REGRESO AL FUTURISMO Filippo Tomasso Marinetti y el Acto de Creación en las Artes Escénicas ( ) Christian David H. Rivera

REGRESO AL FUTURISMO Filippo Tomasso Marinetti y el Acto de Creación en las Artes Escénicas (1909 – 1916) Christian David H. Rivera 1 PONTIFICIA U

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REGRESO AL FUTURISMO Filippo Tomasso Marinetti y el Acto de Creación en las Artes Escénicas

(1909 – 1916) Christian David H. Rivera

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PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES HISTORIA

REGRESO AL FUTURISMO Filippo Tomasso Marinetti y el Acto de Creación en Las Artes Escénicas 1909-1916

Trabajo de Grado para optar al Título de Historiador

Christian David Hurtado Rivera

Carlos Rojas Cocoma Director

Bogotá, 3 de febrero de 2014 2

TABLA DE CONTENIDO

Agradecimientos………………………………………………………………………….…4 Introducción………………………………………………………………………………....5 Capítulo 1 Performance: Chiflidos, Tomates y Puñetazos………………………...…...…..15 1 La Cuestión del Performance………………………………………………………......16 1.1 El Territorio del Teatro…………………………………………………………….…..19 1.2 Las Serate, una declaración de Guerra y Resistencia. La Desterritorialización……………………………………………………………….…...22 Capítulo 2 Hacia un Nuevo Teatro: Líneas de Fuga y Acto de Creación en el Teatro Futurista……………………………………………………………………………..……...37 2 El Proceso de Huida…………………………………………………………….……...37 2.1 Agenciamiento y Territorio en el Teatro Pasatista Italiano…………………………….40 2.2 Las Líneas de Fuga hacia el Teatro Futurista…………………………………….…….43 2.3 El Acto de Creación en el Teatro Futurista. La Reterritorialización…………………...54 Capítulo 3 Marinetti como Bloque Artístico: Manifiestos, Poesía Visual y Declamación Futurista…………………………………………………….................................................66 3 3.1 3.2 3.3 3.4

Los Materiales del Bloque……………………………………………………….……66 Los Manifiestos………………………………………………………………….…….68 La Poesía Visual………………………………………………………….….………...74 La Declamación…………………………………………………………………….....79 La Composición del Bloque………………………………………….……….……….86

Conclusión………………………………………………………………..………………..89 Bibliografía………………………………………………………………………………...90 Anexos……………………………………………………………………………………..96

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AGRADECIMIENTOS

Este corto trabajo de investigación está dedicado a la persona que ha hecho posible mi sueño de ser Historiador del Arte, hablo de mi mamá: Claudia J. Rivera Cobos, a quien debo todas mis posibilidades de ser y de devenir en el mundo. Quiero también expresar un sentido agradecimiento al profesor Carlos Rojas y su noble voto de confianza en mi trabajo. Agradecer su guía, sus correcciones, sus clases, su tiempo y su amistad. No podría nunca olvidar a la hermosa mujer que me presento a Filippo T. Marinetti hace un par de años, y con quien viví los mejores y más felices días de mi vida: Melisa Ramírez Borja. Por último, agradezco al mismo Filippo Tomasso Marinetti cuyo Acto de Creación resiste in infinitum dentro de quienes le reconocemos como un artista sin comparación y dentro de quienes, en su vitalismo excesivo, ciego e incendiario se sanan de la tradición día a día tras las puertas de su Clínica: El Futurismo.

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INTRODUCCIÓN

A pocos meses de conmemorar el centenario de la Primera Guerra Mundial, las palabras de Pierre Renouvin son un aliciente al peso de la compleja tarea que se ha planteado al momento de escoger un tema de investigación como el Futurismo: “En el estudio de todas las grandes ‘crisis’ de la historia, los progresos de la investigación no están solamente ligados al estado de la documentación, sino también al interés que despierten los problemas en el medio en que vive el historiador”1

No es fácil establecer un estado del arte de la Vanguardia que profetizó, saludó y celebró con el pathos más enérgico el primer gran conflicto a escala mundial. Trabajo titánico seria realizar un balance que aborde la producción completa de su historiografía y las diversas líneas de investigación que ella desprende; a esto debe añadirse la limitación que por ahora poseo al no manejar el idioma italiano más que en un nivel básico. De acuerdo a lo dicho por Ferro, mi interés ha sido crucial para no optar por otras posibilidades de investigación más cercanas. El panorama socio-cultural colombiano actual funciona como estímulo para la curiosidad e interés por el Futurismo, ya que al igual que en la Italia de comienzos de siglo XX -donde los contrastes socio-culturales y tecnológicos de norte a sur eran sorprendentes- muchos desequilibrios del mismo tipo son evidentes en nuestra ciudad actualmente. Aun con las dificultades planteadas se ha logrado encontrar un gran número de obras que desde la década de 1980 han rescatado el indudable papel protagónico del Futurismo en la abrupta ruptura que trajo el siglo XX para la historia del arte; luego de que por varias décadas dicho papel estuviese desdibujado a razón de su postrer vínculo con el Fascismo y por supuesto, también, debido a las lecturas profundamente ideológicas que del movimiento hicieron muchos autores.

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Marc Ferro, La Gran Guerra (1914-1918) (Madrid: Alianza Editorial, 1984): 9.

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Las frecuentes asociaciones negativas que suscita el nombre de Filippo Marinetti, nos remiten a su relación -compleja e inconstante- con la Italia fascista sin atreverse a conocer lo revolucionario de su obra artística y mucho menos a reconocer en él a un creador. Gracias a la censura, a la imposibilidad de una perspectiva de más larga duración y a la sensibilidad que despierta un tema tan polémico como el del totalitarismo italiano de Benito Mussolini, gran parte de la literatura del siglo XX sobre el Futurismo –y de facto, sobre su líder-, no ahorró tinta en descalificaciones, ataques, desconocimientos y reduccionismos contra esta vanguardia. Tempranamente, León Trotsky, en la década de 1920, bajo su teleología marxista apuntará hacia el comienzo de una crítica que heredarían otros intelectuales del mismo corte ideológico describiendo al futurismo como: “meandro desertor dentro de la misma entraña burguesa contra su Intelligentsia bohemia parasitaria, estúpida y repetitiva”2

Décadas después, en su libro Las Vanguardias Artísticas del Siglo XX con su respectiva reedición de la década de 1960, Guillermo de Torre afirmaría categóricamente que: “El Futurismo fue programa y no obra… pero lo más grave fue que el futurismo se convirtió en pasado inoperante sin haber llegado a ser con plenitud actualidad vigente […] porque Marinetti fue un grandioso mitómano”3

Encontramos una clásica lectura de lo que, bajo la nueva historiografía sobre el Futurismo, se ha llamado el Publishing Blackout, que se extiende desde la primera posguerra hasta la década de 1960. El Futurismo fue sistemáticamente ignorado y automáticamente eliminado de las discusiones académicas sobre el Modernismo, debido en parte a la doctrina marxista que se inauguró con Trotsky y su Literatura y Revolución, así como a distintas reticencias de la academia: “We must not forget that the superimposition of Fascism on Futurism was often the excuse with which Academia rejected a movement that had attacked and questioned its authority. This academic ban created an inevitable corollary: a

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León Trotsky, Literatura y revolución (España: Izquierda Revolucionaria, septiembre de 2006): 83-86. Disponible en edición digital. Véase http://www.marxismo.org/files/Leon%20Trosky%20%20Literatura%20y%20revoluci%C3%B3n.pdf (consultado el 25 de octubre de 2013). 3 Guillermo de Torre, Historia de las literaturas de vanguardia (Madrid: Guadarrama, 1965): 89-91.

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‘publishing blackout’, even worse than the scholarly censorship reserved to the Futurists, which lasted through the late Sixties and early Seventies.”4

Mario de Micheli, Pontus Hulten, Maurizio Calvesi y Michael Kirby -éste último con mayor énfasis en el performance- llamarían la atención en la década de 1980 sobre aquellas miradas ligeras y su ignorancia en muchos aspectos claves del Futurismo a la hora de analizar la transformación estética vanguardista: “The value of art, however, is not measured by political standards. Appreciation of a piece is not dependent upon knowing the beliefs of its creator. Great art is not necessarily produced by heroes nor are “villains” unable to create major works”5

A poco menos de sus 100 años, el Futurismo ha sido objeto de una revisión y una revalorización como movimiento artístico realmente revolucionario, no sólo dentro de sus responsabilidades con el ascenso del Fascismo6 -la grandiosa obra de Zeev Sternhell, El Nacimiento de la Ideología Fascista, es clara en hacer distinciones- sino también dentro de sus innegables aportes al campo de la cultura europea, especialmente como motor dinamizador de una nueva concepción a propósito del arte. Algunos autores de este revisionismo que se ha extendido hasta nuestro siglo, han planteado tesis con nuevas perspectivas. En la obra de la especialista en Futurismo, Marjorie Perloff de la Universidad de Chicago -quien propone grosso modo en su libro El Momento Futurista a este “fenómeno” como una experiencia general europea y no como un movimiento original italiano- se rescata la inigualable genialidad de Filippo Marinetti para redactar manifiestos, planear estrategias de atención, impactar a la audiencia, sensibilizar y hacer partícipe al público; y lo hace de forma particular:

Beppe Cavatorta, “Back to Futurism: The Ill-Digested Legacies”, Carte Italiane volumen 6, serie 2 (2010): 24. Véase http://escholarship.org/uc/item/3b77j66g (consultado el 20 de octubre de 2013). 5 Michael Kirby, Futurism Performance (New York : Dutton & Co, 1981): 4. 6 En su tesis acerca del origen del Fascismo, Zeev Sternhell identifica el aporte estético, crucial y definitivo a esta ideología como un tercer componente en una triada genética: “A esta combinación de Sindicalismo revolucionario y nacionalismo radical que maduraba en la primera década del siglo, Marinetti aportó, con la publicidad del Manifiesto Futurista en 1909, el entusiasta apoyo del vanguardismo cultural… Marinetti con su sentido de la Escenografía, sabe que para avivar la imaginación de sus contemporáneos, este grito de rebelión debe partir de Paris.”. Sin embargo, reconociendo la genialidad de Marinetti, se pregunta de vuelta ¿Pero qué le aportó el Fascismo al Futurismo? No mucho. Véase Zeev Sternhell, El nacimiento de la ideología fascista (Madrid: Siglo XXI Editores, S. A., 1994): 37-38. 4

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“Como poeta lírico, fue un mediocre simbolista tardío, como pensador, fue casi por completo epígonal, ya que puede rastrearse con facilidad el origen de sus extravagantes afirmaciones en Nietzsche y en Henri Bergson […] Pero como lo que

en

la

actualidad

llamamos

artista

conceptual,

Marinetti

fue

incomparable…”7

Encontramos también los grandes aportes de Gunter Berghaus, profesor de la Oxford University y senior researcher de la Universidad de Bristol, cuyos estudios sobre esta vanguardia en la década 1990, orientan hoy muchas de las nuevas líneas de investigación sobre el tema; sus tres grandes obras han sido Futurism: Between the Anarchist Rebellion and Fascist Reaction, Italian Futurist Theater y Futurism and Politics. El autor comenta sobre la más importante contribución del Futurismo: “The most significant contribution Futurism made to the Arts, is that the always put the user into the center of the creation. The person who looks at the painting, listens to music or watches the play is not consider a passive consumer”8

En este mismo orden, ha sido crucial para este trabajo la publicación Futurism: an anthology de 2011 -la cual cuenta con casi 700 páginas- a cargo de los investigadores Lawrence Rainey, Christine Poggi y Laura Wittman de la Universidad de Yale. En ella se encuentran gran parte de las fuentes primarias que se pretenden trabajar y con la cual se han podido vislumbrar ciertas líneas de investigación actuales del Futurismo, como por ejemplo la mirada hacia el entorno urbano italiano, el Futurismo y la publicidad, el centenario del movimiento, el Futurismo y la Primera Guerra Mundial, el Futurismo como una estética de la protesta, el Futurismo como un pequeño colectivo intelectual, entre otras temáticas que sin embargo siempre apuntan a una reivindicación luego de su entierro tras la mácula del Fascismo: “The concept of the “avant-garde” drove the history of twentieth-century art and culture. Nothing did more to shape that concept than Futurism, the strange phenomenon—cultural historians, groping for words, have typically labeled it a

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Marjorie Perloff, El momento futurista (Valencia: Pre-Textos-Universidad Politécnica de Valencia, 2009): 199-200. 8 Paolo Bruno y Marco Genone, Art Life: The Futurism Revolution [DVD] (Roma: Overcom Srl-Absolute Srl, 7 de octubre de 2013).

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“movement”—that was unleashed by Filippo Tommaso Marinetti on 20 February 1909”9

No menos importante ha sido el trabajo conjunto de Alessandro Ghignoli y la historiadora española Llanos Gómez, quienes en el 2011 publicaron Futurismo. La explosión de la vanguardia, colección de artículos publicados en conmemoración del primer centenario del movimiento, en los cuales se exponen resultados de distintos investigadores en la expansiva onda de la dinamita Futurista. A través de algunas publicaciones académicas de George Mosse y Michael McDonald, se accedió a ciertos datos de la biógrafa más importante de Filippo Marinetti: Claudia Salaris referente de Berghaus, Rainey y Ghignoli-, cuyo trabajo ha sido fundamental, aunque no ha sido traducido al inglés y menos aún al castellano. Finalmente, en el ámbito del performance futurista -el objeto de estudio en este trabajo- la investigación pionera en este campo perteneciente a la vanguardia italiana fue Futurist Performance de Michael Kirby, historiador de la Universidad de Nueva York, junto con la obra antológica de Pontus Hulten, Futurismo e Futurismi, y los trabajos de Maurizio Calvesi y Francesco Mancini a propósito del teatro italiano y el Modernismo en dicho país. Estos aportes fueron fundamentales para el desarrollo de la propuesta de esta investigación, al igual que los estudios de distintos autores que a lo largo de la monografía se irán presentando. Ahora bien, es preciso decir que para este caso específico de las artes escénicas o las artes performátivas -cuestión que será aclarada más adelante-, la Vanguardia italiana en manos de Filippo Marinetti propuso toda una reinvención de la cartografía teatral y puso en práctica su crítica anti-pasatista no sólo replanteando las posiciones arraigadas en la lógica del teatro sino también desbordando su espacialidad. ¿Cómo lograr acceder a ese proceso de la ruptura estética futurista? ¿Cómo leerlo y como aproximarse a dicha revolución opacada por la sombra del Fascismo? ¿Es el campo del performance un espacio apropiado para decodificar el Acto de Creación del Futurismo y su diferencia? Es gracias a esta revisión que en líneas generales podemos encontrar que en la extensa y relativamente nueva literatura sobre el Futurismo, se reconocen sus aportes y la transformación estética que este 9

Lawrence Rainey; Christine Poggi y Laura Wittman, eds., Futurism. An anthology (London-New Heaven: Yale University Press, 2009): 1.

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brindo al Vanguardismo. Sin embargo no se aborda el problema de la crisis de la representación en el teatro y tampoco se encuentra una crítica histórica del arte que evidencie como las serate y el teatro futurista constituyeron un Acto de Creación propiamente en las artes escénicas. Asi, la hipotesis que atravesara este texto será que el Futurismo, en manos de Filippo Tomasso Marinetti, alcanzo el Acto de Creación en el campo de las artes escénicas gracias a un proceso de desterritorializacion del teatro decimonónico. Este mismo proceso posibilito un nuevo territorio para dichas artes, desligándolas de la representación y acercándolas hacia lo que será un espacio de encuentro. Luego del brevísimo -aunque fructífero- recorrido por las anteriores obras, pensaríamos que a estas alturas del nuevo siglo se reconoce el papel protagónico de la vanguardia italiana, mas es en todo caso inquietante como el tema, actualmente, en la misma Italia, continúa siendo tabú. Así lo demuestra un artículo de Beppe Cavatorta para la Universidad de California (UCLA) en el que se analiza la viciada intención de la Neo-Vanguardia europea para desvincularse de los legados futuristas. En una entrevista al artista italiano Arrigo Lora Totino, quien se identifica a sí mismo como un poeta neo-futurista, la historiadora encontró algunas pistas: “D. Do you believe that Futurism in Italy is still underrated? R. Of course. Always. Because of its ties to Fascism. It’s a taboo. Even if Futurism had been founded ten years earlier. D. Whose fault is it? R. The so-called culture of the left has always looked at it and judged it badly for this very reason. Often presump- tively. Without even knowing it. Grade: not classifiable. D. But today this is all water under the bridge. . . R. I don’t know. In any case, then and now, the problem is a different one. . . . D. What do you mean?

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R. I mean that if some of the exponents of the Futurism had not been involved with Fascism, Futurism would still remain insufferable for the Italian academic culture. The problem, in Italy, is and always will be Academia, not the right or the left, Fascism or not. . .”10

Después de esto dejo de ser sorprendente para mí la dificultad que afronte en la aprobación de mi proyecto de grado en el Taller VII y sin perder el ánimo pude continuar con mi trabajo. Así pues, fue en el transcurso de la investigación finalmente donde se encontró un camino para intentar responder a aquellas preguntas -gracias al curso Historiografía General del Arte del profesor Carlos Rojas y su fértil recorrido por algunas teorías estéticas incluyendo los problemas afrontados por Friedrich Schiller, Jacob Burckhardt, Friedrich Nietzsche, Erwin Panofsky y finalmente Gilles Deleuze- y se dio el giro definitivo que tomó este trabajo, pasando de una lectura de la estética hegeliana y su concepto de Zeitgeist, el cual me hubiese acercado muy seguramente a un trabajo en la línea de la tesis de Marjorie Perloff hacia un replanteamiento no sólo del aparato teórico, sino de los objetivos, de la delimitación y las preguntas que permitieron tener un acercamiento al pensamiento estético de Gilles Deleuze. Entonces, nos podríamos preguntar ¿Por qué y con qué intensión tomamos este autor francés para aproximarnos al Futurismo? La respuesta se encuentra en varios puntos, en primer lugar porque intento realizar una crítica histórica del arte. Existe en esta investigación una mirada que busca algo oculto en el Futurismo, apartar el velo de la doxa que, a poco más de cien años, insiste en cubrirlo tras el rostro fascista negándole su categoría de Creación y su posibilidad de ser extensivamente admirado: “Es mi ansia de ver más, de recusar y de atravesar mis limites provisionales, lo que me incita a poner en tela de juicio lo que ya he visto y considerarlo como un decorado engañoso. Así empieza la rebeldía de quienes, para captar el ser más allá de las apariencias, se convierten en enemigos de lo que es inmediatamente visible…”11

En segundo lugar porque Gilles Deleuze es un esteta que se preocupa ampliamente por las posibilidades de vida artística y considera dentro de ello al cuerpo y sus potencialidades Beppe Cavatorta, “Back to Futurism: The Ill-Digested Legacies”, Carte Italiane volumen 6, serie 2 (2010):Véase http://escholarship.org/uc/item/3b77j66g (consultado el 20 de octubre de 2013). 11 Jean Starobinsky, El Ojo Vivo (Madrid: La Torre Liteararia, 2002): 13. 10

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creativas, así como las formas en que el mismo puede ser aprisionado -en afinidad con la emergencia del Futurismo- hay un deseo por la invención y el escape de las convenciones, ambos se preocupan por un nuevo sistema de signos, la vanguardia italiana no es solo destrucción, no es puro Chaos. Y en un tercer, pero no menos importante lugar, porque el debate entre creación y representación puede ser rastreado con detalle gracias a las categorías teóricas propuestas por el pensador francés en el campo del performance o las artes escénicas. Es en este punto que las herramientas teóricas -y por supuesto conceptuales del autor francés, aplicadas a la lectura de la emergencia del Performance Futurista y la aproximación que ellas mismas nos permiten hacer hacia el pasado- me brindan la no muy grande posibilidad de tener algo innovador que decir a propósito del Futurismo y de su creador Filippo Tomasso Marinetti. No se hará esbozo biográfico sobre el autor, pues no hace parte de los objetivos de este trabajo y mucho de lo que se diga, pudiera estar limitado por el acceso a las fuentes primarias de su vida. Sin embargo, parte de su obra artística, en especial de su trabajo en las artes escénicas, a la cual se he tenido acceso como fuente primaria- será el cimiento y el material con el que esta monografía, guiada por la reflexión estética deleuziana, intentará dar resultados que conduzcan cada vez más cerca de la producción intelectual a propósito del Futurismo y las vanguardias del siglo XX. Para la consecuente lectura, fue necesaria una parte de la red conceptual del pensamiento estético de Gilles Deleuze, es decir, el proceso que nos encamina hacia la posibilidad del Acto de Creación en el arte y habrá que comprender esto en relación al debate mismo que el autor plantea en varios de sus obras claves sobre estética, oponiendo a la simple repetición de la generalidad, la ley y la representación: “Hemos visto que repetición y generalidad se oponen desde el punto de vista de la conducta y desde el punto de vista de la ley. Debemos todavía precisar la tercera oposición, la del concepto o de la representación”12

Una repetición que no esté atada a aquella triada y que antes bien sólo sea posible contra la ley moral, así como contra la ley de la naturaleza y la ley que se esconde tras el concepto o

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Gilles Deleuze, Repetición y diferencia (Barcelona: Editorial Anagrama, 1995): 71.

