Solemnidad de Santiago Apóstol. 25 de julio de 2011

Solemnidad de Santiago Apóstol 25 de julio de 2011 Monición: Queridos hermanos celebramos hoy la Solemnidad de Santiago Apóstol. Impresiona ver cómo

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Solemnidad de Santiago Apóstol 25 de julio de 2011

Monición: Queridos hermanos celebramos hoy la Solemnidad de Santiago Apóstol. Impresiona ver cómo dejaban todo aquellos a quienes Jesús llamaba para estar junto a Él. Eran los Apóstoles, pero Apóstoles con mayúscula, porque apóstol es el que trasmite la doctrina que ha recibido, el que vive la vida de aquel a quien se ha adherido, el que cree sin límites en aquel al que ha seguido, y ellos lo hicieron hasta entregar su vida. ¡Qué imán tan especial debía tener Jesús! Y es que a Jesús, cuando se le conoce, ya no se puede dejar: solo seguirlo y amarlo. Transmitir su doctrina con nuestra vida, no es fácil, pero para eso contamos con su gracia. Respondamos a su llamada con la mayor generosidad.

Primera Lectura Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles. 4, 35; 5, 12.27-33; 12,2 En aquellos días, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor y hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo. Los condujeron a presencia del Sanedrín y el sumo sacerdote los interrogó: ¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ese? En cambio habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de este hombre. Pedro y los apóstoles replicaron: Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó haciéndole jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos somos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen. Esta respuesta les exasperó, y decidieron acabar con ellos. Más tarde, el rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial (Sal 66) R- Oh Dios, que te ababen los pueblos, que todos los pueblos te alaben. El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación. R.-

Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud, y gobiernas las naciones de la tierra. R.-

La tierra ha dado su fruto, nos bendice el Señor, nuestro Dios. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe. R.-

Segunda lectura Lectura de la segunda carta del apóstol San Pablo a los Corintios 4, 7-15 Hermanos: El tesoro del ministerio lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no procede de nosotros. Nos aprietan por todos los lados, pero no nos aplastan; estamos apurados, pero no desesperados; acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos rematan; en toda ocasión y por todas partes, llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. Mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte, por causa de Jesús; para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. Así, la muerte está actuando en nosotros, y la vida en vosotros. Teniendo el mismo espíritu

de fe, según lo que está escrito: "Creí, por eso hable", también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros. Todo es para vuestro bien. Cuando más reciban la gracia, mayor será el agradecimiento, para gloria de Dios. Palabra de Dios

Aleluya “Patrón brillante de España, apóstol Santiago, tu cuerpo descansa en paz, tu gloria pervive entre nosotros”.

Evangelio: +Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 20, 20-28 En aquel tiempo se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: ¿Qué deseas? Ella contestó: Ordena que estos dos hijos míos se siente en tu reino, uno a tu derecha y otro a tu izquierda. Pero Jesús replicó: No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber? Contestaron: Lo somos. El les dijo: Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre. Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús reuniéndolos les dijo: Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros; el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos. Palabra del Señor

Reflexión

“Servir es Reinar” Ocupar los primeros puestos. Es lo que pide la madre de los Zebedeos para sus hijos. No sabía lo que pedía, pues precisamente poco antes había hecho Jesús el anuncio de su pasión y muerte. Toda madre quiere lo mejor para sus hijos, ¿pero en qué estaría pensando la madre de Santiago y Juan? Pensaba, sin duda, que Jesús era el Mesías, el rey esperado para liberar a Israel del dominio romano. Jesús es verdad que era rey, "pero su Reino no era de este mundo", tal como le dijo a Pilatos. El predicó el Reino, su mensaje fundamental. Y vino a anunciar y a establecer el Reino de Dios. Hoy

