PUBLICACION DEL CENTRO DE INVESTIGACION DE ESTUDIO SAHAR VERANO 2014 Nro ISSN

PUBLICACION DEL CENTRO DE INVESTIGACION DE ESTUDIO SAHAR – VERANO 2014 – Nro. 17 - ISSN 2347-0283 Las Ghawazee… transmitiendo su arte a través de los

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PUBLICACION DEL CENTRO DE INVESTIGACION DE ESTUDIO SAHAR – VERANO 2014 – Nro. 17 - ISSN 2347-0283

Las Ghawazee… transmitiendo su arte a través de los siglos Autor: Viviana Alioto1

ABSTRACT: El presente trabajo busca dar un panorama sobre el recorrido a través del tiempo de las Ghawazee, su origen, evolución de su danza, vestimenta, locación. Comparación de las Ghawazee con las Awaleem, su definición, oficio, locación. En ambos casos desde el siglo XIX hasta la actualidad. Se verá la evolución del “entretenimiento en El Cairo” en los siglos XIX y XX, la sala, el café chantant, el casino, el night club y paralelamente la evolución de las awaleem y ghawazee a cantantes y bellydancers respectivamente. La influencia de los relatos de viajeros a Egipto, el colonialismo, los pintores y escritores orientalistas en las bailarinas. Intentaremos también defender la posición sobre la cuestión moral de las ghawazee, las cuales a través de la historia, las crónicas de viajeros victorianos y escritores orientalistas fueron vistas como prostitutas.Finalmente a través de los trabajos de campo de reconocidas investigadoras se verá la evolución de una de las familias más importantes de ghawazee, los Mazin de Luxor, desde sus orígenes hasta nuestros días. Palabras claves: Ghawazee, Awaleem, orientalismo

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Lic. en Cs Químicas UBA- posgrado 1- Radioquímica y física nuclear. 2-Polimeros.Docencia en Fac. de Cs

Veterinarias cátedras de Qca. Orgánica e Inorgánica respectivamente. UBA Danzas y teatro: Escuela Salomé Vega, Maestría en Método Árabe teatral- Salomé Vega MAT. Egresada ADS de Amir Thaleb. Expresión teatral Vicky Olivares. Teoría Teatral, Emeterio Cerro. Especialización en Cultura del Cercano Oriente Antiguo Estudio Sahar, equipo de investigación Estudio Sahar. 2013 Curso de Ritmología de Osvaldo Brandán. 2012 Talleres teórico práctico con Helene Heriksen sobre : Ouled Nail, Romani, Danzas con cucharas de Turquía, Shaabi Tunecino, danzas de Marruecos, Shikhat,, Bereberes, Danzas de Irán. En 2014 especialización Ghawazee, estilo Banat Mazin con Helene Eriksen. Cursos y workshops con maestros nacionales e internacionales.

