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Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos
INFORME REGIONAL SELVA MISIONERA
“Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos” Proyecto Bosques Nativos y Áreas Protegidas BIRF 4085-AR
INFORME REGIONAL SELVA MISIONERA
República Argentina
Coordinación de Bosques Nativos
Edición Enero 2007
Dirección de Bosques
Este libro está impreso sobre un papel fabricado con un procedimiento libre de cloro. Mayo de 2007 - 1000 Ejemplares - Producciones Gráficas S.A.
Autoridades Nacionales Dr. Néstor Carlos Kirchner Presidente de la Nación Argentina
Sr. Daniel Osvaldo Scioli Vicepresidente de la Nación Argentina
Dr. Alberto Fernández Jefe de Gabinete de Ministros
Dra. Romina Picolotti Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable
Sr. Miguel Enrique Pellerano Subsecretario de Planificación y Política Ambiental
PROLOGO
"Tengo la satisfacción de presentar esta publicación que refleja los resultados del PRIMER INVENTARIO NACIONAL DE BOSQUES NATIVOS. Este trabajo es producto de la acción conjunta del Proyecto Bosques Nativos BIRF 4085-AR y de la Dirección de Bosques de esta Secretaría, en donde se logró cuantificar por primera vez el Patrimonio Forestal Nativo de nuestro país y además constituir la Unidad de Manejo del Sistema de Evaluación Forestal (UMSEF), que nos permitirá realizar el seguimiento y control de su superficie y calidad. Se ha cumplido de esta forma con una de las prioridades ambientales establecidas por el Gobierno Nacional, al obtener una base de datos objetiva y continua, que permitirá fortalecer el Plan Forestal Nacional y que se instrumentará en forma jerarquizada a través de una Política de Estado que privilegiará la calidad de vida y los derechos humanos de las poblaciones que lo habitan. De esta forma, y en conjunción con un instrumento jurídico que establezca claramente los presupuestos mínimos de protección del bosque nativo, se podrá controlar y revertir el desmonte indiscriminado que ha reducido en cien años cerca del 70 % de la superficie originaria de nuestra masa forestal autóctona. Podremos así ejecutar con mayor efectividad las tareas que hemos emprendido conjuntamente con los gobiernos provinciales para frenar este proceso que afecta a la gente, a la biodiversidad y a la sustentabilidad del bosque nativo argentino, y cumplir a cabalidad con nuestro compromiso profundo de defensa del patrimonio natural de la Nación en beneficio de sus habitantes.
Dra. Romina Picolotti
Responsables Técnicos
Ing. Forestal Jorge Luis Menéndez Director de Bosques Ing. Forestal Sergio Mario La Rocca Coordinador Proyecto Bosques Nativos y Áreas Protegidas BIRF 4085-AR
Antecedentes El Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos se inició como uno de los objetivos principales del Proyecto Bosques Nativos y Áreas Protegidas BIRF 4085 AR, operación acordada por el Gobierno Nacional con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), cuyo ejecutor es la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS) de la Nación. El Ingeniero Forestal Carlos E. Merenson junto al actual Director de Bosques Ingeniero Forestal Jorge L. Menéndez tuvieron una destacada actuación en la gestión y formulación del Proyecto. La Coordinación de la Componente Bosques Nativos
estuvo inicialmente a cargo del Ingeniero Forestal Sergio M. La Rocca (1997-2000), continuando al frente el Ingeniero Agrónomo Enrique J. Schaljo (2000-2002) y retomándola nuevamente el Ingeniero Forestal Sergio M. La Rocca (2002-2007). La contraparte técnica de la SAyDS es la Dirección de Bosques (DB), en una primera etapa bajo la conducción del Ingeniero Forestal Carlos E. Merenson (19971998) y, promovido éste a Director de la Dirección Nacional de Recursos Naturales y Conservación de la Biodiversidad (DNRNyCB), fue reemplazado por el actual Director de Bosques, Ingeniero Forestal Jorge L. Menéndez (1998-2007).
Personal de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable que ha participado en el Proyecto: Dirección Nacional del Proyecto Ingeniero Forestal Carlos Elías Merenson (1997-2000) Licenciado Rubén Patrouilleau (2000-2001) Licenciado David Mutchinick (2001-2002) Ingeniero Forestal Carlos Elías Merenson (2002-2005) Doctor Homero Máximo Bibilloni (2005-2006) Señor Miguel Enrique Pellerano (2006-2007) Dirección de Bosques Responsabilidad de Contraparte Ingeniero Forestal Jorge L. Menéndez Asistencia Técnica Ingeniero Agrónomo Horacio A. Crosio † Supervisión Técnica Unidad de Manejo del Sistema de Evaluación Forestal: Ingeniera Agrónoma Celina L. Montenegro Geógrafa Mabel H. Strada Ingeniero Forestal Eduardo Manghi Ingeniero Forestal Marcelo Brouver Ingeniero Forestal Néstor I. Gasparri Ingeniero Forestal Martín Pinazo Licenciada en Cs. Biológicas María Gabriela Parmuchi Licenciada en Cs. Biológicas Julieta Bono Licenciada en Cs. Biológicas Mariana Stamati
Colaboración Técnica: Programa Nacional de Productos Forestales No Madereros: Ingeniera Agrónoma Cristina Résico Licenciada en Cs. Biológicas Mariana Burghi Programa Nacional de Estadística Forestal: Licenciada en Estadística Norma Esper Licenciada en Estadística Silvia Chiavassa Licenciada en Estadística Constanza Annunziata Señor José Calisalla Programa Nacional de Manejo Sustentable: Doctora Mónica Gabay Ingeniera Forestal Sabrina Vaccaro Área de Normativa Forestal: Doctor Francisco Miguez Apoyo Administrativo: Señorita Paula M. Rubietti Señorita Carla R. Rubietti Señora Delia Alonso Señor César Castro Personal de Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) - Banco Mundial Contraparte: Ingeniero Forestal Robert Kirmse (1997-2001) Ingeniero Forestal Robert Davis (2002-2007) Cuerpo Técnico: Ingeniero Forestal Richard Owen (Convenio FAO-BIRF) Ingeniero Agrónomo Ricardo Larrobla Economistas: Michael McGarry; Zhong Tong Especialista de Inventario/Manejo Forestal: Ingeniero Forestal Jorge Malleux
Unidad Ejecutora del Componente A del Proyecto Bosques Nativos y Áreas Protegidas BIRF 4085 - AR Coordinación General: Ingeniero Forestal Sergio M. La Rocca (1997-2000) Ingeniero Agrónomo Enrique J. Schaljo (2000- 2002) Ingeniero Forestal Sergio M. La Rocca (2002-2007) Asistencia de Coordinación: Ingeniera Forestal Rosa Inés Heinrich Supervisión Técnica: Ingeniero Agrónomo Enrique Wabo MSc. Priscila Minotti MSc. Haydée Karszenbaum Profesor Alberto Sánchez Dalotto Ingeniero Forestal Felipe A. Ledesma † Licenciada en Biología Lucila D. Boffi Lissin Ingeniero Forestal José Alberto Maldonado Ingeniero Forestal Pablo Daniel Picchio Coordinación Administrativo Contable: Contador Público Nacional Marisa L. Rosano Señor Daniel A. Osorio Señorita Marcela E. Sayago Doctor Martín A. Sabbatella Doctora Mariana Tellechea Apoyo Administrativo: Señora Nélida M. Colman Señor Guillermo H. Rodríguez Licenciada en Sociología Angélica V. Siepe Señor Camilo Giovaninni Dirección Nacional de Ordenamiento Ambiental y Conservación de la Biodiversidad: Colaboración Técnica: Ingeniero Forestal Manuel E. Juárez Sistema Nacional de Información Ambiental: Supervisión Técnica: Ingeniero en Geodesia Jorge Fabricant
Indice 1.
RESUMEN EJECUTIVO ...................................................................................................... 1 1.1 OBJETIVOS DEL PROYECTO ....................................................................................... 1 1.2 METODOLOGÍA........................................................................................................... 1 1.2.1 Georreferenciación................................................................................................. 1 1.2.2 Estratificación Forestal ........................................................................................... 1 1.2.3 Diseño de Muestreo................................................................................................ 1 1.2.4 Verificación ........................................................................................................... 2 1.2.5 Modelos de Volumen ............................................................................................... 2 1.2.6 Base de Datos del Inventario de Bosques Nativos........................................................ 2 1.2.7 Resultados............................................................................................................. 2
2.
INTRODUCCIÓN................................................................................................................. 5 2.1 2.2 2.3 2.4
3.
JUSTIFICACIÓN........................................................................................................... OBJETIVOS DEL INVENTARIO .................................................................................... MARCO INSTITUCIONAL Y EJECUCIÓN DEL INVENTARIO........................................ ALCANCES DEL INVENTARIO....................................................................................
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EL MEDIO.......................................................................................................................... 9 3.1 UBICACIÓN................................................................................................................ 3.2 GEOLOGÍA ................................................................................................................. 3.3 GEOMORFOLOGÍA..................................................................................................... 3.3.1 Ambientes Geográficos........................................................................................... 3.3.2 Unidades Geomorfológicas..................................................................................... 3.4 HIDROGRAFÍA ........................................................................................................... 3.4.1 Características Generales....................................................................................... 3.4.2 Régimen Hidrológico Anual .................................................................................... 3.5 SUELOS ...................................................................................................................... 3.5.1 Descripción.......................................................................................................... 3.5.2 Aptitud de las Tierras............................................................................................. 3.5.3 Erosión Hídrica Potencial ...................................................................................... 3.6 CLIMA........................................................................................................................ 3.7 VEGETACIÓN Y FAUNA ............................................................................................. 3.7.1 Fitogeografía ........................................................................................................ 3.7.2 Fauna .................................................................................................................. 3.7.3 Flora ................................................................................................................... 3.8 ÁREAS PROTEGIDAS.................................................................................................. 3.8.1 Características...................................................................................................... 3.8.2 Otras Áreas Protegidas .......................................................................................... 3.9 POBLACIÓN ............................................................................................................... 3.9.1 Las Primeras Colonias........................................................................................... 3.9.2 Características de la Colonización........................................................................... 3.9.3 Características de la Población Actual ..................................................................... 3.10 EL MEDIO AGRÍCOLA ................................................................................................ 3.10.1 Explotaciones Agropecuarias.................................................................................. 3.10.2 El Régimen de la Tierra.......................................................................................... 3.10.3 Uso de la Tierra .................................................................................................... 3.10.4 Plantaciones Forestales.......................................................................................... 3.10.5 Ganadería............................................................................................................ 3.11 EL MEDIO FORESTAL................................................................................................. 3.11.1 Explotación del Bosque Nativo................................................................................ 3.11.2 Extracción............................................................................................................ 3.11.3 Industria Forestal..................................................................................................
9 9 9 9 9 10 10 10 10 10 11 11 12 12 12 13 13 13 13 14 14 14 14 15 17 17 17 17 18 18 18 18 19 19
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1. RESUMEN EJECUTIVO 1.1 Objetivos del Proyecto Al iniciarse el inventario, la superficie de bosque nativo de la Argentina se estimaba en aproximadamente 40 millones de hectáreas. Sin embargo, nunca se ha realizado un inventario total de bosques nativos, lo cual significa que existe una escasez de información confiable sobre la magnitud, distribución y condiciones de estos bosques. Por la misma razón, no se ha podido ordenar el uso sustentable de los mismos, evaluar las amenazas ambientales y crear una base de datos sobre la cual basar un análisis de las opciones políticas. El convenio de Préstamo Nº 4085-AR suscrito entre el Gobierno Argentino y el BIRF (Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento) pretende resolver esta falta a través del primer Inventario Nacional de Bosques Nativos y del Establecimiento de un Banco de Datos.
Monte. Aunque la metodología seguida para el tratamiento de cada una de las regiones es muy similar, el presente informe regional sólo trata de la Selva Misionera. A los efectos de este inventario se consideró solamente la provincia de Misiones en la región de la Selva Misionera. Esta región también abarca el NE de la provincia de Corrientes, aunque los bosques en esta última ocupan una superficie reducida. 1.2.1 Georreferenciación La georreferenciación de las imágenes LANDSAT se realizó a partir del programa ERDAS Imagine, utilizando mapas topográficos del Instituto Geográfico Militar de la República Argentina (IGM) a la escala de 1: 100.000. 1.2.2 Estratificación Forestal
Los principales objetivos del Proyecto son: • • •
Obtener información básica sobre los recursos forestales nativos; Crear y mantener una base de datos actualizada de dichos recursos; y Reforzar la capacidad operativa de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental (SDSyPA) para el manejo y uso de la base de datos.
Esta información suministrará la base imprescindible para reformar el marco político, legal y regulador que afecta a los bosques nativos, para iniciar la investigación aplicada y los estudios complementarios para lograr la ordenación forestal, el uso racional y la conservación de los bosques nativos. 1.2 Metodología “El Inventario Nacional de Bosques Nativos y el Establecimiento de un Sistema Nacional de Evaluación Forestal” se realizó a través de un contrato de Servicios de Consultoría por medio de una licitación internacional de un grupo de firmas especializadas. La SDSyPA optó por seleccionar una asociación en participación formada por las empresas Simons Reid Collins, Tecsult Internacional Limitée, de Canadá y Aeroterra S.A. de Argentina que inició la ejecución del proyecto en abril de 1998, debiendo completarse en diciembre de 2001. El Inventario abarca seis (6) regiones fitogeográficas: Selva Misionera, Parque Chaqueño, Selva Tucumano Boliviana, Bosques Andino Patagónicos, Espinal y
La estratificación Preliminar se realizó mediante una interpretación visual utilizando las bandas TM3 (azul), TM4 (rojo) y TM5 (verde) de imágenes satelitales año 1997. En su fase final, la interpretación, además de tomar en cuenta el tratamiento preliminar, incluye un análisis de los resultados del Inventario Forestal y, según lo necesario, algunos ajustes a la interpretación preliminar. El mapa forestal producido fue evaluado a partir de una matriz de error. 1.2.3 Diseño de Muestreo En el caso de la región Selva Misionera se planteó un sistema de muestreo sistemático empleando una grilla de 10 kilómetros para ubicar las Unidades Primarias de Muestreo (UPM) en las áreas identificadas como Bosques Inventariables. El trabajo de campo se llevó a cabo en el período 1999-2000 Para obtener una información más detallada sobre la composición de los estratos más complejos, de acuerdo a la estratificación preliminar, se establecieron UPM adicionales. Cada UPM consiste de cinco parcelas de 1/10 ha, cada una ubicada sistemáticamente a 100 metros de distancia de la otra a lo largo de una transecta lineal. En cada UPM se efectuaron mediciones detalladas para todos los árboles con un diámetro igual o superior a 30 centímetros. Página 1
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Además cada parcela contiene dos subparcelas de 1/100 ha para recolectar información sobre árboles pequeños, definidos como aquellos con un diámetro de 10 a 30 centímetros. También se estableció una subparcela adicional de 1/500 ha para recoger información sobre la regeneración. En el “Manual de Campo” se proporciona más información sobre la metodología del muestreo. 1.2.4 Verificación De acuerdo a los términos de referencia del contrato se llevó a cabo una verificación del 5 % (27) de las parcelas. 1.2.5 Modelos de Volumen Aunque existen modelos de volumen apropiados para la región Selva Misionera, éstos no son suficientes y tampoco se aplican a todas las especies. El muestreo de campo se realizó mediante la medición de los árboles en pie utilizando instrumentos ópticos (relascopio de Bitterlich y Criterion 400). Para las mediciones se seleccionaron 26 especies, las cuales componen el 75 % del área basal de la región, y para formular las ecuaciones de volumen se realizó un análisis de fustes basado en 25 a 27 árboles por especie, con un total de 655 árboles. La metodología para desarrollar los modelos y las ecuaciones correspondientes se encuentran en el Anexo I del informe denominado “Manual de Análisis de Fustes” disponible en la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental (SDSyPA). 1.2.6 Base de Datos del Inventario de Bosques Nativos
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La base de datos del Inventario Nacional está compuesta por la información proveniente del procesamiento de las imágenes de satélite, la digitalización de las cartas topográficas nacionales y la compilación del inventario forestal. Utilizando diferentes softwares esta información se integró a un Sistema de Información Geográfica (SIG). De esta forma tres tablas de datos y siete de resultados de la compilación del inventario se han vinculado a los mapas, y todo el producto final del inventario será manejado como una sola entidad por el SIG. El documento titulado “Manual de Uso de la Base de Datos de Campo y del Programa de Compilación del Inventario de Bosques Nativos” describe la estructura y contenido de las tablas y presenta los diferentes esquemas de las fases de compilación. 1.2.7 Resultados Las tierras forestales se distribuyen en dos macizos importantes. El primero corresponde a las tierras centrales que cubren la serranía dorsal de la Provincia de Misiones, desde el Río Iguazú en el norte, hasta la Ruta 6 en el sur. Dentro de este macizo se pueden identificar tres zonas de Norte a Sur: La Zona de los Parques; Parque Provincial Urugua-í; Centro y Sur del Macizo Central. El segundo macizo corresponde al área sureste de la provincia y corresponde a la cuenca del Río Yabotí. Los bosques inventariables fueron clasificados en función de la cobertura arbórea. En el Cuadro 1.1 se presenta un esquema de los rasgos más sobresalientes del Inventario de Bosques Nativos.
CUADRO 1.1: ALGUNOS RESULTADOS IMPORTANTES
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Introducción
2. INTRODUCCIÓN 2.1 Justificación Al inicio del inventario, la superficie de bosque nativo de la Argentina se estimaba en casi 40 millones de hectáreas. Los conocimientos sobre su composición, estructura y funcionamiento son escasos, lo que ha impedido hasta el momento ordenar su uso sustentable, evaluar amenazas ambientales y brindar información que permita un análisis apropiado de las opciones políticas. Nunca se realizó en la Argentina un inventario forestal de todos sus bosques nativos, siendo la información disponible los inventarios forestales de provincias, con cobertura total o parcial de su territorio, y de ciertas regiones del país, ejecutados en diferentes años y con distintas metodologías. Esto ha llevado a una escasez de información confiable sobre la magnitud, distribución y condición de los bosques nativos. Con el fin de remediar esta situación, el Gobierno Argentino ha emprendido la realización del Primer Inventario Forestal Nacional, a través del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF). 2.2 Objetivos del Inventario Los objetivos fundamentales de este componente del proyecto son: • • •
vos (DRFN), y los trabajos se coordinarán a través de la Unidad de Implementación del Proyecto (UIP). La DRFN será la responsable de la divulgación de los resultados del inventario. El Primer Inventario Nacional se divide en dos partes: el presente Inventario de Bosques Nativos a cargo de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental (SDSyPA) del Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente y el Inventario de Plantaciones Forestales ejecutado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (SAGPyA) del Ministerio de Economía, Obras y Servicios Públicos de la Nación. De acuerdo a los procedimientos establecidos en el Convenio de Préstamo Nº 4085-AR entre el Gobierno Argentino y el BIRF, el grupo de firmas especializadas contratadas mediante licitación se encargarán de realizar el Primer Inventario Nacional que incluye el Establecimiento de una Base de Datos. Los términos de referencia para la realización del Inventario Nacional de Bosques Nativos y el Establecimiento de un Sistema Nacional de Evaluación Forestal definen las limitaciones y responsabilidades de la Consultora en todos los aspectos técnicos generales del servicio prestado. La Consultora es responsable de desarrollar todas las técnicas específicas, métodos y sistemas necesarios para obtener los resultados esperados.
