PUBLICACION DEL CENTRO DE INVESTIGACION DE ESTUDIO SAHAR PRIMAVERA 2016 Nro. 34- ISSN

PUBLICACION DEL CENTRO DE INVESTIGACION DE ESTUDIO SAHAR – PRIMAVERA 2016 – Nro. 34- ISSN 2347-0283 Publicación declarada de interés cultural y auspic

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PUBLICACION DEL CENTRO DE INVESTIGACION DE ESTUDIO SAHAR – PRIMAVERA 2016 – Nro. 34- ISSN 2347-0283 Publicación declarada de interés cultural y auspiciada por el Ministerio de Cultura de la Nación Argentina. Rupturas y nuevos códigos. La danza del vientre estilo tribal. Autora: Eliana Haag1. (Estudio Sahar)

Abstract: Desde el contexto actual del mundo occidental globalizado donde los límites geográficos y culturales parecen borrosos miramos hacia el siglo XX: ¿Cómo se elaboran los relatos que occidente hace sobre oriente y cuáles son los términos con los que lo nombra? ¿Cuál es la ruptura del Tribal bellydance? ¿Cómo se apropia de lo otro y reinventa la tradición? Palabras claves: orientalismo - otredad- tradición inventada- danza del vientretribu-

Sobre los nombres. A qué nos referimos con los términos Bellydance y Tribal Bellydance. El Bellydance (danza del vientre) se introduce para el público americano y se consolida en la feria de Chicago de 1893 la “World's Columbian Exposition” durante la conmemoración del 400 aniversario de la llegada de Colón a América (Barrionuevo, 2014, p39). Según Jarmakani (2004, p2) ““belly dance”, ilustra la forma en que la preocupación de Estados Unidos por el baile ha llegado a centrarse en una parte particular del cuerpo de la mujer como la representación de la totalidad”. Esto es, la danza se reduce a unos movimientos u ondulaciones con el vientre, de la misma manera que la bailarina se reduce a una porción de su cuerpo centrada en su zona pélvica. La primera recepción que tuvo esta danza fue desde una visión conservadora y con mucho asombro por el manejo del cuerpo y por la acentuación en partes

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Trabajo final de investigación de la Especialización en Cultura del Cercano Oriente Antiguo realizado por Eliana Haag y corregido por Marina Barrionuevo.

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consideradas “pudorosas” por lo que fue percibida como muy sexual frente a las danzas y vestuario de corte victoriano a las que estaban acostumbrados. De esta manera, se fue configurando también

la mirada sobre esta danza y sobre las

mujeres que la bailan ya que se la asoció rápidamente con lo erótico y lo grotesco: “El cuerpo del bellydance es un " cuerpo grotesco "2, en términos Bajtinianos, porque circunda los límites entre lo profano y la sexualidad sagrada” dice Jarmakani (2004, p12) y continúa “la percepción del bellydance de los americanos como algo puramente sexual (demostrado con su nombramiento como cooch dance o el hootchy kootchy) subraya la forma en que el entendimiento de la sexualidad femenina árabe como exótica y orientalizada era apropiada por su habilidad de significar lo lascivo, profano y la sexualidad”. Otra cuestión no menor es la vinculación con la fantasía de lo exótico propio de una mirada orientalista. La traducción del término árabe al-raqs al-sharqi, mejor conocido como Danza del Este, es lo que luego ha sido mantenido como danza oriental que es otra de las maneras con las que fue nominada esta danza. Esta idea de lo oriental como exótico y sensual es trabajada por el autor Edward Said (2003) en su libro “Orientalismo”, donde habla sobre la mirada etnocéntrica que simplemente construye un imaginario con ciertas ideas preconcebidas sobre lo oriental como algo exótico, lejano, una idea romántica que apela a generar cierto misticismo o misterio sobre esa designación en vez de circunscribir la definición a algo más concreto. El autor dice “es un modo de relacionarse con oriente basado en el lugar especial que este ocupa en la experiencia de Europa Occidental” (Said, 2003, p19). Es decir, es la visión que occidente (y cuando hablamos de occidente hablamos principalmente de los países del centro de Europa y de EE.UU) tiene sobre oriente, como un todo homogéneo sin distinguir países, religiones, culturas, idiomas, etc. Oriente es “lo otro”, distinto y ajeno a sus costumbres e ideología. Esta percepción de la alteridad que supone una cierta jerarquía donde determinados grupos (etnias, credos, etc.) están por encima de otros, es propia del colonialismo.3 Por lo tanto, hablar de danza oriental no estaría especificando a qué lugar específico nos referimos, ni siquiera reconoce que hay distintas danzas en cada parte de lo que

