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ROMANCE DEL PRISIONERO Esteban: Hoy el tema con Ezequiel Dellutri es el Romance del Prisionero que dice así. Que por mayo era, por mayo, cuando hace la calor, cuando los trigos encañan y están los campos en flor, cuando canta la calandria y responde el ruiseñor, cuando los enamorados van a servir al amor; sino yo, triste, cuitado, que vivo en esta prisión; que ni sé cuándo es de día, ni cuándo las noches son, sino por una avecilla que me cantaba al albor. Matómela un ballestero; déle Dios mal galardón. Ezequiel: ¡Qué lindo romance! Qué perfecto como cierra la historia en una brevedad absoluta, la típica brevedad del romance español. Este poema fue recopilado por el famoso Menéndez Vidal, en su famoso libro “Flor nueva de romances viejos”. Cuando él estuvo bastante enfermo y tuvo que recuperarse de una afección, él que era un hispanista muy reconocido en su época y nos legó de alguno de sus principales estudios sobre literatura hispánica medieval y renacentista del siglo de oro, recuperándose de una larga enfermedad, dejó su convalecencia para escribir este libro donde recopiló sus romances más significativos de la lengua española, y no sólo eso, sino que lo hizo en sus mejores versiones. Y la verdad que “Flor nuevas de romances viejos” es un libro único, porque, si bien hay muchos que recopilan romances, él tuvo el buen tino de recuperar los mejores, y dentro de estos recopiló “El romance del prisionero” en su versión más breve de este mismo romance que tiene una más extensa. Es un romance muy popular en la España del siglo XV, pero es muy difícil saber la fecha, porque los romances son letras de canciones populares de la época, iban pasando de generación en generación. Tiene una forma métrica particular, pues está formado de versos octosilábicos siempre en una única estrofa y siempre tiene versos pares y rimas sonantes. Esa es la forma métrica del romance, y se llama así no porque trate temas amorosos, sino porque es un derivado de las lenguas romances, está escrito en lo que sería el castellano antiguo, y se lo llama romance porque es un derivado del latín que era el idioma que se hablaba en Roma. De ahí viene el término romance, no tiene nada que ver con lo que hoy día se lo conoce como “amoroso”.
Él resume muy bien uno de los impulsos principales de la poesía española que es reflejar la naturaleza, los españoles en su poesía lo han hecho infinidad de veces, utilizan siempre a la naturaleza como un elemento fundamental para transmitir su poética y este caso no es la excepción. Este es un poema que claramente tiene dos partes. La primera me hace acordar mucho a un poema que trabajamos acá en Tierra Firme: “Yo voy soñando caminos” de Antonio Machado, en esa descripción, casi una pintura, que progresivamente va haciendo el poeta de un determinado paisaje. Si te parece podemos ir analizando línea por línea para que nuestros oyentes puedan entender la riqueza que tiene este pequeño poema. Otra de las características del romance, además de las características métricas que acabamos de mencionar, es que siempre cuenta una pequeña historia. Es un texto que combina elementos líricos (lo que nosotros llamamos poesía) con narrativa (lo que tiene que ver con contar una historia). Acá se ve como va contando una minihistoria, que es un terrible drama, pero está contado en pocas líneas. El poema comienza diciendo: “Que por mayo era, por mayo” porque nos situamos en el hemisferio norte, y allí en el mes de mayo es el mes de la primavera para ellos por tanto, ese momento es el tiempo en el cual todo comienza a resurgir, todo comienza a renacer, es la mejor época para estar al aire libre (y es un detalle no menor) para disfrutar del viento y del sol. Esteban: El sol no es tan agobiante como lo puede ser en verano y el frío del invierno ya ha cesado. Ezequiel. Exactamente. Tenemos ahí una repetición poética (“Que por mayo era, por mayo”) que le da una hermosa sonoridad al comienzo mismo del poema. “Cuando hace la calor” y se que mucha gente debe pensar que hay un error gramatical aquí, pero la frase “la calor” es un arcaísmo que en castellano antiguo se utilizaba el articulo femenino frecuentemente para designar una palabra femenina como por ejemplo puede ser “calor”, pero instamos a nuestros oyentes a que no lo digan así, sino “el” calor. Esteban: Pero poéticamente cuadra perfecto. Ezequiel. Claro, y por la época en la cual fue escrito también era perfectamente válido. “Cuando los trigos encañan”. Aquí está haciendo referencia al momento en el cual el trigo está maduro, cuando llega ese momento el trigo se seca y cuando se seca es el momento en el cual puede ser cortado y posteriormente procesado. De manera que está diciendo que cuando el trigo esta en su punto justo para ser cosechado, cuando el campesino tiene que pensar en salir a disfrutar del calor que
