PRIE - INFORME AL 1 DE AGOSTO DE 2015

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PALACIO Salón de los Pasos Perdidos Continúan las tareas de restauro integral de este salón. Ya están los andamios para poder trabajar en altura. La obra comenzó hace un tiempo con la recuperación de los mármoles perimetrales, que tenían muchas manos de goma laca que ya fueron retiradas. Entre las obras ya realizadas, el equipo de electrónica instaló nuevas cajas de conexión en sitios estratégicos para evitar el tendido de cables inusuales para las cámaras de TV. Esta tarea se ha venido realizando durante el último año y medio. Las cajas para las conexiones de audio y video están embutidas detrás de los jarrones. Se puso el domo que toma la llegada del Presidente el 1° de marzo. Para pasar los cables se utilizaron los antiguos conductos de calefacción. Ya está resuelto el problema del ingreso de agua proveniente de la terraza. Todavía se están haciendo algunos conductos adicionales de desagüe para que en caso de lluvias torrenciales el agua no ingrese por los vitrales, como ocurría hasta hace poco tiempo.

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Cateos Se realizaron cateos para saber en qué estado se encuentran los muros, y cateos de pintura para buscar el color original. A lo largo de las décadas, este salón fue pintado muchas veces y el color fue variando. La pintura original descubierta por los cateos bajo varias capas es de un tono verdoso muy similar al del Recinto. Los cateos también descubrieron que los dorados que se encuentran en las paredes del Salón son falsos dorados y no existían en la pintura original; por lo tanto, hay que revertirlos para recuperar la coloratura histórica. Para determinar el color de la pintura se trabaja por homologación del color que revela el cateo, al que hay que restarle el proceso de oxidación, dado que los colores de las pinturas cambian con el paso del tiempo. Si el color revelado por los cateos coincide con alguno de los existentes en el catálogo de marca reconocida, se va a optar por esa solución para pintar Pasos Perdidos. De no ser así, habrá que fabricar especialmente la pintura. Los cateos de revoque responden a que este salón tuvo problemas de entrada de agua de lluvia permanente durante cuarenta años, con lo cual los morteros se han disgregado. El salón no ha sido intervenido durante mucho tiempo.

El proceso abarca el análisis de las capas pictóricas y de los áridos y aglomerantes que constituyen el revoque o mortero, que se compone de piedra molida o arena (los áridos), puede tener conchilla molida, polvo de ladrillo, que hacen más maleable y ventilable a la pasta, y los aglomerantes, que son cales o cementos.

En el pasado, en general se usaban cales que dan morteros blandos que trabajan con el muro y no sufren fisuras cuando hay humedad. El análisis de laboratorio va a revelar la composición exacta, y va a permitir fabricar un mortero igual al histórico. 3

Andamios La obra de restauro del Salón en altura es tan grande y tan intensa que fue planificada para que pueda realizarse sin interrumpir el trabajo de las sesiones. La Comisión de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos recomendó contratar una empresa que cuente con andamios prefabricados, es decir, que no sean elementos sueltos sino estructuras modulares, que se adecuen al edificio. Otra particularidad requerida es que el personal de montaje de la empresa contratada esté especialmente entrenado para trabajar en edificios históricos, para evitar el riesgo de daños a los ornatos o las luminarias al mover los andamios. Por este motivo, no se aceptarán andamios cortados que puedan quedar sueltos en un extremo; los andamio deberán ser adecuados a las condiciones de tamaño y geometría del Salón. En relación con estas precauciones, la CMLBH recomendó que se contrate a la empresa que ya trabajó en el restauro del Recinto, que cuenta con la experiencia requerida para esta tarea y con la cantidad de andamios necesaria para cubrir todo el Salón de los Pasos Perdidos. La provisión de andamios es la única tarea que la HCDN va a contratar para la restauración integral de este salón, la obra será realizada por los restauradores de la casa.

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Bioquímica del restauro El equipo de restauro de la HCDN cuenta con un laboratorio propio de análisis químicos y bioquímicos específicos para el área. Este laboratorio, dirigido por la Dra. Marcel Cedrola, una bioquímica muy experimentada en cuestiones de restauro en Argentina y en Brasil, dispone de muy buenos aparatos ópticos, microscopios de excelente resolución para ver al detalle la morfología de cada partícula analizada y adaptadores de cámara para tomar fotografías de microscopio, además de espectrofotómetros y otros aparatos de análisis químico muy específicos. La Dra. Cedrola ya realizó análisis de pintura mural y de pintura de caballete de obras de arte patrimonial del Palacio, analizó muestras de los cateos de pintura y de patologías de la fachada del Palacio entre muchos otros, y actualmente tiene a su cargo el análisis de los morteros. En el caso de los cateos de pintura, los análisis de microscopio permiten determinar con exactitud la composición y el color de cada capa de pintura que se fue superponiendo a las anteriores a lo largo de la historia. En el caso de las fachadas, que están invadidas por distintos tipos de flora como el verdín o el moho, el análisis permite determinar el producto específico o biocida que se requiere para revertir cada patología específica y también el que conviene aplicar para prevenir que esos huéspedes biológicos vuelvan a asentarse, todo ello sin perjudicar al edificio.

