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umario

revista En entrevista con...

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Que nada supere el interés de la nación Agnerys Rodríguez Gavilán Un Congreso con los pies en la tierra Luis Jesús González

Invitado

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Una óptica desde el comercio exterior

De nuestra fuente

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Consideraciones sobre la auditoría forense Lic. Maribel Fonseca Guerra Apuntes críticos sobre la comunicación en la Resolución No. 60/11 Por Lic. Yadira Álvarez Varada

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Lic. Ángel Jean Hernández Núñez

Haciendo historia

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Para Enma Parra Cursos subsede de la OLACEFS Por la Oficina de la Contralora

Vidas

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Solo he puesto mi granito de arena Por Yadira Álvarez Varada

Otra mirada

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Integración del Sistema de Gestión Documental al Sistema de Control Interno Por Lic. Yorlis Delgado López MSc. Martha Marina Ferriol Marchena

Hagamos una pausa

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Crucicontrol ¿Desea publicar en nuestra Revista? ¿Sabía usted que...?

consejo editorial Presidenta Lic. Gladys María Bejerano Portela Miembros de honor Dr. Osvaldo Martínez Dr. Joaquín Venturas Infante Dra. Ma. Victoria Bernacé Dr. José Carlos del Toro Grupo consultor MSc. Mayra González Herrera Lic. Lumey González Vergara Ing. Carlos B. Ponce Morffi Ing. Sonia Sardiñas Miranda Lic. Mayra Coley Lemus MSc. Susana Verónica Torres Oña MSc. Carlos Manuel Santos Cid MSc. Yelegny Fernández MSc. Loreto Pérez Porto MSc. Ana Cristina Varona Aldama MSc. Mabel Pazos Pérez Lic. Yadira Álvarez Varada

equipo editorial Coordinación editorial: Sandra Rossi Brito Edición ejecutiva: Iraida Campo Nodal Corrección: Berta Reinoso Santos Diseño y realización: Luis E. Mederos Antúnez

ISSN-1682-7554

RNPS: 0470

Se autoriza la reproducción parcial o total de los artículos contenidos en este número, siempre que se cite la fuente. Revista Auditoría y Control, Contraloría General de la República de Cuba. Calle 23 No. 801 e/ A y B, Vedado, Plaza de la Revolución C.P. 10400. Cuba. Teléfonos 836-2700 por INTERNET: www.contraloria.cu

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En entrevista con... Por Agnerys Rodríguez Gavilán

QUE NADA SUPERE EL INTERÉS DE LA NACIÓN El Consejo Editorial de la Revista Auditoría y Control, pone a su disposición la segunda parte de la entrevista realizada por Juventud Rebelde, a Gladys María Bejerano Portela, Contralora General de la República, teniendo en cuenta las solicitudes de nuestros usuarios, dada la necesidad de contar con ella como material de consulta.

La empresa estatal socialista tiene que pensar cómo aporta más al presupuesto, cómo genera más utilidades y no en hacer cosas que quizás resuelvan en un momento pero al final se convierten en una desgracia económica y financiera. En la capacidad organizativa y de dirección, en los recursos humanos que tenemos, y en el conjunto de transformaciones que se están dando como parte del proceso de institucionalización que está llevando a cabo el país, están las mayores fortalezas para enfrentar el fenómeno de la corrupción y rescatar la disciplina económica. Con esa convicción inició la Contralora General de la República, Gladys Bejerano, la última parte de su diálogo con este diario.

“Toda esa transformación, que le va a dar un contenido más sólido, de mejor organización, no solamente a las empresas, sino también al país, debe y tiene que dar un cambio favorable, empezando por la responsabilidad de las personas que están al frente de estas y sus colectivos de dirección, recalcó. “Si los directores trabajan mejor en su función de administrativos, y también con un sentido más político de su responsabilidad, ese desempeño redundará en fortaleza para asumir las tareas y los objetivos asignados. “Y si además rinden cuenta, son transparentes, conscientes de su función y aprovechan todo el potencial de su colectivo, son millonarios; pueden hacer todo lo que se propongan para el bien de la nación. Pero tienen que

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asumirlo venciendo muchos malos hábitos, y dejando también de hacer muchas cosas que todavía se hacen sin medir cuánto cuestan, sus riesgos. Así no se puede seguir trabajando. “Hay que darles más facultades a las empresas, más amplitud para desarrollarse más eficientemente, que no quiere decir en ningún caso que esas atribuciones se puedan utilizar para que cada cual haga lo que mejor le parezca. “Para que exista un orden, todo el mundo tiene que seguir una línea. Como conocemos se estudian las normas sobre cuál debe ser el funcionamiento de la empresa cubana, a partir de todas las experiencias. Tenemos el Sistema de Perfeccionamiento Empresarial, que ha aportado un conocimiento que se está sistematizando. Con un espíritu muy crítico y con la voluntad de modificar lo que haya que modificar, de hacer estructuras menos burocráticas, eso indudablemente se revertirá en fortalezas. “Por delante tenemos también el problema de la planificación. La manera en que hoy se está concertando la planificación, la inmediata y la perspectiva, debe traducirse en beneficio para la empresa, para el país; igual lo que está aconteciendo con el presupuesto, esa decisión de que la empresa tiene que aportar a la nación, y que no puede ser que el presupuesto del Estado subvencione a la empresa, coloca a los empresarios y a los trabajadores en una posición diferente, de aportadores. “El escenario donde se desarrolla la dirección administrativa en la actualidad está cambiando y se están tomando medidas para que así sea. Y esa convicción, y esa firmeza de que cada cosa tenga su análisis; creo que es lo primero que va a ayudar a que todo el mundo

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comprenda que tenemos que cambiar, que hay que pensar, trabajar con responsabilidad, dar frutos, resultados. “La empresa cubana ha tenido y tiene una fortaleza que quizá no siempre hemos sabido aprovechar al máximo, y siempre hablamos del material que nos falta, que es cierto, pero el capital humano que tiene este país es innegable. Cuando se hace un negocio mixto, los socios extranjeros aprecian mucho que tenemos personas preparadas profesional e integralmente, y eso es un potencial real, una riqueza. Creo que esa es la primera fortaleza. “Otro elemento que se debe tener en cuenta es que estamos concentrando a las empresas cubanas en el interés de los objetivos estratégicos, despojándonos de cosas que no necesariamente tienen que estar a nivel de una empresa”. —Y las debilidades… —La debilidad primera que para mí puede tener una entidad, sea empresa o una unidad presupuestada, es que quien la dirige, su colectivo de dirección, anteponga los intereses de la entidad, los de su colectivo, y peor aún, los personales, a los intereses de la nación. “Lo primero es pensar como país, cómo aporta más al presupuesto del país, cómo genera más utilidades, cómo logra ganar un prestigio si es para exportar o sustituir importaciones, cómo disminuir gastos; no puede estar pensando en buscar dinero, en hacer cosas que quizá resuelvan en un momento, pero al final no son sostenibles, se convierten en una desgracia económica, financiera y, en algunos casos, hasta socialmente. Esa pudiera ser la peor debilidad. “Otro asunto es que a veces tendemos a las exageraciones. Creo que hay que

tratar de llevarlo todo al justo medio. El hecho de que la empresa debe tener todas las facultades que requiera para cumplir bien su misión, no es sinónimo de libre albedrío. El hecho de que hay determinadas facultades que están a otro nivel, de acuerdo con los intereses y la estrategia del país, no tiene porque limitar la capacidad de pensar y proponer. “Para que existan posibilidades no debemos interpretar que todas las facultades deben estar en la empresa. A veces tengo la sensación de que hay compañeros, algunos empresarios que actúan como si estuvieran solicitando una carta de libertad o su total independencia, “sueltos y sin bozal”, para hacer lo que quieran… “En nuestras condiciones eso es inadmisible. Tiene que haber una armonía, tiene que haber una concertación, un equilibrio. Un ejemplo claro: el país debe dar libertades para que la empresa pueda cumplir su producción; sin embargo, hay productos o servicios que no dan tanta utilidad, pero les hacen falta al pueblo, y hay que producirlos con el máximo de eficiencia y de ahorro. Siempre hay que pensar como país. “En la misma agricultura, y con los campesinos, por ejemplo, si solo se produce lo que más rápido se dé y mayores ganancias reporte, hay productos que la gente no verá nunca más, ni en un museo. Tiene que haber un plan nacional, tiene que haber intereses nacionales, y todos tributamos a lo nacional, con la flexibilidad y con el margen de descentralización posibles para que el pequeño agricultor, el cooperativista, el de la empresa, puedan actuar. “Es cierto, y existe conciencia respecto a las trabas burocráticas que hay que quitar, que sí existen todavía, y que

están también en las prohibiciones innecesarias. Es un proceso complejo y lleva tiempo; las modificaciones tienen que ser pensadas, razonadas. “También hay otros que dicen que se les controla mucho. Y yo digo que el dirigente administrativo que actúa con honestidad y transparencia, debía desear y solicitar una auditoría una vez al año y, si su complejidad lo requiere, un auditor interno, para revisarlo todo y tener claro en qué tiene que mejorar. Cuando alguien nunca encuentra la oportunidad, el momento para que lo controlen, una piensa: ¿cuál es el problema? No confías en lo que estás haciendo.

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“En nuestra planificación de las acciones de auditoría y control, tratamos de conciliar que a una entidad no le corresponda más de una auditoría en el año, eso es lo correcto, lo perfecto. Sin embargo, todavía tenemos entidades que pasan más de dos años sin ser auditadas, por falta de personal, y también por disímiles pretextos. Además, suceden otras situaciones, por ejemplo, pasa una auditoría y, a los tres meses, por un informe de la Policía, se detiene un vehículo con mercancías de aquella unidad ya auditada, y se presume un hecho delictivo; entonces, tenemos que entrar nuevamente para investigar, comprobar y elaborar el informe especial que sustenta el proceso penal, dado que el auditor actúa como perito. “A quien le han realizado tres auditorías, como se quejan algunos, es porque algo no está bien. A los que dicen que

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no los dejamos trabajar, yo les digo que también existen algunos que no actúan con honestidad y nos roban tiempo que podríamos dedicar a la realización de auditorías de gestión y otras acciones encaminadas a buscar las mejores prácticas, ejemplos que muestren cómo lograr mayor eficiencia. Hay causas objetivas y subjetivas en ese modo de reaccionar. “Elaboras muy fácilmente una resolución, pero para que ese instrumento legal se cumpla tiene que ser asimilado por las personas que la van a cumplir, y eso lleva un tiempo. Y puede ser además que se necesiten ajustes que en la práctica no estaban, y hay que mejorarla. “Como ha dicho el compañero Raúl, tenemos que tener capacidad para hacer, para normar y para rectificar lo que tengamos que rectificar, tratando de equivocarnos lo menos posible”.

—¿Cómo se inserta la Contraloría en el proceso de implementación de los Lineamientos? —La Contraloría tiene, en primer lugar, que educar, ayudar, contribuir y exigir para que exista orden, disciplina, respeto a la legalidad. Si la implementación no la hacemos como está prevista, los resultados podrían convertirse en negativos. “Hay lineamientos que nos competen a todos y, por tanto son de estricto cumplimiento para empresas, unidades presupuestadas, organismos e instituciones, como es el caso del Sistema de Control Interno. Como entidad fiscalizadora superior supervisamos el cumplimiento de lo que se establece para su implementación. “Están, por ejemplo, los referidos a las inversiones. Hacemos auditorías o inspecciones a las inversiones, y allí vemos si se están cumpliendo las indicaciones del Ministerio de Economía, si se hicieron los estudios de factibilidad, si ese proceso fue con calidad, si no se violó nada… Y los resultados: si estaba previsto que esa obra o inversión se terminara este mes, porque tenía que empezar a producir y no se cumplió, cuál es la razón del incumplimiento y la afectación económica, de qué dependió eso, si fue por un problema objetivo real o si fue por problema de desorganización… “Estamos capacitando a las administraciones, y los cursos se han diseñado a partir de los problemas encontrados en cada sector. Interesa darles herramientas, habilidades, métodos, para que no anden improvisando cuando ya existen normas, cuando ya existe un sistema. “Nos estamos preparando, además, para hacer una auditoría a todo lo referido a la venta de materiales desde la

producción, la distribución, la comercialización y los créditos que se le están dando a la población; todo eso para ver cómo se cumple en el terreno una medida de tanto impacto social. “El sentido de los Lineamientos y de los acuerdos no es cumplir por cumplir, sino poner en práctica las nuevas decisiones, las nuevas medidas para desarrollar el país y mejorar las condiciones de vida de la población. “Durante todo el año está previsto que evaluemos el plan y el presupuesto, que son sagrados”. —¿Cómo la Contraloría ejercerá sus funciones de fiscalización superior a las nuevas figuras que aparecen en el escenario económico cubano? —Volvemos al principio. Cada organismo, según su misión, propone la política al país y, una vez que se apruebe, es su responsabilidad implementar, orientar y exigir su cumplimiento. Por ejemplo, la ampliación del trabajo por cuenta propia está bajo la rectoría del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), y como tal presenta la política, se aprueba, se discute, la implementa y la fiscaliza. En el trabajo por cuenta propia, aunque el MTSS es el rector, intervienen también los ministerios de Transporte, Comercio Interior y Salud Pública. Estos se ocupan de las actividades o áreas de su competencia. “En ningún caso realizamos el control directo a esas actividades ni sustituimos el control del organismo. Hacemos el control superior. Eso quiere decir que evaluamos, en un momento, por muestra, cómo marcha la implementación de esa medida, para poder sentarnos con nuestros compañeros a analizar aquellas cuestiones que ellos no vieron o que nosotros

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vemos desde otro ángulo. No estar en la tarea operativa de todos los días nos permite identificar y percibir fenómenos o problemáticas que ellos no advierten, o aprecian de otro modo. “Cuando haces una cosa directamente es muy difícil que uno mismo vea cualquier problema. Y sin embargo, cuando te separas un poquito, tienes otra mirada. Eso pasa ahora con la Contraloría. Somos, en un sentido positivo, la contrapartida. “Igual sucede con la entrega de tierras en usufructo. ¿De quién es la responsabilidad? Del Ministerio de la Agricultura. Están las leyes, decretos, disposiciones y ellos tienen el sistema; por tanto, ellos tienen que hacer bien lo que les corresponde. “Pero nosotros tenemos entradas, en determinados momentos, y eso nos permite comparar si la visión y valoración que tiene el Ministerio está en correspondencia con lo que realmente está sucediendo, o con la visión que tenemos, o si hay cosas que no hemos visto. “En algunos temas, por ejemplo, como el de la comercialización, vamos a realizar un diagnóstico más profundo, porque algunos problemas son repetitivos, lo cual indica que no se ha llegado a la raíz del asunto, a las causas. “Te pongo otro ejemplo: cada ministerio que cuenta con una entidad que es patrocinadora de una empresa mixta tiene el deber de garantizar que funcione bien, pero el Ministerio de Comercio Exterior y Colaboración Económica, que es el rector de la política de importación, exportación, inversión y la colaboración, velará por eso. Sin embargo, y no hay contradicción alguna, nosotros, en nuestra condición de entidad fiscalizadora superior, tenemos en nuestro plan la

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realización de auditorías que van dirigidas a las inversiones de mayor compromiso del país, de mayor estrategia, de mayor envergadura. Porque son de interés del Estado y el Gobierno. “Y entonces podemos realizar un análisis integral, en el que participen el Banco, los ministerios de Comercio Exterior y Economía y Planificación. Así sucede en los controles estatales. Los convocamos a todos y nos sentamos a escuchar el punto de vista de uno y de otro, y en la contradicción o el punto de vista diferente está la idea que pudiera desarrollarse de otra manera. “Pero siempre será en ese orden: el que ejecuta la actividad de manera directa, el que tiene la función estatal, es el organismo rector. Nuestra actuación tiene que ver con la supervisión superior”. —Háblenos de ese “nosotros” que trabaja por cumplir con la orientación que dio Raúl. —El trabajo es intenso. Nuestros compañeros trabajan mucho. Nuestras contraloras y auditoras, porque son mujeres la mayoría, son muy abnegadas, aunque también en nuestro colectivo tenemos hombres, compañeros muy valiosos. “El trabajo del auditor no siempre es bien comprendido. Muchas veces nada más se ve que es el que dice el problema, porque le toca decirlo, pero para llegar a esos problemas creo que es también un obrero, un trabajador, porque tiene que estar ahí, gastar horas buscando papelitos, revisándolo todo, porque muchas veces llegamos a lugares que si estuvieran organizados, la auditoría fuera mejor. “Pero a veces tenemos que organizarles el trabajo y después hacerle la auditoría. Y eso lleva mucha dedicación. Por

tanto, creo que el trabajo de la Contraloría está sustentado sobre la base del colectivo que tiene, de su compromiso. Son personas muy revolucionarias, dispuestas a defender nuestra obra. “De manera que nuestra respuesta al compañero Raúl en esta lucha, yo diría que en primer lugar, es cumplir su orientación. Segundo, garantizar lo que él nos ha pedido: propiciar una mejor coordinación entre todos los organismos, armonizar, cumplir nuestras funciones, que lo hacemos con la Fiscalía General de la República y el Ministerio del Interior, pero también con las administraciones. “Si trabajamos con responsabilidad, modestamente, sin querer prevalecer por encima de otros, sin subestimar el trabajo de los demás, creyendo que el nuestro es importante, pero que también es importante el de los otros; y si, como siempre, mantenemos la unidad entre todos sobre la base de los principios y el respeto, y no la de pasarnos la mano ni la de las componendas, creo que estaremos cumpliendo el mandato de la Asamblea Nacional y las orientaciones del compañero Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros”. —Podría afirmarse que todo este proceso de cambios ha creado un ambiente favorable para el control en el país… —Ha creado retos y un ambiente positivo. Retos porque es una etapa de muchas decisiones, de cosas nuevas, de cambios, que obligan a repensarnos en el orden de cómo ser más efectivos, más oportunos y, además, proponer y encontrar soluciones, y toda solución entraña riesgos y nuevas situaciones que hay que analizar.

