Prevención de diarreas por Escherichia coli en lechones

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Prevención de diarreas por Escherichia coli en lechones John M. Fairbrother

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Resumen

Summary Prevention of E. coli diarrhoea in pigs

Escherichia coli es una causa importante de diarrea en lechones neonatos y de transición en todo el mundo, la cual puede causar pérdidas económicas importantes debido a la morbilidad, la mortalidad y la disminución de la ganancia de peso. Las cepas del patotipo más importante para los cerdos, E. coli enterotoxigénica (ETEC), producen enterotoxinas responsables de los síntomas clínicos de diarrea. La gravedad de la clínica y la prevalencia de la enfermedad pueden estar muy influenciadas por factores de riesgo como estrés, destete, bajo nivel de lácteos en la dieta y presencia de otras infecciones. La rápida detección y la identificación precisa de E. coli patógena permite un diagnóstico temprano y preciso de la enfermedad y la elección adecuada del antimicrobiano para tratar a los animales afectados y controlar el brote. Sin embargo, hay que reconocer que se ha observado un aumento de las resistencias a antimicrobianos en E. coli patógenas aisladas de cerdos. Un diagnóstico preciso también ayuda en la toma de decisiones para poner en marcha las estrategias más efectivas y apropiadas para la prevención y el control de futuros brotes, para reducir la dependencia de las terapias antibióticas. En cerdos neonatos los programas de prevención deben incluir una buena higiene, una temperatura ambiental adecuada, un correcto aporte de calostro y un elevado nivel de inmunidad. La estrategia más efectiva para conseguir esto último es la inmunización materna mediante vacunas comerciales dirigidas a los antígenos de unión ETEC. En lechones destetados, los programas de prevención deberían incluir una desinfección concienzuda entre lotes y un estrés ambiental mínimo. Para ayudar a reducir el número de E. coli patógena y prevenir la diarrea se pueden implementar medidas alimentarias como la restricción del consumo de pienso o dietas con alto contenido en fibra, o la complementación del pienso con ingredientes como ácidos orgánicos, óxido de cinc, prebióticos, probióticos o arcillas minerales naturales y modificadas. Se han utilizado diversas estrategias para conferir inmunidad pasiva para la prevención de diarrea posdestete, con resultados variables. Esto puede hacerse complementando el pienso con plasma porcino desecado o huevo en polvo de gallinas vacunadas. Hay pocas vacunas comerciales disponibles para la prevención de la diarrea posdestete en transición. Últimamente se ha demostrado que una vacuna viva de E. coli no enterotoxigénica administrada por vía oral puede prevenir eficazmente la diarrea causada por ETEC:F4 en los virotipos de E. coli más frecuentes, y está disponible en varios países.

Escherichia coli is an important cause worldwide of newborn and postweaning diarrhoea in pigs. Diarrhoea due to E. coli may result in significant economic losses due to morbidity, mortality, and decreased weight gain. Strains of the most important pathotype in pigs, the enterotoxigenic E. coli (ETEC), produce enterotoxins, which cause the clinical signs of diarrhoea. The severity of the clinical signs and the prevalence of the disease may be greatly influenced by risk factors such as stress, weaning, low level of milk products in the diet and presence of other infections. Rapid detection and thorough identification of pathogenic E. coli permit an early, accurate diagnosis of disease caused by these bacteria. This allows a timely and judicious choice of antimicrobial agent for effective treatment of affected animals and control of an outbreak. However, it should be recognised that increasing antimicrobial resistance is being observed in pathogenic E. coli isolates from pigs. Accurate diagnosis also permits an informed decision for putting into place the most appropriate and effective strategies for the prevention and control of further outbreaks and thus reducing the reliance on antimicrobial therapy. In newborn pigs, a prevention programme should include good hygiene, adequate environmental temperature, a plentiful supply of colostrum, and a high level of immunity. The most effective strategy to provide the latter is maternal immunisation using commercially available vaccines directed against the ETEC attachment antigens. In weaned pigs, a prevention programme should include thorough disinfection between batches and minimal environmental stress. Strategies that may help to reduce numbers of pathogenic E. coli and prevent diarrhoea include dietary measures such as restriction of feed intake or high fibre diets, or supplementation of the feed with such ingredients as organic acids, zinc oxide, prebiotics, probiotics, or natural and modified clay minerals. Various strategies to confer passive immunity for the prevention of postweaning diarrhoea have been used with varying success. This may be provided by supplementing the feed with spray-dried porcine plasma or egg powder from vaccinated chickens. Few commercial vaccines have been available for the prevention of E. coli postweaning diarrhoea. More recently, a live non-enterotoxigenic E. coli vaccine administered orally or in the drinking water has been shown to effectively prevent diarrhoea due to ETEC:F4, one of the most frequently encountered E. coli virotypes, and is commercially available in several countries.