La posibilidad de contar con la Dra. Cedrola y su laboratorio como parte del equipo de restauro permite acortar los tiempos de la obra, ya que se puede disponer muy rápidamente de los resultados, algo que no sucede cuando es necesario mandar las muestras a analizar en laboratorios externos. 5

Protección del hierro La estructura del edificio del Palacio del Congreso es de hierro. En muchos sectores, debido al ingreso de agua y a la falta de protección o mantenimiento, el metal se ha corroído y es necesario intervenirlo. Pero previamente es necesario realizar cateos de estructura, para descubrir en qué estado se encuentran los hierros en determinados sectores. En Pasos Perdidos, por ejemplo, están por realizarse cateos estructurales en el tablado completo del vitral para llegar a los perfiles que están detrás de los falsos casetones que dividen el espacio. Hay que cortar allí y mirar en qué estado se encuentran. Si conservan hasta el 70% de la sección original, se pueden mantener, y si han perdido más de un 30% hay que reemplazarlos o reforzarlos. En todos los casos, hay que pasivar el metal para impedir el avance del óxido, y encapsularlo con una pintura epoxi para que no tenga contacto posible con el oxígeno del aire o con agua que puedan corroerlo. Antiguamente, para proteger el hierro del ataque de las cales se usaba un antióxido basado en minio, un óxido de plomo de color naranja. La estructura de hierro de los edificios históricos como el Palacio del Congreso y el Palacio del Correo estaban preservados con este producto pero actualmente se usa un aislante epoxi zinc para reemplazar al minio, que es contaminante.

En la jerga de restauro, este procedimiento se llama zincado en frío. Se podría galvanizar un perfil de hiero sumergiéndolo en una batea con metales diluidos a alta temperatura, lo que se denomina zincado en caliente, pero esto es imposible en perfiles adheridos al edificio. Con el zincado en frío, el polvo de zinc y otros metales anticorrosivos se mezclan con una pintura epoxi (un producto de dos

componentes, una base y un catalizador que lo hace fraguar). Este producto, al aplicarse sobre el metal, produce el cierre de todos los poros generando una protección que puede durar eternamente mientras el revestimiento no se golpee o se salte, ya que el hierro queda totalmente encapsulado. Todo metal en contacto con elementos que podrían oxidarlo debe tener esta protección. 6

Desagües El Arq. Daniel Filipic, jefe del departamento de restauro del Palacio, quien trabaja en la HCDN hace muchos años, realizó un relevamiento muy detallado y planimetrías del edificio. Este relevamiento incluyó una investigación de los túneles y el recorrido de los caños con microcámaras para ver el estado de los conductos históricos. El estudio reveló que estos conductos tenían patologías y obstrucciones de todo tipo. Las microcámaras permitieron saber el sitio exacto en el que se encontraba cada patología u obstrucción para poder romper en el lugar adecuado o destaparlo con máquinas. Gracias a este relevamiento, se pudo recuperar el 100% de los desagües originales. Por otro lado, el régimen de lluvias en los últimos cien años indica que las precipitaciones anuales se han duplicado. Esto hace que un sistema de desagües diseñado hace un siglo ya no sea apto para evacuar toda el agua que cae en una lluvia torrencial de esta época. Para resolver el tema se diseñaron desagües adicionales. Esta obra está todavía en proceso, completada en un 80%. Los resultados ya se pueden percibir dado que en lluvias fuertes ya no entra agua al edificio, como ocurría poco tiempo atrás.

Esta obra, sumada al recambio total de los techos de zinc y al equipo de secado de muros que se encuentra funcionando desde hace dos años, significa que este gran problema ha sido superado definitivamente. Aunque quedan por resolverse algunos casos de caños de agua pinchados o alguna rotura accidental, se han descartado las probabilidades de que entre agua al edificio. Las últimas canaletas de desagüe que faltan intervenir

están embutidas en las cornisas exteriores del edificio y han sido mal intervenidas en el pasado: algunas están deterioradas y por otras se han pasado cables, que desalojan el espacio para desagotar el agua. Para intervenirlas son necesarios los andamios que se van a colocar para restaurar la fachada; esta obra ya está preadjudicada y comenzará en breve.

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Muebles del Salón de los Bastones y del Hemiciclo Generó sorpresa el pedido de compra de diez kilos de goma laca para la restauración de los muebles del Salón de los Bastones y del hemiciclo del Recinto. Pero esta es la cantidad que se necesita para volver a lustrar todos los muebles del hemiciclo y del Salón de los Bastones. Todos estos muebles fueron llevados a madera luego de eliminar todas las capas superpuestas de goma laca. El decapado total fue necesario porque la goma laca trabaja como una acuarela: cada capa es translúcida, y al superponerse a otras, va oscureciendo el color de la base. Además, la goma laca se oxida, se opaca y se cuartea con el tiempo. En estos muebles, la acumulación de goma laca era tal que no dejaba ver la veta de la madera. Los muebles ya están íntegramente decapados, se están realizando algunas reparaciones necesarias de la madera antes de comenzar a lustrarlos nuevamente, con el antiguo procedimiento a muñeca en base a goma laca y alcohol.

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Salón Blanco La demolición de agregados, tabiques y entrepisos de este gran salón ya está concluida y el espacio se ha abierto. Dado que el piso histórico de este espacio destinado a Museo de Sitio del Palacio se ha perdido, se va a hacer uno de cemento alisado y se colocarán por debajo todas las instalaciones y sistemas de alimentación, con acceso a través de cajas tipo Ackerman. El cielorraso y las columnas metálicas del Salón se van a restaurar a su estado original y en algunos lugares quedará expuesta la piedra original hallada en los muros, iluminada en forma rasante para que se destaque.

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