Se reconoce a la socialización como el mecanismo de transmisión de todos estos valores diferenciados y jerarquizados, como el proceso por el que la

El lenguaje sexista en los medios de comunicación. Lissandra Martinto Curbelo1 El lenguaje sexista en los medios de comunicación. Con los conocimient

2 downloads 95 Views 661KB Size

Recommend Stories


El modernismo como proceso literario
Literatura y Lingüística Nº20 ISSN 0716-5811 / pp. 57-71 El modernismo como proceso literario Ricardo Ferrada A* Resumen La extensa bibliografía que

La mortalidad materna se define como el
medigraphic Artemisa en línea Ginecol Obstet Mex 2006;74:153-7 Artículo de revisión Cardiopatía y embarazo Humberto Cano López,* Humberto Eugenio C

1.1.- LA ALIMENTACIÓN COMO PARTE DE LA NUTRICIÓN: La nutrición es el proceso por el que los seres vivos
3.- LA ALIMENTACIÓN 1.- ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN: Para vivir necesitamos alimentarnos. Los alimentos nos dan lo necesario para que nuestro cuerpo func

una vez que el problema se reconoce y diagnostica
LA PREVENCIÓN DE LA CONDUCTA DELICTIVA - La prevención primaria se dirige a evitar que aparezca el desorden. - La prevención secundaria procura rom

EL PLAGIO: QUE ES Y COMO SE EVITA [1]
http://www.eduteka.org/PlagioIndiana.php3 EL PLAGIO: QUE ES Y COMO SE EVITA [1]. El plagio ocurre cuando usted toma prestadas palabras o ideas de otro

Story Transcript

El lenguaje sexista en los medios de comunicación. Lissandra Martinto Curbelo1

El lenguaje sexista en los medios de comunicación. Con los conocimientos alcanzados mediante investigaciones sobre género se ha demostrado que el tema es tratado de formas diversas en las distintas culturas y a lo largo del tiempo. Las expectativas y normas de comportamiento para un sexo u otro en una misma sociedad cambian a través de la historia. Al ser una construcción social, el género es modificable, lo cual es de vital importancia porque rompe con el intento de no incluir a las mujeres en las expresiones orales y escritas. La consideración histórica de que las mujeres son inferiores a los hombres porque la naturaleza las dota de menores capacidades físicas e intelectuales ha constituido un factor primordial en la persistencia en de la desigualdad y la discriminación de las mismas. Los valores diferenciados que se trasmiten en el tiempo se convierten en estereotipos, que adjudican una serie de características a todo un colectivo. Los que necesariamente no son un reflejo de la realidad social, a menudo están totalmente obsoletos; sin embargo, el nivel de arraigo e interiorización que se tiene de ellos hace que no sean fáciles de olvidar. Los estereotipos de género que se trasmiten desde la infancia y que, poco a poco, van reforzándose, en gran medida debido a la influencia de los medios de comunicación, han contribuido sobremanera a la desigualdad entre los sexos y a fortalecer la ideología patriarcal, la cual refuerza la subordinación de las mujeres a los hombres. Se reconoce a la socialización como el mecanismo de transmisión de todos estos valores diferenciados y jerarquizados, como el proceso por el que la 1

Licenciada en Sociología con especialización en Trabajo Social en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, Cuba (2009). Profesora del Departamento de Marxismo- Leninismo de la Facultad de Ciencias Sociales, UCLV. Con experiencia en el área de Economía Política, Estudios Socioeconómicos, Comunicación y Sociedad y Autodesarrollo Comunitario.