Palabras clave: Escherichia coli, cerdo, diarrea, antibiótico, resistencia, prevención, control, vacuna, probiótico

Key words: Escherichia coli, pig, diarrhoea, antimicrobial, resistance, prevention, control, vaccine, probiotic

Contacto con el autor: Experto para Escherichia coli de la OIE - Profesor en la Universidad de Montréal (Canadá)

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CARACTERÍSTICAS DE E. COLI La mayor parte de las E. coli son comensales, es decir, residen en el intestino pero no son dañinas para el hospedador. Sólo una pequeña proporción de cepas son patógenas y se clasifican en categorías o patotipos. Cada patotipo se clasifica a su vez en virotipos, que se basan en la combinación de factores de virulencia.

Factores de virulencia Las cepas del patotipo más importante en cerdos, E. coli enterotoxigénica (ETEC), producen una o varias clases de toxinas, llamadas enterotoxinas, que actúan sobre las células del epitelio intestinal para inducir la secreción de agua y electrolitos en la luz intestinal, lo que causa los signos clínicos de diarrea. ETEC debe ser capaz de adherirse y colonizar la mucosa intestinal para permitir la liberación de niveles suficientes de enterotoxinas para que se desarrolle la diarrea. La ETEC asociada con diarrea neonatal puede producir una o más de las fimbrias F4 (K88), F5 (K99), F6 (987P) y F41. La ETEC asociada con la diarrea posdestete suele producir fimbrias F4 (K88) o F18.

Diseminación y transmisión Estas bacterias se diseminan constantemente en el entorno más próximo del cerdo por medio de las heces y contaminan los corrales, las jaulas de parto y el suelo. Pueden persistir durante largos periodos, posiblemente más de 10 semanas. E. coli se transmite a los cerdos y otros animales a través del pienso contaminado, los operarios y el agua de bebida, y la infección se da por vía oral. La bacteria también puede transmitirse a los humanos por contacto directo o ingestión de alimentos o agua contaminados después de haber aplicado purines, o por ingestión de carne a partir de contaminación de carcasas en el matadero. Las infecciones intestinales debidas a ETEC suelen ser contagiosas, de forma que se aísla la misma cepa en gran cantidad, en muchos cerdos enfermos y en diversos lotes. Estas cepas habitualmente se eliminan sólo durante pocos días tras la infección, probablemente porque la inmunidad se desarrolla,

y a menudo no son detectadas en el momento en que aparecen los signos clínicos.

Signos clínicos Cuando hay infección por ETEC en lechones durante los primeros días de vida, se puede observar una diarrea acuosa y amarillenta severa, deshidratación y a menudo la muerte del animal. La mortalidad puede ser muy alta en las camadas afectadas. La muerte repentina de uno o varios cerdos, el descenso en el consumo de pienso y la diarrea acuosa están asociados con la infección por ETEC F4 después del destete. Los síntomas pueden ser menos severos que los que se observan en neonatos y la infección puede ser subclínica, de manera que sólo se manifieste por una disminu-

ción de la ganancia de peso. La gravedad de los signos clínicos y la prevalencia de la enfermedad pueden estar muy influidos por los factores de riesgo asociados con los propios cerdos y con el ambiente en el que se encuentran. El conocimiento de los factores de riesgo asociados permitirá establecer estrategias de manejo apropiadas, diseñadas para gestionar dichos factores, de modo que puedan usarse como medidas preventivas.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LA DIARREA POR E. COLI Cuando la infección por E. coli se manifiesta por medio de episodios clínicos, la primera respuesta es tratar a los animales afectados. Esto hay que hacerlo lo antes

