PATRONES DE DISTRlBUCION DE LAS MARIPOSAS DE MADRID (lnsecta, LEPIDOPTERA, PAPILIONOIDEA ET HESPERIOIDEA)

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Ecot.gía, N: 2, 1988, pp. 359-368

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PATRONES DE DISTRlBUCION DE LAS MARIPOSAS

DE MADRID

(lNSECTA, LEPIDOPTERA, PAPILIONOIDEA ET HESPERIOIDEA) ]. L. VIEJo',]. MARTÍN' YCOVADONGA DE SILVA'

RESUMEN Se estudia el número de especies de mariposas y la similitud faunística de las 109 cuadrículas UTM de 100 km 2 de la provincia de Madrid y se infiere que el Norte (Sierra de Guadarrama) es la región más rica (80-100 especies por cuadrícula). Analizada la similitud faunísrica entre cuadrículas, se establecen las siguientes unidades: Sierra de Guadarrama: - La Cabrera-Monrejo. - El Escorial-Cuerda Larga. Sur de Madrid: Zona de Transición: • Valle del Alberche. • Valles medios del Guadarrama y del]arama.

Llanos del Sur:

• Mesas del Sureste. • Llanos del Sur (s.s.). Esta ordenación de unídades lepidoprerológicas sigue de cerca el mapa de vegetación de la provincia de Madrid.

INTRODUCCION Desde hace años existe el convenio internacional de representar las áreas de distribución de las es­ pecies de animales y plantas mediante mapas, en proyección UTM, cuadriculados en diferentes uni­ dades (cuadrados de 10 X 10 km es la más usual), en los que la presencia de una especie es señalada por un punco o un círculo (CARTAN, 1978). Entre los insectos, el grupo cuya distribución geo­ gráfica se conoce mejor es el de las mariposas (Le­ pidóptera, Papilionoidea y Hesperioidea), proba­ blemente a causa de la atracción que tradicional­ mente ha despertado entre los naturalistas. En al­ gunos países europeos, como Gran Bretaña (HEATH y SKELTON, 1983) O Suiza (GONSETH, 1987) están ya concluidos los mapas de dimibu-

1 Departamenro de Biología, e-xv. Universidad Autó­ noma de Madrid. 28049 Madrid.

ción de sus mariposas, a escala nacional, por el sis­ tema UTM. Por el contrario, en España esta meta está aún lejana, debido tamo a factores naturales (mayor riqueza faunística), como a la menor dedi­ cación que se ha prestado a la Historia Natural. N o obstante, en los últimos años han ido apare­ ciendo mapas de distribución de lepidópteros de di­ ferentes regiones ibéricas; los primeros que se pu­ blicaron según el sistema UTM fueron los del Nor­ re de España (GóMEZ DE AIZPÚRUA, 1977; 1979); después aparecieron numerosos trabajos con estu­ dios faunísticos de un ámbito más reducido, como los de ABos CASTEL (1980, 1981), LANTERO (1980), LANTERO Y ]ORDANA (1981), VIEJO (1983), GARdA-BARROS (1984), ANDÚJAR YGó­ MEZ (1985), SÁNCHEZ Y VIEJO (1988), IBERO Y VIEJO (1988), enere arras.

A finales de 1987 apareció el segundo arias de le­ pidópteros que se ha publicado en España. Se tra­ ra del Arias Provisional de los Lepidópreros de Ma­ drid (Papilionoidea, Hesperioidea y Zygenoidea), 359

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Céspedes de alta montaña (Hierado-FeJIIHftum mdigmae).

Fig. 1. Mapa de las series de vegeración de Madrid. Simplificado a parrir de RrVAS MARTíNEZ (982) (se ha eli­ minado, enrre onas, la vegeración riparia, poco relevanre en nuestro trabajo).

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Número de especies por cuadrícuJa de 100 km l •

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de GóMEZ DE AIZPÚRUA (987). En él se incluyen 153 mapas de distribución de Otras tantas especies en el territorio de la provincia de Madrid. Esta obra

ha constituido la fuente de datos de nuestro trabajo. El estudio de la relación entre la fauna de maripo­ sas y las condiciones ambientales ha cobrado un no­ table impulso en la última década, a causa princi­ palmente del carácter bioindicador de los lepidóp­ teros y del reciente interés por su conservación. Efectivamente, las mariposas constituyen un gru­ po de inseccos con moderada o intensa vinculación a determinadas especies vegetales, de modo que la