persona aprende, interioriza e integra los valores y comportamientos del medio en el que vive. La socialización de género es el aprendizaje mediante el cual mujeres y hombres integran el modelo adecuado que desea la sociedad. Entre los principales agentes de socialización se encuentran los medios de comunicación y el lenguaje. El lenguaje, al igual que el género, es una construcción social que además de reflejar la desvalorización de lo femenino, contribuye a reforzarla. El ser humano piensa con palabras y se conceptualiza mediante el lenguaje. Al ser un vehículo de información y de transmisión de conocimientos, no solo constituye

el

principal

mecanismo

de

comunicación

y

vehículo

del

pensamiento sino también la herramienta principal mediante la cual se construye la identidad social, instrumento que le permite al ser humano definir las ideas y lo que le rodea. El lenguaje constituye un elemento fundamental en la construcción del imaginario social y en la modelación de la personalidad. El horizonte del sistema lingüístico condiciona la mentalidad colectiva y la conducta individual y social. Pensar en otro idioma es pensar diferente2. A través del lenguaje se nombra la realidad, esta es interpretada y creada simbólicamente cuando se hacen abstracciones. La sociedad ha asimilado que la lengua es neutra, y el masculino sirve para el genérico y universal. Estos criterios son socialmente aceptados por las mujeres sin darse cuenta de sus consecuencias, sin pensar lo discriminatorio que resulta incluir a la mujer dentro del genérico masculino, porque la oculta, la esconde tras un velo prejuicioso. Al utilizar el masculino como universal se le otorga al hombre la categoría de sujeto social, a la vez que se niega la existencia a las mujeres. El lenguaje es un sistema dinámico, no es algo estático, tanto las reglas gramaticales como su uso son susceptibles de cambio. Una lengua que no 2

Wittgenstein (1921) en De Andrés Castellanos, Soledad: Lenguaje y Sexismo Wittgenstein (1921) http://www.ucm.es/info/especulo/numero17/sexism2.html

evoluciona está muerta, y se dejará de usar si su capacidad de adaptarse a las necesidades de los grupos sociales que la hablan es nula (neologismos, palabras en desuso, combinaciones de idiomas, etcétera). El lenguaje oral y escrito sigue teniendo indicios de segregación, discriminación, desprecio y exclusión con las mujeres debido a criterios muy asentados en la subjetividad social que han ido variando, pero muy lentamente, porque se acentúan viejas y nuevas formas de discriminación por género en el modo en que se habla y escribe, en las que las mujeres salen muy mal paradas, no sólo porque se les nombre mal, sino también porque, a veces, ni siquiera se les menciona. Se considera el lenguaje sexista como aquel que asume rasgos relacionados con los prejuicios culturales de género, es decir, derivados del machismo, del feminismo, de la misoginia, de la misandria, o de un real o aparente desprecio a los valores tanto femeninos como masculinos. Este es un tema que nos afecta a todos en mayor o menor medida e incurre sistemáticamente a la discriminación de sexo. Por ende es necesario aclarar concepciones respecto a ello. Un hablante incurre en el sexismo lingüista cuando emite un mensaje que debido a su forma es decir, a las palabras y el orden en el que están colocadas y no a su fondo, resulta discriminatorio por razón de sexo; cuando la discriminación se refiere al fondo se incurre en sexismo social. Resulta importante diferenciar estos dos conceptos puesto que se confunden muy a menudo sin quedar bien claro cuál es cada uno. Ejemplo en la frase: Las mujeres son menos inteligentes que los hombres, se puede apreciar el sexismo social porque se sitúa a la mujer un escalón por debajo de los hombres. Sin embargo en: Los varones y las hembras son inteligentes por igual, se alude al sexismo lingüístico y no social porque se coloca a las mujeres en el mismo nivel que los hombres pero se utiliza el término incorrecto de hembras en vez del término correcto que sería mujeres. El sexismo lingüístico presenta dos formas principales: el sexismo léxico, al que se incurre por utilizar ciertas palabras que se pueden identificar claramente y el sexismo sintáctico, que ocurre cuando la discriminación se

