Shaykh Ibrahim Niasse Revitalizador de la sunna de
Shaykh Hassan Cisse (1945-2008)
Imām de la gran mezquita de Kaolack, Senegal Nieto de shaykh Ibrahim Niasse
Traducción de Antonio de Diego González Universidad de Sevilla
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4 de Mayo 2015
Nota introductoria del traductor En el 115 aniversario del nacimiento de Shaykh al-Islam Ibrahim Niasse (1900-1975), cuando se celebra el Gamou de Taïba Niassene, traducimos para WebIslam la ponencia que el nieto mayor de shaykh Ibrahim Niasse, Imām Hassan Cisse (1945-2008), dedicó a su abuelo durante un congreso en la Universidad de Northwestern (Illinois, USA) en 1984. Este es un trabajo referencial, publicado hace más de treinta años, para conocer la importancia y el rol de este gran shaykh africano que cambió la forma de percibir el Islam en el siglo XX. Cisse nos introduce en detalles de la vida y pensamiento de su abuelo con una magistral claridad, explicándolo sintéticamente y sin retórica para un público occidental. Nuestra traducción se basa en el texto inglés recuperado de una de las páginas que Cisse potenció durante la primera década de este siglo, que nos facilitaron miembros de la Tijaniyya de Atlanta (Georgia, USA). Tenemos que señalar, como curiosidad, que el Dr. Mansur Escudero ya incluyó una traducción parcial del texto en el año 2001 en WebIslam, lo que indica de su impacto y el interés que despertó la obra. Esta traducción que el lector tiene entre sus manos la realizamos en Medina Baye Kaolack durante el mes de Junio de 2014 como parte de un proyecto de investigación sobre el impacto intelectual de la ṭarīqa Tijaniyya en África Occidental, gracias a la ayuda de la familia Niasse y, en especial, de su khalifa Papa Cheikh Tidiane Niasse y el imām Cheikh Tidiane Cisse. Por último, este trabajo está dedicada a toda la familia Niasse y a algunos de sus khalifas y muqaddams como al-ḥājj Mishry, Barham Diop y los hermanos b. Hassane Al-Maradī entre otros, que tan generosamente nos dieron acceso toda la información sobre la comunidad de la fayḍa. A todos ellos muchas gracias, shukrān, jërëjëf, nagode.
Sevilla, 15 de Rajāb de 1436h/ 4 de Mayo de 2015 Antonio de Diego González
Shaykh Ibrahim Niasse Revitalizador de la sunna
Agradecimientos Inicialmente presenté el contenido de este trabajo en la conferencia Islam in Africa. The Changing Role of the Ulama in West Africa que se celebró en el marco del programa de Estudios Africanos de la Universidad de Northwestern en Evanston, Illinois.1 De hecho éste fue un intento para facilitar este material a los numerosos miembros de la ṭarīqa Tijaniyya en América. Querría expresar mi gratitud y aprecio a todos aquellos que me han apoyado y ayudado en esta misión, particularmente a la al hermana Karima Abdul-Karim, al hermano Abdul-Ghani y al hermano Ali Rashid Abdullah cuyas ideas y asistencia editorial fueron incalculables. También me gustaría expresar mi agradecimiento a los hermanos Luqman Abdel-Majid, Jabal Abdurrahman, Imam Obaba Muhammadu y Abdul-Azeem Shabbaz por su apoyo y ayuda en las fases finales de la publicación. Finalmente quiero expresar mi agradecimiento a los profesores John Hunwick y John Paden, quienes me invitaron a participar en el seminario antes mencionado. Quiera Allāh, Todopoderoso, bendecirnos a todos por sus esfuerzos, y quiera que este breve relato sea una ayuda para presentar esa brillante personalidad cuyo nombre y obras continúan celebrándose en África Occidental y entre sus discípulos del mundo Islámico, shaykh al-Islam al-ḥājj Ibrahim Niasse, radiallahuanhu. Shaykh Hassan Cisse Nueva York, 1984.
1
NT. Fue celebrado del 29 al 31 de Marzo de 1984.
