Story Transcript
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Centro Regional Santa Fe Estación Experimental Agropecuaria INTA Oliveros Agencia de Extensión Rural INTA Roldán
Respuesta al agregado de Magnesio en soja en ambientes de alta producción Autores: Gerster Guillermo (1) y Novello Oscar (2) (1) Ing. Agr. Jefe de Agencia INTA Roldán. (2) Ing. Agr. (Mg) Actividad privada.
Introducción: En el centro sur de la provincia de Santa Fe, aproximadamente el 85% de la superficie productiva está destinada a la agricultura, donde como cultivo predominante se ubica la soja, que ocupa el 87% de esa superficie agrícola (Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, 2015). Cabe destacar además que durante las últimas campañas, el área sembrada con trigo se redujo a mínimos históricos, con valores cercanos al 10 % del área agrícola. Frente a este panorama de amplio predominio de la actividad sojera, y mientras se observa un incremento constante en los rendimientos de los cultivos, la aplicación de fertilizantes es deficitaria, generándose un balance negativo de nutrientes en el suelo. Como agravante, esta reposición parcial es casi exclusiva para los nutrientes considerados tradicionales, como nitrógeno (N), fósforo (P) y azufre (S). Se estima que, para el año 2011, la relación entre cantidades aplicadas y cantidades removidas fue de 0.43 para N, 0.70 para P, 0.02 para potasio (K) y 0.50 para S (García, F y M. González Sanjuan, 2013). La intensificación agrícola con la inclusión de leguminosas y de gramíneas permite hacer un uso más eficiente de los recursos (suelo, agua, insolación) y contribuiría para una mayor sustentabilidad, debido a los mayores aportes de materia orgánica y al efecto de las raíces de las gramíneas sobre la porosidad del suelo. La inclusión de gramíneas en la rotación contribuye a generar un mejor ambiente productivo para el cultivo de soja, permitiendo a este cultivo expresar un mayor potencial de rendimiento (Gerster, G. y S. Bacigaluppo, 2012) Es de esperar entonces que la exportación campaña tras campaña de otros nutrientes no considerados en el esquema tradicional de fertilización pueda generar nuevas deficiencias para los cultivos, tal como ya ocurriera en la década del 90 con el azufre en el sur de Santa Fe. En ambientes de alta producción de soja, donde la demanda de nutrientes se incrementa, estas deficiencias podrían ser más manifiestas.
Uno de estos “nuevos nutrientes” a considerar es el magnesio (Mg). En primer lugar, es un macronutriente cuyo requerimiento por parte del cultivo de soja es similar a los de P y de S, si bien con menores índices de cosecha (Tabla 1). Tabla 1: requerimientos de Mg por parte de los principales cultivos (IPNI)
(kg/ton grano)
Extracción en grano
Soja
9
4
Trigo
4
3
Maíz
3
2
Cultivo
Requerimiento
(kg/ton grano)
En segundo lugar, se pudo determinar que la actividad agrícola en la región pampeana ha producido una disminución promedio del 18% en el contenido de Mg en los suelos, si bien su disponibilidad aún se encuentra por encima del umbral crítico (50-60 mg kg-1) (Figura 1) (Sainz Rozas et al, 2013)
Figura 1: distribución de Mg intercambiable (mg kg-1) a 0-20 cm de profundidad en suelos prístinos y agrícolas de la región pampeana (Sainz Rozas et al, 2013)
Existen algunos antecedentes que pueden citarse en relación a la fertilización con Mg en el cultivo de soja, en la región pampeana. Por ejemplo, en 47 sitios
experimentales instalados durante las campañas 2000/01 y 2001/02, Ferraris et al no midieron en ningún caso rendimientos significativamente superiores por agregar Mg a tratamientos fertilizados con P y S. Los autores sugirieron que esta falta de respuesta se produjo por los altos contenidos de Mg determinados en los suelos, en concentraciones superiores a los umbrales de deficiencia. Por su parte, Martínez y Cordone (2008), en tres experiencias llevadas a cabo en el sur de Santa Fe, entre las campañas 2005/06 y 2007/2008 en lotes con más de 100 años de agricultura continua, hallaron respuestas al agregado de Mg a tratamientos fertilizados con P y S (136 kg de grano/ha), pero que no tuvieron significancia