debe a la forma de construir la frase, esta última es la que interesa en este trabajo. Dentro del sexismo sintáctico se encuentran dos tipos: la óptica de varón y el salto semántico, ejemplo: Frase del primer tipo: Gente que solo busca su par, su hembra en una fiesta… se utiliza la palabra gente pero solo identificándola con el colectivo de varones. Frase del segundo tipo: Los ingleses prefieren el té al café. También prefieren las mujeres rubias a las morenas. En la primera parte el término ingleses engloba a todo el colectivo de seres humanos y en la segunda solo al colectivo de varones. Relacionado con el androcentrismo, surge el denominado salto semántico, que se produce cuando se emplea un vocablo masculino con apariencia de genérico (incluyendo a mujeres y a hombres) y, sin embargo, más adelante, se repite manifestando con claridad que su valor anterior era el de específico (incluía solo a los hombres). EI salto semántico crea enunciados confusos, debido a que esta cifrado de modo engañoso, pues excluye finalmente al sexo femenino. Entonces, el sexismo expresa la discriminación de personas de un sexo por considerarlo inferior al otro y presenta distintas formas de expresión: Androcentrismo: Consiste en ver el mundo desde lo masculino, toma al hombre como parámetro de la humanidad. El hombre como centro de todos los conocimientos, donde vemos una visión parcial de la realidad al considerar que lo que han hecho los hombres es lo que ha hecho el conjunto de la humanidad, siendo un patrón para medir a cualquier persona olvidándose de las mujeres, por ello escuchamos: la historia y el hombre, el avance científico del hombre, etc. Se deja de lado las palabras en términos femeninos y van dirigidos al colectivo de hombres. Misoginia: Es el desprecio u odio a la mujer o a lo femenino. Machismo: Es una actitud de hombres y mujeres que resalta lo masculino y subvalora lo femenino, aceptando como naturales todas las formas de sexismo.

Entre otras formas de expresión sexista que se hacen explícitas a través de la utilización del lenguaje, sin olvidar que el sexismo en el lenguaje, como en otros campos de la vida social, es el reflejo de una milenaria discriminación hacia las mujeres.

El lenguaje ha servido para reflejar el sistema de pensamiento colectivo y con él se transmite una gran forma de pensar, sentir y actuar de cada sociedad, moldeándola con el uso de estereotipos. Se incurre en lenguaje sexista cuando la persona hablante emite mensajes que, debido a su forma (es decir, a las palabras escogidas o al modo de estructurarlas) o a su fondo, resulta discriminatorio por razón de sexo. Constituyen todas aquellas expresiones del lenguaje y la comunicación humana que invisibiliza a las mujeres, las subordinan, o incluso, las humillan y estereotipan. Se citan en plural porque los lenguajes sexistas los encontramos en todas partes3: Lenguaje tradicional y cotidiano: refranes, canciones, chistes, dichos, lenguaje coloquial, etc. Lenguaje Escrito: cuentos, Historia, biografías, libros de texto, Literatura, diccionarios... Lenguajes Medios Audiovisuales: programas y artículos por su forma y por su contenido y expresión oral, así como por sus imágenes. Los Medios Audiovisuales contienen sexismo en su versión escrita, gráfica, electrónica, verbal, etc. Lenguajes Publicitarios: anuncios, spots, carteles, vallas, marquesinas, folletos, etc. tanto por sus imágenes como por sus eslóganes y reclamos publicitarios. Lenguajes “Oficiales”: instancias, documentos, impresos, boletines oficiales, leyes, lenguajes utilizados por los representantes parlamentarios y el gobierno...