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La noción de cuerpo grotesco fue introducida por el estudioso de la literatura Mijaíl Bajtín (1895-1975) en su conocida obra La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento: el contexto de François Rabelais. En ella, Bajtín efectúa un acercamiento al ámbito de lo carnavalesco a partir de la obra de Rabelais, autor francés del siglo XVI. 3 Entendemos por colonialismo la dominación de diferentes países por una minoría extranjera, técnicamente avanzada, y con una potente economía, sobre la mayoría de la población nativa. Basándose en una falsa superioridad racial y cultural, los colonialistas destruyen las culturas y las formas de organización de las sociedades que someten.

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el imaginario reconoce como oriente. Es un término muy vago que se corresponde con una visión europocentrista, que según Bessis (2002), recreó sus mitos de origen en la modernidad, desechando de las narraciones, por lo tanto de la construcción de la memoria todo lo que no fuera grecorromano. Ella dice: “los humanistas fabricaron un pasado en gran medida imaginario, y decidieron cuáles eran sus herencias, y la nueva Europa inventó unas fronteras que rechazaban todo lo que no era ni grecorromano, ni cristiano”. (2002, p26) Podemos ver entonces, que las primeras percepciones sobre la danza del vientre estuvieron teñidas de estos preconceptos acerca del lugar de providencia, y acerca de “lo otro” como algo que intriga pero a la vez produce rechazo por ser distinto, por no encajar con los parámetros a los que la sociedad está acostumbrada. En Dancing around orientalism (2006, p6) se afirma que “es común encontrar reproducciones orientalistas de pinturas en los estudios de bellydance, a modo de inspiración, a pesar de su perspectiva y proveniencia europea. Las bailarinas occidentales actúan como otro cultural y bailan según las expectativas occidentales del “auténtico” bellydance. Tan profundo es el paradigma orientalista en la conciencia occidental, que las bailarinas no suelen estar conscientes de esta construcción, donde se valora a la danza de Medio Oriente como sensual, misteriosa, exótica, femenina. Una danza construida a través de la historia de Occidente, con representaciones masculinas, donde los practicantes de “la danse orientale” siguen bailando alrededor del orientalismo”. En la actualidad, hablar de Bellydance hace referencia a un estilo de danza como “tradición inventada”. Según Hobsbawn (1983), el término «tradición inventada» se usa en un sentido amplio e incluye tanto las «tradiciones»

construidas y

formalmente instituidas, como aquellas que emergen de un modo difícil de investigar durante un periodo breve y mensurable, durante unos pocos años, y se establecen con gran rapidez. Entonces, llegamos a una definición de “Bellydance” como: una construcción donde se toman elementos (pasos, vestuarios, accesorios, maquillaje, etc.) de distintas culturas de oriente y se fusionan con una impronta, una visión, una forma occidental y para el público occidental. Básicamente se vincula con la industria del cine de Hollywood que llevo a la pantalla un relato que asemeja ser tradicional y antiguo pero que es una recopilación de rasgos pintorescos y estéticos para el espectador de EE.UU básicamente.4

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Para una visión más completa de la historia del bellydance y el uso del término recomiendo el libro Historia general del bellydance. Barrionuevo, Marina. (2014) Buenos Aires, Estudio