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la representación que tiende a buscar un equivalente para establecer un juicio. En este último aspecto, aquel que nos concierne más, Gilles Deleuze brinda el ejemplo de las ciencias exactas y su dominio por el signo de la igualdad (=). Más aun, nos acerca a su propuesta que libera la repetición para vincularla a la diferencia que es posible encontrar en ella misma como selección particular: “Repetir es una forma de comportarse, aunque en relación con algo único o singular, que no tiene equivalente. Y tal vez esta repetición como conducta externa sea por su cuenta eco de una vibración más secreta, de una repetición interior y más profunda en el singular que la anima […] En todos los aspectos, la repetición es la transgresión. Pone en cuestión a la ley moral, denuncia su carácter nominal o general, en provecho de una realidad más profunda y más artística”13

Es entonces contra la atadura de la representación en las artes escénicas o el performance que leeremos el aporte del Futurismo y la condición de creador que este movimiento le otorgó a Filippo Tomasso Marinetti. Por otro lado, este Acto de Creación será rastreado operativamente bajo las categorías deleuzianas que implican la destrucción de los regímenes de signos o códigos dominantes del lenguaje, es decir, la configuración de territorios vía agenciamientos colectivos y las posibilidades de desterritorializacion vía agenciamientos abstractos para vislumbrar en este caso aquellos elementos que definían el teatro dentro de aquellos presupuestos de la lógica decimonónica. Es curioso encontrar en Diferencia y Repetición la alusión de su autor a un ejemplo que será crucial en este trabajo; se trata del debate que enfrentó a Friedrich Nietzsche contra Richard Wagner: “La ruptura con Wagner no es a causa de la teoría, ni tampoco de la música; concierne al papel respectivo del texto, de la historia… de la luz, de la danza, del decorado en este teatro que Nietzsche sueña […] Nietzsche reprocha a Wagner el haber cambiado y desnaturalizado el “movimiento”: el habernos obligado a chapotear y nadar, un teatro náutico, en lugar de andar y bailar”14

Veremos más adelante que se trata de la crisis de la representación en el teatro y que aquella preocupación y disgusto de Nietzsche será tomada por Filippo Marinetti, quien no 13 14

Deleuze, Repetición y diferencia, 50-53. Deleuze, Repetición y diferencia, 67.

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dará más tregua a ese tipo de teatro pasatista y violentamente irrumpirá en este territorio liberándolo de la lógica que lo aprisionaba, lógica que remitía más a Apolo que a Dionisos. El primer capítulo de este trabajo estará enfocado en primer lugar a limitar lo que entenderemos por performance o artes escénicas articulando algunas propuestas teóricas con la conceptualización que Deleuze realiza al acercarse a la reflexión en este campo. Seguido de ello, se realizará un breve recorrido por las dos tendencias dominantes que se apoderaron del teatro decimonónico, haciendo de este un territorio aprisionado por la racionalidad burguesa y un digno ejemplo de repetición subordinada a la representación, para más adelante proceder a identificar tentativamente los tipos de agenciamientos que se presentaron en el violento camino hacia la desterritorializacion que se llevó a cabo gracias a la voluntad y por supuesto, al deseo producido por lo que veremos será la maquina teatral marinettiana. En el segundo capítulo, luego de haber visto cómo los Elementos de Poder que aprisionaban al teatro son reducidos por los futuristas y sus inigualables serate en el proceso de desterritorializacion; se intentará vislumbrar ese proceso de huida con un acercamiento más enfático al territorio del teatro italiano para los días de Filippo Marinetti, haciendo así más fácil la comprensión de la expansión que las Líneas de Fuga trazaron en el panorama artístico europeo, convirtiendolas en una tierra fértil para los devenires que gracias a la liberación futurista tomó el teatro escapando de la repetición sin potencialidad creadora. Este capítulo se cerrará luego de haber hecho evidente, por medio de ejemplos, el Acto de Creación de Marinetti en el ámbito de las artes escénicas, creación que será entendida tanto como la producción de una repetición selectiva como la creación de un nuevo territorio para el teatro. Finalizando el trabajo, he diseñado el tercer capítulo como una extensión que puede aplicarse al capítulo 1 y al capítulo 2, ya que su objetivo será, bajo la concepción deleuziana del arte, demostrar de que forma la máquina de Filippo Marinetti logr’o reunir en sí mismo las técnicas y los materiales combinados para hacer de él un devenir-artista en un bloque que capta las fuerzas de sus intenciones de transgresión y renovación en sus manifiestos y su poesía-visual, casi inseparable de su declamación performática. Esto con el fin de consolidar y reforzar el objetivo de demostrar el Acto de Creación futurista. 14

PERFORMANCE: Chiflidos, Tomates y Puñetazos

“… nosotros enseñamos el placer de ser abucheados. Tengo la alegría de saber que mi talento nunca será enterrado bajo un muy fuerte aplauso.” Filippo Marinetti

“Marinetti’s nature, in other words, contained many of the sturdier ingredients of Renaissance virtú” R. Flint

La obra artística de Filippo Tomasso Marinetti incluyó su irrupción en las artes escénicas. Mediante distintas técnicas innovadoras, el teatro Futurista logró el Acto de Creación gracias a su declaración de guerra y resistencia efectiva al teatro burgués pasatista, proporcionando un nuevo territorio para la concepción de dichas artes a comienzos del siglo pasado. ¿En qué consistió este proceso de desterritorialización para las artes escénicas? Es desde el pensamiento estético de Gilles Deleuze y la reflexión que éste realiza en el campo del teatro con respecto a la posibilidad de creación en el arte 15 -así como de su capacidad de resistencia y su potencialidad como espacio de encuentro en el performance-, que resulta factible sustentar, con la acción de los futuristas guiados por Marinetti, las innovaciones de este movimiento y sus aportes a las artes escénicas en el panorama europeo.

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Es de gran importancia para este trabajo la conferencia Gilles Deleuze on Cinema - What is the Creative Act? (1987), realizada por Deleuze acerca de la creación de una idea en el cine; si bien el séptimo arte no es el objeto de este trabajo, las formulaciones con respecto al Acto de Creación que realiza en la parte final de la conferencia, pueden ser aplicadas al teatro. Véase Gilles Deleuze, Gilles Deleuze on Cinema - What is the Creative Act? [Video] (París: LA FEMIS-Cahies Multimédia du Ministère de la Culture et de la Communication, 1987). Disponible en http://www.youtube.com/watch?v=7DskjRer95s (consultado el 14 de septiembre de 2013).

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1. La Cuestión del Performance Definir lo que actualmente conocemos como performance, así como profundizar en el debate sobre el mismo, resulta complejo. Es por esto que para la finalidad de este trabajo y con la intención de sustentar la propuesta realizada, la acepción de Performance que desarrollaremos aquí no pretende rivalizar ni ser usada en oposición a teatro, a happening, a artes escénicas o eventualmente la serata. El Performance será un término que engloba y que nos permite trabajar el teatro, las serate, las declamaciones, las golpizas y demás propuestas escénicas futuristas como sub-categorías para nuestro análisis. ¿Cómo se entenderá el Performance? Para aproximarnos a este complejo término podemos recurrir a algunos especialistas en los performance studies a saber: Richard Schechner, Marvin Carlson y Roselee Goldberg, para luego articular su propuesta con la reflexión deleuziana. El historiador Richard Schechner caracteriza al Performance de la siguiente manera: “a ‘broad spectrum’ or ‘continuum’ of human actions ranging from ritual play …the enactment of social, professional, gender, race, and class roles”16. Su visión no es tan lejana de la concepción de Roselee Goldberg, quien nos propone lo siguiente: “La Historia de la performance art en el Siglo XX es la historia de un medio permisivo y sin límites fijos con interminables variables, realizadas por artistas que habían perdido la paciencia ante las limitaciones de las formas de arte más establecidas, y decidieron llevar su arte directamente al público. Por esta razón su base ha sido siempre anárquica...”17

En oposición o contraste a esta primera perspectiva, Marvin Carlson dice lo siguiente: “an essentially contested concept being perpetually redefined not only by performance studies, but within a host of other fields –particulary as part of what has been described as the ‘performative turn’ in the social sciences”18

Este debate que intenta definir, limitar o simplemente dejar abierta la posibilidad de analizar cualquier aspecto de nuestra vida social como un performance, continúa 16

Richard Schechner, Performance Studies: An Introduction (New York-London: Routledge segunda edición, 14 de junio, 2006): 2. 17 Roselee Goldberg, Performance Art (Barcelona: Destino, 2002): 9. 18 Marvin Carlson, Performance: A Critical Introduction (London: Routledge. 1996): 5.

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nutriéndose en nuestros días. Por ahora, haremos énfasis en la aproximación de Schechner quien también considera el performances como una “Self-conscious activity, performing is ‘showing-doing’…pointing to, underlining, and displaying-doing”19. En afinidad con Schechner y Goldberg, para Deleuze la cuestión de las artes performativas está ligada a su caracterización y a su atributo de poseer en su ontología la capacidad de un constante desarrollo, un constante movimiento, lo que para Schechner es un continuum de las acciones humanas y para Goldberg es un medio artístico permisivo y sin límites; es una variación continua en un plano inmanente para el filósofo francés20, un encuentro por el que debemos entender: la oportunidad de acceder a formas y posibilidades creativas de vida que permiten escapar de la representación o el cliché: “Further, having come to appreciate the rolled played by routinely marginalized sensation, it makes sense, as Deleuze suggests, to seek out novel encounters with the intent of being open to new sensations, to access creatively productive possibility […] The encounter is not entertainment, but intellectual discovery, an escape from philosophy through philosophy”21

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Schechner, Performance Studies, 28. Esta relación entre los dos autores se encuentra más detallada en la introducción del libro Deleuze and Performance, obra compilatoria de ensayos a cargo de Laura Cull. La intersección que la autora descubre entre estas concepciones se encuentra en dos categorías claves a la hora de abordar el performance tanto en Deleuze como en Schechner; se trata del movimiento y el “liveness”. Véase Laura Cull, ed., Deleuze and Performance (Deleuze Connections) (Edinburgh: Edinburgh University Press, 21 de mayo de 2009): 3-4. 21 Charles Stivale, Gilles Deleuze Key Concepts, (Quebec: McGill-Queen’s University Press. 2008): p. 139. 20

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Descripción nostálgica de la inocencia de la Infancia, Performance realizado por el artista Mike Kelly (1990)22

El texto que nos introduce hacia la reflexión deleuziana sobre el performance es un ensayo realizado por Deleuze en cooperación con el director de cine italiano, Carmelo Bene23; se trata de “One less Manifesto”, el cual propone el teatro y las artes escénicas como espacio de encuentro que difiere del Teatro de la Representación, el cual implica una imposición, una predisposición y una subordinación condicionada por lo que Deleuze llama los elementos de Poder, es decir, aquello que resulta siempre fijo, la estructura: PúblicoActores-Escenario. Es preciso prescindir de estos elementos para alcanzar el objetivo del non-representational theater24: el vehículo o la máquina que nos pone en contacto con lo real: un teatro de la presencia, de la variación continua. Pero, si el problema es la Representación, ¿Cómo romper con ella en el escenario? ¿Cómo crear las condiciones para un Teatro de la Presencia? Gilles Deleuze propone tres pasos para ello. El primero, deducir los elementos fijos, es decir, los elementos estables o inmóviles de la escena, su lógica de representación; el segundo, consiste en disponer todo en una constante variación, eliminar los aspectos prefabricados del teatro, dicha estructura inmóvil, hierática. Por último se debe trasponer todo a su estado mínimo para lograr el teatro de la presencia y en palabras del autor: devenir imperceptible25. Los demás puntos claves del trabajo de Deleuze sobre de la variación continua en las artes escénicas, aquello relativo a suprimir los Elementos de Poder, se fijan en la intención de transgredir el territorio: “…his strength in transcending the division between autor/actor/stage/director, which Deleuze called Bene’s actorial machine”26, es decir, la Máquina Actoral de Bene en

22

Hal Foster, El retorno de lo real. La Vanguardia a finales de siglo (Madrid: Ediciones AKAL, S. A., 2001, 31 de octubre de 2001): 181. 23 Deleuze y Bene se conocieron en París en 1975 gracias a Jean-Paul Manganaro un amigo en común; entre 1975 y 1979 se dio la colaboración mutua en asuntos de la teorización de las artes visuales, especialmente en el cine. Fruto de ello es el ensayo referido “One Less Manifesto” y la obra Superpossitions. Véase François Dosse, Gilles Deleuze and Félix Guattari: Intersecting Lives (New York: Columbia University Press, 2010): 446-447. 24 Gilles Deleuze, “One Less Manifesto”, en Timothy Murray, ed., Mimesis, masochism & mime (Michigan: University of Michigan Press, 1997): 253. 25 Deleuze, “One Less Manifesto”, Murray, Mimesis, masochism & mime, 246. 26 Dosse, Gilles Deleuze and Felix Guattari, 447.

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analogía a la Maáquina Literaria de Marcel Proust27, ambas máquinas abstractas concebidas como productoras de deseo y de nuevos agenciamientos, liberadoras de distintos devenires para la vida con las que se pueden enfrentar las identidades fijas o molares que atraviesan a los individuos, así como lo hace con los territorios : “That abstract machine composes itself and then informs assemblages: ‘within the dimensions of the assemblage, the abstract machine, or machines, is effectuated in forms and substances’. And so we are not just dealing with an assemblage, but a regime of assemblages […] I enter into an assemblage of language, a collective assemblage of enunciation –acts, statements, incorporeal transformations attributed to bodies- which makes some statements possible and others not.”28

Cabe recordar que para Deleuze, aquel deseo liberado es agenciado por “máquinas” que poseen una potencialidad productiva y constructiva, capaces también de huir y crear nuevos territorios; como veremos será el caso de Filippo Marinetti con respecto al teatro. Dadas estas condiciones para apreciar y advertir en el Performance la posibilidad del Acto de Creación artística29 como encuentro, resistencia y fuga del territorio -en nuestro caso del teatro burgués decimonónico-, veamos cómo los futuristas y su propuesta para la renovación del arte realizaron un verdadero Acto de Creación dentro del panorama artístico de la Europa de comienzos del siglo XX, específicamente en el campo de las artes escénicas o el Performance. La Revolución Futurista en manos de Filippo Marinetti tuvo lugar en la guerra que el artista italiano le declaró al drama pasatista, ruptura con el territorio del teatro que -dominado por un lado por su corriente intelectualista/racional y por otro, en la corriente totalizadora/romántica-, develó nuevas fórmulas para concebir la escena en el arte así como dotó a la misma de dinamismo, de escape, de un verdadero encuentro y de acción. “Según Deleuze, el héroe proustiano se enamora para poder dar rienda suelta a su deseo de estar celoso. En este aspecto, en tanto novela de aprendizaje, ‘En busca del Tiempo Perdido’ no mira hacia el pasado sino hacia el futuro… Estas transversalidades tienen el efecto de hacer posibles los encuentros, de suscitar nuevos flujos sin que peligre la existencia de la pluralidad”. Véase François Dosse, Gilles Deleuze y Feliz Guattari: Biografía cruzada (Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2009): 164-167. 28 Charles J. Stivale, Gilles Deleuze. Key Concepts (Montreal: McGill-Queen’s University Press, 2008): 8586. 27

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1.1 El Territorio del teatro En lo que respecta al panorama del teatro para comienzos del siglo XX, podemos apreciar de forma general dos corrientes que se habían adueñado de este espacio cultural y de este lugar de entretenimiento, desde el ascenso de la clase burguesa -y la expansión de sus valores hacia todas las artes- a lo largo del siglo XIX. En primer lugar, es preciso advertir que a raíz de la transformación cultural del Siglo de las Luces, el teatro europeo -en un afán de depuración y entrega a la Razón-, quiso desprenderse de algunos elementos constitutivos de su propia naturaleza como bien lo fueron el canto, la música, la danza, entre otros, en favor de una experiencia racional y pasivamente aprehendida, lo que coincide con el proceso de aburguesamiento de las artes escénicas. Dicho proceso comienza con el NeoClasicismo propio del arte de la Ilustración y se consolida con el Romanticismo como reacción, aunque en manos de la misma capa social. José Ortega y Gasset escribiría lo siguiente con respecto a este desarrollo y a la aparición de las vanguardias: “El Romanticismo ha sido por excelencia el estilo popular. Primogénito de la democracia, fue tratado con el mayor mimo por la masa. En cambio el Arte Nuevo tiene a la masa en contra suya y siempre la tendrá. Es impopular por esencia; más aún, es anti-popular”30

Asistimos a la configuración de un territorio, el territorio del teatro decimonónico, en donde es necesario acudir a una definición sintética sobre este complejo concepto desarrollado en conjunto por Gilles Deleuze y Félix Guattari en su obra Capitalismo y Esquizofrenia: “El Territorio envuelve siempre, al mismo tiempo…, una dimensión simbólica, cultural, a través de una identidad territorial atribuida por los grupos sociales, como forma de ‘control simbólico’ sobre el espacio donde viven (siendo también por tanto una forma de apropiación), y una dimensión más concreta, de

30

José Ortega y Gasset, La deshumanización del arte y otros ensayos estéticos (Madrid: Talleres Gráficos Ediciones Castilla-Revista de Occidente, 1967): 17.

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carácter político disciplinar: una apropiación y ordenación del espacio como forma de dominio y disciplinamiento de los individuos”31

Así podemos entender claramente cómo el teatro estará asociado a un espacio de reflexión íntima o a un círculo para compartir las crisis existenciales del intelectualismo, como se puede apreciar en las obras de Antón Chejov, Henrick Ibsen, August Strindberg o Maurice Maeterlink. Esto evidencia en parte la subordinación del teatro al campo literario32. Como respuesta a esta extirpación de los elementos constitutivos del teatro, surgió otra corriente más relacionada con la reacción romántica a la que se refiere Ortega y Gasset; hablamos de la intención de un grupo de artistas por recobrar la unidad y la idea de totalidad en la obra. Uno de ellos fue Richard Wagner, influenciado por la obra de Friedrich Nietzsche, El Nacimiento de la Tragedia: “El Occidente hizo un inventario de sus existencias. Richard Wagner ya lo había hecho para el escenario de ópera. Su ideal de obra artística total ocupó a los estetas de Europa y América”33

Aunque en su intento de obra total Gesamtkunstwerk, Wagner -en opinión de Nietzscheterminaría subordinando a esta misma bajo la música, debido a su incapacidad de sensibilidad frente a la escenografía y la danza dionisiaca34. Aun cuando estas dos corrientes del teatro difieren diametralmente en cuanto a contenido, su cartografía es la misma. Existe un grupo de artistas que, inspirados en ciertos ideales, llevan sus propuestas al escenario donde los aguarda un público ávido de reflejarse en la obra, de identificarse con los personajes, de disfrutar un momento de reflexión, de obtener los mejores asientos bien sea para meditar sobre las miserias de la existencia o para

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Félix Guattari y Suely Ronik Micropolítica. Cartografías del deseo (Madrid: Traficantes de Sueños, 2005): 323 32 En su obra Las reglas del arte, Pierre Bourdieu describe que el campo literario está compuesto por varias dimensiones en las que se encuentran: el autor, el texto, el editor, el crítico, las revistas literarias y el público lector. Véase Pierre Bourdieu, Las reglas del arte: génesis y estructura del campo literario (Barcelona: Anagrama, 2005). 33 Margot Berthold, Historia social del teatro, Vol. II (Madrid: Ediciones Guadarrama-Punto Omega, 1974): 229. 34 “… mi pie exige de la música, ante todo, que lo arrebate, como el andar, caminar o bailar bien hechos… Richard Wagner quería otra clase de movimiento y desechó lo que fuera hasta entonces presupuesto fisiológico de la música. Nadar, flotar y ya no andar ni bailar, con eso quizás queda dicho lo decisivo.” Véase Friedrich Nietzsche, Nietzsche contra Wagner (Madrid: Ediciones Siruela, S. A., 2002): 80-83.

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extasiarse con los héroes míticos. Igualmente, el artista espera un fuerte aplauso o un extendido reconocimiento que glorifique su trabajo. Filippo Marinetti leyó muy bien esta situación y sintió la necesidad de escape, de fuga, de creación. “Los escritores que pretendieron renovar el teatro (Ibsen, Maeterlink, Andrejeff, Paul Claudel, Bernard Shaw) no pensaron jamás en llegar a una verdadera síntesis, librándose de la técnica que implica prolijidad, análisis meticuloso, lentitud preparatoria. Frente a la obra de estos autores el público adopta una repugnante postura de un corro de holgazanes que sorbe su angustia y su piedad… El aplauso-sollozo que finalmente estalla, libera el estómago del público de todo el tiempo indigesto que ha tragado”35

Aquí el teatro, cualquiera que sea su temática y sus ideales, se encuentra limitado por la significación de su cartografía, es decir, la lógica en que se desarrolla la práctica de ir al teatro y los agenciamientos colectivos de enunciación consolidados por la misma. Así, se puede hablar del territorio decimonónico del teatro. Es importante aclarar que, tanto el agenciamiento como el territorio son conceptos simbióticos, relacionales y dependientes en el pensamiento deleuziano. Ambos son tomados de la disciplina geológica y hacen referencia a la configuración de sentido en los espacios donde se desarrolla nuestra vida social. Deleuze y su compañero de trabajo Félix Guattari, nos explican la funcionalidad de estos dos conceptos en Mil Mesetas: “Todo agenciamiento es en primer lugar territorial. La primera regla concreta de los agenciamientos es descubrir la territorialidad que engloban, pues siempre hay una. El territorio excede a la vez el organismo y el medio, y la relación entre ambos; por eso el agenciamiento va más allá también del simple ‘comportamiento’”36

El territorio arraigado y agenciado en la lógica del entretenimiento y la contemplación, de la complacencia para con el público, del ensimismamiento y la introspección, está lejos de ser un campo de batalla por lo menos entre sus elementos de Poder estáticos que mantienen

35

Filippo Tommaso Marinetti, Manifiestos y textos del futurismo (Buenos Aires: Editorial Quadrata, 2007): 34. 36 Gilles Deleuze y Felix Guattari, Mil mesetas. Capitalismo y Esquizofrenia (Valencia: Pre-Textos, 1997): 513.