Prólogo El objeto de esta ponencia, shaykh al-Islam al-ḥājj Ibrahim Niasse, fue un hombre de conocimiento, con un gran talento individual y poseedor de muchos dones de Allāh, el Todopoderoso. Sin embargo, si tuviéramos que describir al Shaykh en sólo una palabra, diríamos que el shaykh fue “un musulmán” a lo largo de su vida, en todo momento, lugar y situación. Concretamente, fue un musulmán que hizo todo lo posible para seguir los pasos del Profeta (saw). En uno de sus poemas, el Shaykh Ibrahim, menciona: «Si alguien me pregunta cuál es mi madhhab (escuela), y quién es mi amado, responderé definitivamente que es el Profeta (saw)». Muy joven, shaykh Ibrahim se unió a la ṭarīqa Tijaniyya, que es una vía [espiritual] basada exclusivamente en el Corán y el ḥadīth. Si describiésemos a la ṭarīqa en una sola frase, diríamos que es, simplemente, gobernarse a uno mismo de acuerdo a las enseñanzas del Corán y el ejemplo del Profeta (saw). La ṭarīqa Tijaniyya fue fundada por Shaykh Ahmad al-Tijani (RA), que vivió del año 1737 al año 1815. La ṭarīqa fue otorgada a Shaykh al-Tijani directamente por el Profeta (saw). Hay que decir a este respecto que el ver al Profeta (saw) después de su muerte no es algo imposible. Aún hoy en día, aquellos musulmanes que son virtuosos siguen viéndolo y encontrándose con él. En un ḥadīth relatado por Bukhāri se menciona que el Profeta (saw) dijo: "Quien me ve en un sueño, me ha visto en realidad, porque Shayṭān (Satán) no puede tomar mi forma". En otro ḥadīth, él (saw) dijo: "Cualquiera que me vea en un sueño, me verá". De este modo, sabemos que el ver al Profeta (saw) no es algo imposible y que Allāh ha dado este don a aquellos a los que ama y son sus rectos siervos. Desde que Shaykh al-Tijani falleció, ha habido muchos ulemas de la ṭarīqa, que han llevado a cabo su deber de propagar el Islam y expandir la ṭarīqa. Entre ellos podemos citar al shaykh Umar Fūti; shaykh Muhammad al-Ḥāfiẓ al-Tijani, un shaykh mauritano que llevó por vez primera la ṭarīqa a África Occidental; shaykh al-ḥājj Abdoulaye Niasse, el padre de Shaykh Ibrahim; y Shaykh al-ḥājj Mālik Sy. Los contemporáneos de estos grandes líderes los respetaron como eminentes ulemas, y quienes tuvieron la oportunidad de conocerlos personalmente o de leer sus mensajes también los consideraron personas de gran conocimiento. A su tiempo, la responsabilidad de liderar la ṭarīqa pasó a manos de Shaykh Ibrahim Niasse, quien jugó un papel aún mayor en la difusión del Islam y de la ṭarīqa en África Occidental. De hecho, consiguió unos resultados que no han tenido parangón en la historia de África. Hasta el día de hoy, sus coetaneos dan fe de sus logros, tanto si estaban a favor como en contra. La ṭarīqa fue la mayor motivación en la vida de Shaykh Ibrahim Niasse. Como hemos dicho antes, ésta está basada en el Corán y el ḥadīth, y a continuación se cita un ḥadīth muy conocido que viene a sintetizar la idea clave que explica tanto la existencia como desarrollo de la ṭarīqa Tijaniyya:
«Umar (que Allāh esté satisfecho de él), narró que: "En una ocasión estábamos sentados con el Mensajero de Allāh (la paz y las bendiciones de Allāh sean sobre él) cuando se nos apareció delante de nosotros un hombre cuyas ropas eran completamente blancas y cuyo pelo era sumamente negro. Nada hacía pensar que fuera un viajero y ninguno de nosotros le conocía. Se acercó caminando y se sentó junto al Profeta (saw). Con las rodillas apoyadas contra su pecho y las manos colocadas sobre los muslos dijo: ¡Oh Muhammad! Háblame del Islam". El Mensajero de Allāh (saw) dijo: "El Islam es dar testimonio de que no hay más dioses que Allāh y que Muhammad es el Mensajero de Allāh (SAW), realizar las oraciones, pagar el zakat, hacer el ayuno en el mes de Ramadán y llevar a cabo la peregrinación a la Casa si puedes hacerlo". El hombre dijo: "Has dicho bien", y a continuación añadió: "Háblame del iman (fe)". El Mensajero de Allāh (saw) dijo: "El iman es creer en Allāh, Sus ángeles, Sus libros, Sus mensajeros y el Último Día, creer en el Decreto Divino, y en las cosas buenas y malas que de él se desprendan". El hombre dijo: "Has dicho bien", y a continuación añadió: "Háblame del ihsan". El Mensajero de Allāh (saw) dijo: "Es adorar a Allāh como si lo estuvieras viendo, ya que si tú no Le ves, Él ciertamente te ve a Ti". El hombre dijo: "Háblame de la Hora". El Mensajero de Allāh (saw) respondió: "Aquél que es preguntado no sabe más de esto que quien lo pregunta". El hombre dijo: "Entonces háblame acerca de sus signos". El Mensajero de Allāh (saw) dijo: "La esclava dará a luz a su señora y verás a hombres indigentes, descalzos, y desnudos competir en la construcción de edificios elevados". A continuación, el hombre se fue y yo me quedé allí durante un tiempo. Luego, el Mensajero de Allāh (saw) me preguntó: "Umar, ¿sabes quién era el que estaba preguntando?". Respondí: "Allāh y Su Mensajero lo saben mejor". Él (saw) contestó: "Era Yibril, que vino a enseñaros su religión"». (Relatado por Muslim) De este ḥadīth, obviamente, podemos extraer que un ser humano tiene necesidades más profundas que las de un animal. Del mismo modo que un ser humano necesita comida para su cuerpo, también necesita alimentar su espíritu; y el mejor alimento para el espíritu es el recuerdo de Allāh, es decir, el dhikr. El dhikr proporciona un vínculo directo entre el siervo (‘abd) y Allāh. Ciertamente, hay mucha sabiduría en el dicho: «El recuerdo de Allāh es el medio para adquirir santidad, para ser uno de los awliya». La ṭarīqa Tijaniyya está basada en tres principios: 1. Pedir