estadística. Sin embargo, los autores destacaron que esta diferencia de rendimiento podría ser un indicio de que el nivel de Mg en los suelos de esa región estaría limitando la producción de soja. Objetivo del ensayo: Evaluar la respuesta en el cultivo de soja a nuevos nutrientes, entre ellos el magnesio, en dos secuencias de cultivo diferentes. Metodología: El experimento se instaló a partir del año 2013 en un lote ubicado al oeste de la localidad de San Jerónimo Sud, en un suelo serie Peyrano (Argiudol típico). El análisis del mismo, efectuado en forma previa a la siembra del primer cultivo (arveja), se muestra en las Tablas 2 y 3. Tabla 2: análisis de suelo efectuado al inicio del experimento, para pH, materia orgánica (%), fósforo disponible (mg kg-1), nitratos (mg kg-1) y sulfatos (mg kg-1) Muestra
pH
Materia orgánica
Fósforo disponible
Profundidad (cm)
1:2,5
Walkley y Black (%)
0-20
5.91
20-40
6.04
Nitratos
Sulfatos
Bray 1 (mg kg )
Harper -1 (mg kg )
Turbidimetrico -1 (mg kg )
2.93
17.97
91.00
23.23
---
15.83
38.67
5.93
-1
Tabla 3: análisis de suelo efectuado al inicio del experimento, para calcio, magnesio, potasio y sodio (mg kg-1 y meq/100) Muestra Profundidad (cm)
Ca++ (mg kg-1)
Mg++
meq/100
(mg kg-1)
K+
meq/100
(mg kg-1)
Na+ meq/100
(mg kg-1)
meq/100
Extracción con acetato de amonio Normal a pH 7
0-20
1691.67
8.46
225.00
1.88
508.33
1.30
115.00
0.50
20-40
1808.33
9.04
333.33
2.78
443.33
1.13
115.00
0.50
Para el presente trabajo se mostrarán y analizarán los resultados obtenidos para el cultivo de soja de primera 2014/2015, el cual se sembró sobre dos antecesores diferentes: 1. Soja 2. Arveja / Maíz Los tratamientos que se consideraron, conjuntamente con las cantidades de cada nutriente agregadas, se muestran en la Tabla 4.
Tabla 4: detalle de los tratamientos y cantidades de nutrientes agregados (kg ha-1) Tratamiento
N
P
S
Mg
K
Zn
B
0.3
0.15
kg ha-1
1
Testigo
2
NS
100
3
NP
100
33
4
NPS
100
33
25
5
NPSMg
100
33
25
6
NPSK
100
33
25
7
NPSMgK
100
33
25
20
60
8
NPSMgKMicros
100
33
25
20
60
25
20 60
Las dosis de N, P, S, Mg y K se determinaron en base a la extracción de los cultivos para rendimientos alcanzables en el área. Las fuentes empleadas como fertilizantes fueron urea (46-0-0), fosfato monoamónico (11-52-0), yeso agrícola (0-0-0-17S), cloruro de potasio (0-0-60), kieserita (0-0-0-22S-16Mg) y Glytrac® (0-0-0-35CaO-5B-10Zn) El N se aplicó sólo en maíz. Tanto soja como arveja se inocularon con productos específicos para cada especie. En el cultivo de soja de primera 2014/2015, los fertilizantes sólidos se aplicaron en el mes de octubre, previo a la siembra, mientras que el Glytrac se pulverizó en estado fenológico de V6. El experimento se diseñó en bloques al azar con 3 repeticiones, con tamaño de unidades experimentales de 5,15 m x 100 m. ® Glitrac es una marca registrada de Yara Argentina SA.
Resultados: En las siguientes tablas se muestran los rendimiento obtenidos para el cultivo de soja 2014/1015; en la Tabla 5 cuando el antecesor fue soja, y en la Tabla 6 cuando fue arveja / maíz.
Tabla 5: rendimiento del cultivo de soja 2014/1015 con antecesor soja (kg ha-1)
Tratamiento
Repetición 1
Repetición 2
Repetición 3
Promedio
kg ha-1 1
Testigo
4121
4446
4306
4291 a
2
NS
4809
3801
5109
4573 a
3
NP
5169
4490
4617
4759 a
4
NPS
4538
4429
5057
4675 a
5
NPSMg
4767
4561
5181
4836 a
6
NPSK
4429
4683
4820
4644 a
7
NPSMgK
4796
4880
4583
4753 a
8
NPSMgKMicros
5122
4719
4741
4861 a
Valores de rendimiento promedio seguidos con la misma letra no difieren estadísticamente (Test LSD 5%)
Tabla 6: rendimiento del cultivo de soja 2014/1015 con antecesor arveja/maíz (kg ha-1)
Tratamiento
Repetición 1
Repetición 2
Repetición 3
Promedio
kg ha-1 1
Testigo
4548
4746
4629
4641 a
2
NS
4677
4653
4989
4773 ab
3
NP
4609
4863
4891
4787 ab
4
NPS
4780
5057
5150
4996 b
5
NPSMg
5349
5194
5280
5275 c
6
NPSK
4838
4565
4901
4768 a
7
NPSMgK
5294
5275
5434
5334 c
8
NPSMgKMicros
5225
5522
5376
5374 c
Valores de rendimiento promedio seguidos con la misma letra no difieren estadísticamente (Test LSD 5%)
La respuesta que expresó el cultivo de soja al agregado de los diferentes nutrientes difirió según el cultivo antecesor.