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Contexto histórico-social, orientalismo En Egipto la danza y el canto ocupan un lugar esencial en las festividades, como expresión de alegría. A principios del siglo XIX cantantes, contadores de historias, bailarinas y bailarines, poetas, etc. eran apreciados en las festividades tanto públicas como privadas, La recitación del Corán por ejemplo, cantando loas al Profeta, era altamente apreciada. Todos los datos que tenemos de aquellas épocas son mayormente de las crónicas de viajeros. Recordemos que en ese momento había un furor por todo lo Oriental. El estudio de “Oriente” como disciplina, Orientalismo, comienza en el siglo XVIII y florece en el siglo XIX y comienzo de los XX. Intenta fundamentar la inferioridad del “otro “en forma académica. Edward Said hace una crítica a este pensamiento y forma de representar a de los orientalistas. Occidente había construido una imagen de Oriente acorde más a su imaginario que a la realidad. De este modo Egipto era visto como un lugar imperfecto, inferior, exótico, sus mujeres lujuriosas, La expansión de Occidente en el siglo XIX alimenta ese culto a la “otredad” particularmente el exótico y bizarro “otro”. El erotismo era uno de los principales aspectos del exótico “Oriente”. (Van Niewkerk, 22, 1995). Tenemos descripciones como las de Lady Montegou en 1717, Denon, Flaubert, Edward Lane etc. Los viajeros estaban fascinados por las licenciosas bailarinas. Estos mismos viajeros fueron causa de los drásticos cambios que fue sufriendo la danza. Muchos de estos artistas actuaban en las calles, en los café, mercados donde podían juntarse una amplia audiencia, otros eran contratados para actuar en el interior de las casas. En las celebraciones familiares también se solicitaban los servicios de estas personas, cantantes y bailarinas, en circuncisiones, bodas, leylat henna, leylet el dukhla, el Subu o fiesta del séptimo día después de un nacimiento etc. Las clases altas y bajas celebraban sus fiestas con danza, música y canto. Las clases altas inclusive daban fiestas sin relación a ninguna festividad particular y contrataban cantantes, bailarines, recitadores para entretenimiento durante la cena (Van Nieuwekerk, 1995, 25). Los viajeros dieron nuevas oportunidades de ganarse la vida a estos “entretenedores “y especialmente a las bailarinas. La colonización, los viajeros, las propinas y el interés por ver a las exóticas bailarinas hicieron que danza y prostitución empezaran a confundirse. Alrededor del 1800 las bailarinas, cantantes y prostitutas fueron divididas en categorías según la profesión basada en sexo y tipo de espectáculo y de allí se impusieron impuestos. Estaban bajo la protección de un sheikh bajo el control de la policía. Parte de estas recaudaciones iban a manos de estos personajes. En 1830 directamente se dicta la prohibición de bailar o cantar en público y la prostitución. Las Awalim de clase alta podían seguir sus actividades, cantando y bailando en el harem (Nieuwekerk, 1995, 33). Las mujeres fueron deportadas al Alto Egipto principalmente a las ciudades de Luxor y Esna. Severos castigos se imponían a quienes no acataran esta ley. Algunas de las expulsadas volvieron diciendo que eran Almah. Para evitar ser reconocidas se vestían como lavanderas o mendigas hasta entrar en la casa a la cual eran invitadas. La prohibición fue derogada brevemente en 1850 y definitivamente a mediados de 1860 creándose una nueva escala de impuestos para bailar o cantar en público. Podemos agregar que a raíz de la prohibición aparecen bailarines hombres quienes bailan en público, vestidos como mujer. En 1882 después de la ocupación por los británicos surgen nuevas reglas respecto de las celebraciones, se reformaron los mawalid y se restringieron los días de celebración. Empiezan a surgir los llamados

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cafes chantants que darán lugar a un nuevo tipo de espectáculo, ya en el interior de un local y no en la calle. Los jardines de Ezbekiya serán el centro de la vida nocturna del Cairo, allí surgirán teatros, cafeterías, cafes-chantants etc. El primer night Club fue el Dorado donde se ofrecían números con bailarinas nativas. Ya al final del siglo XIX la danza local, por primera vez, fue llamada belly-dancing. (Nieuwekerk 1995, 39.) Una vez establecido en el imaginario público, el término “belly dancing” fue adoptado por nativos y no nativos para indicar una forma de danza, un “solo “, desde Marruecos a Uzbekistán que incluía caderas, torso, brazos, manos en ondulaciones y shimmies, círculos y espirales. (Shay- Sellers Young,2005, 1) En el Cairo la danza y el espectáculo irán cambiando, occidentalizándose, la industria discográfica hará que las cantantes sean acompañadas por orquestas y no el takht, el rol de la mujer es otro, se “moderniza “se occidentaliza, ya no canta con velo, se convierte en empresaria, dirige sus propios negocios. El cafe chantant evoluciona hasta convertirse en el Casino Opera y con Badía Masabny la se opera una transformación de la danza a través del contacto con la cultura occidental, el estilo se “refina” con alguna influencia de ballet, la danza es coreografiada, el vestuario se hace lujoso siguiendo la visión orientalista de Hollywood y se impone una nueva estética. El entretenimiento y las mujeres. Las mujeres que se dedicaban al entretenimiento eran las Awaleen (sing. Almah) y las Ghawazee (sing. Gazehya). El término Awaleen hace referencia a las cantantes y Ghawazee a las bailarinas. Algunas Ghawazee también cantaban por lo que se las confundía con las Awalim de clase baja que eran contratadas por familias de bajos recursos. Con el correr de los años el término Ghawazee se referirá a alguien que baila un estilo tradicional por vivir en una zona rural de Egipto empleándose el de bellydancer para quien baila Raqs Sharqi. La Almah era una mujer bien educada quien principalmente ejecutaba en el harem para las mujeres, si había hombres estos eran separados por una mampara de madera, podían escucharla pero no ver al resto de las mujeres. En una fiesta por ejemplo podían cantar en las habitaciones de los hombres pero cubiertas con el velo. “Cierta información sobre las Awalim en el cambio de siglo ha sido obtenida de los discos 78rpm (grabados desde 1903 en Egipto), catálogos de compañías discográficas, novelas, particularmente algunos trabajos del novelista Tawfiq al Hakim, en los cuales él insinúa los repertorios de las Awalim, el estatus social o lenguaje. Una Almah estándar era una mujer suficientemente respetable como para ser invitada a una casa de alta sociedad y ser amiga de la familia. Podía ser casada, pero que viviera en una amplia casa hospedando a todos los miembros de su troupe, que generalmente consistía en tres o cuatro personas. (Lagrange 2009, 227) El takht o grupo musical de la Almah estaba constituido por ud y percusión. Se consideraba que su educación incluía poesía, recitado, conocimiento de los maqam etc... Para las muy famosas y exquisitas cantantes se utilizó el término Mutrib. . Las Awalim generalmente eran solo cantantes pero en algunos casos también danzaban, sobre todo las de baja categoría cuyos límites entre las ghawazee y ellas no eran muy claros. Las ghawazee eran las bailarinas, Los hombres, sobre todo extranjeros, no podían ver las actuaciones de las mujeres en una fiesta privada, excepto que fueran casados. En muchos casos las cantantes, bailarinas etc, actuaban solo para las mujeres. Es así que en general los viajeros debían ver las

