RESUMEN Y COMENTARIOS ACERCA DEL TEXTO. LOS TOKAPU, Sistema de graficación de la Emblemática Inka.-

RESUMEN Y COMENTARIOS ACERCA DEL TEXTO “LOS TOKAPU, Sistema de graficación de la Emblemática Inka”.David Vicente De Rojas Silva La temática de los TO

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RESUMEN Y COMENTARIOS ACERCA DEL TEXTO “LOS TOKAPU, Sistema de graficación de la Emblemática Inka”.David Vicente De Rojas Silva

La temática de los TOKAPU, ha sido desde mucho tiempo atrás, un tópico que motivó inquietudes por esclarecer la razón de estos diseños cuadriformes que entremezclan sus vistosos contenidos de orden geométrico y/o naturalista, dentro del enriquecido andamiaje decorativo nativo andino, principalmente en prendas de vestir privativos, y en enseres personales de la clase noble inkaica, sobretodo durante la etapa inicial del período colonial hispano conocido también como neo-inka. A estos cuadritos se les asignaron una serie de justificaciones, las mismas que van desde la simple decoración, hasta la intrincada conjunción de conceptos traducibles como lenguaje escrito. Aspectos tales, estos últimos, que luego de suficientes averiguaciones de comprobación y de fallidos ensayos probatorios, no alcanzaron a satisfacer plenamente tales suposiciones propuestas.

La sucesión de elementos cuadriformes en esquemas muchas veces repetidos, los que conforman juegos de Tokapu, han venido a representar, con mayores elementos de juicio, relaciones familiares bajo identificación emblemática, y prácticamente cuasiheráldica, postulando distintivos privativos en exclusividad de sendos linajes y/o ayllo o panaqa los que se representan en objetos de orden personal o familiar en exclusiva. Los Tokapu, se han registrado principalmente en prendas de vestir como unku (camisetas), anaku (sayas), formando seriaciones de varias fajas sobretodo a la altura de la cintura del troco corporal, o en coronaciones cefálicas de Maskaypacha, cuya flecadura (wariro) roja, pende precisamente de un Tokapu, y que cae sobre la frente de la testa. Así mismo, se han registrado estos elementos, en vasos de madera o q’ero, cuyos decorados incluyen escenas diversas junto a la sucesión de Tokapu, pero en franca yuxtaposición de conceptos ambivalentes de orden europeo y de razón inka. Allí, curiosamente, se suceden Tokapu, al mitad del vaso en la parte angosta que forma precisamente una suerte de cintura. Se han reproducido también estos gráficos, en pinturas coloniales, cuyos lienzos datan desde el siglo XVI, y que registran retratos de personajes notables, los que se acompañan de blasones de sabor ibérico pero enriquecidos con Tokapu inka. También existen lienzos tempranos, con blasones que incluyen Tokapu, en franco amestizamiento de orígenes. De la misma manera, se han reproducido estos emblemas cuadriformes (Tokapu) en notable mobiliario civil como en cueros de baquetilla repujados y que corresponden a los respaldos de sillones fraileros del siglo XVII, así como en muros y paredes de tumbas funerarias o Chullpa, para señalar su identificación de familias determinadas. Es bastante común hallar figuraciones inka en inmuebles occidentales, las mismas que han ornamentado líticas portadas cuyos dinteles suman campantes blasones que incluyen precisamente, algún Tokapu central. No han faltado vasijas y otros enseres que denotan ser propiedad particular de quienes los empleaban. Los Tokapu son figuras geométricas enmarcadas en cuadros que pueden estar aislados (únicos), o quedar alineados en fajas de sucesión horizontal, quizá también vertical, o a veces, simplemente cubrir todo el espacio en plena ocupación. Son ellas graficaciones abstractas, aunque podrían aceptar así mismo algunas figuraciones naturalistas. Los Tokapu, podrían deber su nombre, según cronistas guerreros hispanos, quienes narran aspectos culturales de estas exóticas sociedades tan diferentes se la suya; o de lexicográficos sacerdotes lingüistas, quienes formularon a su vez, interesantes diccionarios bilingües entre castellano-quechua y/o aymara, y que afirman ellos, que Tokapu, podría significar, “vestidos de reyes”, o “vestidos de labores preciosas”, donde los gráficos cuadriformes, era un “signo de gentilidad”. Etimológica y hasta filológicamente, “Tokapu”, podría significar, tomando la raíz “Toq’o” como “Hueco, ventana, u hornacina”, en tanto que el vocablo “Apu”, correspondería a “Deidad, Jefe, o Patriarca”. En resumen se podría traducir como “El hueco o ventana del Dios” o tal vez como “La hornacina de donde proviene el Patriarca”, señalando el origen del patrono o numen tutelar de una etnia o de un linaje tal vez. La Lingüística sirvió como fuente, siendo de interés tomar en cuenta la Leyenda de los hermanos Ayar, quienes salieron de Pakarij-Tambo o “Posada del Amanecer”, se ha mostrado como el origen y nacimiento de una elite nativa, o de un linaje local. Allí existían tres ventanas de donde salieron los mencionados hermanos. Al respecto, hay variaciones léxicas y dialectales en abundancia.-

