puesto Unico Manifiesto rgano de la Liga Española año B 7^tAG^ Núm. I. Suscripción anual, 1*25 1. Diciembre, Precio, 10 cents

puesto Unico a ñ o B¿7^tAG^ rgano de la Liga Española S u s c r i p c i ó n anual, 1*25 1.° D i c i e m b r e , 1911. StTJ3Vi:-A.3=l.XO Manifiest

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puesto Unico a ñ o B¿7^tAG^

rgano de la Liga Española

S u s c r i p c i ó n anual, 1*25

1.° D i c i e m b r e , 1911.

StTJ3Vi:-A.3=l.XO

Manifiesto a l p a í s . O b j e t o de l a L i g a . P r o y e c t o de c o n s t i t u c i ó n de l a L i g a . E l e s t u d i o de l a E c o n o m í a

política.

E l v a l o r de l a t i e r r a . D a t o s b i o g r á f i c o s de H e n r y G e o r g e . L a s c a u s a s de l a s r e v o l u c i o n e s . A v a n c e del movimiento g e o r g i s t a en el e x » tranfcro. S a r t a de M r . J o s e p h P e l s . Invitación á las sociedades y centros solid a r i o s y a g r a r i o s de G a l i c i a , A s t u r i a s y H a b a n a . L a s u p r e s i ó n de l o s C o n s u m o s y e l

precio

de l a s c o s a s .

Manifiesto

El movimiento hacia la justicia social por los medios descubiertos y predicados por el inmortal economista Henry George, está avanzando tan velozmente por todo el mundo, que nos parece ha llegado ya el momento de que nuestra nación sacuda su tradicional pereza y se apreste á entrar en liza para derrocar el privilegio y establecer la igualdad económica. / Entendiendo que esto no podrá hacerse por la formación de partidos ni haciendo revoluciones, sino por la propaganda activa y vehemente hasta conseguir que estas ideas sean conocidas por la generalidad y reclamadas con urgencia por el Cuerpo electoral y el Parlamento, hacemos público llamamiento á todos aquellos que, viendo el vicio y la miseria que surgen de la inicua distribución de la riqueza y privilegio, sienten la posibilidad de un estado social más elevado y quieran luchar por su establecimiento. Como el esfuerzo aislado de casi nada sirve, nos proponemos agruparnos en una asociación que tomando por modelo á las llamadas Ligas en Inglaterra, reúna á todos los que tengan esta aspiray acepten el Credo que á continuación pasamos á exponer. En esta asociación que llamaremos "Liga Española para el Impuesto Unico,, trabajarán unidos hombres de distintos y aún opuestos partidos, de distintas regiones y de' distintas creencias y clases, hasta conseguir incorporar á las leyes el reconocimiento de los iguales derechos de tocios al uso de la tierra, en cuyo punto se disolverá la Liga por haber ya logrado su objeto.

N ú m . I.

P r e c i o , 10 cents.

El Credo común á todos los socios de la Liga ha sido magistralmente expuesto por el propio Henry George, en su conocida obra "La condición del trabajo,, carta abierta al Papa León XIJI y de ella extractamos lo siguiente: "Nosotros sostenemos que habiendo sido creado este mundo por Dios, los hombres traídos á él por el breve período de su existencia terrenal son las iguales criaturas de su bondad y los sujetos iguales de su próvida atención. Siendo los hombres las criaturas iguales de Dios, tienen iguales derechos, bajo su providencia, á desarrollar su vida y á satisfacer sus necesidades lo cual únicamente pueden realizar mediante el uso de la tierra. Los hombres, pues, tienen iguales derechos al uso de la tierra y cualquier convenio que niegue este uso igual es moralmente ilícito. Sostenemos así mismo que el único derecho de propiedad pleno y completo es el que atañe á las cosas producidas por el trabajo y que este derecho de propiedad no puede en manera alguna aplicarse á las cosas creadas por Dios, pues estas cosas son las continuadas donaciones de Dios á todas las generaciones de hombres, sin que ninguna pueda pretenderlas como de su exclusiva propiedad. El sujetar las cosas creadas por Dios al mismo derecho de propiedad privada que tan justamente se refiere á las cosas producidas por el trabajo, es despreciar y negar los verdaderos derechos de propiedad, porque en tanto se vea un hombre obligado á pagar á un semejante por el privilegio de usar la tierra, en esa misma medida es despojado de su legítima propiedad. . Entendemos que las reglas que han de fijar las leyes humanas para el mejor uso de la tiérra deben estar de acuerdo con la ley moral y han de asegurar para todos una participación igual en las ventajas concedidas en general por la divina providencia. De acuerdo con esto, si bien negamos el derecho á la propiedad privada de la tierra, afirmamos el derecho á la posesión privada de la tierra como medio para asegurar el derecho de propiedad en las cosas producidas por el trabajo y sin ir más allá de este propósito. Lejos de ser incompatible la individual posesión de la tierra con los iguales derechos de todos á su uso, pueden y deben combinarse las ventajas de la posesión privada con la justicia de la propiedad común. Para esta combinación proponemos: Que dejando la tierra á los individuos en posesión privada con entera libertad de donarla, venderla ó legarla, se establezca simplemente sobre ella y para

E l liii|iue»to uso público un impuesto igual á su valor anual, sin tt-ner ^n cuenta ni el uso que de ella se haga ni las mejor j que sobre ella existan. Y como esto proveería con abundancia á la necesidad de las cargas públicas, acompañaríamos este impuesto sobre el valor de la tierra con la abolición de toda clase de impuestos que hoy gravan los productos y procesos de la industria, los cuales impuestos por sacarse de las ganancias del trabajo sostenemos son otras tantas infracciones del derecho de propiedad. Sostenemos que los derechos de aduanas, los impuestos sobre los oficios,- sobre las ganancias ó utilidades, sobre las inversiones de capital, sobre la construcción de edificios, sobre los alimentos, sobre los cultivos de los campos, sobre la industria, el comercio y el ahorro en todas sus formas y manifestaciones, son otras tantas violaciones de la ley moral. Al tomar de este modo por la fuerza lo que solo pertenece al individuo se producen los siguientes desastrosos resultados: Dar al que carece de escrúpulos una ventaja sobre el escrupuloso. Aumentar artificialmente el precio de lo que unos tienen que vender y otros han de comprar. Corromper á los gobiernos. Hacer que el juramento sea una burla. . Perturbar el comercio. Multar la industria y el ahorro. Menguar la riqueza de que pudieran gozar los hombres y empobrecer á unos para enriquecer á otros. Son en contra de la doctrina cristiana, puesto que santifican los odios nacionales, inculcan una guerra universal con tarifas hostiles y hacen que sea una virtud cívica el perjudicar al extranjero . Bien al contrario de todo esto el impuesto único sobre el valor de la tierra desnuda de mejoras está en un todo conforme con la ley moral, puesto que siendo este valor íntegramente debido al aumento de población y al progreso social, no proviene de ningún esfuerzo del trabajo ni de ninguna inversión de capital. Por consiguiente, al tomar este valor por el impuesto no se toma de los individuos lo que les pertenece, no se toma más que el valor que adquiere la tierra por el crecimiento de la comunidad y que por esto pertenece á la comunidad entera. Al tomar el Estado el valor de la tierra, aboliendo todos los impuestos sobre los productos del trabajo, dejaría al trabajador el íntegro producto de su trabajo. No impondría carga alguna sobre la industria, ningún freno al comercio, ningún castigo al ahorro, aseguraría la mayor producción y la más franca distribución de riquezas dejando á los hombres libres de producir y traficar á su gusto sin ningún aumento artificial de precios. Siendo el valor de la tierra de una condición tal que no puede ocultarse, el d e m á s fácil averiguación y el que más seguramente y con menores gastos se recolecta, ai tomarle para el uso público se disminuiría considerablemente el número de empleados, dispensaría de tomar juramentos, acabaría con las tentaciones de cohecho y evasión y

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aboliría crímenes que sólo están en la mente del hombre siendo en sí mismos inocentes. La diferencia de nuestra escuela con las demás está en que nosotros creemos son sagrados los verdaderos derechos de propiedad; nosotros vemos que el hombre es en primer término un individuo y que nada más que daño puede venir de la intromisión del Estado en la esfera de la acción individual; pero vemos al mismo tiempo que el hombre es un ser social y que el Estado es un requisito indispensable para el adelanto social, requisito no inventado sino nacido en el orden natural. Nosotros nos diferenciamos de los socialistas así en el diagnóstico de la enfermedad como en los remedios. Lejos de temer al capital le considera mos como el ayudante natural del trabajo, siendo el interés natural y justo. Nosotros no pondríamos límites á la acumulación de capitales ni impondríamos carga alguna sobre el rico que no se impusiera igualmente sobre el pobre. No vemos mal alguno en la competencia,, sino que al contrario estimamos que la libre competencia es tan necesaria para la salud del organismo industrial y social como la libre circulación de la sangre lo es para el cuerpo humano; la estimamos, en una palabra, como el medio de asegurar la cooperación más completa. Nosotros, simplemente, tomaríamos para la comunidad lo que pertenece á la comunidad ó sea el valor que adquiere la tierra por el crecimiento de la comunidad, dejando sagradamente al individuo lo que al individuo pertenece y tratando tos necesarios monopolios como funciones propias del Estado, aboliríamos todas las restricciones y prohibiciones excepto las requeridas por la salud, seguridad, moralidad y conveniencia públicas. Nosotros vemos que las relaciones humanas, sociales é industriales, no son una máquina que requiera construcción, sino un organismo que no necesita más que dejarle que crezca. Para nosotros todo lo que se necesita para remediar los males de nuestro tiempo es: hacer justicia y dar libertad. Nosotros rechazamos con energía todos Jos demás remedios que generalmente se preconizan, á saber: El intervencionismo del Estado por inútil y contraproducente, siendo imposible la regulación del salario por el Estado. La parcelación de los latifundios y la llamada colonización interior, porque su efecto sería aumentar el valor en venta de los terrenos y porque la misma razón existe para que el Estado ayude á un individuo para comprar una tierra que para ayudar á otro á comprar una caballería, á aqu ei unas herramientas, á estotro á abrir una tienda y á esotro para todo lo que él presuma sea capaz de hacer un buen uso. Esto sería tomar, por la fuerza, de los que tienen para ciárselo á los que no tienen. La parcelación de los latifundios es fútil; la tierra cuando sube de valor, siempre pasa de manos de los pobres á las de los ricos, exactamente como cuando un pobre se encuentra un diamante se apresura á vendérselo á un rico. No hay más que un camino para acabar con