Obtener la información básica sobre los recur- • En la preparación del inventario, la Consultora deberá tomar en cuenta: sos forestales nativos del país para la formulación de políticas forestales; - Minimizar el costo total del inventario Crear y mantener una base de datos actualiza- Utilizar al máximo el conocimiento local da sobre dichos recursos; y - Realizar el inventario en el menor tiempo Reforzar la capacidad operativa de la SDSyposible PA para el manejo y uso de la base de da- Tener en cuenta la diversidad de los bosques tos. nativos en la Argentina y
2.3 Marco Institucional y Ejecución del Inventario
- Realizar todos los trabajos en Argentina
La SDSyPA y la asociación en participación formada por las empresas Simons Reid Collins, Tecsult International Limitée y Aeroterra S.A. (la Consultora) firmaron un contrato de Servicios de Consultoría, para la ejecución del Inventario Nacional de Bosques Nativos y el Establecimiento de un Sistema Nacional de Evaluación Forestal el día 6 de febrero de 1998. Los trabajos se iniciaron en abril 1998 y prevé su finalización en diciembre de 2001.
• Para la adquisición de las imágenes, la Consultora deberá: - Definir las especificaciones para adquirir el material necesario - Supervisar la documentación de la adquisición de imágenes - Controlar el material para su recepción definitiva y - Aprobar la recepción f inal del material
La Consultora ejecutará sus responsabilidades bajo la supervisión general de la Subsecretaría de Ordenamiento y Política Ambiental, con el apoyo de la contraparte que es la Dirección de Recursos Forestales Nati-
• Para la cartografía temática, la Consultora deberá: - Proponer una clasificación de las áreas boscosas y no boscosas - Llevar a cabo el procesamiento y clasifica-
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Introducción
ción de las imágenes - Determinar la extensión en hectáreas de las clases temáticas identificadas y - Generar la cartografía temática • Para el procesamiento de las imágenes, la Consultora deberá: - Proponer una metodología para realizar la interpretación y clasificación de la información obtenida de las imágenes. - Georreferenciar las imágenes, y - Ajustar la metodología del inventario a la recomendaciones de la Reunión de Expertos de Kotka III/96. • Para las mediciones de campo, en las regiones Selva Misionera, Bosques Andino Patagónicos, Selva Tucumano Boliviana y Parque Chaqueño, la Consultora deberá: - Definir el diseño de muestreo, los parámetros, el tamaño de muestra y el método de selección. - Elaborar el procedimiento estadístico para la determinación de la muestra y la estimación de los parámetros. - Planificar el trabajo de campo - Elaborar un manual de operaciones para la realización de las tareas de campo - Realizar la capacitación para el personal de campo - Supervisar las tareas de campo - Formular los estimadores para el error estándar y el intervalo de confianza correspondiente. - Incluir el cálculo de los errores de muestreo - Corroborar la supervisión de la cobertura y las superficies obtenidas de las imágenes con las superficies calculadas con los estimadores provenientes del muestreo de campo. - Efectuar un muestreo piloto previo a la selección de las muestras y - Realizar el análisis, depuración, procesamiento e interpretación de los datos • Para la instalación y manejo del Sistema Nacional de Evaluación Forestal, la Consultora deberá: - Estructurar un sistema que permita efectuar las diferentes funciones previstas - Establecer un sistema equivalente al utilizado en el Inventario Forestal - Capacitar y entrenar el personal involucrado - Estructurar la unidad - Definir las especificaciones técnicas, operativas y administrativas - Proponer los equipos necesarios Página 6
- Facilitar la adquisición del material geomático - Facilitar la instalación de los equipos - Proveer los manuales de uso de los equipos instalados y - Especificar los pasos para actualizar el inventario 2.4 Alcances del Inventario El presente Inventario de Bosques Nativos se efectuó en las seis regiones fitogeográficas boscosas del país: Monte; Espinal; Bosques Andino Patagónicos; Selva Tucumano Boliviana; Parque Chaqueño y Selva Misionera. En las primeras dos, se realizó el inventario mediante técnicas de teledetección y la obtención de la cartografía correspondiente, y en las últimas cuatro regiones citadas, estas técnicas se complementaron con un muestreo de campo. A los efectos de este inventario se consideró solamente la provincia de Misiones en la región de la Selva Misionera. Esta región también abarca el NE de la provincia de Corrientes, aunque los bosques en esta última ocupan una superficie reducida. Los objetivos del Inventario Forestal Nacional son los siguientes: • • • •
Proporcionar una base informativa apropiada para la elaboración de políticas nacionales de conservación y desarrollo forestal; Determinar las necesidades de información a escala nacional en lo que se refiere a aspectos estadísticos y la toma de decisiones; Conocer a niveles regionales la extensión, estado de conservación, riesgos y situación productiva de los bosques nativos; Ayudar en la planificación del uso de los recursos forestales a escala nacional y proporcionar un marco general para la planificación a escalas menores.
La realización del Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos representa el inicio del desarrollo de un sistema de adquisición, tratamiento y presentación de la información referente al estado de los bosques nativos de la Argentina. El Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos no reemplaza a los inventarios forestales de escala menor, si no que se complementa con ellos. Cada nivel de planificación (regional, provincial, municipal, propiedad) posee sus propias necesidades de información, grado de detalle y rangos de confianza. La información proporcionada por el Inventario Nacional es insuficiente
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para ser utilizado a escalas locales (propiedades, municipios, etc.) puesto que la intensidad de muestreo y el detalle de la información responde a las necesidades de escala nacional. Por esta razón no se debe utilizar la información proporcionada para planes operativos locales; estimaciones de volúmenes maderables en situaciones locales; planificación silvícola; etc.
No obstante, este Inventario Nacional sí proporciona un esquema de organización sobre el cual se pueden integrar los inventarios que buscan obtener información a niveles organizativos a menor escala. Para ello se debe profundizar el detalle de la información obtenida mediante la incorporación de un muestreo de campo más intensivo, la estimación mas detallada de superficies y la clasificación de las áreas boscosas, utilizando otras fuentes de información como la fotografía aérea e imá-
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El Medio
3. EL MEDIO 3.1 Ubicación
3.2 Geología
Para los efectos del presente Inventario, los límites de la región denominada Selva Misionera coinciden con los de la Provincia de Misiones (SDSyPA, 1998), aunque en la realidad, esta región incluye una pequeña parte del Noroeste de la Provincia de Corrientes.
El subsuelo forma parte del Macizo de Brasilia, una de las formaciones de mayor antigüedad del continente. Durante el periodo Triásico de la Era Mesozoica, este substrato básico fue recubierto por sucesivos mantos de lava basáltica (roca ígnea).
La Provincia de Misiones se ubica entre 25°30’ y 28°10’ de latitud sur y 53°40’ y 56° de longitud oeste en el extremo noreste de la República Argentina y posee una superficie total de 29.609 km2. Sus 900 km de fronteras internacionales limitan con la República del Paraguay al oeste, y la República Federal del Brasil al norte y al este. Al suroeste limita con la Provincia de Corrientes.
Estos basaltos denominados meláfiros pueden alcanzar hasta 1.000 m de profundidad. Aunque se trata de rocas duras, éstas fácilmente se desintegran y se erosionan por la acción del clima dando origen a otro tipo de roca llamada laterita. Los suelos rojos que caracterizan a la región se han formado sobre este material.
Esta región fitogeográfica forma parte de la formación llamada Mata Atlántica que abarca también sectores de Paraguay y Brasil. Es importante remarcar que el sector argentino de esta formación fitogeográfica, tal como se puede apreciar en las imágenes satelitales, aún mantiene cierto potencial para la conservación forestal comparado a la antigua formación boscosa que cubría amplias superficies en los tres países.
3.3.1 Ambientes Geográficos
En la Figura siguiente se muestra la ubicación de la Región Selva Misionera en la “República Argentina”
3.3 Geomorfología
En la Provincia de Misiones, se reconocen tres grandes ambientes geográficos. El primero corresponde a la presencia de una formación central caracterizado por un intenso desplazamiento y una marcada fracturación que abarca las Sierras Centrales y que constituye el ambiente de mayor extensión. Sus límites dibujan una figura de óvalo que se extiende desde las márgenes izquierdas de los Ríos Iguazú y San Antonio hasta aproximadamente el paralelo de la Ciudad de Posadas. Este ambiente tiene un rumbo sudoeste a nordeste y atraviesa en sentido transversal el territorio de la Provincia. Su altura aumenta paulatinamente hacia el nordeste hasta alcanzar 800 metros sobre el nivel del mar. Este óvalo central está circunscrito por laderas irregulares que constituyen el segundo ambiente, el cual cubre la zona de transición entre el primero y las tierras bajas (el tercer ambiente) que ocupan las posiciones más bajas del perfil con niveles próximos a los ríos principales. 3.3.2 Unidades Geomorfológicas A partir de la interpretación de las imágenes satelitales y datos obtenidos del mapa de suelos de Misiones, (Braun et al, 1979), se reconocen siete unidades geomorfológicas (Cuadro 3.1).
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El Medio
CUADRO 3.1: DESCRIPCIÓN DE LAS UNIDADES GEOMORFOLÓGICAS SEGÚN BRAUN et al (1979)
3.4 Hidrografía 3.4.1 Características Generales Un estudio conducido por Aeroterra (1978) determinó las características de tres subcuencas de primer orden (Iguazú, Paraná, Uruguay) y de sesenta y dos subcuencas de segundo y tercer orden. Las características de las subcuencas de primer orden son las siguientes: • • •
Longitud de los ríos: Área de subcuencas: Densidad fluvial:
23.018 km 28.503 km2 0,83 km/km2
En la Provincia de Misiones, la subcuenca del Río Paraná es la más importante, tanto por la longitud total de sus ríos afluentes como por la superficie que ellos drenan. Sus principales características son las siguientes:
cipitación. El estudio de cinco cuencas demuestra que los coeficientes de escurrimiento oscilan entre el 29 % y el 44 %, mientras que las pérdidas por evapotranspiración e infiltración oscilan entre el 56 % y el 71 % del volumen total precipitado (Osvaldo, 1978). Se debe destacar que las crecientes del Alto Paraná dependen mucho más de las lluvias de la región donde tiene su origen que del aporte del Río Iguazú.
genes satelitales de mayor resolución espacial. 3.5 Suelos 3.5.1 Descripción
El primer y principal afluente del Río Paraná en Misiones es el Río Iguazú.
Las informaciones utilizadas para la elaboración de este bosquejo edafológico provienen del Atlas de Suelos de la República Argentina (INTA, 1985). Las unidades taxonómicas más importantes han sido reagrupadas según tres conjuntos: tierras coloradas, suelos pedregosos y suelos pardos (Fernández et al, 1997) y su distribución se describe dentro del marco de las unidades geomorfológicas definidas en el capítulo anterior.
3.4.2 Régimen Hidrológico Anual
Tierras Coloradas
La alimentación de los ríos de la Provincia es esencialmente pluvial. Por ello, la variación de caudales coincide en gran medida con los histogramas de pre-
Se refiere a suelos rojos, profundos y bien drenados que se encuentran principalmente en las unidades geomorfológicas de la Meseta Central Preservada y del
• • •
27 subcuencas que cubren un área de: 16.944 km2 Longitud de los ríos: 11.853 km Densidad fluvial: 0,70 km/km2
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Pediplano Parcialmente Segmentado (ver Cuadro 3.1). Los suelos rojos conocidos como ‘tierra colorada’ ocupan 962.408 ha, equivalente al 32,2 % de la superficie provincial. Las unidades taxonómicas más importantes de este grupo de suelos son los Ultisoles, Alfisoles y los Oxisoles Suelos Pedregosos Los suelos denominados ‘pedregosos’ cubren un poco más de un tercio de la Provincia y se trata de un conjunto de suelos muy poco evolucionados. Estos suelos son poco profundos y ocupan sitios con fuertes pendientes. Las unidades taxonómicas más importantes de este conjunto son: los Molisoles, los Entisoles, los Inceptisoles y los afloramientos rocosos. Los suelos denominados ‘pedregosos’ ocupan una superficie de 1.029.731 ha, o 34,5 % de la superficie de la Provincia. Suelos Pardos Los suelos de este conjunto ocupan una zona geográfica específica ubicada en el escalón que separa al Pediplano del Paraná de la Zona Montañosa. Cubren una superficie de 651.952 ha (21,8 % de la Provincia). Estos suelos pertenecen a los Grandes Grupos de los Rodudalfes y sus diferentes fases según profundidad y erosión. 3.5.2 Aptitud de las Tierras Aptitud Agrícola INTA (1985) realizó una evaluación de la capacidad del uso agrícola de cada unidad taxonómica según el Sistema Americano de Clasificación (USDA, 1961). Los suelos considerados como aptos para cultivos cubren cerca del 57 % (1.706.929 ha) de la superficie de la Provincia. Sin embargo, debido a sus características y limitaciones estos suelos requieren prácticas de manejo y de conservación difíciles de aplicar y mantener. Las mejores tierras se encuentran en los departamentos de Apóstoles, Capital e Iguazú, donde más del 50 % de los suelos son aptos para la actividad agrícola, mientras que las tierras con aptitud moderada y baja están distribuidas en los departamentos de Cainguás, Candelaria, Belgrano y Oberá donde ocupan entre 35 y 40 % de sus superficies. Las tierras sin aptitud agrícola ocupan el resto del territorio y cubren una superficie de 1.238.809 ha, o
41,5 % de la superficie total de la provincia. Éstas se encuentran principalmente en los departamentos de 25 de Mayo, San Pedro, Gral. Manuel Belgrano, Guaraní, Eldorado y Montecarlo donde representan entre el 42 y 51 % de sus superficies. Estas tierras deben ser aprovechadas para la conservación de la fauna silvestre, la reforestación, la protección de cuencas o fines de esparcimiento. Aptitud Forestal Esta evaluación se basa en la propuesta de la FAO (Fernández et al, 1997) y en la información publicada en el Atlas de Suelos de la República Argentina. Los criterios utilizados para evaluar la aptitud forestal son: pendiente, drenaje y profundidad efectiva; mientras que las especies consideradas son las siguientes: Araucaria angustifolia, Pinus elliottii, P. taeda, Eucalyptus grandis, E. dunnii, Paulownia sp. y Melia azedarach. La Provincia de Misiones cuenta con 1.249.025 ha de tierras consideradas como aptas o potencialmente disponibles para la implantación de bosques con fines comerciales. En más del 99 % de los casos, la profundidad efectiva del suelo es la limitación más importante, mientras que en el resto de las tierras el factor limitante es drenaje impedido. Sobre las tierras consideradas aptas (A1) para la implantación forestal, todas las especies mencionadas pueden lograr un alto crecimiento con expectativas para Pinus elliottii y P. taeda del orden de 22-30 y 28-40 m3/ha/año respectivamente, para Eucalyptus grandis de 40-50 m3/ha/año y para Araucaria angustifolia de 22-26 m3/ha/año. Sobre las tierras moderadamente aptas, limitadas por profundidad, las expectativas de crecimiento son las siguientes: Pinus elliottii y P. taeda de 25-30 m3/ha/año; Eucalyptus grandis y E. dunnii de 30-40 m3/ha/año. 3.5.3 Erosión Hídrica Potencial El fenómeno de la erosión hídrica constituye la causa principal de la degradación de tierras. La erosión adquiere mayor importancia en las áreas húmedas con rasgos geomorfológicos accidentados con suelos inestables y aún más, cuando éstos son mal manejados y se degrada la cobertura natural, como es el caso en la Provincia de Misiones (INTA, 1989). Las intensas lluvias, la topografía accidentada junto con el mal manejo de las tierras provocan las altas pérdidas estimadas de fertilidad y de suelos.
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Como lo muestra el Cuadro 3.2, existe una estrecha relación entre las regiones naturales descritas en el Atlas de Suelos de la República Argentina, según el proyecto cita-
do anteriormente, y los riesgos potenciales de erosión. Debe resaltarse que las pérdidas potenciales de suelo dependen tanto de los componentes taxonómicos como del uso de la tierra.
CUADRO 3.2: RIESGO POTENCIAL DE EROSIÓN HÍDRICA POR REGIONES NATURALES
3.6 Clima El clima de la región es de tipo húmedo (Burgos y Vidal, 1951), caracterizado por una abundante precipitación propicia para las actividades agrícolas y rara vez hay escasez de agua. El promedio anual de las precipitaciones varía entre 1.500 mm en el Sur y 1.900 mm en el Noroeste de la Provincia. El régimen pluviométrico es isohigro, es decir que la precipitación anual se distribuye en forma más o menos uniforme durante todo el año. La temperatura media anual es de cerca de 20º C y las temperaturas máximas alcanzan los 40º C . Sin embargo, durante el invierno pueden presentarse heladas en algunas noches con temperaturas bajo cero.
nera respectivamente. El tipo predominante de vegetación en la Selva Misionera se caracteriza por una densa vegetación y abundante flora, y el clima es cálido y húmedo. Dentro de la Selva Misionera se distinguen dos zonas: “Las Selvas Mixtas” (Selva Misionera o Zona de Monte o Bosque) y “Los Campos” (Parque Mesopotámico o Zona de Campo). Las selvas de la zona de las Selvas Mixtas constituyen una “prolongación de la pluviselva subtropical del Brasil y Paraguay, con más de 2.000 especies conocidas de plantas vasculares, donde los árboles más altos superan los 30 m de altura, distinguiéndose cinco estratos entretejidos por lianas y plantas epífitas”(Daniele y Natenzon, 1994).
3.7 Vegetación y Fauna 3.7.1 Fitogeografía La vegetación del territorio estudiado pertenece al dominio amazónico de la región fitogeográfica neotropical (Cabrera, 1994) que abarca un inmenso territorio caracterizado en su mayor parte por selvas tropicales y subtropicales. Según las variaciones climáticas y orográficas, se distinguen dos provincias fitogeográficas: la provincia de las Yungas y la provincia Paranaense que, en el marco del Proyecto, se denominarán la Región Fitogeográfica Selva Tucumano Boliviana y Región Selva MisioPágina 12
Según Cabrera (op. cit.), esta zona se caracteriza por la presencia de tres comunidades climáxicas: -
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-
la selva de Laurel y Guatambú que forma la asociación clímax de la mayor parte de la zona, con cerca de 100 especies arbóreas; la selva de Laurel, Guatambú y Palo Rosa que abarca el extremo norte de Misiones, en el Parque Nacional Iguazú. Se trata de una asociación que no se repite en ninguna otra zona de la región; la selva de Laurel, Guatambú y Pino en el terreno más alto del extremo oriental de la Provincia que constituye un ecotono entre las selvas mixtas y
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los bosques de pino del planalto del sur de Brasil. Entre las comunidades de carácter edáfico se destacan: - las selvas hidrófilas que se encuentran sobre las riberas del Paraná, del Uruguay y de sus afluentes; y - las selvas caracterizadas por la especie Astronium balansae que forman una faja irregular en el sur de Misiones entre la selva de Laurel y la zona de los Campos.
Según el Cuadro 3.3, los resultados del presente inventario muestran que, en 1997, el uso de la tierra era el siguiente: • • • • •
Bosques Nativos: 1.505.710 ha (50,9 %); Tierras Agropecuarias: 875.439 ha (29,6 %); Plantaciones Forestales: 170.123 ha(1) (5,7 %); Arbustivas/Barbecho/Capueras: 395.117 ha (13,3 %); y Otras (cuerpos de agua y tierras con construcciones): 14.468 ha (0,5 %)
Las sabanas constituyen las comunidades de carácter edáfico del distrito de los Campos.
