cristo, el Señor, y al Espíritu que habita en nuestras almas, amén.

El mismo saludo que el Ángel te dio, repiten tus hijos cantando a una voz: Ave, ave, ave, María. (2)

114.- SANTA MARÍA DEL CAMINO

La buena noticia, que él e anunció, nos llena de gozo y enciende de amor: Ave, ave, ave, María. (2)

Mientras recorres la viada, tú nunca solo estás: contigo, por el camino, Santa María va.

Tú eres la Estrella que anuncias el sol, la pronta venida del Dios Salvador: Ave, ave, ave, María. (2)

Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven. (2)

Alegre viviste tu entrega total, en manos del Padre con fe sin igual: Ave, ave, ave, María. (2) Tú eres la Madre del Pueblo de Dios, tú le das su vida, la fe y el amor: Ave, ave, ave, María. (2) Tu amor lo probaste al pie de la cruz; en todo quisiste ser como Jesús: Ave, ave, ave, María. (2)

Aunque te digan, algunos, que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad. Si por el mundo los hombres, sin conocerse van, no niegues nunca tu mano al que contigo está. Aunque parezcan tus pasos inútiles caminar, tú vas haciendo camino, otros lo seguirán. 115.- QUIERO DECIR QUE SÍ

Tú eres primicia de resurrección; tú cuerpo está vivo, junto al del Señor: Ave, ave, ave, María. (2) Tú, Madre bendita, nos llenas de luz; reflejas, sin mancha, a Dios, a Jesús: Ave, ave, ave, María. (2)

Quiero decir que sí, como tú, María, como tú, un día, como tú, María. Quiero decir que sí (4). Quiero negarme a mí, como tú… Quiero entregarme a El, como tú… Quiero decir que sí, como tú…

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120.- SANTA MARÍA DE LA ESPERANZA

116.- MADRE DEL SILENCIO

Santa María de la esperanza, mantén el ritmo de nuestra espera, mantén el ritmo de nuestra espera.

Como una tarde tranquila, como un suave atardecer, era tu vida sencilla, en el pobre Nazareth; y en medio de aquel silencio, Dios te hablaba al corazón.

Nos diste al Esperado de los tiempos, mil veces prometido en los profetas; y nosotros de nuevo deseamos que vuelva a repetirnos sus promesas.

Virgen María, Madre del Señor: /danos tu silencio y paz para escuchar su voz. (2)

Viviste con la cruz de la esperanza, tensando en el amor la larga espera; y nosotros buscamos con los hombres, el nuevo amanecer de nuestra tierra.

Enséñanos, Madre buena, cómo se debe escuchar al Señor cuando nos habla en una noche estrellada, en la tierra que, dormida, hoy descansa en su bondad.

Brillaste como aurora del gran día; plantaba Dios su tienda en nuestro suelo. Y nosotros soñamos con su vuelta, queremos la llegada de su reino.

Y sobre todo, María, cuando nos habla en los hombres: en el hermano que sufre, en la sonrisa del niño, en la mano del amigo, en la paz de una oración. 117.-MADRE DE LOS JÓVENES

Esperaste, cuando todos vacilaban, el triunfo de Jesús sobre la muerte; y nosotros esperamos que su vida anime nuestro mundo para siempre.

Madre, óyeme: mi plegaria es un grito en la noche; Madre, mírame en la noche de mi juventud. Madre, sálvame, mil peligros acechan mi vida; Madre, lléname de esperanza, de amor y de fe. Madre, mírame, en la sombra no encuentro el camino; Madre, llévame, que a tu lado feliz cantaré.

121.-MADRE NUESTRA

Madre, una flor con espinas es bella; Madre, un amor, un amor que ha empezado a nacer. Madre, sonreír, sonreír aunque llore en el alma; Madre, construir, caminar aunque vuelva a caer. Madre, sólo soy el anhelo y la carne que luchan; Madre, tuyo soy, en tus mano me vengo a poner. 118.- AVE MARÍA Ave, María, ave, María, ave, María.

