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Año 4, Núm. 44, 9 de febrero de 2009
Periodismo femenino en el cambio de siglo XIX-XX
tradiciones y costumbres de la población. Los roles femeninos aceptados socialmente tenían que ver con su condición de madres y esposas y estaban asociados a las labores domésticas y a la
educación
de
los
hijos.
Aunque
la
instauración del matrimonio civil tuvo lugar a finales de los años cincuenta del siglo XIX, el
Liliana Schifter1 Mariana Ortiz2 Patricia Aceves3
de tipo religioso continuó considerándose supremo hasta más de cuatro décadas después. El matrimonio era el estado ideal femenino y este valor se inculcaba a las niñas desde
Introducción
pequeñas,
dirigiendo
su
instrucción
al
desempeño del cargo hogareño con pericia y
Las actividades de las mujeres mexicanas
docilidad. Según Julia Tuñón, dos elementos de
decimonónicas
mayoritariamente
independiente fueron la mentalidad y los
restringidas a la vida privada; ello explica
sentimientos de las mujeres, que permearon la
porqué hace falta ampliar la historiografía de
vida cotidiana y dieron valores a la sociedad
género para este periodo (García, A. L., 1998).
más allá de los cambios políticos; de esta
Para comprender mejor la historia de las
forma, las mujeres de las diversas clases
mujeres en el ámbito familiar, es fundamental
sociales y partidos políticos, accedieron a un
considerar la fuerza con que la Iglesia Católica
ámbito de lo privado que las sustentó como una
se arraigó durante la época colonial y la
inefable estructura (Tuñón, J., 1987).
perdurabilidad
estuvieron
de
su
influencia
en
las
continuidad entre la colonia y el México
El liberalismo advenido con la Reforma
propició la instrucción para ambos sexos; ello
Doctora en Farmacia, profesora Titular de la UAM – X. E mail:
[email protected], 2 Doctora en Farmacia, profesora de la UNAM. E mail:
[email protected], Profesora de la UNAM. 3 Doctora en Química, Eminente investigadora nacional y académica de la Academia nacional de la mujer (SMG ) y de la Academia de Ciencias, fue Rectora de la Universidad Autónoma Metropolitana , Unidad Xochimilco. Actualmente es Profesora Titular C de la UAM – X. E mail:
[email protected],
se mantuvo durante el porfirismo, cuando se
1
abrieron varias instituciones educativas. (Parcero, 1992, p. 96; Tuñón, 1987, p.113).4 En este contexto, parte del dominado 4 Por ejemplo, la Escuela de Artes y Oficios (1872), las clases de impresión a cargo de la Asociación Artístico Internacional (1878), la
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“bello sexo” gozó de la apertura educativa,
oficios. Los conventos dejaron de representar
profesional y laboral, aunque conoció también
una opción estable y segura.
la
sobreexplotación
en
campos
antes
Durante las últimas tres décadas del siglo,
desconocidos. Dejó de considerarse grave que
la oferta de profesoras, gremio cuya actividad
una mujer recibiera educación o incluso que
había sido socialmente bien aceptada y
trabajase, aunque siguieron siendo alarmantes
medianamente remunerada desde mediados del
el descuido del hogar y la realización de
siglo, comenzó a superar las demandas del
actividades no propias del “sexo débil”. Para
mercado
las mujeres, esta idiosincrasia dual fue difícil de
descender. Las jóvenes profesoras: “realizaban
satisfacer y de poner en práctica. El cambio,
sus estudios con enormes esfuerzos, para
lejos de liberarles carga, les produjo un
encontrar al terminarlos, que sólo pocas podían
esfuerzo adicional.
ejercerlos
y
sus
en
salarios
escuelas
comenzaron
municipales
a
o
Durante la segunda mitad del siglo XIX, la
particulares; agravaba su situación el hecho de
disparidad social y regional del país causó que
que ‘pollas’ de familias acomodadas ‘por seguir
distintos grupos de mujeres experimentaran
la moda’ engrosaban el ejército de preceptoras
vivencias
sus
agudizando más la competencia por las fuentes
experiencias
de trabajo” (Parcero, 1992, p. 70). Las maestras
modificaron todos los ámbitos de las mujeres,
fueron las representantes de las mujeres de
condiciones
disímiles de
de
vida;
acuerdo estas
a
5
tanto privados como públicos. La clase media
clase media en la lucha por demandas
se vio fuertemente golpeada; ante la necesidad
específicas de género. Ante el desempleo de las
de subsistir, las mujeres comenzaron a trabajar
profesoras surgieron las enfermeras y, más
en las ramas propias de su sexo: la instrucción
tarde, las maestras de secundaria.
elemental, las prácticas secretariales y la
La situación de las mujeres acomodadas
enseñanza de idiomas y de algunas artes y
era diferente: su participación laboral no fue estadísticamente significativa por no existir la
Escuela Normal para señoritas (1890), la escuela para obreras “Luz y Trabajo” (1890), la Escuela de encuadernación y grabado para niñas a cargo de Marciala Palomeros (1874) y la Escuela Mercantil Miguel Lerdo de Tejada (1903). 5 Tanto Parcero como Tuñón han estudiado las condiciones de las obreras mexicanas del siglo XIX y su participación en los movimientos sociales y políticos, en las dos obras referidas.
necesidad de aportar al ingreso familiar. Su lugar y espacio de acción pertenecían al mundo privado, lo que constituye una razón más para profundizar en la historiografía de género del siglo XIX mexicano. La importancia de las mujeres pudientes que se comprometieron con la enseñanza de algún arte u oficio o a nivel
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primaria, estriba en que ellas hicieron su labor
Las ideas de los hombres intelectuales en
por decisión propia, como una medida contra el
torno a las mujeres eran diversas, aunque la
ocio o simplemente para explotar su capacidad
mayoría
intelectual, aprovechando el hecho de que las
inferioridad: algunos promovían la educación
actividades docentes eran aceptadas en una
completa de las mujeres, otros opinaban que
dama. Las infantas de buen nivel económico
ésta debía ser moderada y de acuerdo con las
recibían la instrucción primaria en colegios de
actividades propias de las féminas, y otros
niñas
tantos eran partidarios de su inferioridad
o
en
sus
casas,
mediante
clases
se
inclinaba
por
apuntar
su
particulares. Además de tejer, coser y bordar,
biológica,
las mujeres cultas debían pintar, dominar el
involucrarse en la ciencia y la política (Ramos
francés o el inglés, tener conocimientos de
Escandón, 1993).6
historia y gozar de la literatura, tocar algún
lo
que
las
imposibilitaba
a
Si bien la situación de las mujeres
instrumento musical o declamar bellos poemas.
mexicanas
Lo aprendido por ellas tenía el fin de poder
dependiendo de su estrato social y regional, el
lucirse en sociedad y mostrar su refinamiento y
destierro de la educación completa y la vida
cultura, además de enriquecer su interacción conyugal, escuchando y aconsejando a sus maridos, y de educar bien a los hijos. De manera general, se pensaba que el trabajo podía representar la pérdida de la feminidad y se subrayaba que, los dotes femeninos menos desarrollados que los de los varones, hacían limitados sus campos laborales; sin embargo, comenzaba a enfatizarse la educación como signo del progreso de los tiempos (Martínez Solís, Sandra, et. al., 1999). Siendo el matrimonio impuesto,
el y
estado la
ideal
sumisión
y
socialmente abnegación
características “naturales” de las mujeres, la violencia masculina era un evento frecuente, abierto y desmesurado.
decimonónicas
era
distinta
6 Existen varios documentos en donde distintos autores discuten la inferioridad de las mujeres frente a los hombres. Entre los más famosos están los siguientes: el artículo de Jesús Galindo y Villa sobre “La educación de la mujer mexicana al través del siglo XIX. Breves apuntes y consideraciones”; la epístola de Melchor Ocampo (en la que explica que dadas sus dotes sexuales, las mujeres deben obedecer a sus maridos y no exasperarlos); el discurso sobre el feminismo que Andrés Ortega pronunció al ser recibido como socio de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (en el que se opone a que las mujeres sigan carreras profesionales pues lo considera un acto de masculinización); y el que expone Andrés Molina Enríquez en Los grandes problemas nacionales (en donde sostiene que ambos sexos están incompletos debido a una diferencia biológica que redunda en que la posición del hombre - proveedor de alimentos sea la del jefe de familia, y la de la mujer receptora de los excesos celulares masculinos la de su subordinada). Por el otro lado, algunos personajes de ideas progresistas como Ricardo Flores Magón o el yucateco Salvador Alvarado, apoyaron la reivindicación de las mujeres.