“Pero eso es positivo. Todo lo que sea para hacer más, para superar, para desarrollarnos resulta positivo. Lo malo es que tengamos un concepto estrecho del control. Si creemos que hasta que no haya control no se pueden hacer cosas, nos morimos de inanición. “Hay que hacer, y hacerlo como se está ordenando, con disciplina, con legalidad. Cada vez que se va a cambiar, transformar, actualizar o implementar algo, primero se estudia, se experimenta, y después se elaboran la norma y los procedimientos y se capacita a la gente… Hay quien dice: “Oye, cómo nos demoramos”; gente en Cuba, en el mejor sentido, y algunos de afuera, que quieren que nos desesperemos. “Si te demoras un mes, dos meses, seis meses, eso es correcto, significa que lo vas a hacer bien, que empezarás bien. Porque si comienzas de una manera desordenada en la aplicación de algo nuevo, cualquier distorsión es un problema en todos los sentidos. “Y creo que tenemos el derecho de reclamar y exigirnos hacer las cosas bien hechas, y con orden, para que den resultados, y no locuras, para complacer. No estamos para complacer a nadie, estamos para garantizar que el país tenga un mejor desarrollo. “Es un buen momento. Pueden existir diversos criterios, contradicciones, puntos de vista, pero si somos capaces de conducir el proceso como nos han indicado el Presidente y el Congreso del Partido, vamos a tener buenos resultados. Sin saltos espectaculares, pero más sólidos y seguros. “Lo que tenemos por delante es mucho más grande que esa fanfarria de los que siempre nos critican por todo, porque odian a la Revolución. Pero nosotros vamos avanzando y con la disposición

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de hacer las cosas bien. Como cubana, como ciudadana de este país, como revolucionaria, me siento estimulada. Sé que tenemos que trabajar mucho, que puede haber riesgos —siempre los hemos tenido—, porque nadie como Cuba ha tenido y tiene esa persecución implacable de cinco décadas de bloqueo imperialista, ya enfermizo; y a pesar de todo aquí estamos… desarrollándonos en temas principales del país. Y si cada uno trata de hacer su pedacito y hacerlo bien, las cosas deben salir mejor”.

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En entrevista con... Por Luis Jesús González

UN CONGRESO CON LOS PIES EN LA TIERRA Entrevista con el Doctor en Ciencias Hugo Pons, vicepresidente de la ANEC, sobre cómo se prepara la Asociación de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC) para la realización de su VII Congreso, en el fin de convertirlo en un proceso de discusión y análisis desde la base, en función del compromiso del país con su futuro y la preservación del socialismo.

— El país y su economía viven momentos de cambios. ¿En qué medida se modifica el accionar de los economistas cubanos al calor de las transformaciones emanadas del VI Congreso del Partido? En relación con el anterior Congreso de la ANEC, el país vive una transformación que interpreto como algo positivo. En esa dirección, nuestro papel dentro de la sociedad también cambia, porque a las tareas de siempre sumamos la misión de esclarecer y definir la actualización del modelo de desarrollo al calor de la aplicación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, en cuya materialización tenemos el deber de aportar propuestas y soluciones a un conjunto de problemas.

Entre los objetivos fundamentales del VII Congreso de la organización, se centra el análisis, la gestión y el aporte con que estamos comprometidos, lo cual constituye una necesidad imperiosa, concebida con intenciones de cambio. De ahí que se ha generado la elección de los delegados, a partir de la selección de los compañeros y compañeras con resultados, experiencias y criterios que contribuyan con sus conocimientos a la definición de alternativas concretas, pero no en un plano abstracto o teórico, sino con la contribución práctica de las organizaciones de base en la superación de nuestras dificultades y que redunden en un mayor control y aprovechamiento de los recursos materiales y financieros de que dispone el país.

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— En su opinión, ¿cuáles considera los mayores compromisos del VII Congreso de la ANEC y sus afiliados con las exigencias de estos tiempos? En términos prácticos, la situación del país no nos permite el lujo de convocar un congreso de economistas y contadores para cumplir una formalidad. Tenemos ante nosotros una alta demanda de soluciones urgentes, en las que la organización tiene que actuar como gestora de un modelo que viabilice el futuro de la nación, mucho más con la responsabilidad que se nos confiere en todos los niveles de la sociedad, lo que eleva de manera positiva el desempeño de la organización. Estamos convocados a ganar un protagonismo real como gestores y como consultores de toda la actividad eco-

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nómica: desde el nivel empresarial hasta la proyección de políticas. Nos sentimos escuchados y respetados, lo que implica un mayor nivel de compromiso y participación en la solución de los problemas; por eso nuestra presencia en todas las instancias, desde el Consejo de Ministros hasta los consejos populares en un proceso de capacitación, preparación e intercambio con los encargados de ejercer el control de los recursos. La organización tiene hoy un protagonismo trascendental, porque, con la economía en el centro de las definiciones, nos corresponde un lugar privilegiado en la primera línea, donde sobran tareas y se reclama esfuerzo. Hoy nuestra primera encomienda pasa por dotar a los representantes del Partido y el Estado en la base, de las herramientas necesarias para poner en práctica una profunda transformación económica, sin postergar las esencias del proceso revolucionario. En esa dirección trabajamos en la preparación de delegados de base del Poder Popular, en la organización metodológica de los programas de estudio de los politécnicos de Economía, en los planes de clases universitarios y en la Escuela Superior de Cuadros, porque antes de ejecutar el cambio que proponen los Lineamientos, necesitamos modificar la mentalidad de muchas personas, ya que no podemos aspirar a superar nuestras dificultades por decreto. La planificación no tiene una varita mágica y hay que asumirla desde una realidad común, en la que las soluciones pasan por su interpretación objetiva, a partir de las posibilidades de su cumplimiento y no como un trámite administrativo, por lo que resulta vital elevar la responsabilidad individual y colectiva de cada cubano.

— En medio de un mundo maniatado por las ataduras del mercado, Cuba apuesta por la planificación de su economía con el fin de preservar los aciertos de medio siglo de socialismo, sin relegar las potencialidades de otros actores. ¿Qué responsabilidad atribuye a los economistas y contadores para convertir los planes en herramientas de dirección colectiva y despojada del exceso del burocratismo? Si bien la economía se rige por leyes, no podemos hacer de ellas una interpretación mecánica y muchas veces se ha interpretado la planificación como un método rígido, con visión administrativa, sin hacer la necesaria diferenciación entre el plan —concebido como compromiso colectivo y responsable de todos los integrantes de una empresa— y su proceso de ejecución, aplicado mediante la administración de recursos y necesidad para su cumplimiento. Se aprecia el plan como una meta y no como una herramienta de dirección en el que intervienen los criterios y las iniciativas de los trabajadores, quienes en el socialismo están llamados a ejercer su función de propietarios, por eso insistimos en la capacitación de los trabajadores y hemos eslabonado un programa de asesoramiento que incluye desde los

sindicatos nacionales hasta las organizaciones de base, con la finalidad de hacer de los planes un instrumento de trabajo colectivo y no únicamente la meta fijada por las directivas de los organismos superiores. — Toda la ilustración teórica subordina la política a la realidad económica. ¿Cómo percibe los más recientes cambios en una mayor profundización de nuestro socialismo? A mi modo de ver, si algo novedoso tiene este proceso es que en él se palpa la relación entre política y política económica, toda vez que se aprecia un elemento primigenio de acción entre la definición del poder político en función de la política económica, en el que se establece una relación dialéctica entre ambas partes. Algunos compañeros opinan que es una definición muy teórica, pero percibo la política, apreciada como un ejercicio de poder, con una proyección de soluciones que abren espacio a la política económica. Además, no se trata de una política económica en abstracto, sino de nuestra política, la que se corresponde con una concepción socialista. Hace años que se viene hablando de romper los nudos que atan las fuerzas productivas, pero esto solo puede hacerse desde la superestructura, ya que implica modificaciones de las normas jurídicas y eso solo puede fundamentarse desde los centros de poder político. Siempre se confiere una relevancia adicional a la economía, pero no se aclara que sus intenciones están apuntaladas previamente por la política general, con independencia de los espacios de mercado y la acción de otros actores y formas de gestión no estatal, cuyo desempeño puede regularse a través de la política fiscal y tributaria.

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— En medio de un proceso transformador de la mentalidad de la población y del modelo económico cubano, la preparación del VII Congreso de la ANEC ha estado antecedida por el acercamiento de sus afiliados a la solución de problemas concretos en su radio de acción, ¿qué importancia confiere a la inserción de los economistas en un proceso de cambios? Nosotros estamos cambiando como organización porque somos parte de un país en transformación: la única vía para materializar las aspiraciones planteadas por los 313 lineamientos, discutidos y analizados con una amplia participación popular y que proponen en su sentido más amplio un cambio de mentalidad, que es lo que busca el proceso de instrucción, capacitación y superación; un proceso nada sencillo que pretende superar la natural resistencia al cambio, actitud esta que, independientemente de lo que dicen los teóricos, a mi modo de ver muchas veces responde al desconocimiento y la incapacidad de comprender los fines que se persiguen, porque nadie puede estar en contra de algo que redunde en beneficios para la gran mayoría de los cubanos. Frente a los que sienten la natural incertidumbre que acompaña los cambios, hay otros que piden más velocidad; como si se tratara de una carrera y no de un proceso ordenado y escalonado, necesitado de tiempo, y no una meta para conmemorar una fecha o un determinado cronograma. Hasta la fecha se han identificado las respuestas a 15 lineamientos, se han adoptado 45 medidas, entre ellas siete Decretos-Ley del Consejo de Estado, pero hay aspectos que por su complejidad demandan un análisis más profundo. Tal vez, lo más complicado resulten las modificaciones de las normas jurí-

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dicas. En la actualidad, por su proyección estratégica existe un mecanismo de evaluación del Partido y el Consejo de Estado sobre la marcha de la aplicación de los Lineamientos, lo que evita que se interprete como una tarea ocasional y en él intervienen los conocimientos y la rica experiencia acumulada por la membresía de la ANEC, de ahí que el VII Congreso tendrá la posibilidad de reforzar el papel gestor de la organización y no descarto que de sus debates puedan surgir nuevos lineamientos.

Invitado Por Lic. Ángel Jean Hernández Núñez, Auditor UCAI MINCEX-IE Profesor Instructor Dpto. Contabilidad y Auditoría. Facultad de Contabilidad y Finanzas de la Unversidad de La Habana. Auditoría de consignación de mercancías

UNA ÓPTICA DESDE COMERCIO EXTERIOR La actividad de consignación de mercancías importadas reviste particular importancia en las actuales condiciones del país. Estamos llamados a incrementar la eficiencia del proceso y a un adecuado registro en la contabilidad, que permita la correcta toma de decisiones. Por lo que resulta imprescindible que, para lograr una mayor racionalidad en su gestión, como quedó reflejado en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, las entidades dispongan de un eficiente sistema contable y un adecuado control de dichos recursos, como condición para suscribir y operar los contratos de consignación y/o comisión para la venta de mercancías importadas en consignación. La auditoría juega un rol fundamental, al verificar estas premisas y otros aspectos para brindar información sobre el trabajo realizado. El presente artículo tiene como objetivo principal mostrar una propuesta

metodológica acerca de los aspectos teóricos y prácticos, que sirvan a los auditores como una herramienta para la revisión de la actividad de consignación de mercancías importadas, desde un enfoque integral, abarcados los aspectos comerciales, de control interno y contables. FUNDAMENTOS LEGALES DE LA ACTIVIDAD DE CONSIGNACIÓN Con la promulgación de la Resolución No. 190 de 2001 del extinto Ministerio del Comercio Exterior, se puso en vigor el Reglamento sobre la Actividad de Importación y Exportación, con el objetivo de instrumentar un conjunto de normativas y disposiciones legales que garanticen el necesario ordenamiento y orientación de esta actividad, que incluyen a la actividad de consignación de mercancías. Además se han promulgado otras disposiciones complementarias, entre las que se encuentran fundamentalmente:

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• Resolución No. 69 de 2004: pone en vigor el “Procedimiento de solicitud de oferta, Elaboración de pliego de concurrencia y Análisis de precios” con el objetivo de establecer los elementos que están obligados a observar las entidades en este proceso.

liquidadas una vez que la entidad las consuma o las comercialice en una cadena de tiendas, según sea el caso. No procederá el cobro de comisión por la entidad importadora”. (Ministerio del Comercio Exterior Resolución No. 190/2001:20)

• Resolución No. 263 de 2007: con la cual se ponen en vigor los Lineamientos sobre Aspectos Comerciales y de Control Interno, relacionados con los Contratos de Consignación y de Comisión para la Venta de Mercancías Importadas en Consignación.

Contrato de comisión para la venta de mercancías importadas en Consignación: “Aquel mediante el cual, de una parte, la entidad extranjera que actúa como proveedor, denominada el Comitente, se obliga a suministrar y consignar a la entidad, que se denomina el Comisionista, ciertas mercancías, y este se obliga a recibir, depositar y gestionar, a su nombre y por cuenta del Comitente, la venta de las mercancías bajo los términos y condiciones previstas en el contrato que se suscriba. Procederá el cobro de comisión por la entidad importadora”. (Ministerio del Comercio Exterior Resolución No. 190/2001:21)

CONCEPTOS FUNDAMENTALES Contratos de Consignación: “Aquel mediante el cual, de una parte, la entidad extranjera que actúa como proveedor, denominada el Consignador, se obliga a suministrar y consignar a la otra parte, que se denomina el Consignatario, mercancías que serán

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AUDITORÍA A LA ACTIVIDAD DE CONSIGNACIÓN DE MERCANCÍAS La revisión de los aspectos comerciales, de control interno y contablesfinancieros a la actividad de consignación que realiza la entidad no se debe analizar como un hecho aislado, sino como un proceso integrador. • Aspectos-comerciales Antes de revisar los aspectos comerciales es necesario que el auditor precise las políticas para la venta en el mercado interno, aprobadas por la entidad, verificando los importes o cantidades mínimas a facturar por productos, así como los créditos a las ventas, este último caso previa evaluación del riesgo por el Comitente/Comisionista y el Consignador/Consignatario, en lo adelante Importadoras y específico para determinados clientes. En la revisión del expediente único se deben verificar que cuenta con determinados documentos, como: • Estudio de factibilidad • Pliego de concurrencia, donde se refleja el análisis del comitente/consignador seleccionado con otros proveedores que importan productos similares, y verificar el análisis anual de los precios pactados y su referencia con el mercado mundial. • Contratos firmados con los consignadores y/o comitentes, con los respectivos anexos, con la relación de los productos y el precio de venta. • Documentos de embarque. • Aprobaciones técnicas por los organismos correspondientes de los productos que así lo requieran. En dependencia del tipo de contrato pactado se revisará si la empresa obtiene una comisión, la cual no puede exceder del cinco por ciento del precio

de liquidación acordado por las partes, según la Resolución No. 263 de 2007 del MINCEX (en el caso de existir subcontratación el por ciento a recibir entre el subcomisionista y el comisionista no excederá este valor, según el contrato firmado entre ambas partes), o un margen comercial aprobado mediante la resolución correspondiente emitida por el Ministerio de Finanzas y Precios, los cuales serán para cubrir los gastos incurridos. “El objetivo fundamental de las entidades al realizar actividades de importación es garantizar los recursos y servicios necesarios que demande la economía y el mercado nacional, en condiciones que resulten económicamente ventajosas, con la inmediatez requerida y la calidad exigida.” (Ministerio del Comercio Exterior Resolución No. 190/2001:4)

• Aspectos de Control Interno y contables - financieros El proceso de consignación de las mercancías no es ajeno al control interno establecido mediante la Resolución No. 60/2011 de la Contraloría General de la República, se han verificado los elementos esenciales asociados a cada tema. INVENTARIOS En cuanto al tema de los inventarios se debe verificar el control inherente al mismo, que incluye la constitución de la comisión de inventario, la cual no puede estar integrada por la persona del área de contabilidad que trabaja ese almacén, ni por el almacenero, ni por el vendedor que ejecuta las ventas

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de las mercancías amparadas en cualesquiera de las dos modalidades de contrato y los modelos establecidos por el Ministerio de Finanzas y Precios. Se debe verificar el registro de las mercancías consignadas en cuentas memorándum, decididas por cada organismo, según establece la Resolución No. 263 de 2007 del MINCEX.