Madre nuestra, que en medio de la noche diste al mundo la luz del Redentor: danos, hoy, otra vez al Esperado, que andamos como ovejas sin pastor. Aquel a quien adoran el sol y las estrellas, el que viste las flores y amansa el fiero mar; el Dios que a todos ama con toda su grandeza, al seno de una Virgen, bajó para habitar. María se llamaba, mujer era, del pueblo; y cerrando los ojos, un sí rotundo dio. En esa hermana nuestra, el que hizo tierra y cielos, el Dios Omnipotente, un día se encarnó.

Un día, del cielo, un Ángel, a una virgen habló. Le dijo si aceptaba ser madre del mismo Dios. La Virgen, dijo, humilde: “esclava soy del Señor”. Y Dios se hizo hombre y el hombre fue hecho Dios.

122.- MADRE DE LOS POBRES

De pie, en el Calvario, María a su hijo ofreció y a todos los redimidos, por hijos ella aceptó. Y así surgió la Iglesia, y así surgió el amor.

Tú, la más pobre, porque nada ambicionaste; tú, perseguida, vas huyendo de Belén; tú, que un pesebre ofreciste al Rey del cielo, toda tu riqueza fue tenerle sólo a El.

Un día, en cuerpo y alma, María al cielo subió, llevada por el deseo de ver a su Hijo y Señor. Los ángeles se conmovieron al verla tan cerca de Dios: por eso en todo el mundo le cantan de corazón:

Tú, que en sus manos, sin temor te abandonaste; tú, que aceptaste ser la esclava del Señor, vas entonando un poema de alegría: “ canta, alma mía, porque Dios me engrandeció.”

119.- SANTA MARÍA DEL AMÉN

Madre de los pobres, los humildes y sencillos, de los tristes y los niños que confían siempre en Dios.

Tú, que has vivido el dolor y la pobreza; tú, que has sufrido en la noche sin hogar. Tú, que eres Madre de los pobres y olvidados, eres el consuelo del que reza en su llorar.

Madre de todos los hombres, enséñanos a decir amén. (2) 123.- DIOS TE SALVE, MARÍA Cuando la noche se acerca y se oscurece la fe: Cuando el dolor nos oprime y la esperanza no brilla:

Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Cuando aparece la luz y nos sentimos felices: Cuando nos llegue la muerte y tú nos lleves al cielo:

Santa María, Madre de Dios; ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, amén. Ahora y en la hora de nuestra muerte, amén.

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124.- CUANTAS VECES

Unidos a todos los pueblos Cantemos al Dios que nos salva.

Cuantas veces, siendo niño, te rece; con mis besos yo decía que te amaba. Poco a poco, con el tiempo, alejándome de ti, /:por caminos que se alejan, me perdí/ 2 Hoy he vuelto, Madre, a recordar: cuántas cosas dije ante tu altar; y al rezarte, puedo comprender, que una madre no se cansa de esperar, que una madre no se cansa de esperar. Al regreso, me encendías una luz, sonriendo, desde lejos, me esperabas. En la mesa la comida, aún caliente, y el mantel. / Y tu abrazo, es mi alegría de volver. / 2

128.- NUESTRA SEÑORA DE AMÈRICA

Aunque el hijo se alejara del hogar, una madre siempre espera su regreso. Que regalo más hermoso, a los hijos da el Señor: / es su madre y el milagro de su amor /2

¡América, despierta! Sobre sus cerros despunta la luz de una mañana nueva. Día de la salvación, que ya se acerca; Sobre los pueblos que ya están en tinieblas, Ha brillado una gran luz.

125.-VENID Y VAMOS TODOS Venid y vamos todos con flores a María, con flores a María, que Madre nuestra es: venid y vamos todos con flores a María, con flores a María, con flores a María, con flores a María, que Madre nuestra es. De nuevo aquí nos tienes, purísima doncella: más que la luna bella, postrados a tus pies, postrados a tus pies.

