SÍNTESIS BIOGRÁFICA DE LA BEATA MARÍA PILAR IZQUIERDO

SÍNTESIS BIOGRÁFICA DE LA BEATA MARÍA PILAR IZQUIERDO La Beata Mª Pilar Izquierdo nació en Zaragoza (España), el 27 de julio de 1906, de una familia p

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SÍNTESIS BIOGRÁFICA DE LA BEATA MARÍA PILAR IZQUIERDO La Beata Mª Pilar Izquierdo nació en Zaragoza (España), el 27 de julio de 1906, de una familia pobre, pero muy cristiana. Vivía en una buhardilla de la C/ Cerdán, 24 de Zaragoza. Desde pequeñita se distinguió por su amor a Dios, a la Stma. Virgen y a los pobres. No pudo ir a la escuela por tener que cuidar de sus hermanos más pequeños mientras su madre iba a trabajar por las casas. Luego, en su adolescencia, comenzó también Mª Pilar a trabajar en una fábrica de calzados. A los 20 años sufrió un accidente al caer del tranvía y, a los 22, se quedó paralítica, ciega y sorda, a causa de numerosos quistes y tumores en la cabeza y por todo el cuerpo. Por tanto no tuvo oportunidad de aprender a escribir y apenas sabía leer. Ella decía que “era una tontica que no sabía más que sufrir y amar, amar y sufrir”. Pero, el Señor la había adornado con dones sobrenaturales en el conocimiento de Dios y de las almas, y era atracción, maestra y faro luminoso de muchos jóvenes y personas de distinto rango social, que la visitaban o le escribían. Durante los diez años y medio que estuvo postrada en cama paralítica, sorda y ciega, Mª Pilar desplegó un amplio apostolado ayudando a personas necesitadas en el cuerpo y en el espíritu. El día de la Inmaculada de 1939, el Señor la curó de modo extraordinario y, al siguiente día 15 de diciembre, acompañada del grupo de jóvenes que ella había formado para la vida religiosa, salió para Madrid con el fin de atender en los suburbios a los pobres, enfermos y niños de la posguerra española, pues ya en noviembre había obtenido la autorización de la fundación con el nombre de “Misioneras de Jesús y María”. Mas, pronto surgieron las intrigas, las incomprensiones humanas, la calumnia, publicando a los cuatro vientos que todo lo del milagro de su curación había sido un engaño; pero, Mª Pilar, refugiada en el silencio, se ofreció a Dios como víctima, uniendo sus sufrimientos a la pasión de Cristo por la salvación de las almas, especialmente por los que tanto le hicieron sufrir. Al fin, reconociendo que se habían confundido, en el año 1941 les dieron autorización para trabajar entre los pobres como simples particulares y, en el 1942, aprobaron su Obra como “Pía Unión de Misioneras de Jesús, María y José”. Con este reconocimiento pudieron desarrollar una más amplia labor social y de apostolado en los suburbios de Vallecas y Tetuán de Madrid y, pocos meses después en el suburbio de Puente Toledo. Mas, no pasó mucho tiempo, tan sólo dos años, y volvió a aparecer el fantasma de las incomprensiones y calumnias, ahora más dolorosas, pues nacían en el seno de la misma Pía Unión. Así las cosas, Madre Mª Pilar expuso al Sr. Obispo lo que estaba sucediendo y que si no era remediada la causa del mal, en conciencia, tendría que retirarse de la Pía Unión, pues no quería cooperar a su hundimiento. Como no atendieron su petición, aconsejada por su confesor, el 4 de noviembre de 1944, con profundo dolor, tuvo que retirarse de su propia Obra. Asistida siempre por el Espíritu Santo, ofreció su vida por las Hijas que se le habían separado, vaticinando que “la Obra”, según el espíritu que ella deseaba infundirle, volvería a resurgir en la Iglesia; pero, “allá para los dos añicos”. El 27 de agosto de 1945, rodeada de “su rebañito” fiel, moría en San Sebastián (Guipúzcoa), a los 39 años de edad. Tal como había predicho, en 1947 su Obra volvió a resurgir en Logroño (España), bajo la dirección del P. Daniel Díez García, ahora con el nombre de “Obra Misionera de Jesús y María”. Esta Obra Misionera se extiende hoy por Europa, América, África y Asia. “Si el grano de trigo cae en tierra y muere da mucho fruto” (Jn 12, 24). El Papa Juan Pablo II, aprobadas sus virtudes heroicas y el milagro exigido, la beatificó otro 4 de noviembre; pero, del año 2001. Su fama de santidad se ha ido extendiendo “como la mancha de aceite, sin ruido”. Son muchísimas las personas de diferentes partes del mundo que, acogiéndose a su intercesión, reciben gracias y favores. Se cumplen también las palabras dichas a su Hijas antes de morir: “Cuando vaya al cielo y tome posesión de mi trono, volveré a la tierra para estar con los que sufren, con los pobres, los enfermos, los necesitados”.

TESTIMONIO DE DÑA. ASUNCIÓN INNERÁRITY ALCARRAZ DE SERENA Cómo conocí a Madre Mª Pilar Izquierdo Toda mi vida he oído hablar de la Beata Mª Pilar Izquierdo con admiración, respeto y cariño, especialmente a mis padres Juan y Victoria, a D. Felipe Fuentes de la Riva, a la familia Colis, a mi tía Jesusa Alcarraz Celaya y a otras personas que la trataron con intimidad. Personalmente la conocí en el año 1943, cuando yo tenía 8 años y, a partir de entonces mi madre me llevaba a visitarla con relativa frecuencia, hasta que murió Madre Mª Pilar el 27 de agosto de 1945. Mi intimidad con ella fue relativa, dada mi corta edad; pero mi familia la trató asiduamente y desde que la conocieron y trataron, su vida, aunque era de buenos cristianos, tuvo un cambio radical, pues se avivó en ellos la fe y se dieron con más intimidad al Señor, especialmente mi padre que era militar. Yo recuerdo perfectamente a la Madre y tengo grabados en mi mente ciertos detalles