CUADRO 3.3: USO DE LA TIERRA (1997)
3.7.2 Fauna La fauna silvestre misionera es muy diversa y en el pasado siempre provocó admiración en los viajeros que recorrían la Provincia. La gran riqueza faunística de la Provincia está íntimamente ligada a las características de su flora, relieve y a la diversidad de elementos naturales que le dan abrigo y sustento en diferentes hábitats (MEyRNR, 1995). Según la misma fuente, existen 554 especies de aves, 120 especies de mamíferos, 79 especies de reptiles, 55 especies de anfibios y más de 200 especies de peces. Según CITES (Convención Internacional para el Tráfico de Especies Silvestres), 14 especies, de las cuales 9 pertenecen al orden de los mamíferos, son objeto del comercio internacional prohibido, mientras que 19 especies son objeto del comercio internacional controlado. Otros documentos implican que la lista no está completa (Chaves, 1995).
nas de las cuales sólo se aprovechan aproximadamente unas 20 especies. Incluidas las especies arbóreas más amenazadas, pueden citarse Palo Rosa (Aspidosperma polyneuron) y Pino Paraná (Araucaria angustifolia), especies protegidas y declaradas Monumentos Naturales por Ley 2380/86. En 1960, se estimaba que la superficie ocupada por los PINARES era de 210.000 ha (Cozzo, 1960). Debido a la falta de información que impide un razonable aprovechamiento, las especies como Cedro (Cedrela fissilis), Incienso (Myrocarpus frondosus), Peteribí (Cordia trichotoma), Palmito (Euterpe edulis), Chachimbre (Dicksonia sellowiana) están amenazadas por su alta cotización en el mercado (MEyRNR, 1995). 3.8 Areas Protegidas 3.8.1 Características
3.7.3 Flora Se han registrado unas 200 especies arbóreas autócto-
En 1994, existían 29 áreas protegidas, de las cuales 2 eran de jurisdicción nacional y 27 de jurisdicción pro-
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vincial. La superficie de las primeras sumaba 68.200 ha y la de la segunda cubría 118.728 ha para un total provincial de 186.948 ha, equivalente al 6,26 % del territorio de la Provincia. Dentro las 24 provincias del país, Misiones ocupa al decimocuarto rango (Burkart y Ruiz, 1994). Según la definición dada por UICN (1984) 155.350 ha deben considerarse bajo la categoría estricta, es decir, 83 % de las áreas protegidas de la Provincia, aunque estos resultados deben ser analizados en más detalle. En efecto, las encuestas conducidas a escala nacional (Burkart y Ruiz, 1994) demuestran que las tres cuartas partes de las áreas protegidas bajo la Administración Parques Nacionales son de categoría de estricta, mientras que sólo una fracción del 8,6 % de áreas protegidas bajo las administraciones provinciales pueden ser consideradas bajo categorías de protección estricta. Sólo tres áreas protegidas tienen un grado de control aceptable y óptimo (Daniel y Natenzon, 1994). Se trata del Parque Nacional Iguazú, Parque Provincial Cruce Caballero y Salto Encantado. En cuanto a las otras, el grado de control varía entre inexistente a insuficiente, y se puede decir que estas áreas protegidas sólo existen “en los papeles”. Cerca del 80 % de las áreas protegidas bajo la jurisdicción de la Provincia poseen un estado de control inexistente o insuficiente. De acuerdo a los criterios de Reid y Miller (1989), desarrollados para evaluar la representación biogeográfica, se considera que la región natural de Selvas y Campos Paranaenses estaría insuficientemente cubierta con respecto al plano biogeográfico basado en el Mapa de Regiones Naturales de la Argentina (Daniele y Natenzon, 1994). Los problemas que más afectan a las áreas protegidas son los incendios forestales, desmontes, explotación ilegal de la flora, caza, pesca y actividades agrícolas. Por otro lado, las autoridades y las instituciones responsables no se ocupan de armonizar los intereses y atenuar los conflictos que se presentan cuando los pobladores invaden muchas áreas protegidas (WWF, 1994). 3.8.2 Otras Áreas Protegidas Se deben mencionar otras categorías de manejo como son la Reserva de la Biósfera y las Reservas Compensatorias del proyecto hidroeléctrico Yacyretá. La Reserva de Biósfera Yabotí, creada por Ley 3041 y reglamentada por decreto N° 2472/93, se encuentra en Página 14
los departamentos de San Pedro y Guaraní. En esta reserva la tenencia de la tierra es la siguiente: provincial, 32.619 ha (12,8 %); privada 221.154 ha (87,2 %), y el régimen de desarrollo tiende a promover la explotación maderera en forma ordenada (Fuente, MEyRNR). Con respecto al proyecto hidroeléctrico Yacyretá, a fin de mitigar los impactos negativos debido a la pérdida de ecosistemas naturales, se han propuesto reservas compensatorias compuestas por ecosistemas similares que cubrirían una superficie proporcional a los ecosistemas perdidos. En la Provincia de Misiones, estas superficies podrían alcanzar cerca de 40.000 ha (Basaldúa, 1996). 3.9 Población 3.9.1 Las Primeras Colonias La principal ola de inmigraciones europeas a la Provincia de Misiones se produjo entre 1869 y 1895, y la mayor parte se asentó en la Zona de Campo. Esta colonización coincidió con la crisis de la agricultura tradicional europea junto con la explosión demográfica que conoció en esa época el viejo continente. Los campesinos de origen ucraniano fueron los que dominaron esta primera ola, y para 1903, sus explotaciones ya estaban en plena producción. La colonización prosiguió en el intervalo de las dos guerras mundiales, concentrándose en las tierras a lo largo del Río Paraná y por el centro de la Provincia hasta la localidad de Oberá. Las décadas del 50 y 60, se caracterizaron por el crecimiento de las colonias existentes que se extendieron especialmente por la espina dorsal de la Provincia (Ruta Nacional 14). A fines de los años 70, la colonización, compuesta mayormente por germano-brasileros y polaco-brasileros se desplazó hacia el oriente de la Provincia. Esta última colonización se caracterizaba por la agricultura migratoria o de “roza”. 3.9.2 Características de la Colonización Bartolomé (1982) distingue cuatro etapas principales en el proceso de asentamiento para la mayoría de los colonos misioneros (Cuadro 3.4). Este proceso explica los diferentes paisajes que se observan en distintas áreas de la Provincia. El éxito de la colonización misionera, en un comienzo, parece haber estado ligada al fácil acceso a la tierra, tanto fiscal como privada, y a la lejanía de los poderes públicos. Aunque en Misiones ésta se produjo sin planificación adecuada, con respecto a la aptitud de los suelos, esta característica no es patrimonio exclusivo de esta Provincia.
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CUADRO 3.4: ETAPAS PRINCIPALES EN EL PROCESO DE ASENTAMIENTO
3.9.3 Características de la Población Actual Demografía Según el censo de 1991, la población de la Provincia alcanzaba 788.915 habitantes. Durante los dos últimos decenios, la población aumentó un 28 %, pasando de 443.020 a 788.915 habitantes. En 1999, la población de la Provincia se estimaba en 960.436 habitantes (INDEC, 1999). Mientras que durante el mismo tiempo, la población
rural se mantuvo relativamente estable, entre 5,4 y 1,2 % de la población total, la población urbana aumentó en proporciones importantes, entre 79,0 % y 66,1 % de la población total de la Provincia, que se estima alcanzará 1.112.117 habitantes en el año 2005. El Cuadro 3.5 presenta la superficie y densidad de la población por departamento al momento del censo de 1991. En 1999, se calculaba una densidad media de 32,2 habitantes por km2, lo cual coloca a la Provincia de Misiones en tercer lugar, después de Tucumán y Buenos Aires (INDEC, 1999).
CUADRO 3.5: SUPERFICIE Y PROFUNDIDAD DE LA POBLACIÓN (1991)
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Las Condiciones Socioeconómicas Aunque a nivel provincial, el porcentaje de hogares con necesidades básicas insatisfechas (NBI)(2) se redujo entre los años 1980 y 1991, de 39,2 a 30,0 %, durante 1991, este porcentaje se mantenía aún entre 40 y 50 % en los siguientes departamentos: San Pedro, Guaraní y Gral. Manuel Belgrano. En 1991, el 27,4 % de la población económicamente activa trabajaba en el sector primario (industria agropecuaria, silvicultura, pesca y caza) y el 28,2 % en el sector secundario (industria manufacturera, construcción, gas y electricidad). En el transcurso del último decenio, el sector primario disminuyó de 39,4 % en 1980 a 28,2 % en 1991. Calidad de Vida A lo largo del proceso de desarrollo de la Provincia, las
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posibilidades de la población para lograr una calidad de vida mejor no han sido iguales para todos los sectores de la población, como tampoco tener acceso a la tierra, a la vivienda y a los servicios básicos. Estas diferencias son más marcadas, tanto en las áreas marginales urbanas como en las áreas rurales. Las áreas marginales urbanas corresponden muy a menudo a zonas frágiles muy degradadas, caracterizadas por condiciones de insalubridad extremas. Bajo estas condiciones, las poblaciones marginadas no pueden esperar un cambio notable en su calidad de vida. En el caso de las áreas rurales, las causas que crean la marginación de las poblaciones incluyen las siguientes: la extrema pobreza, la insuficiente extensión de tierra o su mala aptitud agrícola, una economía de subsistencia, las distancias a los centros de asistencia y de educación, lo que en conjunto exige un enorme esfuerzo de la familia para realizar sus actividades productivas (Gandolla, E., 1995).
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3.10 El Medio Agrícola 3.10.1 Explotaciones Agropecuarias En la Provincia de Misiones, se cuentan 27.517 explotaciones agropecuarias (EAP) que cubren una superficie de 2.282.235 ha, equivalente al 77,5 % de la superficie total de la Provincia (Figura 3.1). Aunque las EAP cuya superficie varia entre 10 y 25 hectáreas son las más frecuentes (41 %), su superficie total no excede el 9,7 % de la superficie total de las EAP. Según el censo de 1988, el número de personas que trabajaban o residían en las explotaciones agropecuarias sumaban 192.755 habitantes (INDEC 1998).
agropecuario generalmente se distingue por la “roza” de suelos no aptos para la agricultura debido a su escasa profundidad, fertilidad o mucha pendiente. Esta economía se basa en la eliminación de la selva ubicada sobre suelos altamente susceptibles a la erosión (WWF, 1994).
FIGURA 3.2: RÉGIMEN DE LA TIERRA (HA) (INDEC, 1998)
FIGURA 3.1: SUPERFICIE Y NÚMERO DE EAP SEGÚN EL TAMAÑO DEL PREDIO (INDEC 1998)
Misiones es una provincia minifundista donde cerca del 70 % de los EAP poseen una extensión igual o menor a 25 hectáreas, lo cual generalmente se relaciona al deterioro ambiental y a la ocupación precaria (WWF, 1994). 3.10.2 El Régimen de la Tierra La propiedad privada de la tierra domina en la provincia de Misiones, tanto en superficie (84 %) como en cantidad (65 %) de unidades agropecuarias (Figura 3.2). Mientras las tierras explotadas bajo un régimen de aparcería y arrendamiento son de poca importancia en cuanto a superficie y cantidad, la categoría de ocupantes representa alrededor de 8.000 EAP que abarcan una superficie de 260.000 hectáreas. Evidentemente la porción de ocupantes ha aumentado en los últimos cinco años debido a la inmigración fronteriza. Los agricultores itinerantes u ocupantes precarios explotan extensiones de menos de diez hectáreas situados en tierras marginales para la agricultura y caracterizados por los siguientes cultivos: tabaco, maíz, ganado menor, poroto, mandioca y hortalizas. Este régimen
Estos productores encuentran problemas para acceder a las fuentes financieras y a la tecnología debido a su estado irregular y a que no poseen titulo de propiedad. Este tipo de explotación ya no es practicable en la Provincia, puesto que no quedan extensiones fiscales capaces de soportarlo. La agricultura itinerante o migratoria sólo se genera y mantiene en base a una organización social caracterizada por los circuitos informales (transmisión de información, préstamos de trabajo y herramientas) (Gandolla, E., 1995). Este tipo de agricultura conspira a medio plazo por agotar los suelos y crear caudales migratorios como es el caso de los productores de L.N. Alem y Oberá que inmigraron a los departamentos de San Pedro y Gral. Belgrano, produciendo la ocupación espontánea de las Reservas Forestales y su progresiva transformación en tierras de cultivo (Gandolla, E., 1995). 3.10.3 Uso de la Tierra La superficie total implantada de la provincia de Misiones cubre 587.103 ha, equivalente al 25,7 % de la superficie total de las EAP. Los cultivos (excluidos los forestales) totalizan 264.336 ha (45,0 % del total implantado). Los grupos de cultivos más importantes económicamente son los forestales e industriales. Los cultivos industriales cubren 190.334 hectáreas. Las superficie ocupada por la yerba mate (133.719 ha) representa el 70 % de todos los cultivos industriales de la Provincia y el té llega en segunda posición con Página 17
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40.706 ha, 21 % de los cultivos industriales. 3.10.4 Plantaciones Forestales
de silvicultura, extracción y ordenación de las masas forestales nativas. El Cuadro 3.6 muestra la evolución de las superficies cubiertas de bosques nativos según diferentes estudios.
En 1998 la Provincia contaba con aproximadamente 254.000 ha de plantaciones forestales. Tres especies son particularmente importantes: Araucaria, Eucalipto y Pino; esta última representa alrededor del 80 % del total(3). 3.10.5 Ganadería En 1988, se estimaba que habían más de 217.000 cabezas distribuidas en unas 17.393 EAP, mientras que la superficie forrajera cultivada permanente era de 45.000 hectáreas. Las EAP con ganado cuya superficie es menor a 10 ha son las más numerosas (13.263), o el 76 % del número total de EAP con ganado bovino. Las parcelas de este tamaño sostienen 61.513 cabezas, 28 % del ganado de la Provincia (Figura 3.3).
CUADRO 3.6: SUPERFICIES CUBIERTAS DE BOSQUES NATIVOS, SEGÚN DIFERENTES ESTUDIOS
Estos estudios demuestran que durante los años comprendidos entre 1960 y 1985, la superficie de bosques nativos se redujo en 500.000 ha, una tasa promedio de 20.000 ha/año. Un equipo del Banco Mundial en un estudio realizado en el año 1993 comentó: “Al analizar las diferencias se produce claramente un estado de profunda incertidumbre conocido como un ballet de cifras, de una magnitud tal como para desorientar a cualquiera. Evidentemente todos pueden proponer datos y estimaciones propias dentro de ciertos límites, sin temor a ser desmentidos" (Corradini, Gennari y Merlo, 1993). Históricamente, la penetración migratoria se produce por las Rutas Nacionales N° 12 y 14. Este frente de penetración hoy se sitúa principalmente en el área de frontera de Bernardo de Irigoyen desde Guaraní al sur hasta General Manuel Belgrano.
FIGURA 3.3: CANTIDAD DE EAP CON GANADO Y NÚMERO DE CABEZAS POR ESCALA DE TAMAÑO (INDEC, 1998)
3.11 El Medio Forestal 3.11.1 Explotación del Bosque Nativo El aprovechamiento forestal de Misiones fue realizado sin previsión alguna (Amable et al,1996). La demanda del mercado, el mejoramiento de las técnicas modernas de extracción y de construcción de rutas, permitieron reducir los costos y acelerar el proceso de extracción, y por lo tanto transformar los bosques nativos en tierras disponibles para los cultivos agrícolas, (Gandolla, E., 1995). Pero, al mismo tiempo, no hubo avances significativos en relación a las prácticas Página 18
La explotación forestal fue la principal actividad económica desarrollada en la Selva Misionera entre el inicio del siglo pasado hasta el fin de los años de la década del 50. Una intensa extracción selectiva condujo al empobrecimiento de todos los bosques de la región, a excepción de algunos escasos vestigios de selva intacta en áreas poco accesibles en el Norte y el Este de Misiones. Esta explotación fue posible a causa de la disponibilidad de grandes extensiones de selva primaria, una mano de obra abundante y poco exigente, y el transporte económico por vía natural del Paraná, extendiéndose principalmente desde sus márgenes al interior del territorio. La mecanización del transporte, la apertura de rutas y la incorporación de tractores, permitieron una intensificación en la explotación de la selva sobre distancias
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cada vez más alejadas del Paraná. La llegada de las industrias y aserraderos en la Provincia aumentó la presión. Aproximadamente el 80 % de los Bosques Nativos es de propiedad privada y el 20 % restante es de propiedad fiscal, hoy en su mayoría protegidos por diferentes instrumentos legales (Fuente, MEyRNR). Esta explotación es responsable de la pérdida del valor maderable del bosque nativo, de los árboles reproductores de especies valiosas y de una caída en sanidad y calidad del bosque. 3.11.2 Extracción En 1996, la extracción de productos forestales (rollizos) fue de 3.424.257 metros cúbicos. Cerca del 97 % de estos productos provienen de bosques privados. Los bosques cultivados suministraron 2.981.380 m3, el 87 % de la producción total.
sinoso cuenta con el 88 % del volumen (2.116.222 m3) extraído de las plantaciones. En 1996, el volumen que se extrae de plantaciones corresponde a 3.338.014 m3, 47 % de la producción de todo el país (SAGPyA, 1997). 3.11.3 Industria Forestal Actividades Hasta 1940, la actividad de aserrío fue la única industria forestal. En 1987, la Provincia contaba con 705 aserraderos, 20 establecimientos de maderas compensadas, 37 laminadoras, 60 mueblerías, 3 industrializadoras de resinas de pino, 3 celulósico-papeleras y 246 carpinterías. Los numerosos aserraderos de la Provincia no son de gran envergadura ni de alto nivel tecnológico. Generalmente, se trata de pequeñas industrias rudimentarias. Consumo El Ministerio de Ecología estimaba que en 1985, 80 % de la madera rolliza era consumida por la industria celulósica-papelera y la parte restante por la de aserrío. Entre los años ’91 y ’95, la participación de los bosques nativos poco había cambiado, se mantenía alrededor de 200.000 m3/año, mientras que la proveniente de bosques implantados pasaba de 300.000 m3 a cerca de 600.000 m3/año (Figura 3.6).
FIGURA 3.4: EXTRACCIONES SEGÚN ESPECIE (BOSQUES NATIVOS) - 1996 (SAGPyA, 1997)
FIGURA 3.6: PROCEDENCIA DE PRODUCTOS
Ingresos FIGURA 3.5: EXTRACCIONES SEGÚN ESPECIE (PLANTACIONES) - (SAGPyA, 1997)
La Figura 3.4 muestra la participación en las extracciones de las 10 especies más importantes de bosques nativos. La Figura 3.5 presenta el volumen de las principales especies suministradas por las plantaciones. El pino re-
En 1996, las industrias manufactureras forestales contaban con $ 727.909.000 en el producto bruto geográfico (PBG), 23 % del PBG total de la Provincia. La participación de las industriales forestales (IPEC, 1998) aparece en el Cuadro 3.7. En el transcurso de los seis últimos años, el aporte del sector forestal a las industrias de manufacturas fue cerca del Página 19
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50 %, sin muchas variaciones durante estos años: los provenientes de aserríos se ubican en primera posición,
seguido por las fábricas de pasta para papel, papel, láminas y terciados.
CUADRO 3.7: VALOR AGREGADO BRUTO, PRECIOS CORRIENTES DE MERCADO (1.000 PESOS)
Empleos En 1985, la industria forestal creó 9.438 empleos distribuidos en más de mil establecimientos en los diferentes sectores de la industria (Hassel y Manzi, 1993). Exportaciones En 1991, los productos forestales exportados represen-
taban un valor de 33 millones de dólares americanos (Cuadro 3.8); la pasta celulósica contaba con cerca de 90 % de los productos forestales exportados. Ésta constituye el producto de exportación más importante para Misiones y representa 28,8 % de las exportaciones.
CUADRO 3.8: PRINCIPALES PRODUCTOS EXPORTADOS
(1)
Corresponde a la superficie de plantaciones detectadas en las imágenes de satélite, principalmente plantaciones jóvenes y maduras.
