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Impreso en enero de 2003
: 40 AÑOS
PMA
EL
COMBATIENDO EL HAMBRE
SERVICIO DE ASUNTOS PÚBLICOS DEL PMA Via Cesare Giulio Viola, 68/70 - 00148 Roma, Italia Tel.: +39-066513-2628 - Fax: +39-066513-2840
www.wfp.org
C U B I E RTA : M A L AW I , AG O S TO
DE
2002
Una joven beneficiaria del PMA del Centro Alinafe de rehabilitación y nutrición en Malawi PMA/Olav Saltbones
“Cuando se oyó el ruido sordo de un camión polvoriento que descendía lentamente la colina hacia nuestra aldea, los niños estallaron en llanto. Al principio, creyeron que se trataba de hombres armados que venían a causar más destrucción. Pero los llantos se transformaron en gritos de alegría cuando pudo verse el símbolo en la puerta del camión: la imagen de cereales cosechados y las letras ‘WFP’. Por fin comeríamos. Por fin podría responder a la mirada de miedo y desconcierto de mi hija. Me había estado preguntando todo el día cuándo volveríamos a tener algo que comer. Hasta entonces, yo no había sabido qué responderle.”
Senait Kebede Entrevista realizada en Etiopía en 1988
P Á G I NA
ANTERIOR:
U G A N DA ,
DICIEMBRE DE
1995
Un convoy de camiones del PMA recorre los 650 kilómetros que separan a Kampala (Uganda) de Goma (Zaire) para llevar alimentos a los refugiados rwandeses PMA/Crispin Hughes
EL PMA: 40
AÑOS COMBATIENDO EL HAMBRE
INTRODUCCIÓN
El
Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas fue creado para
combatir el hambre. Se trata de una institución que durante 40 años ha encarnado el principio de que los alimentos lleguen a las personas cuando más los necesitan y donde quiera que estén, no sólo en caso de catástrofes sino también cuando la pobreza absoluta y la mala salud impiden el desarrollo socioeconómico. Millones de personas no habrían sobrevivido más allá de la niñez ni criado a hijos saludables si no hubiesen contado con la asistencia del PMA en momentos críticos de sus vidas. Aun así, otros tantos millones siguen yendo a trabajar o a la escuela sin nada en el estómago. El hambre es una tragedia que no sólo mata a las personas, sino también la creatividad, la productividad y la esperanza de quienes aún sobreviven. Así pues, la promesa de luchar contra el hambre debe mantenerse viva, tanto de palabra como de obra.
Si bien el PMA no es el único organismo (gubernamental o no gubernamental) que se dedica a ese ideal es, sin duda, el de mayor tamaño y alcance. Con ocasión de los 40 años del PMA, es oportuno hacer una revisión de su labor: no tanto para celebrar las actividades pasadas sino para asumir nuevos compromisos ante futuros retos. Se trata de un aniversario que celebra las múltiples vidas que pudieron salvarse y hacerse más plenas, pero que también nos recuerda cuántas personas quedan aún por ayudar.
REPÚBLICA POPULAR DEMOCRÁTICA DE COREA, ABRIL DE 1998
Una joven beneficiaria del PMA en un centro preescolar de la República Popular Democrática de Corea PMA/Tom Haskell
HAMBRE
DE ACCIÓN
La
falta de acción genera gran parte del hambre que se padece en nuestros días.
Si no se invierte lo suficiente en las zonas rurales pobres, es casi inevitable que baje la productividad agrícola, se eleve la mortalidad materna y se produzca un receso económico. No hace demasiado tiempo, a menudo faltaba la voluntad política para superar el hambre. Sin embargo, hoy en día, los dirigentes políticos son cada vez más conscientes de que resulta más económico invertir en el futuro de las personas durante los buenos tiempos que actuar una vez que se ha producido una crisis. El hambre no funciona como la pobreza. En el caso de la pobreza, las ganancias futuras pueden compensar una falta de ingresos en el presente. Pero los alimentos que lleguen al mes siguiente no reducirán el hambre hoy, ni repararán completamente el daño que han sufrido
S U D Á N , 1991
Una de las mayores operaciones de lanzamientos desde el aire se organizó en el Sudán. El organismo utilizó bases de socorro en dos países para enviar por aire alimentos a más de 100 lugares en la parte sur del país
cuerpos y mentes en crecimiento. El hambre no se puede aplazar. Las intervenciones a tiempo —no sólo mediante medidas efectivas de socorro de urgencia sino también mediante las debidas inversiones destinadas al crecimiento y desarrollo a largo plazo— pueden provocar un cambio.