perdón a Allāh. Es inconcebible que un musulmán intente impedir a otro que diga astagfirullāh. Ninguno es infalible. Del mismo modo que hacemos algo correcto hoy, podemos hacer algo incorrecto mañana. Por lo tanto, el Profeta (saw) se dirigió a nosotros diciendo: "Tu enfermedad es el pecado, y el remedio contra tu enfermedad es decir astagfirullāh. Además, existen muchos versos en el Corán que nos ordenan y aconsejan decir astagfirullah. Así por ejemplo, en el verso 57:21 Allāh (swt) dice: «¡Rivalizad en la obtención del perdón de vuestro Señor!». Por eso, debemos tomar el ejemplo de nuestro más excelente guía, el Profeta (saw). A pesar de la infabilidad de su estación y de que Allāh declara con claridad en el verso 48:2 que ha perdonado todos los pecados del Profeta (saw), desde el primero hasta el último, él (saw) solía pedir perdón a Allāh más
de 100 veces al día. Si éste es lo que hacía el Profeta (saw), ¿Qué deberíamos hacer nosotros? Más cuando vivimos en una época de corrupción con la incredulidad y el vicio extendidos por el mundo. 2. Lā Ilāha Ilā Allāh. En un ḥadīth, el Profeta (saw) dijo: «La mejor palabra que he dicho, junto con los profetas anteriores, es La Ilaha Illa Allāh». En el Corán (verso 2:152) Allāh dice: «¡Acordaos de Mí que Yo Me acordaré de vosotros!». Y en el verso 3:191, Allāh dice: «...recordad a Allāh de pie, sentados o tumbados...» Y en el verso 62:10, Allāh dice: «¡Recordad a Allāh! Quizás, así, prosperéis». Ciertamente, cuando Allāh, con su riqueza ilimitada, menciona a menudo estas palabras, esto no debe ser tomado a la ligera. Cuando Allāh, el Poseedor y el Dispensador de toda riqueza, sugiere hacer algo tan frecuentemente, debemos recordar que la perspectiva del rico no es la misma que la del pobre. Y Allāh, el Todopoderoso, lo tiene todo. Ni siquiera se puede decir que Él es más rico, porque todo está bajo su control. 3. ṣalatul alā nabī, es decir, el ofrecimiento de oraciones por el Profeta (saw). Allāh ordenó a los creyentes ofrecer salawats por el Profeta (saw) en el Corán (33:56): "Allāh y Sus Ángeles bendicen al Profeta. ¡Creyentes! ¡Bendecidle vosotros también y saludadle como se debe!". El Profeta (saw) dijo en un ḥadīth: "Quien ofrezca una oración por mí, Allāh ofrecerá diez por él; si él hace diez, Allāh hará cien por él; si él hace cien, Allāh hará mil por él; si él hace mil, entrará en el Paraíso hombro con hombro conmigo". Así pues, éstos son los bases y fundamentos de la ṭarīqa Tijaniyya. Únicamente se basa en el Corán y el ḥadīth. Como análisis final podemos decir que somos musulmanes que estamos buscando la verdad (ḥaqq) y debemos ir por donde se ve la verdad.
Shaykh Ibrahim Niasse: Revitalizador de la sunna Shaykh Ibrahim Niasse el 17 de octubre de 1900 (15 de Rajāb de 1320 H) y murió el 26 de julio de 1975 (15 de Rajāb de 1395 H). Hijo de al-ḥājj Abdulaye Niasse y nieto de Muhammad Niasse, ulemas muy conocidos en Senegal. Crecer en tal ambiente intelectual le permitió incrementar su conocimiento y comprensión de las ciencias islámicas. Su padre le enseñó el Corán con su tafsīr (interpretación) y ḥadīth con su sharh (comentarios). También le enseñó fīqh (derecho) y la ciencia del taṣaūf (sufismo) utilizando para ello libros muy conocidos y estudiando además en los majālis al-ilm [reuniones de conocimiento] de Senegal, es decir, los círculos donde los estudiantes se reúnen alrededor de un shaykh en busca de conocimiento. Durante su niñez, el shaykh demostró ser muy inteligente, mostraba un gran potencial intelectual y, además, fue bendecido con un amable carácter. Por estas cualidades su padre le dijo: «Tú no necesitas viajar como hacen tus hermanos. Si te sientas, la gente vendrá a ti. El deber de un río es estar lleno. Si las vacas que se encuentran en las proximidades no vienen, lo harán las que están más lejos». Sobre educación, el Shaykh Ibrahim decía: «Aprendí en primer lugar el Corán y el ḥadīth de mi padre, el shaykh, del mismo modo que él había lo hecho de su padre. Recibí una ijāza en el Corán y el ḥadīth de mi padre y, después, de Abdurrahman bin al-ḥājj al‘Alawi. Posteriormente, recibí otra ijāza de Shaykh Ahmad Sukayrij, que, por su parte, había obtenido seiscientas ijāza de seiscientos shaykhs diferentes cuyos nombres vienen mencionados en su libro 2 , en el que afirma que “el primero a quien di autorización en todas estas cadenas de transmisión fue al khalifa al-ḥājj Ibrahim Niasse”». Cuando Shaykh Ibrahim entró en el camino sufí, tomó la ṭarīqa Tijaniyya de su padre. Este paso fue fundamental, ya que sería dentro de ella donde él jugaría un papel decisivo y que sólo puede compararse al jugado por el Shaykh Umar Tal al-Fūti en la expansión de la Tijaniyya. Shaykh Ibrahim recibió varios permisos como muqaddam [maestro] de la Tijaniyya. Antes de morir, su padre instó a Shaykh Muhammad Mahmud al-Shinqiti, de Mauritania, para que le nombrase muqaddam a su hijo. Sin embargo, Shaykh Ash-Shinguiti dijo a Shaykh Ibrahim: «No tiene necesidad de una ´ijāza, ya que su permiso procede del propio Creador». 3 Recibió reconocimientos posteriores de al-ḥājj Abdallāh b. al-ḥājj al-‘Alawi de Mauritania; de Muhammad alHafiz al-Tijani de Egipto; y de Shaykh Ahmad Sukayrij de Marruecos, el vínculo más estrecho con Shaykh Ahmad Tijani en silsila [cadena iniciática]. Sukayrij dejó constancia, como mostramos anteriormente, que shaykh Ibrahim era el khalifa del fundador de la ṭarīqa, Shaykh Ahmad al-Tijani. Shaykh Ibrahim escribió en una ocasión 2 3
Shaykh Ahmad Sukairiy, Qaddamur Rusuji fi ma li Mu´allifihi minash Shuyuji, no publicado. Ibid.