--El hizo en mí obras grandes, su amor es más fuerte que el tiempo; triunfó sobre el mal de este mundo, derriba a los hombres soberbios. --No quiere el poder de unos pocos, del polvo a los pobres levanta; dio pan a los hombres hambrientos dejando a los ricos sin nada. --Libera a todos los hombres cumpliendo la eterna promesa que hizo a favor de su pueblo, los pueblos de toda la tierra.

1.-Madre de los, de los peregrinos, te pedimos por América latina. Tierra que visitas, con los pies descalzos, apretando fuerte un niño en tus brazos. 2.-Luz de un niño frágil que nos hace fuerte; luz de un niño pobre que nos hace ricos; luz de un niño esclavo, que nos hace libres. Esa luz un día nos diste en Belén

A ofrecerte, venimos, flores del bajo suelo: con cuanto amor y anhelo Señora, tú nos ves, Señora, tú nos ves.

129.- MADRE DE LA IGLESIA

Por ellas, te rogamos, si cándidas te placen, las que en la gloria nacen en cambio, tú nos des; en cambio tú nos des.

María, hoy la iglesia te llama en su dolor: Tú eres nuestra Madre, ven pronto, ayúdanos. (Bis)

Tu ejemplo, Madre nuestra, despierte en nuestras almas: amor ardiente a Cristo y al mundo que Él salvó y al mundo que Él…

1.-Dios quiso un día darnos tal prueba de bondad, que, aún siendo omnipotente, no pudo darnos más. Muriendo en el Calvario, al ver nuestra orfandad, Nos dio a su misma madre. ¿Qué más nos pudo dar? 2.-Siendo Jesús un niño, tú le enseñaste a andar; le diste tu cariño, ternura maternal. Cuando la iglesia nace, vuelves, María, a dar amor que nos protege en nuestro caminar. 3.-Gozo que nos alienta, sombras de adversidad, pesares y esperanzas, luces y oscuridad., Somos tus hijos, Madre, danos tu protección; ayúdanos ahora como ayudaste a Dios.

Junto a la cruz de Cristo, tú, fiel, permaneciste: que estemos cerca, siempre, del pobre en su dolor; del pobre en su dolor. Tú, quieres que anunciemos a todos la esperanza en la futura gloria, que Cristo prometió; que Cristo prometió. 126.-NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES Hoy quiero cantarte, Señora de los ángeles, Reina soberana, Madre celestial. Yo soy una alondra que ha puesto en ti su nido; viendo tu hermosura, te reza su cantar. Luz de la mañana, María, templo y cuna, mar de toda gracia, fuego, nieve y flor. Puerta siempre abierta, rosa sin espinas, yo te doy mi vida, soy tu trovador. Salve, surco abierto donde Dios se siembra. Te eligió por Madre Cristo Redentor. Salve, esclava y Reina, Virgen nazarena, casa, paz y abrazo para el pecador. 127.- CÀNTICO DE MARÌA Yo canto al Señor porque es grande, me alegro en el Dios que me salva; feliz me dirán las naciones: en mí, descansó su mirada.

130.- MARÍA ES ESA MUJER ¿Quién será la mujer que a tantos inspiró poemas de amor? Le rinden honor la música y la luz, el mármol, la palabra y el color. ¿Quién será la mujer que el rey y el labrador invocan en su dolor? El sabio, el ignorante, el pobre y el Señor, el santo al igual que el pecador. María es esa mujer que desde siempre el Señor se preparó para nacer como una flor en el jardín que a Dios enamoró. ¿Quién será la mujer radiante como el sol, vestida de resplandor? La luna a sus pies, el cielo derredor y ángeles cantándole su amor… ¿Quién será la mujer humilde que vivió en un pequeño taller? Amando sin milagros, viviendo de su fe, la esposa siempre alegre de José.