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Si pensamos en el nacimiento del Tribal Bellydance debemos remontarnos a 1960. Por ese momento, la reivindicación de los derechos de las mujeres, y el empoderamiento de las mismas llevó adelante lo que se conoce como el movimiento feminista. Para estas alturas, la danza del vientre había cobrado nuevos aires, debido a los cambios sociales. El foco ahora estaba puesto en la danza del vientre vinculada al matriarcado, a los ritos ancestrales de maternidad y no en lo puramente sexualizado. A su vez, para esta época comienzan a estandarizarse pasos y nomenclaturas para la enseñanza de la danza que hasta este momento había sido más informal, lo que nos habla de un crecimiento y popularización de la misma. Se considera a Jamila Salimpour como la primera bailarina de tribal. Según Rina Orellana Rall (1997) en The lineage of American Tribal style: “El linaje comienza con las bailarinas gitanas del norte de África, en particular las Ghawazee de Egipto y las Ouled Nail de Argelia quienes habían sido introducidas a los Estados Unidos en 1893 en la Gran Exposición de Columbia en Chicago”. Jamila toma elementos de danzas gitanas y de tribus africanas y comienza a sistematizarlos para un formato de danza improvisada y en grupo, por eso “tribal” ya que se refiere a esta idea de trabajo en cooperación, además de que toma de distintas tribus la estética para la conformación de este estilo. Rina Rall dice: “Cuando un baile particular, se saca de su contexto cultural y se coloca en un escenario, cambia. Y lo hace para satisfacer su nueva audiencia y sus expectativas. El bellydance como entretenimiento secular de Oriente Medio, sin embargo, siempre se ha adaptado y modificado para adaptarse a las expectativas de sus audiencias”. Podemos ver entonces que hay una conciencia de adaptación, se conoce lo original pero se lo adapta para un nuevo público, una sensibilidad distinta, otra cultura y de esta manera se resignifica y se reformula en algo distinto. Sin embargo, es el espectador quien desconoce esta voluntad de adaptación y considera lo que ve como lo original, y ahí radica la confusión; ante el desconocimiento del contexto de la danza se hacen apreciaciones erróneas. Por eso Rina Rall (1997) refuerza -en palabras de Jamila- que “fue un formato con una mirada que finalmente fue imitado en todo los Estados Unidos, cuyos practicantes a veces sabían, pero más a menudo no sabían, de dónde vino. De hecho, muchas personas pensaron que era la "cosa real", cuando en realidad era medio real y medio fantasía. Nuestro folleto informaba a la audiencia que veníamos de muchas tribus. Tal vez ahí fue donde se originó la expresión "el baile tribal"”

Sahar.

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Nace un nuevo estilo. Sus originadoras: Jamila Salimpour era hija de un militar que había estado en Egipto, Siria y Túnez y este le narraba cómo eran las bailarinas Ghawazee de Egipto; su apariencia, cómo se realizaba una actuación callejera, los movimientos que realizaban, traía discos, por lo que desde muy pequeña tuvo curiosidad y acceso a la música y pudo fantasear cómo sería bailar como ellas. Luego en su juventud iba al cine acompañada de una mujer egipcia que trabajaba en su casa, allí conoció a las bailarinas de la época dorada del bellydance: Samia Gamal, Tahia Cariocca, etc. y así comenzó a bailar imitando lo que veía, reconstruyendo lo que su padre y su empleada le contaban y le animaban a hacer. Además de practicar bellydance de manera autodidacta trabajó en un circo por lo que su cuerpo tenía un entrenamiento acrobático, de flexibilidad y fuerza y a su vez, una estética y una manera de relacionarse con lo artístico a partir de lo circense. Comenzó a bailar de forma profesional en “The Greek Village” en Hollywood y más tarde comienza a enseñar. Este, tal vez, sea el punto más importante ya que al no estar institucionalizada ni formalizada la enseñanza de las danzas de oriente, Jamila se enfrenta al cómo hacerlo, cómo transmitir lo que ella fue aprendiendo de manera tan personal. Así comienza a sistematizar un lenguaje de pasos, y organizarlos por familias: pasos egipcios, turcos, etc. y a su vez los asocia con la bailarina a quién le vio hacerlos. Para 1968 crea Bal Anat, el primer grupo de danza coordinado por ella y que había aprendido a bailar con su método de enseñanza. Se presentaban en la “Feria del Renacimiento” en California y allí recreaban danzas de Túnez, Argelia, Marruecos, India, Turquía y Egipto, interpretaban danzas en solos o grupos. A lo largo del tiempo fueron incorporando elementos tales como bandejas, bastones, espadas, jarrones, serpiente, giros de derviches, acrobacias, kathak y danza oriental (cabaret style) para el final. Claramente estaba pensado para entretener al público y