PMA/Tom Haskell
El Programa Mundial de Alimentos se ha visto enfrentado a esta realidad desde sus orígenes. Aunque estaba previsto que empezara a funcionar en 1963, a título experimental, por un período de tres años y con un presupuesto inferior a los 100 millones de dólares EE UU (según los precios actuales), los acontecimientos mundiales forzaron al organismo a actuar antes. Un terremoto asoló Irán en septiembre de 1962 y, al mes siguiente, se abatió sobre Tailandia un huracán. Un mes después de eso, Argelia, que acababa de independizarse, pidió asistencia para reasentar a 5 millones de refugiados.
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AÑOS COMBATIENDO EL HAMBRE
RWA N DA ,
N OV I E M B R E D E
1996
Refugiados que regresan a sus hogares desde Zaire reciben raciones de alimentos de urgencia del PMA en un lugar de distribución en medio del camino en Rwanda PMA/Tom Haskell
Se necesitaba con urgencia ayuda alimentaria en todos los lugares; sin ella, las personas quedaban expuestas aún a mayores penurias o incluso a la muerte. El PMA movilizó inmediatamente asistencia alimentaria. El organismo estaba corriendo antes de saber caminar y, desde entonces, no ha disminuido su ritmo nunca.
Hoy en día, el PMA reacciona rápida y eficazmente para salvar vidas y proteger los medios de subsistencia de algunas de las personas más pobres del mundo. Tan sólo entregando alimentos a tiempo pueden impedirse las hambrunas: éste es un valioso objetivo en sí, del cual el PMA se enorgullece. En 2001, el PMA llevó a cabo operaciones de urgencia en 50 países. Los 2,7 millones de toneladas de alimentos utilizados para salvar y respaldar a 43 millones de personas en situaciones de emergencia representaron
el 65% del volumen de alimentos del PMA correspondiente a ese año. No obstante, la entrega de alimentos de urgencia, con frecuencia en un contexto difícil y peligroso, representó el 87% del presupuesto operacional total; ese dinero podría haberse destinado a preservar vidas y construir bienes si se hubiesen tomado las medidas adecuadas para evitar que varias emergencias adquirieran dimensiones fuera de todo control. Algunas crisis fueron generadas por catástrofes naturales, como las sequías en la parte central de Armenia y en Indonesia, las inundaciones en Bangladesh o el huracán en Belice. Otras emergencias fueron causadas por conflictos armados y disturbios civiles, por ejemplo en Angola, Sierra Leona, Sudán y Afganistán.
El PMA no sólo se enorgullece de su capacidad de respuesta ante las emergencias, sino que también hace suyo el objetivo más amplio de eliminar las causas subyacentes del hambre. Una vez que se han superado las preocupaciones inmediatas relacionadas con la alimentación, el PMA pasa a ocuparse de ayudar a construir o, en muchos casos, reconstruir vidas y poblaciones. El hambre crónica a menudo perdura mucho después de superada la crisis y puede llegar a provocar emergencias futuras. Por lo tanto, la finalidad de las actividades de rehabilitación y de desarrollo es apoyar a las personas en tanto trabajan para lograr un futuro mejor. La construcción de bienes, la educación de niñas y niños, la capacitación técnica y la rehabilitación nutricional son inversiones para evitar la reaparición del hambre. Salvar vidas es tan sólo el primer elemento de un enfoque multifacético. Ayudar a construir vidas seguras y productivas es también un objetivo apremiante.
