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Prurito intenso generalizado en un Golden retriever asociado a Malassezia pachydermatis. Bolio-González, ME1; Revilla-Bonilla, C2; Sauri-Arceo, CH1; Martínez-Vega, PP2,3. 1
Departamento de Medicina Interna y Cirugía. Clínica de Pequeñas Especies. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Universidad Autónoma de Yucatán. 2 Clínica privada de pequeñas especies: Hospital Veterinario “Revilla”, Mérida, Yucatán. 3 Becario Residente de la Clínica de Pequeñas Especies. Departamento de Medicina Interna y Cirugía. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Universidad Autónoma de Yucatán.
RESUMEN. Malassezia pachydermatis, en los tiempos actuales se le considera como agente secundario causal de diversas dermatitis asociadas a prurito principalmente. Deberá ser considerada como un diagnóstico diferencial importante en la medicina de perros (Trápala et al.,2003). Malassezia pachydermatis es una levadura comensal lipofílica que frecuentemente se aísla del canal auditivo externo y de la piel de perros y gatos sanos. Hay factores cutáneos o inmunológicos que permiten su multiplicación y el desarrollo de su patogenicidad. Esta levadura es capaz de producir una dermatitis muy prurítica; a pesar de que los métodos para su diagnóstico son sencillos no siempre se logra su identificación. En la mayoría de los casos de dermatitis por Malassezia pachydermatis el tratamiento tópico resulta muy efectivo, siempre y cuando se resuelva cualquier padecimiento concomitante (Carlotti, 2006). INTRODUCCIÓN. Malassezia pachydermatitis es una levadura lipofílica que requiere elevados niveles de cerumen, forma parte de la flora habitual del canal auditivo externo y de los pliegues húmedos de la piel de perros y gatos. Suele tener forma típica de cacahuate o de suela de zapato (figura 1 y 2), también puede presentarse en forma globosa o elipsoide de tamaño pequeño (2 a 7 µm). En su forma primaria, es una levadura, que luego desarrolla hifas y seudohifas; este microorganismo se multiplica por gemación. (Mason, et al., 1996; Morgan,
1999; Carlotti, 2005; Ettinger y Feldman, 2005; Lloyd, 2007). Las alteraciones del microclima cutáneo o de los mecanismos de defensa (inmunosupresión, deficiencia de inmunidad celulo-mediada, disminución de la secreción de IgA) del hospedador permiten a la Malassezia pachydermatitis multiplicarse y volverse patógena. La Malassezia pachydermatitis produce lipasas y proteasas que alteran la película lipídica cutánea liberando ácidos grasos, además el cimógeno de su pared celular activa al complemento del huésped, esto produce inflamación de la piel y genera prurito (Álvarez y Álvarez, 2001; Carlotti, 2005; Lloyd, 2007). El prurito es el signo más encontrado y generalmente es severo; los demás signos incluyen otitis externa, eritema localizado o difuso, pápulas y máculas eritematosas y un desorden queratoseborreico con descamación, costras y alopecia con un aspecto grasiento de la piel y el pelo, los animales presentan un olor rancio debido a la oxidación de ácidos grasos. Las lesiones secundarias más comunes son liquenificación e hiperpigmentación y en ocasiones puede aparecer agrandamiento de los ganglios linfáticos. La dermatitis por Malassezia pachydermatitis puede localizarse en la parte ventral del cuerpo (cuello, axilas, vientre y área inguinal) (figura 3), cara (pabellón auricular, labios, hocico, región periocular) (figura 4 y 5), área perianal y miembros (antebrazos, muslos y pies) (Grant, 2000; Álvarez y Álvarez, 2001; Carlotti, 2005). El diagnóstico de la dermatitis por Malassezia pachydermatitis se basa en la historia clínica, el examen físico y métodos complementarios de diagnóstico como las técnicas citológicas (improntas, prueba de la cinta de acetato, raspados e hisopos); estas pueden demostrar la presencia de Malassezias, además de ser rápida, permite una semi-cuantificación. Se pueden utilizar otros métodos como la biopsia o el cultivo, sin embargo estos son mas tardados. (Grant, 2000; Trápala et al.,2003; Carlotti, 2005). Diferentes tratamientos tópicos se han sugerido para controlar y eliminar la dermatitis por M. pachydermatis, entre estos se encuentran los shampús a base de ketoconazol o miconazol aplicado en baños una o dos veces por semana hasta la completa recuperación de la piel enferma. También se puede emplear clorhexidina para su aplicación sobre la zona de las lesiones hasta por 15 o 20 días. El etilconazol puede utilizarse diluido