que, como niña que era, podía entonces captar en ella. Me quedó impresionada su figura, que era majestuosa, pero a la vez humilde y sencilla. Su mirada era distinta a la de otras personas, era tan especial que yo no alcanzaba a comprender y me impresionaba. Asimismo me daba cuenta de su trato dulce y cariñoso con todas las personas; tenía un encanto que todos nos sentíamos atraídos por ella, especialmente los niños, pues nos sentíamos felices ante su presencia, como yo no lo he experimentado con otras personas por educadas, cariñosas y finas que fuesen. Ahora comprendo que lo que atraía no era otra cosa que su virtud; creo realmente que la gracia de Dios se reflejaba en toda su persona; pero, más en la mirada. Cuando hacíamos alguna trastadilla, nos hacía ver la importancia de la falta por lo que pudiera significar de ofensa a Dios; pero, nos lo decía de tal forma que se comprendía perfectamente y no molestaba. Recuerdo que en el año 1944, cuando tenía yo 9 años, vino a Logroño y se hospedó en mi casa. Uno de los días nos cortó el pelo a mi hermana Mª Victoria (hoy religiosa de la Obra Misionera de Jesús y María) y a mí. A los dos días, estando peinándome yo sola en el cuarto de aseo, no me salía el peinado y me enfadé conmigo misma, diciéndome: “¡Qué asco, si no fuera porque está la Madre, no comía!”. Esto nadie lo pudo oír, porque yo estaba sola y lo dije para mí; pero, la Madre se dio cuenta de mi genio y luego me llamó la atención. Yo quedé perpleja pensando cómo lo sabría, y su corrección me sirvió para ser en sucesivas ocasiones menos soberbia. Estando en San Sebastián, en la casa de Villa Puyo, cercana ya su muerte, aunque yo entonces no sabía que se iba a morir, pero sí que estaba muy malita, veía que trataba a todas las personas con mucha amabilidad y paciencia, como si no estuviera enferma. Allí, en Villa Puyo, se vivía en ambiente familiar, y todos los días rezábamos el santo rosario reunidos en el cuarto de la Madre y en el pasillo contiguo. Cuando se murió tuvimos la suerte de estar allí toda la familia, excepto mi papá que quedó en Logroño atendiendo su trabajo, pues era entonces Gobernador Militar. También estaban otra familias que seguían fieles a la Madre después de la intervención de la Curia de Madrid en la Pía Unión de Misioneras de Jesús, María y José que había fundado la Madre Mª Pilar. Su muerte Cuando nosotras, las niñas, que éramos Pilarín (sobrina de la Madre, de 9 años, mi hermana Mª Victoria de 7 y yo, que acababa de cumplir los 10 años, nos enteramos de que la Madre había muerto, por propia iniciativa y sin que nadie nos lo insinuase, se nos ocurrió pedir flores a un vecino que las cultivaba en cantidad, y con esas y las que había por el jardín de la casa, las tres confeccionamos una corona, la subimos a la capilla ardiente y la colocamos ante la Madre. Cuando la pusimos a sus pies nos sobrecogimos, pues quedamos impresionadas al ver que la Madre nos sonreía. Nuestra reacción fue la de correr hacia nuestras madres. Esa sonrisa también fue captada por las personas mayores que en ese momento estaban velando el cadáver. A pesar de mis pocos años, todo lo referente a la muerte de la Madre lo recuerdo con toda claridad, pues me impresionó mucho, porque era la primera vez que yo veía a una persona muerta, y por el hecho de encontrarnos toda mi familia en Villa Puyo viviendo muy de cerca e íntimamente estos acontecimientos. Me acuerdo perfectamente que su cadáver reflejaba una serenidad y una dulzura que no parecía muerta; pienso ahora en cómo podría darse esto con tantos sufrimientos y tan grandes que soportó en su vida, tanto físicos como morales. También quedó grabado en mi memoria la muchísima gente que iba a rezar ante el cadáver de la Madre durante todo el día, filas de personas subían por un atajo que había en el monte y muchos coches por la carretera; todos querían ver y rezar ante su cadáver porque decían que había muerto una santa. Recuerdo también que los mayores que estaban allí comentaban impresionados cómo era posible tanta gente si nadie había dado la noticia de su muerte. Otra cosa que recuerdo, es que a pesar de que su cuerpo estaba deshecho por la enfermedad, una vez muerta, muchas personas decían que percibían un perfume especial, perfume que en vida muchos también habían percibido aun estando a grandes distancias de la Madre y por algún motivo especial, entre ellas mi madre. Influencia de las virtudes de la Madre en las almas