podemos llamarlo "la civilización del amor" de la que hablaba Pablo VI. El Reino de Dios, sin embargo comienza en este mundo, aunque todavía no había llegado a su plenitud. Es el "ya, pero todavía no". En el Reino de Jesús es primero el que es el último, es decir el que sirve, no el que tiene poder. La madre buscaba el poder para los "hijos del Trueno". Muchas veces quisieron hacer rey a Jesús, pero El lo rechazó, porque había venido a servir y no a ser servido. Su mesianismo no es político ni espectacular, sino silencioso y humilde. En este sentido, San Agustín recuerda que "no dice que su Reino no está en nuestro mundo, sino no es de este mundo. No dice que su Reino no está aquí, sino no es de aquí". Hemos de trabajar para construir el Reino de Dios en este mundo. Esto significa establecer unas condiciones de vida en las que reine la justicia, la paz y la fraternidad. Mientras esto no se consiga, todavía no podemos estar contentos. No debemos huir del mundo, sino implicarnos en su transformación aquí y ahora, sin esperar que llegue pasivamente "el Reino de los cielos". Esto es lo que pide Jesús a Santiago y Juan: "beber el cáliz que El ha de beber". Contestan que sí, pero en ese momento no se dan cuenta de lo que estaban diciendo. Lo comprobarán cuando contemplen la muerte de Jesús. Y Santiago además llegará el momento en que dará la vida por Cristo cuando Herodes lo "hizo pasar a cuchillo". No sabemos si fue sometido previamente a un proceso judicial o si su muerte fue fruto del capricho de aquel déspota. Entonces sí que fue capaz de beber el cáliz de Cristo. Lo que importa es servir a Jesucristo y estar dispuesto a beber el cáliz con El. No importa ocupar los primeros o los últimos puestos en la tarea de la evangelización. Lo que importa de verdad es servir como Jesús, amar como Jesús y entregarnos como El a la misión de transformar este mundo y anunciar su mensaje de Amor. Ahora, como entonces, hay tarea, y la necesidad de la “eficacia” no deja lugar a los intereses particulares, a los primeros puestos, a los lugares de honor. Ser cristiano es mucho más que un título. Venimos a servir, y somos fuertes porque Él ha puesto su mirada de amor en cada uno de nosotros para que seamos sal de la tierra y luz del mundo. Somos vasijas de barro, pero con un gran regalo, con un gran tesoro en nuestro interior. La vasija puede estropearse, tal vez el calor y la dificultad hasta la resquebraje, puede que los golpes del camino rompan cualquier esquinilla, pero tenemos que recordar que somos portadores de algo grande, ser testigos, de aquel que ha dado la vida por nosotros. José María Martín OSA

Oración de los fieles: Festejamos hoy a aquel que nos trajo la fe a esta tierra. Elevamos nuestras manos al Padre pidiendo que seamos dignos propagadores de la Fe como lo fue Santiago, nuestro patrón, digamos: R.- HAZNOS, SEÑOR PORTADORES DE LA FE

– Por el Papa y sus intenciones, para que sus palabras y actos hagan crecer la fe en todos los rincones del mundo. (OREMOS) – Por las naciones del mundo para que a todos llegue la fe en Cristo único nombre que nos trae la Salvación. (OREMOS) – Por los pueblos hispanos para que nunca se pierda en ellos la fe que Santiago propagó con su palabra y su martirio. (OREMOS) – Por los enfermos y sus familiares para que Cristo les haga más liviano el sufrimiento y encuentren pronto salud para sus cuerpos y la salvación de sus almas. (OREMOS) - Por los jóvenes y por la Jornada Mundial de la Juventud, para que en España beban de la fe que propagó Santiago Apóstol. (OREMOS) – Por la Fraternidad Franciscana y por cada hermano, para que seamos testigos fieles de la fe que hemos recibido de primera mano por la acción misionera de Santiago. (OREMOS) - Por todos los que estamos en esta Eucaristía; para que sintamos la necesidad de acercarnos a la fuente de toda vida y nos alimentemos con la Palabra, el Cuerpo y la Sangre de Cristo. (OREMOS) Se pueden añadir algunas intenciones libres

Oración: Padre, como los Zebedeos queremos vivir siempre a tu lado, haz que nunca rechacemos tu nombre a pesar del cáliz que ello conlleve. Te lo pedimos por tu Hijo Jesucristo Nuestro Señor. Amen

Ofrendas:

Con este bordón queremos simbolizar el dinamismo, el empuje y la voz de Santiago Apóstol. Apoyado en la Palabra de Dios, confiándose al Espíritu Santo, se puso en marcha con un objetivo: que conociésemos el amor de Dios.

Con esta cesta de tierra queremos reflejar y hacer un canto al camino de Santiago. Que las dificultades, la sed, el hambre, la apatía o la pereza no nos impidan descubrir y abrazar el tesoro de la fe. Con el pan y el vino, como Santiago el Mayor lo hizo, presentamos al Señor nuestro esfuerzo y deseo evangelizador. Un deseo y un trabajo que serán bendecidos cuando, con la Eucaristía, alejemos de nosotros toda debilidad y cansancio .

Oración: APOSTOL SANTIAGO. Dame ilusión en el caminar para pregonar el nombre de Cristo. Dame fortaleza en mis palabras para que no me confundan las dificultades. Dame hondura en el espíritu y no me quede en la superficialidad Dame amor a la Palabra y sienta la claridad de Dios. Dame afecto a la Virgen y me acompañe en mis proyectos. Dame valentía en mis pasos y no mire lo que he dejado. Dame persuasión en mis esfuerzos y no quede nunca defraudado APOSTOL SANTIAGO. Haz de mi vida, lo que el Señor hizo contigo, un camino para encontrar a Cristo. Amén.

Despedida: Hemos celebrado una fiesta grande y que conmemora el origen de nuestra fe. Santiago, un apóstol del Señor Jesús fue nuestro primer evangelizador. Con esta alegría, glorificad al Señor con vuestra vida. Podéis ir en paz.

Fraternidad Franciscana de la Cruz San Miguel de Serrezuela y Cabezas del Villar en Ávila y Torrelodones en Madrid

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