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SAVIA NUEVA Anexo 3.0 “Una propuesta de solución”
ANTECEDENTES:
SAVIA NUEVA Y JUAN B. SOLER En fecha 9 de marzo de 2009 se presentó a la sociedad valencianista el proyecto de democratización del Valencia C.F. “Savia Nueva”, creado en 2008 por un grupo de valencianistas, y que proponía, entre otros aspectos, la recompra a valor de último precio pagado de todas las acciones del Valencia C.F. S.A.D. que cualquier accionista tuviese interés en vender, especialmente el paquete mayoritario del Sr. Juan Bautista Soler, para impulsar desde la Fundación Valencia Club de Fútbol, debidamente reformada, la democratización del Valencia C.F. devolviendo el poder de decisión al sistema democrático de “una persona, un voto” en las elecciones del consejo de administración de la entidad, mediante el sistema, ya repetidamente expuesto de la consulta previa vinculante entre las personas con doble condición de abonado y accionista, independientemente del número de acciones (o de abonos) que cada persona tuviese. Lamentablemente la falta de decisión en ese momento de Juan B. Soler de sumarse a dicha iniciativa frustró la que hubiese sido, en ese momento, la solución mejor y menos traumática para el Valencia C.F. y, todo sea dicho, para el propio Juan B. Soler, que hubiese recuperado la totalidad de su inversión, aunque en un plazo de 10 años.
SAVIA NUEVA 2.0 Y LA AMPLIACION DE CAPITAL Con motivo de la ampliación de capital llevada a cabo en el verano de 2009, algunos de los firmantes del proyecto mantuvimos una reunión con los entonces vicepresidente Fernando Gómez y consejero delegado Javier Gómez para hacerles ver la posibilidad de que una Fundación democrática completase la ampliación de capital por el importe restante e impulsase de nuevo la democratización del Valencia C.F. por la vía del proyecto Savia Nueva; lamentablemente luego, y con la llegada de Manuel Llorente a la presidencia, en lugar de utilizarse esa mayoría accionarial para la democratización propuesta, se utilizó para obtener un férreo control del club con el que poder desarrollar la labor encomendada al nuevo mandatario sin posibilidad de oposición.
Ya en la primera reunión mantenida con el recién llegado presidente Llorente, al ser consultado por la hoja de ruta camino de nuestra anhelada democratización, nos dejó muy claro que esas no eran ni sus prioridades, ni tampoco sus intenciones. Y así, con mayor o menor eficacia en la gestión de la Fundación Valencia C.F., más bien menor a la vista de los resultados obtenidos, tomado el control de la misma por el propio consejo de administración del Valencia C.F. para poder hacer y deshacer sin respuesta posible la labor encomendada, y presidida por Társilo Piles, a su vez también consejero del Valencia C.F., se frustraba nuevamente la aplicación de lo que podríamos haber denominado Savia Nueva 2.0
¿DONDE ESTAMOS? La consecuencia: una Fundación endeudada muy por encima de sus posibilidades, sin capacidad de generar recursos, o dicho con mayor propiedad, sin capacidad de sus patronos para conseguirlos, y con un fuerte quebranto social como consecuencia de la decepcionante situación de “dictadura accionarial” generada; con un preocupante absentismo de los patronos miembros (a excepción, lógicamente, de los propios consejeros del Valencia C.F.) y con la inminente dimisión ya anunciada de su presidente Sr. Piles. Y de rebote, un problema de 75 MM de euros (hoy ya 86 o más) generado a las arcas públicas de todos los valencianos, incluidos también, lamentable e injustamente, los no-valencianistas. Enfrente una entidad, Bankia, con criterios exclusivamente financieros y profesionales, que ya no es la amigable Bancaja y que, en buena lógica y en defensa de sus legítimos intereses, exige el cumplimiento de las obligaciones contraídas. Y en medio, entre la espada y la pared, atrapados por la consecuencia de la que fue en su día la mejor voluntad política de preservar el Valencia C.F. de manos indeseadas, un gobierno de la Generalitat Valenciana que repite, por activa y por pasiva, su intención de no inmiscuirse en las soluciones (o más bien problemas) de una entidad privada, por mucho que esta sea el Valencia C.F. y a pesar de todo el laberinto de pasiones que la sola mención del nombre provoca entre su población… y sus votantes. Y en efecto, así debe ser. El problema no es ni de Bankia ni de la Generalitat por mucho que se les intente traspasar, sino de la Fundación