Figura 1. Resistencia múltiple a antimicrobianos de diferentes familias en E. coli a partir de observaciones en cerdos enfermos realizadas en 2010 en Quebec (Canadá). 60 50 40 30 20 Aislados (%)

E

scherichia coli es una bacteria bacilar Gram (-) que habita en la microflora intestinal de la mayoría de las especies de mamíferos y aves, entre ellas el cerdo.

10 0 0

1-2

3-4

5-6

Número de familias de antimicrobianos en el patrón de resistencias Fuente: Laboratorio de referencia de la OIE para E. coli (EcL), Universidad de Montréal.

Resistencia a los antimicrobianos Se está observando una resistencia creciente a los antimicrobianos en aislados de E. coli patógena procedentes de cerdos. El empleo excesivo de antibióticos como promotores de crecimiento o el uso posterior de antimicrobianos de diferentes familias para tratar casos difíciles puede implicar resistencias múltiples y puede conducir a una situación de crisis dada la limitación de antimicrobianos que podrán elegirse para casos futuros. A demás, ahora se está reconociendo que hay un aumento del riesgo para la salud pública a causa de la potencial transferencia de resistencias en la cadena alimentaria. Por último, el tratamiento con antimicrobianos en algunos casos, como el de la enfermedad de los edemas causada por E. coli, puede implicar un aumento de la virulencia bacteriana que conllevará una clínica más grave.

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posible; la rápida detección y la identificación concienzuda de la E. coli patogénica son muy importantes y permiten un diagnóstico temprano y preciso de la enfermedad causada por estas bacterias. El virotipado o determinación de los factores de virulencia mediante técnicas moleculares es el método definitivo para identificar E. coli patogénica. Permite realizar una elección sensata del antimicrobiano en el momento adecuado, para administrar un tratamiento efectivo a los animales afectados y controlar un brote, así como decidir con buen juicio las estrategias más apropiadas y efectivas para el control de las infecciones subclínicas y la prevención de episodios futuros. Inicialmente puede emplearse un antibiótico de amplio espectro, mientras se esperan los resultados de los tests de sensibilidad. El tratamiento de soporte es un complemento importante de la antibioterapia, y puede ser el tratamiento de elección si el antibiótico no es muy efectivo, ayudando así al control del desarrollo de resistencias antimicrobianas en E. coli.

Lechones neonatos En los lechones recién nacidos el tratamiento con antimicrobianos puede hacerse de forma individual o aplicarse a toda la camada, por vía oral o parenteral. Se suelen utilizar ampicilina, apramicina, ceftiofur, gentamicina, neomicina, espectomicina, furizolidona y sulfas potenciadas. La fluidoterapia oral con soluciones de sustitución de electrolitos que contienen glucosa es útil para el tratamiento de la acidosis y la deshidratación. Los medicamentos que inhiben los efectos secretores de las enterotoxinas, como la clorpromacina y el sulfato de berberina pueden ayudar al tratamiento de la diarrea y la deshidratación, aunque muchos de ellos tienen efectos secundarios indeseables. El empleo de productos antisecretores, como bencetimida y loperamida, solos o en combinación con antimicrobianos puede resultar útil.