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Aparte de recordar personalmente los detalles mencionados, recuerdo otros que contaban tanto mis padres como mi tía Jesusa, quienes la trataron con intimidad, por lo que he comprendido perfectamente que la Madre era un alma extraordinaria y de una virtud poco común. Yo, desde pequeña, he sentido en mi interior veneración por la Madre por lo que había de Dios en ella, y ello ha hecho que todo lo que venía de ella, me calara muy hondo, dejando un gran sedimento para después aplicarlo a mi vida, tanto en mi juventud, como en el matrimonio, ayudándome su recuerdo a acomodar mi conducta a los principios cristianos. El convencimiento del sufrir silencioso y amado por la Madre tanto corporal como moral, por amor a Dios, me ha servido de ejemplo para aceptar la voluntad de Dios en sus designios sobre mí, pues me ha dado dos hijos deficientes mentales, además de otras pruebas. Este influjo de la Madre, sé que ha sido eficaz en otras almas, concretamente en mis padres y en mis hermanos. Mi padre en algunos aspectos no era muy ejemplar; pero, al tratar con la Madre Mª Pilar y reconocer sus virtudes, le llevó a cambiar de conducta, llegando a ser una persona de confesión y comunión frecuentes. Mi madre era buena cristiana; pero, al contacto con la Madre, reavivó más su fe, y su ejemplo le sirvió para aceptar las duras pruebas que tuvo que sufrir, como la muerte de mi hermano Gonzalo a los 27 años, en accidente de aviación en agosto de 1950; así mismo el grave accidente también de aviación de Daniel, mi otro hermano. Estas pruebas las llevó con una gran entereza y viviendo una vida sacrificada y austera, siempre alegre y sin quejarse jamás. Mi hermano Gonzalo, por su trato con la Madre, era de una vida ejemplarísima en todo. Cuando vivía la Madre no hacía nada sin contar con ella, seguía fielmente su dirección espiritual. Él era inteligente y sacaba unas notas excelentes en su carrera de ingeniero aeronáutico, lo que le hubiera permitido elegir puestos de mejor porvenir al terminar su carrera. Sin embargo renunció a ellos pidiendo el destino a Logroño para estar cerca de la Obra de la Madre Mª Pilar, las Misioneras de Jesús y María, y poder ayudarles, aunque la Madre ya había muerto. Parte de su paga mensual la destinaba para ayudar a la Obra en agradecimiento a los beneficios espirituales recibidos por la Madre. A mi hermano Daniel le sirvió de gran ayuda también el recuerdo de los sufrimientos de la Madre para llevar con paciencia los que él tuvo que pasar con motivo del accidente aéreo y por el que estuvo un año y medio en el hospital, así como para constituir un hogar cristiano ejemplar. En definitiva, puedo decir que el ejemplo de la Madre ha sido para toda la familia un estímulo para luchar por ser buenos cristianos. Una de las cosas que me contaban mis padres era que les hablaba del amor de Dios y que ese amor le llevaba a una confianza absoluta en el Señor y a aceptar todas las contrariedades de la vida, sin perder la serenidad de su alma, especialmente en los últimos meses de su vida, cuando el Señor permitió el desgajamiento de su amada Obra, pues aunque la Madre derramó muchas lágrimas de dolor al ver que algunas de sus mismas Hijas la abandonaban y calumniaban, permanecía inconmovible en su fe y confianza en el Señor, segura de que su Obra volvería a resurgir “cuando le plazca y donde le plazca, y con más brillo que si no hubiese pasado nada”, decía. El amor de Dios lo traducía en amor al prójimo, por eso no tenía en cuenta el mal que le hacían y se afanaba por mantener la paz. Perdonó heroicamente a las personas que le hicieron muchos agravios y mucho daño, pues decía en aquellos días que estaba tan mal, ya para morir: “No quiero acordarme del mal que me hacen, sino del bien que me hicieron”. Y, entendiendo así la caridad evangélica, ofreció su vida al Señor por las Hijas que la abandonaron. Madre Mª Pilar amaba mucho a las personas humildes y desvalidas. En una ocasión en que vino la Madre a Logroño y se hospedó en casa de los Sres. Calatayud, me contaba la familia Colis González, que la esperaba gente de toda clase social, entre ella estaba en un rincón de la estancia, María Echapresto, una pobre y humilde hortelana. La Madre, que se fijó en ella, la llamó y la hizo colocarse a su lado, tratándola con mucha deferencia y cariño, y no la había visto nunca. También he oído contar al Padre Daniel y a las Hermanas que convivieron con ella, la alegría que expresaba la Madre y su acción de gracias “por ser hija de la Iglesia”, y que celebraba de forma especial el día de su bautismo. Esto lo he vivido yo en la Obra Misionera de Jesús y

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María, pues sus Hijas siguen recordando con singular cariño el día 5 de agosto, día en que fue bautizada la Madre. Ese día, en todas las casas de la Obra Misionera hay un ambiente festivo. Carismas especiales de Madre Mª Pilar El Señor reparte sus gracias y dones a quien quiere y como quiere y, a Madre Mª Pilar, la adornó también con gracias y carismas excepcionales. Para ella el interior de las personas era un libro abierto, pues conocía hasta sus más íntimos pensamientos. Por eso muchos se sentían atraídos viendo que su interés no era otro que conducir sus almas a Dios, por eso actuaban espiritualmente bajo su dirección. También tuvo el don de profecía. Mi madre me refería que, estando Madre Mª Pilar ya muy enferma en Villa Puyo, le dijo ella: - “Madrecica, debía haberse ido a mi casa de Logroño, que ya sabe que se la ofreció mi marido, allí estaría mejor”. La Madre le contestó: “Ya iré; pero, a Logroño, me llevaréis en andas”. Mi madre no entendió nada, y siguió diciéndole: “Madrecita, ¿y si el Sr. Obispo de Logroño quisiera aprobar allí la Obra?”. La Madre añadió: “Pues, mira, como lo tienen por tan raro, no te extrañe que lo que no quieren otros, lo quiera él; pero esto, allá para los dos añicos”. Y, así sucedió. El Sr. Obispo de Logroño D. Fidel García Martínez, admitió en su diócesis a las Misioneras en el año 1947 y constituyó en Pía Unión a la Obra Misionera de Jesús y María el 30 de mayo de 1948, con lo que la Obra volvía a resurgir y se cumplía la profecía que la Madre había hecho hacía dos años en San Sebastián, poco antes de morir: “Allá para los dos añicos”.

PARA FOTO CENTRADA PONER DEBAJO DE LA FOTO Y ASÍ LA FOTO QUEDARÍA MÁS GRANDE, en 9 puntos, lo siguiente: Fiesta de la Bendición de la capilla de “La Inmaculada”, por el Sr. Obispo D. Fidel García Martínez, el día 1 de septiembre de 1947. “El Terrenín”, Logroño. Mª Asunción es la niña con lazos blancos, 1ª de la 3ª fila, por la izquierda.

Puedo contar también otro caso ocurrido en nuestra familia: Al poco tiempo de conocer mis padres a Madre Mª Pilar, destinaron a mi padre a África, al ascender a Coronel, con gran disgusto de mi familia por el trastorno que le ocasionaba este cambio de residencia. Se pusieron al habla con la Madre y ella les dijo que no se apuraran, que en seguida iba a volver a Logroño. Como la confianza de mi madre en Madre Mª Pilar era total, se quedó muy tranquila y con una gran seguridad en que sus palabras se iban a cumplir. En cambio algunos de mis familiares, también militares e incrédulos, e incluso mi padre, decían que esto era imposible, ya que el Coronel que habían destinado a este Regimiento era de Bilbao y únicamente querría moverse si lo destinaran a Bilbao; pero, que en Bilbao, no había Regimiento. Realmente parecía imposible; pero, sorprendentemente, en muy poco tiempo se creó en Bilbao un destacamento (creo que se llama así) mandado por un Coronel. Entonces pidió esta plaza de Bilbao el que estaba en Logroño y se la dieron, y mi padre pidió la de Logroño y también se lo dieron. Tal era la confianza de mi madre en lo dicho por M. Mª Pilar, que una vez que mi padre pidió Logroño, antes de que se lo concedieran emprendió viaje a Madrid con mi hermana Mª Victoria y conmigo, aprovechando el derecho que tenía a reunirse con su marido en el destino de África, a cargo del Ejército, pensado quedarse en Madrid con mis hermanos unos días hasta que viniese mi padre y aprovechar ese mismo derecho de retorno a Logroño una vez destinado. El Señor quiso que viajase con toda tranquilidad, pues cuando ya estábamos montadas en el tren, llegó un militar del Gobierno Civil para avisarle que ya estaba concedido el destino por si prefería no emprender viaje; pero mi madre se fue a Madrid a esperar a mi padre. Se había cumplido lo dicho por la Madre. En fin que Madre Mª Pilar era un alma muy especial, correspondió con generosidad a los designios de Dios e hizo mucho bien espiritual y material a las personas cuando vivía en la