K E N YA , 1 9 9 1
Jóvenes refugiados somalíes hacen cola para recibir alimentos del PMA en un campamento de refugiados en Kenya PMA/Fiona McDougall
LO
PROMETIDO ES DEUDA
El
alcance y magnitud de las actividades del PMA desde que respondiera a ese primer
terremoto en Irán hace 40 años han sido considerables. Entre 1962 y 2001, el PMA comprometió más de 30.000 millones de dólares EE UU para el socorro y el desarrollo, esto es, un promedio de 750 millones de dólares cada año. En ese período, la organización entregó más de 60 millones de toneladas de alimentos a 100 países.
Desde fines de la década de los ochenta, ha correspondido al PMA entre una cuarta y una tercera parte de las corrientes mundiales de ayuda alimentaria. La ayuda del PMA constituye una parte aún mayor de la ayuda alimentaria selectiva, esto es, entre un 40 y un 50% del total, según el año que se considere. De hecho, la mayor parte de los años, el PMA se ocupa de más AFGANISTÁN,
ABRIL DE
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En el campamento de refugiados de Shamshatu, refugiados afganos que escapan de la guerra y la sequía reciben alimentos y aceite para cocinar del PMA PMA/Clive Shirley
del 95% de todos los embarques de ayuda alimentaria selectiva multilateral enviados a todo el mundo.
Las actividades del PMA han sufrido marcados cambios en las últimas cuatro décadas. Las actividades como las de desarrollo, alimentos por trabajo y apoyo a programas de alimentación suplementaria para niños y mujeres gestantes y madres lactantes, que en 1975 representaban el 88% de la cartera de proyectos del PMA, hoy representan tan sólo el 14% de los recursos del PMA.
Este cambio refleja en gran parte el aumento del número de personas afectadas por catástrofes naturales en todo el mundo. La cantidad de crisis
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Las personas afectadas por el terremoto que azotó El Salvador en 2001 reciben asistencia del PMA PMA/Alejandro Chicheri
ocasionadas por condiciones climáticas extremas en la década de los noventa se triplicó en comparación con la década de los años sesenta. A fines de los años ochenta y en los años noventa se registró asimismo un gran aumento del número de refugiados y otras personas desplazadas por conflictos armados o inestabilidad política. Las mayores demandas de alimentos de urgencia debido a situaciones críticas se registraron en 1986, debido a la guerra entre Etiopía y Eritrea; en 1994, debido al genocidio en la región de los Grandes Lagos; y en 1997, en relación con el conflicto de los Balcanes y las hambrunas en la República Popular Democrática de Corea y en el Sudán. Como resultado de ello, en la última década, el PMA ha destinado prácticamente 12.000 millones de dólares EE UU de asistencia a las crisis humanitarias suscitadas por las catástrofes naturales y los enfrentamientos militares.
En la esperanza de que tales crisis humanitarias disminuyan en los próximos años gracias a mayores inversiones en sistemas de alerta temprana y diplomacia preventiva, el PMA ha mantenido las inversiones que realiza en el desarrollo, igualmente esenciales. Si bien la parte de alimentos asignada a las actividades de desarrollo decayó en la década de los noventa, perdura su importancia en tanto que inversión contra el hambre. La puntualidad de la intervención de emergencia y la eficacia de la selección de beneficiarios mejoran en gran medida cuando se integran actividades de desarrollo viables en los programas en los países, con el acuerdo de las contrapartes nacionales y otros colaboradores. Un programa de almuerzos escolares en funcionamiento o una red de seguridad basada en el empleo significa que ya están instaurados los mecanismos REPÚBLICA POPULAR D E M O C R Á T I C A D E C O R E A , 1998
Proyecto de alimentos por trabajo en la República Popular Democrática de Corea: los trabajadores que ayudan a reconstruir terraplenes reciben raciones de alimentos del PMA
de distribución, las instituciones administrativas y la distribución de alimentos correspondientes. Del mismo modo, el respaldo de la construcción de sistemas de riego o de una mejor ordenación de suelos y recursos hídricos son parte integral de la mitigación de los efectos de las catástrofes. Aproximadamente un 80% de las
PMA/Tom Haskell
actividades de desarrollo de los programas del PMA aprobadas en el año 2000 se centraron en ayudar a las personas vulnerables, que viven en zonas vulnerables, a sobrellevar las crisis a que pudieran estar expuestas.
