REFLEXIONES COLECTIVAS ACERCA DE LA DIVERSIDAD Ismael Zebadúa Hernández Las Margaritas, Chiapas
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INTRODUCCION El presente ensayo es el resultado de una experiencia colectiva de un breve curso de actualización que promueve Carrera Magisterial para la actualización de los docentes, aunque muchos de estos a decir de los presentes solo se llega a cubrir el requisito, hoy por percepción personal y colectiva, fue diferente, estuvimos muy interesados por el tema de la diversidad, debido a que es un problema que diariamente enfrentamos en el aula con modelos tradicionales homogéneos, tal y como fuimos formados nosotros en las escuelas del pasado. En nuestro estado es doblemente importante tratar de encontrarle solución a esta problemática debido a su gran diversidad étnica y cultural, aquí todos dijimos nuestra verdad y la compartimos abiertamente, porque se abrió la posibilidad por el conductor del taller, supimos escucharnos y reconocimos nuestras debilidades, nuestros problemas; las reflexionamos colectivamente y planteamos algunas alternativas de solución muy generales, que indudablemente requieren de mayor trabajo de investigación, estudio, reflexión y experimentación para poder plantear con mayores elementos de juicio las estrategias para enfrentar la enorme diversidad en la educación de nuestra entidad. Este solo es mi primer acercamiento al conocimiento más sistemático de la diversidad que existe en la atención educativa en Chiapas (después de 25 años de servicio), aunque a muchos nos da por decir, eso ya lo sabemos, la verdad es que nunca lo hemos reflexionado en serio y mucho menos aplicado, porque aun no lo asimilamos y/o porque no se han creado las condiciones para poder hacerlo. EL PROBLEMA DE LA DIVERSIDAD EDUCATIVA El primero de marzo del 2003, los maestros y directivos de las Escuelas Secundarias Técnicas de la Región Lagos, participamos en un curso sobre El papel de la escuela y del maestro en la atención a la diversidad. En el diagnostico sobre el conocimiento del tema, en el grupo observamos que la diversidad se presenta en las razas, en idiomas, en los géneros, en la cultura, en la religión, en el pensamiento y en la Necesidades Educativas Especiales ( NEE) en general de los educandos. Se reconoció también la gran complejidad del problema de la diversidad, la dificultad para atenderla en el salón de clases por la carga de trabajo y por la falta de conocimiento y experiencia para tratar los diversos problemas que nos presenta la diversidad en el aula. Y aunque, la realidad concreta en que estamos viviendo, nos indica que vivimos en un mundo diverso y único, nuestras escuelas son homogenizadoras y selectivas, y nosotros los maestros fuimos formados en estas escuelas, por eso la tesis de que “para poder educar el educador necesita reeducarse”, hoy es vigente.
Según López Melero, “la escuela selectiva valora más las capacidades que los procesos; los agrupamientos homogéneos que los heterogéneos; la competitividad que la cooperación; el individualismo que el aprendizaje solidario; los modelos cerrados, rígidos e inflexibles que los proyectos educativos abiertos, comprensivos y transformadores; se apoya en modelos tecnicistas y no en modelos holísticos y ecológicos; se enseñan contenidos académicos, como medio de desarrollar habilidades y destrezas, y no contenidos culturales y vivénciales, como instrumentos para adquirir y desarrollar estrategias que le permitan resolver problemas de la vida cotidiana” (López Melero:1997:38). Al respecto, se reflexionó que para cambiar de actitud ante los problemas de la heterogeneidad es necesario que se tenga el conocimiento, se tome conciencia, se tenga la información necesaria y se sensibilice a todos los actores del proceso del aprendizaje para poder atender y respetar la diversidad que es una necesidad real en las escuelas de todos los niveles educativos de nuestra entidad. El problema de carácter ideológico que enfrentamos, según López Melero, “es la no aceptación de la diversidad como valor humano” , y el problema operativo es quizás la falta de recursos y competencias para enfrentar la rica diversidad de las necesidades educativas del estado. VISION Y MISION DE LA ESCUELA. Después de leer el artículo tercero y fragmentos esenciales