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PODA DE PINO NEGRO (PINUS THUMBERGII) Los Pinos son uno de los tres géneros clásicos de árboles usados como bonsái en todo el mundo, aunque son uno de los más difíciles de entender, modelar y podar. Las especies de hoja perenne (y muchas coníferas, como los juníperos) producen continuamente hojas y brotes durante los periodos de crecimiento que requieren la poda continua usando unas técnicas que pueden aplicarse al árbol cualquiera que sea su variedad.. Estas técnicas, sin embargo son inapropiadas para los patrones de crecimiento de los pinos. Aunque son especies perennes, solo tienen una brotación y, por esto, se les debe aplicar una técnica diferente de poda . Las técnicas de poda del pino en realidad son muy sencillas, no obstante el intentar aprenderlas puede ser muy confuso porque hay mucho consejo contradictorio ofrecido en publicaciones y libros de Bonsai. Esta confusión se presenta normalmente por el intento de las publicaciones de Bonsai de ser demasiado específicas sobre la época exacta del año en que ciertas técnicas deben ser realizadas. Desafortunadamente, diversas especies del pino requieren la poda en diferentes momentos del año; diversos climas también afectarán el adelanto del crecimiento del pino en el año y éste también crea la confusión al intentar seguir el consejo que se ha escrito para un clima diferente. Mi opinión personal es que es más fácil aprender a podar pinos por la observación de la pauta de crecimiento de tu propio árbol en tu propio ambiente. Esto te asegura de que tu árbol esté podado correctamente, en el tiempo correcto, cuando tu árbol es listo; y no simplemente porque estás en una época determinada del año. Los pinos negros japoneses son especies vigorosas, particularmente en climas calientes, otros pinos de aguja con suficiente vigor responderán de forma similar. • •
El Pino mugo requiere un tratamiento diferente en la poda y trasplante También es diferente el Pino blanco, parviflora o pentaphylla
Características de crecimiento del pino Los pinos tienen una dominancia apical extrema. Esto significa que su área más vigorosa de crecimiento está siempre hacia la copa del árbol. Si se deja el árbol sin podar, todo el crecimiento se centra en el ápice/la copa del árbol a expensas de los ramas más bajas y el follaje, que, con el tiempo se debilitará y morirá. Un pino sin poda o mal podado exhibirá casi siempre características de copa densa con poco crecimiento interno cerca del tronco, que es inadecuado para los bonsai. Los pinos pueden producir los brotes dondequiera de tengan agujas aunque es raro que broten excepto por las puntas de crecimiento. Es muy difícil forzar el brote posterior de los pinos en el tronco o las ramas; sin una poda cuidadosa, las ramas pueden estar totalmente peladas con excepción de una bola del follaje en su extremo. Diagrama mostrando las áreas de vigor de un pino Área 1 la más vigorosa. Área 2 vigor medio. Área 3 el área menos vigorosa
Típicamente, el otro fallo grave con pinos no podados que debe ser evitado es la tendencia natural a producir “acúmulos” de brotes en el extremo de las ramas de se alargan dando múltiples ramas secundarias feas y que crean problemas de engrosamiento en el punto de la rama (o el tronco) de donde salen. Debido a estas características del crecimiento, es necesario comenzar a formar los pinos desde una edad temprana, los pinos que no se podan mientras que desarrollan sus troncos pueden tener una estructura del rama poco o nada conveniente de para aprovechamiento cuando se vaya a modelar. A menudo, en estos casos el injerto es la única manera de conseguir ramas abajo en el tronco. Diagrama mostrando las áreas de vigor de una rama de pino Área 1 la más vigorosa. Área 2 vigor medio. Área 3 el área menos vigorosa