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la estructura Público-Actores-Escenario, atacada por la máquina teatral de Marinetti y sus amigos futuristas.

1.3 Las Serate, una declaración de Guerra y Resistencia. La Desterritorialización Una vez arrojada al mundo entero la voluntad futurista “É dall’Italia, che noi lanciamo pel mondo questo nostro manifestó di violenza travolgente e incendiaria, col quale fondiamo oggi il ‘Futurismo’…”37, no quedaba otra cosa que ponerla en práctica para atacar al Teatro Pasatista, digno representante de un agenciamiento colectivo de enunciación -dominante como lo son este tipo de agenciamientos pertenecientes a un régimen de signos- en un territorio configurado. La alarmante, cautivadora y frenética declaración desde el epicentro cultural europeo, París, debía ser constatada. Así, las Serate, termino en plurar del vocablo italiano serata, - el cual hace referencia a una velada o un atardecer- eran encuentros con diferentes intervenciones artísticas como: poesía, conciertos, discursos y actos no muy elaborados donde se buscaba dar a conocer las premisas del Futurismo. Estos espacios fueron pensados por Filippo Tomasso Marinetti también para llevar a cabo su propuesta de renovación del arte en su país a la vez que enfrentaba la declaración de guerra a la tradición artística y expandía su mensaje por toda la “Vieja Italia”, de la cual él sería su liberador38: “Admirar un cuadro antiguo es verter nuestra sensibilidad en una urna funeraria”39.

Es importante en este punto rescatar la influencia que tuvo sobre Marinetti el artista Alfred Jarry, quien en París hacia 1888, ya había escandalizado al público con la presentación de su Ubu Roi, donde un personaje decía la palabra: “mierda”; episodio que desdibujaba por

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Guido Davico Bonino, Manifesti Futuristi (Milano: Rizzoli, 2009): 43. En un reciente trabajo, el antropólogo e historiador del arte colombiano Carlos Granés ha sustentado como tesis, en la Universidad de Berkeley, California, su propuesta del triunfo de las vanguardias en el desarrollo del arte contemporáneo, en oposición al objetivo político de las mismas el cual sí fue un concreto fracaso. No en vano su texto comienza con un primer capítulo titulado “Fétida gangrena de profesores, arqueólogos, cicerones y anticuarios: La Revolución Futurista 1909-1931”, que trata sobre el papel liberador de Marinetti para con la “Vieja Italia”. El autor anota: “Los tesoros culturales de Italia, aquellos que enorgullecían a los amantes del pasado, eran la principal causa del adormecimiento italiano. La nación que lo había inventado todo, que había dominado el mundo y engendrado la más bella lengua de la humanidad, se había convertido en un pueblo de hoteleros, camareros, cicerones, proxenetas, gondoleros, y anticuarios”. Véase Carlos Granés El puño invisible (Bogotá: Taurus, S. A., 2012): 22. 39 Filippo Marinetti, Manifiestos y Textos del Futurismo, (Buenos Aires: Grupo Editor Quadrata 2007): 25. 38

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su “obscenidad” el trasfondo de la obra de Jarry, una más incisiva crítica al poder político, encarnado en un déspota rey que hasta se convertía al anarquismo para que los súbditos le obedeciesen.

Escenas de Ubu Roi, por Alfred Jarry (1888) Deleuze dedicaría un ensayo a Alfred Jarry titulado “Un precursor desconocido de Heidegger: Alfred Jarry”, posteriormente publicado en Crítica y Clínica40. Aun cuando son varios los autores que resaltan este elemento casi sugiriendo un plagio -el mismo Marinetti enfrentó esta acusación por parte del crítico Henry Hirsch a quien el artista italiano hirió un brazo en un duelo con espadas, derrotándolo y haciéndose llamar desde entonces como La cafeína de Europa-, habría que considerar que la profundidad de las intenciones entre Jarry y Marinetti -amigos y viejos conocidos de la escena artística parisina-, no era la misma y menos si consideramos la hipótesis de Lawrence Rayney a propósito de la particular emergencia del Futurismo, que si bien no intenta sustentar exactamente la propuesta de esta investigación, sí está bastante relacionada: “Futurism had done something startling. It had revealed the power of a new type of intellectual formation: a small collectivity, buttressed by publicity and 40

Gilles Deleuze, Crítica y Clínica (Barcelona: Editorial Anagrama S.A. 1996): 99-128.

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spectacle, that could produce cultural artifacts that spanned the spectrum of the arts and were constructed in accordance with a coherent body of theoretical precepts grounded in not just arbitrary aesthetic preferences, but a systematic reading of contemporary society”41

De izquierda a derecha: Filippo Marinetti y Henry Hirsch42

De esta forma, también observamos que Ubu Roi no constituye una desterritorialización del teatro, pues sus presentaciones fueron seriadas, su repertorio siempre fue el mismo y la lógica de la espacialidad teatral no se quebró. Veamos de qué forma los futuristas sí alcanzaron este proceso.

La primera gran Serata fue planeada por Marinetti en el ojo del huracán reconociendo la situación de su país, envuelto en un ambiente social y político febril. Pero detengámonos un momento para vislumbrar un poco el background socio-político del periodo de irrupción del Performance Futurista, es decir, la Italia de Giovanni Giolitti, el primer ministro italiano que llevo las riendas del país desde 1892 hasta el ascenso de Mussolini al poder, con breves interrupciones. Éste mandatario es descrito por el italianista Harry Hearder como un

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Lawrence Rainey; Christine Poggi y Laura Wittman, eds., Futurism. An anthology (London-New Heaven: Yale University Press, 2009): 15 42 Para aquella época era normal la defensa del Honor en duelos pactados, es famoso también el duelo que enfrento a Marcel Proust contra Jean Laurrain en 1895.

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personaje que en política era bastante moderado y conciliador43, aun cuando tuvo que afrontar periodos turbulentos con revueltas de subsistencia, huelgas, enfrentamientos entre las clases populares, la policía y demás manifestaciones propias de la radicalización por parte de la población. Su política siempre trató de lograr un acercamiento entre obreros y patronos, anarquistas y clericales, nacionalistas y parlamentaristas, cuestión que posiblemente lo tuvo por mucho tiempo en el poder. Como vemos, esta falseada estabilidad socio-política de Italia, era desmentida por la radicalización y polarización del país, así como lo era en términos de progreso cultural de sur a norte44, cuestión que Marinetti supo leer muy bien y que lo incentivó a recorrer los teatros de Italia llevando la voz del Modernismo.

El primer blanco del performance futurista, fue puesto en el teatro municipal Politeama Rosetti de la ciudad de Trieste el 12 de enero de 1910, a poco menos de un año de la publicación de su Manifiesto y con el primer grupo de futuristas, entre los que se encontraban Giacomo Balla, Armando Mazza, Gino Severini, Bruno Corra, los poetas Palazzeschi, Paolo Buzzi, Luciano Folgore y el músico Balilla Pratella, entre otros. Trieste, ciudad fronteriza, simboliz’o en aquella oportunidad, el corazón del rancio conflicto territorial entre la recién unificada Italia y el Imperio Austro-Húngaro, traduciendo la euforia del irredentismo italiano. Allí, Marinetti declamó a la población -repartida entre italianos y austriacos- sus consignas beligerantes, su llamamiento a la guerra y su desprecio por la tradición, al tiempo que provocó lo que deseaba: una revuelta, quemando banderas austriacas en este punto neurálgico: “The austrian police, or ‘walking pissoirs’ as they were abusively called, took note of the proceeding and the Futurist reputation as troublemakers was made. An official complaint by the austrian consulate was delivered to the italian

Ver: “Giolitti y la construcción de la Democracia (1892-1914)” en: Harry Hearder, Breve Historia de Italia, (Madrid: Alianza Editores, 2003): 260-280. 44 Podemos evidenciar esto con las siguientes cifras: para 1901 eran bastante dispares los niveles de analfabetismo en la Península, en el Piamonte solo se contaba con el 18% de población analfabeta, en Lombardía el 22%, en la Toscana el 48% y el contraste más fuerte en el sur donde Calabria contaba con el 79% de población analfabeta pese a la campaña educativa del gobierno de Izquierda de Depretis entrada ya la década de los 70 de ese siglo. Ver: Cipolla, C. Literacy and Development in the West, ( Londres: Oxford University Press 1969): 19. 43

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goberment, and subsequent Futurist Evenings were closely watched by large battalions of police”45

El artista italiano también preparó la declamación de su manifiesto y lanzó sus consignas a un público que no estaba para nada habituado a ser considerado dentro de la presentación más que como un simple espectador: “Finally, poems were read by various writers. At one point toward the end of the serata, several Austrians stood up to leave: ‘But powerful youth triumphed over them’, Marinetti later recalled. ‘All the young men rose to their feet, shouting and shaking their fists. The Austrians sank back into their sepulchral seats.’”46

Un mes más tarde, el 12 de febrero se celebró la segunda velada futurista en el Teatro Lírico de Milán. Los jóvenes artistas atacaron el teatro tradicional con la máquina teatral marinettiana que les permitía disponer las condiciones de un encuentro; esta serata fue un fuerte golpe para aquel teatro de la representación y sin duda los futuristas se acercaban cada vez más hacia un non-represetational theater en palabras de Deleuze. “El acto celebrado en el Teatro Lirico el 12 de Febrero acabó totalmente fuera de control. Junto a la explicación de los objetivos futuristas y la lectura tanto del manifiesto fundacional como de diversos poemas, la introducción de la discusión antiaustriaca, candente en aquellos momentos en Italia, provoco reacciones tumultuarias en el público. Avivada por las provocadoras consignas futuristas y por los abucheos y los comentarios de los espectadores, la situación fue subiendo de tono… Los artistas se vieron obligados a interrumpir la velada en el teatro pero el alboroto todavía continuo algún tiempo en la calle”47

Casi dos meses después de la primera serata, tuvo lugar la velada futurista de Turín el 8 de marzo en el Teatro Chiarella. Allí aparecerían los pintores más destacados y recién integrados al movimiento: Umberto Boccioni, Carlo Carra y Luigi Russolo48, éste último 45

Roselee Goldberg, Performance Art: From Futurism to the Present, (New York: Thames & Hudson. 2007) : 13. 46 Lawrence Rainey; Christine Poggi y Laura Wittman, eds, Futurism. An anthology (London-New Heaven: Yale University Press, 2009): 10. 47 Silvya Martin, Futurismo, (Madrid: Taschen, 20011): 9-10. 48 Lawrence Rainey y Christine Poggi comentan como estos tres personajes insignia del Futurismo acudieron conjuntamente a la casa de Marinetti para exponer su acuerdo con las ideas marinettianas y aportaron su genialidad a la pintura futurista. Los tres artistas residían en Milán y provenían de contextos muy distintos;

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precursor de El Arte de los Ruidos, la música futurista por excelencia. En esta ocasión, se leyeron un par de manifiestos con declamaciones provocantes y desafiantes. La guerra contra el público pasatista, mediante la máquina teatral, había comenzado: “The Reputation of the Futurists preceded them, and the audiences knew what to expect: Bruno Corra tells of that small vegetable store that dramatically reversed its bad fortune for the day and sold out its entire stock when, just before closing time, people attending the Futurist presentation at a nearby theatre rushed in for missiles”49

Con respecto a esta misma serata, Boccioni, quien años más tarde llegaría a ser el pintor más importante del Futurismo, también escribiría: “El 8 de Marzo, desde el escenario del Teatro Chiarella de Turín, lanzamos ante un público de tres mil personas –artistas, escritores, estudiantes, y curiososnuestro primer manifiesto, bloque enérgico y lirico, que contenía todas nuestras profundas nauseas, nuestros desprecios altaneros y nuestras rebeldías contra el adocenamiento académico y pedante… La asonada de Turín ha quedado en la memoria de todos. Cambiamos allí casi tantos puñetazos como ideas defendiendo de una muerte fatal el genio del Arte Italiano”50

Días después en la misma ciudad, pero en otra locación, el colectivo futurista realizó una velada inolvidable, como lo eran todas para Marinetti, quien escribió en una corta autobiografía en forma de poema:

Boccioni era hijo de un servidor publico y había comenzado a estudiar artes, Carlo Carra era hijo de artesanos y trabajaba como decorador de interiores y pintor de casas, y finalmente Russolo provenía de una familia de músicos, de ahí que, luego de incursionar en la pintura, se dedicara a la experimentación musical para el movimiento futurista junto con Balilla Pratella. Carlo Carra recuerda el encuentro de los 3 artistas con Marinetti: “We were directed into a parlor that was luxuriously adorned with rich Persian rugs, and we found Marinetti to be cordial and effusive. After a long discussion about the situation of art in our country, we decided to launch a manifesto di- rected to younger Italian artists. . . . The next morning Boccioni, Russolo, and I gathered in a café by the Porta Vittoria, near to all our houses, and we enthu- siastically sketched a draft of our appeal. Getting a final draft was rather laborious; all three of us worked at it the whole day. In the late afternoon we went to Marinetti’s house and continued to work on it with him and his secretary, Decio Cinti” Ver: Lawrence Rainey; Christine Poggi y Laura Wittman, eds., Futurism. An anthology (London-New Heaven: Yale University Press, 2009): 7-8. 49 Michael Kirby, Futurism Performance, (New York: Dutton & Co. 1981): 14. 50 Filippo Marinetti et al. Trad. Millosz, Manifiestos y Textos del Futurismo, (Buenos Aires: Grupo Editor Quadrata 2007): 47.

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“En el escenario del Teatro Alfieri de Turín defiendo el drama ‘La donna é mobile’ injuriando a los que me silbaban. Velada futurista con Boccioni, Palazzeschi, Russolo, Carra, Mazza, Altomare, Folgore, Balla, Janelli, Cangiullo.

Violentas

manifestaciones

de

desprecio

a

los

públicos

sistemáticamente hostiles a toda novedad, riñas y arrestos”51

El reconocimiento de lo original y revolucionario que comenzaron a ser las serate futuristas a lo largo de Italia, destruyendo violentamente los Elementos de Poder y la estructura fija del teatro, es confirmada también por personajes no simpatizantes del Futurismo, como el teórico marxista Antonio Gramci, quien en una carta a su amigo L. Trotsky, recuerda sobre lo impactante de estas veladas: “Antes de la guerra los futuristas eran muy populares entre los obreros. La revista Lacerba, que tiraba veinte mil ejemplares, se difundía en sus cuatro quintas partes entre obreros. Durante las muchas manifestaciones del arte futurista en los teatros de las grandes ciudades italianas ocurrió a veces que los obreros defendieron a los futuristas contra los jóvenes semi-aristocráticos o burgueses que se pegaban con ellos.”52

Hasta este punto, hemos descrito lo que fue común en las primeras serate, pero, ¿en articulación con el problema del Acto de Creación qué nos dice esto? En primer lugar, Marinetti rompió con la lógica del teatro en un aspecto fundamental que es agradar al público y por ende guardarle respeto; esta es una idea que el artista italiano irá fabricando en el desarrollo de sus performances y en los que no intentará ser un servidor de las necesidades burguesas en el teatro. Antes bien, será el precursor de un nuevo agenciamiento de tipo abstracto que se evidenciará consecuentemente en la nueva correlación teatro-batalla, teatro-violencia, teatro-acción, pero sobre todo teatro-encuentro, encuentro de variación continua. Recordemos que es en los agenciamientos de la máquina abstracta donde estos alcanzan su potencialidad de crear líneas de fuga para desterritorializarse:

Este texto lleva como título: “F.T. Marinetti, Autorretrato” y se encuentra incluido en la siguiente obra: A. Garzanti, Marinetti entre los Futuristas, (México D. F.: Fondo de Cultura Económica 1986): 46. 52 Antonio Gramci, Carta sobre el Futurismo a Trotsky, (Argentina Antonio Gramci 2013) disponible en: http://www.gramsci.org.ar/3/4.htm 51

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“Sea cual fuere el agenciamiento, siempre posee una (maquina abstracta), que marca su poder de desterritorialización, es un umbral máximo. No distingue por si misma el plano de expresión o el plano de contenido, ya que ella traza un plan de consistencia o inmanencia… No es física o corporal ni semiótica, es diagramática…”53

Hasta aquí hemos tomado para nuestro trabajo los tres tipos de agenciamientos que desarrollan Deleuze y Guattari en su pensamiento conjunto. El primero, el agenciamiento maquínico de los cuerpos, que es para nuestro caso Marinetti, en tanto que máquina deseante, cuerpo o molécula. En segundo lugar, abordamos los agenciamientos colectivos de enunciación presentes en el territorio del teatro decimonónico donde encontramos aquellos elementos de poder fijos que aprisionan las artes escénicas dotándolas de una identidad molar atada a un régimen de signos, un lenguaje establecido. Por último, los agenciamientos de la máquina abstracta, donde es posible la huida del territorio, es decir, la desterritorializacion que Marinetti está preparando para liberar al teatro por medio de su máquina de guerra, la máquina teatral marinettiana.

Umberto Boccioni, Riña en la Galería, 1910, óleo sobre lienzo, sin medidas. Milán, Pinacoteca de Brera

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A. Zambriani, Maquina Abstracta, (Argentina 2011) consultado el 22 de Julio de 2013. Disponible en: www.imagencristal.com.ar/seminario.

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Esta máquina ha logrado desbordar la espacialidad o la cartografía de este espacio artísticocultural extendiendolo hasta llevarlo puertas afuera del mismo. Bajo la propuesta de Deleuze, es claro que la máquina teatral ha conseguido destruir los elementos de poder, el teatro deviene calle, el público ya no es público y ha devenido actor gracias al estímulo violento de las ideas marinettianas. Se produce un encuentro donde las condiciones se prestan para un continuum. El 30 de abril de 1911 se organizó en la ciudad amada por Marinetti, Milán, la primera gran galería de pintura futurista con su respectiva declaración incendiaria, el Manifesto dei Pittori Futuristi, en el que algunos de sus pasajes más cautivadores y estridentes nos dicen: “es necesario rebelarse contra la tiranía de las palabras armonía y buen gusto […] El desnudo en pintura es tan nauseabundo y antipático como el adulterio en literatura desde el momento en que los pintores, obsesionados por la necesidad de exhibir el cuerpo de sus queridas, han transformado los salones en mercados de jamones podridos”54

Es este mismo manifiesto el que Umberto Boccioni también declamará en la serata de Florencia tras la famosa Battle of Florence, rodeado de un público bastante hostil: “The painters were always the most severe with the public, and when the dear, unforgettable Boccioni scornfully cries: ‘Let’s make an end of photographers, landscapers, lake-painters, mountainists…’ the whole crowd of plein air Parthenopian Painters roars its protest”.

Sin embargo, lo más importante de aquella serata de Milán -en la que fue célebre el grito de Carra hacia el público que ya los empezaba a abuchear: “¡Arrojen una idea en vez de papas Idiotas!”- será la creación de la idea de improvisación, otra técnica para liberar la escena de los elementos de poder, de la estructura fija; la muestra de las pinturas dinámicas debe estar acompañada por la simultaneidad y la energía de su creador así como de su capacidad de devenir él mismo obra de arte, como bien lo explica Roselee Goldberg al

54

Filippo Marinetti, et al. Trad. Millosz, Manifiestos y Textos del Futurismo, (Buenos Aires: Grupo Editor Quadrata, 2007): 50-51.