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En el caso de las mercancías sin valor comercial (muestras) se debe verificar el procedimiento, teniendo en cuenta los aspectos siguientes: • Evidencia documental de la aprobación. • Nota – SIN VALOR COMERCIAL – en las facturas comerciales emitidas.

• El cobro del arancel y los servicios de aduana (si son asumidos por el importador o por el cliente final). • En todos los casos, comprobar que las facturas no sean emitidas a nombre del comitente/consignador, aunque sean a solicitud de este, precisando en todos los casos el destino final de las muestras. • En el caso de los productos con destino al salón de exhibición, (Show Room), verificar su control como un almacén independiente del que corresponde a los productos de consignación. • Debe verificarse que estos productos fueron facturados a nombre del comisionista/consignatario, previa aprobación por el máximo dirigente de la entidad y podrán comercializarse siguiendo el procedimiento establecido. PAGOS ANTICIPADOS Otro aspecto a tener en cuenta, es el pago anticipado de los aranceles y los servicios aduanales de las mercancías consignadas que realizan los importadores, por lo que se debe verificar la evidencia documental del cuadre mensual del saldo de esta cuenta, analizada por cada consignador/comitente respecto al stock de mercancías almacenadas, ya que las Importadoras se resarcen financieramente al facturar y cobrar al cliente final. CUENTAS POR COBRAR Y PAGAR CONSIGNACIÓN En el contrato de comisión para la venta de mercancías importadas en consignación, la facturación al cliente nacional genera la cuenta por cobrar y automáticamente se registra la cuenta por pagar al comitente. Debe verificarse que ambas sean contabilizadas en otros activos y pasivos, respectivamente.

Mientras que en el contrato de consignación, en el momento de la venta, (al traspasarla a la tienda minorista o insumo productivo), las mercancías transitan por las Cuentas de Inventario de Consignación (reales), a costo de mercancía y venta contra la contrapartida que corresponda. En este caso, al fijarse el Inventario de Consignación, la propiedad pasa al Importador y, por ende, se fija la cuenta por pagar a corto plazo al Consignador. Del proceso de facturación se deben comprobar los siguientes aspectos: • La aprobación de la Capacidad de Liquidez (CL) correspondiente, previa a la compra de mercancías en consignación. • Los contratos de compra venta firmados entre el Importador y el cliente nacional, cumpliendo lo establecido en la legislación vigente de la materia. • Las fichas de cliente, documento que debe estar actualizado, con las firmas de las personas autorizadas, tanto a firmar las facturas como a recoger las mercancías en el almacén. En las facturas comerciales a los clientes finales se debe verificar que los precios de venta de cada artículo correspondan con los pactados en los anexos de los contratos firmados entre el Importador y el Consignador/ Comitente, teniendo en cuenta las tasas de cambio de las monedas extranjeras al Peso Cubano Convertible (CUC), ya que las mismas se emiten en esta última moneda, mientras que los anexos se reflejan en las primeras. Al cobrar al contado mediante los instrumentos bancarios aprobados, es importante comprobar que dicho cobro corresponda al cliente final, así como el registro de los ingresos por comisiones o el margen comercial aprobado en las cuentas nominales

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correspondientes, establecidas por cada organismo, así como la disminución del pago anticipado por los aranceles y los servicios aduanales. Se debe verificar que la suma de los saldos de las Cuentas de efectos por cobrar y Cuentas por cobrar-consignación CUC coincida con el saldo a pagar a los comitentes/consignadores, tomando en consideración los importes cobrados y pendientes aún de transferir a estos, así como las cuentas por cobrar en Litigio, de existir estas. Se deben analizar los aspectos generales asociados a las cuentas por cobrar consignación, como las conciliaciones periódicas de las facturas emitidas y los cobros efectuados, establecidos en las actividades de control vinculados a los subsistemas contables del Sistema de Control Interno. En cuanto al análisis de las cuentas por pagar consignación se deben verificar las conciliaciones entre el consignador/comitente con el importador por las ventas realizadas, el stock de mercancías almacenadas, los pagos que el

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importador realiza anticipadamente, a nombre y cuenta de los primeros, por servicios tales como: arrendamiento de almacenes, seguro de las mercancías, transportación y otros, y las liquidaciones efectuadas. EFICIENCIA DE LAS CONSIGNACIONES Un aspecto de gran importancia a chequear por los auditores es si los importadores analizan la eficiencia de las consignaciones, así como determinar los valores correctos mediante los indicadores siguientes: a) Nivel de venta por cada producto, según la muestra seleccionada. b) Nivel de inventario y su relación con el nivel de venta. c) Nivel de rotación de inventario. d) Nivel de cuentas por cobrar y de ellas las vencidas. e) Medidas de control interno en los almacenes, como aplicación de la responsabilidad material y diferencias en los inventarios. Esta propuesta es una herramienta de trabajo, que integra los aspectos comerciales, de control interno y contables financieros en un solo instrumento de trabajo, sirve como guía a los auditores al revisar las empresas con mercancías consignadas. La aplicación de esta propuesta metodológica va a permitir: • Conocer cómo se han ejecutado las operaciones de consignación y comprobar el control de las mismas por parte de los importadores. • Establecer el grado de eficiencia, economía y eficacia en el control de los recursos. • Detallar las causas y condiciones que provocan las prácticas ineficientes, antieconómicas e ineficaces y el efecto que producen.

BIBLIOGRAFÍA 1. Asamblea Nacional del Poder Popular. “Ley No. 107.” De la Contraloría General de la República de Cuba. La Habana, 1 de Agosto de 2009. 2. Auditoría COMEX. s.f. http://agpyasociados.com/servicios/auditoriacomex/ (último acceso: 9 de diciembre de 2011). 3. Contraloría General de la República de Cuba. “Resolución No. 60”. Normas del Sistema de Control Interno. La Habana, 1 de Marzo de 2011. 4. Fernández del Busto, Yamila; Milagros Reyes Rodríguez, y Adoración Jacobo García. Contabilidad. Un reto en los tiempos actuales. Editado por Pedro Durán Amores. La Habana: Grupo Editorial PubliCentro, 2007. 5. González Hermida, Aymeé, y Lumey González Vergara. “Controles estatales a créditos otorgados al Gobierno de Cuba.” Editado por Iraida Campo Nodal. Auditoría y Control, nº 24 (2011): 19 - 30. 6. López Guzmán, Víctor Manuel, y Juan Manuel Perea Pérez. Perlog & Asociados. s.f. http://www.argoscursaradio.com/art_vf/MANUAL por ciento 20DEpor ciento 20AUDITORIA por ciento20PERLOG.pdf (último acceso: 9 de Diciembre de 2011). 7. Ministerio del Comercio Exterior. “Resolución No. 190.” Reglamento sobre la actividad de importación y exportación. La Habana, 2001. 8. —. Resolución No. 263. “Lineamientos sobre Aspectos Comerciales y de Control Interno relacionados con los Contratos de Consignación y de Comisión para la Venta de Mercancías Importadas en Consignación”. 1 de Agosto de 2007.

9. —. Resolución No. 69. “Procedimiento de solicitud de oferta, elaboración de pliego de concurrencia y análisis de precios”. La Habana, 2004. 10. Santiesteban Calvo, Dayle, y Antonia Inés Saez Valdés. “Auditoría de gestión a la actividad de importación” Editado por Iraida Campo Nodal. Auditoría y Control, nº 17 (Mayo - Agosto 2007): 33 - 43.

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PUBLICADAS LAS NORMAS CUBANAS DE AUDITORÍA Entre las funciones asignadas a la Contraloría General de la República en la Ley No.107-09 (artículo 1.3), se encuentra la de dirigir metodológicamente y supervisar el Sistema Nacional de Auditoría (SNA). En consecuencia con ello y dada la experiencia acumulada del ejercicio profesional en el SNA, se consideró armonizar las normas de Auditoría Gubernamental, Sociedades Civiles y Auditoría Interna, con las normas de la INTOSAI, las que están ajustadas a las Normas Internacionales de Auditoría, conformando así, las Normas Cubanas de Auditoría, que contienen además las disposiciones que regulan la actividad de Auditoría Interna y de las Sociedades Civiles de Servicio y otras organizaciones que practican la auditoría independiente, las que entraron en vigor el 3 de enero del 2013, por la Resolución No.340/2012 de la Contraloría General de la República. Los temas considerados en las presentes normas tienen como finalidad agrupar los procesos que se requieren para ejercer la auditoría y la calidad técnica de las mismas, estructurados de la siguiente forma: Tema I. Auditoría y revisión de la información: Está encaminado en lo fundamental a regular metodológicamente el proceso de la auditoría en todas sus fases y establecer determinadas pautas que son necesarias para su ejecución. Agrupa las normas generales vinculadas con los principios generales, atributos y responsabilidades; la evaluación de los riesgos y respuesta a los riesgos evaluados; evidencia de la audito-

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ría; utilización del trabajo de otros; informes y dictámenes de auditoría. Tema II. Calidad de la auditoría: Se refiere al control de la calidad en el proceso de la auditoría en todas sus fases; incluye la norma relacionada con el aseguramiento de la calidad y supervisión de la auditoría. Las normas se dividen en generales y específicas, se agrupan por códigos, las primeras en un rango de numerales y las segundas se codifican con un número determinado que está en correspondencia con el rango de códigos establecidos en las normas generales, a la cual pertenece la norma específica. Además fueron elaboradas normas de documentos derivadas de las normas específicas. En los momentos actuales, el conocimiento y la aplicación de estos instrumentos adquieren singular importancia, pues permitirán a los que practican la auditoría contar con una guía de trabajo que ayuda a elevar su profesionalidad, responsabilidad, conducta, valores y principios en todos los momentos y circunstancias, así como aminorar los riesgos a que se exponen al incumplir las mismas; también contribuye al cumplimiento de su misión y ser dignos del respeto y confianza de su propia organización de quienes se constituyen en sujetos de sus acciones y en consecuencia de la sociedad por su contribución al objetivo de tener una administración eficiente, transparente y proba, lo cual queda ratificado, además, con la firma del Código de Ética del Auditor el 28 de enero del 2013, en saludo al 160 aniversario del natalicio de nuestro Héroe Nacional José Martí.

De nuestra fuente Por Lic. Maribel Fonseca Guerra Especialista de la Dirección Jurídica de la Contraloría General de la República

CONSIDERACIONES SOBRE LA AUDITORÍA FORENSE La auditoría ha sido definida como el proceso sistemático, realizado de conformidad con normas y procedimientos técnicos establecidos, consistente en obtener y evaluar objetivamente evidencias sobre afirmaciones contenidas en actos jurídicos o de carácter técnico, económico, administrativo u otros, con el fin de determinar el grado de correspondencia entre sus afirmaciones, las disposiciones legales vigentes y los criterios establecidos1. Del análisis de esta definición, resulta evidente la estrecha relación que se establece entre la auditoría y el Derecho, específicamente con la esfera normativa de este último, pues es frecuente que al evaluar la actividad, el tema o proceso objeto de la auditoría, se tome como referente de lo establecido en una disposición legal. Por esta razón, la preparación del auditor

debe comprender el conocimiento de la legislación vigente. La relación entre estas ciencias no se agota con este particular, pues dentro de los tipos de auditoría existe uno que hace aún más estrecha esta relación, y que ha devenido en una disciplina auxiliar del proceso de administración de justicia en sede del Derecho Penal. Nos referimos a la auditoría forense, cuyo estudio y praxis ha experimentado un creciente auge en los últimos tiempos, como herramienta para el enfrentamiento de los delitos económicos y los actos de corrupción administrativa, de modo que se ha convertido en foco de atención de la doctrina versada en la materia. Con el presente trabajo se pretende esbozar algunas consideraciones en torno a la auditoría forense y al rol de esta frente al proceso penal.

1. Conf. Artículo 11 Ley No. 107 “De la Contraloría General de la República”, de 1ro de agosto de 2009.

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ORIGEN DE LA AUDITORÍA FORENSE Según CAMARGO2 la auditoría forense nace cuando se vincula lo legal con los registros y pruebas contables. El primer documento legal en el que se aprecian referencias a la auditoría forense es el Código de Hammurabi3, allí se expone, por ejemplo, que si un comerciante reclama un pago realizado, debía mostrar el recibo, por lo que era obligatorio que este comerciante tuviera su escriba o contador que fungiera como forense, para presentar ante el juez el recibo correspondiente al pago y demostrar que el pago fue realizado. El Código de Hammurabi condenaba, entonces, el fraude o mentira del que negaba haber recibido el pago, haciéndole pagar hasta seis veces el monto.

El inicio de la auditoría forense comenzó con el hecho histórico de apresar al conocido delincuente Al Capone. Durante la época en la que el crimen organizado prosperó como nunca antes en los Estados Unidos, millones de dólares fueron ganados usando prácticas criminales, entre las que se destacó el lavado de dinero. Poco podía hacer la justicia en la lucha contra estas actividades criminales, no se podía obtener ninguna prueba que delatara a personas como Al Capone, Lucky Luciano y Bugsy Siegel, (…) hasta el día que un contador en el departamento de impuestos dio con la idea de conseguir inculpar a Al Capone con la ley de impuestos (…) La Fiscalía logró traer al “lavador” de dinero y el libro de pagos, y luego se

2. Vid. CAMARGO, Nelson “Breve Historia de la Auditoría Forense”, consultado el 8 de noviembre de 2011 en: http://www.redcontable.com/modules.php?name=News &file=article&sid=251 3. Código de Hammurabi. Creado por el rey babilónico Hammurabi en el año 1760 a. C. Es uno de los conjuntos de leyes más antiguos que se han encontrado. El objeto de este código era homogeneizar jurídicamente el reino de Hammurabi. Dando a todas las partes del reino una legislación común, se podría controlar al conjunto con mayor facilidad.

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pudo comprobar que el volumen de ventas superaba la capacidad teórica del negocio de los lavadores; de hecho, el volumen de ventas real y el volumen de ventas declarado iban lejanos. Aunque no se pudo probar el asesinato, extorsión y otros crímenes cometidos por Al Capone, los contadores y auditores forenses pudieron demostrar fraude en el pago de impuestos cometido por Al Capone y en los lavadores de dinero y así se pudo desmantelar la organización.4 No obstante haber sido probada la utilidad de la auditoría forense para el enfrentamiento de las defraudaciones y el lavado de dinero, no fue hasta los años 70 y 80 cuando fue reconocida como una herramienta para suministrar pruebas a los fiscales. Luego surgieron los auditores forenses privados o independientes, en el momento de esplendor de este tipo de auditoría en los años 90. GENERALIDADES SOBRE EL PROCESO PENAL El proceso penal es la sucesión de actos en el tiempo, generalmente denominados como fases del proceso, a través del cual se realiza la actividad jurisdiccional por el órgano judicial competente y su fin es la búsqueda de la verdad para la realización de la justicia penal. El primer momento procesal que tiene lugar es la fase preparatoria, que comprende las diligencias previas a la apertura del juicio oral, dirigidas a averiguar y comprobar la existencia del delito y sus circunstancias, recoger y

conservar los instrumentos y pruebas materiales de este, entre otras acciones, de modo que permitan hacer la calificación legal del hecho y determinar la participación o no de los presuntos responsables y su grado5. Es precisamente en esta fase donde se enmarca la auditoría forense como disciplina auxiliar del proceso penal. El momento culminante del proceso penal es el acto del juicio oral, aquí se proponen y practican los medios de prueba que permitan al Tribunal llegar a la verdad real y objetiva de los hechos que se imputan al acusado. LA AUDITORÍA FORENSE Y EL PROCESO PENAL “Forense” tiene su origen etimológico6 en los términos latinos forensis y forum, relativos a la plaza pública, el mercado, los negocios, la actividad política y judicial; por lo que en nuestro castellano actual, como en casi todas las lenguas romances, se vincula, con las reuniones en las que se discuten asuntos de interés. El auditorio es el que a veces interviene en la discusión en lo concerniente al ejercicio de la abogacía, la práctica de los tribunales y la investigación cuyo fin es auxiliar a la administración de justicia, en la medida en que se busca el aporte de pruebas competentes para ser aportadas ante el tribunal. En términos de auditoría, la relación con lo forense se hace estrecha cuando hablamos de aquellas evidencias que puedan ser aportadas como medios de prueba en el proceso penal.