K E N YA ,
F E B R E RO D E
2002
Proyectos de alimentación escolar del PMA como éste mejoran la asistencia y el rendimiento académico PMA/Paola Barbaglia
ALIMENTOS
En
PA R A L O S M Á S N E C E S I TA D O S
2001, el PMA entregó cerca del 93% de su ayuda a los países más
necesitados, por ejemplo, aquéllos con déficit alimentarios crónicos y carencias de moneda fuerte con que comprar alimentos (que se denominan países en desarrollo de bajos ingresos y con déficit de alimentos o PBIDA). A fines de la década de los ochenta ese porcentaje era del 81%. En cambio, tan sólo entre un 60 y un 70% de la ayuda alimentaria mundial de todo tipo de fuentes llegó a esos mismos países. Los recursos del PMA son donaciones y no préstamos y, por lo tanto, representan transferencias reales que no contribuyen a la deuda externa. Esto es crucial para los países más pobres, con restricciones en materia de alimentos, que se enfrentan a una deuda externa muy grande.
Si bien la región de Asia y el Pacífico recibió la mayor parte de la asistencia alimentaria del PMA en los años sesenta y principios de los setenta, a mediados de los setenta se produjo un viraje hacia África. En 2001, aproximadamente el 50% de la ayuda se dirigió al África subsahariana, lo cual reflejó el compromiso de larga data asumido por el Programa respecto de esa región. A lo largo de ese año, el PMA destinó 864 millones de dólares a esa región muy afectada por los desastres, con lo cual se convirtió en el mayor proveedor único de asistencia en forma de donaciones de todas las organizaciones de las Naciones Unidas.
En los últimos 40 años ha cambiado la lista de países que necesitan asistencia del PMA. Chile, Costa Rica, el Líbano, la República de Corea y Turquía fueron los primeros beneficiarios que no eran autosuficientes en lo que respecta a los alimentos. La ayuda alimentaria selectiva contribuyó a su desarrollo en momentos críticos; pero desde entonces han superado esa necesidad. Algunos de esos países han iniciado sus propios sistemas de protección social y transferido parte de los beneficios a los pobres mediante recursos alimentarios nacionales,
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en tanto que otros han concentrado las inversiones en la salud pública a fin de mejorar el bienestar alimentario y nutricional de sus habitantes: en ambos casos, los resultados han sido buenos.
En unos pocos casos, países que solían recibir ayuda alimentaria, como Grecia, Chile y la República de Corea, se han convertido por derecho propio en donantes. En los últimos años, Eslovaquia, Polonia y la India se unieron a los países que suministran alimentos a quienes pasan hambre fuera de sus fronteras. En cambio, algunos países, como la China y Tanzanía, han seguido recibiendo asistencia durante los 40 años de existencia del PMA. Esto no es en sí un signo de fracaso. Los beneficios locales
K O S OVO ,
ABRIL DE
1999
Un joven beneficiario del PMA sale de una panadería patrocinada por el organismo en Kosovo
que generan con el tiempo las intervenciones del PMA han contribuido a mejorar la productividad agrícola, la salud y la nutrición en esos países, y todas estas esferas desempeñan una parte importante en el crecimiento
PMA/Tom Haskell
de los ingresos nacionales. No obstante, el crecimiento por sí solo no elimina la inseguridad alimentaria en su totalidad. Cuando se le pide que continúe prestando apoyo, el papel del PMA puede ser fundamental para asistir a los países en su transición hacia la autosuficiencia. Al contener el hambre, los beneficios de otras inversiones en el desarrollo pueden dar frutos más rápidamente y de manera más sostenible. P Á G I NA S
SIGUIENTES:
S I E R R A L E O NA ,
F E B R E RO D E
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Refugiados de Liberia en Sierra Leona PMA/Tom Haskell
UNA
DIFERENCIA VISIBLE
M
ientras que los beneficios derivados de los cambios de política económica o la
inversión en investigación agrícola no son fáciles de ver, los que generan las transferencias de alimentos se ven muy fácilmente. A menudo, las familias pobres deben dedicar hasta las tres cuartas partes de sus ingresos a la obtención de alimentos. Las raciones de alimentos permiten a esas mismas familias gastar menos en alimentos y relativamente más en atención sanitaria y educación, esto es, la base para establecer medios de subsistencia más sostenibles. Las raciones de ayuda alimentaria equilibradas desde el punto de vista nutricional permiten el crecimiento y desarrollo de los niños, la superación de carencias fundamentales de nutrientes en mujeres gestantes y madres lactantes y una mayor productividad laboral de otros adultos.