de la Ley General de Educación (LGE), en el grupo donde participé, detectamos la necesidad de tener claridad respecto al tipo de sociedad que queremos; el tipo de ciudadano; la escuela que puede formar a ese futuro ciudadano del modelo de sociedad al que aspiramos, y, que habilidades, aptitudes, destrezas y valores hay que promover desde el aula. Comprendimos que la misión , es decir el que hacer, debe estar estrechamente vinculado con el deber ser al que se aspira, sin perder de vista o perder el piso de nuestro ser, es decir de nuestra realidad concreta y dialéctica; por eso anotamos las mismas palabras claves, los mismos conceptos, en la misión y como en la visión del quehacer educativo, a saber: libertad, trabajo, obligación, democrática, nacional, solidaridad, científica, tecnológica, laica, gratuita, integral, investigación, autonomía, equidad, género, responsabilidad, universal, reflexiva, analítica, soberanía, justicia, indígena, cultura, producción, superación, conocimiento, calidad, derechos, valores, cultura, entre otros conceptos que se establecen en nuestra normatividad jurídica educativa. Comentamos además, que es recomendable poner un letrero con la visión de la escuela en un lugar visible para tenerlo presente en todo momento, todos los miembros de la comunidad escolar y así trabajar con esa orientación colectiva de manera cotidiana para tratar de concretar los propósitos planteados en la escuela. Consideramos que una escuela “efectiva” si por esto se entiende una escuela que responda a las necesidades y aspiraciones de la población, debe tener armonía en el personal; disponibilidad en el trabajo; actualización permanente de todos los trabajadores de la educación; responsabilidad; trabajo colectivo; propuestas comunes; liderazgo académico del director; profesionalismo en el trabajo; acuerdos democráticos y por consensos; unidad de propósitos en el personal; consistencia en la práctica; ambiente
físico y social propicio para la labor educativa; equilibrio emocional del maestro; afectividad en las interacciones en el aula; respeto a la diversidad en el aprendizaje; practica flexible; motivación del alumno; cuidar y elevar la autoestima de los educandos; lograr aprendizajes significativos; mejorar el comportamiento de los alumnos; compartir responsabilidades entre todos; liderazgo en el maestro; planificación en el trabajo; seguimiento y evaluación permanente; y la retroalimentación como finalidad principal de la evaluación. ESCUELA INTERCULTURAL Sobre lo anterior, López Melero Plantea, la necesidad de construir una escuela en y para la diversidad, una nueva escuela que responda a un nuevo proyecto de sociedad y de hombre del siglo XXI, una escuela que haga hombres pensantes y sensibles a la diversidad, que enseñe a compartir nuevos significados y nuevos comportamientos de relación entre personas. “La cultura de la diversidad es una manera nueva de educar (se) que parte del respeto a la diversidad como valor” . La escuela nueva que plantea López Melero, para que brinde atención a todos los educandos, la denomina intercultural, porque la considera un termino mas preciso, más global, que hace referencia al cambio no solo en educación especial, sino en educación en general; donde se retome al concepto de diversidad como lo mas natural del ser humano. Si la escuela debe ser el agente de transformación social, como lo señala López Melero, entonces debe estar orientada hacia la construcción de una nueva sociedad, de un hombre nuevo. Una escuela que eduque en y para la diversidad, una escuela sin excluidos, que desarrolle los principios de igualdad, justicia y libertad. ”La escuela comprensiva que aspira a asumir de forma integradora la diversidad es a mi juicio, el germen de lo que ha de constituir una sociedad democrática, pluralista y socializante”. Para López Melero, la educación intercultural debe conducir a lograr la autonomía moral, intelectual y social de todos los educandos; debe garantizar a todos las mismas oportunidades; debe brindar una vida de calidad a todos (as), para tener una vida digna. El planteamiento de López Melero suena muy atractivo y es radical, que entusiasma a todo soñador que ama a su trabajo de educador, sin embargo nuestra realidad escolar es bastante desoladora, en el ejercicio de reflexión