(2)
Se consideran hogares con necesidades básicas insatisfechas aquellos en los cuales está presente al menos uno de los siguientes indicadores de privación: hogares que tienen más de tres personas por cuarto, hogares que habitan en una vivienda de tipo inconveniente, hogares que no tienen retrete o tienen retrete sin descarga de agua, hogares que tienen algún niño en edad escolar que no asista a la escuela. (3)
Información detallada se puede consultar en el Inventario de Plantaciones Forestales Secretaría de Agricultura Ganadería Pesca y Alimentación.
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Metodología
4. METODOLOGÍA 4.1 Esquema de la Metodología de Trabajo A continuación se describe la metodología aplicada en la región Selva Misionera: Se agruparon los trabajos en cuatro áreas que se han denominado: a) Teledetección; b) Cartografía; c) Muestreo y Compilación, y d) Sistema de Información Geográfica que integra los resultados de las otras áreas. En la figura 4.1 se presenta la secuencia de trabajo utilizando casilleros con bordes rectangulares para los procesos y bordes redondeados para los productos y las interacciones entre las distintas áreas. El área de teledetección comienza con los trabajos de selección de las imágenes satelitales (Sección 4.3.1) y de georreferenciación (Sección 4.3.2), proceso para el cual fueron utilizados puntos de coordenadas conocidas obtenidos de la cartografía en formato digital, SIG 250, del Instituto Geográfico Militar (IGM). Una vez acondicionadas las imágenes se procedió a realizar la estratificación preliminar (Sección 4.3.3) que consistió en: a) clasificar las tierras en áreas de bosque y no bosque; y b) dentro de lo considerado bosque, en separar bosque inventariable de bosque no inventariable, mediante interpretación visual. A su vez se delimitaron estratos preliminares dentro de las áreas de bosque inventariable con lo cual se obtuvieron los mapas preliminares que sirvieron de apoyo para las tareas de campo. Estando definida la superficie de bosque inventariable, obtenida en la estratificación preliminar, el área de cartografía generó una grilla básica de puntos equidistantes 10 km entre sí (Sección 4.2.1). Esta grilla al ser superpuesta con los límites del bosque inventariable permitió realizar la selección de la muestra que consiste en todos los puntos de grilla que quedan incluidos en áreas de bosque inventariable. Una vez obtenida la lista de puntos se procedió a realizar el muestreo y su correspondiente control de calidad (Sección 4.4.1 a 4.4.4). En las tareas de campo también se realizaron labores para el análisis de fustes (Sección 4.4.5).
bosque inventariable mediante interpretación visual. Las superficies por estrato, más los modelos de volumen obtenidos a partir del estudio de análisis de fustes, junto con los datos de las UPM, fueron compilados para la obtención de los resultados por estrato que se incluyen en la base de datos. En el área de teledetección durante la etapa de estratificación final (Sección 4.3.4) las superficies de bosque no inventariable fueron separadas en Otras Tierras Forestales (cañaverales y bosque en galería) y Tierras Mixtas (mosaico de agricultura con fragmentos de bosque), las área no boscosas se denominaron Otras Tierras. Tanto Otras Tierras como Otras Tierras Forestales fueron delimitadas mediante técnicas de interpretación visual. Las Tierras Mixtas fueron procesadas mediante técnicas de clasificación supervisada de imágenes satelitales y se confeccionó un índice de caracterización (Sección 4.3.5). Como resultado de la estratificación final se obtiene el mapa forestal que fue evaluado mediante la elaboración de una matriz de error (Sección 4.3.6). Utilizando la superficie de cada estrato de bosque inventariable, los modelos de volumen y los datos del muestreo, se efectuó la compilación final de la región (Sección 4.4.6) almacenando los resultados de número de árboles, área basal y volúmenes en la base de datos del inventario (Sección 4.4.7). Finalmente el mapa forestal, la cartografía a escala 1:250.000 y la base de datos fueron integrados en el Sistema de Información Geográfica (Sección 4.2.2).
Los datos de las UPM fueron compilados para obtener datos de área basal y densidad, y esta información fue utilizada, en conjunto con las imágenes satelitales, para ajustar la metodología de clasificación final de los bosques inventariables en la postestratificación (Sección 4.3.6). A partir de los criterios surgidos de la postestratificación, se procedió a delimitar los estratos de
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FIGURA 4.1: ESQUEMA DE LA METODOLOGÍA DE TRABAJO
Metodología
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Metodología
4.2 Cartografía Digital y Sistema de Información Geográfica (SIG) Esta sección indica las líneas generales aplicadas para la elaboración de la cartografía base y la estructuración del SIG. Para mayores detalles, se deberá consultar el “Manual de Cartografía Digital y Sistema de Información Geográfica”. 4.2.1 Cartografía Digital Cartografía Base Como cartografía base del trabajo se utilizó el SIG-250, elaborado por el Instituto Geográfico Militar (IGM). Se utilizaron otras fuentes digitalizadas para actualizar la información faltante, agregándose un campo adicional en las tablas de atributos con el fin de indicar la fuente de los datos. En el Cuadro 4.1 se presentan las cartas utilizadas y las fajas correspondientes. La representación de la carta regional se unificó al sistema de coordenadas de la faja 7.
Apoyo a los Trabajos de Muestreo Para la fase de diseño del inventario, se generó la grilla para la ubicación de las Unidades Primarias de Muestreo (UPM) y, para la fase de trabajo de campo, se publicó una cartografía preliminar. Generación de la Grilla para la Ubicación de las UPM A partir de una coordenada plana seleccionada al azar, se generó una grilla de puntos equidistantes de 10 km x 10 km. Esta grilla se superpuso sobre la superficie de bosque inventariable para ubicar los puntos de las UPM. La coordenada plana fue X: 7.296.354,5528 e Y: 6.865.236,2420 de la proyección conforme GaussKrüger faja 7. Para estratos mas complejos, a partir de un punto de esta grilla, se generó una grilla secundaria de 2.5 km x 2.5 km y otra de 5 km x 5 km. Para más detalles consultar el “Manual de Cartografía Digital y Sistema de Información Geográfica”. Publicación de la Cartografía Preliminar de los Bosques Nativos Se generó una cartografía preliminar a escala 1:150.000 para apoyar los trabajos de campo del inventario. Se utilizó: a) el cubrimiento producido por la interpretación visual de las imágenes satelitales (estratos de los bosques inventariables delimitados); b) los puntos de las UPM; y c) información topográfica disponible. 4.2.2 Sistema de Información Geográfica Posteriormente, en las actividades de SIG, se operó secuencialmente con las tareas de:
CUADRO 4.1: CARTAS IGM UTILIZADAS
El procesamiento de estas cartas del SIG-250, complementadas con datos de otras fuentes, posibilitó la obtención de una cartografía base digital del área representada, incluyendo los elementos siguientes: • • • • • • • • • • •
marco de la carta; borde de la carta (rotulación); grilla de referencia; textos aclaratorios; logotipos; identificación de la hoja; leyenda; símbolos cartográficos; mapa índice; escala numérica y escala gráfica; norte de cuadrícula.
• •
Estructuración y gestión de tablas de atributos; Publicación de la cartografía.
Estas actividades tuvieron como objetivo principal integrar, manejar y editar los diferentes cubrimientos topográficos y temáticos, así como establecer un enlace funcional con los datos del muestreo forestal. Estructuración y Gestión de Tablas de Atributos La información cartográfica queda vinculada en el SIG con la información tabular incorporada en la base de datos y los resultados del proceso de compilación, generados a partir de los trabajos del muestreo forestal.
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Cubrimientos de Vinculación Corresponden a aquellos cubrimientos que se utilizaron para vincular los datos de campo y los datos de resultados del muestreo forestal. La forma de vincular se encuentra explicada en el “Manual de Cartografía Digital y Sistema de Información Geográfica”. Publicación de la Cartografía Cartas Temáticas en Soporte Papel para la Región Selva Misionera Se imprimieron seis cartas temáticas según las cartas del IGM en la escala 1:250.000 y un mapa regional en escala 1:350.000, producto de la compilación cartográfica en escala 1:250.000.
4.3.1 Selección de Imágenes Satelitales En vista de la extensión del área de proyecto, las características de cada región, el nivel de percepción requerido, así como el potencial de los distintos sensores disponibles a la fecha de ejecución del proyecto, se optó por emplear imágenes Landsat-5 TM. Para cubrir la totalidad de la Región Fitogeográfica de la Selva Misionera, se necesitaron 5 imágenes. La época de toma de las mismas tuvo poca influencia, debido a que los bosques de tipo selva poseen una secuencia fenológica poco notable. Las imágenes utilizadas se presentan en el Cuadro 4.2.
Cartas Temáticas en Formato Digital para la Región Selva Misionera Se incluyeron los cubrimientos de cartografía base en formato digital provenientes de diversas fuentes y las estratificaciones obtenidas por la interpretación. Los mismos se almacenaron en CD-ROM. Archivos de Impresión en Formato PostScript Encapsulado (EPS) Se obtuvieron archivos de impresión que posibilitan imprimir desde otros programas las cartas temáticas generadas con ArcView GIS. Análogamente a los otros productos digitales, los archivos generados se almacenaron en CD-ROM. 4.3 Teledetección Las actividades realizadas dentro de la fase de teledetección consistieron en delimitar e identificar los estratos de los bosques nativos y las clases de uso de la tierra mediante procesos de acentuación digital, interpretación visual y clasificación automática. Estas actividades se realizaron para cada región en forma individual. La Figura 4.1 (Esquema de la Metodología del Trabajo) resume las siguientes etapas principales: • • • •
• •
selección de las imágenes satelitales; georreferenciación; estratificación preliminar para la fase de diseño del inventario de los bosques nativos; estratificación final, la cual comprende la postestratificación de los bosques inventariables a partir de los datos del inventario; estratificación del resto del territorio según las clases de uso de la tierra; y análisis de exactitud del mapa forestal.
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CUADRO 4.2: IMÁGENES SATELIZADAS UTILIZADAS
4.3.2 Georreferenciación El procedimiento de georreferenciación tiene como objetivo ubicar geográficamente las imágenes según un sistema de coordenadas, en este caso, según el sistema Gauss-Krüger que se utiliza en todos los productos incorporados al SIG del proyecto. Como documentos de referencia, se utilizaron mapas topográficos del Instituto Geográfico Militar de la República Argentina (IGM), con escalas de 1:50.000 y de 1:100.000 publicados entre 1960 y 1990. La georreferenciación se realizó con el software ERDAS IMAGINE 8.3 (Módulo “Geometric Correction”) utilizando transformación lineal (polinomial de 1er grado) y como método de muestreo el vecino más cercano. Con un promedio de 20 puntos de control distribuidos uniformemente en cada escena se logró un RMS (Error Residual) menor a 4 pixeles. La proyección Gauss-Krüger se define por fajas y la región Selva Misionera corresponde a las fajas 6 y 7. El Cuadro 4.3 enumera las imágenes según path/row y la faja correspondiente.
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ventariar se basa sobre criterios visuales, lo que implica obligatoriamente la participación de un intérprete. Con el objetivo de facilitar la interpretación visual y lograr contrastes de mejor calidad, las bandas TM3, TM4 y TM5 fueron realzadas, aprovechando lo más posible el rango admisible (0-255). También se homogeneizaron los colores entre imágenes, lo que facilitó y permitió la extrapolación de la interpretación a todas las imágenes de la región. Las acentuaciones se realizaron con el software Erdas Imagine, Versión 8.3. CUADRO 4.3: GEORREFERENCIACIÓN DE IMÁGENES
4.3.3 Estratificación Preliminar La estratificación preliminar consistió en separar áreas no boscosas de las áreas boscosas mediante interpretación visual y, en las zonas boscosas, diferenciar las áreas inventariables de las áreas no inventariables. También se delimitaron y codificaron los distintos estratos forestales mediante procedimientos de interpretación visual. Para iniciar el trabajo fue necesario disponer de información de referencia. En primera instancia se consultó la Pre-carta Forestal de la Región Selva Misionera (IFONA, s.d.) y mapas topográficos de base (rutas, localidades). Además se utilizó información sobre la ubicación y límites de Parques y Reservas Nacionales y Provinciales. La delimitación de los estratos y su codificación se realizó con el software ArcView GIS, en la pantalla con un nivel de detalle correspondiente a la escala 1:100.000. Selección de las Bandas Espectrales En todas las etapas del Proyecto se utilizaron las bandas espectrales: TM3 que corresponde al rojo, TM4 al infrarrojo cercano y TM5 al infrarrojo medio. La combinación de las mismas se considera la más adecuada para discriminar vegetación boscosa (Beaubien, 1993), como así también es apropiada para estudiar los tipos forestales (Benson y DeGloria, 1985; Horler y Ahern, 1985).
Diferenciación entre Bosque y No Bosque Se identificaron las áreas boscosas y las demás coberturas visualizando las bandas TM4, TM5 y TM3, en los canales rojo, verde y azul, respectivamente (RGB 453). Los criterios de diferenciación entre bosque y no bosque fueron: •
•
Áreas boscosas: naranja con distintos tonos de rojo para formaciones forestales y plantaciones, estas últimas, además se diferencian por su textura uniforme y rasgos antrópicos. Áreas no boscosas: tonos azules y verdes para las áreas agrícolas, azul oscuro a negro para los cuerpos de agua y celeste para caminos y zonas urbanas.
Diferenciación entre Bosque Inventariable y Bosque No Inventariable Aquellos bosques que cumplen con las siguientes características fueron clasificados como bosques inventariables: • •
•
Poseer una cobertura boscosa superior al 20 %; Encontrarse unidos a las masas forestales principales (serranías centrales y cuenca del arroyo Yabotí); Presentar una estructura continua de bosque, mayor de 1.000 ha, no fragmentado aunque se encuentre separado de las masas forestales principales.
Realce de las Imágenes
La Figura 4.2 muestra un ejemplo de la delineación y diferenciación entre bosque y no bosque, así como entre bosque inventariable y no inventariable.
Para la estratificación preliminar se optó por la interpretación visual, dado que las coberturas boscosas poseen una gran heterogeneidad, lo que hace difícil el uso de algoritmos automáticos (Maxwell, 1982). Además, en este caso, la delimitación de los bosques a in-
Dentro del bosque inventariable (Tierras Forestales) se discriminaron las superficies mayores a 5 hectáreas que no correspondían a bosque inventariable (cañaverales y tierras agropecuarias). El Parque Nacional Iguazú fue identificado como un estrato independiente. Página 25
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FIGURA 4.2: CRITERIOS VISUALES PARA LA DISCRIMINACIÓN DEL BOSQUE INVENTARIABLE
Apoyo a los Trabajos de Inventario Dentro de las áreas de bosque inventariable se identificaron estratos preliminares, y aquellos que presentaron características particulares fueron seleccionados para intensificar su muestreo (Consideraciones Metodológicas, Sección 4.5). Para efectuar los trabajos de inventario, las imágenes fueron impresas a escala 1:75.000 con la estratificación preliminar, la ubicación de las UPM e información complementaria para facilitar el acceso a las UPM (rutas principales, picadas y localidades).
pletó la estratificación de toda la región Selva Misionera. Con respecto a los bosques inventariables, esta etapa corresponde a la postestratificación, donde se corroboró la estratificación preliminar a partir de los datos del inventario. Para las áreas no boscosas y los bosques no inventariables, esta etapa consistió en estratificar y codificar según las clases de uso de la tierra. Para la codificación final de los estratos y la leyenda del mapa forestal se utilizó la clasificación de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), Programa de Evaluación de Recursos Forestales (FRA 2000), adaptándola al contexto argentino.
4.3.4 Estratificación Final La estratificación final fue la etapa en la cual se com-
La Figura 4.3 presenta la estratificación de la FAO adaptada para la región Selva Misionera.
FIGURA 4.3: ESTRATIFICACIÓN DE LA COBERTURA DE LA TIERRA Página 26
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Postestratificación de las Tierras Forestales Luego de haber realizado el muestreo de campo, con las imágenes y el apoyo de los datos obtenidos de las UPM, se buscaron criterios que permitieron establecer una equivalencia entre las características de las UPM y las características espectrales de las imágenes. En una composición de falso color compuesto con las bandas TM4, TM5 y TM3, en los canales rojo, verde y azul, respectivamente (RGB 453), se pudo observar al combinar con la información de las UPM lo siguiente: • •
•
Valores altos en área basal presentaban un contexto con tonalidades rojas; Valores medios en área basal presentaban un contexto de tonalidades rojo anaranjadas mezclado con manchas verdes y amarillas; Valores bajos de área basal presentaban un contexto de tonalidades verdes.
área basal se mezclaban con las UPM de valores intermedios y correspondían a áreas con características espectrales variables. Teniendo en cuenta estas consideraciones se examinaron las imágenes, observándose zonas que presentaban continuidad espacial en las tonalidades y otras que presentaban una apariencia de mosaico en las cuales los cambios de tonalidades eran frecuentes sobre distancias cortas. Basándose en los criterios de tonalidades asociadas a niveles de cobertura arbórea, área basal y continuidad espacial del nivel de cobertura se definieron los siguientes estratos (Figura 4.4): •
• También a nivel de la región se pudo observar que: •
•
La mayoría de las UPM con valores extremos de área basal (altos y bajos), correspondían a áreas con características espectrales distintas; y Algunas de las UPM con valores extremos de
•
Selva de cobertura cerrada: corresponde a zonas con altos niveles de cobertura arbórea que se reflejan en altos valores de área basal y presentan continuidad espacial. Selva de cobertura abierta: corresponde a zonas con bajos niveles de cobertura arbórea que se reflejan en bajos valores de área basal y presentan continuidad espacial. Selva de cobertura variable: son aquellas zonas que presentan una alta variación del nivel de cobertura arbórea en cortas distancias presentando una apariencia de mosaico.
FIGURA 4.4: NIVELES DE COBERTURA ARBÓREA Página 27
Metodología
En el estrato Selva de cobertura variable, es posible encontrar todos los valores de área basal, debido a su estructura compleja que incluye todos los niveles de cobertura arbórea siguiendo una distribución en forma de mosaico. La definición de los tres estratos anteriores implica los siguientes supuestos: 1. 2.
3.
La clase Selva de cobertura cerrada sólo inclu ye situaciones de alto nivel de cobertura arbórea. La clase Selva de cobertura abierta sólo incluye situaciones de bajo nivel de cobertura arbórea. La Selva de cobertura variable puede incluir
todos los niveles de cobertura (alta, media y baja). Estos supuestos han sido confirmados durante el sobrevuelo realizado para el análisis de exactitud del mapa forestal, en el cual se evalúo visualmente de manera puntual el nivel de cobertura arbórea: alto, medio y bajo. Los resultados que se presentan en el Cuadro 4.4 confirman los supuestos utilizados para la definición de los tres estratos. Luego de la confirmación de los tres estratos de bosques inventariables, las UPM fueron compiladas según el estrato donde geográficamente se encuentran localizadas, de acuerdo a la delineación de los estratos en el mapa.
CUADRO 4.4:VALIDACIÓN DE LOS ESTRATOS INVENTARIABLES
4.3.5 Estratificación de Bosques No Inventariables y Áreas No Boscosas Esta superficie fue clasificada en las siguientes categorías: Otras Tierras Forestales, Tierras Mixtas y Otras Tierras. Éstas se definen según los siguientes criterios: • •
•
Otras Tierras Forestales: superficies con preponderancia de cañaverales y bosques en galería. Tierras Mixtas: corresponden a zonas de transición muy dinámica entre el ambiente forestal y el ambiente agrícola. Son un conjunto de bosques rurales mezclados en forma de mosaicos con cultivos agrícolas, capueras y plantaciones forestales. De acuerdo a la proporción de superficie ocupada por los bosques rurales, las Tierras Mixtas fueron clasificadas en tierras boscosas, medianamente boscosas, poco boscosas y muy poco boscosas. Otras Tierras: agrupación de las tierras no boscosas (tierras agropecuarias, cultivos, cuerpos de agua, lagunas, perímetros urbanos) que admiten hasta un 10 % de bosque. También comprende intrusiones de carácter puntual en las Tierras Forestales.