3

Lenguajes Sexistas en: http://www.fmujeresprogresistas.org/lenguaje_sexista.htm

Lenguaje simbólico: La mayor expresión de sexismo en el lenguaje es la utilización del genérico masculino para representar tanto a hombres como a mujeres. Una sociedad androcéntrica ha establecido que decir, por ejemplo, Los Derechos del Hombre, incluye a las mujeres. Y les parece mejor esta expresión que decir, por ejemplo, Los Derechos de las Personas, o Los Derechos del Ser Humano. Ante la evidencia de estos ejemplos cabe preguntarse: ¿Se evitaría el sexismo modificando la lengua? ¿Se puede anteponer el lenguaje a la sociedad o debe acompañar su evolución? Lo cierto es que en la actualidad se hace latente la existencia de un lenguaje no sexista, frente al cual se tergiversan de forma malintencionada sus objetivos, difundiendo falsos mitos y aprovechando las influyentes columnas de opinión de los medios de comunicación, los cuales juegan un papel importante a la hora de plantearnos la extensión y normalización de un uso del lenguaje no sexista. La práctica social hoy en día demuestra que la teoría mantenida durante muchos años de que los medios son reflejos de la realidad ya no se sostiene. Los medios de comunicación, en una sociedad globalizada como la actual, han devenido en ser “conformadores” de realidad, la cual se presenta como si fuera la “auténtica”4. Uno de los medios de comunicación que aun no logra desaparecer los estereotipos y los prejuicios que todavía inciden sobre las mujeres son las revistas, dentro de las mismas aparece la publicidad como un soporte comunicativo que refleja un lenguaje sexista al presentar la imagen de la mujer como meros objetos sexuales, como amas de casa, como madres abnegadas, como aquellas que no conocen de los grandes avances de la humanidad. El manejo de la imagen de la mujer como un objeto sexual, responde a ofrecer lo que el cliente solicita porque se hace necesario obtener resultados, si una campaña no se vende, la culpa es del publicista y no del producto. La publicidad se guía por un patrón del mercado, el marketing es quien decide, por 4

López Diez, Pilar: El lenguaje sexista y los medios de comunicación http://www.fmujeresprogresistas.org/lenguaje_sexista.htm,[email protected] Copyright @ FMP (Federación Mujeres Progresistas)

en:

ello no importa el producto, ni sus características, ni siquiera su precio. El mismo es una maquinaria sofisticada y compleja que va a invertir todos los recursos necesarios para lograr su objetivo: vender el producto. Los spots que se emiten en televisión (medio de comunicación masiva) siguen utilizando a la mujer como objeto decorativo, como premio para el varón o como personaje secundario, incluso en las tramas novelescas a las mujeres se le concede el papel melodramático, la voz que ofrece seguridad, éxito, y grandes logros, es siempre una voz de varón. Las mujeres continúan siendo presentadas como amas de casa y madres perfectas, puesto que en la casa, ellas tienen una habilidad, que forma parte de la esencialidad femenina, que les facilita saber exactamente cómo solucionar cualquier conflicto hogareño. También se ofrece la imagen supuestamente moderna: la ejecutiva agresiva cuya vida sexualmente activa se convierte, en realidad, en una imagen de mujer libertina. Sólo son ricas y bellas por derecho propio las Top Model. El resto, lo son como "mujeres de…" (esposas, hijas, madres...). Las

imágenes

de

las

mujeres

que

la

publicidad

proyecta,

aunque

convenientemente disfrazadas, es de menosprecio hacia ellas y se nutre de estereotipos discriminadores. Esta no refleja en absoluto los cambios que han ocurrido en las vidas de las mujeres, no es sensible a los cambios sociales que ellas han experimentado y a su papel activo en la sociedad actual, …hay que estar alerta por el último sometimiento que se exige a las mujeres: la imagen. Hoy en día hay que ser joven, bella y, por supuesto, delgada, muy delgada. Cualquier otra imagen es la del fracaso. Y esto ha sumergido a las mujeres en una búsqueda inútil, una batalla perdida de antemano, en busca del elixir de la eterna juventud, de la delgadez extrema5. 5

Crespo Yujra, Elena: Lenguaje sexista en la publicidad. Red Nacional de Trabajadoras/es de la Información y Comunicación RED-ADA (1)

