SINDICATO INDEPENDIENTE CANARIO Sector de funcionarios

Ante las declaraciones del Sr. Soria al diario “La Provincia” del día 18 de noviembre de 2009, tituladas “Se acabaron las bajas laborales para irse a la playa”,

como

Presidente

del

Sindicato

Independiente

Canario

(SIC),

organización sindical que ostenta la mayor representatividad entre los funcionarios de la Administración General de la Comunidad Autónoma de Canarias, me veo en la obligación de dirigirle la siguiente carta abierta. Sr. Soria: Los que hemos elegido servir a la sociedad canaria, estamos acostumbrados a que, de vez en cuando, personajes como Vd. traten de desprestigiar a los funcionarios ante la opinión pública. No es la primera vez ni será la última. Estamos acostumbrados. Curiosamente,

las

campañas

de

desprestigio

suelen

proceder

de

exfuncionarios metidos a políticos, como Vd. ¿No es Técnico Comercial del Estado, en situación de excedencia? Si tanto desprecia a los funcionarios, ¿por qué no renuncia a esa condición? ¿No trabajó en la Embajada de España en Caracas? ¿No fue Asesor –personal eventual nombrado a dedo- del Gabinete del Sr. Solchaga? ¿No trabajó como Jefe de Gabinete –nombrado también a dedo- del Secretario de Estado de Comercio? ¿No formó parte de los consejos de administración de diversas empresas públicas, como Aldeasa, Initec y Banco de Crédito Industrial? De su amplio curriculum como funcionario lo que se desprende es que no tardó ni dos años desde su ingreso en la Administración, para colocarse, “a dedo”, en puestos próximos al poder, que es lo que a Vd. le gusta.

Estoy seguro de que lo que a Vd. no le gustaba, en aquella época remota, era fichar antes de las ocho de la mañana –so pena de descuento en nómina-, tener 25 minutos para desayunar –ni uno más-, trabajar 40 horas semanales – incluidos los Lunes por la tarde- y cobrar muchísimo menos que cualquier “eminente” Economista, como Vd., en Bancos y empresas privadas. Por eso pasó rápidamente de funcionario de carrera a personal eventual “enchufado” y, de ahí, a miembro de consejos de administración y, por fin, político (dietas y asistencias, VIAJES, coches oficiales etc.) No es el único. Tenemos otro ilustre ejemplo en su Gabinete. El Sr. Ruano, otro exfuncionario, comparte su opinión: “cuando a una cabra la haces funcionario, deja de dar leche”. Y, en su particular caso, menos mal que se fue a “dar leche” como responsable político, porque, al parecer, su más brillante actuación como funcionario (expediente de expropiación para ampliación de la sede del Parlamento), nos costó a todos los canarios una buena pasta. Cuando todo “el tinglado” se les viene abajo, cuando la sociedad percibe claramente que sus dirigentes políticos, simple y llanamente, no están capacitados para dirigir y gestionar los asuntos públicos, vuelven la vista hacia los funcionarios: ellos son los culpables, los únicos y exclusivos culpables. Todos los políticos son muy eficientes y trabajadores, son currantes natos y nunca se equivocan y, si alguna vez lo hacen, pagan de sus bolsillos esos errores.

Estoy de acuerdo con Vd. en algo, Sr. Soria. Algunos deberían

trabajar como en la empresa privada, por objetivos cumplidos: LOS POLÍTICOS. Si fuese así, probablemente Vd. y la mayoría de sus compañeros de Gobierno, tendría la nómina embargada para pagar las indemnizaciones a las que tiene y tendrá que hacer frente el Gobierno de Canarias por su nefasta gestión. Sea fiel a sus palabras. Vamos a trabajar por objetivos y, para comenzar, le fijamos uno: CUMPLA LA LEY. Empezando, por ejemplo, por el artículo 145 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, que dice (seguro que la recuerda de su etapa de opositor a funcionario): “La Administración correspondiente, cuando hubiere indemnizado a los lesionados,

exigirá de oficio de sus autoridades y demás personal a su servicio la responsabilidad en que hubieran incurrido por dolo, o culpa o negligencia graves”. Fíjese, como primer objetivo, que todos los canarios sepamos, con nombres y apellidos, quiénes son los responsables de Tebeto, Tindaya, Montaña Rayada, expropiación del Parlamento, Plan Parcial Golf Meloneras, Veneguera, de las indemnizaciones derivadas de la “moratoria turística” (¿más de 836 millones?) y de la Ley de ordenación del territorio que aún desconocemos. ¿Por cuantos millones vamos ya? Como segundo objetivo le proponemos que ponga todo su empeño, que vemos que es mucho, en que esos responsables hagan frente con su propio patrimonio, de su bolsillo, a esas indemnizaciones y no a costa de todos los canarios, como ahora. No esconda la cabeza debajo del ala. Como responsable de las finanzas y de la economía de Canarias, concentre toda su energía, esfuerzo e indudable capacidad en conseguir que ningún canario tenga que pagar ni un euro por sus errores, “pufos” y chanchullos. ¿Se atreve, Sr. Soria? Como tercer objetivo le proponemos otro que, como funcionario estatal – en excedencia-, le será familiar: ¿Por qué no le propone al Gobierno del que es Vicepresidente la elaboración de un proyecto de Ley análogo al que rige el nombramiento de los altos cargos de la Administración estatal? ¿Le suena la Ley 6/1997, de 14 abril, de Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado? ¿La estudió para las oposiciones? Por si acaso le recordamos que en la Administración del Estado, los altos cargos, salvo Ministros, Secretarios de Estado y Delegados del Gobierno en las CC.AA., son nombrados, con carácter general, entre funcionarios de carrera a los que se exige para su ingreso el título de Doctor, Licenciado, Ingeniero, Arquitecto o equivalente. Así, los Subsecretarios, Secretarios Generales Técnicos,

Directores

Generales,

funcionarios de carrera de alto nivel.