Los enseres o prendas donde había Tokapu, se constituía en un bien que se elaboraba para una determinada y breve jerarquía familiar, y hasta estaban ex-profesamente fabricados, para particulares personajes de la exclusiva elite inka, por lo que por ejemplo, podrían ubicarse dichas graficaciones de Tokapu, solo sobre finas producciones textiles de kumbi, o graficarse sobre enseres de libación como los q’ero o vasos de madera hecho por pares, adjuntándose a ellos, un carácter casi sagrado, pues no se podría donar, y menos comprar o vender, inclusive hasta a los propios conquistadores y mandatarios impositivos foráneos, so pena de drásticos castigos. Las líneas de sucesión familiar como la matrilineal Panaqa, y el patrilineal Ayllo, se vieron sujetas a deidades protectoras como q’onopa, waqa, y otras figuras totémicas, muy representativas de cada núcleo familiar, otorgando valoraciones convencionales entre ellas. Como representación familiar, la graficación de ideografías del patriarca o del jefe, es estipulado mediante símbolos abstractos en la mayoría de las veces, pero pudiendo ser también de calificaciones muy naturalistas. Estas creaciones geométricas que anteceden al Tokapu en su decoración aplicada a enseres y ropa, han podido tener algún significado preliminar, pues los encontramos como Pre-Tokapu, en culturas pre-inka, como Chavín, Wari, Tiwanaku, Nazca, Paracas, Mochica, Chimú, Chancay, etc., reproduciendo escaques y rectángulos, ricos en graficaciones estilizadas y sobretodo geometrizantes. Sin embargo como proyección posterior a la etapa neo-inka durante la colonia peninsular europea, se encuentran las graficaciones aunque algo mas estilizadas, bajo la denominación de Pallay, en etapas que van desde fines del Virreinato y siguiendo en todo el tiempo republicano, que llega hasta nuestros días, como graficaciones emblemáticas con las que se representan a las etnias nativas y a los ayllos regionales, como características propias de convencionales diseños identificatorios culturalmente. En resumen, los Tokapu para nosotros, son y significan, el emblema que representa a la gentilidad personal, así como también a la institución familiar de la elite inkaica, tan rica en orgullosas prosapias nobiliarias, que con beneplácito mayor, motivaron la ostentosidad de ricas galas tanto en sus personas, como en sus enseres familiares. Existe una ambivalencia muy manifiesta, durante los inicios de la colonia y virreinato hispano, siendo que indígenas orejones, que fueron reconocidos por España, como personajes de significante relieve social y alcurnia mayestática nativa, mereciendo por sus vínculos de descendencia de oriundos gobernantes reales, que equipararía a la alta monarquía europea, gozaron de blasones auténticamente heráldicos, concedidos beneficiariamente mediante Cédulas Reales de monarcas iberos. Según las referencias etnográficas, se pueden observar construcciones mestizas donde una mitad recuerda lo inka, y la otra en versión hispana, así como el empleo de gráficos en post-firmas notariales en trámites judiciales, está bastante frecuentada como costumbre el emplear Tokapu para signar con un apelativo familiar. La decoración externa de construcciones funerarias o chullpa, están graficadas y pintadas con diseños de Tokapu en varios colores, rememorando y haciendo alusión a la familia allí sepultada, a igual remedo de los mausoleos familiares europeos pletóricos de las armas del linaje que representan.