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131.- ALGO DE TI EN DIOS HABIA

135.- LA ELEGIDA

Dios tuvo un día carne de tu carne, y por sus venas tu sangre circuló; había en su mirada un algo de tus ojos, y con tu amor también amó su corazón

Una entre todas fue la escogida, fuiste tú, María, la elegida, Madre del Señor; Madre del Salvador. María, llena de gracia y consuelo, ven a caminar con el pueblo, nuestra Madre eres tú. (2)

Algo de ti en Dios había, tu mirada él heredó; heredó tu sonrisa, tu semblante y tus gestos, de tu piel tuvo el mismo color.

Ruega por nosotros, pecadores en la tierra, ruega por el pueblo que en su Dios espera, Madre del Señor, Madre del Salvador..

Tú le enseñaste los primeros pasos al que fue senda para la humanidad. Las primeras palabras aprendió de tu boca aquél que al mundo dio palabras de verdad.

136.- DIOS TE SALVE, LLENA DE GRACIA

132.- MARIA DE MI NIÑEZ

Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, Bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Ave María de mi niñez, ave María de mi añoranza, ave María de mis recuerdos, ave María de mi esperanza.

Ave, María, ave, María, ave María, ave, María.

Te llamo Madre porque nacimos en los pañales de tus plegarias. Te llamo Madre porque de niño tuve una madre que me enseñaba, aquel rosario cuyos misterios medio dormido yo te rezaba.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, amén. Ahora y en la hora de nuestra muerte, amén. 137.- MADRE DEL MUNDO

Te llamo Madre porque he crecido entre el aroma de tu semblanza. Te llamo Madre porque la vida a veces pudo con mi esperanza, pero tu nombre logró que a puerto llegase a salvo siempre mi barca.

De este nuevo amanecer, tú fuiste el crepúsculo, mujer; tu sí fue la respuesta con el Hombre Dios pudo nacer. En su candoroso andar, las heridas, Cristo nos sufrió; tus brazos fueron cuna de sonrisa y de algodón.

133.- MADRE DE NUESTRA ALEGRIA Madre del mundo, Virgen paciente, tímido umbral que abres paso al cielo; dicen que hoy muere en la cruz, tu hijo Jesús.

María tú, que velas junto a mí y ves el fuego de mi inquietud: /María Madre, enséñame a vivir con ritmo alegre de juventud/2

Creció el niño, hasta los treinta, como una hoja, junto a ti, rama vital; pero este crudo otoño los hubo de separar. Pero llegará pronto el día, en que lo vuelvas a ver, María, en la gloria del Reino Celestial.

Ven, Señora, a nuestra soledad, ven a nuestro corazón; a tantas esperanzas que se han muerto, a nuestro caminar sin ilusión. Ven y danos la alegría que nace de la fe y del amor, el gozo de las almas que confían, en medio del esfuerzo y del dolor. Ven y danos tu esperanza para sonreír en la aflicción, la mano que del suelo nos levanta, la gracia de la paz y del perdón. Ven y danos confianza,sonrisa que en tu pena floreció, sabiendo que en la duda y las tormentas, jamás nos abandona nuestro Dios. 134.-FELIZ DE TI, MARÍA Feliz de ti María, hija santa de Israel, toda la antigua alianza revive con tu fe. Queremos hoy honrarte, como el mismo Dios te honró y queremos amarte, como Jesús te amó. Feliz de ti María, Madre Santa y virginal, Dios mismo se ha prendado de tu fidelidad. Feliz de ti María, que engendraste al Salvador, Eres aún más dichosa por tu obediencia a Dios. Feliz de ti María, que creíste en el Señor: Se cumplirá en tu vida la voluntad de Dios.

