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SEMANA VOCACIONAL 2015 NOCHE CON JESÚS
“Porque las vocaciones se conquistan de rodillas” 1. MOTIVACIÓN La vocación es un don gratuito fruto del amor de Dios a los hombres, por eso como elemento fundamental en la Semana Vocacional, queremos resaltar la importancia de rezar para que, ''el dueño de la mies… mande obreros a su mies'', y así nuestra oración se convierta en el clamor de una iglesia que de rodillas pido el don de la vocación para sus jóvenes, convencida que “las vocaciones se
conquistan de rodillas”. SIGNO: poner varios velones apagados delante del Santísimo (jóvenes que aun no se deciden a seguir al Señor), el cirio pascual encendido, y las curas. Yo siento, Señor Yo siento, Señor, que Tú me amas. Yo siento, Señor, que te puedo amar. Háblame, Señor, que tu siervo escucha. Háblame, ¿qué quieres de mí? Señor Tú has sido grande para mí en el desierto de mi vida, háblame. Yo quiero estar dispuesto a todo. Toma mi ser, mi corazón es para Ti. Por eso canto tus maravillas, por eso canto tu amor. Por eso canto tus maravillas, por eso canto tu amor.
La ra la la ra la, la ra la la ra la, la ra la, la la ra la. Te alabo, Jesús, por tu grandeza; mil gracias te doy por tu gran amor. Heme aquí, Señor, para acompañarte; heme aquí, ¿qué quieres de mí?. Señor, Tú has sido grande para mí en el desierto de mi vida, háblame.
2. EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO Y ADORACIÓN Bendito, alabado y adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar. R/Sea para siempre bendito y alabado. Mi Jesús sacramentado, mi dulce amor y consuelo. R/Quien te amara tanto que de amor muriera.
Pautas para la oración introductoria Los Jóvenes de hoy deben dejar que Jesús los mire con cariño, les muestre el sufrimiento de la gente, para así aceptar la invitación que les hace de ser sus ministros, y a través de los sacramentos y la práctica de la caridad, curar el corazón de quienes sufren. Nuestra mirada hoy estará puesta en Jesús Eucaristía, quien pasa, mira nuestras necesidades, nuestro sufrimiento y nuestras luchas, se compadece de nosotros y llama a algunos a trabajar en su viña. Momento de silencio: 3. MOMENTO DE LA PALABRA
Canto: Oigo tu Palabra Oigo tu palabra que me vivifica, mi salvación será la escucharé Señor, mi Dios. Dime tu palabra y seré dichoso. Has que florezca en mí y te la vuelva a Tí, Señor.... Texto Bíblico Mt 9, 35-38.
Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia.
36. Y al ver a la muchedumbre, sintió compasión de ella, porque
estaban vejados y abatidos como ovejas que no tienen pastor. 37. Entonces dice a sus discípulos: «La mies es mucha y los obreros pocos. 38. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies . Palabra del Señor Pautas para la reflexión: SUBSIDIO : CUENTO BUSCANDO EL OCEANO "Usted perdone", le dijo un pez a otro. "Es usted más viejo que yo, y con más experiencia que yo, y probablemente podrá usted ayudarme.
Dígame: ¿dónde puedo encontrar eso que llaman Océano? He estado buscándolo por todas partes sin resultado". "El océano", respondió el viejo pez, "es donde estás ahora mismo". "¿Esto?", replicó el joven pez totalmente desilusionado. "Pero si esto no es más que agua…. Lo que yo busco es el Océano!", y se marchó a buscar en otra parte. ¡Deja de buscar, pequeño pez! No hay nada que buscar. Sólo tienes que estar tranquilo, abrir los ojos y mirar. ¡No puedes dejar de verlo!
Nuestra vida siempre está sumergida en Dios, Él siempre está con nosotros, siempre pasa por nuestra vida, pero muchas veces la juventud, los miedos, los caprichos, no dejan que lo experimentemos, que lo sintamos, por eso tu voz, tu vida, tu oración servirá para abrir los ojos de muchos que cierran sus vidas a la mirada, al llamado del Señor.
La presencia de Jesús en nuestras vidas es permanente y llena de sentido: enseña, proclama y sana. Elementos que dejan huella en la historia de las personas
“y al VER a las personas…” Jesús nos ve, con cariño, con amor, con misericordia. Su mirada se convierte en respuesta a nuestras necesidades; viéndonos, sabe qué necesitamos y en qué podemos servirle.
Por eso
debemos dejarnos VER por Jesús.