Tabla 1. Estrategias para controlar las infecciones entéricas por Escherichia coli. Estrategias que implican ■ Disminución

del número de E. coli patógenas ■ Temperatura

■ Aumento

de la resistencia de los animales a la infección

adecuada

■ Higiene

Diarrea en lactantes

■ Diseño

de la puerta y el suelo ■ Cuarentena ■ Sistema todo dentro-todo fuera en las salas de partos ■ Aumento

■ Vacunación de madres con F4, F5, F6, F41 ■ γ-globulina de cerdos hiperinmunes

de la edad de destete adecuada

■ Temperatura ■ Dieta:

Diarrea posdestete

- Altamente digestible - Con proteínas lácteas - Restricción del consumo ■ Higiene ■ Aditivos en agua ■ Complementos alimenticios: - Ácidos orgánicos - ZnO - Plasma desecado - Probióticos - Arcillas

estén cerca del comedero y del bebedero. Posteriormente se podrá administrar el antibiótico en el agua o el pienso. Hay que ofrecer rehidratación con fluidos que sean atractivos para los cerdos, para contrarrestar la deshidratación y la acidosis o bien inyectarlos intraperitonealmente si el cerdo es anoréxico. Han de seleccionarse antimicrobianos que alcancen concentraciones terapéuticas en la luz intestinal, como amoxicilina/ácido clavulánico, fluoroquinolonas, cefalosporinas, apramicina, ceftiofur, neomicina o trimetoprim.

orales vivas de E. coli no toxigénica para F4 y F18 ■ Yema pulverizada de huevos procedentes de gallinas inmunizadas frente a F4 y F18 ■ Selección de animales resistentes a F4 y F18 ■ Vacunas

ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN DE DIARREAS CAUSADAS POR E. COLI Cuando se confirma el diagnóstico de E. coli, hay que poner en práctica un programa de control para la prevención eficaz de brotes posteriores, dirigido a reducir el número de bacterias patógenas en el intestino y el ambiente de los cerdos e incrementando la resistencia de los animales a la infección mediante el mantenimiento de condiciones ambientales adecuadas para su bienestar e induciendo un alto nivel de inmunidad específica (tabla 1).

En el caso de la diarrea posdestete, también se requiere tratamiento antimicrobiano y administración de electrolitos por vía oral o parenteral. Los cerdos enfermos deben tratarse por vía parenteral, puesto que comen y beben muy poco, aunque

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Diarrea posdestete

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Figura 2. Propiedades deseables de las estrategias de intervención para controlar la diarrea por E. coli en cerdos.

Que tenga por objetivo E. coli patógena

Que mejore la salud de los animales Respetuosa con el medioambiente Práctica

Segura

Económica

Propiedades deseables de las estrategias de intervención para controlar la diarrea por E. coli en cerdos

De forma ideal, las estrategias de prevención deberían tener como objetivo específico las E. coli patógenas, con un efecto mínimo sobre la microflora normal intestinal, inducir un efecto positivo en la salud del animal en general y ser seguras, respetuosas con el medio ambiente, económicas y prácticas (figura 2).

Lechones recién nacidos Los programa de prevención tendrían que incluir buena higiene, temperatura ambiental adecuada, un suministro apropiado de calostro y, lo más importante, un elevado nivel de inmunidad.

Ambiente Uno de los factores más importantes en la prevención de infección entérica por E. coli es mantener a los lechones a una temperatura ambiental adecuada, sin corrientes y en un suelo de baja conductividad térmica. Un entorno seco y cálido reduce la humedad de que dispone E. coli para su supervivencia y crecimiento. También influyen las tasas de ventilación, aunque la temperatura de la sala sea alta, ya que las cerdas tienden a tirar agua sobre su zona de tumbado para refrescarse, contrarrestando otros procedimientos higiénicos. La cerda debe estar a una temperatura de aproximadamente 22 ºC y hace falta una zona más cálida para los lechones. Es importante asegurar que los animales más jóvenes se mantienen a una temperatura constante de 30-34 ºC.