Valencia C.F. y de sus patronos, del Valencia C.F. S.A.D. y de su consejo de administración que tiene la pretensión de intentar separar la deuda del Valencia y la deuda de la Fundación, pregonando a diestro y siniestro y atribuyéndose el mérito de la reducción de la deuda en el primero, pero desmarcándose del endeudamiento de la segunda. Obviando que ese endeudamiento, intencionadamente olvidado, corresponde a 75 MM de euros ingresados íntegramente en las cuentas del club, vía capital social, y “diluidos” en cuatro años de gestión en los que el problema, lejos de afrontarse y resolverse, se ha incrementado notablemente. Y por supuesto, el problema es fundamentalmente del valencianismo; de los aficionados que, desde hace casi 100 años heredamos de padres a hijos el sentimiento por un CLUB (no por una SA) y el amor a unos colores, blanco, negro, naranja, los colores representativos de NUESTRO Valencia Club de Fútbol. Y si nuestro es el problema nuestra debe ser la solución. No podemos agradecer a la Generalitat Valenciana la que fue una solución de 75 MM devolviéndosela convertida en un problema de 86 MM de euros. Ni a la Generalitat ni mucho menos al resto de valencianos, no valencianistas, simpatizantes del Hércules, del Levante, del Elche, del Villarreal o del Castellón, entre otros. A ninguno de ellos les corresponde dar solución a los problemas del valencianismo… ellos ya tienen los suyos propios y, hasta para eso, el Valencia C.F. ha de dar el ejemplo que corresponde a la responsabilidad de ser el primer equipo de la comunidad valenciana y nosotros lo vamos a intentar hacer: primero resolviendo nuestros propios problemas y, además, mostrando un camino de referencia a la solución de los de los otros clubs, rivales, pero vecinos, paisanos y por ende amigos. Y es que la propuesta de Savia Nueva 3.0 es perfectamente aplicable para casi todos ellos e incluso más allá, para casi todos los antiguos Clubs de Fútbol que tienen problemas similares como consecuencia de la nefasta conversión a Sociedades Anónimas Deportivas en España. LOS PROBLEMAS DE LA SITUACION ACTUAL Para Bankia: es tan evidente como comprensible la urgencia de Bankia en conseguir lo antes posible el cobro de lo adeudado. O cuanto menos lograr el cambio de la titularidad de la deuda, sustituyendo el préstamo actualmente vencido de un deudor insolvente por una refinanciación al actual avalista con capacidad de generación de recursos, incluso a costa de tener que añadirlo al resto de importes adeudados por todos los conceptos propios del funcionamiento del Gobierno Valenciano en su trayectoria. Totalmente lógico y perfectamente asumible también para el Gobierno Valenciano, que lo puede incluir perfectamente entre el total endeudamiento que mantiene con la entidad
financiera, con la posibilidad de añadirlo a los importes del rescate del Gobierno Autonómico solicitado para 2013. Pero eso ya queda fuera de nuestro ámbito. Aunque esa decisión sirve para solucionar el problema de Bankia y sirve también para el desarrollo de nuestras intenciones. Para e l IVF/Generalitat Valenciana: Asumir la propiedad y aún más la gestión de un club de la repercusión del Valencia C.F. puede ser una auténtica bomba de relojería, ya que el fútbol no se rige por criterios económicos objetivos ni racionales, ya que el objetivo a conseguir no es una gestión ordenada, ni un controlado ahorro de costes, ni una adecuada generación de beneficios; el fútbol es pasión irracional y el acierto o desacierto de un jugador en décimas de segundo puede tirar al traste la planificación empresarial más meticulosa. Las recientes dificultades del actual presidente Llorente con la grada son el más cercano entre miles de ejemplos posibles. Y un gobernante no puede estar sometido a