de sí mismo: «Las ijāzas y de autorizaciones de muqaddam que tengo llenarían, ciertamente, un libro». Aunque era el más joven de la familia, tras el fallecimiento de su padre en 1922, pronto destacó como el más brillante de todos. Se convirtió, de hecho, en el marabout más importante dentro de la comunidad de su padre y de toda la zona. La importancia que adquirió está reflejada en el libro Notes et Etudes sur l´Islam en Afrique Noir, donde encontramos esta declaración: «al-ḥājj Ibrahim Niasse es incontestablemente la personalidad religiosa más notable de los tijanis senegaleses en toda la región de SineSalum».4 Y por primera vez desde la época del fundador shaykh Ahmad al-Tijani (m. 1815), dentro de la ṭarīqa encontramos la existencia de un grupo internacionalizado, compuesto por musulmanes de diversas nacionalidades. Shaykh Ibrahim Niasse fue, de este modo, bendecido con un carisma especial para su misión. No debería sorprendernos, pues, su advenimiento fue anunciado no sólo por Shaykh Ahmad al-Tijani (RA), sino también por Uthmān dan Fodio (m. 1871). Shaykh Ahmad al-Tijani predijo que: «Una fayḍa, una inundación [espiritual], abrumará a mi gente, y la gente entrará en nuestra ṭarīqa de forma multitudinaria. Esta fayḍa se producirá en un tiempo en que la humanidad se encuentre afectada por terribles dificultades ».5 Shaykh Ibrahim empezó su misión en 1929, año en el comenzó la Gran Depresión. Con anterioridad al tiempo de shaykh Ibrahim, hubo muchos que se atribuyeron ser aquéllos a los que refiere Shaykh Ahmad at-Tijani en su predicción . Sin embargo, ninguno de ellos se ajustaba tan bien a las características mencionadas por éste, como el Shaykh Ibrahim. Además, este hecho fue corroborado por numerosos líderes Tijanis, que afirmaron que shaykh Ibrahim, ciertamente, era el poseedor de alfayḍa. A este respecto hay una pequeña explicación que el profesor Ibrahim Mahmud Diop, quien se la oyó de Shaykh Ibrahim. En ella, se pide que uno se imagine cinco cosas. En primer lugar, un pozo sin fondo; a continuación, un trabajador incasable que extrae agua de ese pozo. Luego, tenemos que imaginar un cubo que extrae el agua y que nunca necesita ser reparado. Después, una vasija junto a ese pozo que se desborda algunas veces. Y por último, un agua tan preciada, que no pueda derramarse tras ser sacada y no pueda devolverse al pozo. Nos surge una pregunta: ¿Qué se podría hacer con esta agua, una vez que la vasija esté llena y se corra el riesgo de que el agua se derrame? En esta parábola el agua representa a Allāh (swt), cuyo Ser es infinito. El agua es la Divina gnosis (ma‘arifa) y experiencia. El cubo es el Profeta (saw). Un dicho entre los sufíes afirma: «Sin un intermediario uno nunca alcanza una meta y el Profeta (saw) es el intermediario entre la creación y Allāh». El trabajador de la parábola es shaykh Ahmad al-Tijani (RA) y la vasija es el discípulo extraordinario que ha recibido tanto en el camino de la divina gnosis que debe comunicar esta gnosis (ma‘arifa) a otros, él se llenará con ella hasta desbordarse. El poseedor de la fayḍa es Shaykh Ibrahim Niasse. 4
Notes et Études sur l´Islam en Afrique Noire, "El Hadj Ibrahim Niasse, Grand Marabout de Kaolack", pg. 143 (París; J. Payronnet, 1962). La más significativa silsilah de Shaykh Ibrahim es como sigue: Shaykh Ahmad at-Tijani Sidi Ali at-Tamasani Sidi Ahmad al-Abdalawi Sidi Ahmad Sukairiy Shaykh Ibrahim Niasse 5 Sidi Muhammad Tiebe, Kitabul ´Ifadatil Ahmadiyyah (El Cairo, 1971).