critica y autocrítica que hicimos en el grupo acerca de nuestra práctica docente y de las actitudes que asumen los diferentes actores del proceso educativo, señalábamos los siguientes problemas. PRINCIPALES PROBLEMAS DE LOS ACTORES EN EL PROCESO EDUCATIVO Problemas del docente: ser solitario en el trabajo; poco flexible en sus planteamientos; dificultad para realizar trabajo colectivo; se le resta importancia a las materias de educación artística y física, así como las de humanidades; somos egoístas y morosos en la planeación educativa; se nos dificulta escuchar sugerencias y la falta de disponibilidad de los compañeros maestros en la escuela para realizar un trabajo colegiado. En síntesis, pensamos que trabajamos de manera aislada y se nos dificulta enormemente realizar un trabajo colectivo en nuestra titánica labor de educar, debido a la falta de
disponibilidad que tenemos, a la inflexibilidad y al egoísmo. Problemas del alumno: no le gusta leer; no le gusta la escuela; viene porque lo mandan; le gusta más trabajar; vienen sin desayunar; las clases son aburridas; no tiene caso estudiar si no hay empleo. Problemas del personal directivo: Les falta liderazgo; les falta actualización; se aíslan y son autoritarios; se dedican mucho a la administración y olvidan lo pedagógico; No planifican el trabajo escolar; no han sido capaces de hacer un proyecto escolar; los subdirectores y coordinadores temen el rechazo de los directores. Problemas del padre: No nos enteramos de la situación académica de nuestros hijos; no asistimos a las reuniones de padres de familia; no le damos seguimiento a la realización de las tareas escolares de nuestros hijos; no conocemos los amigos de nuestros hijos; no vigilamos a nuestros hijos; no cuidamos que a nuestros hijos no les afecten los problemas que tenemos en la casa con la pareja y no le inculcamos valores a nuestros hijos, como el de la responsabilidad. Al revisar los diferentes roles de los diversos actores en la educación, nos quedan muchas preguntas, como las siguientes: ¿ Cuales son los problemas del Estado?; ¿Cómo abrir los espacios con los diversos sectores para hacer una escuela “efectiva”?; ¿Cómo combatir el desarraigo en las comunidades?; ¿Cómo evitar la sobrecarga de trabajo y el multichambismo del maestro?; ¿Cómo hacer para que todos se actualicen?; ¿Cómo aprender a hablar y a escuchar en la escuela?; ¿Cómo cifrar expectativas con certidumbre de tener campo de trabajo al termino de los estudios de los jóvenes estudiantes?; ¿Cómo rescatar la dignidad de la escuela?; ¿Cómo reeducarnos y aprender a leer y a escribir?; ¿Como elaborar teoría educativa desde la escuela?; ¿Estamos realmente motivados por mejorar nuestra práctica docente o solo venimos por los puntos de carrera magisterial?. Preguntas que sin duda tendrán diversas respuestas en nuestra complicada y difícil, pero también muy satisfactoria tarea de educar, pero en lo que si estamos convencidos: es que la escuela debe estar en permanente cambio para poder responder a las expectativas y necesidades de la vida social de la humanidad. LA ESCUELA QUE QUEREMOS Sobre el tipo de escuela que queremos, nosotros opinamos que queremos una escuela promotora de los valores éticos construidos en milenios de vida social del hombre; que camine con propósitos comunes; con directores lideres, actualizados, honestos, humanos y flexibles; donde asistan alumnos interesados en el aprendizaje; que cuente con padres participativos; donde exista una atmósfera afectiva, buenas relaciones; que tenga suficientes recursos materiales y sea hermosa; una escuela con trabajadores actualizados, con disposición de trabajo y deseos de superación; donde se realicen trabajos colegiados; que tenga proyección social; líder y triunfadora; que priorice lo pedagógico sobre lo administrativo; con trabajadores que tengan amor y vocación en su trabajo; con trabajadores que tengan un buen salario; donde exista un equilibrio entre derechos y obligaciones; que acepte la mirada critica del mundo; dialéctica, democrática y humanista; que eduque para la justicia y la paz. Queremos una escuela que sea capaz de atender la rica diversidad de las necesidades educativas, pero para esto hay que cambiar, generalmente todos pedimos el cambio del otro, sin que nosotros lo hagamos, sin embargo para cambiar el mundo , tenemos que