' E l Impuesto Unico un mal y este camino es extirpar la causa. No hay más camino que el que nosotros proponemos, ó sea el tomar para la comunidad los beneficios de la propiedad de la tierra. Al tratar de restituir á todos sus iguales y naturales derechos no tratamos de beneficiar á una clase sino á todas. Porque nosotros conocemos por la fé y vemos por los hechos que la injusticia jamás beneficiará á nadie, mientras que la justicia á todos ha de beneficiar. Y al tomar para usos sociales lo que vemos ser el gran caudal destinado para la sociedad según el orden divino ó natural, no impondríamos la menor carga sobre los poseedores de riquezas, fuese cual fuese su grado de opulencia. No solamente tenemos tales cargas por violaciones del derecho de propiedad, sino que vemos que en virtud de preciosas adaptaciones en las leyes económicas del Creador, es imposible que nadie adquiera lícitamente riquezas sin que al mismo tiempo no haya añadido algo á la total riqueza del mundo. La verdad que nosotros sostenemos ha hecho ya tales progresos en la mente de los hombres, que no hay poder humano que impida su avance. Australia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Dinamarca y el Canadá ya han dado los primeros pasos hacia el Impuesto Unico. Jamás idea alguna marchó tan deprisa hacia el terreno de la práctica. En efecto, puede decirse que la sentencia de la esclavitud industrial est4 ya firmada.,, Nosotros pretendemos que nuestro país no se quede atrás en este movimiento civilizador y de redención social y hemos acordado hacer este público llamamiento para organizar sobre base firme la Liga española para el Impuesto Unico, que ha de trabajar para la implantación de esta reforma y mantener estrecha correspondencia con sus hermanas del extranjero. FIRMADO: Antonio Albendín.—Baldomero Argente.— Diego Amaya.—Francisco Amaya Rubio.—Eladio Caro.— Francisco Cerezo.— Luis Corro.—Juan Díaz-Caneja.—José Gascón.—Guillermo Igaravidez.—Manuel Marracó—Francisco Molina.— Arturo Molina.—Carlos Rahola.—Diego Raíz.— J o s é Raíz-Castizo.—Cándido R. Pinilla.—José M.& de Sucre.—José Tomás Valverde. Las adhesiones pueden remitirse á las siguientes señas: En B a r c e l o n a , á D. José M.a de Sucre.—Torrente de las Flores, 172.—Torre Salud de Gracia. En Z a r a g o z a , á D.Manuel Marracó, Fabricante. En M á l a g a , á D. Antonio Albendín, Méndez-Núñez, 21.—Ronda. En 6 ó r d o b a , á D. Arturo Molina, abogado.— Barroso, 4. En e á d i z , D. Guillermo Igaravídez, abogado.— Sagasta, 30. En F a l e n c i a , á D. Juan Díaz-Caneja, abogado.— Mayor, 24. En S a l a m a n c a , á D. Cándido R. Pinilla, publicista.—Rúa, 61.

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Aplicación de los principios fundamentaos y objeto 5e ia í i | a . El Impuesto Unico no es una contribución sobre la tierra sino sobre su valor. Así es que no gravará toda la tierra, sino sólo la que tenga valor y aún en esta no recaería en proporción del uso á que esté destinada sino en proporción de ese valor. Por consiguiente no es un impuesto sobre el uso ó las mejoras de la tierra, sino sobre la mera propiedad y tomará todo lo que recibe el propietario en concepto de amo, dejándole íntegro lo que recibe en concepto de usador de la tierra. Al evaluar el territorio para la implantación del Impuesto Unico se deduciría del valor de cada finca todo el valor creado por el uso individual, así como toda mejora debida al capital y el único valor que figurará será el valor de la tierra desnuda de mejoras ó sea el valor adquirido por su situación, obras públicas, urbanización, etc., etc. De este modo el labrador no tendrá que pagar más contribución que el especulador que conserva una parecida tierra baldía, ni el hombre que construye un costoso edificio en un solar pagaría más contribución que el especulador que conserva vacante un parecido solar. En una palabra, el Impuesto Unico obligaría á pagar la misma contribución por tener tierras vacantes que por tenerlas en el uso más productivo. Por consiguiente el efecto del Impuesto Unico sería: 1. ° Trasladar el peso de la contribución, de los distritos rurales donde la tierra desnuda de mejoras apenas tiene valor, á las villas y ciudades donde la tierra desnuda de mejoras alcanza un valor de cientos de miles de pesetas por hectárea. 2. ° Abolir la variedad de impuestos y acabar con la caterva de inspectores, comisionados y recaudadores de impuestos, simplificando la administración y reduciendo su coste. 3. ° Abolir las multas y castigos que hoy se imponen á todo el que mejora un campo, edifica una casa, instala una máquina ó se ocupa de cualquier modo en producir riqueza y emplear trabajo. 4. ° Dejar á todos en libertad de aplicar trabajo ó gastar capital en la producción ó el tráfico sin ninguna clase de multas ni restricciones, con lo que cada cual recogería el producto íntegro de su trabajo, sea manual ó intelectual. Finalmente, al tomar para el uso público todo el valor que adquiere la tierra por el crecimiento y progreso de la comunidad sería imposible seguir conservando tierra fuera de uso y únicamente aprovecharía su propiedad al que la usara. Así se acabaría para los especuladores y monopolistas el secuestro de las ocasiones naturales (tales como tierras con valor) y el mantenerlas vacantes ó á medio uso. Con esto quedaría abierto al tranaju todo el campo de empleos que la tierra está ofreciendo al hombre.

YA l u i p t i e s t o

P/oyecto de constitución de la Liga Española para el Impuesto ílnico Art. I.0 La Sociedad tendrá el nombre de «Liga española para el Impuesto Únicos y su objeto será trabajar por la implantación de esta reforma social. Art. 2.° Todo el que apruebe su objeto puede hacerse socio mediante la suscripción de la cuota anual que él mismo fije y que no ha de ser menor de dos pesetas. Art. 3.° Cualquier Centro ó Sociedad que quiera afiliarse á la Liga podrá hacerlo mediante el pago de una suscripción anual que no sea menor de cinco pesetas. Art. 4.° Los socios de la Liga pueden formar una sucursal local siempre que cuenten con la aprobación del Comité ejecutivo. Cada sucursal pagará al Tesorero general de la Liga una suma no menor de una peseta anual por cada socio de la sucursal, siendo éste socio de la Liga para todos los efectos. Art. 5.° Anualmente so celebrará una reunión general de socios en la cual se elegirá: un Presidente, Vicepresidentes, Tesorero general, Secretario general, Consejo central y Comité ejecutivo. El Comité ejecutivo se compondrá de un número de socios menor que 20 y mayor que 10. Art. 6.° El Presidente, Secretario y Tesorero serán ex oficio miembros del Comité ejecutivo. Los Vicepresidentes y los miembros del Comité ejecutivo serán ex-oficio miembros del Consejo central. Art. 7.° Cada sucursal, centro ó sociedad afiliada tendrá derecho á designar un delegado que le represente en el Consejo central, por cada 5 pesetas suscritas. Art. 8.° Para formar quorum serán necesarios cinco miembros del Comité ejecutivo y doce miembros del Consejo central. Art. 9.° La designación para cubrir vacantes en el Comité ejecutivo ó entre los empleados se h a r á por el Consejo central. Art. 10.° El Comité ejecutivo se reunirá por lo menos una vez cada 15 días desde 1.° de Septiembre al 30 de Junio y por lo menos una vez al mes en el resto del a ñ o . E l Consejo central será convocado por el Comité ejecutivo por lo menos una vez al trimestre. Art. 11.° El Comité ejecutivo presentará á cada reunión general anual un balance de fondos, visado, referente al año precedente y una Memoria descriptiva del trabajo realizado por y para la Liga durante el mismo período. Art. 12.° No podrá hacerse ninguna enmienda en la Constitución de la Liga, sino en una reunión general anual y por una mayoría d é l o s dos tercios del numoro de socios presentes y votantes ó en una reunión general convocada con este propósito á petición de un número de socios no menor d^ veinticinco, dando cuenta de la pretendida alteración al Secretario general con un mes de anticipación y por escrito.

Uníeo

La economía polííiea Discurso Mr. Wm. Cassels, fie Glasgow, como ¡ntroDucción ai cstufiio 5c "Fro^rcso y miseriaw fie Henry Gcor^e. Traducido del Land valúes, periódico de Londres: Se nos dice que la Economía política ha sido desterrada á Marte ó á Saturno. Ha sido desdeñada por Cariyle con el título de la "Ciencia funesta.,, Para nosotros es la Ciencia de las ciencias que encierra en su seno la esperanza del mundo, la esperanza de que tarde ó temprano la pobreza, la miseria, el vicio y el crimen desaparecerán como una horrible pesadilla que ha cegado los más nobles reinos de la tierra, ha manchado el cielo azul y amargado el generoso corazón del género humano. La Economía política es la ciencia que traía de la naturaleza de las riquezas y de las leyes de su producción y distribución. Los hombres siempre han producido riquezas del mismo modo, por la aplicación de su energías á l a tierra y ios decretos de la moral dan al objeto como propiedad del creador y las riquezas como propiedad del sujeto. Hoy el hombre que trabaja con sus manos ó con su inteligencia es un pobre y solamente percibe una corta cantidad de las riquezas que produce, yendo la gran parte á parar á 1 os derechos monopolistas de cualquier clase que sean ó á los derechos protegidos por estos monopolios ó protegidos por una autoridad tal como el Estado. La historia del desarrollo de la naturaleza de las riquezas es la historia del esfuerzo humano, como la historia del esfuerzo humano en todas sus manifestaciones, es el tributo de la paciencia humana unido casi siempre á la humana simpatía. Se nos dice que la Economía política se fundó en los tiempos antiguos; que sus principios pueden encontrarse en íos escritores de Grecia y Roma y sus esperanzas en los antiguosreformadores. Esto no es cierto. Allí podremos encontrar la simpatía y anhelo, pero no el conocimiento. En primer lugar el mundo antiguo se dedicaba demasiado á la guerra la cual va siempre en contra de la industria. Donde reina la fuerza hay poca fortuna para el trabajo pacifico. Donde la producción es enteramente la obra de los esclavos y casi toda ganancia de los amos militares, poca fortuna ten d r á ninguna clase de ciencia. La Ciencia está entonces, como el esclavo, encadenada. No hay más ley que la de la fuerza bruta. La intranquilidad es constante; el incremento de capitales y la utilización del crédito son menguados á estrechos límites. Los dioses siempre están al lado de los fuertes batallones. El Gobierno lo puede toda, excepto, quizás, el cambio de exos-Aún Platón, el soñador en su República utópica, no puede ver ideal alguno para el esclavo. Su ensueño es el de un Estado que se basta á sí propio, en que las mujeres son comunes y la producción, á cargo del trabajo dé los esclavos y ex tranjeros. Aún en sueños como éste la industria es cosa despreciable. El uso del oro y plata es abolido y no se reconoce el Interés ni aún la devolución de los préstamos. Xenofonte en bu Economía propone reducir las contribuciones alquilando los esclavos del Estado, marcados á fuego, al extranjero para el trabajo de las minas. Aristóteles fué el único de los antiguos que llegó á vislumbrar algo de las funciones del dinero. Consideraba al esclavo como una máquina animada y condenaba el interés porque el dinero era estéril.