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Debe aplicarse una estricta bioseguridad para controlar la introducción de diferentes virotipos de E. coli u otros agentes infecciosos en la población. Los animales de la piara tendrán poca inmunidad para los antígenos fimbriales de la bacteria con los que no hayan tenido contacto. Hay que limpiar y desinfectar a fondo las salas de parto entre camadas. Un sistema de partos todo dentro-todo fuera con desinfección cuidadosa de las salas entre lotes reducirá la población de E. coli en el ambiente. El diseño de la jaula de partos es importante, porque afecta a la ubicación en la que la cerda deposita las heces. Si las jaulas son muy largas, las heces se depositan en una gran parte de suelo disponible, de modo que se incrementa el área altamente contaminada. De forma ideal, la jaula debería ser ajustable, de modo que se pudiese hacer más pequeña para las primerizas. Las jaulas sobre suelos perforados permiten que el material fecal caiga hacia la fosa y quede lejos de los lechones. Las camadas que han nacido sobre estos suelos tienen mucha menos incidencia de diarrea que las que están sobre suelos continuos.

Protección de los animales La inmunización de la madre con una vacuna que contenga las adhesinas apropiadas protegerá de forma efectiva a los animales jóvenes de una infección por ETEC si hay una transferencia suficiente de anticuerpos maternales (figura 3). Resulta especialmente importante la vacunación de las primerizas.

Los inmunológicos comerciales suelen aplicarse mediante inyección y pueden ser bacterinas inactivadas de célula completa o vacunas de fimbrias purificadas. Ambos tipos parecen funcionar igualmente bien. Las bacterinas habitualmente contienen cepas que representan los serogrupos más importantes y producen los antígenos fimbriales F4 (K88), F5 (K99), F6 (987P) y F41. Suelen inyectarse a las seis y las dos semanas antes del parto. Las vacunas de fimbrias purificadas contienen los mismos cuatro antígenos. En los casos en que los inmunológicos comerciales parecen ser inefectivos, es importante identificar los serotipos de E. coli implicados en el brote para su posible inclusión en una autovacuna. Puede haber fallos en la inmunidad materna a causa de algún proceso que curse con agalactia en la cerda, de forma que disminuya la transferencia de calostro. Las mastitis también pueden afectar la producción de calostro. En estos casos, el tratamiento pasivo con gamma-globulinas hiperinmunes obtenidas de cerdos inmunizados con E. coli F4 (K88), F5 (K99), F6 (987P) y F41 puede reducir la gravedad de la diarrea de los lechones. Finalmente, hay que destacar que si la cerda no ha sido vacunada o expuesta a esas ETEC presentes en el ambiente de los lechones, su calostro no contendrá anticuerpos específicos necesarios para la protección frente a la adherencia y la proliferación de ETEC.

Cerdos de transición Es necesario cuidar los factores de manejo que predisponen a los lechones a la diarrea posdestete: por ejemplo, el incremento de la edad o el peso de destete puede ser de gran ayuda. La temperatura en la sala de destete debería empezar con 2832  ºC, con un mínimo de corrientes de aire y de cambios de temperatura.

Alimentación Hay que proporcionar a los animales pienso de iniciación, especialmente a los que se destetan más tarde. La restricción de la ingestión de pienso, las dietas con alto contenido en fibra o el suministro ad líbitum de fibra se han descrito como efectivos disuasorios de la diarrea posdestete. El valor nutritivo del pienso puede reducirse si se incrementa el contenido de fibra al 15-20% y se reduce la proteína bruta y la energía digestible a la mitad de los valores normales. Añadir fibra a las dietas normales o proporcionar alfalfa de alta calidad

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Figura 3. Efecto de la vacunación de las madres. E. coli patógena E. coli comensal Otras bacterias comensales Anticuerpos

junto con una restricción de la ingestión diaria de pienso puede ser beneficioso. Una dieta baja en proteína puede hacer que disminuya la producción de metabolitos proteicos tóxicos y que se reduzca la diarrea. Las proteínas de origen animal, como las lácteas, parecen proporcionar protección frente a la diarrea posdestete, posiblemente a causa de una mayor digestibilidad o a la estimulación de un mayor consumo de pienso. Las dietas de los animales de transición deben ser altamente digestibles, no contener cantidades elevadas de harina de soja y lo ideal sería que fuesen a base de proteínas lácteas, aunque esto último puede no ser factible económicamente.