31

encontrar este método de relacionarse con el espectador, método sugerido por Filippo Marinetti a sus amigos55: “The futurist painters turned to Performance as the most direct means of forcing an audience to take note of their ideas… Performance was the surest means of disrupting a complacent public. It gave artists license to be both ‘creators’ in developing a new form of artists’ theatre, and ‘art objects’ in that they made no separation between their art as poets, as painters or as performers”56

Otra célebre serata aconteció en Nápoles. Los futuristas estuvieron compartiendo escenario con el comediante Eduardo Scarpetta. El joven futurista Francesco Cangiullo narró lo acontecido aquella noche luego de que Marinetti, para iniciar la revuelta, comenzara a burlarse del famoso comediante: “-But Don Eduardo Sciosciamocca seems to be making a debut; he begins with a tremble, his stage voice shakier and fuller of tears than usual: ‘Honored audience…’ Good Lord! -The honored audience suspects the rest, and Uhuhuhu! Uiuiuiui! Brr! Pprrr! Whistles and catcalls, God, What a fiasco! The greatest comic actor of Italy, with a madly merry grin, would like to put a witty face… Suddenly a storm broke in the orchestra seats, the room was beginning to divide in two: friends and enemies… “Viva Marinetti! …Abbasso! …Viva! ...Idiots! …Cretins! Sons of whores! ...The teather is in full revolt”57

Un último ejemplo de la riqueza artística y creadora presente en las serate futuristas es recordado por algunos como The Battle of Florence o The Punch-up of Florence. Para octubre de 1912, el crítico cultural Ardengo Soffici publicó un ataque a los futuristas en el periódico La Voce tildándolos de “basura obscena”, así que Boccioni, Carra y Palazzeschi próximos a una velada para celebrar en Florencia- viajaron con anticipación y buscaron a Soffici, personaje a quien no conocían para hacerle el reclamo y esto fue lo que sucedió: “All were found at the literary café Giubbe Rosse on that quiet Sunday Afternoon. Boccioni aproached Soffici. “Are you Mr. Soffici?” “Yes” “I’m “Marinetti encouraged his friends to do whatever they could on the stage” Ver : Filippo Marinetti, F. R. Flint, (ed), Marinetti: Selected Writings, (New York: Farrar Straus & Giroux, 1972): 23. 56 Roselee Goldberg, Performance Art: From Futurism to the Present, (New York: Thames & Hudson 2007): 16. 57 Filippo Marinetti, F. R. Flint, (ed), Marinetti: Selected Writings, 24-25. 55

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Boccioni.” A tremendous slap floored Soffici, who stood up and laid about Boccioni with a cane. The distinguished older sculptor Medardo Rosso lost a tooth to a Futurist. Police arrived and broke it up.”58

El relato de Marinetti cuenta con detalle -y seguramente también con decorados- el episodio de la Battle of Florence, antesala de la primera serata futurista en aquella ciudad: “…Palazzeschi arrived and tells us that the enemy is in ambush at the station. I lead […] Soffici has thrown himself on Boccioni who, being an experienced fighter, has the upper hand. Carra defends himself hotly with a too-fragil cane lent him by Palazzeschi. As all this was going on, a train pulls up, vomiting English, Americans, women, children, porters, and luggage amid a frantic punch-up aggravated by heavy carabinieri […] All hustled to the police station, to dumbfounded exclamations of police: “What punches! What slaps! Those canes! Never have seen such a fight! What is Futurism?”59

Con este precedente, los futuristas ya eran esperados con mala fama por los florentinos y Francesco Cangiullo recuerda lo acontecido en la serata de Florencia así: “…the shower of tomatoes, oranges, and bunches of fennel became infernal. Suddenly he (Marinetti) cried. ‘Damn!’ slapping his hand to his eye. We ran to help him; many in the public who had seen the missiles land protested indignately against the bestial cowardice, and, with what we shouted from the stage, the place became a ghetto market where things were said that cannot be repeat, much less written.”60

Después de la Battle of Florence, Soficci comprendió el mensaje modernista de Marinetti y junto con el escritor Giovanni Papini, promovieron esta revolución cultural futurista desde sus publicaciones de La Voce y Lacerba. Luego de haber examinado rápidamente de qué se trataban estas serate, lo anárquico en ellas, su disposición como encuentro y su variación continua como irrupción creadora en un territorio establecido, es posible decir que esta práctica futurista es una desterritorialización del teatro de la representación, el cual se encontraba territorializado por las dos corrientes decimonónicas que ya tratamos. 58

Marinetti, F. Flint R. (ed), Marinetti: Selected Writings, 23. Marinetti, F. Flint R. (ed), Marinetti: Selected Writings, 22-23 60 Michael Kirby, Futurism Performance, 16. 59

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Umberto Boccioni Serata Futurista, Milán, 1911. De izquierda a derecha: Umberto Boccioni, Francesco Balilla Pratella, Filippo T. Marinetti, Carlo Carra, Luigi Russolo; al fondo cuadros de Boccioni, Carra y Russolo. Propiedad Privada.

Los aspectos que detienen la posibilidad de un encuentro son puestos a disposición para una variación continua, y esto lo pudimos observar en las impredecibles serate, pues el actor no es sólo actor; deviene artista, deviene enemigo o deviene obra de arte en sí -como lo apreciamos con el aporte de Goldberg- para el público que no es sólo público porque al asistir a las serate, deviene actor y por último el escenario deviene calle, plaza o deviene cárcel: “La acción determinara el desarrollo de estas veladas, que no en pocas ocasiones concluirán en peleas y detenciones, que la prensa relatará en noticias y crónicas, acrecentándoles así la fama de alborotadores que acompaño siempre a los futuristas y al público participante…”61

61

Alessandro Ghignoli y Llanos Gómez, Futurismo: La Explosión de la Vanguardia, (Barcelona: Vaso Roto Ediciones. 2011): 66.

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Luego de esto es posible decir entonces que las veladas futuristas son parte de un proceso de desterritorialización hacia lo que Deleuze llama un non-representational theater, un teatro de la presencia y no de la representación: “You begin by substracting, by cutting out everything that determines an element of power, in languages and gestures, in representation and in the represented. You then further substract all constants, stable or established elements, because they belong to a major usage and consolidate fixes or molar identities…”62

El Futurismo y sus primeras entradas en escena vulneraron la estructura fija que describe Deleuze en One less Manifesto, aquella de los elementos de poder, Actor/Escena/Publico, propiciando las condiciones para un teatro de la presencia donde se posibilitan los encuentros y se libera la vida, puesto que si se libera el arte, se liberan las potencias de vida que resisten a la muerte: “El artistas es aquel que libera una vida, una vida potente, una vida que es más que personal, que no es la propia vida”63

Gracias a este recorrido, pudimos observar que las serate futuristas son de crucial importancia a la hora de rastrear los comienzos del performance moderno, pues con una fuerza transgresora y anarquica se enfrentaron a las viejas estructuras de las artes escénicas que aprisionaban las posibilidades de crear encuentros. Dicho proceso se logró gracias a la liberación del deseo y la voluntad pertenecientes a la maquina teatral de Marinetti que enfrent’o a los llamados Elementos de Poder, aquellos aspectos fijos, invariables o constantes que buscaban mantener el teatro bajo la simple noción de un espacio para la representación, para la reproducción de los agenciamientos colectivos de enunciación y para el encierro bajo las identidades molares y la distribución jerarquica de los cuerpos en una cartografía delimitada.

Gilles Deleuze, G. ‘One Less Manifesto’ trans. E. dal Molin and T. Murray, en: T. Murray (ed.) Mimesis, Masochism and Mime, (Ann Arbor: University of Michigan Press 1997): 103-104. 63 Boutang, P. (1988-1989) L’ Abécédaire de Gilles Deleuze, [Video], Paris, Arte Video. Disponible en: 62

http://www.youtube.com/watch?v=Ed-bVLIBDwY 35

Es así que el territorio decimonónico del teatro se vio destruido por el deseo creador de Filippo Marinetti y los futuristas, en principio en Italia pero como veremos adelante, esta desterritorialización se esparció por todo el Viejo Continente trazando lo que serán líneas de fuga con posibilidades de creación en las artes escénicas y en ocasiones en otros campos.

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HACIA UN NUEVO TEATRO: Líneas de Fuga y Acto de Creación en el Teatro Futurista

“Se trata de potencias de la vida fantásticas… No hay arte que no sea una liberación de una potencia de vida.” Gilles Deleuze

“Para el hombre dotado de sensibilidad teatral existe una realidad especializada que ataca los nervios violentamente: es la constituida por el llamado Mundo Teatral” Filippo Marinetti

2. El proceso de huida Sin duda, en la originalidad de las serate futuristas se encuentra la esencia del nuevo agenciamiento artístico creado por Filippo Tomasso Marinetti en el ámbito del performance, así como se encuentran también en ellas las técnicas que enriquecerán la historia del teatro en Occidente, bajo las ideas propias de su movimiento: la simultaneidad, la espontaneidad, la transgresión, el dinamismo, lo ilógico y lo absurdo son algunos de sus más grandes aportes que se articularan en un nuevo territorio y agenciamiento; recordemos que este concepto

construido por Deleuze y Guattari es tomado de los desarrollos

científicos en disciplinas como la biología, la etología y por supuesto la geología con el fin de explicar la naturaleza de los territorios y como dentro de ellos funcionan ciertas “lógicas” o simpatías que los conforman, los relacionan, los acoplan y los dotan de sentido:

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“La Unidad mínima de sentido No es la Palabra, ni la idea, ni el concepto, ni tampoco el significante. La unidad real mínima es el agenciamiento. […] El Agenciamiento es el co-funcionamiento, la “simpatía”, la simbiosis”64

Antes de profundizar en el Teatro Futurista, es necesario hacer explícitas las preguntas que nos conectarán ahora con la reflexión teórica del capítulo precedente, las cuales hacemos desde el pensamiento estético de Gilles Deleuze: ¿Por qué un Teatro Futurista? Y si quisiéramos, recordaríamos dos de sus grandes ensayos como El Método de Dramatización o ¿Cómo reconocer el estructuralismo?65, para plantear aún mejor dichas preguntas cuando se intenta dar cuenta de un problema específico en las humanidades, en este caso las artes. ¿Para qué un Teatro Futurista? ¿Dónde y cuándo? ¿Cómo se llega a dicho Teatro? Esto con el fin de rastrear, bajo el pensamiento estético de Deleuze, las Líneas de Fuga que nos conducirán hacia el Acto de Creación de Marinetti sobre el campo teatral las cuales -como veremos en este apartado-, darán vía a distintos devenires del teatro a lo largo del siglo XX. En principio, este concepto de las Líneas de Fuga, propuesto por Deleuze y Guattari en su obra más importante de 2 volúmenes, Capitalismo y Esquizofrenia, es utilizado ampliamente en el campo literario para dar cuenta de la posibilidad de escapar a los Regímenes de Signos o a los sistemas dominantes de enunciados o códigos; en otras palabras, a lo establecido y aprisionado por la lógica que regula, legisla y mantiene edipizado el inconsciente, privando a los individuos de una diferenciación por sí misma. Sin embargo, ha sido posible utilizar este concepto analógicamente en el campo teatral, ya que si bien no se lucha con Regímenes de Signos literariamente, sí se lucha contra significantes dominantes a propósito de lo que “debe” ser el teatro, como se expuso en el capítulo anterior. Recordemos rápidamente la funcionalidad de este concepto en una síntesis:

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Gilles Deleuze y Claire Parnet, Diálogos, (Valencia: Pre-textos 1980): 61-62. Estos escritos a los que me refiero contienen en su composición formal la metodología de la reflexión deleuziana con la cual yo abordo el problema de este apartado. Aunque el primero de ellos no es propiamente un ensayo, sino concretamente la sustentación de algunos de los argumentos de la Tesis Doctoral de este Autor, “Diferencia y Repetición”, en la Sorbona; el contenido enfatiza en la importancia de plantear las preguntas aterrizadas en un plano inmanente y contextual, es decir, en nuestro caso No preguntar ¿Qué es el Teatro Futurista? Para obtener una respuesta absoluta, trascendental, o como suele decirse en el ámbito académico “Objetiva” sino, con las preguntas que permiten ver las múltiples relaciones y condiciones de su emergencia. Ver: “El Método de Dramatización” y “¿Cómo reconocer el Estructuralismo?” en: Gilles Deleuze, D. Lapoujade, (Ed), La Isla Desierta y Otros Textos, (Valencia: Pre-Textos 2005). 65

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“Las líneas de fuga son uno de los conceptos más vitales y fértiles de la caracterización de Deleuze y Guattari… [las líneas de fuga] son figuradas como vías clínicas de salud, líneas o flujos que pertenecen a los deseos puros y sin mediación interpuesta de las maquinas deseantes. Ningún principio moral, ningún juicio de la razón, se interponen en el trazado de estas líneas de fuga que son flujos libres del deseo, de un deseo liberado de toda represión individual o social. El deseo y las líneas de fuga resultan así converger en la disposición maquínica de la literatura de Deleuze, a través de la liberación de los flujos del deseo que entran en relación en la maquina literaria con otros flujos, literarios, lingüísticos, materiales, sociales, para crear las líneas de fuga de los códigos mayores y de los territorios impuestos.”66

Los deseos del Teatro Futurista quedarían expuestos claramente en sus manifiestos referidos a este campo. Los más importantes fueron Il Teatro di Varietà (1913), La Voluttá D’Esser Fischiati (1913), Abasso il Tango e Parsifal! (1914), Il Teatro Futurista Sintetico (1915), Declamazione dinámica e sinóptica (1915), entre otros escritos que pueden ser relacionados con el campo histriónico. Mas, ¿De dónde la idea de crear un Teatro Futurista? La respuesta es sin duda múltiple y desborda el mero esfuerzo de guerra contra el Teatro Pasatista. Este trabajo no sería suficiente para responder a cabalidad. La propuesta de esta investigación ofrece una tentativa aproximación con el enfoque deleuziano, que será tripartita en este punto y nos conducirá de nuevo a Marinetti en tanto que creador. Como fue aclarado antes, este trabajo a propósito del Teatro Futurista, se encuentra limitado a los primeros años del Futurismo como movimiento, su periodo más intensivo y creativo, desde su fundación en 1909 hasta el regreso de los Futuristas de su participación en la Primera Guerra Mundial como voluntarios en el Bataglione Lombardo di Voluntari Ciclisti e Automovilisti. Luego, el muy prolijo Secondo Futurismo, como se le conoce en la historiografía a la transformación o mutación del movimiento original después de la Gran Guerra, no será de nuestro interés.

66

Alberto Navarro, Introducción al Pensamiento Estético de Gilles Deleuze, (Valencia: Tirant lo Blanch 2001):48-49.

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De izquierda a Derecha: Marinetti, Boccioni, Sant’Elia, Sironi, Piatti.

Una idea con la potencialidad creadora en el arte, en la filosofía, -y aun en la ciencia-, según los planteamientos estéticos de Deleuze, surge de una necesidad: “…un pintor no se dice un día “Anda, mira voy a hacer un cuadro así”. Tiene que haber una necesidad. Pero igual que en filosofía o en otra cosa… Tiene que haber una necesidad. Si no, no hay nada. Ahora bien, esta necesidad que es algo muy complejo, si existe.”67

67

Gilles Deleuze, ¿Qué es el Acto de Creación? [Video], Paris, FEMIS, 1987. Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=7DskjRer95s

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La necesidad de creación para Marinetti la rastreamos en tres aspectos como se dijo previamente. El primero se encuentra en el rechazo axiomático del Futurismo hacia el pasado -el Teatro Pasatista consecuentemente-, el segundo aspecto se encuentra en continuar con la destrucción de los Elementos de Poder como lo vimos en el capítulo anterior, proceso que nos llevó a hablar de la desterritorialización en la espacialidad teatral, y en tercer lugar, la necesidad creadora que vendría siendo el resultado de los dos procesos anteriores con los que se evidencian las líneas de fuga, la huida del territorio hacia otro tipo de teatro.

2.1 Agenciamiento y Territorio en el Teatro Pasatista italiano Para comprender el primer aspecto: el enfrentamiento axiomático de los presupuestos futuristas contra el pasatismo en el performance o las artes escénicas, expongamos un tercer ejemplo de teatro –aparte de los dos ejemplos predominantes que expusimos en el primer capítulo, el teatro racionalista y el teatro romántico (aquel de la Gesamtkunstwerk)-68 que le concierne más directamente a la Italia de Marinetti. Se trata un poco del movimiento que se encontraban en los teatros italianos para finales del Siglo XIX y comienzos del Siglo XX;

cuya ambientación describe el historiador italiano de Artes Escénicas, Franco

Mancini, de la siguiente forma: “In late 19th-century Italy, the stock of numerous ‘spot-light chaser’ and ‘touring’ companies were productions by leading French playwrights or their italians emulators, along with a handful of perennially-popular classics.”69

En aquel tiempo no existía un equivalente original artístico propio de Italia en el teatro, tampoco se registraban innovaciones, novedades estilísticas o de contenido en otros campos; ni el Verismo Social ni los Macchiaioli podrían ser considerados como una ruptura o un escape en el arte italiano para finales del siglo XIX70. El escritor y dramaturgo 68

Ver página 7 del presente trabajo. Pontus Hulten, y G. Celant, Italian Art 1900-1945, (New York: Rizzoli 1989): 151. 70 La Historiadora Sylvia Martin comenta sobre este letargo italiano del Siglo XIX: “Durante el Siglo XIX no se registraron intentos de renovación en aquella cultura, que se alimentaba de la gloria de los tiempos pasados. El trabajoso recorrido político social y económico que efectuó Italia en la segunda mitad del Siglo XIX hasta convertirse en una nación unida y moderna, la época del Risorgimento contribuyó a contrarrestar las fuerzas 69

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Gabriele d’Annunzio marcaba la pauta en la Italia de aquel momento con su estilo simbolista y su ideal de belleza de la gloriosa antigüedad; era uno de esos italian emulators de los dramaturgos franceses a los que se refiere Mancini -así como los macchiaioli en pintura-, era llamado “hermano menor de los Simbolistas Franceses” por Marinetti y en su trabajo podemos observar la combinación de las dos corrientes dominantes del teatro en el cambio de siglo. Éste autor contó con más de 5 obras en las primeras dos décadas del siglo XX, de las que podríamos llamar para aquel momento súper-producciones, algo así como el intento de la Gesamtkunstwerk wagneriana en Italia, patrocinadas por grandes compañías de teatro, entre ellas: La cittá morta (1901), La Francesca da Rimini (1901), La figlia di Iorio (1904), La Fiacola sotto il moggio (1905), La Nave (1908), Piú che l’amore (1906), La pisanelle (1913) y distintas obras más que se representarían hasta bien entrada la década de 1930. Ahora, ¿Qué era común en este territorio específico del teatro italiano? Las mismas intenciones: Racionalidad y Romanticismo, con un añadido del más fresco movimiento francés: el Simbolismo; un territorio configurado por agenciamientos colectivos de enunciación a los que habría que sumarles la fuerza de la extensiva tradición teatral italiana que casi podríamos remontar a los tiempos de Cosimo I Medici. El siguiente fragmento del estudio de Mancini corrobora lo que se ha referido: “…at the turn of the century, D’Annunzio not only restored the dignity of the dramatic idiom through his treatmeant of ancient myths and fables in a modern key… In his own plays, D’Annunzio left nothing to chance or individual interpretation, and he gave the set designer minutely-detailed instructions on every aspect, however negligible, of how the set should look –almost always producing a clear and rational vision.”71

Claramente se observan las características del teatro genérico de aquel tiempo, la “dignidad” a la que Mancini hace alusión en el aspecto formal es el aporte romántico, el contenido mítico y de fábula -exaltación del pasado- es el aporte simbolista y encerrado en emancipadoras. Los mismos macchiaioli que con su pintura vital y suelta formulaban artísticamente una correspondencia con la estatalidad nacional italiana, no representaban más que una versión –menos acentuada en cualquier caso- del impresionismo francés inmediatamente anterior” Ver: Silvya Martin, (2004) Futurismo, (Madrid: Taschen 2004) : 6. 71 Pontus Hulten, y G. Celant, Italian Art 1900-1945, 153.

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ambos, la claridad y el detalle aluden al racionalismo burgués. Un territorio constituido por los agenciamientos mencionados en el campo del arte, aquellos que demandaba el público pasatista italiano, aquellos que igualmente se mezclaron durante todo el siglo XIX72. Continuemos observando aspectos del simbolismo italiano en manos de D’Annunzio ahora dentro de lo que implicaba la realización de sus obras; magníficos montajes que no ahorraban gastos para desarrollar este tipo de teatro: “A production of this sort created considerable difficulties since, in addition to the search for authentic props and furnishings, about 150 costumes for the leading actors, the extras, and the choruses of reapers and mourners needed to be sketched. Acording to the documentation avaible, Francesco Paolo Michetti made every effort to overcome difficulties and, assisted by one of his students,he set about scouring the Abruzzo region for period clothes, headgear and necklaces”73

La siguiente imagen da cuenta de la gran cantidad de actores con sus vestuarios bien definidos queriendo representar fabulas o mitos del viejo y perdido esplendor de la Antigua Italia, cuestión que requería esfuerzos caprichosos en la escenografía y el montaje detrás de los que se configuraban los Elementos de Poder propios del teatro decimonónico pasatista.

Gabrielle D’Annunzio puede ser etiquetado como un autor simbolista, sin embargo, no podemos olvidar que las reflexiones en la Historia del Arte continúan nutriendo los debates sobre el prolifero Siglo XIX; allí se encuentra por supuesto la corriente del Simbolismo, de la que el Historiador Norbert Wolf nos comenta como ella misma no pude verse desligada del romanticismo y el clasicismo del que observamos en la propuesta de D’Annunzio: “…Tal disonancia explica por qué muchos simbolistas seguían empleando elementos formales de estilos Clásicos, pero los sometían a una “oscuridad” realmente romántica y a una abierta ambigüedad del enunciado. Por tanto No sorprende que algunos investigadores busquen los comienzos del Simbolismo allí donde la Historia del Arte constata una sublimación del Clasicismo llena de simbolismo. Ver: Norbert Wolf, Simbolismo (Madrid: Taschen 2004): 9. 73 Pontus Hulten y G. Celant, Italian Art 1900-1945,156. 72

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Primicia de La Figlia di Iorio, de Gabriele D’Anunzzio. Imagen tomada del Archivo Fotográfico de la Biblioteca-Museo Teatrale SIAE del Burcado74

De acuerdo con el pensamiento de Gilles Deleuze, esto conforma un teatro de la Representación donde está claramente definida la cartografía histriónica en la formula fija que establecen dichos elementos de poder: Actor/Escenario/Publico y es la necesidad de destruir este teatro pasatista la que nos encamina al segundo aspecto que condujo y animó a Marinetti para realizar un Acto de Creación. Como mencionamos anteriormente, existen varios manifiestos futuristas acerca de sus propuestas en el ámbito de las artes escénicas, sin embargo abordaremos aquí el contenido de los más importantes como líneas de fuga con las que se daría paso a nuevas expresiones creativas en el teatro europeo al llevarlas a cabo.