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tierra y, ahora, vemos que sigue haciéndolo entre los que sufren y la invocan con fe, pues tiene mucho poder de intercesión ante el Señor, a juzgar por los muchos testimonios publicados. RETAZOS DE SUS CARTAS Con un amor inmenso le diremos a nuestro Jesús: ¡Oh, amado mío!, déjanos poner los labios en esas heridas que abrió el desamor humano y lavarlas con nuestras lágrimas hasta derramar en ellas el perfume de nuestras almas, y dejar en tu corazón el último suspiro de nuestra vida. (Tengo sed… 21). El fuego quema; así un alma llena de amor de Dios, quema sin saberlo (Tengo sed… 24). Ven siempre conmigo, Jesús. Te necesito para luchar, para vencer, para vivir. ¡Ven y no me dejes! Quedemos siempre unidos en una sola vida, ¡tu vida! En un solo corazón, ¡tu Corazón! En un solo amor, ¡tu amor! (Tengo sed… 25). Me siento muy feliz en estas pruebas que tan hondamente desgarran mi corazón. Quiero ser muy ladrona de todo hasta conseguir que pase todo mi ser por el crisol del amor. En todo y por todo, doy gracias a nuestro amado Jesús (Tengo sed… 1457). GRACIAS Y FAVORES DE LA BEATA 919.- Le pido mucho a Nuestro Señor por medio de la Beata Madre Mª Pilar y me lo concede. La última vez, hace unos días, fui durante tres meses víctima de unas grandes hemorragias y tenía que ser ingresada. No sabían de donde provenían y, tanto le pedí a la Madre, que al fin localizaron el sitio y me lo cauterizaron. Yo me aplicaba el bálsamo con mucho fervor; no me han vuelto más. Pilar Gil. Gijón (Asturias). 920.- Les escribo esta carta para agradecer a la Beata Madre Mª Pilar el favor que me ha concedido. Pues en Diciembre de 2012 me detectaron un cáncer de próstata y me dijeron que me tenían que operar para extirparlo, y que después me darían un tratamiento de quimioterapia, radioterapia, etc. Me operaron el 26 de Febrero de 2012, me encomendé a la Madre Mª Pilar y bajé al quirófano con una estampa con reliquia de ella en la cama del hospital. Aunque después de darme el alta, cogí hongos en el quirófano, con un tratamiento en urgencias me recuperé. La operación salió bien, me quitaron el cáncer de próstata y no he necesitado ningún tratamiento de quimioterapia ni radioterapia. Por todo quiero darle gracias. Jesús Sánchez. Zaragoza. 921.- Escribo este testimonio por una promesa a la Beata Madre Mª Pilar. Hace unos meses a mi esposo le ingresaron de urgencia en lo que en apariencia era algo no muy grave. Pero, cuando los doctores le hicieron pruebas vieron que la cosa era seria y le llevaron al quirófano rápidamente. Al operarle nos dijeron que el pronóstico era muy delicado y que, pasando las horas, se irían viendo los resultados. Según iba pasando el tiempo estaba mejor; pero, a los cuatro días, comenzó a retener líquidos, hinchándose como un globo. Por la noche comenzó a devolver bilis muy oscuras y las enfermeras llamaron al cirujano de guardia. Cuando vino no se lo tomó en serio, dejándonos tal cual, aunque yo le pedí explicaciones. Me dijo que si quería hacerle sufrir con una sonda naso-gástrica, a lo que contesté que lo que hiciera falta, y me dijo que si volvía a devolver se la pondría. Yo, llena de miedo y llorando a más llorar sin saber qué hacer, me puse a rezar a la MADRE Mª PILAR y le prometí que si nos ayudaba yo lo publicaría en su Boletín para que la gente se enterara de su intervención. Perdonen que no de mi nombre, ya lo haré cuando se resuelva algo muy grande que tengo entre manos y por lo que también me he encomendado a Madre Pilar. Anónimo. Palencia. 922.- Quiero agradecer a nuestra Madre Mª Pilar los favores concedidos. En cualquier situación y ante cualquier problema, le rezo para que interceda ante el Señor, y tengo que manifestar que atiende mis súplicas. Dentro de los múltiples favores concedidos he de decir que mi novio se tenía que someter a una prueba sanitaria y pidiendo todos los días por él a la Beata Mª Pilar, la prueba salió bien, gracias a Dios. Soledad Astorga. León. 923.- Tengo que dar muchas gracias a la Beata María Pilar Izquierdo por los muchos favores recibidos de su poderosa intercesión. Este año nos ha hecho un gran favor, pues hemos podido vender una casa que teníamos en la carretera Torreserona donde ya no vivimos. La decisión de los hijos fue venderla y como estamos en un tiempo tan calamitoso para eso, podemos decir que hemos tenido mucha suerte, pues es como el que tira la caña al mar y coge el pez que necesita.