COLOMBIA,
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Gracias a los programas de alimentación escolar suplementaria del PMA, los niños pequeños en Medellín (Colombia) reciben una comida nutritiva
Las mujeres son importantes aliadas en la lucha del PMA contra el hambre y la pobreza. La experiencia ha demostrado que las mujeres son un elemento central en la ecuación de la seguridad alimentaria. No sólo a menudo sufren excesivamente cuando el hambre es endémica, sino
PMA/Clive Shirley
que son quienes más se preocupan de solucionar los problemas de la alimentación doméstica. Al entregar la asistencia alimentaria directamente a las mujeres, el PMA procura asegurarse de lograr el mayor impacto posible con sus recursos, esto es, que sean consumidos por los niños que padecen hambre.
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NO
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S E T R ATA S Ó L O D E A L I M E N T O S :
S E T R ATA TA M B I É N D E L F U T U R O
I
ndependientemente de que los alimentos se entreguen en camiones, se lancen con
paracaídas desde un avión o se transporten en camellos, la característica común de las operaciones del PMA es su interés en las personas. Las personas que reciben la asistencia están detrás de todos y cada uno de los éxitos de sus proyectos.
Los beneficios que aporta la ayuda alimentaria del PMA en términos de desarrollo van mucho más allá del puro consumo. En los primeros años, el PMA experimentó con programas de apoyo industrial y minero, actividades de promoción ganadera y el establecimiento de reservas de alimentos de urgencia y fondos de estabilización de precios. No obstante, en los últimos años el PMA ha restringido el alcance de sus actividades centrándose en unas pocas actividades que se han sometido a prueba, y cuyos resultados se ha comprobado benefician a las personas más necesitadas.
En sus 40 años de existencia, el PMA ha perfeccionado sus conocimientos en tres esferas fundamentales de intervención:
• la satisfacción de las necesidades nutricionales especiales de los niños pequeños y de las mujeres gestantes y madres lactantes; • los programas de alimentación escolar; y • los programas de alimentos por trabajo.
Las mujeres gestantes y las madres lactantes, así como los niños pequeños, presentan necesidades nutricionales especiales. En pocas palabras, no sólo necesitan una cantidad suficiente de alimentos sino alimentos de la debida calidad, que les proporcionen los nutrientes necesarios para crecer y desarrollarse. El impacto del hambre prenatal y de los primeros años puede perdurar toda una vida. Con frecuencia no hay forma de reparar los daños mentales y físicos causados por graves carencias de vitaminas
y minerales durante el embarazo. Las inversiones que permitan que bebés y madres gocen de mejor salud son fundamentales para el futuro de los países.
En los últimos 40 años, aproximadamente el 15% de las inversiones efectuadas por el PMA en desarrollo, esto es, más de 1.500 millones de dólares EE UU, se han destinado principalmente a satisfacer las necesidades nutricionales especiales y sanitarias de los niños en la primera infancia y las mujeres gestantes y madres lactantes. Gracias a las raciones de alimentos del PMA, las mujeres que padecen hambre y que de otra forma no habrían podido asistir a clínicas de salud o sesiones de alfabetización, pueden hacerlo, puesto que los alimentos BOLIVIA,
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Las raciones de alimentos del PMA son un incentivo para que las mujeres vayan a clínicas como ésta, en Bolivia, para someterse a controles sanitarios antes y después del parto
que reciben compensan el costo del precioso tiempo empleado en asistir a las clases. Como resultado de ello, el hambre “oculta” de madres y niños puede atacarse directamente y es posible promover cambios a largo plazo en la prestación de cuidados.