2.2 Las Líneas de Fuga hacia el Teatro Futurista Las ideas expuestas en Il Teatro di Varietà, son una condensación de lo que las serate, entre 1910 y 1913, habían enseñado a los mismos futuristas así como la formulación clara de sus intenciones en las artes performáticas. De entrada, el manifiesto es cáustico contra el teatro contemporáneo y sus códigos dominantes: “Abbiamo un profundo schifo del teatro contemporaneo (versi, prosa e música) perché ondeggia stupidamente fra la ricostruzione storica (zibaldone o plagio) e 74

Disponible el 28 de Diciembre de 2013 en: http://www.burcardo.org/cataloghi/foto.asp

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la riproduzione fotográfica della nostra vita quotidiana; teatro minuzioso, lento, analitico e diluito, degno tutt’a al piú dell’eta della lampada a petrolio”75

Así, continúa adelante con una intención revolucionaria, donde podemos ver en Marinetti la fuerte influencia de Nietzsche con respecto a la crítica hacia la “verdad”, la moral, la religión, entre otros universales o certezas estéticas occidentales con mayúscula: “Il Teatro di Varietá é oggi il crogiuolo in cui ribollono gli elementi di una sensibilitá nuova che si prepara. Vi si trova scomposizione ironica di tutti i prototipi sciupati del Bello, del Grande, del Solenne, del Religioso, del Feroce, del Seducente e dello Spavetebole ed anche l’elaboracione astratta dei nuovi prototipi che a questi succederanno”76

Igualmente beligerantes serán las líneas del mismo manifiesto en las que se insta a la utilización de las incontables maravillas futuristas como “La entera Gama de la Estupidez”, la Imbecilidad, el Sinsentido, lo Absurdo, lo Ridículo, maravillas sacadas de la vitrina77 del Teatro di Varietá “con la intención de empujar imperceptiblemente a la Inteligencia hasta el filo de la Insanidad”78, atacando al Teatro Pasatista.

Aroldo Banzagni, Veglione alla Scala, 1911, Óleo sobre lienzo, 106 x 97 cm, GNAM, Roma. 75

Guido Davico, Manifesti Futuristi, 163. Guido Davico, Manifesti Futuristi, 165. 77 Marinetti escribe en este manifiesto que el Teatro de la Variedad es una vitrina de la que se sacaran incontables maravillas futuristas. 78 Traducido al castellano de: Guido Davico, Manifesti Futuristi,169. 76

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Podríamos hacer todo un análisis también de los 19 puntos que conforman este manifiesto, así como de los 11 puntos de El Placer de Ser Abucheado -un temprano escrito de 1911 en el que se desarrolla la idea del desprecio hacia el público y por supuesto la del placer que hay en ser rechazado, agredido y abucheado, como vimos, sucedió muchas veces a Marinetti dentro de las serate- o de las demás publicaciones realizadas junto con los directores de teatro futuristas como Emilio Settimeli, Bruno Corra, Fortunato Depero. Ettore Petrolini (Tato), entre otros. Es preciso pasar a algunos de los acontecimientos teatrales que fueron efectivamente vías clínicas de salud y rejuvenecimiento (Líneas de fuga) en Europa con los que Marinetti -y con esto nos acercamos al tercer aspecto: el Acto de Creación en el siguiente numeral- marcó de facto su obra en las artes escénicas. Cuando Marinetti escribió “Es desde Italia que lanzamos al mundo nuestro manifiesto de violencia arrolladora e incendiaria” la Revolución Futurista se expandió rápidamente por el mundo. Entre 1909 y 1916, hubo exposiciones futuristas en Francia -donde las obras de Umberto Boccioni rivalizaron técnicas y teóricamente con el Cubismo de Picasso y de Braque-, en Alemania, en Rusia, en España y en Estado Unidos del mismo modo que décadas más tarde en Brasil, Argentina y Uruguay, donde Marinetti estuvo personalmente. Mas su visita a Inglaterra fue estruendosa, fértil y fructífera, inolvidable por su declaración al público londinense. No menos ruidoso fue su paso por Moscú, y como mostraremos más adelante, su eco en Zúrich. Veamos en que consistió su huella, deseo puro liberado por la máquina teatral marinettiana, no sin antes hacer una breve aclaración de tipo historiográfico. Una explicación marxista-estructural heredada, como casi pareciera hacerlo Pontus Hulten en 1986 con la siguiente hipótesis, resulta riesgosa: “The closer to Paris, which was the centre, and the more stablished the burgeois culture, the stronger was the resistance to new ideas, and more sophisticated the opposition of the bourgeoisie. Farther away the ideas met with a warmer reception, at least in some of the contries less bound by tradition. This

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distinction between a centre and the periphery became even more marked in the next wartime phase…” 79

Esta explicación no es satisfactoria teniendo en cuenta la recepción de los ingleses a las ideas de Marinetti que contribuyeron enormemente al surgimiento del Vorticismo, al igual que la acogida de elementos futuristas por el círculo del Cubismo francés, la intempestiva adhesión de Guillaume Apollinaire al mismo Futurismo -su obra Caligrams (1918) es una derivación del revolucionario Zang-Tumb-Tumb (1912)-, la militancia de Valentine SaintPoint con su Manifiesto de la Mujer Futurista (Manifiesto de la Lujuria) y la innegable influencia sobre el Dadaísmo en Suiza quien debe al Futurismo la idea de le Parole in Libertá, adaptadas en sus manifiestos, su escritura mecánica y sus resonantes actuaciones en el Cabaret Voltaire que no eran otra cosa que reproducciones similares (con cambio ideológico) de las serate futuristas. El análisis de esta cuestión se aborda con maestría también por Gunter Berghaus, pionero en el revisionismo de la historiografía sobre el Futurismo, así como de sus incomparables aportes a la historia del teatro: “Many critics regard the serate as the most original form of discourse which Futurism introduced to modern(ist) theatre. The scenes they unleashed in Italian playhouses became notorious and were reported upon in all European countries. They were imitated by oppositional artists belonging to other movements: Expressionists, Dadaists, Surrealists, etc.”80

Observamos que las limitadas interpretaciones marxistas quedan cuestionadas ante los hechos que eluden su intención totalizadora; Inglaterra, Francia -y Suiza como epicentro cultural-, países en los que la burguesía era claramente la clase dominante no fueron para nada ajenos al llamado futurista. Didier Ottinger nos da un ejemplo de la recepción futurista en Francia: “Apollinaire who was pretty closed to the Cubism, was among the first comdamnist in painting for the promptness... Futurism was going against every point that Cubism was trying to stablish in terms of the aesthetics of that time. Nonetheless, Apollinaire and other painters admitted that Futurism brought out

79 80

Pontus Hulten, Futurism and Futurisms, (New York: Anneville Press, 1986): 17. Gunter Berghaus, Italian Futurist Theater, (Oxford: Claredon Press. 1998): 85.

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notions necessary to produce some modern-time painting… as a result cubist painters quickly understood they had something to learn from Futurism”81

En este mismo ejemplo podemos citar el Manifiesto de la Anti-Tradición Futurista, escrito por Apollinaire con las técnicas tipográficas futuristas y donde dice “haber acabado” con el Futurismo porque se debe ser mas futurista que Marinetti. Aún son frecuentes las acusaciones reduccionistas en cuanto al rol de las vanguardias en la historia del arte, doctrina filtrada desde las lecturas ideológicas que sobre el Futurismo hicieron Antonio Gramci, León Trotsky, Walter Benjamin pasando por Gyorgy Lukács y Charles Russell. La historiadora Marjorie Perloff hace un llamado al cuestionamiento de dichas lecturas: “La Vanguardia, según este argumento, pensaba ingenuamente que el reinventar el lenguaje estaba contribuyendo a producir el deseado cambio social. Pero al dar primacía al lenguaje y dejar de lado la nueva necesidad de una recepción colectivista simultánea, los poetas y pintores futuristas, se limitaban a perpetuar la separación entre las ideas y la praxis… El ethos futurista no era más que una expresión de la alienación del artista moderno de la sociedad burguesa”82

Más adelante, la autora en su obra El Momento Futurista, plantea lo paradójico de la temprana acusación -y reducción- de Benjamin hacia el Futurismo, aquella ecuación Futurismo=Fascismo, cuando el comunismo que este tenía en la cabeza era propiamente el de Bertold Brecht a cuyos ideales en la práctica les sucedió lo mismo: “…es interesante plantearse si la estetización de la política que Benjamin rechaza como la ´culminación de l’art pour l’art’ no es, en sí misma, algo endémico a un sistema utópico como el comunismo… De hecho, ‘estetizar lo político’ y ‘politizar el arte’ pueden resultar ser las dos caras de la misma moneda”83

Como vemos, aquella fórmula de “entre más arraigada la burguesía mayor resistencia a las nuevas ideas”, tiende a ser muy limitada. Continuemos con otro ejemplo trazando un 81

Paolo Bruno y Marco Genone, Art Life: The Futurism Revolution [DVD] (Roma: Overcom Srl-Absolute Srl, 7 de octubre de 2013). 82 Marjorie Perloff, El Momento Futurista, (Valencia: Pre-textos, 2009): 120-121. 83 Marjorie Perloff, El Momento Futurista, 122-123.

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diagrama de las Líneas de Fuga que gracias al Teatro di Varietá se convirtieron en acto desterritorializador en las artes escénicas. En diciembre de 1910, el fundador del Futurismo entregó a los ingleses su opinión sobre aquella sociedad en un discurso que no pretendía alagarlos y antes bien sistemáticamente, arrojaba una crítica mordaz a sus valores más apreciados. Así fue como Marinetti ante el público selecto del Lyceum Club of London se dispuso a incomodarlos: “One of our young humorists has said that every good Futurist should be discourteous twenty times a day. So I will be discourteous with you, pluckily confessing to you all the ill that we think of the English. […] Most of all I reproach you for your maddening cult of aristocracy. No one admits to being a bourgeois in England: everyone despises his neighbor and calls him a bourgeois. You have an obsessive mania for being always chic. For the love of being chic you renounce passionate action, violence of heart, exclamations, shouts, and even tears […] Try as you might to be modern, you still preserve an essentially medieval distinction between master and servant, grounded in an absurd adoration of wealth. It’s through intellectual laziness that you fall so often to your knees, and for the love of good, conventional, and puerile formalities. No one loves the fleshly pleasures more than you, and yet you are the Europeans who pride themselves on their chastity! . . .”84

Con estas estridentes anotaciones, el poeta italiano imprimió la energía futurista con la intención de corroer la clásica espacialidad decimonónica al tiempo que usaba elementos de su máquina teatral contra aquella estructura. Michael Kirby nos explica una forma de entender este acto contra la lógica teatral, un acto desterritorializante en el performance: “The ‘fourth wall’ conventions of drama, in which the actors perform in a room with three real walls and an imaginary fourth wall, while theoretically, taking no cognizance of the audience, implicitly asked the observer to remain politely passive so as not to intrude on the ‘reality of the work. The Variety theatre was diametrically opposed to the conventions and implications of the ´Fourth Wall’ 84

El Discurso se encuentra en su totalidad en: Lawrence Rainey; Christine Poggi y Laura Wittman, eds., Futurism. An anthology (London-New Heaven: Yale University Press, 2009): 85-89.

49

…Marinetti wanted to remove the separation between audience and presentation.”85

Fotografía tomada de Futurism & Futurisms, BPL (Boston Public Library) Dec. 6/2013

Esta intervención de Marinetti no estaba preparada para un público educado o cortés como bien explica Kirby. Buscaba disponer el teatro para un encuentro, y antes bien provocó la reacción del mismo público en el auditorio -como lo muestra la anterior caricatura, Strike public, Strike conference- y en la prensa, incluyendo la columna de Margaret Wynne Nevinson en el diario The Vote con el artículo “Futurism and Woman”, en respuesta

85

Michael Kirby, Futurism Performance, (New York: Dutton & Co. 1981): 22-23.

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categórica al discurso del artista italiano. Aquella aireada contestación reconocía aspectos positivos del Futurismo, aunque finalizaba con su desacuerdo: “Futurism, declared its brilliant exponent, is making rapid headway in Italy, and spreading also to some extent in America and England. The members of the society are young men in revolt at the worship of the past. They are determined to destroy it, and erect upon its ashes the Temple of the Future. If, indeed, anything so antediluvian as a temple is to survive in the good time coming predicted by the Futurists!” …“But this, say the learned biologists, will be only a reversion to the very ancient past, of which Futurism is the sworn foe. And if there is to be but one sex to carry on the human race, that sex, by virtue of its office, must be the female!”86

Cuatro años más tarde, en 1914, Marinetti regresaría a Londres con un repertorio enriquecido. Para entonces ya había escrito su revolucionario Zang Tumb Tumb directamente desde las entrañas de la Guerra de los Balcanes (1912) y contaba con el manifiesto de los músicos futuristas -escrito por Balilla Pratella y Luigi Russolo- al igual que con su manifiesto del Teatro de la Variedad. Estos tres elementos combinados -la poesía futurista, el manifiesto y la declamación sintética- definitivamente ya eran un Acto de Creación marinettiano en las artes performáticas, cuestión que será analizada más a fondo en el capítulo tres. Veamos por ahora una aproximación a lo acontecido en esta ocasión basada en las crónicas del London Times, analizadas por Kirby: “Marinetti recited his own Zang Tumb Tumb, describing the siege of Adrianople during the Balkan War. The presentation was not so elaborate… Marinetti was the only speaker, and no one other than the English painter C. R. Nevinson is described as helping him during the performance… The ‘Parole in libertà’ poem was theatricalized through its spatial presentation and through the use of accompanying sound… Marinetti did no face the audience from one fixed point as in the usual poetry reading, but walked between and among them as he recited… It’s clear that Marinetti considered this physical penetration of the audience-space as a means to increase the spectator’s involvement. ‘Imitations 86

Lawrence Rainey; Christine Poggi y Laura Wittman, eds., Futurism. An anthology, 90-92.

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of artillery with a hammer, and the thumping of a big drum behind the scenes’ The observer describes how ‘with a hammer and a piece of wood he gave an excellent imitation of a machine-gun which punctuated his words’”87

Fotografías tomadas de Futurism & Futurisms, BPL (Boston Public Library) Dec. 6/2013

Sin duda, la visita de Marinetti a Inglaterra resultó un éxito. El historiador del Futurismo Lawrence Rainey, agradece el estudio biográfico más completo hasta ahora realizado de Filippo Tomasso Marinetti, Marinetti: Arte e Vita Futurista, escrito por Claudia Salaris, puesto que de allí se nutrió su investigación Futurism in England: An anottated bibliography, en el que el autor cuenta más de 500 artículos de prensa con respecto al impacto de esta vanguardia: “Already in the aftermath of the first manifesto’s publication, especially in the years from 1912 to 1914, Futurism became the focal point for a vast debate that 87

Michael Kirby, Futurism Performance, 31-32.

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stretched across Europe, spanned the spectrum of the arts, and encompassed the gamut of forums for critical discussion. In England alone, more than five hundred articles about Futurism were published in these years”88

Los performances interactivos, polémicos y enérgicos, donde se presentó Zang Tumb Tumb, Parole in Liberta y Adrianopolis entre 1912 y 1914, junto con la recepción de las nuevas propuestas estéticas futuristas, lograron influenciar a lo largo de Inglaterra a jóvenes artistas como el caso de los vorticistas y algunos grandes escritores como T. C. Eliot, James Joyce, Wyndham Lewis o Ezra Pound, quien en la década 20 confirmó dicha influencia: “James Joyce and T. S. Eliot also dallied with Vorticism, which seems to tie in with a declaration made by Ezra Pound before 1930, saying: The Italian writer who interest me the most at present is Marinetti, to whom I must confess I owe and am most grateful. Marinetti and Futurism have given an enormous boost to all European literature. The movement Eliot, Joyce and myself started here in London would not have come to be, were it not for Futurism.”89

Es así que la máquina teatral marinettiana buscaba despertar a toda Europa del letargo que le producía su devoción a la tradición, su respeto por lo “sagrado” encarcelando potencias de vida con identidades molares-orgánicas como lo hizo la sociedad tecnológicamente más avanzada de entonces: Inglaterra. Marinetti buscaba no sólo en Italia una nueva sensibilidad artística, también buscaba en el mundo el pueblo faltante como expresa Deleuze a propósito de la función creadora del arte: “Fabulación creadora es la condición de todo arte revolucionario, de todo programa liberador para el arte que exija la creación de nuevos enunciados y nuevas imágenes que prefiguren las semillas de un pueblo o un agente social constituyente por venir […]. La máquina que apresa la heterogeneidad absoluta del Cosmos para un pueblo cósmico, el pueblo nómada por venir. Este es el

88 89

Lawrence Rainey; Christine Poggi y Laura Wittman, eds., Futurism. An anthology, 16. Pontus Hulten, y G. Celant, Italian Art 1900-1945, 67.

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deseo del artista nómada, desterritorializar la Tierra en el Cosmos, buscar el pueblo que falta en el Cosmos”90

Otro gran foco de recepción de las Líneas de fuga fue Rusia. Allí, el poeta italiano estuvo acogido por algunos seguidores, como la joven artista futurista Natalya Goncharova, Mijail Larionov y el futuro abstraccionista Kasimir Malevich. Marinetti declamó con la innovación teatral -propia del Futurismo que relaciona Poesía-Visualidad y busca destruir la sintaxis racional- su Zang-Tumb-Tumb cuestionando los elementos de poder típicos del teatro pasatista. Benedikt Livshits confirma lo acontecido: “¿Para qué sirve apilar palabras amorfas? una conglomeración que usted llama ´Palabras en libertad´ Para eliminar el papel mediador de la razón, generando desorden. Sin embargo hay una enorme distancia entre la composición tipográfica de su Zang-Tumb-Tumb y su recitado…”91

La pregunta de Livshits está hecha desde su lógica racionalista. No era partidario del Futurismo italiano y oponía a este el Futurismo Ruso, el Rayonismo y el Cubo-futurismo, pero aquellos desacuerdos al igual que los del poeta Maiakovsky -cuyo manifiesto Bofetada en la Cara del Público (1912), escrito junto a Jlebnikov, fue un acomodo ruso de las ideas marinettianas de El Placer de ser abucheado (1911), Contro Venezia Passatista (1910) y el fundacional Manifiesto Futurista (1909)-, eran de tipo ideológico. Lo mismo sucedió con los manifiestos dadaístas de Tzara Proclamation sans Pretentión y Manifiesto del señor Antipirina92, incapaces de reconocer el papel liberador del Acto de Creación marinettiano como muchos otros autores hasta hoy:

90

Alberto Navarro, Introducción al Pensamiento Estético de Gilles Deleuze, (Valencia: Tirant lo Blanch, 2001): 75-84. 91 Marjorie Perloff, El Momento Futurista,168-169. 92 Marjorie Perloff es categórica al demostrar que Tzara en su afán de alejarse de la violencia futurista incurría en la utilización de sus técnicas desarrolladas por los futuristas casi 7 años antes a la aparición de Dadá en Zurich.

54

“D. H. Lawrence and the poet Mayakovsky were the two major writers whose work was most obviously influenced by Marinetti… [Lawrence]I agree with them about the weary sickness of pedantry and tradition and inertness…”93

Estos casos, nos brindan una idea de los alcances que llegaron a tener las Líneas de fuga futuristas, logrando propiciar las condiciones para la construcción de nuevos territorios: “Los manifiestos influyen poderosamente en Apollinaire, en Tzara y en el Dadaismo, en los futuristas rusos, con Maiakovsky a la cabeza, y en el surrealismo de Breton. […] En la celebrada [velada] en la galería romana de Sprovier, se exponen cien cuadros futuristas y se da vida al espectáculo global – claro precedente de la futura actividad del Cabaret Voltaire de Zurich-, que incluye recitales de poesía y música, declamaciones de textos – El Zang Tumb Tumb de Marinetti-, escenificaciones etc.”94

Apollinaire, Pound, Maiakovsky, Tzara, entre otros artistas, tomaron tempranamente el potencial creativo que expresó Marinetti en sus performances y en su vida misma deviniendo siempre artista, propiciando encuentros de flujos, de fuerzas donde fuera que llegase su voz modernista.

2.3 El Acto de Creación en el Teatro Futurista. La Reterritorialización

Hasta este punto hemos trazado un diagrama que nos ha posibilitado reconocer en primer lugar los agenciamientos colectivos de enunciación que conformaban el Teatro Pasatista y por lo tanto, identificar el territorio de aquel tipo de teatro decimonónico extendido en el siglo XX hasta la irrupción del Futurismo; en segundo lugar, argumentamos de qué forma las serate futuristas en manos de Marinetti se convirtieron en la máquina teatral productora de agenciamientos abstractos que atacaron los Elementos de Poder en el teatro de la representación,

produciendo

las

descomposición

de

las

estructuras

fijas:

Actor/Escenario/Publico y así alcanzando una desterritorialización. En un tercer momento

93 94

Filippo Marinetti, R. Flint, (ed), Marinetti: Selected Writings,19. Juan Alonso (Dir.), Historia del Arte, (Madrid, Espasa Calpe: 1999): 1169-1170.