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Cuántas gracias tenemos que dar al cielo por todo. ¡Gracias, Madre Mª Pilar! Juan Farré Cervós. Lérida. 924.- Tras más de un año de lesiones en la piel de cierta trascendencia que volvían a aparecer sin motivo alguno, encomendé el caso a Madre Pilar y me escuchó. Se solucionó tras un tratamiento sencillo no usado hasta entonces. Pablo L. Madrid. 925.- Hoy doy infinitamente gracias a Dios por todo lo que ha puesto en mi camino y, a la Beata Mª Pilar, por tan hermosa bendición del bálsamo, renovando en mí la fe de que sí lo podía conseguir, y tengo la hermosa dicha de que dentro de nueve meses podré tener en mis brazos a mi bebé. Ahora sólo pongo ante su mirada, mi salud, mi embarazo, la salud de mi bebé, y su bendición en la vida de mi esposo y en la mía. Sigo con la misma fe y devoción poniendo en sus manos lo que queda de aquí en adelante. Luisana Torres de Gómez. Colombia. 926.- Doy gracias a la Beata María Pilar Izquierdo, pues con el bálsamo y mi petición ante ella, gracias a su intercesión ante Dios, en tres días me curó los pies de una psoriasis que en 23 años ninguno de los muchos médicos y especialistas fue capaz de curármelo. Gracias Beata Madre, que tan solo en tres días hiciste que me desapareciera y también los hongos y todo lo demás. Francisco Correa. Ayamonte (Huelva). 927.- Prometí publicar lo que para mi fue un milagro que me hizo la Madre Mª Pilar. Le pedí que intercediera por mí y, así lo hizo. Tenía un callo en un pie y se me infectó. Fui al médico, me mandó una pomada pero pensó que si no mejoraba tendría que pincharlo, pues estaba muy mal. Sin pensarlo más, recé a la Madre María Pilar, pues con la pomada no mejoraba. Me puse una gasa con el bálsamo y, enseguida empezó a mejorar sin necesidad de más. Pilar Díez Á. León. 928.- El día 10 de junio de este año cuando volvía de la escuela me dan la terrible noticia de que mi tía Nilda Estela Bur, de 63 años, había sufrido un infarto en su casa y que se encontraba en la Terapia del hospital San Antonio y que su situación era grave. Ella vive en zona rural a 40 km. de Gualeguay y los caminos son de tierra. Yo llegué a mi casa desesperada porque ella es como una madre para mí, y yo no podía creer lo que le estaba sucediendo. Busco a mi nena de la casa de la niñera y me pongo a rezar, luego juego con ella y le da el sueño. En ese momento recuerdo que Victoria Carboni me había regalado una reliquia de la Beata Mª Pilar Izquierdo y que estaba en el colchón de mi hija; la saqué y mi mamá me avisa que sólo nos quedaba esperar, entonces agarre fuerte la reliquia y pedí a la Beata, por favor, que mi tía pasara la noche, y le prometí que si me concedía esta gracia, yo lo haría saber. Cuando llega mi esposo le cuento la terrible situación y le pido que me acompañe hasta el hospital para hacerle llegar a mi tía Nilda la reliquia de la Beata, y él así lo hizo. Al día siguiente me entero que habían podido estabilizarla y que al medio día la llevarían a Concepción, ciudad del Uruguay, ya que allí hay un centro asistencial de mayor complejidad. Mi tía supo que yo le había mandado esa reliquia y mi mamá se la hizo llevar a Concepción. El viaje fue un éxito, llegó estabilizada con un buen tratamiento brindado por los médicos del hospital San Antonio. El día 12 le realizan un estudio con un catéter que le pasan por las venas para observar el corazón. En el estudio se descompensa y logran estabilizarla. En ese estudio encuentran que debían colocarle en forma urgent, un stem y, luego, dos más; todo era un riesgo para ella; pero todos seguíamos rezando y yo le recordaba a la Beata mi pedido. Fue así que el día 13 le colocan el stem y todo sale muy bien, la dejan en Terapia para un mejor control. El 14 la pasan a una habitación y el día15 regresa a Gualeguay. Parecía mentira, un sueño, un verdadero milagro. Fui a verla y era la tía de siempre, con su sonrisa, con sus ganas de vivir, y me contó que nunca se dio cuenta de la gravedad. Después de unos días de trámites y cuidados, el día 11 de julio viaja nuevamente a Concepción (Uruguay), para colocarle los otros dos stem. Al día siguiente ya estaba de nuevo en la casa de su mamá. Hoy podemos decir que es un gran milagro que siga viva y que esté como si nada hubiese pasado. María Rocío Frías Bur de Cevasco y Ana María Gervasoni viuda de Bur. Gualeguay (Entre Ríos) - Argentina.