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pública, fue una constante en casi todas ellas.
médicos, pedagógicos, financieros, taurinos,
Es en las últimas dos décadas del siglo cuando
etc., la participación de las mujeres se dio
hacen su aparición las primeras profesoras,
principalmente en la literatura, la pedagogía y
seguidas por las enfermeras, y las maestras de
la instrucción moral, pues en ellas les fue
secundaria, y después por las primeras médicas,
menos difícil abrirse cauce.7 Podemos dividir
abogadas, dentistas y
las revistas femeninas del diecinueve, en
farmacéuticas, entre
aquéllas
otras. En este trabajo se analiza la labor
redactadas
principalmente
por
escritores del sexo masculino, pero dedicadas al
por
llamado “bello sexo” y aquellas presididas por
clase
mujeres y escritas exclusivamente por y para
acomodada, en distintas revistas del siglo XIX
las mujeres. Por lo general, las primeras datan
y principios del XX. Se busca poner en
de mediados de siglo, mientras que las
evidencia
periodistas
segundas surgieron a partir de 1887, al brotar
intentaron crear conciencia del derecho de las
Las Violetas del Anáhuac, primer periódico
mujeres a la educación y de la necesidad de que
mexicano cien por ciento femenino. Empero,
ellas formaran parte de la fracción activa,
desde principios de los ochenta es frecuente
participativa e informada del país. Asimismo se
encontrar la rúbrica femenina en los poemas,
destaca
artículos y reportajes de las revistas literarias.
periodística-literaria-feminista algunas normalistas y
que
la
estas
realizada
mujeres
primeras
importancia
de
de
esta
fuente
documental para conocer las aspiraciones, los
Ruiz Castañeda opina que la misión
anhelos y los éxitos de aquellas mujeres
literaria de las publicaciones periódicas: “fue
mexicanas que se embarcaron en la difícil tarea
suavizar la aspereza de los conocimientos
de abrir un espacio de acción y expresión
científicos
significativo en la sociedad, para hacer frente a
atractiva y haciéndolos asequibles a las
la problemática inherente a su sexo.
mayorías”, y señala que: “como consecuencia
proporcionándoles
una
forma
del afán enciclopédico de las revistas y dado el escaso desarrollo de las ciencias en México
1. Prensa femenina
literaria
Aunque durante el siglo XIX mexicano se publicaron
periódicos religiosos, políticos,
científicos y literarios además de otros más especializados como jurídicos, mercantiles,
7 En este trabajo se analizan las publicaciones femeninas literarias, pedagógicas y científicas del siglo XIX, sin tomar en cuenta la prensa obrera revolucionaria. Algunos de los periódicos de corte político más representativos que gozaron de la participación femenina fueron: Vesper, El Socialismo Mexicano, El Diario del Hogar, Regeneración, Fiat Lux y La Guillotina.
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durante esta etapa, la originalidad de contenido
literarias publicadas principalmente en la
de las publicaciones literarias no sólo no se
Ciudad de México a lo largo del siglo XIX y en
consideró como una condición indispensable
los primeros diez años del XX, en las cuales
para su existencia, sino más bien como un
escribieron mujeres cuyo acceso a la educación
requisito secundario” ( Ruiz Castañeda, 1987,
y clase media o acomodada les permitió
p. 8).
conciliar su condición femenina de madre-
Si de por sí el público de las revistas
esposas con el poderío literario y la difusión de
literarias y científico-literarias masculinas era
sus
ideas.
Estas
revistas
se
encuentran
restringido, el de las dedicadas a la mitad
físicamente en el Fondo Reservado de la
femenina de la población era todavía mucho
Hemeroteca Nacional de México.
más selecto. La prensa científico-literaria femenina encontró cabida en las mujeres acomodadas que, no teniendo necesidad de proveer el sustento familiar, concibieron su trabajo periodístico como un espacio para alimentar su intelecto y no como una empresa lucrativa. A pesar de ello, la situación nacional no permitió que la duración de la publicación de las revistas femeninas nacidas antes del cambio de siglo pasara de una década.8 En verdad, la permanencia de las publicaciones periódicas en el mercado era un evento difícil de conseguir y en muchas de ellas es común ver súplicas de pagos a sus suscriptoras. A esto hay que añadir que la inserción de anuncios comerciales era una práctica poco común en aquella época.
2. La mujer mexicana y la prensa literaria Antecedentes En 1841 apareció por primera vez en México un semanario dedicado exclusivamente a las mujeres. La publicación se llamaba Semanario de las señoritas mexicanas, y su misión, en palabras de los propios editores, era: “la educación científica, moral y literaria del bello sexo”. Cabe señalar que los editores no incluyeron sus nombres en esta publicación. Asimismo, la mayoría de los artículos que aparecen en la revista son anónimos y los
A continuación presentamos un recuento de las revistas femeninas literarias y científico-
restantes están firmados con las iniciales de sus autores.
Este periódico dedicado exclusivamente al
En el siglo XIX el ciclo normal de vida de un periódico literario era de seis meses a dos años.
“bello sexo”, concentraba sus esfuerzos en
8
materias como: “la educación religiosa y moral,
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la economía doméstica, los elementos de las
historia de las construcciones (por ejemplo de
ciencias más usuales y las artes”
con la
La Alameda de la Ciudad de México),
esperanza de que todas las mujeres incluyendo
introducción a la historia natural, la zoología, la
a: “la viuda, la célibe, la estéril, la anciana
astronomía y la química entre otras. Además de
finalmente, encontraran un recurso para distraer
estas lecciones, los editores incluían en todos
sus penas y aminorar las aflicciones” (Los
los números artículos sobre la importancia de la
editores, 1841, p. 1). Los editores advertían a
religión y del amor filial en las jóvenes
sus lectoras que se honrarían: “insertando las
mexicanas, además de numerosos poemas
producciones de las señoritas mexicanas” que
románticos y religiosos.
les fueran remitidas, a la vez que transcribían
Como hemos indicado, la revista contiene
artículos de otras publicaciones internacionales
algunos artículos extraídos de publicaciones
escritos por mujeres. El siguiente es un
internacionales como el ya citado Diario de las
fragmento de un texto parisino firmado por
mujeres, el Semanario Pintoresco Español, el
Madame Aragon en 1833:
Museo de las familias de Barcelona y El Español de Madrid; del cual fue extraído un
“Cesó ya la época en que una señorita menos ignorante que el resto de sus compañeras podía pasar por una maravilla. Acaso es hoy menos difícil encontrar en las ciudades más civilizadas de Europa una mujer ilustrada que una que no lo sea, y no está distante la época en que una mujer ignorante será un objeto cien veces más ridículo que lo que fue jamás aquella cuyos talentos la hacían distinguirse entre las otras” (Aragon, 1841, p.27). El Semanario de las señoritas mexicanas
artículo que podríamos calificar de atrevido para su época y publicado en 1841. El autor (o autora seguramente) deja claro su mensaje:
“...la mujer ha sido esclava del hombre por muchos siglos en todos los países de la Tierra. La primera conquista de la civilización fue la de la libertad del bello sexo; pero es indudable que la mujer no es inferior al hombre más que en fuerza” (Anónimo, 1841, p. 91).
se ocupaba de temas como la historia de las
El Semanario de las señoritas mexicanas
Bellas Artes, la física (donde se hace referencia
circuló a nivel nacional desde enero de 1841,
a Laplace y su química pneumática y se ahonda
hasta marzo de 1842. En 1847 apareció el
en
de
Presente Amistoso, periódico: “dedicado a las
fenómenos comunes como el frío y el calórico
Señoritas Mexicanas”, si bien escrito y editado
explicaciones
científicas
acerca
y su efecto sobre las moléculas y la porosidad de los cuerpos), la utilidad del estudio de las ciencias (enfocado a la economía doméstica),
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por hombres.9 Entre sus atributos están una
redactores son del sexo masculino; dos
preciosa edición con finos grabados elaborados
ejemplos son La Semana de las señoritas
por artistas londinenses.
mexicanas (1851-1852) y el Álbum de las
En 1850 se publicó otro semanario
señoritas (1855-1856). Con la aparición de
llamado La Semana de las señoritas. Su
otras revistas cuya temática principal trataba
formato y contenido son muy parecidos a su
áreas consideradas propias del “sexo bello”,
antecesor, aunque los artículos científicos no
como el hogar y la educación de los hijos, se
son tan abundantes ni tan variados; también
introdujeron artículos escritos por mujeres,
comparten la particularidad de que todos los
aunque la propiedad de las revistas todavía
autores, los editores y los propietarios de la
estaba reservada para los hombres. Un ejemplo
publicación (en este caso Juan R. Navarro), son
es El Correo de los Niños, un semanario:
hombres exclusivamente.