En su libro, kanz al-awlad, Muhammad Sambu bin Ahmad (m. 1248h) mencionó que el shaykh nigeriano Uthmān dan Fodio pronosticó que muchos ulemas, hombres conocidos por su santidad, seguirían a Shaykh Ibrahim. Al principio de un poema escrito en fulani, shaykh Uthmān dan Fodio, habló acerca de las excelentes cualidades de los ulemas, tanto del tiempo presente como del que iba a venir. Entre aquéllos a quienes citó se encuentra el nombre de shaykh Ibrahim Niasse y una descripción de su carácter: «Su nombre es Ibrahim y su nombre espiritual es Sharaf al-din, ya que la religión del Islam será honrada en su tiempo (sharaf es honor en árabe)». También escribió: «Vendrá del oeste (Senegal se encuentra, efectivamente, en el oeste de Nigeria) y aparecerá en las tierras de los hausas en el año 1370 de la Hégira». En otro verso, éste es descrito como una persona con una frente amplia y ojos grandes. También se describe su constitución y se dice que él será un visitante asiduo de haramain (Meca y Medina). Finalmente, se afirma que después de su aparición habrá un resurgimiento de los musulmanes y el Islam, y todos le seguirán. Él reunirá a los musulmanes dispersos y los unirá de nuevo. Shaykh Uthmān dan Fodio también menciona al padre de Shaykh Ibrahim: Abdallāh. Shaykh Uthmān dan Fodio no se equivocó en su pronóstico acerca de la época en que shaykh Ibrahim aparecería (1370 H). Fue en este año cuando Shaykh Ibrahim realizó su segunda visita al norte de Nigeria. Los ulemas y la gente acudieron en masa a recibirle y a renovar su vínculo con la ṭarīqa. En su primera visita a la tierra hausa se limitó a visitar al Emir Abdullāh Bayero en 1945. En su segunda visita, sin embargo, el pueblo que le abrumó con su amor de una forma tan cariñosa, que el propio Shaykh Ibrahim dejó constancia en un poema: "Cuando llegué allí, quedé sorprendido de ver lo que vi. Fue, lo juro, mucho más de lo que hubiera podido imaginar. Mi confianza en que Allāh hace que las cosas discurran como Él desea, quedó así confirmada". Yo me dije entonces: "¿Quién es este Shaykh que hace que las personas que componen esta multitud venida a recibirle alarguen sus cuellos para verle? ¿Quién es esta persona para que ellos estén tan imbuidos de amor hacia él?. Juro que si no estuviera tan inmerso en el amor por el shaykh Ahmad al-Tijani, en verdad, mi vida habría expirado por la vergüenza".6 La recepción que recibió el Shaykh fue tan grande, que un muqaddam hausa dijo en un escrito: «La mejor prueba de que Shehu (Shaykh Ibrahim) es la persona que esperábamos es que los hausas de Kano, Katsina, Zarina y Bornu le mostraron su fidelidad. Eso, por sí solo, ya sería una evidencia suficiente para que una persona justa creyera en él. Y ¿qué decir del recibimiento habido en Kumasi, Accra, Lagos, Ilorin y Vida, por no mencionar el de Okene?. Lo mismo aconteció en Adamawa, Bauchi y Gombe, y también en Sokoto y Gondo. Incluso en Sokoto, un centro de la ṭarīqa Qadiriyya, la gente lo siguió. El día que llegó a Kano, un grupo de personas que había venido caminando desde varias ciudades, se reunió para darle la bienvenida. Fue a Meca y la gente estuvo feliz de verlo llegar. Luego fue a Medina, cuyos habitantes también aceptaron su liderazgo. Todos los 6
Shaykh Ibrahim Niasse, Nailul Mazafir bil Audi ilal Hiyaz (Obtener el Éxito Volviendo a Meca), (Nigeria, ND).