E l TBii|»(iesto U i i i c o En la edad Media tenemos el comienzo del dominio económico, el dominio del amo militar en el Estado, el dominio del clero sobre el espíritu. Los oficios manuales y la agricultura se hicieron tolerables, significaban servicios, renta, hijos para el amo, el dinero todavía es estéril, el interés, anatematizado. La esclavitud se modifica y vuelve en servidumbre. El comercio es propio sólo de la gente baja y villana. Sólo en los tiempos modernos nodemos ver los comienzos y la evolución de una verdadera Ciencia de la Economía política. Tenemos en primer término, el reino de lo que ha sido llamado el sistema mercantil, en el cual sólo el oro y la plata son considerados como riquezas y toda la política del Estado se reduce á atesorar tanto oro y plata como sea posible exportando todo lo menos posible. Un país como España con •minas de oro prohibe bajo severas penas la exportación de los •metales preciosos. Un pais como Gran Bretaña, sin minas de •oro, trata por todos los medios de importarle á cambio de productos. El comercio exterior lo es todo, el comercio interior, nada. Tenemos eu una palabra la filosofía del proteccionismo des" nuda y descarada. Carece de oposición. La otra filosofía, la del internacionalismo y libre cambio todavía no ha nacido y cuando nace tenemos los prolegómenos de una ciencia de la Economía política propiamente dicha. Se considera á Adán Smith como el padre de la economía política y así debe ser mirado en tanto en cuanto su libro, "'La riqueza de las naciones,, produjo los mayores resultados prácticos en la acción política. Pero para nosotros single-taxers, los primeros son los Economistas ó fisiócratas franceses que precedieron á Adán Smith y á quienes este debe la inspiración de su libro. Esta gran escuela de reformadores sociales que floreció en Francia en tiempos de Luis XV, es oara nosotros la primera tanto en el tierrípo como en el radicalismo de su doctrina. Nuestra historia no es la historia de la economía práctica, porque esto sería la historia misma de la civilizadón; sería la historia del desarrollo del tráfico y cambio, de la evolución del dinero, de la separación de los hombres en clases y de las • causas económicas de tal separación; sería la historia del monopolio de la tierra, de la desigualdad en la propiedad de la riqueza y de la subsiguiente desigualdad en la propiedad del capital. Nuestro propósito es trazar el origen de la Ciencia que trata de la producción y distribución de la riqueza y cuyo objeto es formular las leyes de la economía práctica. El objeto de toda ciencia es el descubrimiento de los principios generales, uniformidades ó leyes de la naturaleza. Una ciencia no es ciertamente más que un aserto de las leyes, uaturales descubiertas con relación al objeto de que se trata, de sus causas y de las consecuencias que se siguen de su deducción y que puedan pasar en mayor ó menor grado á los domímos de la práctica ó sea, por lo que se refiere á nuestra ciencia, á los dominios de la política. Dcrode no hay leyes naturales, no hay ciencia. Tenemos mnas veces uniformidades de un carácter de tentativa que no son más que hipótesis. Otras veces tenemos reglas dadas por Slvianas indicaciones á que llamamos á menudo leyes empíricas. Se dice frecuentemente que las leyes económicas no son de Ja misnia naturaleza que las físicas, exigiendo estas leyes y debiendo ser obedecidas mientras que aquellas no. Esto no es verdad. Las leyes económicas son tan inflexibles como las. leyes físicas siendo la única diferencia el que son, en su aplicación, limitadas. Las leyes económicas se aplican sólo á la actividad humana en el campo social mientras que las leyes físicas se aplican al reino entero de la naturaleza. Donde no hay

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hombres no hay ciencia social, ni ley moral ni política, ni Economía política. Pero donde hay hombres y vida social, la ley de la renta ó la ley del salario son tan inflexibles como la ley de la gravitación. Es la gloria de los economistas franceses, los fisiócratas, el haber establecido los principios fundamentales de la Ciencia de la Economía política y aún de la Ciencia política. El fundador de esta escuela Francisco Quesnay nació en Marcy, en 1694, villa que está á 25 millas de París. Hijo de un abogado estuvo sin recibir instrucción, por decisión de su madre, hasta los 11 años de edad. Algo le despertó el deseo de estudio y con ayuda de un jardinero aprendió á leer y escribir. Fué á París á estudiar filosofía y medicina, se estableció como médico en Nantes llegó á tener influencia entre la aristocracia y fué nombrado médico de Cámara por el Rey Luis XV. En sus habitaciones en el propio palacio de Versalles, aliviado de la tarea de la medicina, empezó á estudiar las leyes de la Política y de la Economía política. Las teorías de Quesnay tuvieron una tremenda influencia en el pensamiento de su época Entre sus discípulos se contaron muchas de las figuras más notables de la Historia de Fran. cía tales como Mirabeau padre é hijo, el marqués de Condorcert, Dupont de Nemours, Mercier de la Riviere. Gournay y el gran estadista francés Turgot. Sus ideas están expuestas en la Enciclopedia y en las obras de Rousseau y Voltaire. Las ideas de Quesnay están principalmente comprendidas en cuatro obras de las cuales tres fueron escritas por él: "Análisis de la tabla económica,, "Máximas generales,, y "Derechos naturales,, y en una obra escrita por el más grande de sus discípulos, Turgot, "La producción y distribución de r i quezas,, El leitraotive ó tema principal de todas estas obras es que hay una ley natural en la producción, que la riqueza nace de la cooperación de tres factores bien definidos, que el gobierno no puede hacer nada en la producción y distribución de riquezas exepto en tanto reconozca su propia esfera y no se salga de ella ó sea fiar que se han de reconocer los naturales derechos del hombre para su propiedad, seguridad y libertad. Argumentaban desde el punto de vista de una comunidad agricultora ysostenian que únicamente la tierra para uso agrícola daba renta ó como ellos decían en vez • de renta, "un producto neto,,. La industria y el comercio eran para ellos estériles es decir que no daban excedente. Sostenían además que todos los impuestos y rentas del país debían pagarse del "producto neto,, de la agricultura. Claro está que se equivocaban al mirar como estériles la industria y el comercio; pero hay que recordar que todavía no se había desarrollado la renta urbana. La noción de la renta como un valor diferencia debido á las diferentes productividades del suelo, lo que pudiéramos llamar el descubrimiento de la ley de la renta fué obra de fecha muy posterior. Aunque consideraban la agricultura como la forma más productiva de la producción, los fisiócratas no propusieron ningún subsidio á la agricultura ni ninguna traba al comercio. Lo único que proponían era el absoluto libre-cambio y el pago de todos los impuestos sacados de la renta. La acción del Estado antes de su tiempo y seguramente mucho después y en gran parte ahora, no es más que una acción que roba sus ganancia al trabajador y dá riquezas al holgazán. Una acción que se desentiende de la seguridad y sacrifica la propiedad del débil. Los fisiócratas originaron la frase "laissez faire, laissez passer,. Si recordamos que como ha dicho un escritor, la acción del Estado era en asuntos económicos como la de una máquina de empobrecer, sin corazón y sin seso, veremos que tales enseñanzas no significaban un cambio sino una revolución. Significaban mucho más del libre

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WA Iiiipue^to ITnico

cambio que actualmente posee Inglaterra ó sea el libre cambio de una tarifa fiscal, significaba, en efecto, la abolición de toda clase de impuestos y la sustitución del valor de la tierra á todas las materias imponibles de entonces, como la única fuente de rentas públicas. Los campesinos franceses aplastados y molidos entre las dos piedras de la injusta contribución y el terrateniente feudal, estaban á punto de sublevarse. A Turgot se le dió la tarea de llevar á cabo la teoría de los fisiócratas y establecer el libre cambio y un régimen de igualdad de derechos. Primeramente tuvo á su cargo una provincia. En el desempeño de su cargo ganó tal fama por su lucha contra el hambre del pueblo, por sus tentativas de abolir la prestación personal y por sus esfuerzos para el libre cambio, que Louis XVI le nombró Ministro de Hacienda. Pero el pueblo hambriento no tuvo paciencia; el clero se le enemistó por la tolerancia de cultos y la aristocracia entendió bien que Turgot le iba á hacer pagar. El resultado fué la caida del presupuesto de Turgot, su dimisión y el fracaso de los fisiócratas en el campo de la política práctica, no el fracaso de sus ideas, sino el fracaso de darles forma práctica. De este modo se perdieron las ideas de ios fisiócratas con la avalancha de la horrible Revolución. Es interesante recordar las valientes y proféticas frases que Turgot dirigió al Rey en carta que le envió cuando se vió despedido de su cargo: "No olvidéis nunca, Señor, que la flaqueza fué la que puso en el cadalso á Carlos I , la flaqueza autora de las crueldades de Carlos IX, la flaqueza la que formó la liga bajo Enrique I I I , que hizo á Luis X I I I y al actual rey de Portugal esclavos coronados y que creó todos los males del último reinado,, Turgot murió en 1781, cinco años después de la publicación de "Las riquezas de las naciones.,, Pero de todos modos,'las ideas de Quesnay y Turgot iban á fructificar en la obra del gran economista Adán Smith. Aunque sería injusto negar la originalidad de Adán Smith (la tuvo en idea y expresión) sería igualmente injusto no reconocer la infuencia de los fisiócratas en la gran obra de Adán Smith. Adán Smith ha provocado inmerecidos elogios y también inmerecidas censuras. Para Buckle "La riqueza de las naciones,, era la más valiosa contribución, nunca hecha por un sólo individuo hacia el estudio de los verdaderos principios de gobierno. Para John Buskin, Adán Smith es "el escocés á medio educar,, y de mediocre ingenio que enseñaba deliberadamente la blasfemia de que "has de odiar al Señor tu Dios, maldecir sus leyes y envidiar los bienes del prójimo.,, A la faz de lo que los fisiócratas habían contribuido, el aserto de Buckle es absurdo y la manera de ver de Ruskín sollo puede ser juzgada teniendo en cuenta su temperamento y su sistema filosófico. No puede ser negado que Adán Smith debía mucho á otros; pero su gloria estriba en la magnífica presentación de cuestiones abstractas, acompañada de gran copia de conocimientos é ilustraciones que rara vez se conceden. Su obra en este respecto solamente puede compararse con las de Bastiat ó Henry Qeorge. Adán Smith nació en Kiskcaldy en 1723. A la edad de 14 años fué al Colegio de Glasgow donde permaneció, estudiando después filosofía y literatura en el Colegio Balhol de Oxford. En 1748 á la edad de 25 fué nombrado Profesor de literatura en la Universidad de Edimburgo. En 1751 de la de Glasgow, en 1752 profesor de filosofía moral que desempeñó hasta 1763. En 1750 publicó el libro "Teoría del sentimiento moral,, que hacía derivar estos sentimientos de la simpatía. En