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bailarinas que actuaban públicamente. Se las contrataba para entretener a los viajeros en los barcos mientras estos estaban en los puertos del Nilo. Las ghawazee bailaban en los lugares públicos, frente a los cafés, no llevaban velo. Cuando decimos lugares o eventos públicos nos referimos a los que están en el exterior ya sea en plaza y lugares específicos, o tiendas o escenarios en los moulids y otras fiestas donde el entretenimiento es usual en vez de los eventos privados en el interior de una casa o teatro. No bailaban al azar en las calles esa es otra de las fantasías de occidente ampliamente expandidas (Dinicu 2011,46). A veces con motivo de una boda u otra fiesta iban a las casas pero bailaban en el patio, no en el interior de la misma. Las ghawazee bailaban especialmente en las celebraciones de las festividades de los santos y migraban de un mulid a otro. (Niewkerk1995, 26) La palabra Ghawazee podría traducirse como “invasor del corazón”, otras teorías dicen que proviene de las monedas Turcas de oro que usaban en su ropa, llamadas ghazi. (Habiba, 2005) Las ghawazee eran de origen gitano, no Roma sino Sinti, y pertenecían a diferentes tribus como Nawar, Bahlawan, Ghajjar, Halab and Shahaïna por ejemplo. Se conoce que estos gitanos vienen de la India, diferentes migraciones que comenzaron en el siglo X. El proceso migratorio se produjo casi durante dos siglos. Primero se asentaron en Irán, donde se mezclaron los grupos para formar otro mayor y homogéneo, los Dom o rom. Hacia 1035 el hambre y los selúcidas empujaron el grueso rom hacia Capadocia (en actual Turquía). Tan larga fue la permanencia en Capadocia que a su llegada a Europa se les identificó como “egipcianos” es decir habitantes de Egipto Menor, como aquella región era conocida entonces. De ahí la confusión que duró décadas, de que los gitanos procedían de Egipto. (Rodríguez 2010) A partir de la segunda mitad del siglo XIV siguen dispersándose por Europa y Egipto. La visión de los viajeros Muchos escritores, pintores, poetas orientalistas y viajeros en general dejaron su visión sobre las exóticas bailarinas de Egipto. Sus danzas lejos de ser catalogadas como artísticas eran criticadas como voluptuosas, salvajes, vergonzosas estúpidas, abyectas. Niebuhr ( 1776) menciona que estos espectáculos no eran agradables tanto por la música que era muy pobre y por las posturas altamente indecentes de las bailarinas “encontramos esto igualmente feo y desagradable, con sus manos teñidas de amarillo, uñas rojo sangre, ornamentos azul y negro en la cara, brazos y pecho , grandes anillos alrededor de sus tobillos, en las orejas , y nariz y la abundante pomada en el cabellos, la cual se podía oler desde lejos….no es de nuestro gusto para nada” ( Niebuhr, 1776, en Van Niewekerk , 1995, 25) Las descripciones de viajeros como Lane y otros nos dicen que son musulmanas y hablan el idioma de los egipcios pero tienen palabras propias y que su tipo y rasgos son como el de los gitanos. Las ghawazee se casan solo con hombres de su gente y viven en barrios diferentes al resto de la población. Edward Lane, lingüista y traductor orientalista, vivió varios años en Egipto y publicó en 1836 Manners and customs of the Modern Egyptians (Usos y costumbres de los egipcios modernos). En esta obra Lane se contradice varias veces según Lane las ghawazee son prostitutas pero a pesar de ello ingresan al harem no solo a bailar sino a enseñar sus artes voluptuosas y en otros párrafos también dice que nunca son admitidas en un respetable harem, para luego volver a decir que “en algunas oportunidades ingresan a un harem. También hace alguna confusión entre Awaleen y Ghawazee.