Delimitación y Codificación de las Tierras no Inventariables La delimitación de Otras Tierras Forestales y Otras Página 28
Tierras, se realizó a partir de la interpretación visual. Las Tierras Mixtas fueron definidas utilizando un índice de caracterización relativa (%) de los rodales boscosos y de los demás componentes. A diferencia de las demás categorías, la estratificación de las Tierras Mixtas se realizó a partir de una clasificación automática supervisada. Como resultado se obtuvo un mapa temático que resaltó mejor los detalles, facilitando la identificación de los componentes. Durante la clasificación, las coberturas de interés fueron: agricultura, bosques rurales, capueras y plantaciones forestales. Para asegurar una escala constante de trabajo y poder apreciar el contexto global de la región, el mapa temático fue impreso a escala 1:150.000. La estratificación se realizó sobre transparencias, mediante la delimitación de unidades homogéneas, que luego fueron digitalizadas. El índice de caracterización se compone de letras y cifras, donde la letra A representa el componente Agrícola, la B el componente Bosques, la P las Plantaciones forestales y la T las Tierras cubiertas de capuera. El número se refiere a la importancia relativa de cada componente (%) expresado en clases de 10 % según la clasificación siguiente:
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0: 1-9 % 1: 10-19 % 2: 20-29 % 3: 30-39 % 4: 40-49 % 5: 50-59 % 6: 60-69 % 7: 70-79 % 8: 80-89 % 9: 90-100 % Ej:A5T2P1B1
rurales ocupan entre 10 y 19 % cada uno. Para cada unidad se calculó la importancia de los componentes utilizando la superficie de cada uno.
Corresponde a un terreno donde el componente agrícola cubre entre 50 y 59 % de la extensión del polígono mientras que las capueras cubren entre 20 y 29 %. Las plantaciones forestales y los bosques
4.3.6 Análisis de Exactitud del Mapa Forestal El mapa forestal de la región Selva Misionera fue evaluado a partir de una matriz de confusión o error. La ventaja de emplear esta matriz es que ofrece una apreciación global de la precisión de un mapa y también indica las clases que presentan confusiones. Al no disponer de información confiable, aparte de la del presente inventario, la producción de la matriz exigió la recolección de datos de referencia propios.
Los datos de referencia fueron obtenidos mediante un sobrevuelo a partir de un muestreo sistemático empleando una grilla de 5 km (longitud) por 10 km (latitud), con líneas intercaladas entre las líneas de la grilla de las UPM. La posición de las observaciones estuvo controlada por GPS. En total, fueron tomados 205 puntos de control, principalmente en el sector de las Tierras Forestales. El Cuadro 4.5 muestra la matriz de error o confusión.
CUADRO 4.5: MATRIZ DE CONFUSIÓN
Con respecto a las Tierras Agropecuarias, tanto del punto de vista del productor como del usuario del mapa, los resultados indicaron que no hubo confusión en su estratificación, y que todos los estratos identificados como tales en el mapa, corresponden a estos estratos en el terreno. Estos resultados se deben al alto contraste espectral que poseen estas coberturas dentro de un contexto de selva. Dado que este estrato es fácilmente identificable tanto dentro del bosque inventariable como en el resto del territorio, se consideraron suficientes los puntos de control dados por el muestreo sistemático. Para los Cañaverales, los valores de exactitud obtenidos para el productor y el usuario del 92 %, indican una muy buena correspondencia y el grado de confusión pudo ser debido a que en el bosque inventariable, tanto la Selva de cobertura abierta como la Selva de cobertura variable presentan cañaverales. Con respecto a las Tierras Forestales, que constituyen
los bosques inventariables y comprenden los estratos de Selva de cobertura cerrada, Selva de cobertura variable, Selva de cobertura abierta y Selva del Parque Iguazú (esta última no se incluyó en el análisis de exactitud), se produce una exactitud para el usuario del 99 %. Debido a que la definición de estos estratos dentro de las Tierras Forestales tiene en cuenta el nivel de cobertura arbórea, su disposición y su continuidad, la presentación en la matriz de las medidas puntuales de alto, medio y bajo nivel de cobertura según los estratos, no fue adecuada para discriminar los tres estratos a partir de estas medidas puntuales individuales, ya que el estrato de cobertura variable presenta los tres niveles de cobertura. Además, como este estrato representa el 75 % de las Tierras Forestales, se optó por agrupar todas las categorías que integran las Tierras Forestales. Sin embargo, la compilación de las medidas puntuales según los estratos del mapa final presentado en el Cuadro 4.4 permitió corroborar la validez de los tres estratos de las Tierras Forestales. Página 29
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4.4 Muestreo y Compilación 4.4.1 Diseño General El diseño implementado en el presente inventario está descrito detalladamente en el “Manual de Campo”. Básicamente se planteó un sistema de muestreo sistemático empleando una grilla de 10 kilómetros para ubicar las UPM en las áreas identificadas como bosque inventariable durante la interpretación preliminar de imágenes. Dentro de aquellas áreas que fueron clasificadas como bosque inventariable, la interpretación inicial alcanzó identificar varios estratos más complejos, y se establecieron UPM adicionales con el objetivo de entender mejor la composición de los mismos. Estas UPM adicionales se ubicaron dentro de la grilla base de 10 kilómetros, con un espaciamiento de 5 o 2,5 kilómetros, según la extensión de estos estratos más diversos. De acuerdo a lo descrito en el “Manual de Campo”, cada UPM consiste de cinco parcelas de 1/10 ha cada una, de 100 metros de largo por 10 metros de ancho, y cada una ubicada sistemáticamente a 100 metros de distancia de la otra a lo largo de una transecta lineal que parte del punto seleccionado en la grilla. Se efectuaron mediciones detalladas para todos los árboles
con un diámetro (DAP) igual o superior a 30 centímetros dentro de cada parcela de 1/10 hectárea. Asimismo, en cada parcela se anotó la información ecológica, y se establecieron sistemáticamente dos subparcelas adicionales de 1/100 ha de extensión en cada parcela para recolectar información sobre árboles más pequeños de 10 centímetros hasta 29,9 centímetros en diámetro (DAP). La información detallada que fue recolectada, tanto de árboles pequeños como de árboles grandes, fue la siguiente: especie, diámetro, altura y estado sanitario de cada árbol. Con el objetivo de recoger también información sobre la regeneración, representada por árboles de menos de 10 centímetros de diámetro (DAP), se estableció sistemáticamente en cada parcela de 1/10 ha una subparcela adicional de 1/500 ha en extensión. Esta información sobre regeneración consistió sólo en un conteo de los renovales vivos según especie. Para contabilizar sólo aquella regeneración considerada consolidada, se estableció una altura mínima de 1,30 m y hasta un DAP de 9,9 centímetros. La Figura 4.5 muestra un esquema de la UPM y la Figura 4.6 las características de forma y ubicación de sus parcelas y subparcelas.
FIGURA 4.5: UNIDAD PRIMARIA DE MUESTREO (UPM)
El grupo de cinco parcelas constituye una “UPM”.
FIGURA 4.6: DISEÑO DE LAS SUBPARCELAS
Subparcela "A": 10 m x 100 m = 1.000 m2 para árboles de más de 30 cm de DAP.
Subparcela "B": 2 tramos alternados de 5 m x 20 m = 200 m2 para árboles de 10 cm de DAP hasta 29,9 cm de DAP. Subparcela "C": circular de 2,52 m de radio = 20 m2 para recuento de regeneración consolidada. Página 30
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4.4.2 Descripción del Muestreo En total, se establecieron 108 UPM que posteriormente fueron asignadas a cuatro estratos finales para los efectos de la compilación de volumen. Los cuatro estratos son los siguientes:
• • • •
Selva protegida del Parque Iguazú; Selva de cobertura cerrada; Selva de cobertura variable; y Selva de cobertura abierta.
El Cuadro 4.6 resume la distribución del muestreo según estrato y según espaciamiento:
CUADRO 4.6: DISTRIBUCIÓN DEL MUESTREO EN LA SELVA MISIONERA
Tal como lo indica el cuadro, el inventario básico consistió en 89 UPM que fueron sistemáticamente seleccionadas en la grilla de 10 kilómetros. Éstas luego fueron complementadas con 19 unidades adicionales de las cuales 10 fueron seleccionadas aleatoriamente de un total de 34 muestras potenciales en la grilla de 5 km y 9 fueron seleccionadas de un total de 16 muestras potenciales en la grilla de 2,5 kilómetros.
muestreo (UPM) completas además de 2 parcelas en una sexta UPM.
El objeto de esta grilla adicional asociada a la grilla primaria fue lograr una cantidad aceptable de UPM que permitiera un mejor análisis del estrato en cuestión.
4.4.5 Modelos de Volumen
4.4.3 Trabajo de Campo El trabajo de campo empezó en noviembre de 1998 y terminó en marzo de 1999, y se emplearon 4 brigadas compuestas por un técnico como jefe y dos paratécnicos, uno de ellos como identificador de especies y dos peones, además hubo un ingeniero forestal como responsable general de las brigadas de trabajo coordinando las actividades de campaña durante el período de ejecución. 4.4.4 Verificación Los estándares del error no muestral establecidos para los componentes críticos del presente inventario se describen en la Sección 7, Cuadro 7.1 del Manual de Campo. Cinco por ciento (5 %) de las parcelas fueron inspeccionadas en forma independiente por el Subcoordinador del Inventario para asegurar que el trabajo se llevara a cabo según los estándares descritos. La verificación consistió en inspeccionar 5 unidades de
Al margen de esta verificación se mantuvo un permanente contacto sobre el terreno con las cuadrillas de inventario realizando un control adicional directo durante la ejecución del trabajo de cada brigada, fuera de lo establecido como norma.
Para compilar y estimar el volumen de cada árbol y por UPM, estrato y región, fue necesario emplear modelos de volumen de árbol individual que permiten estimar el volumen según la especie o grupo de especies, el DAP y la altura de cada árbol dentro de cada UPM. Puesto que antes del presente inventario no se disponía de modelos suficientes, fue necesario desarrollar nuevos modelos de volumen mediante un estudio de árboles. Este estudio consistió en tomar mediciones de fustes y ramas en 655 árboles seleccionados a través de la Selva Misionera. Los procedimientos empleados para recolectar los datos para un análisis detallado de fustes se describen en el Manual de Análisis de Fustes. Asimismo, los procedimientos empleados para desarrollar los modelos de volumen y los modelos mismos, se describen en el Anexo 1 del mencionado documento. 4.4.6 Compilación El programa de compilación desarrollado para el presente proyecto, que se describe en el manual denominado “Manual de Uso de la Base de Datos de Campo y del Programa de Compilación del Inventario de BosPágina 31
Metodología
ques Nativos”, fue el que se aplicó para la compilación de área basal, densidad y volumen.
les, los cuales se presentan en forma detallada en la sección de resultados del presente informe.
Compilación Preliminar
Es posible dejar de calcular el volumen de una o varias especies. El procedimiento se describe en la Sección 7.1.1 del “Manual de Uso de la Base de Datos de Campo y del Programa de Compilación del Inventario de Bosques Nativos”.
Los datos de las UPM fueron compilados para obtener datos de área basal y densidad. Esta información fue utilizada por el área de teledetección durante el proceso de la postestratificación de los bosques inventariables. Compilación Final Para compilar las existencias de volumen por estrato y por región, el programa, desarrollado para el presente proyecto, utiliza las mediciones de árbol recolectadas en cada UPM, los modelos de volumen y las superficies de cada estrato. Esta compilación proporciona los resultados por volumen, área basal y número de árbo-
También es posible excluir estratos de la compilación sin necesidad de extraerlos físicamente de la base de datos. El procedimiento se describe en la Sección 7.1.2 del recién mencionado documento. Para los efectos del cálculo de volumen neto se emplearon los factores de deducción del Cuadro 4.7, basados en los defectos de los árboles y su tamaño (clase diamétrica):
CUADRO 4.7: DEDUCCIONES POR CLASE DE DEFECTO DE ÁRBOL Y POR DAP
4.4.7 Bases de Datos del Inventario El documento denominado “Manual de Uso de la Base de Datos de Campo y del Programa de Compilación del Inventario de Bosques Nativos” describe las bases de datos utilizadas y producidas por el programa de compilación. La Figura 4.7 muestra las bases de datos organizadas por región fitogeográfica. Toda la información recolectada se encuentra en una base de datos de campo, la cual contiene la información del muestreo del inventario, así como del estudio de árboles y
de la verificación ejecutada por el Subcoordinador del Inventario. Básicamente, la información del muestreo del inventario está contenida en tres tablas: una presenta la información para cada UPM, otra presenta los datos para cada parcela y la última tabla presenta la información detallada para todos los árboles. Estas tres tablas se han enlazado al Sistema de Información Geográfica. Asi mismo, el sistema de codificación utilizado en el inventario y estudio de árboles, tanto para la toma de datos como para el procesamiento, es almacenado en 23 tablas de códigos.
FIGURA 4.7: BASE DE DATOS QUE CONTIENE LA INFORMACIÓN DE CAMPO DEL INVENTARIO Página 32
Metodología
Esta base de datos es manejada por el Programa de Compilación del Inventario Forestal, para ingresar los datos, para calcular el volumen de un árbol individual, de una parcela, de una UPM, de un estrato y, finalmente, para calcular el volumen de la región. Asimismo, el programa produce los informes de compilación correspondientes junto con una serie de tablas que se encuentran dentro de una base de datos de resultados, siete de las cuales son utilizadas para realizar el enlace con el Sistema de Información Geográfica. Tanto el funcionamiento del programa compilador como la estructura de la base de datos de resultados se describen en el documento antes mencionado. 4.5 Consideraciones Metodológicas 4.5.1 Clasificación de las UPM y Estratificación de las Tierras Forestales Inventariables Al comparar las UPM con los estratos forestales preliminares, se encontró que las características florísticas y dasométricas captadas por el muestreo del inventario no permitieron realizar un agrupamiento de las UPM en categorías que tuvieran una relevancia estadística. Como consecuencia, los estratos forestales preliminares no fueron mantenidos como tales y se replantearon los criterios para clasificar las áreas de Tierras Forestales, incorporando aspectos adicionales a los obtenidos del muestreo de campo.
entre categorías, se deberían ensayar alternativas metodológicas que permitan reflejar la continuidad espacial de la cobertura arbórea de manera cuantitativa. 4.5.2 Límite Bosque Inventariable y No Inventariable Una situación similar al ya señalado se presenta cuando se intenta cuantificar el límite entre bosque inventariable y Tierras Mixtas. Esto se debe a que el cambio de cobertura de la tierra en esta región genera un paisaje complejo donde se presentan situaciones de patrones en forma de mosaico con elementos tanto de bosque como de agricultura. Siendo necesario asignar valores numéricos a los límites entre categorías, se deben aplicar metodologías que cuantifiquen el nivel de fragmentación, para lo cual es necesario disponer de información detallada, que excede la escala del presente Inventario Nacional. Fue por ello que también se optó por una interpretación visual como método de clasificación.
Los criterios que se utilizaron para complementar la información obtenida mediante el muestreo fueron las características espectrales y el nivel de continuidad de la cobertura arbórea. Estos dos criterios fueron determinados a partir de color/textura y variabilidad espacial de las mismas a partir de las imágenes. Se definieron así tres estratos, donde uno presenta variaciones espaciales sobre cortas distancias y de manera frecuente en cuanto al nivel de cobertura. Esta característica tiene consecuencias sobre las posibilidades de definir y establecer el límite cuantitativo de la clase Selva de cobertura variable, por lo que se optó por la interpretación visual de imágenes que, si bien implica la subjetividad del intérprete, resolvió este tema de manera satisfactoria, tanto conceptual como operativamente. Por otra parte, el criterio de continuidad espacial no permite que los estratos de las Tierras Forestales inventariables pueden ser evaluados en base a las observaciones puntuales en forma individual, y es por ello que no fue posible realizar la evaluación de los límites mediante la construcción de una matriz de confusión, pero sí compilando las evaluaciones puntuales por estrato (Cuadro 4.4) De ser necesario asignar valores numéricos a los límites Página 33
Resultados
5. RESULTADOS El Mapa Forestal de la Región Selva Misionera junto con sus Atributos y Base de Datos presentan información detallada sobre la distribución geográfica de los estratos y los resultados del inventario de la Selva Misionera. Los Cuadros y Figuras de esta Sección ofrecen esta información en forma resumida. A continuación se describe brevemente dichos resultados.
perficie de esta región, o 1.647.524 hectáreas. Aquellas superficies clasificadas como Tierras Agropecuarias y Cañaverales corresponden al 11 % y 2 % respectivamente, mientras que la pequeña superficie restante se clasifica como Bosques en galería y Otras.
El Anexo I al que se hace mención en esta sección se puede consultar en la página web de la SAyDS (http://www.ambiente.gov.ar/?idarticulo=2341) 5.1 Superficies La superficie total de la región fitogeográfica Selva Misionera es de casi 3 millones de hectáreas (2.960.857 ha). Tal como lo ilustra la Figura 5.1, se encontró que 31 % de la región, o 914.823 ha consisten de áreas de bosque denso y relativamente continuo que fueron clasificados como bosque inventariable e incluidos en el inventario detallado de campo del presente proyecto. La superficie más extensa, compuesta por las Tierras Mixtas, corresponde a casi el 56 % de la su-
FIGURA 5.1: IMPORTANCIA RELATIVA (%) DE LOS ESTRATOS
Como lo muestra el Cuadro 5.1, las Tierras Mixtas contienen los componentes siguientes: rodales de bosques o bosques rurales (538.558 ha), arbustos y “capueras” (395.117 ha), agricultura (604.841 ha) y plantaciones forestales (109.008 ha).
CUADRO 5.1: SUPERFICE DE LOS ESTRATOS (HA) Página 35
Resultados
CUADRO 5.2: SUPERFICE DE LOS ESTRATOS INVENTARIABLES POR TIPO DE PROPIEDAD (HA)
Las Figuras 5.1 y 5.2 muestran la distribución y la importancia relativa de los estratos de inventario dentro de las 914.823 hectáreas clasificadas como inventariables. De acuerdo a la explicación presentada anteriormente en la Sección 4.3 del presente informe, se establecieron 108 UPM en el bosque inventariable. A los efectos de la compilación del inventario, esta superficie de 914.823 ha se volvió a subdividir en los cuatro estratos siguientes: • • • •
cia o propiedad. En total, 36 % de la superficie inventariable se encuentra dentro de parques o reservas nacionales y provinciales, mientras que el 64 % restante es, por lo general, propiedad privada. Al igual que en el Parque Iguazú, las superficies en los demás estratos que están dentro de parques y reservas corresponden sólo a la denominada boscosa y se excluyen las otras superficies, tales como cañaverales.
Selva protegida del Parque Iguazú Selva de cobertura cerrada Selva de cobertura variable y Selva de cobertura abierta
Tal como lo demuestra la Figura 5.2, la Selva de cobertura variable es claramente el estrato más extenso, abarcando 75 % de la superficie, o 686.543 hectáreas. La Selva de cobertura cerrada y la Selva de cobertura abierta juntas corresponden al 21 % de la superficie, mientras que el Parque Iguazú es el estrato más reducido con 4 % de la superficie del bosque inventariable. Cabe resaltar que el estrato denominado Parque Iguazú incluye sólo la proporción boscosa del parque y de la reserva y no otras superficies tales como cañaverales.
FIGURA 5.3: IMPORTANCIA RELATIVA DE LOS ESTRATOS INVENTARIABLES POR TIPO DE PROPIEDAD
5.2 Análisis por Estrato La compilación del inventario forestal de la Selva Misionera proporciona una información detallada sobre la abundancia y distribución de los tres atributos fundamentales del presente inventario: número de árboles por unidad de superficie (existencia), área basal por unidad de superficie y volumen por unidad de superficie. Los resultados detallados arrojados por la compilación se exponen en las tablas del Anexo I. A continuación se presenta un breve resumen de estos resultados.