1763 era tutor del Duque de Buccleuch para sus viajes por eí continente. Tutor y pupilo estuvieron año y medio en el Sur de Francia, poco tiempo en Ginebra y un año en París. En Toulouse comenzó á circular algunas conferencias sobre Economía política que había dado en Glasgow, las cuales más tarde constituyeron su famoso libro "La riqueza de las Naciones.,, Durante su estancia en París estuvo en contacto con los fisiócratas, especialmente con Mirabeau padre, Quesnay y Turgot. Volvió á Escocia en 1767 donde continuó trabajando en su libro. Fué á Londres en 1773 para perfeccionarle aún más y finalmente le,publicó en 1776. El resto de su vida no ofrece nada de particular. Fué nombrado Comisario de Impuestos en Escocia y murió en 1790. "La riqueza de las naciones,,, contiene mucho d é l o bueno de las teorías de los fisiócratas. Smith las formuló de una manera menos abstracta y con gran copia de ilustración sacada del comercio y de la historia por un ingenio erudito y filosófico. Aplicó estas teorías al punto más inferior de 'tarifas sólo para renta,, y las predicó á una nación que venía haciéndose cada vez más industrial. Tuvo éxito donde los fisiócratas fracasaron, puesto que llevó el principio de la libertad á ia esfera de la política. Smith no aceptó la idea de los economistas de que la industria y el Comercio eran estériles. La riqueza era producida por la tierra y el trabajo. La creación de riquezas tanto podía estar en la manufactura de alfileres y en el tráfico de mercaderías como en el aumento de los productos agrícolas. La renta la considera como un factor general en el precio de las mercaderías y en este punto es inferior á Quesnay, teóricamente, puesto que éste la consideraba como un excedente. Como los fisiócratas, no tenía más noción de renta que la agrícola. Estableció, maravillosamente, la teoría de la división del trabajo y exhibió con excelente lógica las falacias envueltas en las teorías mercantiles ó proteccionistas. La teoría de la producción de riquezas está claramente completa. Pero la teoría de las distribución requiere la obra de otro escritorDavid Ricardo, un opulento banquero á quien se debe su establecimiento. David Ricardo siguiendo 1 a pretendida teoría de Malthus demostró que la renta agrícola no era un precio pagado por toda clase de tierra, sino un precio debido á la diferencia entre un terreno dado y el de menor producción en uso. Ricardo no se dió cuenta de la trascendental importancia de su obra determinando para el trabajo y el capital su ganancia no sólo en la tierra más pobre en uso, sino determinándole también, con el mismo principio, en el comercio y en el cambio. La consideración más amplía del problema de la distribución fué en parte concebida por John Stuart Mili; pero fué definitivamente acabada en el libro "Progreso y miseria,, de Hen. ry George, Libro que nos proponemos estudiar juntos durante las próximas semanas ó meses de nuestro curso. El problema de la renta es la clave de todo el problema de la distribución de riquezas. Porque el precio que exigen los propietarios es el que determina lo que ha de quedar para el dueño del trabajo y del capital. Henry George descubre que en el aumento de renta está la causa de la tendencia del salario al mínimum y de los periodos que llamamos crisis industrial ó malos tiempos. De aquí el nombre de su libro "Progreso y miseria,,. El Progreso trae consigo la pobreza, porque significa aumento de competencia para usar los elementos naturales de la tierra productiva y Henry George resuelve el problema por el método fisiócrata de tomar el valor de la tierra para el uso público.

VA I n t i m e « t o U n i c o Senos dice que la "Economía política,, ha cedido el puesto á "Economics,, un cuerpo de doctrinas castradas y atenuadas que domina en Austria con absurdas doctrinas del valor y á los métodos sin concierto de la escolástica que se enseña en nuestras universidades. Puede que sea así en los círculos escolásticos y en los dominios donde la autoridad de los intereses creados impera sin freno. Pero en el mundo que trabaja y no tiene prejuicios inculcados por ideas escolásticas ó la influencia de los intereses creados, esto es, en los talleres, en los mercados y en el campo de la política, los hombres vuelven su mirada hacia Adán Smith, John Stuart Mili, David Ricardo y van dirigiéndose cada vez en mayor masa hacia Henry George, genio que para su gloria floreció en la nueva Inglaterra. En este gran hombre se reunieron combinadas cualidades que generalmente se dan aisladas; imaginación, simpatía, experiencia, instrucción, elocuencia y dominando á todas, sacrificio.

E l valor de la tierra Copiamos de la Revue de V Impot Un ique: « N i n g u n a nación posee á la hora actual, si se except ú a la Australia, la menor i n d i c a c i ó n sería en cuanto al valor del suelo. Ignoramos lo que vale el suelo de nuestro país, sobre el cual tenemos que v i v i r y para cuya defensa se nos exige el sacrificio de la vida. Ignoramos los recursos que nos ofrece, ignoramos la influencia de la existencia humana sobre su precio, ignoramos, en f i n , las relaciones entre l a tierra y el hombre. Esta ignorancia nos parece n o r m a l . Es mon?truosa. E l dia en que las comunidades humanas tengan la curiosidad de saber el valor del terreno que pisan, valor que ellas mismas crean, ese día e s t a r á n bien cerca de la red e n c i ó n . V e r á n que la tierra es la base indispensable de toda p r o d u c c i ó n y quede a h í debe venir el instrumento de su liberación definitiva y v e r á n que la renta económica que es el caudal c o m ú n que debe asegurar la existencia n o r m a l de todos, está actualmente confiscada por unos pocos. «Por consiguiente los detentadores del suelo tienen el m a y o r interés en que se p e r p e t ú e la ignorancia de los pueblos en cuanto al valor del monopolio del suelo. He a q u í por q u é fué tan viva la lucha en Inglaterra, cuando las cláusulas de la tierra del célebre presupuesto de M . L l o y d George evocaron ante los terratenientes ingleses el espect r o de la evaluación del suelo b r i t á n i c o . «A pesar de la encarnizada y viva resistencia fué el presupuesto aprobado, la C á m a r a de los Lores p e r d i ó sus privilegios y ha comenzado la evaluación de las tierras. Estas resistencias brutales é h i p ó c r i t a s se e n c o n t r a r á n en todas partes. Los pueblos r e c a b a r á n su r a z ó n de grado ó por fuerza- Ellos sienten vagamente que se les roba; pero ignoran la cantidad. Es preciso que la sepan.» «íLas poblaciones australianas comienzan á saberlo; el pueblo de la Gran B r e t a ñ a lo s a b r á m u y pronto. Ya aparece por todas partes contradiciendo las falsas afirmaciones de los economistas de secano, que el valor anual del suelo puede c u b r i r con exceso los mayores gastos nacionales.» • Pero nosotros todavía no hemos llegado á tanto. I n sistiremos sobre la evahiación del suelo. Exigiendo esta

evaluación los pueblos comienzan á exigir el conocimieii-

to dtl importe de su liaher.» «Este es u n acontecimiento de una importancia formidable. > « J a m á s h a b í a n planteado realmente los pueblos una parecida cuestión.» «Si bien la Historia registra reivindicaciones populares á veces trágicas, lo m á s á menudo irrisorias, nunca en sus libros hemos visto n i la sombra de esta pregunta serena y terrible: ¿ C u a n t o vale nuestro territorio?» «Esta pregunta se planteará m a ñ a n a en todas partes porque las otras naciones, que l o quieran ó no, se v e r á n obligadas á imitar á los anglo-sajones. Obligadas; no lo olviden los gobiernos.» «De manera que h a b r á que hacer u n inventario del suelo; pero ciertos actos tienen consecuencias inevitables. Este primer inventario fatalmente ha de originar otros.» Se q u e r r á saber si el hombre no es m á s que una rueda económica y la mujer u n hueso excedente. Se q u e r r á saber por q u é vivimos sobre la tierra y c ó m o v i v i m o s y cómo podríamos vivir. Se h a r á la e n u m e r a c i ó n de las posibilidades de bienestar, de los numerosos medios de mejora material y mor a l que ahora mismo p o d r í a m o s aprovechar y que despreciamos. Veremos c u á n ricos somos sin saberlo y q u é amplia y larga senda se extiende ante nosotros, hoy cerrada por ridicula barrera. La barrera caerá ella sola. ¡Ah! que de inventarios fecundos s e g u i r á n á este p r i mer inventario de la evaluación del suelo en cada país! ¡Y c u á n grande, c u á n profundamente universal aparece de d í a en día la concepción de H e n r y George! < L a E c o n o m í a política, escribió este grande hombre ha sido calificada como «la ciencia funesta» y e n s e ñ a d a tal cual hoy se enseña es ciertamente desesperante. Pero esto es porque ha sido degradada y agarrotada; porque sus verdades se han dislocado; sus a r m o n í a s pasadas en silencio; porque la palabra que quiere decir ha sido q u i tada de su boca por la mordaza; porque su protesta contra el mal ha sido desfigurada en a p r o b a c i ó n de la injusticia. Pero libre, como yo he tratado de libertarla, en su propia simetría, la E c o n o m í a política es radiante de esperanza. > f Porque si se comprenden justamente las leyes que gobiernan la p r o d u c c i ó n y la d i s t r i b u c i ó n de riquezas, demuestran que la d e s a r m o n í a y la injxisticia del presente estado social no son necesarias, sino que al contrario es posible u n estado social en que la pobreza será desconocida, en el que t e n d r á n probabilidades de completo desarrollo las mejores cualidades y las facultades m á s elevadas de la naturaleza h u m a n a . » E l profeta de San Francisco ha profetizado justamente: los anglo-sajones han escuchado su voz y los d e m á s pueblos la van á escuchar. Ante sus afirmaciones, sencillas, irrefutables, se estrellan las grotescas elucubraciones de los r i d í c u l o s economistas oficiales. Estos desgraciados, antes de agonizar en la falacia, intentan a ú n justificar y edificar sobre la razón y la lógica u n estado social que es la expresión misma de la demencia: ellos se dedican á dar motivos serios al enorme esfuerzo moderno que en realidad no tiene base n i óbjétó

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que un mlabrat;

IKI I l l l | l 1 1 C 8 t O Unico Nos falta espacio y tiempo para seguir copiando el hermoso y valiente artículo que palabra por palabra puede aplicarse á nuestra nación, por lo que nos honramos en reproducirle.

