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PREGÓN DE LAS FIESTAS DE MOROS Y CRISTIANOS DE VILLENA 2013 VILLENA, “TIERRA DE TESOROS” Excelentísimo Sr. Alcalde, Sra. Concejala de Fiestas, Autoridades, Sr. Presidente de la Junta Central de Fiestas, Sr. Presidente de la Junta de la Virgen, Regidoras Marta y Cynthia, queridos amigos festeros moros y cristianos. Buenos días. Muchas gracias por acompañarnos en este “Día Grande” y por concederme el gran honor de pregonar las Fiestas Patronales de Moros y Cristianos, 2013. Fiestas que se pregonan por sí solas por su elevada categoría y prestigio. Ante dicho privilegio, no encuentro más motivo que vuestra generosidad y el gran afecto que os tengo. Quiero dar la bienvenida a todas aquellas personas que nos visitan, y mandar un recuerdo muy especial y un fuerte abrazo a los villeneros y villeneras ausentes cuyo corazón está ahora con nosotros. Aunque mi presencia en este balcón es para anunciar las Fiestas, permitidme que os diga que: “Una va donde le lleva la vida” Y la vida me trajo de Lorca a Villena, tierra de gente acogedora, tras finalizar mis estudios universitarios de Geografía e Historia, para iniciar mi actividad profesional como profesora en el Instituto “Hermanos Amorós” y, hasta hoy. Corría el año 1976. A Villena le debo lo que soy tanto a nivel personal como profesional y viceversa. Así que queridos alumnos y alumnas: Gandía, Sánchez, Velasco, Martínez, Gil, Poblaciones, Pardo, Gazabat, Rodríguez, Sam, Calabuig, Lozano, Micó, Egido, Pérez, Forte, García, Galbis, Esquembre, Medrano, Moreno, Juan, Payá, Hernández, Menor, Domene, Cutillas, Tecles, Gómez, Abellán, Esteban, Mullor, Carrión, Ruiz, Flor… Es imposible nombraros a todos pero sabéis que os llevo en mi corazón. No os preocupéis los que no estáis; sé que fuerzas mayores os han impedido estar en esta clase tan especial. Además, no os nombro para poneros falta, quiero que sepáis que: agradecer es dar, compartir; es caminar juntos por la vida y, en ese caminar, la gratitud nos hace crecer a todos. Por ello, gracias por lo que he aprendido a lo largo de estos años con vuestras preguntas, respuestas, comentarios, dichos, ocurrencias… A vosotros, pueblo de Villena, he de deciros, en palabras de Antonio Muñoz Molina y que hago mías, que “el amor por una ciudad es tan inmediato, tan intuitivo, tan irrevocable, como el amor por una persona. Se huele en el aire, se percibe en la luz, en los primeros minutos de la primera llegada. El tiempo, los regresos, los periodos de ausencia, fortalecen su hondura”. Gracias por lo que me habéis aportado a nivel personal. Aquí he formado mi familia y aquí quiero y me siento querida.