“dedicado á la infancia estudiosa de la
En
1853
surgió
el:
“Semanario
de
República” que circuló de 1872 a 1883 bajo las
literatura, variedades, teatros, modas, etc.” La
direcciones de Joaquín Trejo y
Camelia, impreso también por Juan R. Navarro.
Covarrubias y Acevedo. La publicación estaba
El periódico incluye lecciones de geografía y
dirigida a la instrucción y el recreo de los niños
ortografía, poemas en verso y prosa y diversas
y entre sus secciones estaban las de cuentos,
traducciones de literatas norteamericanas, como
acertijos,
adivinanzas,
la de Hannah More, quien sostiene que: “la
naturales,
química,
profesión de las señoras, en la que debe fijarse
literatura, moral y religión, además de la de
su instrucción, es la de hijas, esposas, madres y
correspondencia con los infantes.
directoras de familias” (More, 1853, p. 28). Otras publicaciones de mediados del XIX
Aunque
sus
historia, salud,
editores
Manuel
ciencias
matemáticas,
y
principales
redactores pertenecen al género masculino, es
tratan cuestiones como chismes, cocina, moda,
común
consejos de belleza y cuidado del hogar,
iniciales que por su contenido presumimos son
aunque de nuevo sus editores, propietarios y
mujeres, como “La Maternidad”, escrito por S.
9 La única excepción es el artículo “Laura y Petrarca”, firmado por Mrs. Jamieson, que fue traducido al español para su publicación en la revista. El resto de los artículos son versos o prosas que hablan sobre las cualidades de las mujeres, a quienes conciben como seres con una misión angelical y de atractivos virginales, pero capaces de amar y cultivar las bellas artes y gozar del placer de la lectura.
encontrar
artículos
firmados
con
C. La última directiva de la revista la asumió la Sra. Ángela Lozano de Begowich en noviembre de 1883.10 El último ejemplar de El Correo de los niños conservado en la Biblioteca del CEU es de diciembre de 1883, por lo que no sabemos si la
10
90
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En septiembre de 1895 comenzó a circular
Otra publicación interesante es El Correo
otra publicación dirigida a los infantes, bajo el
de las Señoras, que se difundió de 1883 a 1893.
nombre de El Niño Mexicano. La dirección de
Aunque este: “semanario dedicado al bello
este “semanario de instrucción recreativa para
sexo” estaba dirigido por José Rojo, la
niños y niñas” estaba a cargo de Victoriano
propietaria era la Sra. Mariana J. V. de Rico.
Pimentel. El propósito de la revista era inculcar
Tal vez a eso se deba que la participación de las
a los pequeños lectores y lectoras su interés por
mujeres en
la cultura y la ciencia y desarrollar su agilidad
publicación es mucho mayor que en las
mental, para lo cual incluía reportajes sobre
anteriores. La revista contiene más de cuarenta
ciencia, historia, geografía, instrucción cívica,
autoras diferentes, entre las que destaca
moral, inglés, cuentos, poesía y noticias
Laureana Wright de Kleinhans, destacada
actuales, además de contener secciones de
escritora de las publicaciones femeninas de la
manualidades,
acrósticos,
época. Los artículos del Correo de las Señoras
ejercicios de memoria, crucigramas, concursos
incluyen cocina, consejos para el hogar,
y correspondencia con los niños y niñas.
poemas, moda, la educación de los hijos, la
adivinanzas,
el cuerpo redactor de esta
La revista diferenciaba las actividades
educación de las mujeres, y reflexiones sobre
propias de los niños de aquéllas de las niñas,
las virtudes de las mujeres y su papel como
incluyendo secciones para las féminas sobre la
elemento de felicidad del hogar. Además
instrucción de los niños, las labores domésticas,
contiene unos pocos textos sobre ciencia y
la educación moral y las costumbres. Aunque
fenómenos naturales con el propósito de darlos
los pocos artículos de El Niño Mexicano que
a conocer a las lectoras y familiarizarlas con
están firmados son de autores masculinos,
estos estudios.
muchos de los reportajes sin
firmar o
A partir de 1880 apareció el semanario de
rubricados con iniciales podrían haber sido
la Escuela de Artes y Oficios para mujeres
escritos por mujeres, ya que su contenido trata
intitulado La Mujer, a cargo de las alumnas del
de temas y ocupaciones propias de las mismas.
taller de la oficina tipográfica para generar
La publicación salió de la circulación en julio
ingresos con su trabajo. El primer número del
de 1896.
semanario salió el 15 de abril de 1880 y en su discurso inaugural sus redactores, dejaron
revista desapareció entonces (estando Lozano de Bégovich sólo dos meses a cargo de la publicación), o si lo que sucede es que no se conservaron ejemplares ulteriores a esa fecha.
claras sus ideas sobre la inferioridad social de las mujeres: “Muchas personas partidarias entusiastas de la causa de la educación y emancipación del bello
91
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[Ide@s CONCYTEG] sexo, sostienen que debe abrírsele el camino de casi todas las profesiones y de los empleos públicos, y aun creen conveniente que se le admita al goce de los derechos políticos. Nosotros, sin discutir si esta opinión peca o no de exagerada, si juzgamos preciso que la enseñanza que reciba la mujer, sea varia y extensa en lo posible...” (La Mujer, t. 1, n. 1, 1880, pp.1-2).
Por otro lado, los valores sociales, familiares y culturales expresados en La Mujer indicaban una diferenciación natural en las clases sociales. Se señalaba que la clase media estaba
conformada
por
tres
grupos:
los
“aristócratas venidos a menos”, los “nacidos en La Mujer contenía secciones más o menos
la clase media”, y los “humildes elevados” por
periódicas de biografías de hombres y mujeres
esfuerzo y sacrificio. Asimismo, se despreciaba
ilustres, poesía, historia, geografía, derecho,
a las clases sociales menos privilegiadas, al
moral y religión, nociones sobre ciencias y
proponer
artes, moda, consejos de belleza, economía
brindárseles
cocina.11
la fuera
educación sólo
que
la
debía
elemental,
las
enfatizando la parte relativa a la moral, pues las
actividades académicas y administrativas de la
jerarquías intelectuales eran inamovibles y no
escuela, como calendario de exámenes, planes
era factible que todas las clases llegasen a la
de estudios, personal docente y donativos
cúspide del saber porque: “llegaría el caso en
recibidos se anuncian con regularidad.
que
doméstica
y
Asimismo,
que
la
sociedad
fuese
un
campo
de
El discurso feminista de los o las
antagonismos, de insubordinaciones y de
articulistas es de corte moderado. A pesar de
envidias que traerían por consecuencia su
que sus ideas son liberadoras, la moral y las
pronta disolución” (Anónimo, 1880, p. 1).