desaparición de la planta nutricia acarrea la de la especie de lepidóptero. Esta circunstancia indivi­ dual, cuando se proyecta sobre la comunidad, es decir, se suman los efeccos de todas y cada una de las especies de una taxocenosis de mariposas, tiene por resultado un conjunto faunístico característico de una determinada formación vegetal (VIEJO y TEMPLADO, 1986; BAZ, 1986; VJE)O, VJEDMA y MARTÍNEZ FAlERO, en prensa). Esta relación entre la vegetación y la fauna de mariposas se manifies­ ta también en los diferentes estados de alteración de aquélla, de modo que las etapas de sustitución de la vegetación potencial tienen, asimismo, una fauna de mariposas acompañante relativamente distinta, normalmente más pobre en espacios y di­ versidad (TEMPLADO, 1982; VJE)O, 1985; BAZ, 1986), tanto por el emprobrecimiento taxonómico vegetal, como por la simplificación de la arquitec­ tura de la cubierta vegetal (LAWTON, 1983), aun­ que puedan admitirse estados transicionales de me­ nor madurez ecológica y fauna de lepidópteros re­ lativamente rica (ERHARDT, 1985). En este trabajo estudiamos las relación entre las mariposas y la vegetación desde un puntO de vista biogeográfico, a una pequeña escala, como corres­ 2 ponde a una superficie de unos 8.000 km que tie­ ne la provincia de Madrid. Hemos estudiado la similitud faunística entre las 109 cuadtículas de 10 km de lado en que se ha di­ vidido este territorio y hemos establecido unos pa­ trones de distribución que, evidentemente, son re­ flejo, en último extremo, de la mencionada vincu­ lación de la fauna de mariposas con la vegetación.

MATERIAL Y METODOS Para nuestro estudio construimos una matriz de 362

«Patrones de distribución de las mariposas de Madrid»

ausencia-presencia (0-1) con los datos fauhísticos de las mariposas de cada una de las 109 cuadrícu­ las de 100 km' de la provincia de Madrid, según el mencionado Atlas de GóMEZ DE AIZPÚ­ RUA(1987); en esta obra se presentan 140 mapas de Otras tantas especies de Papilionoidea y Hespe­ rioidea, además de OtrOS trece de Zygaenoidea, no considerados en nuestro estudio. En cada mapa se señala la presencia de la especie mediante cuatro signos convencionales, según se trate de datos re­ cientes (posteriores a 1950) confirmados por el au­ tor, datos no confirmados por el autor, datos de li­ teratura o datos de la presencia de la especie antes de 1950, pero actualmente desaparecida de la cua­ drícula. Para nuestro estudio hemos simplificado los datos, de modo que las dos primeras categorías las hemos considerado como presencia de la espe­ cie (con un 1 en la matriz básica) y las dos últi­ mas, como ausencia, igual que la cuadrícula en blanco (O en la matriz). A partir de esta matriz de ausencia-presencia ob­ tuvimos el número de especies por cuadrícula y rea­ lizamos un análisis de agrupamientos mediante el programa informático BMDP2M, con las opciones Centroid, como procedimiento de formación de gru­ pos, y Chisq, distancia X 2, como índice de distan­ cia entre dos casos o grupos, habida cuenta de la naturaleza de los datos analizados. El proceso se realizó en el Centro de Cálculo de la Universidad Autónoma de Madrid.

RESULTADOS Y DISCUSION Número de especies En el Atlas de GóMEZ DE A!zPÚRUA (op. dI.) se in­ cluyen 140 especies, aunque después del ajuste de los signos convencionales (véase Material y Méto­ dos) hemos eliminado cuatro especies. Hemos man­ tenido los daros del mapa 92 que, aunque adscri­ tos a una especie ausente de Madrid (Satyrium w-al­ hum), corresponden a Satyrium spini (GóMEZ DE AIZPÚRUA, comunicación personal). Hemos pres­ cindido, sin embargo, de otros dat95 que no fue­ ran los del Atlas, aunque sabemos que en la pro­ vincia de Madrid se han encontrado, al menos, dos especies más: Agrodiaetus fabressei y Eumedonia eu­ medon, y el área de reparto de las incluidas es algo mayor. Pero estas modificaciones no alterarían sig­ nificativamente nuestros resultados.

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Mapa de similitudes faunísticas entre cuadrícuJas.