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929.- Quiero dar gracias a la Beata María Pilar Izquierdo por el favor alcanzado. Pedí su ayuda para aprobar una oposición y aprobé. Gracias Madre Pilar, sigue ayudándome que lo necesito mucho. Anónimo. León. 930.- Quiero agradecer a Dios Nuestro Señor y, a la Madre Pilar Izquierdo que, por su intercesión, conseguí la gracia que le pedí para mi hermana. Conocí a las Hermanas de la Obra Misionera de Jesús y María en un congreso sobre la Vida Religiosa en Colombia. Las Hermanas me contaron algunas cosas sobre su Obra y su Fundadora, a la vez que me regalaron uno de sus boletines, el cual leí muy entusiasmada. Desde que escuché hablar de la Madre Pilar sentí algo muy especial dentro de mí que no había sentido antes. Yo soy religiosa dominica, Hija de Nuestra Señora de Nazareth. Después de leer el boletín y las innumerables gracias que las personas han obtenido por medio de la Madre, me decidí a rezar la oración pidiéndole por mi hermana de sangre, pues ella está sin trabajo, y se sentía muy mal, porque necesitaba trabajar para ayudar en casa, pues tiene hijos pequeños y es separada. Le recé al Señor, pidiéndole que por intercesión de la Beata Madre, concediese a mi hermana un trabajo. Todas las noches, antes de ir a descansar, hacía la oración de la Madre Pilar, y así fue como después de varios días, el Señor concedió a mi hermana un trabajo, por lo que en este momento está feliz. GRACIAS MADRE PILAR, GRACIAS POR AYUDARNOS CON ESTE GRAN FAVOR. Pido a Dios que pronto nos conceda la gracia de verla canonizada. Hna. Nini Johanna del Niño Jesús. Bogotá (Colombia). 931.- Hace unos meses nos llegó la noticia de que iban a cerrar la oficina donde trabajo y que seguramente las personas que ahí trabajamos seríamos despedidas. Ante el desconcierto, el nerviosismo y el no saber que hacer, le pedimos con todas nuestras fuerzas a la Madre Pilar que intercediera por nosotros, que este fatal final no llegase a ocurrir. Hoy tenemos que agradecerle a la Beata Madre de corazón, que una parte de la plantilla hemos mantenido nuestro trabajo, aunque con una gran pena por las personas que no tuvieron nuestra misma suerte, pero seguimos pidiendo por ellas. Gracias a la Madre Pilar que nos ha ayudado en este y en otros momentos a mantener la esperanza y a no desalentarnos. Gracias, porque hoy podemos mantener nuestros trabajo en los tiempos que corren. Gracias porque implorando su intercesión ante Dios, nos concedió éste y otros favores espirituales. Gracias Madre Pilar por aportarnos la paz que en estos momentos nos es tan necesaria. Agradecidos. VYG. Logroño. 932 -Hice una promesa a la Madre Mª Pilar y quiero cumplirla. Se trata de una petición que me solía hacer una nieta, que debido a la carrera que ha elegido estaba un poco preocupada y me decía: “Abuela, tengo exámenes, pídele a tus santos que hagan algo por mi”. Yo de le decía; “Pide tu también, que el Señor escucha a todos”. Ella me decía que yo tengo mucha fe, cosa que a ella le falta, aunque de esta vez le pasó la mano por encima de la foto de la Madre Pilar que viene en el Boletín, y así han pasado varias cosas que Dios hace que pasen: En los exámenes, duros todos ellos, recibió un aprobado y ese mismo día y a la misma hora, casualidad o no, trajo el cartero el Boletín nº 113. Cuando llegó a casa le digo a mi nieta: “Mira lo que ha llegado”. Ella se sonrió y con la mano acarició la cara tan linda de la Madre Pilar. Me encantó ver este gesto. También mi hija, su madre, allí presente dijo que era cosa sobrenatural, pues justamente recibir el aprobado y llegar el boletín a la vez. Todo esto es muy importante porque son personas reacias a creer en estas cosas; pero, todo salió muy bien. Fue Madre Mª Pilar que intervino con su intercesión ante Dios. Gracias de corazón, Madre. Generosa Graña. San Sebastián (Guipuzcoa). 933.- Quiero darle gracias muy sinceras a la Madre María Pilar porque desde que le encomendamos el caso de mi hija María Ángeles hará unos ochos meses, no ha vuelto a perder ninguna pieza dentaría más. Había perdido cuatro en pocas semanas, los especialistas nos habían dicho que las perdería todas. Aprovecho para reiterar a la Madre María Pilar que la siga ayudando en su salud, tanto en la mencionada dentadura como en una depresión que sufre desde hará tres años. Con el más sincero agradecimiento por todos los favores recibidos. Felicito García Álvarez. Zaragoza.

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934.- Quiero dar mi testimonio de gratitud por el milagro que me hizo Madre Mª Pilar Izquierdo. Yo sufría de una hernia discal crónica; la única opción que me daban los médicos era operarme; pero, con el inconveniente de que si salía bien de la operación caminaría con normalidad y si salía mal me quedaba en silla de ruedas, y esto me aterraba. Conocí la historia de la Madre Mª Pilar por un amigo muy creyente que me dio su estampita con la oración. Llevaba yo muchos días con fuertes dolores de espalda y, al regresar del trabajo, me encontré en mi buzón un folleto de la Madre Mª Pilar con testimonios de gente que habían recibido sus favores. Me acordé de la estampa que me había dado mi amigo Carlos y la puse debajo de mi espalda, recé a la M. Mª Pilar para que me ayudara con el dolor, al día siguiente me levanté sin dolor y me sentí bien, de esto han pasado doce años. Le pido perdón a Dios y a la Madre Mª Pilar Izquierdo por haber tardado tantísimos años sin dar a conocer este testimonio. Soy de Guinea Ecuatorial y vivo en Logroño. Mando una pequeña aportación. Muchísimas gracias a Madre Mª Pilar Izquierdo, espero que este pequeño relato aporte un granito de arena a la causa de su canonización. Juana Ondo Nue Bilogo. Logroño (La Rioja). 935.- Conozco a la Beata Mª Pilar Izquierdo y rezo el Rosario. En agradecimiento a la Beata deseo dar el siguiente testimonio. Estaba pasando por una situación muy estresante que me provocaba insomnio y fuertes dolores de cabeza; tanto, que me vi obligada a faltar a clases. Una amiga me acercó el bálsamo. Con fe unté mis sienes y le pedí a la Madre poder relajarme y dormir. ¡Fue milagroso! Dormí durante dos horas y cuando desperté ya no me dolía la cabeza y estaba más tranquila. Creo firmemente que fue obra de la Beata Mª Pilar, a quien agradezco el haberme escuchado. Alejandra Frizzo. Gualeguay (Entre Ríos) -Argentina 936.- Querida Madre Pilar: Rompo el silencio del alma para expresaros, con la gratitud debida del pobre de Dios, la alegría de sentirme libre, en el buen camino como quien dejara las muletas de la esclavitud al grito de Aquel que dijo a muchos otros: “Levántate y anda” (Mt. 9,5). Yo andaba sin andar, descarriado, cojo del todo, desvalido, enfermo y decaído bajo las cadenas del mal y de las ataduras del alcohol. Y es que este cambio, como si fuera la respuesta a la escucha de la invitación del Precursor del Señor, no se debe tanto a mí como a la gracia del Señor, fruto de vuestra intercesión ante Él, y al apoyo, oración y sacrificios brindados por tus Hijas. Ahora, con el cariño espiritual del que me siento deudor, vengo a deciros muchas gracias. Me siento complacido por conocer la libertad en la dignidad humana recobrada y como criatura de la bondad de Dios. En testimonio de gratitud por esta recuperación y gracia, recibe Beata Madre, en estas líneas, mi profundo sentir de corazón. Jesús. Logroño. 937.- Madre Mª Pilar no deja de cuidarnos a los de su Rebañico. Yo lo noto muchísimo en las cosas que me pasan. Hace no mucho tiempo he sentido, al menos en tres ocasiones, su olor a rosas. Es un cielico nuestra Madre. La verdad es que yo le doy mucho trabajo porque soy una oveja un poquito descarriada. Espero que mi Madrecica Pilar no se enfade conmigo ni se canse de vigilarme. Mª del Pilar Sáez- Benito. Zaragoza. 938.- Nuestra Madre Fundadora, la Beata Mª Pilar Izquierdo, me concedió una gracia muy grande que no puedo callar. En la primera semana de junio del 2013, me apareció un bulto debajo del seno derecho que me fue creciendo; no dije nada a nadie y lo único que me aplicaba era “el bálsamo” de la Beata Madre, comenzando a la vez a rezar su oración durante nueve días. Yo confiaba plenamente en que mi Dios me iba a curar por medio de tan buena Madre, aunque le dije: “Señor, si es tu voluntad mandarme una enfermedad, yo la acepto con todo mi amor”. El 22 de junio, en el octavo día del novenario, empezó a supurar por un boquete que se me abrió; me coloqué una gasa estéril y yo solita me curaba hasta que el bulto desapareció completamente. De este modo quiso el Señor que terminara la carrera, pues sólo me faltaba un semestre. Ayúdenme a dar gracias a nuestro buen Dios que tan grande favor me hizo por mediación de nuestra amada Madre Mª Pilar Izquierdo. ¡Gracias de todo corazón! Hna. Gilma Velásquez. Barquisimeto (Venezuela).