FIGURA 5.2: IMPORTANCIA RELATIVA (%) DE LOS ESTRATOS INVENTARIABLES
5.2.1 Existencia Número de Renovales por Unidad de Superficie
El Cuadro 5.2 y la Figura 5.3 presentan la distribución de los estratos inventariados según el estado de tenenPágina 36
Para los efectos de la compilación del presente inventario, se consideran renovales aquellos ejemplares que
Resultados
poseen un diámetro a altura de pecho (DAP) de menos de 10 cm y una altura mínima de 1,30 metros. Las Tablas 1.1 y 1.2 del Anexo I, presentan los resultados detallados de regeneración potencial del bosque, a partir de los renovales, y las Figuras 5.4 y 5.5 resumen gráficamente el estado actual de la regeneración en la Selva Misionera. Según lo ilustra la Figura 5.4, se estima que los renovales para todos los estratos combinados es de 1.107 árboles por hectárea de los cuales 438 árboles (40 %) pertenecen a especies comerciales o potencialmente comerciales. Por lo general, con la excepción del estrato del Parque Iguazú, la regeneración es similar a través de los estratos, aunque en aquellos estratos donde las cosechas han sido más intensas, el nivel tiende a ser menor. En el estrato del Parque Iguazú, donde se encontraron 425 renovales por hectárea, el nivel de regeneración es 63 % más bajo que en los demás estratos, lo cual podría estar relacionado a las altas densidades de copa que caracterizan al Parque. Aunque la regeneración está representada por 63 especies identificadas, 50 % de ésta, está compuesta por sólo 6 especies, y el 75 % del total de renovales pertenecen a 16 especies. La regeneración más diversa se encuentra en el estrato Selva de cobertura variable, con 62 especies identificadas, y la más baja se encuentra en el Parque Iguazú con sólo 10 especies.
FIGURA 5.4: ÁRBOLES DE REGENERACIÓN POR HECTÁREA, ESTRATO Y GRUPO DE ESPECIES
El Cuadro 5.3 enumera, por orden de importancia, las 6 especies que representan el 50 % de toda la regeneración:
CUADRO 5.3: ESPECIES DE REGENERACIÓN MÁS COMUNES
Si bien es importante considerar la regeneración en términos de abundancia, una descripción completa de la misma, también requiere que se defina en base a la uniformidad y distribución geográfica. La Figura 5.5 demuestra que, según la frecuencia, la regeneración está geográficamente bien distribuida, con casi el 80% de la superficie inventariada cubierta por renovales. Dado que el número de renovales en el Parque Iguazú es menor, la distribución geográfica en este estrato es más rala, con sólo cerca de 50 % del área cubierta por renovales.
FIGURA 5.5: FRECUENCIA DE REGENERACIÓN POR ESTRATO Y GRUPO DE ESPECIES
Página 37
Resultados
Total de Árboles por Unidad de Superficie Las Tablas 2.1 y 2.2 (Anexo I) presentan los resultados detallados de la compilación de las existencias totales de árboles por hectárea, la Figura 5.6 demuestra gráficamente el estado actual de estas existencias en la Selva Misionera.
FIGURA 5.6: ÁRBOLES VIVOS POR HECTÁREA, ESTRATO Y GRUPO DE ESPECIES
Mientras que las Tablas 2.1 y 2.2 del Anexo I incluyen árboles vivos y muertos, la Figura 5.6 excluye árboles muertos. Según lo ilustra la figura recién mencionada, para
todos los estratos combinados se calcula una existencia de 1.408 árboles por hectárea, de los cuales 600 árboles (43 %) se consideran especies comerciales o potencialmente comerciales. En la región se encontraron 6 árboles muertos por hectárea; estos árboles muertos pueden ser un componente importante de la biodiversidad. Pueden poseer flora y fauna asociada y jugar un papel determinante en la presencia de especies de líquenes, hongos, plantas epífitas, insectos y la nidificación de aves (Anónimo, 1990; Spies, 1998). Se encontró que la distribución de existencias totales para todos los estratos es similar a la distribución de la regeneración. En el Parque Iguazú se encontró un total de 726 árboles por hectárea, o 52 % menos que las existencias en los demás estratos. La distribución de diversidad de especies para las existencias totales de la región es similar a la distribución de diversidad para los renovales. La Tabla 2.1 (Anexo I) indica que mientras existe un total de 96 especies identificadas, 50 % de los árboles pertenecen a sólo 9 especies y 75 % de los árboles pertenecen a 21 especies. La mayor diversidad de especies se encuentra en la Selva de cobertura variable donde existen 89 especies identificadas, y la menor diversidad se encuentra en el Parque Iguazú con sólo 46 especies identificadas. En el siguiente cuadro se relacionan por orden de importancia las 9 especies que componen 50 % de todos los árboles.
CUADRO 5.4: ESPECIES MÁS COMUNES
Número de Árboles por Unidad de Superficie y por Clase Diamétrica Las Figuras 5.7 y 5.8 demuestran en forma resumida la distribución de existencias por clases diamétricas de 10 cm según el grupo de especies y según estrato. Tal como se aprecia en estas figuras, la estructura de rodal
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en la Selva Misionera dibuja una “J” invertida, común en los bosques húmedos tropicales. La Figura 5.8 también demuestra que la estructura de rodal, basada en el total de árboles, es similar para todos los estratos con la excepción del Parque Iguazú donde el número de renovales es notablemente más bajo y donde, a diferencia de los demás estratos, existe una escasez de árboles más grandes (con DAP de más de 90 centímetros).
Resultados
FIGURA 5.7: ÁRBOLES VIVOS POR HECTÁREA, GRUPO DE ESPECIES Y CLASE DIAMÉTRICA
De acuerdo a lo expuesto por Philip (1994), tanto Rollet (s.d) como Dawkins (1958) han desarrollado, sobre la base de inventarios efectuados en otras selvas, tablas de existencias que pueden compararse a los datos provenientes del inventario de la Selva Misionera. En la Figura 5.10 se comparan estas tres series de datos, y la Figura 5.11 demuestra como se ajustan estos datos al modelo exponencial negativo, donde se excluyen las clases diamétricas de 0 a 10 y de 10 a 20 centímetros. Rollet sugiere que no debe aplicarse el modelo exponencial negativo a árboles con DAP de menos de 20 cm. La Figura 5.10 indica que la estructura de rodal en la Selva Misionera es similar a las otras selvas, especialmente aquellas que fueron estudiadas por Rollet, aunque parece que la Selva Misionera soporta menos árboles. Esta diferencia es más aparente en cuanto a las clases diamétricas más grandes en las selvas estudiadas por Dawkins.
FIGURA 5.8: ÁRBOLES VIVOS POR HECTÁREA, ESTRATO Y CLASE DIAMÉTRICA
Comúnmente, los bosques que se caracterizan por una estructura de rodal que resultan en una curva de distribución en forma de “J” invertida, pueden describirse mediante un modelo exponencial negativo y con un cociente de disminución “q”. La Figura 5.9 muestra la forma en que este modelo exponencial negativo se ajusta a los datos del inventario en la Selva Misionera. Este modelo se ajusta muy bien a este tipo de estructura y arroja un valor de “q” de un poco más de 1, lo cual indica que, para cada reducción en diámetro de 1 centímetro, el número de árboles por hectárea también se reduce por un poco más de uno.
FIGURA 5.10: ÁRBOLES POR HECTÁREA, Y CLASE DIAMÉTRICA PARA LA SELVA MISIONERA Y OTRAS SELVAS
Aunque el modelo exponencial negativo se ajusta muy bien a la estructura de rodal en la Selva Misionera, el modelo no es suficientemente flexible para representar a las otras selvas. Esta inflexibilidad es más pronunciada en cuanto a las selvas de Dawkins (op.cit) que poseen un número relativamente más alto de árboles muy pequeños, y al mismo tiempo un número alto de árboles muy grandes. Aunque el modelo no se ajusta a los extremos de las tablas de existencias de las otras selvas, ni tampoco a las de la Selva Misionera, el modelo exponencial negativo ayuda a cuantificar las diferencias que existen en la estructura de rodal entre la Selva Misionera y las demás selvas. Los modelos sirven para suavizar y promediar las tablas de existencias (Anexo I), y en esta forma proveer una base común de comparación.
FIGURA 5.9: ÁRBOLES VIVOS POR HECTÁREA, Y CLASE DE DIAMÉTRICA EXCLUYENDO REGENERACIÓN
Página 39
Resultados
FIGURA 5.11: ÁRBOLES POR HECTÁREA, Y CLASE DIAMÉTRICA CON MODELOS EXPONENCIALES NEGATIVOS
El segundo coeficiente en el modelo exponencial negativo está relacionado al cociente de disminución “q” donde los valores más altos de “q” se expresan en una estructura de “J” más inclinada, lo que indica existencias más bajas de árboles grandes y tasas más rápidas de mortalidad entre las clases diamétricas. En términos matemáticos, el cociente de disminución “q” es igual al exponencial natural (eb) del segundo coeficiente del modelo: (y = a ebx). El cociente de disminución “q” arrojado para los tres ecuaciones es de 1,07 para la Selva Misionera, 1,05 para las selvas de Rollet (op.cit) y 1,04 para las selvas de Dawkins (op.cit), lo cual equivale a la estructura de rodal un poco más inclinada (“J”) que representa a la Selva Misionera. 5.2.2 Area Basal Área Basal Total Mientras las Tablas 5.1 a 5.4 (Anexo 1) presentan las áreas basales en forma detallada, la Figura 5.12 presenta las
FIGURA 5.12: ÁREA BASAL DE ÁRBOLES VIVOS POR HECTÁREA, ESTRATO Y GRUPO DE ESPECIES Página 40
existencias actuales de áreas basales en la Selva Misionera en forma resumida; la misma excluye árboles muertos. Según se muestra en la Figura 5.12, el promedio de área basal para el total de árboles vivos se estima en 19,7 m2/ha. Los árboles muertos sólo representarían 0,7 m2 adicionales por hectárea. El error de muestreo para el área basal total es 4,8 % con un nivel de confianza de 95 %. Aunque las diferencias entre estratos, con respecto a áreas basales totales no son demasiado grandes, existe evidencia estadística para afirmar, con un 95 % de confianza, que no todas las medias de áreas basal/ha son iguales. La prueba de Duncan infirió que existe diferencia significativa con respecto al área basal/ha de los siguientes estratos: entre el Parque Iguazú, la Selva de cobertura variable y la Selva de cobertura abierta, así como entre la Selva de cobertura cerrada y la Selva de cobertura abierta. El Parque Iguazú soporta el área basal más grande con 25 m2/ha mientras que en los demás estratos, a medida que disminuye el nivel de cobertura de copa, el área basal disminuye a un mínimo de 17,1 m2/ha en la Selva de cobertura abierta. El hecho de que en el Parque Iguazú las existencias en área basal son mayores y al mismo tiempo, menores en base al número de árboles indica que el promedio de los árboles en este estrato son notablemente más grandes. Mientras el estrato del Parque Iguazú demuestra un Diámetro Cuadrático Medio por área basal de casi 21 centímetros (20,9 cm), los demás estratos arrojan Diámetros Cuadráticos Medios que fluctúan de 13,7 cm, en el estrato de cobertura cerrada, a 13,0 cm en el estrato de cobertura abierta. La diversidad de especies, sobre la base del área basal, es similar a la distribución de existencias en base al número de árboles. La Tabla 5.1 (Anexo I) indica que mientras el área basal total está representada por 94 especies identificadas, 50 % del área basal está compuesta por sólo 12 especies, y 75 % del área basal por 26 especies. La diversidad de especies más alta se encuentra en la Selva de cobertura variable con 86 diferentes especies identificadas, y la más baja en el Parque Iguazú con sólo 45 especies identificadas. El siguiente cuadro muestra, por orden de importancia, las 12 especies que representan el 50 % de toda el área basal:
Resultados
CUADRO 5.5: ESPECIES MÁS COMUNES EN FUNCIÓN AL ÁREA BASAL POR HECTÁREA
Área Basal por Clase de Altura Las Tablas 5.3 y 5.4 (Anexo 1) presentan los resultados detallados de área basal según clases de altura de 5 metros, y la Figura 5.13 expone en forma resumida
las existencias actuales en la Selva Misionera sobre la base de área basal y según clases de altura de 5 metros. Esta Figura excluye árboles muertos.
FIGURA 5.13: ÁREA BASAL DE ÁRBOLES VIVOS POR CLASE DE ALTURA Y ESTRATO
Página 41
Resultados
La mayor parte del área basal de la Selva Misionera corresponde a árboles de alrededor de 20 m de altura. Mientras que en las selvas más abiertas se encuentran los árboles individuales más altos, (algunos alcanzan casi 40 metros) en el Parque Iguazú el área basal más elevada corresponde a árboles de mayor altura. Área Basal por Clase Diamétrica Las Figuras 5.14 y 5.15 demuestran en forma resumida la distribución del área basal total por clases diamétricas de 10 cm , según grupo de especies y según estrato. La Figura 5.14 compara las áreas basales por grupo de especies y demuestra que, por lo general, mientras el área basal comercial está compuesta de árboles más grandes, el área basal sin potencial comercial está compuesta de árboles más pequeños.
FIGURA 5.14: ÁREA BASAL DE ARBOLES VIVOS POR HECTÁREA, GRUPO DE ESPECIES Y CLASE DIAMÉTRICA
La Figura 5.15 demuestra que la estructura de rodal basada en el área basal es bastante similar en todos los estratos con la excepción del Parque Iguazú, donde el área basal se concentra más en árboles medianos y grandes (desde la clase DAP de 30 - 40 cm hasta la clase DAP de 80 - 90 cm). Las áreas basales en los demás estratos están directamente relacionadas con el nivel de cobertura de copa. Aunque los demás estratos poseen áreas basales totales menores, éstas existencias están compuestas de árboles más altos. Página 42
FIGURA 5.15: ÁREA BASAL DE ARBOLES VIVOS POR HECTÁREA, ESTRATO Y CLASE DIAMÉTRICA
La Figura 5.16 compara los datos del inventario de la Selva Misionera con las tablas de existencias de Rollet y Dawkins (op.cit.) desarrolladas para otras selvas tropicales. Con respecto a áreas basales, estas existencias también son similares a las existencias de árboles totales. Esta figura también indica que, aunque en términos generales, la estructura de rodal en la Selva Misionera es similar a las de otras selvas, especialmente a las selvas descritas por Rollet (op.cit), la Selva Misionera tiende a soportar menos árboles en total y existe un menor número de árboles grandes.Esta diferencia se hace más notoria en cuanto a las clases diamétricas más grandes en las selvas descritas por Dawkins (op.cit). Con respecto al área basal de árboles de más de 20 centímetros de DAP, la Selva Misionera tiene 17,2 m2/ha, mientras las selvas descritas por Rollet y Dawkins alcanzan a 26,8 m2/ha y 36,6 m2/ha respectivamente. En términos relativos, en la Selva Misionera se observa el 64 % y 47 % de las áreas basales descritas por Rollet y Dawkins respectivamente.
FIGURA 5.16: ÁREA BASAL POR HECTÁREA Y CLASE DIAMÉTRICA PARA LA SELVA MISIONERA Y OTRAS SELVAS
Resultados
Índices de Biodiversidad para Áreas Basales Con el propósito de describir mejor la diversidad de especies y de tamaño de árboles, los ecólogos han desarrollado varios índices de diversidad, de los cuales probablemente el más común sea el índice “H” de Shannon (Hayek and Buzas, 1997; Lin, Buongiorno, Prestemon and Skog, 1998). Con el índice “H” de Shannon se obtiene la mayor diversidad cuando existe una distribución uniforme de área basal entre las especies o entre las clases diamétricas. El índice de Shannon se calcula en la siguiente forma: H = -S{pi *Ln(pi)} Donde pi es igual a la proporción del área basal de una determinada especie o de una clase de tamaño (clase DAP) en relación al área basal total. El índice de Shannon arroja un valor máximo equivalente al logaritmo natural del número total de especies o al logaritmo del
número total de clases diamétricas. El índice de Shannon para una determinada muestra expresado como una proporción o porcentaje del valor máximo potencial del índice de Shannon (también llamado “J” de Pielou) (Hayek y Buzas, 1997) provee una relación de la diversidad de especies o de tamaños. A continuación se dan los valores relativos del índice de Shannon calculados para la diversidad de especies y de tamaños (clases diamétricas de 10 cm) en la Selva Misionera: De acuerdo a los índices de Shannon expuestos en el Cuadro 5.6, el nivel de diversidad, tanto de especies como de tamaños (Clases DAP de 10 cm), es relativamente alto, habiendo una diversidad de tamaños mayor que la diversidad de especies. Con respecto a la diferencia en diversidad entre estratos, el estrato de cobertura cerrada es el más diverso en cuanto a la composición de especies, mientras el Parque Iguazú es el más diverso en cuanto a tamaños de árbol.
CUADRO 5.6: INDICES DE SHANNON
5.2.3 Volumen Volumen Neto (hasta 10 cm en punta fina) Mientras las Tablas 7.1 a 7.4 (Anexo 1) presentan los resultados detallados de la compilación de volumen neto por hectárea hasta 10 cm en punta fina y de volumen neto total hasta 10 cm en punta fina, las Figuras 5.17 y 5.18 presentan esta información en forma resumida. Todas las tablas de volumen se basan en árboles vivos. Según está ilustrado en la Figura 5.17, el volumen neto promedio con corteza por hectárea se estima en 152 m3/ha, y el volumen neto promedio sin corteza por hectárea se estima en 123 m3/ha. Se calcula que el volumen de corteza representa 19 % del volumen total. El error de muestreo para el volumen neto con corteza por hectárea es de 5,9 % con un nivel de confianza del 95 %. El volumen neto se calcula restando del volumen bru-
to la porción de pudrición que corresponde a cada árbol basado en su clase de tamaño (clase DAP) y su clase de defecto. Para la Selva Misionera en total, la porción de pudrición corresponde a un poco menos del 13 % del volumen bruto. Mientras el Parque Iguazú soporta el mayor volumen neto con 199 m3/ha con corteza, en los demás estratos el volumen neto por hectárea disminuye de acuerdo al nivel de cobertura de copa hasta un mínimo de casi 136 m3/ha con corteza en la Selva de cobertura abierta. Si bien no existe mucha diferencia en volumen neto por hectárea entre los estratos expuestos en la Figura 5.17, sí se aprecian algunas diferencias. Los estratos que son significativamente diferentes entre si, al 95 % de confiabilidad, según la prueba de Duncan son: el Parque Iguazú y Selva de cobertura abierta, así como entre Selva de cobertura cerrada y Selva de cobertura abierta. Página 43
Resultados
FIGURA 5.17: VOLUMEN NETO POR HECTÁREA CON Y SIN CORTEZA HASTA 10 CM. EN PUNTA FINA DE ÁRBOLES VIVOS POR ESTRATO
El volumen neto total (Tablas 7.3 y 7.4; Anexo I) del bosque inventariable de la región fitogeográfica Selva Misionera se estima en 139 millones de metros cúbicos con corteza y 113 millones de metros cúbicos sin corteza. Según la Figura 5.18, la Selva de cobertura variable, que es el estrato más extenso, contiene la mayor parte del volumen total. Este estrato alcanza a 100 millones de metros cúbicos con corteza, o un poco más de 80 millones de metros cúbicos sin corteza, lo que representaría más del 71 % del volumen total de la Selva Misionera. En cuanto a los demás estratos, en la Selva de cobertura cerrada se observa el mayor volumen con casi 21 millones de metros cúbicos con corteza y un poco más de 17 millones de metros cúbicos sin corteza y finalmente, en cuanto al Parque Iguazú y a la Selva de cobertura abierta, cada uno tiene alrededor de la mitad de este volumen.