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abordamos el proceso de huida consecuente a dicha desterritorialización, al tiempo que observamos con más detalle que este acto tuvo origen en el escape del teatro pasatista italiano, y finalmente comenzamos a rastrear las Líneas de fuga que la máquina teatral marinettiana esparció, a través de sus performances, como vías de salud o como posibilidades de vida artística creativa en Europa.

Ahora bien, es necesario articular en este apartado del breve recorrido por el trabajo de Marinetti, el concepto de la reterritorialización que finalmente nos lleva al Acto de Creación futurista. Este acto consecuentemente trae consigo la configuración de un nuevo territorio para las artes escénicas; bajo el pensamiento estético de Deleuze se posibilita la creación en tanto que creación de diferencia, ya que en un análisis con un marco más amplio a nivel de las vanguardias, rastrearíamos que en la historia del teatro en Occidente la liberación futurista produjo diferencia y dio paso a otros devenires del teatro con su inaugural rechazo de la representación -y más aún la representación histórica/historicistaque hastiaba a Marinetti. Veamos rápidamente en palabras de Peter Hallward una síntesis de este complejo aspecto: “The production or creation of difference is what there is. It is precisely creation that self-enabling or self-creative, itself enables everything it creates. The only condition for our understanding of creation is thus its affirmation pure and simple. Precisely because to affirm is to create, rather than to bear or to endure. […] Against Aristotle and the whole Aristotelian legacy, Deleuze sets out to free the concept of difference from any external mediation, any subjection to the normalizing channels of generality, identity, analogy and resemblance”95

Esta irrupción del Futurismo en las artes escénicas desde 1909 apunta al corazón de la crisis de la representación que décadas más tarde Deleuze teorizará. Este acontecimiento liberador de la máquina teatral marinettiana es una diferencia que no se le puede negar al Futurismo aun cuando se oponga el clásico argumento de su posterior relación con el Fascismo que suele desdibujar su importancia. Ahora bien, dentro del pensamiento estético del filósofo francés, encontramos la crítica que el autor realiza a la Modernidad, sugiriendo 95

Peter Hallward, Out of this World: Deleuze and the Philosophy of Creation, (London: Verso, 2006):13-14.

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también el peligro de la repetición sin potencial, sin virtualidad creadora, sin vitalidad, es decir, la muerte que encarcela la vida en la mera organización biopolítica del Estado o de las instituciones molares.

Una vez clara esta corta precisión teórica, podemos tomar el concepto de reterritorialización para ilustrar y explicar algunos ejemplos del nuevo Teatro Futurista que se produjo a través de este complejo proceso que hemos intentado diagramar. La reterritorialización entonces se entiende como la configuración de un nuevo territorio pero creado esta vez no por los agenciamientos colectivos de enunciación, sino por los agenciamientos de la máquina abstracta, en nuestro caso la máquina teatral marinettiana. Félix Guattari, co-autor de gran parte del pensamiento a propósito de la diferencia junto a Deleuze, nos explica la reterritorialización: “Jamás se desterritorializa por sí solo, por lo mismo se necesitan dos términos. En cada uno de los términos se reterritorializa uno en otro. De tal manera que no se debe confundir la reterritorialización con el retorno a una territorialidad primitiva, o más antigua: ella implica necesariamente un conjunto de artificios por los cuales un elemento, el mismo desterritorializado, sirve de territorialidad nueva a otro que pierde la suya. […] La desterritorialización absoluta no existe sin reterritorialización.”96

El teatro, luego de la liberación de su atadura a los siglos de historia, no sería el mismo. Al menos sabemos que hoy en día, dentro de sus expresiones encontramos variaciones como los happenings, los ready-made, los events, o los performance modernos donde la estructura clásica es quebrantada y la diferencia alcanzada por Marinetti se repite dentro de la actualización. Para brindar los ejemplos del Teatro Futurista pertinentes causa sui al Acto de Creación (creación de un nuevo territorio con nuevos agenciamientos y creación

96

Felix Guattari y S. Rolnik, Micropolitica. Cartografías del Deseo, Madrid: (Ediones Traficantes de Sueños, 2005): 41 http://arginati.blogspot.com/2013_01_01_archive.html

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de diferencia), debemos retornar al Teatro di Varietá y al Teatro Sintético, ambos, bloques enérgicos de perceptos, afecciones97 y deseos marinettianos.

La creación del Teatro di Varietá trajo consigo múltiples propuestas liberadoras donde se mezclaban elementos circenses, técnicas para hacer participar al público, palabras en libertad, danza futurista, gimnasia, cómicos y donde todos los asistentes a este encuentro debían participar casi de un entheos, una locura poética y erótica, una hybris por la velocidad y el dinamismo, un frenesí dionisiaco: “La voluntad futurista se transforma entonces en realidad embriagada, mediante la participación del público prácticamente suprimida en el teatro burgués, no ya reflejo, sino espejo deformante de una realidad –digamos- mutilada y contenida”98

Observemos unos fragmentos de la máquina teatral marinettiana directamente de su manifiesto del Teatro de la Variedad donde se haya también aquellas intenciones dionisiacas:

“1. El Teatro de la Variedad afortunadamente no tiene tradición alguna, ni maestros, ni dogmas y se nutre de actualidad veloz. 2. El Teatro de la Variedad es absolutamente práctico porque se propone distraer y divertir al público con los afectos de cómicos, de excitación erótica […] Con su ritmo de danza acelerada y transitante, el Teatro de la Variedad trae a fuerza su ánimo más lento y les impone correr y saltar. 8. El teatro de la Variedad es el único que utiliza la colaboración del público que no se queda estático como un estúpido voyeur”99

97

El filósofo francés en su obra, brinda sus definiciones sobre el arte, una muy precisa lo lleva tomar la metáfora del Ritornelo, así que brinda su perspectiva de la siguiente manera: “El artista , el creador estético no tiene opinión propia sino que crea la obra a través de unas fuerzas que le convocan, el trabajo de la sensación. Toda obra es un plano de composición de materiales que penetran en la sensación, la materia se hace expresiva. Por eso el arte no crea los afectos ni los perceptos, crea un monumento de ellos…” Ver: Alberto Navarro, Introducción al Pensamiento Estético de Gilles Deleuze, (Valencia: Tirant lo Blanch, 2001): 67. 98 Alessandro Ghignoli y Llanos Gómez, Futurismo: La Explosión de la Vanguardia, (Barcelona: Vaso Roto Ediciones 2011): 69. 99 Traducido al castellano de: Guido Davico, Manifesti Futuristi, 163-165.

58

Manca, A Futurist Parade, Revista: Poesia, Agosto-Octubre (1909).

El Teatro de la Variedad futurista, escrito en 1913, expresa el deseo de creación de Marinetti, quien dos años más tarde propondrá también el Teatro Sintético, desarrollando en estos años su idea de fisicofollia (Physical Madness) o físico-locura como se pudo observar en la caricatura de la revista Poesia, donde se advierte en primer lugar cómo los Futuristas desbordan la espacialidad del teatro, lo extienden puertas afuera, también recupera elementos circenses tanto la comedia como los malabares que igualmente se aprecian: bailar, saltar y por supuesto, también se observa la violencia contra el público pasatista. Ejemplo de este nuevo tipo de teatro desarrollado en un nuevo territorio se encuentran las puestas en escena de Vengono, preparada en 1913 por Marinetti, su primer “drama futurista de los objetos” o Radioscopia, preparado por el mismo autor en compañía de Cangiullo y Petrolini, quienes como actores se mezclaron (a escondidas) entre el público haciendo sonar instrumentos; otros futuristas arrojaban palabras improvisadas -una idea marinettiana de le parole in libertà desde distintos puntos de la galería con trombones y pitos; Michael Kirby comenta cómo algunos asistentes fueron partícipes:

59

“… one member of the audience began to hiss violently and then to applaude suddenly; another yelled: ‘You aren’t crazy, but this makes everyone go mad’ a third walked on his hands around the balcony; others, dressed in costumes harangued each other”100

La participación del público se hizo relevante en las presentaciones del teatro futurista. En Vengono (Vienen), Marinetti planea la interacción y la reacción de los asistentes brindándoles una puesta en escena ilógica, irracional, desterritorializando lo que se da por hecho como protagonistas o como desarrollo de una obra de teatro. Se trata de una escena en un living room donde está un comedor con las sillas a un lado en línea, están dos meseros o mozos (servants), quienes reciben instrucciones del Mayordomo, en un momento éste les dice: “They are coming. Prepare” y se va. Los meseros rápidamente arreglan la mesa para servir, se dirigen al público, le dan la espalda y vuelve a entrar el mayordomo diciendo: “Countermand. I´m very tired… Many Cushions”, los meseros reacomodan la mesa con cojines como lo indicó el mayordomo hasta que éste corriendo les dice: “Briccatirakamekame”, los meseros arreglan de una nueva forma la mesa poniendo un candelabro con velas encendidas y colocan las sillas patas-arriba. El mayordomo regresa y dice lo mismo: “Briccatirakamekame”. Luego, los meseros apagan las velas, todo queda a oscuras, y con reflectores y diferentes luces apuntando a los objetos de la mesa y las sillas, se da la impresión de movimiento de las mismas. Al final los dos meseros se muestran muertos de miedo juntos en una esquina y las sillas -de una forma no mostrada al públicovan abandonando el escenario (para una mejor comprensión ver anexo 1). Revolucionaria también sería la obra Le Basi con su utilización únicamente de los pies de los participantes (ver anexo 2). Sin embargo, Kirby nos indica cómo el Acto de Creación futurista en estas obras abrió el camino para otros devenires del teatro: “Although both plays (Parallelepiped y Vengono) develop out of a milieu that is recognizably representational, Marinetti’s sintesi does not provide an intellectual explanation or answer. As in Surrealism, another, more powerful reality takes over and asserts itself. […] Thus we find in the Futurist Sintesi the development

100

Michael Kirby, Futurism Performance, 69.

60

of elements that were to lead directly to Dada, Surrealism and the Theater of the Absurd”101

Observamos que las intenciones de una finalidad lógica-pasatista están erradicadas de esta puesta en escena; se deja una libre interpretación y no se le impone a la audiencia una moraleja o un mensaje por descifrar. Ya en la década de 1980, cuando Deleuze teorizaba sobre el teatro artaudiano, la obra de Kirby -Futurist Performance- sospechaba igualmente sobre una conexión entre Marinetti y Artaud: “He [Marinetti] opposes the elaboration of interpretation with an “antiacademic” and functionally “primitive” alogical response. In this “madness” as well as in his “significations of light, sound, noise, and speech with their mysterious and inexplicable prolongations” Marinetti prefigures Artaud.”102

Continuemos con otro ejemplo que nos permita avanzar con la argumentación del Acto de Creación gracias a la máquina teatral marinettiana; se trata de la puesta en escena de Per comprendere Il Pianto, construida junto con Luigi Russolo:

To Understand Crying103 (Marinetti-Russolo)

Character 1: To understand Crying Character 2: Mispicchirtitotiti (Laughing) Character 1: 48 Character 2: Brancapatarsa (Screaming) Character 1: 1215, but… me… Character 2: Ullubursut! (Laughing) 101

Michael Kirby, Futurism Performance, 56-57. Michael Kirby, Futurism Performance, 22. 103 Paolo Bruno y Marco Genone, Art Life: The Futurism Revolution [DVD] (Roma: Overcom Srl-Absolute Srl, 7 de octubre de 2013) 102

61

Character 1: One. Seems to me that you are laughing Character 2: Sgnacarsanipir! Character 1: 111. 111. 022. I forbid you to laugh! Character 2: Pasplicurplotorplaplint! (Laughing) Character 1: 888, but holy God! You mustn’t laugh, don’t you get it? (screaming) Character 2: Prrr, Prrrr, Iriririririri (laughing) Character 1: 12344. Enough! Don’t Laugh!!! Character 2: You have to laugh (said seriously).

Es evidente que tanto en Vengono como en Per Comprendere Il Pianto, los Elementos de poder pertenecientes a un territorio primitivo del teatro ya no están definiendo la interacción con la espacialidad histriónica. La máquina teatral ha vencido dicha estructura fija y, al tiempo que destruye los agenciamientos colectivos de enunciación a través del recurso de le parole in liberta y de la ausencia de racionalidad genérica, propone las condiciones para -en palabras literales de Deleuze- hacer delirar la lengua. La siguiente explicación -a la que le debemos agregar el nombre de Filippo Marinetti en sus líneas, antes que el de Cummings y Artaud-, nos aclara cómo este nuevo territorio agenciado por la máquina teatral marinettiana es per se ya un Acto de Creación en el Teatro: “La literatura moderna ha tendido así a hacer desaparecer el lenguaje: el libro de Mallarmé, las respiraciones de Artaud, las agramaticalidades de Cummings… La escritura de estos autores citados y de otros tantos en este siglo, que han desarrollado un discurso liberado del lenguaje, agramatical, asintactico, asemantico, en nombre de un código literario propio que permite el abandono de la representación o de la significación, no sigue otra ley que la de la repetición de la diferencia, la selección de una diferencia para la eterna repetición.”104

El Teatro Sintético futurista de 1915 también sería una propuesta que se desarrollaría en el proceso de reterritorialización, es decir, en este nuevo espacio para las artes escénicas liberado por la máquina teatral marinettiana. Su subtítulo llevaba ya sus características 104

Alberto Navarro, Introducción al Pensamiento Estético de Gilles Deleuze, 37.

62

Atecnico-dinamico-simultaneo-autonomo-alogico-irreale. Recorramos algunas de sus propuestas expuestas en el manifiesto para luego acudir a algunas de sus obras: “El teatro reaccionario es la forma literaria que en mayor medida obliga a la genialidad del autor a deformarse y disminuirse. […] 3. Colocar alrededor del personaje que nos interesa muchas personas que no tengan nada que ver: caricaturas, tipos raros, y demás pelmazos. […] es estúpido representar en el escenario una pelea ordenada, lógica y clara entre dos personajes […] 7. Es estúpido satisfacer el primitivismo de las masas, que al final quieren ver exaltado al personaje simpático y derrotado al antipático…”105

Antes de brindar los ejemplos del Teatro Sintético, la siguiente aclaración del Marinetti’ Scholar, Gunter Berghaus106 nos contextualiza y hace más inteligible lo verdaderamente revolucionario que fueron las siguientes piezas del teatro futurista en tanto que creación artística: “At that time, theater was always a long-journey affair and that is the type of theater that the Futurism was rebelling against. Instead of something to have five acts or fives scenes that are seen in ten or fifteen minutes”107

Los siguientes guiones escritos por Marinetti demuestran cómo la explicación anterior de Berghaus cobra sentido si una de estas obras se comparase con algunos de los intentos de la Gesantkunstwerk decimonónica:

105

Filippo Tommaso Marinetti, Manifiestos y textos del futurismo (Buenos Aires: Editorial Quadrata, 2007):

53. 106

Gunter Berghaus es un experto en las Artes Escénicas Futuristas profesor de la Universidad de Oxford y Senior Researcher de la Universidad de Bristol U.K. He de anotar que sus dos textos: “The Futurist Theater” y “Futurism and Politics: Between Anarchist Rebellion and Fascist Reaction” son obras fundamentales en las investigaciones y el revisionismo de la última década con respecto al Futurismo. Sin duda una autoridad en este tema junto con Claudia Salaris. 107 Paolo Bruno y Marco Genone, Art Life: The Futurism Revolution [DVD] (Roma: Overcom Srl-Absolute Srl, 7 de octubre de 2013).

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A Landscape Heard108 (Filippo Marinetti)

The whistle of a blackbird, envious of the crackling of a fire, ends bye extinguishing the gossip of water. 10 seconds of lapping 1 second of crackling 8 seconds of lapping 1 second of crackling 5 seconds of lapping 1 second of crackling 25 seconds of lapping 1 second of crackling 35 seconds of lapping 6 seconds of the whistle of a blackbird

Como observamos y según la definición que Deleuze brinda a propósito de la obra de arte como bloque enérgico de afectos y perceptos, Marinetti no está buscando representar un simple paisaje; ha encontrado el camino para crear un paisaje que se diferencia por sí mismo. ¿De qué manera? Dentro de la deformación: “El arte nunca es un fin, solo es un instrumento para trazar líneas de vida, es decir, todos esos devenires reales, que no se producen simplemente en el arte, todas esas fugas activas, que no consisten en huir en el arte, en refugiarse en el arte, […] sino más bien arrastrarlo hacia el territorio de lo asignificante, de lo asubjetivo y de lo sin-rostro”109

Un último ejemplo de la creación marinettiana nos conduce a uno de sus trabajos del mismo Teatro Sintético de 1915, llamado Silenzi Parlano fra di Loro o Los Silencios hablan entre Ellos, en la que podríamos fácilmente prefigurar, en cuanto a sentido y

108

Flint, R. (ed), Marinetti: Selected Writings, (New York: Farrar Straus & Giroux 1972): 292. Gilles Deleuze, y Félix Guattari, Mil Mesetas, Capitalismo y Esquizofrenia, (Valencia: Pre-textos, 1998): 191. 109

64

mensaje anti-pasatista, la popular obra del músico norteamericano John Cage, presentada en 1952, bien conocida como: “4’33”:

Silences Speak Among Themselves110 (Filippo Marinetti)

15 seconds of pure silence. Do-re-mi on a flute. 8 seconds of pure silence. Do-re-mi on a flute. 29 seconds of pure silence. Sol on a piano.s Do on a trumpet. 40 seconds of pure silence. Do on a trumpet. 10 seconds of pure silence. Do on a trumpet. Ne-ne-ne of a baby. 11 seconds of pure silence. 1 minute of rrrrr of a motor. 11 seconds of pure silence. Amazed oooooo’s from an eleven-year-old little girl.

En primer lugar, podemos apuntar al contra-sentido del título que conduce a una desterritorialización de la paradigmática razón, en segundo lugar podríamos hablar sobre relación e influencia sobre Cage -explícita o no, reconocida o negada- seguido de la exaltación futurista por el sonido de los motores modernos y de lo sintético de su carácter. Sin embargo, lo más importante es la innovación y la genialidad de Marinetti para crear una pieza maestra, un bloque enérgico que logra capturar afectos y perceptos haciendo de ellos un monumento de creación y no de representación, una obra que se afirma a sí misma

110

R. Flint, (ed), Marinetti: Selected Writings, 293.

65

para alcanzar la diferencia que se selecciona hacia una eterna repetición. En palabras del Deleuze: “Ya no hay una materia que encontraría en la forma su principio de inteligibilidad correspondiente. Ahora se trata de elaborar un material encargado de captar las fuerzas de otro orden: el material visual debe captar fuerzas no visibles […] Ya no se trata de imponer una forma a una materia, sino de elaborar un material cada vez más rico, cada vez más consistente, capaz por tanto de captar fuerzas cada vez más intensas”111

Como pudimos observar en este capítulo, fueron el deseo y los agenciamientos abstractos producidos por la maquina teatral de Filippo Marinetti, los que permitieron la libración de la cartografía decimonónica del teatro hacia nuevos devenires en las artes escénicas, es claro que la estructura molar de este espacio cultural encerrada bajo la lógica de los elementos de Poder: Actor/Público/Escenario, sufrio las fisuras -a través de los ataques futuristas- necesarias para dar vía a las distintas expresiones vanguardistas del Siglo XX. Encontramos que los comienzos del performance estarían muy ligados a las prácticas futuristas y la relación simétrica que estos artistas italianos establecerían con su audiencia, también observamos que el Futurismo desarrollo en sus presentaciones intentos por trabajar conjuntamente con otros campos artísticos vulnerando las estructuras que tienden a separarlos como el caso de la poesía y la escritura de manifiestos, cuestión que analizáremos seguidamente.

111

Alberto Navarro, Introducción al Pensamiento Estético de Gilles Deleuze, 334-346.

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Fotografía tomada del libro: Futurism & Futurisms BPL (Boston public library)

Tal vez sea claro que el Futurismo perdió su fuerza creadora tras la Gran Guerra; también que su progenitor al pactar con el Fascismo haya caído preso en un territorio primitivo, siendo él, el propio carcelero de su más preciada producción al aceptar la academia, pero su Acto de Creación en las artes escénicas será incomparable in infinitum y resistirá por siempre al peligro de devenir-muerte. Dirijamos ahora nuestra última parte del análisis a una observación más detallada de los materiales performáticos con los que se dio la producción de una repetición selectiva o diferencia que reafirma el acto creativo de Filippo Marinetti.