mismo hizo la primera tirada en la que trabajó como tipógrafo. A l año siguiente dos editores, Appleton de Nueva York y Kegan Paul de Londres, se encargaron de hacer las sucesivas tiradas y más tarde se traducía á todos los idiomas del mundo civilizado. Mientras continuaba la propaganda de las verdades por él descubiertas, ya por medio d é l a palabra, ya por la prensa, ya por el libro, escriHenry George nació el 2 de Septiembre de bió las siguientes obras que aparecieron al pú1839, en Filadelfía. k los 16 años de edad y siblico en el orden en que las citamos: guiendo los impulsos de su espíritu emprende«La cuestión de la tierra,» «Problemas sodor hizo su primer viaje á Australia que repitió ciales,» «¿Protección ó libre cambio?, (obra de al poco tiempo ganándose la vida á bordo unas mayor circulación y éxito que «Progreso y miveces como marinero y otras como sobrecargo. seria), «La condición del trabajo» (carta abierta En un intermedio entre estos viajes aprendió el al Papa León X I I I ) , «Un filósofo perplejo» (en oficio de tipógrafo dedicando siempre sus ocios que fustigó al apóstata Heriberto Spencer) y «La á la lectura y el estudio á lo que era muy aficioCiencia de la economía política», que la muerte nado. no le dejó acabar. En 1858 se estableció en !?an Francisco de Desde 1881 se instaló en Nueva York para California y se unió á una expedición á las miel mejor éxito de la propaganda de nas de oro, célebre por su fracaso, sus doctrinas, en la cual tarea fueteniendo que retornar á San Franron los primeros en ayudarle con cisco donde se casó y donde nacieel mayor entusiasmo el párroco ron sus hijos. Allí fué donde sufrió Me Glinn de la Iglesia Católica de extremada indigencia debido á la San Esteban y el banquero Tom Jocrisis industrial que por entonces hnson cuyo reciente fallecimiento atravesaba aquella región. deplora la causa del georgismo. Salió de aquella situación por su propio esfuerzo y debutó como Kequerido por sus discípulos periodista en 1866 sacándole el diviajó por Inglaterra, Escocia, I r rector del periódico de las cajas de landa y Australia entusiasmando á imprenta; á la tarea de repórter de las muchedumbres con su poderosa donde en vista de sus condiciones elocuencia. Murió en plena campade escritor pasó en seis mfeses al ña á la salida de un mitin electoral puesto de redactor jefe. A l mismo cuando iba á ser elegido Alcalde de tiempo que desempeñaba estos carNueva York él 29 de Octubre de gos escribía artículos para diversas 1897. Murió deshecho su organismo revistas. en la batalla por la santa causa que defendía. El frenesí que empleó en En su primera visita á Nueva ella durante 17 años agotó su podeYork adonde fué representando á rosa energía como hubiera agotado su periódico, le asaltó á la mente el H E N R Y GEORGE cien vidas más una labor tan estuproblema de la causa de la miseria penda pronunciando miles de discursos, escrien medio de la abundancia de riquezas de las biendo miles de artículos y la brillante serie de grandes ciudades y empezó á investigar de dónde libros que acabamos de enumerar y acudiendo á provenía y cómo podría curarse. Desde aquel todas partes á donde era requerido, abriendo púmomento se dedicó con el mayor frenesí á ios blica discusión con sus contradictores á los que estudios económicos para resolver este problema, siempre venció con sus extraordinarias facultalo que llevó á cabo con su magnífica obra modes de lógica y elocuencia. numento de lógica y maravilla de suprema elocuencia. Desde entonces se hizo el firme propóMas de 100000 personas desfilaron ante su sito, que cumplió con la mayor exactitud de decadáver expuesto en el Grand Central Palace, y dicar el resto de su vida, vinieran para él buesiguieron el fúnebre cortejo hasta la pequeña conos ó malos los tiempos, á la propaganda y enlina Greenwood en Nueva York donde fué enteseñanza de su sistema filosófico y económico. rrado. En la piedra que cubre su tumba sus disDe regreso en San Francisco fundó un pecípulos y amigos gravaron en metálicas letras las riódico que por no someterse á las exigencias siguientes palabras tomadas de su monumental del Privilegio quedó arruinado por esta formilibro: dable potencia. Vuelto otra vez á la indigencia «La verdad que he tratado de esclarecer no solicitó y obtuvo de su amigo el gobernador I r será aceptada fácilmente. De otro modo, hace win del Estado de California la plaza de inspecmucho tiempo se habría aceptado y nunca hu tor de los Contadores de Gas, merced á lo cual hiera sido obscurecida. Pero encontrará amigos pudo en Agosto de 1877 comenzar á escribir su tales, que trabajarán por ella, sufrirán por ella, monumental libro «Progreso y miseria» (pie tery. si necesario fuese, morirán por ella. minó en Marzo de 1879. Tal es el poder de la verdad » No encontrando editor que lo publicara, él De ello fué testimonio su propia vida.

Datos biográfiüos de Ilenrg George

¥A liii|iiieü*to U n i c o

La$ causas de las revoluciones En 1899 á raíz de la p é r d i d a de las eolonias p u b l i c ó D. D a m i á n Isern, académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, u n l i b r o intitulado «Las causas del desastre» en el que puso admirablemente el dedo en la llaga de nuestra postración. • Las causas las e s t u d i ó en tres grupos. Causas sociales, en las que c o m p r e n d i ó ; la desmoralización de la familia, la d e g e n e r a c i ó n social y la desmoralización de las clases directoras entre la i que se ha erigido como principio el r é g i m e n del favoritismo y la r e c o m e n d a c i ó n . Causas políticas: El caciquismo del que dice cosas por todos sabidas como por ejemplo: «Por sacrificar el derecho al hecho se han sobrepuesto á la ley, á l a ' r a z ó n y á la justicia políticos y caciques y en ocasiones como instrumento de éstos los Tribunales (confesado por el ministro de Gracia y Justicia Sr. D u r á n y Bas en una circular inserta en la «Gaceta» de 4 de A b r i l de 1899). Se han concedido títulos en los centros docentes al favor m á s qne al saber. H a n crecido los desórdenes y los despilfarres de la Administración. Se ha desfigurado la realidad en Censos y Amillaramientes. Ya dijo Aristóteles que la primera causa de las revoluciones se halla en la diferencia que existe entre los derechos consignados en las constituciones de los Estados y las prácticas de los poderes p ú b l i c o s , lo cual ha sido propugnado en tiempos m á s recientes por Tocqueville y Taine con abundancia de argumentos concluyentes y l u minosa exposición de hechos. Pero lo que queremos hacer resaltar á nuestros lectores es la monstruosidad de los datos, que nos proporciona a! tratar de las «Causas económicas». Rogamos la mayor atención y detenimiento en la lectura de los siguientes datos: El Ministro de Hacienda Sr. Figuerola dijo: H a y once millones de hectáreas y medio millón de casas que la A d m i n i s t r a c i ó n p ú b l i c a no encuentra aunque las busca.» E n efecto, hace 40 a ñ o s que, por lo visto, las busca y a ú n no las ha encontrado. ¿ H a tenido voluntad decidida de encontrarlas? La era del derecho nuevo se h a b í a inaugurado malvendiendo inmensos bienes territoriales desamortizados por el Estado; una vez acabados los productos de aquella venta se vivió del c r é d i t o . Los intereses de la Deuda p ú b l i c a importaban en 1867 al 1868, ¿60 millones de pesetas y se elevaron en el ejercicio de 1874 al 1875 á 423 millones. Después se p a s ó por todo, bueno, mediano y malo hasta llegar á la poesía y la prosa del llamado presupuesto de la paz, que fué el presupuesto que mejor preparó la guerra toda vez que trajo las v e r g ü e n z a s de Malilla y estas la i n s u r r e c c i ó n de Baire. A despecho de la justicia distributiva se ha constituido una clase de privilegiados contra la ley, que no contribuyen á las cargas del Estado, obligando á éste á rio gastar en lo que debe. La evaluación de los actuales amillaramientos data de la rectificación hecha en 1860. L a superficie amillarada es poco m á s de la mitad de la superficie del territorio. Así C ó r d o b a tiene amillaradas 90r

Jereiz de la Frontera aparecía en los amillaramientos con 5575 hectáreas de viña y s e g ú n el Instituto eran 8625; pero en cambio figuraban en los amillaramientos 55858 hectáreas de dehesas, prados y baldíos y s e g ú n el I n s t i tuto eran 5919 nada m á s . El p r i m e r amillaramiento lleva la fecha de 1850. Resulta que en Montoro venía i m p o n i é n d o s e c o n t r i b u c i ó n territorial desde 1845 á 1500 hectáreas y luego r e s u l t ó que eran 15000 las que d e b í a n pagarla. Actualmente se calcula que la ocultación en superfi. cié en todo el terx'itorlo es de :33 por 100. E n una circular del Ministro de Hacienda, Sr. F e r n á n dez Villaverde, á los delegados de Hacienda, decía lo siguiente: « E n la c o n t r i b u c i ó n de r ú s t i c a y pecuaria que por ser de tipo fijo y á m á s repartir las partidas fallidas entre los contribuyentes de cada t é r m i n o municipal, parecía que los ingresos debieran rebasar las previsiones legislativas encerradas siempre dentro del límite fijado por la d i s t r i b u c i ó n del gravamen correspondiente á la riqueza reconocida, j a m á s llegaron los ingresos á la proporcionalidad deseada quedando por el contrario todos los a ñ o s , al finalizar el ejercicio económico, débitos de importante c u a n t í a representados en expedientes de apremio que solo sirven para aumentar el contingente d é l a llamada data interina de la recaudación, puesto que nunca llega el m o mento de examinarlos y formalizarlos.» Con todo y con esto a ú n e s m á s e s c a n d a l o s a l a o c u l t a c i ó n en l a r i q u e z a u r b a n a que en la r ú s t i c a s e g ú n cálculos é indicios que sin duda alguna vienen á probarlo de u n modo concluyente. De datos autorizados resulta que en E s p a ñ a e x i s t í a n á fines del siglo X V I I I cerca de dos millones de casas cuyo valor ascendía á cuatro m i l millones de pesetas y los alquileres á 123 millones, lo cual daba u n t é r m i n o medio de 64 pesetas de alquiler anual por casa (D. J o s é Canga A r guelles, diccionario de Hacienda con aplicación á E s p a ñ a , tomo I , p á g i n a 193 de la segunda edición, Madrid 1833.) H a de a ñ a d i r s e ahora que, s e g ú n las declaraciones hechas por los contribuyentes á la Hacienda y por ésta aceptadas, en 1861 existían 37410000 de casas que p r o d u cían 153 y medio millones de pesetas de alquileres, y por lo tanto 44'50 pesetas cada una (Lara, L a Hacienda y el catastro, p á g i n a 37, Madrid 1877). Madrid y su provincia contaban en 1797 con 20575 casas de las cuales 7259 pertenecían al recinto de la capital y los productos de esta riqueza se calculaban en 28 y medio millones de pesetas, y hoy que cuenta con 44770 casas de las cuales 14059 corresponden á la capital, sus productos se calculan en 37 y medio millones de pesetas (Dirección General de Contribuciones. E s t a d í s t i c a M a d r i d 1879, p á g i n a 24#y N o m e n c l á t o r de E s p a ñ a , Madrid 1895 publicado por el I n s t i t u t o Geográfico y Estadístico.) S e g ú n este N o m e n c l á t o r la provincia de Barcelona tiene 141419 casas y s e g ú n l a Dirección de contribuciones 81244. Graná&a, s e g ú n el I n s t i t u t o 102986 y s e g ú n la Dirección de Contribuciones 72477. C ó r d o b a , s e g ú n el I n s t i t u t o 83357 y s e g ú n la Dirección de Contribuciones 65054. Cádiz, s e g ú n el I n s t i t u t o 59098 y s e g ú n l a Dirección de Contribuciones 45133. (Nomenclátor de E s p a ñ a 1893, Instituto Geográfico y Estadístico.) Para la Dirección General de Contribuciones solo existen 2631234 casas, y sus productos no exceden de 129