PMA/Franz Lemmens
Históricamente, las mayores inversiones efectuadas en este sector se dirigieron a Asia. Un ejemplo muy conocido es el programa de Servicios integrados para el desarrollo infantil (SIDI) de la India. Este servicio, en funcionamiento desde 1976, ofrece alimentación suplementaria, vacunación, educación en materia de salud y nutrición, visitas médicas especializadas y educación no formal a casi 20 millones de mujeres y niños
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en edad preescolar que viven en regiones que padecen inseguridad alimentaria. La participación del PMA en el programa se traduce en el suministro de alimentos enriquecidos con micronutrientes y la prestación de apoyo educacional y logístico.
La segunda esfera primordial de intervención son los programas de alimentación escolar del PMA. Puesto que los niños bien alimentados tienen más probabilidades de concentrarse y ser productivos en la escuela, el PMA suministra comidas escolares nutritivas en comunidades pobres y que padecen inseguridad alimentaria a fin de aumentar la matrícula y la asistencia. La educación, como la buena salud, es esencial para el desarrollo a largo plazo. Para ayudar a disminuir la diferencia que existe entre niños y niñas en las culturas tradicionales, en donde las niñas suelen quedarse en el hogar, el PMA proporciona incentivos alimentarios para llevar al hogar destinados a las familias cuyas hijas van a la escuela. La ración
C A M B OYA ,
N OV I E M B R E D E
1998
En promedio, al PMA le cuesta alimentar a un niño en la escuela sólo 19 centavos diarios, es decir, 34 dólares EE UU anuales PMA/Jim Holmes
mensual ayuda a compensar la mano de obra doméstica que, de otra forma, la familia perdería. Se desprende de estudios realizados que las niñas educadas tienden a casarse más tarde, tienen menos hijos, y más saludables, y pueden aspirar a mejores empleos.
Ajustándose a lo dispuesto en sus Compromisos relativos a la mujer, el PMA destina un 50% de los recursos a la educación en países como
Pakistán, Níger y Yemen a fin de promover una mayor tasa de asistencia escolar femenina. Desde 1962, el apoyo a las escuelas y otros programas de alfabetización y formación representa casi el 25% de la totalidad de los recursos de desarrollo del PMA.
El PMA también suministra alimentos a cambio de trabajo para crear bienes comunitarios y mejorar la infraestructura rural. Los alimentos son, a menudo, una forma más atractiva de pago de la mano de obra manual que el efectivo, en países que cuentan con mercados poco desarrollados y donde los precios de los alimentos fluctúan enormemente y la mayor parte de los ingresos familiares debe destinarse a los alimentos. Para lograr diversificar los medios de subsistencia y alcanzar la autosuficiencia es fundamental ayudar a las personas H A I T Í , 1983
Las raciones de alimentos del PMA sirven como incentivo para aprender en un centro de alfabetización y labores manuales destinado a niñas adolescentes en Haití
pobres a construir y preservar bienes productivos. Al ofrecer empleo temporal o periódico a quienes necesitan asistencia, al tiempo que se construye la infraestructura deseada a escala local —como caminos rurales, presas y pequeños puentes— o bien al proteger el medio ambiente
PMA/J. Van Acker
con terrazas de tierras mejoradas, el PMA ayuda a las familias y las comunidades a construir su propio futuro. Del año 1962 al 2001 el PMA asignó casi el 60% de sus recursos de desarrollo a la creación de bienes y la mejora de los recursos naturales.
AFGANISTÁN, 2002
El programa de alimentos por trabajo del PMA en Afganistán ayuda a mejorar los caminos en todo el país tras años de conflictos PMA/Alejandro Chicheri
PERÚ,
ABRIL DE
1999
Una panadería financiada por el PMA en Perú ofrece a las mujeres del lugar la posibilidad de ganarse la vida PMA/Clive Shirley
Todas estas intervenciones tienen múltiples objetivos, como lograr un mayor consumo de alimentos y un mayor acceso a bienes físicos y humanos o promover un desarrollo comunitario amplio. Efectivamente, las intervenciones que logran buenos resultados dependen siempre de asociaciones eficaces que permitan ver las actividades como algo valioso y, por ende, sostenible. La ayuda alimentaria puede intensificar los compromisos locales y generar coaliciones que ayuden a tajar de raíz la inseguridad alimentaria; pero para que este empeño dé frutos, el PMA necesita el respaldo de las organizaciones comunitarias, las instituciones gubernamentales locales y las distintas comunidades. Actualmente, el PMA trabaja con más de 870 organizaciones no gubernamentales (ONG) nacionales y locales, así como con 250 ONG internacionales. Esta extensa colaboración genera un sentimiento de pertenencia y de respaldo a la acción colectiva.