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MARINETTI COMO BLOQUE ARTÍSTICO: Manifiestos, Poesía Visual y Declamación en el Performance Futurista

“No hay miedo más estúpido que el que nos lleva a temer la superación del género artístico que practicamos. No hay pintura, ni escultura, ni música, ni poesía. Solo hay Creación.” Umberto Boccioni

“¡Salud a ti Voluntad mía! Y solo donde hay sepulcros hay resurrecciones” Friedrich Nietzsche

“La Edad de Oro no ha terminado; se encuentra en el Futuro” Paul Signac

3 Los Materiales del Bloque

Como hemos observado, fue necesario un trazado violento de desterritorialización en las artes escénicas para que estas pudiesen ser liberadas de los Elementos de Poder, arraigados con más fuerza por las prácticas del teatro decimonónico; casi podríamos decir que las serate futuristas fueron un proceso sine qua non; los distintos tipos de teatro y el origen del performance no podrían ser rastreados a comienzo del siglo XX. Era imaginable que tal rebelión y tal insurrección en la Historia del Arte viniese de un hombre con una sensibilidad única, que sintiese en carne propia la decadencia italiana y que al tiempo estuviese poco atado a la moralidad que le hundía, más aún, un hombre que se entregase a un proyecto cultural revolucionario como también lo fue el Futurismo:

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“La lucha contra la finalidad en el arte es siempre una lucha contra la tendencia moralizante en el arte, contra su subordinación a la moral. L’art pour l’art quiere decir: ‘Que el diablo se lleve la Moral’”112

En el pensamiento estético de Gilles Deleuze, podríamos afirmar a Filippo Marinetti como un creador, como una máquina productora de flujos libres de deseo que atraviesan las segmentaridades molares e individuales de represión social gracias a su guerra contra la estructura pasatista. Mucho antes de la aparición del artista milanés, es curioso encontrarse con la visión de un esteta incomparable como lo fue Federico Nietzsche quien, en un apartado de su Crepúsculo de los Ídolos, reflexionando sobre el genio (el creador), pareciera estar vislumbrando, augurando y describiendo el material explosivo de Filippo Marinetti: “Los grandes hombres, lo mismo que las grandes épocas, son explosivos en los cuales esta acumulada una fuerza enorme; su presupuesto es siempre, histórica y fisiológicamente, que durante largo tiempo se haya estado juntando, amontonando, ahorrando y guardando con vistas a ellos; -que durante largo tiempo no haya tenido lugar ninguna explosión. Si la tensión en la masa se ha vuelto demasiado grande, basta el estímulo más fortuito para hacer surgir el “genio”, la “acción”, el gran destino.”113

En este capítulo abordaremos la forma en que Filippo Tomasso Marinetti hizo de sí mismo un acontecimiento artístico en las artes escénicas, su Acto de Creación solo podría ser entendido en la naturaleza performática de su devenir bloque-artístico114 que, al mismo tiempo, producían una diferencia, no como suele argumentarse tradicionalmente, aquella 112

Friedrich Nietzsche, El Crepúsculo de los Ídolos, (Madrid: Alianza Editorial, 2010):108. Friedrich Nietzsche, El Crepúsculo de los Ídolos, 127. 114 En la reflexión estética deleuziana un bloque artístico esta compuesto por Afectos y Perceptos que son categorías primordiales en la propuesta su propuesta, al explicar la forma en que con ellos mismos el Arte se hace un Monumento de Creación; el profesor Alberto Navarro no brinda una síntesis al respecto: “Los afectos son los componentes de un “atletismo” afectivo no humano pero clínico o de salud, velocidades y trayectos […] El afecto testimonia por tanto el devenir del yo en otras diferencias, la síntesis disyuntiva o disyunción inclusiva de la Diferencia[…] Los perceptos son visiones o videncias, intensidades del sentido como contemplaciones puras; son como los paisajes sin hombre, paisajes que para llegar a ellos hemos de sacrificar toda determinación espacial o temporal, abriéndonos al tiempo mismo en el que nosotros ya entramos a formar parte del paisaje…” Ver: Alberto Navarro, Introducción al Pensamiento Estético de Gilles Deleuze, (Valencia: Tirant lo Blanch. 2001) 68-69. 113

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ecuación de forma + contenido = (buena o mala) representación, criticada por Deleuze, sino bajo su innovación estética que permite afirmar la creación: “El arte para Deleuze, en relación con la teoría estética de Nietzsche, debe ser primeramente crítico con su tiempo para actuar en contra de los códigos de control o los regímenes de signos que mantienen inmóviles las fuerzas activas del hombre [...] Para Deleuze el arte debe estar al servicio de la Vida, debe crear y arrastrar la vida a nuevos devenires, inauditos o no humanos, en tanto que es la vida del hombre, los modos del ser, lo que está en juego en la creación artística.”115

Y entonces, ¿Quién más crítico en teoría y en práctica con los agenciamientos colectivos de enunciación o regímenes de signos y territorios en el arte italiano que Filippo Marinetti declamando “es necesario escupir todos los días sobre el altar del arte” o insitando a la pavimentación de Venecia y a una inundación de Roma bajo un baño de orina?116 Cuando el filósofo francés expone que toda obra de arte es un plano de composición de materiales que penetran en la sensación, casi nos hace explícita la pregunta que nos conducirá al objetivo de este apartado. ¿De qué forma Marinetti -dentro de la reflexión deleuzianapuede ser considerado como un bloque artístico-estético en sí mismo, y cuáles son los materiales que hicieron posible dicha composición? La respuesta a nuestro cuestionamiento se dará en dos pasos, el primero con un breve análisis de los materiales que utilizó el revolucionario artista italiano para convertirse él mismo en un bloque artístico enérgico y el segundo articulando dicho análisis con la propuesta del performance o las artes escénicas teorizadas por Deleuze.

3.1 Los Manifiestos

La redacción de manifiestos programáticos, ya en el campo del arte, ya en el campo de la política, se considera un género literario y fue evidente que al giro del siglo XIX eran abundantes: Marx y Engels publicaron el Manifiesto comunista (1848), Jean Moreas el 115

Alberto Navarro, Introducción al Pensamiento Estético de Gilles Deleuze, 35. Traducción al castellano de: “Bisogna sputare ogni giorno sull’Altare dell’Arte” en: Guido Davico, Manifesti Futuristi, (Milano: Rizzoli. 2011) 119. 116

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Manifiesto del Simbolismo (1886), Georges de Bauhelier el Manifiesto Naturista (1897), Jules Romain el Manifiesto del Unanimismo (1905), Ernst Kirchner Programa Die Brucke (1906), entre otros; pero como bien lo explica Marjorie Perloff en su obra El Momento Futurista, dichos manifiestos rayaban en lo repetitivo de dar a conocer una información programática, a mostrar en qué consistía su propuesta y a realizar una crítica, la mayoría de las veces, dedicada a públicos selectos por su forma y su léxico117.

Sin embargo, no es sino hasta la aparición del Manifiesto Futurista (1909) que este tipo de género literario se volvió realmente un arte: su funcionalidad y objetivos, así como la condición de agenciamiento abstracto se desbordarán en posibilidades gracias a la máquina teatral marinettiana. Observemos de qué se trata esta ruptura comenzando por el particular preámbulo que Le Figaro, redactado para los lectores de este diario cuando se publicó el Manifiesto Futurista: “Monsieur Marinetti, el joven poeta italiano y francés cuyo notable y fogoso talento ya es reconocido en los países latinos debido a sus notorias manifestaciones, y quien tiene una galaxia de entusiastas discípulos, acaba de fundar su escuela del “Futurismo” cuyas teorías sobrepasan en audacia a todas las escuelas anteriores y contemporáneas […] Es necesario aclarar que atribuimos al autor la plena responsabilidad por sus ideas, singularmente audaces, y por sus extravagancias, en muchos casos injustificables…”118

117

Para comprender esta caracterización de Manifiestos previos al Manifiesto Futurista que realiza una ruptura por completo, el capítulo “Violencia y Precisión: el manifiesto como forma artística” de Marjorie Perloff resulta crucial: Marjorie Perloff, El Momento Futurista, (Valencia: Pre-textos 2009): 193-248. 118 Marjorie Perloff, El Momento Futurista,197-198.

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Manifiesto Futurista, publicado en Le Figaro119

Esta primera advertencia hace de la publicación un material que se sabe será provocador e hiriente para muchas susceptibilidades, mas como hemos visto, no todo terminará ahí en el papel; la revolución que se avecinaba apenas tomaba inicio. Perloff apunta a otro aspecto clave que diferenció esta proclama de sus precedentes; se trata de la ambientación mítica, y llena de lo que conocemos como un ateísmo prometeico si se quiere, en la que comienza la ficcional-creativa narración marinettiana: “Avevamo vegliato tutta la notte –i miei amici ed io- sotto lampade di moschea dalle cupole di ottone traforato, stellate come le nostre anime […] –Andiamo, diss’io; andiamo, amici! Partiamo! Finalmente la mitología e l’ideale mistico sono superati. Noi stiamo per assistire alla nascita del Centauro e presto vedremo volare i primi Angeli”120

119 120

Ver: Roselee Goldberg, Performance Art, (Barcelona: Destino 2002): 10. Guido Davico, Manifesti Futuristi, 39-40.

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Se trata de una auto-legitimación que será la antesala de las 11 flechas futuristas que liberarán al arte italiano de la decadencia y el territorio en que se hallaba. Adicional a esto, se encuentra la precisión con que los presupuestos son explícitamente agresivos, pero como veremos -y en este punto estamos de acuerdo con Marjorie Perloff- habrá otro ingrediente en el manifiesto del Futurismo: “Cuando Marinetti conto a Henry Maassen que la fórmula del arte del manifiesto era “violencia y precisión”, podría haber añadido una tercera cualidad […] y que es, simplemente el ingenio.”121

Este punto nos da a conocer las particularidades anteriores del manifiesto futurista: extravagante -como lo describe Le Figaro-, polémico e incisivo, mítico-vitalista en su lanzamiento, preciso, violento en sus proclamas y sobre todo ingenioso a la hora de su entrega al público. Como observamos en el primer capítulo, son las serate los espacios de encuentro formidables para dar a conocer el proyecto de creación futurista ya que al tiempo que se destruyen los elementos de Poder se develan igualmente otras formas artísticas performáticas. Tal fue el caso del extraordinario manifiesto ¡ABAJO EL TANGO Y PARSIFAL! Carta futurista que circula entre algunas amigas cosmopolitas que hacen TéTangos y se parsifalizan, un satírico y corto texto creado por Marinetti para ser arrojado al público burgués pasatista italiano que con su misma fascinación por la moda de los grandes centros culturales, caía paradójicamente en una desactualización en términos de la moda misma, pues lo que apenas comenzaba a circular en la península, ya era algo retrogrado en otros países. Con la expansión del tango y la extensiva reproducción de Wagner en los teatros, Marinetti lanza su crítica visceral al Romanticismo, al erotismo, al Simbolismo, a la concepción pasatista-tradicionalista de la mujer -lo que los estudios de género a veces llaman en la historiografía el fenómeno de la Mujer Reclinada-122 y por supuesto a las contradicciones de las prácticas burguesas. Observemos un apartado del manifiesto: 121

Marjorie Perloff, El Momento Futurista, 235. “…si se observa con detenimiento y minucia las tipologías iconográficas usadas con mayor frecuencia, se podrá constatar fácilmente que estamos ante lo que podría denominarse el fenómeno de la mujer reclinada. Con esta expresión aludo a la proliferación de figuras femeninas que se asemejan por su aire nonchalance, que imprime claramente el cuerpo tumbado, acostado, echado, recostado o inmerso en la molicie para el disfrute del autor de la obra y, se supone también, el espectador.” Ver: Juan Aliaga, Orden Fálico. Androcentrismo y violencia de genero en las prácticas artísticas del Siglo XX, (Madrid: Ediciones Akal, 2007): 29. 122

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“Monotonia di anche romantiche, fra il lampeggio delle occhiate e dei pugnali spagnuoli di De Musset, Hugo e Gautier. Industrializzazione di Baudelaire, Fleurs du Mal ondeggianti nelle sensa di Jean Lorrain, per “voyeurs” impotenti alla Huysmans e per invertiti alla Oscar Wilde. Ultimi sforzi maniaci di un romanticism sentimentale decadente e paralitico verso la Donna Fatale di cartapesta”123

Michael Kirby comenta que Marinetti declamaba este manifiesto con toda su genialidad al tiempo que alrededor suyo una pareja bailaba tango y hacía explícita todas las descripciones de las que él se burlaba”124: mirarse a los dientes como si fuesen dentistas, tener las rodillas cruzadas, frotarse el uno al otro desesperada y eróticamente, etc. Sin embargo, lo importante en este punto es observar cómo la máquina teatral del artista milanés conjuga la naturaleza escrita del manifiesto con una experiencia performática que alienta uno de los principios futuristas; se trata de la simultaneidad aludida en el capítulo 1 con la tesis de Roselee Goldberg125. Al igual que la pintura futurista, que busca captar diferentes situaciones simultaneas dentro de una composición violenta en color y dinámica en sensación, los manifiestos futuristas son pensados para atrapar la sensibilidad del público y hacerlo reaccionar tras un ataque directo a sus costumbres; vemos que se lanza el manifiesto, al tiempo que se expone exageradamente aquello que se critica (la pareja bailando tango) y se agrede al público con una burla que va dando un vuelco al final del performance donde se expresan sus argumentos de forma simultánea y sinestésica126: “además, os olvidáis de este último argumento, el único que resultara convincente para vosotros: hoy en día, amar a Wagner y a Parsifal, que se representa en todas partes y sobre todo en las provincias […] organizar aquellos

123

Guido Davico, Manifesti Futuristi, 264. Michael Kyrby, Futurist Performance, 101. 125 Ver paginas número 27-28 del Capítulo 1. 126 “Pero se trata de un humor salvaje. Marinetti aboga por una sexualidad sincera y abierta, por un rechazo de la hipocresía y la timidez romántica. Su floritura retorica final –una especie de definitiva vuelta de tuercaconsiste en modificar el significado de los términos “tango” y “Parsifalizacion” ante aquellos que lo practican […] este es un buen ejemplo de la capacidad de improvisación para burlar al lector. “Ver: Marjorie Perloff, El Momento Futurista, 238. 124

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Té-tangos como todos los buenos burgueses de todo el mundo, ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Ya no es naaaada CHIC!”127

Umberto Boccioni, La Risa, 1911, Museo de Arte Moderno de Nueva York

Encontramos que el uso del manifiesto que crearon los futuristas, una clase de agenciamiento abstracto que no se encuentra antes que ellos, puede ser visto como un tipo de material que el artista utiliza al momento de devenir él mismo obra y al momento de desear voluntariamente la destrucción del territorio en el teatro. Como ya demostramos en los capítulos precedentes; se trata también de crear las condiciones para un encuentro y en este aspecto los futuristas serán agresivos con el público para lograr su objetivo: “Esta estética situacional gobierna lo que Marinetti llama “el arte de hacer manifiestos” […] ya que el manifiesto futurista tiene un objetivo practico: conseguir que el público se ponga en acción”128

Otro ejemplo con el que podemos asegurar que la experiencia de los manifiestos futuristas era concebida para generar siempre espacios de encuentro y de posibilitar variaciones que desafían la estructura fija, aquella de los elementos de Poder, es que este tipo de textos ya 127

Fragmento traducido al castellano que se encuentra en: Marjorie Perloff, M. El Momento Futurista, 238.

128

Marjorie Perloff, El Momento Futurista, 241.

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incluían en su diseño mismo la innovación tipográfica que Marinetti había propuesto tempranamente en su Parole in Liberta y Distruzzione della Sintassi: por ejemplo en el final del Manifiesto del Teatro de Variedades encontramos este diseño para ser declamado: “Because, and don’t forget it, we Futurists are YOUNG ARTILLERYMEN ON A SPREE, as we proclaimed in our manifesto, “Let’s Murder the Moonlight!”8 fire + fire + light against the moonlight and war every evening against the ageing firmaments

great cities to blaze with electric signs

Immense face of a Negro (30 meters high + 150 meters high atop the building = 180 meters) golden eye to open to close to open to close height 3 metters SMOKE

SMOKE

MANOLI

SMOKE

MANOLI

CIGARETTES

woman in blouse (50 meters high + 120 height of the house = 170 meters) bust to stretch to relax violet pink lilac blue

foam made up of electric

lights in a champagne glass (30 meters high) to sparkle to evaporate within a shadowy mouth

electric signs to dim to die out beneath a dark tenacious

hand to be reborn to continue to extend into night the effort of the day human […] nostalgic

courage + madness never to die to stop to fall asleep shadows besiege the city

a brilliant reawakening of the streets that

channel the smoky swarm of workers during the day (30

meters

high)

to

roll

a

golden

MONALISA PURGATIVE WATERS

ball

two horses with

their

hooves

cross cross of trrr trrrrr Elevated

trrrr trrrr overhead trombbooobooobooone whiiiiiiiistles ambulance-sirens and fire- trucks

transformation of the streets into splendid hallways to

guide to push logical necessity the masses toward trepidation + laughter + uproar of Music-hall

FOLIE-BERGERE EMPIRE CREAM-

ECLIPSE red red red turquoise…”129

Finalmente, observamos que los manifiestos futuristas están hechos de un material diferenciado al de las anteriores expresiones de este mismo género; Marinetti aquí nos demuestra que la lectura de sus textos está diseñada para atrapar, conmocionar y polemizar con el público incitándolo a la reacción y a la participación, si su acogida es positiva o negativa, no es lo más importante. Lo que realmente se debe apreciar son las profundas 129

Lawrence Rainey; Christine Poggi y Laura Wittman, eds., Futurism. An anthology (London-New Heaven: Yale University Press, 2009): 164.

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fisuras que los manifiestos, sumados a una intencionalidad performática, permiten crear para alcanzar la interacción en un Teatro de la presencia que por supuesto deteriora la estructura de los elementos de poder: Actor-Público-Escenario. Con la violencia de la página del manifiesto anterior, podemos encaminarnos a otro tipo de material que utilizó Marinetti en sus composiciones; y es que esta agresión a la convencional distribución de la escritura en el espacio en blanco, se relaciona con la utilidad que los futuristas darán a la tipografía y a su guerra contra la tradición que por medio de la sintaxis blindaba a los regímenes de signos y los agenciamientos colectivos de enunciación. Ahora veamos en qué consistió el material poético de Marinetti. 3.2 La Poesía Visual

En el manifiesto fundacional encontramos puntos que marcan la intención destructora y creadora del Futurismo en el campo de las letras, lo que incluye la poesía: “[…] 2. Il coraggio, l‘audacia, la ribellione, seranno elementi essenziali della nostra poesía. 3. La letteratura essaltó

fino ad oggi l’immobilit`a pensosa,

il’estasi e il sonno. Noi vogliamo essaltare il movimiento aggressivo, l’insonnia febbrile, il paso di corsa, il salto mortale […] 6. Bisogna che il poeta si prodighi con ardore, sfarzo e munificenza, per aumentare l’entusiastico fervore degli elementi primordiali […] 10. Noi vogliamo distruggere i mussei, le biblioteche, le accademie d’ogni specie, combattere contro il moralismo, il feminismo e contro ogni vilt`a opportunistica o utilitaria”130

Es la propuesta de la máquina teatral marinettiana la que desarrollará la articulación entre la poesía visual-fonética y los dos tempranos textos, Manifiesto Técnico della Letteratura Futurista (1912) y Distruzione della Sintassi - Immaginazione senza filli - Parole in libertà (1913), para después llevar a la práctica su co-funcionalidad, leído en tanto que producto del agenciamiento abstracto de aquella máquina. Esto se verá concretamente en la elaboración de una poesía que desborda la clásica concepción de una lectura introspectiva y ensimismada, arrastrándola a nuevos devenires en su misma construcción; todo esto 130

Guido Davico, Manifesti Futuristi, 42-43.

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también queriendo realizar una desterritorializacion de la utilidad en la página y la lectura que se puede realizar con ella. Es la intención de liberar las palabras del territorio configurado por una sintaxis lineal lógica -la cual Marinetti rastrea en Occidente desde Homero: In aeroplano, seduto sul cilindro della benzina, scaldato il ventre dalla testa dell’aviatore, io sentii l’inanita ridicola della vecchia sintassi ereditata da Omero131- la que permite al artista un uso de las mismas palabras con las que se puede desafiar los regímenes de signos y en este caso, violentar esa vieja racionalidad del espacio en blanco desbordándolo hasta su utilización en el performance como un material dentro del Acto de Creación. Claudia Salaris comenta al respecto de la idea destructiva-creativa marinettiana: “The technical manifesto of futurist literature was written in 1912 which is three years after the manifesto of Futurism. These were the funding years in which Marinetti developed his idea to break up literature and make it new again”132

Al igual que ocurre con los manifiestos, la poesía visual-fonética está pensada para una declamación performática ruidosa, provocadora e incendiaria, más si no es en el escenario donde el público se ve agredido por los futuristas, será en la composición de su poesía donde el lector recibirá el golpe directo a su racionalidad sintáctica. Observemos unos ejemplos de la poesía visual-fonética futurista que desterritorializa las palabras del territorio primitivo y milenario de la sintaxis occidental:

131

Guido Davico, Manifesti Futuristi, 111. Paolo Bruno y Marco Genone, Art Life: The Futurism Revolution [DVD] (Roma: Overcom Srl-Absolute Srl, 7 de octubre de 2013) 132

78

Filippo Marinetti, Words in Freedom (Bombardamento), 1915?, Ink and Collage on paper. Private Collection

79

Filippo Marinetti, Grevé,1912, Ink on Collage paper, 31 x 21 cm. Private Collection

Filippo Marinetti, Bombing, (1915-16?), Ink on paper, 21.5 x 27.5 cm. Private Collection

80

Filippo Marinetti, Scrabrrrrraanng, (1919)

Observamos en estos ejemplos que no sólo se trata de caligramas con la técnica y los estudios pioneros de Mallarmè133 sobre la tipografía. Para los futuristas el uso de onomatopeyas a la máxima capacidad de la voz, el tamaño de las palabras acentuándolas y además la técnica del collage con le parole in libertá, son pensadas para una clase de performance dinámico y están relacionadas con lo que será el tipo de declamación futurista que siempre buscará agrietar la estructura de los elementos de poder en las artes escénicas. El historiador Alessandro Ghignoli teoriza sobre las anteriores composiciones gráficas y este aspecto de la poesía visual marinettiana que también posee otras funciones según sus estudios en este campo:

133

Este poeta francés es pionero en la investigación del uso tipográfico en la Poesia, ya para finales del Siglo XIX se cuenta con poemas de su autoria donde las palabras toman una composición automa, sin embargo su trabajo no será del mismo tipo del Zang Tumb Tumb marinettiano, pues no es explicita su intensionalidad performática.