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A pesar de considerarlas prostitutas muchos viajeros contradicen esto y decían que solo eran bailarinas. Lo más llamativo en ellas era el no utilizar el velo y bailar frente a los hombres, lo cual en una sociedad conservadora era muy mal visto. Las Ghawazee tomaban té y hablaban con otros hombres que no fueran su “mahram”, bailaban sin velo fuera de su casa, siendo así frecuentemente consideradas y tratadas como prostitutas, aun para nuestros standards no lo eran. (Dinicu, 2011, 48). Lane nos dice: “Son diferentes a los egipcios, viven apartados de la población general, con costumbres separadas, su propia estructura social, y tal vez aun hablando un lenguaje diferente” (Lane, 1836,348). Aquí Lane hace referencia a Ghawazee como una tribu, lo cual no es correcto. Tampoco Ghawazee es sinónimo de gypsie. Lane, Curtis, St Jhon en el siglo XIX describen la vestimenta compuesta por shintiyan ajustado a la cintura, una amplia blusa o qamis, el yelek o chaleco largo y entallado, un pañuelo o shawl a la cadera, tarbush o gorro en la cabeza profusamente adornado y los ojos con khol. En las descripciones también se habla de tatuajes, de la forma en que bailan, movimientos monótonos cadenciosos, a veces con elementos como sables, pañuelos, floreros o lámparas con velas encendidas, varas, o sosteniendo elementos con la boca como sillas. También que eran afectas a fumar shisha y tomar brandi en considerables cantidades, siempre se acompañaban con los crótalos o sagats. Los gitanos de Egipto eran en realidad ‘discriminados” no por una cuestión racial sino por las labores de bajo status que realizaban, herrero, bailarina, trabajador en lanas, cantante etc. Hemos hablado de la restricción de 1830. Todo este tema de la restricción hizo que para los viajeros ver a las bailarinas fuera realmente muy difícil y peligroso por la estrecha vigilancia de las autoridades. Mientras duró la restricción los viajeros iban a Luxor a ver a las ghawazee, ya que allí la restricción no regía y podían bailar libremente. Las ghawazee de Esna eran las más conocidas por los viajeros, mencionadas en las guias de viajes. Tal era la atracción de estas bailarinas que escribía Charles Leland que “el gran deseo de los caballeros que vienen a Egipto son las bailarinas…..Aun los morales y píos, los más ancianos y fríos, no pueden evitar el aguijoneo de la tentación. (Leland, 1873, en Shay and Sellers, 2005, 115) La primera referencia a las ghawazee de Esna publicada, según William Peck, es la de Elliot Warburton quien hace referencia al estipendio que se les concede a fin de que no mueran de hambre. También en Manual de Egipto, 1875, Murray menciona la aldea donde viven las ghawazee. No todas las bailarinas eran ghawazee. Las bailarinas que bailaron en los Night Club y Salat del Cairo no eran Ghawazee. Estas bailarinas, no ghawazee, sí bailaban en el Harem y se las confunde con las awaleem.

Las Ghawazee en el siglo XX El Alto Egipto queda al margen de todo el acontecer del Cairo y su evolución, la danza sigue siendo la misma y la vestimenta se modificará acorde a las circunstancias y al lógico pasar del tiempo. Las ghawazee mantendrán sus costumbres y su danza. El contacto con los habitantes de Luxor o Esna hará que incorporen algunos pasos en su danza. Durante el siglo XIX la palabra ghawazee en Norteamérica era ampliamente conocida ya que las Ferias Mundiales anunciaban Danse du ventre o belly dance y la