tales veleidades. ¿O revender la propiedad de las acciones? Tentadora solución. Pero cómo, cuándo, por cuánto y, lo más complicado… ¿a quién? Opción 1: Inversor internacional, magnate ruso, árabe, hindú o chino… o quizá uruguayo o costarricense. Un riesgo excesivo, pues aunque a la mente nos vienen en seguida los dos o tres ejemplos fiables de un presente glorioso (aunque un futuro incierto y lleno de incógnitas) que todos conocemos: Chelsea, Manchester City, Paris St. Germain… pero ¿cuántas decenas de ejemplos contrarios conocemos de clubs hundidos, arruinados, vejados, cambiados sus nombres y sus colores, trasladados de ciudad o incluso ya desaparecidos? son tantos los casos en España y en Europa que necesitaríamos horas para enumerarlos. La probabilidad de acertar es tan pequeña y el riesgo a correr tan grande que ¿quién se atrevería a tomar semejante decisión? E incluso acertando, ¿el inversor internacional vendría a elegir Valencia por ser seguidor histórico de Puchades, Guillot, Claramunt, o Kempes? ¿o por su sentimiento valenciano y valencianista cantando “Amunt Valencia” o “cantics de amor, himnes de pau…”? verdaderamente improbable, buscaría seguro una rentabilidad, no necesaria aunque si posiblemente económica, a su inversión realizada. Opción 2: Empresario valenciano “de prestigio”. De los que sí sienten los colores. Es sencillo recordar que esa opción ya se ha experimentado en Valencia varias veces en los últimos años con resultados aterradores. La simple mención de los nombres Juan Bautista Soler, Francisco Roig o Vicente Soriano y la gestión realizada por éstos al amparo de sus mayorías accionariales harían temblar a cualquier político que tuviese que tomar semejante decisión… y sin olvidar que desde la perspectiva contraria haría huir de semejante situación al empresario en cuestión a quien se le propusiera a poco que tuviese un mínimo de sentido común…
Por tanto ¿qué nos queda? SAVIA NUEVA 3.0 “UNA PROPUESTA DE SOLUCION” Seguimos manteniendo nuestra fórmula de democratización mediante el sistema de la consulta previa efectuada por la Fundación, poseedora de la mayoría accionarial siempre de un mínimo del 51 % del capital social vigente, según lo expuesto repetidamente en el proyecto Savia Nueva y que consideramos innecesario volver a repetir. Dicha Fundación, según el proyecto, estaría totalmente desvinculada del Consejo de Administración y sólo el presidente del Club sería patrono. La Fundación vigilaría el desarrollo de la gestión del Club, evitando desvíos presupuestarios, controlando y analizando las cuentas presentadas así como los presupuestos anuales. Velaría por la conservación del patrimonio del Valencia C.F. y sería garante de la transparencia democrática en los procesos de elecciones de los Consejos de Administración sucesivos, todo ello según lo establecido en el Proyecto Savia Nueva inicial, y especialmente bajo la premisa democrática fundamental de “una persona, un voto”. Obviamente todos los derechos económicos y/o políticos del porcentaje de las acciones restantes en manos de cualquier accionista, grande o pequeño, permanecerían intactos en las Juntas Generales ordinarias o extraordinarias a celebrar en lo sucesivo, incluso para el nombramiento de consejeros de acuerdo con los criterios de voto o de proporcionalidad, según lo establecido en la legislación vigente y especialmente en la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas. Las decisiones adoptadas por la Fundación tanto en su función de control como en su función de consulta previa democrática serán llevadas después a la Junta General de la SAD con el porcentaje de representación correspondiente. Aunque hoy el objetivo, el compromiso, y la responsabilidad es devolver íntegramente a la Generalitat Valenciana el importe exacto y completo que, como consecuencia de la situación generada, hubiese de asumir frente a Bankia como consecuencia del aval del IVF prestado, suscribiendo por parte de la Fundación un “reconocimiento de deuda” a la GV por el total importe adeudado, aceptándose por parte de la GV el pago aplazado en el tiempo razonablemente necesario.