4. Vid. Ídem. 5. Conf. Artículo 104, Ley No. 5, de Procedimiento Penal, de 13 de agosto de 1977. 6. Según definición y etimología del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, en Microsoft® Encarta® 2007. © 1993-2006 Microsoft Corporation.

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Al decir de Ramón de la Cruz Ochoa, el acto del juicio oral “es un debate consistente en hacer un juicio histórico y jurídico con el objetivo de esclarecer la verdad, para que el tribunal arribe a una decisión”.7 Mediante la auditoría forense, se aportan los elementos que permitan al tribunal formarse el juicio histórico de cómo se desarrollaron los hechos que conforman, la base sobre la cual se realiza el juicio jurídico que refiere el mencionado autor.

Si bien han sido diversas las definiciones encontradas8, a partir del análisis de los elementos comunes presentes en ellas, se puede colegir que la auditoría forense es la auditoría especializada en la investigación y verificación de los elementos que permitan probar la comisión de delitos económicos y actos de corrupción administrativa, con el fin de que sean aportados a través de los medios de prueba en el acto del juicio oral. En la auditoría forense se identifican algunas particularidades que nos llevan a afirmar que estamos en presencia de una auditoría peculiar. Como aspecto sobresaliente destaca su carácter eminentemente auxiliar e instrumental, ella existe y se ejecuta como apoyo a la administración de la justicia penal, en tanto es su cometido específico la obtención de las

7. Vid. De la Cruz Ochoa, Ramón “¿Qué es el Juicio Oral?” Revista Cubana de Derecho, No. 3 julio-septiembre, 1991 La Habana, pág. 29 8. «La Auditoría forense es el uso de técnicas de investigación criminalística, integradas con la contabilidad, conocimientos jurídico-procesales, y con habilidades en finanzas y de negocio, para manifestar información y opiniones, como pruebas en los tribunales. (Pedro Miguel Lollett R.) «La auditoría forense es una auditoría especializada en descubrir, divulgar y atestar sobre fraudes y delitos en el desarrollo de las funciones públicas y privadas. Es, en términos contables, la ciencia que permite reunir y presentar información financiera, contable, legal, administrativa e impositiva, para que sea aceptada por una corte o un juez en contra de los perpetradores de un crimen económico.» (Miguel Cano y Danilo Lugo) Vid. CANO C., Miguel Antonio y René Mauricio CASTRO V. “Auditoría Forense”. Consultado en www.betsime.disaic.cu/secciones/fin_ma_03.htm el 8 de noviembre de 2011. «La auditoría forense consiste en la investigación y verificación de información, operaciones, actividades y otras, para reunir y presentar el soporte técnico que sustente presuntos hechos delictivos y de corrupción administrativa.» Conf. Reglamento de la Ley No. 107 “De la Contraloría General de la República”.

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evidencias que puedan ser aportadas mediante los medios de prueba en el proceso penal. Se coloca en paridad con la Criminalística y la Medicina Legal, disciplinas que también son auxiliares del Derecho Penal. De esta cualidad se derivan las demás características que distinguen a la auditoría forense de la tradicional o clásica. La auditoría forense tiene un presupuesto sine qua non, que es la comisión de un hecho delictivo tipificado en la legislación penal sustantiva. Generalmente, estos delitos son de índole económica que pueden o no estar asociados a hechos de corrupción administrativa. Este presupuesto necesario para la realización de la auditoría forense, determina las demás características que la misma presenta. Las cuales abordaremos grosso modo a continuación. Lo primero que se debe tener presente, como bien se apunta supra, es que la auditoría forense consiste en la investigación de informaciones y actividades. Por tanto, con esta auditoría no se persigue evaluar o calificar un estado de cosas existente, dígase por ejemplo, el Sistema de Control Interno (SCI), los estados financieros o un proceso determinado dentro de la gestión de la empresa. En la auditoría forense exclusivamente se van a buscar esas evidencias concretas y concluirá con la emisión de un dictamen, que podrá resultar positivo o negativo, si se puede probar la comisión del delito económico.

EN CUBA, LAS AUDITORÍAS SE PERFECCIONAN La metodología para la evaluación y calificación de las auditorías, incluida la auditoría forense, ha atravesado por un proceso de perfeccionamiento. La Resolución No.36, de 9 de febrero de 2012, recientemente dictada por la Contralora General de la República, establece un sistema de evaluación de los diferentes tipos de auditorías, atendiendo a las características específicas de cada una, y constituye para el auditor una herramienta de trabajo más objetiva y eficaz, en comparación con el sistema establecido a tenor de la antecesora Resolución No. 353, de 30 de diciembre de 2008, dictada por la Ministra del extinto Ministerio de Auditoría y Control. Respecto a la auditoría forense, es insoslayable el mérito de la Resolución No. 36 en relación con la Resolución No. 353 en varios aspectos. En esta última, la denominación que recibía la auditoría forense era la de auditoría especial, confusión que actualmente ha sido solucionada con la promulgación del Reglamento de la Ley No. 1079, que establece los tipos de auditoría en su artículo 43, donde se puede apreciar claramente la diferenciación entre auditoría especial y auditoría forense. Además del particular mencionado, la Resolución No. 353 establecía para la auditoría forense el mismo sistema de calificación que se prevé para el SCI10, lo cual resultó ser desacertado, pues el objeto sobre el que incide la auditoría

9. Conf. Artículo 43 del Reglamento de la Ley No. 107, aprobado mediante acuerdo del Consejo de Estado, de 30 de septiembre de 2010 10. Conf. Apartado Cuarto Resolución No. 353 “Metodología para la evaluación y calificación de las auditorías”, de 30 de diciembre de 2008, dictada por la Ministra del extinto Ministerio de Auditoría y Control.

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forense son las evidencias que prueban la comisión de un delito y su objetivo no es evaluar algo sino investigar, verificar y encontrar dichas evidencias, que permitan emitir un dictamen en el que se concluya sobre la comisión o no del hecho delictivo, a partir de la valoración de las evidencias. Mientras, en la auditoría es de vital importancia el establecimiento del SCI de una entidad, el objetivo es la evaluación de este sistema. De ello, se deduce que en la auditoría forense predomina un criterio de valoración del tema a analizar: las evidencias que demuestran la comisión del delito; mientras que en la auditoría donde el objeto es el SCI, lo que predomina es un criterio de evaluación. Por lo que podemos decir que en una auditoría al SCI se obtuvo una calificación de malo o aceptable, por mencionar un ejemplo, pero resultaría inco-

rrecto decir que en una auditoría forense se obtuvo una calificación de malo o aceptable, porque en ella lo que se busca es conocer si se encontraron o no las evidencias que se requieren para demostrar la comisión del delito. A partir de lo expuesto, es comprensible la razón por la cual resultaba incorrecto el criterio de otorgar en la auditoría forense una calificación de las establecidas para la evaluación del Control Interno. Ante esta situación y a partir del proceso de reorganización, perfeccionamiento y actualización de la actividad de auditoría, propiciado con la creación de la Contraloría General de la República, se aprueba la mencionada Resolución No. 36 del año en curso, en la que de forma acertada se separan los criterios de calificación y evaluación entre aquella para el SCI y la auditoría forense11.

11. Conf. Artículos 2 y 7 de la Resolución No. 36 “Metodología para la evaluación y calificación de las auditorías”, de 9 de febrero de 2012, dictada por la Contralora General de la República, publicada en la Gaceta Oficial Ordinaria No. 7, de 15 de marzo de 2012.

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No se debe confundir con el hecho de que, como parte de una auditoría forense, se evalúen aspectos del Control Interno que se relacionen con los hechos investigados y, por tanto, se concluya con dos resultados, uno calificando el SCI y otro con la valoración objetiva de las evidencias obtenidas, concluyéndose si con estas evidencias queda demostrado o no la comisión del hecho delictivo y en función de lo solicitado por los órganos de instrucción y la Fiscalía. La realización de una auditoría forense en una entidad, se debe a que existe la certeza de que se ha cometido o se está cometiendo un hecho delictivo y el efectuar la auditoría forense responde a la necesidad de contar con las evidencias, que son susceptibles de desaparecer y no existir en el momento del juicio oral; por tanto, en la auditoría forense se requiere un alto nivel de celeridad y precisión que permita garantizar que las evidencias puedan ser presentadas en su día. Un punto importante dentro de este debate, es que la auditoría forense es auxiliar del proceso penal, aportando los elementos que se precisan en función de este, por tanto su objetivo no debe desconcentrarse en evaluar, la implementación del SCI de la entidad. La auditoría forense tiene lugar a partir de la solicitud de la Fiscalía o los órganos de instrucción, cuando precisan del soporte técnico que prueba la comisión de un delito conocido. Una de las vías por las que se conoce un presunto hecho delictivo es precisamente durante la evaluación del SCI,

cuando se realiza cualquier tipo de auditoría, excepto la forense. Una vez detectado el presunto hecho delictivo, se procede a la elaboración y presentación del informe especial de auditoría correspondiente, en el que sin tipificar el hecho, se exponen todos los elementos que fundamentan la presunción del hecho delictivo. Luego de que se traslada este informe al fiscal y este tipifica el delito, es donde entra a jugar su papel la auditoría forense, con la búsqueda de aquellos elementos que requieren el órgano de instrucción y la Fiscalía para probar, la comisión del delito. Lo más generalizado en nuestro país ha sido que ante la detección de un presunto hecho delictivo, se convierta la auditoría que se está ejecutando en una forense, sin que se inicie una nueva auditoría. AUDITORÍA FORENSE: EN BUSCA DE EVIDENCIAS Algunos autores foráneos sostienen el criterio de que la auditoría forense puede tener carácter preventivo. En este sentido Lastra Guerra identifica dos enfoques de la auditoría forense, a saber, la auditoría forense preventiva y la auditoría detectiva12. Según este autor la preventiva está orientada a proporcionar evaluaciones o asesoramiento a diferentes organizaciones en relación con su capacidad para disuadir, prevenir, detectar y proceder frente a diferentes acciones de fraude. En relación con este criterio, consideramos que la auditoría forense no tiene carácter preventivo, pues ella tiene

12. Vid. LASTRA GUERRA, Daniel. “Implantación de la auditoría forense como mecanismo idóneo para controlar el lavado de activos en la industria hotelera” Revista UNILIBRE, Año No. 10, enero-junio 2011. Cartagena de Indias, Colombia, pg .46.

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lugar cuando ya se ha cometido el hecho delictivo y persigue el objetivo concreto de reunir las evidencias que precisan los órganos de instrucción para ser presentadas en el proceso judicial. Siguiendo a Lastra Guerra, la auditoría forense detectiva, está orientada a identificar la existencia de fraudes mediante una profunda investigación que llega a establecer, entre otros aspectos, la cuantía del fraude, sus efectos directos e indirectos, la posible tipificación según lo establecido en la legislación penal, presuntos autores, cómplices y encubridores. Si analizamos los elementos que según el autor se deben aportar con una auditoría forense de esta clase, podremos advertir que son similares a los particulares que deben determinarse en el momento en el que se detecta la comisión de un presunto hecho delictivo, lo cual no se realiza en el marco de una auditoría forense, sino que en cualquier tipo de auditoría pueden detectarse las irregularidades que indiquen la comisión de un presunto hecho delictivo o de corrupción. En estos casos se deben desplegar una

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serie de acciones dirigidas a determinar la fecha o período de ocurrencia del hecho, la descripción del mismo, la identificación de los posibles implicados y el posible grado de responsabilidad de estos, la cuantificación de la afectación económica y las evidencias que fundamentan el presunto delito, todos estos aspectos de vital importancia para que la Fiscalía pueda ejercer su acción penal. No por ello se debe afirmar que toda auditoría donde se detecte un presunto hecho delictivo es una auditoría forense, y la razón estriba en el momento en el que tiene lugar cada una: la auditoría donde se detecta el presunto hecho delictivo sucede en un momento en el que se desconoce la comisión de un delito y por tanto es previo a la investigación del mismo, mientras que la auditoría forense tiene lugar una vez conocida la comisión del delito y se ejecuta a petición de los órganos de instrucción. El objetivo de la auditoría, en la que se detecta el hecho, no es la búsqueda de las evidencias que lo prueben, sino que se inicia con otros objetivos bien definidos y en el transcurso se detecta

el hecho, pero no necesariamente tiene que existir un presunto delito o irregularidades. Mientras, la auditoría forense se ejecuta porque se conoce la existencia de un delito cometido y es preciso obtener las evidencias necesarias para probar que dicho delito lo cometió una determinada persona y su leitmotiv es garantizar el conocimiento de la verdad material en la administración de justicia. Otro rasgo que consideramos distintivo de la auditoría forense se encuentra relacionado con las evidencias a obtener. En una auditoría, en sentido general, las evidencias son todos los elementos que constituyen el fundamento de los hallazgos13 que tienen lugar durante la auditoría. Lo específico en la auditoría forense, es que las evidencias emanadas deberán estar directamente relacionadas con algunos de los elementos que tipifican el delito, para convertirse en pruebas que puedan ser aceptadas por el tribunal en el acto del juicio oral. Un detalle que pudiera parecer insignificante en una auditoría de otro tipo, en una auditoría forense puede ser una evidencia clave para tipificar un delito. La auditoría forense exige del auditor una preparación integral, tanto en el

orden profesional y ético, como en la presencia de una serie de cualidades que se deben potenciar en su personalidad. UN PERSONAL CON AMPLIOS CONOCIMIENTOS La preparación del auditor forense, además de la preparación básica en materia de auditoría, Control Interno, contabilidad, informática y preparación jurídica, debe comprender técnicas de investigación legal y criminalística con énfasis en la obtención de pruebas; en Derecho Penal Especial para la correcta identificación de aquellas evidencias concretas que demuestran elementos que tipifican el delito; debe tener también conocimientos de psicología operativa y de técnicas para realizar entrevistas, entre otras habilidades. Se suma a todo ello contar con amplios conocimientos del campo que se audita y de la legislación vigente sobre la materia en cuestión. En cuanto al perfil personal del auditor forense, Rafael Delgado H14 expone que, entre otras cualidades, deberá ser perspicaz, con una mentalidad investigadora, mucha automotivación, capacidad para trabajar bajo presión, tener una mente creativa, habilidades de comunicación y persuasión, habilidad para comunicarse con apego a las leyes,

13. En sentido general, en auditoría, para que un hallazgo sea considerado como tal, debe integrarse por cuatro elementos fundamentales, a saber, la condición entendida como la circunstancia o hecho que está sucediendo al momento de la auditoría o que ya ha sucedido, es el cómo se hicieron o se están haciendo las cosas; el criterio, que es aquel elemento que de forma previa se ha establecido, ya sea mediante disposiciones legales u otro documento, que permite comparar y determinar si lo que se está haciendo está conforme a lo establecido legalmente; la causa, que es el origen, los antecedentes o motivos que dieron lugar a las mencionadas circunstancias o hechos; y el efecto, que son las consecuencias derivadas. Los hallazgos deben tener cierta importancia y estar suficientemente fundamentados sobre la base de hechos y evidencias precisas. 14. Vid. Delgado H, Rafael. “ El perfil profesional del auditor forense” consultado el 8 de noviembre de 2011 en http://auditoria-forense.blogcindario.com/2007/05/00002-elperfil-del-auditor-forense.html

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habilidades de mediación y negociación, habilidades analíticas, creatividad para adaptarse a las nuevas situaciones. Como podemos observar, estas características están asociadas más a la persona que al grado de formación obtenido. Según el propio autor, una persona que no posea estas características, por mucha formación profesional que tenga, difícilmente será un buen auditor forense. Dada la importancia e implicaciones que se derivan del trabajo del auditor forense, en la investigación de un acto delictivo, la formación ética del auditor debe ser sólida, basada en los principios de defensa de la legalidad socialista y de los valores morales identificados por la Contraloría General de la República que irradian al Sistema Nacional de Auditoría. A partir de las reflexiones expuestas, se llega a la conclusión de que es necesario, en el ámbito nacional, el acercamiento y profundización en la auditoría forense, así como la especialización de auditores en esta materia, que permita garantizar el auxilio al proceso penal para la efectiva administración de justicia en los delitos económicos y en los actos de corrupción administrativa. Asumir la auditoría forense como una herramienta eficaz para la lucha contra la corrupción administrativa, requiere de esfuerzo y de un alto grado de preparación por los auditores de la Contraloría General de la República, pero en la relación costo - beneficio que se establece, todos los beneficios se centran en la defensa y preservación del patrimonio del Estado como garante de las conquistas alcanzadas por nuestra Revolución.