La mejor manera de desarrollar un tronco grueso en un pino mientras tratamos de conseguir ramas inferiores es cultivar los brotes bajos e internos que serán las futuras ramas y permitir, a la vez el crecimiento libre de ramas superiores que luego serán sacrificadas. Poda fuerte/ Eliminación de ramas La poda de ramas se realiza casi siempre cuando el crecimiento de los árboles se enlentece desde finales de otoño hasta primavera para evitar una pérdida de savia excesiva. Al podar en invierno es siempre mejor dejar un pequeño trozo cerca del tronco. Dejar un trozo de rama nos da la oportunidad en el futuro de crear jins y también permite puentear la rama que falta, reduciendo la pérdida de savia. La poda cerca del tronco y el ahuecado se realiza mientras que aún está semi-inactivo al principio de la primavera para que las cicatrices curen lo más aprisa posible con el tirón primaveral. Es mejor ser conservador en las podas fuertes y reducción de tamaño de los pinos. La reducción severa sin tener dejar un tiempo de recuperación puede ser fatal particularmente con los árboles viejos o grandes. Reducir los troncos y/o las ramas grandes gradualmente durante una serie de temporadas de modo que el árbol se pueda ajustar. Alambrado de Pinos Así como una herramienta útil para formar y colocar troncos y ramas, el alambrar es una manera eficaz de distribuir energía y vigor a través de un pino. Cuando el tronco o las ramas de un pino se alambran, el flujo de la savia a su través se retarda de modo que no toda la energía va directamente a las extremidades de las ramas. Hay muchas escuelas de pensamiento en cuanto a cuando es la época correcta de alambrar un pino. Algunos dicen que debes alambrar solamente a finales de otoño o invierno ya que el cambium es menos activo durante este tiempo y el daño es más reducido. Otros entusiastas de los bonsais recomiendan alambrar durante el verano en que cualquier daño a las ramas se pueden reparar inmediatamente porque el árbol está creciendo activamente. Mi sensación personal es que es mejor alambrar a finales de otoño e invierno; las ramas del pino tienden a engrosar rápidamente durante el verano tardío y hay un mayor riesgo del daño del alambre. El alambrar después de este tiempo significa que el alambre puede permanecer en su lugar
hasta el verano siguiente momento en el cual la rama debe haberse fijado en su sitio correctamente. MEJORANDO LA RAMIFICACION La poda de los pinos para la formación del follaje y de las ramas se puede dividir en cuatro campos fundamentales; la selección de yemas, pinzado de velas, ajuste de brotes y limpieza de agujas. Selección de yemas El desarrollo de la estructura de las ramas en un bonsái dicta que los extremos de las ramas deben bifurcarse y subdividirse en solamente dos ramas secundarias más pequeños. Según lo indicado previamente, los brotes del pino salen frecuentemente en racimos en el extremo. . La regla básica en la selección de brotes es seleccionar dos de los brotes y quitar el resto de modo que cuando los brotes crezcan, formen una bifurcación. De izquierda a derecha; Imagen 1: Ejemplo de un típico racimo de yemas Imagen 2: Un racimo en área dominante debe ser reducido a dos yemas débiles Imagen 3: Un racimo en un área débil debe ser reducido a dos o tres yemas fuertes
Los brotes necesitan continuamente ser reducidos a dos según aparecen, en otoño y en primavera. El elegir cuáles dos deben ser conservados necesita una cierta consideración. Los pinos como ya dijimos, son apicalmente dominantes, por lo que las áreas superiores y externas pueden (y deber) ser refrenadas por la selección y la eliminación cuidadosa de yemas. Las áreas Apicales de un pino pueden producir 5 o más yemas en un brote terminal, quitando los brotes más grandes y más fuertes y conservando los dos más pequeños y más débiles, el vigor se vuelve a dirigir a las zonas internas y a áreas más bajas del árbol. Inversamente, en las ramas más bajas y más débiles se deben conservar sus dos o tres yemas más grandes, más vigorosas para mantener más vigor en ellos. Si un tercer brote se conserva en un rama débil puede ser quitado más adelante cuando ya ha realizado su trabajo. Para mejorar la buena estructura de las ramas, siempre que sea posible, se deben conservar los brotes que aparecen en los lados de un crecimiento en vez de los centrales. De izquierda a derecha; Imagen 1: Apariencia de brote antes de selección en primavera. Imagen 2: Después de selección de yemas. Imagen 3: Después del alargamiento de yemas en dos nuevas ramas en verano. Note la apariencia de un posterior juego de yemas desarrollado en los nuevos ápices.