buenas costumbres propias de una madre y
Sobre
la
condición
de
las
mujeres
esposa son las pautas prioritarias de su
indígenas, la posición de la revista era de
ideología. Por ejemplo, opinaban que el
desprecio y repugnancia, al asumir que éstas
divorcio era un acto de “libres-pensadores” que
entregaban sus vidas a la vagancia y la
traería: “tremendas dificultades y conflictos
embriaguez, y que su salvación estaba en el
interminables en la sociedad” y que, para
trabajo doméstico (Allen, 1880). Empero,
aceptarlo, habría que cambiar: “costumbres,
reconocían que esta situación era alimentada
creencias, legislación, {y} sentimientos que...
por el modelo económico vigente, las clases
existen arraigados en el corazón de mil
sociales privilegiadas y el gobierno mismo;
generaciones”.
aunque por otro lado apoyaban total y
11 Las biografías de personajes femeninos aparecen por primera vez en el tomo 4 de la revista, y entre ellas están Sor Juana Inés de la Cruz y las heroínas de la Revolución Mexicana.
abiertamente el gobierno de Díaz. La idea de la mujer como un ser entre cuyos atributos originarios está la belleza,
92
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explicaba el arquetipo de que la ancianidad, era
de vista legal y del ejercicio de los derechos
una etapa inservible para ella:
civiles. La articulista tampoco aprobaba los
“De todos modos, la vejez en la mujer es una ruina que se contempla con tristeza al ver que al influjo del tiempo todo lo ha perdido, hasta los atributos del sexo, y que pronto irá a confundirse con el polvo” (Anónimo, 1881, p. 1).
derechos de las mujeres a desarrollar su inteligencia, cultivar su razón y extender el círculo de sus conocimientos, sin otros límites que su voluntad y al libre acceso de las mujeres
En el segundo tomo de La Mujer,
a todas las profesiones. Sin embargo, aprobaba
publicado a partir de abril de 1881, es más
el derecho a la igualdad de salarios entre los
frecuente encontrar artículos firmados por
sexos (M. M. Z., t. 3 y 4, núm. 151 y 152).
mujeres. Asimismo, se abrió un espacio de
Abiertamente, la autora defendía la postura de
expresión para los poemas de las alumnas del
que las mexicanas no buscaban la igualdad
plantel. El tercer tomo, que comenzó en abril
completa con el otro sexo, pues ellas se
del siguiente año, incluía mayor cantidad de
conformaban con “el santuario del hogar
artículos relacionados con la ciencia y la salud
doméstico” y eran ajenas a los tumultos y las
pública. Por ejemplo, se postulaba que el baile
pasiones de la política:
no era una práctica higiénica para las féminas,
“... tan convencidas estamos de que la mayoría de ellas se apartarían disgustadas de ese fango, que ningún temor nos causaría la reforma constitucional que concediese al sexo débil todos los derechos políticos, porque estamos ciertos de que escritos se quedarían en el Código, sin haber quien los ejerciera. Sólo las que son deshonra de su sexo, y tal o cual marimacha semejante a Luisa Mitchel o Miss Spenser, se atreverían a presentarse en las casillas electorales” (M. M. Z., julio de 1883, p. 1)
ya que, entre otras cosas, los vestidos demasiado ajustados impedían la adecuada expansión del tórax y la consecuente entrada de oxígeno al cuerpo, condiciones con las que el proceso respiratorio se veía afectado. Cabe señalar que las redactoras no defendían los derechos de las mujeres de forma
En conclusión, el órgano difusor de la
tan abierta como las feministas francesas. Un
Escuela de Artes y Oficios mantenía una
artículo firmado por M. M. Z. criticaba
postura feminista conservadora, ya que tenía
severamente los derechos exigidos por las
por objeto promover el trabajo honroso de las
feministas francesas, como el reestablecimiento
mujeres y la posibilidad de auto-sustentarse en
del divorcio, la igualdad de derechos entre
caso
madres y padres, la abolición de la prostitución
pensamiento moderno sobre las funciones
reglamentada, la inclusión progresiva de las
sociales de las mujeres mexicanas desde la
mujeres en la vida civil y la identificación
perspectiva de una población urbana de clase
completa del hombre y la mujer desde el punto
acomodada, entretener y cultivar a las mujeres
necesario,
además
de
divulgar
93
el
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en el ámbito de las actividades permitidas
del sexo femenino a participar en el diario, lo
socialmente para ellas e introducirlas a las
que rara vez sucedió.12 Por otro lado, era
esferas del conocimiento para promover su
frecuente la participación masculina en la
educación y cultura. En La Mujer encontramos
redacción; por lo general opinando sobre: “el
la escandalosa reacción de las capitalinas ante
carácter casi infantil de la mujer” y disertado
las ideas feministas de los países desarrollados,
sobre la educación ideal de la misma, que por
cuyas
demasiado
supuesto
mexicana,
conocimientos de
propuestas
avanzadas
para
parecían la
sociedad
debía
limitarse
a
música, danza,
algunos cocina,
representándole a ésta una fuerte contradicción
idiomas y algo de literatura clásica dramática.
con sus valores tradicionales e infundiéndole un
La
miedo a la adopción de esos cambios, ello
semanales, recetas de cocina y otra semanal en
expresado en el rechazo categórico a los nuevos
la que se inmortalizaban las memorias de
planteamientos femeninos.
alguna mujer aristócrata.
revista
tenía
secciones
de
chismes
El 8 de mayo de 1896 El Periódico de las
A pesar de su aire conservador, en la
Señoras, un: “semanario escrito por señoras y
revista se publicaron varios artículos pioneros
señoritas expresamente para el sexo femenino”,
del discurso feminista mexicano sostenido por
empezó a circular por la capital de nuestro país.
la clase alta del país. En “¡Qué decepción! ¡Qué
Esta publicación era propiedad de la Sra.
desconsuelo!”, María Clara expresa su encono
Guadalupe Fuentes viuda de Gómez Vergara,
al temor de las mujeres a desmerecer el respeto
quien también la dirigía, y su administración
social mediante su desarrollo intelectual:13
era responsabilidad de otra mujer. No era raro
que las mujeres involucradas en la publicación y administración de revistas para féminas fueran viudas, pues probablemente eran las que gozaban de mayor libertad de acción y expresión, además de que contaban con los recursos
económicos
necesarios
para
embarcarse en estas empresas. En el primer número del periódico, las editoras adelantaban que la mayoría de sus artículos estarían dirigidos a las mujeres de clase media, aunque invitaban a la clase obrera
12 Entre las páginas del periódico aparecen cartas de protesta, como la firmada el 22 de agosto de 1896 por más de 50 costureras y dirigida al General Don Porfirio Díaz, en la que denunciaban la dramática reducción de sus salarios y le pedían su intervención para subsanar esta injusticia. 13 Nótese que son varios los artículos de esta publicación firmados por una mujer cuyo primer nombre es María, además AIRAM, es un anagrama que da como resultado el mismo nombre cuando lo escribimos al revés. Por último, es importante mencionar que a partir del número del 22 de mayo de 1896, la propietaria de la revista es María Gómez Vergara, hija de la propietaria original. ¿Será posible que todas las Marías y AIRAM, sean una sola persona y que esta persona sea María Gómez Vergara?
94
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“Estamos tan atrasadas intelectual y sociológicamente, que tenemos ¡miedo! de leer un periódico y nos causa espanto que se nos considere suscriptoras de una publicación dirigida a nuestro sexo por vergüenza de lo que la sociedad pueda llegar a pensar de nosotras. Esto no puede continuar si contamos entre nuestros propósitos el llegar a formar parte activa de los acontecimientos que se llevan a cabo en nuestra orgullosa nación” (María Clara, 22 de mayo de 1896, p. 5).
El 8 de septiembre de 1883 la imprenta Administración dio a conocer El Álbum de la Mujer, producto del bolsillo e intelecto de la española radicada en México, Concepción Gimeno
de
Flaquer.