¿Qué importe pagará la Fundación Valencia CF a la Generalitat Valenciana? El importe total adeudado a Bankia por este concepto en la operación financiera actual. Evidentemente no el valor contable de las acciones
pignoradas, ni tampoco el valor nominal de las mismas, ya que estos serían sensiblemente inferiores a la deuda actual de la Fundación con Bankia, importe avalado por el IVF y que sería el asumido por la Generalitat. Ese mismo importe total de la deuda una vez cerrada y liquidada por Bankia y asumida por la Generalitat será reconocido por la Fundación como importe a devolver a la Generalitat Valenciana. Vamos a referirnos a un concepto que vamos a denominar Precio de Responsabilidad, el resultante de dividir el importe total de la deuda liquidada y reconocida entre el número de acciones afectas a la operación. Dicho precio sería muy superior a lo que valen, pero es necesario asumir la responsabilidad y la voluntad de todos para resolver el problema. Ese sería además el precio por el que se podrían, hipotéticamente, vender acciones con posterioridad. Obviamente la eventual amortización de acciones se haría a valor nominal, lo que, en ese caso, incrementaría de forma proporcional el valor individual de las acciones restantes a todos estos efectos. ¿Quién la paga a la Generalitat la deuda? Obviamente la Fundación Valencia C.F., propietaria de las acciones y deudora inicial del préstamo. ¿De dónde obtiene la Fundación los ingresos para el pago de la deuda reconocida a la Generalitat Valenciana? La deuda de la Fundación es un dinero que, anteriormente, entró en el Valencia C.F. vía capital social, por lo que en buena lógica debe ser el Valencia C.F. y el valencianismo quien lo devuelva. Y así lo va a hacer según nuestra propuesta. Pero hagamos antes una serie de reflexiones económicas para situar con más exactitud dónde estamos y a dónde queremos llegar. Y es que está claro que en la gestión de un club como el Valencia, el precio de los abonos, entradas, marketing, y cualquier otro producto o servicio del Club viene fijado libremente por el Consejo de Administración en función de la oferta, demanda y coste calculado para cada uno de ellos, dentro de las lógicas competencias de dicho Consejo de Administración. También los fichajes, el precio que se paga por los jugadores y entrenadores y el elevado salario que perciben. Y que todas y cada una de esas partidas sufren oscilaciones lo suficientemente importantes como para que la gestión del Valencia C.F. no resulte precisamente sencilla. Así, como ejemplo, podemos ver que la evolución de los ingresos por abonados en las últimas 5 temporadas (2008/2009 Soriano hasta 2011/2012 Llorente + presupuesto 2012/2013 Llorente) han sido, correlativamente, 22,7 MM, 23,6 MM, 21,3 MM, 18,2 MM y 16 MM. Lo mismo en Competiciones, 4,8 MM., 9,5 MM, 31 MM, 29 MM, y 25 MM respectivamente. Y en Marketing y publicidad 21,2 MM, 22 MM, 19 MM, 16,4 MM y 18,4 MM. Eso implica que dentro de una evolución normal y lógica histórica el presupuesto de ingresos puede sufrir oscilaciones de casi 40 MM de euros en sólo estos 3 conceptos (*)
(*) 23,6+31+22=76,6 MM caso óptimo y 16+4,8+16,4=37,2 MM caso pésimo. Dif: 39,4 MM.
Si añadiéramos la nunca apetecible venta de jugadores, y siempre según ese mismo criterio de las últimas 5 temporadas, la desviación podría ser aún de 50 MM más (9, 54, 1, 23’7 y 18’4 respectivamente) es decir, 90 MM arriba o abajo entre los casos óptimos y pésimos en estos 4 conceptos solamente de ingresos. Si repetimos el mismo ejercicio en los gastos, sólo con las oscilaciones reales de los salarios de la plantilla deportiva veríamos que las variaciones son, fácilmente, de hasta 10 MM de euros anuales, según año (65’8, 67, 55, 63 y 53). Obviamente nunca se dan simultáneamente todos los casos óptimos y todos los mínimos, pero nuestra reflexión va encaminada a la capacidad que un buen Consejo de Administración debe tener para anticiparse y gestionar adecuadamente esas posibles oscilaciones. Y que dentro de esas oscilaciones de casi 100 MM de euros anuales, y con presupuestos medios en las últimas 5 temporadas de 128,32 MM de euros no debe de ser problema para una entidad con la capacidad de generar recursos como es el Valencia C.F. S.A.D. ni para unos gestores capacitados, tener que detraer durante unos años menos de un 5 % de su presupuesto medio (exactamente hubiera sido un 4,67% suponiendo una media exacta de 40.000 abonados en estas últimas 5 temporadas) para, con ese porcentaje, salvaguardar, PARA SIEMPRE, la existencia de una sociedad casi centenaria y del calado social del Valencia C.F., con o sin SAD detrás.