Bill liii|>iiesto U n i c o

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millones de pesetas, es d e c i r de 5 y m e d i o m i l l o » n e s a p r o x i m a d a m e n t e s o b r e lo que p r o d u c í a n h a c e m á s de c i e n a ñ o s . Ahora bien, s e g ú n el Instituto Geográfico y E s t a d í s tico existen en E s p a ñ a 4206263 casas de uno, dos, tres y m á s pisos lo cual da una ocultación de m á s de t r e s m i l m i l l o n e s de p e s e t a s . ( R e s ú m e n e s del N o m e n c l á t o r de España). E l ministro de Hacienda en 1899 decía en u n documento oficial: «En lo que concierne á la c o n t r i b u c i ó n urbana se da el caso de que estando ordenada la confección de los Registros fiscales ha venido en desuso el c u m p l i miento de las prescripciones reglamentarias á tal fin encaminadas, sin que al p r e s é n t e s e ocupen las Delegaciones de Hacienda en llevar á ejecución dicha r e f o r m a . » E n la riqueza urbana la ocultación reviste todos los caracteres imaginables desde la connivencia hasta la falsedad. A poder presentar, especialmente en las grandes capitales, el rendimiento verdad de la propiedad urbana, tenemos la firme certeza de que no aparecería gravada en concepto de t r i b u t a c i ó n n i a ú n con un ó por 100, (Bayton, Errores de la A d m i n i s t r a c i ó n pública, Madrid 1898). Las cifras citadas en el Nomenclátor, son por defecto, pues solo en la provineia de Huelva y en Bilbao se han edificado m á s de 30000 casas d e s p u é s de la p u b l i c a c i ó n de aquellos datos y no digamos nada de M a d r i d , Barcelona, Valencia, Sevilla, Murcia, Cartagena, etc., etc.

MINHS La riqueza minera p a g ó en el a ñ o ú l t i m o (1898) en concepto de contribución al Estado, 1089549 pesetas por canon de superficie y 767446 pesetas por el 1 por 100 so. b^e el m i n e r a l e x t r a í d o . I n ú t i l afirmar qus en este ramo existe ocultación de riqueza. No está en relación el gravamen con el que se le exige á la agricultura.

De las memorias y estados formados p o r los Registradores de la Propiedad en 1889 y 1890 (cuatro tomos) resulta que las hipotecas inscritas y no canceladas en las siguientes provincias son por valor de: Barcelona 86000000 pesetas Avila... 17103788 Castellón 21488545 Ciudad Real . . . 156260478 Cuenca 123193ÍH Guadalajara . . . . 19017659 > Huesca 46464^76 » León 14266487 > Lérida - 458^6518 - * f Orense 901^061 z Oviedo 47035136 Pontevedra . . . . 30474356 Salamanca 27355133 Segovia 24050399 / * ^ í Sevilla 58814 G44 Soria 6053730 Toledo 36R89757 Madrid 123163S408 Alicante 43767248 Siendo p ú b l i c a m e n t e conocidos todos los prestamistas hlpotecaiiog, el n ú m e r o de matriculados para pajear conÉrfbucióh es insignificante.

OEüDa

PüBLiea

Por intereses de esta Deuda se han pagado desde 1845 á 1897 m á s de nueve m i l millones de pesetas, cantidad que a d e m á s da resultar m u y superior á la deuda creada desde 1845 á 1881 pone de manifiesto que por el desbarajuste de la a d m i n i s t r a c i ó n se tiene una deuda considerable, no obstante «baberla satisfecho en gran pane por el pago de intereses. Por esto los presupuestos quedan siempre incompletos en la dotación de los servicios m á s esenciales á la vida de la patria.

Ferrocarriles y tranvías Las empresas de ferrocarriles aparecen tributando por las utilidades que declaran y que son ciertamente i n feriores á las que la voz p ú b l i c a les señala, lo cual depen. de de que ninguna autoridad puede revisar sus libros con arreglo al art. 45 del Código de Comercio. Y creen las gentes que, la falta de inspección, 1T a l tura de los Consejos, los peligros de las autoridades que con ellas se atrevieran y el que sean extranjeros los empleados de m á s sueldo é influencia en la acción de los negocios, permite todo linaje de juicios. Y u n hecho reciente ha venido á robustecer estos dictámenes de la o p i n i ó n : en las estadísticas de 1889 á 1890 y 1890 á 1891 a p a r e c í a n tributando cuatro de estas C o m p a ñ í a s , las m á s importantes y de m á s recorrido, por las cantidades siguientes: 408639 pesetas, 374937 pesetas, 211982 pesetas y 215498 en 1889-90 y 379451 pesetas, 318175 pesetas, 232775 pesetas y 201279 pesetas en 1890-91. En la estadística de 1893 á 1894 desaparecieron d e s ú s columnas para los efectos de la t r i b u t a c i ó n y para todo otro efecto, dos de las cuatro c o m p a ñ í a s á que se alude. Las dos restantes t r i b u t a r o n solo por 9027 y 59930 pesetas y s e d a b a e l c a s o de que t r i b u t a r a m á s e n a q u e l l a é p o c a e l p e q u e ñ o f e r r o c a r r i l d e M a l l o r c a que l a e m p r e s a de m á s r e c o r r i d o de E s p a ñ a . Se dijo entonces que las dos c o m p a ñ í a s que m á s contribuía»n atravesaban g r a v í s i m a crisis j con grandes pérdidas por la subida de los cambios y ahora resulta que en 1898 subieron t a m b i é n los cambios y en cantidad j a m á s imaginada, y á pesar de esto las dos c o m p a ñ í a s citadas aumentaron sus productos desde l.0de Enero al 4 de Noviembre de aquel a ñ o con r e l a c i ó n á igual p e r í o d o del año anterior en 9312816 pesetas. ¿ P u e d e e x t r a ñ a r d e s p u é s de leídos estos datos, la profunda p o s t r a c i ó n , debilidad y abyección en que ha c a í d o nuestro país? Véase cómo están monopolizadas las fuentes de riqueza y c ó m o los impuestos todos tienen que recaer sobre los alimentos y las ganancias del pobre.

íss \\\uy importante difundir las enseíianzas d é l a s verdades de la Economía políf ira. Con esto se l o g r a r í a desaemai* ',\\ error que se ostenta arrobante eon pretensiones de teoría l e g í t i m a y cuyos i n eon ven ¡entes son tanto mavores ciícinto casi siempre ese error procede de buena fe.

WA l i i i | i u e s t o 1Jiih*4»

/(vanee del movimiento Geor|i$ta en el extranjero INGLftTERRH_

Esta gran naoión es la primera que ha conseguido llevar á la política práctica las ideas de Hen. r y George. Al propio tie mpo que disfrutará de las ventajas destinadas á la primera nación que emprenda esta reforma social, tendrá la gloria de haber despertado el pensamiento en las demás naciones y de haber apresurado la implantación de esta reforma por todo el mundo. El primer paso ya está dado. En virtud de la ley de 29 de Abril de 1910 se ha procedido á la evaluación del territorio con arreglo al sistema propuesto por Henry George. El día 18 de Mayo de 1911 fué presentado al Gobierno por un grupo de Diputados fisiócratas el siguiente memorial firmado por 173 miembros de la Cámara de los Comunes: «Los abajo firmantes, miembros del Parlamento, desean atestiguar su agradecido aprecio de los esfuerzos del Presidente del Consejo de Ministros, el ministro de Hacienda y los demás Ministros del Gobierno, al incorporar á nuestras leyes las clausulas del presupuesto de 1909 á 1910 que por primera vez reconocen el principio d'e la evaluación separada de la tierra y el capital, poniendo así la base necesaria para las reformas que se han de seguir al asegurar para el pueblo de nuestra nación una más equitativa distribución de las cargas del Estado, al asegurar á cada uno el resultado de su trabajo y al dejar el acceso libre á la tierra á todos aquellos que puedan hacer de ella el mejor uso. Consiguientemente y con el mayor respeto apremiamos al Gobierno para que continúe y desarrolle la política inaugurada por el presupuesto referido^ conviene á saber:» 1. ° Hacer que el valor de la tierra soporte las cargas públicas. 2. ° Librar á la industria del monopolio y la injusta carga de los tributos. 3. ° Completar la política del libre cambio por estos dos medios: (a) asegurando más medios de producción en nuestro país al proveer con más ocasiones para el uso de la tierra; y (b) aboliendo los derechos fiscales que aún existen sobre los alimentos del pueblo. Solicitamos se lleve á efecto esta política: 1. ° Apresurando la completa evaluación del territorio. 2. ° Haciendo pública dicha evaluación. 3. ° Autorizando á los Municipios para basar sus ingresos en el valor del suelo. 4. ° Estableciendo un impuesto nacional sobre el valor del suelo para ser aplicado: (a) á la constitución de un caudal nacional para el pago de servi•cios tales como Instrucción, Asistencia, Comunica-