Higiene

Antes

Después

La inmunización de las cerdas con una vacuna inyectable que contenga antígenos fimbriales F4 (K88), F5 (K99), F6 (987P) y F41 y el adecuado aporte de calostro y consumo de leche conlleva el bloqueo de la adherencia bacteriana a las células epiteliales de la mucosa del intestino delgado debido a la presencia de anticuerpos específicos anti-F4, F5, F6 y F41. Esto proporciona a los cerdos jóvenes una protección efectiva frente a la infección por ETEC.

Figura 4. Efecto del mal uso de antimicrobianos.

E. coli patógena E. coli comensal Otras bacterias comensales

Hay que mantener una buena higiene: eliminar a diario las heces y limpiar y desinfectar en profundidad los corrales entre lotes. En destetados, un programa de prevención debería incluir una desinfección concienzuda entre lotes y un estrés ambiental mínimo. Las transiciones deben tener un manejo todo dentro-todo fuera y limpiarse de materia orgánica y desinfectarse antes de usarse. Los sistemas de agua han de desinfectarse utilizando cloración de shock o un proceso químico similar. El manejo de los lechones destetados debería minimizar el estrés ambiental o de otro tipo, como mezcla innecesaria de camadas, sustos, transportes y reasignación a nuevos corrales.

Tratamiento con antimicrobianos

Antes

Después

La medicación preventiva con antibióticos se practica ampliamente en la mayoría de países, pese a sus inconvenientes, como el rechazo del consumidor, el impedimento para crear inmunidad y la selección de bacterias resistentes (figura 4). La resistencia con frecuencia se induce en cuestión de días o pocas semanas. Además de las clases de antimicrobianos mencionados anteriormente para la terapia parenteral, los aminoglicósidos y la colistina se usan mucho como quimioprofilaxis. Esta última tiene la ventaja de que es muy estable, poco tóxica, carece de resistencias infecciosas y el desarrollo de estas es lento. Sin embargo, parece que la resistencia a la colistina se está incrementando con más rapidez en los últimos tiempos.

Aditivos alimentarios El uso inadecuado de antimicrobianos puede implicar una gran reducción de la población comensal beneficiosa del tracto intestinal, lo que permitiría que predominasen las bacterias potencialmente patógenas y, posiblemente, que provocasen diarrea.

Las estrategias que pueden ayudar a reducir el número de E. coli patógena y prevenir

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Figura 5. Efecto de la complementación del pienso con un prebiótico o un probiótico. E. coli patógena E. coli comensal Otras bacterias comensales

Después Después

Antes

no digestibles, puede hacer que se enriquezca Lactobacillus spp. en el intestino delgado, de forma que aumentará la estabilidad y la diversidad de la comunidad bacteriana en el colon. Ha habido resultados prometedores del uso de probióticos, microorganismos potencialmente beneficiosos, probablemente asociados con la exclusión competitiva de la bacteria patógena (figura 5) y la estimulación del sistema inmunitario intestinal y un aumento en la producción de péptidos antimicrobianos y citoquinas en el tracto intestinal. En teoría, las cepas de probióticos se establecen como parte de la población comensal en el intestino, de forma que protegen al cerdo de patógenos, por lo que es mejor que los reciban cuanto antes. Hay pruebas de que administrar estos productos a las cerdas resulta beneficioso para los lechones. Complementar la dieta con hasta un 3% de minerales de arcilla puede evitar la infección por E. coli, posiblemente debido su actividad adsortiva y detoxificante.