en agua como loción aplicado dos veces por semana durante 3 semanas. En los casos que el tratamiento tópico no funcione y el proceso se vuelva crónico, se recomienda la administración de itraconazol a razón de 5-10mg/kg/vía oral,1-2veces/día durante al menos un mes; normalmente la respuesta al tratamiento con este producto suele ser rápido, eficaz y muy espectacular. Puede aparecer concomitante a esta enfermedad, pioderma secundario, que deberá ser tratado con antibióticos (Morgan, 1999; Grant, 2000; Harvey y Mckeever, 2003; Carlotti, 2005). DESCRIPCIÓN DEL CASO CLÍNICO. Perro Golden retriever, de seis meses de edad que procede de la ciudad de México y fue trasladado a Mérida, Yucatán, 15 días antes de la consulta en el Hospital Veterinario “Revilla”. Calendario de vacunación y desparasitación vigentes, el propietario no reportó enfermedades anteriores; el motivo de consulta fue que la mascota había presentado prurito intenso generalizado y pérdida de pelo en días anteriores. Al examen físico se apreció otitis y alopecia con dermatitis querato-seborreica húmeda en las regiones axilar, inguinal, abdominal y cara; además presentaba linfodenomegalia. Se realizó una biometría hemática y los parámetros se encontraban dentro de rangos normales. Adicionalmente se realizó una citología del oído e improntas de las lesiones axilares y de la cara, las cuales manifestaron la presencia de Malassezia pachydermatitis (figuras 1 y 2). Se decidió iniciar el tratamiento tópico con Shampú a base de miconazole (20 mg) en baños dos veces por semana, dada la característica clínica mostrada por el paciente, además se le administró una terapia alternativa a base de extracto concentrado de leucocitos dializados por cinco dosis, con el fin de estimular la respuesta inmune; dicha aplicación se realizo por vía subcutánea cada tercer día. Se le envió también un suplemento a base de ácidos grasos (omega 3 y 6). El paciente mostró una mejoría de las lesiones cutáneas y del prurito del 70% después de la primera semana de tratamiento (figura 6). La remisión completa de las lesiones de la piel y del prurito fue hasta cuatro semanas de iniciado el tratamiento (figuras 7 y 8).
CONCLUSION. La dermatitis por Malassezia pachydermatitis es una enfermedad de la piel relativamente común en los perros y debe de considerarse en pacientes que muestren prurito intenso generalizado y dermatitis. Siempre debe considerarse realizar examen citológico cuando se sospeche de Malassezia pachydermatitis para confirmar el diagnóstico.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA. Álvarez, C. F.; Álvarez, B. F. (2001). Dermatología en perros y gatos. JAISER editores, México, DF. Carlotti, ND. Canine microbial overgrowth. World congress. WSAVA/FECAVA/CSVA 2006. Praga, República Checa. Carlotti, N. D. Malassezia Dermatitis in the dog. In memorias del 30th World Congress WSAVA 2005. México, D. F. Ettinger, S. and Feldman, E. (2005). Textbook of Veterinary Internal Medicine. Diseases of the dog and cat. ELSEVIER-SAUNDERS, Sixth edition, St. Louis, Missouri, USA. Grant, D. Aproximación y manejo clínico del perro pruriginoso. Consulta de Difusión. Veterinaria, 2000; 8;35-44. Harvey, R. and Mckeever, P. (2003). Skin diseases of the dog and cat. Manson publishing, The Veterinary Press. Third impression, London, UK. Lloyd, D. H. Canine cutaneous microbial overgrowth. 56th International Congress. Scivac. 2007. Italia. Mason, I. S.; Mason, K. V.; Lloyd, d. H. A review of the biology of canine skin with respect to the comensals Staphylococcus intermedius, demodex canis and Malassezia pachydermatis. Veterinary dermatology 1996; 7:119-32.
Morgan, R. (1999). Clínica de pequeños animales. Harcourt-Brace-Saunders, 3ª. Edición, Madrid, España. Trápala, A. P.; Moreno, B. A.; Hervás, R. J., Chacón, L. F.; López, F. J., Guerrero, R. M.; Salazar, A. S. (2003). Manual de dermatología. Segunda edición. Editorial intervet-México. México.
Figuras del caso clínico:
Figura 1. Microorganismos de Malassezia pachydermatis.
Figura 3. Lesión axilar ocacionada por Malassezia pachydermatis
Figura 2. Microorganismo de Malassezia pachydermatis.
Figura 4. Lesión del pabellón auricular ocasionada por Malassezia pachydermatis.
Figura 5. Lesiones en la cara ocasionada por Malassezia pachydermatis.
Figura 6. Región axilar después de la primera semana de tratamiento.
Figura 7. Paciente después de cuatro semanas de tratamiento.
Figura 8. Paciente después de cuatro semanas de tratamiento.