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AGRADECEN FAVORES Y COLABORAN CON LA CAUSA ALICANTE: Dña. Amalia Laveaga, Sres. Mariano y Virginia Izquierdo, COCENTAINA: Dña. Gloria Pozuelo, Dña. Aurora Pozuelo; JÁVEA: Dña. Toñi Moragues; ASTURIAS: GIJÓN: Dña. Pilar Fernández Méndez; OVIEDO: Dña. Lola Suárez; BADAJOZ: VALENCIA DEL VENTOSO: Dña. Cecilia Vázquez Granado, Dña. Dolores Vázquez, Dña. Lucía Granado, Dña. Antonia González, Dña. Carmen Fernández; ALBURQUERQUE: Dña. Josefa Lara; HORNACHOS: Dña. Leonor Blanco, Dña. Mª Ángeles Martínez; SAN VICENTE DE ALCÁNTARA: Dña. Isabel Chaparro; ZALAMEA DE LA SERENA: Dña. María Blanco; BALEARES: PALMA DE MALLORCA: Dña. Mª José Rabadán, Dña. Lourdes Fuertes, Sras. Micaela y Juana Reig; BARCELONA: Dña. Mª Jesús Sainz Eguizábal, Familia Fuentes Guillén, Hna. Mª Jesús Sáinz, Dña. Carmen Corral, D. Luis Izquierdo; SANT JUST DESVERN: Dña. Ana Calaf Jiménez; BURGOS: Dña. Mª Cruz de la Peña, Dña. Araceli Martín, Dña. Celia Sáinz Blanco, Dña. María Lourdes Ruiz; CÁCERES: Dña. Francisca Muñoz; CÁDIZ: PUERTO REAL: Dña. Susana Sevillano Bello; VILLAMARTÍN: Dña. Mª Teresa Alvárez García; CANTABRIA: ASTILLERO: Dña. Mari Carmen Gutiérrez; REINOSA: Dña. Irene y D. Miguel Noriega.; SANTANDER: D. Daniel Cano, Dña. Isabel Cabria; CASTELLÓN: Dña. Francisca Cuevas, Dña. María Banescu; BENICARLÓ: D. José Mª Borrás; CIUDAD REAL: Flia. Jiménez y García-Cervigón, D. Ángel Ramón Pérez, Dña. Mari Paredes, Dña. Amparo Ayllón; ALMODÓVAR DEL CAMPO: Dña. Encarnación Viñas; CAMPO DE CRIPTANA: Dña. Gregoria Sánchez; SOMELLANA: Sras. Isabel, Pilar, Maribel y Marina; CÓRDOBA: PALMA DEL RIO: D. Jesús Segura Muñoz; CUENCA: QUINTANAR DEL REY: Dña. Consuelo Roldán; GERONA: CORNELLÁ DEL TERRI: Dña. Teodora Yestes; GRANADA: MM. Carmelitas Calzadas; LA ZUBIA: Dña. María García Y.; GUIPÚZCOA: ARECHABALETA: Dña. Conchi Ramos; ASTIGARRAGA: Dña. Mª Jesús Múgica; SAN SEBASTIÁN: Dña. Amparo Ortíz, Dña. Mª Pilar Gómez, Dña. Dolores Casas, Dña. Mª Dolores Sánchez, D. José Erausquín, Dña. Pilar Rodas, Dña. Pilar Aizpurúa; ORIO: D. Santiago Méndez; PASAJES DE SAN PEDRO: Dña. Manuela Prieto López, Dña. Petronila Camiña, Dña. María García, Dña. Juanita Jorge, Dña. Xenuca Castro, Dña. Maite Urdangarín, Dña. Daniela, Dña. Mª Ángeles Parada, Dña. Toña, Dña. Ascensión Palencia; HUESCA: BARBASTRO: Sres. Feliciano y Maribel Viñec; JAÉN: Dña. Antonia Latorre; BAILÉN: Dña. Mª Teresa Serrano; LINARES: Dña. Virtudes Martínez y Dña. María Algar, Dña. Carmen Baena; ÚBEDA: Dña. Dori Miras; LEÓN: Dña. Marucha Díaz, Dña. Eustaquia García, Dña. Mercedes Gordón, D. Fernando Pérez; CARRIZO DE LA RIBERA: Madres Cistercienses (Sor Esther Carrizo); LA BAÑEZA: Dña. Mª Dolores San Juan; MATARROSA DEL SIL: Dña. Felisa Alonso Fernández; PONFERRADA: Dña. Marisol Fernández; MADRID: Dña. Luisa de la Fuente Ávilas, Dña. Ana Belén Bretón. Dña. Gloria Ortega Jiménez, Familia De Diego Gómez, Familia Blein Laiz, D. José Gutiérrez Pozo, Dña. María Luisa García , Dña. Marta Castro, Dña. Sandra García, Dña. Milagrosa Toledo, Dña. Mª Pilar Castillo, Dña. Águeda Maestro, Dña. Pilar Colás, Dña. Emilia Rodríguez González, Dña. Mª Teresa Alonso, Familia Estévez, Dña. Benedicta García, Dña. Pilar, Dña. Isabelita García Ibáñez, D. Félix Echevarri, Dña. Magdalena Moya, D. Pedro Morgad, Sras. Piedad y Emelina Hidalgo, Madres Clarisas Descalzas, D. José Mª Gómez Trujillo, Dña. Ángela García Montero; MÓSTOLES: Dña. Mª Ángeles Linares, D. Miguel Ángel Rodrigo; PARLA: D. José Ángel Álvarez, Dña. Rufí de la Roca; TRES CANTOS: Dña. Ananda Andujar; MÁLAGA: Dña. Mª Teresa Martínez; MARBELLA: Sres. Eugenio y Aurora Arias; MURCIA: Flia. Gea Baños; NAVARRA: PAMPLONA: Dña. Begoña Palacio, Srtas. Mina Gaztelu; BUÑUEL: Familia Mayayo Pascual y Familia Garasa Mayayo; ORENSE: Dña. Benita Casal; BAÑOS DE MOLGAS: Dña. Rosa Borrajo; PONTEVEDRA: VIGO: Dña. Carmen Díaz, D. Armando Cascallana; LA RIOJA: ALBELDA DE IREGUA: D. Gustavo Martínez; ALDEANUEVA DE EBRO: Dña. Purificación Rubio; BADARÁN: Dña. Mª Feli Crespo García; CERVERA DEL RÍO ALHAMA: M.M. Carmelitas Descalzas; LOGROÑO: Dña. Ascensión Robledo; Dña. Mónica Rubio Orío, Dña. Mª Pilar Valverde y familia Revuelta, Dña Mª del Carmen Hernáez, Dña. Magdalena Sáenz, Dña. Milagros Sauca, D. Juan Chaboy Roa, Dña Mª Dolores González Cuevas, Dña Asunción Vidaurreta, Dña Dorita Martínez Sáenz, Dña Gurutxe Balzategui, Dña. Mª Teresa Hermoso, Dña Marisol Mazo, D. José Mª Macua y Sra, Mª Vega López, Dña. Carmen Fernández, Dña Conchita Lapido, Sras. Carmen Rodríguez y Mª del Carmen Mateo, Dña Asunción Vidaurreta y Dña. Mariví Martínez, Dña Ángela Lasanta, Dña Estrella Martínez, Dña Toñi Delgado, D. Manuel García, HH. Franciscanas de Jesús, Dña. Itziar Ramiro, Dña. Carmen Calvo, Dña Felisa Blanco, Sres Carlos y Amaya de Lorenzo, Dña Mª Cleofe Peñacoba, D. Celso Martínez, Dña Itziar Santamaría, D. Gregorio Rodrigo, Dña Reme, Dña Nati Ochoa, D. Jesús Ruiz Barinaga, D. Miguel Zapater, D. José Mª Martínez y Martínez de Carnero, Dña Mª del Carmen Petrirena, Dña. D. José Antonio Yusta, Dña Mª Eugenia, Dña. Carmen Nazar, Dña Carmen San Martín, Dña Esther Pérez, Dña Menchu, Dña Juanita Aido, Dña Alicia, Familia Izquierdo García, Dña Irene, Dña Mª Esther Lázaro, D. Samuel, Dña Anabel Medrano y Dña. Esther Medrano, Dña Maite Jover, Dña Felisa Martínez; SANTO DOMINGO DE LA CALZADA: Dña. Puri Moneo; SANTA