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SIN
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E S PA C I O PA R A E L T R I U N FA L I S M O
En
los años sesenta, casi la tercera parte de los niños de los países en desarrollo
morían antes de cumplir 5 años. Cuarenta años más tarde, gracias a las mejoras que se introdujeron en el suministro de alimentos y la atención sanitaria, la reducción de la pobreza y las medidas selectivas contra el hambre esa tasa se ha podido reducir al 10%. Pueden también citarse otras experiencias exitosas. El número de adultos con desnutrición crónica pasó de más de 950 millones en 1970 a 815 millones en 2000. El número de niños con peso insuficiente se redujo de 221 millones en 1980 a 160 millones hoy en día, y se prevé que siga disminuyendo hasta llegar a los 120 millones antes del año 2020. Se trata de hechos asombrosos si se tiene en cuenta que la población del mundo prácticamente se duplicó en ese período. V I E T NA M ,
Y sin duda son logros valiosos conseguidos a costa de mucho trabajo; pero no hay que bajar la guardia. Incluso si en las próximas décadas se llegara a mejorar el estado nutricional conforme a lo previsto, cientos de millones de personas seguirán padeciendo hambre e inseguridad alimentaria a largo plazo. En los últimos 40 años aumentó drásticamente la producción cerealera mundial, con lo cual la energía alimentaria disponible de todo tipo de fuentes en el mundo aumentó de 2.255 kilocalorías diarias por persona en 1961 a unas 2.800 kilocalorías diarias por persona en 1998. Pese al continuo crecimiento demográfico, se prevé que el nivel de energía disponible alcance 3.015 kilocalorías diarias por persona en el año 2020. Con todo, no sólo está disminuyendo en casi todas partes la tasa de crecimiento del rendimiento de los cultivos
OCTUBRE DE
1979
Trabajadores construyendo un canal de contención de inundaciones y de riego cerca de Nam Thach Han, a cambio de alimentos del PMA PMA/Franco Mattioli
sino que la degradación ambiental vinculada a los rápidos logros de los últimos años ya está limitando la productividad de las zonas que más se habían beneficiado en el pasado. Por lo tanto, en las próximas décadas no resultará más fácil que antes aumentar de forma sostenible el suministro de alimentos: posiblemente será incluso más difícil. Sigue siendo importante lograr innovaciones tecnológicas en la agricultura.
Además, la malnutrición sigue siendo un factor que influye en más de la mitad de los casos de niños menores de cinco años que mueren en los países en desarrollo, esto es, casi 12 millones de niños. Muchas familias se ven SUDÁN,
N OV I E M B R E D E
1998
limitadas a un régimen
Beneficiarios en el Sudán regresan a sus hogares tras recibir raciones de cereales y aceite comestible del PMA lanzadas desde el aire
alimentario de féculas poco adecuado, que las enfrenta al riesgo
PMA/Tom Haskell
variaciones estacionales de disponibilidad de alimentos, problema
de padecer carencias de vitaminas o nutrientes, especialmente graves cuando se trata de hierro, yodo, vitamina A, cinc y calcio. Otras sufren
especialmente peligroso para los niños en edad de crecimiento. Los regímenes alimenticios inadecuados junto con una mala atención sanitaria y un saneamiento deficiente aumentan la susceptibilidad ante las enfermedades, las dificultades de aprendizaje de los niños, los problemas de coordinación y de movilidad, las deficiencias de estatura de los adultos y el brote de enfermedades crónicas que despiertan en la vida adulta (como la diabetes, enfermedades cardíacas y posiblemente obesidad provocada por la pobreza).