De todos es conocido que el Valencia C.F. tiene los precios de los abonos por temporada de los más caros de la Liga española, aproximadamente el doble de los del Fútbol Club Barcelona, por ejemplo. Y en los últimos meses han sido muchas las ocasiones en las que, tanto desde dentro como desde fuera del Club se ha insistido en la necesidad de abaratarlos y ajustarlos a la difícil situación económica actual. Pues bien, vamos a hacerlo. Los precios de la presente temporada oscilan entre 1416 y 231 € para accionistas y 1830 y 310 € para los no accionistas. Calculemos que sobre el precio final que el consejo de administración decida poner para la próxima temporada, con mayor o menor descuento según la ubicación y la demanda del mismo, añadimos un descuento lineal de 150 euros por abono. Y que simultáneamente cada abonado del Valencia C.F. aportase, en el momento de la renovación de su
abono, cada año, y en concepto de “donación para la democratización del VCF”, la misma cantidad de 150 euros por cada pase de abonado a la Fundación Valencia C.F. Es fácil calcular que con 35.000 abonados “donantes” se obtendrían para ese concepto 5.250.000 euros. Y con 40.000 abonados “donantes” exactamente 6 MM de euros anuales; 60 MM de Euros en 10 años y 90 MM en 15 años. La capacidad de devolución de la deuda iría directamente relacionada con la cantidad de abonados que el Valencia tuviese cada año, reduciéndose exactamente a razón de 150 euros por abonado y año hasta la cancelación total de la misma. Sin contar con el posible aumento de socios en el nuevo estadio cuando se pudiese llegar a inaugurar, entre 10 y 15 años podría ser un plazo razonablemente estimado. Si hubiésemos empezado a hacerlo desde el primer momento de la ampliación de capital llevaríamos amortizados 20 MM de euros de la deuda de la Fundación. Claro que no es lo mismo aportar tu esfuerzo y tu voluntad para una Fundación independiente, democrática y garante de la adecuada gestión del Valencia C.F. que hacerlo para una Fundación controlada por el Consejo para evitar cualquier tipo de oposición. En cualquier caso el abonado tendría los pases aún más baratos sumando los dos conceptos, abono y donación. Y la nueva situación social generada para ayudar a una Fundación verdaderamente democrática que me permitiría, a cambio de esa pequeña aportación que ni siquiera sale del bolsillo del socio ni le supone un esfuerzo extra, poder votar en las próximas elecciones al Consejo de Administración y volver a elegir, por número de personas, a una persona=un voto, al presidente del Valencia C.F., lo que hace ya varias décadas que no sucede. A tal efecto, y de acuerdo con las líneas maestras del proyecto Savia Nueva, la elección del Consejo se debería hacer en elecciones democráticas mediante una consulta previa vinculante por parte de la Fundación y con todas las garantías de igualdad en el proceso-consulta electoral. Para ello, en el proyecto original, se detallaba que tendrían "derecho a voto" (democrático) todos aquellos que reuniesen la doble condición de abonado y accionista, "una persona, un voto" independientemente del número de acciones, o abonos, que se posean y también independientemente de la antigüedad del abono o de otros conceptos que, además de ser mucho más engorrosos de valorar o vigilar, desvirtuarían la máxima regla democrática de "una persona un voto" que debe primar por encima de cualesquiera otras consideraciones. Pero como consecuencia de la creación del nuevo concepto de “donante” que asume el completo protagonismo en esta nueva situación, conviene establecer que tendrían derecho a voto en la consulta previa vinculante, a una persona=un
voto, todos aquellos que reuniesen la doble condición de abonado+donante o bien de accionista+donante. Y es que no debemos obviar que, además de los abonados (accionistas o no) también podría darse el caso de accionistas, no abonados, que quisieran participar en el devenir de la sociedad participando en las consultas previas vinculantes de la Fundación. Ello sería admisible para cada accionista que hubiese hecho la misma donación de 150 euros en todas y cada una de las fechas en que se hubiera aplicado a los abonados desde la fecha de la última “consulta previa vinculante” anterior llevada a cabo por la Fundación. Evidentemente, la posibilidad de ser abonado+donante y accionista+donante en una misma persona NO daría derecho a emitir más de un