Actualmente y como proyección actual del Tokapu, y a partir del olvido de la descendencia de estirpes reales inka, las comunidades rurales y los ayllo, han venido representándose mediante signos externos en sus vestidura, utilizando colores típicos y privativos, pero sobre todo el uso del pallay, o figura característica de cada una de las etnias y vecindario establecido, como ya se indicara anteriormente. Al respecto, es de notar que nadie puede vestir una prenda tejida con determinado pallay que no corresponda a su etnia, su ayllo, o su comunidad, so pena de ser desconocido e irreverente a su origen, al igual que la norma seguida secularmente entre los clanes de la vieja Escocia europea. ---------------------------------Entre los antecedentes considerados para poder lograr algunas conclusiones valederas con respecto a la valoración de los Tokapu, se tomaron en cuenta los siguientes acápites:

Errores de Concepción.- Solo se hallan en producciones neo-inka o inka-colonial durante el período virreinal español. No existen trabajos ni estudios sistemáticos completos, los más son solo interesantes intentos pero lamentablemente fallidos; entonces solo son consideraciones sobre simbología iconográfica, y sobre lexicografías de estructuración criptográfica en una posible escritura. Decoración adicional.- Motivos reiterativos en la pictografía sobretodo geometrizante en textiles, cerámica y aún en vasos de madera; y aparecen como grecas., cenefas, frisos y franjas, aunque a veces también alguna reproducción de figuras totémicas.-

Escritura Gramatical.- Como ideas volcadas en vocabularios y léxicos, se expresa la escritura como expresión privativa y muy convencional para cada sociedad, y aún para cada cultura.- En ese entender, el idioma quechua es polisemántico y polifónico (cada cosa de puede decir de diferentes maneras, o un término puede significar varias cosas). Por lo cual, no es posible estructurar un sin número de vocabularios para un solo

idioma. Cualquier sistema logográfico sin letras, no puede ser entonces de fácil o correcta aplicación escriptórico-gramatical que pueda estar correctamente relacionado con un sistema numérico decimal, como se pretendió sostener como valedero. (?). Al faltar entonces un alfabeto-clave sin consonantes entre los inka. Solo existían por ello, kipu, q’ellka, pallares y guijarros señalados, palos marcados, señales de humo, petroglifos, etc., pero en todo caso, ninguno de estos recursos lograría estructurar una gramática escrita verdadera. Onomástica personal.- Todas las personas tienen nombre propio con significado conferido a ellos. Entre los Inka, era norma el cambiar constantemente sus nombres genéricos e identificatorios, acorde a algún acontecimiento en particular, o por determina acepción de nuevo status. Por eso el virrey Toledo, para poder levantar un censo poblacional, y en conjunción con la Iglesia, se acogió a las conclusiones del II Concilio Limense (1567), y más tarde en el III Concilio de 1582, se fijaron las normas para designar apellidos patronímicos de sucesión hereditaria. Significado del Quechua.- No hay traducciones completas, ni menos unificadas al respecto, y hasta se sostuvo que acerca de la existencia de un “Idioma Secreto” y privativo para la elite quechua, pudiendo ser estas lenguas el pukina, o el kallawaya. Aplicación Computable.- Al respecto, para lograr una interpretación escriptórica real, se han hecho diferentes bases codificadas tomando en cuenta las grafías de los tokapu, pero nunca se han podido completar las mismas. Se registro entonces alrededor de 300 gráficos diferentes con variaciones diversas, sin mayor resultado para tanta labor.

Posibilidades de Interpretación.- El afán de lograr un mejor resultado es menester preliminarmente, analizar la historia y aquellos antecedentes cronológicos inka, a través de y en función de su organización social. La estructuración social siempre estará relacionada con las concepciones ideológicas para su interpretación. El Problema del Descifre.- Cada grupo social tuvo su numen tutelar, su waqa q’onopa.En esto el concepto de tótem impulsa a recurrir a la emblemática (heráldica) como representación. Guamán Poma (1616), registra 50 formas geométricas, sumando además 5 tipos con números occidentales. – Kauffman Doig (1978) halla 23 formas básicas o signos-tipo con 7 variables cada uno.- N. T. Barthel (1971) señala 24 modelos básicos. No coincidiendo en muchos gráficos para una misma clasificación. La Arqueología como Fuente.- La graficación sistemática de recuadros abstractos y geométricos, se registran desde Tiwanaku y Wari, siguiendo Paracas y Nazca con tipología básica.- Dibujos como modelo o arquetipo reiterativo en tumbas y construcciones funerarias altiplánicas o chullpares.