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BIBLIOGRAFÍA

1. DE LA CRUZ OCHOA, RAMÓN: “¿Qué es el Juicio Oral?” Revista Cubana de Derecho, No. 3, julioSeptiembre, 1991, La Habana. 2. DELGADO H, RAFAEL: “El perfil profesional del auditor forense” http://auditoria forense.blogcindario. com/2007/05/00002-el-perfil-delauditor-forense.html 3. CAMARGO, NELSON: “Breve Historia de la Auditoría Forense” http://www.redcontable.com/ modules.php?name=News&file= article&sid=251 4. CANO C., MIGUEL A. Y RENÉ CASTRO V.: “Auditoría Forense” Consultado enwww.betsime.disaic.cu /secciones/fin_ma_03.htm 5. LASTRA GUERRA, DANIEL: “Implantación de la auditoría forense como mecanismo idóneo para controlar el lavado de activos en la industria hotelera” Revista UNILIBRE, Año No. 10, enero-junio 2011. Cartagena de Indias, Colombia. LEGISLACIÓN 1. Ley No.107 “De la Contraloría General de la República”, de 1ro de agosto de 2009 y su Reglamento. 2. Ley No.5, de Procedimiento Penal, de 13 de agosto de 1977. 3. Resolución No. 353 “Metodología para la evaluación y calificación de las auditorías”, de 30 de diciembre de 2008, dictada por la Ministra del extinto Ministerio de Auditoría y Control. (Derogada) 4. Resolución No. 36, de 9 de febrero de 2012, dictada por la Contralora General de la República.

De nuestra fuente Por Lic. Yadira Álvarez Varada Especialista en Comunicación Social de la Contraloría General de la República

APUNTES CRÍTICOS SOBRE LA COMUNICACIÓN EN LA RESOLUCIÓN NO. 60/11 UNA VALORACIÓN GENERAL DE LA COMUNICACIÓN EN EL CONTROL INTERNO En nuestro país la comunicación como disciplina es una actividad joven. En el campo académico, Cuba cuenta con facultades de comunicación y desde el desarrollo gremial, destaca la presencia de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales (ACCS) en estrecha relación con la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) y la Asociación de Bibliotecarios de este país. La carrera de Comunicación Social ha llevado a sus graduados por los caminos de la Comunicación Comunitaria, la Comunicación Comercial, las Relaciones Públicas y la Comunicación Institucional.

La institucionalización de la comunicación es igualmente tarea joven que va tomando auge actualmente en Cuba. El Estado cubano ha reconocido la importancia del especialista en comunicación y el respeto a sus funciones, siendo regulaciones importantes: “Orientaciones del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba para incrementar la eficacia informativa de los medios de comunicación masiva del país”, de febrero de 2007; el Decreto -Ley No. 252, “Sobre la continuidad y el fortalecimiento del Sistema de Dirección y Gestión Empresarial cubano” y el Decreto No. 281, “Reglamento para la implantación y consolidación del Sistema de Dirección y Gestión Empresarial Estatal”, de agosto de

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2007; así como la actual Resolución No. 60/11, “Normas del Sistema de Control Interno”, aprobada en marzo de 2011 (se derogan así las resoluciones No. 297/03 del Ministerio de Finanzas y Precios, y la 13/06 del Ministerio de Auditoría y Control). La Resolución No. 60/11, como importante documento regulador de la comunicación en el país, se confeccionó teniendo en cuenta el resto de las disposiciones anteriormente citadas. De hecho, uno de los logros de las Normas del Sistema de Control Interno es el de brindar a la comunicación una norma que regule la actividad y la haga incluso más fácil de entender, planificar, auditar y controlar. Las administraciones y los profesionales de la comunicación deben hacer valer el documento normativo y hacer coincidir tanto los debates teóricos actuales en torno a la gestión de la comunicación como la formación profesional de quienes se gradúan de la Facultad de Comunicación. A este empeño debe contribuir también la ACCS y otras organizaciones del rubro, en pos de la disminución de contradicciones entre las regulaciones que se emiten, las prácticas de comunicación que frecuentemente se discuten en el gremio, y la formación profesional adecuada de quienes, en un momento dado, tendrán que implementar todas las normativas que el Estado, el Gobierno, el Partido y los Órganos competentes emitan. La Resolución No. 60/11, al igual que en la No. 297/03, contiene meritoriamente dentro de sus componentes el de Información - Comunicación, pero lo más loable es que la existencia de un componente específico para la actividad no significa el desconocimiento de

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la presencia del trabajo de comunicación en el resto de los componentes del Sistema. El reconocimiento palpable de los temas de comunicación en la Resolución No. 60/11, es un extraordinario paso de avance para la profesión y una oportunidad para los profesionales que la ejercen y que posteriormente se darán a la tarea de establecer las normas. Desde el punto de vista de los conceptos relacionados con la comunicación, los cuales se abordan en las Normas del Sistema de Control Interno, tenemos: Información y responsabilidad, Contenido y flujo de la información, Calidad de la información, Flexibilidad al cambio, Sistema de información, Compromiso de la dirección, Canales de comunicación, Valores de la organización y Estrategias. Todo lo anterior corresponde con lo que internacionalmente se ha pautado desde que en 1992 se aprobara el Informe COSO y, además, coincide con los indicadores de evaluación para el componente Información - Comunicación plasmados en el cuestionario homónimo. Desde el nombre del componente “Información - Comunicación”, se está reconociendo la unión de ambos conceptos desde el punto de vista formal, pero lo más significativo en este caso es que la Resolución No. 60/11, respecto a la Resolución No. 297/03, avanza en el reconocimiento de la retroalimentación al aparecer la rendición de cuentas como norma. Por otra parte, se resuelven en buena medida las tendencias a la interpretación libre de algunos conceptos por los directivos y funcionarios ajenos a la confección de las normas, y lo hacen a partir de la inclusión de un glosario de términos que contiene conceptos de gestión, planificación, comunicación, entre

otros. Esto es una respuesta sólida a un problema que asomaba ya, según investigaciones recientes para la implementación del Control Interno.1 La comunicación, tal y como queda plasmada en la Resolución No. 60/11, debe apoyar la difusión y transmisión fidedigna de la información. El Sistema de Información debe transmitir una variedad de temas de interés para la dirección de la entidad, en aras de implicar y comprometer a los trabajadores con los objetivos de la misma y ayudar a la toma de decisiones. Al igual que en la Resolución No. 207/03, garantizar la circulación de flujos de información desde una estructura centralizada, se convierte en el centro de la comunicación y en su criterio fundamental de eficacia”2. Una incorrecta interpretación de la norma puede llevar a pensar que comunicación es solamente información, sin tener en cuenta que la información es el principio mismo de este proceso mayor que es la comunicación. Es posible que sea por esta razón que la responsabilidad del componente muchas veces recae en las direcciones de Informática, de las nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs), o como se denomine según el caso. En situaciones dudosas, las administraciones pueden acudir a la Guía de Autocontrol, y así entender que el Sistema de Comunicación también alude a valores institucionales, canales

y programas de comunicación, entre otros elementos vitales. Al detallar la guía, comprenderemos enseguida que la comunicación institucional / empresarial / corporativa / organizacional, sustenta la cultura organizacional, conformada por el reconocimiento y aprehensión de los valores éticos, misión, visión, políticas y objetivos de la organización. Lo anteriormente expuesto no significa que información y comunicación sean entes aislados; por el contrario se complementan, y conceptualmente el Sistema de Información está comprendido dentro del Sistema de Comunicación. Un sistema de información que debe ser dinámico, multidireccionado, capaz de transmitir información relevante, confiable y oportuna. Esto está bien, pero de la ejecución del componente dependerá llevar estas funciones a conceptos que conciernen al proceso de comunicación (pasando por la información) e incluyan la interrelación, el intercambio, la participación y la retroalimentación. No basta con el nombre del sistema para asegurar que se reconoce al Sistema de Comunicación, unificado al Sistema de Información, los ejecutores debemos hacer valer este supuesto al implementar el componente. Como la comunicación no es un proceso principal, sino un proceso estratégico de apoyo a todo el resto de los procesos; su gestión debe abordarse desde cualesquiera de los componentes

1. Ver por ejemplo la tesis de Doctorado de la Dra. Magda Rivero: “Bases teórico-metodológicas para la evaluación del Sistema de Comunicación en empresas cubanas y Organismos de la Administración Central del Estado (OACEs).” Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. 2010, Cap. 2, p. 4 del resumen del capítulo (versión digital) 2. Rivero, Magda: Op. Cit.

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del SCI, y no solo desde el componente que le atañe directamente (Información - Comunicación), tal y como ha sido la intención expresa de la Contraloría General de la República de Cuba (gestora de las normas para el Control Interno), el Perfeccionamiento Empresarial, la Facultad de Comunicación y la ACCS. VALORACIONES PARTICULARES PARA MEJORAR LA PRESENCIA Y EL ENTENDIMIENTO DE LA COMUNICACIÓN DENTRO DEL SISTEMA DE CONTROL INTERNO (SCI) Existe una tendencia en las administraciones a confundir Sistema Informativo con Sistema de Comunicación, es decir, una tendencia a pensar que al cumplir con las indicaciones de la Oficina Nacional de Estadística e Información, ya se está implementando una efectiva comunicación en las entidades. Ambos sistemas necesariamente se relacionan, y es cierto que al organizar el sistema informativo se está perfeccionando un proceso de comunicación; pero el concepto de Sistema de Comunicación es más amplio e incluye en sí los diferentes contextos en que se produce la comunicación. “No debemos confundir el Sistema de Comunicación Interna con los Sistemas de Información, ya que la misión de estos últimos se centra en la organización y el control de las secuencias por donde circulan los datos necesarios para desarrollar los diferentes procesos propios de la gerencia empresarial”3, mientras la Comunicación Interna amplía el espectro al trabajo estratégico con la 3. Rivero, Magda: Op. Cit.

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cultura organizacional. Entre los conceptos relacionados con la comunicación institucional se encuentran: reputación, imagen, identidad y cultura. De ellos, se tiene en cuenta explícitamente en la Resolución. No. 60/11, el de cultura organizacional. El Sistema de Comunicación contiene componentes como: flujos (1), canales (2), y mensajes (3) (tipos y contenidos); incluye emisores y receptores (4), posibles ruidos (5), y la retroalimentación (6). Cada uno de estos elementos fue insertado en el Componente Información – Comunicación, de modo tal que los dos primeros componentes quedan recogidos en la primera sub-norma “Sistema de Información,

flujos, y canales”, los componentes 3 y 4 responden a la segunda, “Contenido, calidad y responsabilidad”, y la retroalimentación se refleja notablemente en la decisión de insertar la rendición de cuentas. Estos componentes se evalúan posteriormente. Pero la comunicación, como proceso, igualmente tiene etapas que luego habrá que evaluar. Ellas son: diagnóstico, planificación y estrategia, implementación/ejecución y evaluación/ control. Lo que hace difícil evaluar la comunicación como un proceso transversal al resto de los procesos es: primero, que no existe una metodología prefijada para ello; y segundo, que no todas las entidades cuentan con un especialista en la materia que defina y ejecute cada una de estas fases y trace indicadores para medir el proceso y el resultado. En la Resolución No. 60/11 queda claro el lugar de la estrategia de comunicación y el plan de acciones, mas dentro de ello, las administraciones deben ser capaces de comprender que una estrategia real no es posible sin un diagnóstico previo y consistente; y que una mejora continua del proceso no es posible sin evaluaciones periódicas. Como vemos, hay partes de los procesos de comunicación que no se gestionan desde las direcciones de Informática, aunque sí pasan por ellas. Es por esto que las organizaciones podrían valorar qué áreas funcionales tienen que ver con el trabajo estratégico de comunicación, y darles responsabilidades y participación en el funcionamiento y proceso de implementación del componente. El área idónea para trabajar en conjunto con las TICs, acorde con lo que hemos venido enunciando, sería la dirección de comunicación, dirección

de prensa, divulgación, relaciones públicas, o cualquier otra denominación de las existentes, cuya esencia sea trazar estrategias de comunicación, evaluarlas y pensar los productos comunicativos. En determinadas entidades, también se le ha dado la responsabilidad de rectorar la implementación del componente a las direcciones de planificación/ organización y sistemas, o se han creado grupos de trabajo en los que participan diversas áreas. Nada de esto es descabellado, pues no se trata de la nomenclatura del área sino del personal idóneo para ejecutar la tarea. Lo que sí queda claro es que debe ser un trabajo en colectivo, pues ha quedado demostrado que solo con la participación de todas las áreas estructurales y con una correcta planificación del trabajo por etapas, es posible llegar a la meta. La presencia de un ingeniero industrial, por ejemplo, podría resultar vital en el establecimiento del Sistema de Control Interno. UN LUGAR PARA CADA COSA: ALGUNAS IDEAS PARA IMPLEMENTAR EL COMPONENTE INFORMACIÓN – COMUNICACIÓN. 1. El primer eslabón para implementar el Sistema de Comunicación e Información es la existencia de diagnósticos informativos y de comunicación. En tal sentido, la Oficina Nacional de Estadística e Información ha orientado los diagnósticos informativos dentro de las tareas de perfeccionamiento, lo cual queda normado como los tres primeros pasos para organizar el sistema informativo de los órganos y organismos. De aquí se infiere que uno de los primeros pasos para la implementación del sistema es tener

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confeccionados los flujos informativos. 2. No obstante, las entidades deberían implementar diagnósticos organizacionales, los cuales permitan conocer su funcionamiento interno, reconocer la cultura organizacional imperante, los modos de actuación, valores compartidos y de ellos los que más fortaleza tienen, los principales canales de

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comunicación que se pueden utilizar para hacer llegar mejor las informaciones y retroalimentarse. Este diagnóstico debe ser la base para el trazado de estrategias y planes de acción. 3. Un Sistema de Comunicación funciona gracias a la existencia de normas y procedimientos que regulen la actividad. Es necesario que los organismos y entidades cuenten con estrategia o programa de comunicación. (La Guía de Autocontrol presentada en junio de 2012 contempla la verificación de este documento). Un programa contribuye a planificar el trabajo de comunicación y limita la espontaneidad. Esta planificación posibilita establecer objetivos y plazos de cumplimiento para lograrlos, en pos de organizar mejor los procesos de comunicación y contribuir al logro de la misión encomendada a las entidades. El programa fomenta la implicación de los públicos internos y define qué acciones se pueden ejecutar con los públicos externos, inclusive los medios de comunicación masiva, dirigido a los cuales existen lineamientos de trabajo establecidos para los OACE con el objetivo de consolidar la imagen país. 4. Teniendo en cuenta que tanto la estrategia, los manuales, así como los resultados publicables de las investigaciones deben tener un lugar dentro del componente Información - Comunicación, las organizaciones pudieran alojar estos documentos normativos en Ambiente de Control / estructura organizativa y asignación de autoridad y responsabilidad con el resto de los procedimientos, manuales y documentación, lo cual aportaría mayor transversalidad al proceso de comunicación desde el punto de vista formal; o en su defecto mantenerlos en el componente Información - Comunicación

dentro de Sistema de Información, pues en definitiva la planeación, normativas, etc., regulan el sistema. Lo importante es que estos documentos se encuentren al alcance de todos. 5. Las organizaciones deben tener en cuenta la acepción de rendición de cuentas entendida como sigue: “la acción, como deber legal y ético, que tiene todo funcionario o persona de responder e informar a la administración, sobre el manejo y rendimiento de fondos, bienes o recursos públicos asignados y los resultados en el cumplimiento del mandato que le ha sido conferido, así como otros aspectos de interés que resulten necesarios”.4 La rendición de cuentas es, indudablemente, un concepto relacionado con la responsabilidad, las organizaciones podrían incluir, como parte de esta acción, la implementación de un espacio en el cual se divulguen los acuerdos publicables de los Consejos de Dirección y otras reuniones en las que se tracen directrices de trabajo o se tomen acuerdos importantes que influyan en los trabajadores, así como informaciones dadas en esos espacios, que sean interés de la administración, y que la divulgación sea necesidad de los trabajadores. 6. La comunicación, como proceso, tiene que ser evaluada. La evaluación de la comunicación debe quedar definida desde el programa, y la Resolución No. 60/11 brinda una oportunidad de evaluación periódica a través de la Supervisión y Monitoreo. De esta forma, los órganos y organis-

mos pudieran plantearse incluir indicadores que controlen las acciones planificadas en comunicación y los procesos de intercambio de información, como parte de la norma “evaluación y determinación de la eficacia del Sistema de Control Interno”. Para ese empeño, las organizaciones pudieran pedir el asesoramiento de la ACCS y la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, así como impulsar la presencia en su seno, de especialistas en el tema. CONCLUSIONES El tema del Sistema de Comunicación dentro del SCI, ha sido poco transitado desde la academia, salvo honrosas y muy importantes excepciones. Lo mismo ha ocurrido en el campo profesional e institucional. Así, para poder establecer correctamente el Sistema de Comunicación dentro del Sistema de Control Interno, es necesario reconocer que: 1ro. La comunicación es un sistema, además de un proceso dentro del SCI, cuyo objetivo final también es contribuir al cumplimiento de los objetivos institucionales. 2do. No es lo mismo Sistema Informativo, Sistema Informático y Sistema de Comunicación, pero se complementan y deben funcionar interrelacionados. 3ro. La comunicación, como proceso, tiene etapas definidas que deben verse reflejadas, en uno u otro componente: investigación (diagnósticos de comunicación, imagen, cultura organizacional,

4. Tomado de un concepto utilizado en ediciones del Curso Subsede “Herramientas para el Control y la Prevención, en la lucha contra la corrupción. Experiencia cubana.”, que anualmente realiza la Contraloría General de la República de Cuba, de conjunto con la OLACEFS.