voto por persona, independientemente del número de acciones o del importe de las donaciones efectuadas. Consideramos importante que ese importe de donación de 150 euros anuales sea un importe siempre lineal por abonado, independientemente del importe del abono, y NO porcentual sobre el precio del mismo, puesto que aunque el impacto "negativo" en los ingresos por abonados del VCF fuese el mismo, a nuestros efectos es importante dejar claro que esa aportación que da un derecho a voto para todos igual es, verdaderamente, igual para todos, valga el juego de palabras, fijando también de tal modo un importe unitario para las aportaciones que, sin estar relacionadas a un descuento en el pase, quisieran hacer también de forma voluntaria los accionistas para tener también su derecho a voto. Y curiosamente, además, esta fórmula tiene unas ventajas añadidas colaterales como consecuencia de la legalidad fiscal vigente actual que también son destacables, para lo que vamos a dividir el escenario en dos posibilidades fiscales. En ambos casos el importe de la aportación a la Fundación sería el mismo pero el reparto del beneficio fiscal es distinto: Posibilidad primera: el descuento de 150 euros se efectúa sobre el importe total del abono IVA incluído. Sobre ese mismo ejemplo anterior de 40.000 abonados a 150 euros por abonado, el ingreso para la Fundación sería de 6 MM de euros, en tanto que la “merma” de ingresos por abonados para el Club sería sólo de 4’958 MM de euros; y también, para los 40.000 abonados, se generaría un derecho de devolución como deducción fiscal de 15 euros por abono que podríamos considerar un descuento adicional del pase en beneficio del abonado. En total 600.000 euros que añadidos al más de 1 millón de euros ahorrado por el club supondrían, en este ejemplo, 1’642 MM de beneficio total de la operación. Posibilidad segunda, nuestra preferida porque maximiza el ahorro fiscal total de la operación y permite simultáneamente rebajar el importe
pagado por cada abonado simplemente por efecto de nuestra propuesta: el descuento de 150 euros se efectúa sobre el importe del abono en su base imponible, esto es, antes de aplicarle el IVA. En este caso, sobre ese mismo ejemplo de 40.000 abonados, la merma para el Valencia C.F. sería íntegra de los 6 MM de Euros pero la repercusión en el precio final del abono beneficiaría, aún más, al abonado. En este caso el beneficio total de la operación ascendería a 31’5 € por 40.000 abonados= 1’260 MM. + los mismos 600.000 de deducción fiscal, suponen, en esta segunda opción, la cantidad de 1’860 MM de euros de beneficio total de la operación. Veamos ahora todo esto con tres ejemplos reales obtenidos de alguno de los precios de los abonos en la temporada 2012/2013 para accionistas (pack champions incluído): Abono caro: Tribuna Central Precio 2 0 1 2 / 1 3 : 1.416,- € (1.170,25 Base + 245,75 IVA) Rebaja – 1 5 0 € , nueva Base 1.020,25 € + 2 1 4 , 0 5 IVA = 1.234,50 + 1 5 0 donación = 1.374,30 € Deducción fiscal: 15,- €. Coste mismo abono según nuestra propuesta: 1.359,30 € Descuento total obtenido sobre el precio actual: 4 %
Abono medio: Grada Central 16 y 17 Precio 2 0 1 2 / 1 3 : 575,- € (475,21 Base + 99,79 IVA) Rebaja – 1 5 0 € , nueva Base 3 2 5 , 2 1 € + 68,29 IVA = 39 3, 5 0 + 1 5 0 donación = 543,50 € deducción fiscal: 15,- € . Coste mismo abono según nuestra propuesta: 528,50 € Descuento total obtenido sobre el precio actual: 8,09 %
Abono barato: Gol Gran y Grada Jove Precio 2 0 1 2 / 1 3 : 260,- € (214,88 Base+45,12 IVA) Rebaja – 1 5 0 € , nueva Base 6 4 , 8 8 € + 13,62 IVA = 78,50 € + 1 5 0 donación = 228,42 € deducción fiscal: 15,- € . Coste mismo abono según nuestra propuesta: 213,42 € Descuento total obtenido sobre el precio actual: 17,53 % La simple aplicación de nuestra fórmula supone ya esos descuentos finales en beneficio del abonado.
CONCLUSION: Para su uso y aplicación, y en beneficio de todos los sectores implicados, Generalitat Valenciana, Fundación Valencia Club de Fútbol, Valencia Club de Fútbol S.A.D. y todos los aficionados del Valencia y en última instancia de todos los valencianos, valencianistas o no, así como de todas otras aquellas entidades convertidas por obligación, y no por voluntad, en S.A.D. suscribimos el presente documento en Valencia a 29 de Enero de 2012.
Eduardo F. Escartí Guijarro
Joaquín Ríos-Capapé Carpi
Carlo Cicchella Tarín
Jaime Ortí Ruiz
Jaume Part Calvo