Las 136 especies consideradas suponen, aproxima­ damence, dos rercios de las ibéricas. En la Figura 2 indicamos el número de espeCIes por cuadrícula. Las zonas serranas albergan el ma­ yor número. de modo que algunas cuadrículas po­ seen alrededor de un cemenar. Hay, además, dos comarcas claramente más ricas: una, es la de El Es­

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corial-Cercedilla, y, orra, la del Puerro de Somo­ sierra, separadas por un grupo de cuadrículas más pobres. En el Suresre aparece otra comarca relati­ vameme rica, con cuadrículas de 60 a 75 especies (términos municipales de Loeches, Campo Real, Vi­ llar de! Olmo, Pezue!a de las Torres, ercérera). El centro de Ja provincia es más bien pobre, y viene a coincidir con el alfoz de Madrid, con excepción

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TABLA I UNIDADES FAUNISTICAS DE LA PROVINCIA DE MADRID Vegetación Región

Subcegión

SIERRA DE GUADARRAMA

ZONA DE TRANSICION

Comarca

potencial

Estado de conservación

Características faunÍsticas

La Cabrera.Monrejo

Melojares y hayedos

Bueno

El Escorial·Cuerda Larga

Melojares y pinares

Bueno

50-80 especies. Similitud con el Ma­ cizo de AyUón 60-100 especies. Máxima riqueza fau­ nísrica

Valle del Alberche

Encinares acidófilos exrrema- Regular durenses

Alrededor de 50 espl'cies. Riqueza fau­

Valle medio del Guadmama Encinares acidótilos carpera- Regular

40-60 especies. Riqueza faunísrica

y del Jarama

SUR DE MADRID

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Broncee.EI Parclo-Torrelagu­ Encinares acidófilos carpeta­ Regular na-Aranjuez-Mol\rarco

LLANOS DEL SUR

Uanos del Sur (s.s.) Mesas del Sureste

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50-70 especies. Riqueza faunísrica

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10·30 especies. Riqueza fauníscica bao

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del límite occidental de la capital, y que corres­ ponde a la Casa de Campo y al Monte del Pardo. El extremo meridional de la provincia, que se in­

terna en Toledo siguiento el curso del Tajo, es el más pobre de todos, excepción hecha de la comar­ ca de Aranjuez. Si comparamos el mapa de riqueza faunística con el de la vegetación potencial (Fig. 1), advertimos inmediatamente que el rcrricoria con mayor núme­ ro de especies de mariposas coincide en gran me­ dida con el dominio climático del melojo, Quercus pyrenaica, al Norte, y del quejido, Quercus faginea, al Sureste. Es lástima que no dispongamos de ma­ pas del estado teal de la vegetación, pero no es di­ fícil advertir la relativa concordancia de las cuadrí~ culas con pocas especies, con las áreas de paisaje vegetal más degradado: Sur y Este de la capital, terrenos agrícolas del Tajo, etcétera. Estas zonas más pobres corresponden en gran medida al domi­

nio cllinárico de la encina.

Similitudes faunísticas Tras realizar el análisis de agrupamientos por la si­ militud faunística entre cuadrículas, obtuvimos un dend;ogtama (Fig. 3), a partir del cual construimos un mapa de parrones de distribución (Fig. 4) en el que representamos las cuadrículas agrupadas según su similitud faunística. La Sierra de Guadarrama se segrega inmediatamen­ te (primer agrupamiento desgajado). Este grupD de 23 cuadrículas corresponde grosso modo con los pi­ sos bioclimáticos supramediterráneo, oromediterrá­ neo y crioromediterráneo, y a los dominios climá­ cieos del melojo v el pino albat (PinrlS sylvestrisJ principaJmenre, según RIvAS MARTÍNEZ (1982). Sin embargo, si miramos con detenimiento las lo­ calidades de captura de los lepidópteros, dentro de cada cuadrícula, y que reseña GóMEZ DE mpú­ RUA (1987), comprobamos que casi rodas ellas es­ tán incluidas en el dominio climácico del melojo (asociación ÚJzulo-Quercetum pyrenaicae O melojares guadarrámicos). Demro de este grupo de cuadrí­ culas serranas, se advierte un subgrupo en la parte nororiemal de la provincia, formado por seis cua­ drículas que preseman ligeras particularidades fau­ nísticas, como la presencia exclusiva de especies que aparecen también en el vecino Macizo de Ay­ llón (IBERO y VIEJO, 1988), caso de Brenthis ino o

Aphantopus hyperantus.

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(Patrones de distribución de las mariposas de Madrid»

De las cuadrículas restames se segrega primero un grupo de 25 que, sobce el mapa, corresponde a una ftan;a patalela y meridional a la Sierra de Gua­ darrama. Este grupo coincide, en cierto modo, con el dominio climácico de la encina sobre suscrato si­ líceo (junipero-Quercetum rotundifoliae). Cabe, ade­ más, desglosar un subgrupo de 10 cuadrículas, si­ tuadas en la esquina suroccidental, que correspon­ de a la cuenca madrileña del Alberche; esta comar­ ca pertenece, desde el puntO de vista geobotánico, a la provincia cocológica luso-extremadurense, bien distinta del resto (carpetano-ibérico-leonesa), con una vegetación climácica de encinar con galapero (Pyro-Quercetum rotundifoliae, según RIvAS MARTÍ­ NEZ, 1982, e Izco, 1984).