Inmunización pasiva

la diarrea incluyen medidas alimentarias como la complementación del pienso con ingredientes como ácidos orgánicos, óxido de cinc, prebióticos, probióticos o minerales naturales y arcillas. La adición de ácidos orgánicos al agua o al pienso de los cerdos de transición puede reducir la acidez gástrica y minimizar la supervivencia de las bacterias ingeridas. Los piensos que contienen entre 2.400 y 3.000 ppm de ZnO reducen la diarrea y la mortalidad y mejoran el crecimiento. Los efectos protectores del óxido de cinc pueden no deberse a una actividad antibacteriana, sino a la protección de las células intestinales de la infección por ETEC mediante la inhibición de la adhesión bacteriana y la internalización y la modulación de la expresión de genes de citoquinas. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas consideraciones medioambientales (y la legislación de cada país) cuando se evalúa el uso de ZnO a niveles tan altos. Los prebióticos estimulan de forma selectiva la proliferación de microorganismos potencialmente beneficiosos en el tracto intestinal. La adición de prebióticos, por ejemplo, carbohidratos fermentables

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Anthony Gaudio/shutterstock.com

La adición de un prebiótico o probiótico al pienso en lechones destetados implica el establecimiento de una flora comensal más estable en el tracto intestinal, de forma que se da una exclusión competitiva de las bacterias patógenas.

Se han empleado diversas estrategias para conferir inmunidad pasiva a los lechones

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Figura 6. Efecto de la administración oral de una vacuna viva.

E. coli patógena E. coli comensal Otras bacterias comensales Anticuerpos

Antes

Después Después

La administración oral (por ejemplo, en el agua de bebida) de una cepa de E. coli viva no enterotoxigénica positiva a F4 o F18 conlleva la estimulación de la producción de anticuerpos específicos locales mucosales, lo que bloquea la adherencia bacteriana a las células epiteliales de la mucosa del intestino delgado. Esto supone una protección efectiva de los lechones destetados frente a la infección por ETEC.

con el objetivo de evitar la diarrea posdestete y los resultados han sido variables. En cerdos que recibieron plasma porcino desecado en la dieta se observó una mejor ganancia de peso y una diarrea menos frecuente, en parte debido a la presencia de anticuerpos específicos anti-ETEC. Se puede conseguir la protección inmune frente a la colonización con E. coli positivas a F4 (K88) y F18 si se incluye en el pienso yema pulverizada de huevos procedentes de gallinas vacunadas.

Inmunización activa En la actualidad, se están investigando diversas posibilidades para controlar la diarrea posdestete mediante inmunización activa. La más notable es la administración oral de una vacuna viva de E. coli no enterotoxigénica F4 (K88) a los cerdos inmediatamente después del destete, lo cual induce una protección significativa después del desafío con ETEC F4 (K88) virulenta, y conlleva tasas de crecimiento normales (figura 6). Dichas vacunas están disponibles en varios países.

El aumento de desarrollo de resistencias por E. coli preocupa en Europa La página web de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publicó en agosto de 2011 las conclusiones de un panel de expertos (BIOHAZ) sobre los riesgos para la salud pública de la expansión de bacterias resistentes a betalactámicos y ampicilina en animales productores de alimentos. Dichas conclusiones destacan que el uso de antimicrobianos en animales de abasto es un factor de riesgo para la diseminación de cepas bacterianas resistentes a betalactámicos de amplio espectro y afirman que la reducción en el empleo de antimicrobianos en producción animal debe ser una prioridad, para limitar el riesgo para la salud pública que implican las bacterias resistentes. Según el panel, dos especies bacterianas son capaces de desarrollar resistencias a betalactámicos con mucha facilidad: Escherichia coli y Salmonella. Desde el año 2000 las notificaciones de cepas resistentes de ambas especies han ido en aumento en Europa y el resto del mundo. En la misma línea, el Consejo de Salud de Holanda emitió recientemente una opinión que detalla las medidas que hay que tomar para la reducción del uso de antibióticos en producción animal en dicho país. Por ejemplo, el documento destaca la necesidad de encontrar una alternativa al empleo de colistina en medicina veterinaria a largo plazo, aunque reconoce que por el momento es imposible prohibir este antibiótico, dado que es el tratamiento de elección para diversas enfermedades animales.

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