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ciones, Asilos y Policía con lo que se reducirúm en la misma medida los gastos locales; y (b) para sustituir á los derechos fiscales sobre el té> el azúcar, el cacao y demás artículos de primera necesidad.» Este memorial que lleva la firma de 173 Dipudos está admirablemente calculado pora asegurar la más amplia aquiescencia y reducir la oposición al mínimum. No ha podido redactarse documento de efectos más transcendentales. El Ministro de Hacienda ha prometido tener terminada la evaluación del territorio para 1914; pero la opinión pública no se conforma con esta dilación y acaba de elevar al Gobierno el siguiente mensaje, acordado en la conferencia celebrada en Glasgow en los días 11 y 12 de Septiembre del co- . rriente año, de la que por cierto ni nuestra prensa ni la francesa han dicho una palabra apesar de haber tenido excepcional importancia y de haberse ocupado de ella extensamente la prensa inglesa. Los acuerdos importantísimos que en dicha memorable histórica conferencia se tomaron por unanimidad fueron los siguientes: 1. ° Que esta asamblea suscribe con el mayor entusiasmo el memorial sobre la reforma territorial y contributiva presentado al Gobierno el día 18 de Mayo de 1911 y firmado por 173 Diputados del Parlamento apremiando ai Gobierno para establecer un impuesto sobre el valor de-la tierra usando parte de su importe en los servicios de Instrucción, Comunicaciones, Policía y Asistencia públicB aminorando así la carga del coste de estos servicios que hoy se pagan con impuestos municipales. 2. ° Que esta asamblea rehusa su asentimiento á la lentitud con que se lleva la evaluación del territorio. Por consiguiente apremia á los 173 firmantes del memorial, para que insistan de nuevo lo antes posible cerca del Ministro de Hacienda sobre la urgencia de aligerar la evaluación y si fuera impracticable el actual método, sustituirle por otros métodos que lleven más pronto al fin propuesto. Esta conferencia afirma del modo más solemne su resolución de rechazar con energía cualquier tentativa de solucionar el problema de los impuestos locales é imperiales fuera de basarlos sobre la contribución territorial. 3. ° Esta asamblea afirma su profunda conricción de que la deplorable condición actual del pueblo, en lo que se refiere á los malos alojamientos exiguos salarios y paro forzoso en campos y ciudades, es directamente derivada del monopolio de la tierra y es agravada por el presente sistema de contribuciones ó impuestos; declara solemnemente su opinión de que el único medio justo y expeditivo de extirpar esos males sociales, es el de eximir á todas las mejoras y procesos de la industria de la carga de impuestos y arbitrios, sustituyéndolos por una contribución directa sobre el valor de la tierra, valor que es completamente debido á la presencia crecimiento ó industria del pueblo. '

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WA I m p u e s t o U i i i c o

R e c e p c i ó n de l o s D e l e g a d o s de e s t a c o n f e r e n c i a en e l A y u n t a m i e n t o de G l a s g o w

Previas invitaciones del Alcalde y de la Corporación Municipal se verificó una recepción de los Delegados en los salones del Ayuntamiento á la que asistieron más de mil invitados. Después de una hora de paseo por pasillos y salones magníficamente decorados, se sirvió un delicado refresco en el salón de fiestas y en saloncitos adyacentes, durante toda la noche. El Bailio Mr. Campbell pronunció un discurso de bienvenida, en el que hizo resaltar la importancia excepcional de la conferencia y la parte valiosa que Glasgow tiene ya en este movimiento de redención social. A este discurso siguieron otros pronunciados por los Señores Dundas White, Burt y Joseph Fels quienes expresaron el agradecimiento de los delegados á la Corporación municipal por sus amables agasajos y brillante hospitalidad. Una excelente orquesta y un reputado coro ejecutaron durante la recepción un delicioso programa de concierto. Desde 1884 en que empezó á ensayarse en esta colonia ha hecho tales progresos el principio del I m puesto UnicoJ que hoy ya funciona el nuevo Impuesto sobre el valor del suelo en el Estado de Vic. toría y se anuncia que dará un rendimiento de 235000 libras esterlinas y que el Impuesto federal sobre este mismo valor dará lo menos un millón de libras esterlinas. Irá aumentándose progresivamente á medida que se vayan aboliendo los demás impuestos. ^jtviJE v a ^ ZJELa NO

Hace 20 años que se implantó el impuesto sobre el valor del suelo en esta colonia. En Palmerstown, una de las ciudades que primero adoptaron este impuesto, se edificaron 200 casas á los tres años de su implantación, habiéndose edificado solo 50 casas en los tres años precedentes. En 1900 los rendimientos de este impuesto per. mitieron disminuir en 160000 libras esterlinas los derechos de aduanas y reducir las tarifas de ferrocarriles y Metes de vapores en 75^00 libras esterlinas. _JV ü E l ^ ^ G a L E S ^

Esta colonia estableció el impuesto |pbre e) valor de la tierra en 1896. Durante los cuatro años anteriores á su adopción, el número de los obreros sin trabajo registrado en la oficina correspondiente, fué respectivamente 18600, 12145, 13575 y 14062. Durante los tres años siguientes al establecimiento de este impuesto estos números quedaron reducidos •í 6427, 416? y 3483. En 1897 (año siguiente á la adopción del impuesto) la vasta dehesa de Peel River, que siempre había estado fuora de uso, fué parcelada en lotes y

ofrecidos éstos en subasta. Durante los tres años siguientes el área de tierras puestas en cultivo creció en 905867 fanegas 6 sea un incremento del 50 por 100 sobre el área anteriormente en cultivo. En esta colonia este impuesto territorial se ha adoptado únicamente para las necesidades de los Municipios; así es que sus beneficiosos efectos económicos sobre la condición del trabajo no han sido tan marcados como en Nueva Zelanda y en Nueva Gales. Finalmente, en 1898 funcionando ya este impuesto territorial, tuvieron las cuatro colonias un exceso de inmigración sobre emigración, de 12580 personas. Las tres colonias que no lo han establecí, do perdieron 4910 personas por exceso de emigrantes sobre inmigrantes. Naturalmente los trabajadores se dirigen hacia donde las ganancias son más altas y las condiciones del trabajo son mejores. • Aquí también se ha establecido el impuesto sólo para las necesidades municipales. La ciudad de Vancouver está llamando poderosamente la atención en toda la América del Norte, por su increíble prosperidad desde que adoptó el impuesto territorial. La Liga alemana para el Impuesto único, intitulada Bund der Bodenreformer, es tan poderosa y trabaja de un modo tan vehemente y eficaz que sus triunfos corren parejas con los conseguidos por sus hermanas las Ligas inglesas. En efecto^ merced á sus trabajos la colonia Alemana en Kiauchou China ha adoptado el Impuesto Unico. ¡Qué buen ejemplo para que nosotros lo adoptáramos en nuestras posesiones de Marruecos! Ade más de este triunfo ha conseguido que se establezca este impuesto territorial en mas de 900 municipios del Imperio para las necesidades locales. Y por último desde principios de este año funciona también este impuesto para las necesidades imperiales. En los dias 4 al 7 de Junio del corriente año celebró esta Liga su asamblea anual en Dresde, bajo la presidencia de su enérgico é infatigable Secretario Sr. A. Damaschke á la que asistieron mas de 300 Delegados entre los cuales había muy altos personajes. Mr. Joseph Fels, que asistió á la conferencia, logró convencer de la necesidad de abandonar la campaña sobre eí impuesto al aumento de valor para sustituirla por otra más vehemente que dirija sus esfuerzos á obtener la completa evaluación del territorio y la abolición délos impuestos que pesan sobre la industria.

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ESTADOS UNIDOS La poderosa corriente de propaganda no ha salido aún en esta gran Nación á la superficie, pero no tardará en manifestarse y en hacerse la cuestión del día, del mismo modo que hoy lo es en Inglaterra. Ya se van manifestando los primeros chispazos. La comisión nombrada por el Alcalde de Nueva York Mr. Gaynor, para que informe sobre las causas y remedios de la aglomeración de viviendas, ha dictaminado que la causa es el monopolio y !a especulación de la tierra. Propone como remedio el ir eximiendo de impuestos gradualmente el valor de los edificios y gravando progresivamente el valor de los solares edificados ó sin edificar. En el Estado de Oregón se votará en el año próximo la adopción del Impuesto único y dados los trabajos que ya lleva realizados y que han de realizar las diversas ligas georgistas capitaneadas por la comisión del Fondo Joseph Fels, todo hace esperar que este Estado será el primero que lleve á cabo la trascendental reforma que predicamos. La comisión del Fondo Joseph Fels ha organizado una asamblea en Chicago para los días 24, 25 y 26 de Noviembre. Como de costumbre la prensa guardará silencio de estas discusiones y acuerdos que serán interesantísimos, así como acaba de guardar el más profundo % silencio sobre la histórica conferencia de Glasgow. DiNaMftRefl

La Liga Henry George, cuenta ya con más de 3000 socios y ha conseguido del Gobierno que se haga un ensayo de evaluación del territorio. Este ensayo esta ya terminándose y será pronto sometido á la discusión del Parlamento. Los agricultores se han adherido en tan considerable masa al movimiento Georgista, que el partido Liberal Radical se ha visto obligado á incorporar á su programa el proyecto del impuesto sobre el valor de la tierra, como sustitutivo del actual que engloba los dos valores de tierra y capital. Puede decirse que la implantación del Impuesto único en Dinamarca es ya sólo cuestión de tiempo. jSDEeifl_

La prensa conservadora se ha desatado rabiosamente contra la propaganda de la Liga Henry George; pero esto no hace más que redoblar el entusiasmo de socios. En la actualidad la tirada del órgano mensual de la Liga "El Mensajero,, es de 150000 ejemplares que se distribuyen profusamente por todo el territorio. El alcalde de Stockolmoy Diputado á Cortes Mr. Carrl Lindhaggau será en breve el adalid del grupo libre cambista y fisiócrata del Parlamento. PRANOia A raiz de celebrarse el Congreso internacional contra el paro forzoso en París, en Agosto del año

(TIIH*O

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pasado, al que asistió el poderoso campeón del georgismo Mr. Joseph Fels y en el que expuso brillantemente nuestras doctrinas que le valieron entusiastas felicitaciones de muchos delegados y entre ellos del español, se celebró en el Gran Hotel una reunión de partidarios convencidos de la filosofía social de Henry George, á la que asistió también Mr. Joseph Fels. En esta reunión se acordó la fundación de la L i ga Francesa para el Impuesto Unico y fue nombrado Secretario el incaflsable y enérgico propagandista Mr, Georges Darien. eminente literato y publicista que se distingue por la sinceridad y valentia. Mr. Darien es el alma de la Liga y de la Revue de L ' Impot Unique, que con éxito cada vez más creciente, edita desde 1.° de Julio del corriente año. El 22 de Octubre del corriente año celebró esta Liga su reunión anual, á la que asistieron M r . Joseph Fels y su distinguida esposa, que quisieron saludar á sus colegas de Francia antes de partir para Araórica. Los discursos que pronunció interesaron vivamente á los asistentes siendo calurosamente aplaudido. Se decidió que la Liga Francesa para el Impuesto Único debia organizarse fuertemente para la propaganda. Mr. Darien manifestó que en este trabajo se estaba ocupando y ofreció dar pronto los detalles oportunos. La reunión terminó por un voto entusiasta de gracias expresivas á Mr. Joseph Fels, á quien se debe la fundación de la Revue de L' Impot Unique,, y el que puedan desarrollarse alfinlas ideas de Henry George en el país de los Fisiócratas. En Nankin el Rev. W. E. Macklin, traductor de «Progreso y miseria» al idioma Chino, está haciendo una gran obra de propaganda. El ejemplo dado por la colonia alemana de Kiauchou de que ya hemos hablado ha sido bien pronto seguido por la ciudad de Tsingtau. Los actuales revolucionarios tienen inscrito en su programa de reformas la de reconocer á todos el igual derecho al uso de la tierra. ¿Quién se atreverá á decir, después de leer esta breve reseña, que las doctrinas de Henry George son utópicas? Ya no será permitido calificar de ensueños estos bellos ideales que como se vé han entrado en el terreno de la política práctica. IJO que un hombre hace ó produce es exclusivamente su#yo; á la faz del muiulo, puede destruirlo, usarlo, cambiarlo ó darlo. IVadie puede l í c i t a m e n te r e c l a m á r s e l o y su exclusivo derecho no envuelve daño para nadie. HENRY GEORGE