que no

necesariamente implicaba representarlo como lo “original”. Masha Archer estudió con Jamila Salimpour durante unos años y luego funda la “San Francisco classic dance troupe”. Ella no utiliza ningún tipo de etiqueta en el momento de definir su estilo, se trata simplemente de "danza del vientre". “Masha sostuvo que el aspecto era aparentemente auténtico a causa de la joyería tribal y las piezas antiguas de Oriente Medio y Europa. Se refirió a sí misma, sin embargo, como "auténtica americana moderna" debido al concepto americano de tomarse libertades con la autenticidad y el origen. Masha también tenía una actitud

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Americana para la elección de diferentes tipos de música para la danza del vientre. Se encontró con que sólo el uso de la música popular de Oriente Medio para el baile, que era lo esperable, fue una perspectiva muy estrecha. Ella decidió que había muchas fuentes de música, que había expresiones relacionadas, tales como fuentes musicales folklóricos de otros países e incluso la ópera clásica…” y continúa: “Masha se negó a actuar en bares y restaurantes y prefirió llevar a cabo en los eventos culturales. Al hacer esto, se produjo una toma de conciencia de que había otros lugares para mostrar el bellydance, además de restaurantes y bares”. (Rall: 1997) Carolena Nericcio comenzó a estudiar con Masha Archer a la edad de catorce años. Se formó con ella durante siete años antes de comenzar FatChance Bellydance ® en 1987. FatChance es una mezcla de las dos metodologías en términos de formato, vestuario y puesta en escena. El formato procede de Jamila: la media luna del coro y los bailarines que salen de forma individual para hacer una pequeña rutina de dos o tres minutos y luego ir de nuevo en el coro. También, fusiona de las dos la estética para crear una nueva y estandarizada. Carolena aportó la presencia tan marcada de las bailarinas de tribal, y adopta de Masha la postura y la elegancia. Carolena, dice Rina (1997), trajo la danza más cerca de sus raíces culturales mediante el uso de la música folclórica del Este, principalmente del norte de África y Oriente y mantuvo los movimientos básicos de la danza del vientre: Carolena tiene un profundo respeto por la cultura de donde se origina la danza del vientre. Pero también se considera un artista que quiere presentar piezas deseables: "Quiero ser capaz de empujar a que la cultura se presente en ideas más creativas, pero también quiero defenderla de las personas que intentan desarmar la estructura de la misma" (Rall: 1997) Como síntesis, Rall, bailarina de FatchanceBellydance ® y quien realizó este estudio de la evolución de la danza del vientre tribal afirma que “es un estilo de fusión étnica, influenciado por danza del Medio Oriente, pero inspirado en la sensibilidad artística de América. No tiene nada que ver con la representación de una tribu en particular, sino que combina vocabularios de movimiento y vestuario regional para formar una presentación coherente. La parte "americano" de la etiqueta reconoce que los bailarines son conscientes de la distancia con la cultura que creó la forma de la danza y están tomando una licencia artística (…) El aspecto del estilo tribal americano parece auténtico, debido a su parecido con varias tribus gitanas en todo el norte de África, Oriente Medio y la India…Sin embargo, el vestuario no es auténtico, pero da la sensación de hogar”. (Rall: 1997)

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Resignificando: lo tradicional se vuelve vanguardia. El Tribal estilo americano (ATS ® ) que termina de conformar y consolidar Carolena Nericcio en la década del ´80, es una danza grupal (las formaciones pueden ser: dúos/ tríos/ cuartetos/ más coro), improvisada y que podemos compararla con un lenguaje en donde hay palabras, una forma correcta de usarlas y variaciones (Gramática, Sintáxis). En la danza tenemos: pasos y variantes, formaciones, señas, conexión visual y energética, musicalidad, expresión, etc. Los pasos se dividen en Lentos y Rítmicos de acuerdo a la música que bailemos y a su vez existe una división cronológica de los pasos que se corresponde con las distintas etapas del desarrollo de la danza: Clásico, Moderno y Movement Dialect. Carolena y el resto de las FatChanceBellydance ® viajan por todo el mundo enseñando este código que se ha vuelto universal. Permite que bailarines de cualquier parte del mundo puedan bailar entre sí sin conocerse, ya que, siguiendo con la analogía lingüística, aprender ATS ®