empezar por nosotros mismos. No basta interpretar la realidad en que vivimos, tenemos que luchar para transformarla, con vocación de servicio y amor a nuestro trabajo. LOS PROBLEMAS A LOS QUE NOS ENFRENTAMOS Los docentes en Chiapas no enfrentamos, según este pequeño grupo de maestros, a la falta de interés de los alumnos en la escuela; falta de recursos apropiados para la labor educativa; en como aprovechar los recursos del medio y estimular a los jóvenes; en los altos índices de reprobación; en el aislamiento del trabajo docente; en la falta de actualización académica y de cursos de superación humana; en la enorme dificultad para elaborar proyectos escolares; en los problemas de aprendizaje en zonas indígenas; en la enorme diversidad cultural de nuestro estado; en los grupos numerosos y la carga de trabajo; y en la falta del presupuesto suficiente para satisfacer las necesidades educativas diversas. Para superar los problemas antes mencionados, reconocimos en este colectivo, que tenemos el deber de actualizarnos y superarnos profesionalmente; de buscar estrategias de aprendizaje que motiven a los alumnos; de realizar trabajos colectivos para mejorar la actividad escolar; de concienciar a los alumnos de la utilidad que tiene para la vida el estudio; de trabajar en torno a un proyecto escolar colectivo donde nos apoyemos mutuamente para superar los problemas que se nos presenten en el aprendizaje y la escuela. El verdadero trabajo colectivo mejora la actividad escolar, donde los maestros conversan frecuentemente sobre la practica docente; evalúan su trabajo recíprocamente; planean, diseñan, investigan, evalúan y preparan juntos el material pedagógico; son docentes abiertos al cambio social. El trabajo colectivo no debe menospreciar al trabajo individual, donde se reflejan las capacidades y creatividad personal; la soledad suele ser tan terapéutica como lo colectivo, se puede realizar una combinación dialéctica para crecer en la diversidad, respetando lo individual en el colectivo (Fullan y Hargreaves: 2000). CONCLUSIONES La política económica imperialista pretende homogenizar la concepción del mundo y de la vida de todos los habitantes del planeta, cuando la diversidad está presente en todos los ámbitos de la sociedad y la naturaleza . Por lo que es necesario arribar a una nueva cultura de la aceptación y respeto de las diferencias, que garantice el respeto de los derechos humanos para todos y todas, aceptando a la diversidad como un valor; como un acto ético de justicia social, en donde todos los seres humanos sean tratados con dignidad y afecto por parte de la sociedad. Todos tenemos derecho a tener una vida de calidad y digna; a ser sujetos activos y concientes de nuestra historia. A vivir en paz, como producto genuino de la justicia social. Se necesita de un mayor presupuesto educativo para hacer cambios en las estructuras e infraestructuras escolares; en la curricula escolar; invertir en la capacitación, actualización y profesionalización de los educadores para que puedan atender la diversidad educativa que se les presente; concienciar a los padres de familia para que participen activamente en el aprendizaje de sus hijos independientemente de sus potencialidades. El problema educativo en general y el de la diversidad en particular nos exige a todos los docentes la necesidad de trabajar colectivamente para superar todas las dificultades que se nos
presenten y realmente eduquemos. Es necesario que los niños con Necesidades Educativas Especiales sean reconocidos como miembros de la sociedad con derecho a la salud, a la educación, al trabajo y a la participación en la vida social. Se necesita abrir el corazón de la escuela a la diversidad humana de la realidad concreta del mundo en que vivimos y educar en la vida, con amor para la vida. BIBLIOGRAFÍA 1. Fullan, Michael y Hargreaves, Andy ( 2000). La escuela que queremos. SEP, México. 2. Ley General de Educación (1993). México. 3. López Melero, Miguel. (2003). Diversidad y cultura. Una escuela sin exclusiones. Material de apoyo de SECH, Chiapas, México. 4. Moreno Moreno, Prudencio, (2001). El valor de los valores en la educación, SEPyC de Sinaloa, México. 5. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. SEP México, DF. México. Primavera de 2003.