Aunque
en
esta
publicación escribían personajes femeninos y
En otro artículo se critica el mandato
masculinos, la consideramos como “prensa
social del matrimonio a edades tempranas, y se
exclusivamente femenina” porque además de
incluye un testimonio de Paula, una joven que
que predominan las escritoras sobre los
aseguraba a las “señoritas mexicanas” que a
escritores, la revista está enteramente dedicada
pesar de contar con 25 años de edad y estar
a las mujeres y es propiedad de una mujer. En
soltera, ella era feliz y no lamentaba su estado
el primer número, la propietaria se dirigía a sus
civil (Paula, 8 de agosto de 1896). Cabe
lectoras en la siguiente vena:
mencionar que el semanario no tenía autorizado
“Mi lira no tiene más que una cuerda, y esa es vuestra: a mi pluma no le impongo más misión que retrataros” (Gimeno de Flaquer, 8 de septiembre de 1883, p. 2)
publicar opiniones sobre política nacional ya que estaba dirigido a una audiencia femenina; ello
a
pesar
suscriptoras
del
que
creciente
habían
número
solicitado
a
de la
Cabe mencionar que muchas de las escritoras
eran
corresponsales
españolas,
redacción que se publicasen artículos sobre
primordialmente madrileñas, que enviaban sus
“política informativa” (Luz Clara, 22 de agosto
artículos por correo trasatlántico a la redacción
de 1896). A partir del 30 de noviembre de
de la revista. Ello señala el estrecho vínculo que
1896, el redactor en jefe fue José Monroy; a
Gimeno de Flaquer sostuvo con una esfera de
partir de esta fecha el semanario se volvió cada
cultas compatriotas, probablemente conformada
vez más pobre en textos escritos por mujeres y
por amistades entrañables.
fueron más abundantes los cuentecitos y textos
A lo largo de sus casi siete años de
religiosos. El Periódico de las señoras estuvo
circulación, El Álbum de la Mujer fue
en circulación hasta diciembre de 1896.
testimonio del discurso sustentado por esta peculiar representante del feminismo mexicano de finales del siglo XIX. Su condición de
3. Una prensa exclusivamente femenina
española propició no sólo que conociera las ideas feministas europeas de vanguardia sino
95
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[Ide@s CONCYTEG]
que las experimentara en carne propia como
muchas otras feministas en el tiempo - entiende
producto de las necesidades encontradas por la
su causa más allá de una lucha en favor de las
comunidad europea. El discurso feminista de
mujeres: la expande a una búsqueda por la
Concepción Gimeno es de facto peculiar, pues
Justicia, esto es, por las causas sociales y por la
asignaba tanto el origen como el remedio de la
defensa de los débiles (Gimeno de Flaquer, 4 de
desventajosa realidad femenina a los hombres y
enero de1885, p. 2).
no a las mujeres. Así, apuntaba que la
Sobre la educación de los sexos, Gimeno
ignorancia era el peor enemigo de las mujeres,
establecía que ambos debían recibir la misma
pero señalaba que su causa no era el egoísmo
cultura intelectual y moral para ser útiles a la
masculino, y no así el miedo, la sumisión o la
sociedad, e incluso estipulaba que las mujeres
desidia femenina, como señalaban sus colegas
eran más aptas para algunas áreas científicas,
mexicanas. Gimeno observó que los hombres
como la química, la botánica y algunos ramos
mantenían a las mujeres en un estado de
de la mecánica, y señalaba que la única
ignorancia u “orfandad del alma”:
indicada para fijar su meta, era la mujer misma
“El hombre ha querido ciega a su compañera para que no la viese caminar por sendas cubiertas de fango; la ha querido sin criterio para que no le pidiera cuenta de su conducta ligera, y para subyugarla sin razonamiento de ninguna especie ante las despóticas leyes de su caprichosa fantasía... y para doblegar a su compañera, sometiéndola a un ominoso yugo y a una postración moral muy lamentable, ha mutilado sus facultades intelectuales y la ha sepultado en las tinieblas, sumiéndola en la más oscura ignorancia, para que se estrellara indefensa y sola en los escollos de la vida” (Gimeno de Flaquer, 16 de septiembre de 1883, p. 18).
(Gimeno de Flaquer, 1883, p. 34).
Otras redactoras, se proclaman a favor del trabajo femenino y denuncian la desigualdad laboral de género. Además, defendían a las mujeres obreras, indignándose ante sarcasmo que
implicaba
número de la revista, Gimeno de Flaquer no estaba interesada en escribir sino para las mujeres, y poco le preocupaba mantener, o al menos simular, una tregua con la opinión masculina, enfrentando abiertamente a los hombres, culpándolos sin reparo de fomentar el
hablar
sobre
progreso
y
civilización si la injusticia reinaba en las fábricas,
Tal como lo enunciaba en el primer
23 de septiembre de
y
atribuían
parcialmente
la
prostitución a los pésimos salarios: “... ¡cuántas caen, que no caerían, si el trabajo, como elemento redentor, pero el trabajo fácil y bien retribuido, tendiera hacia ellas su amante brazo!... La necesidad, la desesperación, la impotencia, extravían la razón y borran a veces las nociones de lo justo y de lo bueno” (De la M., I., 8 de febrero de 1885, p. 54).
Paralelamente, optaban por dotar sus
infortunio femenino e informándoles que su
artículos
de
argumentos
racionales
para
superioridad era la fuerza física, mas no la
convencer a los hombres de que el trabajo
moral ni la razón. Gimeno de Flaquer – como
femenino mejoraba las condiciones de la
96
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familia (Calé Torres de Quintero, 8 de febrero
embargo, en los últimos años de la revista, la
de 1885, p. 52-53). Estas ideas no entraban en
tinta masculina comienza a ganar espacio en
conflicto con la noción de que el amor tenía
sus páginas.
como fin el matrimonio y el matrimonio
No podemos hablar de prensa femenina
(efectuado, claro está, mediante una ceremonia
decimonónica sin mencionar otra importante
religiosa)
revista,
constituía
la
única
institución
Las
Violetas
del
Anáhuac,
un:
propicia para la formación de una familia
“periódico literario redactado por señoras”,
(Gimeno de Flaquer, 8 de septiembre de 1883,
creado con el propósito de promover la
p. 2-4). Para fines de la década de los ochenta,
ilustración de las mujeres.14 El primer ejemplar,
Gimeno de Flaquer confiesa que nota ya un
sin anuncios comerciales, salió el 4 de
cambio en la porción femenina de la sociedad
diciembre de 1887.
mexicana y asegura que, mientras antes la
Con excepción de Ignacio Pujol, su
ilustración de las mujeres era motivo de
director
administrativo,
la
edición
del
vergüenza, entonces era la ignorancia la que
semanario estaba a cargo exclusivamente de
resultaba verdaderamente vergonzosa (Gimeno
mujeres. Por ello, Las Violetas del Anáhuac
de Flaquer, 5 de enero de 1890, p. 2).
reunió a un importante número de autoras que
La lectura de los artículos de Gimeno de
escribían sobre el acontecer de la época y sobre
Flaquer muestra, además de sus aptitudes como
la importancia de la educación de las mujeres.
escritora, su vasta cultura y su amplia
Entre las redactoras aparecen sus directoras
curiosidad por el mundo que la rodeaba. Ella,
literarias Laureana Wright de Kleinhans y
como algunas otras literatas mexicanas del
Mateana Murguía de Aveleyra, así como
siglo XIX, era en realidad una mujer poco
Dolores Correa Zapata, Carlota de Cuellar y
representativa de la porción femenina del país,
Fanny Natali de Testa, estas últimas bajo los
que además de asistir a bailes, óperas,
pseudónimos
conciertos y otros eventos culturales y sociales
respectivamente. También escribían muchas
de
“Anémona”
y
“Titania”
selectos, tenía la oportunidad de viajar al extranjero y, en su caso al ser la propietaria de El Álbum de la Mujer, narrar libremente a sus lectoras las experiencias vividas en tierras lejanas. A los pocos meses de su aparición, El Álbum de la Mujer comenzó a ganarse un lugar en el periodismo literario de la época. Sin
14 Un interesante estudio sobre esta revista es: Infante Vargas, Lucrecia, “Igualdad intelectual y género en Violetas del Anáhuac. Periódico literario redactado por señoras, 1887-1889”, en Cano, Gabriela; Valenzuela, Georgette J. (compiladoras), Cuatro Estudios de Género en el México Urbano del siglo XIX, México, UNAM – PUEG, 2001, pp. 129-156.