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COLOMA: Dña. Begoña Díaz Ferro; SEGOVIA: Dña. Juana Concepción Álvaro, Dña. Marcela Salamanca, Dña. Rosalía Estébanez; CUELLAR: Religiosas Concepcionistas; SALAMANCA: Dña.

Teresa Hierro Pajón; SEVILLA: Dña. Fátima Palma, Dña Carmen Ortega; SORIA: Dña. Lucía Romero; TARRAGONA: Dña. Mª Dolores Tous; REUS: Dña. Pilar Sarabia; TERUEL: CRETAS: Dña Laura y Dña. Isaura Omella; TOLEDO: Dña. Carmen Jiménez, Dña. Luisa Martín, Dña. Mª Ángeles Galves; VALENCIA: Dña. Elvira Campos, Dña Mª Jesús Candado; GANDÍA: Dña Pepita Macías, Dña Josefa Femenia.; ALBALAT DE LA RIBERA: Dña. Josefa Puigvert; VIZCAYA: ALGORTA: Dña Victoria y Dña Mª Isabel Zubizarreta, BILBAO: D. José Luis Martínez, D. Esteban; GETXO: Dña. Ontxin Zulueta; GUERNICA: MM. Clarisas; LEKEITIO: MM. Dominicas; ZAMORA: Dña. Genoveva Miranda; VILLAMAYOR DE CAMPOS: Sras. Elena y Marina Lozano; ZARAGOZA: Dña Marcelina Benito. Dña. Genoveva Miranda, Dña. Nuria, Dña. Raquel Cortés; Dña. Meli Minguillón, Dña. María Claver, D. Antonio Casanova, Dña. Elvira Ballesteros, D. Josefa López, Dña. Ángeles Cebrián, Dña. Conchita Gracia, Dña. Minerva Pérez, D. Jesús Sánchez, Dña. Mª Reyes Canales, D. Pedro Rodrigo Ruíz, Dña. Mª Jesús Orte; ALFAMÉN: Dña. Clotilde Cortés y familia; CASETAS: Dña. Mª Teresa Ejea; PORTUGAL: Dña. Ignacia Rezola, Monjas Cistercienses; VARIOS: Dña. Carmela Cáceres, Dña. Carmela Ramila (Menchu), Familia E. Pérez Yosu, Sres. Teresa Álvarez Aristizábal, y Santiago Machain E., Dña. Mª Virtudes Mayas; VARIOS ANÓNIMOS. BOLETÍN: Enero - Marzo 2014

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