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clima), conceptualización o concepción/regulaciones (políticas de comunicación, directrices del discurso, normativas, procedimientos de comunicación, manuales, estrategias), planificación (planes de comunicación y campañas), ejecución o implementación (acciones concretas mediante las cuales se le dé respuesta a lo planificado, mecanismos informativos implementados, etc.) y evaluación y control de la comunicación (mecanismos de retroalimentación). 4to. La estructura encargada de gestionar la comunicación estratégicamente debe ser la responsable del sistema, o trabajar en este encargo juntamente con la dirección o direcciones que la ejecuten. A partir de estos reconocimientos necesarios, podemos decir que en la Resolución No. 60/11 se le confiere una gran importancia a la existencia de la comunicación como proceso transversal, enfatizando en el carácter informativo y de divulgación, sin desconocer sus otras aristas. Las normas del Sistema de Control Interno son, sin lugar a dudas, un importante paso de avance en términos de regulación de la comunicación y fomento del papel de la misma en la actividad de prevención, gestión de riesgos y la búsqueda de la mejora continua. La implementación del sistema, la aplicación de la Guía de Autocontrol, y el apoyo pertinente de las organizaciones, pudieran contribuir al reconocimiento del Sistema de Comunicación desde aquellas otras aristas que hoy son invisibles para muchas entidades. Interpretar correctamente la Resolución No. 60/11 y luego implementarla con la ayuda de los factores competentes, es una oportunidad para que las organizaciones se fortalezcan.

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BIBLIOGRAFÍA 1. Curso Subsede- OLACEFS, “Herramientas para el Control y la Prevención, en la lucha contra la corrupción. Experiencia cubana”. Ministerio de Auditoría y Control. Documento metodológico del subtema 2. 2. 3, “El control ciudadano. La rendición de cuentas”. Sin fecha. 2. Disponible en http://www.sld.cu/ galerias/pdf/sitios/infodir/2.2.3_1.pdf. Fecha de consulta: 25 de agosto de 2011. 3. Decreto No. 252/07, “Sobre la continuidad y el fortalecimiento del Sistema de Dirección y Gestión Empresarial cubano”. Gaceta Oficial No. 041 Extraordinaria de 17 de agosto de 2007. 4. Decreto No. 281/07, “Reglamento para la implantación y consolidación del Sistema de Dirección y Gestión Empresarial Estatal”. Gaceta Oficial No. 041 Extraordinaria de 17 de agosto de 2007. 5. Resolución No. 297/03 del Ministerio de Finanzas y Precios. 6. Resolución No. 60/11, “Normas del Sistema de Control Interno”. Contraloría General de la República de Cuba. Marzo de 2011. 7. Rivero, Magda. “Bases teóricometodológicas para la evaluación del sistema de comunicación en empresas cubanas y Organismos de la Administración Central del Estado (OACEs)”. Tesis de Doctorado. Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. 2010. 8. Folleto Sistema de Control Interno. Contraloría General de la República. Junio 2012.

Haciendo historia En esta edición de la Revista Auditoría y Control, hemos querido recordar a la Premio Nacional de Economía en especialidad Auditoría 2004, Enma Parra Rojas, quien llegó a su jubilación este 2012, cuando fungía, además, como jefa de la Unidad Central de Auditoría Independiente del Ministerio de Comercio Exterior, pero que continúa aportando a esta actividad y a este país como siempre lo ha hecho. Por su contribución a la Revolución le han sido conferidos un sinnúmero de reconocimientos: Fundadora del Partido Comunista, Medalla Combatiente de la Guerra de Liberación, Medalla Conmemorativa 30 Aniversario de las FAR, Medalla 40 Aniversario de las FAR, Medalla de la Alfabetización Medalla Distinción Enrique Hart, Medalla Distinción Destacado en la Preparación para la Defensa (años 1994 y 1995), Diploma por 30 años de Servicios en el Ministerio de Comercio Exterior, Cuadro Destacado del Estado y del Gobierno del año 1997. La Vicepresidenta del Consejo de Estado y Contralora General de la República, Gladys María Bejerano Portela, reconoció a la infatigable profesional en nombre de sus familiares, amigos y colegas, en el marco del encuentro para la presentación de las Normas Cubanas de Auditoría y la Guía de Autocontrol. A continuación, la redacción de esta Revista considera oportuno compartir con los lectores un poema que le dedicara la Contralora Provincial de Mayabeque, Isabel Ovich Mendoza, en ocasión del citado homenaje.

PARA ENMA PARRA En el barrio de Curana En la provincia Las Tunas Nació esta mujer Que es constancia y es dulzura. Su labor es esencial Es audaz, es integral Demostrándolo con creces En su diario actuar. De los nombrados preceptos Con la justa decisión Conoce bien los conceptos Y llega a la solución. Ostenta reconocimientos Que le han sido conferidos Por todo su desempeño Y por lo que ha contribuido. Su apoyo incondicional Hace que todos crezcamos Como personas y amigos Como familia y hermanos. Nos duele despedir a Enma Por esa historia tan linda Que viene desde el ayer Y que está en ella misma. No te decimos adiós Solo un breve hasta luego Aquí tienes compañeros Que te aprecian y te queremos.

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Haciendo historia Por la Oficina de la Contralora

CURSOS SUBSEDE DE LA OLACEFS Los cursos subsede son aquellos organizados por un miembro activo de la Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores (OLACEFS), para la capacitación en materia de control y fiscalización, manejo de los recursos públicos o temas afines. Su dirección corre a cargo estrictamente de participantes funcionarios de las distintas Entidades

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CURSOS

Fiscalizadoras Superiores (EFS) miembros de OLACEFS. Son impartidos en el país miembro que lo propone, el cual se constituye como subsede.

Control Interno como base para la prevención y enfrentamiento al delito, control ciudadano y rendición de cuentas.

El objetivo de estos cursos es brindar herramientas para el enfrentamiento a la corrupción en las EFS, y para velar por la correcta y transparente administración del patrimonio público. Es, además, un espacio de intercambio de experiencias, en que cada EFS participante socializa su visión sobre el tema y expone lo que en su país se hace, en materia de prevención y control.

Los cursos han ido perfeccionándose: cada vez se busca mayor armonía entre la realidad cubana y el ámbito internacional. Los participantes pueden constatar la experiencia de nuestro país, a través de visitas a entidades nacionales seleccionadas y a consejos populares.

Cuba ha sido subsede de dos cursos en distintas épocas. Primero lo fue del curso Auditoría de Gestión y, desde hace seis años, imparte Herramientas de Prevención y Control en el enfrentamiento a la corrupción administrativa. Experiencia cubana. En ambas oportunidades, la EFS de Cuba ha recibido a funcionarios, auditores y especialistas de equipos multidisciplinarios formados por los países miembros de la OLACEFS. Ha participado siempre un delegado del Sistema Nacional de Auditoría (SNA) y los facilitadores han sido, mayormente, funcionarios cubanos del sector, con una alta preparación profesional.

Un hito para la historia de estos cursos es, sin duda, que en su última edición fue presentado el proyecto de Manual de Mejores Prácticas de Acciones Anticorrupción, con la presencia de los delegados a la XVIII Asamblea Extraordinaria de la Organización Centroamericana de Entidades Fiscalizadoras Superiores (OCCEFS), de la cual Cuba funge como presidenta entre 2011 y 2013.

El más reciente curso subsede, Herramientas de Prevención y Control en el enfrentamiento a la corrupción administrativa. Experiencia cubana, fue desarrollado en el hotel Quinta Avenida Habana, de esta capital, entre el 24 y el 28 de septiembre. En esta oportunidad se abordaron temas medulares del entorno de la prevención, el control y la fiscalización en Cuba, tales como el sistema de control y prevención del Estado, el Sistema de

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Vidas Por Yadira Álvarez Varada

SOLO HE PUESTO MI GRANITO DE ARENA Entrevista a Jorge Zubizarreta, Contralor Jefe Provincial de Pinar del Río durante su estancia en La Habana, en calidad de Director de la Dirección Integral de Control al sector agroalimentario. “Lo que hemos logrado lo debemos a la colaboración de todos”.

Al principio le pareció inapropiado que fuese precisamente él la persona seleccionada para entrevistar, y sugirió otros nombres entre premios nacionales de auditoría, compañeros de trabajo y dirigentes de la Contraloría General de la República (CGR). Su inmensa modestia le impedía ver que incluso él había aportado más de un grano de arena para este sueño cierto que es nuestro órgano. Jorge Zubizarreta Hernández es hoy el Contralor Jefe de la Contraloría Provincial de Pinar del Río, pero sus orígenes profesionales datan de su tiempo de estudiante. En 1981 se graduó de Técnico Medio Planificador, fue mecanógrafo, taquígrafo y estibador, no obstante, lo más significativo es que nunca cejó en la búsqueda de su superación dentro del área contable. Al conversar con él, sus ojos no me engañaron. Se considera un eterno estudiante porque, según afirma, cada

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día se aprende. Para mí, aquella charla fue toda una clase. - Jorge, ¿qué experiencia le aportó el haber realizado la carrera de Licenciado en Contabilidad y Finanzas, desempeñando la tarea en cuestión en el terreno y asumiendo incluso cargos de jefatura? - Esa experiencia resultó muy provechosa para mí. Resulta que el ejercer la profesión mientras la estudiaba me dio la oportunidad de confrontar la teoría con la práctica. Muchas cosas en la práctica no coincidían con la teoría que se estaba impartiendo y eso permitió confrontar criterios con mis compañeros de trabajo. “Empecé a estudiar en el año 1985 y me gradué en 1991. En ese tiempo fui jefe de Cobros y Pagos de la Empresa Provincial de Recreación y Turismo y jefe del Departamento de Contabilidad de la Empresa Municipal

de Alimentación Pública de Pinar del Río, entre otros cargos asumidos. Indudablemente, fue un reto; porque no era fácil estudiar y asumir responsabilidades de jefe. Esto, en algunos momentos, resultó un poco cuestionado: había poca confianza al principio dada mi condición de estudiante en el tema contable, sobre todo porque me tocó trabajar en empresas de reciente creación y eso siempre exigía de profesionales en la materia. Sin embrago, con mi esfuerzo y mi trabajo me fui ganando esa confianza. También influyó en este logro, el apoyo de todas las personas mayores que trabajaban conmigo. Tuve mucho apoyo, pude contar con las enseñanzas y experiencias de mis compañeros, y, gracias a ellos, puedo decir hoy que la contabilidad es mi pasión.” - Seguramente en la Contraloría Provincial que usted dirige, existen compañeros que se forman actualmente como auditores contables desde su puesto de trabajo. ¿Considera que se ha avanzado en cuanto a las formas en las que el país capacita y forma a estos jóvenes, que ya laboran en el terreno, respecto a la etapa en la que usted se formó como profesional del rubro? - Definitivamente ha habido grandes avances en la formación de auditores en Cuba. Yo me tuve que formar como auditor empíricamente, aún cuando comencé en 1995, en la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT), lugar que tenía un sistema de trabajo muy bueno y que influía muchísimo en la capacitación de auditores. “Pienso que los primeros pasos hacia los avances que tenemos hoy datan de la Oficina Nacional de Auditoría

(ONA), momento en el cual se comienza a pensar en aglutinar también en los territorios a los auditores y, con la ayuda de los gobiernos provinciales, se empieza a controlar el plan de auditoría, indagar por las necesidades de los auditores en los territorios, etc. En Pinar del Río hay una buena experiencia al respecto.” “Posteriormente, con el Ministerio de Auditoría y Control (MAC), cuando se crean las delegaciones provinciales, y con el surgimiento en 2009 de la Contraloría, se ha logrado una mejor estructuración y organización del trabajo y la formación en el terreno.” “Hoy tenemos mucho más que la formación en el terreno. Los jóvenes que deseen formarse como auditores, tienen a su disposición el Programa de Formación Emergente. También hay cursos más integrales y organizados, como el recién concluido para jueces, fiscales y auditores (según acuerdo 984), donde tuve la oportunidad de impartir algunos módulos. Otro factor que está a favor de la formación de auditores, y que no existía en mi época de estudiante, es la existencia de un Sistema Nacional de Auditoría, lo cual ayuda a que los esfuerzos sean mancomunados y no disgregados.” “Al recordar la ONAT y la ONA, el entrevistado habla con pasión y hasta cierta añoranza. Piensa en sus compañeros y en los tiempos difíciles, pero que encerraban una unidad tremenda y ayudaron a forjar los valores que hoy compartimos.” - En el año 1995, cuando usted se incorporó como Auditor A en la Oficina de Administración Tributaria, ¿cómo pudo enfrentar la tarea al no existir una estructura rectora de la actividad de auditoría

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en el país con la envergadura que tiene hoy la CGR? ¿Qué puede comentar sobre el apoyo estatal a la actividad en aquella época? - Nunca había visto tal motivación por la auditoría como en aquellos años en que comenzó la ONAT. El apoyo estatal nunca faltó. Trimestral o semestralmente, las instancias del Partido y el Gobierno sostenían encuentros con los auditores, lo cual nos motivaba mucho porque veíamos, como hoy, la importancia que se le daba a nuestra labor.

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“Es bueno decir que en aquel momento era muy difícil, pues no existía una cultura tributaria y no había casi ningún procedimiento escrito sobre la actividad. Además, como bien dijiste, no existía la misma organización y estructuración que tenemos hoy. Nosotros tuvimos que empezar a estudiar todo lo que iba saliendo y poniéndole mucha motivación al trabajo, mucho interés y sacrificio, para que salieran las cosas, y salieran bien. Estábamos trabajando con la ley 73 y otros documentos, pero no teníamos

programa, no había manual de normas y procedimientos, etc. Aunque debo decir algo: fue muy lindo, porque construimos toda la guía de trabajo para el futuro, y se hizo de manera conjunta, entre todos, tanto en el nivel central como en las provincias. Se fomentó mucho el valor de colaboración y a mí en lo personal me aportó muchísimo.” “Creo que esa motivación no se ha apagado hoy, por el contrario, la muestra está en la cantidad de auditores que tenemos en el país, cuya cifra va creciendo. Hoy en la provincia Pinar del Río tenemos más de 450 auditores, cuando antes eran alrededor de 160, y el mismo comportamiento lo vemos en los territorios. También ese crecimiento y las necesidades del país, han ayudado a que se diversifiquen más los tipos de auditoría a realizar. En aquel tiempo se hacía la auditoría fiscal (ONAT), la auditoría de sistema, la auditoría financiera, la de gestión y había también una temática o especial, de cuyo nombre oficial no me acuerdo, pero sí se efectuaba, amparado en el Decreto-Ley 159/1995. Hoy la Ley 107 reconoce siete tipos de auditoría, eso es otro avance.” - ¿y respecto a la reacción de los auditados ante las auditorías? - Eso era uno de los retos de aquella época, y pienso que en este tema ha habido varias etapas. Hubo una etapa en que la auditoría no se evaluaba, y los directivos ni se inmutaban con las deficiencias que uno les listaba. Al iniciarse la evaluación de la auditoría, empezó la etapa de confrontación entre el auditor y el auditado, muchos se molestaban y no entendían el papel del auditor; pero eso no era lo que se quería, por lo que se ha ido trabajando en el logro del entendimiento, en

explicar a los auditados cada deficiencia y cómo mejorarla. Gracias a eso (y esto es lo que veo como una tercera etapa) hay muchos cuadros y trabajadores que han empezado a comprender la importancia del control. También ha influido en este logro, la calidad e integralidad de los informes de auditoría. Antes, recuerdo que el director llegaba con el informe de auditoría, y como yo era el contable, me decía: “oye, resuelve eso, que eso es un lío tuyo”, y se limpiaba las manos, no iba ni a Consejo de Dirección. Se pensaba que todos los problemas eran de contabilidad y que solo los resolvería el área contable. Hoy es diferente, las auditorías y los informes son más integrales, llegan a más áreas y se ha establecido un compromiso por parte de la alta dirección y los trabajadores con la resolución de los problemas, tal y como establece la Resolución No. 60/2011 de la CGR. - En el año 2000, Jorge Zubizarreta asumió como Director Provincial de la Oficina Nacional de Auditoría, y posteriormente, como delegado del Ministerio de Auditoría y Control en Pinar del Río, por lo que ha sido un testigo fiel del fortalecimiento de la auditoría en su territorio. ¿Qué experiencias puede compartir sobre el fortalecimiento y unidad del sistema territorial de auditoría, tomando como referencia la experiencia en su provincia? - El avance en cuanto a fortalecimiento del Sistema ha sido general, no solo en el territorio de Pinar del Río, pero te voy a hablar de mi experiencia. Al conformarse la delegación provincial después del 2000, hubo que hacer un trabajo inmenso de organización de la actividad. Pienso que los

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tres frentes en los que más se ha avanzado son: la organización, el completamiento y el fortalecimiento del sistema territorial, así como la estabilidad de los auditores. Esto se ha logrado gracias a un trabajo mancomunado de motivación a economistas, convocando, haciendo talleres, eventos, buscando siempre la forma de ir sumando personas al sistema. Empezamos por reunirnos trimestralmente con todos los jefes de auditoría para que se sintieran como parte de nosotros, fomentando el sentido de pertenencia. En Pinar del Río hubo un momento inicial de mucha fluctuación de los auditores, pero a partir de este trabajo, se ha logrado estabilidad en ellos, y también en los cuadros que dirigen la auditoría. Eso permitió mantener un estilo de trabajo. También se han creado nuevas plazas. Hoy la plantilla de auditores en la provincia se encuentra cubierta a un 89 por ciento a nivel territorial, e incluso la Contraloría Provincial está entre 90 y 91 por ciento de completamiento. En este empeño influyó muchísimo el trabajo de los supervisores y actualmente de los departamentos de Atención al Sistema. - Usted ha tenido una buena trayectoria como cuadro y militante de la Juventud primero y luego del Partido. Según su visión, ¿qué importancia le confiere al rol del cuadro y el militante, atendiendo a la necesidad de implementar correctamente, “sin prisa, pero sin pausa”, los Lineamientos del VI Congreso del Partido? - El rol del cuadro es esencial. Si él no siente motivación, difícilmente lo logrará en los demás. El cuadro es la columna vertebral y es el primero que debe asumir la tarea como suya.