Ahora somos nosotros quienes entramos en acción, Jesús pasó, puso su mirada en nosotros y nos invita a orar. Él sabe que nuestro clamor no será en vano, que nuestra necesidad no quedará sin respuesta, nuestra vida, nuestra voz hecha oración tendrá como recompensa la respuesta de Dios.
4. MOMENTO DE CONTEMPLACIÓN Luego de la reflexión se propone un momento de contemplación, insistiendo que es un momento para dejarse ver por JESÚS (Música de fondo)
5. MOMENTO DE ORACIÓN Ahora se invitará a uno o varios lectores, para que hagan las preces, y mientras se canta el coro de la siguiente canción después de cada petición, alguien de la asamblea se acerca y enciende un cirio significando que nuestra oración y nuestra disponibilidad a la mirada de Jesús, enciende nuevas vocaciones. Quien encienda el cirio debe tomar una cura Respondemos cantando: Me has seducido, señor, con tu mirada. Me has hablado al corazón y me has querido. Es imposible conocerte y no amarte. Me es imposible amarte y no seguirte. ¡me has seducido, señor! Señor, muchos jóvenes al igual que el joven rico llegan a ti con la ilusión de seguirte, pero son tantos sus apegos que finalmente se marchan tristes por no ser capaces de renunciar, hoy oramos de rodillas por ellos, que tu mirada los seduzca más que sus intereses. Canto, me has seducido Señor… “hasta no ver no creer” dijo Tomás. Así muchos jóvenes dudan de tu presencia viva, de tu mandato de ir a predicar la buena nueva. De rodillas te pedimos Señor por estos jóvenes para que abran sus ojos, te vean, crean y sean testigos de tu resurrección Canto, me has seducido Señor… Hay muchos jóvenes que se han montado en tu barca, y quieren asumir el timón de la iglesia, pero el miedo les está hundiendo su vocación, de rodillas te pedimos por ellos Señor, para que sientan que tu mano los rescata de las turbulencias del mundo. Canto, me has seducido Señor…
Señor pasa hoy por la vida de quienes estamos aquí reunidos, derrama sobre nosotros tu misericordia y llámanos a tu servicio. Canto, me has seducido Señor…
Luego y para finalizar se le pide que de rodillas delante del Santísimo se rece la siguiente oración (se les puede entregar el separador)
ORACIÓN POR LAS VOCACIONES SACERDOTALES (BENEDICTO XVI) Padre, haz que surjan entre los cristianos numerosas y santas vocaciones al sacerdocio, que mantengan viva la fe y conserven la grata memoria de tu Hijo Jesús Mediante la predicación de su palabra y la administración de los sacramentos con los que renuevas continuamente a tus fieles. Danos santos ministros del altar, que sean solícitos y fervorosos custodios de la Eucaristía, sacramento del don supremo de Cristo para la redención del mundo. Llama a ministros de tu misericordia que, mediante el sacramento de la reconciliación, derramen el gozo de tu perdón. Padre, haz que la Iglesia acoja con alegría las numerosas inspiraciones del Espíritu de tu hijo y, dócil a sus enseñanzas, fomente vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada. Fortalece a los obispos, sacerdotes, diáconos, a los consagrados y a todos los bautizados en Cristo para que cumplan fielmente su misión al servicio del evangelio. Amén. 6. BENDICIÓN CON EL SANTÍSIMO Canción:
Cantemos al amor de los amores o Tamtum Ergo
Bendito, alabado y adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar. R/Sea para siempre bendito y alabado.
Mi Jesús sacramentado, mi dulce amor y consuelo. R/Quien te amara tanto que de amor muriera. Incensación
Les diste el pan del cielo. R/Que contiene en sí todo deleite Oremos: Oh Dios, que en este sacramento admirablenos dejaste el memorial de tu Pasión,te pedimos nos concedas venerar de tal modolos sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu Redención.Tú que vives y reinaspor los siglos de los siglos. Amén. Alabanzas finales:
Bendito sea Dios. Bendito sea su santo nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Bendito sea el nombre de Jesús. Bendito sea su sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima sangre. Bendito sea Jesús en el santísimo sacramento del altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e inmaculada concepción. Bendita sea su gloriosa asunción. Bendito sea el nombre de María, virgen y madre. Bendito sea san José, su castísimo esposo. Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos. Señor danos sacerdotes Señor danos muchos sacerdotes Señor danos sacerdotes santos.
Bendición con el Santísimo en la custodia