grandes y shaykhs vinieron y reconocieron que en él habían encontrado a un auténtico maestro espiritual» 7. Shaykh Ibrahim disfrutó de tal grado de aceptación como líder de los Tijanis que los árabes mauritanos, que habían llevado por primera vez la ṭarīqa a Senegal, regresaron para renovar sus silsilas con él. Ellos le acompañaron en su movimiento de reforma (tajdīd) hacia la Sunna del Profeta (SAW) y la unificación de la ṭarīqa Tijaniyya. Aunque su padre se había unido a la ṭarīqa sólo en 1875, su hijo se convirtió en el Tijani de más alto rango. Se puede decir, sin riesgo a equivocarnos, que shaykh Ibrahim Niasse fue el Uthmān dan Fodio de su tiempo. Ciertamente, su mensaje estaba lleno de verdad, así que muchos de sus seguidores también creyeron que era el mujāhid de su época. Aunque Uthmān dan Fodio había luchado en el jihād utilizando la espada, Shaykh Ibrahim utilizó en su jihād la pluma, los discursos y las plegarias. El jihād del tiempo en el que vivió exigía estos métodos. De esta forma, él se mantuvo en contacto son sus seguidores en todo el continente africano y en diferentes partes de Asia, tanto en el cercano como en el Extremo Oriente. Sólo en África, sus discípulos se contaban por millones. La naturaleza del movimiento que inició fue de tal envergadura que, incluso en las décadas que siguieron al fallecimiento del Shaykh, continuaron incorporándose a él nuevos seguidores en el continente americano y en las islas adyacentes, lugares éstos que el shaykh nunca llegó a conocer. En lo que se refiere al contenido de su mensaje, hay que decir que éste era la adhesión a la sunna del Profeta (saw) y su revitalización (tajdīd). Éste fue el objetivo de su vida. Él vivió por y para la sunna. No podía haber sido de otro modo, ya que, a través de su vivencia, la Sunnatu-n-Nabi (saw) fue el ejemplo y el camino que siguió. En una ocasión, yo oí decir al Shaykh: «Si el mejor ejemplo de la humanidad -el Profeta (saw)se mueve, yo le seguiré paso a paso; y el día que se detenga, de allí nunca me moveré». Shaykh Ibrahim abogó con firmeza por la restauración de los ritos (‘ibāda) contenidos en la pura sunna. Algunas personas habían descuidado su práctica y habían comenzado a abandonar lo recomendado por el Profeta (saw). Dicha negligencia afectaba incluso a la realización de las oraciones prescritas islámicas, la ṣalā. Esto era un problema especialmente en África. Tomando como base la tradición profética, «¡Reza en la forma en que me veas rezar!», el Shaykh dirigió sus esfuerzos a combatir las más frecuentes omisiones que se producían en la forma de realizar la oración. Estas omisiones eran: 1) Qabd, es decir, el situar las manos sobre el pecho con la mano derecha colocada encima de la izquierda.8 2) La recitación de la fórmula Bismillāh al-Raḥmān al-Raḥīm en voz alta delante de la sūra al-Fātiḥa y los otros versos del Corán que se reciten, en el caso de que la oración haya de ser dicha en voz alta, o en silencio, en el caso de que la oración haya de ser dicha en silencio. 3) La elevación de las manos antes de la inclinación (ruku) y después de ella. Esto último estaba basado en el ḥadīth: «Todo tiene su belleza y la belleza del ṣalā es la elevación de las manos».
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Malam Balaaby, Goran Fayla (Nigeria ND). Shaykh Ibrahim Niasse, Ra´atul Malam´an man fafa´a waqabada.
El shaykh escribió un libro titulado, Raf´ul malam´an man fafa´a wa qabada iqtida an bi sayyidil anam, respaldando sus afirmaciones con pruebas provenientes del Corán y el ḥadīth. En él, atacaba la doctrina del ciego seguimiento del taqlīd (imitación) y abogaba, por el contrario, por una doctrina verdadera y correcta, que estuviese basada, siempre, en la Sunna del Profeta (saw). Los cambios defendidos por el Shaykh causaron bastante revuelo en algunas comunidades que creían que lo que estaban haciendo era la auténtica práctica de la escuela māliki. Fue difícil para ellis el romper con los hábitos que parecían estar confirmados por haber sido transmitidos generación tras generación. No obstante, un segmento importante de la población musulmana abandonó aquello a lo que estaban acostumbrados y se adhirieron a la práctica del Profeta (saw), en cuyo estudio y cumplimiento había destacado shaykh Ibrahim. Esto supuso, de hecho, el nacimiento de la ṭarīqa “Tijaniyya Reformada”, tal y como describe John Paden en su excelente libro titulado Religion and Political Culture in Kano9. Como guía espiritual en el taṣaūf, Shaykh Ibrahim escribió muchos libros que explican lo qué es el sufismo y la posibilidad del perfeccionamiento espiritual en la edad moderna. Quizás el más famoso y más ampliamente leído de estos libros fue Kāshif alIlbās (la Eliminación de la Confusión)10, escrito en árabe, explica el significado real del sufismo. En él, el Shaykh explica que el taṣaūf tiene definición, contenido, nombre, compiladores, fuentes, leyes, problemas, atributos y resultados. Todos los que se dedican a su estudio deben de familiarizarse con cada uno de estos elementos. Taṣaūf significa el adoptar todas las formas de actuación que son meritorias y loables, y desterrar aquellas otras