Pinzado de velas En primavera, las yemas que has conservado alargarán las velas, su tamaño estará en relación a la fuerza individual y vigor de cada vela. Para asegurarse de que la extensión del crecimiento esté regulada y la energía se disperse uniformemente por todo el árbol; estas velas necesitan ser pinzadas. La cantidad en que cada vela debe reducirse depende de su posición dentro de la estructura del árbol y de su propósito futuro. Después de que las velas
hayan extendido sus nuevos crecimientos y ramas, será en sus extremos en los que aparecerán las yemas del año próximo. Como en la selección de yemas, las velas que crecen en áreas más vigorosas del árbol se deben reducir en gran medida más que las velas que crecen en áreas más débiles o internas. Si se quiere una nueva rama o sub_rama la vela se puede dejar sin pinzar para que crezca ; sin embargo se debe observar que la energía de los árboles no sea sea dirigidas a ellos a expensas de otras áreas. Las velas dejadas sin pinzar para aumentar el vigor en áreas débiles o desarrollar nuevos ramas pueden ser reducidas a una longitud deseable una vez que hayan alargado y hayan endurecido completamente, en ella pronto aparecerán brotes en su extremo. El momento de pinzar velas influirá en donde se formarán los nuevos brotes. El pinzar las velas antes de que salgan las agujas obligará a que las nuevas agujas se formen en la base de la vela El pinzado después de que empiecen alargar las agujas producirá que las nuevas yemas se formen en el extremo del nuevo brote No pinzar todas las velas a la vez. Comenzar a pinzar las áreas más débiles del árbol primero y acabar con las áreas más fuertes 2-3 semanas más adelante. Generalmente, las velas que crecen en áreas vigorosas de un pino se deben reducir por lo menos el 1/2 a 2/3, y las velas en áreas débiles se deben reducir por no más que un 1/3. Limpieza de agujas La limpieza de agujas es una herramienta muy útil para el mantenimiento del pino. Permite que el aire y la luz penetren el follaje externo para aumentar la salud y el vigor de los brotes y de ramas internos. También ayuda a separar energía a través del árbol de la misma forma que la selección de yemas y el pinzado de velas. Al final del otoño o comienzo de invierno tanto las agujas nuevas como las viejas se eliminan según su posición respecto al árbol. El principio que está tras la limpieza o eliminación de agujas es que cuanto más follaje o agujas tiene una rama , más vigorosa es; reduciendo la cantidad de agujas en un área vigorosa del árbol (tal como el ápice) en comparación al número de agujas que tiene un área débil, el vigor es distribuido más uniformemente. De izquierda a derecha; Imagen 1: crecimiento bajo o interior Imagen 2: crecimiento medio Imagen 3: crecimiento superior o exterior
Como norma básica dejar menos agujas en los brotes altos y y más en los más débiles, baos o en los brotes internos. A menudo no se elimina ninguna aguja de brotes internos para preservar su vigor. El número real de agujas se quitan dependerán de las necesidades y de la fuerza del árbol. Con un árbol muy vigoroso puede ser posible dejar menos de 4 pares en las ramas superiores, 6 o 7 en las ramas medias y 8-12 en los ramas más bajos. Basa tu número de principio en los brotes más bajos, más débiles puesto que sólo puedes disminuir fuerza con esta técnica y no aumentarla. No quitar tantas agujas que el vigor total del árbol o del rama se pierda. Ajuste de los brotes o crecimientos y forzado de la brotación trasera Forzar el brote trasero del pino es difícil normalmente. Sin embargo, el ajuste del crecimiento es una técnica útil para intentar forzar el brote trasero y generalmente el aumento del número de yemas en un árbol.
Todos los brotes se deben permitir crecer sin obstáculos en la estación de crecimiento. En otoño, todo el crecimiento del año se quita dejando solo las agujas del año anterior . Esto hará al árbol producir una gran cantidad de brotes en las extremidades de las rama y fomentar en brote trasero a lo largo de los ramas, así como, a veces, en la vieja madera. Esta técnica es sin embargo muy agotadora para el árbol y se debe realizar solamente en especímenes sanos y vigorosos. REDUCCIÓN DE AGUJAS A menudo es necesario con los bonsai más grandes de pino reducir la longitud de las agujas para ayudar a refinan la imagen del árbol. Ha sido a menudo recomendado para lograr la reducción de la aguja el reducir la cantidad de agua y de fertilizante disponibles al árbol durante la primavera de modo que el nuevo crecimiento de la aguja sea limitado; literalmente “muriendo de hambre” el árbol. Esto no es una técnica satisfactoria pues exige deliberadamente el debilitar al árbol y el reducir su vigor durante un número de semanas. Hoy en día, hay una nueva técnica que nos ayuda a reducir el tamaño de las agujas limitando el tiempo que el árbol tiene para crecer las agujas hasta que para el crecimiento en invierno Dejar que los brotes crezcan en primavera y verano. En pleno verano, cortar los brotes nuevos dejando solamente las agujas del año pasado. En las semanas próximas se formarán las yemas nuevas; éstas deberán reducirse a dos según lo ya dicho. Estos brotes nuevos no se convertirán en velas, sino brotarán agujas nuevas rápidamente. No tendrán bastante tiempo en el resto de la estación de crecer largos dando por resultado un sistema de agujas reducidas.. De izquierda a derecha: Imagen 1: Dos velas dejadas crecer hasta crear ramas. Imagen 2: Después del ajuste en verano Imagen 3: Yemas resultantes.
Esta técnica se debe realizar solamente en los pinos que tienen un tronco establecido y una estructura de ramas. Usar esta técnica disminuirá el vigor del árbol y de su capacidad de engordar ramas y troncos; la reducción de agujas debe ser la última etapa en el desarrollo de un pino bonsai