La Lingüística como Fuente.- En la interesante leyenda de Pakarij-Tambo o “Posada del Amanecer”, se ha mostrado como el origen y nacimiento de una elite nativa, o de un linaje local. Allí habían tres ventanas de donde salieron los Q’hapaj, los Sutil, y los Mara. La ventana o hueco, se dice Toq’o, y jefe o dios, se llama Apu. Al respecto hay variaciones léxicas y dialectales en abundancia. La Etnografía como Fuente.- Según el cronista Arriga (1621), el padre Ávila, había encontrado en 1621, durante acciones de extirpación de idolatrías, más de 600 idolillos vestidos con ropajes decorados y otras ofrendas de carácter individual. Las q’onopa y las kuka-mamas, eran unas muñecas representativas de sus deidades. Cada una favorecía a una región, a una paq’arina o a un linaje en particular. Los tejidos actuales solo pueden ser usados por los miembros de la comunidad o ayllo que ha tejido bajo propias normas de coloración y temática de pallay en sus prendas. Les está vedado usar lo ajeno, por ser identificatorio e individual pertenencia comunal.

La Sociología como Fuente.- Existió una fuerte influencia europea dentro de los patrones culturales del inkario original.- Se acudió entonces al bilingüismo conceptual para yuxtaponer modelos ambiguos.- Las relaciones de familia, parentesco, status, institución, organización social, etc. se vieron entonces sustituidas como acepciones de manera paralela y convencional.

Las Figuras Identificatorias del Parentesco.- Las líneas de sucesión familiar como la matrilineal Panaqa, y el patrilineal Ayllo, se vieron sujetas a deidades protectoras como q’onopa, waqa, y otras figuras totémicas, muy representativas de cada núcleo familiar, otorgando valoraciones convencionales entre ellas. La Representación Familiar.- Graficación de ideografías del patriarca o del jefe, mediante símbolos abstractos. Los reticulados son muestras de la estructura social con bases familiares. Así está por ejemplo la graficación inferior de la cosmología inka diseñada por Joan de Santa Cruz Pachakuti Yamqui Salkamaywa (1613), tomado de la testera del altar mayor en el templo de Korikancha de Cusco. La Genealogía.- Todos los pueblos y en todas las latitudes, siempre se han interesado en la genealogía y sucesión familiar. Así, los egipcios en medio oriente, así como en la India, tanto chinos, como japoneses, han registrado con escrupuloso cuidado, las propias referencias familiares de antecesores y descendientes. Existió entonces tanto celo en conservar esas referencias como lo hicieron los griegos y hasta los romanos, quienes inventaron nominaciones para designar vinculaciones de parentesco. Los hebreos que registran en sus textos sagrados amplísimas genealogías, y lógicamente los inka, con sus ayllo y panaq’a de conformación estructural diferenciada en lo familiar, de importancia tal que se refleja incluso en las distribuciones urbanas de los manzanos o kancha según sus dinastías, que hicieron del parentesco, las bases de sus organizaciones sociales. El Pokenkancha.- Así como el Sunturwasi, el Pokenkancha era también la Casa de las Armas y Escudos inka, el santuario de los Poke, se convirtió en repositorio de las genealogías de los reyes Inka, que guardaban allí sus efigies, sus medallas, los retratos de sus mujeres y los signos de sus panaq’a. Es en ese repositorio donde existían cuatro (4) tablones o paños que registraban esa información gráfica. Material que fuera enviado a España por orden del virrey Toledo (hoy desaparecidos), y del que el cronista Antonio de Herrera, dicen que copió los dichos retratos y que los reprodujo en su obra “Década V”, en 1560.