formas que no lo son. Significa, de hecho, el adoptar el carácter del Corán y de la Sunna. Uno debe entregarse completamente a Allāh, el Exaltado, en todo lo que Él desea y justo en la forma en que lo desea. Un poeta dijo en una ocasión: «El sufismo no es el llevar ropas de lana o desgastadas, sino el buen comportamiento y las buenas formas (adab)". Otro dijo: "El sufismo no es llevar un abrigo de lana y remendarlo, o llorar cuando el cantante canta. No es gritar, bailar o divertirse. No es fingir desvanecimientos como si uno estuviera loco. Por el contrario, taṣaūf significa ser puro, sin mancha, y seguir la Verdad del Corán y la religión». Shaykh Ibrahim fue el mejor ejemplo de un sufí, de acuerdo al dicho: «El sufí es el hijo de su hora (ibn waqtihi)». Él respondió a las necesidades y desafíos de su tiempo. Hizo frente siempre a cada requerimiento de su momento. El musulmán que es superior en el entendimiento, es aquél que tiene en cuenta los imperativos de la época que le ha tocado vivir. Es una persona que se mueve al ritmo del tiempo. Nunca intenta detener el tiempo ni quedarse inmóvil en él. Tampoco quiere volver atrás. Su esfuerzo va dirigido a moverse siempre hacia delante. Así, por ejemplo, durante el tiempo de Ramadán, lee el Corán y el ḥadīth y los explica. Durante el tiempo del ḥājj, expone las virtudes de la peregrinación islámica. En el tiempo del mawlid [nacimiento del Profeta], narra la biografía (sīra) del Profeta (saw). Este tipo de actuación fue la que caracterizó el sufismo de Shaykh Ibrahim, que estuvo basado en la acción y la práctica. Viajó por todo el mundo musulmán pronunciando discursos y escribiendo libros y artículos. Cada uno de sus actos tuvieron como finalidad dirigir a los musulmanes hacia el camino recto (Ṣirāṭ al-mustaqīm). La enfermedad no le molestaba, a menos que le impidiera continuar su tarea en pro de la difusión del Islam. Ciertamente, su tasauwuf no estuvo 9
John Paden, Religion and Political Culture in Kano, University of California Press, 1973. Shaykh Ibrahim Niasse, Kashif Al-Ilbās, Mustapha al‑Babi al-Habi, Cairo, 1961.
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caracterizado por la incumpliento o el olvido (gafla), sino que estuvo basado en el Islam real, y en la victoria sobre el ego (nafs) y, sobre todo, su dominio por medio del Corán y la sunna. El shaykh desarrolló su sufismo mientras realizaba trabajos de todo tipo, especialmente en granjas. Sus seguidores le emularon trabajando en granjas, en universidades, en la administración y en la industria. Shaykh Ibrahim también inculcó a sus seguidores un amor (maḥabba) al conocimiento y a la verdad. De ahí los puntos de vista del shaykh sobre alfabetización y educación, que fueron muy avanzados y adelantados a su tiempo. El shaykh abogó por la educación tanto para los hombres como para las mujeres. La “Tijaniyya Reformada” abrió muchas puertas para las mujeres en África. La formación educativa es, de hecho, una de las prioridades entre los miembros de la ṭarīqa, y la Tijaniyya es conocida por sus sabios y eruditos, de tal forma que es llamada “la ṭarīqa de los Ulemas”. Por ello se recomienda a todos, hombres y mujeres, que se conviertan en sabios. Como resultado, pueden encontrarse muchas escuelas de la ṭarīqa que enseñan árabe, el Corán y estudios religiosos, así como ciencias naturales y matemáticas. La educación de las mujeres es un fard, es decir, una obligación, entre los musulmanes. Por lo tanto, si esto es descuidado, la culpa recaerá sobre toda la ummā. Como resultado de estos esfuerzos en pro de la alfabetización y educación de la mujer, dentro de la ṭarīqa Tijaniyya existen muchas mujeres sabias y otras que han alcanzado el grado de muqaddam por sus propios méritos. Existen también mujeres versadas en el idioma árabe que enseñan, dan conferencias y escriben libros. Asimismo, muchas mujeres de la ṭarīqa han memorizado el Corán y un gran número de ḥadīthes. Durante el tiempo de Shaykh Ibrahim incluso aquéllos que no sabían leer ni escribir conocían la mayoría de las leyes de la sharīa’ y la sīra [biografía] del Profeta (SAW) y sus compañeros, pues él les explicaba continuamente todo este conocimiento en su lenguaje original: el wolof. En referencia a la educación de las mujeres, el shaykh dijo: «Las mujeres deben competir con los hombres en el conocimiento». Animó, también, a sus seguidores a aprender bien tanto árabe como religión, para que pudieran erigirse en baluartes contra falsas doctrinas. Del mismo modo, su mente no estuvo cerrada a la posibilidad de aprender otros idiomas distintos del árabe. Así dijo: «Si hubiera conocido más idiomas, podría haber llegado a más gente. Quien viaje y no conozca árabe e inglés o árabe y francés, mejor podría haberse quedado en casa porque probablemente no va a ganar nada». Muchos de los hijos del shaykh tuvieron educación de nivel superior en Egipto, Qatar, Marruecos, Libia y Londres. Adquirieron una profunda formación en los estudios islámicos y otros muchos campos, como en economía, diplomacia, ciencias políticas, agricultura o educación. En su discurso con motivo del mawlid del año 1386h (1965) de la Hégira, el Shaykh se dirigió los jóvenes musulmanes: «Estoy aquí para deciros que continuéis adelante y os coloquéis en la vanguardia de todos los campos. El futuro de cada nación está basado en sus jóvenes, pero no en todos ellos, sino en los intelectuales, los bien formados y con buen carácter, buenas maneras y celo. En lo que se refiere a los jóvenes que carecen de formación y buen carácter son como una semilla sin fertilizar. Por tanto, llevad a cabo todos los esfuerzos que podáis para buscar y adquirir más conocimiento, no sólo el conocimiento islámico o las matemáticas y sus derivados; sed parte y cooperad con