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presencia de ...”almees, gavazies, gypsies and juggler, etc“ ( Kendall 1979, 28) Actualmente el termino ha caído en el olvido.. Entre las familias Ghajar hay algunas en las cuales es tradición que las jóvenes ganen su vida bailando. En estas familias las mujeres ganan la mayor parte de los ingresos. Las más famosas y que aún subsisten son las banat Maazin, las “hijas de Maazin”. Las Banat Maazin mantienen la danza como en el siglo XIX. Sin la influencia urbana. Inclusive su vestuario terminará siendo el del común de las gentes del lugar. En los años 70 hay un resurgimiento del interés sobre las danzas de Medio Oriente y varias profesionales comenzaron a viajar en busca de datos sobre las ghawazee. Entre ellas Edwina Nearing, Barbara Siegel, Alexandria Peeper y la bailarina Aisha Ali. Las consideraciones siguientes surgen del trabajo de campo de estas investigadoras. Una de las familias más importantes de ghawazee es la Maazin. La familia Maazin pertenece a la tribu Nawar. En todos los casos investigar es un gran problema ya que se topa siempre con dificultades, la ambivalencia del rol de la música y la danza. Hay hasta miedo en la gente del lugar de estar relacionado con una bailarina y así ver manchada o afectada su reputación o la vergüenza de estar ligado al folclore por considerarlo cursi y carente de estilo. Adicionalmente a las familias de bailarinas les atemoriza llamar la atención sobre ellas. Cuando se les pregunta a las Banat Maazin siempre consideran que su arte difiere de lo que llaman Raqs Sharqi. Ellas lo consideran Raqs sha’abi. Actúan en bodas, en tarimas de madera al aire libre o en tiendas en las celebraciones religiosas. Una típica actuación en una boda puede durar cinco o seis horas para luego trasladarse a la casa de la boda la mañana siguiente y seguir bailando. Parte es coreografiada y parte improvisada. Son famosas por su shimmie de lado a lado acompañándose con los sagats durante su danza. En algunas danzas utilizan Tahtib. El uso de sable no es propio de estas Ghawazee sino de los Badu o Beduinos Nagwa Fouad se ha referido a ellas como los más puros ejemplares de la danza egipcia. Para Nagwa las ghawazee eran decentes, respetables, vivían en familias de artistas donde el “patriarca de la familia” ejecutaba el nay y las hijas aplaudían rítmicamente para acompañar la danza de las otras.. Según Sami Yunis, coreógrafo e investigador en danzas del Ministerio de Cultura y Director del Grupo de danzas folclóricas de Egipto, las Ghawazee no eran una tribu sino un grupo profesional o clase o casta, no Ghajar en el sentido que los egipcios ven a los gitanos. La danza de las Ghawazee es folclórica, sus movimientos son simples, la mayor parte son movimientos que cualquier chica Egipcia baila en casa, la danza que cualquier niña respetable hace en privado fuera de la vista de los hombres. La diferencia es que las Ghawazee bailan igual pero por dinero y frente a los hombres. Las Ghawazee del Alto Egipto habitan una zona bastante aislada, lejos de las ciudades más grandes, han mantenido un estilo regional y hasta tal vez étnico de danza. Lo regional es dado en parte por el acompañamiento musical, el cual consta de Mizmar, rabab, tabla baladi, tar. Hay diferencias en los estilos entre las distintas tribus, Nawar, Halab, Bahlawam En cuanto a la vestimenta ha variado desde el siglo XVII a nuestros días. Vimos la descripción de Lane, y otros. Para mediados y fines del siglo XIX usaban largas faldas de vivos colores, blusa amplia, el cinturón con flecos, chaleco y un pequeño pañuelo en la cabeza. En el siglo 20, a mediados del mismo, las Banat Mazin usaban faldas pero más cortas de pesado chiffon o georgette cubiertas con líneas