El resto de las cuadrículas coincide ampliamente con un territorio de sustrato calizo. De ellas se des­ gaja un grupo que queda en la porción suroriental de Madrid y que coincide, aproximadamente, con las Mesas del Sureste (HERNÁNDEZ PACHECO, 1941); esta comarca es, en gran parte, dominio cli­ mácico del quejido, Querms laginea) asociación Ce­ phalantero-Qllercetum fagineae (RIvAS MARTÍNEZ, 1982). Esta comarca es el refugio principal de mu­ chas especies de lepidópteros de marcado carácter calcícola (a causa, obviamente, de la misma carac­ terística de sus plantas nucricias), como Erynnis ta­

ges, Lysandra bellargus, Lysandra albicans, Ple!JejIlS pylaon, Pseudophilotes ahencerragm, Coenonympha ""ms, Euphydryas desfontainii, Euchloe tagis, etcétera. La mayoría de las 39 cuadrículas restantes están in­ cluidas en la asociación Buplmro-Qttercetllm rotllndi­ foliae (encinares basífLIos manchegos) y quedan re­ partídas en dos grupos: uno, corresponde a locali­ dades moderadamente ricas, con más de 50 espe­ cies (véase la Fig. 2), Y arra, a localidades pobres, con menos de 50 especies; el primero corresponde a encinares como la Casa de Campo, el Monte del Pardo, Sevilla la Nueva o Brunete, o a sus etapas de sustitución natural, como los coscojares de Aranjuez o MOntarco; el segundo reúne las zonas de vegetación más emprobrecida, a causa de la ac­ tividad humana por cultivos (comarcas ribereñas del Tajo o del Jarama) o por expansión del área me­ tropolirana de Madrid.

CONCLUSIONES

Tal como hemos expuestO en los Resultados, hay

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Ecologfa, N: 2, 1988

!CONA, MADRID

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una estrecha relación entre la fauna de mariposas y la vegetación, de modo que la distribución de los lepidópteros sigue de cerca el mapa de vegetación.

Por su fauna de mariposas, la provincia de Madrid puede dividirse en las unidades señaladas en la Tabla I.

SUMMARY

Nwnber of species and faunisric similariey cf buccerflies are pointed out in che 109 UTM 100 km 2 squa­ res of Madrid province (Central Spain). We conclude [har che riehese area is Sierra de Guadacrama. with 80-100 species in each square. ]0 che Sauch, «Mesas del Sureste» (Southeasrern P1'. SH1LAP Revta. "pid., 16 (61): 47-58. Izco, J., 1984: Mmlr¡d verde. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Comunidad de Madrid. !.ANTERa, J. M., 1980: Biogeografía y ecología de los lepidópteros ropaMceYO' de Navarra. Tesis doccoral iné­ dita. Universidad de Navarra. Pamplona. UNTERO, J. M., YJORDANA, R., 1981: (Nuevas citas de lepidópteros y confirmación de otras especies en la provincia de Navarra». SH1LAP Revta. I,pid., 9 (34): 115-123. LAWTON, J. H., 1983: ((Plant architecture and the diversity of phytofagous insects;>. Ann. Rev. Entomo!., 28: 23-39. RIVA5 MARTÍNEZ, S., 1982: Mapa de las ,eries de vegelación de Madrid. Diputación de Madrid. SÁNCHEZ, B. L., Y VIEJO, J. L., 1988: «Estudio preliminar de las mariposas de la parte oriental de los Monres de Toledo (I.epiJÓpetera: Papilionoidea y Hesperioidea)>>. SH1LAP Revta. "pid., 16 (61): 31-37. TEMPLADO, J., 1982: «El paisaje vegetal y l"distribución de los lepidópteros ibéricos». Bole/in Aroc. Esp. Enlom., 6 (2): 337-341. VIEJO, J. 1., 1983: Ú1J mariposas de la D,p,."ión del Teajo. Editorial de la Universidad Complutense de Madrid. VIEJO, J. 1., 1985: «Diversity and Species Richness of Butterflies and Skippers in Central Spain Habi­ tars».]. Res. upid., 24 (4): 364-371. VIEJO, J. 1., YTEMPLADO, 1986: «Los piéridos, satíricos y ninfáJidos (Lep.) de la región de Madrid en relación con las formaciones vegetales». Graef/sia, 42: 237-265. VIEJO, J. L.; VIEDMA, M. G., YMARTÍNEZ FALERO, E.: «lbe importance of Woodlands in the Conser­ vation of bucrerflies (Lep.: Papilionoidea & Hesperioidea) in the centre of the Iberian peninsula». Bio­ /ogiral Comervation, en prensa.

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