viene después del invierno español, que suele ser bastante cruento, sale el agricultor para recoger el fruto de todo el trabajo del invierno, cuidando ese trigo que ahora tiene que cosechar para poder mantenerse y vivir con eso. Luego dice: “y están los campos en flor” poniéndole todo el color, cosa que también hizo Machado en “Yo voy soñando caminos”, dándole una pincelada de super color para terminar de pintar ese cuadro y le va a agregar un elemento sonoro muy útil dentro de la poesía, lo que se llama “imagen sonora”, la poesía intenta llegar a los sentidos y una de las maneras es esa, agregarle a lo que está pintando que hasta ahora era netamente visual, le va a sumar algunos elementos auditivos: “cuando canta la calandria y responde el ruiseñor”. Este vínculo entre estos dos pájaros va marcando la armonía, es decir, el sol, la primavera, el fruto del trabajo, las flores, dando una pincelada de color maravillosa al poema, y por último ese sonido de los pájaros cantando la armonía. Uno canta, el otro contesta, son de distintas especies, elige la Calandria y el Ruiseñor, que son conocidos por la calidad de su canto. Y le va a agregar un último elemento al cuadro que está pintando, como la “frutilla de la torta”, y son personas en un estado particular: “cuando los enamorados van a servir al amor”. Habla de las personas, pero no viviendo cualquier momento. Se dice que la primavera es la época del amor, y casualmente, el día que estamos grabando este programa es el día en que está iniciando la primavera en el hemisferio sur, así que estamos en un día ideal para hablar de este poema, es el momento ideal para el amor, todos los chicos buscan su amor en la primavera y me parece perfecto. Acá aparece una destreza lírica y descriptiva importante del poema, pero... ¿dónde está lo trágico? ¿Dónde está lo horrible de este poema? Y eso es justamente lo que viene a continuación. Este poema trabaja con un esquema de contraste, la segunda parte que veremos a continuación contrastará con esta primera parte. Esteban: Porque describe todo un cuadro, todo un entorno, todo un ambiente, que está en sintonía en determinada dirección. Ezequiel: Exactamente, todo ese ambiente paradisíaco va a servir para contrastar con lo que viene. Te da un principio bueno, y uno lo lee y da la impresión que es un poema de amor, un poema romántico, pero ahora viene el momento en el que muy hábilmente el autor, anónimo, nos va a pegar un “mazazo” del que habla Kafka cuando se refiere a la literatura, que es una “maza que rompe el hielo de nuestra vida”. No se si es tan así, Kafka es un poco exagerado, aunque no se sabe si fue Kafka el que la escribió o es atribuida a él la frase solamente. Si te parece la dejamos para el siguiente bloque en el que se va a pegar el “mazazo” que va a romper el paisaje hermoso que pintó hasta el momento. Esteban: Hacemos una pausa, estamos hablando del Romance del Prisionero. Venimos en
seguida luego de hacer el siguiente impasse. Pausa.... Esteban: El romance del prisionero, que describe desde un lugar muy diferente, es como aquel que no puede ver algo pero rememora sabiendo la época del año en que está porque sabía que en mayo sucedían estas cosas en su entorno. Ezequiel: Esa idea es excelente y es justamente lo que viene. Sabes que lo que va a pasar ahora en el poema, es decir, termina la primera parte, la descripción de este día de primavera ideal para estar enamorado, lo que viene utiliza un estilo muy propio del lenguaje que se llama “estilo directo”. Esto es cuando se inserta una nueva situación sin una presentación previa. Es un poco difícil de seguir para nosotros porque estamos deshabituados al estilo directo pero generalmente los romances provenían de otros historias que se contaban habitualmente y que la gente conocía o eran en muchos casos fragmentos de poemas épicos mayores, sacaban un pedacito y a eso lo convertían en la letra de una canción que la gente popularmente cantaba o acompañaba sus quehaceres cotidianos. Entonces como las personas ya sabían de la historia de la cual provenían no necesitaban de muchos detalles, ya sabía de qué se trataba, entonces se recurría mucho al estilo directo. Simplificaban, sacaban elementos introductorios y directamente pasaban a lo que sigue, acá de hecho ni siquiera pone punto y aparte