Os voy a hacer una confesión. A veces he pensado… ¿Cómo podría yo reunir a todos para mostrarles mi agradecimiento? Y… qué casualidad, que nuestro alcalde, como si me hubiera leído el pensamiento, ha hecho ese deseo realidad. Gracias, alcalde. Villeneros y villeneras: “Nada grande se hace sin pasión”. Y pasión es lo que habéis puesto a lo largo de vuestra historia, plagada de grandes acontecimientos históricos y personajes. Fruto de ello es el gran Patrimonio Cultural que atesoráis para orgullo, deleite y admiración de propios y foráneos. Villena posee uno de los conjuntos prehistóricos más importantes de España y de Europa, como lo demuestra el conocido mundialmente “Tesoro de Villena”, que junto con el del Cabezo Redondo cumple 50 años de su hallazgo. Y como de oro se compone, pues nunca un aniversario más acorde. Por no hablar de la Edad Media, donde el Señorío de los Manueles y el Marquesado de los Pacheco tuvieron una gran relevancia e influencia en los avatares de la vida política española del momento. Sobre todo en la de la transición a la Edad Moderna (de actualidad por la serie televisiva Isabel). Y si el marqués de tal época era maestro de intrigas y juego de intereses y de dudosa moral; uno de sus descendientes lo fue de la cultura. Me refiero al ilustrado Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena y duque de Escalona, el del S. XVIII que, en 1713, junto con 10 ilustrados amigos, fue el adalid de la fundación de la Real Academia de la Lengua. De esto hace 300 años ¡Qué decir de nuestro emblemático Castillo de la Atalaya, que se yergue arrogante, altivo y señorial en el cruce de caminos que une Levante con el resto de España, y lugar donde Moros y Cristianos celebran sus “Embajadas”, dándole verosimilitud al momento histórico representado! Y el Santuario de la Virgen de las Virtudes y la Iglesia de Santiago, la mejor muestra del gótico tardío mediterráneo, dos marcos incomparables para los actos de la “Conversión”; momento clave que, como si del túnel del tiempo se tratara, nos hace retroceder al final del conflicto histórico, y cuya magnífica representación, acompañada de música sinfónica, hace vibrar los sentidos. Misión noble es no olvidar a los que merecen ser recordados, pues, aunque perdimos su presencia, no su legado, cabe nombrar a músicos, como el polifonista Ambrosio Cotes, a Ruperto Chapí, a Quintín Esquembre, extraordinario compositor, autor de nuestra querida y esperada “Entrada” ; a políticos como Joaquín María López; a Antonio Navarro Santafé, escultor de la imagen de nuestra Patrona y, como personaje sobresaliente del S. XX, a José María Soler García, Tesoro de la Historia de Villena y arquitecto de la misma; a cuyo servicio puso su capacidad de trabajo y su inteligencia para la búsqueda de sus raíces, y que sigue manteniéndola viva a través de la Fundación que lleva su nombre. A él le debemos haber proyectado el nombre de Villena más allá de sus fronteras, y haber investigado sobre el origen y desarrollo de nuestras actuales Fiestas de “Moros y Cristianos”, que, basadas en un hecho histórico medieval, la Reconquista, se recuperaron para la memoria histórica de nuestro pueblo en el s. XIX como Fiestas Patronales en torno a la Virgen de las Virtudes.
Y fijaos qué poder tiene la tradición, que hace ya más de 700 años que acabaron las guerras entre musulmanes y cristianos en estas tierras fronterizas de Castilla, Valencia y Murcia y el pueblo ha mantenido dicha memoria, recreada ritualmente en un derroche de fantasía, a través de hermosos desfiles pletóricos de colorido, música y pólvora, donde el público reconoce a sus paisanos que protagonizan la historia que se recuerda cada año cual corriente eléctrica, cuya fuerza se transmite de generación en generación. “Defended nuestros Moros y Cristianos con uñas y dientes, porque conservar las tradiciones no es ser antiguos; es ser auténticos, es ser fieles a nuestra propia identidad”, pregonó D. Alfredo Rojas Navarro desde este mismo balcón, hace 22 años. También, en 1989, en este mismo lugar y a esta misma hora D. José María Soler dijo: “Las fiestas se han convertido en un magnífico espectáculo que como todos se compone de actores y de espectadores. El actor es el festero y no saldría si no tuviera un gran público que lo mirara. No hay premio comparable a esas cerradas ovaciones que os dirige la gente puesta en pie cuando le gusta