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VA I m p u e s t o ITnieo

Carta de Misíer jojeph Fcl$ Estimado Sr.: íJZ impuesto único, ó Impuesto sobre el valor de la tierra, es u n movimiento que se v á extendiendo de tal modo, que ha llegado ya el tiempo en que cada liga, asociación ó sociedad reciba copias de toda materia impresa perteneciente á dicho objeto, difundida ó publicada por cada organización que tenga por fin dicho ideal. El cambio de i n f o r m a c i ó n acerca de este movimiento impulsado por las doctrinas de H e n r y George, entre todas las asociaciones existentes eu cada país donde ya ha echado raices, será de gran importancia para impulsar la deseada reforma. Las oficinas generales del movimiento en los diferentes paises m a n t e n d r á n relaeiones acerca de las materias referentes al impuesto único que se difundan por otros paises. Tales noticias serán de gran valor para i r levantando la opinión y d a r á n idea de la cooperación y de su importancia. Por consiguiente creo que V . no t e n d r á i n conveniente en enviar, semanalmente ó mensualmente, noticias, cartas, recortes ú otras materias, á lo menos, á las siguientes oficinas generales del impuesto ú n i c o . United Committee for the T a x a t i ó n of Landvalues, 20 Toíhill Street, London, S. W . Inglaterra. L a n d Valúes party, 3 East 22nd Street, New Y o r k City, IT. S. A . Fels F u n d Comission, 330 W a l n u t Street, Cincinnati, O-, U . S. A . Single Tax League, 75 Yonge Street Toronto, Canadá. A. G. H u i e Box 797, G . P. O. Sydney. Australia. F. T. Hodgldss, 312 Flinders Street, Melbourne, Victoria, Australia. Single Tax League, 30 Pirie Chambers, Pirie Street^ Adelaide. L . D a w , Box 5. G. P. O. Boulder. West Austialia. L a n d V a l ú e s League, Albert Street, Auckland New Zeaiand. «Bodenreform»; Berlin N . W. 32 Lessing Strasse 11^ Germany. Georges Darien, 3 R u é de Furstenberg, Paris, Francia» J . L , Bjorner, Frediciciagade 25, Copenhagen, Dinamarca. Johan Hansson, Tunnelgatan 19, Stockolm Suecia. Antonio Albendín, Calle Méndez N ú ñ e z 21, Ronda Andalucía, E s p a ñ a . Gustav Bucher. L i m m a t Strasse, 77, Z u r i c h I I I , SuizaHe dirigido este llamamiento á todas las corporaciones cuyos nombres se me han ocurrido. Sin duda hay otras muchas á las que yo agradecería tanto la información como otra i n s p i r a c i ó n que se me pudiera enviar. E n cada país d e b e r í a n establecerse para este p r o p ó s i to oficinas p a r a la prensa, con el fln de dar á los periódicos ú otras publicaciones, ya sea diariamente, semanalmente ó mensualmente, las noticias del movimiento y artículos escritos desde el mismo punto de vista para excitar el sentimiento público en favor de la doctrina del im-

duesto único. Yo estoy enteramente seguro de que los Secretarios de todas estas asociaciones contestarían con mucho gusto las preguntas que les fueren hechas y d a r í a n informaciones de sus respectivos paises, y por consiguiente ruego á todos que saquen todas las ventajas posibles de mis inspiraciones, si es que ellas merecen la aprobación de todos. En espera de noticias prontas y extensas de V. acerca

de este asunto así como de sus advertencias, soy de usted afmo.

JOSEPH FELS

inbitmón á las JVmxaxionctf y centros solidarios, agrarios y redencíonístas de Galicia, Asturias y Habana Hace tiempo que estas sociedades iniciadoras de una c a m p a ñ a contra los foros no dan señales de vida. Si real mente desean la a b o l i c i ó n de J a iniquidad de los foros las invitamos á unirse á nuestra L i g a como ú n i c o medio de poder conseguirlo. La cuestión foral actual, como las anteriores en los pasados siglos, como la de I r l a n d a en 1880, como la de Ca_ t a l u ñ a sobre la rabassa marta en 1893, como la de los Consumos, como la de tantos y tantos movimientos que la Historia nos registra á t r a v é s de los siglos, no son m á s que aspectos de una sola y ú n i c a cuestión: L a cuestión de la tierra, que no es local sino universal y envuelve el gran problema de la d i s t r i b u c i ó n de riquezas que en to" das partes está atrayendo la atención. No puede -ser resuelta con medidas locales sino con medidas que puedan ser aplicadas en todas partes. No puede arreglarse á medias esta cuestión sino ú n i c a m e n t e sobre la base sólida del reconocimiento de los iguales derechos de todos los hombres al uso de la tierra. Esta cuestión ha sido magistralmente desarrollada en toda su extensión y resuelta con su remedio del Impuesta Unico por el gran maestro de doctrinas morales y económicas H e n r y George en sus monumentales obras, y en su admirable propaganda por la palabra y por la prensa en los Estados Unidos y en sus repetidos viajes á Inglaterra Escocia, Nueva Zelanda y Australia. Si los reformistas tomaran este partido, l u c h a r í a n por una causa c o m ú n á todos los pueblos. C o n c e n t r a r í a n la fuerza y d i v i d i r í a n la oposición. A t a c a r í a n su fortaleza y l e v a n t a r í a n cantra ella una formidable fuerza tan grande como la de las enormes olas. Lejos de seguir el camino marcado por estas doctrinas para la resolución de la cuestión foral viene proponiéndose en general el rescate ó r e d e n c i ó n mediante la entrega á los propiptarios de una cierta cantidad en compensación de la lucrativa y moralmente injusta exacción, de que vienen disfrutando. Este remedio sería peor que la enfermedad. La dirección c o m ú n es y debe ser la reforma de la institución territorial, es proclamar s i n temores, vacilaciones, limitaciones n i evasiones que por derecho natural,, la tierra es la propiedad c o m ú n del pueblo entero y proponer medidas que hagan tangibles este derecho tanto eu esa región como en todas partes. Esta medida es el establecimiento del Impuesto Unico por la abolición sucesiva de todos los d e m á s . Es decir, en el:'caso particular de los foros, que la renta de la tierra iría á parar á las arcas del Tesoro para la satisfacción de las p ú b l i c a s necesidades y como sustitución del c ú m u l o de absurdos impuestos que por todas partes nos acosan en vez de i r á parar á los bolsillos de los forislas que n i han creado la tierra n i toman parte alguna en la producción. ¡Como que la m a y o r í a de ellos n i siquiera conocen sus tierras n i las han pisado j a m á s !

MJ Im|»ii4k^(o U i i i e o Con la redein^ión solo se oouseguiría sustituir la clase de propietarios feudales con la de propietarios labriegos y el d a ñ o y las consecuencias de la institución de la propiedad p r i v a d i de la tierra c o n t i n u a r í a n en p i é . A d e m á s se plantea mal la cuestión porque lo primero que hay que decidir es si la tierra pertenece en justicia á los foristas ó si pertenece al pueblo. Si pertenece en justicia á los foristas entonces no hay que hablar de ninguna clase de redenciones, puesto que no hay r a z ó n n i derecho para i m pedirles que hagan con sus tierras lo que le venga en gana. Si por el contrario esa a p r o p i a c i ó n la condenan la justicia y la ley moral entonces no hay que preocuparse de compensación de ninguna clase por las siguientes razones: C o m p e n s a c i ó n , r e d e n c i ó n ó rescate de los foros i m plica una equivalencia Es compensar á los que se aprovechan de un agravio con u n equivalente pecuniario. Ahora bien, lo que el Estado dé á unos es t o m á n d o l o de otros. Abolición de los foros con compensación á los foristas no es, pues, t a l abolición, sino una continuación del agravio bajo otra forma. Hay por un lado injusta p r i vación y por otro injusta apropiación. Si por la abolición de los foros recibieran los foristas una suma calculada para dar u n interés igual al que representa el foro esto no q u e r r í a decir m á s que se les daba el poder de recabar anualmente de los productores la misma cantidad de trabajo á que les daba derecho la institución de los foros. ¿Compensación, por qué? ¿ P o r cesar de tomar del colono la mejor parte de su cosecha? ¿ P o r dejar á los colonos que vivan libremente en su tierra? ¿ P o r permitir que empleen su trabajo en la satisfacción de sus necesidades? Más vale no hablar de c o m p e n s a c i ó n no sea que recuerden los colonos lo que con los foros se les ha tomado á ellos y á sus antepasados y sean ellos los que pidan ser compensados. Si se considera los siglos de esclavitud y la explotación del colono por el señor, no se concibe como todavía se pretende abolir esta esclavitud, ofreciendo u n precio de rescate. Lo justo será abolir la esclavitud á la manera como en los Estados Unidos quedaron libres todos los esclavos sin dar á sus amos n i u n c é n t i m o de compensa' ción y nadie se consideró por eso despojado. El cautivo que se escapa sin rescate, ¿es u n violador de los derechos del cautivador? Esta confusión del pensamiento proviene del largo tiempo en que viene t r a t á n d o s e por la costumbre y por la ley como propiedad lo que precisamente es una violación de la propiedad. Ahora bien, si en vez de proponer la redención se i m pulsa el movimiento antifcrista hacia el Impuesto Unico como quiera que lo que se propone no es tomar l a tierra sino su valor, no hay para q u é hablar de r e d e n c i ó n n i c o m p e n s a c i ó n porque es cosa inaudita por absurda el dec i r que u n contribuyente debe de ser compensado por el pago de u n impuesto. Invitamos pues, á todos los antedichos Centros y sociedades á unirse á nuestra L i g a para la persecución de los mismos ideales.

E n la provincia de Cádiz los pueblos de Castellai», Boenos y Kspera no tienen m á s que un peopietueio. Como en los tiempos feudales.

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LA SUPRESION DE LOS CONSUMOS y el precio Oe la; cosas Con motivo de la supresión del impuesto de Consumos en Madrid se está poniendo de manifiesto una vez más la ignorancia que padecemos en materia de Economía política. La creencia general es que se registrará matemáticamente la rebaja en el precio y ha llegado la candidez hasta el punto de publicar largas listas de la cuantía del impuesto para que el público exigiera á los tenderos esa misma rebaja desde 1.° de Julio; por ejemplo 0

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