para pasar a la situación B del poema, la segunda parte. Esteban: Después de varias comas aparece un punto y coma. Ezequiel. Un punto y coma, y un nexo y ahí arranca la segunda parte. El “sino” es equivalente a un “pero” nuestro, todos sabemos que después de un pero, o después de un sino, viene siempre algo negativo, algo que va a contradecir lo que se dijo anteriormente. Entonces dice: “Sino (o pero) yo” El “yo lírico” que está expresando estos sentimientos maravillosos sobre la primavera, “sino yo cuitado”. Cuitado significa apenado o triste, todavía hay gente mayor que utiliza esta palabra, la palabra “cuita” que significa “pena” y en este caso “apenado”. “Sino yo, cuitado que vivo en esta prisión” y ahí tenemos la clave, porque la persona que nos está contando todo esto está preso. Entonces sabemos que cuando comenzamos a analizar este romance, tenemos que saber que estamos hablando de la primavera, o sea del momento en que vale la pena estar afuera, quiere abrir la ventana y salir, tomar un poco de ese sol que empieza a salir luego de los meses de invierno. “Que ni se cuando es de día ni cuando las noches son”. Esto nos da un dato bien importante, porque si el no puede saber si es de noche o es de día es porque el lugar en el que está de prisionero no tiene ventanas. El prisionero está en una situación que no es conciente de lo que está pasando
afuera. Esteban: Me hace acordar esas mazmorras de la edad media que era tremendamente frías y oscuras en lo profundo de un castillo. Ezequiel. Es que creo que es el lugar correcto para ubicar al “yo lírico”, no sabemos porque está prisionero tampoco. Ese es uno de los misterios que guarda el poema, porque esta persona llegó a prisión, porque no puede ver siquiera la luz del día, como para saber cuándo es de día y cuándo de noche. Dice: “no se cuando es de día ni cuando las noches son, sino por una avecilla que me cantaba al albor”. Él no ve al pajarito que canta, sino que lo escucha, está encerrado en un lugar que no puede ver absolutamente nada, pero sin embargo él escucha el canto de una avecilla, de un pajarito que cuando llega la mañana canta, y ese canto es el nexo que él tiene con el afuera. Lo que quiere decir, como vos muy bien decías al principio, en la primera parte del poema, no es lo que el “yo lírico” no es lo que el prisionero está viendo, es lo que está imaginando, es lo que está recordando de sus tiempos de libertad. Quiere decir que esa perfección que tiene el paisaje que describe se debe a la añoranza. El prisionero añora estar afuera, estar en libertad. Esteban: Seguramente él era el enamorado que en algún momento habrá servido al amor. Ezequiel: Seguramente él cosechó el trigo, seguramente él disfrutó del calor, y también seguramente escuchó el canto del ruiseñor y de la calandria cuando estaba enamorado por las lejanas tierras de España disfrutando del comienzo de la primavera. Lo único que le recuerda a él esa primavera es el canto de ese pajarito muy pequeño, porque él lo llama “avecilla”, que canta todas las mañanas (al albor), cuando amanece y le iba indicando el paso de los días. Uno no puede más que sentir pena por la situación de este hombre cuyo único nexo con la realidad es el pájaro, y escuchar ese sonido como el único nexo con la vida real y concreta, el único nexo real que tiene con lo que fue, con lo que ya pasó. El poema no termina allí, las desgracias de este hombre que está prisionero y que solamente se comunica con el exterior por medio de un pajarito que canta, van a empeorar. El poema termina con dos versos fatales dice: “matómela”(es decir a la avecilla) “un ballestero”. Y su deseo, desde dentro de esa prisión absolutamente cerrada y opresiva es “que Dios le de un mal premio”. Esteban: Es casi una maldición... Ezequiel: Un deseo de venganza hacia ese ballestero por haberle matado al pajarito que era el
único nexo con la realidad. No sabemos si el ballestero lo mató a propósito, si fue de casualidad, no sabemos como se enteró que el ballestero lo había matado, pero lo importante es que se está generando un resentimiento hacia ese ballestero que lo privó de su único nexo con la realidad. Esteban: Que tremenda situación en la que queda, queda totalmente desamparado. Ezequiel El poema termina en esa situación, de desamparo, de soledad absoluta y yo me pregunto cuantos de nosotros vivimos en prisiones que vive el pequeño prisionero, prisiones que nos van aislando, prisiones que nosotros mismos construimos, la prisión de la comodidad, confundimos como dijimos muchas veces comodidad con felicidad, comodidad con alegría. Esteban: Situaciones de la vida que hemos pasado que se han convertido en prisiones para nosotros. Ezequiel: Seguro, a veces atados al pasado, en muchos casos atados a situaciones de la vida que no nos gustan, que son consecuencias de decisiones equivocadas que hemos tomado, pero en otras ocasiones, circunstancias que nos tocan vivir sin que tengamos ningún tipo de responsabilidad en ello. Sentimos eso del prisionero, de querer estar en un lugar mejor. Que quisiéramos estar en un lugar distinto, quisiéramos estar en ese momento de nuestras vidas donde todo parecer ser maravilloso. Esteban, aunque resulte duro decirlo, la vida no tiene solo momentos maravillosos, no tiene solamente espacios luminosos la vida, la vida también tiene espacios oscuros, espacios duros, la vida también tiene espacios de sufrimientos. Esteban: Bueno, a veces en esos espacios de sufrimiento vivimos añorando otros tiempos en que teníamos otro tipo de condiciones. Ezequiel: Por supuesto la gente que vive añorando el pasado que cuando uno habla con ellos resulta extremadamente triste pensar que lo mejor quedó atrás y que por delante no hay nada bueno. A veces la aislación a la que llegamos por vivir en esas “prisiones” que nos construimos llega a ser total. Siempre hay alguien que “mata a la avecilla” y nuestra vida se transforma en un vivir mirando hacia otro lado, vivir dentro de nuestra cabeza esperando que en algún momento lleguen tiempos mejores sin darnos cuenta que en la vida hay que estar preparado para todo y que a pesar del sufrimiento que muchas veces se genera en nuestra vida y existencia tenemos que tener la capacidad para darnos cuenta que afuera siempre continúa resplandeciendo la luz. Esteban: Yo me pregunto de si Dios contestaría una oración de este tipo, de un prisionero en
estas condiciones deseándole mal a otra persona. Ezequiel: Por supuesto que uno piensa que Dios no va a matar a un ballestero para vengarse del mismo por lo que este hizo. No creo que Dios haga lo que sentimiento de frustración nos indique. Pero si creo que Dios escucha todas nuestras oraciones y creo que Dios escuchó la oración del prisionero. El prisionero pudo haber sido real aunque es una reconstrucción ficticia, pero podemos pensar que fue un personaje real, estoy seguro que Dios escucha todas las oraciones, porque en la oración del prisionero que es una oración muy dura hay también un pedido a Dios para salir de ese lugar donde se encuentra. Pienso que orar y pedirle a Dios es siempre mejor que no pedirle. A veces pedimos mal, pero creo que en el acto de pedir y de acercarnos a Dios siempre hay algo de positivo. Siempre va a ser mejor darnos cuenta que hay un ser superior que nos puede ayudar y que nos da la respuesta, este hombre llegó al final y ahí tiene alguien a quien recurrir, aún en esa prisión oscura en la cual no sabemos donde está tiene una luz de esperanza de alguien a quien le puede seguir hablando. De manera que su nexo con la realidad no se cortó solamente con la avecilla él sigue teniendo un nexo y un vínculo con Dios. Yo siento que una persona que ora aunque lo haga mal tiene algo que lo sitúa mucho mejor que quien no tiene a quien pedir. Tiene una puerta abierta y tiene la posibilidad de algún día pedir bien y esa posibilidad es una maravillosa, cuando nos sentimos prisioneros de la vida. Cuantas veces la vida no nos parece un camino por la libertad, un camino por el crecimiento personal, un camino que nos brinde la posibilidad de ayudar al prójimo. A veces nuestras vidas se estancan, se cierran, se oscurecen, empezamos a pensar que nunca podremos superar nuestros problemas, comenzamos a ver que estamos encerrados siempre en los mismos circuitos de nuestros malos deseos, de nuestros malos pensamientos, de nuestros errores y equivocaciones. Para las personas que se sientan así, y todos Esteban en algún momento de nuestras vidas nos sentimos de esta manera, si siente que lo poco que tenía lo perdió, como el prisionero y su avecilla, yo le digo que nunca dejamos de perder a Dios, Él es la persona que siempre está con nosotros, que jamás, en ninguna circunstancia nos abandona, cuya fidelidad es absolutamente inquebrantable y que está dispuesto a acercarse a cualquiera de nosotros en momento de necesidad y de angustia. No se puede explicar con palabras, hay que experimentarlo, yo le propongo que haga como el prisionero, si siente que usted está en una celda que no tiene ventanas y que hasta el pequeño pájaro que le anunciaba el alba se lo han quitado, confíe en lo que queda, un Dios maravilloso dispuesto al amor y dispuesto a la restauración.