FIGURA 5.19: VOLUMEN NETO POR HECTÁREA SIN CORTEZA HASTA 10 CM. EN PUNTA FINA DE ÁRBOLES VIVOS POR ESTRATO Y GRUPO DE ESPECIES
FIGURA 5.20: VOLUMEN NETO TOTAL SIN CORTEZA HASTA 10 CM. EN PUNTA FINA DE ÁRBOLES VIVOS POR ESTRATO Y GRUPO DE ESPECIES
Volumen Neto (hasta 10 cm en punta fina) por Clase Diamétrica Las Figuras 5.21 a 5.24 muestran en forma resumida la distribución del volumen neto por clases diamétricas de 10 cm , según grupo de especies y según estrato.
FIGURA 5.18: VOLUMEN NETO TOTAL CON Y SIN CORTEZA HASTA 10 CM. EN PUNTA FINA DE ÁRBOLES VIVOS POR ESTRATO
Las Figuras 5.19 y 5.20 demuestran que la mayor parte del volumen neto está representado por especies consideradas comerciales o potencialmente comerciales. Un poco más de 89 millones de metros cúbicos sin corteza o 79 % del volumen total es comercial o potencialmente comercial. Página 44
FIGURA 5.21: VOLUMEN NETO POR HECTÁREA CON Y SIN CORTEZA HASTA 10 CM. EN PUNTA FINA DE ÁRBOLES VIVOS POR CLASE DIAMÉTRICA
La Figura 5.21 presenta una imagen general de la distribución del volumen neto por hectárea según clase
Resultados
diamétrica, y demuestra claramente que la mayor parte del volumen está concentrada en las clases diamétricas de 25 a 55 centímetros. A diferencia de la distribución del número de árboles según clase diamétrica que traza una “J” invertida, la distribución del volumen podría considerarse normal, donde las clases diamétricas de 35 cm y de 45 cm poseen el mayor volumen. Esta Figura también demuestra que la proporción más alta de volumen de corteza se encuentra en las clases diamétricas menores. Las Figuras 5.22 y 5.23 muestran en forma resumida la distribución del volumen neto sin corteza por hectárea por clases diamétricas de 10 cm, según grupo de especies y según estrato. La Figura 5.22 resalta la diferencia en la distribución de volumen neto sin corteza por hectárea que existe entre los grupos de especies. En términos generales, la mayor parte del volumen neto de las especies comerciales se encuentra en árboles más grandes (30 a 50 cm DAP), mientras el volumen neto de las especies no comerciales está concentrado en árboles más pequeños (20 a 40 cm DAP)
FIGURA 5.22: VOLUMEN NETO POR HECTÁREA SIN CORTEZA HASTA 10 CM. EN PUNTA FINA DE ÁRBOLES VIVOS POR GRUPO DE ESPECIES Y CLASE DIAMÉTRICA
La Figura 5.23 demuestra que la estructura de rodal basada en volumen sin corteza por hectárea es similar a la estructura de rodal basada en área basal por hectárea y bastante similar para todos los estratos con la excepción del Parque Iguazú. Este último estrato tiene un mayor volumen en árboles medianos y grandes (de 30 cm a 60 cm DAP). Con respecto a los demás estratos, el volumen por hectárea está directamente relacionado al nivel de cobertura de copa. Aunque los estratos fuera del Parque alcanzan un menor volumen por hectárea, se observa una mayor concentración de volumen por hectárea en los árboles más grandes.
FIGURA 5.23: VOLUMEN NETO POR HECTÁREA SIN CORTEZA HASTA 10 CM. EN PUNTA FINA DE ÁRBOLES VIVOS POR ESTRATO Y CLASE DIAMÉTRICA
La Figura 5.24 muestra en forma resumida la distribución de volumen neto total sin corteza por clases diamétricas de 10 cm según estrato. La forma que dibuja la distribución de volumen total es la misma que demuestra la Figura 5.21, indicando que el 76 % del volumen, o 85 millones de metros cúbicos se encuentran en árboles hasta 60 cm DAP, y el 24 %, o 27 millones de metros cúbicos se encuentran en árboles con diámetros mayores de 60 centímetros.
FIGURA 5.24: VOLUMEN NETO TOTAL SIN CORTEZA HASTA 10 CM. EN PUNTA FINA DE ÁRBOLES VIVOS POR ESTRATO Y CLASE DIAMÉTRICA
Volumen Maderable Las Tablas 7.5 a 7.8 (Anexo I) presentan los resultados detallados de la compilación de volumen maderable por hectárea y volumen maderable total del bosque inventariable de la región fitogeográfica Selva Misionera, mientras las Figuras 5.25 a 5.29 muestran estos resultados en forma resumida. El volumen maderable representa el volumen de trozas hasta una punta fina de 20 cm y una longitud mínima de 2,4 metros, excluyendo aquellas secciones con defectos y de muy baja calidad que normalmente se desecharían en el corte. Todas las tablas de volumen y las figuras se basan en árboles vivos. Página 45
Resultados
FIGURA 5.25: VOLUMEN NETO POR HECTÁREA SIN CORTEZA HASTA 20 CM. EN PUNTA FINA DE ÁRBOLES VIVOS POR GRUPO DE ESPECIES Y CLASE DIAMÉTRICA
FIGURA 5.27: VOLUMEN MADERABLE NETO POR HECTÁREA SIN CORTEZA HASTA 20 CM. EN PUNTA FINA DE ÁRBOLES VIVOS POR ESTRATO Y CLASE DIAMÉTRICA
La Figura 5.25 muestra que la distribución de volumen maderable sin corteza por clase diamétrica para las especies comerciales o con potencial comercial es muy similar a la distribución de volumen neto sin corteza por clase diamétrica, aunque se percibe un pequeño desplazamiento hacía las clases diamétricas mayores.
La Figura 5.28 muestra que el volumen maderable total sin corteza para las especies comerciales o con potencial comercial se estima en 63 millones de metros cúbicos, de los cuales la mayoría (45 millones de metros cúbicos) se encuentra en la Selva de cobertura variable. Para todos los estratos juntos, 73 % del volumen, o 46 millones de metros cúbicos se encuentran en árboles con diámetros menores de 60 cm y 27 %, o 17 millones de metros cúbicos están en árboles con diámetros superiores a 60 centímetros (Figura 5.29).
La Figura 5.26 muestra que el volumen maderable promedio por hectárea sin corteza para las especies comerciales o con potencial comercial es 69 m3/ha, de los cuales el 27 % se encuentra en árboles con diámetros superiores a 60 cm (Figura 5.27). El Parque Iguazú soporta el mayor volumen con 101 m3/ha y a medida que se disminuye la cobertura de copa en los demás estratos, disminuye el volumen hasta alcanzar un mínimo de 63 m3/ha en la Selva de cobertura abierta.
FIGURA 5.28: VOLUMEN MADERABLE NETO NETO TOTAL SIN CORTEZA HASTA 20 CM. EN PUNTA FINA DE ÁRBOLES VIVOS POR GRUPO DE ESPECIES Y ESTRATO
FIGURA 5.26: VOLUMEN MADERABLE NETO POR HECTÁREA SIN CORTEZA HASTA 20 CM. EN PUNTA FINA DE ÁRBOLES VIVOS POR GRUPO DE ESPECIES Y ESTRATO
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identificar las principales fuerzas dentro de este subconjunto, que conducen a pérdida y destrucción; y desarrollar y elaborar las opciones para llevar a cabo las acciones recomendadas.
Esta sección no pretende reemplazar esta investigación sino presentar un análisis muy sumario de la situación de los bosques de la región a partir de la ocupación de los suelos.
FIGURA 5.29: VOLUMEN MADERABLE NETO TOTAL SIN CORTEZA HASTA 20 CM. EN PUNTA FINA DE ÁRBOLES VIVOS POR ESTRATO Y CLASE DIAMÉTRICA
Biomasa Wadsworth (1997), sugiere que puede aplicarse un factor de Dawkins de 1,3 al volumen de fuste (volumen hasta la base de la copa) para aproximarse al volumen de madera por encima del suelo. Así mismo, Wadsworth sugiere utilizar un factor de conversión de 600 kilos por cada metro cúbico de madera seca para estimar la biomasa del volumen total. Los volúmenes brutos y netos presentados en las tablas 7.1 a 7.4 (Anexo I) se refieren a volúmenes del fuste a partir del tocón (30 cm del suelo) y de las ramas hasta 10 cm en punta fina. La información sobre volumen de fuste, aunque no aparece en las tablas, sí se encuentra en la base de datos. Considerando que el volumen bruto de fuste se estima en 131 millones de metros cúbicos con corteza, la biomasa total se aproximaría a 100 millones de toneladas secas. 5.3 Perspectiva Forestal 5.3.1 Introducción A través de su subcomponente “Investigación Aplicada y Estudios para Facilitar la Mejora del Manejo y la Conservación de Bosques Nativos”, la SDSyPA impulsará un programa de investigación aplicada con los siguientes objetivos : •
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identificar las áreas geográficas de bosques nativos más amenazadas por pérdida y destrucción; seleccionar del grupo de áreas identificadas un subconjunto de alta prioridad para su protección;
Se considerarán sucesivamente los macizos forestales (Tierras Forestales o bosques inventariables) y las Tierras Mixtas cercanas que contienen bosques rurales. En el caso de los macizos forestales, se analizó la configuración general del territorio, se identificaron las zonas que mostraban el mismo estado de conservación y las diferentes fuentes de impactos. Luego se evaluó la situación de las Tierras Mixtas en el marco de los departamentos con el fin de anticipar el nivel de presión que ejercen estas fuerzas sobre los macizos forestales. 5.3.2 Los Macizos Forestales Las tierras forestales se distribuyen en dos macizos importantes: el de las tierras centrales y el de la cuenca del Río Yabotí ubicado en la parte Centro Oriental de la Provincia. El Macizo Forestal Central Este macizo cubre la serranía dorsal de la Provincia de Misiones, desde el Río Iguazú hasta la Ruta Nº 6 al Sur. Tiene una orientación aproximada de Norte a Sur y su anchura disminuye en el mismo sentido. Como en la mayoría de macizos forestales, los impactos se desarrollan primero a partir de la red de caminos. El macizo actual cuenta con unas quince rutas provinciales y nacionales con una longitud total de unos 1.000 kilómetros. La mayoría de éstas poseen un rumbo de Este a Oeste. Las diferentes fuentes de impactos que aparecen más a menudo a lo largo de las rutas son los cultivos itinerantes (agricultora migratoria) y las plantaciones forestales que reemplazan, en muchos casos, a los primeros después del abandono de la agricultura. La importancia de este fenómeno y su avance varían en función del control ejercido en la protección del territorio forestal, el relieve, la tenencia de la tierra y las condiciones socioeconómicas de los habitantes que viven a lo largo de estas vías de penetración. El impacto previsto en tal situación, queda evidenciado por el estrechamiento del macizo hasta llegar a su fragmentación, aumentando su perímetro de contacto Página 47
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con las vías de ingreso de la presión antrópica. Este estrechamiento progresa del exterior hacia el interior según el eje de la ruta. A partir de este momento, se pasa de una ruta en ambiente forestal a una ruta en ambiente rural o agrícola con los impactos que este cambio implica. La Ruta N°17 ilustra bien esta situación. De Norte a Sur, se distinguen tres zonas: a) La Zona de los Parques Esta zona se extiende desde el Río Iguazú hasta el medio de la parte norte del Parque Provincial Urugua-í y comprende además las áreas protegidas de los terrenos de la empresa Perez Companc S.A. Se trata de la parte del macizo donde los impactos negativos son menores; lo que se refleja en el mantenimiento de una cobertura forestal poco alterada o en recuperación avanzada. El estado actual de conservación de esta zona depende esencialmente del alto nivel de control ejercido por la Administración de Parques Nacionales y Provinciales y por la empresa forestal. En efecto, no se observa ninguna intrusión agrícola a lo largo de las Rutas N° 101 y N° 19 que atraviesan esta zona forestal. b) Parque Provincial Urugua-í hasta la Ruta N°18 Esta zona abarca la parte Sur del Parque Provincial Urugua-í y se extiende hasta la Ruta N° 228. En esta parte se observan muchas intrusiones de cultivos itinerantes que penetran hasta más de 10 kilómetros adentro y a lo largo de su límites orientales sobre una longitud de 30 kilómetros. Durante un sobrevuelo realizado al inicio del año 2000 se observó una extensión creciente de los cultivos itinerantes. Además se observa a todo lo largo de la Ruta N° 228 una gran cantidad de pequeñas plantaciones forestales y cultivos itinerantes que alcanzan los límites occidentales del Parque. Estas implantaciones ocupan un corredor de unos quince kilómetros. Con el tiempo, este tramo se convertirá en un paisaje dominado por plantaciones. La situación es muy dinámica y crítica, y si no intervienen las autoridades del Parque Provincial Urugua-í, se anticipa que la parte Sur del Parque será desmontada a mediano plazo, mientras que los bosques nativos de la parte Oeste de Página 48
la zona desaparecerán para ser reemplazados por plantaciones. En el caso particular del complejo conformado por el Parque Nacional Iguazú, el Parque Iguaçu (Brasil) y el Parque Urugua-í, los expertos consideran que “toda fragmentación del sistema a través del trazado vial, o la intensificación de actividades agrícolas afecta simultáneamente a los tres parques y sus riquezas” (Laclau, 1994). c) Centro y Sur del Macizo Central Esta zona abarca todo el resto del macizo forestal central y se caracteriza por una disminución de su anchura de Norte a Sur, por un recorte marcado en su perímetro y por numerosos ejes de penetración. Nueve rutas provinciales atraviesan esta parte del macizo y cada una constituye un corredor por donde se extienden los impactos ligados a los cultivos itinerantes y las plantaciones. Por ejemplo, la ruta que va desde Jardín América a Aristóbulo del Valle o la Ruta N° 17 que va de Eldorado a Bernardo de Irigoyen constituyen los ejes a lo largo de los cuales se producirá a mediano plazo un nuevo seccionamiento del macizo forestal central. Los cultivos están penetrando el bosque a lo largo de los caminos y cada año avanzan un poco más, y en la zona de contacto entre el macizo forestal y las Tierras Mixtas, su distribución toma forma de “V” dirigida hacia el interior del bosque. Al mismo tiempo que los cultivos avanzan, el perímetro de la zona de contacto bosque-cultivo se extiende más y, por ende el impacto sobre el bosque. Este tipo de degradación caracteriza el ambiente entre las Rutas N° 210, N° 12 y N° 14. En otros casos, el impacto se origina y avanza desde el interior del macizo forestal, como es el caso del ambiente que bordea la ruta que une Colonia Laharrague a la Ruta N° 14, donde se encuentran plantaciones forestales y cultivos sobre el 50 % del tramo. Este tipo de degradación avanza aún más rápido cuando el trazado de las rutas coincide con relieves relativamente planos. d) Las Isletas Boscosas del Sudeste Se trata de pequeñas islas de tamaño variable
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ubicadas entre la Ruta N° 13 y la prolongación de la Ruta N° 8 hacia el Río Uruguay. Estos bosques se encuentran en los sitios de relieve quebrado y de difícil acceso, lo que explica la persistencia de los pequeños macizos forestales con contornos muy dentados. La mayoría de estas pequeñas áreas de bosque contienen numerosas intrusiones de cultivo itinerante y en efecto, su desaparición parece inexorable. La Cuenca del Arroyo Yabotí Esta cuenca comprende la reserva Esmeralda, la reserva de la biosfera Yabotí y el territorio ubicado al Norte de la Ruta N° 22. Esta red de rutas limita con la Ruta N° 21 y se trata de un territorio que no muestra señales de degradación o de presión evidente como podemos ver al examinar sus contornos relativamente parejos. Sin embargo, durante un sobrevuelo reciente se observó una actividad forestal intensa. Si persiste la proliferación de rutas secundarias ligadas a la explotación forestal, conducirá a la instalación espontánea de parcelas de cultivos itinerantes, principalmente en la parte sudoeste de la cuenca.
Origen y Desarrollo de los Impactos El origen y el desarrollo de los impactos en las Tierras Mixtas no difieren de aquellos descritos dentro del macizo forestal. La red de caminos también es la vía que más fomenta su aparición y desarrollo. Sin embargo, a medida que la agricultura migratoria avanza en el medio boscoso y se aleja de los caminos, su desarrollo toma diferentes matices. Al principio, el fenómeno de intrusión adopta una forma lineal que identifica los accesos más fáciles para la penetración antrópica, lo cual coincide con los fondos de valles o con el paso inmediato de rutas. A medida que las tierras agrícolas marginales empobrecen y aumenta la presión demográfica, estas zonas pioneras servirán de acceso para invadir los bosques aledaños con un potencial agrícola aún menor y donde los impactos serán siempre más graves. Si las presiones demográficas se intensifican y si el relieve lo permite, este avance continuará, resultando en una sola área contigua desforestada, lo cual comúnmente se observa en los territorios que presentan una red hidrográfica en forma dendrítica o radial. Análisis
5.3.3 Las Tierras Mixtas Las fuerzas más importantes que impactan el macizo forestal se originan en las Tierras Mixtas que lo rodean y, por lo tanto son los bosques rurales en ser los primeros afectados. Entre los muchos indicadores que sirven para evaluar el nivel relativo de presión sobre las Tierras Mixtas, elegimos densidad de la población, actual y prevista a corto plazo, y condición socioeconómica.
De los 11 departamentos que lindan con el macizo forestal, los del Este poseen antecedentes de asentamientos así como perspectivas de un alto crecimiento en su población en el futuro y, por lo tanto, se estima que entre los años 1991 y 2005 (Cuadro 5.7), las poblaciones de los departamentos de Gral. Manuel Belgrano aumentarán en 143 %, San Pedro en 48 %, y Guaraní en 56 % (INDEC, 1997).
Para caracterizar en términos relativos el nivel de presión generada por las Tierras Mixtas, se establecieron las siguientes premisas: • •
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toda la población vive sobre las Tierras Mixtas; los impactos (desaparición o alteración de los macizos forestales) son imputables a la población, puesto que se trata de un medio rural poco industrializado; la presión aumenta a medida que crece la población; y la presión aumenta a medida que se degradala condición social de la población.