Los mensajes publicitarios de la televisión aun impiden que las mujeres se visibilicen en los medios por el papel que tienen en la sociedad y el peso que ejerce su

ciudadanía y creciente participación en los diferentes ámbitos de actuación. La publicidad actual mantiene viejos estereotipos y crea otros nuevos: ejecutivas perfectas, amas de casa impolutas, superwoman, mujeres agresivas... pero hasta el momento desde el punto de vista y desde el discurso masculino. Entre los contenidos más denunciados en los medios televisivos aparecen: el uso del cuerpo de la mujer como reclamo publicitario; la representación del desnudo femenino, ya sea de forma oculta o explícita, y bajo una utilización estética o con una actitud provocadora y sugerente, es uno de los principales ejes de comunicación de muchos de los mensajes comerciales que se difunden y que más constituye una imagen diferenciada y sexista de las mujeres, la utilización de la mujer como mero objeto sexual presentando

a la mujer como un

producto de consumo de fácil acceso y disponibilidad, unido a la idea de sumisión y sometimiento, la tendencia denominada “porno chic” que asocia a la figura femenina al erotismo, la transgresión sexual y, en su forma más extrema, como víctima de la violencia, la perpetuación de roles sociales estereotipados; sin dejar de fomentar la desigualdad de género, ya que el espacio privado, el cuidado del hogar y el procurar el bienestar de la familia, continua siendo asignado a la mujer casi en exclusiva y por último la división del trabajo remunerado por género. Los medios de comunicación constituyen un agente socializador y juegan un papel importante a la hora de plantearnos la extensión y normalización de un uso del lenguaje no sexista, es decir de un lenguaje no excluyente ni discriminatorio. No se trata de que nuestro Lenguaje de cada día esté lleno de barras (os/as) ni de arrobas (@) ni de reiteraciones a veces muy cansadas y que ocupan mucho espacio sobre el papel, se trata de hallar términos que engloben a los dos sexos, dejando constancia de las aportaciones de las mujeres. Por qué decir sólo “los médicos” para englobar a médicos y médicas, o por qué tener que explicitar “los médicos y las médicas” cuando podemos hallar una expresión genérica que engloba a los dos sexos como es “Personal médico”. Ocurre lo mismo con “ciudadano”, teniendo a mano la palabra “ciudadanía” que engloba a ambos.

Igualmente se hace necesario en la prensa, que en el lenguaje periodístico se haga eco de los procedimientos lingüísticos encaminados a evitar la discriminación por razón de sexo, teniendo en cuenta la elaboración de mensajes comunicacionales no sexistas, promocionando la utilización en estos de un lenguaje que represente a las mujeres y a los hombres bajo criterios de equidad y justicia, que nombre sus experiencias sin ocultar, sin subordinar, sin excluir y sin quitar la palabra a nadie. Un hecho constante que advertimos en el lenguaje periodístico es el abuso que se hace del género masculino como valor englobador, lo que implica el olvido de otras opciones que posee nuestra lengua y que abarcan a ambos sexos. Usar sistemáticamente el masculino genérico, además de ocultar a la mujer, puede crear ambigüedad y confusión en muchos mensajes, que va en contra del espíritu informativo de los medios de comunicación. Para evitar la constante asociación del masculino genérico con el sexo masculino, con la consiguiente exclusión del femenino, aparecen otras fórmulas alternativas como, la omisión de masculinos innecesarios y los desdoblamientos solo deben usarse cuando no haya otra opción. Ocurre con mucha frecuencia que cuando un texto esta escrito por un hombre, este suele olvidar que las mujeres son también receptoras de su mensaje. Surgen así discursos que están construidos de un modo androcéntrico. Los medios de comunicación deben tener presente que el público al que se dirigen esta constituido por los dos sexos y que, por tanto, deben tener en cuenta a ambos, sin discriminar ni ocultar a ninguno de ellos. El empleo del lenguaje sexista no se excluye de otros medios de comunicación como lo son los programas radiales. En cuanto a los mismos, las investigaciones y los estudios de audiencia realizados muestran que si bien las mujeres son las que más escuchan la programación de esa emisora, siguen siendo las más invisibilizadas en el discurso mediático. Por ello lograr un discurso incluyente y no sexista en la programación depende del convencimiento de la importancia de los medios de difusión masiva en la construcción del imaginario social desde una perspectiva de género. La radio aún muestra insuficiencias en cuanto al tema, amen de todos los proyectos de intercambio que se realizan hoy a nivel mundial no