La Heráldica.- Que como disciplina formal, desarrolla la llamada “Ciencia Heroica”, anotando y registrando las características gráficas y representativas de los apellidos y/o corporaciones dentro de espacios defensivos y expositivos llamados “Escudos de Armas”. Allí está diseñados los símbolos y las alegorías del significado de los términos apelativos gentilicios. En culturas no occidentales, el término “heraldo” no está considerado, y la palabra “heráldica” no tiene una acepción tan europea por lo que no es considerado como propio; por ello empleamos, tal vez con más propiedad, el término de Emblemática, sustituyendo la anterior acepción, aunque la función fuera la misma, ya que estas grafías simbólicas representan organizaciones familiares, corporativas y aún estatales. Por entonces en el Nuevo Mundo y particularmente en el mundo andino, los guerreros se llamarían Guamán, Puma, Águila, Gavilán, Cóndor, etc. los que son representados Dibujo de Felipe Guaman Poma gráficamente y de manera natural sobre espacios de Ayala 1616), representando a abstractos, que se refugian en el Tokapu. Dichos losTokapu, como parte de la Tokapu, se ubican sobre la corona inka o Corona o Maskaipacha real inka. Mascaypacha,, sobre el llawtu de cuatro vueltas, y que cuelga de su base un flequillos rojo o wariro. Además se lograron diseñar blasones de sabor hispano, con los atributos de las deidades de los cuatro Capitanes y Gobernadores de los cuatro Suyos o regiones geográficas del Imperio del Tawantinsuyo. (Felipe Guamán Poma -1613, y Martín de Murúa -1590).

Graficación del Parentesco Inka.- En un lienzo colonial de fines del siglo XVI, existente en el Museo Arqueológico de Cusco (Perú) un interesante retrato de una bella dama inka, y en medio de un conjunto de Tokapu que adorna los vuelos de su anaku (saya), se entremezcla un cuadrito con el diseño de un escudo hispano, en franca adhesión a la continuidad de las representaciones nativas, señalando ser otro tokapu más dentro de la estructura y composición del conjunto. De igual manera en otros lienzos del siglo XVII, se registran retratos de personajes que visten vistosos unku, en los que se decoran franjas con alternados Tokapu, a la altura de la cintura (por ser este un lugar de honor), Figuraciones de Tokapu, que se reiteran en su particular grafía, con los existentes en medio de una mascaypacha (corona inka), y en medio de un blasón español que incluye este símbolo gentilicio inka. Convirtiéndose ello en la Clave para llegar a algún encuentro con lo cierto.

Retrato de una dama cusqueña del siglo XVI, descendiente de la Estirpe Real Inka. Viste ropaje nobiliario de alcurnia, que incluye series de Tokapu, entre los que figura un gráfico de norma heráldica ibérica, y se acompaña de un blasón europeo con tokapu del que pende una borla con flecos, un kumillo (enano, bufón jorobado) que porta un parasol (achiwa), dándole al personaje un carácter nobiliario alto, lo que se refrenda con la corona inka o maskaipacha, sobre una mesa. Fuente: (Museo Arqueológico de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco – Perú.) Foto C.J. Julian – 1972.-

Detalle ampliado de tres franjas inferiores del anaku (saya) de la Dama (Qoya), mostrando tokapu, entre los que se ubica un recuadro con elementos de grafía occidental.

Las Insignias Personales.- En muchas culturas, la representación de los apellidos o las jerarquías personales y de elite se registraron sobre enseres y principalmente en los vestidos con que presentaban. Así es que en China, se acoplaban sobre las ropas, unos bordados de dragones y otras deidades correspondientes a cada ubicación social. En Japón, los kamon, eran unos círculos y/o losanges, que se cargaban de figuras geométricas dicromáticos, para señalar emblemáticamente a la familia de poseedor de tales prendas. Entre los árabes, habían medias lunas y estrellas, así como entre los judíos según fueran miembros de determinada tribu básica. Durante la Edad Media, los guerreros se cubrían sobre las cotas de malla y aún sobre las gualdrapas de la cabalgadura, de unos paños con los colores de sus escudos de armas, representando sus divisas, así como algunas figuras heráldicas que las caracterizaban. Notables son los paletoques y los tabardos con armas de los Señores y de los Reyes a los que esa gente servía. Las mesnadas de guerreros se diferenciaban por los colores de sus patronos, surgiendo los escaqueados, los palados o fajados, y aún los acuchillados. Dentro de la nobleza inka, los vestidos, particularmente los unku o camisetas, estaban cargados de Tokapu, señalando con ello a la dinastía o al linaje al que pertenecían.