Madre del mundo… Dicen que hoy muere en la cruz, tu hijo, semilla de luz. 138.- TU CORAZÓN, JESÚS Tu corazón, Jesús, es fuente de dulzura; do acude el pecador, sus penas a endulzar. Y el tuyo es oh, María, el áncora segura del alma a quien Satán te quiere arrebatar. Corazón Santo, de mi Señor, acoge el canto, que alza mi voz; y tú, María, a la mansión de tu reinado, condúcenos. Tu corazón, Jesús, es víctima sagrada, que a Dios, por nuestro amor, se ofrece en el altar; y el tuyo es, Madre mía, María Inmaculada, del triste pecador refugio singular. Tu corazón, Jesús, herido por la lanza, es puerto de esperanza, del mundo seductor; y el tuyo, Madre mía, la ligera barquilla que lleva hasta la orilla del hijo de su amor. “ MARÍA, MADRE DE PIEDAD Y MISERICORDIA, DEFIÉNDENOS DEL ENEMIGO Y AMPÁRANOS, AHORA Y EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE, AMÉN.”

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ÍNDICE TEMÁTICO Cantos de Entrada Yo Creo en Dios que Canta El Señor está presente Espíritu Santo ven Hoy llegamos a casa Salmo 99 Vengan a El Jerusalén Hacia ti, morada santa Iglesia peregrina Id y enseñad El profeta Mensajero de la paz Por esa gente Gloria, gloria a Dios Salmo de la creación Alaba tu bondad Llegad hasta el Señor Pueblo de reyes Salmo 121 Juntos cantando Vienen con alegría En Ti, Señor Señor, quién entrará Vamos cantando al Señor Alegre la mañana Alegría de vivir Canción del testigo La luz del mundo Amar es entregarse Somos un pueblo que Hasta tus plantas Alégrate, Jerusalén Gloria a Dios Tu corazón, Jesús Ofertorio Llevemos al Señor Te ofrecemos Un niño se te acercó Que nuestra vida sea Tomad Señor y recibid En tus manos divinas En tu altar, Señor Negra es la uva Este pan y vino Padre Nuestro recibid Tú pones lo demás Juntos nos acercamos Por los niños

1 3 4 5 15 25 32 33 34 38 40 41 44 48 61 66 67 68 70 71 72 82 83 84 85 86 90 94 100 102 103 107 108 138

2 6 13 14 22 23 24 26 27 39 47 62 63

Te ofrecemos, oh Señor Te ofrecemos, Señor

104 105

Comunión Te veo, Señor El está Recíbeme Salmo 84 No hay mayor amor Comiendo del mismo pan Ven y sígueme Canción del misionero Si yo no tengo amor Yo soy el pan de vida Tan cerca de mí Tantos hombres Milagro de amor Déjate Quédate junto a nosotros Señor, tenemos hambre Tú nos invitas A todos doy El pan de vida Oh Buen Jesús Se acerca Pescador de hombres El peregrino de Emaús Felices los invitados Cantando voy feliz Eucaristía El Señor nos ha amado La oración Criste te necesita

11 12 17 18 28 29 36 37 45 46 49 51 57 65 74 75 76 77 78 79 80 81 88 89 93 96 99 101 106

Meditación Padre vuelvo a Ti Jesús, estoy aquí Ámame Dios está aquí Quédate con nosotros Mira Jesús Hay momentos Puedo confiar en el Señor Una linda canción Nada te turbe Alabanza y gloria El alfarero Háblame Es mi Getsemaní No me mueve Me tocaste, Jesús Ven, amada mía

7 8 9 10 30 31 35 42 43 50 52 53 54 55 56 58 59

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Oración de San Francisco Donde hay amor Gracias a Dios Símbolo Alabe todo el mundo Isaías 43 De mi vida El apóstol Señor, sabes bien

64 69 73 87 91 92 95 97 98

María María mírame Asunción Es más pura Cántico a María Maravillas Virgen del Carmen Oh María, Madre mía Vamos a cantar María tü eres mi Madre Magníficat Santa María del camino Quiero decir que sí Madre del silencio Madre de los pobres Ave María Santa María del amén Santa María de la esper… Madre nuestra Dios te salve, María Dios te salveMaría 2 Cuántas veces Venid y vamos todos Nstra. Sra. De los Angeles Cántico de María Nstra. Sra. Dde América Madre de la Iglesia María es esa mujer Algo de ti en Dios había María de mi niñez Madre de nuestra alegría Feliz de ti, María La elegida Dios te salve, llena de Madre del mundo