81

“Por tanto, la aproximación a la poesía visual futurista reclama concebir la forma cultural y cognitiva del espacio tipográfico en tanto espacio sinóptico, ya que esta noción permite aludir a una visión sincrónica del conjunto visual […] Aquí el poeta italiano elabora con fuentes y tamaños diversos de letra una composición donde la disposición de las letras evoca una deflagración […] De tal modo el espacio en blanco cobra tal relevancia que no es posible atenerse a una linealidad, las letras evocan sonidos presentes en la imaginación que remiten en este caso a un estallido, estableciéndose así una acción en el espacio visual, es decir, un movimiento.”134

Con este corto recorrido, podemos afirmar que el componente de la poesía visual-fonética para los futuristas -y en especial para Marinetti cuando recorría los escenarios europeos- es un material idóneo en el proceso de realizar el Acto de Creación, pues evidencia la cofuncionalidad que el artista italiano daba a la poesía, ligándola a una interpretación y a una escenificación que va a requerir la reacción de la audiencia; sabemos que de igual forma, aquellos elementos están supuestos a converger en la obra de arte en tanto que uno más de los materiales que le pudiesen enriquecer.

3.3 La Declamación

La declamación futurista ligada a lo que Deleuze llama un teatro de la representación donde la máquina teatral observa las condiciones de encierro y apresamiento de las artes escénicas por los elementos de poder y satírica, violenta o burlescamente los vulnera con la intención de disponer el espacio hacia un encuentro-, puede ser rastreada como idea tempranamente en Marinetti. Tomar de improvisto al público y de una u otra forma hacerlo reaccionar, era algo en lo que el artista milanés tenía experiencia. Lawrence Rainey, basado en el trabajo biográfico de Claudia Salaris, comenta cómo Marinetti años antes de la fundación del Manifiesto Futurista ya gustaba de ser irrespetuoso e irreverente en su círculo social, es decir, frente a códigos o enunciados dominantes en ciertos territorios configurados por agenciamientos colectivos de enunciación; se cuenta que en un

134

Alessandro Ghignoli y Llanos Gómez, Futurismo: La Explosión de la Vanguardia, 42-44.

82

matrimonio Marinetti hizo una inesperada y extraordinaria declamación que dejó a los asistentes atónitos y boquiabiertos: “When a friend of his married in 1904, Marinetti turned up at the wedding party to present the bride and groom with a special present in person: a sonorous declamation of the new poem he had composed just for the occasion, “The Bleeding Mummy” (“La Momie sanglante”). It recounts the story of

Ilai,

daughter of an Egyptian pharaoh, who reawakens every night inside her crypt and offers prayers to the moon, begging it to restore the body of her former lover. The wedding guests were stupefied. They would not be the last to experience such sensations at Marinetti’s hands”135

Sin duda, el creador del Futurismo gozaba de un incomparable sentido de la escenificación y sabía completamente que el histrionismo era un arma que podía ser utilizada contra los regímenes de signos pasatistas, la máquina teatral marinettiana es rica en deseos de transgresión y de creación utilizando al tiempo lo que podríamos llamar el material de la declamación futurista. Hacia 1916, en plena Primera Guerra Mundial, Marinetti escribiría Declamación Dinámica y Sinóptica, texto en donde se proponen las innovaciones y los aportes del Futurismo hacia una nueva forma de concebir la declamación -práctica que sabemos está íntimamente ligada a las artes escénicas-; algunos de sus apartados comentan la experiencia del autor, que para entonces ya había recorrido importantes escenarios europeos llevando consigo los materiales de su Acto de Creación: “My indisputable world primacy as a declaimer of free verse and words-infreedom has enabled me to identify the defects of declamation as it has been understood up to now. Even when supported by the most marvelous vocal organs and the strongest temperaments, this passeist declamation always comes down to an inevitable monotony of highs and lows, to bustling gestures that repeatedly and boringly inundate the stony imbecility of lecture audiences. For too long now I have amused myself with seducing and moving them better and more reliably than all the other declaimers of Europe, introducing into their obtuse brains the most astonishing images, caressing them with the most refined 135

Lawrence Rainey; Christine Poggi y Laura Wittman, eds., Futurism. An anthology, 3-4.

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vocal changes, with velvety softness and brutality that leave them enthralled at my gaze or entranced by my smile, until at last they feel a feminine need to applaud something they neither understand nor like.”136

Los Futuristas en la Primera Guerra Mundial De izquierda a derecha: Antonio Sant’Elia, Umberto Boccioni y Filippo Marinetti

Marinetti describe entonces la declamación pasatista como un acto monótono, repetitivo, aburridor y complaciente con lo que él mismo siempre recalcaba: la imbecilidad de la audiencia o el mismo público pasatista sistemáticamente hostil con las novedades. A este tipo de declamación pasiva y reflexiva, la máquina teatral marinettiana opondrá una declamación performática, rápida, sintética y simultánea. En este punto es preciso comprender esta declamación futurista como una de las innovaciones que se dieron en el nuevo territorio del teatro que los futuristas conformaron vía agenciamientos maquínicos abstractos, como lo observamos en el capítulo precedente.

Tomemos el ejemplo de la célebre serata de Roma el 29 de marzo de 1914, más conocida como el encuentro de Piedigrotta, y la muestra de arte futurista en la Galería Sprovieri (5 de abril de 1914), ambas serate, donde ya se aplicarían las ideas de Il Teatro di Varietá y la declamación sería parte del encuentro. En la primera de ellas, Michel Kirby describe la

136

Lawrence Rainey; Christine Poggi y Laura Wittman, eds., Futurism. An anthology, 220.

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ambientación en un sencillo cuarto donde no se encuentra la división clásica de la estructura fija del teatro de la representación: Actores/Público/Escenario; el lugar estaba decorado por cuadros de Boccioni, Carra, Russolo, Balla y Severini, habían luces rojas y una especie de muñecos que se burlaban de la Academia Italiana con el letrero: Three Crocean Philosophers137. Marinetti escribiría sobre su declamación aquel día: “…the public greeted with frenzied applause the appearance of the dwarf troupe, bristling with fantastic hats of tissue paper that revolved round me while I declaimed. The multicolored ship that the painter Balla carried on his head was very much admired”138

En la siguiente serata, donde acudieron artistas rusos, belgas, norteamericanos, ingleses y por supuesto italianos al encuentro en la Galería Sprovieri, los anfitriones futuristas posibilitaron el lugar para mostrar internacionalmente las nuevas condiciones de su teatro, que ya puede ser leído como un performance moderno. Esto fue lo que Marinetti y sus amigos prepararon: “A catafalque had been constructed at the rear of the room. Again there was a procession: in this case it was a “funeral procession” Balla, “disguised as a sacristan,” led the way. He was followed by Depero and Radiente, whose heads were hidden in enormous tubs of black tissue paper with holes punched for eyes and nose; on their shoulders they carried the “body” of a passeist “critic” who had succumbed to futurist theory and insults […] Marinetti gave a funeral oration for the deceased critic, justifying the fatal statements of the Futurists…”139

Hasta este punto, podría refutarse que en cierta forma este acto, con la procesión simbólica del funeral de un pasatista y las declamaciones futuristas ligadas a una muestra performática, es una representación, pero debemos recordar que para este punto el teatro ya 137

Para una más precisa descripción sobre este encuentro ver: Michael Kirby, Futurism Performance ( New York: Dutton & Co. 1981): 28-29. 138 Michael Kirby, Futurism Performance, 28. 139

Michael Kirby, Futurism Performance, 29-30.

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ha sufrido una reterritorializacion, es decir, se asiste a una nueva cartografía histriónica. Ya no se acude a la ópera y a los teatros donde físicamente se divide la organización de los cuerpos, ahora cualquier lugar es apto para un encuentro y la activa participación de la audiencia constituye parte de la obra. Igualmente, Marinetti en su papel dentro del funeral tenía un haz bajo la manga: sacó un cigarrillo y quemó el “pútrido hedor” del pasatista muerto, invitando a todos los asistentes a seguirlo: “In order to overcome the “putrid stench” of the decaying body, he lit a cigarret and asked the spectators, who, of course, were noisily demonstrative throughout, to do the same. Smoke and the act of smoking became part of the performance”140

Un último ejemplo que podemos observar para ligar esta correlación simbiótica entre la declamación futurista y el performance, también como materiales constitutivos del Bloque artístico, ocurrió tempranamente y fue la entrega a los venecianos del propio manifiesto que Marinetti había escrito exclusivamente para ellos, Contro Venezia Passatista (1910). Como ya explicamos, el manifiesto para los futuristas es de naturaleza performática y la declamación del mismo -con sus características in situ- debe ser sintética, violenta, dinámica y creativa. Antes de ver la forma en que se entregó al público el manifiesto, veamos unos fragmentos del texto: “Repudiamos la Venezia dei forastero, mercado di anticuario falsificadora, calamita dello esnobismo e dell’imbecillita universali, letto sfondato da carovane di amanti […] Basta! Basta! Finiscila di sussurrare osceni inviti a tutti passanti della terra o Venezia, vecchia ruffiana…”141

Así pues, con declaraciones agresivas, satíricas y burlescas de este estilo, Marinetti subió el 8 de julio de 1910 -un domingo de misa- a la Torre del Reloj de Venecia en el justo momento en que un corro de rezanderos regresaba de su peregrinación al Lido. El artista

140 141

Michael Kirby, Futurism Performance, 30. Guido Davico, Manifesti Futuristi, 60-61.

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milanés dejó caer desde lo alto del edificio más de 800 panfletos sobre los fieles142, los cuales llevaban el manifiesto escrito y las siguientes imágenes que hacían grafica la intención futurista.

André Warnod, Venezia Passatista, Folleto elaborado para los habitantes de Venecia.143

142 143

Marjorie Perloff,, El Momento Futurista, 128-129. Imagen tomada del libro de Perloff: El Momento Futurista ver: p. 230.

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André Warnod, Venezia Passatista, Folleto elaborado para los habitantes de Venezia.144

Luego de la extraordinaria idea de Marinetti y la repartición de los folletos, vino la declamación que hizo de la muchedumbre un público activo; los venecianos no tardaron en responder a los futuristas que acusaban a Venecia, como observamos en las imágenes anteriores, de prostituta seductora que susurra al oído de los viajeros y turistas. R. Flint comenta que sucedió entonces: “Los futuristas recibieron silbidos y los tradicionalistas recibieron golpes. Los pintores futuristas Boccioni, Russolo y Carrá puntuaron este discurso con sonoras bofetadas. Los puños de Armando Mazza, un poeta futurista que también era atleta, dejaron una impresión inolvidable”145

De esta forma, comprobamos que efectivamente la declamación futurista tiene como presupuesto el dinamismo, la simultaneidad y la verdadera necesidad de producirse en un espacio-tiempo que hace de sus ideas una composición artística ligada al performance; 144

Imagen tomada de El Momento Futurista en la que se realiza el contraste de la vieja Venecia que vive de los viajesros y turistas que admiran su antigüedad y quietud, en contraste con la imagen inferior de la Venecia industrial que desean los Futuristas para vigilar ese gran lago italiano: El Mar Adriatico. Ver: El Momento Futurista p. 231. 145 Marjorie Perloff, El Momento Futurista, 133.

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indiscutiblemente, Marinetti tuvo la capacidad de disponer las condiciones para que sus manifiestos declamados funcionasen como proto-guiones teatrales con los que se insta a la revitalización de los habitantes de su país.

3.4 La Composición del bloque

La intención de este breve recorrido fue identificar tal vez los tipos de materiales con los que Filippo Marinetti se componía a sí mismo como un bloque artístico, como una diferencia que escapa de la atadura a la representación , es bien sabido que su trabajo como novelista no es de los mejores -aun cuando Mafarka el Futurista contiene una gran riqueza en la expresión del temprano pathos de este colectivo artístico- y ninguna de sus otras largas narraciones como “Los Indomables” son de expansiva apreciación pero lo que si pudimos demostrar es que realmente Marinetti es un artista incomparable en el ámbito de las artes escénicas o el performance.

Su trabajo siempre apuntaba a lo que Gilles Deleuze, refiriéndose a los agenciamientos abstractos, caracteriza como disyunción conjuntiva, es decir, en este caso, una diferencia que busca incluir, lo apreciamos en el deseo futurista de considerar al público o a la audiencia como un material clave dentro del monumento artístico, muy probablemente ninguna de las serate o ninguna de las presentaciones internacionales del artista milanés hubiesen alcanzado la categoría de Acto de Creación sin su interacción y su reacción, lo que nos permite ver que la maquina teatral marinettiana producía las condiciones de lo que el filósofo francés ha caracterizado como un teatro de la presencia definido por la destrucción de los elementos de Poder en las artes escénicas y por su capacidad de disponer la espacialidad hacia un encuentro: “Deleuze encourage searching for paintings, films, pieces of music, or events that might touch, affect and insert us into the folds of an event into the pulsing of a logic of sensation […] Without searching out such encounters, we are more

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likely to ride the crest of the “givens” and remain definided by and depent on the ready made, the represented, the cliché”146

Para el encuentro futurista tardío de 1921, en el Margherita Hall de Roma, es posible hablar de una reterritorialización del teatro donde este mismo se convierte en un espacio preciso para una muestra del Acto de Creación marinettiano: su misma rebeldía de hacía más de 10 años continuaba aun con combustible, los manifiestos, la poesía y la declamación formaron parte del evento que, como serán naturalmente los performances, terminará con un desarrollo anarquico, o un continuum de las acciones humanas: “Few of the scenes could be understood because the showers of beans potatoes, and apples often drove the actors off the stage […] Marinetti himself, who fought well for Italy during the war, supported the bombardment almost without flinching, although he was hit on the head several times […] the performance came to a premature end when the actors themselves began to hurl vegetables and fruit back at the audience. After the theatre had closed Marinetti was badly handled by the mob in the street because he refused to return their money, and he had to be rescued by troops”147

Así pues, el artista milanés sabía que se trataba siempre de una guerra contra el público pasatista y su tradicional sensibilidad, estas batallas se libraron en los teatros y también fuera de ellos. Marinetti reunía en él mismo los manifiestos, la poesía y la declamación futurista junto a la participación activa del público -los cuales son los componentes con los que logra devenir-artista o devenir bloque-artístico en sí- encontrando los materiales para despertar nuevas sensibilidades humanas, al tiempo que ha hecho de ellos un monumento simultaneo, todo acontece en un mismo espacio-tiempo indefinido e ilimitado en cuanto a un fin: Marinetti realiza su performance provocador, y los asistentes reaccionan, los elementos de Poder se destruyen y no se inclinan hacia ninguna de las partes, las condiciones nuevamente se prestan para los encuentros cuando los futuristas aplican su fórmula Arte = Acción. Cuando el historiador Alessandro Ghignoli se refiere a “las diversas expresiones futuristas” en el siguiente párrafo, podríamos 146 147

interpretar que se

Charles Stivale, Gilles Deleuze Key Concepts, (Quebec: McGill-Queen’s University Press, 2008):139. Michael Kirby, Futurist Performance, 15-16.

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refiere a los materiales de la obra marinettiana y por tanto con sus palabras reafirmar tanto el fundante Acto de Creación futurista como el Bloque Artístico que Marinetti constituía: “…Paroliberismo y poesía fonética, al margen de mostrar la conexión entre las diversas expresiones futuristas, que hacen del Futurismo el auténtico primer movimiento de vanguardia. De tal modo, la imbricación entre las palabras en libertad, la declamación sinóptica y la poesía fonética constituye el preludio de la síntesis”148

Igualmente, la reunión de todos aquellos materiales que convergen en un solo momento gracias a su capacidad de captar fuerzas invisibles que son atrapadas por el artista para su composición tal y como lo hizo Filippo Marinetti, se aprecia en la propuesta de Deleuze que hace una distinción entre el papel del Arte Moderno con respecto a sus precedentes expresiones: “La edad moderna es la era de la síntesis de heterogéneos frente a la identidad sintética formal que aseguraba la inteligibilidad de la materia. El problema para el artista moderno es lograr la síntesis de los heteróclitos, ser máquina capaz de sintetizar elementos heterogéneos.”149

Por tanto, es posible decir que, luego de este recorrido por la obra artística performática de Filippo Marinetti y sus compañeros futuristas, la maquina teatral marinettiana alcanzo dicho propósito conjugando diferentes materiales con el fin de alcanzar el Acto de Creación artística en el ámbito de las artes escénicas, la mezcla entre manifiestos, poesía y declamación arrastrada hacia el performance sin duda posibilitaron a Marinetti un devenircreador -enfrentado a la mera representación identitaria del arte precedente- con el que se inaugura en Europa la misma Vanguardia.

148

Alessandro Ghignoli y Llanos Gómez, Futurismo: La Explosión de la Vanguardia, (Barcelona: Vaso Roto Ediciones, 2011): 52. 149 Alberto Navarro, Introducción al Pensamiento Estético de Gilles Deleuze, (Valencia: Tirant lo Blanch, 2001)83-84.

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Conclusión La irrupción del Futurismo trajo una vía de renovación para la sensibilidad en los espacios artísticos del Siglo XX. La reformulación del Teatro como espacio de encuentro que escapa a la concepción pasatista de representación introspectiva e inmóvil en cuanto a la estructura de la cartografía teatral, fue una creación futurista. A través de este breve acercamiento a la obra artística de Filippo Marinetti, leída desde las posibilidades teóricas y estéticas que trajo el pensamiento de Gilles Deleuze en la segunda mitad del Siglo XX, es posible decir que hemos rastreado la composición del Acto de Creación futurista en el campo de las artes escénicas. Entre 1909 y 1916, el trabajo de los artistas italianos logró, por medio de las serate, la destrucción de la estructura decimonónica del teatro pues el espectador fue movilizado y desplazado hacia el centro de la composición artística, tanto así que sin su reacción -positiva o negativa a las premisas futuristas- Filippo Marinetti y sus amigos no hubiesen logrado mayor transformación en las artes escénicas.

El problema de reconocer la crisis de la representación en la primera vanguardia del Siglo XX fue posible en este trabajo gracias al acercamiento interdisciplinar entre la estética y la Historia critica del arte, pues nos permitió pensar el trabajo de Filippo Tomasso Marinetti a partir de la Filosofía de la Creación y así también repensar problemas teóricos y filosóficos con el inmenso sustrato humano del Arte.

Podemos entonces decir que, es desde las ingeniosas e impredecibles serate futuristas que las identidades molares, presentes en la tradicional práctica de asistir al teatro, sufren un proceso de destrucción, posibilitando las condiciones para un encuentro que no sé perderá en la anarquía o el khaos de estas acciones futuristas sino que, antes bien, con un camino de maduración alcanzarán el Acto de Creación gracias a la diferencia lograda en sus composiciones dinámicas, simultaneas, transgresoras y críticas con los códigos dominantes del Siglo XIX; todo esto lo observamos en la propuesta del Teatro de la Variedad y el Teatro sintético desarrollado por Filippo Tomasso Marinetti que también buscaba, tras el abandono y el desprecio por la tradición, acabar con la distribución jerárquica de los cuerpos en la actividad artística del teatro.

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Esta revolución de Arte y Vida Futurista que llevaron a cabo los jóvenes artistas italianos fue reportada por toda Europa dejando claro que fueron ellos quienes liberaron el Teatro de las anquilosadas, caprichosas y prefabricadas representaciones clásicas del pasado. En este punto podemos de nuevo hablar, con base a las serate, de una violenta desterritorializacion sufrida por las artes escénicas; mas, como en toda desterritorializacion, existe el riesgo de caer en el caos, de caer de nuevo en la representación o incluso en la muerte, es decir, no lograr el Acto de Creación pero los Futuristas, y sobre todo el sentido de la escenificación marinettiana, si lograron llevar a cabo este proceso como resistencia y como apertura a nuevos territorios –las Vanguardias y su potencial altamente importante para nuestros días de Neo-Vanguardia- al igual que con obras revolucionarias en la Historia del Teatro Occidental como lo fueron: Vengono, Le basi, A Landscape Heard entre otras.

Con esto pudimos confirmar que el camino de la desterritorialización del teatro decimonónico hacia una liberación que le permitiría a él mismo alcanzar diversas expresiones -ya no atadas a la representación- fue trazado por el deseo y la voluntad creadora de Filippo Marinetti y su movimiento; también pudimos demostrar la forma en que los futuristas agrietaron la estructura racional que pretendía

mantener separados

distintos géneros artísticos. Estos artistas italianos, por medio de su agudo sentido de la escenificación preludiaron los componentes del Performance Moderno y alcanzaron las condiciones para disponer encuentros en los que las fronteras entre la poesía, la declamación, la exhibición de pinturas o la lectura de manifiestos, se rompían con el fin de tomar a cada una de ellas y agruparlas en tanto que materiales extensivamente ricos para la composición de un bloque artístico, de un resistente Acto de Creación.

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ANEXOS

Anexo N. 1 Filippo T. Marinetti, Vengono (They are coming), 1912.

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Anexo N. 2 Filippo Tomasso Marinetti, Le Basi (Feet), 1912.

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