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- Usted había dicho hace unos instantes que uno de los elementos positivos que ha ayudado al fortalecimiento del Sistema Nacional de Auditoría es la estabilidad de los cuadros y dirigentes, ¿qué opinión le merece la renovación de cuadros según los acuerdos del VI Congreso y la preparación de las reservas? - Sigo pensando que la estabilidad del cuadro es clave para el mantenimiento de un estilo de trabajo, pero estamos en otra etapa. En aquellos momentos de inestabilidad de auditores en los que había tanta fluctuación, fue importante que la dirección se mantuviera y estableciera un orden, o sea, fuera el principio de esa estabilidad que se requería. Ahora, cuando ya hemos logrado un completamiento de la fuerza de trabajo, una organización y un estilo de trabajo de orden y disciplina, la provincia (te hablo desde mi experiencia) está en condiciones de cumplir con ese acuerdo del Partido. Es verdad que se debe ir renovando cada vez. Claro, esta renovación debe ir acompañada de un trabajo profundo de capacitación y motivación de la reserva en aras de no perder la línea fundamental, al tiempo que damos la posibilidad de traer ideas frescas. - ¿Y respecto de la calidad en la preparación de cuadros y reservas a la que usted alude tan acertadamente? - En estos momentos se están haciendo los diplomados para todos los cuadros, o sea, hay un interés del Estado y del Gobierno en preparar a todos, en las nuevas condiciones y regulaciones a nivel de país y a nivel internacional. Pienso que estos esfuerzos, que van más allá de los diplomados, tienen que tender a cambiar la mentalidad de los cuadros sobre los temas económicos,

de dirección, de control, etc. Creo que estamos en el mejor momento para hacerlo. Yo mismo me considero fruto de un sistema de preparación de cuadros muy adecuado. Por ejemplo, he tenido la oportunidad y gran responsabilidad de asumir tareas de dirección en la Contraloría General de modo temporal, siendo a la vez Contralor Jefe de Provincia, mientras la vicecontralora está asumiendo mis funciones en el territorio. Eso es experiencia de trabajo para el cuadro y para la reserva. Yo me llevo nuevas ideas para Pinar del Río y cuando llegue allá, seguro que la vicecontralora tiene nuevas ideas también, incluso estoy convencido que su nivel me habrá superado. - Existe una intención a nivel de país de trabajar profundamente en favor del fomento de los valores. ¿Qué opinión le merece el rol del cuadro y la reserva en este sentido, según su experiencia en la CGR? - Ese es un elemento muy importante, que creo que en la Contraloría se lleva muy bien. Tenemos valores institucionales declarados y que ratificamos todos los años, el 14 de junio; pero, además, la evaluación de cómo lo implementan los cuadros, forma parte de la propia evaluación del trabajo de estos. Aquí hay un sistema de trabajo. Eso es una experiencia a extender hacia otros organismos, pues es vital para el desarrollo de la entidad y para el crecimiento individual no solo de los cuadros y las reservas, sino de todos. Una vez terminada nuestra conversación, Jorge Zubizarreta nos expresó: “Gracias por la entrevista, pero recuerde que yo soy uno más, lo que hemos logrado ha sido fruto del trabajo de todos, solo he puesto mi granito de arena”.

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Otra mirada Lic. Yorlis Delgado López, Asesor Jurídico, Profesor Instructor. MSc. Martha Marina Ferriol Marchena, Directora General, Profesora Auxiliar.

INTEGRACIÓN DEL SISTEMA DE GESTIÓN DOCUMENTAL AL SISTEMA DE CONTROL INTERNO La República de Cuba cuenta con una importante tradición legislativa en materia de archivos, la cual nace en el período colonial cubano y se extiende hasta nuestros días. Con sus aciertos y desaciertos, las disposiciones han ido evolucionando, desde simples recomendaciones al tratamiento de los documentos escritos, en su versión de testimonio de las relaciones económicas y administrativas de los miembros de la sociedad, hasta la creación del Sistema Nacional de Archivos de la República de Cuba, como el mecanismo de integración de los archivos del país. Estas disposiciones tienen como propósito proteger los documentos que

conforman el Patrimonio Documental de la Nación Cubana. El documento de Archivo, objeto de estudio de la Gestión Documental, es definido en Cuba como: “aquel en el que se refleja el testimonio material de un hecho o acto realizado por persona natural o jurídica en el ejercicio de sus funciones y, que por su valor administrativo, legal, fiscal, científico, económico, histórico, político o cultural, debe ser objeto de conservación”.1 El propio concepto introduce la vinculación de la gestión de documentos, con el Sistema de Control Interno de las instituciones cubanas, análisis al que está dedicado el presente artículo.

1. Véase el Decreto-Ley No. 265 “Del Sistema Nacional de Archivos de la República de Cuba” aprobado el 10 de abril de 2009. Publicado en la Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición Ordinaria No. 18 de fecha 5 de mayo de 2009.

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La valoración de la conservación de los documentos, debe partir de su eficacia para probar determinados hechos. En ese sentido, la inmensa mayoría de las legislaciones procesales, para no ser absolutos, reconocen la prueba documental como testimonio fiel del actuar de las personas tanto naturales como jurídicas. De hecho esa es la esencia del seguimiento, existencia y necesidad de conservación de los documentos y en consecuencia de los archivos. Evidente prueba de ello es, que a pesar de que en nuestro país predomina una escasa cultura de conservación y gestión documental en las organizaciones, existe un uso generalizado de ellos, para comprobar la realización o no de determinados hechos en procesos administrativos y judiciales. A partir de esta afirmación, ha sido también muy debatida en las últimas décadas la influencia que tiene la organización, control y conservación adecuada de los documentos en la lucha contra la corrupción administrativa en la realidad contemporánea. El desconocimiento de la presencia y estado físico de la documentación, por la desactualización sistemática de los instrumentos de registro y control de expedientes en trámites, o por el descontrol en la entrada y salida a las áreas de trabajo, o por carecer de las medidas de seguridad en el cierre y sellado de los depósitos de documentos u oficinas donde se conservan; propician el hurto de expedientes administrativos-reflejo del conjunto ordenado de documentos y actuaciones que

sirven de antecedenten y fundamentos a la resolución administrativa, así como diligencias encaminadas a ejecutarla. Es por ello que, siempre que hay una pérdida de documentación en una entidad, no se descarta la posibilidad de que tras este acto, esté la intención de eliminar las evidencias de determinados hechos, relacionados con actos delictivos o con la corrupción. En este sentido, existe consenso en afirmar que adecuadas políticas en materia de gestión documental favorecen y/o complementan las estrategias gubernamentales para erradicar este flagelo. La desorganización y la falta de control sobre los documentos traen consigo la sensación de impunidad. Sin embargo, una organización con un sistema de gestión documental ajustada a su realidad, es más efectiva en el control del cien por ciento de los documentos que genera y recibe la entidad, lo que propicia legalidad y ambiente de control. A partir de estos presupuestos que ya constituyen doctrina en la práctica archivística contemporánea, es preciso analizar de manera general su materialización en la legislación vigente en nuestro país y cómo ello se vincula al Sistema de Control Interno. El Decreto-Ley No. 265/2009 “De los Archivos de la República de Cuba”2 y sus normas complementarias conforma la legislación vigente en materia de archivos en el país. Esta disposición, desde sus fundamentos, reconoce que “los archivos garantizan la gestión administrativa del país y son evidencia de la actuación de sus

2. Aprobado el 10 de abril del año 2009 por el Consejo de Estado y publicado en la Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición Ordinaria No. 18 de fecha 5 de mayo de 2009.

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personas jurídicas y naturales, siendo imprescindible su existencia para la protección de los derechos, tanto de la administración, como de la población en general”. Esta declaración ubica el fundamento de la norma en un contexto bastante diferente al tradicional o al que frecuentemente se analiza para el caso de los archivos. Es decir, la legislación cubana, como ya es común en toda el área iberoamericana, no se enfoca solamente a proteger los documentos considerados de valor histórico, sino a lograr su gestión, conservación y control desde que nace en una oficina de la administración. Ello se materializa de manera explícita en el artículo No. 1 de la disposición, que al definir sus objetivos refrenda que además de establecer las disposiciones generales para la protección del Patrimonio Documental de la Nación, establece las normas y principios que rigen la Gestión Documental en el territorio nacional. En tal sentido, es preciso entonces definir qué es Gestión Documental: muchas y diversas son las definiciones que se pueden encontrar en la bibliografía, pero baste para este artículo analizar la conceptualización legal de nuestro país. El propio Decreto-Ley, en su artículo II inciso F, define la Gestión Documental como “un conjunto de principios, métodos y procedimientos encaminados a lograr la planificación, manejo y organización de los documentos generados y recibidos por las organizaciones, desde su origen hasta su destino final, con el objeto de facilitar su utilización y conservación”.

Este concepto, que a juicio de los autores es bastante explícito, resalta la finalidad de la Gestión Documental enfocada a la necesidad de garantizar el uso de los documentos como instrumento y evidencia del actuar de la Administración Pública cubana. Estos fundamentos iniciales propician todo el cuerpo de normas que el Decreto-Ley establece para garantizar el cumplimiento de su objetivo. Con el propósito de fundamentar la tesis que se sostiene en este artículo, se debe precisar, que entre estas regulaciones generales se destacan: 1. La prohibición de sustracción, alteración, ocultamiento, o destrucción de los documentos depositados en archivos, en otros lugares destinados a su conservación oficial, o confiados a la custodia de un funcionario. 2. La prohibición de brindar información contenida en los documentos, a terceros que puedan poner en riesgo la privacidad e intimidad de las personas o la seguridad del propio Estado, a partir de su uso indebido. 3. El procedimiento para la determinación de los documentos de conservación permanente y cuáles son depurados a partir de la creación y funcionamiento de las Comisiones de Valoración Documental. 4. El procedimiento para la protección de los documentos relevantes para la gestión administrativa. 5. El establecimiento del destino de los documentos una vez desclasificados a partir de la legislación especial3 de esta materia. 6. El mandato de crear sistemas institucionales de archivos, compuestos por sus archivos centrales y de gestión, en

3. El Decreto-Ley No. 199 “Sobre la Seguridad y Protección de la Información Oficial”, de fecha 25 de Noviembre de 1999 y sus normas complementarias conforman la legislación especial a la que se hace referencia.

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la Asamblea Nacional del Poder Popular, las asambleas locales del Poder Popular y sus Consejos de la Administración, el Consejo de Estado, el Consejo de Ministros, la Contraloría General de la República, los organismos y órganos de la Administración Central del Estado, el Tribunal Supremo Popular, la Fiscalía

General de la República, la Aduana General de la República, los Bancos y demás instituciones financieras no bancarias constituidas con arreglo a las leyes cubanas y autorizadas a operar en Cuba, así como a las asociaciones, las fundaciones, las organizaciones políticas y de masas, y a otras personas jurídicas públicas, de carácter nacional. 7. El establecimiento de las funciones de los archivos de gestión, centrales e históricos en el país, encaminadas a proteger los documentos en cada una de estas etapas del ciclo de vida del documento. En ese sentido, el cumplimiento de la legislación en materia de archivos en Cuba, garantiza, en esencia, la planificación, utilización, organización, conservación y difusión de los documentos generados y recibidos por las instituciones y organizaciones estatales cubanas. CÓMO SE INTEGRA EL SISTEMA DE GESTIÓN DOCUMENTAL CON LAS NORMAS DEL SISTEMA DE CONTROL INTERNO Un breve análisis de las Normas de Control Interno establecidas en Cuba, a partir de la Resolución No. 60 del año 2011 de la Contraloría General de la República, permite fundamentar la relación existente entre ellas y la gestión documental, partiendo -y sin dejar de tener en cuentael carácter probatorio de los documentos. Baste señalar que cualquier acción para verificar la implementación de un Sistema de

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Control Interno, se centrará casi en su totalidad en constatar la existencia y analizar el contenido de los documentos que dan fe del cumplimiento de cada componente y norma del Sistema. Es importante, además, mostrar algunos elementos a tener en cuenta en relación con la implementación de algunos componentes. El relativo al Ambiente de Control, es considerado por la propia Resolución No. 60/ 2011 como la base de los demás componentes, pues “conforma el conjunto de buenas prácticas y documentos referidos a la constitución de la organización, al marco legal de las operaciones aprobadas, a la creación de sus órganos de dirección y consultivos, a los procesos, sistemas, políticas, disposiciones legales y procedimientos”. Por ello, se debe tener en cuenta que en una organización, de acuerdo con lo establecido por la práctica y legislación archivística cubana, la primera etapa de vida de los documentos se cumple en el archivo de gestión u oficina, en ella deben permanecer mientras dure el trámite que los generó e incluso, al terminar esta, si las necesidades de consulta son continuas. La documentación debe conservarse en las unidades gestoras teniendo en cuenta que los lugares garanticen su custodia y confidencialidad, en gavetas u otro mobiliario de archivo, y respondiendo organizativamente a una serie documental, de acuerdo con el cuadro de clasificación, elaborado y aprobado en la entidad. En cuanto al componente Gestión y Prevención de Riesgos es preciso resaltar algunos riesgos propios de la actividad de archivos, que al no ser identificados y en consecuencia gestio-