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mujeres de toda la República que enviaban sus
Si bien las redactoras de Las Violetas del
artículos a la sede de la redacción del periódico.
Anáhuac premiaban las victorias de otras
Los artículos de la revista trataban sobre
mujeres feministas del mundo, tampoco se
ciencia, geografía, turismo, historia de México,
mostraban enteramente dispuestas a seguir sus
literatura, poesía, teatro, higiene, arte, moda,
pasos: reconocían sus logros y los aplaudían,
costumbres, tradiciones, religión y derechos
mas no instaban a sus congéneres a alcanzar los
15
humanos (Correa, t. 1, núm. 3-4, 1888).
Los
mismos
objetivos.
Ellas
se
mostraban
la
educación
artículos sobre ciencia eran disertaciones sobre
conformes
la importancia de esta rama del saber,
secundaria y superior de las mujeres, esta
explicaciones de fenómenos naturales o noticias
última en las áreas permitidas para ellas, como
de nuevos descubrimientos en medicina y otras
la enseñanza normal y las artes y oficios. En el
ciencias afines. Asimismo se incluían crónicas
caso de las primeras profesionistas mexicanas,
nacionales e internacionales, eventos sociales y
ellas eran vistas como mujeres exitosas y
esquelas, especialmente los referentes a las
celebraban su valor, mas no esperaban que
mujeres, y se anunciaban los logros de algunos
todas las mujeres hicieran lo mismo (Las
grupos de mujeres en el mundo, como la
Violetas del Anáhuac, t. 3, núm. 51).
con
promover
victoria de las mujeres residentes de Kansas, en
Entre los temas de discusión, estaban la
Estados Unidos de América, respecto al
labor de las mujeres, la educación de las
derecho al voto y a la contienda electoral, o el
mismas y la cultura doméstica. Otra sección
triunfo
de
importante era la de las biografías de mujeres
consejo
notables, a cargo de Laureana Wright de
municipal se compondría exclusivamente de
Kleinhans, quien mostraba sus dotes de
mujeres, o la candidatura de Alice Stoktong, de
rescatista de heroínas y literatas mexicanas.
26 años, para la gubernatura de Massachussets.
Entre sus numerosas biografiadas estuvieron
Para fines del primer año de su publicación, Las
Carmen Romero Rubio de Díaz, Sor Juana Inés
Violetas
con
de la Cruz y Matilde Montoya. Además de
corresponsales en diversas poblaciones como
biógrafa feminista, Wright mostró sus dotes de
Mérida, Guadalajara, Tlacotalpan y Nueva
historiadora, poetisa y cronista, destacando su
Orleans.
interés por la defensa de los débiles y su
de
Cottonwood
del
la
alcaldesa
Falls,
corregidora
cuyo
Anáhuac
nuevo
ya
contaba
ideología progresista, y fue reconocida por
destacados hombres y mujeres de letras y por
En este artículo, las redactoras se proclaman en contra de la pena de muerte. 15
98
[Ide@s CONCYTEG]
Año 4, Núm. 44, 9 de febrero de 2009
importantes
figuras
políticas
del
México
decimonónico. Las
Violetas
Carolina Bonilla (estas dos últimas la directora y la subdirectora del Instituto Normal de
del
Anáhuac
cesó
su
Puebla, respectivamente). Asimismo, muchas
circulación en 1889, pero sus integrantes se
mujeres leídas eran redactoras permanentes de
mantuvieron unidas y en constante actividad
la revista, como es el caso de la ya familiar
durante más quince años. Cinco años después
Laureana Wright de Kleinhans.
de concluida la circulación de la revista, sus
En el primer ejemplar de La Mujer
literatas, poetisas y reporteras se embarcaron en
Mexicana aparecía un emotivo exhorto en el
la publicación de un nuevo periódico a todas
que se convidaba a las mexicanas a buscar la
luces revolucionario por la divulgación de las
unión y el progreso de las mujeres en pro de su
ideas feministas del México de principios del
patria (Correa Z., enero 1º de 1904, p. 1). La
siglo pasado: La Mujer Mexicana.
Mujer Mexicana era una publicación de
La Mujer Mexicana: (revista mensual
carácter mensual, y no semanal, como sus
científico-literaria consagrada á la evolución,
antecesoras, e incluía avisos referentes al
progreso y perfeccionamiento de la mujer
préstamo
mexicana), ostentaba estar dirigida y sostenida
profesionistas mexicanas (La Mujer Mexicana,
sólo por señoras y señoritas. Comenzó a
mayo 1º de 1904).
de
servicios
de
las
primeras
circular en enero de 1904, siendo la propietaria
Las secciones de esta revista científico-
y fundadora la profesora Luz. F. viuda de
literaria incluían poemas, retratos de mujeres
Herrera, la directora la profesora Dolores
respetables y artículos de ciencia, pedagogía y
Correa Zapata y la responsable legal la
educación, aunque también aparecían reportajes
licenciada María Sandoval de Zarco, la primera
sobre consejos prácticos del hogar, economía
abogada mexicana.
doméstica, cocina, moda, lecciones de modales
El cuerpo redactor lo conformaba un grupo
y urbanidad, además de un apartado de
de mujeres instruidas, entre las que se
“noticias varias”. Es en La Mujer Mexicana
encontraban algunas profesionistas, como las
donde se escribieron por primera vez artículos
médicas Antonia L. Ursúa, Columba Rivera y
científicos
Guadalupe
profesionistas.16
Sánchez,
y
varias
profesoras
normalistas, entre las que estaban Mateana Murguía de Aveleyra, Severa Aróstegui, Esther Huidrobro y Azúa, Luz Valle, Ángela Serrano, Dolores Jiménez y Muro, Federica Bonilla y
por
la
pluma
de
mujeres
16 Véanse: Rivera, Columba, Ligeras consideraciones acerca de la oftalmia purulenta de los recién nacidos (para las madres), La Mujer Mexicana, t. 1, n. 1, enero 1º de 1904, p. 3; Ursúa, A. L., “Vida, salud y enfermedad”, La
99
Año 4, Núm. 44, 9 de febrero de 2009
[Ide@s CONCYTEG] Laura Méndez de Cuenca
masculino, ya que los hombres “son igualmente groseros ricos o pobres”. 17 Méndez de Cuenca fue nombrada por el gobierno de México profesora
comisionada
para
investigar
la
organización escolar de los Estados Unidos de América; a su regreso, dirigió La Mujer Mexicana a partir de marzo de 1905 hasta julio de 1905, cuando decidió lanzar su propia revista, bajo el título de El Hogar Moderno. Antonia L. Ursúa sustituyó a Méndez en la dirección
de
La
Mujer
Mexicana
hasta
diciembre de 1906, año en que cesó su circulación. Nacida en Toluca, fue el amor de Manuel Acuña, el motivo del suicidio. Esposa del poeta Agustín Cuenca, profesora ilustre, escritora polígrafa, mujer interesante, recorrió el mundo representando a México
Asimismo, el cuerpo redactor de La Mujer Mexicana siempre se mostró muy interesado en el estudio de la pedagogía, y los artículos referentes a estos temas eran escritos por profesoras con estudios especializados en la materia. Una de sus principales redactoras fue Laura Méndez de Cuenca, quien escribió una zaga de artículos sobre las necesidades del país.
A decir de los reclamos expresados en la revista,
sexistas,
criticando
la
falta
de
caballerosidad de los hombres, y apuntando que los malos modales, aunque no privativos de los varones, eran una condición del género Mujer Mexicana, t.1, núm. 10, 1º de octubre de 1904, pp. 4; t. 2, n. 2, 1º de febrero de 1905, pp. 2-5.
mujeres
adquirían
menos
conocimientos que los hombres y lo hacían con un fin distinto: guardarlo y utilizarlo sólo para lucirse en sociedad, lo que les parecía tan poco atractivo como inútil: “Y esto sería bueno si el fin á que se aspiraran fuera que esos conocimientos prestasen utilidad á los que los rodean; pero no, si aprenden italiano ó francés es para lucirse ante un público y cosechar algunos aplausos... No sería mejor, por ejemplo, emplear ese tiempo en leer á fondo un artículo de Medicina Doméstica para aplicarlo cuando el caso lo requiriese?” (Carvajal Ortigoza, 1º de enero de 1904, p. 2).