persiste la disminución del sexismo en el discurso mediático.

Entre las recomendaciones que se destacan para evitar el sexismo en los medios de comunicación según Pilar López6 están: la creación y redacción de libros de estilo con perspectivas de género, como norma general, aplicar la “regla de

inversión”, es decir, sustituir la palabra de un determinado género por su correspondiente del género opuesto y observar que si la segunda frase es ofensiva para uno de los dos sexos, seguro que la primera también. No utilizar el genérico masculino como englobador de los dos sexos, porque con ello se sigue invisibilizando a las mujeres del lenguaje expreso y simbólico. Hay que tener en cuenta que las palabras son instrumento de poder, y no solo pesan por lo que dicen, pero también por lo que omiten o excluyen. Utilizar palabras auténticamente neutras cuando existan y los términos epicenos, así como poner oraciones en relativo (quienes...). Evitar el uso exclusivo del masculino para referirse a oficios, cargos, etc; especialmente cuando quien lo desempeña es una mujer, la utilización del masculino plural, del masculino singular y del masculino plural acompañando a un nombre de género común, los problemas de concordancia, la subordinación del género femenino y controlar en los textos o discursos el orden de aparición masculina y femenina. Para conseguir la normalización de un lenguaje no sexista hay que empezar por sensibilizar a la sociedad, ofrecer herramientas que ayuden a detectar los usos sexistas, androcéntricos y estereotipados y ofrecer alternativas de uso, así como proporcionar la utilización, en todo mensaje comunicacional, de un lenguaje que represente a las mujeres y a los hombres bajo criterios de equidad y justicia, que nombre sus experiencias sin ocultar, sin subordinar, sin excluir y sin quitar la palabra a nadie porque sin dudas el lenguaje puede ser un instrumento para el cambio, pero no es el único, paralelamente hay que transformar las relaciones sociales entre mujeres y hombres, hacer un cambio estructural y que ese cambio se refleje en el lenguaje. Conclusiones

6

López Diez, Pilar: El lenguaje sexista y los medios de comunicación http://www.fmujeresprogresistas.org/lenguaje_sexista.htm,[email protected] Copyright @ FMP (Federación Mujeres Progresistas)

en:

Es necesario que el lenguaje en los medios de comunicación se apropie de los procedimientos lingüísticos encaminados a evitar la discriminación por razón de sexo, ya que de esta forma se favorece la toma de conciencia y se contribuye a animar sensibilidades en aras de una sociedad más igualitaria. Los estereotipos sexistas han sido trasmitidos de generación a generación, siendo, sin duda, la lengua uno de los vehículos más importantes de esta transmisión. Los medios de comunicación aun continúan perpetuando dichos estereotipos. No se trata de cursilerías que con frecuencia parecen disparates o extravagancias, aplicadas a una simple fórmula de queja, ni mucho menos de sustituir todos los genéricos sintéticos. Las limitaciones genéricas se deben usar cuando resulte necesario para adaptar los usos lingüísticos a los cambios sociales, puesto que el idioma por sí solo busca la diferenciación genérica formal cuando es posible, sino; se puede acudir al artículo porque la lengua está en constante evolución. En la actualidad se erige la necesidad de que se produzca una superación de la sociedad patriarcal, que a través del lenguaje, entre otros factores, invisibiliza a las mujeres, las humilla, las estereotipa o las somete a los dictados del hombre porque si se tiene en cuenta que el lenguaje es la expresión del pensamiento, este es el que impulsa a actuar. Se actúa sexistamente porque se piensa sexistamente. De igual manera se habla sexistamente. Lo peor es que la mayoría de las veces la tradición, los dogmas centenarios y el conocimiento trasmitido de generación en generación, todo ello reforzado con los mensajes emitidos por los medios de comunicación masiva, son más fuertes que los deseos e intentos por lograr un comportamiento no sexista de la sociedad en general. Bibliografía 1. Colectivo de autoras. La Mujer y la Violencia invisible. (Fotocopia) Buenos Aires. 1992 2. Comunicación educativa. Folleto. Autores: Ana María Fernández González, Alberta Durán Gondar, María Isabel Alvarez Echevarría. Editorial Pueblo y Educación, 1997. 3. Comunicación interpersonal. Modulo III. Material Fotocopiado. 1994