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nados, pueden afectar el buen funcionamiento de un número importante de procesos en cualquier organización. En ese sentido, se debe tener en cuenta: la selección de personal no idóneo para la actividad, por incumplimiento de los parámetros establecidos de selección y reclutamiento; la pérdida del Patrimonio Documental por la carencia o no planificación de equipos, insumos y materiales para garantizar de forma óptima la conservación preventiva y curativa de los acervos, así como el uso indebido de la información contenida en los documentos, o disponer para uso de terceros no autorizados información de acceso no público. En este componente es oportuno hacer mención a la necesidad de cumplimentar y tener en cuenta los “Lineamientos para la Conservación de las fuentes documentales”, puestos en vigor a través de la Resolución No. 41/2009 del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Esta disposición, además de establecer los requerimientos para garantizar la conservación de los documentos, recomienda la elaboración y debida aprobación de Planes de Conservación Preventiva y Planes contra Desastres de Fondos y Colecciones vinculados a los Planes de Defensa de la institución, documentos de vital importancia en la prevención de hechos vinculados a la conservación del patrimonio documental de la nación. Componente Actividades de Control: para garantizar desde la gestión documental su materialización en la organización, se debe disponer de un cuadro general de las competencias y funciones de cada unidad administrativa y los tipos documentales en las que se materializan estas; un manual de normas de procedimientos, en el que

se reflejarán también los plazos de permanencia de las distintas series documentales en cada uno de los archivos del sistema, de manera tal que se pueda conocer la documentación a transferir al Archivo Central, índices de materias, nombres, institucionales, entre otros, para recuperar la información contenida en distintos expedientes, cuadro de clasificación de la documentación que genera la oficina, instrumentos de control a destacar los Libros de Registro de Entrada y Salida, Registro Topográfico, Libro de Registro de Préstamos a la Administración Productora, Modelo de Previsión o Calendario de Transferencias, Relación de Entrega y Registro de Transferencias. Componente Información y Comunicación. En este sentido, es justo destacar, que en los últimos años ha tenido lugar un importante salto en la concepción de los decisores, lo que se materializa en la comprensión que para el tratamiento a la información y el diseño de su sistema de gestión, es imprescindible evaluar y tener en cuenta su soporte: los documentos. En la especialidad es válido decir que la integración estratégica de la gestión de archivos con la participación efectiva de los trabajadores y el entorno, solo puede lograrse mediante procesos de comunicación que garanticen establecer consenso y unidad de acción para materializar la estrategia institucional, asimilar y desarrollar las competencias necesarias y la solución de problemas. La dirección formula, aplica y controla el sistema de comunicación, el que es consustancial en la gestión de archivo, este genera, planifica, implementa y controla su propio proceso de comunicación, determinado por sus funciones, su historia, tradiciones, sus

características y nivel de participación de los trabajadores, sus objetivos estratégicos y operativos, el grado de integración de los procesos internos y externos, así como su compromiso social de preservar la memoria histórica de la institución a mediano plazo y de la nación a largo plazo. Componente Supervisión y Monitoreo, baste ratificar la premisa que se mencionó al inicio de este acápite: cualquier acción para verificar la implementación de un Sistema de Control Interno, se centra casi en su totalidad en constatar la existencia y analizar el contenido de los documentos que dan fe del cumplimiento de cada componente y norma del Sistema. CONCLUSIONES El Sistema Nacional de Archivos de la República de Cuba tiene la finalidad de convertirse, en garante del control público y social, en un mecanismo en la lucha contra la corrupción y en la garantía de la transparencia administrativa y del Estado; teniendo en cuenta que sus documentos son la evidencia de la toma de decisiones administrativas, gestionando su conservación desde que nace en los archivos de oficina, como primer eslabón de un mecanismo para la gestión organizacional. La gestión de documentos garantiza la gestión administrativa. En este sentido es importante tenerla en cuenta en el diseño e implementación de los Sistemas de Control Interno de una entidad; para lo cual es necesario a nivel institucional concientizar a los decisores e incentivar la creación de mecanismos de integración entre el Sistema de Gestión Documental y las Normas de Control Interno, lo cual garantiza el

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ambiente de control, a partir de la concepción de los procesos y procedimientos claves de la archivística. BIBLIOGRAFÍA 1. Engenios, Teresa. “Principios rectores de la legislación sobre archivos”. [En línea] 2006;. Disponible en http://www.archivonacional.go.cr/pdf/ ponencias_XIX_CAN.pdf. Consultado en octubre, 24, 2007 2. Decreto-Ley No. 265 “Del Sistema Nacional de Archivos de la República de Cuba” de 10 de abril de 2009. Publicado en la Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición Ordinaria No. 18 de fecha 5 de mayo de 2009. 3. Jean, Luis F. “La legislación archivística en América Latina.” [En línea] 2003; Disponible en http://www.ts.ucr. ac.cr/ historia/articulos/legis-arch.htm. Consultado en octubre, 24, 2007 4. Llaverías, Joaquín. Historia de los Archivos de Cuba. Segunda Edición. Publicaciones del Archivo Nacional de Cuba. XXIV. La Habana. 1949. 5. Mendoza, Aida. La Legislación Archivística y su Relevancia. [En línea] 2006; [2 páginas]. Disponible en http://www.archivonacional.go.cr /pdf/ponencias_XIX_CAN.pdf. Consultado en octubre, 24, 2007. 6. _____________. Transparencia vs. corrupción. Los archivos: políticas para su protección. Perú Textos Editores, Lima, Perú, 2004. 7. ____________. Legislación Archivística: lo que el archivero debe conocer. Perú Textos Editores, Lima, Perú, 2002. 8. Nahabetián, Laura. Acceso a la información pública: Pilar fundamental del buen gobierno. Editorial y Librería jurídica “Amalio M. Fernández”. Montevideo, Uruguay, 2010.

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9. Resolución No. 60 “Normas de Control Interno” de la Contraloría General de la República de Cuba, de 1ro de marzo 2011. Publicada en Gaceta Oficial de la República de Cuba, edición extraordinaria, No. 13, de fecha 3 de marzo de 2011.

Hagamos una pausa CRUCICONTROL VERTICALES 1. Conjunto de recursos (personal, finanzas, instalaciones, equipos, tecnologías, técnicas, métodos) y actividades que transforman elementos de entrada en elementos de salida. 2. Cualidad de las personas que mantienen principios morales sólidos, rectitud, honestidad, sinceridad y el deseo de hacer lo correcto. 3. Valores y aspiraciones genéricas de la organización, concebidas a largo plazo. 4. Pautas, reglas o directrices de acción elegidas como guías en el proceso de toma de decisiones al poner en práctica o ejecutar las estrategias, programas y proyectos específicos del nivel institucional. 5. Documento aprobado que incluye el objeto y el alcance de una actividad, qué debe hacerse y quién debe hacerlo, cuándo, dónde y cómo debe hacerse, qué materiales y equipos y documentos deben utilizarse y cómo debe controlarse y registrarse. 6. Reglamentos disciplinarios de cada organización, es el complemento de las normas y disposiciones legales de aplicación general en materia de disciplina. 7. Grado en el que los objetivos pueden ser afectados adversamente por los riesgos a los que están expuestos. 8. Pruebas que obtiene el auditor durante la ejecución de la auditoría, que hace patente y manifiesta la certeza o convicción sobre los hechos o hallazgos que prueban y demuestran claramente estos, con el objetivo de fundamentar y respaldar sus opiniones y conclusiones. 9. Organismos de la Administración del Estado (iniciales)

10. Poner en funcionamiento, aplicar métodos, medidas, etc., para llevar a cabo algo. 11. Organización con personalidad jurídica propia, constituida conforme a las leyes cubanas, con fines económicos, administrativos, sociales, culturales, u otros definidos en su objeto social. 12. Tareas cuya concentración en las competencias de una sola persona, podría permitir la realización o el ocultamiento de fraudes, errores, omisiones o cualquier tipo de irregularidades, y en consecuencia debilitar el Sistema de Control Interno y el logro de los objetivos. 13. Funcionario de la Contraloría General de la República, que ejecuta directamente aquellas funciones, atribuciones y obligaciones asignadas a esta. 14. Conjunto de medidas técnicas, educacionales, médicas y psicológicas empleadas para prevenir accidentes; eliminar las condiciones inseguras del ambiente, e instruir o convencer a las personas, acerca de la necesidad de implantación de prácticas preventivas. 15. Sistema Nacional de Auditoría (iniciales). 16. Principio por el que se rige la administración para la determinación del ingreso de los trabajadores al empleo, su permanencia y promoción, así como su incorporación a cursos de capacitación y desarrollo. 17. Objetivo supremo de la organización. Expresa la necesidad social que debe satisfacer la entidad, la razón más amplia que justifica la existencia de la organización. Orienta el rumbo y comportamiento en

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todos los niveles de la organización en un plazo determinado. 18. Principios morales, éticos, patrióticos, de solidaridad humana; preferencias culturales; espíritu de sacrificio y actitudes psicológicas que guían los juicios personales y su comportamiento. 19. Acción para eliminar la causa de una inconformidad detectada u otra situación no deseable. 20. Conjunto de tecnologías que permiten la adquisición, producción, almacenamiento, tratamiento, comunicación, registro y presentación de información, en forma de voz, imágenes y datos contenidos en señales de naturaleza acústica, óptica o electromagnética. 21. Confirmar mediante la aportación de evidencia objetiva que se han cumplido los requisitos para una utilización o aplicación específica prevista.

Cruci Control HORIZONTALES 1. Conjunto de bienes y derechos propios adquiridos por cualquier título. 2. Actuación contraria a las normas legales y a la ética por los cuadros, dirigentes, funcionarios en el ejercicio de su cargo o en el desempeño de la función asignada; caracterizada por una pérdida de valores éticomorales, que se comete para satisfacer intereses personales o de un tercero. 3. Conjunto de medidas, acciones y procedimientos que permiten registrar e identificar cada producto, servicio o transacción desde su origen hasta su destino final. 4. Quedar sin sanción la conducta. 5. Acción y efecto de anticiparse a la ocurrencia del riesgo de un evento o tarea y prever el daño o peligro. 6. Incertidumbre de que ocurra un acontecimiento que pudiera afectar o beneficiar

el logro de los objetivos y metas de la organización. 7. Los que participan en la elaboración, realizan, ejecutan y controlan el cumplimiento de las políticas en lo que les corresponde, por su alcance ocupan cargos de dirección u otros. 8. Conjunto de actividades coordinadas para dirigir y controlar una organización. 9. Conjunto de oficinas, dependencias y entidades que forman un cuerpo o institución y se rigen por un conjunto de leyes. 10. Actividad emprendida para asegurar la conveniencia, adecuación y eficacia de un tema, para alcanzar los objetivos establecidos. 11. Acto de inspección, investigación y comprobación que se realiza con la finalidad de velar por el cumplimiento de las disposiciones legales vinculadas con la actividad económico-financiera, preservar la disciplina y la integridad administrativa, así como prevenir y detectar actos de corrupción administrativa. 12. Conjunto de personas que actúan en representación de una organización o persona jurídica en un ámbito de competencia determinado. 13. Funcionario de la Contraloría General de la República que dirige, asesora y supervisa el cumplimiento de las acciones, funciones y atribuciones de esta. 14. Controles referidos a la práctica de restringir la entrada a un bien o propiedad a personas autorizadas. 15. Actividad recurrente desarrollada en los procesos, actividades y tareas de una entidad con el objetivo de lograr mejoras en la productividad en términos de eficacia, eficiencia y economía. 16. Efecto positivo o negativo en los compromisos y objetivos de la política de la organización, en sus partes interesadas, en la propia organización, en los colectivos de trabajadores, en la sociedad y en el medio ambiente. 17. Conjunto de operaciones o tareas propias de una entidad o persona, realizadas con el propósito de obtener un resultado esperado.

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Hagamos una pausa ¿DESEA PUBLICAR EN NUESTRA REVISTA? En cada artículo debe verse la mano enguantada que lo escribe, y los labios sin mancha que lo dictan. José Martí Ud. puede proponer a nuestra Revista artículos especializados en los temas de economía, auditoría, supervisión y control; casos de estudio, legislaciones, guías y normativas, reseñas biográficas, entrevistas, comunicaciones relevantes sobre la historia de nuestro órgano, líneas de mensajes, promociones bibliográficas… También puede colaborar con misceláneas, sección que incluye consejos, curiosidades, sabías que…, temas de cultura general, pasatiempos didácticos, entre otros. Cada colaboración deberá venir precedida de una hoja contentiva de los datos siguientes: título del trabajo, autor/es (nombres y apellidos), categoría científica y docente, entidad donde labora y cargo, dirección del centro de trabajo (o particular de no trabajar), teléfono y correo electrónico donde localizarlo, síntesis curricular. El envío de materiales para la publicación en la Revista deberá cumplir los siguientes requisitos: Se remitirá una copia en versión electrónica (Word 2003), acompañada de

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una copia impresa, ambas escritas en correcto español, en hojas de 8 ½ X 11 pulgadas, con márgenes laterales de 3cm y 2,5 superior e inferior, tipografía Arial 12, a 1,5 espacios de interlineado, con unas 25 líneas aproximadamente y 65 caracteres por línea. Los artículos deben ser breves, entre cinco y diez cuartillas, cuidadosamente redactados para evitar digresiones innecesarias, que expresen de modo claro, objetivo y sintético lo que pretenden comunicar y que incluyan solo las citas y referencias indispensables, así como gráficos, tablas, ilustraciones y fotos, de requerirlo. El artículo debe constituir una síntesis de informes de investigación, ponencias o tesis de mayor envergadura, y no ellas por sí mismas. El artículo, como texto periodístico de opinión, no puede dejar de presentar la postura personal de quien lo escribe, su valoración crítica y su perspectiva sobre el tema. La estructura del artículo, en líneas generales, será:

__ Palabras claves (descripción sintética del tema en no más de siete palabras o frases cortas). __ Resumen (en un párrafo de no más de 200 palabras, de los aspectos más importantes del estudio). __ Introducción (presentación de la tesis). __ Desarrollo (argumentación de la misma). __ Conclusiones Los originales deben remitirse a: Dirección de Capacitación e Investigación de la Contraloría General de la República. Departamento de Documentación e Información. Calle 36 # 130 e/ 41 y 43, Nuevo Vedado, Plaza de la Revolución, La Habana, CP 10600. Tel. 883-9540, 883-7440 y 883-7441 [email protected] [email protected]

El título del trabajo no debe exceder las ocho palabras, estar relacionado directamente con su contenido y resultar atractivo a los lectores. En los títulos y subtítulos deberá venir en mayúscula la primera letra de la primera palabra, el resto deberá estar en minúsculas, a menos que sean nombres propios o se justifique ortográficamente. Se cuidará la ortografía, la redacción coherente y el uso correcto de mayúsculas, minúsculas, gerundios y preposiciones. La primera vez que se emplee una sigla en el texto, tablas y/o figuras deberá estar acompañada de su denominación completa.

Los gráficos, esquemas, tablas e ilustraciones, deberán estar numerados y titulados, señalarán las unidades en que se expresan los valores y las fuentes correspondientes. Las citas dentro del texto aparecerán numeradas en forma consecutiva y contendrán los datos bibliográficos que corresponda. Las referencias bibliográficas cumplirán lo normado en los trabajos científicos, de acuerdo con las Normas de Vancouver. La bibliografía se organiza al final en orden alfabético. Será importante el aporte de fotos que ilustren el artículo para que la publicación sea más amena. Las fotos que se entreguen deben tener una calidad adecuada (resolución alta). En el caso de los otros materiales que no constituyan artículos, como los casos de estudio, las entrevistas y las reseñas biográficas, cumplirán con los requisitos más generales anteriormente expuestos, con la especificidad de que deben tener una extensión entre dos y cinco páginas solamente. La Redacción de la Revista devolverá a sus respectivos autores los trabajos que no cumplan con los requisitos. Los aceptados serán sometidos a la revisión del Consejo Técnico Asesor, órgano consultivo de la Contraloría que validará su ingreso al colchón editorial, de donde se tomará para un nuevo proceso de aprobación, con la finalidad de publicarlo en un número de la Revista en particular. La redacción, también, se reserva el derecho de hacer los cambios editoriales que considere convenientes. Cada autor recibirá un ejemplar de cortesía del número donde haya publicado su colaboración y un certifico de publicación para su currículo personal.

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Hagamos una pausa ¿SABÍA USTED QUE...? En el año 254 a.n.e., en Egipto, Apolonios, Ministro de Finanzas del Rey Filadelfo de la dinastía de los Ptolomeos, contrariado por haberse pagado de su caja siete talentos de plata sin su autorización, ordenó fueran comprobadas las cuentas de Aristeos, uno de los tesoreros, y las del mayordomo Artemidoro. Esta orden se hizo extensiva a Zenón, administrador de todos sus intereses y jefe de contabilidad, cuyas cuentas serían inspeccionadas por Python, quien debía entregar, además, todos los fondos en su poder. Este es uno de los más remotos antecedentes sobre la contaduría pública, como auditoría o revisión de cuentas. El profesional cubano Antonio Tay Araújo plantea que, según los historiadores, los registros contables tuvieron su origen alrededor del año 4000 a.n.e., cuando las antiguas civilizaciones del cercano Oriente comenzaron a establecer gobiernos y negocios organizados. Estos se preocuparon por llevar cuentas de las entradas y salidas de dinero y el cobro de los impuestos. Parte integrante de esa pre-

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ocupación fue el establecimiento de controles, para disminuir errores y fraudes por parte de funcionarios incompetentes o faltos de honradez. Esto arroja luz sobre los antecedentes de la auditoría, casi tan antiguos como la propia historia de la humanidad. También se conoce que la profesión del contador público surge debido a que antiguamente los grandes señores se hacían acompañar de hombres de confianza cuando trataban de operaciones comerciales de importancia, préstamos, financiamientos, etc. Estos acompañantes sabían escribir y su función primordial consistía en escuchar lo tratado y ponerlo por escrito. [Téngase en cuenta que el origen etimológico de ‘auditor’ está en el término latino auditor, -oris, cuyo verbo principal en latín es audire, de donde procede el castellano ‘oír’, por un proceso de transformación fonética]. De ahí que, por su función de oír, forma en que se recibían las liquidaciones de las cuentas, nació la denominación de “auditores”.

¿SABÍA USTED QUE...? La última palabra que escribió José Martí fue honestidad y aparece en la carta inconclusa, por su muerte, que dirigió desde Dos Ríos a su amigo Manuel Mercado, en México.

El término candidatura proviene de la costumbre que tenían los aspirantes a altos cargos electivos en la antigua Roma de ir vestidos el día de las elecciones sin túnica y con una toga blanca, para que los ciudadanos pudieran ver mejor las cicatrices de las heridas recibidas en defensa de la República. (El término cándida tiene su origen en el vocablo latino candidus, a, um, que significa blanco).

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