Subdirectores

Generales,

etc.,

son

Si en nuestra Comunidad Autónoma todos los altos cargos, con rango inferior a Viceconsejero, fuesen nombrados entre funcionarios de carrera de alto nivel, otro gallo nos cantaría. Seguro que todos los canarios no nos hubiéramos visto avocados a pagar sus errores, prepotencia y, en muchos casos, falta de preparación técnica. Ocúpese de cosas importantes, y déjese de chorradas demagógicas y de agredir a los funcionarios. Usted, Sr. Soria, sabe perfectamente que dispone de todos los medios, legales, humanos y materiales, necesarios para controlar las bajas por enfermedad fraudulentas y el absentismo en general. Dispone, en primer lugar, de unos magníficos profesionales de la Sanidad pública. Sí, de esa que a Vd. no le gusta. Los médicos del Servicio Canario de la Salud expiden bajas por enfermedad cuando los trabajadores, públicos y privados, están enfermos. ¿Tampoco le parece bien que los trabajadores enfermemos?

Le

recordamos

que

los

tiempos

de

la

esclavitud,

afortunadamente, quedaron atrás. Y, si existe algún error o negligencia, tiene Vd. a la Inspección Médica, del propio Servicio Canario de la Salud, de la Inspección General de Servicios y de la Consejería de Educación, bastante estrictas por cierto. ¿También ellos se atreven a confirmar bajas no reales? Póngase la bata blanca, Sr. Soria, y dígale a estos profesionales lo que tienen que hacer. Vd. sabe más que ellos. Vd. lo sabe todo. Usted, Sr. Soria, sabe cual es el estado de salud de los que trabajamos en la Administración de la Comunidad Autónoma. Para eso pagó a una empresa privada (qué casualidad) 5.539.340,25 euros por realizar una evaluación inicial de riesgos laborales de los puestos de trabajo. Vd. sabe perfectamente a qué hora entramos a nuestros puestos de trabajo, a qué hora salimos a desayunar y a que hora nos vamos a nuestras casas. Para eso, se gastó 3.008.031 euros en adquirir relojes y un nuevo sistema para el control horario del personal, después de tirar a la basura otros

tantos relojes y sistema comprados un par de años antes (¿le suena el difunto sistema “Arquero”?). Y si un funcionario incumple su jornada y horario, o no asiste al trabajo sin causa justificada, dispone de todos los mecanismos necesarios para realizarle los oportunos descuentos en nómina. Para eso se ha gastado, que sepamos, un mínimo de 3.678.075,55 euros en sistemas informáticos de gestión de nóminas. Sr. Soria, no hace falta que nos busque en la playa. Nos tiene a todos perfectamente localizados. Para eso, se ha gastado un mínimo de 15.516.165,33 euros en un sistema de gestión de personal (el famoso Sirhus) que, decían en el año 2000, era totalmente gratuito pues lo había cedido altruistamente la Junta de Andalucía. Por último, si no nos localiza en el puesto de trabajo ni nos puede descontar en nómina a través de sus fabulosos sistemas informáticos, puede embargarnos nuestras cuentas corrientes y propiedades. Para eso, ha adjudicado contratos para disponer de un magnífico sistema para la gestión económico-financiera (SEFCAN) por un importe de 14.226.754,63 euros hasta ahora. Ya no sirve el sistema PICCAC, diseñado gratuitamente por los propios funcionarios e informáticos de su Consejería, que se dejaron la piel y hasta la salud en el empeño, sin que nadie (salvo los funcionarios) les reconociera su trabajo. ¿Usted qué se ha creído, Sr. Soria? ¿Qué los funcionarios nos chupamos el dedo? ¿Tan ignorantes nos cree? Sabemos que tiene el empeño de que nosotros, los empleados públicos, le paguemos lo de Tebeto y el resto de la montañosa orografía canaria. Para pagar Tebeto, Canarias es LA ÚNICA Comunidad Autónoma que congela las retribuciones complementarias de sus empleados públicos, ahorrándose una mísera media de 5 euros al mes (no más de 4 millones de euros en total).

Para pagar Montaña Rayada nos ha “rapiñado” de nuestro salario (diferido, pero salario) 25,5 millones de euros en Fondos de Acción Social. Para pagar el próximo “pufo” (¿Meloneras Golf?) recorta más de 100 millones de euros del presupuesto de servicios públicos esenciales, como Sanidad, Educación y Servicios Sociales. Para pagar ya no sé qué Montaña, se inventa un “Plan de Funcionarización” que puede suponer el despido de cientos de trabajadores temporales de la Cdad. Autónoma. Y así, una y otra agresión reiterada a los empleados públicos. Pero ¿sabe una cosa, Sr. Soria? Estamos acostumbrados, y resistimos, porque somos servidores públicos y estamos orgullosos de serlo. Vd. no nos va a desmotivar, y nos importa MUY POCO lo que opine de nosotros. Nos debemos a los ciudadanos y no a políticos de pacotilla que son incapaces de hacer bien su trabajo. Dedíquese a luchar contra el paro y la pobreza, a mejorar las condiciones de vida de todos los canarios, a rebajar las listas de espera en Sanidad y los índices de fracaso escolar. Tiene un montón de asuntos de los que ocuparse. Luche porque Canarias no esté a la cabeza de todas las estadísticas negativas de la Unión Europea y, Sr. Soria... ¡DÉJENOS TRABAJAR EN PAZ! Canarias, 18 de noviembre de 2009.

Antonio Trujillo Frías, Presidente del Sindicato Independiente Canario (S.I.C.)