lo que estáis haciendo”. Este espectáculo del que nos habla Soler es el resultado del verdadero y profundo significado de las Fiestas. Porque las Fiestas se viven y se sienten como arte, en el que diseñadores, estilistas, artesanos, modistas… trabajan para que luzcáis en los desfiles de vuestras comparsas y en las escuadras especiales; fraternidad, encuentro, reencuentro y diversión que se manifiestan a través de nuestras vivencias en la calle, en las comparsas, los locales, los cuartelillos, el Ateneo. En ellos se habla, se degustan las típicas comidas, se ríe, se hacen nuevas amistades y se baila siguiendo los acordes de la música festera. Significan entrega, traducida como ayuda a los demás. ¿Cómo olvidarnos de la abuela y de la madre, del marido y la mujer, del amigo y de la amiga… siempre pendientes de que todo esté a punto: colocando la faja, la gola, poniendo los tocados, dando la última puntada o los último retoques a la falda, al pantalón… Y también son fervor religioso. Son una “lanzadera de emociones” que se comunican y se transmiten a otras gentes, a otros pueblos como ejemplo de integración y convivencia. Las Fiestas son: esperanza, se viven las presentes poniendo las miras en las del año que viene; unidad, se camina juntos en la misma dirección, codo con codo y alma con alma. Decía Machado que un corazón solitario no es un corazón. Y tal es la pasión que ponéis año tras año del 4 al 9 de septiembre, que las Fiestas se han convertido en un hito en la vida de Villena; marcando un antes y un después en el que podríamos denominar “calendario villenero”. En estos días, es habitual en las conversaciones de la calle, en las de la casa y en la charlas entre amigos oír hablar de: “para Fiestas”, “antes de Fiestas”, “en Fiestas” y “después de Fiestas”. Las Fiestas de Moros y Cristianos son “orgullo villenero”
De todos depende conservar y acrecentar ese prestigio que habéis ido guardando como vuestro bien más preciado durante casi dos siglos y que, del 4 al 9 de septiembre, abrís sus puertas y como si de un “Tesoro” se tratara enseñáis “sus valiosas piezas” para gozo y disfrute de paisanos y visitantes: el Pasacalles, la Romería de la Virgen, la fiesta del Pasodoble, la Entrada, el Desfile de la Esperanza, la Cabalgata, las Dianas, la Ofrenda, el Contrabando, la Retreta, las Embajadas, la Conversión y la Procesión, componen ese “conjunto áureo” que acompañáis con el embrujo de la pólvora de los arcabuces…que deja entrever un arco iris de colores: rojos, negros, azules, naranjas, blancos, amarillos, verdes, morados, corales, marrones, oro y plata…, que desfilan por las calles engalanadas de alábega, que nos embriaga con su perfume al son de la música de los pasodobles y las marchas moras y cristianas, bajo el cielo estrellado y destellante de los fuegos artificiales. Queridos conciudadanos y conciudadanas: Una “Tierra de Tesoros” es una “Tierra de Virtudes”. Por eso Villena no podía tener una patrona que se identificara mejor con su idiosincrasia: la Virgen de las Virtudes. Ella es la que nos une y la que nos convoca cada 5 de septiembre en esta hermosa Plaza de Santiago, escenario de grandes eventos, a la que la mezcla de estilos le confiere un carácter espectacular y entrañable. ¿Sabéis por qué La Morenica está tan guapa? Porque tiene un pueblo que la mima y un grupo de personas entregadas, “la Junta de la Virgen”, que vela por ella y la cuida desde hace 175 años, “casi ná”. Enhorabuena y felicidades. Asimismo, quiero felicitar a todas las Bandas de Música, a todas las Comparsas por su trayectoria, dedicación y buen hacer, especialmente a la Comparsa de Piratas en su 75 aniversario y a las Escuadras de los Watussi de los Moros Realistas, que también llevan desfilando esos 75 años. Y un cuarto de siglo las Damasquinas Realistas, las Zegríes Nazaríes, los Adalides Almogávares y los Caballeros del Cid de la Comparsa de Cristianos. Y en general, a todas aquellas personas que contribuyen con su esfuerzo y trabajo al éxito de las Fiestas de Moros y Cristianos de Villena. ¡Estas son nuestras Fiestas! Y merecen el máximo reconocimiento a nivel nacional e internacional. ¡Viva Villena y su gente! ¡Viva su patrona, la Virgen de las Virtudes! ¡Viva la Virgen Guapa! ¡Felices Fiestas de Moros y Cristianos de Villena 2013 ! ¡Muchas gracias! Villena, 5 de septiembre de 2013, a las 12,00 h Pregonera:
Dolores Fenor Miñarro