16 19 20 21 60 109 110 111 112 113 114 115 116 117 118 119 120 121 122 123 124 125 126 127 128 129 130 131 132 133 134 135 136 137

ÍNDICE ALFABÉTICO A todos doy Alaba tu bondad Alabanza y gloria Alabe todo el mundo Alégrate, Jerusalén Alegre la mañana Alegría de vivir Algo de ti en Dios había Ámame Amar es entregarse Asunción Ave María Canción del misionero Canción del testigo Cantando voy feliz Cántico a María Cántico de María Comiendo del mismo pan Criste te necesita Cuántas veces De mi vida Déjate Dios está aquí Dios te salve, llena de Dios te salve, María Dios te salveMaría 2 Donde hay amor El alfarero El apóstol El está El pan de vida El peregrino de Emaús El profeta El Señor está presente El Señor nos ha amado En Ti, Señor En tu altar, Señor En tus manos divinas Es más pura Es mi Getsemaní Espíritu Santo ven Este pan y vino Eucaristía Felices los invitados Feliz de ti, María Gloria a Dios Gloria, gloria a Dios

77 66 52 91 107 85 86 131 9 100 19 118 37 90 93 21 127 29 106 124 95 65 10 136 122 123 69 53 97 12 78 88 40 3 99 82 24 23 20 55 4 27 96 89 134 108 48

Gracias a Dios Háblame Hacia ti, morada santa Hasta tus plantas Hay momentos Hoy llegamos a casa Id y enseñad Iglesia peregrina Isaías 43 Jerusalén Jesús, estoy aquí Juntos cantando Juntos nos acercamos La elegida La luz del mundo La oración Llegad hasta el Señor Llevemos al Señor Madre de la Iglesia Madre de los pobres Madre de nuestra alegría Madre del mundo Madre del silencio Madre nuestra Magníficat Maravillas María de mi niñez María es esa mujer María mírame María tü eres mi Madre Me tocaste, Jesús Mensajero de la paz Milagro de amor Mira Jesús Nada te turbe Negra es la uva No hay mayor amor No me mueve Nombre Nstra. Sra. Dde América Nstra. Sra. De los Angeles Oh Buen Jesús Oh María, Madre mía Oración de San Francisco Padre Nuestro recibid Padre vuelvo a Ti Pescador de hombres

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73 54 33 103 35 5 38 34 92 32 8 71 62 135 94 101 67 2 129 117 133 137 116 121 113 60 132 130 16 112 58 41 57 31 50 26 28 56 128 126 79 110 64 39 7 81

Por esa gente Por los niños Pueblo de reyes Puedo confiar en el Señor Que nuestra vida sea Quédate con nosotros Quédate junto a nosotros Quiero decir que sí Recíbeme Salmo 121 Salmo 84 Salmo 99 Salmo de la creación Santa María de la esper… Santa María del amén Santa María del camino Se acerca Señor, quién entrará Señor, sabes bien Señor, tenemos hambre Si yo no tengo amor Símbolo Somos un pueblo que Tan cerca de mí Tantos hombres Te ofrecemos Te ofrecemos, oh Señor Te ofrecemos, Señor Te veo, Señor Tomad Señor y recibid Tu corazón, Jesús Tú nos invitas Tú pones lo demás Un niño se te acercó Una linda canción Vamos a cantar Vamos cantando al Señor Ven y sígueme Ven, amada mía Vengan a El Venid y vamos todos Vienen con alegría Virgen del Carmen Yo Creo en Dios que Canta Yo soy el pan de vida

44 63 68 42 14 30 74 115 17 70 18 15 61 120 119 114 80 83 98 75 45 87 102 49 51 6 104 105 11 22 138 76 47 13 43 111 84 36 59 25 125 72 109 1 46

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