Antecesor soja: Con antecesor soja, se midieron incrementos de rendimiento de 282 kg ha-1, 468 kg ha-1 y 384 kg ha-1 cuando se fertilizó con S, P y P + S respectivamente; si bien los mismos no tuvieron significancia estadística, son respuestas del orden del 6,5 al 10,9%. En particular para P, debe tenerse en cuenta que el valor de P disponible que surge del análisis de suelo está por encima del umbral de respuesta para cultivo de soja. En referencia a Mg, no se midieron incrementos de rendimiento por su agregado; lo mismo sucedió para K, Zn y B. Antecesor arveja / maíz: Cuando el antecesor fue el doble cultivo arveja / maíz, en primer lugar se pudo observar que los rendimientos de la soja fueron mayores para todos los tratamientos; el rendimiento general de la experiencia con antecesor soja fue de 4675 kg ha-1, mientras que con antecesor arveja / maíz fue de 4993 kg ha-1. La respuesta encontrada al agregado de S, P y P + S con antecesor arveja / maíz fue de menor magnitud (132 kg ha-1, 146 kg ha-1 y 355 kg ha-1 respectivamente), aunque en el caso de P + S tuvo en este caso significancia estadística. Tampoco se midieron incrementos de rendimiento por agregar K, Zn y B, pero si se observó respuesta con significancia estadística a la adición de Mg. Cuando se agregó Mg al tratamiento fertilizado con S + P, el incremento de rendimiento fue de 279 kg ha-1 (5,6%), y cuando se adicionó Mg al tratamiento fertilizado con P + S + K fue de 566 kg ha -1 (11,9%); cabe destacar que esta respuesta se obtuvo aun cuando el suelo se encuentra muy bien provisto de este elemento, por encima del umbral de deficiencia. Conclusiones: El efecto del cultivo de maíz como antecesor permitió generar un mejor ambiente de producción para el cultivo de soja, lo que permitió alcanzar una respuesta de rendimiento promedio a la fertilización superior a los 300 kg ha-1. En este caso se observaron respuestas significativas al agregado de Mg, mientras que en la situación de monocultivo de soja las mismas no fueron estadísticamente significativas. Los resultados obtenidos en este ensayo indican la necesidad de considerar la posible respuesta al Mg en soja en sistemas de alta producción. Agradecimientos: Se agradece la colaboración de la empresa Basf y de su personal profesional, quienes colaboraron desinteresadamente en la conducción del ensayo.
También a Alejandro Nicolari, Juan Postiglione, Alejandro de Paz, y Luan Lluan, pasantes de la AER INTA Roldán, quienes participaron en el seguimiento, toma de datos y procesamiento de la experiencia. A la Cooperativa Agrícola Ganadera de Los Molinos,, Coop. Agrícola Ganadera de San Jerónimo, ASP La California, y Yara Argentina por haber colaborado con los fertilizantes. Bibliografía:
Ciampitti, I. y F. García. Requerimientos nutricionales en cereales, oleaginosos e industriales. Archivo Agronómico Nº 11, publicado en Informaciones Agronómicas Nº 33. 2007. IPNI. Ferraris, G., F. Gutiérrez Boem, H. Echeverría. Respuesta a la fertilización en el cultivo de soja de primera. IDIA Nº XXI, Vol. Nº 3: oleaginosos. 2002. INTA. García, F. y M.F. González Sanjuan. La nutrición de suelos y cultivos y el balance de nutrientes: ¿Cómo estamos? 2013. Informaciones Agronómicas de Hispanoamérica Nº 9. IPNI. Gerster G. y S. Bacigaluppo. El cultivo de soja en la argentina. Capitulo: Manejo del Suelo. ISBN 978-987-27584-I-7. 2012. Editores Baigorri H Salado Navarro Luis
Martínez, F. y G. Cordone. Fertilización en soja. Explorando la respuesta a magnesio. Revista Para Mejorar La Producción N º 39. 2008. EEA Oliveros. INTA. Página web del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. http:// www.minagri.gob.ar/siteagricultura/informacion_agropecuaria/index.php Sainz Rozas H., M. Eyherabide, H.E. Echeverría, P. Barbieri, H. Angelini, G.E. Larrea, G.N. Ferraris y M. Barraco ¿Cuál es el estado de fertilidad de los suelos argentinos? Actas Simposio Fertilidad 2013. IPNI / FERTILIZAR.