En el referente a la educación, acentuaba los roles
las
Véanse, por ejemplo: Méndez de Cuenca, Laura, “Las necesidades de México. México necesita educación”, La Mujer Mexicana, t. 2, n. 3, 1º de marzo de 1905, pp. 1-2.; Cabrera, Virginia, “Influencia del temor y el amor en la educación intelectual y moral de los niños”, La Mujer Mexicana, t. 2, n. 12, 1º de diciembre de 1905, pp. 4-7; Correa Z, Dolores, “La obediencia del niño y la educación del carácter”, La Mujer Mexicana, t. 1, n. 2, 1º de febrero de 1904, p. 8. 17
100
[Ide@s CONCYTEG]
Año 4, Núm. 44, 9 de febrero de 2009
Uno de los núcleos a los que con más frecuencia dirigían sus escritos era el de las madres. Luz Valle y David, por ejemplo, las concebía como un agente importante de cambio
por el benéfico abrigo con que nos ha envuelto en sus sabias instituciones en las que hemos crecido para bendecirla siempre con toda la efusión de nuestra alma... nada hay más justo como dirigir con pasión nuestra cultura a la patria; y nada más apropiado que venerarla” (Orcillés, junio de 1906, p. 127).
para las generaciones futuras (Valle y David, enero 1º de 1904, p. 2). Su colega, la profesora Trinidad Orcillés, estuvo involucrada en la edición de publicaciones infantiles y escribía muchos artículos feministas como “¿Porqué obramos desunidas?” (Orcillés, 15 de mayo de 1906, p. 101-102) y “Algo sobre algo” (Orcillés, 15 de junio de 1906, p. 120-121), donde hablaba sobre crear asociaciones de mujeres en el ámbito laboral y social y convidaba
a
verdaderamente
las
féminas y
luchar
“a
esforzarse contra
la
mediocridad”. Asimismo instaba a las mujeres a superarse y afrontar los conflictos sociales: “La mujer mexicana en particular debe afrontar los conflictos sociales y resistir la lucha por la vida con elementos propios de su naturaleza; armónicos con su ser y simpáticos para sus aspiraciones...el mérito más afamado en las letras o cualquiera aptitud artística, no valen un bledo cuando falta en la mujer la solidez del criterio y el ideal de la aspiración” (Orcillés, 1º de enero de 1904, p. 3).
Otras personaje
redactoras político,
enaltecieron especialmente
a
este
por
la
popularización de la educación y la creación de las instituciones educativas por las que se caracterizó su mandato.18 Sobre
feminismo,
la
mencionada
Concepción Gimeno de Flaquer precisaba: “es necesario crear en la Universidad Femenina que la Unión Americana proyecta, una clase de feminología, es decir, una cátedra sobre la historia del sexo femenino”, y apuntaba que no estaban a favor de una masculinización, sino de encontrar la igualdad en la diferencia y remunerar de una manera justa el trabajo de las mujeres: “a trabajo igual, salario igual” (Gimeno de Flaquer, t. 1, n. 11-12, noviembre de 1904, p. 6-7). Así, en la revista se discutía la necesidad de fundar en México una sociedad feminista que amparara y defendiera los
Por otro lado, denotaba seguridad al
derechos de las mujeres; ésta iniciativa se
abordar temas relativos a la política nacional.
concretó el 14 de febrero de 1904, al entrar en
Un ejemplo es el siguiente texto en el que elogia las acciones del ex - presidente Benito
Juárez y sostiene que las mujeres mexicanas eran nacionalistas y juaristas: “La mujer mexicana si aún no tiene la capacidad suficiente para emprender la obra política de nuestro excelso Juárez, a lo menos le debe un agradecimiento por la paz que disfruta y
Véanse por ejemplo: Jiménez y Muro, Dolores, “Centenario a Juárez”, La Mujer Mexicana, t. 3, n. 3, 1º de marzo de 1906, pp. 24-26; Méndez de Cuenca, “Juárez”, La Mujer Mexicana, t. 3, n. 3, 1º de marzo de 1906, pp. 21-23. 18
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funciones la Sociedad Protectora de la Mujer,
con la prensa española, estadounidense, cubana,
cuya acta inaugural precisaba:
costarricense, panameña, venezolana, argentina y la de otros países de Centro y Sudamérica, así
“... Reunidas en la casa número 4 de la Calle del Puente de San Pedro y San Pablo, las Sras. Licenciada María Asunción Sandoval de Zarco, Lidia Fernández de de la Peña, Emilia Salgado, y Sritas. Doctora Columba Rivera, Luz del Valle David y María Díaz, convocadas por las Sras. Laura María Soto de Bolaños Torres y Profesora Luz Fernández viuda de Herrera, para formar una Sociedad feminista que tuviera por objeto el perfeccionamiento físico, intelectual y moral de la mujer, el cultivo de las ciencias, las bellas artes y la industria y además el auxilio mutuo {sic} de los miembros de dicha Sociedad...”(La Mujer Mexicana, t. 2, n. 3, marzo de 1905, p. 5).
En la ceremonia de inauguración se exhortaba a las mujeres a: “Unir las fuerzas intelectuales de las mujeres mexicanas y hacer surgir en nuestra patria, en la evolución del presente
siglo,
la
tea
encendida
de
la
cofraternidad femenina” (Bolaños de, Torres, 1º de marzo de 1904, p. 7). Por otro lado, en estas fechas
comenzaban
a
ser
noticia
los
nombramientos de algunas mujeres en cargos públicos
de
carácter
administrativo;
por
ejemplo, el de la médica Columba Rivera como encargada de sala de cirugía del Hospital Juárez o el de la señora Emmy Ibáñez Navarro como empleada en la Sección de Aduanas en el Ministerio de Hacienda, siendo ella la primera de su sexo que tuvo acceso a una oficina de esa categoría (La Mujer Mexicana, 15 de agosto de 1905, p. 10). Para finales de 1905, La Mujer Mexicana era parte de una red de intercambio periodístico
como
revistas del interior de la República
Mexicana.19 Además, siendo Laureana Wright de Kleinhans una de las redactoras principales, el perfil feminista de la revista fue cada vez más provocador. La participación de Wright de Kleinhans en La Mujer Mexicana fue muy extensa, y se caracterizó por su dureza e intolerancia respecto a lo que ella consideraba como “errores
de
carácter”
de
las
mujeres.
Precisamente estas críticas pretendían romper con los roles femeninos tradicionalmente aceptados y admirados, como la ignorancia, la frivolidad, la debilidad, la coquetería y la vanidad.
Ejemplos
de
estos
estereotipos
femeninos los trató Wright de Kleinhans en una vasta serie de artículos.20 Particularmente interesantes es “La Mujer Ilustrada”, en donde apuntaba que la ilustración de las mujeres conllevaba al equilibrio y a la conveniencia de 19 Algunos ejemplos son: Estela de Saltillo, El Internacional de Ciudad Porfirio Díaz en Coahuila, La Columna del Hogar y La voz de las niñas de Argentina, La Quincena del Salvador y Avance de Venezuela. 20 Véanse: “La Mujer Ignorante” (t. 2, núm. 11, 1905), “La Mujer Indolente“ (t. 2, n. 12, 1905), “La Mujer Contraproducente” (t. 3, n.1, 1906), “La Mujer Inexperta” (t. 3, n. 2, 1906), “La Mujer Coqueta” (t. 3, n. 4, 1906), “La Mujer Fanática” (t. 3, n. 5, 1906), “La Mujer Consentidora” (t. 3, n. 6, 1906), “La Mujer Presuntuosa” (t. 3, n. 7, 1906), “La Mujer Frívola” (t. 3, n. 9, 1906) y “La Mujer Timorata” (t. 3, n. 11, 1906).