es como aprender un idioma,

conociendo sus pautas, podemos comunicarnos con cualquiera que lo hable también. Además de la enseñanza “cara a cara” FatChanceBellydance ® tiene una línea de DVD´s instructivos que reúnen todos los pasos, más fitness, más costume, más performances. Es decir, nada está librado al azar. Desde su página web además, pueden adquirirse accesorios kuchi, representativos de esta danza, vestuario, música, revistas especializadas, tomar clases on-line, etc. FatChanceBellyDance ® y ATS ® son marcas registradas. A lo largo del mundo también, hay sister studios, es decir, aquellas bailarinas o tribus que han tenido la formación requerida para enseñar el estilo con consentimiento y aprobación de Carolena Nericcio.

Como ya hemos mencionado, este estilo se nutre de la estética y de los movimientos de danzas del norte de áfrica, India y de la ruta romaní5 reelaborándolos para un público americano y del siglo XX. Algunas de las principales influencias fueron:  Ghawazee de Egipto. De ellas tomaron: el uso de varias faldas, los turbantes o túnicas en la cabeza, elementos de decoración como joyas, pedrería, etc. Las fajas en la cadera y el volumen en las mismas (dado por las faldas levantas o por la decoración de las fajas).

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Si bien muchas veces aparece como “ruta gitana” el término correcto es romaní, ya que hace referencia a la etnia y al lenguaje del pueblo Rom. Gypsy representa una concepción romántica de este pueblo.

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Con respecto a la danza misma, el uso de zills con el patrón D-I-D, los bailes improvisados siguiendo a una líder y los cambios de líneas (fade). Podemos ver un reconocimiento de la línea directa con ellas específicamente en un paso que lleva su nombre: Ghawazee shimmy, que imita la postura de los brazos y la forma de mover pies y caderas de estas bailarinas.  Ouled Nail.6 De ellas tomaron: los tatuajes faciales y en otras partes del cuerpo con respecto a lo estético, y con respecto a la danza, la expresión del rostro, la postura del torso elevada, las aislaciones de cuello y de cadera.  Flamenco, España. De esta danza toma sobre todo la postura del torso y los movimientos de los brazos. Los codos altos, la coronilla alta, ese aire de fortaleza y orgullo característico del flamenco también es una de las características principales del ATS.  Kathak y otras danzas de India. De estas danzas se han tomado algunas posturas de pies como trivanki al igual que algunas poses y movimientos con los brazos para ser usadas en los pasos por ejemplo, algunas vueltas de los movimientos lentos, específicamente una de ellas Medusa Tourn tiene su versión India Style. También el Saludo FatchanceBellydance® es una recreación de los saludos que estas las danzas clásicas de India tienen para honrar a sus divinidades. En este caso el saludo se usa antes de comenzar a bailar a modo de agradecimiento y conexión con lxs compañeras, el público, y el universo. Podemos valernos del concepto acuñado por García Canclini (1997) de culturas híbridas o hibridismo cultural para repensar esta situación donde se juntan elementos de dos o más culturas, él dice: “con frecuencia la hibridación surge del intento de reconvertir un patrimonio (una fábrica, una capacitación profesional, un conjunto de saberes y técnicas) para reinsertarlo en nuevas condiciones de producción y mercado” (p113). Por lo tanto, podemos pensar que la apropiación que se hace de esos

movimientos/pasos que surgieron en otro contexto, con otra

impronta y para otra sociedad, ahora se reformulan con nuevos fines, pasan a cobrar nuevos significados y cambian también los parámetros de recepción de los mismos. Reconocer de dónde viene cada componente de la danza, ya sea estético o de movimiento o de su filosofía enriquece la apropiación que podamos realizar a la hora de interpretar la danza. Si bien se aggiornó a un nuevo contexto y ha generado un nuevo producto con estándares distintos, la danza se sigue nutriendo de las influencias que en cada rincón del mundo se le agregan. Distinguir, entonces, cómo lo original se ha transformado permite discernir que la fusión no es un pastiche, donde se pega una cosa con otra, sino que es una reelaboración consciente que lleva a otro nivel a aquello que le ha servido de base y que la danza evoluciona así como las comunidades y las personas que la practican. Por eso es tan importante el uso que hace el ATS® de los “préstamos” de otras culturas.