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PA K I S T Á N , 1 9 9 8
Las raciones de alimentos del PMA, con su composición nutritiva equilibrada, permiten que los niños de pecho, los niños en edad preescolar, y las mujeres gestantes y madres lactantes de Pakistán superen carencias de nutrientes esenciales PMA/Susan Manuel
Estas limitaciones de salud son un importante motivo que explica la baja productividad de la mano de obra agrícola, la lenta asimilación de las innovaciones tecnológicas y la menor resistencia de las familias pobres a los riesgos externos (como sequías, inundaciones o epidemias) y que, por consiguiente, se traducen en una mayor inseguridad alimentaria.
Así que no hay tiempo que perder. El futuro es siempre incierto, pero para millones de familias que pasan hambre, el futuro es sumamente claro: angustia, frustración, menor capacidad y muerte prematura. El PMA está resuelto a cambiar ese futuro prosiguiendo su campaña contra el hambre.
EL PMA: “UNA
MANERA EFICAZ DE SUPERAR
LA MISERIA EN DONDE REINA LA TIRANÍA” [George McGovern, 1962]
Al
finalizar los tres años "de prueba" del PMA, sus éxitos fueron ampliamente
elogiados, y se recomendó la continuación de la labor de esta institución experimental, por tiempo ilimitado, mientras siguiera existiendo la necesidad de suministrar ayuda alimentaria multilateral (PMA, 1965). Y sigue existiendo. Tras inicios modestos —ayudar a unas 10.000 personas en tres países en 1962— el PMA ha alcanzado importantes logros: en 2001 brindó asistencia a 77 millones de personas en 82 países.
Si hoy en día el PMA no existiera, tendría que inventarse. La ayuda alimentaria multilateral seguirá desempeñando una función vital en la lucha contra el hambre. En vista de sus 40 años de experiencia, es posible que se pida al PMA que en el futuro tenga una función aún más N I C A R AG UA , 1996
N OV I E M B R E
dinámica que en el pasado. No es
DE
Niños de preescolar en Nicaragua reciben una bebida nutritiva de media mañana y un almuerzo con la ayuda del PMA PMA/Lou Dematteis
posible no hacer nada. Sigue habiendo presiones. Debe mantenerse la promesa de alimentos. Las palabras son pobre consuelo para los niños que padecen hambre. Sólo la acción puede combatir con éxito la continua tiranía del hambre.
PMA/Sherri Dougherty
EL PMA: 40
ZAMBIA,
SEPTIEMBRE DE
AÑOS COMBATIENDO EL HAMBRE
2002
James T. Morris, Director Ejecutivo del PMA, con uno de los 180 niños empobrecidos del Asilo y Centro de atención diurna infantil de Chilanga donde el organismo ofrece asistencia alimentaria PMA/Brenda Barton
Bibliografía CAC/SCN (Subcomité de Nutrición del Comité Administrativo de Coordinación). 2000. Third Report on the World Nutrition Situation. Ginebra (Suiza). ACC/SCN. McGovern, G. 2001. The Third Freedom: Ending Hunger in Our Time. Nueva York, N.Y. Simon & Schuster. 1961. Alocución del Excmo. Sr. George S. McGovern, delegado de los Estados Unidos de América ante el Comité Asesor Intergubernamental de la FAO, Roma, 10 de abril de 1961. Reimpresión en la FAO. 1961. Development Through Food. Roma. PMA (Programa Mundial de Alimentos). 1965. Recomendaciones del Comité Intergubernamental al Comité Económico y Social de las Naciones Unidas y al Consejo de la FAO sobre el futuro del Programa Mundial de Alimentos. MO/IGC. 7/19, 30 de abril. Shaw, D. J. 2002. The UN World Food Programme and the Development of Food Aid. Nueva York. N.Y. Palgrave. Singer, H.; J. Wood y T. Jennings. 1987. Food Aid: The Challenge and the Opportunity. Oxford. Oxford University Press.
Impreso en enero de 2003
: 40 AÑOS
PMA
EL
COMBATIENDO EL HAMBRE
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