102
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géneros. Criticaba a las mujeres ignorantes
debilidad
considerándolas seres infantilizados incapaces
noviembre de 1907, pp. 5-7).
femenina”
(Anónimo,
15
de
de salir de la tutela de los hombres, lo que
A pesar de haber entrado en circulación
además de impedir el adecuado desarrollo de
entrado el siglo XX, el Álbum de Damas fue
los hijos, obstaculizaba a los maridos. La
portador de opiniones, concepciones e ideas en
agresividad de su discurso quedó plasmada en
las que las mujeres no se asumían feministas ni
calificativos tan severos como que las mujeres
estaban convencidas de las nuevas ideas.
ignorantes eran una: “vergüenza de la sociedad
Muestra de ello es que se denigre a las mujeres
y la familia, por la degradación de su cuerpo y
en un artículo titulado “Feminismo”:
su alma” (Wright de Kleinhans, t. 3, n. 10,
“La mujer es un ser intermedio entre el niño y el hombre. Siempre que un hombre emprende un trabajo de mujer, hace una labor superior. ¿Vamos a conferir derechos políticos a esta criatura que no obedece sino a sus nervios, que es toda contradicción e indecisión?... El feminismo no es más que el conjunto de las doctrinas de unas cuantas neuróticas” (Anónimo, 15 de marzo de 1907, pp. 3-5).
1906, pp. 109-110).
4. Prensa paralela
femenina
En enero de 1907 comenzó a circular el Álbum
Resulta evidente que no había coincidencia
de Damas, un periódico quincenal de corte
de opiniones en torno a los roles a los que
conservador que contenía artículos escritos
debían acceder las mujeres de inicios del siglo
tanto por hombres como por mujeres, y que
veinte; mientras algunas mujeres promueven su
estuvo bajo la dirección de Ernesto Chavero.
ilustración y participación laboral, otras (y
Sus artículos se especializaron en exaltar los
principalmente otros) pretenden mantener los
roles tradicionales de madre y esposa, y la
roles ancestrales y obstaculizar cualquier
vanidad femenina, acentuando las novedades en
posibilidad de cambio.
moda y belleza. La más ilustre de sus colaboradoras fue la española Emilia Pardo Bazán, que escribía
Conclusiones
narraciones, cuentos, poemas e investigaciones históricas. Su reputación como escritora puede
Los documentos estudiados muestran la labor
medirse en el comentario halagador (hoy
periodística-literaria-feminista de las mujeres
caduco) que de ella hace un apologeta anónimo:
del siglo XIX y principios del XX, registrada en
“se distingue por la virilidad cerebral que
diferentes tipos de revistas. Este grupo de
posee, que denota ausencia completa de toda
pioneras feministas, de finales de la centuria
103
[Ide@s CONCYTEG]
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decimonónica, estuvo conformado por unas
Por su parte, La Mujer Mexicana contiene
cuantas mujeres de clase acomodada y por
impresas las diversas demandas sociales, como
profesoras normalistas cuya principal demanda
el derecho a la educación, sostenidas por las
era el derecho a la educación femenina. Ellas
escritoras de esta revista. Ellas no pretendían
tomaron bajo su cargo las dos revistas más
conquistar el derecho a ejercer todas las
significativas de la época, en términos de la
profesiones, sino más bien rechazaban la
solidez del discurso femenino: Las Violetas del
ignorancia en la que estaba sumido su sexo y
Anáhuac y La Mujer Mexicana.
demandaban el derecho a una educación que en
El discurso feminista sustentado por las redactoras de Las Violetas del Anáhuac buscaba la perfección de las mujeres; proponía conservar
el trabajo
doméstico
que por
naturaleza le correspondía al sexo débil, y al mismo tiempo pelear por una educación escolar más completa. Empero, el único motivo para la educación de las mujeres era convertirse en buenas consejeras y escuchas de sus maridos y en buenas madres. Además, debían conservar los atributos propios del “bello sexo”: la dulzura, la amabilidad y el dominio de los quehaceres del hogar; todo ello sin descuidar la buena
apariencia
física.
Según
Laureana
Wright, el objetivo del feminismo era conseguir ser una “mujer ilustrada, madre instruida y esposa intelectualmente igual a su esposo” (Wright de Kleinhans, t. 1, n. 15, 1888, p. 170). En este discurso, las mujeres son vistas en referencia a su marido y a sus hijos y no como personas
autónomas.
Además,
las
ideas
feministas sustentadas por este grupo de mujeres no proponían la equidad de género, sino un esfuerzo unilateral de las mujeres.
caso necesario les permitiera obtener un empleo digno y remunerado. Son notables los esfuerzos de las autoras por crear la conciencia de la necesidad de que las mujeres sean parte de la fracción activa, participativa e informada del país. En La Mujer Mexicana se aborda la temática de la participación social y laboral femenina de manera más seria y asertiva en comparación a las revistas femeninas que la precedieron; en lo cual tuvo que ver la conformación de su cuerpo redactor integrado en
su
mayoría
por
mujeres
cultas
profesionistas. Es evidente la maduración del discurso feminista en el periodo de catorce años transcurrido desde la aparición de La Mujer (1880), pasando por Las Violetas del Anáhuac (1887), hasta llegar a La Mujer Mexicana (1904). La mayor contundencia del discurso feminista de esta última supuso un tiempo de maduración que se reflejó en el aumento de mujeres como dueñas o directoras de las revistas.
Además,
a
diferencia
de
las
publicaciones anteriores, las redactoras de La
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y
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Mujer
Mexicana
documentadas
parecían
sobre
las
estar
ideas
mejor
feministas
de la explotación laboral y de la sexualidad, temas que no son abordados por las editoras.
europeas y norteamericanas, mismas que intentaron aplicar al contexto de la cultura mexicana.
personaje
de
Laureana
Wright
de
Kleinhans, cuyo planteamiento feminista fue consolidándose en los distintos periódicos hasta alcanzar su mayor fuerza en La Mujer Mexicana,
por las autoras para propiciar la gestación y divulgación de ideas nuevas y diferentes acerca
Este proceso evolutivo se aprecia a través del
Lo anterior no demerita labor la realizada
donde
sus
ideas
fueron
más
incisivas. Sus críticas sobre la conducta pasiva de las mujeres y sus consejos para combatir la ignorancia y la frivolidad a través del trabajo y el estudio fueron agudizándose, sin dejar de denunciar el hecho de que históricamente las féminas habían sido calificadas por los varones como seres inferiores y que esta situación había sido apoyada por la religión católica (Wright de Kleinhans, t. 2, n. 7-10, 15 de julio a 15 de
de las mujeres. Ellas encontraron en las revistas científico-literarias, un espacio para emerger de la vida privada e incursionar en la vida pública, lo
que constituye un parteaguas en
historiografía
femenina
de
nuestro
la
país.
Además, las publicaciones analizadas permiten conocer el punto de vista de un sector de la clase acomodada y revelan diversos aspectos de la vida de esas mujeres, como sus gustos y estilos literarios, su rol familiar y social, sus posibilidades educativas, su participación en el ámbito público, sus posibilidades de pertenecer y ejercer dentro de los diferentes gremios profesionales y, especialmente, los matices de su discurso feminista.
octubre de 1905). Conviene resaltar, que la lectura de las revistas objeto de nuestro estudio, nos puso en contacto con las aspiraciones, anhelos y éxitos de aquellas mujeres mexicanas
que se
embarcaron en la difícil aventura de buscarse un espacio de acción y expresión significativo en la sociedad de su tiempo. En el material publicado, llama la atención la evasión de algunos de los problemas que enfrentaban las mujeres inherentes a su calidad de género oprimido y a su condición social; tal es el caso
Desde la óptica del discurso feminista, es particularmente clara la identidad de las integrantes de este grupo de mujeres, cuya interacción más allá de las fronteras nacionales fue propiciada gracias a los nexos amistosos de las editoras con el exterior, y por su posición económica
que
les
permitía
viajar
con
frecuencia, ampliar su panorama, y difundir entre sus lectoras las nuevas ideas. De este modo, se fue creando una red internacional de mujeres
con
intereses
e
inquietudes
compartidas, que dio lugar al cultivo de la
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solidaridad, la amistad, y el reconocimiento social entre ellas.
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