Normas locales de una Heráldica mestiza.- El Tokapu es normalmente sumado a las armas occidentales, en todas las representaciones, sean éstas labras en frontispicios líticos y portadas, o en retratos de personajes, y en cuadros testimoniales, historiados o religiosos, donde se entremezclan Tokapu con piezas auténticamente europeos, en franco amestizamiento y/o convalidación. La torre del Inka Pachakutej, idealiza a la ciudad de Cusco como sede o capital del Tawantinsuyo, y es entonces que a ese gráfico rodeado de serpientes que sujetan un arco iris, como númenes de la realeza, pende del arco y en medio, siempre un Tokapu con flecaduras rojas (wariro) de la mascaypacha o corona dinástica inka; lo curioso, es que a cada diferente expresión y siguiendo la cronología, las figuraciones de los Tokapu allí inscritos, van cambiando según fuera la familia en pretensión de gobierno, tal como se hallan instalados los escusones centrales y “sobre el todo”, de las Armas de España durante la regencia de las diferentes familias reinantes de los Austria, los Borbón, y hasta de Saboya en su momento . Allí están además, clarificadas las armas recibidas o armas concedidas por monarcas iberos, a las que se les añadió también Tokapu. Existen entonces las prácticas de Sustituciones de las temáticas propias.

Detalles de los retratos de Caciques Inka, en función al cargo de Alferados de las Parroquias locales, y que se representan con sus galas nativas, en la festividad católica y Procesión de Corpus Christi durante el siglo XVII en la ciudad de Cusco (Perú), y que se conservan en el Museo de Arte Virreinal de Cusco. Ambos visten con sendos unku, cargados de tokapu, cuyas grafías se reiteran en las maskaipacha con que coronan. Llevan además sipe (gola) de plumas y sandalias (usuta) y hombreras (q’ipe) dorados con mascarones de felino, y una patena pectoral de oro representando al sol (kanipo) sobre el pecho

Apreciaciones etnográficas.- Gran parte de construcciones mestizas coloniales donde una mitad recuerda lo tradicional inka, y la otra en renovada versión hispana, así como el empleo de gráficos en post-firmas notariales en sendos y voluminosos trámites judiciales, está bastante frecuentada como costumbre el emplear Tokapu para signar con ese gráfico cuadriforme un apelativa familiar. La decoración externa de muchas construcciones funerarias o chullpa, está graficadas y pintadas con diseños de Tokapu en varios colores, rememorando y haciendo alusión a la familia allí sepultada, a igual remedo de los mausoleos familiares europeos pletóricos de las armas del linaje que representan.

Proyección actual del empleo de Tokapu.- Actualmente, y a partir del olvido de la descendencia de estirpes reales inka, las comunidades rurales y los ayllo nativos, han venido representándose mediante signos externos en sus vestidura, utilizando colores típicos y privativos, pero sobre todo el uso del pallay, o motivo con figura característica de cada una de las etnias y vecindario establecido. Nadie puede vestir entonces, una prenda tejida con determinado pallay que no corresponda a la pertenencia de su etnia, su ayllo, o su comunidad, so pena de ser desconocido y ser tomado como irreverente a su origen.

Resumen final de las investigaciones y Conclusiones. Antecedentes = Valcárcel 1960. Postulaciones = Barthel 1970, La Jara 1970, Burns 1978, Kauffman 1978, Rowe 1979, De Rojas 1979, Zuidema 2002. Como Conclusiones Finales de esta investigación, llegamos a los siguientes acápites, considerando la operabilidad simbólica de los Tokapu: 1°.- Los Tokapu, no son formas de escritura logográfica y menos gramatical inka. 2°.- Los Tokapu, no son únicamente ormanentación adicional en vestidos y enseres. 3°.- Los Tokapu, son sistemas de graficación del Parentesco Inka, por su exclusividad. 4°.- Los Tokapu, son seriaciones documentales de una Emblemática de orden heráldico. 5°.- Los Tokapu, anteceden en su uso, a los Pallay actuales, como signos de identificación y pertenencia de las Comunidades tradicionales y nativas de la región andina.

Fuente: “Los Tokapu, graficación de la emblemática inka” Producciones CIMA Editores./ Colección Patrimonio. La Paz, 2008. / 278 pp.

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