4. Crespo Yujra, Elena: Lenguaje sexista en la publicidad. Red Nacional de Trabajadoras/es de la Información y Comunicación RED-ADA (1) 5. Demonte, Violeta: «Naturaleza y estereotipo: la polémica sobre un lenguaje femenino», ACTAS de las I Jornadas de investigación interdisciplinaria, Madrid, Universidad Autónoma, 1982. 6. De Andrés Castellanos, Soledad: Lenguaje y Sexismo Wittgenstein (1921) http://www.ucm.es/info/especulo/numero17/sexism2.html 7. Enrique Santaro. "Los efectos de la comunicación". Editorial CIESPAL. Quito, 1986 8. García Meseguer, Álvaro: Lenguaje y discriminación sexual, Madrid, Cuadernos para el Diálogo, 1977. (2ª ed.: Barcelona, Montesinos, 1984; 3ª ed.: Ibíd., 1988). 9. Horacio Guajardo. "Teoría de la comunicación social". Ediciones Gernika, 1986, México. 10. Jane C. Ollenburger y Helen A.Moore. Una Sociología de las mujeres. (fotocopia en inglés) Cap I y II 11. Lenguajes Sexistas en: http://www.fmujeresprogresistas.org/lenguaje_sexista.htm 12. Lledó, Eulalia: «Reflexiones sobre redactados androcéntricos», Revista MUJERES, Madrid, Instituto de la Mujer, 1995, nº 18, Análisis monográfico «El sexismo en el lenguaje», p. 6. 13. López Diez, Pilar: El lenguaje sexista y los medios de comunicación en: http://www.fmujeresprogresistas.org/lenguaje_sexista.htm,fmp@fmujeres progresistas.org Copyright @ FMP (Federación Mujeres Progresistas) 14. Lozano Domingo, Irene: Lenguaje Femenino, Lenguaje Masculino, Madrid, Minerva, 1995. 15. Martínez de Sousa, José: Diccionario de redacción y estilo, Madrid, Pirámide, 1993. [Véase especialmente el epígrafe género, pp. 226-232]. 16. Mauro Wolf. "La investigación de la comunicación de masas." Editorial Paidós, México 1991 17. Miguel de Moragas Spa. "Teoría de la comunicación". Editorial G. Gili, S.A. de C. V. 1991 18. Parsons T. The Family, Socialization and Interaction Process. Glucoe Free Press. 1955 19. Pearson, Judy C., Lynn H. Turner y W. Todd-Mancillas: Comunicación y género, Barcelona, Paidós, 1993. 20. Revista Referencias 1/1972. Medios masivos de comunicación. 21. Sorokin P. Sociedad, Cultura y Personalidad. Ed Aguiar. Madrid. 1962. Cap VII, XXIV y XXXIV 22. VV. AA.: «El sexismo en el lenguaje», análisis monográfico, revista MUJERES, Madrid, Instituto de la Mujer, 1995, nº 18, separata.

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.