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horizontales de flecos en palliettes, el cinturón o cordón con largos flecos verticales y un tocado o gruesa vincha ornada de monedas, taj, que fue diseñada especialmente para reemplazar el pañuelo folclórico con pompones. La amplia blusa fue reemplazada por una blusa ajustada de tejido sintético y brillante. El chaleco corto, ajustado, adornado también con palliettes o lentejuelas. Los largos collares de monedas y cadenas fueron reemplazados por colgantes con medialunas decrecientes en tamaño, con monedas. Estas faldas con pailletes no son folclóricas fueron diseñadas por las Banat Mazin para sus espectáculos constituyendo un distintivo de ellas que ni siquiera sus primas pudieron usar. Ya en los años 70-80 el vestuario pasó a ser el vestido baladi o sea la túnica larga, entallada pero con flecos de pallietes, con o sin pañuelo a la cadera y el taj. En algunos espectáculos del ballet folclórico de Egipto se presenta danza ghawzee con vestidos de Assiut o Tulle bi telli. Al menos las Banat Mazin jamás usaron ese tipo de atuendo, pudiendo haberse utilizado en otra zona o por otra tribu. En realidad es improbable ya que era muy costoso solo podía costearlo alguien pudiente y en el caso de las Ghawazee el uso se limitaba a pañuelos o chales solamente. Taheia Carioca en una película usa un traje de Tulle bi telli. El grupo que ha investigado Edwina Nearing es Nawar y aún hablan el Nawari. Según ellos Halab y Bahlawan tienen su propio lenguaje. Suponemos que si a través de tanto tiempo han preservado su lenguaje también deberían haber preservado su danza. Ver bailar a las Ghawazee no es simple. Diferentes motivos, occidentalización, factores económicos, religiosos y presiones sociales que han disminuido las oportunidades de bailar forzándolas a retirarse de esta profesión. Se puede decir que el corredor Balyana- Aswan es específicamente el lugar con más y mejores ghawazee. Nuevamente los viajero traerán cambios y con su gran afluencias también llegarán bellydancers extranjeras o nativas de poca experiencia para shows que aceptan contratos bajo cualquier condición o hasta pagan para bailar, esto hace que famosas bailarinas como las Banat Maazin deban renunciar a seguir con sus presentaciones. Con esto debemos tener mucho cuidado si se viaja a Egipto y se ofrece un espectáculo de Ghawazee pues puede ser cualquier bailarina inexperta y no las verdaderas. El problema más serio que enfrentaron las Mazin fue el avance de grupos fundamentalistas. Las ghawazee eran contratadas para bailar en bodas, al aire libre. Grandes fiestas o farahat donde las Banat Maazin bailaban hasta 7 horas seguidas. Se prohibieron las fahrahat y ya no tuvieron prácticamente trabajo. Igualmente seguían danzando pero bajo la presión policial habiendo sido encarceladas frecuentemente. Youseff Mazin murió, Su’ad se retiró, Fathiyya murió de cáncer, un hermano murió misteriosamente luego que incendiaran su casa, Feryal se casó y retiró, Raja se casó y se alejó por problemas económicos. Khairiyya quedó sola, ya no eran más las famosas Banat Maazin. Es así como Khairiyya contrae matrimonio con un antiguo admirador, de familia acomodada, pero que termina perdiendo su fortuna y la de Khairiyya, quedando literalmente sin techo. La ilustre y querida familia Maazin llegaba a su fin. Se dice que en los años 70 las Banat Maazin eran en Luxor lo que Nagwa Fouad era en Cairo. Khairiyya, ya separada, construyó una pequeñísima casa y con más ímpetu que nunca siguió bailando, a pesar de las amenazas que la policía le había hecho. Era la última ghawazee de la familia Maazin que seguía transmitiendo y luchando para que ésta, su danza no cayera en el olvido. Igualmente se le hacía

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muy difícil ya que muchas de las danzas se bailan en dueto, trío o más, como Raqs Al Na’asi, Raqs al Jihayni, o Nizzawi. A pesar de todas las dificultades Khairiyya sigue actuando, ha dado seminarios en Ahlam wa sahlam, y en 2012 en Canadá. Se dice que su hermana Raja ha vuelto a bailar desde 2012., Gracias a la tenacidad de las ghawazee su arte se han mantenido por casi 200 años constituyendo un valioso legado a la historia y raíces del bellydance.

Bibliografía Siegel, B. (2005). The Legacy of the Ghawazi en Habibi, v. 20, no. 4, Fall, p. 38-46. Siegel, B. (1985). A Party in Luxor en Arabesque, Vol. XI, no iv, Nov- Dic, p. 10. Kendall, E. (1979). Where she danced. California: University of California Press (Original Knopf 1979). Lagrange, F. (2009). Women in the singing business, women in songs. Université de Paris IV, Paris. History Compass7/1, 226-250, 10.1111/j 1478-0542.2008.00574. Lane, E. (1836). Manners and Customs of Modern Egyptian. London: Routledge. Nearing, E. (1985). Sirat al Ghawazee en Habibi. Rodríguez, S. (2010). Gitanidad. Barcelona: Kairos. Shay, Antony y Sellers Young, B. (2005). Orientalism Transnationalism Publishers, Inc. Costa Mesa Ca

& Harem Fantasy”. Nazda

Van Niewkerk, K. (1995). A trade like any other.. University of Texas Press

Otras lecturas recomendadas Flaubert, Gustave. “Viaje a Oriente” St Jhon, James August. “Egypt and Nubia”

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