Se ha demostrado que para una determinada densidad de población, las presiones sobre los bosques en general serán más importantes en los departamentos más pobres. Página 49
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CUADRO 5.7: SUPERFICIE DE LOS DEPARTAMENTOS CONTIGUOS A LOS MACIZOS FORESTALES
CUADRO 5.8: ALGUNAS ESTADÍSTICAS SOBRE LOS DEPARTAMENTOS CONTIGUOS A LOS MACIZOS FORESTALES
CUADRO 5.9: ALGUNOS INDICADORES SOCIALES (1991)
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Al mismo tiempo estos departamentos poseen las condiciones socioeconómicas más difíciles, tal como lo muestra el cuadro siguiente. Estos datos muestran que especialmente las poblaciones de los departamentos del Este viven en un contexto socioeconómico difícil que conduce al agricultor a practicar una agricultura muy precaria que, a la vez, está fundamentada en la eliminación de la selva (Laclau, 1994).
rá los impactos más fuertes y irreversibles. Se puede concluir diciendo que la mitad Sur del macizo forestal del departamento recibirá fuertes presiones: los cultivos itinerantes se extenderán hacia el oeste; las plantaciones a lo largo de la Ruta N° 101 se intensificarán, mientras que el macizo forestal ubicado en la extremidad Sur del departamento se reducirá siempre un poco más. Los Departamentos del Oeste
Los Departamentos del Este Iguazú y Eldorado El departamento de Gral. Manuel Belgrano refleja la problemática del sector Oriental de la región puesto que está bordeado en el Norte y Este por los Ríos Iguazú y San Antonio respectivamente, y en el Oeste por los macizos forestales del Parque Nacional Iguazú y el Parque Provincial Urugua-í. Entre los años 1991 y 2005, el departamento de Gral. Manuel Belgrano experimentará un importante crecimiento en su población, en el orden de 24.552 a 59.673 habitantes, el más alto de la Provincia. Al mismo tiempo, este departamento se caracteriza por un bajo nivel socioeconómico de una gran parte de la población, lo que impide el acceso legal a la tierra. También se observó que parte de esta población está compuesta por ocupantes precarios que provienen de la inmigración fronteriza. Mientras no exista control ni planificación ellos seguirán practicando una agricultura migratoria insostenible. Puesto que muy poco se aplican sistemas agroforestales sostenibles, los rendimientos no aumentarán y, por lo tanto se extenderán las tierras agrícolas marginales. Es más, la mayoría de los barbechos o capueras son todavía muy recientes para ser reutilizados. Es así que la demanda para nuevas tierras agrícolas será satisfecha por el desmonte de los bosques rurales que ocupan una superficie de 63.407 ha en total y del cual 41.448 ha consisten de predios con superficies superiores a 150 hectáreas. Los bosques rurales serán los primeros en ser fuertemente afectados y si persiste esta situación, podría producirse una invasión de la Reserva Palmitera creada en 1992 y que continua sin control. A largo plazo, la preservación de la integridad de los Parques será siempre más difícil y probablemente se intensificarán las invasiones en la parte Sur del Parque Urugua-í. A medida que se intensifica el desmonte, se explotan los sitios sin ningún potencial agrícola, lo que genera-
La evolución del frente agrícola que linda con el macizo forestal central presenta la misma problemática, aunque en estos dos departamentos, el contexto social es menos difícil, puesto que su desarrollo parece más ordenado. En el Norte del departamento de Iguazú, donde existe fácil acceso y un relieve de pediplano, se puede deducir que el frente actual de las plantaciones se desplazará rápidamente hacia al norte y se desmontarán los bosques secundarios para establecer plantaciones forestales. También existe una situación similar en el territorio comprendido entre el Arroyo Aguaray y el Arroyo Piray Guazú. En esta zona se privilegian las plantaciones forestales, si bien las condiciones de relieve son más difíciles. Por esta razón el avance será más lento que en la zona situada más al norte y por lo tanto el paisaje será diferente con la presencia de isletas remanentes de bosques nativos situados en los sitios más accidentados. 5.3.4 Problemática Las estadísticas forestales indican que han desaparecido 500.000 ha de bosques de la Selva Misionera entre los años 1960 y 1985. Esta desaparición se imputó a la explotación forestal y a la desforestación para otras actividades del uso del suelo. Aunque las causas de la desforestación siempre persisten (Laclau, 1994 in Burkart, 1999), se podría prever que en el futuro la degradación del patrimonio forestal no continuará al mismo paso acelerado, puesto que en los últimos años se ha creado una red relativamente importante de áreas protegidas. Sin embargo, hoy se considera que la conservación de las especies en los bosques, así como la preservación de sus funciones y servicios asociados, sea probablemente más efectiva si se desarrollan amplias extensiones de bosques de producción, junto a los bosques proPágina 51
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tegidos (Burkart, 1999). Para lograr estos objetivos, es necesaria una zonificación del territorio basada en el ordenamiento del uso de la tierra y el manejo sustentable de los bosques. La zonificación del territorio no sólo identificará y delimitará las zonas de bosques permanentes sino que especificará también los usos y destinos (Burkart, op.cit.). En cuanto al manejo de los bosques, se observa una falta de política de manejo sustentable, de mecanismos de control y de vigilancia adecuada (Burkart, 1999; Morello y Matteucci, 1999). Por lo tanto, el primer Inventario Forestal Nacional constituye una herramienta útil para iniciar el proceso del manejo sustentable del territorio y de sus recursos renovables. De lo contrario, la creciente degradación de la cobertura forestal de la región de la Selva Misio-
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nera alcanzaría, dentro de los próximos 10 años, un punto de extinción, en lo que se refiere a los bosques nativos fácilmente accesibles (SRNyAH,1992). Si se le quiere asignar un destino probable a este recurso natural renovable, cualquier solución deberá superar la perspectiva de un simple plan de ordenación forestal tomando una dimensión de orden superior para abarcar los aspectos sociales, económicos y ambientales. La situación actual ilustra bien las conclusiones del último informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) del año 2000, donde se infiere que la pobreza, la desigualdad de ingresos y la marginación social constituyen algunas de las principales causas del deterioro ambiental que sufren los países latinoamericanos. En este contexto, los datos del inventario forestal constituyen una buena base para iniciar una reflexión sobre el futuro de esta región.
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5.4 Mapa Forestal de la Región Selva Misionera
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6. GLOSARIO Albardón Toda elevación alargada vecina al cauce de un río y formada por deposición lateral del mismo. Localmente llamado albardón a todo alto, vecino a un cauce, sea parte de una llanura de inundación, un dique o una terraza. Aluvial Referente a sedimentos transportados y depositados por una corriente de agua. Aluviones Materiales detríticos normalmente no consolidados, depositados de forma permanente o transitoria, por la disminución de la fuerza de arrastre de las corrientes fluviales. Ambiente Conjunto de factores bióticos y abióticos que actúan sobre los organismos y comunidades ecológicas, determinando su forma y desarrollo. Área basal Área con corteza de la sección transversal del fuste de un árbol a la altura de 1,30 m del suelo; se expresa en metros cuadrados. Balance hídrico Relación entre cantidad de agua recibida por precipitación y las pérdidas de humedad debidas a la evapotranspiración en un área determinada. Cuando el balance es negativo (periodos de deficiencia) las plantas suelen sufrir por falta de agua. En los periodos de exceso, el agua se infiltra alimentando las napas fréaticas o drenan hacia cañadas o arroyos. Banco de datos Conjunto de información puesta en un ordenador que tiene la facultad de ser utilizable y renovable de forma rápida y efectiva. Barbecho Tierra de cultivo que se deja en descanso a fin de restaurar su productividad, principalmente para evitar la pérdida de humedad, la lixiviación de nutrientes, o ambas. Basalto Roca ígnea de grano fino y composición máfica.
Biogeografía Ciencia que estudia la distribución geográfica de los seres vivos. Bioma Grupo de ecosistemas relacionados que muestran similitudes tanto en su apariencia como en su estructura interna, por estar influidos por el mismo clima, las mismas condiciones de suelo y de altitud, etc. Los biomas se caracterizan por sus plantas y animales dominantes; pero como estos últimos son poco constantes, las clasificaciones por biomas se basan en los componentes vegetales de cada sitio. Biomasa o peso total de los organismos de un ecosistema determinado (biomasa total) Si se dice “biomasa vegetal”, es el peso del conjunto de organismos vegetales. Bosque Comunidad arbórea de menor rango que la selva con un régimen estacional de humedad, menor cantidad de lianas y enredaderas; menos denso que la selva. Bosque de coníferas, caducifolio, esclerófilo, mixto, etc. Bosque secundario Bosque que ocupa un sitio que alguna vez fue clareado artificialmente, pero sobre el cual se ha regenerado el bosque a través de un proceso de sucesión secundaria. El aclareo del bosque original implica la remoción total o parcial de los árboles y el uso de la tierra para pastoreo, agricultura, construcciones, etc. Caducifolio/a Planta que pierde sus hojas en la estación desfavorable. Se trata de una estrategia para superar periodos con déficit de agua o muy bajas temperaturas. Calidad de vida Medida del grado en que una sociedad ofrece la oportunidad real de disfrutar de todos los bienes y servicios disponibles en el ambiente físico, social y cultural. Capacidad de cambio Magnitud del intercambio de iones entre la superficie de las partículas coloidales del complejo absorbente del suelo y la solución que lo rodea o entre los Página 55
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iones absorbidos en la superficie de distintas partículas de dicho complejo. Clímax Comunidad biótica, final o estable en su serie evolutiva y en equilibrio con el hábitat físico. Comunidad Conjunto de organismos (animales y vegetales), que conviven en un ecosistema. También suele definirse como conjunto de poblaciones que se encuentran en un ecosistema. Defecto Cualquier irregularidad o imperfección en un árbol, que disminuye el volumen de madera sana o que merma su duración, su resistencia o su aprovechamiento. Estos defectos suelen provenir de ataques de hongos o insectos, de malas condiciones en su crecimiento o de anormalidades genéticas. Digitalización Transformación de datos cartográficos alfanuméricos en forma digital, de modo de permitir su procesamiento y recuperación por medios automáticos (mecánicos o electrónicos). Disclimax Perturbación natural o humana que impide a las poblaciones bióticas alcanzar su equilibrio con el medio ecológico (climax). Dosel Estrato superior de un bosque. Comprende los árboles que reciben la mayor parte de la radiación diurna, ya sea en la totalidad de sus copas o en parte de ellas. El dosel es uniforme si se compone de árboles de aproximadamente la misma altura, y es irregular si consiste en una mezcla de árboles de diferente altura, incluyendo los “emergentes”, es decir árboles marcadamente más altos que el nivel general del dosel. Drenaje Se refiere a la velocidad y facilidad con que el agua es eliminada del suelo en su estado natural, tanto por escurrimiento superficial como por infiltración hacia la capa o napa fréatica. Ecosistema Es una unidad natural constituida por organismos animales y vegetales que ocupan un ambiente físico da-
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do. En él se producen múltiples interacciones de los organismos entre sí y de estos con los factores físicos del ambiente. Edáfico Relativo al suelo. Los factores edáficos son las características físicas, químicas y biológicas del suelo, que influyen sobre el crecimiento y distribución de las plantas. Epífito Organismo que crece sobre la superficie de una planta y que utiliza a su huésped sólo para soporte. Normalmente el término se aplica a plantas que crecen sobre árboles o arbustos. Erosión Remoción y transporte del material de la superficie del suelo. Si es causada por escorrentía de agua, se denomina erosión hídrica y si es causada por viento, erosión eólica. Erosión hídrica potencial Está definida por el producto de la Erosionabilidad del suelo (K), por el factor topográfico (LS) longitud y grado de la pendiente y por el factor de erosividad de las lluvias (R) cuyo resultado es la Pérdida Potencial de Suelo expresada en toneladas por hectárea y año. Error de muestreo Desviación entre la media de una muestra y la media correspondiente a la población, como consecuencia del tamaño de la muestra. Escurrimiento o escorrentía Eliminación del agua que fluye sobre la superficie del suelo. La facilidad del escurrimiento superficial está íntimamente relacionada con el relieve del lugar y naturaleza del suelo. Estratificación Actividad que se realiza mediante interpretación visual o clasificación automatizada a partir de imágenes satelitales o fotografías aéreas, en la cual se delimitan estratos homogéneos y se atribuye la denominación correspondiente. Estructura Forma y naturaleza de la agrupación de las partículas del suelo en agregados.
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Estructura de rodal Constitución de un bosque o masa forestal en términos de clases de edad, clases diamétricas y clases silvícolas. Generalmente se usa como sinónimo de composición diamétrica. Evapotranspiración Expresa la suma de las cantidades de agua evaporada directamente de la superficie del suelo más la transpirada por la vegetación que la cubre. Se mide en milímetros de agua por unidad de tiempo. Según el grado de cobertura del suelo y disponibilidad de agua, se distinguen: Evapotranspiración potencial: es la cantidad máxima de agua, en forma combinada, puede evaporar el suelo y transpirar las plantas de un lugar, bajo las condiciones climáticas existentes, estando el suelo completamente cubierto de vegetación y provisto de agua en cantidad óptima. Evapotranspiración real (o natural): es la cantidad de agua que evapora el suelo y transpiran las plantas en forma combinada, de acuerdo con la cantidad de vegetación que lo cubre y con los niveles de agua disponibles en el periodo considerado. Fenología Estudio de los fenómenos rítmicos de las plantas y de la vegetación, como, por ejemplo, periodo de floración, de fructificación, de defoliación, etc. Fisionomía Forma, apariencia o aspecto de la vegetación. La fisionomía de la vegetación está dada por la combinación de los distintos estratos: arbóreo, arbustivo y herbáceo. Fitogeográfia Estudio de la distribución de las plantas sobre la superficie terrestre. Incluye también el estudio de las causas de esa distribución. Originalmente el término se refería solamente a la distribución de las plantas y de las comunidades vegetales. A partir de la década del 50, el concepto se amplió para incluir los factores y procesos responsables de esta distribución. Frecuencia Numero de veces que ocurre un evento. Por ejemplo: si un evento es la presencia de una especie en una unidad de muestreo, entonces, la frecuencia será el numero de unidades donde se presenta la especie. Gradiente Cambio de una característica a través del ambiente.
Los gradientes topográficos (pendientes) y climáticos (temperatura, humedad) pueden tener efectos pronunciados en la biota. Hábitat Lugar o tipo de ambiente en el que vive una determinada especie y que puede describirse por sus características físicas, topográficas, de altura, etc. Helada Temperatura del aire de 0o C o menos, medida en el abrigo meteorológico a 1,5 m de altura sobre el suelo. Hidrófila Planta que vive normalmente en suelos con exceso de agua por mal drenaje o anegamiento periódico. Impacto Efecto que una determinada actuación produce en los elementos del medio o en las unidades ambientales; efecto que puede ser beneficioso o perjudicial, es decir, positivo o negativo respectivamente. Interfase Frontera de contacto entre dos áreas, entre las que no hay zona de transición. Interfluvio Áreas de tierras altas situadas en la divisoria de aguas entre dos o más corrientes, especialmente cuando estas fluyen en forma paralela. Irreversibilidad Aquella cualidad de una acción humana sobre un ecosistema o alguna parte de él, que impide que ésta vuelva a su situación inicial después de haber provocado un cambio. Laterita Suelo característico de las regiones tropicales húmedas alternativamente, rojizo o amarillento por el oxido de hierro que contiene. En la meteorización de silicatos de arcilla se forma ácido silícico y se acumula arcilla o hidróxido de hierro rojo. Llanura de inundación Zona más baja de un valle que se inunda, en promedio, una vez cada uno o dos años. Monte Sirve para designar una comunidad arbórea de poca altura y arbustiva con marcadas adaptaciones xerófilas en sus componentes. Página 57
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Napa freática Nivel dentro del solum o del substrato que se encuentra saturado con agua que puede ascender o descender según la época, sea lluviosa o seca. Orden de suelos La categoría más alta en clasificación de suelos, incluye los suelos zonales, intrazonales y azonales. Zonales: los que reflejan en su perfil la influencia de los factores actuantes tales como el clima y la vegetación. Intrazonales: son aquellos en los que se refleja la influencia dominante de un factor local como la salinidad, exceso de humedad, roca madre calcárea, etc. Azonales: suelos que debido a su juventud no poseen características diferenciales marcadas en sus incipientes horizontes. Realce de imágenes Procesos digitales que tienen como fin mejorar la calidad visual de la imagen, mediante el aumento del contraste interno o la creación de nuevas bandas que ilustren mejor sus características originales. Recurso natural Es el recurso que la naturaleza brinda y que el hombre aprovecha para su propia existencia material o estética. Recurso natural no renovable Es el recurso agotable o cuya explotación lleva indefectiblemente a la extinción de la fuente productora, tal es el caso de los yacimientos minerales (con excepción de las salinas). Recurso natural renovable Es aquel recurso natural capaz de perdurar a través del tiempo, siempre y cuando se haga de ello un manejo racional. Es el caso de los bosques, de los peces de un estanque o lago, los animales silvestres, etc. Selva Es la máxima expresión en comunidades de predominio arbóreo; la vegetación se presenta lujuriante, tiene una flora rica en especies, con sucesivos estratos de vegetación, gran número de lianas enredaderas y epífitas, etc. Predomina en climas cálidos, con precipitaciones abundantes y durante todo el año. Selva en galería Selva que se desarrolla a lo largo de los cursos de agua. La humedad edáfica que aporta el río compensa el déficit hídrico del clima.
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Signatura espectral Forma peculiar de reflejar o emitir energía de un determinado objeto o cobertura. Es afectada por las características físicas o químicas del objeto que interaccionan con la energía electromagnética, y varia según los longitudes de onda. Sistema de Información Geográfica Conjunto de programas que permiten almacenar, recuperar, modificar y combinar cualquier tipo de variables georreferenciadas. Subclimax Etapa en la sucesión próxima al clímax en la cual el desarrollo posterior se inhibe por la influencia de algunos factores distintos a los climáticos. Sucesión Cambio direccional en la vegetación. El término sucesión contrasta con fluctuación que implica cambios no direccionales. Las perturbaciones humanas sobre los ecosistemas naturales inician procesos de sucesión que propician su regeneración. Sucesión regresiva o retrogresiva Proceso a través del cual un ecosistema, por ejemplo un bosque, es transformado inicialmente en un matorral y luego en comunidades dominadas por hierbas. Tiende generalmente a la reducción de biomasa y a la simplificación estructural de los ecosistemas. Se trata de un proceso direccional en el cual muchos procesos normalmente asociados con la sucesión ocurren de manera inversa. Sucesión secundaria Proceso de sucesión que ocurre en sitios donde ha existido una cobertura vegetal anterior a la perturbación y hay un suelo desarrollado. Suelos azonales Suelos que tienen su evolución incompleta por falta de tiempo. Actualmente son aclimácicos. Suelos intrazonales Suelos simultáneamente aclimáticos y aclimácicos, en cuya evolución han predominado los factores pasivos de la formación del suelo. Suelos residuales Suelos cuyo material originario resulta de la meteorización “in situ” de lechos rocosos duros o blandos. Suelos zonales Suelos simultáneamente climáticos y climácicos, en
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cuya evolución han predominado los factores activos de la formación del suelo. Teledetección Es la técnica que permite obtener información sobre un objeto, área, o fenómeno a través del análisis de los datos adquiridos por un instrumento que no está en contacto con el objeto, área o fenómeno bajo investigación. Textura Distribución por tamaño de las partículas del suelo. Transecta Línea o banda continua, alargada y estrecha, que se escoge para el análisis de la vegetación. Vegetación potencial Vegetación que existiría si el hombre, o bien su acción, fueran eliminados de la escena. Volumen bruto Volumen de una parte especificada de un árbol, sin deducción de defectos. Puede ser expresado con corteza o sin corteza. Volumen maderable Volumen de trozas hasta una punta fina de 20 cm y longitud mínima de 2,4 m, excluyendo aquellas secciones con defectos y de muy baja calidad que normalmente se desecharían en el corte. Volumen neto Volumen de madera existente en un árbol o bosque descontando los defectos, pudriciones y mortandad. Volumen total 1) Volumen del árbol desde el suelo hasta la punta del árbol, incluyendo ramas. 2) La extensión del volumen (bruto, neto, maderable) por hectárea llevado a una superficie dada. 3) En el contexto del presente inventario, se ha llamado volumen total al volumen desde 30 cm del suelo (altura del tocón) hasta 10 cm en punta fina. Xerófilo Vegetal adaptado a ambientes secos y capaz de soportar sequías prolongadas.
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Bibliografía
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Apéndice I
Apéndice I ESPECIES INVENTARIADAS EN LA REGION SELVA MISIONERA
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Apéndice I
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Apéndice I
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Figuras 17 17 18 19 19 19 22 26 26 27 30 30 32 35 36 36 37 37 38 39 39 39 39 40 40 41 42 42 42 44 44 44 44 44 45 45 45 46 46 46 46 47
Cuadros 3 10 12 13 15 15 18 20 20 23 24 25 28 29 31 32 35 36 37 38 41 43 50 50 50
Mapa 5.4: MAPA FORESTAL DE LA REGIÓN SELVA MISIONERA......................................................................................53
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