aquéllos cuyo celo está dirigido a descubrir las cosas desconocidas o invisibles de este mundo». Shaykh Ibrahim tuvo un papel muy relevante en el mundo musulmán. Fue miembro de numerosas organizaciones: la Liga del Mundo Islámico (Rabitatul ´Alamil Islami), con sede en Meca; Muta´marul ´Alamil Islami, con sede en Karachi, y Mayma´l Buhuthil Islamiyya y Majlisul A´la li-sh-Shu´unil Islamiyya, estas dos últimas con sede en Egipto. En todas estas organizaciones, Shaykh Ibrahim gozó de una alta estima, en especial por sus cuarenta y nueve libros, todos ellos escritos en árabe, y sus innumerables artículos y poemas. No fueron únicamente organizaciones religiosas las que tuvieron a Shaykh Ibrahim en una alta estima. Muchos gobiernos también le honraron. Entre las distinciones que recibió se encuentran la Medalla del Trono (Marruecos), la Medalla de la República de Túnez, la Medalla de Nigeria, la Legión de Honor francesa y la Medalla al Mérito de la Sociedad de Antiguos Guerreros (Francia). También recibió varias medallas del gobierno de Senegal, entre ellas la condecoración más alta del país, la Gran Cruz. Asimismo, se le recompensó con un doctorado honoris causa de Libia. A lo largo de su vida, todo lo de Shaykh Ibrahim estuvo basado en las enseñanzas del Corán y la Sunna del Profeta (saw). Los líderes musulmanes que lo conocieron dieron testimonio de esto y le elogiaron por ello. Así por ejemplo, podemos citar la carta del shaykh egipcio Muhammad al-Ḥāfiẓ al-Tijani, que era conocido por ser el más versado muḥadīth de su tiempo. La carta comienza con estas palabras: «Alabado sea Allāh, que nos ha bendecido uniéndonos a través de Su amor, a este humilde siervo, Muhammad al-Ḥāfiẓ al-Tijani, y al-Hujja, la piedra de toque de la religión, el mar de confianza, el creyente en Allāh, mi hermano y el hermano de mi espíritu, mi maestro Abi Ishaq, Shaykh Ibrahim...». Es interesante observar que en su saludo, Shaykh al-Hafiz at-Tijani usa el término Hujja como una forma de dirigirse a Shaykh Ibrahim. Esta palabra significa "la prueba". Los ulemas especializados en el estudio del ḥadīth han clasificado en rangos a los sabios que trabajan en ese campo. Cada rango tiene un nombre específico. Así por ejemplo, el muḥadīth es un narrador de ḥadīthes que estudia la narración y la cadena de transmisión. El ḥāfiẓ es una persona que ha memorizado hasta cien mil ḥadīthes, junto con su explicación. El ḥujja es aquél que ha memorizado trescientos mil ḥadīthes, con sus explicaciones y sus cadenas de transmisión desde el Profeta (SAW). Una carta del antiguo secretario general de la Liga del Mundo Islámico de Meca, Shaykh Muhammad Surui al-Sabban, fechada el 21/12/1381 de la Hégira, señalaba: «Poseedor de la Virtud, querido miembro de la Conferencia Islámica, y muy respetado hermano Shaykh Ibrahim Niasse, al-Salām Alaykūm. Que la Paz y la Misericordia de Allāh y Sus Bendiciones sean sobre Ti. Los primeros han abandonado el Hijaz junto con aquellos propagadores de la religión. Han salido con el fiqh del Hijaz, que permanece en ti, Shaykh Ibrahim. También han aprendido el estilo con el que la gente del Hijaz recitaba el Corán, y tú mismo has continuado leyendo la palabra de Allāh con el mismo estilo del Hijaz, el estilo de Nafi Maula Abi Nu´aim. Ciertamente perteneces a la gente de Medina, tanto en lo que se refiere al fiqh como a la recitación del Corán. Éstas son las pruebas de tu
tenacidad, y esto no es un orgullo para mí, sino para ti, que lo has conseguido con la ayuda de Allāh. Has creído y has protegido y difundido la religión con tenacidad y resolución y, de esta forma, te has convertido en triunfador»11. Shaykh Ibrahim fue un hombre muy trabajador, que se esforzó durante toda su vida. Yo le vi en su final en el hospital donde se hallaba. Su doctor trataba repetidamente de hacerle dormir con fuertes medicinas. Fue casi en vano. El período más largo que pasó durmiendo fueron cuatro horas. El shaykh afirmó a este respecto: «Desde que alcancé la edad de treinta años nunca he dormido más de dos horas diarias» En estos párrafos hemos tratado de describir brevemente el carácter y las virtudes de este distinguido líder de los tiempos modernos, Shaykh Ibrahim Niasse, el revitalizador de la sunna.
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Carta de Shaykh Muhammad Surui al-Sabban, Referencia 42, párrafo 2
"Shaykh Ibrahim Niasse, Revitalizador de la sunna" by Hassan Cisse/trad. Antonio de Diego is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercialCompartirIgual 4.0 Internacional License.