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Tribu de Argelia.

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Rupturas y nuevas puestas en valor.

La gran ruptura del tribal americano ya viene dada en su nombre. Es tribal, reconociendo que las tribus del norte de áfrica e India son sus mayores inspiraciones, es tribal porque además de recuperar movimientos y estéticas tribales recupera ese espíritu de comunidad, de sororidad, de grupo como soporte, ya no se baila individualmente resaltando los atributos y habilidades de la bellydancer. Ahora se baila en compañía, donde las posiciones dentro de la escena son móviles reconociendo que lo importante es lo que surge de esa comunión, donde cada bailarín/a aporta algo distinto pero lo más importante es lo que lxs iguala, lo que les permite fluir con el movimiento. Pero además, es americano. Esto es, no renuncia a “lo otro” a lo extraño, a lo que pasa las fronteras, sino que lo toma, lo piensa, y lo reinventa en una nueva versión para un nuevo continente, un nuevo país, una nueva cultura, y desde allí vuelve a lanzarse a todo el mundo. Además, es rupturista porque no busca estereotipos de belleza. No hace falta ser delgada y con pelo largo para unirse a la tribu, no hace falta comenzar a bailar desde la juventud para adquirir la técnica o para subirse al escenario. El ATS® admite a todas las personas que quieran bailar. Este estilo genera, además del gusto por bailar, un espacio donde compartir. La tribu se hace extensiva a lo emocional y vincular. Claro que esto no es particular de esta danza, pero sí es un rasgo muy marcado en ella. Cuando se describe en las invitaciones a participar de talleres, clases o haflas, o cuando se cuenta de qué se trata esta danza, siempre se menciona alguna de estas características que traspasan lo técnico-académico: se habla de conexión, sincronía, hermandad, armonía, sincronicidad, fortaleza, empoderamiento, comunión…

¿Será acaso una nueva forma de entender el movimiento, desde adentro hacia afuera y visceversa? ¿Serán los mitos de la diosa, de la danza femenina y ancestral que aún se mantienen vivos? ¿O será que llegó el tiempo de abrirnos “al/ la otrx” y a “lo otro” desde un lugar más amable, entendiendo que todos somos “otros” dependiendo de dónde se nos mire?

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Bibliografía:

 Barrionuevo, M (2014) Historia general del bellydance. Buenos Aires, Estudio Sahar.  Bessis, S. (2002) Occidente y los otros. Historia de una supremacía. Editorial Alianza.  García Canclini, N (1997) Culturas híbridas y estrategias comunicacionales. En Estudios sobre las Culturas Contemporáneas .Época II. Vol. III. Núm. 5, Colima, junio 1997, pp. 109-128  Dox, D. (2006) Dancing around orientalism. New York University and The Massachusetts Institute of Thecnology. (Resumen/Traducción: Estudio Sahar).  FatchanceBellydance (2005) Tribal Talk. A retrospective. San Francisco. 

Hobsbawn, E. (1983) La invención de la tradición. Barcelona. Crítica.

 Jarmakani, A. (2004) Dancing the hootchiy kootchy: The bellydancer as the embodiment of socio cultural tensions. The arab studies journal. (Traducción: Estudio Sahar).  Orellana Rall, R. (1997) The lineage of American Tribal style. San Francisco State University.  Said, E. (2003) Orientalismo. Barcelona. DeBolsillo  FatChanceBellyDance (2016) http://fcbd.com/

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 Nearing, E. (1976) The Gawazhee. The real dancing girls of Egypt. Recuperado de: http://www.gildedserpent.com/

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